El 31 de julio la Fed decidió, con votación dividida, reducir su tasa de interés en 0,25% después de 10 años de no realizar ningún recorte. Los motivos expuestos fueron debilidad inflacionaria y guerra comercial afectando el crecimiento. Se recalcó que dicho recorte tiene carácter de “preventivo”, y que no implica un ciclo de recorte de tasas más profundo, sino más bien un ajuste de “mitad de ciclo”.
Hay que recordar que la Fed tiene un doble mandato: controlar la inflación y promover el pleno empleo en la economía. Si bien en EE.UU. la inflación se ha mostrado contenida, e incluso por debajo de la meta del banco central, el crecimiento ha mostrado síntomas de ralentización como resultado de la guerra comercial que ha emprendido Trump contra el resto del mundo. Este fue el mayor detonante de la Fed para realizar el recorte en tasas: dar un impulso extra a una economía que parecía estar estancándose. Pero ¿qué efectos secundarios podría traer esta decisión? ¿Históricamente los recortes a “mitad del ciclo” que consecuencias suelen tener? Uno de los efectos más importantes es un repunte en la inflación a través de un encarecimiento del mercado laboral.
Para apreciar esto, hay que recordar un indicador importante: el NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment, por sus siglas en inglés). En esencia, nos indica el nivel de desempleo teórico en la economía que no causa inflación extra, es decir, cualquier tasa de desempleo menor al NAIRU empezará a causar presiones inflacionarias a través de presiones en el mercado laboral.
En la (Gráfica 1), se muestra cómo ha funcionado históricamente.
Actualmente la diferencia entre U3 menos NAIRU se encuentra en terrenos negativos, es decir, en riesgo de generar presiones inflacionarias.
Ahora bien, desde hace 12 meses, otro indicador importante ha levantado señales de alarma: los puestos disponibles de trabajo vs. la gente buscando trabajo (Gráfica 2). Actualmente hay más puestos de trabajo disponible que gente desempleada. Este fenómeno tenderá a aumentar las presiones en sueldos, derivando eventualmente en inflación.
De lo anterior se concluye, que hay varios factores que apuntan a que la inflación podría repuntar en los próximos meses. Asimismo, también hay factores que apuntan que una recesión en EE.UU. aún no es inminente (tasa de desempleo en mínimos, diferencial de tasas de 10 y 2 años aún positiva, PMI aún en terrenos de expansión, entre otros). Entonces, dado el doble mandato de la Fed, ¿Qué es lo que buscará combatir: repunte inflacionario o desaceleración económica?
Dado que actualmente la inflación está contenida, hace sentido que la Fed esté preocupada por combatir la ralentización económica. Sin embargo, históricamente, la Fed ha dado prioridad a combatir una inflación descontrolada que a combatir una ralentización económica. Los círculos naranjas en la (Gráfica 3) muestran las veces en las que la Fed ha decidido aumentar tasas para combatir la inflación. Curiosamente, dicho aumento de tasas siempre va acompañado de una recesión, pocos meses después. De ahí el dicho: “el ciclo económico no muere de viejo, lo mata la Fed”.
Entonces, ¿este ciclo será diferente? El mercado está pensando que sí. En la (Gráfica 4) se muestra el consenso de hacia donde cree el mercado se va a mover la tasa de la FED. En los próximos 12 meses el mercado espera que la tasa de la Fed alcance el 1%, es decir, 5 recortes de 0.25% más. Eso solo se podría lograr con una inflación contenida.
Sin embargo, yo creo que esta vez será igual a las anteriores. La mesa está puesta para que la inflación empiece a repuntar, y la baja de tasas de la FED lo único que hará será seguir calentando una economía que ya está trabajando arriba de su pleno empleo, eventualmente causando inflación, y reactivando el ciclo alcista de las tasas de una manera más agresiva. Esto implicará una inyección de oxígeno al fuego de la siguiente recesión. Si bien no creo que esto suceda en el corto plazo, sí lo hará en el mediano (de 12-18 meses), y con un poco de suerte, en medio de las elecciones en EE.UU. ¿Por qué? Hay que recordar que, en tiempos de elección, al presidente que busca reelegirse le suele costar mucho trabajo hacerlo ante una economía debilitándose o en recesión, y de concretarse un cambio de partido en la presidencia de EE.UU., una baja en las tensiones comerciales y geopolíticas serían muy bienvenidas por los mercados globales.
Columna de Franklin Templeton, escrita por Luis Gonzalí, CFA
El electorado argentino se ha pronunciado y el mensaje que ha dado el domingo 11 de agosto es contundente, si no ocurre un milagro para el oficialismo, Alberto Fernández va a ser el próximo presidente de Argentina.
Ni los políticos más optimistas del Frente de Todos (agrupación a la cual pertenece Alberto Fernández) esperaban un resultado con una diferencia de tal magnitud (más de 15%). Las encuestas, cuya credibilidad ha quedado por el piso, tenían proyecciones que iban desde el empate, las más favorables al oficialismo, hasta una victoria por 7 u 8 puntos por parte del peronismo.
La derrota fue aun peor en la Provincia de Buenos Aires, donde Juntos por el Cambio presentaba su candidato con mejor imagen, María Eugenia Vidal. El oficialismo se vio derrotado en todas las provincias con excepción de Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires, pero
aún en estos casos la diferencia fue menor a la esperada.
El efecto de este acontecimiento en los activos argentinos ya es conocido por todos: i) Depreciación de casi 30% para el peso argentino; ii) ADRs con caídas de más del 50%; iii) Bonos
cotizando con paridades cercanas al 50% para casi toda la curva soberana, empinando aún más una curva ya empinada; iv) CDS de 5 años arriba de los 2000 bps.
Es claro que las cotizaciones de bonos argentinos que antes reflejaban una reestructura amigable (estiramiento de plazos principalmente, al estilo Uruguay en 2003), hoy ya reflejan un potencial recorte en el valor nominal de los bonos (más similar a la reestructura Argentina
2005).
El salto del tipo de cambio, con la mayor parte de la deuda denominada en dólares, provoca que una situación de problemas de liquidez se pueda ir transformando en un caso de insolvencia.
La incertidumbre de los inversores en este momento es mayúscula. Se hace un examen minucioso de todo aquello que dice, o deja de decir, Alberto Fernández, buscando pistas de si el próximo gobierno va a ser similar al último del periodo Kirchnerista (2011-2015) o si
veremos una versión más amigable con los mercados.
Su discurso al momento es de una ambivalencia que parece perfectamente estudiada.
Tomemos por ejemplo sus declaraciones con respecto a que piensa hacer con la deuda argentina. Por un lado, declara que bajo ningún contexto Argentina va a ir al default, pero al mismo tiempo critica al gobierno por haber llevado la deuda a niveles insostenibles.
Algo similar ocurre con la Política Monetaria, haciendo mención que hoy el tipo de cambio parecería estar en valores de equilibrio y que el Banco Central no debería usar reservas para sostener el dólar artificialmente, pero al mismo tiempo Sergio Massa (primer candidato a Diputados por la Provincia de Buenos Aires) cuestionando al Banco Central por la devaluación excesiva del dólar.
Parecería que la estrategia de la oposición es de ayudar lo mínimo indispensable para que la situación no se convierta en un caos, pero nada más allá de eso.
También es una incógnita quienes van a ser los principales referentes en materia económica en un futuro gobierno de Alberto Fernández. Se especula que Guillermo Nielsen (Subsecretario de Finanzas durante la gestión de Roberto Lavagna) y Matias Kulfas (ocupó la Gerencia del BCRA cuando Mercedes Marcó del Pont era presidenta), son los principales candidatos, pero nada se sabe a ciencia cierta.
Por otro el Gobierno está atrapado en el dilema entre seguir en modo campaña electoral hasta octubre o aceptar que la probabilidad de mantener el gobierno es casi nula y por lo tanto comenzar una especie de transición.
Es cierto que el gobierno no puede abandonar la carrera electoral ya que en Octubre no solo se elige presidente y gobernadores, sino que también se renueva una parte significativa del poder legislativo, y con una votación similar, el peronismo está muy cercano a conseguir la mayoría absoluta. Pero también es cierto que lo que se necesita en este momento es actuar de la mejor forma posible para frenar este temporal.
La conferencia de prensa de Mauricio Macri del día Lunes 12 tampoco ayudo en los más mínimo para tranquilizar a los mercados. El presidente mencionó que los movimientos de los activos eran producto que el Kirchnerismo no es creíble y que la oposición debe hacer algo para ganar la credibilidad. Si bien esto probablemente sea cierto, manteniendo este discurso el presidente no es consciente que sigue alimentando una suerte de profecía autocumplida donde la más perjudicada va a ser la actual administración.
Se esperaba otro mensaje por parte del presidente argentino, donde comunicara medidas en materia económica o cambios en el gabinete (principalmente los elementos más “políticos” como Marcos Peña, fefe de gabinete), pero nada de ello ocurrió. Prevaleció en el gobierno la idea de luchar hasta el final evadiendo la realidad a toda costa.
Argentina no solo no tiene un sistema parlamentario, como la mayor parte de los países europeos, que permitiría una transición rápida en casos como este, sino que la problemática se ve agravada por un sistema de relección donde el presidente es al mismo tiempo candidato.
¿Cuál sería el mensaje ideal por parte de los dos frentes?
Por el lado de la oposición, Alberto Fernández debería emular a su amigo Lula da Silva, y tomar como ejemplo su “Carta al Pueblo Brasileño” del 2002, donde Lula, por aquel momento candidato a presidente, expresó su voluntad de cumplir los contratos firmados por su país, aumentando la tranquilidad del mercado.
El gobierno también debe colaborar, no solo utilizando todas las herramientas que estén a su alcance para contener la situación, sino también teniendo un discurso menos confrontativo e ir generando espacios donde se pueda empezar a conversar con la oposición. Si no es entre Fernández y Macri, por lo menos que sea entre los referentes de cada espacio.
La clase política Argentina tiene que superar su historial de autodestrucción y tratar de estar a la altura de esta encrucijada histórica.
Juan Manuel Lissignoli, CFA, es Portfolio Manager Cono Sur de QUEST ANDBANK/Wealth Managers
FlexFunds y Participant Capital organizan el workshop ¿Cómo Acceder a Inversores Globales para Proyectos Inmobiliarios? que estarán presentando en la Expo Real Estate Argentina, el encuentro de inversiones en Real Estate más importante de Argentina y Uruguay.
Participant Capital – Royal Palm Companies, una de las empresas mas importantes en el sector de real estate de Estados Unidos, capta capital internacional de manera exitosa para sus proyectos inmobiliarios, utilizando la solución de FlexFunds.
El workshop tendrá lugar el jueves 22 de agosto a las 13:00 horas en el hotel Hilton Puerto Madero, y será realizado por el Director Regional de FlexFunds el Sr. Pablo Gegalian.
Para reservar su sitio puede hacerlo en la siguiente página web: https://www.flexfunds.com/events/realestate-workshop/
Con más de 2.500 de dólares en activos titulizados y presencia en Las Américas, Asia, Europa y Oriente Medio, FlexFunds es una firma reconocida en la estructuración de vehículos de inversión personalizados para instituciones financieras, asset managers, hedge funds y family offices. FlexFunds facilita la creación de estrategias de inversión, expandiendo el acceso inmediato a inversores internacionales
Participant Capital – Royal Palm Companies, es una empresa inmobiliaria de Estados Unidos. Con más de 40 años de experiencia y una cartera inmobiliaria de 2.000 millones de dólares, Participant Capital fusiona el desarrollo inmobiliario y la experiencia en gestión de fondos de su equipo, para crear vehículos de inversión que han generado rendimientos superiores para sus inversores. Entre sus proyectos destacan Paramount Miami Worldcenter y Paramount Bay.
El martes 20 de agosto, en el Hotel Sofitel de Montevideo, Neuberger Berman compartirá su visión para renta fija, una presentación sobre tasas, bonos emergentes, bonos hihg yield, bonos investment grade y monedas que estará a cargo de Adam Grotzinger, PM del Strategic Income Fund de la firma.
“El NB Strategic Income Fund cuenta con 15 años de historia de los cuales 13 fueron positivos. Durante los ciclos más difíciles para la renta fija como el “taper tantrum” de 2013 y la crisis financiera de 2008, pudo ajustarse tanto entre clases de activos como en su exposición a tasas de interés para generar retornos positivos. Es una estrategia con la flexibilidad de invertir en el espectro completo de renta fija con gestión dinámica y táctica entre clases de activos y duración”, anuncia la invitación.
El evento irá de las 8:30 a las 10:00 y se entregarán certificados de asistencia.
En la encuesta realizada por Bank of America Merrill Lynch a diferentes gestores e inversores de todo el mundo (171 participantes, con 455.000 millones de dólares en activos en la encuesta global), el 43% espera tasas más bajas a corto plazo y sólo el 9% contempla tipos de interés más altos en los próximos doce meses. En conjunto, esta es la visión más optimista de los gestores sobre la renta fija desde noviembre del año 2008.
Los gestores no ven probable que haya una recesión en los próximos 12 meses: solo lo cree el 34% de los encuestados, mientras que el 64% piensa que es poco probable. Con todo, esta situación marca la mayor probabilidad de recesión desde octubre de 2011.
Por otra parte, el 25% de los gestores afirma que la política fiscal es demasiado restrictiva, y sólo el 11% señala que la política monetaria es estimulante. Combinadas, esta es la conclusión más agresiva desde noviembre de 2016.
Asimismo, un 50% de los inversores está preocupado por el apalancamiento corporativo: el 46% dice que quiere que las empresas utilicen el flujo de caja para mejorar los balances; el 36% prefiere, sin embargo, ver a las empresas aumentar el gasto de capital, y el 13% indica que les gustaría ver a las empresas devolver efectivo a los accionistas a través de dividendos o recompras.
Según datos extraídos del informe y, dado el curso actual de las políticas de los bancos centrales, la clase de activo más vulnerable a una burbuja de inversión clásica son los bonos corporativos, afirma el 33% de los encuestados. A su vez, los bonos de gobiernos ocupan el segundo lugar con un 30%, seguidos por las acciones estadounidenses (26%) y el oro (8%).
Otra de las conclusiones alcanzadas a través del informe de Bank of America Merrill Lynch es que los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a diez años no cotizarán por debajo del 1% en los próximos 12 o 18 meses, según valora el 71% de los encuestados.
Asignaciones y valoraciones
La asignación de bonos aumenta 12 puntos porcentuales hasta el 22% de los inversores que aseguran que están infraponderados en las carteras. Es la asignación más alta desde septiembre de 2011.
Por otro lado, la asignación a la renta variable mundial retrocede casi todo el repunte del mes pasado, cayendo en 22 puntos porcentuales hasta una infraponderación del 12%.
En términos de asignaciones regionales de renta variable, los mercados emergentes continúan encabezando la lista de los más favorecidos. No obstante, tienden a la baja, cayendo 11 puntos porcentuales hasta el 12% de los inversores encuestados diciendo que los sobrepondera. Por su parte, las acciones estadounidenses están en segundo lugar, con una sobreponderación del 2%. La renta variable de la eurozona es la gran perdedora en el último mes, cayendo sus asignaciones en 12 puntos hasta un 3% de los gestores diciendo que está infraponderado. Un 33% cree que el euro está barato, el nivel más bajo desde 2002.
Mirando a futuro, la bolsa estadounidense es la región favorita: un 15% de gestores dicen que les gustaría sobreponderar el activo en los próximos 12 meses, a pesar de que un 78% de los encuestados indican que está sobrevalorado.
Riesgos
Las preocupaciones de la guerra comercial (51%) dominan la lista de riesgos citados por los inversores. Por su parte, la impotencia de la política monetaria permanece en el segundo lugar con 15%. Por otro lado, la posible desaceleración de la economía china y la burbuja del mercado de bonos completan los dos riesgos restantes, cada uno con un 9%.
«Los inversores están en su punto más optimista sobre las tasas desde 2008, ya que las preocupaciones de la guerra comercial llevan el riesgo de recesión a un máximo de ocho años», dice Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones de Bank of America Merrill Lynch. «Con los estímulos de la política global en un mínimo de dos años y medio, la responsabilidad recae en la Reserva Federal, el BCE y el BPC para restaurar el espíritu animal».
El pasado 5 de agosto Federico Vilaseca fue nombrado Relationship Manager para Brasil de Aiva, puesto que forma parte del área de Financial Planning, bajo el liderazgo de Adrián Morgavi.
Vilaseca es contador público por la Universidad de Montevideo, y cuenta con más de siete años de experiencia en la industria financiera; habiéndose desempeñado como Relationship Manager en Banque Heritage.
BBVA ha alcanzado un acuerdo con Banco GNB Paraguay, filial del Grupo Financiero Gilinski, para la venta del 100% del capital social de BBVA Paraguay, por un precio aproximado de 270 millones de dólares (unos 240 millones de euros). Dicho precio está sujeto a ajustes habituales en este tipo de transacciones entre la fecha de firma y la fecha de cierre de la operación.
Se estima que la venta tendrá una plusvalía neta de alrededor de 20 millones de euros en el resultado consolidado del Grupo BBVA y un impacto positivo de unos cinco puntos básicos en el ratio de capital CET1 ‘fully-loaded’.
A cierre del primer semestre, BBVA Paraguay contaba con unos activos totales de aproximadamente 2.100 millones de dólares (unos 1.874 millones de euros). El negocio de BBVA en Paraguay ocupa la cuarta posición en el mercado local, tanto por volumen de préstamos, con una cuota del 9,3%, como por depósitos, con un 11%.
El cierre de la operación está sujeto a la aprobación de las autoridades regulatorias competentes y está previsto para el cuarto trimestre de 2019. Una vez integradas las dos entidades financieras, el Banco GNB Paraguay S.A. se convertirá en el primer banco por depósitos en Paraguay, con un total de activos de 3.250 millones de dólares (unos 2.900 millones de euros), y una cuota del 16,7%, con datos a cierre del primer semestre.
BBVA mantiene su compromiso con América Latina y continuará invirtiendo en la región, que sigue siendo un área estratégica para el crecimiento del grupo.
La 17° edición del estudio de BCG sobre la industria global de administración de activos pone de manifiesto que el valor de los mismos a nivel mundial cayó en un 4% durante 2018 hasta los 74,3 billones de dólares.
Sin embargo, América Latina fue la única región que terminó 2018 en mejor forma de lo que comenzó el año con un aumento del 8% en AuM hasta 1,7 billones de dólares. Este crecimiento se ha debido a la favorable evolución del mercado de acciones brasileño, que fue de los pocos que tuvo un comportamiento positivo durante 2018. “La elección de un nuevo gobierno en Brasil, la economía más grande de América Latina, ayudó a alimentar las expectativas de políticas más favorables para los negocios y de un retorno al crecimiento económico allí”, explica el informe.
Dentro de la región y en opinión de Jorge Becerra, senior partner y managing director de BCG la industria en Chile, Brasil y México son las más importantes por su tamaño relativo en la economía y la sofisticación de los jugadores locales e internacionales que participan en el mercado.
En el caso concreto de Chile, Becerra explica que el tamaño del sector se debe al volumen que concentran las AFPs que generan una alta demanda de servicios de gestión de activos. Y añade :” En ese contexto, la industria de asset management en Chile ha seguido creciendo y desarrollándose a un buen ritmo y con un progresivo nivel de sofisticación, en línea con lo que ha pasado en otros mercados más desarrollados. Todo ello ha permitido la llegada y consolidación de jugadores internacionales con oficinas locales, así como el aumento y desarrollo de fuertes compañías nacionales”
En cuanto a tendencias que pueden afectar a la industria chilena en los próximos 10 años, Becerra destaca el impacto de la tecnología en el desarrollo y distribución de productos, la aparición de nuevos modelos de negocios con modelos de arquitectura abierta, procesos de consolidación para potenciar la distribución buscando escala y el afianzamiento de algunos asset managers tipo boutique alfa.
Por último, Becerra concluye que ve realista la idea que persigue el gobierno de que Chile se convierta en un hub regional de la industria, tanto de asset como de wealth management. “De esta forma, (Chile) apalancaría cross-border su expertise en los desarrollos sobre definición de productos y la aplicación de tecnología para mejorar su oferta de servicios, a nivel de clientes institucionales y personales, con un alcance regional. Esto es algo que se ha demorado mucho, pero las condiciones siguen estando ahí para que ocurra”, afirma el experto.
China es el país que más ha sufrido hasta la fecha aunque EE.UU. también se enfrenta al dolor en el futuro. Vietnam, Corea del Sur y Taiwán han visto aumentar las exportaciones de EE.UU., pero con poco beneficio neto, debido a la disminución de las exportaciones a China. El oro ha sido el mayor ganador de la guerra comercial. Las acciones de los mercados emergentes han sufrido grandes pérdidas y las monedas refugio han registrado grandes ganancias. Una plena guerra comercial o de divisas y un retroceso de la globalización no beneficiarán a nadie. Las acciones de EE.UU. han debilitado el régimen comercial mundial de un modo multilateral. En este contexto, estamos a favor de una inclinación defensiva de las carteras.
¿Qué ha ocurrido hasta ahora?
Desde marzo de 2018, cuando el presidente Donald Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero, las tensiones y aranceles entre Estados Unidos y China han aumentado, y el comercio más débil ha contribuido a una desaceleración del crecimiento mundial. Los mercados se vieron cada vez más afectados a finales de 2018. El tuit del presidente Trump del 1 de agosto proponía aranceles adicionales sobre los 300.000 millones de dólares estadounidenses restantes de las importaciones chinas en mercados amplios. La respuesta de China de dejar que el yuan se debilitara por debajo de siete a causa del dólar propagó el pánico, con el presidente Trump tildando al país de «manipulador de la moneda». Ahora ciframos el riesgo de una ruptura de las negociaciones comerciales en un 40%, en comparación con el 25% anterior.
Ganadores y perdedores: la perspectiva macro
Nuestro modelo muestra indicadores de crecimiento clave que se desaceleran desde 2018, con la economía de EE.UU. aguantando relativamente bien, Europa sufriendo y China deteriorándose considerablemente. El empleo en EE.UU. y Europa se ha debilitado. En general, la inflación sigue siendo moderada, pero los bancos centrales de todo el mundo han tomado medidas para amortiguar el impacto de la desaceleración del comercio.
El crecimiento chino se ha desacelerado desde el 6,8% en el primer trimestre de 2018 hasta el 6,2% en el segundo trimestre de 2019, y el golpe se ha suavizado con medidas fiscales, monetarias y crediticias. Se ha acelerado el desplazamiento no sólo de las empresas manufactureras de nivel inferior, sino también de las empresas de tecnología y bienes de consumo de China a sus vecinos, entre ellos Tailandia y Malasia. Prevemos que el crecimiento chino se reducirá al 6,0% en 2020. Aun así, las autoridades pueden intensificar las medidas de estabilización del crecimiento y la reducción de los tipos de interés en Estados Unidos será de gran ayuda. Además, los líderes de China pueden tener una visión a largo plazo, a diferencia del presidente Trump, que se enfrenta a la reelección en 2020.
En EE.UU., el impacto ha sido más moderado, pero una desaceleración de la economía china debería conducir finalmente a una mayor inflación en los EE.UU. y a una disminución de los beneficios y del crecimiento de las empresas. Los nuevos aranceles propuestos se aplicarán a los bienes de consumo para los que China tiene menos competidores, lo que dificulta el cambio para los compradores estadounidenses. Los aranceles están perjudicando cada vez más a los sectores industrial, agrícola, energético y de transporte de EE.UU., lo que afecta gravemente a la base de votantes de Trump. Los líderes agrícolas quieren un trato. Las compañías de camiones y de energía han registrado caídas de dos dígitos sólo en agosto. Vemos que el crecimiento de los EE.UU. en 2020 se reducirá del 2,3% este año al 1,8% el próximo.
En Europa, las economías orientadas a la exportación (Italia y Alemania) se han visto muy afectadas por una demanda más débil. En Asia, economías como la India, Indonesia y Filipinas han resistido relativamente bien. Vietnam, Corea y Taiwán se han beneficiado de la sustitución de exportaciones a los EE.UU. y, en algunos casos, de la reorientación gradual de la inversión a medida que las cadenas de suministro mundiales cambian. Pero incluso en este caso, el aumento de las exportaciones de EE.UU. se ha visto compensado en gran medida por la disminución de las exportaciones de materiales de partida a China, lo que ha dejado una pequeña ganancia neta. Las tres economías se desaceleraron en el primer trimestre de 2019.
Enfoque de clase de activos: oro, acciones, renta fija y divisas
El mayor ‘ganador’ de la guerra comercial hasta ahora ha sido el oro, que ha ganado un 14% desde marzo de 2018.
En renta variable, los mercados emergentes han sufrido los mayores golpes, con el índice MSCI EM cayendo un 16% desde marzo de 2018, liderado por China. Los sectores de la energía y los materiales han sufrido mucho. Sin embargo, en Estados Unidos, los principales índices se mantienen cerca de máximos históricos. Europa también ha demostrado ser comparativamente resistente, con la ayuda, en ambos casos, de bancos centrales que la apoyan. Estamos a favor de mantener las carteras bien equilibradas entre valores cíclicos y defensivos, y hemos renovado nuestras coberturas de cartera (opciones de venta de los principales índices bursátiles) hasta noviembre de 2019.
En cuanto a la renta fija, la huida hacia la seguridad ha recortado drásticamente los rendimientos de los mercados desarrollados desde 2018, y las curvas de rendimiento se han aplanado. El rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzó su nivel más bajo desde hace varios años el 1 de agosto, tras el primer recorte de los tipos de interés de la Reserva Federal (FED) desde 2008. La curva de rendimiento soberana alemana ha caído totalmente en terreno negativo, y el stock de deuda pública de rendimiento negativo a nivel mundial se sitúa ahora en 15,6 billones de dólares. Los diferenciales de crédito de los mercados emergentes se han ampliado en el último mes, aunque los bonos corporativos de los mercados emergentes en moneda fuerte -en los que mantenemos cierta sobreponderación- se han mantenido más resistentes.
En cuanto a las monedas, los «refugios seguros» tradicionales (dólar americano, franco suizo y yen japonés) han ganado terreno, mientras que las monedas con un beta más alto, las líquidas y las expuestas al comercio se han visto afectadas. Desde marzo de 2018, el yuan (CNY) se ha depreciado un 10% frente al dólar, pero sólo un poco más de un 1% frente al euro, lo que supone un cierto rechazo a las afirmaciones de manipulación de divisas. Aunque todavía vemos que el obstáculo para una devaluación importante del CNY es tan alto, hemos revisado a la baja nuestras previsiones de USDCNY a 7,05 para el cuarto trimestre y 7,00 para el primer trimestre de 2020. En las carteras, mantenemos un sesgo a la baja en el dólar, y nos hemos vuelto cautelosos con las divisas EM FX.
¿Adónde vamos desde aquí?
Mientras que los aranceles pueden conducir a «ganadores» individuales y a una guerra comercial completa, el proteccionismo y una inversión de décadas de globalización perjudicarían a las economías en general, golpeando a los mercados emergentes con especial dureza. Así, los riesgos de recesión mundial están aumentando. Más de la mitad de los países del índice de gerentes de compras (PMI) se encuentran ahora en territorio de contracción.
Los bancos centrales de los mercados desarrollados tienen poco margen para actuar en una recesión, a menos que recurran a medidas más poco convencionales. Los tipos bajos provocan el temor de que se produzca una nueva burbuja inmobiliaria en algunos mercados (por ejemplo, Dinamarca) y contribuyen al aumento de la deuda mundial, que se sitúa en un nivel récord del 320% del PIB. Con la política monetaria agotada, es posible que algunos países no tengan más remedio que utilizar ajustes monetarios.
Mientras tanto, las acciones de Estados Unidos han puesto en peligro el régimen comercial multilateral basado en normas. La propensión del presidente Trump a utilizar los aranceles y las sanciones como instrumentos de política está envalentonando a otros actores. Asimismo, las amenazas de nuevos aranceles estadounidenses se ciernen sobre México y el sector del automóvil en Europa y Japón. Otra guerra comercial se está gestando en Asia entre Japón y Corea del Sur. Y gracias al veto de Estados Unidos a los nuevos jueces de apelación, el mecanismo de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio se ha debilitado significativamente.
Si bien ni una guerra total de comercio ni una guerra de divisas es nuestro escenario central, destacamos la necesidad de precaución. Es probable que el apoyo de los gobiernos y de los bancos centrales tenga un impacto positivo pero limitado en el crecimiento. En nuestra opinión, el comercio sigue siendo la amenaza más importante para la economía mundial. Con esto en mente, estamos a favor de una inclinación defensiva en las carteras, manteniendo posiciones en oro y yen, y buscando fuentes alternativas de retorno y diversificación de la deuda de EM en divisas fuertes, el sector del real estate suizo y europeo y hedge funds.
Tribuna de Stéphane Monier, responsable de inversiones de Lombard Odier
De acuerdo con el informe de CFA Institute Investment Professional of the Future, una encuesta realizada a más de 3.800 miembros CFA charterholders y candidatos del programa CFA, a nivel mundial, el rol que juegan los profesionales de la inversión en un mediano plazo será muy diferente.
No sólo veremos una mayor relevancia del continente asiático, con la India “posicionada para ser el mercado con mayor crecimiento, con un aumento de hasta el 33% en los próximos 10 años”, sino las funciones de los profesionales serán muy diferentes. La encuesta revela que el 48% espera que su función sea significativamente diferente o de lo contrario dejará de existir en un plazo de entre cinco y diez años. Este porcentaje es significativamente mayor entre los asesores financieros, donde la tasa es del 58%, por lo que, CFA Institute considera que la capacidad de adaptación y aprendizaje a lo largo de toda la vida son esenciales para el éxito futuro.
Según el organismo, las habilidades más importantes en el futuro serán las denominadas en forma de T (que combinan diferentes áreas de experiencia y tienen tanto conocimiento de dominio específico como conexiones profesionales más amplias, comprensión y perspectiva).
Ignacio Montané miembro de CFA Institute, comentó a Funds Society que el desarrollar nuevas habilidades será esencial para ser competitivo. “También se da una mayor relevancia a las capacidades interpersonales”, agrega Montané. Y es que según los resultados de la encuesta del CFA Institute, el factor más importante que acelera el cambio en la industria es la inteligencia artificial (IA), que está desplazando y/o mejorando los roles de inversión. “Las tareas rutinarias serán realizadas cada vez más frecuentemente por las máquinas, y el elemento humano del juicio se volverá más importante. La nueva interfaz hombre/máquina requiere que las personas y la inteligencia artificial trabajen juntas, y quienes logren un equilibrio serán los más innovadores y obtendrán las mayores recompensas”.
Montané agregó que “si bien pensamos que no es el caso que la inteligencia artificial a vaya a sustituir la labor profunda del profesional de inversiones -que necesita cierto juicio exclusivo al ser humano-, si veremos una interacción entre ambos mundos”.
Entre los encuestados, las actualizaciones más comunes hoy en día son las de desarrollo de habilidades interpersonales conocidas como “soft skills”, inversiones alternativas y la optimización del riesgo de la cartera.
Para ayudar a los profesionales de la inversión a pensar en la adaptabilidad de su carrera, CFA Institute ha creado una nueva herramienta de evaluación en línea. Este breve cuestionario les permite ver cuál es su posición en relación con otros miembros y candidatos del CFA Institute a nivel mundial.