Como parte de su plan estratégico 2019-2022, EFG International está mejorando su oferta global para los gestores de activos independientes. Para ello ha lanzado una plataforma de multicustodia integral. Previsiblemente, estará en funcionamiento el próximo 10 de septiembre.
La plataforma incluirá funcionalidades que van desde la gestión de las relaciones con los clientes hasta la gestión de la cartera y los informes, así como el cumplimiento y la gestión de riesgos. “Como parte de esta nueva oferta, los gestores independientes se beneficiarán de una fuente de datos de custodia automatizada de todos los centros de reservas de EFG, así como del acceso al amplio servicio de soluciones de inversión y oferta de productos del banco”, explican desde la compañía.
Según ha explicado la firma, la plataforma ha sido desarrollada en asociación con AM-One AG, una subsidiaria de Expersoft Systems AG, proveedor de soluciones software para gestores de activos y patrimonios. Ambas compañías esperan que esta asociación genere un “valor significativo” para los clientes de EFG Independent AM. “Como ya anunciamos en marzo de 2019 a nuestros clientes, una de nuestras prioridades es fortalecer la cobertura global del segmento de gestores de activos independientes. En particular, en nuestro mercado interno suizo, donde pretendemos capturar oportunidades enfocándonos en el segmento de gestores independientes medianos. Estamos contentos de nuestra colaboración con AM-One AG y con poder presentar esta plataforma integrada y personalizada que complementa nuestro servicio integral y nuestra oferta de productos”, explica Giorgio Pradelli, consejero delegado de EFG International.
Por su parte, Philipp Bisang, consejero delegado de Expersoft Systems AG, ha destacado lo positivo que es la asociación de trabajo con EFG International. “Esperamos con interés el lanzamiento de la nueva plataforma de EFG, que aborda la necesidad de eficiencia y agilidad en el entorno de mercado actual y permitirá que los Gestores de Activos Independientes se centren en su negocio principal”, afirma.
En los mercados financieros de hoy en día, a mi modo de ver, estamos experimentando un cambio de paradigma en relación a las condiciones económicas, la política de los bancos centrales y la percepción de los inversores.Desde nuestro punto de vista, una verdadera manera de entender el potencial de riesgo/recompensa de cada inversión y la contribución que puede hacer en para las carteras será más importante que nunca a medida que avanzamos hacia la siguiente fase del ciclo.
Para ello es importante adaptar la asignación de riesgos a un entorno macroeconómico cambiante. Y es que, según nuestros indicadores macro patentados, el crecimiento global ahora es desigual entre las regiones y se dirige hacia unos niveles por debajo del potencial o incluso hacia una posible recesión. El panorama actual requiere un enfoque preciso de la asignación de riesgos bastante diferente y mucho más selectivo del que prevaleció en la última década. A mi modo de ver, la gestión activa del riesgo y la flexibilidad para adaptarse serán esenciales. En un período en el que el crecimiento económico se está desacelerando, los activos de crecimiento como las acciones, el capital privado y el crédito deben tratarse con cuidado ya que su perfil de riesgo-beneficio se está deteriorando. Durante desaceleraciones anteriores, los bonos del gobierno actuaron como un poderoso diversificador, pero sus capacidades de cobertura ahora son más limitadas, ya que los rendimientos ya están en niveles muy bajos (al menos en Europa).
Por otro lado, es conveniente tener un enfoque cauteloso en los activos de crecimiento. Dado que el camino hacia los puntos de inflexión en el mercado puede ser largo y estar momentos de estrés más frecuentes, será importante seguir invirtiendo con cautela en activos de crecimiento, como las acciones. En este sentido, es probable que el aumento de la volatilidad y el crecimiento más lento de los beneficios de las cotizadas frenen el apetito de los inversores por la exposición a la beta del mercado en los próximos años y generen una mayor diferenciación en los retornos. Un enfoque activo será crucial para caminar hacia la transición. Las estrategias pasivas son demasiado propensas a los excesos, ya que no prevén la asignación de riesgos y es más probable que se inviertan en posiciones sobrevaloradas, que son vulnerables a correcciones pronunciadas. En este entorno, estamos a favor de invertir en carteras diversificadas de acciones de calidad con valoraciones razonables que estarán mejor posicionadas a medida que el ciclo pase de la expansión a la recesión.
Otra opción a tener en cuenta es la de diversificar mediante primas de riesgo alternativas. Sin embargo, después de una década de crecimiento fuerte y relativamente ininterrumpido, es poco probable que las clases de activos tradicionales rindan como lo han hecho en el pasado y los inversores tengan que encontrar fuentes de retorno distintas y no correlacionadas.
Para aquellos que buscan una diversificación rentable y transparente de la cartera, desde mi punto de vista, las estrategias de primas de riesgo alternativas líquidas (ARP) ofrecen una solución convincente, ya que han generado rendimientos positivos a largo plazo con una correlación muy baja para las acciones y los bonos. Además, hay que considerar al capital privado como un refuerzo de rendimiento. Una asignación selectiva al capital privado también ofrece un gran potencial para mejorar el rendimiento general de la cartera. Si bien las valoraciones de las empresas privadas pueden caer durante una desaceleración económica, las disminuciones suelen ser menos pronunciadas que en los mercados públicos. Además, el capital privado es una de las pocas clases de activos diseñados para ofrecer rentabilidades altas de dígito simple en el próximo ciclo. Dicho esto, se necesita cierta precaución.
Con todo, de cara a largo plazo, creo que es recomendable un enfoque contrario. Pensamos que la dinámica cambiante del mercado requerirá que los inversores adopten una visión hacia un marco temporal más amplio cuando asignen riesgos y sean capaces de ir contra la tendencia durante más tiempo. Si bien muchos inversores afirman que invierten a largo plazo, es muy raro que el rendimiento a corto plazo y las comparaciones de referencia en este espacio temporal no se tengan en cuenta. Adoptar un enfoque verdaderamente a varios años vista para la inversión es una de las pocas oportunidades genuinas que los inversores pueden aprovechar.
Tribuna de Fiona Frick, consejera delegada de Unigestion.
El interés por la certificación CFA alcanza niveles de récord. Según ha explicado la institución, 250.000 candidatos se van a presentar en junio al examen que da acceso a la certificación CFA. En total, los exámenes tendrán lugar en 348 centros de prueba de 95 países de todo el mundo.
Estas cifras suponen, según explican desde la institución, supone el amplio reconocimiento que la certificación en especial “en mercados emergentes”. En palabras de Paul Smith, CFA, Presidente y CEO de CFA Institute: “La obtención de la acreditación CFA es un proceso muy riguroso, siendo menos de uno de cada cinco candidatos los que logran completar con éxito el proceso para obtener la certificación. Nos complace ver que el número de candidatos dispuestos a trabajar duro continúa creciendo cada año, alcanzando cifras de récord. Especialmente en mercados emergentes de todo el mundo, donde las finanzas desempeñan un papel tan vital en la construcción de economías sólidas. Además de ser considerada el estándar de oro para la excelencia financiera, el Programa ha establecido y definido un exigente listón de referencia en relación al comportamiento ético y la responsabilidad fiduciaria necesaria para preservar el respeto y la confianza de los inversores»
Cada año, CFA Institute recibe las aportaciones de los profesionales de todo el mundo, que son incorporadas vía adiciones, eliminaciones y revisiones al currículo, que consta de 9.000 páginas, para garantizar su relevancia. El plan de estudios de 2019 incorpora un total de 10 nuevos temas, como las aplicaciones “fintech”, el aprendizaje automatizado y dos nuevos casos de ética dentro de un entorno de trabajo fintech; lo más reciente en la gestión de inversión, tanto activa como pasiva; y un capítulo sobre el ejercicio profesional en diferentes ocupaciones dentro de la gestión de inversiones.
CFA Institute tiene más de 165.000 CFA charterholders que trabajan en muchas de las firmas más prominentes de la industria, incluida la banca de inversión, gestoras de activos y firmas de asesoría de inversiones. El plan de estudios del Programa CFA está basado en la práctica de la profesión de la gestión de inversiones. Se actualiza anualmente para reflejar la evolución del conocimiento, las habilidades y las competencias que se necesitan en la profesión hoy día.
Legg Mason y Corporación Actinver llegaron a un acuerdo para ofrecer tres fondos con subadvisory de Legg Mason a los clientes de Actinver en México.
Los fondos que son administrados por Actinver usando modelos de inversión proporcionados por tres afiliadas de Legg Mason, ClearBridge Investments, Martin Currie y Western Asset, ahora están disponibles para inversionistas minoristas en México.
«Este acuerdo exclusivo ofrece a los inversionistas mexicanos una sólida línea de fondos con estrategias de inversión diseñadas y mantenidas por gerentes de inversión de clase mundial», dijo Alonso Madero, CEO de la Unidad de Administración de Activos de Actinver. «Al ampliar el acceso a los mercados internacionales, estamos mejorando las oportunidades de diversificación».
Por su parte, Lars Jensen, director Internacional para América de Legg Mason comentó: «Con la población de México y la cantidad de personas que acceden a los servicios bancarios que se espera que aumenten en los próximos 20 años, vemos un potencial de crecimiento sustancial en el país. Estamos encantados de asociarnos con Actinver, y continuaremos desarrollando soluciones adicionales para el inversionista mexicano en conjunto».
Los fondos disponibles a través de Actinver son:
SALUD, que está diseñado para brindar una apreciación del capital a largo plazo a través de inversiones en compañías involucradas en todos los aspectos de la salud y las ciencias de la vida. En la gestión del fondo, Actinver cuenta con el asesoramiento de ClearBridge Investments, con sede en Nueva York. Con un legado que se remonta a más de 50 años, ClearBridge es un gestor de capital global líder comprometido a proporcionar resultados diferenciados a largo plazo a través de una gestión activa auténtica.
ESFERA, que busca lograr una revalorización del capital a largo plazo a través de la gestión activa de una cartera de empresas globales, adoptando un enfoque de inversión a largo plazo y sin restricciones, con una baja rotación de cartera y un horizonte de inversión esperados de cinco años o más. En la gestión del fondo, Actinver es asesorado por Martin Currie de Edimburgo, Escocia. Martin Currie crea carteras globales basadas en acciones basadas en investigaciones fundamentales, dedicando todos sus recursos a la entrega de resultados de inversión óptimos y relaciones superiores con los clientes.
ESCALA, que está diseñada para preservar el capital y reducir el riesgo de tasa de interés al tiempo que brinda oportunidades de ingresos mediante la inversión en bonos corporativos escalonados, a corto plazo, denominados en dólares estadounidenses, con grado de inversión. En la gestión del fondo, Actinver cuenta con el asesoramiento de Western Asset, uno de los principales gestores mundiales de renta fija del mundo. Fundada en 1971, Western Asset ha sido reconocida por su enfoque basado en equipos, investigación patentada intensiva y sólida gestión de riesgos.
«Estamos encantados con la asociación Actinver que estamos entablando con Legg Mason», dijo Julian Ide, director Ejecutivo de Martin Currie. «Esta es una sólida validación del poder de las capacidades de inversión de Martin Currie y las relaciones de distribución de Legg Mason».
«La industria mexicana de gestión de activos todavía está poco desarrollada en comparación con la de otros países, por lo que las oportunidades son enormes», agregó Madero de Actinver. «Al trabajar juntos, Actinver y Legg Mason están fomentando el desarrollo del mercado y, por extensión, ayudando con el desarrollo económico del país», concluyó el directivo.
Santander Chile se ha convertido en el único banco de la industria local en contar con una oferta hipotecaria de hasta 40 años, especialmente diseñada para el segmento de jóvenes menores a 35 años que están en la búsqueda de su primera vivienda.
Con “Súper Hipoteca 40 años” los clientes podrán acceder al crédito con el mayor plazo existente en el mercado, lo que les permitirá tener a su vez un dividendo de hasta un 11% más bajo respecto a si tomaran un crédito a 30 años.
Matías Sánchez, gerente división banca comercial, destacó que “cerca del 38% de las hipotecas que se cursan corresponden a este grupo de personas, lo que habla de su interés por tener una propiedad. En Santander queremos apoyar ese sueño, a través de una oferta única que de seguro dará que hablar tanto por sus características como también porque evidencia que entendemos a los jóvenes y queremos ayudarlos a progresar”.
El ejecutivo agregó que “hoy las tasas están en sus mínimos históricos, mientras crece el interés de las personas por ser dueños del lugar donde viven. ‘Súper Hipoteca 40 años’ llega a tiempo para todos quienes quieren aprovechar este buen momento del mercado y las condiciones únicas de esta oferta que, con un dividendo más bajo, les permiten pensar en una vivienda más grande o en un mejor barrio”.
“Súper Hipoteca 40 años” ya está disponible para clientes del Banco que tengan cuenta corriente, quienes podrán encontrar el simulador de esta oferta en su sitio privado del Banco.
Ricardo Matte presentó su renuncia a la gerencia general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), y permanecerá en el cargo hasta el próximo 30 de junio.
Ricardo Matte se desempeñó en la entidad gremial durante ocho años, durante las presidencias de Jorge Awad (2011-2015) y Segismundo Schulin-Zeuthen (2015-2019).
La Asociación de Bancos agradece el aporte del señor Matte durante estos años que le correspondió desempeñar su cargo de gerente general, destacando además de su compromiso, experiencia y profesionalismo, su aporte al desarrollo de la industria bancaria, particularmente en materias de regulación y en la discusión de la modernización de la legislación bancaria. La Asociación le desea el mayor de los éxitos en sus nuevos desafíos.
ABIF es una organización gremial, que agrupa a todos los bancos privados establecidos en el país, así como a bancos extranjeros que mantienen oficinas de representación en Chile.
A principios de enero la prensa daba a conocer que PEMEX había adquirido “coberturas” para proteger el precio del petróleo mexicano de exportación, utilizando un instrumento denominado “put”, el cual garantiza un precio promedio de $55 dólares para el barril de exportación. Dicha cobertura garantiza el ingreso por exportaciones petroleras, tan vitales para la salud de las finanzas públicas.
El costo del instrumento contratado fue ligeramente superior a 1.200 millones de dólares.
¿Qué significa haber hecho esta operación? ¿Qué beneficios trae? ¿Por qué pagar más de mil millones de dólares en este “put” de petróleo?
Las exportaciones de petróleo siguen siendo un componente fundamental de los ingresos del Gobierno mexicano, pues con dichos ingresos se pagan servicios, infraestructura, programas sociales, etc., pero su precio se determina por muchos factores en mercados internacionales; no lo controlamos. Aún más, es tremendamente volátil.
Tan sólo en el último año, el barril de petróleo de referencia, el WTI, ha llegado a los 70 dólares, sólo para caer hasta los 40 dólares en cuestión de meses. ¿Qué pasaría si el gasto gubernamental estuviera sujeto a recursos tan erráticos? No sería posible realizar proyectos de infraestructura de mediano o largo plazo; no se podrían establecer metas de combate a males sociales como la pobreza; en otras palabras, no se podría planear con certeza el gasto público.
El “put” contratado por Pemex permite que la paraestatal venda la mezcla mexicana a cualquier precio por arriba de 55 dólares, aprovechando si el mercado sitúa el precio en niveles altos; pero si el precio cayera a 50 o 45, o 40 dólares, Pemex seguiría vendiendo el barril a 55 dólares, sin importar los vaivenes del precio internacional. El “put” garantiza así el nivel de ingreso por exportaciones petroleras previsto en el presupuesto público.
Este “seguro” es un derivado financiero. Sin ellos, las operaciones de materias primas, tipo de cambio, tasas de interés, índices de Bolsa, etc., serían mucho más inciertas. Claro, el instrumento cuesta, como cuestan los seguros de cualquier producto o servicio, los cuales deseamos no tener que utilizar, pero agradecemos tenerlos cuando la necesidad se presenta.
Las exportaciones de mezcla mexicana en 2018 fueron poco menos de 25.000 millones dólares. Los 1,200 millones de dólares que se pagaron por el “put” para proteger los ingresos de Pemex son semejantes a lo que pagamos en primas de seguro de carro o casa, para proteger nuestro patrimonio. Es un costo razonable por administrar el riesgo.
Y así como los derivados sirven para proteger los ingresos de Pemex, podrían servir para proteger los ingresos de muchas empresas y corporativos, los cuales se privan de esta importante herramienta por miedo o ignorancia.
David Shimko, experto de la Universidad de Nueva York, impartirá el curso Derivatives and Corporate Finance, durante la Risk Management & Trading Conference 2019 en Ciudad de México, en junio.
Muchos inversores han percibido los distintos escenarios de la guerra comercial entre Estados Unidos y China como especialmente negativos para la deuda de mercados emergentes. ¿Cómo se llega a esta conclusión? Según indica James Barrineau, responsable de la exposición relativa en deuda de mercados emergentes de Schroders, por la rápida retirada de los flujos en esta clase de activo.
Las recientes salidas de flujo de la deuda de los mercados emergentes
Con mucha diferencia, el mayor ETF de gestión pasiva en deuda de mercados emergentes es el iShares JP Morgan Emerging Market Bond ETF, que sigue el comportamiento del índice de bonos emergentes soberanos. Este ETF ha perdido cerca de 2.500 millones de dólares en activos desde principios del mes de abril.
De forma aislada, esa cifra parece sugerir que la deuda de mercados emergentes se encuentra en un periodo prolongado de aprietos. Pero, la historia sugiere lo contrario. En la experiencia de Schroders, los ETFs pasivos suelen ser utilizados por los hedge funds, los inversores de tamaño medio y los inversores minoristas para adquirir posiciones tácticas en la clase de activo. Por lo que grandes oscilaciones en la clase de activo son prácticamente únicas.
Tendencias históricas
Cada año, desde 2014, ha habido un único breve periodo, aunque agudo, de salidas de lujos. En cada momento, los activos han visto rebajados sus precios en torno a un 15% o 19% menos*. La excepción fue 2017, que experimentó una caída más modesta, cercana al 11%, como se puede ver en la gráfica, a continuación.
Lo que ocurre tras esa caída es lo que es más interesante. En los tres siguientes meses, una vez los flujos de salida han tocado fondo, los inversores han experimentado, en cada año a excepción de 2018, unos rendimientos positivos en el índice del mercado de deuda soberana emergente denominada en dólares.
A continuación, un listado de los rendimientos aproximados del índice en los tres meses siguientes a que el ETF de iShares JP Morgan Emerging Market Bond tocara fondo tras el periodo anual de agudas ventas:
2014: 0.11%
2015: 1.99%
2016: 3.26%
2017: 2.99%
2018: (-1.57%)
¿Qué es lo que sugiere el actual episodio?
En los últimos seis días de cotización de finales de mayo, los activos han incrementado en una pequeña cuantía, lo que sugiere que lo peor ha debido pasar ya si la historia se repite. Dado que no ha habido dos años consecutivos en los que el dólar haya obtenido rendimientos negativos en los últimos 23 años, en Schroders perciben este episodio más como una oportunidad que como una advertencia.
Para obtener mayor información, por favor siga este enlace.
* Las cifras muestran el rendimiento a 3 meses del EMB ET tras los periodos de caídas de flujos más fuertes durante los años 2014 a 2018. El rendimiento mostrado refleja rentabilidades pasadas, que no son una garantía de los resultados futuros. Los resultados no están anualizados. Otros vehículos y fondos podrían ser adquirir unos rendimientos superiores o inferiores, se trata de un ejemplo ilustrativo. Otros periodos a más largo plazo podrían haber adquirido diferentes resultados. Los meses de caídas en activos bajo gestión para el EMB ETF para los últimos años calendario fueron: mayo 2018, enero 2017, febrero 2016, enero 2015 y mayo 2014.
Si analizamos los últimos informes que las gestoras han publicado, es fácil detectar que hay cuatro temas que siempre se repiten: guerra comercial, China, Brexit y Europa. Está claro que los riesgos geopolíticos son una preocupación para los analistas, que advierten que la volatilidad persistirá a lo largo del año. Pero, ¿cuál de todos estos temas tiene más preocupado a las gestoras?
Desde BlackRock Investment Institute advierten que el riesgo geopolítico se ha convertido en un factor de mercado importante para 2019, “especialmente en un entorno de crecimiento lento y una incertidumbre elevada sobre las perspectivas de ganancias económicas y corporativas”, matiza en su último informe. Ahora bien, ¿qué está en el centro de este debate geopolítico? La gestora apunta, como primera preocupación, la creciente rivalidad entre los Estados Unidos y China reflejadas en la dimensión económica, ideológica y militar. “Creemos que estas tensiones son estructurales y duraderas. Teniendo eso en cuenta, nos estamos sumergiendo profundamente en la carrera entre los dos países por el liderazgo tecnológico global”, destacan.
En este sentido, la gestora matiza que ahora el riesgo cibernético se ha sumado a este plano geopolítico. “La ciberseguridad se está convirtiendo en un asunto cada vez más acuciante, además de un punto problemático en el que los intereses económicos y de seguridad nacional de los países pueden entrar en conflicto. La combinación de estos factores está complicando las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos y está teniendo repercusiones en los mercados, especialmente en la cadena de suministro del sector tecnológico”, destacan desde BlackRock.
De hecho, los ataques cibernéticos están aumentando en alcance e intensidad. Los actores cibernéticos de todo el mundo varían en sofisticación y capacidad, desde agencias gubernamentales y redes terroristas bien financiadas hasta grupos delictivos con pocos recursos. Sus objetivos van más allá del robo de información personal y de negocios para incluir objetivos geopolíticos y económicos más amplios. “Consideramos los ataques cibernéticos como un riesgo creciente para las infraestructuras críticas. Las tensiones geopolíticas están impulsando un aumento en la escala y la sofisticación de los ataques cibernéticos, específicamente los de los estados más nacionalistas. Este es el telón de fondo en el que Estados Unidos se ha movido para restringir el uso de equipos de fabricación china que cree que podrían utilizarse para interceptar materiales sensibles o interrumpir la infraestructura estadounidense”, explican desde BlackRock.
La tecnología es solo la “punta del iceberg”, según David F. Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis Investment Managers, y subraya que la guerra comercial entre China y Estados Unidos es un reflejo del “enfrentamiento entre ambos por el liderazgo de la economía mundial”, por lo que no ve probable que puedan llegar a un acuerdo a corto plazo. El resultado de estas tensiones puede ser un incremento de la volatilidad de los mercados, con repercusiones negativas para las Bolsas. Misma opinión comparte Igor de Maack, gestor de fondos de DNCA, filial de Natixis IM, quien asegura que detrás de esta guerra comercial, también hay una guerra tecnológica y una búsqueda por el liderazgo económico mundial. “Como en la antigua Grecia, cuando Esparta y Atenas lucharon por la autoridad sobre el mundo griego antes de destruirse mutuamente, la trampa de Tucídides corre el riesgo de acorralar a ambas potencias mundiales”
“Estados Unidos ha disfrutado de un largo reinado como la única superpotencia económica del mundo, mientras que China está luchando para obtener el mismo estatus. Con o sin un acuerdo comercial, hay un terreno común limitado para llegar a un acuerdo, por lo que los dos países más poderosos no se verán cara a cara por un tiempo. Además, si bien no se asegura ninguna de estas consecuencias, todas conducirían a una mayor volatilidad del mercado y ninguna sería buena para los valores de las acciones globales”, sostiene Lafferty en su último análisis.
Sobre estas consecuencia de mercado hablaron durante el Investment Desk de Bank Degroof Petercam: “Tras el aumento de los aranceles, la disputa comercial entre Estados Unidos y China dió un giro tecnológico después de que Trump anunció que las empresas de tecnología estadounidenses ya no podrían suministrar componentes tecnológicos y software a la empresa china Huawei. Sin embargo, necesita tecnología americana para poder establecerse como líder mundial en 5G. En este contexto, las cotizaciones de las tecnológicas estadounidenses (semiconductores, Internet, etc.) han caído considerablemente. Las empresas europeas del sector también han perdido terreno. El mercado en su conjunto ha caído ligeramente, mientras que el S&P 500 se mantiene por encima de los 2.800 puntos. El mercado se pregunta si se trata de una nueva estrategia para aumentar la presión sobre China o es una reorientación del conflicto hacia lo que muchos consideran el verdadero quid de la disputa entre las dos grandes potencias económicas, es decir, la dominación de los sectores del futuro”.
“En este contexto, los mercados titubean mucho y la aversión al riesgo se percibe claramente en los máximos de volatilidad. Jérôme Powell, el líder del banco central estadounidense, también comenzó a alertar a los inversionistas sobre el nivel récord de deuda de las empresas estadounidenses, que representa un récord total de 35% de sus activos netos”, comenta por último Igor de Maack.
La clave para navegar en el ciclo de crédito, según Brad Rutan, especialista en productos de inversión en MFS Investment Management, consiste en anticipar las inflexiones, reposicionar la cartera en las primeras etapas y ser paciente. A medida que el ciclo del crédito envejece, las condiciones de los préstamos se relajan, el apalancamiento aumenta y existe una fuerte dispersión entre los diferenciales de los diferentes sectores y niveles de calificación. El ciclo de crédito está madurando y los inversores deberían reducir su exposición al riesgo antes de que se produzca una contracción en el ciclo y de que la liquidez desaparezca.
“En este momento del ciclo del crédito, si los inversores esperan a reducir el riesgo hasta que los diferenciales comiencen a ampliarse dramáticamente no habrá compradores para su riesgo. Durante una contracción del ciclo, la disponibilidad del crédito se reduce, el riesgo de refinanciación aumenta y se incrementan las tasas de incumplimiento. Existe un “flight to quality” dentro del crédito y los créditos de menor calidad tienen un peor desempeño, si no incurren en incumplimiento. Los inversores deben tener su cartera de renta fija preparada para ese tipo de evento”, explicó Rutan.
En la última década, mientras los diferenciales de la deuda high yield han estado disminuyendo, en los momentos en los que ha habido un incremento en los diferenciales, éstos han sido cada vez menores y más cortos en duración. En 2011, los diferenciales alcanzaron su punto máximo durante la crisis de la deuda europea; en 2015 y 2016, los diferenciales se ampliaron cuando los precios de las materias primas se desplomaron y, más recientemente, en el verano de 2018, los diferenciales volvieron a alcanzar un nuevo pico. A pesar de que estos mini ciclos han creado oportunidades para los gestores activos, en cada uno de estos mini ciclos, los diferenciales de bonos high yield han alcanzado su punto máximo en un punto más bajo, lo que confirma la tendencia a la baja en los diferenciales e indica que el ciclo se está “agotando”.
¿Dónde están los riesgos en este punto del ciclo?
Ha habido unos cambios significativos en la composición y la calidad del universo de bonos de grado de inversión. En las últimas dos décadas, la calidad de la composición del crédito del índice Bloomberg Barclays US Credit ha cambiado drásticamente.
“En los últimos 20 años, el universo de la deuda con calificación AA se ha visto reducido a la mitad, de un 20% a un 10%, el universo de deuda con calificación A cayó en 8 puntos porcentuales, de un 44% a un 36%, el universo de bonos con calificación BBB ha crecido en 15 puntos porcentuales, de un 30% a un 45%. ¿Por qué es el universo de la deuda BBB tan extenso hoy en día? Examinando los universos con calificación AA y A se puede observar que ha habido un ciclo de rebajas en la calificación crediticia masivo conforme las empresas han incrementado sus niveles de deuda. Las empresas estadounidenses han estado jugando con las reglas de las agencias de calificación crediticia, conociendo cuánta deuda pueden acumular y que promesas pueden hacer para no ser degradadas al siguiente escalón por debajo del nivel BBB, que es el bono high yield. Algunos creen que más de 300.000 millones de dólares de deuda con calificación BBB podría ser recalificada a high yield, pero no va a ser recalificada porque, normalmente, las agencias de rating son muy reacias a rebajar este último escalón antes de la deuda con calificación BB”, describió Rutan.
Por sectores, las empresas de telecomunicaciones acumulan la mayor cantidad de deuda BBB que con anterioridad tenía calificación de A o superior, seguida del sector del cuidado de la salud y de las empresas de servicios públicos.
“El valor del mercado de bonos high yield es cercano al billón de dólares. Si, eventualmente, estos 300.000 millones de dólares de deuda con calificación BBB es reclasificada como high yield, se añadiría un 30% de la oferta de bonos a un mercado que ya es algo ilíquido, lo que probablemente implique un proceso de redescubrimiento de precios desordenado”, añadió.
Además de lo anteriormente expuesto, durante los últimos seis años, y a diferencia de periodos anteriores, ha habido una gran desconexión entre los diferenciales de los bonos high yield, la compensación de los bonos high yield sobre los bonos del Tesoro estadounidense, y los niveles de la deuda corporativa, medida por el ratio del nivel de deuda corporativa por PIB.
“Desde 2012, los niveles de deuda corporativa han estado creciendo de forma constante, superando los últimos máximos establecidos en las anteriores recesiones de 2001 – 2002 y 2008 – 2009. Mientras tanto, los diferenciales de la deuda high yield se están moviendo en dirección opuesta. Los diferenciales deberían estar por encima de sus niveles actuales y llegar al punto en el que deberían estar va a ser un proceso complicado”.
¿Están siendo los inversores compensados por el riesgo en high yield?
Cuando se tiene en cuenta el riesgo de incumplimiento, reduciendo los diferenciales de la deuda de alto rendimiento con calificación CCC sobre los bonos del Tesoro por las pérdidas esperadas, el diferencial ajustado por las pérdidas es negativo. Esta es la razón por la que MFS IM ha vendido todas sus posiciones con calificación CCC en su estrategia de retorno total en renta fija.
Asimismo, la búsqueda de rendimiento y mayores tasas han incrementado la demanda por los préstamos bancarios, pero esta clase de activo no es tan atractiva como muchos inversores creen que es. Su calidad ha estado disminuyendo, cada vez ofrecen menor protección a los acreedores y han disminuido sus tasas de recuperación proyectadas.
“El atractivo de los préstamos bancarios radica en que son instrumentos de tasa flotante y brindan una excelente cobertura contra el incremento de las tasas. También se ubican por encima de los bonos en la estructura de capital, si la empresa entra en impago, el inversor de bonos debería recibir el primer impacto y el inversor de préstamos bancarios debería disponer de un colchón amortiguador contra las pérdidas. Pero, desafortunadamente, un 60% de las empresas de grado high yield tienen una estructura de capital que se basa únicamente en préstamos bancarios, por lo tanto, no hay bonos que puedan actuar como amortiguador. Con respecto a la calidad crediticia, el porcentaje de emisores con calificación B o inferior ha aumentado en más de un 65% en 2018 desde un 48% en 2006. Además, cerca del 75% del mercado de préstamos bancarios carecen clausulas, disminuyendo la protección de los acreedores, y las tasas proyectadas de recuperación se encuentran por debajo de la tasa media de recuperación”.
¿Por qué los inversores se deberían anticipar a la volatilidad?
Los diferenciales de crédito en las diferentes clases de activos y geografías son bajos, los inversores están obteniendo menores compensaciones por la misma cantidad de riesgo y es mucho más difícil para los gestores de activos identificar y valorar adecuadamente el riesgo de los bonos. Además, el mercado ha crecido en tamaño, pero un menor número de participantes están dispuestos a crear mercado. Desde la implantación de la regulación Dodd Frank en julio de 2010, los inventarios de los distribuidores primarios han descendido en un 90%. Los activos de fondos mutuos de los bonos corporativos y de los ETFs han crecido en un 136% y el volumen medio de cotización se ha incrementado en un 85%, pero los distribuidores primarios se han ido y esto puede representar un problema de liquidez en el caso de que haya un evento de estrés crediticio.
¿Dónde están las oportunidades?
En la parte corta de la curva de bonos corporativos, los inversores pueden soportar mejor unos niveles de tasas de interés más altos antes de incurrir en pérdidas. El rendimiento del punto de equilibrio es actualmente más alto en la parte corta de la curva, ahí es donde los inversores tienen una mayor protección contra subidas en los tipos y donde están siendo más compensados por el riesgo que están tomando.
También, los beneficios de diversificación han sido más pronunciados en los sectores tradicionales de renta fija. Los bonos de grado de inversión, los bonos municipales y los bonos que componen el índice Bloomberg Barclays US Aggregate Bond han tenido una menor correlación con la renta variable en los últimos cinco años que los bonos high yield, los préstamos bancarios y la deuda de mercados emergentes. Una menor correlación con la renta variable se traduce en mayores rendimientos promedio cuando el mercado de renta variable experimenta un retroceso del 5% o superior.