Con el objeto de contribuir al desarrollo del mercado financiero, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) informa que fue publicada para comentarios del mercado, una propuesta normativa que permite ampliar los instrumentos financieros que pueden ser depositados en empresas de depósito de valores regidos por la Ley N°18.876.
A través de esta propuesta normativa las empresas de depósitos de valores que actualmente pueden custodiar valores, sean o no de oferta pública, podrán custodia también otros bienes, documentos y contratos definidos por la norma de la CMF.
Al respecto, se propone que los instrumentos financieros susceptibles de ser depositados en depósitos de valores incluyan:
• Facturas
• Títulos representativos de productos que puedan transarse en bolsas de productos regidas por Ley N°19.220
• Concesiones acuícolas, mineras o de otro tipo; permisos medioambientales y los certificados que acrediten el dominio de los derechos emanados de esas concesiones o permisos.
• Certificados de depósito a la vista o menores de 360 días;
• Cartas de crédito stand by emitidas por bancos con clasificación de riego al menos A o equivalente;
• Boletas Bancarias emitidas por bancos locales o extranjeros, y contratos derivados.
Se estima que esta propuesta normativa contribuirá a extender los beneficios del modelo de custodia centralizada a otros tipos de operaciones financieras. En particular, se espera que al facilitar la custodia de facturas se pueda fortalecer los mecanismos de negociación de facturas en bolsas de productos, contribuyendo de este modo al acceso a financiamiento para las pequeñas y medianas empresas.
La propuesta normativa, y su respectivo informe, estarán en consulta para comentarios del mercado y público en general, hasta el 15 de febrero próximo, en el sitio web de la CMF.
Una opción de venta es una opción que aumenta de valor cuando el precio del subyacente cae por debajo de cierto nivel. Uno de sus usos más comunes es proteger una cartera ante una caída del mercado. La famosa «Fed put» se refiere a la noción de que la Reserva Federal tome medidas para apoyar al mercado de valores en tiempos de mayor riesgo y volatilidad.
Desde que Alan Greenspan se convirtió en presidente de la Fed durante la década de 1980, ha habido un patrón definitivo del banco central de aumento de la liquidez en tiempos de crisis. Este patrón incluye tomar medidas para inyectar liquidez durante recesiones importantes, lo que constituye un esfuerzo por «arreglar» el mercado de valores. Cada vez que la Fed hace esto de forma sucesiva, los inversores dependen cada vez más de esta opción de venta gratuita. Con el tiempo, se ha tenido en cuenta la Fed put, lo que ha impulsado un aumento de las valoraciones de las acciones y ha alentado a los inversores a asumir un riesgo excesivo. Esto ha originado muchas críticas hacia la «Fed put» por haber creado un «riesgo moral».
Originalmente, la «Fed put» se conocía como la «Greenspan put». Cuando Greenspan finalmente se retiró en 2006 después de liderar la Reserva Federal durante casi dos décadas, Ben Bernanke y Janet Yellen continuaron su política de tomar medidas para apoyar a los mercados durante las épocas de crisis. Esto hizo que la Greenspan put se transformara en lo que ahora conocemos como la «Fed put». Cuando el presidente Trump nombró a Jerome Powell como el 16º presidente de la Reserva Federal a principios de 2018, los inversores supusieron que continuaría con la tradición de la «Fed put». Los inversores incluso estaban dispuestos a tolerar (aunque a regañadientes) mayores aumentos en los tipos de interés por parte de la Fed, siempre y cuando la «Fed put» permaneciera en vigor. Dada esta situación, Jerome Powell pudo aumentar el tipo de interés objetivo de la Fed cada trimestre, que fue un ritmo mucho más rápido del que había hecho Janet Yellen, su predecesora.
La muerte de la Fed put
Mientras la Fed elevaba los tipos de interés a lo largo de 2018 a la vez que imponía un ajuste cuantitativo a través de la reducción de su balance de 4,5 billones de dólares, el presidente Trump criticó abiertamente tanto a Powell como a la Fed. El presidente advirtió de que unos tipos más elevados ahogarían el crecimiento económico. Por supuesto, la Fed hizo caso omiso a estas críticas, ya que mantuvo su independencia del presidente y se mantuvo firme en su trayectoria de elevar los tipos.
En octubre de 2018, Jerome Powell conmocionó a los mercados con el comentario «estamos muy lejos de ser neutrales» sobre los tipos de interés. El mercado ya estaba lidiando con la prolongada guerra comercial con China, la amenaza de una desaceleración económica mundial y la disminución del impulso económico de los recortes de impuestos en los EE. UU. Los comentarios de Powell sacudieron la confianza de muchos inversores en la Fed put, ya que muchos temían que la Reserva Federal no reconociera los muchos problemas que había mientras continuaba su camino de aumentar las tasas. En diciembre, Powell redobló sus comentarios de octubre y dijo que la Fed mantendría el rumbo del aumento de los tipos y continuaría reduciendo su balance al mismo ritmo. Con ello, sacudió de nuevo un mercado ya en dificultades que culminó con la caída de Nochebuena en la que el Dow Jones se hundió más de 650 puntos.
Esto provocó que David Tepper, quien administra 14.000 millones de dólares en Appaloosa Management, afirmara que “Powell básicamente os ha dicho que la «Fed put» está muerta”. El mercado estuvo de acuerdo con esta opinión, ya que parecía que la Fed estaba dispuesta a dejar que el mercado cayera sin siquiera intentar intervenir.
El retorno de la Fed Put
«Sientan el mercado, no se dejen guiar por números sin sentido», este fue el tuit del presidente Donald Trump a la Fed. Sin embargo, Powell no había abandonado completamente al mercado. A principios de enero, Powell cambió bruscamente su tono (quizás finalmente los tuits de Trump le convencieron para que sintiera el mercado) y reconoció que la Fed observaría de cerca las señales del mercado y tendría paciencia con el enfoque de la política monetaria.
Powell también indicó que la Fed estaría dispuesta a ajustar el ritmo de reducción del balance si fuera necesario, lo que sonaba muy parecido a que estaba dispuesta a inyectar liquidez en el sistema si los mercados experimentaban otra caída. Los inversores, que temían que la Reserva Federal actuara hawkish y que creían que iba a matar la economía, gritaron un aleluya colectivo cuando el mercado se recuperó con fuerza al reconocerse que la «Fed put» estaba de vuelta.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dejó ayer claro, tras su primera reunión del año, que será “paciente” de cara a subir los tipos de interés. La explicación salía del propio presidente de la institución monetaria, Jerome Powell: “El argumento para seguir con el ajuste monetario se ha debilitado. El sentido común nos recomienda». De esta forma, la Fed levanta el pie del acelerador y deja los tipos en la banda del 2,25% y 2,5%, al mismo nivel que en marzo de 2008.
Aunque 2018 terminó con una subida de tipos, para 2019 la Fed mantiene un discurso muy distinto. “El Comité sigue viendo una expansión sostenida de la actividad económica, condiciones sólidas del mercado laboral y una inflación cercana al objetivo simétrico del Comité de 2 % en el mediano plazo como los resultados más probable. A la luz de la situación económica y financiera mundial y las nulas presiones inflacionarias, el Comité será paciente para determinar los futuros ajustes a la tasa de fondos federal que sean apropiados para obtener esos resultados”, apunta en su comunicado el Comité Federal de Mercado Abierto.
En este sentido, la Fed se ha mostrado más moderada en su declaración de la que ha eliminado la referencia a nuevos aumentos graduales de los tipos. “La reunión del FOMC confirma que la Fed está adoptando un enfoque mucho más cauteloso, un mensaje al que otros bancos centrales de países desarrollados probablemente irán convergiendo. Aunque la reunión del FOMC podría ser favorable para el riesgo a corto plazo, creemos que el entorno de goldilocks que presenciamos en la última década ha terminado, ya que la base fundamental ahora es muy diferente y mucho más frágil”, explicaJeremy Gatto, gestor del fondo Navigator de Unigestion.
A la hora de hablar de aquellos que “ha debilitado” su argumento para seguir con su ajuste monetario, Bart Hordijk, analista de Monex Europe, destaca las “corrientes contrapuestas” a las que la Fed hizo referencia. “Se refirió a los obstáculos económicos globales como la guerra comercial, el Brexit, el cierre del gobierno, la desaceleración económica en la zona euro y China, por nombrar unos pocos. Además, Powell reconoció que las presiones inflacionarias no han sido tan fuertes como se esperaba, lo cual es una declaración moderada. Powell refuerza esta visión moderada diciendo que los apetitos por el riesgo han regresado y se mantendrán a largo plazo, lo que disminuye uno de los mayores riesgos de tener una política flexible durante demasiado tiempo. Esto abriría la puerta para mantener una política monetaria laxa durante más tiempo”, argumenta Hordijk.
Por su parte Aaron Anderson, vicepresidente senior de Análisis de Fisher Investments, afirma que “las noticias recientes de la Fed dejan claro que no se está siguiendo una hoja de ruta predeterminada para las subidas de tipos. Los últimos datos de inflación y otros indicadores económicos continúan mostrando una economía sana y sin riesgo de sobrecalentamiento y la inflación no se está acelerando. En este contexto, el FOMC debería contar con gran flexibilidad para ajustar la política monetaria según su criterio, y no parece haber necesidad de subir los tipos en este momento”.
Además, la Fed indicó que podría ajustar la normalización de su balance general. Según destaca Mondher Bettaieb, director de crédito corporativo de Vontobel AM, “el hecho de que la Fed haya emitido un comunicado separado sobre la normalización de su balance es extremadamente positivo e indica que este proceso ya no se lleva a cabo en piloto automático. Estimo que rebajarán el ritmo de normalización este año ya que la remuneración de las reservas de liquidez se ha vuelto muy cara. Esto es muy alcista”.
“Si bien el FOMC no indicó exactamente cuándo podría fin a la reducción del balance, consideramos que la pausa actual concuerda con los pasos que esperábamos que diese y, en algún momento de este año, antes de lo que muchos habían previsto, también realizará cambios en su política de reducción del balance”, añade Rick Rieder, director de inversiones de renta fija global y cogestor de los fondos BlackRock Fixed Income Global Opportunities (FIGO) y BGF Global Bond Income.
En este sentido, Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, destaca que “lo más notable es que los comentarios sobre la evolución prevista de los tipos de interés y la normalización del balance han oscilado completamente y ahora muestran una postura expansiva; así, los aumentos de la horquilla objetivo para los tipos de los fondos federales han dado paso a los ajustes, lo que vuelve a poner sobre la mesa los recortes de los tipos de interés. Y ahora también se contempla variar el ritmo de normalización del balance y el tamaño último de este, algo que la Fed ha optado por plantear mucho antes de lo previsto”, destaca
Asignación de activos
De cara a posicionar las carteras, Gatto explica cuál es su posición: “Seguimos estando largos en oro y cortos en el dólar estadounidense, especialmente frente a las monedas de los mercados emergentes, ya que el cambio de política monetaria de la Reserva Federal hacia una postura menos restrictiva hará que el dólar sea menos atractivo mientras el mercado continúa ajustándose a este cambio de política monetaria. Con la incertidumbre aún alta, la volatilidad probablemente se mantendrá elevada durante todo el año. Hasta que los fundamentos se reafirmen y las volatilidades y las correlaciones se estabilicen, nos centraremos en suavizar los rendimientos a través de coberturas inteligentes”.
Desde Janus Henderson Investors, Nick Maroutsos, gestor de la firma, sostiene que la Fed ha terminado de subir tipos no para 2019, sino para siempre. “Como resultado, nos centramos en el extremo delantero de la curva de rendimiento de Estados Unidos, favoreciendo una curva de rendimiento más pronunciada. Por el contrario, nuestra preferencia aún es poseer duraciones más largas en países como Australia y Nueva Zelanda. Lentamente redirigiremos esa duración a los Estados Unidos a medida que nuestra perspectiva continúe siendo validada”, apunta Maroutsos.
Respecto al mercado, Brendan Mulhern, estratega global de Newton, parte de BNY Mellon, señala que no tiene por qué complacerle esta pausa. “Normalmente, el mercado reacciona de forma positiva cuando la Fed se toma un respiro con las subidas de tipos, sobre todo si considera que han subido demasiado. Pero una pausa de este tipo suele ir seguida de una rebaja de tipos, normalmente como respuesta a un rápido deterioro de la economía: un entorno que no resulta nada favorable para los mercados de acciones. Quizás los «toros» de la renta variable deberían prestarle más atención a los mercados de bonos, que mantienen una actitud más cauta con respecto a las perspectivas económicas”, afirma Mulhern
Morningstar, Inc., proveedor de análisis de inversiones independientes, ha anunciado el lanzamiento de la familia de índices Morningstar Low Carbon Risk, un nuevo grupo de índices que proporciona una exposición diversificada a la renta variable en todas las regiones y hace hincapié en las empresas alineadas con la transición hacia una economía baja en carbono. Basados en la calificación de riesgo de carbono de Sustainalytics, los índices se construyen a través de un proceso de optimización que tiene como objetivo el bajo nivel de riesgo de carbono de la cartera y una baja exposición a combustibles fósiles.
«El cambio climático es un reto importante que afecta a los inversores», comenta Sanjay Arya, director de Índices de Morningstar. «Esta nueva familia de índices permitirá a los inversores evaluar e invertir en empresas que se están adaptando a la economía de bajas emisiones de carbono y que gestionan sus negocios de forma estratégica a largo plazo. Ya sea por motivos ambientales, obligaciones fiduciarias o resultados de inversión, creo que los nuevos índices ofrecen más opciones para reducir la exposición al carbono sin afectar a la rentabilidad».
Un nuevo libro blanco, “Preparándose para una economía baja en carbono: invirtiendo en la era del cambio climático”, explica cómo la familia del índice Morningstar de Bajo Riesgo de Carbono aborda la urgencia del cambio climático haciendo hincapié en las empresas alineadas con la transición a una economía baja en carbono. Los índices no sólo reflejan menores riesgos relacionados con el clima, sino que también muestran características atractivas de inversión.
«Estos índices van más allá del enfoque común de la huella de carbono, que refleja las emisiones actuales y es sólo un punto de partida para el análisis del riesgo de carbono», precisa Dan Lefkovitz, estratega de Morningstar Indexes. «Nuestros nuevos índices de bajo riesgo de carbono de Morningstar son los primeros en aprovechar la clasificación de riesgo de carbono de Sustanalytics, que evalúa no sólo la exposición general de carbono de una empresa, sino también la gestión de dicha exposición, para evaluar en última instancia si una empresa está en condiciones de sobrevivir y prosperar en una economía de bajo carbono».
La nueva familia de índices es el paso siguiente de Morningstar para apoyar las preocupaciones medioambientales de los inversores. En 2018, la compañía introdujo la designación Morningstar Bajo en Carbono para fondos y el Morningstar Portfolio Carbon Risk Score para que los inversores evalúen el riesgo de carbono de sus carteras. En 2016, la compañía lanzó el Morningstar Sustainability Rating™ para ayudar a los inversores a evaluar los fondos en función de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), y publica regularmente artículos y análisis sobre la inversión sostenible.
Metodología
Los índices Morningstar de Bajo Riesgo de Carbono se derivan del segmento de alta y mediana capitalización de su índice de referencia equivalente. Por ejemplo, los componentes del índice Morningstar Global Markets Low Carbon Risk provienen del índice Morningstar Global Markets Large-Mid Cap, que tiene como cubre el 90% de la capitalización de las bolsas mundiales en los mercados desarrollados y emergentes. Para ser elegible, una empresa debe haber sido sometida a una evaluación de riesgo de carbono por parte de Sustainalytics, que proporciona un análisis de carbono sobre más de 4.000 empresas de aproximadamente 130 grupos industriales.
Los índices se construyen utilizando los promedios de 12 meses de la puntuación Morningstar de riesgo de carbono de la cartera y su participación de los combustibles fósiles, una media ponderada de la exposición de los constituyentes a las industrias intensivas en combustibles fósiles. El número de acciones en cada índice es variable y está sujeto a los requisitos de elegibilidad, a los resultados del proceso de optimización y a las consideraciones de ponderación. Los índices se reequilibran (se reajustan ponderaciones) trimestralmente en marzo, junio, septiembre y diciembre, y se reconstituyen (se reajustan posiciones) semestralmente en junio y diciembre, el lunes siguiente al tercer viernes del mes. Los datos de la puntuación de riesgo de carbono utilizados son los del último día de negociación en mayo y noviembre.
Luke Newman, gestor de carteras del equipo UK Absolute Return en Janus Henderson, explica cómo las herramientas long-short pueden aportar la flexibilidad necesaria para aprovechar al máximo las oportunidades y el riesgo durante 2019.
¿Cuáles son los temas clave que podrían definir los mercados este año?
Cuando pensamos cómo estarán los mercados este 2019, creemos que será lo mismo que hemosvisto en 2018. Se espera más volatilidad, además de una atención renovada a las valoraciones y a losmúltiplos. Gran parte de la volatilidad y de las retiradas de fondos de los mercados se han producidotras realizar una nueva evaluación de las valoraciones, por lo que consideramos que eso es algo a loque el mercado tendrá que seguir enfrentándose y, posiblemente, que producirá caídas en los mercados de renta variable a lo largo del año.
La única vía de subidas de beneficios y resultados de los últimos 4 o 5 años se ha parado en seco.Obviamente, las guerras comerciales y los aranceles han tenido su parte de culpa. También hemosobservado que la caída de las divisas ha supuesto un problema cada vez mayor para las empresasestadounidenses, y se están cuestionando ciertos ciclos. Por ello, en algunos sectores supone unriesgo que se produzcan caídas adicionales en los beneficios, y se están cuestionando los propiosmúltiplos. El único lugar con visos de mejora probablemente sea Reino Unido, donde lasvaloraciones de las empresas expuestas al mercado nacional están alcanzando un nivel con el queparece que se está presentando un riesgo de subida. Así pues, cada vez nos sentimos más cómodoscon nuestra posición larga en empresas nacionales de Reino Unido.
¿Dónde ve las oportunidades y riesgos más significativos en su clase de activos?
Con las estrategias long-short, la oportunidad y el riesgo a menudo no son más que dos caras de lamisma moneda. Estamos muy atentos a lo que ocurra con la liquidez. Concretamente, nos referimosa la liquidez de los mercados de renta variable, los de renta fija y también los de divisas, mientras losbancos centrales de todo el mundo se enfrentan a la normalización de los tipos financieros.
Consideramos que todo ello favorece un posicionamiento conservador. Esto supone que nosmostremos escépticos con las empresas que mantengan niveles excesivos de deuda, porque es eneste tipo de entornos en el que unos niveles exagerados de financiación y obligaciones financierassuelen resultar más perjudiciales. Por tanto, y a nuestro juicio, la liquidez en todas sus formas apoyaque asumamos un posicionamiento conservador y mantengamos la prudencia en nuestrasprevisiones para el año próximo.
¿Cómo han modificado sus experiencias de 2018 su enfoque o sus perspectivas para 2019?
Lo ocurrido en 2018 no ha hecho sino confirmar ciertos elementos de nuestra estrategia, como losrelativos a mostrarnos flexibles en lo que respecta a la liquidez y no empantanarnos en las áreas depequeña y mediana capitalización del mercado. Mantener tal flexibilidad con títulos de mayorcapitalización en los mercados de renta variable ha resultado crucial este año para evitar dificultadesy aprovechar las oportunidades existentes en los mercados.
Un fondo long-short que sea lo suficientemente flexible como para aprovechar las oportunidadesque surjan tanto en el extremo corto como en el largo es algo evidentemente positivo, pero ahoratiene también una importancia absolutamente crucial. Hasta el presente ejercicio, hemos tenidosiete años consecutivos de mercados de renta variable al alza. Esto es algo que no siempre ocurre,por lo que estar debidamente preparados y ser flexibles, y tener las herramientas necesarias paraaprovechar la volatilidad cuando se produzcan caídas con el fin de conservar el capital de nuestrosinversores, principalmente, y entonces convertir lo anterior en un flujo continuo y coherente derentabilidad absoluta positiva es lo que hemos tenido siempre en nuestro punto de mira.
Creemos que este año se vuelve a confirmar la importancia de contar con distintas ideasfundamentales para invertir en los extremos largo y corto durante una serie de años, identificandolos temas estructurales existentes. Esperamos poder usar muy a menudo este año la capacidadbásica de una cartera de negociación táctica que sea lo suficientemente flexible como para poderconvertir los titulares políticos sobre aranceles y elecciones en oportunidades, tras un ejercicio tandifícil como el que supuso 2018.
Información importante:
Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas/equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos.
Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de las mismas pueden disminuir o aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida en un principio.
La información presentada aquí no representa un asesoramiento de inversión o una recomendación. Con fines promocionales.
En un mundo global, las empresas de pequeña capitalización también pueden presentar grandes oportunidades de inversión. En opinión de Christopher Gannatti, jefe de análisis en WisdomTree, las compañías de menor tamaño, en particular aquellas que pagan dividendos, ofrecen a los inversores oportunidades “bastantes grandes”.
Tal y como señala Gannatti, las empresas de pequeña capitalización que pagan dividendos existen en mercados emergentes, en Japón, en Estados Unidos, así como en Europa y en todo el mundo. Para él la clave es “incluir acciones de pequeña capitalización que pagan dividendos y ponderarlo por sus dividendos en efectivo. Este enfoque ha llevado a la posibilidad de mayores rendimientos de dividendos en los mercados de todo el mundo”.
Según señalan desde WisdomTree a la hora de explicar por qué les gusta este segmento de empresas, “a medida que el mundo se ha vuelto más interconectado, las compañías de gran capitalización tienden a ser multinacionales y hacer negocios a nivel mundial. Las pequeñas capitalizaciones, por otro lado, tienden a estar mucho más expuestas a sus economías locales. Si uno está pensando en la diversificación sobre la base de las condiciones económicas y el potencial de crecimiento en diferentes segmentos del mundo, las pequeñas capitalizaciones pueden proporcionar una herramienta interesante para este tipo de ejecución”, explican
La firma señala que las regiones de Estados Unidos, Japón, Europa y mercados emergentes presentan algunas oportunidades interesantes. Por ejemplo, considera que las empresas japonesas de pequeña capitalización destacan porque reciben el 80% de sus ingresos del mercado local, un mercado que se está beneficiando de las reformas del primer ministro Shinzo Abe.
Respecto a Estados Unidos, apunta que el actual contexto de tensiones comerciales internacionales favorece la atención en este tipo de compañías ya que no dependen de las exportaciones. “Además, antes de los recortes de impuestos corporativos de diciembre de 2017, estaban pagando tasas de impuestos efectivas más altas que sus pares de gran capitalización y, por lo tanto, se beneficiaron más de este cambio de política”, añade.
Un enfoque ponderado
Según explica la firma, su enfoque es atractivo porque los inversores entienden el pago de dividendos como algo muy tangible en su inversión. En este sentido, WisdomTree ha desarrollado un método que le ha permitido lograr una rentabilidad más consistente al tener un enfoque de ponderación por capitalización. En cada rebalance anual, la firma explica que reduce aquellas posiciones cuyos precios hayan aumentado rápidamente, pero cuyo crecimiento de dividendo no se ha mantenido al mismo ritmo, lo que contrasta con otros enfoques en los que las empresas con mayor capitalización reciben mayores ponderaciones con independencia de su valoración.
Además, dentro de la metodología de WisdomTree, las empresas cuyas valoraciones se hayan mantenido o caído, pero cuyo crecimiento de dividendos haya sido relativamente más fuerte, se tenderá a aumentar sus ponderaciones. Este enfoque se contrapone al tradicional: las acciones con menor capitalización de mercado tienen menor peso en la cartera.
Swiss Sustainable Finance, asociación fundada en 2014 que promueve la inversión sostenible, coordina una iniciativa para excluir a los fabricantes de armas controvertidas de los índices globales y cuyo plazo de adhesión se ha ampliado hasta hoy, 31 de enero.
Desde Pictet AM se está impulsando, entre inversores y entidades del sector, nuevas adhesiones a esta iniciativa. Con el fin de lograr nuevos apoyos, se puso en marcha en 2018 una carta abierta dirigida a los proveedores de dichos índices. En principio se dirigió exclusivamente a las instituciones de gestión de activos en Suiza, lo que ha generado respaldo de más de 60 gestoras, que suman un patrimonio de alrededor de dos billones de dólares.
La carta argumenta que excluir empresas relacionadas con armas controvertidas se ha convertido en una práctica estándar para los inversores institucionales e individuales. Varias convenciones internacionales prohíben o restringen el desarrollo, producción y uso de armas controvertidas y algunos países han ido más lejos y legislado en contra de la financiación directa o indirecta de esas armas. “Sin embargo los índices continúan incluyendo tales empresas, lo que además causa problemas a quienes desean invertir en soluciones libres de armas controvertidas, pues pueden quedar sujetos a un mayor error de seguimiento respecto al índice de referencia o a costes adicionales”, explican desde Pictet AM.
“Dado este éxito, la iniciativa, bajo coordinación de Swiss Sustainable Finance, se ha ampliado a signatarios de otros países, incluyendo España, habiéndose extendido el plazo de adhesiones hasta el 31 de enero”, apuntan desde Pictet AM. Por su parte, la gestora está promoviendo esta iniciativa entre inversores institucionales de la Península Ibérica y Latinoamérica desde su oficina de Madrid. Además, Pictet AM ya promovió en su origen y desde su sede en Ginebra esta iniciativa.
CFA Society Chile se ha adherido al CFA Societies Global Passport Program, un nuevo beneficio para los miembros de CFA Society Chile.
Al adherirse al Global Passport Program los miembros de CFA Society Chile pueden atender los eventos y actividades de más de 90 Societies que participan en este programa a los mismos precios que los miembros locales de esas sociedades. Los miembros de CFA Society Chile son parte de una comunidad de más de 159.000 miembros de CFA Institute que representan a 149 nacionalidades y 151 Societies en 74 países.
Como contrapartida CFA Society Chile ofrecerá a miembros de cualquier otra sociedad que sea parte del programa, la oportunidad de participar en nuestros eventos a los mismos precios que nuestros miembros.
Para participar los interesados en participar en un evento o programa organizado por otra Society debe buscar el logo del Passport Program en la página web de dicha sociedad. La lista completa de las sociedades participando en el Global Passport Program está disponible en la página web de CFA https://lnkd.in/ey-JcZe
Un tema clave a comienzos de 2019 es la ralentización económica sincronizada a nivel global. Este el claro mensaje que dejan recientes encuestas del PMI. El crecimiento mundial parece estar en decadencia, mientras que los riesgos globales continúan aumentando el clima de incertidumbre. En las economías desarrolladas, todos los ojos están puestos en el ciclo estadounidense y en la caída del índice ISM. Mientras, en las economías emergentes, el foco está naturalmente en China, cuya economía continúa dando muestras de ralentización a comienzos de este año.
Sin embargo, el jefe de análisis macroeconómico de Amundi Asset Management, Didier Borowski, señala que las apariencias pueden ser engañosas, ya que las señales de una ralentización están principalmente relacionadas con el sector manufacturero (inherentemente más expuesto al comercio global), que tenderá a contraerse con el paso del tiempo. Además, cabe recordar que 2018 arrancó con una aparente sincronizada expansión mundial, pero no duró mucho. Por ello, el autor cree que no debería juzgarse 2019 todavía, ya que diversos factores que pesaron en los últimos meses han desaparecido (el petróleo se ha desplomado un 30% desde octubre). Estados Unidos y China parecen haber llegado a una tregua comercial que interesa a ambas partes. En ese entorno, la aparente sincronización del ciclo global puede ser efímera. Mientras Estados Unidos y China están ralentizándose gradualmente, el resto del mundo todavía podría experimentar “ciclos autónomos”, algo que parece más probable si se establecen políticas monetarias más conciliadoras.
Estados Unidos
Entre las tendencias que están afectando a las principales regiones, Borowski destaca los 5 puntos de caída que ha experimentado el ISM manufacturero en Estados Unidos, alcanzando el pasado diciembre su nivel más bajo desde noviembre de 2016. Esto sugiere que la desaceleración podría ser más seria de lo que parecía, especialmente porque los diferenciales de crédito se han estrechado considerablemente en las últimas semanas. El cierre del Gobierno y la corrección de la Bolsa también han contribuido a generar incertidumbre. Mientras tanto, el efecto estimulante de las reducciones de impuestos y del aumento de los gastos va a comenzar a desvanecerse. Por ello, es probable que las inversiones empresariales registren una mayor ralentización de lo esperado.
Sin embargo, para Amundi AM, ninguno de estos factores es suficiente para llevar a Estados Unidos a una recesión, ya que la fuerza del mercado laboral debería seguir promoviendo el consumo doméstico y el crecimiento económico parece listo para regresar a su potencial (alrededor del 1,7 %-1,8 %). El panorama general es el de una desaceleración significativa que irá acompañada de una caída de los ingresos en el mercado.
En ese contexto, es probable que la Fed haga una pausa, ya que los riesgos están comenzando a ser asimétricos y todavía habrá tiempo para recuperar la normalización monetaria si no se materializa la desaceleración y, al mismo tiempo, la inflación empieza a incrementarse.
Europa
Mientras, en Europa, pese a que la recuperación comenzó más tarde que en Estados Unidos, sus economías comenzaron a ralentizarse en 2018 y todavía había signos de una crisis a finales de año. Entre los factores que contribuyeron a la caída del crecimiento, Borowski destaca la subida de los precios del petróleo hasta octubre, la desaceleración del comercio global y el reducido crecimiento de las economías emergentes. Además, la incertidumbre política en numerosos frentes –como el Brexit, el presupuesto italiano o las protestas de los chalecos amarillos en Francia- ha hecho que las perspectivas para Europa sean más sombrías.
No obstante, Borowski considera que hay que esperar a las elecciones del Parlamento europeo en mayo próximo para que se produzca un progreso significativo que fortalezca la Eurozona. Mientras tanto, las tensiones políticas son inevitables.
Japón
La economía japonesa se debilitó hacia finales del año pasado. Sin embargo, Borowski afirma que está aislada en gran medida de los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ya que las exportaciones a esos países solo suponen un 3 % de su PIB. El lado positivo es que las empresas japonesas están planeando aumentar sus inversiones hasta un nivel no visto desde 2007, pese a las amenazas que pesan actualmente sobre el comercio global, a lo que se une la resistencia de su mercado laboral y que los salarios estén subiendo al ritmo más rápido de los últimos 20 años.
China
En el caso de China, la amenaza del proteccionismo ha debilitado su economía e incrementado el riesgo de un aterrizaje forzoso. Pese a que las autoridades chinas cambiaron de forma radical la dirección de su política económica durante el verano, implementando medidas contra cíclicas para estabilizar la divisa, esto todavía no ha tenido efecto. Borowski cree que China utilizará todas las palancas a su disposición para evitar ese aterrizaje forzoso y señala que es importante recordar que cuenta con más influencia en estas circunstancias que Estados Unidos. Por todo ello, espera una desaceleración controlada de la economía china. Además, el acuerdo alcanzado con Estados Unidos en la cumbre del G20 en Buenos Aires debería aliviar las tensiones entre los dos países por unos meses.
Mercados emergentes
En el resto de economías emergentes, el deterioro de las condiciones nacionales -sobre todo debido a los riesgos generados por el proteccionismo estadounidense- continuará pesando sobre el clima de negocios e inversiones (particularmente en el norte de Asia y México). Sin embargo, algunos países como Indonesia y Filipinas, continuarán cubriendo sus necesidades de infraestructuras y el consumo debería mantenerse fuerte en aquellos países que están cerca del pleno empleo. Varias economías emergentes, sin embargo, todavía permanecen débiles, como es el caso de Argentina y Sudáfrica, mientras que la recesión de Turquía se profundizó a principios de año. Pese a todo, Borowski destaca que los dos factores que desestabilizaron alas economías emergentes en 2018, como son el alza de tasas en Estados Unidos y la apreciación del dólar, ya no son un problema: las tasas a largo plazo han bajado y el dólar ha dejado de subir, lo que reducirá la presión en aquellos países que cuentan con gran parte de su deuda denominada en dólares.
Conclusiones
Las tensiones comerciales siguen altas y el comercio global es lento, pero esto no significa que el crecimiento vaya a desplomarse.La perturbación de las cadenas de valor que ha generado la guerra comercial está cambiando el panorama del comercio internacional de bienes, para el beneficio de China. El comercio en el sector servicios está expandiéndose, las economías permanecen entrelazadas y Donald Trump se encuentra aislado en la escena internacional. Para Amundi AM, es particularmente importante señalar que los intereses de los regímenes populistas/nacionalistas no están convergiendo necesariamente: muchos de ellos dependen del resto del mundo para su desarrollo (Europa del Este, Turquía y Brasil, entre otros). Por último, la proporción de consumo tiende a aumentar en los países emergentes según van desarrollándose.
Por todo ello, lo más probable es que las economías experimenten ciclos económicos más autónomos en el futuro, ya que estos serán más dependientes de la demanda interna. En un mundo con un entorno político cada vez más inestable, Borowski considera que deberíamos esperar que los ciclos económicos se desacoplen con mayor frecuencia. A corto plazo, dado el panorama incierto que existe para Estados Unidos y China, los riesgos continúan inclinados de forma desfavorable. Aunque está claro que no podemos descartar una desaceleración global sincronizada que perdure en el tiempo, Amundi AM cree firmemente que las economías emergentes y avanzadas se desvincularán de nuevo a finales de este año.
El comienzo del nuevo año trajo consigo una dinámica muy distinta en lo que respecta a la performance de la deuda argentina, señala en un informe la firma argentina Consultatio Financial Services que revisa las perspectivas de la industria financiera.
“El año pasado el tipo de cambio subió más de 100%, los bonos argentinos en dólares tuvieron un retorno negativo de 20% en promedio y el Merval medido en pesos se mantuvo prácticamente estable (perdiendo casi 50% en términos reales). Sin embargo, en 2019 la tendencia de los activos locales se revirtió: el tipo de cambio se apreció 1,9 %, los rendimientos de los bonos en dólares comprimieron 150 puntos básicos (pbs) y el Merval subió casi 13% en pesos”, señala el documento.
Consultatio añade que “El contexto internacional ayudó con una fuerte normalización tras un diciembre fatídico en el cual el apetito por el riesgo se desplomó, la tasa del Treasury a 10 años se hundió 60 pbs y las acciones americanas sufrieron el peor diciembre desde (nada más y nada menos que) 1931. Junto con el cambio de año, también vino un mayor optimismo en torno a las negociaciones comerciales entre China y EE.UU, así como también comentarios de Powell indicando que la Fed será “paciente” con la suba de tasas”.
“Las acciones americanas acumulan una suba de entre 2,6% y 3,4% (dependiendo del índice) en lo que va del año, mientras que la tasa del Treasury a 10 años subió unos pocos pbs hasta niveles de 2,70%. Un combo muy bueno para los mercados emergentes que, de hecho, supieron aprovecharlo: el EMBI+ subió XX pbs y el MSCI EM subió 4,8%. Argentina reaccionó más que proporcionalmente, reflejando su alto grado de riesgo (beta)”, señala el texto.
Para los analistas de Consultatio, el gobierno argentino “también hizo su parte aportando buenos datos en lo que hace al financiamiento de la economía. Primero, presentó el programa financiero para 2019 y 2020, que resulta clave para ir despejando dudas. Luego, el secretario de finanzas Santiago Bausili dió una entrevista a un medio local en el cual se explayó un poco más al respecto, indicando que, a partir de abril, el Tesoro saldrá a vender el exceso de dólares, que estima entre 6.000 y 11.000 millones de dólares. En tercer lugar, la licitación de Letras en dólares fue exitosa, habiéndose renovado el 100% de los vencimientos en lo que fue la primera licitación del año. Si bien hay que destacar que el vencimiento de dichas Letras es a unos pocos días de las PASO, no deja de ser una buena señal”.
Consultatio presenta algunas conclusiones sobre el programa financiero 2019 y 2020 presentado por el gobierno argentino:
• El Gobierno arranca 2019 con una posición inicial de caja muy abultada, contando con depósitos por 10.900 millones de dólares, de los cuales 6.400 millones son en dólares y el remanente en pesos. Esta holgada posición de caja le permitió al Gobierno reducir la tasa de renovación de Letes requerida para cerrar el programa en 2019, cayendo la misma desde un 60% hasta un 46%. Para poner en perspectiva, en el peor momento de la crisis cambiaria del año pasado, la licitación de Letes tuvo una tasa de renovación del 50%. Si bien habrá que esperar a las licitaciones cuyo vencimiento sea post octubre o incluso en 2020, el dato mencionado no deja de ser un dato que brinda alivio en el margen.
• En términos de moneda, se puede observar que al país le “sobrarán” alrededor de 9.000 millones de dólares, que deberán financiar necesidades en pesos. El corolario de esto es que el Gobierno tendrá la necesidad de vender los dólares. Según el acuerdo con el Fondo Monetario, y en línea por los dichos de Bausili a la prensa, la idea del Gobierno es volcar esa oferta de dólares al mercado, lo cual se traducirá en un flujo importante presionando hacia la apreciación del peso. Lo que se quiere evitar al volcar las ventas al mercado es no generarle un costo al BCRA en términos de esterilización de una eventual compra de divisas al Tesoro, que fue un error en los dos primeros años y terminó deviniendo en la “bola de nieve de las Lebac”.
• Es muy útil observar la distribución temporal de las necesidades de venta de dólares del Gobierno. Si bien el programa financiero oficial presenta la información en formato anual, bien podemos recurrir al programa financiero presentado por el FMI en diciembre, que está armado en formato mensual/trimestral. Aunque existen algunas diferencias entre ambos programas, el ejercicio que hicimos es, partiendo de la caja inicial en ARS y USD presentada por el Gobierno, y con las necesidades y fuentes presentadas por el FMI por moneda, llegar a cuál es la caja final para cada período y, por lo tanto, deducir la “necesidad de venta de dólares” del Gobierno. Como puede observarse en el gráfico de abajo, el Gobierno puede transitar el 1T19 sin necesidad de vender dólares, aunque a partir de abril deberá empezar a comprar pesos en el mercado. Este “timing” coincide con la estacionalidad de la liquidación de la cosecha gruesa en Argentina, con lo cual esperamos un doble flujo que presione al alza a la cotización del peso en el segundo trimestre. El riesgo de la corrida del año pasado parecería ser muy bajo.
• El gobierno argentino enfrentará vencimientos de deuda por alrededor de 10.000 millones de dólares, explicados principalmente por las amortizaciones de AA19, AY24, ARGDUO19 y BOGATO19, concentrándose mayoritariamente en el 2T19. Si bien esto no impacta en la dinámica del tipo de cambio (pues, el que cobra una amortización del AY24, continúa teniendo una posición dolarizada), sí esperamos una mejora en la posición técnica y, por lo tanto, un flujo de compra en la curva de bonos en dólares por la reinversión. El dato de que esto vaya a tener lugar antes de las elecciones también es un factor positivo a tener en cuenta.
Los analistas de Consultatio destacan que las elecciones presidenciales serán un evento clave y destacan algunas cuestiones del programa financiero del 2020, que es ante el cual se enfrentará el próximo presidente y que, en definitiva, también termina influyendo en la dinámica de la deuda argentina.
• Un punto que nos llamó la atención es que el Gobierno sumó como fuentes de financiamiento de parte del FMI los 2.000 millones de dólares correspondientes a los desembolsos de 2021. Hasta donde hay información, no ha habido comunicación oficial respecto de alguna adenda al último acuerdo firmado con el FMI. Por ello, estimamos que las emisiones netas en el mercado requeridas para cerrar el programa en 2020, en realidad, son de 6.700 millones de dólares (en vez de los 4.700 millones).
• La menor tasa de renovación de Letes requerida para cerrar el programa financiero 2019 tiene su correlato en que, dependiendo cuál sea efectivamente la tasa de renovación que se dé, el Gobierno podrá comenzar 2020 con una posición de caja más abultada. Bajo los supuestos que usa el propio Gobierno, con una renovación del 46% en Letes en ARS y USD, un roll-over del repo con bancos de 50% y ninguna emisión (ni bruta ni neta) en los mercados en 2019, la caja inicial de 2020 sería de 900 millones de dólares y las emisiones netas requeridas serían de 6.700 millones. Sin embargo, si la renovación en 2019 fuese del 80%, entonces en 2020 no habría necesidad de emisiones netas.
• Uno de los supuestos más debatibles del programa financiero del 2020 es el superávit primario de 1% del PBI, ya que el equilibrio fiscal de 2019 es una meta exigente, a la cual se llegará bajando gasto, pero también con suba de impuestos. En otros términos, al equilibrio fiscal se llegaría con medidas de emergencia y no vemos, hoy por hoy, un superávit fiscal primario factible si no se realizan medidas estructurales (fundamentalmente, reforma previsional). En este contexto, si suponemos equilibrio primario en 2020, las emisiones netas ascienden de 6.700 millones de dólares a 11.900 millones (asumiendo roll-over de 46% en 2019).