Chile emitió el martes 25 de junio su primer bono verde soberano en euros con vencimiento en el año 2031 por 861 millones de euros, estableciendo de esta forma una nueva referencia en dicho mercado.
La operación destacó por haber conseguido igualar el mínimo spread histórico de 50 puntos base (pb) respecto de la tasa interbancaria de referencia, igualando el obtenido en 2017 y una tasa de interés de 0,83%, la más baja obtenida por Chile en euros en su historia, superando la tasa de 1,472% de emisión del año 2015.
Es destacable que al igual que en la emisión en dólares la tasa de adjudicación en una emisión en moneda externa es menor a aquella estimada con información del mercado secundario, es decir, una concesión de tasa negativa de aproximadamente 10 puntos base.
La operación concitó una alta demanda, totalizando 4.015 millones de euros, 4,7 veces el monto ofertado, con una demanda proveniente de distintos tipos de inversionistas, con particular presencia verde y diversificada también por geografía.
El Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó la operación: “La emisión de un nuevo bono verde, esta vez en euros, fortalece nuestro firme compromiso ante el cambio climático. Coherente con el reciente resultado de la emisión en dólares, los resultados de esta operación reafirman la confianza de los mercados internacionales en nuestro país, obteniendo tasas históricamente bajas, incluso por debajo de aquellas equivalentes del mercado secundario».
Respecto de la tasa de adjudicación, la demanda se compuso de más de 200 cuentas de inversionistas provenientes de Europa, Asia, y de todo el continente americano.
El resultado de esta operación confirma tanto la solidez macroeconómica del país como el exitoso resultado de los esfuerzos de promoción realizados por el Ministerio de Hacienda en diversas regiones, a través de visitas a inversionistas (roadshows), con el fin de atraer el interés internacional. Estos esfuerzos complementan aquellos realizados por mantener informados a los inversionistas tradicionales a través de publicaciones en nuestra página web, newsletters y una relación fluida mediante la Oficina de Relación con Inversionistas (IRO, por sus siglas en inglés).
Contexto de la emisión
Al igual que la reciente emisión en dólares, este bono verde se emitió tras obtener una positiva evaluación del denominado “Marco para Bonos Verdes”, el cual fue evaluado exitosamente a fines de mayo por Vigeo Eiris. Esta agencia independiente internacional, especializada en investigación de temas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, en inglés), otorgó al Marco para Bonos Verdes el más alto grado de seguridad respecto a la contribución de los bonos contemplados al desarrollo sostenible.
Además, el portafolio de proyectos asociado a esta emisión ha obtenido la certificación de Climate Bond Initiative (CBI), organismo internacional especializado en estándares de emisiones verdes.
Cabe recordar que el desarrollo del “Marco para Bonos Verdes” y la selección del portafolio es el resultado de un trabajo multi-ministerial liderado por el Ministerio de Hacienda, y en el cual también participaron los Ministerios de Agricultura, Energía, Medio Ambiente, Obras Públicas, y Transporte, y con el valioso apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En forma adicional, el Ministro Felipe Larraín explicó que esta operación se enmarca en la autorización que brinda la Ley de Presupuestos 2019 para allegar recursos a la nación y financiar el presupuesto. Asimismo, acotó que el objetivo de “aprovechar el buen momento de mercado, con bajas tasas de interés, y establecer una nueva referencia de bono verde a 12 años en euros, permitió ampliar aún más nuestra base de inversionistas al incluir más de 64 nuevas cuentas de inversionistas verdes (ESG) a quiénes se le asignó un 71% de la emisión.”
La autoridad valoró el trabajo realizado por el equipo del Ministerio de Hacienda, de los bancos colocadores de la operación (JP. Morgan, Crédit Agricole CIB y Société Générale), y de los asesores legales Cleary, Gottlieb, Steen y Hamilton, a nivel internacional, y Morales y Besa, a nivel local.
En línea con lo anunciado en el plan de emisión 2019 en enero del presente año, con esta transacción se concluye la emisión de bonos soberanos en moneda extranjera por un total de 1.500 millones de dólares.
Como parte de su estrategia de inversión diversificada para ofrecer rendimientos competitivos a sus más de 12 millones de afiliados, Afore Citibanamex completó una inyección de capital a través de su participación en un vehículo emisor de certificados de capital de desarrollo en conjunto con Ivanhoe Cambridge, inversionista global inmobiliario. Entre los dos, hicieron una inversión por 6.000 millones de pesos (313 millones de dólares) en un nuevo vehículo de la empresa inmobiliaria Gran Ciudad Group.
La creación de este nuevo vehículo de inversión fue liderada por Black Creek México, promotor de Gran Ciudad. El objetivo del vehículo es adquirir y desarrollar un portafolio de propiedades de vivienda en renta de calidad institucional en los principales mercados urbanos de México, incluyendo la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Querétaro.
Al respecto, Luis Sayeg, director general de Afore Citibanamex comentó: «Estamos muy entusiasmados por invertir en conjunto con inversionistas institucionales globales de la talla de Ivanhoé Cambridge. Esta plataforma es una clara muestra de las múltiples oportunidades que México ofrece hoy en día a inversionistas institucionales de largo plazo, tanto nacionales como extranjeros. Esta inversión ayudará a incrementar las pensiones de los trabajadores mexicanos y extranjeros además de propiciar la creación de nuevos y mejores empleos en México».
Por su parte, Rita-Rose Gagné, presidenta de Mercados en crecimiento de Ivanhoé Cambridge declaró: «Nos encontramos muy complacidos de poder contribuir al crecimiento de Gran Ciudad, en conjunto con Afore Citibanamex. Esta transacción destaca la experiencia de Black Creek liderando el patrocinio de plataformas de inversión inmobiliaria en México».
Bob Batting, director general de Black Creek México añadió: «La habilidad de contar con inversionistas institucionales sofisticados con una visión de inversión a largo plazo, como lo son Ivanhoé Cambridge y Citibanamex Afore, afiliados a una plataforma escalable enfocada en tendencias de crecimiento secular, como Gran Ciudad, genera una combinación muy poderosa. Con un equipo directivo excepcional, un plan de negocios bien definido y ahora, con una importante capacidad para invertir, estamos muy entusiasmados con lo que le espera a Gran Ciudad”.
Gran Ciudad está controlada por Black Creek México, a través de BC México Ventures, LP.
Una de las sobreponderaciones tácticas de DWS en la actualidad es su estrategia de mercados emergentes. En vista del optimismo relativo y absoluto que rodea a estas regiones de mayor crecimiento, “es importante reiterar que los mercados emergentes pueden representar una importante asignación estratégica a largo plazo en las carteras de los clientes”, señala la gestora.
En el primero de una serie de análisis sobre la inclusión de emergentes en carteras bien diversificadas, DWS se centra en el riesgo absoluto de este tipo de activo, que a menudo puede contrastar con la percepción de los inversores que se encuentra arraigada en el sesgo cualitativo.
No hay tanto riesgo
Desde que a comienzos de 1980 se acuñó por primera vez el término “mercados emergentes”, estas economías han experimentado un gran número de periodos desafiantes de estrés económico. En los 80 y en los 90, las crisis financieras de Asia y Latinoamérica fueron causadas por la inestabilidad económica y balances de deuda considerables, exacerbados por las marcadas salidas de capital de inversores externos. Estas experiencias pueden sesgar a veces las preconcepciones de los inversores fuera de los mercados emergentes, advierte la gestora.
Hoy en día, las reformas económicas y políticas “top-down” y la reforma corporativa “bottom-up” suponen una parte integral de la expansión económica a lo largo de las regiones emergentes. Estas reformas estructurales han ayudado a reducir la frecuencia del riesgo país. De hecho, combinado con una canasta bien diversificada de mercados emergentes, el MSCI Emerging Markets Index, medido en divisa local, ha registrado un nivel menor de volatilidad que el MSCI USA Index el 75% del tiempo desde 2001.
“Desde nuestra perspectiva, creemos que un universo de inversión bien diversificado contribuye a este menor nivel de volatilidad en los índices”, afirma DWS. La exposición regional, industrial y por país que resulta de la metodología del índice ponderado según la capitalización bursátil de los emergentes genera un nivel de diversificación, así como liquidez y potencial de inversión.
Además, construyendo un índice a partir de países idiosincráticos con niveles más bajos de correlación entre sí, el MSCI Emerging Markets ha registrado un nivel de volatilidad más bajo que casi todos sus integrantes individuales a lo largo de las dos últimas décadas.
Para seguir ilustrando los beneficios potenciales de construir un índice bien diversificado como es el MSCI Emerging Markets, pueden mostrarse las volatilidades de las carteras de los países emergentes, comenzando por el miembro más grande. “Si agregamos países de forma gradual a la cartera, por orden de capitalización bursátil, podemos observar la caída del riesgo empírico de volatilidad”, apunta la gestora.
El siguiente gráfico muestra que, comenzando por el país ponderado más grande y terminando por el más pequeño, la inclusión gradual de un miembro al índice reduce la volatilidad.
Incluso cuando se eligieron al azar, la incorporación de países al índice pudo demostrar el impacto potencial de la diversificación por países en el universo emergente. “Centrándonos en los 10 miembros principales (aproximadamente el 90% del índice) y utilizando la misma metodología basada en la capitalización, podemos ilustrar el máximo, el mínimo y la media de volatilidades empíricas para cada combinación de ‘x’ número de países”.
Como muestra este último gráfico, al aumentar la cantidad de países, se observa tanto una reducción en la volatilidad como una gama más reducida de posibles resultados de volatilidad que pueden resultar de la excesiva concentración.
Disclaimer:
The opinions and forecasts expressed are those of the author and do not necessarily reflect those of DWS, are as of May 7th, 2019 and may not come to pass. This information is subject to change at any time based on market other conditions and should not be construed as a recommendation of any specific security.
Forecasts are based on assumptions, estimates, views, and hypothetical models or analyses, which might prove inaccurate or incorrect. Past performance is not a reliable indicator of future returns.
Investing in derivatives entails special risks relating to liquidity, leverage and credit that may reduce returns and/or increase volatility. Emerging markets tend to be more volatile and less liquid than the markets of more mature economies, and generally have less diverse and less mature economic structures and less stable political systems than those of developed countries. Investing in foreign securities presents certain risks, such as currency fluctuations, political and economic changes, and market risks. The fund may lend securities to approved institutions. Stocks may decline in value. See the prospectus for details.
Important information:
DWS and FundsSociety are not affiliated.
For Institutional investor and Registered Representative use only. Not to be shared with the public.
The brand DWS represents DWS Group GmbH & Co. KGaA and any of its subsidiaries such as DWS Distributors, Inc. which offers investment products or DWS Investment Management Americas Inc. and RREEF America L.L.C. which offer advisory services.
The material was prepared without regard to the specific objectives, financial situation or needs of any particular person who may receive it. It is intended for informational purposes only and it is not intended that it be relied on to make any investment decision. It is for professional investors only. It does not constitute investment advice or a recommendation or an offer or solicitation and is not the basis for any contract to purchase or sell any security or other instrument, or for Deutsche Bank AG and its affiliates to enter into or arrange any type of transaction as a consequence of any information contained herein.
Please note that this information is not intended to provide tax or legal advice and should not be relied upon as such. DWS does not provide tax, legal or accounting advice. Please consult with your respective experts before making investment decisions.
Neither DWS nor any of its affiliates, gives any warranty as to the accuracy, reliability or completeness of information which is contained. Except insofar as liability under any statute cannot be excluded, no member of DWS, the Issuer or any officer, employee or associate of them accepts any liability (whether arising in contract, in tort or negligence or otherwise) for any error or omission or for any resulting loss or damage whether direct, indirect, consequential or otherwise suffered.
This document is intended for discussion purposes only and does not create any legally binding obligations on the part of DWS and/or its affiliates. Without limitation, this document does not constitute investment advice or a recommendation or an offer or solicitation and is not the basis for any contract to purchase or sell any security or other instrument, or for DWS to enter into or arrange any type of transaction as a consequence of any information contained herein. The information contained in this document is based on material we believe to be reliable; however, we do not represent that it is accurate, current, complete, or error free. Assumptions, estimates and opinions contained in this document constitute our judgment as of the date of the document and are subject to change without notice. Past performance is not a guarantee of future results. Any forecasts provided herein are based upon our opinion of the market as at this date and are subject to change, dependent on future changes in the market. Any prediction, projection or forecast on the economy, stock market, bond market or the economic trends of the markets is not necessarily indicative of the future or likely performance. Investments are subject to risks, including possible loss of principal amount invested.
For investors in Peru / Argentina / Chile: “Without limitation, this document does not constitute an offer, an invitation to offer or a recommendation to enter into any transaction neither does it constitute the offer of securities or funds. The offer of any services and/or securities or funds will be subject to appropriate local legislation and regulation.”
Additional disclaimer for Chile: The information contained in this document is not intended to be an offer of securities. This information is subject to General Rule No. 336 of the Superintendencia de Valores y Seguros de Chile (“SVS”). The units issued under this fund are not registered with the SVS. The issuer is not required to provide information in Chile on the units issued under the fund. The units may not be publicly offered unless they are properly registered with the SVS.
Additional disclaimer for Peru: The Products may not be offered or sold to the public in Peru. Accordingly, the Products have not been nor will they be registered with the Peruvian Superintendence of Capital Markets – Public Registry of the Capital Markets- nor have they been submitted to the foregoing agency for approval. Documents relating to the Products, as well as the information contained therein, may not be supplied to the public in Peru.
For investors in Brazil: Interests have not been and will not be issued nor placed, distributed, offered or negotiated in the Brazilian capital markets. Interest thereto have not been and will not be registered with the CVM. The initial purchasers have represented, warranted and agreed that they have not offered or sold, and will not offer or sell, the interests thereto in Brazil, except in circumstances which do not constitute a public offering, placement, distribution or negotiation of securities in the Brazilian capital markets regulated by Brazilian legislation.
En opinión de Antony Vallée, gestor de carteras globales de Alken AM, uno de los aspectos que la comunidad inversora agradecería saber es en qué punto del ciclo estamos y si, en concreto, estamos o no al final del ciclo. Según su experiencia, el exceso de presencia de los eventos políticos en el mercado, los virajes en el discurso de los bancos centrales y la ausencia de buenas rentabilidad son ahora las grandes preocupaciones de los inversores. Estos fueron algunos de los temas que abordamos con el gestor en una entrevista concedida en exclusiva a Funds Society.
¿En qué momento del ciclo estamos?
Reconocemos que entramos en la última fase de un ciclo muy largo de recuperación tras la crisis de 2008, pero las declaraciones de los bancos centrales desde principio de año han dado esperazas para que el final de ciclo se retrase. En cualquier caso, en los periodos de transición siempre vemos señales de incertidumbre y hay un aumento de la volatilidad. Pese a los temores de una posible recesión, la inversión de la curva en Estados Unidos sugiere, de forma teórica, que aún tendremos dos o tres años antes de que el crecimiento comience a contraerse de forma efectiva. Sin embargo, esta observación histórica no tiene en cuenta las políticas de flexibilización cuantitativa de los bancos centrales. En este sentido, también tenemos que tener presente lo que hemos aprendido de la experiencia económica de Japón, un ejemplo del riesgo de un entorno deflacionario duradero o al menos de un crecimiento exiguo. En otras palabras, el riesgo de un ciclo sin fin emerge en la medida que el soporte de los bancos centrales continúa. Finalmente, considero que los políticos acabarán presionando para obtener estímulos fiscales cuando sea necesario, como por ejemplo ha ocurrido en Estados Unidos y su reforma fiscal, Japón y sus medidas económicas, y China y su programa de infraestructuras.
Y en este entorno cercano al fin de ciclo con volatilidad y cautela, ¿veis demanda de los inversores por soluciones conservadoras?
Como resultado de todos estos riesgos políticos y de las políticas de los bancos centrales, que pese a ser positivos creemos que son una medidas de naturaleza impredecible, los inversores se han visto complacidos con la renta variable, el crédito corporativo de alto rendimiento o de los activos de los mercados emergentes, que no han perdido interés. Los inversores buscan rendimientos que no estén impulsados por la beta y desde Alken compartimos esa visión con los inversores. Creemos que ese riesgo premium está seleccionar valores concretos en vez de posiciones en un solo sector o tipo de activo. Preferimos hablar sobre la selección del riesgo que de aversión al riesgo, si es que lo hay.
Desde la gestora señaláis que vuestra propuesta de inversión es un paso más allá del cash. En este sentido, ¿no son muy bajas las rentabilidades que se pueden esperar a esos niveles con bajo riesgo?
La correlación riesgo/retorno es habitualmente verdad. Sin riesgo, parece difícil extraer retornos. Sin embargo, en mercado de transición como el que estamos experimentando ahora, la volatilidad aumenta en algunos valores que sufren por ser parte de un sector, de una temática o de una zona geográfica. Mucha de la beta de las carteras se logra comprando y vendiendo en vez de tomar beneficios de algunos nombres y reduciendo las posiciones en negocios que pierden sus históricos beneficios. Así que los inversores que están buscando nombres concretos están mucho más equipados para tomar posiciones y encontrar oportunidades singulares sin añadir mucho riesgo beta en sus carteras.
¿Y qué hay de la diversificación?
La diversificación es otra de las formas de extraer valor en un entorno de aparente riesgo. Muchos gestores de carteras argumentan que la diversificación es tener cientos de posiciones en la cartera. Según nuestro punto de vista, la diversificación es algo más: se produce con la concentración en las carteras de nombres que han sido seleccionados y que tiene una alta correlación entre riesgo/retorno, y que están en diferentes localizaciones, sectores, negocios y en el caso de los bonos, que tienen diferentes niveles de madurez y calidades de crédito. Respecto al amplio mercado de crédito corporativo, preferimos pescas que surfear. Por último, nuestra experiencia nos permite movernos de forma segura en el mundo de la renta fija. Creemos que podemos extraer retornos de cuatro fuentes diferentes: de los yield de los bonos, de los estrechos spread de crédito, de una selección de coberturas y de la oportunidad de invertir en bonos convertibles. Creemos que podemos generar un 6% de retorno en un periodo de 12 meses.
¿Qué opináis de la volatilidad y cómo la estáis gestionando?
La volatilidad en los fondo es resultado de la volatilidad del mercado y la diversificación de las carteras. Nosotros buscamos una baja volatilidad en la cartera a través de nuestro proceso de inversión. Somos agnósticos cuando invertimos en investment grade o high yield, que según nuestra opinión son los primeros impulsores naturales de la diversificación. Nos gusta definirnos como gestores de carteras de high yield con calidad. La media de la calidad del crédito en la cartera está entre lo máximo en el high yield y lo menor en investment grade. Además, nuestra estrategia crea una parcialidad natural hacia bonos de corta duración, ya que necesitamos mantener visible el cash flow para los usuarios del fondo. Nuestra exposición a valores high yield están en torno al 10%. Nuestra estrategia de inversión en high yield busca negocios que hayan dado un giro o generen bastante cash flow, mientras que nuestra exposición en investment grade se focaliza en compañías con poca deuda que se benefician de una generación de cash flow estable. Debido a nuestro proceso de inversión y nuestra estrategia de diversificación, podemos gestionar una cartera con un baja volatilidad. No somos inmunes a los movimientos bruscos del mercado, pero creemos que podemos ofrecer un fondo diseñado para navegar en los periodos de volatilidad.
¿Qué esperáis del BCE y de la Fed?
Como dije antes, los bancos centrales están cuidando de los indicadores económicos pero también de los movimientos de mercado y de sus tendencias. Mientras sí que podemos monitorizar por igual los indicadores, no podemos anticiparnos cuando oficialmente decidirán enderezar sus políticas. Este timing es la clave aunque es difícil anticiparse, como demostró la declaración de Powell a principios de años y la correspondiente reacción del mercado en enero. Creemos profundamente que los bancos centrales seguirán dando soporte y no más del soporte que necesiten las respectivas economías. Necesitamos ver mejoras que mantengan las condiciones positivas en el mercado. El tono dovish tanto de la Fed como del BCE no han tranquilizado lo suficiente a los mercados financieros a largo plazo. El BCE no está en posición de subir los tipos.
¿Ofrece el crédito global buenas oportunidades ahora mismo?
El mercado de crédito corporativo global, excluyendo el sector financiero, es vasto. El índice Bloomberg Barclays Multiverse está compuesto por 27.000 valores, una capitalización de 56 trillones de dólares y el 70% son gubernamentales o valores financieros especializados. Nosotros filtramos este universo para lograr nuestro propio universo de inversión y aún así nos quedan 9.000 valores maduros en los que invertir con un vencimiento que va desde un año hasta a 30 años, a través de todo el mundo y teniendo diferentes ratings y estructuras de crédito. El horizonte de oportunidades de inversión es amplio y está bien distribuido
Par esta clase de activos, ¿en qué sectores estáis encontrando atractivo?
Analizando el mercado, vemos valor en el sector del consumo básico y en el discrecional, principalmente en los valores estadounidenses BBB y en los valores europeos con calificación BB. La industria global de retail está sufriendo el cambio de hábito de los consumidores y de rivales nuevos con un fuerte dominio global, como es el caso de Amazon. Además, también nos estamos beneficiando de nuestra experiencia en el mercado de bonos convertibles. Así que cuando un activo de este tipo ofrece un mayor yield que un bono de la compañía, preferimos invertir en el valor que es más atractivo. Estas inversiones oportunísticas son una parte importante de nuestro proceso de inversión y ofrecer otra forma de diversificar el fondo.
A pesar del resultado de un proceso bottom-up, y de analizar países y regiones, ¿de qué otra forma lográis encontrar oportunidades?
Como he comentado antes, encontramos más áreas de oportunidad en la deuda BBB estadounidense o los segmentos con calificación BB de Europa. En Europa, el sector del automóvil ha sido golpeada y tienen cierto descuento, ofreciendo atractivas oportunidades, en según nuestra visión. También está el mercado asiático que está caracterizado por la acumulación de riesgos idiosincráticos y por oportunidades. Es difícil dar una conclusión por segmento o sector en cada región. Nosotros estamos invirtiendo en nombres de alta calidad en propiedades o en sectores de consumo masivo. El programa, sin precedentes, de estímulos fiscales lanzado por el gobierno chino jugará un papel en la calidad del crédito de los nombres del sector de las infraestructuras.
¿Cuáles son las características clave de vuestro fondo?
El fondo Alken Income Opportunities es un fondo income a corto plazo –tiene una duración media de tres años– con un 6% de retorno y objetivo de baja volatilidad. Hemos diseñado este fondo como un vehículo puro de deuda corporativa sin CCB y con exposición limitada a valores financieros, bancos y seguros. Invierte de forma global en los segmentos de investment grade y high yield, lo significa que podemos invertir en bonos subordinados, híbridos o convertibles, entre otros. El objetivo de nuestro proceso de inversión bottom-up es encontrar el mejor ratio de riesgo/retorno entre la selección de deuda de compañías y no necesariamente las que ofrecen el mayor yield.
¿A qué tipo de inversor está dirigido?
Nuestros inversores son muy diversificados. Gracias al objetivo de baja volatilidad del fondo (del 3%), creemos que para aquellos inversores complacientes y con un enfoque a largo plazo este fondo puede aprovechar e invertir parte de su liquidez. Otros inversores simplemente ven una oportunidad para diversificar su exposición global con un aproximación flexible al riesgo. Bancos privadas y perfiles con altos patrimonios ven en nuestro fondo una forma atractiva para reducir su riesgo en high yield sin aumentar el riesgo. Por último, lanzamos una versión más apalancada de este fondo con el doble de objetivos en volatilidad y liquidez (con tarifas menores de ejecución) para aquellos inversores que busquen diversificación y retornos de dos dígitos.
“¿Recuerda la gran crisis financiera? Ahh… se refiere a la que todavía perdura..”, responde en ocasiones John Pattullo, codirector de renta fija estratégica en Janus Henderson Investors, cuando le preguntan. A quien todavía le sorprende que se formule esa pregunta a los gestores: “Tenemos que recordar a algunos clientes que claramente seguimos inmersos en la crisis”, afirma.
“La crisis se produjo por diversas razones, pero principalmente por los enormes volúmenes de deuda acumulada por hogares, empresas y gobiernos. De ahí que buena parte del “crecimiento” económico se financiara con un aumento de la deuda de forma insostenible. ¿Recuerdan los inversores la “gran moderación”? (1) Once años más tarde, como ilustra el gráfico, la gran mayoría de los países acumulan más deuda que antes de que comenzara la crisis; pocos han logrado reducir en parte su endeudamiento. Por tanto, ¿cómo se puede pensar que la crisis ha terminado?”, se pregunta Pattullo.
Según apunta el gestor de Janus Henderson, no hay soluciones fáciles para reducir volúmenes tan abultados de deuda. Existen diferentes opciones, como que lleguen el crecimiento y la inflación -lo cual parece complicado-, austeridad, impago y/o represión financiera (2) (más adelante en el texto se explica en mayor detalle). Sin embargo, el pasado, no tan lejano, puede brindar unas útiles lecciones.
¡Alerta de “japonización”!
Fue en 2011 cuando los gestores de Janus Henderson comenzaron a hablar sobre la tesis de recesión de los balances presentada por Richard Koo (3). Resulta extraordinario cómo leer un libro – “The Holy Grail of Macroeconomics: Lessons from Japan’s Great Recession, 2009”- pudo cambiar completamente su visión sobre la economía y los mercados de bonos.
En 2009, Koo previó de forma profética que Europa se convertiría en Japón. En Janus Henderson llevan años hablando sobre esto, pero no ha sido hasta ahora cuando la bandeja de entrada de su email ha empezado a llenarse con artículos sobre la “japonización” de Europa. Esta situación explica por qué han mantenido una duración mucho más larga en sus carteras durante buena parte del tiempo en comparación con diversos de nuestros homólogos, dado nuestro rechazo a los enfoques económicos convencionales.
“Resulta algo raro, pero nos complace que parte (la más antigua) de nuestra base de clientes rechace nuestros puntos de vista, pues significa que todavía puede ganarse dinero con los bonos. Algunos de nuestros clientes mantienen una duración corta o han probado suerte diversificando sus activos hacia inversiones alternativas, en detrimento de la renta fija de calidad y duración larga. Sin embargo, la mayoría de ellos, que son más jóvenes que yo, que cumplo 49 años en mayo, -¡agh!-, coinciden con nuestra perspectiva desinflacionaria.
Pensamos que los factores impulsores estructurales a largo plazo, como la demografía, la tecnología, el endeudamiento excesivo y la baja productividad, serán los que se impondrán y se traducirán en un descenso de las rentabilidades de los bonos a escala global. Dudamos que podamos pasar de forma sostenible a niveles de inflación y crecimiento más elevados, lo cual no significa que los políticos, con un mandato democrático, podrían intentar algo completamente diferente”, explica Pattullo.
¿No hay crecimiento y no hay inflación?
A continución, una copia de la diapositiva que dio título a la presentación de las conferencias de Reino Unido y Nueva York de 2013. En la presentación, Janus Henderson destacaba lo reducido que podía ser el multiplicador de capitales en comparación con el multiplicador fiscal en una economía gravemente deprimida. Su mensaje era que deberían emplearse herramientas de política fiscal para restaurar el crecimiento, pero en aquella época no existía voluntad política para adoptar esas medidas.
La crisis financiera mundial no fue una recesión al uso; fue una recesión “de los balances”, porque tanto personas como empresas modificaron sus conductas hacia el endeudamiento y el gasto tras el trauma de experimentar pérdidas patrimoniales. En esas circunstancias, rebajar los tipos de interés no hace bien y las políticas demasiado centradas en el aspecto monetario pueden no ser efectivas, como se ha comprobado.
La política monetaria se tornó independiente en general en la década de 1990 (en numerosos países) con el objetivo de sacar a la clase política del ciclo económico. Los economistas convencionales descartaban en esa época la expansión fiscal keynesiana por considerarla ineficaz. Al suprimir el dogmático Tratado de Maastricht la posibilidad de expansión fiscal en Europa, la independencia de los tipos de interés se antojaba la única herramienta política disponible.
Aunque es cierto que la expansión cuantitativa ha ampliado de forma ingente la base monetaria, como demuestra Koo, se ha desvinculado completamente del crecimiento en términos de financiación bancaria y masa monetaria. Sin duda, se ha generado una inflación de los precios de los activos en Wall Street que no ha llegado a la economía real. Las medidas paliativas necesarias se enmarcaban en la teoría de Koo.
La teoría de Koo
Según la teoría de Koo, el gobierno debe tomar en préstamo todo el superávit del sector privado y redistribuirlo vía política fiscal para evitar que la contracción de la economía caiga en el olvido. Esta teoría coincide en gran medida con la hipótesis de estancamiento estructural (4)/ exceso de ahorro del economista estadounidense Larry Summers.
“Desafortunadamente, los responsables de política no suscriben la tesis de Koo. Si todo este excedente no se redistribuye, el resultado es déficit de demanda y deflación. ¿Quién hablaba de Europa? ¿Por qué entonces la política monetaria no se combinó con política fiscal? Claramente deberían complementarse y no tratarse como sustituta la una de la otra. A Italia, por ejemplo, le hubiera venido bien (y todavía le vendría bien) una expansión fiscal ingente (aunque el Tratado de Maastricht la impida). Tal y como destaca Koo, se necesitan reformas estructurales antes de una expansión fiscal ya que, de lo contrario, ésta será un fracaso. De hecho, afirmaba que el 80% del cambio necesario corresponde a reformas estructurales, seguidas por una expansión fiscal. Téngase en cuenta que ésta tercera punta de lanza de reformas estructurales nunca llegó a aplicarse en Japón.
Resulta irónico que la desigualdad que ha traído la expansión cuantitativa haya implicado reacciones populistas en economías desarrolladas, así como llamadas a la teoría monetaria moderna(5)/ expansión fiscal; pero no mezclemos ambos conceptos, por el momento”, continúa.
Sea como fuere, ¿en qué consiste la teoría monetaria moderna?
La teoría monetaria moderna no es más que una politización del gasto fiscal, con restricciones ilimitadas. Nadie limitó las expansiones fiscales británica y estadounidense para la II Guerra Mundial (IIGM), porque se necesitaban tanques y buques de guerra y se fabricaron. La idea era que los gobiernos gastaran cuanto necesitaran para conseguir el resultado deseado y se preocuparan de financiar el déficit más adelante.
Así pues, tras el lamentable fracaso de la expansión cuantitativa de generar un crecimiento o una inflación sostenibles, la clase política vira ahora a la política fiscal. En este momento, los gobiernos siempre están dispuestos a desinflar su deuda… logrando tasas de inflación superiores a la rentabilidad nominal de la deuda que emiten. Esta política se denomina “represión financiera” y es una de las maneras de desapalancar una economía (reducir su endeudamiento). Cabe destacar que la minoración de la deuda suele producirse con el crecimiento de la economía (es decir, con alzas del PIB), que reduce la deuda como porcentaje del PIB, pero rara vez la minora en términos absolutos.
“Dado que solo podía generarse una tasa de inflación muy baja, los tipos tenían que seguir bajando para tratar de relanzar las economías, pero también para permitir tipos de intereses reales negativos -¡para reprimirnos a usted y a mí!- Tenga la certeza de que se requiere y necesita mayor represión financiera para minorar los niveles de deuda en todo el mundo, pero la tasa actual de avance es demasiado baja”, añade Pattullo.
¿Los tiempos han cambiado?
El retroceso económico en que nos econtramos no va a recuperar los niveles que antes se consideraban normales. Dadas las pobres tasas de demografía y productividad, el crecimiento tendencial en el futuro tanto en Estados Unidos como en Reino Unido se sitúa cerca del 1,5%-1,75%. Nos encontramos en un régimen diferente tras el colapso de 2008: bajo crecimiento, baja inflación y aumento de la represión financiera. Como indicamos anteriormente, Richard Koo reclama una respuesta propia de tiempos de guerra por el lado fiscal, pues nos encontramos en una economía de guerra, pero actualmente nadie tiene el mandato político necesario para justificar una respuesta de ese tipo, aunque las cosas están cambiando rápidamente.
Esto nos lleva de vuelta a la teoría monetaria moderna
La teoría de que un gobierno no puede impagar sus deudas si éstas se emitieron en su propia moneda no es nueva. Existe además una ingente cantidad de documentación y obras sobre si los déficits fiscales importan. Sin embargo, dicho extremo cuenta actualmente con un importante peso (político).
“Resulta complicado negar que una expansión significativa en infraestructuras, vivienda, tecnología, transporte y educación no impulsaría la economía y seguramente supondría un efecto multiplicador muy superior al de la expansión cuantitativa. La cuestión radica en cómo financiarla y la posible represión (redistribución) de la riqueza que lleva aparejada. ¿Podría un estímulo así anular el efecto de los factores estructurales a largo plazo? Puede que sí, pero no tenemos certeza al respecto.
En palabras de Koo, “los partidarios de la teoría monetaria moderna aciertan al afirmar que necesitamos estímulos fiscales suficientes para absorber el excedente de ahorro del sector privado. Sin embargo, esto no significa necesariamente que el banco central financie el estímulo directamente”6. Se trata de un aspecto clave en el debate sobre la teoría monetaria moderna, que muchos confunden— los estímulos deberían financiarse con el excedente de ahorro del sector privado y no ser el banco central quien lo financie—”, afirma.
Temores en torno a la teoría monetaria moderna: ¿será el Reino Unido laboratorio de pruebas?
¿Qué sucedería si Corbyn pusiera a prueba en Reino Unido un programa de “expansión cuantitativa para la gente”(7)? Dependería de su credibilidad y cómo se financia. Un programa de estas características podría venir acompañado de un aumento de las rentabilidades de la deuda pública británica, inflación y una crisis para la libra esterlina… o no. Los titulares de bonos se verían afectados al elevarse la inflación. Las curvas de rentabilidades podrían inclinarse significativamente y a los más acaudalados se les aplicarían tipos impositivos elevados.
“¿Podría el Banco de Inglaterra perder su independencia? Creemos que esta hipótesis es menos probable, pero eso no significa que no nos preocupe que los mercados se preocupen por ello. Un enfoque más sutil y aceptable podría implicar que el banco central anclara las rentabilidades de los bonos en un nivel bajo (represivo) fijado por ley. El gobierno podría entonces emitir bonos sin límite al banco central para financiar la expansión fiscal. Sería una expansión más controlada, con algo de represión. ¡Puede que implicara controles de capitales (para detener la salida de fondos al extranjero) y regulación financiera, pudiendo llegarse a obligar a las instituciones financieras a comprar deuda pública una vez el banco central colmara su capacidad!
Ninguna de las opciones parece alentadora para los titulares de bonos: sin embargo, otra vez, como siempre, viramos a Japón, donde todavía no se han invocado cifras de crecimiento o inflación significativas o sostenibles. Uno de sus principales obstáculos es la combinación de una demografía abismal y la falta de reformas estructurales”, argumenta.
Estados Unidos y China han recogido algunos éxitos con sus expansiones fiscales, mientras que Grecia, Chipre e Islandia ya han registrado varios grados de represión y, efectivamente, controles de capitales. Muchos olvidan que los ciudadanos británicos sufrieron represión durante décadas tras la II GM con diversas formas de legislación. Francia también redujo en gran medida los abultados niveles de endeudamiento de su gobierno tras la II GM impulsando la inflación (que en ocasiones fue superior al 20%), pero manteniendo por ley las rentabilidades de los bonos en el entorno del 6%. El pueblo británico padece represión actualmente, pues la rentabilidad de los bonos es del 1%, pero la inflación es del 2%.
Entonces, ¿qué es lo que funcionará?
Los gestores de Janus Henderson se decantan por una reforma fiscal, monetaria y estructural —combinada—, pero se niegan a una teoría monetaria moderna sin una financiación adecuada. La clave reside en la combinación de estos factores.
La política fiscal puede ser eficaz si cuenta con una financiación creíble y se utiliza en el momento adecuado del ciclo. Además, debe invertirse y no consumirse. El debate continúa en torno a la financiación de dicha teoría, buena parte del cual es político y marcadamente ideológico (la escuela económica heterodoxa) y para el que no existe una respuesta definitiva. Puede que la política también obstaculice la eficacia (o la credibilidad de la financiación) de una expansión fiscal.
Enfoque y posicionamiento
En Janus Henderson siguen siendo flexibles en su enfoque, pero son conscientes del riesgo que entraña la teoría monetaria moderna, por lo que continúan siendo muy selectivos tanto a nivel de empresas, como a nivel de países cuando invierten el dinero de sus clientes.
“Vivir en Reino Unido y haber estudiado la experiencia japonesa, pero invertir en mercados desarrollados de bonos de todo el mundo, puede que no sea un mal punto para valorar la situación y ofrecer rentabilidades sensatas de los bonos de cara al futuro.
Aunque prever es complicado, hoy por hoy pensamos que los rendimientos de los bonos estadounidenses son realmente bajos y, en vista de que las rentabilidades reales son positivas, existe la posibilidad de ganar dinero en los mercados de bonos estadounidenses mientras dicha economía avanza hacia la “japonización”.
Reino Unido y determinadas partes de Europa ya cuentan con rentabilidades reales negativas -se nos reprime lentamente-. Nuestras carteras apenas cuentan con exposición a bonos corporativos británicos, con razón, y nos decantamos por deuda corporativa (y pública) de Estados Unidos, así como por deuda pública australiana. Invertimos por temas en clave estructural —nos enfrentaremos a oscilaciones cíclicas más a corto plazo, como los dos años de reflación de Trump, que pueden confundir el relato—, pero seguimos pensando que la mayoría de las rentabilidades de los bonos del mundo desarrollado avanzarán a la baja”, concluye Pattullo.
Glosario de términos:
(1) La gran moderación: periodo de estabilidad económica caracterizado por inflación baja, crecimiento económico positivo y la creencia de que se han superado los ciclos de auge y caída. En el Reino Unido, suele hacer referencia al periodo comprendido entre 1993 y 2007.
(2) Represión financiera: en palabras llanas, emplear reglamentos y políticas para forzar el descenso de los tipos de interés por debajo de la tasa de inflación; también se conoce como “impuesto furtivo”, pues premia a los deudores y penaliza a los ahorradores.
(3) Recesión de los balances: se produce cuando unos niveles elevados de deuda del sector privado causa que las personas y/o las empresas se centren en el ahorro y reducir su deuda en lugar de gastar o invertir, lo cual a su vez se traduce en un crecimiento económico lento o incluso negativo. El término se atribuye al economista Richard Koo.
(4) Estancamiento estructural: periodo prolongado de crecimiento económico bajo o ausencia de este en una economía (un ahorro excesivo lastra la demanda, lo cual reduce el crecimiento económico y la inflación).
(5) Teoría monetaria moderna: enfoque no ortodoxo hacia la gestión económica que, en palabras llanas, sostiene que los países que emiten sus propias monedas nunca pueden “quedarse sin dinero”, como sí puede agotárseles a personas o empresas. En otras palabras, los gobiernos que controlan la política monetaria no están sujetos a las limitaciones de los ingresos fiscales de cara al gasto. Concebida en la década de 1990, recientemente se ha convertido en importante tema de debate entre los demócratas y economistas estadounidenses.
(6) Nomura, Richard Koo, artículo de investigación: “MMT and the EU’s growing sense of crisis”, 23 de abril de 2019.
(7) Expansión cuantitativa para la gente: política propuesta por Jeremy Corbyn, líder del partido laborista británico, que exigiría al Tesoro (Oficina de gestión de la deuda) crear dinero para financiar inversiones públicas en infraestructuras a través de un banco público de inversiones.
Información importante:
Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas y otros equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos. La rentabilidad pasada no es indicativa de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas puede disminuir y aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida inicialmente. La información recogida en este artículo no reúne las condiciones para considerarse recomendación de inversión.
Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro: B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
La oleada de salidas a bolsa en el sector tecnológico está generando amplios debates entre los inversores. A medida que el primer trimestre de 2019 fue tocando a su fin con una de las mejores rentabilidades trimestrales en los mercados bursátiles desde el fin de la gran crisis financiera, se ha abierto la veda para numerosas OPVs muy esperadas en el sector tecnológico, incluidas las de Lyft, Uber y Pinterest.
Los tres unicornios han superado con creces el umbral de los 1000 millones de dólares estadounidenses en términos de valoración en las rondas de financiación privada, pero parece que la transición a los mercados públicos bien podría ser todo un desafío en comparación con las captaciones de capital privado más recientes de estas empresas.
Lyft, la empresa estadounidense de transporte compartido, hizo su debut el 28 de marzo de 2019 a 72 dólares por acción, el precio alcanzado durante el proceso de colocación de la demanda frente a la horquilla indicativa de 62-68 dólares establecida cuando se anunció la operación, dado que los inversores hicieron de todo por no perderse la OPV más candente del sector tecnológico desde que Snap hiciera lo propio en 2017. A 72 dólares por acción, la firma estaba valorada en 19.700 millones de dólares estadounidenses, muy por encima de la primera ronda de captación de fondos privados de junio de 2018, que atrajo 14 500 millones de dólares estadounidenses. Los últimos estados financieros de Lyft revelan que la compañía registró unos ingresos de 2200 millones de dólares estadounidenses y unas pérdidas de explotación de 978 millones en 2018. Por mucho que intentemos estirar la oportunidad que plantea este nivel de ingresos, resulta altamente difícil prever que la rentabilidad se mantenga durante muchos años. No es en absoluto sorprendente que después de un repunte estelar inducido por la sobreexpectación en el primer día de cotización, las acciones ya hayan caído un 20 % frente al precio de la salida a bolsa (a 15 de abril).
Entre la siguiente oleada de OPVs se incluyen las de Uber y Pinterest. Uber ha anunciado una horquilla con un valor de mercado ligeramente inferior a los 100.000 millones de dólares estadounidenses en un intento por “garantizar” que la oferta se salde con un resultado positivo. El lema de su folleto es We ignite opportunity by setting the world in motion (“Generamos oportunidades poniendo el mundo en marcha”). No obstante, también perderá mucho dinero: los estados financieros de 2018 muestran unas pérdidas de explotación de 3000 millones de dólares estadounidenses sobre unos ingresos de 11.300 millones. Se trata de unas cifras ingentes con pocos indicios de que se pueda revertir la tendencia de los beneficios a corto plazo. Esto no quiere decir que no nos guste la temática del transporte como servicio (“Transport as a Service” – TaaS, por sus siglas en inglés), pero no nos queda claro cómo evolucionará el panorama y si éste será un mercado en el que ganador se lo lleva todo. De hecho, todo parece apuntar a que no lo será, a pesar del impresionante crecimiento del número de usuarios del transporte compartido.
La oportunidad definitiva en el segmento TaaS es clara: las estimaciones apuntan a un mercado con un valor de billones de dólares, pero los ganadores no son tan evidentes, en nuestra opinión. Podría parecer que Uber cuenta con una plataforma mejor que la de Lyft para prosperar, así como una mejor diversificación geográfica y productos adicionales, como Uber Eats y Uber Freight, pero solo el tiempo lo dirá, dado que a día de hoy estas empresas no cuentan con la misma flexibilidad para impulsar su rentabilidad en comparación con firmas como Facebook o Amazon. Al contrario que Amazon o Facebook, tanto Lyft como Uber (y otros competidores privados: Grab, Ola y Didi) dependen en gran medida de los incentivos tanto para el conductor como para el pasajero. En nuestra opinión, la capacidad para ofrecer incentivos de semejante calado se debe, en parte, a las valoraciones exageradas que estas empresas han alcanzado en las rondas de financiación privada, y a la capacidad para usar estas cantidades de efectivo —tal vez irracionales— para financiar los incentivos. Sin estos incentivos, la ventaja económica de dejar atrás la titularidad de vehículos para adoptar un modelo de transporte compartido podría no ser tan obvia, pero, una vez más, solo el tiempo lo dirá.
Pinterest también es una compañía que, a nuestros ojos, tendrá más dificultades de las previstas para prosperar en una salida a bolsa. Entra al mercado con una valoración prevista de alrededor de 10.500 millones de dólares estadounidenses sobre una base totalmente diluida. Esta cifra es muy inferior a los 12.200 millones de dólares estadounidenses que captó en la última ronda de financiación privada. En nuestra opinión, Pinterest constituye un negocio interesante con una sólida oportunidad de nicho, pero parece que el mercado sigue queriendo ver a cualquier red social como un actor revolucionario al estilo de Facebook, y no creemos que este sea el caso. A nuestros ojos, las pruebas de la ley de Metcalfe (un concepto usado en redes informáticas y de telecomunicaciones para representar el valor de una red) son claras, y los inversores solo tienen que echar un vistazo a la suerte que corrieron Twitter o Snap en los mercados públicos al principio para recordar cómo funciona.
Creemos que los mercados públicos están entendiendo el mensaje poco a poco y con toda seguridad antes de las fases de financiación privada, en las que las valoraciones han seguido situándose en cotas muy elevadas. La cotización inicial tras la OPV de Lyft, Uber y Pinterest terminará atenuando el entusiasmo de las rondas de financiación privada y recordando al mercado que, a fin de cuentas, todos los activos deben superar un escrutinio basado en la valoración intrínseca.
Tribuna de Mark Hawtin, director de inversión de GAM Investments.
*Las empresas mencionadas forman parte del universo de empresas cubiertas por los gestores de la cartera para ayudar al lector a comprender mejor las temáticas presentadas. Las empresas incluidas no están necesariamente incluidas en la cartera ni constituyen ninguna recomendación por parte de los gestores de la cartera.
Muchos de los nuevos jugadores del sector bancario consideran que la banca tradicional no está siendo capaz de dar una buena experiencia al cliente ni abordando correctamente la era digital, lo que les da la oportunidad de proporcionar un nuevo modelo bancario utilizando la tecnología y los canales digitales para brindar mejorar la experiencia digital del cliente.
Así lo revela el informe Citi GPS: Global Perspectives and Solutions sobre el efecto de la disrupción digital en los servicios financieros, y en el que analiza el impacto que está teniendo en los bancos tradicionales la entrada de nuevos jugadores en el negocio. Durante la gran crisis financiera, los bancos centraron su atención en la optimización de los costes y el capital para ayudar a impulsar la rentabilidad en un contexto de menores ingresos. Las nuevas regulaciones y las nuevas prácticas comerciales supusieron que la inversión en tecnología se desviase hacia los desafíos regulatorios y de cumplimiento. Mientras esto ocurría, comenzaron a surgir nuevas entidades más pequeñas e impulsadas por firmas de fintech, diseñados en torno a la revolución digital y que han sabido aprovechar la información. Así, han logrado ofrecer a sus clientes servicios financieros personalizados y una experiencia bancaria totalmente digital”, apuntan desde Citi a raíz de las conclusiones de su informe.
Como se señala el informe, la banca tradicional dispone de una gran ingente cantidad de datos, pero no está siendo capaz de gestionarlos porque su tecnología está respaldada por una tecnología “que se construyó literalmente en la era de la televisión en blanco y negro”. Según el análisis, el problema es que la tecnología bancaria “más core” está desfasada, mientras que los nuevos bancos –que suponen una amenaza en el mercado para las firmas más tradicionales– cuentan con una tecnología rápida tanto para introducir productos como para mejorar sus plataformas; lo que permite ofrecer más productos al usuario final.
En este contexto, las conclusiones del documento apuntan a que han surgido tres tipos de nuevos bancos: bancos independientes que son, principalmente, propiedad de compañías fintech que usan la tecnología y los datos para ofrecer una banca minorista con mejores precios, entidades que han surgido dentro de bancos tradicionales y que han despuntando creando firmas únicamente digitales, y, por último, bancos vinculados a las bigtech (Google, Apple, Facebook y Amazon, Baidu, Alibaba y Tencent) y que pueden usar sus vastas redes para llegar rápidamente a clientes y ramificar así sus servicios financieros.
Pero no todo es tan positivo para estas nuevas entidades, el informe destaca que si bien la digitalización puede reducir los costes entre un 30%-50%, es probable que la mayor competencia y la exigencia de más transparencia reduzca sus ingresos entre un 10% y un 30%. “El principal riesgo que vemos es esta reducción afecte a sus negocio de ahorro y préstamos”, se matiza en el documento.
En general, la banca tradicional es consciente que todos estos nuevos jugadores suponen una amenaza para sus ingresos y su capacidad de retener a los clientes, por lo que se están viendo obligados a reinventar tanto el modelo de banca como el de sus organizaciones. Esto implica que los bancos tradicionales se asocien con empresas de tecnología para crear empresas más eficaces, así como para pasarse a tecnologías y modelos de negocio más disruptivos que les transformarse en competidores digitales. “Al crear su propio Banco X, creemos que los entidades tradicionales pueden transformarse de orugas de movimiento lento a mariposas ágiles”, concluye en el informe.
Las finanzas públicas quieren demostrar que son transparentes. Para ello, los ministros de finanzas del G20 y los gobernadores de los bancos centrales han emitido una declaración en apoyo de los Principios para la Transparencia de la Deuda, que propone el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) y que son adhesión voluntaria.
“La sostenibilidad de la deuda y la transparencia de la deuda van de la mano. Es alentador ver que el G20 y otros destacados representantes globales reconocen la importancia que tiene una mayor transparencia en el crédito y en los flujos de capital hacia los países prestatarios”, afirmó Tim Adams, presidente y consejero delegado de IIF, tras dirigirse a los delegados de la reunión del G20 a principios de junio en Fukuoka (Japón).
El G20 declaró en el comunicado que hizo público: “Apoyamos el trabajo del Instituto de Finanzas Internacionales sobre los Principios para la Transparencia de la Deuda para mejorar la transparencia de la deuda y la sostenibilidad de la financiación privada, y esperamos seguir haciéndolo».
En opinión de Adams, una mayor transparencia de la deuda facilitará el buen gobierno en las instituciones pública y ayudará a luchar contra la corrupción. Básicamente, estos Principios están diseñados para mejorar la transparencia en los préstamos del sector privado y, en particular, de los países más vulnerables. “A través de los Principios voluntarios, el IIF, que representa a la industria global de servicios financieros, se pretende evitar el nivel de acumulación de deuda que ha vuelto insostenible, inservible, y que tiene el riesgo de ser cancelada por parte de los países más pobres”, añadió.
Según explica la organización, los próximos pasos para poner en práctica los Principios requerirán identificar un repositorio de datos con fines divulgativos. “Estamos de acuerdo con la sociedad civil en que un depósito debe estar ubicado en una institución financiera internacional con la credibilidad, la capacidad y la experiencia para mantener una instalación permanente” concluyen.
Fernando Honorato, economista jefe de Bradesco, fue invitado por BCI Asset Management en el marco de su ciclo Investment Meeting Latam a un evento organizado para clientes institucionales en Santiago de Chile con el fin de presentar su visión sobre la situación actual de la economía brasileña.
Para Honorato, la transformación de la economía brasileña comenzó en el 2016 con el establecimiento del techo de gasto por parte de la administración del presidente Temer. “Este es muy significativo en cuanto a que representa un cambio en el reparto del gasto entre sector público y el privado. Es lo que conocemos como crowding in, el sector público salió y lo que tenemos que esperar es que el sector privado sea el protagonista de Brasil en los próximos años”, comenta el economista.
A nivel macro, las consecuencias de este techo han sido principalmente una inflación controlada y una bajada de los tipos de interés hasta niveles que Honorato considera decentes (7-8%) pero que cree que pueden bajar aún más.
Sin embargo, el experto afirma que “la transición no ha sido completada. No estamos listos”. Asegura que la economía no crece y que el efecto colateral es el aumento del desempleo que ha llegado hasta el 13% y que puede llegar hasta el 25% si se añade la gente que ha desistido en la búsqueda de empleo. Por lo tanto, el economista concluye que la agenda de Bolsonaro, la más ambiciosa de los últimos 20 años es fundamental a la hora de devolver la confianza en la economía brasileña.
Importancia de la relación entre Bolsonaro y el congreso
Hay tres aspectos claves dentro de la agenda de Bolsonaro: la reducción del gasto fiscal mediante la reforma de la seguridad social, la simplificación y reducción del nivel impositivo y la apertura de la economía brasileña.
En este sentido Honorato matiza que debe existir una secuencia: “Primero se tiene que abordar la reforma de las pensiones que se traduzca en una reducción de los tipos de interés y que las compañías se acostumbren a vivir con tasas bajas. Segundo, se debe mejorar el entorno empresarial y aplicar una bajada de impuestos para que las compañías puedan competir en este entorno antes de finalmente abrir la economía”.
La reforma del sistema de pensiones es, en opinión del experto, la más importante de todas y su eje central gira en torno a la fijación de una edad mínima de jubilación y en la reducción de privilegios. Los ahorros esperados por el gobierno son de 1.300 millones de reales en 10 años a lo que Honorato añade “ esperamos que haya dilución de esta cifra pero al menos se consigan 800 millones de reales, cifra que nos parece suficiente”.
En cuanto a las posibilidades de ser aprobada, al ser un cambio constitucional, la reforma necesita la aprobación por al menos 308 congresistas. Según las últimas encuestas ha habido un aumento importante de los congresistas parcialmente a favor o indecisos y para Honorato la probabilidad de aprobación es del 80%. “Creo que esto va a ocurrir, pero tiene que ocurrir rápido porque lo ratios de popularidad de Bolsonaro están bajando. Hay una curva de aprendizaje para el gobierno de Bolsonaro. Hay mucho ruido con Bolsonaro y su familia que usan las redes sociales y esto es algo nuevo en Brasil.”
Además, añade “hay un empeoramiento de la relación de Bolsonaro con el congreso. Bolsonaro tiene que entender que no todos los congresistas son corruptos y que quieren que se aprueba la reforma de la seguridad social, porque con ella Brasil despegará. Pero no puede pretender que le ayuden a aprobar todas medidas impopulares, recibir él todo el beneficio y amenazarles con meterles en la cárcel al final de su mandato. Tiene que negociar con ellos”
Se espera que la reforma sea aprobada los primeros 15 días de agosto, pero de no ser así y si se produce un retraso, “la economía no crecerá, aumentará el paro y se podrá generar una crisis política”, augura el experto.
Escenarios posibles
Si la reforma no solo se retrasa, sino que no se aprueba el experto muestra un paralelismo con la crisis de deuda europea del 2011 para estimar las consecuencias en Brasil. “Si los CDS (Credit default swaps) de Brasil se situaran en el rango entre 500-600 pb, el real se irá a 5,8 reales por dólar lo que implica una devaluación de la moneda cercana al 50%, los tipos de interés se irán al 10%, la economía no crecerá y la deuda no será sostenible. Aunque no cree que esto no ocurra porque “la forma que tiene un país emergente que emite su propia moneda no vinculada al dólar para solucionar el problema de sostenibilidad de su deuda es a través de la inflación. Las tasas de interés serán negativas, el ipc subirá, y la deuda no será un problema. El problema entonces será el valor real de los activos”, concluye el experto.
Pero el Honorato asegura que de aprobarse toda la agenda económica se abre un mundo de posibilidades de inversión en Brasil. De hecho, afirma que Brasil puede recuperar la calificación de grado de inversión y explica: “Cuando miro los datos macro de Brasil estamos mejor que nuestros peers. Los motivos por los que Brasil no es grado de inversión son la situación política y la deuda externa. Cuando llevemos a cabo la reforma de pensiones, las tasas nominales bajen y la dinámica de la deuda mejore, espero que el rating se revise al alza en un escalón a finales de este año y un escalón a finales del siguiente para a lo mejor volver a ser grado de inversión al final del mandato de Bolsonaro. Está al alcance de la mano.”
En esta línea el economista concluye que la economía brasileña esta lista para crecer y solo necesita confianza. Sus estimaciones, gracias a una política fiscal más estricta y una política monetaria más relajada, es de un crecimiento cercano al 2,3%, que “si bien puede parecer bajo para Brasil está por encima de nuestra media histórica”.
Una renovada imagen corporativa, que busca reflejar su visión de empresa tecnológica, transparente, confiable y sostenible presentó hoy la Bolsa de Santiago, en el marco de su tradicional cata de vinos, actividad que reunió a ejecutivos de la industria financiera, corredores, analistas y directores del mercado de valores.
“Con 125 años de historia, nuestra Bolsa quiere marcar una nueva etapa en su desarrollo, con una imagen en línea con nuestro posicionamiento y nuestra consolidación como actor relevante en América Latina”, afirmó el presidente de la Bolsa de Santiago, Juan Andrés Camus.
Esta nueva imagen da mayor visibilidad a la palabra Santiago, buscando asociar la capital chilena con la actividad bursátil nacional, y al final de ella incorpora una “X”, el nuevo isotipo de la institución que alude a la palabra “Exchange”, con el objeto de proyectar internacionalmente a la Bolsa de Santiago.
En términos gráficos, se utiliza una tipografía más clásica y el tradicional azul en la palabra “Santia”, para reforzar los 125 años de trayectoria y funcionamiento ininterrumpido, mientras que “GO” tiene una tipografía más moderna para fortalecer el carácter tecnológico de la Bolsa, reforzando su perfil global y dinámico. Finalmente, como elemento gráfico de apoyo, las flechas que conforman la “X” hacia adelante proyectan los desafíos futuros de esta entidad bursátil.
Junto con la imagen corporativa, también se dio a conocer el nuevo sitio web www.bolsadesantiago.com, que a través de la estructura de sus contenidos busca otorgar una mayor facilidad de acceso a la información de valor para los distintos grupos de interés con quienes se relaciona la bolsa. En él se podrá encontrar desde su historia hasta las soluciones tecnológicas que ofrece, estadísticas de los distintos mercados en los que opera, información de emisores y normativas, así como temáticas relacionadas a la sostenibilidad, educación financiera y prensa.
En el evento, Juan Andrés Camus, destacó que la Bolsa de Santiago ha evolucionado hacia una empresa tecnológica que innova en beneficio del mercado de capitales, sus corredores, emisores e inversionistas, con una infraestructura basada en tecnología de punta y una amplia oferta de productos y servicios. Al mismo tiempo, explicó, tiene como uno de sus ejes centrales la sostenibilidad y el fomento de las inversiones responsables.
“Como Bolsa, estamos convencidos de nuestro rol en la promoción de las mejores prácticas corporativas y de las inversiones responsables. Por eso hemos sido activos en difundir la relevancia de incorporar los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la gestión de las empresas, porque hoy en día quienes toman las decisiones de inversión ya no evalúan solo el rendimiento financiero, sino también la sostenibilidad”, aseguró.