El primer recorte de los tipos de interés de la Fed en 11 años ha sabido a poco y ha desatado una apreciación del dólar y una caída de las monedas, especialmente en México, Chile y Argentina. A media jornada del jueves, el peso chileno era la segunda moneda de peor desempeño frente a dólar del mundo…
La clave de esta situación está en las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien el miércoles dijo que la primera baja de tasas en más de una década «no fue el comienzo de una larga serie de recortes». Así, lo que venía precedido como un gran anuncio adquirió otros rasgos y, según los analistas, augura que la Reserva Federal no seguirá bajando los tipos de interés este año, al menos al ritmo esperado.
Mientras el presidente estadounidense Donald Trump estallaba en cólera, en Chile, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, valoraba la actitud de la Fed como algo positivo, ya que dibuja un panorama menos preocupante de la economía estadounidense.
Pero quizá, la estrategia “preventiva” de Powell no era lo que esperaban los mercados, como señala el analista de OANDA Alfonso Esparza: “El mercado tenia anticipado por lo menos 75 puntos base antes del fin de 2019, pero ahora el horizonte de tiempo para lograr una baja similar se extendió hasta el primer cuatrimestre de 2020”.
Inmediatamente después del anuncio, el peso mexicano se depreció frente al dólar. La divisa ya venía presionada por la publicación del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral mexicano, que dejó la economía al borde de la recesion.
La situación es parecida en Argentina, otra de las economías frágiles de la región. En medio de la incertidumbre ligada a la celebración de elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto, el dólar volvió a subir frente al peso. A media jornada del jueves el dólar alcanzaba los 45 pesos y el riesgo país se disparaba.
Las consecuencias del anuncio de la Fed también se notaron en el mercado accionario. Según los analistas de Puente, los mercados de acciones de la región operaron a la baja nuevamente, con el ETF que sigue a las acciones latinoamericanas (ILF) cerrando en -1,35%; y los de México (EWW), Brasil (EWZ) y Perú (EPU) registrando caídas de 1,39%, 1,49% y 2%, respectivamente.
En una jornada de nervios, cabe señalar que la bajada de los tipos de la Fed es una buena noticia para mejorar las condiciones de financiamiento externo de los países latinoamericanos.
Desde Uruguay, así lo recordaba el economista de CPA Ferrere, Germán Deagosto, en una entrevista al Observador: “Por un lado implica una baja de costo: el rendimiento de las Notas del Tesoro norteamericanas a 10 años estaba en 3,2% en octubre y ahora está en 2%. El otro es la mejora en el acceso al crédito: con el repliegue de tasas en las principales economías, los países emergentes renuevan su atractivo como destino para los flujos de capital que buscan mejores rendimientos”.
En opinión de Jacob Vijverberg, cogestor del Kames Global Diversified Income Fund, parte de Aegon Asset Management, los bancos europeos han unas escasas rentabilidades de inversión desde la crisis financiera y no parece que la situación vaya a cambiar a corto plazo. En este sentido, el cogestor se plantea hasta qué punto continúan los problemas para la banca europea.
Como explica Vijverberg, si en 2009 hubiésemos invertido 100 euros en bancos europeos, ahora mismo contaríamos con unos 120 euros, lo que equivale a una exigua rentabilidad del 1,5% al año; por comparar, incluso los bunds alemanes han generado rentabilidades más altas, de aproximadamente el 3,5% al año, en el mismo periodo. Y, desafortunadamente para los inversores, el gestor cree que las rentabilidades seguirán siendo pobres en el futuro próximo, ya que el sector bancario se enfrenta a diversos problemas.
Para empezar, Vijverberg menciona la avalancha de regulación financiera puesta en marcha desde la crisis, que ha elevado las exigencias de capital, erosionando la rentabilidad del capital de las entidades bancarias. “El aumento de las ratios de capital, que refuerza la resistencia de los bancos en momentos de crisis, resulta positivo para los depositantes y los contribuyentes pero se traduce en menores rentabilidades de capital para los inversores. Aunque los bancos obtienen aproximadamente la misma rentabilidad por sus activos que antes de la crisis, ahora esas rentabilidades deben repartirse entre un capital reglamentario más elevado”, explica.
El experto señala, además, que los bancos se enfrentan a una dura competencia. “Europa está demasiado bancarizada. Independientemente del dato que usemos, ya sea el número de oficinas, de empleados o los préstamos como porcentaje del PIB, hay demasiados bancos en Europa compitiendo por los mismos clientes, lo que presiona a la baja las comisiones y los ingresos por intereses. Las entidades también se ven amenazadas por las empresas de tecnología financiera o fintech que, aunque de momento no les han afectado mucho, probablemente ganarán terreno gracias, entre otras cosas, a la nueva regulación europea”, asegura.
Por otra parte, los márgenes financieros de los bancos se están reduciendo porque la diferencia entre los intereses que pagan por sus pasivos (principalmente, depósitos) y los que reciben por sus activos (préstamos e hipotecas) es cada vez menor. “Muchos bancos son conscientes de la precaria situación en la que se encuentran y están buscando fuentes de rentas adicionales, lo que está llevando a muchas entidades a ofrecer servicios de pago que no requieren capital, como el asesoramiento financiero o la gestión de activos. Sin embargo, en esos segmentos los beneficios también son limitados o se están reduciendo a consecuencia de la tecnología, la regulación o la presión sobre los costes”, sostiene Vijverberg.
En su opinión, resulta obvio que los mercados financieros son conscientes de que la banca se enfrenta a estos problemas y por eso el sector cotiza a múltiplos bajos. “Aun así, y pese a las bajas valoraciones, creemos que las acciones de bancos generarán rentabilidades decepcionantes en general. Por eso estamos siendo muy selectivos en nuestra exposición al sector ya que, pese a todos estos factores, hay algunas entidades que están logrando obtener rentabilidades más altas sobre los recursos propios gracias a unas ratios de costes más bajas y a una oferta digital más potente”, concluye el cogestor.
Con el objetivo de ser un espacio a la reflexión pública sobre el actual momento político y económico, y aportar una mirada sobre el futuro que necesita el país, el próximo martes 6 de agosto se realizará la décima quinta versión del seminario económico que organiza anualmente Grupo Security bajo el título “Forward o Rewind, qué le espera a Chile”. El evento contará con la participación del destacado economista chileno y director del World Economic Laboratory del MIT, Ricardo Caballero, junto al reconocido cientista político y exministro, Genaro Arriagada.
En la oportunidad, Ricardo Caballero entregará un análisis de la coyuntura económica mundial, los desafíos que enfrenta y los impactos que pueden repercutir en Chile. Caballero es reconocido como uno de los economistas más prestigiosos a nivel mundial. Ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es Doctor en Economía del MIT y académico en esa casa de estudios. Es autor de numerosos papers e investigaciones en macroeconomía, finanzas y economía internacional. También ha sido profesor de la Universidad de Columbia, consultor del FMI, del Banco Mundial, de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo, entre otros.
Por su parte, Genaro Arriagada analizará en profundidad la situación política del país y revisará las proyecciones del actual momento político. Arriagada es abogado, cientista político, investigador, académico, diplomático y político chileno. Egresado de Derecho de la Universidad de Chile, profundizó sus estudios en la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano. Fue Ministro Secretario General de la Presidencia en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz–Tagle.
La apertura del seminario estará a cargo del presidente del Grupo Security, Francisco Silva y, después de las exposiciones, se realizará un panel de conversación entre Caballero y Arriagada, el que será moderado por la periodista Soledad Onetto.
Como en otras ocasiones, se espera la asistencia de 1.000 personas aproximadamente, reuniendo a clientes del Grupo Security, empresarios, ejecutivos del sector financiero, líderes de opinión y medios de prensa. El seminario se realizará en el Hotel W y a partir de las 08:45 horas será transmitido vía streaming, a través de la página web del grupo.
Grupo Security es un grupo financiero que participa en negocios de financiamiento, administración de activos, seguros, viajes y proyectos inmobiliarios. Además, ha sido reconocido por sus elevados estándares de calidad de servicio hacia sus clientes y por la promoción de políticas que impulsen el rol de la mujer en trabajo y el buen ambiente laboral, destacando en los últimos 15 años entre las mejores empresas para trabajar en Chile, según el ranking Great Place to Work.
El mercado está esperando que la política monetaria refuerce el estancamiento del crecimiento y extienda el ciclo, esto está creando una oportunidad de financiación barata para las empresas, algunas de las cuales tienen unas pobres posibilidades de inversión.
A principios de octubre de 2018, después de que el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos Jerome Powell realizara una referencia infame a que la política monetaria “estaba muy lejos de ser neutral, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se incrementó en un 3,25% y los futuros sobre los fondos federales comenzaron a descontar múltiples subidas en los tipos de interés en el siguiente año.
Según apunta William J. Adams, director de inversiones de renta fija global en MFS IM, mucho ha cambiado el mercado en los meses siguientes. Las condiciones económicas en Estados Unidos se han desacelerado en respuesta al efecto compuesto de múltiples subidas por parte de la Fed en 2017 y 2018. El ajuste fiscal y la reforma impositiva proporcionaron un subidón de azúcar temporal, pero no pudieron enmascarar el debilitamiento de las condiciones económicas por mucho tiempo. La producción global respondió pobremente a una variedad de preocupaciones económicas y geopolíticas. La desinflación volvió a mostrar su cara más fea mientras que los aranceles y la retórica comercial hostil redondeó un desafiante primer semestre en 2019.
En ocho meses, el mercado de futuros pasó de predecir un ajuste significativo a anticipar una política acomodaticia agresiva. A mediados de julio, el mercado espera dos o tres recortes en las tasas de interés en este año -algo que comenzó ayer mismo- y por lo menos cinco recortes en total en este nuevo ciclo bajista de la Fed. Las tasas del Tesoro a diez años de Estados Unidos no han vuelto a ver unos rendimientos del 3% desde noviembre de 2018 se encuentran bailando cerca del precipicio del 2%. Los rendimientos mínimos previos a la administración Trump del 1,35% son mencionados con frecuencia en la retórica diaria del mercado. Los rendimientos negativos en las tasas de interés alrededor del mundo vuelven a ser comunes y de nuevo los bancos centrales globales están compitiendo en la parte acomodaticia.
Algunos argumentan que los tipos de interés globales nos están indicando algo: ¿estamos escuchando?
Los índices de renta variable en Estados Unidos se ubican cerca de sus máximos históricos mientras que varias medidas de volatilidad permanecen en niveles históricamente bajos. Los mercados de riesgo han únicamente bostezado. Los diferenciales de la deuda de grado de inversión y high yield, por ejemplo, se han ampliado únicamente un poco con respecto a los niveles más comprimidos de 2019, y este rendimiento va en contra del ritmo constante de tipos de interés al alza. Desde una perspectiva histórica, los mercados de crédito distan mucho de mostrar miedo o riesgo a una recesión en relación con los tipos de interés. Incluso la deuda de los mercados emergentes denominada en dólares, golpeada a diario por los titulares sobre las tensiones comerciales, se encuentra cerca de los niveles de compresión en los diferenciales de 2019.
De hecho, los mercados nos están diciendo algo: ¡los bancos centrales reinan en supremacía!
El mercado nos está diciendo de nuevo que los bancos centrales pueden reactivar el crecimiento estancado en una desaceleración económica, y que puede que incluso en las profundidades de una recesión. Los tipos de interés y los mercados de riesgo pueden estar mostrando señales mixtas, pero claramente están diciendo que los bancos centrales pueden extender con éxito el ciclo económico. De hecho, esto significa que los bancos centrales pueden servir de apoyo para los valores de los activos y de los activos financieros, a menudo, a expensas de la economía real. ¿Es esto algo bueno? ¿Un ciclo económico extendido realmente mejora las condiciones para todos o simplemente retrasa la inevitable desaceleración?
Un informe reciente elaborado por McKinsey Global Institute muestra que el 10% de las empresas que se sitúan en la cola de la economía destruyen tanto beneficio económico como el generado por el 10% que se encuentra entre los primeros puestos (1). En ese caso, el 10% de las empresas que se sitúan a la cola perdieron recientemente 1,5 veces más beneficio económico, de media, que la misma cohorte hace dos décadas. El estudio de McKinsey incluía 5.750 empresas cotizadas y se enfocaba en el beneficio económico como un modo de reflejar el valor económico creado por las actividades operativas y las inversiones de las empresas. Las empresas que participaban en el estudio representaron el 65% de las ganancias corporativas globales antes de impuestos en un periodo de 22 años. Claramente, el ciclo económico se ha extendido con éxito en comparación con los anteriores ciclos, pero es notablemente menos eficiente en ciertos aspectos.
MFS IM observa dinámicas similares en el mercado de deuda high yield de Estados Unidos. Muchos celebran las características sumisas que por defecto tiene el entorno posterior a la crisis financiera. Las estadísticas de impago suelen ser utilizadas como una aproximación a la calidad del crédito y de la salud del mercado y es percibida como una razón o excusa para perseguir el rendimiento en las partes más arriesgadas del mercado. Sin embargo, los impagos pueden ser menores simplemente por la abundancia de liquidez, no necesariamente por su eficiencia operativa. Muchos comentaristas se refieren a esta cohorte de crédito con un apodo mucho más cariñoso: zombis. Éstas son entidades emisoras de deuda high yield que están quemando más efectivo y beneficios económicos de los que obtienen y subsisten únicamente en la naturaleza menos exigente de la liquidez del banco central y de los flujos de fondos que persiguen un rendimiento insostenible.
¿Es realmente sorprendente que los bancos centrales a nivel global estén luchando por cumplir los objetivos de inflación? Quizás una política monetaria acomodaticia sin precedentes en aras de generar un ciclo económico históricamente largo está comenzando a funcionar en contra de sí misma.
En la opinión de MFS IM, los bancos centrales están creando una financiación barata para las empresas que buscan capital, algunas de las cuales representan unas pobres oportunidades de inversión. Otros permanecen a flote durante periodos prolongados de tiempo, ya que los mercados financieros soportan modelos de negocio no rentables. Es cierto que muchas entidades no se encuentran en estas circunstancias extremas, pero continúan disfrutando de una financiación barata que permite una amplia ingeniería financiera en forma de recompra de acciones, dividendos o una considerable actividad de fusiones y adquisiciones.
Esto está sucediendo en un contexto económico que es cada vez menos sensible a los movimientos en los tipos de interés, en especial en lo que concierne las condiciones de empleo, una opinión que sostiene el Banco de la Reserva Federal de Kansas City (2), entre otros. Dicho de otro modo, la eficacia de la política monetaria esta de nuevo en cuestión. Mientras que los activos claramente se benefician, el flujo a través de los empleados y la economía real es a menudo limitado.
Para concluir, William Adams hace una referencia a los incendios forestales del titular de esta nota y la analogía que implica para los ciclos económicos. Los incendios forestales son peligrosos, feos y destructivos. Sin embargo, si son contenidos y manejados adecuadamente, también realizan una importante función en la salud del bosque. Los árboles muertos y en descomposición se convierten en cenizas y los nutrientes regresan al suelo. La maleza espesa y los desechos se queman, permitiendo que llegue más luz solar a las plantas saludables. Lo que es más importante aún, los árboles robustos y establecidos en el bosque ya no necesitan competir con los árboles más débiles por recursos. En otras palabras, no hay efecto de desplazamiento (crowding out).
Las recesiones son igualmente peligrosas y desagradables, pero pueden jugar un papel análogo en la economía. Cierta destrucción económica puede resultar saludable, especialmente si las inversiones más débiles ya no están desplazando los recursos limitados y los balances de deuda son capaces de encontrar niveles más saludables y sostenibles. En este contexto, los gestores activos de inversión pueden desempeñar un papel valioso: gestionar proactivamente el riesgo y asignar el capital de una forma eficiente.
Anotaciones:
(1) McKinsey Global Institute, “Lo que todo CEO necesita saber de las empresas “superstar” abril 2019
(2) Jonathan Willis y Guangye Cao, “¿Se ha vuelto la economía estadounidense menos sensible a las tasas de interés?”, Banco de la Reserva Federal de Kansas City. Perspectivas económicas, segundo trimestre de 2015. Disponible en KansasCityFed.org.
Uno de los dilemas a los que se enfrentan los profesionales de este sector es sobre qué formación escoger. En este sentido, las dos principales cualificaciones más demandadas son Chartered Financial Analyst (CFA) y la cualificación de Chartered Wealth Manager.
Si bien el CFA se ha mantenido durante mucho tiempo en alta estima entre la comunidad de gestión de inversiones, la cualificación más reciente de Chartered Wealth Manager otorgada por el Chartered Institute for Securities & Investment (CISI) está “cada vez más valorada por los empleadores”, destacan des Chartered Institute for Securities & Investment (CISI).
Según defienden desde CISI, el hecho de que los nuevos miembros del sector ahora tengan que elegir rutinariamente entre los dos visibiliza cuánto han mejorado los estándares profesionales desde que entró en vigor la revisión de la distribución minorista en enero de 2013.
“Hoy en día, el consenso es que el punto de referencia en la industria de la gestión de patrimonio se ubica en el nivel seis del Marco de Cualificaciones Reguladas (RQF), muy por encima del mínimo del nivel cuatro introducido con el RDR. El nivel seis es el equivalente a una licenciatura, mientras que el nivel cuatro equivale al primer año de una licenciatura. Las designaciones de CFA y Chartered Wealth Manager se equiparan al nivel siete”, afirman desde CISI.
En opinión de Frank Dolan, que preside el foro de gestión de patrimonio de CISI, considera que la cualificación de Chartered Wealth Manager, que se introdujo originalmente en 2008 como el Máster en gestión de patrimonio, continuará ganando terreno en el futuro. Considera que el CFA es más técnico y analítico en comparación con la designación de Chartered Wealth Manager, lo que significa que puede ser más adecuado para aquellos en lo que él describe como “operaciones de fondo” en lugar de las funciones de gestor de patrimonio frente al cliente.
Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) , en los últimos dos años el sector fintech en Costa Rica creció cerca de 400%, aunque todavía se encuentra muy atrás de ecosistemas más maduros en otros países de la región. Hay condiciones favorables para su expansión, pero el financiamiento y la regulación son algunos de los elementos a potenciar. ¿Qué hace falta para que el país se convierta en próximo laboratorio fintech de la región, en el que los emprendimientos prueben y ajusten sus soluciones?
La tecnología ha sido clave para el desarrollo del sector financiero en América Latina y el Caribe (ALC) y en los últimos años está provocando una verdadera revolución, gracias al surgimiento de startups que están creando soluciones financieras digitales innovadoras y centradas alrededor de las necesidades de los ciudadanos. Estas compañías son mejor conocidas como fintechs.
En Costa Rica, el ecosistema Fintech está todavía en un estado inicial de desarrollo con un número reducido de startups y limitada penetración en los mercados financieros. Sin embargo, esa realidad está pronta a cambiar pues en los últimos 2 años la cantidad de empresasde este sector en el país creció 400% y la tasa de supervivencia fue del 100%. Es previsible que esta tendencia siga acentuándose en los años venideros debido a que Costa Rica cuenta con varias condiciones favorables para su expansión.
Para empezar, los emprendedores costarricenses han mostrado ser creativos y resilientes, capaces de adaptar sus modelos de negocio ante las oportunidades y las restricciones del mercado. Igualmente, la relevancia de la tecnología en la vida del costarricense está por encima del promedio de ALC y es un factor fundamental para impulsar este sector.
En el último año, 60% de los adultos hizo o recibió pagos a través de un dispositivo móvil cuando en ALC fue 45%. El 18% accedió a una cuenta bancaria a través de un dispositivo móvil, mientras que en la región fue 11%. Además del liderazgo en la penetración móvil, el país se ubica en una posición privilegiada en los rankings de innovación global, y con capacidad para formar, atraer y retener talento humano, convirtiéndolo en terreno fértil para el surgimiento de este tipo de empresas.
Estudio Fintech en Costa Rica
Los datos mencionados se incluyen en un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista: Fintech en Costa Rica: Hacia una evolución de los servicios financieros, el cual brinda un panorama del ecosistema fintech e invita a aprovechar las cualidades del país para convertirse en un referente de esta naciente industria en la región y que puede ser un factor fundamental para mejorar la competitividad y la calidad de vida de sus ciudadanos.
La falta de acceso a servicios financieros y el escaso apoyo al emprendimiento constan como los principales obstáculos que afectan a los empresarios costarricenses. Entre los desafíos más importantes destaca el margen de intermediación financiera que es el más alto de ALC y que se traduce en elevados costos para los sujetos de crédito.
Adicionalmente, existen asimetrías de información en el mercado financiero que dificultan el acceso al crédito y retos para generar proyectos bancables. Finalmente, existe una limitada presencia de incubadoras y aceleradoras, y una baja oferta de capital de riesgo. En el propio sector de la fintech, por ejemplo, solamente el 10% de estas empresas acceden a inversionistas ángeles mientras que en ALC, es más del 50%.
La industria fintech puede aportar a cerrar estas brechas de financiamiento, enfrentar algunos de estos retos y contribuir a democratizar el acceso a servicios financieros para los costarricenses. Para ello, deberá contar con un marco legal y regulatorio que contribuya a la innovación y el desarrollo de este sector, a la vez que conserve la solidez y confiabilidad de los mercados financieros.
Regulación fintech
En términos de regulación, los países que han alcanzado el desarrollo de esta industria y hoy se posicionan como líderes a nivel mundial, como Singapur y Reino Unido, y aquellos más cercanos, como México o Colombia, han fortalecido este ecosistema focalizándose en una regulación acorde con la era tecnológica que vivimos.
Es esencial lograr una regulación global que considere a la internacionalización como el estado de madurez de una Fintech, promoviendo conceptos de experimentación regulatoria como los sandbox pero que a su vez no menoscabe ni limite el potencial de esta industria.
Costa Rica puede ser el próximo laboratorio Fintech en ALC en el que emprendimientos de la región prueben y ajusten sus soluciones. Esto requerirá de políticas públicas que articulen los esfuerzos de todos los actores (reguladores, programas de apoyo, inversionistas, sector financiero, etc.) hacia un objetivo común. Por su parte, las Fintech ticas deberán desarrollar soluciones que respondan a desafíos globales para que puedan internacionalizarse en mercados más amplios.
En suma, nuestra vida financiera está cambiando aceleradamente y no parece que pueda dar marcha atrás. La correcta combinación de regulación, apoyo e innovación asegurará que este cambio sea en beneficio de la inclusión financiera no solo en Costa Rica sino en toda la región.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) espera que durante 2019 el crecimiento económico de la región mantenga una trayectoria descendente, debido a un contexto internacional con mayores incertidumbres y complejidades, y a un débil comportamiento de la inversión, las exportaciones y el consumo. Así lo señala el informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019, dado a conocer hoy por la Secretaria Ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, en una conferencia de prensa realizada en Santiago de Chile.
Según el reporte, la región crecerá este año solo un 0,5%, cifra inferior al 0,9% anotado en 2018. Este desempeño es atribuido a los efectos de un debilitamiento sincronizado de la economía global, lo que ha implicado un escenario internacional desfavorable para la región. Asimismo, en el ámbito interno, el bajo crecimiento se debe al poco dinamismo exhibido por la inversión, las exportaciones y a una caída del gasto público y del consumo privado.
A diferencia de años anteriores, en 2019 la desaceleración será generalizada y afectará a 21 de los 33 países de América Latina y el Caribe. En promedio, se espera que América del Sur crezca 0,2%, América Central 2,9% y el Caribe 2,1%.
“La región enfrenta un contexto externo con mayores incertidumbres y complejidades crecientes: menor dinamismo de la actividad económica mundial y del comercio global; mayor volatilidad y fragilidad financiera; cuestionamientos al sistema multilateral y un aumento en las tensiones geopolíticas”, señaló Alicia Bárcena.
De acuerdo con el Estudio Económico 2019, el espacio fiscal se ha visto restringido por niveles de ingresos insuficientes para cubrir el gasto, lo que deriva en déficits y en un incremento en el endeudamiento en los últimos años. Además, los efectos de la creciente volatilidad cambiaria y de las mayores depreciaciones limitarían la posibilidad de los bancos centrales de la región para profundizar políticas de estímulo a la demanda agregada, a lo que se suma el hecho de que los condicionantes estructurales acentúan la vulnerabilidad externa y no ayudan a dinamizar el crecimiento (estructura exportadora centrada mayormente en bienes primarios y caída tendencial de la productividad).
Según la CEPAL, se requiere expandir el espacio de políticas para hacer frente a la desaceleración y contribuir al crecimiento económico, con medidas tanto en el área fiscal, como en la monetaria y relacionadas con la inversión y la productividad.
En materia fiscal se necesita reducir la evasión tributaria y los flujos financieros ilícitos, impulsar la adopción de impuestos a la economía digital, medioambientales y relacionados a la salud pública, y reevaluar los gastos tributarios para alinearlos hacia la inversión productiva.
En el área monetaria, se necesita promover el crecimiento económico sin comprometer la estabilidad cambiaria y de precios, mientras que en materia de inversión y productividad es imprescindible elevar la participación de los sectores intensivos en conocimientos en la estructura productiva, por medio de un papel más activo de la inversión pública y privada; reorientar las inversiones hacia los sectores de mayor dinamismo; y adoptar políticas de estímulo que tengan impactos en términos de innovación, aprendizaje y empleos de calidad.
La segunda parte del Estudio Económico 2019 analiza los cambios estructurales ocurridos en el sistema financiero internacional en los instrumentos y agentes con posterioridad a la crisis global de 2007-2008, desde la perspectiva de la región.
El informe plantea que el mercado de bonos ha ganado importancia relativa respecto al sistema bancario. También muestra que se han intensificado los niveles de concentración, interconectividad y prociclicidad. Además el nivel de endeudamiento global se generaliza y registra niveles récord (320% del PIB), en un contexto de bajo crecimiento.
Con el fin de hacer frente a estos desafíos se plantea, por una parte, ampliar y estandarizar el espectro de los indicadores de vulnerabilidad. Por otra parte, se trata de avanzar hacia una regulación macroprudencial más amplia y homogénea que abarque no solo al sector bancario formal sino a todos los agentes financieros –incluyendo el sector bancario en la sombra- así como a los distintos instrumentos, indica el documento.
La inversión en deuda emergente ha sido la de más éxito a lo largo de las dos últimas décadas, no solo por los altos rendimientos obtenidos, sino también por lo ajustado a la volatilidad. En Mirabaud apostamos por esta clase de activo a finales de 2017, incorporando a Daniel Moreno, y ha sido todo un acierto: sigue generando excelentes oportunidades y creemos que la tendencia continuará.
De hecho, las previsiones de crecimiento para las economías emergentes apuntan a un 4,4% en 2019 y un 4,6% en 2020, a lo que se suma una tasa de impago por debajo de su media histórica y un endeudamiento relativamente bajo frente al de los países desarrollados. Hemos detectado un importante crecimiento del número de inversores que ponen el foco en esta clase de activo. Llevamos muchos meses percibiendo apetito por la deuda emergente y vemos flujos positivos tanto en dólar como en moneda local, jugando esta última un papel cada vez más importante en carteras de deuda emergente.
En este contexto, el equipo de renta fija de mercados emergentes de Mirabaud AM, liderado por Moreno, trabaja fundamentalmente con dos estrategias: Mirabaud Global Emerging Market Bond Fund, que, con 220 millones de dólares bajo gestión, aprovecha algunas de las mejores oportunidades de inversión para obtener rentabilidad superior a largo plazo y ajustada al riesgo; y el más reciente, Mirabaud Emerging Market 2024 Fixed Maturity Fund, con 90 millones de dólares bajo gestión.
Con un perfil similar al de un bono sencillo, pero con la diversificación propia de una cartera de instrumentos de deuda exclusivamente denominada en dólares, este último se centra en la obtención de los atractivos rendimientos que ofrecen actualmente los emisores de los mercados emergentes.
El Mirabaud Global Emerging Market Bond Fund es un fondo que invierte en todas las tipologías de renta fija emergente, con emisiones en dólares, en moneda local, en bonos corporativos y gubernamentales. Esto nos permite alcanzar tires por encima del 10% con duraciones de 3,2 años y es una vía muy importante para gestionar el riesgo y la liquidez.
La diversificación en cuanto a divisas-dólar y moneda local es necesaria. No solo aporta rentabilidad, también nos ayuda a controlar uno de los riesgos más presentes hoy en las inversiones en bonos emergentes denominados en dólares: el mercado de deuda en dólar es cada vez más ilíquido. De hecho, el 80% de las nuevas emisiones en deuda emergente están denominadas en moneda local; área donde se encuentran oportunidades muy atractivas de calidad. Además, gracias una gestión activa, los riesgos de estas divisas se pueden mitigar de manera muy eficiente.
Otro de sus atractivos radica en que, por su propia política de gestión, existe un límite de VAR preestablecido que oscila entre el 3% y el 6% (hoy es 3%), lo que garantiza el control del riesgo. El fondo acumula en 2019 una rentabilidad del 10,6% y una volatilidad del 3,8%, lo que configura un binomio rentabilidad-riesgo realmente atractivo.
Nuestra propuesta de deuda emergente se complementa con el fondo de vencimiento fijo Mirabaud Emerging Market 2024 Fixed Maturity, que lanzamos en mayo y cerrado a nuevas inversiones. Es una clara apuesta de Mirabaud por la inversión dinámica de cara a cubrir las cambiantes necesidades de los inversores. Nos pareció interesante ofrecer una estrategia a vencimiento con un mayor grado de certeza en la rentabilidad esperada. El mercado de deuda emergente está en un momento idóneo y era una estrategia cada vez más demandada por los clientes.
El fondo sigue un enfoque buy and hold de deuda corporativa, soberana y cuasi-soberana. Con esta filosofía, cuenta con cupones realmente atractivos (+8,25%) con una TIR prevista de entre el 7% y el 8% y una cartera que se compone en un 48,2% de bonos corporativos, un 28,3% de soberanos y un 23,5% de cuasi-soberanos, con un peso mayor del sector financiero (24,7%) frente a otras industrias. Se lanzó en dólares porque no consideramos la inversión en moneda local en un fondo con cartera a vencimiento a más de 4 años, ya que requiere una gestión activa debido a los riesgos.
Actualmente estamos trabajando para lanzar otro “Fixed Maturity en Deuda Emergente” pero denominado en euros, donde pensamos que podríamos obtener tires por encima del 4,5% y cupones superiores al 5%.
Creemos que estamos en un momento óptimo para invertir en deuda de emergentes. Pero, para hacerlo con éxito, es crucial trabajar en la toma de decisiones dinámicas en las distintas subclases de activos y divisas, y hacerlo además en las diferentes fases del ciclo económico. La gestión activa es hoy más necesaria que nunca para aprovechar las oportunidades existentes tanto en moneda local como en dólares.
Del mismo modo, las carteras a vencimiento en deuda emergente denominadas en dólares o euros protegerán al inversor del riesgo de liquidez en el mercado de deuda emergente, siendo ambas estrategias complementarias entre sí.
Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica
Tal y cómo se esperaba, la Fed decidió de forma inusual el reducir las tasas de interés mientras la economía se encuentra en una posición aparentemente sólida, así como terminar la reducción de su balance desde ahora, dos meses antes de lo esperado. En un movimiento considerado como medida preventiva, la Fed realizó un recorte de 25 puntos base, dejando las tasas en un rango de 2 a 2,25% y dejó la puerta abierta a futuros recortes.
La última vez que se bajaron las tasas fue durante la crisis financiera en diciembre de 2008. Los mercados anticipaban que la Fed redujera las tasas en un cuarto de punto dejando la puerta abierta a un nuevo movimiento, sin embargo, el presidente Trump había estado pidiendo un recorte «grande».
En vísperas de la decisión de la Fed, Trump dijo: «Me gustaría ver un gran recorte, y me gustaría ver que el ajuste cuantitativo se detuviera de inmediato».
Para Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, el recorte de 50 puntos base no era una opción disparada, pero si consideraba más relevante aún que el movimiento de tipos, al mensaje.»Un recorte de 50 p.b. sería posiblemente “vendido como un one off” y funcionaría mejor si después los dados comienzan a rebotar algo. Sin embargo, un recorte sólo 25 p.b. le permitiría ganar tiempo y visibilidad sobre el ciclo, para poder tomar decisiones en el futuro con una información más completa. Con las expectativas tan altas sobre la política monetaria, dudamos que la FED vaya a decepcionar, pero tiene muy difícil sorprender siendo más dovish de lo esperado. Incluso si lo fuera, eso podría ser interpretado como que tienen más información negativa sobre el ciclo que el resto o que les preocupa más el impacto del sector exterior sobre el conjunto de la economía», mencionó previo al movimiento.
Los fondos comunes argentinos han incrementado su patrimonio en un 20% gracias a la estabilidad cambiaria y al apetito global por los bonos y acciones de Latinoamérica.
“En los últimos dos meses, la industria manifestó un crecimiento de 2.200 millones de dólares en activos bajo administración. El boom de los fondos de renta latinoamericana y la estabilidad cambiaria son las principales explicaciones”, señala un informe de la gestora Criteria.
El pasado mes de abril la industria argentina administraba 16.335 millones de dólares y actualmente alcanza los 19.560 millones.
El 21% de los participantes en la industria de fondos argentina son inversores individuales, mientras que el 79% corresponde a los institucionales. Estos últimos se ven atraídos por las altas tasas de interés y la relativa estabilidad cambiaria y animan a participar a los jugadores individuales, quienes, sin embargo, apuestan mayoritariamente por los fondos en pesos.
Según el informe de Criteria, el 43% de los inversores se posicionan en activos de riesgo y el 57% restante en Money Market. El 18% se posicionan en dólares y el 82% en pesos.