¿Podrá el BCE subir los tipos en un futuro cercano?
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios
Mirar, observar y esperar: esa es la principal conclusión que las gestoras creen que saldrá de la reunión de hoy del Banco Central Europeo. En general, las casas de inversión consideran que esta reunión no tendrá ningún impacto significativo en el mercado y solo debería confirmar las expectativas que los inversores ya tienen en gran medida: habrá que esperar para ver subidas.
El motivo de seguir en espera es que la institución no quiere precipitarse con una subida de tipos que dañe la recuperación económica de la zona euro. La realidad es que desde su última reunión el pasado 13 de diciembre, los datos económicos clave de la eurozona se han debilitado más.
“Es probable que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, reconozca la desaceleración en el crecimiento de la zona euro. Por otro lado, el crecimiento salarial se ha recuperado, el desempleo ha caído a su nivel más bajo desde octubre de 2008 y la política fiscal se ha vuelto más expansiva. Sin embargo, dadas las incertidumbres que se avecinan, como el Brexit y la guerra comercial, esperamos que el BCE permanezca en modo de espera y vigilancia, y aplace cualquier decisión sobre el cambio a la política de normalización, si correspondiese, hasta la reunión del 7 de marzo”, señala Aneeka Gupta, analista de WisdomTree.
Misma opinión comparte Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors, quien considera que “la normalización gradual de la política monetaria del Banco Central Europeo debería continuar, pero la desaceleración económica en la zona euro probablemente retrasará la subida de tipos, y la ventana de oportunidad se está volviendo cada vez más pequeña”.
Para Philipp Vorndran, estratega de mercados de Flossbach Von Storch, el BCE priorizará no solo no dañar la economía de lo países de la Unión Europea, sino salvar de la quiebra a sus estados. “El BCE es capaz de mantener bajos los tipos de interés, lo que retrasaría la quiebra de los estados al reducirse artificialmente los costes de refinanciamiento y, por lo tanto, otorgar a la zona euro cada vez más tiempo. Además, sus recursos son limitados. Puede ayudar a los políticos, pero no puede reemplazarlos a largo plazo. Por otra parte, no se impondrán a las personas reformas estructurales dolorosas, que serían absolutamente necesario hacer que el euro sea resistente a la intemperie a largo plazo”, argumenta Vorndran. Por eso considera que en algún momento tendrá que llegar una política fiscal expansiva con paquetes de estímulos económicos, recortes de impuestos o subsidios, generando cierto efecto inflacionario.
¿Podrá el BCE subir los tipos?
Según el análisis de Dixmier, los inversores dudan y han empujado sus expectativas de un primer aumento en el tipo de depósito hasta la segunda mitad de 2020. La ventana de la oportunidad se está volviendo cada vez más estrecha: el BCE difícilmente puede actuar en un contexto de desaceleración económica, pero al esperar demasiado, podría enfrentarse a otros vientos en contra porque la Fed podría bajar tipos en 2020, tal como lo anticiparon los mercados hace unos días.
Desde BofA Merrill Lynch Global Research no esperan pasos “drásticos” por parte de Draghi esta semana, aparte de reconocer que el balance de riesgos se ha desplazado a la baja y establecer con cautela el terreno para algunos «edulcorantes» en marzo. “Creemos que los inversores ya esperan un tono moderado, lo que sugiere un impacto limitado en el mercado. En caso de que el BCE cambie el balance de riesgos, es probable que cualquier incremento inicial sea limitado. Tampoco esperaríamos un impacto sostenido en el euro tras la reunión. Seguimos siendo constructivos con el euro a medio plazo, pero esto se debe principalmente a nuestra visión bajista del dólar y está sujeto a una serie de riesgos”, apuntan desde la entidad.
“Los recientes datos de debilidad económica publicados en Europa podrían obligar al BCE a modificar su discurso, aunque creemos que en la reunión de este jueves quizás sea prematuro. En el mercado se rumorea incluso la posibilidad de que se puedan realizar nuevos programas de estímulo, aunque probablemente no se producirá ningún anuncio oficial hasta dentro de unos meses”, añade Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio en Bank Degroof Petercam Spain.
Después de finalizar sus compras de activos a gran escala a fines de 2018, el BCE ya señaló que ahora está evaluando cómo la economía de la eurozona asimila este cambio en la política monetaria. “La segunda posición de mayor liquidez en el balance del BCE son las operaciones de financiación a largo plazo (LTRO). La última operación se realizó en marzo de 2017 y tiene una duración de cuatro años. Existe una alta probabilidad de que el BCE también pueda comenzar a discutir el relanzamiento de las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO). Las TLTRO actuales vencerán en 2020, lo que podría contribuir a condiciones más estrictas de préstamo bancario antes de la expiración. El debilitamiento de las perspectivas cíclicas para la eurozona y la actual perspectiva de inflación benigna defienden los nuevos TLTRO para evitar la impresión de que el BCE pretende avanzar hacia un ajuste cuantitativo o alejarse del generoso suministro de liquidez”, explica David Kohl, Chief Currency Strategist de Julius Baer.
Según los analistas de Monex Europe, el BCE corre el riesgo de caer en una desaceleración en la zona euro sin tener la munición monetaria para estimular la economía. Según matiza Bart Hordijk, analista de Monex Europe, este es un riesgo de cola. “Las posibilidades de una recesión en la zona euro en los próximos dos años algo que podemos empezar a considerar, pero lo importante es que si ocurre, par entonces, el BCE habrá movido muy poco los tipos de interés. El debate actual sobre una posible reactivación de las operaciones de refinanciación a largo plazo es el ejemplo de que el BCE esté pensando en aflojar las políticas monetarias. En este momento, los mercados esperan un BCE moderado, pero tal vez incluso las expectativas actuales no sean lo suficientemente dóciles”.