En el marco del fuerte crecimiento de FONPLATA y en búsqueda de nuevos inversores, por primera vez en su historia el banco de desarrollo regional realizó una emisión en el mercado internacional de capitales, 150 millones de francos suizos (equivalentes a 150 millones de dólares) a cinco años y con un cupón de 0,578% en francos suizos.
El lunes 11 de febrero, FONPLATA concretó su primera emisión en el mercado internacional de capitales. El bono fue colocado en el mercado suizo por Credit Suisse y UBS. La amplia aceptación por parte de los inversores resultó en una demanda de 225 millones de francos suizos lo que generó una tasa de interés aún más favorable de la prevista.
El presidente de FONPLATA, Juan Notaro afirmó que: “Los resultados sobrepasaron las expectativas, la demanda fue ampliamente mayor y generó una tasa de interés muy favorable.” Además Notaro agregó: “ Esta primera transacción de bonos en los mercados de capitales marca un hito en la historia de FONPLATA y permitirá profundizar la capacidad de financiación de proyectos en condiciones convenientes para nuestros países miembros.”
En 2016 por primera vez FONPLATA obtuvo una calificación de crédito internacional, A2 por Moody’s y A- por Standard&Poor’s, la cual se mantuvo en 2017 y 2018 permitiendo acceder y otorgar financiamientos en condiciones muy ventajosas. Entre 2013 y 2018 se aprobaron más de 1700 millones de dólares en préstamos para Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
En 2018, con la modificación del Convenio Constitutivo, FONPLATA se consolidó como Banco de Desarrollo permitiendo establecer asociaciones estratégicas con nuevos países miembros, así como con otras agencias y bancos multilaterales de crédito. Actualmente tiene alianzas con las instituciones de desarrollo más importantes de América Latina y el mundo: BID, CAF, NDB, BEI, AFD, KFW, entre otras.
El éxito de esta instancia de colocación de bonos permitirá a FONPLATA seguir creciendo como banco de desarrollo regional, aumentar su capacidad para otorgar préstamos y continuar llevando el desarrollo más cerca de la gente.
Los mercados globales, con la renta variable estadounidense a la cabeza, han tenido un desempeño bastante sólido desde la crisis financiera mundial de 2008 y 2009. Según los analistas de WisdomTree, a medida que comienza 2019, los inversores están comenzando a pensar qué pasaría si se concretase ya la próxima recesión, teniéndose en cuenta que Estados Unidos está atravesando, muy posiblemente, la expansión económica más prolongada desde el período de II Guerra Mundial.
Según su análisis, las variables de volatilidad indican un nivel de riesgo general más elevado en relación al comienzo de 2017 o 2018. “En semejantes entornos, creemos que los inversores podrían estar pensando en adoptar estrategias de cartera de un modo más defensivo. Igualmente, aún podría haber una buena razón para mantener una exposición a los activos de riesgo, pues las subidas de fin de ciclo pueden y de hecho ocurren. De todos modos, ahora convendría más mitigar el riesgo a la baja”, señalan.
Desde WisdomTree, apuntan cuatro estrategias para mitigar el riesgo de pérdida de valor significativo de una cartera en fases de mercados bajistas. “Lamentablemente, no siempre funcionan al mismo grado y nada asegura de que lo hagan en cada declive de mercado. De todos modos, igual es importante tenerlas en mente”, matizan los analistas.
Estrategia 1: encontrar valoraciones históricamente bajas. Según explican los analistas de la firma, cuando los inversores encuentran valoraciones que están cerca de mínimos históricos, significa que existe un importante indicio de que muchos de los riesgos que acaparan los titulares, puedan ya haber sido descontados. “A esta estrategia suele asociarse el término: enfoque contra-tendencia. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: los mercados emergentes, la renta variable italiana-sobre todo su sector financiero- y la japonesa”, apuntan.
Estrategia 2: encontrar valores que ofrezcan altos dividendos.Un aspecto de esta estrategia –destacan desde WisdomTree– es que considera que en la renta variable siempre está el componente de dividendo y el componente de precio en el cálculo de una determinada rentabilidad total. Según explica, el componente de dividendo, en el peor de los casos puede ser cero, o sea, cuando no hay dividendos. El componente de precio en cambio, claramente puede ser positivo, nulo o negativo. En una estrategia basada en valores de rendimiento más alto, la generación de la rentabilidad total se orienta más hacia los dividendos y menos a los precios. Dado que el componente del dividendo es menos volátil, existe un modo de disminuir el riesgo de una estrategia de renta variable. “El otro aspecto a considerar se refiere al hecho de que los valores de mayor rendimiento tienden a encontrarse en sectores más orientados al área defensiva, como las empresas de servicios públicos. La tendencia de exposición hacia estos sectores puede ser otra vía potencial a través de la cual se puede reducir el riesgo total de una estrategia de renta variable. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: la renta variable emergente, de Europa y EE.UU”, señala.
Estrategia 3: venta de activos que tienen una correlación positiva con la volatilidad. “Los precios récord y las altas valoraciones relativas tienden a preocupar más a los inversores por los riesgos de caída. En nuestra opinión esta preocupación es un factor crítico al momento de considerar una estrategia de emisión de puts. El posible mercado a considerar para esta estrategia es: la renta variable de EE.UU”, apuntan los analistas de la firma.
Estrategia 4: a no olvidarse de los “activos refugio” clásicos. Por último, desde WisdomTree explican que en cada una de las tres primeras estrategias se aplica un enfoque para reducir el riesgo a una determinada exposición, sea a la renta variable de modo directo o a algún activo con una alta correlación con ella. “Reconocemos que a medida que la volatilidad se incrementa, el mantener la exposición a la renta variable puede ser una opción menos favorable dependiendo de si se utiliza o no cualquier modo de reducción de riesgo dentro del enfoque. En caso de que la volatilidad se incremente debido a la percepción de un riesgo geopolítico acentuado, el oro puede valer la pena tenerlo presente”, explica. Para ellos, otra opción puede ser la exposición a ciertos mercados de divisas como el del dólar estadounidense o el yen, los cuales han tendido a valorizarse en momentos de aumento de la volatilidad. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: el oro, el dólar de EE.UU y el yen.
2018 ha supuesto un gran reto para las entidades financieras y las casas de inversión, y no solo para los mercados. El banco privado suizo Julius Baer ha presentado sus resultados anuales, que ha definido como “un ejercicio estable en un entorno de mercado desafiante”. La entidad redujo un 2% sus activos bajo gestión, hasta situarse en los 382.000 francos suizos.
Según ha explicado Bernhard Hodler, director ejecutivo de Julius Baer Group, “Julius Baer terminó el 2018 con un resultado estable y un sólido crecimiento neto de dinero nuevo, y lo hicimos en un entorno que fue un reto para toda la industria. Continuamos haciendo inversiones que tienen como objetivo el crecimiento estratégico, y hemos iniciado un programa de reducción de costes estructurales para absorber las fluctuaciones de los ingresos ante los posibles cientos de en contra del mercado a medio y largo plazo”.
Ese “programa de reducción de costes” que menciona Hodler tiene como objetivo reducir 100 millones de francos suizos mejorando el enfoque de mercado y priorizando la asignación de recursos, sobre todo apoyándose “en la automatización y la digitalización y aplicando una gestión de rendimiento más estricta”.
Según ha explicado la entidad financiera, esto supondrá a fines de 2019 una reducción neta en la plantilla del Grupo del 2%, en comparación con el final de 2018. “Se espera que los resultados de estas reducciones de costes estructurales se materialicen completamente en los resultados financieros de 2020, con el objetivo de reducir el relación costo/ingreso por debajo del 68%, en línea con el nuevo objetivo de mediano plazo de Julius Baer para ese año, suponiendo que no haya un deterioro significativo en relación con las condiciones de mercado”, añade la entidad.
La entidad se muestra optimista y subraya que sus objetivos financieros reflejan su ambición a largo plazo y su objetivo de crecer de forma sostenible y estable, sin dejar de ofrecer rendimientos atractivos a sus accionistas y clientes. En este sentido, desde Julius Baer apuntan que seguirán “una estrategia clara centrada en hacer una cobertura de mercado más inteligente, un asesoramiento integral y personalizado, y una transformación tecnológica con el objetivo principal de mejorar la experiencia del cliente, mejorar la eficiencia y aumentar los ingresos”.
Pese a que sus activos bajo gestión se redujeron un 2%, la entidad capturó flujos nuevos de patrimonio por valor de 17.000 millones de francos suizos y un impacto de adquisición neto de 3.000 millones de francos suizos. Sin embargo, matiza el banco, “estas contribuciones positivas fueron más que compensadas por el desempeño negativo del mercado de 22.000 millones de francos suizos, tras la fuerte caída en los mercados bursátiles mundiales en la segunda mitad de 2018, y un impacto negativo en la moneda de 5.000 millones de francos suizos, impulsado principalmente por euro”.
Por último, tal y como señalaba Hodler en sus declaraciones, el banco piensa concentrarse en invertir en aquellas áreas que son estratégicas para su crecimiento. Una de ellas es la región de Europa, área que más ha crecido en captación de patrimonio durante 2018. Por ello el banco ha decidido establecer cuatro países clave (Inglaterra, Alemania, Italia y España) para invertir y hacer crecer sus negocio, así como hacer crecer sus equipos de banqueros y hacer nuevas aperturas.
El gestor global de activos alternativos Carlyle Group ha anunciado el primer y último cierre de Carlyle Europe Technology Partners IV (CETP IV), tras alcanzar los 1.350 millones de euros. El fondo invierte en compañías tecnológicas de la parte baja del mercado de pequeña y mediana capitalización de Europa y Estados Unidos.
Según ha explicado la firma, desde su lanzamiento en octubre de 2018, el fondo recibió gran interés por parte de los inversores, lo que permitió a Carlyle casi duplicar el tamaño de su fondo anterior y alcanzar el hard-cap. “Inversores de todo el mundo comprometieron capital con CETP IV, incluidos fondos soberanos, fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos de fondos, fundaciones, family offices y altos patrimonios”, apunta la gestora en un comunicado.
El equipo transatlántico de 19 personas de CETP IV continuará su estrategia de inversión en empresas business-to-business del segmento bajo de mediana capitalización de Europa y Estados Unidos. Desde la creación de la firma, Carlyle ha invertido 16.200 millones de dólares a través de 193 operaciones en el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT). Este fondo se enmarca dentro de la actividad de private equity de Carlyle, que cuenta con activos bajo gestión de 82.000 millones de dólares y 294 profesionales alrededor del mundo.
A raíz de este cierre, Michael Wand y Vladimir Lasocki, Managing Directors y Co-Heads de CETP IV, ha señalado que «estamos agradecidos por la confianza de nuestros inversores, muchos de los cuales son recurrentes, y nos complace ampliar nuestra base inversores con un número de nuevos inversores institucionales. Valoramos su apoyo y su capacidad de actuar rápidamente, lo que nos permitió alcanzar nuestro hard-cap en solo tres meses».
Ambos directivos considera que la plataforma global de Carlyle, combinada con el equipo de especialistas sectoriales de CETP IV, les convierte “en el partner adecuado para emprendedores y equipos directivos que quieran construir negocios globales, al tiempo que mantenemos nuestro foco de casi 20 años invirtiendo en atractivas oportunidades tecnológicas en el segmento de lower middle-market a ambos lados del Atlántico.”
Por su parte, Kewsong Lee, Co-Chief Executive Officer de Carlyle, agradeció “el inmenso apoyo de nuestros inversores, una gran prueba del rendimiento a largo plazo de CETP IV así como de las capacidades diferenciales del equipo y su posicionamiento en el mercado. CETP IV aprovecha la gran experiencia de Carlyle en el sector tecnológico, así como las extensas redes globales y recursos operativos para la creación de valor.»
En un entorno poco favorable, Mario Mesquita, economista jefe de Itaú Unibanco, presentó una evaluación sobre el potencial impacto que tendría la agudización de la guerra comercial y una ralentización de la economía China sobre la región andina (Chile, Perú y Colombia), y sobre Brasil.
Para Chile, Itaú observó una performance económica muy positiva en 2018, que esperan se mantenga este y el próximo año, acercándose al PIB potencial, en torno al 3,5%, “que de todas formas es un repunte tras un período de crecimiento débil”.
En esta línea, el economista estimó además que las reformas en curso, como la de pensiones y tributaria, no perjudicarían los activos nacionales, dado los fundamentos sólidos de la economía nacional. “Somos optimistas y estamos confiados en la forma en que la economía ha ido evolucionando”, subrayó.
El experto planteó que el entorno económico global es menos favorable, con una expansión estimada en 3,5% -levemente inferior al 3,8% de 2018- debido principalmente a las altas tasas de interés de Estados Unidos y al curso que tomen las negociaciones comerciales entre el país del norte y China.
A pesar de ello, señaló que en Itaú tienen una visión optimista de las negociaciones que se llevan adelante, como también de que EE.UU. y China logren acuerdos importantes.
Mesquita destacó que Brasil comenzaría a acelerarse este año, con mejorías en los índices de crecimiento –pasando del 1,3% de 2018 a 2,5% y 3,0% en 2019 y 2020, respectivamente-, descendiendo levemente el desempleo (cayendo de 12,0% en 2018 a 11,6% este año) y manteniendo estable la inflación.
A su juicio, los principales desafíos del gobierno de Jair Bolsonaro no provendrían del frente externo, sino de las reformas económicas que sea capaz de llevar adelante, siendo la apertura económica y la reducción del gasto fiscal los principal retos.
“La reforma de pensiones es la principal reforma y primera prioridad del gobierno. El ministro de Hacienda, Paulo Guedes, así lo señaló recientemente, y creemos que es correcta esa visión. Sin embargo, la reforma de pensiones no es lo único y suficiente para lograr el ajuste fiscal. Es el primer paso y una condición necesaria, pero si no se logra, el escenario se puede deteriorar muchísimo”, advirtió el economista jefe del principal banco privado de Latinoamérica. Asimismo, resaltó que la economía brasileña está en un momento crítico: “Hay mucho en juego”, dijo.
Respecto de los riesgos de la región, Mesquita indicó que en Argentina la estabilización reciente del peso podría verse nuevamente sufrir volatilidad en la medida que se aproximan las elecciones del próximo año.
Mario Mesquita, economista jefe de Itaú Unibanco, visitó Chile con motivo del primer encuentro con periodistas del ciclo “Press Training 2019”, organizado por Itaú en Chile.
El administrador de fondos de renta fija global, Alex Calvo, ha formado equipo con Marco Oreamuno para crear una firma de administración de activos a través de Bolton Global.
Antes de incorporarse a Bolton, Oreamuno fue asesor financiero en Morgan Stanley donde administraba activos de clientes por un valor de 230 millones de dólares. El equipo operará con el nombre de StratEdge Quant Investors y brindará servicios de administración de activos a UHNWI, family offices e inversores institucionales, principalmente en América Latina.
Calvo era anteriormente el director de renta fija global en Franklin Templeton Investments, donde estaba a cargo de toda la investigación e inversiones respecto de macroeconomía y renta fija global, y supervisaba más de 14.000 millones de dólares en activos. En Franklin Templeton, fue miembro del Comité Económico Mundial y el Comité de Distribución de Activos. En 2010, fundó Calvo Funds, y administró el fondo de bonos multidivisas StratEdge Multi-Currency Bond Fund, que utilizaba análisis macroeconómico e ingeniería financiera como parte de una estrategia macroeconómica global. También se desempeñó como director de estrategias de renta fija en Biscayne Americas Advisors, una firma de administración de activos con sede en Miami.
Oreamuno empezó a trabajar en los EE.UU. en Merrill Lynch en 2004 donde fue asesor financiero durante 6 años en la ciudad de Nueva York. En 2010, se incorporó a Morgan Stanley Smith Barney en Nueva York y luego pasó a la oficina de la firma en Miami en 2016. Antes de mudarse a los EE.UU. se desempeñó como asesor financiero en BN Valores Puesto de Bolsa en Costa Rica durante 12 años administrando carteras para grandes instituciones financieras y UHNWI. También trabajó como abogado en el estudio jurídico de Facio y Canas.
Adicionalmente a administrar una cartera de clientes de más de 200 millones de dólares, el equipo ofrecerá carteras de renta fija personalizadas para los clientes de otros asesores financieros afiliados a Bolton. De acuerdo con un comunicado de la firma, «al contar con acceso directo a la capacidad de administración de activos de renta fija internacional del equipo de StratEdge, Bolton está optimizando su capacidad de brindar soluciones de renta fija efectivas en función de costos a una clientela global».
El Centro de Convenciones de Punta del Este será el escenario del America Business Forum que tendrá lugar el 22 de febrero en el balneario uruguayo.
Se esperan unos 5.000 asistentes a este evento del mundo de los negocios que contará con seis conferencistas internacionales. Inversores, gobernantes y representantes de organismos internacionales han confirmado su presencia en Punta del Este.
El político y empresario argentino Francisco Narváez será uno de los invitados especiales del foro, que estará animado por el periodista argentino Alejandro Fantino.
Uno de los puntos fuertes del evento será la aparición del robot Sophia, humanoide desarrollado por la compañía Hanson Robotics con sede en Hong Kong. Desde 2017 Sophia tiene ciudadanía saudí, lo cual la convierte en el primer robot con ciudadanía.
El patrimonio de los fondos inmobiliarios en Chile exhibe tasas de crecimiento de dos dígitos, una progresión que continuará en 2019, según se desprende del reporte inmobiliario de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (ACAFI) y el Commercial Real Estate Service (CBRE).
A septiembre 2018, el patrimonio de los fondos inmobiliarios llegó a UF 81,2 millones (unos 3.350 millones de dólares), distribuidos en 83 fondos y manejados por 26 administradoras, fiscalizadas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Esto representa un crecimiento de 21,9% en 12 meses.
En este contexto, el director de ACAFI y presidente de la Comisión Inmobiliaria, Eduardo Palacios, destacó el importante crecimiento que han tenido estos fondos en el último periodo.
De acuerdo al informe, los mayores crecimientos se dieron en fondos de inversión de renta, tanto renta comercial como residencial, los cuales experimentaron un importante crecimiento. Y es que a septiembre 2018, estos administraron activos por UF 57.111, cifra que representa el 70% de los activos de los inmobiliarios.
El presidente de la Comisión Inmobiliaria de ACAFI, Eduardo Palacios, y el director ejecutivo de CBRE Chile, Nicolás Cox, señalaron que a la hora de invertir en activos inmobiliarios, todavía se siente el entusiasmo en el mercado financiero, pero destacaron que el alza de tasas y la competencia en un mercado ajustado serán factores relevantes hacia adelante.
Encuesta de percepción a AGF
El reporte incluyó un sondeo con la visión de las AGF asociadas a ACAFI, respecto a sus perspectivas para la industria de fondos de inversión inmobiliarios y la industria inmobiliaria en general para el 2019.
El 58% de los consultados anticipó que aumentarán sus inversiones en 2019 respecto al año anterior. Incluso, entre los que esperan un aumento en las adquisiciones, hay más optimismo. Sólo un 8% de los ejecutivos sondeados anticipan un aumento de menos de 10%, mientras que un 50% esperan superar ese umbral.
Pero además del entusiasmo, el estudio reveló que los inversionistas están mirando a clases de activos menos exploradas, en la medida que la alta actividad en Santiago en activos inmobiliarios tradicionales ha presionado las rentabilidades de los fondos a la baja. En ese contexto, la encuesta reveló que los inversionistas han estado mirando hacia las demás regiones del país, en búsqueda de oportunidades más atractivas.
En un momento del año en el que la diferencia de temperatura entre su ciudad natal (Praga -12º) y Santiago de Chile (+37º) superaba los 45 grados, Funds Society ha tenido la ocasión de entrevistar en exclusiva a Igor Müller, gestor de renta variable centroeuropea de NN Investment Partners y analizar en detalle la situación en dichos mercados emergentes, tan distintos a los latinoamericanos en muchos aspectos y no sólo en lo que a climatología se refiere.
Müller, que gestiona más de 500 millones de euros en renta variable de Europa del Este desde su oficina en Praga, señala que lo primero que conviene destacar es que su fondo insignia no invierte en Rusia ni en Turquía.
“Mientras que la mayoría de los fondos de Europa del Este siguen el índice MSCI Emerging Market Europe, compuesto en dos terceras partes por Turquía y Rusia, nuestro fondo tiene su propio benchmark sintético con los siguientes pesos: 45% Polonia, 35% República Checa, 10% Hungría y 10% Rumania”.
La principal diferencia se nota luego en términos de volatilidad puesto que Rusia y Turquía se han visto afectados por una fuerte inestabilidad política.
Paraguas de la Unión Europea
Sobre los cuatro países presentes en su cartera, aunque efectivamente distintos entre sí, Müller destaca un denominador común que es que forman parte de la Unión Europea y son miembros de NATO, lo que “les otorga una cierta estabilidad política, independientemente de quien dirija el espectáculo”.
La necesidad de cumplir con los criterios de Maastricht se ha traducido en que las divisas de estos países se han mantenido estables, con variaciones de un solo dígito, en los últimos cinco años. A quienes argumentan en contra del euro por la pérdida de libertad en cuanto a política monetaria se refiere, Müller se cuestiona si es realmente así en economías abiertas e interconectadas y explica: “ Los gobiernos populistas no pueden perder de vista el objetivo del 3% de déficit público, porque de hacerlo, serán castigados de forma inmediata en los mercados de divisas, su moneda de devaluará, el coste de las importaciones se disparará, la inflación subirá y pondrán en peligro su reelección“.
En cuanto a la fecha de adopción de la moneda ésta depende de la decisión que tome cada estado. Müller explica que los argumentos a favor y en contra están repartidos al 50%. Por un lado, hay quienes defienden “que no es beneficioso adoptar el euro hasta que las economías alcancen su potencial total y converjan o se acerquen al nivel de renta per cápita en Alemania o al menos al 80%”.
Por otro lado, hay quienes afirman que se puede seguir creciendo si se adopta el euro y ponen como ejemplo el caso de Eslovaquia, que transcurridos 10 años desde la fecha de adopción del euro puede ser considerado un caso de éxito total.
Sectores que lideran el crecimiento
Desde su salida de los regímenes comunistas, estos países han adoptados medidas de liberalización económica según las directrices del Banco Mundial y el FMI, que unido la estabilidad política y a una mano de obra barata pero preparada, ha generado una fuerte entrada de inversiones directas en el país que han soportado gran parte del crecimiento económico.
Müller añade que “se puede concluir que de media el coste laboral unitario es la mitad e incluso menos de lo que es en Alemania”.
Por ello, Müller destaca el potencial de crecimiento de estos países, que espera crezcan en torno al 2-3% en el 2019 y superen con creces a sus vecinos de Europa Occidental: “La bondad de estos mercados es que doblan o triplican el crecimiento de los mercados de Europa Occidental “.
En cuanto a sectores que lideran este crecimiento, Müller destaca el sector servicios, especialmente el financiero, que se encuentra muy por detrás de Europa Occidental en términos de penetración de mercado. Y puntualiza, “la exposición a commodities en estos países es muy reducida, tan solo del 2%, lo que hace que sean países especialmente atractivos para inversores latinoamericanos que quieran diversificar su exposición gracias a sectores totalmente diferentes como es el financiero”.
En términos de importancia del sector financiero, este representa el 50% de su índice de referencia. Aunque existen un par de empresas aseguradoras importantes, el sector está formado mayoritariamente por bancos. Müller señala que los bancos salieron prácticamente ilesos de la crisis financiera y a modo de anécdota comenta, “es más, durante las crisis, matrices de bancos de Europa occidental tuvieron que drenar liquidez de sus filiales de Europa Central”.
Esto se debe a que las exigencias regulatorias son muy elevadas. No sólo en cuanto a las reglas de concesión de créditos, sino también a las de solvencia, como el caso de la República Checa, “donde además de cumplir con el requisito del 15% del TIER 1, tienen que cumplir con un colchón anticíclico del 1,5% para coberturas de créditos hipotecarios. Los bancos están sobrecapitalizados”, añade Müller.
Otro sector, con altas expectativas de crecimiento, según Müller, es el sector consumo que irá creciendo a medida que las economías continúen su convergencia en términos de renta per cápita con Alemania.
“Hemos visto algunas historias de éxito recientes, especialmente en Polonia, por su tamaño y por el acuerdo Schengen que hacen que sea una puerta de entrada a otros países”, asegura.
En términos de valoración, Müller considera que los mercados de Europa del Este,” se encuentran razonablemente valorados sin superar sus medias a largo plazo salvo Polonia que está por debajo de su valor”. Sin embargo, añade que los mercados polacos se van a ver favorecidos por una entrada de flujos cercana a 3 billones de euros proveniente de un nuevo esquema de fondos de pensiones voluntario que entra en vigor durante 2019.
Tras un largo periodo de crecimiento, las previsiones para la economía japonesa apuntan a un crecimiento suave en 2019, como en el resto de las economías desarrolladas. La ralentización global probablemente tendrá un impacto negativo sobre las exportaciones niponas, especialmente sobre los sectores cíclicos, como las entidades de automatización industrial con una gran exposición a la economía china.
Si valoramos el último año, vemos que Japón ha crecido a un ritmo por encima de su potencial en 2018, principalmente por las condiciones financieras muy acomodaticias y respaldada por el gasto público. Pero los analistas apuntan que en 2019 y 2020 el crecimiento de Japón se desacelerará como parte del ciclo económico y, en parte, por el impacto de la subida del IVA prevista para 2019. Además, se anticipa un crecimiento del PIB del 0,8% en 2019 y 2020, mientras que se prevé una tasa de inflación, sin incluir los alimentos frescos, del 2% en 2019.
Según explican desde SYZ AM, “los consumidores tendrán que asumir una subida de impuestos en octubre, entre el 8% y el 10%. No obstante, probablemente, estos obstáculos tendrán un impacto en la economía doméstica inferior a los 3 puntos básicos consecuencia de la subida experimentada en abril de 2014. Esta vez, el país no se enfrenta a presiones deflacionarias y los trabajadores se han beneficiado de un incremento salarial anual del 2% de media a lo largo de los últimos cinco años; el estado de ánimo es considerablemente mejor”.
De cara a este año, una de las principales incógnitas es de nuevo la política del Banco de Japón. “Tras los ajustes de las fluctuaciones del bono japonés el pasado verano se espera una normalización de la poco convencional política monetaria. Teniendo en cuenta los impuestos al consumo y la ralentización económica global del otoño, es difícil prever cambios de política mayores en 2019. En nuestra opinión, podemos esperar la eliminación de la inútil política para tipos de interés negativos”, señalan desde SYZ AM.
En esta misma línea, el banco privado suizo, Julius Baer, recuerda que “el Banco de Japón ha comenzado a modular su discurso y probablemente siga haciéndolo durante los próximos trimestres. Para los inversores, eso significa que los estímulos monetarios, que han sido uno de los grandes apoyos de los mercados de inversión, están desapareciendo, por lo que deberían tener en cuenta este factor crucial de ahora en adelante”.
Sin embargo, según las previsiones que maneja Aurelio García del Barrio, director del MBA con especialización en Finanzas del IEB, el Banco de Japón continuará con el cuantioso programa de compra de bonos estatales y de fondos de inversión cotizados y el control de la curva de rendimientos para mantener en torno al 0% los tipos a largo plazo, dos de los ejes principales de su plan flexibilizador.
“El objetivo es mantener durante un período más prolongado las tasas extremadamente bajas para responder a las actuales incertidumbres que afectan a la actividad económica y a los precios, entre las que se incluye la subida de impuestos sobre el consumo prevista en Japón para 2019. Todas estas medidas están dirigidas a alcanzar una inflación anual del 2%, una meta que se le ha resistido al banco nipón debido, sobre todo, a la debilidad del gasto de los hogares y a la coyuntura global”, explica García del Barrio.
A finales de enero, y tras su última reunión, el Banco de Japón decidió mantener sin cambios su política monetaria, que incluye un tipo negativo para los depósitos y la adquisición de deuda pública, con el fin de lograr una inflación del 2%; un objetivo que está lejos. La institución monetaria confía en que la economía nipona «probablemente continuará la tendencia expansiva» hasta finales del ejercicio 2020 y prevé que las economías del resto del mundo mantengan en general un crecimiento firme, gracias a la demanda doméstica, tanto en las economías avanzadas como emergentes.
Activos japoneses
Mientras, los activos japoneses ganan atractivo para algunas gestoras, como es el caso de BNY Mellon IM. Un panorama económico positivo, la estabilidad política o el crecimiento salarial son algunas de las razones que la gestora ve. “En pleno repunte tras un largo periodo de contracción, la economía nipona ofrece un conjunto de oportunidades atractivo a los inversores”, afirma Miyuki Kashima, directora de inversión en renta variable japonesa en BNY Mellon.
“Creemos que las incertidumbres globales ya han sido descontadas en la ratio precio-beneficio (PER) del índice Topix, que se sitúa por debajo de 11 veces, el nivel más bajo en seis años, mientras que la ratio precio en libros está justo por debajo de 1,1 veces, y la rentabilidad sobre activos propios (RoE) está cerca del 10%. La actual rentabilidad por dividendo es del 2,5% y también se sitúa en máximos históricos. Las bajas valoraciones de hoy significan que vemos oportunidades convincentes, especialmente en compañías de mediana capitalización enfocadas al mercado doméstico”, añaden desde SYZ AM respecto a las oportunidades en renta variable japonesa.
La divisa japonesa, el JPY, también ha ganado atractivo entre los inversores como activo refugio. En enero, la moneda se fortaleció, en concreto durante la primera semana del año, debido a las preocupaciones respecto al crecimiento de China. “El flojo dato sobre la producción manufacturera de China, y más directamente, los comentarios del Consejero delegado de Apple, Tim Cook, expresando su sorpresa ante la magnitud de la ralentización en la región de China en su sentido más amplio, tienen todas las cartas para haber tirado la primera ficha del dominó. A continuación, este movimiento se aceleró debido a la falta de liquidez, por ser fiesta oficial en Japón, lo que hizo que el yen subiera casi un 8% frente al dólar australiano, hasta niveles que no alcanzaba desde el 2009”, señalan desde Monex Europe explicando lo ocurrido el pasado 3 de enero.
En este sentido, el informe de previsiones que para 2019 ha elaborado del banco UBS argumenta que la Abeconomía ha debilitado al yen considerablemente, pero aún así es una buena oportunidad de inversión. “Actualmente acumula una infravaloración del 30% respecto del nivel de equilibrio estimado para su paridad de poder adquisitivo. A medida que se normaliza la inflación y el Banco de Japón (BoJ) comienza a analizar la retirada del estímulo monetario, creemos que el JPY podría comenzar a apreciarse nuevamente. De cara al futuro, los rendimientos japoneses podrían subir en la medida en que el BoJ comience a normalizar lentamente su política monetaria. Sobreponderamos el yen de cara a 2019, y nuestras previsiones para el cruce entre el dólar y el yen japonés”, concluye el documento del banco.