Foto cedida. Allianz GI lanza una nueva gama alineada con los ODS y formada por tres fondos de renta variable temática
Desde 2015 Naciones Unidas ha implementado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 17 metas que cubren desde el calentamiento global hasta la atención sanitaria, pasando por la innovación tecnológica. Estos objetivos permiten conocer mejor qué es la sostenibilidad y cómo puede ser su impacto, además se calcula que podrían aflorar oportunidades de inversión por importe de hasta 12 billones de dólares y crear 280 millones de puestos de trabajo, pero la cuestión es si los inversores pueden obtener unos rendimientos interesantes al tiempo que contribuyen a estos ambiciosos objetivos. En opinión de Robeco, es posible.
Sin embargo, ¿cómo se pueden incorporar los ODS a las carteras? Para responder a esta pregunta, Robeco ha elaborado un marco para seleccionar empresas, el cual mide la contribución positiva o negativa que realiza cada una a estos objetivos marcados por la ONU y se divide en tres fases:
Analizar la contribución del sector o la industria en la que opera la compañía: en esta fase contemplan un amplio conjunto de reglas que ayudan a hacer una primera clasificación más general de las empresas. Por ejemplo, una empresa relacionada con el sector de la salud tendría mejor puntuación que una relacionada con la venta de gas. Después pasan a fijarse en parámetros más específicos que definen de forma más exhaustiva la actividad de la empresa.
Analizar cómo opera la compañía: en este paso se tienen en cuenta aspectos como el buen gobierno corporativo, los esfuerzos de la empresa por reducir su huella ecológica o por promover la igualdad de género.
Analizar si la empresa se ha visto envuelta en prácticas controvertidas: en este punto, investigan si las empresas han sido corruptas o guardan relación con algún desastre medioambiental como, por ejemplo, vertidos de petróleo y cómo la empresa ha asumido su responsabilidad y ha atajado los problemas.
La gestora apuesta por que, una vez completado el análisis, el resultado se cuantifica mediante una puntuación ODS propia, la cual refleja la contribución de la compañía a la consecución de los ODS y el impacto de la misma. “A la hora de calcular el resultado no se extrae la puntuación neta de pros y contras, si una empresa tiene una puntuación negativa en alguno de los ODS, su puntuación global será negativa, y quedará excluida del universo de inversión de los productos ODS”, explica la gestora.
Los resultados del análisis de Robeco muestran que el 60% de las compañías de su universo contribuyen positivamente a los ODS, las cuales forman la base para la selección de los candidatos finales. “Los ODS constituyen una manera emocionante de pasar a la inversión sostenible, que, si se hace bien, puede marcar una diferencia tangible. Es todo un orgullo estar en la vanguardia de esta revolución a través de nuestras innovadoras estrategias basadas en el análisis”, apuntan desde Robeco.
Pixabay CC0 Public Domain. The Carlyle Group obtiene 6.400 millones de euros para el fondo Carlyle Europe Partners V
The Carlyle Group ha anunciado que obtuvo 6.400 millones de euros para el último fondo de su franquicia Carlyle Europe Partners, una cifra con la que supera su objetivo en casi 1000 millones de euros. En total, más de 300 inversores de 37 países han formalizado compromisos con el nuevo fondo Carlyle Europe Partners V.
El fondo, el quinto de la franquicia Carlyle Europe Partners, está gestionado por un equipo de 40 profesionales en cinco oficinas europeas. El vehículo sigue desarrollando su estrategia de inversión en el segmento del upper mid-market europeo, a través de una amplia variedad de sectores e industrias con potencial significativo de transformación empresarial. En los últimos 22 años, la franquicia ha invertido 15.200 millones de euros a través de 78 operaciones en toda Europa.
«Estamos realmente agradecidos por la firme y constante muestra de apoyo y confianza por parte de nuestros inversores. Confiamos plenamente en la demostrada capacidad de nuestro equipo para trabajar junto a compañías europeas a la hora de alcanzar sus objetivos estratégicos. Nuestro fondo aprovecha la red global de Carlyle, su experiencia en distintos sectores y sus equipos locales para impulsar el crecimiento en todas nuestras compañías participadas, así como para la creación de valor para nuestros inversores y todos nuestros stakeholders clave», afirmó Marco De Benedetti co-presidente del equipo asesor de Carlyle Europe Partners.
Carlyle Europe Partners V ha realizado ya cinco inversiones en diferentes compañías ubicadas en España, Italia y los Países Bajos como Forgital, fabricante de grandes piezas forjadas y mecanizadas para el sector aeroespacial e industrial, Cepsa, una de las mayores empresas energéticas integradas no cotizada de España o Nouryon, especializados en la fabricación de componentes y soluciones químicas.
Pixabay CC0 Public Domain. Aberdeen Standard Investments prevé una recuperación del crecimiento global en forma de L “y no de V” en 2020
Existen señales tentativas de que se está deprimiendo el crecimiento global de la actividad económica, aunque, actualmente, la evidencia más clara proviene de datos poco sólidos, señala Aberdeen Standard Investments en un artículo reciente. A su juicio, esta visión se basa en la expectativa de que, en 2020, la incertidumbre política se moderará y la economía real se verá impulsada por el significativo apoyo brindado este año por la política monetaria. Sin embargo, cualquier recuperación en el crecimiento global “tendrá más forma de L que de V”.
Los motores fundamentales del riesgo geopolítico siguen ahí, limitando la inversión empresarial, y la eficacia de la política monetaria es menor que en las primeras etapas de la expansión actual. “De hecho, esperamos que las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, se desaceleren aún más en 2020, lo que disminuirá el margen de mejora en aquellas economías que fueron mucho más débiles en 2019”, advierte.
Aunque los mercados han valorado la estabilización del crecimiento, la gestora no cree que hayan tenido en cuenta una recuperación moderada de la producción industrial y los ingresos empresariales. Por eso, espera ganancias futuras en el precio de los activos de riesgo según avance 2020.
La estrategia en mercados globales
A la hora de abordar los mercados globales, ASI identifica una “asimetría al alza” en algunas inversiones con mayor carry. “Los activos de riesgo se están recuperando y los diversificadores se están liquidando, pero los cambios en los datos ‘duros’ todavía parecen demasiado insignificantes para convertirse en un catalizador”.
Sin embargo, la dirección que ha tomado la información ‘blanda’ ha sido notablemente más positiva, ya que está aumentando el optimismo de que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China disminuirán; la relajación monetaria de la Reserva Federal y otros bancos centrales ha sido sustancial; y se ha producido un repunte en algunos indicadores adelantados.
“Como inversores, nuestra pregunta perenne es si los mercados se han adaptado con precisión a estos cambios o si han superado la realidad económica”, señala la gestora al apuntar que su “proceso táctico” de asignación de activos ofrece una forma útil de considerar esto.
En ese sentido, en agosto, definieron su escenario de “desaceleración de final de ciclo” con un PMI global por debajo de 50, un crecimiento global del BPA algo negativo y una inflación básica en EE.UU. del 1,5%, sustancialmente por debajo del objetivo. “Eso estaba bastante cerca de la realidad económica en ese momento y, sin embargo, incluso en ese escenario, pronosticamos retornos para la renta variable solo un 5% menores”.
Por el contrario, su escenario de “recuperación moderada” comenzó a reflejar una subida de la renta variable del 10-20%, dependiendo de la región. Esa asimetría se había ido ampliando al tiempo que los inversores mantenían una mentalidad bajista (según encuestas como la AAII) y se posicionaban de manera bastante reacia al riesgo (encuesta BAML).
“Por tanto, el repunte del alivio que hemos visto ha coincido con la modesta mejora en la retórica comercial, la actual relajación de la política monetaria y los principales indicadores, que catalizaron una mejora en el sentimiento de los inversores”, dice la gestora.
De cara al futuro, considera que se debe evaluar si todavía existe asimetría o si el momentum adicional solo puede provenir de mejoras en los datos duros. Los economistas de ASI pronostican que el crecimiento se reducirá, pero que la recuperación puede adoptar más forma de L que de V; por lo que, para sus escenarios tácticos de asignación de activos, prevé “un entorno que se parezca más a una recuperación moderada”. Esto significa que el PMI global aumentaría un poco más, se regresaría a un modesto crecimiento del beneficio por acción (de un solo dígito) y habría una inflación levemente ascendente.
“Pese a que este escenario es más optimista que una desaceleración continua, el repunte que ya hemos visto nos hace pronosticar solo un aumento adicional del 5% en los mercados bursátiles de EE.UU., Japón y Europa en el corto plazo”. Si el crecimiento mejora, la gestora puede prever un potencial más positivo en las acciones del Reino Unido y los mercados emergentes (10-20%) debido a sus primas de riesgo más elevadas.
ASI considera importante destacar que la asimetría previa entre los rendimientos al alza y a la baja de las acciones se ha evaporado y, en esta etapa de la recuperación, ve más asimetría en sus previsiones crediticias que en las acciones. En ese sentido, cree que los spreads en el high yield y los emergentes siguen siendo justos y los retornos del carry están más respaldados por la flexibilización monetaria. “Como resultado, consideramos que estos mercados crediticios ofrecen mejores retornos ajustados al riesgo, a pesar de que continuamos beneficiándonos de cierta exposición a acciones en mercados particulares”.
El gobierno de Cambiemos se despide teniendo que reimplementar una de las primeras medidas que eliminó cuando asumió: las restricciones cambiarias. Asimismo, a pesar de que el 10 de diciembre se llevará a cabo un cambio de gobierno, es esperable que el próximo presidente mantenga vigente el cepo con algún tipo de relajamiento o endurecimiento. En este sentido, todavía es difícil de prever cómo evolucionará la nueva versión del cepo, pero lo cierto es que la escasez de divisas no se resolverá en el corto plazo.
Vale recordar que durante el cepo 2012-2015, las restricciones de acceso al mercado de divisas se fueron endureciendo progresivamente a medida que el peso se apreciaba en términos reales y, consecuentemente, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se ampliaba y el déficit de cuenta corriente se acrecentaba. A los límites de acceso a la compra de divisas y giro de utilidades al exterior, se sumaron restricciones cuantitativas a las importaciones, prohibición de conversión a dólares los créditos hipotecarios, impuestos al turismo y vehículos de alta gama, entre otras medidas.
En aquel momento, el combo de medidas arrojó un set de sectores ganadores y perdedores. En este marco, es importante repasar dicho balance y tratar de dilucidar si es posible que se repita en el futuro.
Perdedores
El principal sector afectado por el cepo fue el inmobiliario, debido a que sus transacciones se hacen en moneda extranjera. De hecho, en los cuatro años que duró el anterior control cambiario, las operaciones de compraventa de inmuebles en el Gran Buenos Aires (CABA + Provincia de Buenos Aires) cayeron 30%. Sin embargo, el golpe al sector puede ser aún mayor en el futuro, dado que en la actualidad se observa un encarecimiento de las viviendas junto a una caída del poder de compra del salario, ambos medidos en dólares. No obstante, algo a favor es que por el momento, está permitido acceder a créditos hipotecarios de hasta 100.000 dólares, mientras que antes estaba prohibido.
Otros de los sectores perjudicados por el cepo cambiario fueron los exportadores netos, siendo la actividad más emblemática la agroindustria. Por un lado, cargaban con elevadas retenciones en un contexto de fuerte atraso cambiario y, por el otro, recibían ingresos valuados al dólar oficial, mientras que parte de sus costos dolarizados crecían en línea con el dólar paralelo (la brecha entre ambas cotizaciones promedio el 40% entre 2012 y 2015). Si bien, aunque en el cepo actual rigen menores retenciones, lo cierto es que la competitividad cambiaria se encuentra cercana al promedio histórico y que la brecha cambiaria aún no es importante. De esta forma, que los exportadores se configuren como claros perdedores del cepo dependerá de que vuelvan las condiciones vigentes en el pasado.
Por su parte, las industrias importadoras netas encontraron dificultades para llevar adelante su actividad en 2012-2015, debido a las restricciones de acceso al mercado divisas y, principalmente, a los controles cuantitativos a las importaciones que generaron faltantes de insumos. En esta línea, bajo las condiciones actuales del cepo, dichas industrias se verían afectadas, pero en menor medida que antes, siempre y cuando no se reinstauren restricciones cuantitativas a las importaciones.
Por último, las actividades que requieren grandes flujos de inversión para su desarrollo son otras de las afectadas por el cepo cambiario. Tal es el caso del sector energético que, ante la imposibilidad de girar dividendos al exterior, en un contexto de fuerte apreciación real del peso, vieron recortadas sus inversiones. Por este motivo, la viabilidad de proyectos como Vaca Muerta en el futuro dependerá de si se mantiene la imposibilidad de girar divisas al exterior y si el tipo de cambio se atrasa.
Ganadores
Las restricciones al acceso de divisas en un contexto de alta inflación reducen las posibilidades de ahorro de familias y empresas, incentivando la sustitución de consumo futuro por presente. En este sentido, en el cepo 2012-2015 la imposibilidad de resguardar el valor de los ahorros en un activo seguro, incentivó la dolarización a través de la adquisición de bienes y servicios valuados al tipo de cambio oficial. En este contexto y sumado a un fuerte abaratamiento relativo de bienes y servicios provenientes desde el exterior, fue que la venta de vehículos importados y el turismo emisivo crecieron significativamente hasta que se impuso un impuesto a la demanda de ambos sectores.
La versión 2019 del cepo aún no presenta ni la apreciación real del peso, ni su consecuente brecha cambiaria, por lo que de mantenerse la situación actual, estos sectores no serían ganadores como en el cepo anterior. Asimismo, los incentivos a redireccionar ahorros hacia los durables no son tan fuertes, debido que actualmente existen todavía herramientas que por lo menos otorgan un rendimiento a la par de la inflación, como es el caso de los plazos fijos ajustados por UVA o los bonos indexados (CER).
Por su parte, el turismo receptivo no fue un ganador en el cepo anterior, pero tampoco fue un claro perdedor. Por un lado, la pérdida de competitividad cambiaria desalentaba el ingreso de turistas extranjeros (Argentina estaba cara al dólar oficial), pero a la vez, la amplitud de la brecha incentivaba a los viajeros a liquidar sus dólares en el mercado informal, haciendo valer en mayor medida sus ingresos y gastando más en pesos (con impacto principalmente en turistas provenientes de países limítrofes). Como contrapartida dichos dólares no ingresaban al circuito formal, debilitando las reservas del BCRA. En este sentido, la reciente devaluación posiciona de manera más favorable al turismo receptivo, por lo que, de mantenerse dicha competitividad, el sector sería uno de los ganadores.
Por último, una mención especial merece el sector de la construcción privada. Por un lado, el cepo cambiario tuvo efectos negativos sobre la actividad debido al fuerte desplome del sector inmobiliario: mientras menos unidades ya construidas se vendan, menos incentivos existen para la construcción de unidades nuevas. Sin embargo, por el otro lado, la actividad se vio beneficiada con los controles cambiarios, perfilándose como una opción de reserva de valor dolarizada.
En el actual cepo, a dichas condiciones hay que sumarle una mayor rentabilidad. En los últimos años subió el precio en dólares de las viviendas y se redujo significativamente el costo de la construcción en moneda dura a partir de la devaluación.
Los riesgos son altos
Más allá de que las restricciones cambiarias eran necesarias para frenar la caída de las reservas internacionales del BCRA y evitar la volatilidad del tipo de cambio, la medida trae consigo el riesgo de perder competitividad externa, en un momento donde Argentina necesita imperativamente aumentar sus exportaciones netas para solventar la deuda en moneda dura.
La sintonía fina de la política cambiaria y monetaria desde el 10 de diciembre será determinante para confirmar el set de ganadores y perdedores de este nuevo ciclo de cepo cambiario.
CLS, una infraestructura del mercado financiero que ofrece soluciones de liquidación, procesamiento y datos, anunció este martes que Actinver es el primer participante en América Latina en unirse a CLSNet, un servicio estandarizado y automatizado de cálculo de compensación de pagos bilaterales para más de 120 monedas, que opera en una plataforma de tecnología de registro distribuido.
CLSNet se implementó en 2018 con Goldman Sachs y Morgan Stanley. Otros cuatro clientes (Bank of China (Hong Kong), Bank of America, BNP Paribas e Intesa Sanpaolo) se incorporaron más adelante al servicio. La última incorporación de Actinver, una empresa líder de asesoría y tenencia de inversiones en México, indica un crecimiento continuado para CLS en América Latina.
CLSNet está disponible para instituciones que operan en la compra y en la venta en el mercado cambiario. Introduce cálculos estandarizados de compensación de pagos para operaciones del mercado de divisas que no se establecen en CLSSettlement y ofrece automatización para todo el mercado. Al estandarizar y automatizar el cálculo de la compensación de pagos, CLSNet puede reducir los costos para los participantes del mercado y aumentar la liquidez en los mercados de divisas. El servicio también respalda el cumplimiento de ciertos principios del Código de conducta global del mercado de divisas.
Alan Marquard, director de Estrategia y Desarrollo, CLS comentó: “Nos complace recibir a Actinver en CLSNet. Al participar en este servicio, Actinver ahora podrá acceder a un alto nivel de estandarización que mejora la eficiencia operativa, reduce el riesgo y reduce los costos para los participantes del mercado. Continuamos invirtiendo en el crecimiento y la flexibilidad de CLSNet y tenemos un plan de mejoras periódicas que ampliará la propuesta de valor para los clientes».
Por su parte, Héctor Sánchez, jefe de operaciones, Actinver agregó: “CLSNet nos permitirá cumplir nuestras necesidades más amplias de procesamiento posterior a la negociación y aumentar nuestra eficiencia operativa mediante la optimización de la liquidez, permitiendo el conocimiento en tiempo real de las exposiciones a divisas y contrapartes y reduciendo el riesgo».
Foto cedidaFoto: John Seo, gestor de inversiones en Fermat Capital Management. Foto: John Seo, gestor de inversiones en Fermat Capital Management
Según John Seo y Joanna Syroka de Fermat Capital Management, gestor de inversiones para fondos que invierten títulos vinculados a seguros (ILS, por sus siglas en inglés) operados por GAM Investments, los inversores tienen cada vez más en cuenta los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) en sus carteras.
Seo y Syroka consideran que los títulos vinculados a seguros (ILS) encajan con las características positivas de las inversiones basadas en los criterios ESG que pueden ayudar a proteger y mejorar las rentabilidades de las carteras.
En calidad de especialistas en títulos vinculados a seguros (ILS), a Seo y Syroka se les pregunta a menudo sobre las características ESG de esta especial clase de activos y cómo estas se traducen en políticas de inversión responsable.
Los criterios ESG, a sus ojos, son fundamentales para la rentabilidad a largo plazo de cualquier inversión. En Fermat Capital Research creen que la clase de activos de los ILS —que ofrece a los inversores de los mercados de capitales un mecanismo para proporcionar nuevo capital al sector mundial de rea/seguro (1) – encaja de forma natural con los principios ESG, tal y como se expone a continuación.
En su opinión, la adhesión continuada a los elevados estándares de inversión según los principios ESG no solo acelera el crecimiento del mercado de ILS, sino que también garantiza la sostenibilidad y el atractivo a largo plazo de esta clase de activos para los inversores en el futuro.
El mercado de ILS se constituyó a finales de la década de 1990 después de que dos acontecimientos en EE. UU. —el huracán Andrew en 1992 en la zona suburbana de Miami y el terremoto de Northridge en 1994 en los alrededores de Los Ángeles— estuvieran a punto de provocar el hundimiento de los mercados de seguros en Florida y California.
Estas catástrofes ofrecieron a los inversores de los mercados de capitales la oportunidad de proporcionar nuevo capital al sector de rea/seguro y, desde entonces, los títulos ILS han desempeñado un papel cada vez más importante en la estabilización de los mercados de seguros al ampliar el reparto mutuo de los riesgos a un conjunto de capital más amplio y profundo.
Consideraciones medioambientales
Por su naturaleza intrínseca, las consideraciones medioambientales (la «E» de las siglas ESG) están estrechamente relacionadas con los ILS. Uno de los principales riesgos que apuntalan las inversiones en el sector de rea/seguro es el clima.
Esto significa que el mercado de ILS —como los mercados de seguro y reaseguro que respalda— se sitúa en un primer plano a la hora de monitorizar los cambios en las variables meteorológicas y su efecto en las economías. Todos los bonos catástrofe de huracanes en EE. UU. —el tipo de instrumento más conocido en el marco de los ILS— indican el riesgo del bono tanto con el efecto de factores como el incremento de la temperatura de la superficie del mar como sin él, para valorar el posible efecto del cambio climático en la actividad de huracanes(2).
Al contrario de las inversiones de larga duración como la renta variable, los bonos a largo plazo y las inversiones inmobiliarias, los ILS presentan una naturaleza más cortoplacista (los vencimientos suelen oscilar entre uno y cinco años) y, por tanto, pueden ajustar sus rentabilidades relativamente a corto plazo, a medida que surge nueva información sobre la frecuencia y gravedad de los acontecimientos climáticos.
De este modo, los inversores del mercado de capitales cuentan con una indicación a futuro y basada en el mercado sobre los costes de los riesgos climáticos y, por consiguiente, del cambio climático. A cambio de ofrecer capital para cubrir estos riesgos, los inversores tienen más probabilidades de recibir una compensación adecuada por ellos.
No obstante, las pérdidas de reaseguro y seguros también se ven impulsadas por otros factores medioambientales, como la exposición asegurada subyacente en riesgo. En zonas propicias a huracanes, por ejemplo, los ILS ofrecen una indicación basada en el mercado sobre los costes a largo plazo que conlleva para la sociedad la promoción inmobiliaria en la costa, así como sobre el peligro de huracanes.
En esta situación, las comunidades e infraestructuras mejor gestionadas deberían verse compensadas con un capital de riesgo de rea/seguro con precios más competitivos que aquellos desarrollos peor gestionados, que tienen más probabilidades de sufrir pérdidas de seguro de mayor envergadura. El mismo principio aplica a los desarrollos urbanos en zonas sísmicas. Este mecanismo de precios basado en el mercado ofrece una sólida indicación sobre los beneficios relativos de la mitigación del riesgo medioambiental y las medidas de adaptación para las comunidades y crea un ciclo de retroalimentación que alinea los incentivos con una mejor gestión del riesgo a largo plazo. Los mercados de rea/seguro y de ILS se sitúan en una posición idónea para ofrecer a la sociedad esta importante función de determinación de los precios.
Implicaciones sociales
Si se pone como ejemplo Florida, uno de los principales compradores de coberturas de seguro frente a catástrofes en bienes inmobiliarios del mundo. La estimación actual del sector sobre la pérdida asegurada de un evento con una probabilidad de 1 en 200 años por un huracán que azota a una ciudad importante como Miami es de 250.000 millones de dólares(3).
Al mismo tiempo, se estima que la base de capital total del sector tradicional de reaseguro se sitúa en aproximadamente 350.000 millones de dólares4. Si bien la base de capital de reaseguro no está expuesta en su totalidad a este evento en concreto, un evento de 1 en 200 años causaría una situación de caos en el mercado mundial de rea/aseguro, con un efecto significativo no solo para la población afectada a escala local, sino también para el coste de seguro total a escala mundial.
Su estimación es que, en total, el mercado de reaseguro tradicional mundial cubre únicamente 40.000 millones de dólares de pérdidas en un acontecimiento aislado en Florida(5). En los últimos años, los ILS han crecido hasta el punto de que proporcionan aproximadamente 50.000 millones de dólares de cobertura adicional frente a huracanes a las compañías de seguro y reaseguro activas en el estado(6).
Por tanto, los ILS han contribuido de forma significativa a repartir el riesgo de huracanes fuera del mercado de seguros de Florida, lo que ayuda a reducir el posible efecto económico de un huracán de gran envergadura para los ciudadanos del estado. Además, al ayudar a gestionar mejor el riesgo de Florida, los ILS han contribuido a la estabilización de los mercados de rea/seguro a escala mundial, de modo que pueden apuntalar en mayor medida la sostenibilidad de la actividad económica en todo el mundo.
Beneficios en el plano del buen gobierno
Los ILS permiten a las aseguradoras y a los organismos públicos gestionar los riesgos de catástrofe sistémica con un enfoque eficiente y previsor a la respuesta a los desastres, en vez de uno ineficiente y a posteriori.
Un beneficio clave para el buen gobierno de prepararse con anterioridad para responder ante una catástrofe es el incremento considerable de la transparencia y la responsabilidad pública de los fondos de socorro en situaciones de desastre, dado que una dinámica tácita de la ayuda tradicional para catástrofes es que la situación a menudo debe empeorar para que se movilicen los fondos de socorro. Incluso entonces, los importes y las condiciones en las que los fondos de socorro se reciben son imprecisas, de modo que resulta complicado aplicar los planes de implementación de los fondos y estos son ineficientes en la práctica.
No obstante, la financiación pre acordada con desencadenantes transparentes para los flujos de financiación puede aumentar en gran medida la eficacia de los fondos y la planificación para desastres.
Tomando como referencia estos principios de financiación establecidos antes de que se produzca el evento, el Tesoro del Banco Mundial, en el marco de un elenco más amplio de servicios de financiación de riesgos que ofrece el Grupo del Banco Mundial, lleva un tiempo permitiendo a los países miembros gestionar sus riesgos de desastre natural con bonos catástrofe que utilizan los denominados desencadenantes paramétricos de pérdidas.
Estos desencadenantes se basan en parámetros transparentes y objetivos de un evento, como la magnitud y la ubicación de un terremoto, la presión central de un huracán o incluso el número de muertes debidas a una enfermedad en concreto. A través de su plataforma de ILS, el Programa MultiCat, el Banco Mundial facilita al Gobierno de México la emisión de bonos catástrofe para huracanes y terremotos desde 2009. Y desde 2014, está emitiendo directamente bonos catástrofe en beneficio de los países miembros a través del Programa de Bonos de Capital en Riesgo, incluidos los 16 países miembros del Fondo de seguro contra riesgos de catástrofe para el Caribe, los países miembros de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia y Perú) y los países miembros del Banco Mundial con ingresos bajos que hacen frente a riesgos de pandemia.
Estas emisiones están integradas en programas nacionales más amplios de gestión de riesgos de desastre que tienen por objeto reducir el efecto de las catástrofes para las economías e incluir planes de contingencia de cara a aplicar una respuesta más rápida, predecible y efectiva a las comunidades vulnerables, así como medidas de mitigación del riesgo ex-ante. En su opinión, esta creciente tendencia de establecer políticas y acciones nacionales para reducir el riesgo en los balances públicos constituirá un importante factor del crecimiento sostenible del mercado en el futuro y una fuente de transmisión recurrente del riesgo al universo de los ILS.
Calificaciones ESG para los ILS
Tal y como muestran los ejemplos anteriores, en Fermat Capital Research creen que los criterios ESG son fundamentales para la propuesta de inversión y la rentabilidad a largo plazo de la clase de activos de los ILS. Deberían generar oportunidades que den pie al crecimiento futuro del mercado, al tiempo que proporcionan incentivos para garantizar que las inversiones presentan precios adecuados y sostenibles.
Al revisar todos los ILS en el momento de su anuncio, se pueden tener en cuenta los criterios ESG. Este proceso puede incluir establecer una calificación ESG con respecto de su estructura general, su argumento y sus elementos cuantitativos. A continuación se expone un ejemplo sencillo que garantizaría un uso consistente y su facilidad de implementación:
Positiva – representa una coincidencia positiva con un principio ESG o más
Neutra – implica una coincidencia general neutra con respecto de todos los principios ESG
Negativa – va en contra de un principio ESG o más
A modo de ejemplo, se asignaría una calificación positiva a los bonos catástrofe emitidos por el Banco Mundial en el marco de sus series de bonos de capital en riesgo, que apuntalan firmemente los tres criterios ESG.
Se asignaría una calificación negativa a un ILS emitido por una entidad que opere de forma contraria a estos principios; por ejemplo, una empresa o incluso un Gobierno que esté incluido en una lista de exclusión para inversores o que intente quebrantar los estándares de transparencia en sus comunicaciones de riesgos.
Además de constituir un factor claramente preocupante en el plano del buen gobierno en virtud de un marco ESG determinado, este último caso también obtendría una calificación negativa en los estándares generales de suscripción. Por tanto, resulta extraño que se encuentre un ILS al que le correspondería una calificación ESG negativa, dado que el resto de evaluaciones ya lo habrían descartado con anterioridad en su proceso de selección para la inversión. Este ejemplo ilustra la interconexión entre los principios ESG para la inversión y la suscripción tradicional de los ILS.
Además, la adhesión a estos principios en la suscripción tradicional de ILS en general debería ayudar a garantizar que los estándares ESG se mantienen y mejoran. De nuevo desde el punto de vista del buen gobierno, por ejemplo, la transparencia queda demostrada en el modo en que los desencadenantes de pérdidas, la modelización de pérdidas y los factores de riesgo se definen y comunican en las propuestas de inversión de los ILS.
La calidad de este material tiene mucho que ver con la calidad y transparencia en la comunicación por parte de la compañía de rea/seguro que proponga la emisión de ILS. Evitar las inversiones con prácticas desfavorables a la hora de comunicar los riesgos y diseños deficientes de los desencadenantes de pérdidas manda un férreo mensaje a las empresas que buscan acceder al mercado de ILS en cuanto a los estándares de buen gobierno que los inversores exigen.
Los ILS desempeñan un importante y creciente papel en la gestión de algunos de los riesgos más acuciantes del mundo. Las atractivas rentabilidades ajustadas al riesgo de la clase de activos reflejan su valiosa contribución a la seguridad, la estabilidad y el crecimiento del mercado mundial de rea/seguro y, por tanto, los beneficios que puede aportar a las economías y sociedades a escala mundial.
Así pues, en Fermat Capital Research creen que la alineación natural y constante de los ILS con las características positivas en el plano de los criterios ESG podría contribuir aún más a la protección y la mejora de las rentabilidades de las carteras para los inversores a medida que esta clase de activos siga creciendo en los próximos años.
Anotaciones:
(1)En esta nota se emplea el término rea/seguro para hacer referencia de forma colectiva a las empresas de seguros y reaseguros, siendo estas últimas las que aseguran a las compañías de seguros.
(2)El informe AR5 más reciente del IPCC expone que resulta muy probable que los forzamientos antropogénicos hayan contribuido de forma notable a los incrementos del contenido térmico de las capas superiores del océano a escala mundial y, por tanto, de la temperatura de la superficie del mar, según los datos analizados desde la década de 1970 (fuente: informe AR5 de 2014 del IPCC).
(3) Fuente: Libro blanco de KCC, junio de 2014, «The 100 Year Hurricane, Karen Clark & Company». Disponible en línea en: http://www.karenclarkandco.com/news/publications/pdf/KCC_Industry_Exposure_Report.pdf
(4) Fuente para el capital de reaseguro tradicional en concreto: Reaseguro: Will Investor Losses Lead to a Rising Tide for Pricing?, por A.M. Best, 2019. Disponible en línea en:http://www3.ambest.com/bestweekpdfs/sr705410119549full.pdf
(5) Fuente: Fermat Capital Research
(6) Ibid.
Advertencias legales importantes:
Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.
En muchos aspectos, octubre fue una continuación de los acontecimientos que comenzaron en septiembre. Las rentabilidades de la deuda pública subieron por la mejora de las noticias económicas (aunque todavía distan mucho de ser buenas); los riesgos políticos disminuyeron al moderarse importantes cuestiones negativas (a saber, la disputa comercial entre Estados Unidos y China y la salida del Reino Unido de la Unión Europea).
Sin nuevas evidencias de nuevas medidas de relajación de la política monetaria en todo el mundo, no sorprendió que las rentabilidades de los bonos evolucionaran al alza, si bien de forma desigual, prolongando los vaivenes bruscos para los inversores. Lo que estamos atravesando es una volatilidad significativa de alta frecuencia con pocas evidencias de que se trate de una tendencia. Es posible que continúe esta realidad según nos acerquemos a una bifurcación: los datos mejorarán según disminuyan los riesgos geopolíticos o regresaremos a las preocupaciones por la guerra comercial y el deterioro de los fundamentales económicos.
Esta desigual evolución también se propagó a los mercados de crédito. Los diferenciales de los activos con grado de inversión se estrecharon y las rentabilidades de los mercados emergentes cayeron, lo cual consideramos apropiado teniendo en cuenta la mejora económica y geopolítica. Sorprendentemente, los diferenciales de los activos de alta rentabilidad de Estados Unidos se ampliaron incluso alcanzando las acciones de dicho país nuevos máximos.
Lo único que podemos hacer es reiterar el consejo del mes pasado: quedarnos cerca de casa (es decir, mantener una posición neutral) con un pequeño sesgo optimista, mantener los riesgos equilibrados, sin demasiado riesgo de tipos y sin demasiado riesgo de crédito, y centrarnos en una selección bottom-up de valores y países cuyos fundamentales sean sólidos y cuyas valoraciones sean razonables.
Gráfico 1: Rentabilidad de los activos desde comienzos de año
Gráfico 2: Variaciones mensuales de divisas frente al dólar
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Perspectiva para la renta fija
Las ventas masivas en los mercados de bonos de la esfera desarrollada que comenzaron en septiembre continuaron en la segunda mitad de octubre, siendo de nuevo las rentabilidades no estadounidenses las más afectadas. En esta ocasión, dicha evolución puede atribuirse a dos factores:
la mejora de los datos económicos, en general, o al menos el optimismo por el repunte de los datos; y
el creciente optimismo por la posibilidad de que Estados Unidos y China lleguen a un acuerdo comercial, poniendo fin, al menos por ahora, a los riesgos de que se recrudezca el conflicto.
Confiamos moderadamente en que el mercado esté en lo cierto al comenzar a descontar un repunte desde mínimos de los datos económicos. En nuestra mente, este optimismo se basa en dos factores interrelacionados, factores que los inversores siempre deberían recordar. En primer lugar, los datos económicos no se deterioran para siempre, pues se activan mecanismos que, de manera endógena, ralentizan el descenso, concretamente cuando no existen grandes desequilibrios evidentes en el mundo. En segundo lugar, y claramente en relación con el primero, la política monetaria global se ha moderado sustancialmente en 2019. Se trata de una respuesta de política normal al deterioro de las condiciones económicas, tanto actuales como previstas.
La respuesta de política monetaria de Estados Unidos ha sido importante e inusual, pues el desempleo se encuentra en mínimos, las solicitudes de prestaciones para parados no están aumentando, la economía está creciendo y la inflación no está cayendo.
La Reserva Federal nunca antes ha rebajado los tipos en tres ocasiones en tales condiciones. Sus medidas son verdaderamente preventivas y es de esperar que mejoren en gran medida las posibilidades de que el crecimiento se acelere en 2020.
Las respuestas de otros bancos centrales no han sido así y pueden considerarse, en algunos aspectos, respuestas retardadas al deterioro real de la situación económica. Sin embargo, la conclusión es que las economías cuentan ahora con mucho más respaldo que hace doce meses y no es probable que se produzca una recesión en el futuro cercano. Solo falta que termine la engorrosa guerra comercial.
Sin embargo, no nos dejemos llevar por el optimismo, pues hay numerosos baches en el camino. Las evidencias de viraje en el crecimiento siguen siendo escasas. El crecimiento tendencial ha caído. R* —el tipo de interés real en pleno empleo— ha disminuido junto con el crecimiento. La inversión en inmovilizado sigue siendo débil, pues la relación a largo plazo entre Estados Unidos y China está todavía por decidir y la propensión a invertir es claramente escasa. Además, si bien puede que la actividad manufacturera/industrial esté tocando fondo, la parte de servicios de la economía global todavía está debilitándose moderadamente.
Dado que se trata de una parte con mucho más peso en la economía global, si los servicios no viran en los próximos meses, nuestras perpectivas optimistas podrían no cumplirse. Los mercados de trabajo, como ya hemos indicado, siguen siendo clave: si las economías de los hogares continúan creciendo, no habrá problema; de lo contrario, preparémonos para más rebajas de tipos.
La perspectiva para la política monetaria es probablemente la más sencilla de predecir, al menos, a corto plazo. Los tipos son bajos y así van a seguir. El obstáculo a la hora de elevar los tipos es mucho más importante que a la hora de rebajarlos. Por ahora, los bancos centrales han hecho su trabajo. Han reaccionado de un modo que calificaríamos como bastante agresivo a la ralentización y los riesgos reales de mayor deterioro económico.
No prevemos más cambios en el cuarto trimestre y probablemente tampoco para el primero del año próximo. Llevará tiempo comprobar la eficacia de las rebajas de tipos de este año y cómo evolucionan las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y el divorcio entre la Unión Europea y el Reino Unido. Hasta entonces, prevemos que la dependencia de los datos y una actitud vigilante serán aspectos clave.
Además, dado que es probable que se produzcan nuevas rebajas de los tipos como respuesta al empeoramiento de los datos, puede que los mercados financieros no los interpreten de manera tan favorable, pues si bien las malas noticias son sinónimo de descenso de los tipos, estos no implican evoluciones favorables para la renta variable y los activos de alta rentabilidad. Las malas noticias son malas noticias.
Durante este periodo de intensa incertidumbre, seguimos buscando señales/indicadores que muestren cómo evolucionará la situación. Seguimos pensando que la curva de rentabilidades es el mejor barómetro de la confianza del mercado. En nuestra opinión, una medida de éxito, por ejemplo, la reflación, sería un pronunciamiento de las curvas de rentabilidades. Si el estímulo monetario funciona, las curvas deberían pronunciarse.
A corto plazo, parece avecinarse un periodo de mayor calma: parece que Estados Unidos y China están cerca de llegar a un acuerdo preliminar y que queda descartado que el Reino Unido salga de la Unión Europea sin acuerdo. No se avecina una recesión global.
Lo único que podemos hacer es reiterar el consejo del mes pasado: quedarnos cerca de casa (es decir, mantener una posición neutral) con un pequeño sesgo optimista y mantener los riesgos equilibrados, sin demasiado riesgo de tipos y sin demasiado riesgo de crédito. Debemos aprovechar las rentabilidades y las oportunidades en crédito dada su debilidad y centrarnos en una selección bottom-up de valores y países cuyos fundamentales sean sólidos y cuyas valoraciones sean razonables.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
Análisis mensual:
Siguiendo la estela de septiembre, los bonos soberanos de mercados desarrollados volvieron a registrar ventas masivas en octubre. Aunque se conocieron una serie de datos económicos peores de lo previsto en Estados Unidos y Europa durante la primera mitad del mes, los riesgos geopolíticos —como las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y que el Reino Unido y la Unión Europea se divorcien sin acuerdo— se moderaron hacia finales de mes.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) tuvo un mes muy ajetreado entre su reunión, la publicación de actas de la reunión de septiembre y el anuncio de un nuevo programa de compra de bonos del Tesoro para aliviar la tensión en los mercados de financiación a corto plazo. En su reunión de octubre, el FOMC recortó los tipos de interés en 25 pb, rebajando el tipo de los fondos federales a un rango de 1,50%-1,75%.
La tercera rebaja “a modo de seguro” del año la descontaban ampliamente los mercados, pero ahora la pregunta es: ¿qué será lo próximo que haga el FOMC? Las observaciones de diversos miembros de la Reserva Federal sugieren que el banco central permanecerá a la espera de forma indefinida, al menos, hasta 2020, salvo que las condiciones económicas se deterioren significativamente. Según los datos, los indicadores del ISM de Estados Unidos cayeron hasta su nivel más bajo en 10 años, siendo las tensiones comerciales entre dicho país y China uno de los factores de que los datos fueran peores de lo previsto (1).
Perspectiva:
Es probable que el crecimiento global siga descendiendo en lo que resta de 2019. Los bancos centrales se han tornado más acomodaticios, concretamente, en Estados Unidos y la zona euro, si bien parece improbable que se adopten más medidas expansivas salvo que la situación macroeconómica empeore de modo sustancial.
Los tres grandes riesgos que percibimos para las perspectivas son la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y que la debilidad de los sectores manufacturero y comercial pese sobre el consumo. Dado este contexto, prevemos que las rentabilidades del Tesoro estadounidense permanecerán por debajo del 2%.
Tipos y monedas de mercados emergentes
Análisis mensual:
Los activos de renta fija de mercados emergentes evolucionaron de forma positiva en el mes, pues la mejora de la tolerancia al riesgo compensó con creces el efecto negativo de la subida de las rentabilidades del bono estadounidense a 10 años (2). La mejora de la percepción se atribuyó a los avances en el ámbito geopolítico, pues se pospuso la salida del Reino Unido de la Unión Europea y Estados Unidos y China lograron avances en sus negociaciones comerciales.
También contribuyeron al positivo dinamismo algunos signos de estabilización del crecimiento económico global, pues los datos de septiembre de China mostraron estabilización del crecimiento del crédito, mejora de los PMI, aumento de la inversión y mejora de las ventas de viviendas y del sector minorista. En cuanto a deuda nacional, las rentabilidades de los tipos locales y la solidez de las monedas de la esfera emergente con respecto al dólar contribuyeron al resultado.
Durante el periodo, los precios de las materias primas subieron por lo general, con los precios de la energía a la cabeza, seguidos por las materias primas agropecuarias; los precios de los metales evolucionaron de forma heterogénea, pues los de metales básicos cedieron. Los inversores siguieron ampliando sus posiciones en deuda de mercados emergentes como clase de activos, canalizando 3.200 millones de dólares hacia estrategias de deuda de la esfera emergente, dirigiéndose la mayor parte de los flujos hacia estrategias en monedas fuertes (2.400 millones de dólares) y los restantes 800 millones de dólares, hacia estrategias en monedas locales (3).
Perspectiva:
La deuda de mercados emergentes podría beneficiarse a corto plazo si se logran avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China o llegan nuevos signos de estabilización en la actividad económica global. Nuestra hipótesis de partida prevé un acuerdo preliminar entre los presidentes Trump y Xi, si bien cuándo se producirá es más incierto, tras la cancelación de Chile de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico a mediados de noviembre.
Podría haber incentivos para ambas partes para sellar una tregua comercial: desde el punto de vista de Estados Unidos, la proximidad de las elecciones presidenciales y la presión de los lobbies empresariales y los consumidores para retrasar la aplicación de nuevos aranceles a las importaciones de China; desde el punto de vista de China, aunque un acuerdo preliminar no incluya estipulaciones para eliminar los aranceles, podría permitir a ambas partes centrarse en otras cuestiones más importantes para China como, por ejemplo, Huawei, a un coste por concesiones relativamente bajo.
En el frente de la actividad económica, los indicadores de alta frecuencia apuntan una incipiente estabilización del crecimiento en los mercados emergentes que, si la confirman los próximos datos cualitativos, podría impulsar la tolerancia al riesgo a corto plazo. Los riesgos clave para nuestra perspectiva a corto plazo se derivan de la situación política en Estados Unidos, pues la investigación para la posible destitución del presidente está pasando a una fase más pública que podría traducirse en mayor volatilidad.
Crédito
Análisis mensual:
En octubre, los diferenciales corporativos se estrecharon en plena mejora generalizada. Las rentabilidades de los activos sin riesgo cerraron el mes al alza, continuando dando marcha atrás en su evolución de agosto. Los factores impulsores en octubre fueron los siguientes:
el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de su programa QE, que se prevé que comience el 1 de noviembre con compras de 20.000 millones de euros al mes;
las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que avanzan hacia un acuerdo preliminar que se espera que se firme en noviembre;
los resultados de las compañías del tercer trimestre, que fueron mejores de lo que apuntaban las expectativas rebajadas; y
que los datos económicos, aunque siguen siendo débiles, superaran las expectativas. La rebaja de los tipos estadounidenses a final de mes confirmó la postura de consenso de que la relajación de la política monetaria se prolongará en el futuro cercano.
Perspectiva:
Seguimos detenidamente los datos económicos que van llegando (con mayor enfoque hacia las tendencias del empleo), así como las observaciones de los bancos centrales. Si bien las favorables condiciones financieras conducen a tasas de impago bajas y la demanda técnica posiblemente cree un dinamismo positivo durante el cuarto trimestre, los diferenciales de crédito están próximos a su promedio a largo plazo.
Los resultados corporativos desde el segundo y el tercer trimestres hasta la fecha no indican debilidad, pero, de cara al futuro, esperamos a ver si el debilitamiento del crecimiento económico y las encuestas prospectivas se reflejan en los resultados del cuarto trimestre. Nuestra estrategia ha consistido en recoger beneficios de posiciones mantenidas durante largo tiempo, desde antes del verano, al evolucionar los diferenciales por debajo del promedio a largo plazo, si bien mantenemos una posición netamente larga en riesgo; nuestra intención es mantener un enfoque táctico en lo que queda de año, con sesgo de venta de cara a la solidez que esperamos.
Activos titulizados
Análisis mensual:
Los tipos siguieron subiendo en octubre, pues parece que mejoran las condiciones económicas y los riesgos geopolíticos. La situación económica del consumo estadounidense permanece estable, pues el desempleo se encuentra en mínimos históricos, los salarios suben y los niveles de gasto son adecuados y el aumento de las ventas de viviendas sigue contando con el empuje de unos tipos hipotecarios menores.
Los diferenciales del crédito titulizado permanecieron, en gran medida, sin cambios en octubre en el conjunto de los sectores de bonos de titulización hipotecaria de agencia y de crédito. Los diferenciales nominales actuales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia con cupón se estrecharon 1 punto básico en octubre, situándose 100 puntos básicos por encima de los valores del Tesoro estadounidense interpolados(4).
El índice Bloomberg Barclays U.S. MBS obtuvo un 0,28% de rentabilidad en el mes, anotándose un avance del 5,97% desde comienzos de año. La duración del índice Bloomberg Barclays U.S. MBS se alargó 0,13 años, hasta 2,86 años, en octubre(5). Los tipos hipotecarios nacionales subieron 3 puntos básicos en octubre hasta el 3,75%, pero siguen en niveles muy bajos en términos históricos: 33 puntos básicos más bajos que en 2019 y 100 puntos básicos más bajos que hace un año(6).
Las liquidaciones de conjuntos específicos mantienen su solidez al buscar los inversores grupos con menores riesgos de amortización anticipada. La cartera de bonos de titulización hipotecaria de la Reserva Federal se contrajo en 21.000 millones de dólares durante el mes de octubre, hasta 1,446 billones de dólares; la reducción en lo que va de año es de 191.000 millones de dólares (7).
Los fondos de inversión hipotecaria registraron entradas netas de prácticamente 1.000 millones de dólares en octubre, elevando las entradas netas desde comienzos de año hasta casi 14.000 millones de dólares(8).
Las posiciones de los principales intermediarios en bonos de titulización hipotecaria de agencia siguen siendo altas, de 50.000 millones de dólares, por debajo de los 70.000 millones de dólares de finales de septiembre, pero todavía muy por encima del nivel histórico más habitual de entre 10.000 millones de dólares y 30.000 millones de dólares (9).
La combinación de la persistente reducción de las posiciones de la Reserva Federal en bonos de titulización hipotecaria y la probable minoración de las mismas posiciones de los principales intermediarios podría suponer un importante obstáculo para el dinamismo entre oferta y demanda de bonos de titulización hipotecaria de agencia hacia finales de año.
Perspectiva:
Nuestra perspectiva permanece en general sin cambios. Nuestra perspectiva crediticia fundamental sigue siendo favorable con respecto a las condiciones de financiación residencial y al consumo tanto en Estados Unidos como en Europa.
Seguimos manteniendo cierto pesimismo acerca de los bonos de titulización hipotecaria de agencia, que se encuentran sometidos a presiones por el aumento de los riesgos de amortización anticipada ante la caída de los tipos hipotecarios y también por la dinámica actual de oferta y demanda de la Reserva Federal, que sigue reduciendo sus posiciones en los citados activos, y el incremento de las existencias de los principales intermediarios.
Los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia se han ampliado sustancialmente en los últimos meses en respuesta a estos riesgos y ahora ofrecen un valor relativo más comparable, si bien es posible que persista la presión sobre la oferta de cara a final de año.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
(1) Fuente: Bloomberg, a 31 de octubre de 2019.
(2) Fuente: Bloomberg, a 31 de octubre de 2019.
(3) Fuente: J.P. Morgan, a 31 de octubre de 2019.
(4) Fuente: J.P. Morgan. Datos a 31 de octubre de 2019.
(5) Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de octubre de 2019.
(6) Fuente: Bankrate.com. Datos a 31 de octubre de 2019.
(7) Fuente: Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Datos a 31 de octubre de 2019.
(8) Fuente: Lipper U.S. Fund Flows. Datos a 31 de octubre de 2019.
(9) Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de octubre de 2019.
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Foto cedida. D. Williams (GSA Coral): “Existe un exceso de demanda global de alojamiento universitario, un sector de alta rentabilidad, incluso en entornos de recesión”
Derek Williams es responsable de Capital, EMEA y Norteamérica en GSA, una entidad que acumula 28 años de experiencia en el sector del alojamiento para estudiantes universitarios. En una entrevista con Funds Society en Madrid, realizada tras la presentación de su estrategia GSA Coral Student Portfolio, reveló que existe un exceso de demanda y una falta de oferta en este sector, que ofrece un alto rendimiento con carácter “defensivo”, ya que “rinde bien incluso en entornos de recesión”.
Los principales mercados de residencias estudiantiles de calidad son Estados Unidos y el Reino Unido, pero si se analiza Alemania, Japón, Australia o España, “están 15 años por detrás”. Según Williams, en esos países, los estudiantes están viviendo en casas compartidas o viviendas financiadas públicamente, que “suelen ser de menor calidad, están peor ubicadas y menos enfocadas al cliente”. Por ello, es en esos mercados, con un exceso de demanda frente a una baja oferta, donde se encuentran las mayores oportunidades y donde el fondo –lanzado hace una década y adquirido por GSA hace 5 años- está siendo “increíblemente exitoso”.
Otra de las características que, a su juicio, hacen atractivo este activo es su elevada rentabilidad. “Prácticamente cada nuevo mercado en el que hemos entrado en los últimos años el rendimiento de nuestros activos tiende a ser un 1,5% mayor que el de las oficinas y residencias de calidad del sector del real estate y, obviamente, muy superior el de la renta fija, los dividendos y la renta variable”, aseguró.
Para el gestor, la clave está en que ese rendimiento es, a su vez, “defensivo”, ya que afronta pocos riesgos en entornos económicos negativos, incluso recesivos, como el de 2008-2010, cuando las matriculaciones aumentaron. “Por una sencilla razón: en esos contextos, las personas quieren mejorar su formación para que, cuando la economía mejore, puedan tener mejores perspectivas laborales. Eso es lo que mueve la demanda”, afirmó.
Además, se espera que esta crezca de forma exponencial, ya que, según datos de la UNESCO, los estudiantes de educación superior pasarán de 224 millones en 2018 a 330 millones en 2025. Además, la movilidad global se encuentra en niveles récord, lo que genera más oportunidades de inversión en el sector.
Oportunidades globales de expansión
Actualmente, GSA Coral invierte directamente en seis mercados: Australia (33%), Irlanda (29%), el Reino Unido (16%), España (16%) y Japón (3%), y también cubre China y Dubái, donde tiene en marcha contratos operacionales con otros inversores. “En los últimos cinco años, hemos crecido de la nada a 8 mercados y vemos una oportunidad a medio plazo para duplicar, si no triplicar, el tamaño de nuestra cartera en lugares clave como España, Japón o Alemania”, declaró Williams.
A esto se une el objetivo a más corto plazo de GSA, que es entrar en Portugal, Italia y Francia en 2020 y, más adelante, continuar expandiéndose por Norteamérica y Asia. Sobre este último, el gestor destacó otra tendencia que hace crecer su interés por la región: cientos de millones de ciudadanos chinos están incorporándose a la clase media, algo que está moviendo la demanda hacia una educación de calidad, tanto en su país, como en otras ciudades. Es el caso de Londres, donde se ha visto una fuerte demanda por parte de estudiantes asiáticos.
Con todo, GSA Coral cuenta actualmente con 2.700 millones de dólares en activos bajo gestión, entre los que se encuentran aquellos ya finalizados y operativos y oportunidades en desarrollo. En concreto, mantiene 58 activos y 16.000 camas operativas en 35 ciudades de todo el mundo. “Tendemos a centrarnos más en las ciudades que en los países: miramos aquellas con universidades fuertes y una escena social atractiva, como Madrid, Barcelona, Salamanca, Dublín, Londres o Edimburgo”, contó Williams. Para él, la clave reside en crecer de forma “creíble”, sin dejarse llevar por adquisiciones a cualquier precio.
El 40% de la cartera está en efectivo o directamente gestionada por las universidades, es decir, que prácticamente la mitad se encuentra “libre de riesgo”; y el objetivo de rentabilidad anual es del 8-10%. La rentabilidad anualizada de la versión Clase E en euros desde su lanzamiento en 2011 ha sido del 6,84% y su volatilidad, del 1,46%; mientras que para el Clase A en libras, lanzado en 2009, han sido del 7,74% y el 1,52%, respectivamente.
Williams hizo hincapié en la escasa competencia que existe en el sector en la actualidad y lo bien posicionada que se encuentra GSA para desarrollar sus productos en mercados con una oferta de alojamientos universitarios insuficiente. Además, “la demanda de educación es fuerte y sigue creciendo y contamos con activos nuevos y bien ubicados para afrontarla”, sentenció.
Pixabay CC0 Public Domain. Jupiter AM anuncia un acuerdo con NZS Capital para entrar en el mercado estadounidense
Jupiter AM ha anunciado la compra de una participación minoritaria en NZS Capital, firma de inversión estadounidense fundada este año por Brad Slingerlend y Brinton Johns, ex gestores de Janus Capital. Con este acuerdo, Jupiter AM entrará en el mercado estadounidense y distribuirá de forma exclusiva las estrategias de NZS Capital, a partir del primer trimestre de 2020.
Según ha matizado la gestora en un comunicado, el acuerdo entre ambas firmas supondrá el lanzamiento de nuevos fondos basados en la experiencia de Jupiter AM. Inicialmente, han indicado, que su prioridad será centrarse en los inversores institucionales, incluidos aquellos ubicados en Estados Unidos, donde Jupiter AM empezará a dedicar recursos de ventas por primera vez.
“Asociarnos con un negocio prometedor es una oportunidad realmente emocionante para nosotros. Brad y Britnon tienen estrategias cuidadosamente construidas y con el potencial para ofrecer beneficios a largo plazo. Nuestras primeras conversaciones con los clientes sugieren que un enfoque de inversión centrado en la habilidad de innovación y adaptación de las compañías growth tendrá un gran interés entre los inversores. También supone nuestro primer paso en los EE.UU., un gran y sofisticado mercado que representan una opción atractiva de crecimiento no sólo para las estrategias de NZS, sino también para las capacidades actuales de Jupiter”, explica Andrew Formica, consejero delegado de Jupiter.
Por su parte, NZS Capital fue fundada por Brad Slingerlend y Brinton Johns este año. Ambos trabajaron juntos durante 14 años en Janus Capital, antes de fundar su propia gestora, y cuentan con un amplio historial de gestión de carteras de renta variable para clientes institucionales y minoristas. Desde Jupiter AM aseguran que son “expertos gestores con un enfoque alineado con la cultura y la convicción de Jupiter AM de una gestión activa centrada en los resultados para el cliente.”
“El enfoque de NZS Capital va más allá de los factores ESG y contempla una definición más amplia de responsabilidad fiduciaria que ofrece resultados de suma cero o beneficio mutuo teniendo en cuenta clientes, empleados, la sociedad y el medioambiente, además de los accionistas”, aseguran desde la gestora.
En este sentido, NZS Capital emplea una estrategia de inversión basada en el “complexity investing», que se centra en seleccionar activamente modelos de negocio que sean capaces de soportar las fuerzas disruptivas de la economía global al largo plazo. Mientras el ciclo de cambios continúa acelerando, las carteras del equipo están diseñadas para aprovechar el crecimiento de la innovación y, al mismo tiempo, evitar el riesgo de la disrupción.
“La tecnología impacta cada vez más en cada sector del mundo. Es más importante que nunca invertir la vista en el futuro y una perspectiva activa de la evolución de la economía mundial. Jupiter AM destaca por su dedicación a la gestión activa para satisfacer las necesidades de los clientes, lo que lo hace el compañero perfecto para NZS”, aseguró Brad Slingerlend, cofundador de NZS Capital.
Pixabay CC0 Public Domain. DPAM lanza un nuevo fondo como parte de su estrategia en la lucha contra el cambio climático
Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), que se celebra en Madrid (España), Degroof Petercam Asset Management (DPAM) ha lanzado la estrategia DPAM L Bonds Climate Trends Sustainable. Un fondo de gestión activa, que ofrece a los inversores la posibilidad de financiar a emisores comprometidos con la lucha contra el cambio climático a través de una cartera agregada de bonos gubernamentales y corporativos, en su mayoría investment grade.
El vehículo permitirá a los inversores la posibilidad de financiar a emisores comprometidos con la lucha contra el cambio climático a través de una cartera agregada de bonos gubernamentales y corporativos, en su mayoría con grado de inversión. Según ha explicado DPAM, con este fondo busca concentrarse en las oportunidades que ofrece la actual transición a una economía de bajas emisiones de carbono, con el fin de generar un valor consistente.
El perfil de inversión no se limita a los bonos verdes (empresas o gobiernos emisores cuyo uso de los activos e ingresos involucra proyectos con beneficios ambientales), sino que también incluye compañías que dedican una parte significativa de su negocio a soluciones y productos verdes. «Estas empresas y gobiernos desafían activamente los riesgos climáticos y facilitan las soluciones necesarias para allanar el camino hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Estos emisores y proyectos deben encajar dentro del universo temático EMERALD de DPAM (Eficiencia energética, Movilidad y electrificación, eco-sociedad, economía regenerativa, energías alternativas y renovables, uso de la tierra, agricultura y agua, descarbonización y sector manufacturero)”, afirman desde la gestora.
El fondo DPAM L Bonds Climate Trends Sustainable combina los beneficios de una cartera medioambiental con el valor añadido de la gestión activa para garantizar un perfil de riesgo óptimo sin sacrificar la rentabilidad. La gestora considera que este fondo responde a inquietud de los inversores y a su preocupación sobre la actual crisis climática, que parece acercarse cada vez más a un punto de inflexión. Sin embargo, múltiples organizaciones se enfrentan ya los retos que esta supone de manera directa. Ha elegido el contexto de la COP 25 para este lanzamiento porque considera que este encuentro marcará la hoja de ruta de las Naciones Unidas en la búsqueda de soluciones que contribuyan a mitigar el cambio climático y la operatividad de la Conferencia de París sobre el cambio climático.
Actualmente, la oferta de vehículos de inversión responsable de DPAM cubre 6.600 millones de euros en activos. La gestora es, además, signataria del acuerdo Acción Climática 100+. Esta iniciativa garantiza que las empresas más grandes reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, mejoren la gobernanza y refuercen la información financiera relacionada con el clima. Además, el acuerdo Acción por el Clima 100+ apoya las directrices establecidas en el Acuerdo de París y pretende frenar el aumento de las temperaturas medias mundiales por debajo de los 2 °C.