A la hora de analizar las perspectivas para la segunda mitad de 2019, NN Investment Partners parte de la hipótesis de que se produzca una escalada de las tensiones comerciales. En este escenario, Estados Unidos y China hablan y discuten al mismo tiempo mientras la amenaza de los aranceles continúa pesando sobre otras regiones. El resultado es que la confianza de las empresas y el gasto en capital permanecen silenciados, pero el amortiguador de beneficios que se ha construido en los últimos años, combinado con la relajación de las políticas, debería mantener el empleo y el consumo a niveles relativamente resistentes.
“Actualmente, los mercados esperan que la Fed, otros bancos centrales y las autoridades fiscales triunfen a la hora de amortiguar las repercusiones de los riesgos comerciales”, asegura la gestora en un informe reciente. Como resultado de esto, el momentum de crecimiento global se ralentizará respecto al ritmo de 2018, pero permanecerá, a su juicio, en terreno positivo.
Los mercados
NN IP se mantiene neutral para la mayoría de las clases de activos, excepto para los spreads de renta fija, que sobrepondera ligeramente, ya que la perspectiva de una política monetaria más relajada sostiene la búsqueda de rentabilidad en este activo.
Asimismo, ha acabado con su infraponderación a renta variable -después de que la Fed y el BCE insinuaran una bajada de los tipos- y a materias primas –ya que considera que los motores de todos los segmentos que componen este sector se han vuelto más constructivos-.
“De ahora en adelante, nuestra asignación de activos dependerá de los avances que se produzcan en el frente comercial y la medida en que los actores políticos puedan compensar el impacto negativo de una escalada prolongada de las tensiones”, afirma la gestora. Además, permanecerá atenta a las señales de estabilización de los datos macroeconómicos y vigilará de cerca lo que ocurra en la política europea, como el Brexit o los cambios de liderazgo.
Renta fija
La perspectiva de la gestora para los bonos gubernamentales es muy incierta y dependerá del conflicto comercial, por lo que actualmente apuesta por una duración media en sus carteras y se mantiene neutral en la deuda periférica de la Eurozona.
Dentro de su pequeña sobreponderación a los spreads de renta fija, se inclina por el euro con grado de inversión y los periféricos de la Eurozona. Además, considera que el contexto global continúa favorable para el rendimiento de la deuda emergente. “La mayoría de los países emergentes se encuentra en relativa buena forma y está creciendo en un entorno de inflación benigna y divisas infravaloradas”, asegura.
Renta variable
Las pérdidas de la renta variable se redujeron después de que la Fed y el BCE insinuaran que implementarían futuras bajadas de tipos, lo que amortiguaría la reacción negativa a los riegos comerciales y podría atenuar el riesgo de deflación. NN IP considera que los tipos de interés podrían ampliar la dispersión entre el sector financiero –que sufre los obstáculos de la baja rentabilidad y curvas de rendimiento planas- y sectores más defensivos como el real estate, las telecomunicaciones y los servicios públicos –que se benefician de los rendimientos más bajos para los bonos.
“Con los recortes de tipos descontados por el mercado, las perspectivas de crecimiento para los beneficios será un motor clave”, señala la gestora, para quien el sector corporativo se encuentra “en buena forma”, y el perfil de beneficios para los próximos 18 meses es alentador. El crecimiento esperado para las ventas hasta finales de 2020 se ha estabilizado en torno al 4,3% y las expectativas de crecimiento de beneficios han aumentado del 8,3% a principios de 2010 hasta el 10% actual.
Con todo, se mantiene neutral en renta variable europea, que actualmente está barata, ofreciendo un gran descuento en relación al resto del mundo; e infrapondera Japón, ya que ve la apreciación del yen que siguió al aumento de la aversión al riesgo como un viento en contra y el momentum de beneficios no es sólido. Mientras, sobrepondera Estados Unidos, al considerarlo el refugio seguro frente a la incertidumbre actual.
Por sectores, NN IP mantiene su preferencia por el consumo y recientemente empezó a sobreponderar ligeramente la energía, al considerar que ayuda a cubrir parcialmente los riesgos geopolíticos que genera la subida del precio del petróleo y que cuenta con una rentabilidad de dividendos atractiva y segura. Por otro lado, ingrapondera el sector financiero, los servicios públicos y los materiales.
Bolsa Institucional de Valores (BIVA) ha llegado al primer aniversario desde su inicio de operaciones. En el marco de su celebración, Santiago Urquiza, el presidente de grupo CENCOR, empresa dueña de BIVA, comentó que analizan colocar el 55% de la firma integrada por Enlace, PiP, MEIPresval, MEIFondos y BIVA, que tiene Liv Capital.
“Cencor se listará en el mercado, por supuesto en BIVA, dentro de unos tres a cinco años”, mencionó Urquiza en el evento celebratorio.
A lo largo del último año, el desempeño de BIVA, principalmente en el mercado global, le ha permitido alcanzar una participación promedio mensual del mercado de entre el 7 y el 10% lo que, según la compañía, «va en línea con su objetivo de constituirse como un jugador relevante dentro del mercado y alcanzar un 20% de participación para el cierre de este año».
A través de BIVA se han financiado proyectos por más de 50.000 millones de pesos. Además, se cuenta con un pipeline público de más de 70.000 millones adicionales en distintos instrumentos, como CKDs, warrants, certificados bursátiles, deuda a corto y largo plazo. “Estamos orgullosos de ver cómo nuestra estrategia agresiva de promoción comienza a rendir frutos. Muy satisfechos de ver cómo la gran mayoría de nuestro listado son nuevas emisiones”, aseguró María Ariza, directora general de BIVA.
En el caso de la emisión de capital, BIVA espera concretar su primera colocación antes de que concluya el 2019, año en el que tan sólo se ha realizado una colocación de renta variable a la fecha, la de Vista Oil & Gas, realizada en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), por poco más de 2.000 millones de pesos.
De acuerdo con Ariza, la falta de colocaciones en el mercado accionario, “es un tema de apetito del mercado y de certidumbre en el ambiente. Es necesario que estas condiciones se den para poder tener colocaciones exitosas; cuando hay desconfianza hay aversión al riesgo”. Sin embargo, sigue confiada que la meta de listar 50 nuevas empresas a mediano plano, será realizada.
Schroders y BlueOrchard Finance Limited (BlueOrchard) anunciaron el pasado viernes la firma de un acuerdo bajo el cual Schroders adquirirá una participación mayoritaria en el principal inversor de impacto BlueOrchard. Los términos financieros de la transacción no se revelan y se espera que la adquisición se complete en el segundo semestre de 2019, sujeto a las condiciones de cierre habituales, incluyendo las aprobaciones regulatorias.
Según explican desde Schroders, BlueOrchard es una firma pionera en microfinanzas e inversión de impacto. Fundada en 2001, es la primera gestora comercial de inversiones de deuda en microfinanzas del mundo. En la actualidad, la firma ofrece a los inversores soluciones de inversión de impacto de primera calidad en todas las clases de activos, incluidos el crédito, el capital privado y la infraestructura sostenible, y es experta en mandatos innovadores de financiación mixta. El negocio de inversión de impacto con sede en Suiza tiene aproximadamente 3.500 millones de dólares en activos bajo gestión –datos a 30 de mayo 2019– y opera internacionalmente.
La asociación de Schroders con BlueOrchard apoya la expansión de sus capacidades de sostenibilidad. Esto ayudará a servir mejor a los clientes que buscan cada vez más inversiones que tengan un impacto beneficioso en la sociedad y el medio ambiente, así como a generar retornos financieros positivos. También acelera el crecimiento de Schroders en deuda privada e inversiones de capital privado en mercados emergentes.
La asociación con Schroders permite a BlueOrchard impulsar aún más la innovación y el crecimiento y aumentar su impacto en los mercados emergentes y fronterizos. La estructura estable de propiedad y la herencia de Schroders están alineadas con la filosofía de inversión a largo plazo de BlueOrchard. Compartiendo valores y el deseo de generar un impacto sustancial juntos, Schroders es el socio estratégico preferido de BlueOrchard.
Según han confirmado desde Schroders, no habrá cambios en el equipo gerencial, procesos o estrategias que BlueOrchard maneja. Peter A. Fanconi permanecerá como Presidente del Consejo de Administración y Patrick Scheurle como Director Ejecutivo de BlueOrchard. Schroders nombrará a Peter Harrison (Director General del Grupo), Georg Wunderlin (Director Global de Activos Privados) y Stephen Mills (Presidente Ejecutivo de Schroder Adveq) para formar parte del consejo. La Junta Directiva de BlueOrchard, compuesta por representantes de BlueOrchard y de Schroders, adoptará decisiones estratégicas conjuntas.
A raíz de este anuncio, Peter Harrison, consejero delegado de Schroders, ha declarado: «Schroders cree firmemente en el valor que la inversión puede crear en la sociedad, especialmente en los mercados emergentes y fronterizos. La experiencia de BlueOrchard en esta área es excepcional. Comparten nuestros valores, reconociendo que a través de nuestras contribuciones combinadas, podemos influir de forma deliberada en el cambio positivo. Son un plan para el futuro de nuestra industria y estamos encantados de asociarnos».
Por su parte, Peter A. Fanconi, presidente de BlueOrchard, ha explicado que durante casi 20 años, la visión y misión de BlueOrchard ha sido reducir la pobreza y proteger el planeta, a la vez que ha proporcionado atractivos rendimientos para los inversionistas. “Con Schroders hemos encontrado el socio estratégico ideal con el que aumentaremos aún más nuestro impacto y contribuiremos conjuntamente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Estamos muy complacidos de que, entre otros, Peter Harrison, Director Ejecutivo del Grupo Schroders, se unirá a la Junta Directiva de BlueOrchard y esperamos desarrollar conjuntamente nuestro negocio y, en última instancia, impulsar el crecimiento de la industria de la inversión de impacto», afirma.
En último lugar Patrick Scheurle, director ejecutivo de BlueOrchard, ha destacado: “Estamos encantados con el anuncio de hoy. La estructura estable de propiedad y la herencia de Schroders, que está estrechamente alineada con la filosofía de inversión a largo plazo de BlueOrchard, los convierte en un excelente socio para nuestro negocio. Con el respaldo de un socio institucional fuerte y de ideas afines, podremos seguir impulsando la innovación y el crecimiento y aumentar sustancialmente nuestro impacto, manteniendo al mismo tiempo nuestra inversión y autonomía operativa. Esperamos continuar brindando un excelente servicio y las mejores soluciones de inversión de impacto posibles a nuestros clientes».
La cumbre del G20 y las expectativas a favor de un posible recorte de tipos de interés en Estados Unidos han impulsado los activos de riesgos, y alejado de la mente de los inversores los efectos de una guerra comercial o de una mayor ralentización de la economía global. Pero las gestoras apuntan a que estamos en un oasis temporal y que los riesgos volverán, añadiendo volatilidad al mercado tal y como prevén en sus outlook semestrales.
La previsible demora de un acuerdo entre Estados Unidos y China tras el G20, trae de nuevo el riesgo de que el conflicto comercial vuelva y se intensifique a medida que Donald Trump, presidente de EE.UU, comience su la campaña por la reelección. En opinión de Fabiana Fedeli, responsable global de activos fundamentales de Robeco, llegar a un acuerdo comercial es algo crucial para los mercados de renta variable, en parte por que el sentimiento Chino se ha vuelto más “duro” respecto a Estados Unidos.
“Las declaraciones del Presidente Trump en la reunión del G20 sobre que las empresas estadounidenses podrían continuar vendiendo productos a Huawei es un primer signo positivo, que sin embargo podría quedar en nada, o no ir seguido de un acuerdo de mayor alcance. Llegar a un acuerdo es una necesidad que va más allá de la mejora del clima del mercado: hablo en términos concretos, sobre todo del efecto de los aranceles sobre los beneficios empresariales, tanto directa como indirectamente”, sostiene Fedeli.
En opinión de esta responsable de Robeco, el acuerdo comercial llegará en algún momento de 2019 y lo ideal es que conllevase el fin de los aranceles. “Mientras el gobierno chino consolida un frente duro, la preocupación de Trump sobre la pérdida de electorado y su obsesión por los mercados bursátiles estadounidenses podrían suavizar su postura hasta el punto de que China se planteara volver a la mesa de negociaciones”, añade.
La reactivación del conflicto entre ambos países dañaría a la economía global, lo cual está metiendo un extra de presión a la postura de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), quien sigue mandando señales sobre su intención de flexibilizar más su postura. “El testimonio de Jerome Powell en la audiencia del Congreso dejó sentadas las bases para el primer recorte de tipos de la Fed en una década. Powell destacó que los crecientes riesgos externos en las manufacturas, el comercio y la inversión global deterioran las perspectivas de crecimiento de la economía norteamericana, balanceando el saldo de presiones inflacionarias a la baja. El buen estado del mercado laboral, con una sorprendente adición de nuevos puestos en el mes de junio, no parece estar produciendo los suficientes incrementos salariales para estimular considerablemente la inflación”, señalan desde Monex Europe.
En este sentido, la evaluación de Powell y sus palabras fueron interpretadas por el mercado como una garantía de un inminente recorte de los tipos en la reunión de finales de julio. Ahora bien, el debate está en si se recortan 25 o 50 puntos básicos, aunque el primer caso es lo que está en la mente de la mayoría de los analistas e inversores. Por el contrario, si la Fed no complace al mercado, las gestoras apuntan que se podría producir una corrección en el mercado.
Por último, otro factor que las gestoras siguen con atención es la inflación. “Las expectativas de inflación han caído drásticamente recientemente, lo que ha presionado a la baja los rendimientos de la deuda pública estadounidense y ha desviado la atención hacia la política de la Fed. Ahora, el mercado espera tres recortes de tipos a manos de la Fed para finales de 2020. La Fed empieza a mostrar su preocupación por la posibilidad de que su actual abanico de herramientas no pueda contrarrestar una futura recesión de forma efectiva. Por tanto, se está planteando el uso de nuevas estrategias para impulsar las expectativas de inflación, lo que tendrá importantes repercusiones para el plano económico y para los mercados, en nuestra opinión”, señala el último informe elaborado por BlackRock Investment Institute (BII).
En este sentido, desde Unigestion, apunta que sin inflación, la Fed es un gestor de riesgos. “Lejos de un entorno recesivo, en realidad hay dos razones que podrían empujar a la Fed a recortar tipos. En primer lugar, los riesgos externos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China; y, en segundo lugar, porque es el único país desarrollado que ha subido tipos después del comienzo de la crisis. Por tanto, tiene margen de actuación”, concluyen desde la gestora.
Invesco ha presentado las conclusiones de su informe anual sobre las inversiones y gestión de activos de los grandes fondos soberanos internacionales y de los bancos centrales. Una de las principales conclusiones que arroja esta séptima edición es que sigue aumentando la importancia de la ESG.
Además de existir un mayor número de inversores gubernamentales que van adoptando políticas ESG, los que ya las habían hecho se han vuelto más comprometidos y han ampliado sus esfuerzos iniciales. Eso sí, la implementación de estos criterios es más frecuente entre inversores de Occidente, mientras que en Oriente Medio y Asia va poco a poco creciendo. El informe señala que no solo gana peso entre los inversores, sino también comienzan a considerar que puede mejorar la valoración de los activos en los que invierten. En este sentido, el criterio de medio ambiente está aglutinando la inversión ESG de los gobiernos.
Según la lectura que hace la gestora de estas conclusiones, “las consideraciones ESG se aplican cada vez más y no solo a la hora de elegir el activo en el que se invierte, sino en la globalidad de la cartera, por ello en muchos casos se han nombrado profesionales dedicados a la ESG dentro de los equipos de inversión”.
Otro aspecto que destaca este informe es que los inversores soberanos creen que los criterios ESG pueden ser cubierto por toda clase de activos, eso sí en lo mercados asiáticos y emergentes los inversores tienen menos confianza en que se puedan implementar estos criterios fuera de la renta variable.
Medio ambiente, gobernanza y social
Para aquellos inversores gubernamentales que han ampliado la implementación de los criterios ESG en los activos reales, en concreto en infraestructuras, los cambios en los patrones climáticos son un motivo de preocupación porque pueden dañar estas infraestructuras. Por ello la forma de entender los factores ambientales ha cambiado y gravitado hacia nuevos conceptos como por ejemplo la creación y estandarización de soluciones ambientales o la mejora de los datos en torno a la huella de carbono que ofrecen los proveedores de datos. Sobre todo consideran que es una forma de poner a trabajar más capital y generar ingresos a partir del criterio medioambiental.
En este sentido, una consideración importante es que los inversores gubernamentales creen que el criterio medioambiental puede impulsar el de buen gobierno. “Gracias a que los problemas del medio ambiente están, a menudo, en el centro del compromiso corporativo, como por ejemplo son los mandatos sobre el cambio climático y la transparencia en las emisiones de carbono, se logra impulsar el criterio de la gobernanza”, explica el documento.
Los desafíos que presentan el criterio medioambiental y de buen gobierno ha sido bien desarrollado por los grandes fondos soberanos internacionales y los bancos centrales. Ahora comienzan a dar un paso más y redefinir su interpretación del criterio social, viendo a través de esta “lente” a sus propios proveedores y organizaciones con las que trabaja.
La European Banking Authority (EBA) ha publicado los resultados de su análisis sobre el marco regulador aplicable a las empresas de fintech, tras haber analizado las distintas formas en que los supervisores de los distintos países miembros de la Unión Europea regulan la actividad de las FinTech.
El informe ilustra la evolución del perímetro reglamentario en la Unión Europea, la situación reglamentaria de las empresas de FinTech y los planteamientos seguidos por las autoridades competentes a la hora de conceder autorizaciones para servicios bancarios y de pago.
En lo que respecta a la actividad de crowdfunding/crowdlending, EBA concluye que el proyecto de reglamento europeo, pendiente de aprobación por el Parlamento y el Consejo Europeos, vendría a armonizar las exigencias de autorización para llevar a cabo el servicio (que quedaría por tanto incluido en el perímetro sujeto a regulación y supervisión) y las condiciones para obtenerla. «Esta armonización sería especialmente beneficiosa para el crowdlending: algunos Estados miembros exigen una autorización específica, otros no, con las consiguientes distorsiones para el desarrollo transfronterizo de la actividad», destacan desde la patronal del sector, ACLE.
EBA considera, sin embargo, que no sería suficiente con el reglamento para asegurar un desarrollo homogéneo de la actividad, que simultáneamente proteja el interés público en la integridad del mercado, sino que sería necesario que las plataformas de crowdfunding/crowdlending en el grupo de sujetos obligados a cumplir con las obligaciones que impone la normativa de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Desde ACLE aseguran que se continuará trabajando en pro de la armonización del sector. Asimismo, las plataformas y entidades que forman parte de la Asociación de Crowdlending Española, consideran que más allá de las obligaciones legalmente establecidas “queremos que sean los principios de transparencia, rigor, confianza, seguridad y buena fe los que constituyan la base de nuestra relación, tanto con los inversores, como con empresas o consumidores que demandan fórmulas alternativas de financiación”, resaltan.
Este 29 de julio es el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra. Es decir, cuando los seres humanos habremos consumido todos los recursos naturales disponibles del planeta del año en curso, como madera, pescado, agua y minerales, produciendo residuos como emisiones de dióxido de carbono y el día en que necesitamos casi dos planetas para satisfacer las necesidades de nuestro ritmo de consumo actual.
El resto del año estaremos reduciendo lo que debería estar disponible para las generaciones futuras. Calculado por la organización científica internacional sin ánimo de lucro Global Footprint Network (GFN), se va adelantando cada año desde inicio de la década de 1970 (se determina por la cantidad de recursos naturales de los que dispone el planeta y la huella ecológica de la humanidad en relación con superficie necesaria, con estadísticas de Naciones Unidas).
Al ritmo de crecimiento actual en poco más de 30 años precisaremos tres planetas para cerca de 10.000 millones de personas (en España la huella ecológica es cuatro hectáreas por persona, siendo su Día de la Sobrecapacidad el 28 de mayo -la biocapacidad global del planeta es 1,63 hectáreas por persona-).
Efectivamente la actividad humana y residuos que generamos conllevan cambios potencialmente irreversibles. Para medirlo seguimos el «espacio ecológico operativo seguro» en que las actividades humanas deben permanecer, según el marco desarrollado por Stockholm Resilience Centre (revista Nature Sep 2009 “Antropoceno: la gran aceleración”) en nueve dimensiones –cambio climático, acidificación, contaminación química, cambios de uso del suelo, agotamiento del ozono, aerosol atmosférico, cambios en el ciclo del nitrógeno, cambios en el ciclo de fósforo, pérdida de biodiversidad y agotamiento de suministros de agua dulce-. Para cada áreas hay límites seguros que si se sobrepasan generan efectos medioambientales que dejan de ser lineales y predecibles. Por ejemplo la proporción de CO2 en atmósfera no debe pasar de 350 partes por millón y el consumo de agua dulce no exceder de 6.000 kilómetros cúbicos por año.
Ya hemos violado cinco umbrales. Es el caso del ciclo del nitrógeno y del fósforo, macronutrientes de los abonos. La agricultura intensiva, especialmente en China, actividad industrial y crecimiento de la población han aumentado su volumen en ríos y océanos, provocando crecimiento excesivo de algas, que agotan el oxígeno, matando plantas acuáticas y peces, en un proceso llamado eutrofización. Los científicos estiman que las zonas marinas de cero oxígeno o «muertas» ya se han cuadruplicado desde los años 50. De hecho los residuos bioquímicos se emiten a un ritmo 40 % mayor de lo que el medioambiente puede soportar.
Sin embargo, hay señales de que los esfuerzos por detener la degradación ambiental -medidas políticas o nuevas tecnologías -están empezando a tener frutos. Según GFN, a lo largo de la década de 1970-2014, el Día de la Sobrecapacidad se adelantaba tres días cada año. Desde entonces ha disminuido a menos de un día al año. De hecho hay razones para el optimismo. Algunas industrias forestales y sectores ambientales están reduciendo los residuos bioquímicos que producen con tecnologías innovadoras en control de contaminación. Estas empresas juegan un papel importante en ayudarnos a pagar nuestra «deuda ambiental» y vivir dentro de nuestras posibilidades. Se trata de un mercado medioambiental de dos billones de dólares en ventas que crece 6 a 7% anualmente, por encima de 3 a 4% la economía mundial.
Tribuna de Luciano Diana, director de inversión temática ambiental de Pictet AM.
Las tensiones comerciales y las corrientes populistas siguen dominando el panorama económico global. La amenaza de una política monetaria más restrictiva y la volatilidad que se cierne sobre los mercados presionan aún más a las multinacionales para tener éxito en sus operaciones en el extranjero. La nueva edición del estudio anual sobre calidad de vida de Mercer indica que muchas ciudades de distintos lugares del mundo siguen ofreciendo un entorno atractivo para las empresas y que calidad de vida es uno de los componentes fundamentales en el atractivo de una ciudad para atraer el talento en movilidad internacional.
Viena vuelve a encabezar la clasificación por décimo año consecutivo, seguida de cerca por Zúrich (2). El tercer lugar lo comparten tres ciudades: Auckland, Múnich y Vancouver; esta última lleva diez años ocupando el puesto más alto del ranking en Norteamérica. Singapur (25), Montevideo (78) y Port Louis (83) conservan su estatus de ciudades con mayor calidad de vida en Asia, Sudamérica y África respectivamente. Bagdad, pese a seguir apareciendo en la parte más baja, ha experimentado notables mejoras en materia de seguridad y servicios sanitarios. El nivel de vida de Caracas, sin embargo, ha retrocedido abruptamente a causa de la inestabilidad política y económica que afecta a Venezuela.
“Tener unas sólidas capacidades, aplicables sobre el terreno, es consustancial a las operaciones globales de la mayoría de las empresas multinacionales, y éstas dependen principalmente del bienestar personal y profesional de los individuos destinados a las localidades en cuestión”, comenta Ilya Bonic, socio de Mercer y presidente del área de Career. “Las empresas que deseen crecer en el extranjero deben tener en cuenta muchos factores para elegir la mejor ubicación para sus empleados y oficinas. La clave es poder contar con datos relevantes y fiables, y con análisis estandarizados, esto es decisivo para que las organizaciones sean capaces de adoptar decisiones de importancia crítica, desde dónde ubicar sus oficinas hasta cómo distribuir, alojar y remunerar a su fuerza laboral global”, añade Bonic.
El estudio de Mercer es uno de los más completas en su categoría; se elabora una vez al año con la finalidad de ayudar a empresas multinacionales y otras organizaciones a retribuir equitativamente a sus empleados en asignaciones internacionales. Además de aportar valiosos datos sobre calidad de vida, el informe de Mercer evalúa más de 450 ciudades de todo el mundo. Este ranking incluye 231 de las ciudades analizadas.
En esta edición, Mercer ha elaborado un ranking específico sobre seguridad personal; en él se analiza la estabilidad interna, criminalidad, cumplimiento de la ley, limitaciones a la libertad personal, relaciones con otros países y libertad de prensa en cada una de las ciudades. La seguridad personal es la base sobre la que se sustenta la estabilidad de cualquier ciudad, y, sin ella, ni el negocio, ni el talento pueden prosperar. Este año los puestos más altos del ranking están ocupados por ciudades de Europa Occidental, con Luxemburgo como ciudad más segura del mundo. Tras ésta vienen, compartiendo el segundo lugar, Helsinki y las ciudades suizas de Basilea, Berna y Zúrich. El último puesto del ranking de seguridad personal de 2019, el 231, lo ocupa Damasco, y solo un puesto por encima, en el 230, se encuentra Bangui, ciudad de la República Centroafricana.
«En la seguridad individual influyen muchos factores y está en constante cambio, dado que las circunstancias y condiciones de las distintas ciudades sufren modificaciones año tras año. Tales factores son cruciales para las multinacionales que asignan empleados a otros países, ya que deben tenerlos en cuenta a la hora de determinar si el trabajador estará seguro y la compensación que le corresponde”, explica Juan Vicente Martínez.
Europa
Las ciudades europeas siguen teniendo la calidad de vida más alta del mundo, con Viena (1), Zúrich (2) y Múnich (3) ocupando las primeras posiciones de la clasificación en Europa, y en el resto del mundo. Hasta 13 de los 20 primeros puestos del mundo está ocupados por ciudades europeas. Las tres capitales europeas más importantes, Berlín (13), París (39) y Londres (41) mantienen sus posiciones, mientras que Madrid sube tres puestos (hasta el 46) y Roma asciende uno (56). Minsk (188), Tirana (175) y San Petersburgo (174) continúan siendo las ciudades europeas peor posicionadas, mientras que Sarajevo sube tres posiciones (hasta la 156) gracias a un descenso de su tasa de criminalidad.
La ciudad más segura de Europa es Luxemburgo (1), seguida por Basilea, Berna, Helsinki y Zúrich, todas ellas compartiendo el segundo lugar. Moscú (200) y San Petersburgo (197) fueron las ciudades europeas menos seguras este año. Las caídas más pronunciadas en Europa Occidental entre 2005 y 2019 han afectado a Bruselas (47), por los ataques terroristas, y a Atenas (102), por la lenta recuperación económica y política que ha seguido a la reciente crisis financiera global.
América
En América del Norte, las ciudades canadienses continúan siendo las mejor valoradas, con Vancouver (3) en el puesto más alto en calidad de vida global y compartiendo, en el de seguridad, la posición 17 compartida entre Toronto, Montreal, Ottawa y Calgary. Todas las ciudades de Estados Unidos analizadas pierden posiciones este año, con Washington (53) experimentado la mayor caída. Nueva York (44) es la única que sube un puesto, porque las tasas de criminalidad en dicha ciudad continúan cayendo. Detroit sigue siendo la ciudad de Estados Unidos con peor calidad de vida, y la capital de Haití, Puerto Príncipe (228), la que más baja la peor posicionada en América. Los problemas de estabilidad interna de Nicaragua y las manifestaciones que se produjeron en dicho país han provocado que Managua (180) caiga siete puestos en calidad de vida este año, y la violencia y elevada criminalidad relacionadas con los cárteles de la droga (mexicanos) han hecho que Monterrey (113) y Ciudad de México (129) permanezcan en posiciones bajas.
En América del Sur, Montevideo (78) vuelve a aparecer en lo más alto en cuanto a calidad de vida mientras que Caracas (202) cae nueve puestos en calidad de vida y 48 (hasta el 222) en seguridad, lo cual la convierte en la ciudad menos segura de América. La calidad de vida de otras ciudades importantes no sufrió modificaciones significativas respecto al año pasado, con Buenos Aires en el 91, Santiago en el 93 y Río de Janeiro en el 118.
Oriente Medio y África
Dubái (74) sigue en lo más alto del ranking de calidad de vida en Oriente Medio, seguida muy de cerca por Abu Dhabi (78); mientras que Sana’a (229) y Bagdag (231) ocupan los puestos más bajos en dicha región. La apertura de nuevas instalaciones de ocio con motivo de la Saudi Vision 2030 de Arabia Saudí ha hecho que Riad (164) escale una posición este año, y la disminución de la tasa de criminalidad y ausencia de atentados durante los pasados doce meses en Estambul (130) que esta ciudad suba cuatro posiciones. Las ciudades más seguras de Oriente Medio son Dubái (73) y Abu Dabi (73). Damasco (231) es la ciudad menos segura, tanto de Oriente Medio como del mundo.
En África, Port Louis (83) es la ciudad con mejor calidad de vida y, a la vez, la más segura (59). Muy cerca de ella, en cuanto a calidad de vida global, aparecen las ciudades sudafricanas de Durban (88), Ciudad del Cabo (95) y Johannesburgo (96), aunque se trata de ciudades que aún puntúan bajo en cuanto a seguridad personal; además, problemas como el de la carestía del agua contribuyeron a que Ciudad del Cabo cayese una posición este año. En el extremo opuesto, Bangui (230) ocupa la posición más baja del continente en calidad de vida y seguridad personal (230). Los avances de Gambia hacia un sistema político democrático y sus mejoras en el ámbito de las relaciones internacionales y los derechos humanos hacen que Banjul (179) experimente la mayor mejora de este año en calidad de vida en África (y en el mundo entero) y escale seis posiciones.
Asía-Pacífico
En Asia, Singapur (25) tiene la calidad de vida más alta, seguida por cinco ciudades japonesas: Tokio (49), Kobe (49), Yokohama (55), Osaka (58) y Nagoya (62). Después, aparecen Hong Kong (71) y Seúl (77). Esta última sube dos posiciones gracias a haber recuperado su estabilidad política tras el arresto de su presidenta el año pasado. En el sudeste asiático, otras ciudades destacables son Kuala Lumpur (85), Bangkok (133), Manila (137) y Yakarta (142), y en China continental: Shanghái (103), Pekín (120), Guangzhou (122) y Shenzhen (132). De todas las ciudades del este y sudeste de Asia, Singapur (30) ocupa la posición más alta y Phnom Penh (199) la más baja en materia de seguridad personal. La seguridad sigue siendo un problema en las ciudades de Asia Central de Almaty (181), Tashkent (201), Ashgabat (206), Dushanbe (209) y Bishkek (211).
En el sur de Asia, las ciudades indias de Nueva Delhi (162), Bombay (154) y Bangalore (149) se mantienen sin cambios respecto del ranking de calidad de vida del año pasado que encabezaba Colombo (138). En el puesto 105 aparece Chennai como la ciudad más segura de la región y, en el 226, Karachi como la menos segura de todas.
Finalmente, Nueva Zelanda y Australia continúan obteniendo buenas puntuaciones en calidad de vida, con las ciudades de Auckland (3), Sídney (11), Wellington (15) y Melbourne (17), manteniéndose todas entre las 20 primeras. Todas las principales ciudades australianas se clasifican entre las 50 primeras en cuanto a seguridad, con Auckland y Wellington como las más seguras de Oceanía, ambas en la novena posición.
A nivel global, existe un inmenso volumen de deuda, con un apalancamiento sin precedentes en todo el sistema. Además, el crecimiento secular de los beneficios corporativos, uno de los principales factores que soportan los rendimientos de la renta variable, está disminuyendo y las valoraciones de los activos, tanto en las bolsas como en los mercados de deuda, se presentan históricamente caras. En un contexto como el actual, la filosofía de la estrategia del MFS Meridian® Funds Prudent Capital, un fondo global multiactivo con un objetivo de rendimiento total, se presenta como un enfoque cauto de inversión.
Se trata de una cartera diversificada con exposición a un amplio rango de oportunidades a través de diferentes regiones, sectores y estructuras de capital, sin ningún tipo de adherencia a ningún índice de referencia. El fondo puede mantener una posición en efectivo para reducir su exposición al mercado cuando lo considere apropiado. Además, invierte en acciones de calidad, un grupo selecto de empresas con franquicias duraderas y sostenibles, con un flujo de caja libre significativo, con un sólido balance y con un robusto equipo directivo. Asimismo, apuesta por posiciones a largo plazo, invirtiendo en empresas con una historia de mejora estructural, que puede tardar un tiempo en implementarse, y empresas que construyen valor en el largo plazo, frente a empresas con rentabilidad a corto plazo.
¿Por qué se debe considerar la estrategia del MFS Meridian® Funds Prudent Capital?
Entre las principales características del fondo, se encuentran su estilo de gestión con un objetivo de rendimiento total, su enfoque en un horizonte a largo plazo, superior a 10 años, carecer de límites impuestos por un índice de referencia y tratarse de una estrategia diversificada y flexible. Y, lo que es más importante aún, la capacidad de mitigar el riesgo a la baja de la estrategia. El principal activo de un inversor es el tiempo, en MFS IM defienden que la clave para generar dinero es no perderlo, teniendo en cuenta que las pérdidas y los golpes en los mercados son más frecuentes y menos predecibles de lo que se puede pensar.
Invirtendo para conseguir rendimientos reales
El objetivo del MFS Meridian® Funds – Prudent Capital Fund es obtener un rendimiento total medido en dólares. El fondo busca obtener un rendimiento total, medido en dólares estadounidenses. Busca alcanzar esta meta invirtiendo en renta variable, deuda corporativa y soberana, así como en instrumentos monetarios y equivalentes. Además, el fondo busca proporcionar un rendimiento que esté al menos en línea con el rendimiento del mercado de renta variable global, pero materialmente con una menor volatilidad. Ambos objetivos son objetivos a largo plazo, más cercanos al rendimiento en 10 años que en un año.
El núcleo de la estrategia es encontrar oportunidades a largo plazo en renta variable y crédito que puedan acumular valor con el paso del tiempo, a la vez que mantienen la opción de no comprometerse si no es el momento adecuado de mantener una exposición al mercado. La estrategia puede invertir entre un 50% – 90% en empresas de alta calidad, tratando de comprarlas cuando se encuentran a buen precio. Entre un 10% y un 30% en deuda corporativa, complementando las posiciones en renta variable con posiciones en empresas estables, con una sólida trayectoria y prudentes. Además de entre un 0% y un 40% en efectivo o equivalentes, reduciendo la exposición del mercado cuando las oportunidades no son atractivas.
M&G Investments ha anunciado el lanzamiento de un nuevo fondo domiciliado en Luxemburgo, el M&G (Lux) Emerging Markets Corporate ESG Bond, que invierte en bonos corporativos de mercados emergentes, con un enfoque centrado en los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) de las empresas emisoras.
El fondo será gestionado por Charles de Quinsonas y contará con el apoyo de la directora de deuda de mercados emergentes Claudia Calich. Además, estará respaldado por los amplios recursos internos de M&G para renta fija pública y privada de mercados emergentes, al igual que con la asistencia de proveedores de análisis ESG externos.
La estrategia de inversión aplica un enfoque activo de alta convicción basado en un análisis en profundidad de los bonos corporativos, así como en la evaluación de los riesgos asociados a los respectivos países. El objetivo del fondo es proporcionar una combinación de revalorización del capital y rentas que genere una rentabilidad superior a la que ofrece el bono corporativo global de mercados emergentes a tres años. El JPM CEMBI Broad Diversified será el índice de referencia para medir el rendimiento del fondo.
El universo de bonos corporativos de mercados emergentes es a la vez grande y muy diversificado desde una perspectiva geográfica y sectorial. Ofrece acceso a una amplia gama de oportunidades de inversión, siendo al mismo tiempo una clase de activos de renta fija que incorpora un flujo de rentas atractivo. Al menos el 80% del fondo estará invertido en títulos de deuda emitidos por empresas, incluidas firmas de propiedad pública o respaldadas por estados en mercados emergentes. El fondo invertirá principalmente en bonos denominados en dólares estadounidenses, pero ofrecerá clases de acciones con cobertura para los inversores que deseen cubrir el riesgo del tipo de cambio del dólar estadounidense.
Los criterios ESG se evaluarán como parte del análisis de crédito de las empresas emisoras de bonos y actuarán como un filtro adicional a las políticas de exclusión del fondo. También se llevará a cabo una selección positiva, por lo que el fondo normalmente favorecerá a las emisoras con credenciales ESG sólidas cuando las valoraciones de los bonos sean comparables a las de las emisoras con un perfil ESG más débil.
A fin de identificar títulos que cumplan los criterios ESG del fondo, se aplicará a las inversiones potenciales un proceso de selección de tres fases: eliminar empresas que se ha determinado que contravienen los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, descartar compañías que obtienen sus ingresos de sectores específicos -tabaco, bebidas alcohólicas, entretenimiento para adultos, juego y apuestas, carbón término, energía nuclear, defensa y armamento-, y usar evaluación interna y proveedores de análisis ESG externos para analizar las credenciales ESG globales de las empresas y excluir aquellas que estén rezagadas en este sentido.
Charles de Quinsonas, gestor del fondo M&G (Lux) Emerging Markets Corporate ESG Bond, señala: “El mercado de bonos corporativos ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos 15 años, impulsado por la fuerte expansión económica de las economías en desarrollo. En nuestra opinión, no obstante, sigue siendo un mercado poco explorado, lo que genera un sinfín de oportunidades para los selectores de crédito activos, con los conocimientos técnicos necesarios para evaluar los riesgos idiosincráticos. Vemos el análisis ESG como un complemento importante al análisis financiero tradicional, además de permitir a los clientes alinear más estrechamente sus inversiones con sus valores ambientales y sociales”.
Por su parte, Jim Leaviss, director de renta fija de M&G, afirma: “El cambio de actitudes ha propiciado un aumento constante del número de estrategias de inversión responsables y basadas en criterios ESG en los últimos años. El crecimiento ha sido especialmente fuerte en el ámbito de renta fija, si bien los bonos corporativos de mercados emergentes han seguido siendo una clase de activo desatendida en el universo ESG. Si se examina la deuda de mercados emergentes a través del prisma ESG, el fondo ofrece una propuesta realmente única para los inversores que deseen ganar exposición a un universo de bonos corporativos de mercados emergentes diversificado y en constante expansión”.