Katch Investment Group: una creciente boutique de deuda privada
| Por Meritxell Sedo | 0 Comentarios
En los diez años siguientes a la crisis financiera global, las inyecciones de liquidez de los principales bancos centrales han inflado los precios de los activos tradicionales, en especial en los mercados de renta fija, disminuyendo en consecuencia la rentabilidad de los inversores. Asimismo, el incremento de las regulaciones ha reducido la voluntad y la habilidad de los bancos para prestar a las empresas de menor tamaño.
Como respuesta a estas tendencias, la oferta de Katch Investment Group, -una dinámica boutique de gestión de activos que ofrece innovadoras soluciones de inversión hechas a medida-, se centra en el corto plazo y en las oportunidades de financiación dentro del universo de la deuda privada o private debt. En un entorno de mercado desafiante y en constante cambio, Katch Investment se especializa en aquellas áreas donde la oferta de capital es escasa, pero que ofrecen un rendimiento relativamente elevado y estable para los inversores.
¿Quiénes son Katch Investment Group?
El grupo combina un profundo conocimiento del mercado, experiencia en la gestión de activos y unas sólidas capacidades analíticas, con una profunda comprensión de las necesidades y las preferencias de los inversores privados, en especial en América Latina. El grupo se centra en oportunidades a nivel global, sin ningún tipo de restricción, proporcionando una mayor diversificación y permitiendo un mayor potencial de ofrecer elevados rendimientos.
El grupo es propiedad y está gestionado por Laurent Jeanmart, presidente de la firma, Stephane Prigent, director ejecutivo, y Pascal Rohner, director de inversiones. Los tres poseen la acreditación Chartered Financial Analyst, considerada una de las credenciales más respetadas dentro de la industria financiera.
Como presidente del grupo, Laurent es responsable de elaborar nuevas ideas e iniciativas de negocio, del proceso de selección y due diligence de los gestores, así como la creación de asociaciones estratégicas en todo el mundo.
Laurent está basado en Londres, uno de los centros financieros más importantes a nivel mundial. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el mundo de inversión y en la gestión de activos alternativos. Entre sus experiencias previas, Laurent fue el director de inversiones de Fidelis Insurance Holdings Ltd, un grupo asegurador con base en Londres y Bermuda, donde gestionaba 1.500 millones de dólares.
Con anterioridad, fue responsable global de inversiones en Platinum Capital Management Ltd, una plataforma global de activos donde sus responsabilidades incluían la supervisión de los fondos activamente gestionados (hedge funds, renta variable, volatilidad y materias primas).
Stephane es el director ejecutivo del grupo y por lo tanto responsable de las operaciones diarias y de la distribución. Tiene más de 20 años de experiencia en la gestión de activos en varias ciudades alrededor del mundo: Paris, Boston NYC, Londres y Ciudad de Panamá. Ha trabajado en varias entidades bancarias como BNP Paribas, Lehman Brothers, State Street Capital y Credit Andorra. Sus funciones han estado enfocadas a la construcción y gestión de carteras para los clientes con una especialización en las inversiones alternativas. En su experiencia previa en State Street London, Stephane fue director ejecutivo en su posición de responsable global de research en renta variable. Fue un miembro del comité ejecutivo europeo y supervisó 25 personas, con ubicación en Nueva York, Londres y Hong Kong.
Por último, como director de inversiones, Pascal es responsable de la estrategia de inversión, la gestión de las carteras, el marketing y el asesoramiento de inversiones para los intermediarios financieros. Pascal tiene más de 16 años de experiencia en investigación y análisis de mercados financieros, gestión de carteras y asesoramiento de inversiones. Ha trabajado varios años como analista financiero, estratega y asesor financiero de Credit Suisse en Zúrich, Nueva York y Panamá. Antes de unirse a Katch Investment Group, era director de inversiones en Credit Andorra y su multi family office, con dedicación a la gestión de inversiones de capital privado en Panamá.
“He estado trabajando con clientes privados y asesores en América Latina en los últimos 7 años. El inversor latinoamericano tiende a tener un enfoque muy conservador en la inversión de sus ahorros familiares, con un foco en la preservación de capital y la liquidez. Sin embargo, suelen tomar un riesgo excesivo dentro de sus carteras de renta fija, porque la deuda más segura no paga lo suficiente como para hacer frente a la inflación y la comisión de los bancos. Y puede que a lo mejor no tengan suficientemente tiempo como para analizar soluciones alternativas”, señala Pascal.
“Al hablar con clientes institucionales y clientes privados en la región, hemos notado que hay una enorme demanda no atendida por inversiones alternativas en renta fija que sean relativamente seguras. Es por ello que comenzamos a explorar la totalidad del universo de inversión para encontrar oportunidades de inversión conservadoras que puedan proporcionar liquidez, ingresos y unos rendimientos estables, que no estén correlacionados con los activos tradicionales”, añade.
El telón de fondo
El entorno de inversión es desafiante en todo el mundo, no solo en América Latina. La renta variable está llegando a la fase final de ciclo de un mercado alcista que se ha caracterizado por su alta volatilidad por las amenazas de la guerra comercial y los miedos a una recesión. En la parte más segura de la renta fija, como en la deuda estadounidense del Tesoro, hay protección, pero poco valor después de las recientes caídas en los rendimientos. Por lo tanto, muchos inversores y asesores han comenzado a centrarse más en las clases de activos alternativos, un área que ha sido poco explorada por los inversores privados, especialmente en América Latina.
El problema es que muchos activos alternativos son estructuralmente no atractivos. Los bienes inmuebles comerciales se ven desafiados por las fuertes tendencias hacia la compra en-línea y el incremento de la economía colaborativa sufriendo una gran disrupción por parte de empresas innovadoras como Amazon y Airbnb. Las materias primas se ven afectadas negativamente por las tendencias hacia fuentes alternativas de energía, servicios de vehículos compartidos y la transformación de China desde una posición de economía basada en la exportación – y en la infraestructura, a una economía basada en la altas tecnologías y el consumo doméstico.
Por último, muchos hedge funds siguen acusando la falta de transparencia, su alta complejidad y sus problemas de imagen debido a las malas experiencias de los inversores en el pasado. Además, una caída del 7% en el índice HFRI Hedge Fund Index en 2018 ilustra que la mayoría de hedge funds mantienen una alta correlación con otros activos líquidos, como los bonos y la renta variable que tuvieron un pobre desempeño el año pasado.
La buena noticia es que hay una nueva clase de activos emergentes que ofrece un perfil de riesgo-recompensa bastante atractivo para los inversores, este nuevo activo se llama private debt. Esta clase de activo comenzó a surgir tras la gran crisis financieras. Las nuevas regulaciones han reducido el deseo de los bancos y su capacidad para prestar a la economía real, especialmente en los negocios más pequeños. En su lugar, los bancos han ayudado a inflar el mercado de bonos del gobierno en un esfuerzo por acumular reservas y fortalecer su base de capital.
La retirada de los bancos del mercado de préstamo ha dejado una brecha que las instituciones privadas, como las empresas de private equity y de otras gestoras de activos, han estado dispuestas a cubrir. Han cubierto el vacío de préstamos para proporcionar una financiación crucial a la economía real, y en particular a las empresas de pequeño y mediano tamaño, la columna vertebral de las economías.
Los nuevos vehículos de inversión han atraído un interés sustancial por parte de los inversores institucionales que tienen apetito por la rentabilidad. Tras la crisis financiera, el estímulo financiero masivo ha inflado el precio de los activos líquidos, especialmente en los mercados de renta fija, disminuyendo la rentabilidad de los activos financieros. Asimismo, la falta de capital que debía ser proporcionado por parte de los bancos a las empresas más pequeñas ha hecho que las tasas de los préstamos más pequeños sigan en niveles elevados. En general, los préstamos privados pagan unos tipos de interés entre el 5% y el 15% sin apalancamiento, basándose en la tasa LIBOR flotante con una volatilidad de mercado muy baja (unas desviaciones típicas inferiores al 2%). Además, los sólidos colaterales, las garantías personales y unas tasas de interés nominal relativamente bajos, favorecen una baja tasa de morosidad.
En resumen, los fondos de deuda privada generan rendimientos atractivos y estables para los inversores, con una baja correlación a las clases tradicionales de activos. Katch Investment Group identificó estas tendencias y decidió lanzar fondos de inversión abiertos, con liquidez mensual, que se centran en la inversión a corto plazo y las oportunidades en financiación.