Marisa L. Hernández se unirá a BigSur Partners como directora de Operaciones a partir del 18 de marzo.
«Marisa es una profesional de inversiones altamente cualificada con 19 años de experiencia en clases de activos, industrias y regiones. Estamos encantados de que una ejecutiva de su talento y destreza se una a nuestro equipo de liderazgo, ya que estamos posicionando a BigSur para la próxima etapa de crecimiento, dado un conjunto emocionante de oportunidades en el negocio de administración de patrimonio», mencionan desde la firma.
Hernández se une a BigSur después de una exitosa carrera como analista de renta variable y Co-Portfolio Manager en prestigiosas organizaciones financieras en Nueva York. Durante los últimos 12 años, trabajó en Neuberger Berman donde recientemente se desempeñó como vicepresidente senior. Anteriormente, fue analista de capital en UBS Securities. Antes de venir a los EE. UU., Marisa era una empresaria en su natal Uruguay, donde fundó y dirigió una empresa de construcción. Hernández se graduó de ingeniería civil de la Universidad de Uruguay, y cuenta con un certificado de postgrado de la Universidad de Padua (Italia), una Maestría en Administración de Empresas de la MIT Sloan School of Management y es CFA Charterholder.
Chile fue el primer país elegido por Renta 4 para iniciar su andadura internacional en el año 2011, al que siguieron Perú en 2015 y Colombia en 2017. La expansión fuera de su mercado de origen, España, sigue en curso y la compañía ha manifestado que tiene planes para instalarse en México y así completar su expansión por los países de la región MILA.
En el año 2012, Renta 4 adquirió una participación mayoritaria en K2 Corredores de Bolsa. A los pocos meses, Arturo Frei se unió a la firma como asset manager y ha ido creciendo dentro de la organización hasta ser nombrado gerente general de la firma el pasado 1 de febrero liderando un equipo de 30 personas. En una entrevista en exclusiva para Funds Society, Frei nos revela cuales son las principales líneas de su estrategia en el mercado local, centrada en mejorar la cuenta de resultados gracias a un mayor crecimiento en las líneas de negocio tanto actuales como nuevas. Una estrategia con ¨identidad propia¨ que Frei quiere potenciar.
Esta identidad propia está marcada por una cercanía al cliente no sólo a nivel producto sino también a nivel físico, así pues “Renta 4 es de las pocas corredoras con sucursales a pie de calle en Chile”, comenta Frei. A nivel producto su lema es que “cada cliente pueda acceder a los mismos productos o servicios sin depender de su volumen de inversión”, explica Frei y en esta idea se basa el exitoso modelo de negocio de su matriz que quieren desarrollar en Chile. Un modelo de banca privada que no discrimina clientes por su volumen patrimonial, sobre el cual Frei explica: “No excluimos a los patrimonios pequeños porque tenemos todo un modelo de negocio que nos permite atenderlos a ellos también de una forma muy eficiente y con productos a los que en otras casas no puede acceder si no son clientes de banca privada”.
Ejemplos de esta estrategia son los 5.000 fondos que ofrece la corredora, gracias a sus acuerdos con gestoras internacionales y nacionales, que permiten a sus clientes la inversión sin ningún tipo de cantidad mínima. “Aquí no habría un “desde” para activos alternativos como, por ejemplo, algún fondo inmobiliario transado en bolsa, algún fondo de facturas o de leasing”, explica Frei que además destaca el interés creciente de los clientes por este tipo de activos.
El modelo de negocio de Renta 4 Chile se apoya en dos líneas de negocio principales, una centrada en la asesoría y gestión patrimonial y otra en la intermediación de renta variable. En intermediación de renta fija local la corredora ha sido menos activa pero tienen intención de desarrollar este segmento sobre lo que Frei confirma: “Estamos armando la mesa de renta fija local donde esperamos ir creciendo en el desarrollo con institucionales, especialmente con AGFs y compañías de seguros”. Frei reconoce que es un mercado altamente competitivo, pero se muestra convencido de su propuesta y afirma que “tenemos expertise desde la matriz y también de personas locales que pueden generar valor y que conocen bien las necesidades del buy side y saben que ofrecerles en función del tipo de negocio” “tenemos la sensibilidad para saber qué ofrecer a cada cliente”, concluye.
En intermediación de renta variable destaca la importancia del canal digital donde Renta 4 ha sido pionera. Frei señala que el canal digital es una tendencia, sólo durante el 2018 1.800 clientes se enrolaron por su web, y además destaca que Renta 4 es la única corredora que tiene, a día de hoy en Chile, una plataforma integrada de inversiones locales e internacionales.
Su actividad de intermediación en renta variable está basada en un modelo de autogestión, donde los clientes transan en acciones, forward, divisas y fondos en un solo click. Este mismo esquema es el que subyace en la alianza que tienen con Banco Falabella y que ha sido un éxito desde su firma en 2015. Frei destaca el papel que ha jugado Banco Fabella en el acceso de “la clase media al ahorro, a las cuentas corrientes, al acceso al crédito”. Gracias al acuerdo que firmaron ambas entidades, se les ha brindado a los clientes de Falabella la posibilidad de acceder a servicios de inversión y asesoría. “Los clientes de Banco Falabella se enrolan no sólo para invertir sino para ser asesorados y eso ha servido para que en momentos de volatilidad de los mercados los clientes con menor experiencia puedan ver menos volatilidad y una relación retorno/riesgo que puede ser quizás interesante”, declara Frei.
Debido al éxito de esta primera experiencia, la compañía tiene en mente «llegar a acuerdos similares apoyándose en las expertise de su matriz y un posible socio local para ofrecer algo novedoso con respecto a la forma de invertir en Europa a través de Chile”, adelanta Frei .
Pemex se encuentra en una situación de pérdidas y deuda elevada y el gobierno ha establecido un programa de apoyo para resolver dicha problemática. Sin embargo, las medidas que se anunciaron no son una solución integral ni van a la raíz del problema. Cuando una empresa enfrenta pérdidas y deuda elevada debe instrumentar acciones que le permitan renegociar su deuda, reducir impuestos, aumentar ingresos, vía ventas y deshaciéndose de activos no productivos, y reducir gastos. Las medidas tienen que estar orientadas a generar utilidades, o reducir pérdidas, para aumentar la capacidad de pago.
El gobierno va a asumir un pasivo laboral de Pemex por 35.000 millones de pesos, lo cual le ayuda a disminuir la deuda, le va a reducir la carga fiscal por 15.000 millones de pesos y estima que como resultado de la lucha contra el robo de hidrocarburos habrá ingresos adicionales por 32.000 millones de pesos, estas medidas van en el sentido correcto y contribuyen a resolver la problemática. Aunque en el caso de los ingresos adicionales habrá que analizar bien las cifras porque se están instrumentando mecánicas de distribución de gasolina que son mucho más costosas y afectan los costos y por lo tanto no ayudan a reducir las pérdidas.
Pero hay otras medidas que son incorrectas. Se le va a capitalizar con 25.000 millones de pesos, sin embargo, esta decisión no ayuda debido a que esos recursos se van a destinar a construir una refinería y no le va a generar ganancias a Pemex, al contrario, le va a costar más producir gasolina que importarla, por lo que las pérdidas en lugar de reducirse se van a aumentar. Solamente en la medida en que los recursos que se le otorguen a Pemex se canalicen a proyectos rentables la medida irá en el sentido adecuado.
Un elemento que hace falta y es muy necesario es modificar los procesos de producción para reducir costos e incrementar la productividad. En el caso de Pemex, a pesar de que la producción de petróleo se ha reducido, el tamaño de su planta productiva apenas se redujo a partir de 2014. En 2000 Pemex tenía 132.728 plazas ocupadas y producía 3,0 millones de barriles diarios, lo que significa que cada empleado generaba 22,7 barriles diarios. El personal se incrementó hasta 2013, cuando llegaron a tener 154.774 plazas con una producción de 2,55 millones de barriles diarios lo que implica que cada empleado producía en promedio 16,2 barriles diarios. A partir de la reforma energética que realizó el gobierno anterior, el personal de Pemex empezó a descender y para 2017 el número de plazas ocupadas era de 124.660 y la producción de 1,95 millones de barriles diarios, por lo que el promedio de producción por trabajador disminuyó hasta 15,6 barriles por día. Estas cifras lo que muestran es que, si realmente se desea fortalecer las finanzas de Pemex, se tienen que revisar los procesos de producción para incrementar la productividad de la empresa, no se puede estar incrementando el personal cuando la producción disminuye, como sucedió desde 2000 hasta 2013. Si con la producción actual se quisiera tener la misma productividad por empleado que existía en 2000 Pemex debería tener 86.000 plazas ocupadas, lo que significa un recorte de alrededor de 30% de personal.
Mientras al programa de apoyo le falten acciones orientadas a disminuir los costos e incrementar la eficiencia y rentabilidad de Pemex, será solamente un paliativo y distará mucho de contribuir a la solución real de los problemas de la entidad.
Fortaleciendo la relación de colaboración que SURA Asset Management Chile y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini mantienen desde hace siete años a través de Jump Chile -programa de emprendimiento universitario más grande del país, el pasado 1 de marzo ambas organizaciones firmaron un convenio de asociación con el propósito de generar capacidades para resolver problemáticas empresariales y sociales de manera innovadora.
“Este convenio consolida un compromiso que tenemos en SURA con nuestros colaboradores, clientes y con la sociedad para integrar la innovación y el emprendimiento a nuestro quehacer, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y velar por un envejecimiento activo”, destacó Francisco Murillo, CEO de SURA Asset Management Chile.
Uno de los objetivos de esta alianza tiene relación con apoyar la estrategia de innovación de SURA mediante el fortalecimiento de la Cultura de Innovación a través de charlas con líderes y académicos del Centro, encuentros, conferencias, talleres de formación y visitas de ejecutivos de la compañía a actividades y eventos, entre otras iniciativas, lo que les permitirá conectar con visiones, conocimientos y líneas de investigación de destacados académicos UC e invitados internacionales.
“En SURA buscamos instalar capacidades en nuestros colaboradores para enfrentar los desafíos actuales de nuestro negocio de una forma distinta, creando una cultura y ecosistema de innovación que nos permitan acercar a nuestros clientes al cumplimiento de sus metas y sueños”, explicó Roberto Thompson, VP Talento Humano e Innovación de SURA Asset Management Chile.
“Con este convenio estamos ampliando la mirada, dado los pasos que ha estado dando SURA, madurando una estrategia de innovación e incorporando elementos de cultura y gestión de la innovación a su quehacer. Entonces no solo vamos a estar trabajando en el mundo del emprendimiento, sino también en cultura y gestión de la innovación, e investigación y desarrollo aplicado, y todos esos son elementos que hoy el Centro está poniendo al servicio de SURA”, comentó Conrad Von Igel, Director Ejecutivo del Centro de Innovación UC.
Junto con lo anterior, el convenio busca conectar a SURA con el ecosistema de innovación y emprendimiento -del cual el Centro de Innovación UC es actor relevante dentro del círculo académico y universitario-, por medio de programas que proponen instancias sistemáticas con emprendedores, académicos de la UC y la generación de proyectos abordados por alumnos de la Universidad.
El grupo Edmond de Rothschild ha anunciado hoy importantes cambios en su estructura organizativa dentro del marco de la presentación de los resultados de 2018. En primer lugar, la familia Benjamin de Rothschild ha afirmado su intención de excluir de bolsa a Edmond de Rothschild.
Según ha explicado la entidad, se procederá a la exclusión de la cotización de las acciones de Edmond de Rothschild (Suisse) S.A. y a la simplificación de su estructura jurídica, en virtud del cual Edmond de Rothschild (Francia) se transfiere a Edmond de Rothschild (Suisse) S.A. Al término de estas operaciones, todas las actividades bancarias del Grupo Edmond de Rothschild se consolidarán en Edmond de Rothschild (Suisse) S.A., que se convertirá en la sociedad holding operativa del Grupo.
Tras este anuncio, Ariane de Rothschild, presidenta del Comité Ejecutivo del Grupo, ha señalado que fue nombrada para el cargo en 2015 “con el objetivo de crear un grupo bancario sólido y unido, beneficiándose de una marca única y distintiva, con una visión clara y un balance sólido. Con más de 170.000 millones de francos suizos de activos gestionados y más de 1.100 millones de ingresos, Edmond de Rothschild se convertirá en un grupo totalmente familiar. Me complace entrar hoy en esta fase final y deseo pleno éxito a Vincent Taupin, Cynthia Tobiano y al Comité Ejecutivo en el que confío plenamente», declaró Ariane de Rothschild, Presidenta del Comité Ejecutivo del Grupo”.
Por su parte, Benjamin de Rothschild, presidente del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild Holding SA, ha explicado que, al hacer privada la institución, “demostramos nuestro compromiso con nuestro grupo bancario y nuestras ambiciones de crecimiento, tanto orgánico como a través de adquisiciones. Felicito a mi esposa y a nuestros equipos por lo que se ha logrado en los últimos años».
Este no es el único cambio que los responsables de la entidad han anunciado, también han plenteado un cambio en su estructura de gobierno: Benjamin de Rothschild es presidente del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild Holding SA, Ariane de Rothschild pasa a ser presidenta del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild (Suisse) S.A., Vincent Taupin es nombrado director general y Cynthia Tobiano, directora general adjunta.
Resultados 2018
Ambos anuncios se han producido durante la presentación de resultados de 2018 de la firma, que cerró el año con un resultado de explotación de 120 millones de francos suizos y un beneficio neto de 222 millones de francos suizos, un resultado respaldado por “ganancias no recurrentes”, según matiza la firma.
La entidad ha explicado que, a pesar de un difícil entorno de mercado en el cuarto trimestre, el ejercicio 2018 ha estado marcado por la continuación de su estrategia de crecimiento orgánico centrada en sus principales clientes objetivo y en sus mercados clave, por la continuación de la implantación de su plataforma informática integrada en Luxemburgo y en sus principales entidades europeas, y por la realización de operaciones estructurales que han permitido obtener plusvalías de manera inédita en la gestión de nuestra cuenta de resultados.
Así, la cifra de negocios de Edmond de Rothschild (Suisse) S.A. aumentó en más de un 5% hasta alcanzar los 694 millones de francos suizos, teniendo en cuenta la integración de la actividad inmobiliaria de Cording. Mientras que los activos de los clientes ascendían a 128.000 millones de francos suizos a finales de 2018, un 7% menos que en el mismo periodo del año anterior, las directrices estratégicas aplicadas en los últimos años han contribuido a mantener el nivel de ingresos. Esta disminución del 7% en los activos de los clientes en comparación con el cierre del ejercicio 2017 se debe principalmente a las condiciones adversas de los mercados de divisas a lo largo del año (-5%). Al mismo tiempo, el Grupo experimentó un flujo de salida de activos bajo gestión de 2.500 millones de francos suizos, principalmente como consecuencia de la finalización del reajuste del Grupo en sus clientes y mercados prioritarios.
La caída del superávit en la balanza por cuenta corriente de China ha recibido mucha atención recientemente. La caída del superávit llega tras una gran salida de capital entre 2014 y 2016. En medio de esta turbulencia, los inversores extranjeros están asignando cada vez más y más fondos en China. ¿Cómo deberían actuar los inversores?
Según apuntan Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, y Kristjan Mee, estratega de inversión y analista de la gestora, el saldo de la balanza por cuenta corriente en el primer trimestre de 2018 entró en déficit por primera vez desde 2001. Mientras que el déficit podría haber sido parcialmente explicado en parte por un factor estacional, los siguientes trimestres han demostrado que no era una incidencia pasajera. El superávit de los cuatro trimestres consecutivos era solo del 0,4% en el cuatro trimestre de 2018. A nivel económico, el superávit de la cuenta corriente que se está desvaneciendo indica un cambio fundamental importante: la gran reserva de ahorro doméstico ha sido utilizada casi en su totalidad en la financiación del alto grado de inversión.
El cambio hacia un menor superávit se ve facilitado principalmente por la debilidad de las exportaciones de bienes manufacturados y el incremento del turismo chino hacia el exterior. Si bien el enfriamiento de la economía y unos menores precios del crudo podrían haber desacelerado el deterioro, los factores estructurales, como el envejecimiento de la población y el incremento de los salarios, deberían seguir ejerciendo presión a la baja sobre el saldo por cuenta corriente.
El superávit de la cuenta corriente se ha evaporado
El déficit potencial de la balanza por cuenta corriente es negativo para el renminbi y la financiación de este déficit es clave para determinar lo negativo que resultará. Al abrir finalmente sus mercados financieros a los inversores extranjeros, China ha comenzado a atraer flujos institucionales importantes. En los últimos cinco trimestres, los flujos de entrada procedentes de carteras extranjeras han ascendido a 247.000 millones de dólares. La inclusión de China en los índices globales de referencia en los próximos años podría atraer cientos de miles de millones de flujos de entrada adicionales.
Una mayor participación extranjera en el mercado local es un paso necesario en el proceso de internacionalización del renminbi y los flujos de entrada podrían financiar al menos parte del potencial déficit por cuenta corriente. Sin embargo, la entrada de flujos de inversión extranjeros es, hasta cierto punto, dependiente del sentimiento económico. Al permitir una mayor participación extranjera en el mercado local, la habilidad de las autoridades de controlar los movimientos de divisa se reducirá.
Los flujos de entrada en la cartera de inversión han aumentado considerablemente desde 2017
De forma preocupante, la debilidad en el renminbi revivió las salidas de capital en la segunda mitad de 2018. La cuenta de omisiones y errores persistentemente negativos muestra que los residentes chinos continúan encontrando formas de evadir los controles de capital. Además, el considerable saldo de los pasivos externos se cierne sobre la cuenta de capital, lo que proporciona un impulso potencial para los flujos de salida.
Desde julio de 2018, el Banco Popular de China ha tomado múltiples medidas para soportar el renminbi. Esto, junto con el progreso en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, ha llevado a un pequeño repunte en la moneda. De cara al futuro, China enfrenta una difícil elección entre estabilizar la moneda y apoyar la economía. Las enormes reservas en divisas extranjeras pueden proporcionar algo de alivio, pero probablemente no sean lo suficientemente grandes como para actuar como un soporte en el caso de que se den salidas de capital sustanciales. Dada la falta de alternativas, el Banco Popular de China se podría ver forzado a dejar que el renminbi fluctúe si la presión sobre la divisa es demasiado grande.
El 29 de marzo está cada vez más cerca en el calendario y con ello la salida histórica del Reino Unido de la Unión Europea. Pero no está siendo un camino fácil ni para la economía británica, ni para su primera ministra, Theresa May, ni para la libra. Ayer el parlamento británico votó en contra del nuevo acuerdo, aplazando la decisión a una nueva votación hoy: ¿salida con o sin acuerdo?
“Según los informes, el acuerdo solo se ha modificado ligeramente desde la última vez que el Parlamento lo rechazó. Ahora, el Parlamento está preparando otra votación para cerrar la posibilidad de un Brexit sin acuerdo y eliminar la opción de la mesa. Después de eso, probablemente veamos algún tipo de intento de retrasar la fecha límite del 29 de marzo”, explica Mati Greenspan, analista senior de eToro.
¿Cuáles serán los siguiente pasos? Según explica los analistas de Renta4 Banco, “la votación ayer en el Parlamento británico del acuerdo renegociado entre Theresa May y la Unión Europea, que contenía garantías legales con el objetivo de evitar que Reino Unido quede atrapado en una unión aduanera sine die, se saldó con un rechazo (391 votos en contra vs 242 a favor), tal y como se esperaba. Hoy miércoles se votará sobre un Brexit sin acuerdo, posibilidad que esperamos que se rechace, y sería mañana jueves cuando se vote la posibilidad de prorrogar el artículo 50, y retrasar la salida de la UE más allá del 29 de marzo, especulándose con la posibilidad de fijar una nueva fecha hacia el mes de junio, antes de la formación del nuevo Parlamento Europeo en el mes de julio, ya sin eurodiputados británicos. Recordamos que nuestra postura se alinea con la consecución de una salida negociada, evitando una salida abrupta que sería perjudicial para ambas partes y provocaría importantes daños a nivel macroeconómico y fuerte volatilidad en los mercados”.
Por ahora la reacción del mercado a sido medida, pese a que la libra caía. El principal miedo que tienen los inversores es si esto esto pasará factura al mercado de renta variable británico e incluso si podría contagiarse al europeo, además de añadir volatilidad al mercado.
“Sorprendentemente, el euro se ha convertido en una especie de moneda a la contra en relación al Brexit, de forma que mientras que la libra lo volvió a pasar mal tras enquistarse una vez más el asunto del Brexit para Theresa May, el euro logró avanzar hasta lo más alto del panel de divisas del G10. Y esto sin contar con datos macroeconómicos de primer orden, lo que se añade a la incoherencia de que los mercados piensan que la incertidumbre sobre el Brexit es también dañina para la economía de la eurozona. De momento, la respuesta es que los inversores podrían percibir los niveles mínimos en muchos meses del euro como una oportunidad de compra, puesto que ya se han descontado muchas noticias negativas. Lo que explicaría por qué la divisa se ha estabilizado tras los comentarios claramente en la línea blanda del Banco Central Europeo, aunque todos estos argumentos se irán al traste en cuanto nos encontremos con una nueva muestra de debilidad del euro”, apuntan los analistas de Monex Europe.
En opinión de Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, “es probable que la volatilidad de la libra esterlina siga aumentando durante el período de prórroga, ya que la política británica se enfrenta a un reajuste potencialmente significativo en ese período de prórroga y a la posibilidad de que los votantes vuelvan a acudir a las urnas. En particular, unas elecciones generales supondrían un reto para los inversores: mientras que un gobierno laborista probablemente perseguiría un Brexit más blando, la agenda de la política de nacionalización preocupa a muchos inversores».
Por su parte, desde el equipo de Amundi consideran que los mercados sentirán cierto alivio y en la votación de hoy se llega a un acuerdo en contra de una salida sin acuerdo. “También extender el tiempo de cara a la salida podría brindar cierto alivio, pero la incertidumbre volvería una vez que se acerque la nueva fecha límite. Por el contrario, los mercados no imponen un precio si no se logra acuerdo y presionarán los activos de riesgo, las acciones europeas y las acciones del Reino Unido, en particular. Desde la perspectiva de los multiactivos, nos hemos vuelto más cautelosos con los activos de riesgo, en particular con las acciones: el repunte de las acciones en el año hasta la fecha ha sido demasiado rápido, en un entorno de datos económicos débiles, con una revisión de las ganancias a la baja y mayor riesgos geopolíticos todavía sobre la mesa”, señalan en su análisis.
Próximos escenarios
El siguiente paso de este proceso lo veremos hoy mismo, cuando el parlamento –que ahora tiene el control sobre el Brexit– voto si quiere un salir de la Unión Europea con o sin acuerdo. Según explica Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, “Tras el esperado rechazo del parlamento británico al acuerdo de May se da un nuevo paso hacia la prórroga de la salida. Mañana lo más probable es que se vote en contra de la salida desordenada para el jueves votar la extensión y así, se habrán dado tres pasos muy relevantes hacia un nuevo referéndum, que cada vez es más probable y parece la única solución de largo plazo y sostenible en el tiempo”.
Para Kelly, la votación de ayer estaba perdida antes de que tuviera lugar ya que tanto el Partido Laborista como el DUP (Partido Unionista Democrático) y European Research Group ya había dejado claro que no la apoyarían. “Yo esperaría que el parlamento rechace no deal por una amplia mayoría. Esto prepara realmente el terreno para la aprobación de una prórroga del artículo 50 hacia el final de la semana. La libra esterlina debería comportarse bien en este escenario, ya que el riesgo técnico del no deal disminuye. La pregunta interesante es cuánto tiempo dura la prórroga y qué condiciones, si las hubiere, impone la UE, ya que requiere la aprobación unánime de la Comisión en Bruselas. Esto condicionará la respuesta del mercado», argumenta.
Desde Julius Baer, David A. Meier, economista de la firma, considera que, después de la derrota de ayer, es probable que se produzca un voto positivo sobre la demora del Brexit mañana. “Sigue habiendo incertidumbre política, con problemas de liderazgo que vuelven a estallar mientras que el Brexit aún está sin resolver. Por lo tanto, mantenemos una perspectiva de GBP a corto plazo neutral. Nuestra perspectiva a largo plazo sigue siendo optimista, ya que esperamos más bien un impulso a un Brexit suave, o un segundo referéndum durante el retraso, que un Brexit sin acuerdo”, añade.
El mundo ha alcanzado un punto de inflexión. Está cambiando y tenemos que cambiar con él. Nuestro modelo global actual no es sostenible y el desafío al que nos referimos va más allá del cambio climático. Esta es una de las cinco megatendencias que se asegura que van a tener efecto en el mundo en el que vivimos.
Existen algunos efectos que ya se están haciendo notar: nuestra población ha aumentado un 70% en los últimos 70 años y aumentará en otro billón de personas a lo largo de la próxima década. Además, utilizamos los recursos 1.7 veces más rápido de lo que el mundo es capaz de regenerar en un año. El cambio climático está exacerbando todo lo anterior, creando riesgos tanto físicos como de transición, y la tecnología está cambiando nuestras vidas a un ritmo extraordinario. De acuerdo con el World Economic Forum, el ritmo de la revolución digital es tal que el 65% de los niños de hoy en día tendrán trabajos que aún no existen.
Estas fuerzas tendrán un efecto transformador en nuestras economías y las compañías tendrán que encontrar nuevas formas de hacer las cosas. Muchas tendrán incluso que cambiar lo que producen, encontrar nuevas soluciones más innovadoras y adaptarse rápidamente a los cambios que exigen los reguladores y consumidores. La transición significa riesgo, pero también presenta oportunidades sustanciales. Es necesario decir que las compañías que estén preparadas y bien posicionadas para un mundo más sostenible tienen más probabilidades de prosperar.
Desde el punto de vista de los inversores, esto también requiere un cambio ya que deben mirar a las empresas de una manera mucho más amplia que antes para localizar rendimientos sostenibles a largo plazo.
El cambio es inminente y afectará a cada compañía de casa sector en cada rincón del globo. Tendremos que interrumpir muchos de nuestros sistemas y procesos de manera profunda, cambiando fundamentalmente la manera en la que hacemos muchas tareas a diario.
Estamos en un punto de inflexión porque ya no hay opción de adaptarnos o no. Las fuerzas del cambio son cada vez mayores. Además, la transparencia y la responsabilidad que conllevan el aumento de la información y la facilidad con la que se dispone de ella, ya están cambiando el comportamiento de los consumidores y lo que compran. La forma en la que votan los ciudadanos también está cambiando y, consecuentemente, la agenda política está evolucionando.
En un ecosistema complejo como el de nuestra economía global, todos toman parte en el juego de desarrollar un sistema más sostenible. Las compañías son las responsables de adaptarse de una forma suave y ordenada. Esto será esencial si quieren continuar creciendo y atrayendo capital. También significa proveerse de más transparencia para permitir a los inversores tomar decisiones más informadas.
Los gestores de capital también deben adaptarse e innovar. Es esencial encontrar mejores formas de descubrir cómo son realmente las empresas y los países sostenibles, y dónde se encuentran sus fortalezas y debilidades. Tendrán también un rol crítico a la hora de incentivar a las compañías a la hora de llevar a cabo un proceso de adaptación ordenado.
Los propietarios de activos son también jugadores importantes. La demanda es tal vez la mayor fuerza para el cambio. Si exigen lo correcto a sus managers y compañías y dirigen más patrimonio hacia empresas sostenibles, sus voces rápidamente se transformarán en un rugido que será muy difícil, sino imposible, de ignorar por parte de las empresas.
Los empresarios pueden llevar esto a cabo definiendo sus creencias a largo plazo, valores y objetivos. ¿Qué nivel de emisiones de carbón o consumo de agua quieren lograr? ¿Cómo de importante son los objetivos del desarrollo sostenible? Cada vez más, vemos inversores centrándose no solo en lo que crea dinero, sino en cómo se hace el dinero. Este es un ingrediente vital para la sostenibilidad de nuestro futuro.
En este contexto, las exclusiones fueron un primer paso. Si bien son una forma muy eficiente de expresar los valores de los inversores, no necesariamente apoyan ni impulsan el cambio dentro de un sector. El siguiente paso es mirar la sostenibilidad a través de la lente de la mitigación del riesgo. Así, los criterios no financieros ambientales, sociales y de gobierno (ESG) se pueden utilizar para mitigar el riesgo de manera efectiva. Una solución a considerar es evitar un enfoque de exclusión y diferenciar entre lo mejor y lo peor, esencialmente promoviendo a los mejores estudiantes de una clase y limitando la exposición a aquellos que se muestran menos dispuestos o capaces de adaptarse.
Dada la escala y el ritmo de la revolución de la sostenibilidad, es probable que este sea el mayor impulsor de los rendimientos de las inversiones en el futuro. Por lo tanto, es clave identificar los modelos de negocios que están mejor ubicados para beneficiarse a medida que nuestras economías continúan transformándose.
A modo de resumen, la sostenibilidad es el mayor impulsor de los rendimientos de las inversiones en la historia moderna. Requerirá que repensemos fundamentalmente la sustentabilidad, la inversión y, de hecho, que lo repensemos todo.
Artículo de opinión de Patrick Odier, senior managing partner de Lombard Odier.
Los fondos de inversión apuestan por Latinoamérica debido a su incalculable potencial en infraestructura, y en especial en el desarrollo del sector inmobiliario, dado que la región avanza hacia la urbanización a un ritmo acelerado, pero aún existe un déficit que debe ser resuelto con un enfoque de competitividad, innovación y sostenibilidad partiendo desde la financiación.
Hoy la región presenta un abanico de opciones para los fondos de inversión por el tamaño de su mercado y las crecientes necesidades en materia de infraestructura, si se tiene en cuenta que la urbanización de Latinoamérica y el Caribe ya alcanza el 81% y en África es de apenas el 43%. Cerrar las brechas de financiación y generar oportunidades de crédito le permitirían a este continente desarrollar su industria inmobiliaria de forma sostenible y equitativa, dado que “nueve de cada 10 viviendas de América Latina y el Caribe son de baja calidad”.
La tasa de cambio favorable para los inversores que negocian en dólares, sumado a un progreso general en las condiciones para hacer negocios y la estabilización del índice de inflación en países como Panamá (0,8 % al cierre de 2018), Perú (2,19 %), Chile (2,6 %) o Colombia (3,18 %), son algunos de los aspectos que ponen de nuevo a la región en el radar de los fondos de inversión.
Además, Latinoamérica se ha mostrado resiliente frente a las dificultades y se espera que la economía crezca un 2 % este año gracias a una mejor dinámica del sector externo y el fortalecimiento de la inversión. De hecho, con el cambio de Gobierno en varios países se prevé un giro hacia políticas de mayor apertura y protección al sector corporativo, lo que conducirá a que la inversión extranjera directa (IED) se incremente 2,9% este año.
La respuesta es la financiación
Latinoamérica tiene en la actualidad carencias en infraestructuras de primera necesidad como vivienda, lo cual ha sido atendido en varios de los países con subsidios y otros programas estatales.
En un artículo firmado por el especialista en urbanismo Robert Muggah y replicado en el portal web del Foro Económico Mundial (WEF, en inglés), se explica que superar esta brecha de infraestructuras básicas requerirá aumentar la inversión del 3 al 5 % del producto interno bruto (PIB), lo que representaría un gasto de unos 180.000 millones de dólares al año para Latinoamérica.
Sin embargo, además de esas obras consideradas prioritarias existe un mercado paralelo creciente que también está demandando infraestructuras para un sector inmobiliario de más alto nivel con hoteles de lujo o complejos de oficinas de trabajo colaborativo que están en la mira de los fondos de inversión.
Una oportunidad latente
La empresa de educación inmobiliaria FortuneBuilders explica que Latinoamérica se encuentra en “las etapas iniciales del ciclo inmobiliario”. De hecho, “el mercado (inmobiliario) estadounidense tiene una capitalización de alrededor de 1 billón de dólares, mientras que Latinoamérica alcanza los 75.000 millones de dólares”. “Desde un punto de vista de crecimiento y desarrollo, su perfil puede compararse con el de los Estados Unidos desde principios hasta mediados de los años ochenta”, señala FortuneBuilders.
Según argumenta Muggah, las ciudades latinoamericanas “tienen una verdadera oportunidad de despegar en el siglo XXI”, por lo que será “fundamental” la planificación y el liderazgo.
“Las ciudades latinoamericanas están luchando para atraer financiamiento para el desarrollo de la ciudad, pero esto no se debe a la escasez de dinero en el sistema global. De hecho, hay una gran cantidad de capital internacional disponible: al menos 7,4 billones de dólares son mantenidos solo por fondos soberanos”, afirma.
Solo por citar unos ejemplos, en el negocio de las oficinas se puede mencionar un estudio de la firma estadounidense JLL en el que estimó que para 2018 en México se iban a sumar 818.000 metros cuadrados adicionales a la oferta existe, en Sao Paulo 251.000, en Bogotá 246.000, en Lima 191.000 y en Chile 178.000.
Latinoamérica vive hoy un “boom” del emprendimiento que ha provocado que más empresas jóvenes demanden no solo nuevos espacios de trabajo innovadores sino también diversas fuentes de financiación. BBVA cita diversas fuentes para afirmar que “en 2017 aterrizaron en la zona más de 1.100 millones de dólares de capital riesgo” y “se espera que al cierre de 2018 la suma” llegase a los “2.500 millones de dólares”.
Esta creciente demanda de infraestructuras y su financiación es capitalizada por FlexFunds, que además de tener varios casos de éxito en el negocio de la securitización de activos, crowdfunding inmobiliario, fideicomisos de inversión, entre otros, ha servido de plataforma para la financiación de grandes proyectos de infraestructura soportándose de herramientas tecnológicas y explotando el potencial de negocios de nicho en varios territorios de América.
Con todo este portafolio de servicios enfocado en la industria inmobiliaria, FlexFunds es un puente entre los desarrolladores de la industria inmobiliaria y los inversionistas, ayudando a resolver los desafíos que enfrentan ambos los desarrolladores para levantar capital, como los inversores y para invertir eficientemente en desarrollos inmobiliarios en Latinoamérica.
Para conocer más sobre como FlexFunds da acceso a los desarrolladores inmobiliarios a mercados de capital globalmente, contáctalos en info@flexfunds.com o visíta su web.
Schroders amplía su compromiso con la inversión sostenible con el lanzamiento de dos nuevos fondos basados en criterios ESG. Se trata de Schroder ISF European Sustainable Equity y Schroder ISF Sustainable Multi-Factor Equity (SMFE), ambos de renta variable.
Según ha explicado la gestora, Schroder ISF European Sustainable Equity es un fondo de acciones europeas que persigue rentabilidades superiores a largo plazo basándose en los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). Este fondo se centra en las estrategias europeas de acciones blend de Schroders sin un estilo predefinido, en las que se gestionan más de 15.000 millones de euros, y que se basan en un exhaustivo análisis bottom up e incorporan el nuevo y exclusivo marco de inversión basado en los criterios ESG de Schroders.
Este método, denominado CONTEXT, busca identificar empresas con perfiles de sostenibilidad líderes en el sector, así como aquellas firmas clasificadas como en proceso de mejora, al tiempo que descarta aquellas que obtienen el 10% de sus ingresos de actividades relacionadas con el tabaco, las armas, los combustibles fósiles, el alcohol o el juego. Además, el fondo Schroder ISF European Sustainable Equity está gestionado por Nicholette MacDonald-Brown, corresponsable de análisis de renta variable europea y gestora en Schroders, y Scott MacLennan, también gestor de fondos.
El segundo de los fondos que ha lanzado la gestora, Schroder ISF Sustainable Multi-Factor Equity (SMFE), se basa en una estrategia de renta variable global que integra el análisis ESG en un enfoque de inversión sistemático y que se lanzó originalmente para los inversores británicos en septiembre de 2018.
El fondo SMFE, que ofrece un perfil eficiente en cuanto a costes, buscará batir al índice MSCI All Country World, mientras que los inversores también se beneficiarán del sofisticado enfoque de Schroders en la inversión sostenible. El fondo SMFE se basa en el exitoso fondo Global Multi-Factor Equity de Schroders, lanzado el año pasado. Ambas estrategias multifactor se valen de las capacidades en la inversión por factores de Schroders para ofrecer exposición a fuentes de rentabilidad contrastadas: calidad, dinamismo, valor y volatilidad reducida. Además, el fondo SMFE aplicará un enfoque innovador en la integración de la sostenibilidad en la inversión en renta variable al integrar en sus decisiones de inversión el nuevo sistema propio de Schroders, SustainEx, que mide los impactos positivos y negativos en términos de ESG que las empresas tienen en la sociedad y en el medio ambiente. Para satisfacer aún más las expectativas de los clientes en cuanto a carteras sostenibles, el fondo SMFE tendrá menos de la mitad de la intensidad de carbono del índice y excluirá a industrias como el tabaco, las armas y las empresas de juego.
Estos dos nuevos fondos basados en criterios ESG se incorporan a la gama de cuatro fondos en los que la sostenibilidad es la piedra angular del proceso de inversión ya existentes: Schroder ISF Global Climate Change Equity, Schroder ISF Global Sustainable Growth, Schroder ISF QEP Global ESG Equity y Schroder ISF QEP Global ESG ex Fossil Fuels Equity.
Especialización en la integración de criterios ESG Schroders también está impulsando su equipo de sostenibilidad con la contratación de Stephanie Chang como responsable de integración de criterios ESG, un puesto de nueva creación. Su nombramiento tiene por objeto optimizar la capacidad de Schroders para integrar la sostenibilidad en todos sus equipos de inversión de cara a satisfacer en mayor medida las necesidades de sus clientes.
Stephanie trabajó anteriormente durante casi cuatro años en PwC, donde fue directora adjunta de sostenibilidad y cambio climático. Estaba especializada en los efectos del cambio climático en los servicios financieros y ayudaba a los clientes a desarrollar marcos de gestión del riesgo para dar respuesta a la transición hacia un mundo con bajas emisiones de carbono.
Stephanie, responsable de integración de criterios ESG, reportará a Andrew Howard, responsable de análisis sostenible en Schroders. Según ha explicado la gestora, gracias a esta nueva contratación, el equipo de sostenibilidad, liderado por Jessica Ground, responsable global de stewardship o administración responsable, cuenta ahora con 13 miembros: un equipo que crece y se fortalece en paralelo al incremento del interés de los inversores por los criterios ESG.
Además, los Principios para la Inversión Responsable de Naciones Unidas han otorgado a Schroders la calificación A+ —la más elevada— por su enfoque a la inversión responsable y la integración de criterios ESG en los últimos cuatro años consecutivos.
“Cada vez es más evidente que los inversores quieren invertir de forma más sostenible. Los análisis exclusivos de Schroders han demostrado en numerosas ocasiones que el interés de los inversores por la inversión sostenible no deja de aumentar. Nuestros clientes demandan cada vez más la integración de los criterios ESG en sus carteras y, a su vez, nosotros también buscamos constantemente mejorar nuestra efectividad a la hora de integrarlos en los equipos de inversión de Schroders. Somos plenamente conscientes del cambio que se está produciendo a la hora de invertir en base a criterios ESG. Nuestro objetivo es garantizar la integración de estos factores en nuestros procesos de inversión en todas las regiones y clases de activos en las que invertimos. Por último, el nombramiento de Stephanie mejorará nuestra capacidad para ofrecer los mejores resultados en inversión sostenible para nuestros clientes en todas las clases de activos en las que invertimos”, ha destacado Carla Bergareche, directora general de Schroders en España y Portugal.