Foto cedidaJérémie Boudinet es gestor del fondo La Française Sub Debt.. boudinet
La deuda subordinada, y los mercados crediticios en general, podrían verse afectados negativamente por una mayor volatilidad en los tipos, pero Jérémie Boudinet, gestor del fondo La Française Sub Debt, se muestra tranquilo, porque, según defiende en esta entrevista con Funds Society,el programa de compra de activos del BCE debería contener los niveles de volatilidad en los próximos meses. De hecho, cree que el banco central tendrá efectos positivos en el activo: «La deuda subordinada debería beneficiarse indirectamente de la búsqueda de activos con yield, y de la fuerte correlación que históricamente ha existido entre los spreads del Investment Grade y la deuda subordinada», defiende en esta entrevista.
¿Cómo valoraría la salud del sistema financiero europeo?
Durante los últimos cinco años hemos sido testigos de la mejora gradual del sistema financiero europeo, como consecuencia de la presión regulatoria que, con el fin de reforzar los ratios de capital y reducir riesgos en los balances, obligó a los bancos a vender activos no rentables. El contexto de bajos tipos de interés está afectando a la rentabilidad de las instituciones financieras, lo que les ha forzado a desapalancar su balance para cumplir con una regulación cada vez más estricta. Ahora estamos presenciando las consecuencias que los tipos muy negativos tienen en los márgenes de solvencia de las compañías aseguradoras europeas, aunque en nuestra opinión sus colchones de capital son suficientemente holgados como para soportar otro movimiento adverso en los tipos.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la deuda financiera en un entorno de tipos de interés bajos y reducido crecimiento económico?
Aparte de la discreta rentabilidad que los bajos tipos de interés provocan en las instituciones financieras, el principal reto consiste en evitar invertir en compañías con más riesgo con el fin de conseguir más rentabilidad y que, realmente, no compensan el riesgo adicional asumido. La deuda subordinada, y los mercados crediticios en general, podrían verse afectados negativamente por una mayor volatilidad en los tipos, tal y como sucedió a principios de 2018. En este sentido, nosotros estamos tranquilos, puesto que el programa de compra de activos del BCE debería contener los niveles de volatilidad en los próximos meses.
¿Qué oportunidades ofrecen al inversor la deuda subordinada y los CoCos?
La deuda subordinada y los CoCos (que son un tipo específico de deuda subordinada emitida por bancos) son una alternativa a los bonos high yield. Permiten al inversor tener exposición a compañías financieras y no financieras que, a pesar de ser en su mayoría Investment Grade, proporcionan más rentabilidad que la deuda senior emitida por esas mismas compañías. Los bonos subordinados llevan implícitos riesgos estructurales, como los mecanismos de absorción de pérdidas, el impago de cupón o el riesgo de extensión (riesgo de que un bono no sea amortizado en la primera fecha de ejercicio de call); en consecuencia, requiere del análisis de todas sus especificaciones y riesgos inherentes. Estos bonos también aportan a las carteras de renta fija un mejor componente de “carry”, puesto que su rentabilidad media continúa siendo considerablemente positiva (más de 3% de media para los CoCos denominados en euro).
¿Cómo afectarán las nuevas políticas acomodaticias de los bancos centrales a este tipo de deuda?
En nuestra opinión, el impacto en la deuda subordinada debería ser positivo. El BCE está comprando deuda de compañías no financieras calificadas como Investment Grade, lo que debería alentar un estrechamiento de spreads. En consecuencia, la deuda subordinada debería beneficiarse indirectamente de la búsqueda de activos con yield, y la fuerte correlación que históricamente ha existido entre los spreads del Investment Grade y la deuda subordinada. Del primer QE evidenciamos que los fondos de deuda subordinada podrían beneficiarse de entradas de capital, puesto que los inversores podrían querer incrementar su exposición a fondos de renta fija con “high beta”.
¿El Brexit es un riesgo para esta clase de deuda?
El Brexit no es positivo ni para Reino Unido ni para las economías europeas, por lo que sí lo consideramos un riesgo para nuestra clase de activo, a pesar de que parece que ambas partes desean evitar un no-acuerdo, cuyas consecuencias serían impredecibles. Las compañías europeas podrían verse perjudicadas por un contexto macroeconómico más pesimista, aunque este riesgo parece manejable siempre y cuando el BCE se mantenga en modo acomodaticio.
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, ¿cómo valoran los riesgos para el activo? ¿Qué escenario macroeconómico y monetario le perjudicaría y cuál le beneficiaría?
Irónicamente, lo peor que le puede pasar a la deuda subordinada sería una subida significativa de la inflación, que obligaría al BCE a parar su programa de compra de activos. Este hecho podría provocar volatilidades más altas en los tipos de interés y que los fondos de renta fija sufrieran reembolsos. De todos modos, éste no es el escenario base que barajamos.
¿Tienen bonos de compañías españolas en cartera?
En La Française Sub Debt, España es una de nuestras mayores exposiciones, con un 20% de la asignación de bonos (a finales de septiembre). Tenemos deuda subordinada (y en concreto CoCos) de bancos españoles como Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia o Ibercaja, que se benefician de un contexto económico positivo y del saneamiento de sus balances. En los últimos años, la mayoría de los bancos españoles han estado reduciendo sus NPLs y mejorando sus ratios de solvencia. Sin embargo, sus bonos siguen ofreciendo rentabilidades interesantes, que suelen oscilar, en la mayoría de los casos, entre el 2% y el 6% (Fuente: Bloomberg).
¿A qué país está más expuesto el fondo?
El país al que tenemos mayor exposición es Francia (26% de nuestro fondo a finales de septiembre), lo que evidencia la importancia que tienen las compañías francesas entre los emisores de deuda subordinada, concretamente en los segmentos asegurador y corporativo no financiero. Como hemos mencionado anteriormente, el segundo país en el que tenemos mayor exposición es España (con un 20%), seguido de Países Bajos (con un 16%).
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Supone el mercado de bonos BBB un riesgo sistémico?
Con un mercado que parece estar en alerta máxima, dispuesto a retroceder ante cualquier indicio de noticias negativas, las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. aumentan la incertidumbre en torno a la guerra comercial con China, el Brexit y la política de la Reserva Federal. Por ello, es prudente adoptar un enfoque cauteloso con respecto a la deuda corporativa, advierte David Lee, gestor de Capital Group.
Por otro lado, destaca el informe, las compañías han adquirido préstamos con tipos de interés muy bajos y han sido, en cierto modo, disciplinadas en cuanto a la deuda que han contraído. Además, en la última década los beneficios empresariales han aumentado de manera notable. Por lo general, las empresas rentables tienen un amplio flujo de caja disponible y pueden abonar fácilmente los intereses cuando estos se vuelven pagaderos. El entorno de tipos de interés bajos y el impulso para aumentar el valor para los accionistas han contribuido a que más compañías estén dispuestas a operar con mayores cargas de deuda.
El aumento de la deuda corporativa triple B (la calificación de grado de inversión más baja) en este contexto es un acontecimiento que no se debería perder de vista, advierte Lee. Actualmente, hay alrededor de 2.900 millones de dólares estadounidenses de deuda corporativa BBB pendiente de EE.UU., más de cuatro veces lo que había en 2008. Estos bonos representan el 50 % de la deuda corporativa de grado de inversión.
A pesar de este profundo cambio en el perfil crediticio de las empresas estadounidenses, sí existen casos de compañías de mayor calidad centradas plenamente en proteger sus calificaciones crediticias de grado de inversión, señala el informe. Existe la voluntad de tomar medidas, como reducir los dividendos para retener el acceso a capital relativamente barato que viene con una calificación de grado de inversión.
Aunque es poco probable que se produzca una recesión de manera inminente, asegura Lee, el incremento de las empresas con calificación BBB sugiere que, en la próxima recesión, podríamos ver un número récord de rebajas a un alto rendimiento debido en parte al mayor tamaño del mercado actual. Esto, con probabilidad, causaría que los diferenciales de crédito BBB y BB se ampliaran radicalmente.
Una oleada de rebajas en la calificación crediticia también puede dificultar que los inversores compren y vendan bonos, advierte el informe, porque la liquidez disponible de los operadores no ha seguido el ritmo del crecimiento del mercado. Esto también podría contribuir a ampliar los diferenciales de crédito corporativos.
Por supuesto, los diferenciales de crédito (la brecha de rendimiento entre las empresas y los bonos del Tesoro) también pueden ampliarse incluso si los descensos en la calificación crediticia no repuntan. Datos económicos significativamente más débiles, perturbaciones geopolíticas u otros signos crecientes de recesión también podrían ser factores desencadenantes. Dado que las empresas con grado de inversión suelen ser poco estudiadas en cuanto al crédito, la volatilidad tiene un aspecto positivo: la creación de puntos de entrada atractivos para inversores selectivos, señala el gestor de Capital Group.
BlackRock, el mayor administrador de activos en México y el mundo junto con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) celebraron con un toque de campanael XV aniversario de los primeros ETFs listados en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC). En el evento estuvieron presentes los principales directivos de BlackRock México, José- Oriol Bosch, director general de la BMV, así como otros destacados representantes de la industria.
La integración de los ETFs iShares en el SIC ha incrementado de 10 en 2004 a casi 400. Han tenido un crecimiento mayor que el de cualquier otra emisora de ETFs.
“La participación de BlackRock en el SICdurante más de 15 años demuestra nuestro compromiso con el desarrollo de los mercados de capitales en México, así como nuestra motivación para seguir orientando a los inversionistas mexicanos a queconstruyan un portafolio diversificado a través de la inversión internacional”, dijo Samantha Ricciardi, Directora General de BlackRock México.
“Hoy, los inversionistas mexicanos tienen acceso a una ampliagama de ETFs en el SIC con el mismo precio y rendimiento que los inversionistas en EE. UU. o Europa, donde dichos ETFs están domiciliados”, añadió.
Los ETFs son una de las más grandes innovaciones del sistema financiero a nivel global. Un ETF es un conjunto diversificado de activos, como un fondo de inversión, que cotiza en bolsa como si fuera unaacción. Los ETFs iShares de BlackRock ofrecen a los inversionistas acceso a inversiones en renta variable, renta fija, materias primas y bienes raíces, a través de un vehículo de inversión que estransparente, líquido y con un costo eficiente. Los ETFs representan actualmente entre el 30 y el 45% de los volúmenes de intercambio diario en la Bolsa Mexicana de Valores.
José-Oriol Bosch, director general de la Bolsa Mexicana de Valores, destacó que “durante los últimos 15 años, el SIC de la BMV se ha mostrado en constante evolución y de cambios que le ha permitidoun mayor crecimiento, dando oportunidad a que más inversionistas locales participen en la negociación de valores internacionales desde México”. Asimismo, reconoció el trabajo que ha realizadoBlackRock durante este tiempo, al incorporar productos innovadores y mejores prácticas internacionales en beneficio del mercado local.
Durante la conmemoración, ambas instituciones se comprometieron a llevar a cabo una serie de actividades en pro de la educación financiera en el país, la cual contemplará giras en universidades, imparticiónde seminarios a través de la Escuela BMV, participación de expertos de BlackRock en los “Jueves de Bolsa”, entre otras actividades, con el objetivo principal de convertir a más ahorradores en inversionistas.
Pixabay CC0 Public Domain. Mirabaud Fixed Maturity 2025
El pasado 25 de octubre lanzamos Mirabaud Emerging Market Fixed Maturity 2025 denominado en euros. Tan solo 5 días tras su lanzamiento, ya logró capturar la atención de más de 500 inversores, lo que hace que el fondo sea “traspasable”. El periodo de comercialización finaliza el próximo 25 de noviembre y está disponible en todas las plataformas.
Al configurar nuestras carteras de deuda emergente, en Mirabaud defendemos una gestión de convicción. En un momento en el que los tipos de interés están en caída libre y los expertos avanzan una preocupante desaceleración de la economía mundial, la deuda emergente se perfila como uno de los vehículos con mayor potencial. Su capacidad para ofrecer retornos atractivos y baja volatilidad son un gran aliciente para inversores con visión a medio y largo plazo, y una vía clara para aprovechar las oportunidades existentes y obtener el máximo rendimiento.
A través de un enfoque buy and hold, el fondo se construye sobre las mejores ideas de inversión en deuda emergente, emitida por más de 50 emisores y 30 países diferentes. Está, además, muy diversificado en cuanto a tipología de bonos: corporativos (54%), soberanos (27%) y cuasi-soberanos (19%). Teniendo en cuenta el magnífico momento que atraviesan los mercados emergentes, contamos para esta nueva estrategia con una TIR bruta estimada del 3,8% y un cupón estimado del 4% en euros tras descontar los costes de cobertura estimados.
La calidad crediticia de la cartera será de BB-. Por otro lado, su vencimiento medio es de 4,7 años, lo que se traduce en una duración de 3,7 años; un período que no es demasiado corto y que consideramos ideal para invertir en deuda emergente, sobre todo en este momento.
Existen distintas ventajas invirtiendo con un enfoque buy and hold a vencimiento fijo. Una de ellas es que se reducen los costes por operaciones comparado con los de los bonos individuales y los fondos tradicionales. Mientras, casi eliminamos el riesgo de liquidez, un factor que, hoy en día, está teniendo un efecto considerable tanto en el retorno como en el riesgo.
La distribución del fondo está disponible en clase de reparto y en clase de acumulación, con los siguientes ISIN dependiendo del perfil inversor: A (clase retail), N (clase limpia), I (clase Institucional):
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro A cap. EUR LU2051644214
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro A dist. EUR LU2051644305
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro N cap. EUR LU2051644644
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro N dist. EUR LU2051644727
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro I cap. EUR LU2051644487
Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro I dist. EUR LU2051644560
A nivel macro, las economías emergentes mantienen un ritmo de crecimiento interesante y, según publicaba el FMI a principios de año, el diferencial de crecimiento entre países emergentes y desarrollados seguirá ampliándose. El crecimiento de los últimos 20 años ha sido espectacular, situando su participación al crecimiento del PIB mundial en torno al 60%, y con perspectivas de seguir creciendo.
Los países emergentes ya no son un nicho, son una parte cada vez más grande del mundo. El crecimiento de la deuda emergente es el reflejo real del crecimiento económico y, mientras este continúe, la deuda emergente seguirá avanzando. El crecimiento económico todavía es mucho mayor que el de la deuda, y esto hace que la solvencia y los riesgos de crédito, de media, sigan siendo bastante bajos.
Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica
Pixabay CC0 Public Domain. Alternativas de inversión para una mejor diversificación en Perú
Entre el 0,5% y el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) peruano se pierde como consecuencia de la corrupción. Esto es el equivalente a casi el 5% del presupuesto general del país. Así lo recogen los estudios de la Universidad de ESAN. La inestabilidad del gobierno, el clima de incertidumbre social y política, además de la falta de visión respecto a las elecciones generales del 2021 se presentan como riesgos importantes que podrían complicar el horizonte de inversiones en el corto plazo, advierte un informe de Zest Capital.
Los últimos cuatro años, desde el inicio del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) el 28 de julio del 2016, han estado marcados por un clima de corrupción, divisiones internas e inestabilidad política. Poco después de su legislatura, salieron a la luz diversos escándalos de corrupción que vinculaban a varios funcionarios públicos con la constructora brasileña Odebrecht por haber recibido sobornos en la adjudicación de obras públicas y en la entrega de dinero ilícito a favor de las campañas electorales de diversos candidatos presidenciales.
El resultado de la crisis política ha sido el paso de dos presidentes, cinco gabinetes ministeriales, la disolución del congreso y, finalmente, la convocatoria nuevas elecciones parlamentarias para el 2021. Todo en menos de cinco años.
¿Cómo se ha visto afectada la economía?
Todo este entorno ha repercutido negativamente en el crecimiento económico del país y en las perspectivas actuales de los negocios, señala el informe de Zest Capital. El índice de confianza de los consumidores aumentó en el segundo trimestre del 2016, después de las elecciones presidenciales ante las buenas expectativas del gobierno de derecha de PPK. No obstante, los numerosos escándalos de corrupción y la incapacidad del gobierno para realizar proyectos y reformas, debido a la falta de apoyo parlamentario, han contribuido a la creciente incertidumbre política y han afectado directamente en la confianza de los negocios, señala el análisis.
El clima de obstruccionismo en el Congreso y la falta de apoyo popular al gobierno también se vieron traducidos en una menor inversión pública, destaca Zest Capital. La ejecución del presupuesto nacional para proyectos, por ejemplo, se ha mantenido por debajo del 70% en los últimos cuatro años. No solo esto, sino que el informe también refleja una tendencia a la baja para su ejecución, que ha disminuido en aproximadamente un 6% anual promedio desde el 2015. El gobierno actual tiene menos de un año para poder compensar la falta de avances de los últimos cuatro años antes de las nuevas elecciones e en un contexto de gran incertidumbre política, aumentando potencialmente los sesgos a la baja para el crecimiento económico del país.
Según un informe de Macroconsult, se espera que se ejecute casi 71,000 millones de dólares en proyectos de inversión entre el 2019 y el 2023. Esto equivale a un promedio de 14,000 millones de dólares al año, lo que representará el 23% de la inversión total y el 5,4% del PIB en dichos años. No obstante, de no realizarse algunos proyectos que de momento se califican con probabilidad media, los flujos de inversión podrían caer hasta 9,000 millones de dólares en promedio, teniendo un impacto sumamente negativo en el crecimiento económico, advierte el análisis.
Según el informe, los sectores con peor desempeño han sido aquellos relacionados con la actividad económica primaria como el sector de pesca, el minero y el de manufactura. El sector no primario continúa fuerte, en particular en el sector de servicios y construcción, pero podría verse afectado ante una desaceleración económica más fuerte.
Y en el mundo, ¿qué ocurre?
En general, nos encontramos en un contexto de desaceleración global, aseguran desde Zest Capital. El Fondo Monetario Internacional rebajó sus perspectivas y ha predicho un menor crecimiento económico para el 2019 y 2020 tanto para Perú como para el resto de las naciones, resultado principal de la guerra comercial entre EE. UU. y China.
La desaceleración global es un riesgo para el crecimiento peruano, exacerbando la desaceleración en las exportaciones y en los mercados primarios, advierte Zest Capital. El cobre, por ejemplo, representa más del 50% del PIB minero metálico, casi el 10% del PIB nacional y el 61% del valor total de las exportaciones peruanas. Debido a que el precio de este commodity está muy relacionado a los indicadores de crecimiento económico globales Perú está sumamente expuesto no solo a factores internos, sino también a la volatilidad y crecimiento del resto del mundo.
¿Qué ha hecho el Banco Central de la Reserva del Perú al respecto?
El Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP) es una institución autónoma, encargada de preservar la estabilidad monetaria dentro del país. Ante el contexto discutido, el BCRP decidió recortar la tasa de referencia en agosto de 2,75% a 2,5% con el propósito de estimular el crecimiento económico, citando los riesgos a la baja de la actividad económica mundial, indicadores de la actividad económica primaria negativos y una menor ejecución de la inversión pública en el período enero-julio.
Desde la entidad, no muestran preocupaciones respecto a la inflación, pero sí es probable que existan sesgos a la baja por la posibilidad de un crecimiento de la demanda interna menor al esperado. Desde Zest Capital consideran que las expectativas de inflación probablemente se mantendrán en un rango de 2,1%-2,2%.
Además, toda la región ha seguido una tendencia a depreciarse respecto al dólar. Mientras, el sol peruano se ha mantenido relativamente estable a pesar de todo el contexto internacional. Esto, ha creado una divergencia del sol con respecto a la tendencia de la región.
A medida que aumentan los riesgos económicos, sociales y políticos, es probable que el comportamiento de la moneda se apegue más a la tendencia de los países vecinos, señala el informe de la fintech. Por ejemplo, el peso chileno, que históricamente se ha comportado de manera muy similar al sol, ha sufrido una depreciación como resultado de los recientes problemas sociales.
En conclusión, el informe destaca una serie de riesgos que, de ocurrir, podrían llevar a una desaceleración económica aún más pronunciada. Si este fuese el caso, se dependería de la intervención del Estado a través del uso de la política monetaria y fiscal para contrarrestar un entorno internacional complicado y la creciente incertidumbre política y social, apunta Zest Capital.
Inversiones en Perú, ¿riesgos subvaluados?
Actualmente, Perú cuenta con una cultura financiera poco sofisticada y se caracteriza por tener un mercado sumamente concentrado, con poca información disponible respecto a opciones de inversión, declara el informe. En este sentido, muchas veces se crean sesgos conductuales que llevan a los inversores a tener una asignación de su portafolio poco eficiente sin suficiente diversificación.
Uno de estos sesgos es el de las inversiones locales, que lleva a los inversores a sobreponderar las inversiones provenientes de su propio mercado, señala Zest Capital. Esto se debe a que las inversiones en el mercado local usualmente pueden ser más conocidas, de más fácil acceso o estar sometidos a ciertos beneficios tributarios. Otras veces, los inversores tienden a ser más optimistas sobre el panorama local en comparación con un inversor extranjero, lo que los lleva a subestimar el riesgo que toman, advierten.
En esa misma línea Zest Capital advierte de que estar concentrado en un único mercado puede llevar a duplicar el riesgo. Los ingresos, ya sea de empresas propias o como trabajadores dependientes, están directamente influenciados por el crecimiento económico. Que las inversiones sean únicamente locales exacerbaría las pérdidas ocasionadas por una potencial desaceleración, señala el informe.
De acuerdo con los resultados económicos del tercer trimestre de 2019 de las principales compañías representadas en el mercado bursátil peruano, la tendencia a corto plazo sigue siendo preocupante, según Zest Capital, por todo el contexto mencionado anteriormente. Las compañías de los sectores de infraestructura y minería siguen mostrando un decrecimiento en sus ingresos y utilidades, mientras que los sectores de finanzas y consumo aún se muestran resilientes, pero principalmente gracias a una estrategia de eficiencia operativa. En general las utilidades han caído un 0,8% comparado con el mismo periodo del año pasado.
En este sentido, el informe resalta las últimas noticias respecto a la acogida que han tenido las distintas alternativas de inversión local, sobre todo las que tienen como riesgo subyacente la solvencia financiera de las compañías. El análisis destaca algunos de los fondos de inversión más populares y sus diferentes niveles de riesgo:
1. Fondos de inversiones Inmobiliarias (FIBRA’s/ FIRBI’s)
FIRBI: Es un fondo de inversión en renta de bienes inmuebles, cuya finalidad es realizar inversión en proyectos inmobiliarios.
FIBRA: Es un fideicomiso de titulación para inversión en renta de bienes raíces que tiene como objetivo desarrollar proyectos inmobiliarios, ya sea adquiriéndolos, construyéndolos y después arrendándolos.
El riesgo de este tipo de fondos es la coyuntura económica, por ello, el análisis subraya la importancia de la diversificación ante un contexto de incertidumbre y riesgos potenciales que podrían afectar a la economía. Adicionalmente, estas estrategias suelen contar con menos liquidez y son instrumentos a largo plazo. A pesar de que estos fondos han logrado acortar sus plazos de inversión, es importante tener en cuenta que el horizonte de inversión recomendado oscila entre 3 a 7 años, advierte Zest Capital.
2. Fondos de inversión de factoring
Su objetivo es generar rentabilidad al prestar financiación a corto plazo a empresas a cambio de la cesión de derechos de sus facturas con un descuento para luego cobrarlas en su totalidad. Una gran parte de estas empresas son PYMES, pequeñas y medianas empresas con una facturación anual de 151-1,700 y hasta 2,300 UITs, respectivamente. El riesgo de este tipo de fondos recae en que el inversor “toma” el riesgo crediticio del deudor. En un contexto de desaceleración económica, podríamos ver un incremento en el riesgo crediticio y una mayor probabilidad de impago de las facturas, subraya el análisis de la fintech.
Actualmente, algunas compañías en el mercado han estado teniendo problemas para hacer frente al pago de estas obligaciones. Desde Zest Capital recuerdan que, por lo general, las compañías que recurren a este mecanismo de financiación tienen un elevado nivel de capital de trabajo requerido, con lo que necesitan generar liquidez a corto plazo recurrentemente para seguir operando.
3. Fondos de Leasing Operativo: su objetivo es comprar activos requeridos por empresas domiciliadas en Perú, a fin de otorgar leasing operativo por los mismo durante un período de tiempo. Suelen ser compañías grandes y medianas con grandes requisitos de financiación de activos específicos para sus operaciones, señala Zest Capital.
4. Fondos de deuda privada: su objetivo es otorgar financiación a PYMES que, por algún motivo en especial, tienen acceso limitado a una financiación bancaria tradicional (sobre apalancamiento, investigaciones legales, costo bancario elevado, entre otros). En este sentido, estos fondos brindan líneas de crédito bajo estructuras legales complejas. Sin embargo, a pesar de que toman todo el resguardo posible para mitigar el elevado riesgo crediticio al que se enfrentan, el riesgo principal detrás será el contexto económico del país dado que son compañías que tienen una elevada dependencia a la demanda interna, advierte Zest Capital.
5. Otros fondos: el informe recoge diversos tipos de fondos adicionales, sobre todo en el lado privado de la regulación pero que no son considerados como populares en 2019, pero que están no dentro de lo que en el 2019. Sin embargo, el informe advierte de que siempre se debe tener presente cuál es el riesgo fundamental al que se expone el inversor para el éxito de toda estrategia.
¿Cómo diversificar el riesgo local?
El PIB de Perú representa menos del 0,3% del PIB mundial. Considerando que todo portafolios de inversiones prudente no está concentrado al 100% en inversiones locales, el informe destaca algunas de las opciones de inversión con exposición al mercado internacional disponibles actualmente:
1. Invertir a través de una sociedad agente de bolsa: Según Zest Capital esta opción es la más adecuada para aquellos inversores con bastante conocimiento de los mercados financieros ya que requiere que estos elijan los activos en los que desean invertir. Dependiendo del tipo de acción o índice, la tasa de impuestos a la que están sujetas las inversiones locales puede ser mayor.
2. Fondos mutuos: De acuerdo con Zest Capital, esta alternativa ofrece un abanico de posibilidades de estrategias de inversión, dentro de un marco de renta fija y renta variable. En ese sentido, advierten, se debería tener cuidado para no elegir una estrategia que tenga como foco inversiones locales, sino por el contrario un FFMM con enfoque internacional.
3. Fondos Alternativos:
Estrategia de inversión en notas estructuradas: son productos más sofisticados que pueden ofrecer una protección al capital invertido. Ante una mayor volatilidad en el mercado, este tipo de productos pueden ofrecer retornos atractivos, minimizando la exposición de riesgo del portafolio total. Al ser productos más complejos, dentro de lo que se considera inversiones no tradicionales, lo recomendable según Zest Capital es contar con un fondo o asesor que tenga claro todas las características y riesgos para que nos puedan explicar de una manera transparente.
Productos de capital garantizado: ofrecen un potencial de rendimientos entre el 3% y el 7% anual, pero aseguran la devolución total de la inversión sin pérdida alguna.
Productos ligados al riesgo crediticio: se paga un cupón periódico y dependen de una cartera de activos de renta fija. Ofrecen un potencial de rendimientos entre el 5% y el 7% anual actualmente. Su riesgo depende del riesgo crediticio de las empresas en las que se invierte, advierte el informe. Por lo general, permite tener un excedente de retorno con respecto a invertir directamente en bonos tradicionales. Excelente para una coyuntura como la actual, donde la renta fija tradicional se encarece cada día más, señala Zest Capital.
Productos con barrera de protección: ofrecen rendimientos a la medida, dependiendo de la cartera de los subyacentes se puede obtener retornos de renta condicionada desde 5% hasta 12% anual en dólares.
Foto cedida. El nuevo impuesto al patrimonio chileno gravará propiedades de más de un millón de dólares
El gobierno y los principales partidos de la oposición chilenos llegaron a un acuerdo sobre el proyecto de reforma tributaria que estaba siendo negociado durante los últimos días. Habrá un nuevo impuesto a los activos inmobiliarios, pero pocos detalles han transcendido por el momento.
Según explicó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el acuerdo tiene tres elementos centrales: “En primer lugar, es un acuerdo que es pro emprendimiento, pro pyme, pro inversión y pro crecimiento, cuestión que para nosotros como gobierno era un elemento central. El país vive una situación económica compleja y es fundamental dar una señal que sea pro emprendimiento, pro inversión, pro pyme y pro crecimiento”, dijo el ministro. En su conjunto la reforma se traducirá en una recaudación de 1.000 millones de dólares en el corto plazo y en régimen, 2.000 millones de dólares al año.
A su vez, el ministro planteó que el acuerdo tributario establece un impuesto a quienes tienen mayores ingresos. Al respecto, señaló que: “Le hemos pedido un esfuerzo tributario adicional a los chilenos. Lo hacemos en un momento difícil, sabemos que no es fácil y quienes tenemos más, y me incluyo, nos vamos a tener que meter la mano al bolsillo. El momento lo requiere”, declaró Briones.
Nuevo impuesto sobre propiedades inmobiliarias
De esta forma, se crea un nuevo impuesto sobre propiedades inmobiliarias con un evalúo fiscal de 400.000 pesos, que supone un valor comercial de 700.000-800.000 millones de pesos (superior a un millón de dólares). Los detalles sobre la aplicación del mismo todavía están en desarrollo, pero el ministro aseguró que el proyecto incluye no solo a personas físicas sino también a jurídicas y se consolidará en un mismo RUT para evitar que el patrimonio se divida entre varios titulares.
En una entrevista posterior al cierre del acuerdo, el ministro de Hacienda explicó en ADN Radio, la complejidad y la falta de efectividad de la aplicación del impuesto patrimonial. Los dos principales motivos que hacen que sea un impuesto tremendamente complejo de llevar a la práctica son, en su opinión, la capacidad de movimiento de los activos financieros y su dificultad de registro y sus efectos sobre la inversión y el ahorro.
Ventajas de los activos inmobiliarios sobre los activos financieros
“El patrimonio está compuesto por activos físicos, inmobiliarios y activos financieros y típicamente la gente que tiene mucho patrimonio tiene muchos activos financieros. Pero resulta que los activos financieros tienen una gran particularidad, que son móviles y el problema cuando usted los sobregrava es que esos activos de mueven, se van a otro lado, es como una corriente. Y eso hace difícil capturarlos”, explica el titular. En este sentido, destacó las ventajas de los activos inmobiliarios frente a otro tipo de activos.
La segunda razón son los efectos que el impuesto del patrimonio tiene sobre la inversión y el ahorro y compartió un ejemplo del efecto real que se produce si se grava con un 1% un patrimonio que genera un retorno del 4%. Así, se produciría un aumento de la carga fiscal del 25% y apeló a la responsabilidad del gobierno a no tomar medidas que puedan poner en riesgo aspectos importantes de la economía.
Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon
El contexto macroeconómico actual está creando desafíos para los inversores. El crecimiento global es más lento y la inflación benigna. Mientras tanto, los bancos centrales parecen haber regresado a políticas más acomodaticias y las tensiones geopolíticas han aumentado.
Según indica Jonathan Harris, director de inversiones en renta fija en Schroders, los periodos de recesión del ciclo económico, a menudo causadas por condiciones económicas adversas, pueden conducir a una serie de tendencias que son negativas para los inversores de bonos high yield.
Por ejemplo, algunas empresas sufren una rebaja en sus calificaciones crediticias, lo que impacta su capacidad para pedir prestado y puede forzar a algunos inversores a vender sus bonos. Puede que haya un número mayor de empresas que tienen dificultades para pagar el interés de su deuda a medida que las condiciones comerciales se vuelven más difíciles y sus ventas disminuyen. También puede haber una venta más generalizada de activos más riesgosos, como bonos de alto rendimiento, ya que los inversores buscan reducir el riesgo de sus carteras o reaccionar ante titulares de noticias negativas.
Como era de esperar, considerando el contexto económico actual, algunos inversores están cada vez más nerviosos por asumir riesgos.
¿Qué es la deuda high yield?
Los bonos corporativos (bonos emitidos por empresas) son clasificados de acuerdo con las fortalezas o debilidades de la empresa y de lo arriesgado que es prestarle el dinero (con la compra de sus bonos). En el extremo de mayor calidad, con un menor riesgo, se sitúa la deuda con calificación AAA. Los bonos con calificación AAA, A o BBB se consideran bonos de inversión; mientras que los bonos con calificación BB, B, CCC, CC o C son clasificados como deuda high yield. Los bonos high yield o de alto rendimiento se consideran más arriesgados y, como tales, pagarán un mayor nivel de intereses para el tenedor del bono o prestamista. Sin embargo, con un mayor nivel de riesgo llegan unas recompensas de inversión potencialmente atractivas.
La deuda high yield tiende a recuperarse rápidamente y fuertemente
El momento en el que se realiza una inversión claramente juega un papel determinante a la hora de determinar los rendimientos. A menudo tiene sentido invertir después de que los mercados se han caído, cuando las valoraciones se han vuelto más bajas o baratas. Este ha sido el caso de la deuda corporativa high yield, que ha demostrado resiliencia con el paso del tiempo, repuntando fuertemente después de las ventas masivas en el mercado.
Aunque esto respalda el adagio de la inversión “compra en la caída” (es decir, comprar activos después de una caída en valor), el análisis detallado es crucial para identificar esas oportunidades de compra. La siguiente gráfica ilustra ese efecto rebote como lo muestra el alto rendimiento global durante los últimos periodos de estrés del mercado.
Esto también se demuestra claramente si miramos a la pasada crisis financiera global. En 2008, el mercado paneuropeo de deuda high yield tuvo un rendimiento de un -31% y el mercado de deuda high yield estadounidense de un -26%. Ambos mercados repuntaron con fuerza el año siguiente, con el mercado paneuropeo obteniendo una rentabilidad del 85% y el mercado estadounidense del 58%. Y cada uno de los mercados logró unas ganancias superiores al 15%, en 2010.
Entre finales de 2007 y 2010, los índices de deuda high yield estadounidense y paneuropeos obtuvieron unos rendimientos del 34% y 31% respectivamente, o un 10% y 9,5% anualizado. El gráfico a continuación muestra el rendimiento total, esto es los cambios en el precio del bono más el rendimiento pagado sobre los bonos. El principal impulsor de los rendimientos durante este periodo, y de hecho en el largo plazo, son los intereses recibidos.
Mientras que esto parece algo atractivo, un mayor nivel de rentas o de tipos de interés también refleja el nivel de riesgo en el que se está involucrado. En particular, existe un mayor riesgo de que una empresa de alto rendimiento no pueda hacer frente a un pago periódico de intereses.
Esto no quiere decir que el rendimiento del bono necesariamente proporcionará un reflejo justo o exacto del riesgo. Si el rendimiento es alto, puede que esté exagerando el riesgo, en ese caso los bonos pueden ser particularmente atractivos. Los emisores de deuda high yield son a menudo empresas más pequeñas en áreas más especializadas. Como tales, no es inusual que los rendimientos se desincronicen con los fundamentales de la empresa.
Las empresas que emiten bonos están obligadas por los términos del “bono” o “contrato” a pagar intereses y, en última instancia, a pagar a los tenedores de los bonos que se establecen en la documentación legal. Este no es el caso con los ingresos de las acciones, que se paga en forma de dividendos, que son pagados a discreción del equipo directivo de la empresa y dependiendo de los resultados de la empresa.
Las actuales incertidumbres globales ciertamente requieren un enfoque de inversión prudente y juicioso. Los inversores tienen razón al pisar con cuidado, ciertamente en relación con las clases de activo de más riesgo. Sin embargo, también tiene sentido tener en cuenta las características únicas y, a veces más sutiles, de los diferentes mercados al construir carteras y tomar decisiones de inversión.
Información importante:
Riesgo asociado con la inversión en bonos.
Un incremento en las tasas de interés suele generar una caída en los precios de los bonos.
Un declive en la salud financiera de un emisor puede causar que el valor de sus bonos caiga o quede sin valor.
El valor de las inversiones y las rentas derivadas de éstas pueden caer y pueden subir y los inversores pueden no recuperar el importe originalmente invertido.
Foto cedidaFrancisco García Paramés es el fundador de Cobas AM.. parames
Crèdit Andorrà y Cobas AM han modificado la estrategia mediante la que venían colaborando en los últimos años con el objeto de optimizar la gestión de las IICs propias de Crèdit Andorrà, y diversificar la capacidad de inversión para sus clientes.
El cambio tiene dos dimensiones: por un lado, se modifica la gestión y la filosofía del Crediinvest European Value, que contaba hasta ahora con el asesoramiento de Cobas AM, y que en adelante será gestionado íntegramente por el Grupo Crèdit Andorrà, donde Luis Buceta es el director de Inversiones de renta variable global de Gesalcalá (Banco Alcalá, perteneciente al grupo). El fondo será gestionado directamente desde Andorra, según ha podido saber Funds Society.
De esta manera, el grupo deja de encargar el asesoramiento de su fondo value europeo a Francisco García Paramés después de varios años al frente de la estrategia (Paramés asesoraba el fondo ya en su etapa de Bestinver, más tarde el mandato estuvo en azValor -antes de conocerse que Paramés montaría su propia gestora- y finalmente, desde hace algo menos de dos años y medio, Paramés lo asesoraba desde Cobas AM).
El cambio en la gestión de uno de los fondos de referencia del banco andorrano se produce tras unos años difíciles para el value investing y en los que la gestión de García Paramés, el llamado Warren Buffett español, no ha dado buenos resultados. El fondo, que comenzó a ser gestionado por Paramés con un patrimonio de unos 400 millones de euros, ha reducido su volumen. Las pérdidas, junto a la presión de los inversores más conservadores del grupo andorrano, han llevado a tomar la decisión, según fuentes del mercado.
Sobre su proceso de inversión, el banco apostará por una gestión más indexada, es decir, más cercana al índice de lo que estaba antes.
Pese a la ruptura en gestión de la parte de renta variable europea, por otro lado el banco andorrano comercializará ahora la gama completa de IICs que Cobas AM gestiona en Luxemburgo, confiando en su orientación value, explican desde Cobas AM. De este modo, los clientes del banco con mayor convencimiento sobre el value investing, y mayor tolerancia al riesgo y a las inversiones en renta variable a largo plazo, podrán seguir optando a la gestión de la gestora de García Paramés, no solo en las apuestas europeas (que eran las que contemplaba el fondo Crediinvest European Value), sino para las inversiones globales.
«Con estas decisiones ambas entidades continúan colaborando», explica en un comunicado Cobas AM, con el foco puesto, «en ofrecer el mejor servicio y productos a todos los clientes, incluidos los de Crèdit Andorrà, interesados en una gestión de valor», dicen.
Foto cedidaAndrew Milligan, responsable de estrategia global de Aberdeen Standard Investments. Aberdeen Standard Investments apuesta por los activos reales y los mercados emergentes
Volatilidad, incertidumbre, complejidad y competencia. Son las palabras que Andrew Milligan, responsable de estrategia global de Aberdeen Standard Investments, utiliza para describir el momento desafiante al que se enfrentan los inversores actualmente.Una volatilidad que, añade, ha vuelto a los inversores más defensivos y una complejidad que, sostiene, viene derivada de la disrupción que afecta también a la industria de gestión de activos.
«En un entorno de bajos rendimientos, crecimiento económico bajo y riesgos políticos, los inversores tienen que diversificar para encontrar rentabilidad», señalaba Milligan durante el reciente European Press Day de Aberdeen Standard Investments en Edimburgo.
Respecto a la posibilidad de una recesión económica, Milligan reconoce que es la pregunta más importante para los inversores. A este respecto, destaca que si bien el sector manufacturero está en una recesión modesta, hay otros sectores que se mantienen firmes. «El sector servicios lo está haciendo bien, porque el bajo desempleo apoya el gasto en consumo. Sin embargo, hay una gran divergencia porque la producción industrial y el comercio mundial están débiles», afirma. La gestora escocesa no anticipa una recesión en 2019 y 2020, pero reconoce que «la eficacia de los estímulos todavía no se ha visto y la volatilidad puede aumentar por las tensiones y los errores políticos. «Las carteras siguen en posición táctica y buscando elementos de diversificación», explica este experto.
Y sí, las políticas de nuevo expansivas de los bancos centrales serán efectivas, pero, en su opinión, habría que matizar que el recorte de tipos de interés es un recurso más fácil que implementar una política fiscal que apoye el crecimiento económico. «Los gobiernos van a tener que hacer más en materia fiscal en los próximos años», asegura. «Los bancos centrales están forzando a los inversores a asumir más riesgo», añade.
Foco en la renta variable estadounidense y japonesa frente a la europea
En este contexto, las carteras de Aberdeen Standard Investments siguen en una posición táctica y buscando oportunidades. La preferencia por la renta variable se fundamenta, según Milligan, en dos datos. Por un lado, la rentabilidad por dividendo está por encima de la rentabilidad de la renta fija y la volatilidad de las acciones se sitúa actualmente en el 20%, es decir, no es demasiado agresiva. En cuanto a las valoraciones, Milligan cree que son relativamente atractivas, si tenemos en cuenta que el sentimiento de los inversores está deprimido.
En renta fija, sin embargo, hay pocos argumentos para defender este activo en términos de precio. «Las valoraciones no apoyan la mayoría de los bonos gubernamentales y Australia es la única excepción ante la expectativa de recorte de tipos de interés», señala.
Pese a la preferencia por la renta variable, las carteras están reduciendo su nivel de riesgo y se centran en identificar los activos que están en precio. «Tenemos un moderado riesgo en nuestras carteras a través de una variedad de activos soportados por las valoraciones», señal Milligan. Respecto a la renta variable europea, no se muestran muy positivos dado que los beneficios empresariales no están creciendo. «Hay algunas compañías europeas en las que se puede invertir, pero no hay crecimiento. Es difícil encontrar compañías en Europa en las que se pueda invertir. Las valoraciones, además, hay que tomarlas con cuidado porque Europa apenas tiene empresas tecnológicas y el argumento de las valoraciones altas no funciona igual en la renta variable europea que en la estadounidense».
Respecto a una de las más importantes tendencias de la industria, la ISR o inversión socialmente responsable, Amanda Young, responsable global de análisis de inversiones ESG, destaca que la inversión sostenible, además de una oportunidad de inversión, representa un gran desafío desde el punto de vista comercial. «Nuestro gran desafío es encontrar clientes más allá de Europa. Esto puede cambiar porque los fondos de pensiones no encuentran activos en los que invertir», afirma Young.
Private markets, activos que proporcionan ingresos estables
Además de la preferencia por los mercados emergentes, la renta variable estadounidense y la japonesa, desde Aberdeen Standard Investments tienen clara su apuesta por los activos reales, tanto en su vertiente de private equity como en proyectos de infraestructuras o sector inmobiliario. «En un mundo de bajos rendimientos, preferimos mayor asignación a activos privados y alternativos aunque nos preocupa el elevado endeudamiento. Claramente, son los que ofrecen mejores retornos en este momento del ciclo». destaca Milligan.
Para Nalaka De Silva, responsable de private markets de Aberdeen Standard Investments, la clave de esta clase de activos es que proporcionan a los inversores ingresos estables y aportan una prima de iliquidez generando alfa y reduciendo la volatilidad de las carteras. «Es un activo para grandes inversores que buscan diversificar sus carteras», señala.
Buena muestra del protagonismo que están adquiriendo los mercados privados en las carteras de los inversores institucionales es el tamaño del universo de inversión tanto público como privado. «Desde 1996 el universo de inversión de los mercados públicos se ha reducido un 46% en EE.UU.», destaca De Silva.
Entre los activos reales con mejores pronósticos para los próximos años está el sector inmobiliario en los segmentos de residencias de estudiantes y para la tercera edad, hoteles, plantas industriales urbanas, oficinas y salud. «Son fuentes de crecimiento a largo plazo por la combinación de distintas fuerzas globales como la demografía y la sostenibilidad», afirma Anne Breen, responsable global de estrategia e inversión en real estate de Aberdeen Standard Investments. En residencias de estudiantes, por ejemplo, el potencial se fundamental en la creciente demanda de alojamientos de calidad frente a los campus universitarios.
Actualmente, los inversores institucionales asignan en torno a un 15% de sus carteras a private markets, pero Breen pronostica que este porcentaje se está incrementando y podría alcanzar el 30% en los próximos años.
Pixabay CC0 Public Domain. El renacimiento de la gestión activa
Las estrategias de inversión pasiva han disfrutado de un tremendo crecimiento en la última década, gracias al desempeño estelar del mercado y las comisiones cada vez más competitivas, y hoy representan alrededor del 40% de la asignación de activos de los inversores, señala Fiona Frick, CEO de Unigestion, en un reciente análisis en el que augura sin embargo un cambio de ciclo.
En los últimos 10 años, sólo una minoría de gestores activos han tenido un mejor desempeño que los pasivos teniendo en cuenta los costes, según el índice SPIVA, que compara los índices de Dow Jones frente a los fondos de gestión activa. Sin embargo, desde Unigestion creen que las tendencias en el comportamiento de las estrategias activas frente a las pasivas han sido históricamente cíclicas. El rendimiento de la gestión activa fue fuerte en comparación con las estrategias pasivas entre 2000 y 2009, por ejemplo. Por ello consideran que la gestión activa está evolucionando y podría “estar a punto de experimentar un renacimiento a medida que hacemos la transición a la siguiente fase del ciclo”.
En un entorno de bajas tasas de interés y altas valoraciones para los activos tradicionales, los riesgos a la baja están aumentando. Las estrategias pasivas, que no prevén la asignación de riesgos, son “más vulnerables a correcciones bruscas en operaciones sobrevaloradas”, destacan estos expertos. De esta manera, los gestores activos, con su enfoque en los fundamentos y su capacidad de gestionar el riesgo de forma dinámica, están en una posición mucho mejor para garantizar la resiliencia a la baja y ofrecer rendimientos “en mercados volátiles”.
La propuesta de valor de la gestión pasiva es muy simple ya que su objetivo es replicar un índice. La gestión activa ofrece una propuesta más compleja. Primero, tiene como objetivo ofrecer un rendimiento superior frente a un índice. En segundo lugar, permite una mejor gestión de riesgos activa de una manera que está más estrechamente alineada con el apetito de riesgo, los objetivos y las limitaciones de los inversores. Sin embargo, lograr esos objetivos es menos predecible, ya que depende en gran medida de la habilidad y el proceso del gestor.
De este modo, la gestión activa está evolucionando, gracias en parte a los desarrollos en la inversión de factores y los ETFs, que han proporcionado a los inversores acceso a clases de activos específicos o segmentos del mercado a través de un único valor. Como resultado, ha habido un cambio en la demanda de gestión activa.
Los inversores también están asignando cada vez más capital privado a los valores cotizados para obtener una exposición más amplia a la economía, a medida que el mercado público continúa reduciéndose.
Por ello, la era de la gestión pasiva y equilibrada de múltiples activos está terminando a medida que los inversores reconocen cada vez más el valor de un enfoque dinámico que puede adaptar la asignación de carteras a las diferentes condiciones del mercado.
Un elemento fundamental en este cambio de tendencia son las oportunidades que aportan las nuevas tecnologías. Desde Unigestion destacan que la gestión de activos es un dominio en el que el cliente se beneficia «no sólo de ser inteligente… . sino de ser inteligente de una manera diferente a los demás. Adoptar nuevas tecnologías será una forma de que los gerentes activos sean más listos que los pasivos».
Existe un enorme potencial para que los gestores de activos utilicen el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para apoyar sus decisiones de inversión y ofrecer mejores resultados a los inversores, especialmente si están respaldados por la experiencia humana, subrayan.