Foto cedidaGreg Clerkson, responsable de inversiones discrecionales de GAM.. GAM nombra a Greg Clerkson responsable de inversiones discrecionales
Greg Clerkson es el nuevo responsable de inversiones discrecionales de GAM Investments. Tal y como ha informado la gestora, desde su nuevo puesto reportará directamente a Peter Sanderson, consejero delegado del Grupo, y estará ubicado en las oficinas de la firma en Londres. El nombramiento será efectivo desde 1 de marzo.
Desde este nuevo cargo, Clerkson será el responsable de liderar la gestión del negocio de los equipos discrecionales de renta fija, renta variable y deuda de real estate. Trabajará junto con Anthony Lawler, quien es el responsable de GAM Systematic y de GAM Investment Solutions.
“Greg es idealmente bien posicionado para desempeñar este rol, ya que combina la décadas de experiencia en estrategias de inversión y selección de gestores con un profundo conocimiento de las necesidades de los clientes y sus expectativas. Su nombramiento mejora nuestras capacidades de inversión y de ofrecerles a nuestros clientes los mejores resultados”, ha señalado Peter Sanderson, consejero delegado del Grupo.
Greg Clerkson se unió a GAM en 2017, inicialmente como responsable global de relaciones de consultoría, antes de pasar a ocupar el rol de responsable global de estrategia de producto y soluciones en 2019. Antes de incorporarse a GAM, Clerkson fue responsable de relaciones de consultoría global en Edmond de Rothschild y BlueCrest Capital Management. Además, trabajó durante diez años en el buy side de Royal Bank of Canada y en Russell Investments.
Pixabay CC0 Public Domain. Las principales infraestructuras financieras europeas lanzan una iniciativa para proteger el dinero de los ciudadanos ante posibles ciberataques
Proteger los ahorros de los ciudadanos europeos de los ciberdelicuente es el objetivo que ha unido a las principales infraestructuras e instituciones financieras europeas para lanzar la Iniciativa de Intercambio de Información e Inteligencia Cibernéticas (CIISI-EU, por sus siglas en inglés).
Como bien indica su nombre, este proyecto tiene como objetivo poner en común aquella información que sea «vital para evitar los ataques cibernético». En la iniciativa participan las instituciones e infraestructuras financieras más relevantes de Europa, como son los miembros del Euro Cyber Resilience Board for pan-European Financial Infrastructures (ECRB), que está presidida por el Banco Central Europeo (BCE). Desde las instituciones europeas se considera que para combatir el riesgo cibernético es necesario participar activamente de intercambios de información e inteligencia, así como colaborar con las partes interesadas para generar confianza dentro de la industria financiera.
Según explican desde el BCE, los objetivos fundamentales de esta iniciativa son: proteger el sistema financiero mediante la prevención, detección y respuesta a los ataques cibernéticos; facilitar el intercambio de información y buenas prácticas entre las infraestructuras financieras; y concienciar sobre las amenazas a la seguridad cibernética.
«Esta es la primera vez que las grandes infraestructuras financieras, la Europol y la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) han tomado medidas conjuntas para frenar el riesgo cibernético. Esperamos que esto sea un modelo inspirador para que otras jurisdicciones aborden una de las mayores amenazas de nuestro tiempo. Los ciberdelincuentes están robando cada vez más dinero, y por lo tanto compartir información nos ayudará a prevenir ataques y, en última instancia, proteger el dinero de la gente», ha señalado Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y el presidente de la ECRB.
En los próximos meses, el BCE publicará el marco de la iniciativa de intercambio entre la CIISI y la UE para alentar a otras jurisdicciones a seguir su ejemplo. Desde la entidad monetaria consideran que las amenazas cibernéticas suponen “un grave riesgo para la estabilidad del sistema financiero europeo y mundial”. En este sentido, argumenta que este tipo de ataques no tienen fronteras, y además son delitos que evolucionan constantemente, “amenazando con perturbar los sistemas financieros mundiales interconectados.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Año nuevo, ideas nuevas? La agenda del clima necesita más ambición
Un nuevo año y una nueva década debería representar un momento para el optimismo, pero es difícil evitar la sensación de frustración en torno a las medidas sobre el cambio climático. La 25ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), celebrada en diciembre de 2019, reafirmó la importancia de reducir las emisiones mundiales de carbono, pero no estableció una nueva y ambiciosa agenda para hacerlo.
En 2015, la COP 21 desembocó en el Acuerdo de París, que reconocía la urgente necesidad de reducir drásticamente las emisiones para 2030 para mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1,5 grados. Desde entonces, cada COP ha renovado el compromiso con ese objetivo. Pero hasta ahora, no lo hemos logrado, y hemos fracasado estrepitosamente.
Un reciente informe de las Naciones Unidas reveló la brecha, aún creciente, entre los objetivos de reducción de carbono y las emisiones reales del mismo. Cada año que las emisiones continúan aumentando hace que resulte más difícil cumplir con nuestros objetivos para 2030 y, por tanto, es más complicado proteger nuestro medio ambiente y es más difícil aliviar el dolor económico del cambio climático.
La prioridad debería consistir en impulsar la acción de los gobiernos y las empresas, especialmente en los mercados emergentes. En esos países se están tomando actualmente decisiones que darán forma a las estructuras económicas en su conjunto durante las próximas décadas. Si esas decisiones no se toman sobre una base sostenible y baja en carbono, estaremos manteniendo unas elevadas emisiones en el futuro.
A menudo, el cambio climático puede parecer un problema imposible de resolver. Pero la solución puede resumirse en una palabra: inversión. Los gobiernos nacionales y otras entidades estatales tienen un papel que desempeñar, pero sólo el sector privado puede reunir la suma de dinero necesaria.
Eso significa impulsar el mercado de las finanzas sostenibles. El interés de los inversores por los productos ecológicos está creciendo: en una encuesta de HSBC realizada a principios de este año, el 63% de nuestros clientes inversores afirmaron que introducirán o ampliarán su presencia en las finanzas sostenibles en los próximos dos años.
Sin embargo, el mercado sigue siendo subescalado, frenado por la falta de proyectos de inversión. Sólo en lo que respecta a los bonos verdes, la emisión en los tres primeros trimestres de 2019 fue de casi 190.000 millones de dólares, un gran avance con respecto a los aproximadamente 115.000 millones de dólares del mismo período del año pasado. No obstante, esto es sólo una pequeña parte de los billones de dólares de inversión verde que se necesitan para 2030. Además, sólo el 26% de la emisión en 2019 se destinó a proyectos de mercados emergentes, muy por debajo de lo que se requiere para garantizar un crecimiento económico sostenible a largo plazo en esos países.
Aunque los cambios dirigidos pueden marcar la diferencia. Lo primero es fomentar una mejor divulgación de los riesgos climáticos. Cuando los inversores tengan una idea clara de qué negocios y sectores están más expuestos al impacto del aumento de las temperaturas, pueden tomar mejores decisiones con su dinero.
La adopción generalizada de principios de divulgación normalizados, como los publicados por el Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera relacionada con el Clima, aumentará el número de proyectos viables para los inversores, y ayudará a lograr el segundo cambio: impulsar una mayor actividad de financiación ecológica en la economía real.
Hasta ahora, la emisión de financiación verde ha estado dominada por los gobiernos nacionales y las entidades financieras. Eso no puede continuar. La participación en la financiación sostenible es particularmente importante en los sectores de alto consumo de carbono, como la generación de energía y la manufactura pesada. En este caso, la transición hacia una reducción de las emisiones está plagada de riesgos, pero ofrecerá enormes oportunidades a las empresas que tengan éxito. El tipo de financiación adecuado en el momento oportuno será crucial.
Existen algunos indicios de que estos sectores están empezando a abordar la transición. Recientemente hemos visto la formación de organizaciones industriales que presionan para que se reduzcan las emisiones en sectores específicos de la economía. Cuanto más tiempo tarden las empresas en adaptarse a una mentalidad de bajas emisiones de carbono, mayor será la probabilidad de que sufran un revés por parte de los consumidores e inversores concienciados con el clima.
El tercer cambio consiste en hacer de la infraestructura sostenible una clase de activo por derecho propio. Varios estudios muestran que actualmente existe un déficit de inversión en infraestructura global de entre 40 y 70 billones de dólares. No gastamos suficiente dinero en artículos de gran valor como carreteras, ferrocarriles y generación de energía. Es vital salvar esta brecha de manera sostenible. Una clase de activos separada permitiría que los productos se estandarizaran más, fueran más transparentes y estuvieran debidamente vinculados a los impactos.
La necesidad de infraestructuras y otras inversiones verdes en las ciudades son especialmente acuciantes. Las ciudades generan más del 70% de las emisiones mundiales de carbono, pero la mayoría de las ciudades no tienen acceso directo a los mercados de capital y no pueden invertir fácilmente dinero para reducir esta cifra.
Por ello, el cuarto cambio es la innovación en los productos. Esto proporcionará más vías de inversión para ayudar a convertir las prometedoras políticas o productos climáticos a pequeña escala en soluciones de efecto masivo. Muchas ciudades, por ejemplo, han sido pioneras en proyectos que reducen las emisiones de carbono por la eliminación de residuos o han aumentado la financiación de edificios más ecológicos. Un plan que funcione en Shangai debería, con algunos ajustes, funcionar en Estocolmo o Sao Paulo. También es alentador el desarrollo del mercado de «bonos azules», en el que los beneficios de los inversores están vinculados a la preservación de ecosistemas específicos.
2020 es un año clave para el cambio climático. La COP 26, que se celebrará en Glasgow el próximo noviembre, será crucial para el futuro inmediato y a largo plazo de nuestro planeta. Sólo podemos esperar que pueda señalar logros más concretos que los de los últimos años.
Tribuna de Daniel Klier, director de Inversiones Sostenibles en HSBC.
Gonzalo Alberto Pérez, foto cedida. Gonzalo Alberto Pérez
La Junta Directiva de Grupo SURA, con el apoyo del Comité de Nombramientos y Retribuciones, anunció este jueves su decisión de designar a Gonzalo Alberto Pérez Rojas como nuevo presidente de la compañía, cargo que asumirá a partir del 1° de abril de 2020. Esto ocurre tras la decisión del actual presidente, David Bojanini García, de iniciar su etapa de retiro laboral, según se anunció a finales del pasado mes de enero.
Gonzalo Pérez se desempeña desde 2003 como presidente de Suramericana, filial de Grupo SURA especializada en la industria de seguros y gestión de tendencias y riesgos, que hoy se posiciona como la cuarta mayor aseguradora de origen latinoamericano, y con operaciones en 9 países de esta región.
Es abogado de la Universidad de Medellín, cursó la especialización en Seguros de Swiss Re, en Zurich, y el CEO Management Program en Kellogg School of Management. Desde hace 38 años ha estado vinculado a las Compañías de Suramericana. Antes de asumir la Presidencia de esta Compañía, ocupó diversos cargos como abogado de la Gerencia Jurídica, gerente de Gestión Humana, gerente de la Sucursal de Corredores Medellín, gerente de Negocios Empresariales, vicepresidente de Negocios Corporativos y vicepresidente de Seguros y Capitalización.
“Me complace mucho esta decisión de la Junta Directiva. Gonzalo tiene, sin duda, las más altas calidades personales y profesionales. Es la persona idónea para liderar este Grupo Empresarial en su siguiente etapa. De manera especial, destaco su extraordinaria capacidad para movilizar equipos hacia grandes propósitos y su visión disruptiva, que ha llevado a Suramericana a ser referente en la industria de seguros por anticiparse e ir un paso adelante, posicionándose hoy como gestora de tendencias y riesgos”, aseguró David Bojanini, presidente de Grupo SURA, tras el anuncio de la designación hecha por la Junta Directiva.
Gonzalo Pérez tendrá ahora la responsabilidad de liderar el Grupo Empresarial SURA, desde la compañía holding, que consolida una de las más importantes operaciones de la industria de servicios financieros en América Latina: líder en pensiones por activos administrados (con su filial, SURA Asset Management), cuarta mayor aseguradora de origen latinoamericano (con su filial, Suramericana), banco líder en Colombia y una de las principales entidades financieras en Centroamérica (como principal accionista de Bancolombia). De esta manera, el Grupo está hoy presente en 11 países, atiende a 53 millones de clientes y cuenta con 60 mil empleados.
Tras conocer su designación, Gonzalo Pérez expresó: “Agradezco a la Junta Directiva por la confianza al otorgarme esta enorme responsabilidad. Seguiré trabajando para merecerla todos los días. También, mi gratitud con David Bojanini por su liderazgo, que he valorado en todo este tiempo en que hemos trabajado juntos. Mi compromiso será continuar construyendo la sostenibilidad de este Grupo, con la visión histórica que hemos tenido de crear valor compartido para los accionistas, los empleados, los clientes, los proveedores y la sociedad”.
Actualmente es miembro de las Juntas Directivas de Grupo Bancolombia, Grupo Nutresa S.A., Celsia S.A. y Fundación SURA. Así mismo, es miembro de los Directorios de las filiales de Suramericana (Seguros SURA) en nueve países de América Latina, además de integrar el Consejo Directivo de la Orquesta Filarmónica de Medellín.
De acuerdo con esta decisión, Suramericana S.A. iniciaría próximamente el proceso de evaluación de candidatos para asumir el cargo de Presidente de esa Compañía, en el marco del plan de sucesión previsto.
Foto cedida. Se debe trabajar en la democratización de los servicios financieros y facilitar el acceso a pagos digitales, créditos, inversiones y ahorros en LatAm
Tras el éxito obtenido en Nueva York, Londres y Hong Kong, por primera vez en México, especialistas y líderes de la industria financiera se reunieron en el foro Finance Disrupted LATAM de The Economist, en el cual se analizó la evolución del sector y cómo la tecnología ha impulsado el crecimiento económico en la región.
Durante el panel de apertura, “Fintech for the masses”, los conferencistas Fuencis Gómez, directora de Banca Digital de Santander México; Juan Carlos Moreno-Brid, profesor de la UNAM; Myriam Cosío, directora de Operaciones de Clip México y Santiago Bugallo, líder de Mercados Hispanos en Mercado Pago, discutieron los diferentes retos que tiene la industria Fintech en la región, haciendo énfasis en continuar promoviendo la inclusión financiera, de la mano de la educación.
Uno de los principales temas de discusión fue la democratización de los servicios financieros y facilitar el acceso a pagos digitales, créditos, inversiones, ahorros. Asimismo, los panelistas resaltaron la importancia del trabajo conjunto que se debe hacer entre la banca tradicional y las nuevas alternativas.
Durante el foro “Banking the unbanked: How is digitisation closing the gap?”, Paula Giraldo, directora de Inversiones en Adobe Capital, mencionó que el acceso a servicios financieros digitales permite que más personas tengas otro tipo de beneficios como viviendas dignas, salud y educación.
En el panel “Powering SMEs”, Manuel Romo, director ejecutivo de CitiBanamex, destacó la relevancia de invertir en el desarrollo de las Pymes, esto con el objetivo de impulsar la digitalización financiera para hacerlas más competentes en el mercado actual. Durante su intervención, María Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), aseguró que el sector financiero está dispuesto a otorgar capital a los pequeños empresarios en sus procesos de crecimiento.
Ariza explicó que hay un área de oportunidad enorme, pues en el país, el 98% de las empresas son Pymes: “existe una gran importancia en el sector bursátil, si queremos que la economía crezca tenemos que pensar lo que le falta al mercado o qué hacer para que ese mercado crezca más”.
La senadora y presidenta del Comité de Relaciones Exteriores, Vanessa Rubio, puntualizó que el desarrollo de las Fintech debe maximizar los diversos beneficios sociales y culturales, como el acceso a créditos, y minimizar los riesgos, por ejemplo, con los retos en seguridad cibernética, los cuales deben ser regulados a favor de la protección de los usuarios y los clientes de la digitalización bancaria.
En la entrevista de clausura, Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, explicó que la inclusión financiera debe ser dirigida hacia la igualdad, se deben crear condiciones óptimas para todos y brindar acceso a los servicios en todas las regiones del país.
Además, el funcionario resaltó que la competencia entre la banca tradicional y las Fintech resultará en beneficios para la sociedad, ya que contarán con más opciones financieras.
Pixabay CC0 Public Domain. Los 2020… ¿la década ASG?
En la última década, el comportamiento de la renta variable podría describirse como sorprendente. Después de la crisis financiera del 2008, las expectativas para la renta variable emergente eran muy altas y se preveía una desaparición estructural de la economía y los mercados bursátiles estadounidenses. El resultado final terminó por dar la vuelta a las expectativas.
A medida que nos adentramos en una nueva década, el debate se ha centrado en los nuevos temas de inversión posibles. Preguntas como «¿Cuál será el mejor mercado?» o «¿Rebotará Europa?» son mejor respondidas por los especuladores. Como inversores enfocados en el valor, evitamos hacer pronósticos de este tipo. Lo que es seguro es que habrá cambios.
El contexto que rodea a la inversión sostenible y ASG continúa desarrollándose. Los 17 ODS de las Naciones Unidas suponen un plan brillante, pero trasladarlos a la realidad ha presentado muchos desafíos. El tema de la sostenibilidad requiere un modelo económico capaz de estimar los costes y beneficios, pero sigue siendo una disciplina nueva.
Las actitudes también necesitan ser cambiadas. Normalmente, las personas no están dispuestas a embarcarse en cambios importantes cuando sus beneficios son diferidos (es decir, un mundo mejor en el futuro), pero los costes son inmediatos (renunciar al plástico). Las empresas tampoco están dispuestas a asumir costes adicionales de manera voluntaria por la misma razón: que el paso a un modelo sostenible suele acarrear costos inmediatos y beneficios no cuantificables.
No es sorprendente que el progreso haya sido lento, pero ahora hay algunas señales de cambio. Las generaciones más jóvenes (Z y A) ya constituyen la mayoría de la población mundial y tienen poco que perder, ya que la riqueza financiera está predominantemente en manos de la generación de mayor edad.
Los inversores individuales están empezando a tomar la cuestión por sus propias manos, haciendo preguntas sobre cómo se está invirtiendo su dinero. Las universidades se ven obligadas a cambiar su enfoque de inversión cuando se considera deficiente y muchos fondos soberanos de inversión cuyas fortunas se fundaron en el carbono ahora se están deshaciendo de él. Esta transformación llevará tiempo y el debate continuará, pero no hay duda de que el mundo de las inversiones tendrá un aspecto muy diferenteal final de esta década.
La experiencia de DWS y CROCI
DWS ha reconocido desde hace mucho tiempo la importancia de los factores ASG para los inversores y fue uno de los primeros signatarios de los Principios de Inversión Responsable (PRI) respaldados por la ONU en 2008. Desde entonces, ha desarrollado una metodología de calificación ASG propia que utiliza los distintos enfoques de los principales proveedores de datos. El resto se centra en los riesgos de transición climática, que combinamos con los datos CROCI para comprender cómo están las cosas hoy en día y cuál es la dirección de este viaje.
Hay dos elementos principales que consideramos al incorporar el ASG: primero, el elemento de aplazamiento (en este caso, prevenir un mayor cambio climático) y, segundo, la legalidad de diversas actividades corporativas. Los efectos ambientales relacionados con el primer elemento son cada vez más evidentes, por lo que nos hemos centrado en el riesgo climático y el impacto climático.
Midiendo el riesgo climático
En DWS, ya hemos intentado afrontar la complejidad de definir el riesgo climático. Sin embargo, una vez que se abordan las definiciones, el siguiente paso es calcular las exposiciones en los mercados de valores a las empresas con alto riesgo climático. Creemos que el enfoque correcto debe ser a través dela capitalización del mercado o de las ganancias.
La buena noticia para los inversores es que la exposición a las ganancias dentro de nuestro universo global de cobertura CROCI es baja (nuestro universo de muestra es de 881 empresas). Cerca del 60% de las ganancias ponderadas por la capitalización de mercado son resistentes al riesgo climático y solo el 12% se encuentra en riesgo alto o excesivo. Por tanto, a primera vista, claramente existen desafíos, pero la dirección es alentadora.
Analizar la exposición actual de las ganancias es un punto de partida útil, pero para comprender cómo abordar el futuro del cambio climático es necesario otro ángulo: centrarse en el capital invertido en lugar de en las ganancias.
La lógica para utilizar el capital es sencilla. Compañías diferentes en sectores diferentes pueden tener niveles muy diferentes de rentabilidad. Las ganancias para la misma unidad de capital pueden variar sustancialmente, pero la inversión en renta variable de un inversor, en última instancia, está financiando el capital que invierte una empresa.
Es el funcionamiento de los activos de una empresa lo que realmente causa cualquier posible daño ambiental, por lo que creemos que la mejor manera de medir su verdadero impacto climático es centrándose en su capital.
En la práctica, esto significa que la cantidad de capital invertido en acciones con un riesgo climático alto o excesivo constituye el 36% del total, es decir, 3 veces más que el peso correspondiente por capitalización de mercado. Los inversores pueden tener una exposición ponderada por capitalización de mercado del 12% al riesgo de transición climática, pero esto significa que el 36% de los activos tangibles e intangibles combinados tienen un alto riesgo climático.
Es difícil predecir cómo estarán las cosas en una década. Lo que es seguro, sin embargo, es que el enfoque de la inversión será diferente: es probable que esté más enfocado a la sostenibilidad y al ASG, dados los riesgos actuales para el clima.
Tribuna de Francesco Curto, director global de la estrategia de inversión CROCI en DWS, y Colin McKenzie, responsable de CROCI Intelligence en la gestora
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Foto cedidaRio de Janeiro (America do sul conteudos). ,,
El surf brasileño está en la cuenta regresiva para las Olimpiadas de Tokio 2020. Con cuatro títulos mundiales en los seis últimos años, los surfistas de Brasil están en la élite del deporte que este año debuta como disciplina olímpica. Once de los 34 primeros nombres del ranking de la Liga Mundial de Surf (WSL) son deportistas nacidos y entrenados en algunas de las más de dos mil playas del litoral brasileño de casi ocho mil kilómetros.
Gracias a la variedad de sus playas y su clima benigno, en Brasil el surf es un deporte accesible a miles de personas que empiezan como aficionados, quienes se suman a una tradición que data de los años 1930 del siglo XX. Tal es la potencia y competitividad de sus deportistas, que la prensa internacional acuñó el término «Brazilian Storm» para denominar a la generación de campeones como Gabriel Medina, Italo Ferreira, Adriano de Souza o Filipe Toledo, cuya presencia despunta en todas las competencias internacionales.
Brasil no es sólo fútbol, y la cosecha de éxitos internacionales de surfistas como Italo Ferreira (actual campeón mundial), Gabriel Medina y Adriano de Souza lo confirman. Formados como deportistas de élite en las playas de su país, la geografía brasileña ofrece una serie de condiciones excepcionales y únicas, como las siguientes: una amplia variedad de playas oceánicas, con olas que revientan rápido y fuerte, de cara hacia el Océano Atlántico.
Playas aptas para el surf ubicadas en centros urbanos o muy cerca de aquellos, lo que facilita el acceso a la práctica a todo tipo de aficionados, y amplía el semillero de aprendices y futuros surfistas profesionales.
Las playas más concurridas suelen ser imán para diversas comunidades deportivas tradicionales, como las de voley de playa, fútbol o futvoley, como sucede en Río de Janeiro, lo cual facilita los encuentros interdeportivos.
La infraestructura (iluminación nocturna de las playas, transporte público, hotelería, servicios de alquiler de equipos, clases, etc.) en algunos centros urbanos facilitan la práctica del surf y amplían su público.
Brasil ha creado una movida cultural ligada al surf, lo cual estimula al turismo especializado, y polos de atracción de patrocinantes que hacen sus pruebas y lanzamientos de nuevos equipos en reductos tradicionales como la capital del estado de Santa Catarina, Florianópolis.
La mayor parte de los polos de surf existentes en América Latina carecen de propuestas de entretenimiento, cultura y gastronomía sofisticada, a diferencia de lo que sucede en lugares emblemáticos de Brasil como Río de Janeiro, Bahía, el litoral de São Paulo o Florianópolis. Combinar surf y carnaval o surfy fiestas de San Juan (Festas Juninas) es una experiencia inolvidable.
Hay opciones para surfistas de todos los niveles adquisitivos: desde ir a entrenar en Metro o tomar un avión al exclusivo archipiélago pernambucano de Fernando de Noronha, de formación volcánica con olas y paisajes alucinantes.
Sol y buen clima la mayor parte del año en todo el país. Salvo en el sur, el invierno brasileño es apenas una caricia de brisa fresca: a Brasil no llegan huracanes, tornados, ni tormentas de nieve.
Potencia surfista -así como potencia futbolera- Brasil ofrece un amplísimo catálogo de playas paradisíacas para enfrentar las olas, y entrar en contacto con una arraigada cultura «surfer» de turismo playero sustentable. A continuación un ránking de las mejores playas para la práctica de surf en todo el territorio brasileño, según la agencia América Do Sul:
10- Praia da Regencia (Espirito Santo)
En la búsqueda de la ola perfecta ya son muchos los surfistas que se han acercado a esta playa, ubicada al norte del estado de Río de Janeiro. Allí los vientos fuertes de primavera (22 septiembre a 21 de diciembre) forman sus muy anheladas olas altas, anchas y tubulares. El paraje es aislado y tranquilo, en un estado célebre por sus reservas baturales y con buena conectividad aérea y vial en la capital del estado, Vitoria.
9- Praia do Tombo (São Paulo)
Hermosa playa de arenas blancas cuya formación geológica y mar fuerte conforman el oleaje perfecto para la practica del surf. Se trata de 900 metros de mar que en invierno (21 de junio a 22 de septiembre) brinda su mejor momento, tanto para principiantes como para expertos. Se encuentra en el municipio de Guarujá, a 72 kilómetros de Sao Paulo y es de fácil acceso. Sus exuberantes olas alcanzan los tres metros de altura, razón por la que suele ser sede de competencias locales e internacionales.
8- Itamambuca (São Paulo)
Está en el ranking mundial de mejores playas para practicar surf, pero sigue siendo un lugar “escondido” tanto para brasileños como para extranjeros. Hay que llegar primero a Ubatuba, municipio del estado de Sao Paulo ubicado a 214 km de la capital, y a 310 kilómetros en auto desde Rio de Janeiro. La mejor época para surfear es en invierno, momento en que las olas superan los tres metros.
7- Itacoatiara (Río de Janeiro)
Pese a estar muy cerca de la capital carioca, Itacoatiara brinda tranquilidad al viajero ocasional, y la posibilidad de explorar sus imponentes olas oceánicas de hasta cinco metros a los surfistas más osados. Itacoatiara se encuentra en la ciudad de Niterói, cuya principal vía de acceso es el puente que la comunica con Río de Janeiro. Es una playa extensa, de arenas doradas, con pequeñas y serenas piscinas naturales, que contrastan con la zona de bravo oleaje que puede llegar a ser peligrosa incluso para los deportistas mas diestros.
6- Praia da Silveira (Santa Catarina)
A 77 kilómetros de Florianópolis está el Municipio de Garopaba, y allí se localiza Praia Silveira, lugar de encuentro habitual de surfistas muy experimentados. Olas tubulares de tres metros en un mar rodeado de una vegetación selvática imponente conforman el paisaje de esta playa que cada año es sede de campeonatos nacionales e internacionales de surf. Si bien es accesible en auto hasta las cercanías, el acceso a la playa es por un camino escarpado. Receptiva todo el año, en la época de pesca (mayo-julio), es frecuente que se suspenda todo tipo de práctica deportiva acuática para recibir a los pescadores.
5- Praia de Itaúna (Río de Janeiro)
Desde Río, a solo a cien kilómetros en la ruta hacia Buzios se llega a Praia de Itaúna, no apta para niños, pero sí para surfistas dispuestos a sentir sus aguas heladas y constatar por qué este mar lleva con orgullo el apodo del “Maracaná del surf”.
4- Arpoador y Prainha (Río de Janeiro)
Celebrado por poetas y músicos, Ipanema es uno de los barrios icónicos de la zona sur de Río de Janeiro. Allí, casi como una isla en medio del paisaje, se encuentra la playa de Arpoador, muy concurrida por surfistas y por aspirantes, que llegan a ella en busca de sus rápidas y consistentes olas que alcanzan los cinco metros de altura. Dado que se encuentra en la populosa Río, suele estar llena de turistas que prolongan su estadía para disfrutar de los espectaculares atardeceres que se ven desde la Pedra do Apoardor. Invierno es la mejor época del año para surfear, y para evitar multitudes mejor ir por las mañana, de lunes a viernes; Prainha, pasando Barra de Tijuca, también es un clásico de los surfistas de la ciudad.
3- Maresías (São Paulo)
Sus enormes olas tubulares atraen a surfistas de todo el mundo. La vegetación exuberante que la rodea le otorga una magia especial que fascina a propios y visitantes. Maresías pertenece al Municipio de São Sebastião, a 180 kilómetros de Sao Paulo capital, y la conforman cinco kilómetros de playa que en verano se colman de turistas y en invierno ofrecen el mejor momento para remontar sus enormes olas. En verano, pese al sol y al calor, pueden caer lluvias repentinas; la ciudad es conocida también por su agitada vida nocturna.
2- Cacimba do Padre (Pernambuco)
Se trata de una preciosa playa desértica ubicada en la isla de Fernando de Noronha (sólo accesible por avión o velero desde Recife). Disfrutar de sus olas de cinco metros es más provechoso de enero a marzo. Dado que la llamada “esmeralda del Atlántico” es una zona de protección ambiental que solo permite el ingreso de una cantidad determinada de personas, el viaje debe planificarse con tiempo. Una vez en Noronha, sólo resta preguntar por Cacimba do Padre y llegar en cuentión de minutos, mitad en auto, mitad a pie.
1- Praia da Rosa (Santa Catarina)
A 90 kilómetros de la pujante Florianópolis -capital del estado- está la hermosa Praia do Rosa, muy concurrida durante el verano, y que le regala a los surfistas olas que alcanzan los dos metros de altura durante el mes de enero. Parte del municipio Imbituba, Praia da Rosa integra el circuito del Campeonato Mundial de surf y es uno de los destinos más recomendados por los campeones de esta disciplina. El avistamiento de ballenas es un hermoso espectáculo que otorga un plus a esta playa, el secreto mejor guardado de los conocedores, meca de la cultura surfer suramericana y coto de caza de las grandes marcas deportivas para el lanzamiento de sus novedades.
La firma montevideana Beca Advisors ha organizado un evento que abordará varios temas de la agenda internacional y nacional uruguaya que afectan a la industria financiera. La reunión tendrá lugar a partir de las 08:30 en el Hotel Cottage de Montevideo.
Ahmed Riesgo, Chief Investment Strategist de Insigneo FG disertará sobre las “Elecciones presidenciales en Estados Unidos y su impacto en los mercados globales”.
Por otro lado, el expresidente del Banco Central de Uruguay y asesor financiero, Julio de Brum, hablará de los “Proyectos, desafíos y expectativas del Uruguay 2020”.
También se abordará el impacto del coronavirus sobre la economía y los mercados y las perspectivas de Uruguay ante el cambio de gobierno.
Para más información escribir a: info@becaadvisors.com
Pixabay CC0 Public Domain. Gana Biden, pero Estados Unidos se mantiene dividido
«Ninguno de nosotros, y probablemente ninguno de nuestros hijos, verá alcanzar la igualdad de género entre hombres y mujeres», asegura el Informe Global de la Brecha de Género, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). El estudio apunta a que la brecha de género no se cerrará en los próximos 99,5 años.
Por undécimo año consecutivo, Islandia siguen siendo el país más avanzado en términos de igualdad de género. Sin embargo, Albania, Etiopía, Mali, México y España han sido las naciones que más han avanzado para cerrar la brecha entre hombres y mujeres. No obstante, en términos de representación política y laboral los datos del índice apuntan a que «aún queda trabajo por hacer».
En su decimocuarta edición, el informe analiza el progreso de 153 países hacia la igualdad de género en cuatro dimensiones: participación económica y oportunidades, realización educativa, salud y empoderamiento político. Además, el informe de este año examina el efecto que la brecha de géneros podría tener en las profesiones del futuro.
De los 149 países clasificados, 101 han mejorado su puntuación en el índice de este año y los 10 primeros de la lista han mejorado su calificación más de un 3,3%. Según los datos del WEF, 35 países han conseguido paridad de género en el ámbito educativo y 71 han cerrado, como mínimo, el 97% de la brecha de género en la atención sanitaria. Sin embargo, el estudio refleja que “aún se podría hacer mejor ya que los datos de empoderamiento político siguen siendo bajos”. En los últimos 50 años, por ejemplo, son 85 los estados que no han tenido una mujer como jefe de estado.
La representación política: al alza. Pero ¿es suficiente?
El informe refleja un escenario especialmente heterogéneo. A nivel general, la lucha por la igualdad entre hombre y mujeres ha progresado. Gracias a una mejor representación política para las mujeres, por ejemplo, el informe refleja una mejora significativa en la brecha de género, pero, a nivel general, el sector político se mantiene como la dimensión con peor rendimiento. “Sin la representación de la mitad de la población en la política nacional y local, el progreso se verá obstaculizado en otras áreas referentes a la mujer y a la búsqueda de la igualdad de género”, subraya el informe.
Además, de acuerdo con los datos del WEF, en 12 años se alcanzará la igualdad en la educación entre hombres y mujeres. Asimismo, a nivel mundial 40 de los 153 países clasificados ya han conseguido la paridad de género, según el informe. En el otro extremo de la escala, el informe prevé que, en 12 años, se alcanzará la paridad de género en la educación. En este aspecto, la igualdad entre hombre y mujeres se ha logrado de forma total en 40 de los 153 países clasificados, según el informe.
Destacan los datos de representación política, donde serán necesarios 95 años para cerrar la brecha entre hombre y mujeres. Actualmente, solo un 25,2% de la representación parlamentaria (cámaras bajas) y un 21,1% de las posiciones ministeriales están ocupadas por mujeres.
Asimismo, el informe destaca los efectos positivos del denominado “role model effect” (efecto del modelo a seguir) en la búsqueda de la igualdad de género. Esta iniciativa puede “obtener beneficios en términos de liderazgo y salarios” pero también advierten de que, más allá de los puestos de responsabilidad, la presencia de la mujer en el mercado laboral se ha estancado y las disparidades fiscales aumentan.
Mientras que la mejora del empoderamiento político femenino ha aumentado el número de mujeres en puestos de responsabilidad, la tendencia global apunta a un deterioro en las economías emergentes y en desarrollo, en contraposición a los logros obtenidos en los países de la OECD.
Si bien las categorías de educación y sanidad han experimentado un progreso significativo (según los datos del WEF, obtienen un 96,1% y 95,7%, en igualdad de género, respectivamente), la participación económica y las oportunidades siguen siendo “un área preocupante”. Se trata de la única categoría que ha registrado un progreso negativo y la igualdad de género ha descendido a un 57,8%. Como consecuencia, el informe subraya que serán necesarios 275 años para conseguir cerrar la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres en esta categoría.
Son tres las razones principales detrás de esta cifra, según WEF: las mujeres ocupan puestos que están siendo automatizados, no hay suficientes mujeres en profesiones donde el aumento salarial es más pronunciado como, por ejemplo, el sector tecnológico y, por último, las mujeres tienen que lidiar con infraestructuras de atención insuficientes y de acceso al capital.
Trabajando hacia una mejor perspectiva de trabajo en el futuro
De cara al futuro, el informe señala la falta de mujeres en puestos relacionados con tecnologías emergentes como el mayor desafío a la hora de cerrar la brecha de género económica. En computación en la nube, por ejemplo, solo el 12% de los profesionales son mujeres. Asimismo, en ingeniería e Inteligencia Artificial, los números alcanzan un 15% y un 26%, respectivamente.
“Para afrontar estas carencias, las estrategias de trabajo deben garantizar que las mujeres estén mejor equipadas, en términos de desarrollo de habilidades o aprendizaje, para lidiar con los desafíos presentes y sacar partido a las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial”, asegura el informe.
Además, también destaca la diversidad a la hora de contratar y una cultura de trabajo inclusiva como áreas a mejorar. Desde el WEF aseguran que, “los legisladores deberán tomar partido para equipar mejor a las jóvenes generaciones, especialmente en las naciones emergentes, con las habilidades para triunfar en un mundo de trabajos futuros”.
Todavía queda mucho trabajo por hacer
Los datos del WEF apuntan a que solo el 55% de las mujeres en edad de trabajar forman parte del mercado laboral, frente al 78% de los hombres. Asimismo, en 72 países las mujeres no pueden abrir cuentas bancarias o solicitar créditos. Además, no hay ningún país del informe donde los hombres pasen tanto tiempo al trabajo doméstico no remunerado como las mujeres.
Por región Europa Occidental ha conseguido el mayor progreso en igualdad de género, un 76,7%. Le siguen Norteamérica, Latinoamérica y el Caribe, Europa del Este y Asia Central. No obstante, el progreso en Norteamérica se ha estancado durante 2019, mientras que en Latinoamérica y el Caribe, muchos países han registrado importantes avances a lo largo del año. Según los datos de Foro Económico Mundial, harán falta 54 años en las regiones más avanzadas y 163 años en las más rezagadas para cerrar la brecha de género.
La igualdad de género tiene un papel fundamental en el éxito de las economías y las sociedades. “Desarrollar la mitad del talento disponible del mundo tendrá mucho peso en el crecimiento, la competitividad y la disponibilidad de las economías y negocios del mundo”, aseguran desde el WEF. “Sin la representación de la mitad de la población en la política nacional y local, el progreso se verá obstaculizado en otras áreas referentes a la mujer y a la búsqueda de la igualdad de género”, concluye el informe.
Pixabay CC0 Public Domain. La Fundación SURA aumentará su inversión social en Colombia hasta la más alta de su historia
La Fundación SURA incrementó en 29% sus recursos de inversión social para este año frente a 2019 que suman 21.900 millones de pesos colombianos (6 millones de dólares), la cifra más alta en sus 49 años de compromiso con Colombia.
Este monto se ejecutará en beneficiar a más niños, jóvenes, familias, profesores y comunidades en condiciones vulnerables, al igual que a organizaciones sociales y culturales que trabajan por transformar sus entornos y aportar a un desarrollo con más equidad.
Con más recursos, también la Fundación prevé incrementar el impacto positivo y apalancar la vinculación de más actores públicos y privados a las iniciativas que lidera, apoya y acompaña, a favor de mejorar la calidad de la educación, fortalecer iniciativas culturales y también contribuir a una sociedad más democrática y con mejores ciudadanos.
“Este año queremos ampliar la cobertura de los programas consolidados de la Fundación, para que lleguemos a más de las 400.000 personas y 96 organizaciones que acompañamos y beneficiamos en 2019, siempre con la convicción de que la educación y la cultura son claves para transformar vidas y territorios, y no solo en Colombia, sino llevando estas iniciativas a otros países de Latinoamérica donde SURA está presente”, comentó Tatyana Orozco, Vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Grupo SURA.
Apuestas en 2020
Por eso una de las prioridades es explorar que se sumen más aliados públicos y privados al programa Félix y Susana, y así entregue más capacidades a niños, docentes y familias para una sana convivencia, luego de beneficiar en 2019 a 153 mil estudiantes y formar 3.812 educadores de 311 colegios públicos en Colombia -en 10 departamentos-, República Dominicana y El Salvador.
También se buscará ampliar la cobertura de la alianza por la Educación Rural de Antioquia (ERA), de la que hace parte la Fundación junto a otras 15 organizaciones. Este modelo permite hoy que más de 13 mil estudiantes del Suroeste del departamento permanezcan en su formación escolar y accedan a la universidad sin salir de sus entornos.
Las prioridades en promoción cultural se enfocan en llevar a tres museos más de Antioquia y Norte de Santander el programa Explorando Patrimonios, alianza con el Museo Nacional de Colombia, que permitió en 2019 que más de 1.143 niños y adultos mayores de Bogotá, en situación de vulnerabilidad, fueran al Museo y que este llegara a sus comunidades; de hecho, en 2020 se emplearán materiales que faciliten la participación de personas con discapacidad visual.
Así mismo, se profundizará en la formación para consolidar 39 organizaciones y 80 líderes culturales del Urabá antioqueño, de la mano de Comfama e Interactuar; al tiempo que se afianzará el trabajo colaborativo, transferencia de buenas prácticas y mentorías en la red de 36 organizaciones culturales aliadas a la Fundación en 11 departamentos del país, para que unos apoyen a otros para tener más impacto en su entorno y ser sostenibles.
“También queremos avanzar en nuestro aporte a fortalecer procesos democráticos y que construyan tejido social. En el último año apoyamos a 24 organizaciones, centros de pensamiento e iniciativas que contribuyen, por ejemplo, a mejorar dinámicas públicas, así como a promover la inclusión laboral de excombatientes y víctimas del conflicto, como lo hace Alianza Soluciones”, agregó María Mercedes Barrera, directora ejecutiva de la Fundación SURA.
Finalmente, acerca del programa de voluntariado corporativo de SURA que lidera la Fundación, para este año se propone ampliar su cobertura y alcance frente a las 140 actividades y más de 30.963 horas de trabajo comunitario que beneficiaron a más de 30 mil personas de 14 departamentos de Colombia, en 2019.