Wikimedia Commons. CFA Society de Uruguay suspende los eventos que tenía programados para el día 12 y 13 de marzo
CFA Society Uruguay ha comunicado que se ha visto obligado a cancelar los eventos que tenía programados para la tarde del 12 de marzo y mañana del 13 por cancelación del viaje del Dr. Michael McMillan, director de Educación Ética y Estándares Profesionales de CFA Institute, por motivos de fuerza mayor.
Asi, el evento del lanzamiento de Ethics Challenge previsto para la tarde del 12 y la conferencia del dia 13 eventos que se iban a realizar en el World Trade Center, fueron suspendidos.
La organización informará sobre su futura reprogramación
El Vanguard FTSE BIVA Mexico Equity ETF (VMEX), el primer ETF de Vanguard domiciliado en México cumple seis meses en el mercado este marzo. El ETF que busca replicar el índice FTSE BIVA, brindando a los inversionistas acceso y exposición al mercado de capitales mexicano, logró en sus primeros tres meses, levantar 1.000 millones de pesos, aún cuando, por tamaño, los inversionistas institucionales todavía no podían invertir en él.
Según comenta en entrevista Juan Hernández, quién se encuentra a la cabeza de Vanguard en México, esta aceptación la considera positiva y de cara a lo que resta del 2020 la meta, más que el crecimiento en valor absoluto, que considera superará al 100% de los activos bajo administración, es la de “que los institucionales participen mas activamente en el producto… Medimos el éxito con que cada vez mas los inversionistas mexicanos lo utilicen”, señala agregando que “estamos dando al mercado mexicano una solución diversificada en una estructura de fácil acceso y además es el producto más barato de renta variable mexicana y el índice que elegimos el FTSE-BIVA tiene casi 59 emisores de todos los sectores de la economía, FIBRAs y demás, diversificación que ha ofrecido más de 100 puntos básicos sobre el índice del IPC”.
El VMEX es el primer vehículo de inversión lanzado por Vanguard en el mercado latinoamericano y con él, México se convirtió en la octava plataforma de la firma estadounidense. “Es un hito para Vanguard en México”, comenta el directivo agregando que este producto complementa su portafolio de más de 90 ETFs internacionales actualmente listados en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) que ofrecen exposición internacional, principalmente a Estados Unidos y Europa.
“Esperemos sea el primero de muchos productos que lancemos . Queremos ser un asset manager local y con clases de activos mexicanas. Es algo donde queremos participar y agregar valor, siempre con la filosofía de Vanguard de ofrecer productos bien diversificados a bajo costo”, comenta.
El directivo nos anticipa que están analizando a la renta fija mexicana para ver cuál podría ser su próximo producto. No son de lanzar productos de nicho sino se enfocan en las “grandes clase de activos que hacen sentido para la gran mayoría de los portafolios, porque es donde podemos agregar escala y ofrecer productos a muy bajo costo… Esperamos poder anunciar un producto de renta fija mexicana en este año” señala.
Sobre la industria en general, Hernández considera que los cambios regulatorios vistos en las afores el año pasado, como el cambio a fondos de ciclo de vida o el que por fin se pudieran utilizar fondos mutuos internacionales, han sido muy positivos para el mercado y le gustaría ver realizada la propuesta de levantar el 20% de límite a la inversión extranjera. Sin embargo también nota que en el mercado en general se están dando avances importantes en cuanto a la diversificación. “El portafolio de estrategias multiactivo ya está arriba del 15% del mercado y si bien hay una industria que principalmente invierte en renta fija mexicana de corto plazo, ese porcentaje ha ido bajando a expensas de soluciones multiactivos y valores extranjeros. La tendencia es positiva en cuanto a que los mexicanos cada vez diversifican mejor su cartera y construyen portafolios, desde nuestro punto de vista mejores, en cuanto a riesgo retorno y nosotros estamos contribuyendo con nuestro granito de arena en cuanto a producto y asesoria”, concluye.
El abogado Martín Litwak, CEO y cofundador de la firma Smart Structuring, anunció el lanzamiento de su primer producto Wealthtech Blockchain, Smart Trust. Se trata de una plataforma blockchain diseñada para proporcionar soluciones de almacenamiento y trust management ultra seguras.
Smart Trust es una herramienta que ha sido desarrollada durante más de un año y concebida como la primera solución Blockchain del mercado para una industria que todavía tiene como base el papel.
“Uno de los mayores desafíos del trust management es el mantenimiento de registros y el fraude del administrador. La «confianza» en la industria de la confianza se ha perdido en los últimos años, y cada vez más, los clientes buscan una mayor seguridad, mantenimiento de registros perpetuos y una mayor transparencia. Nuestra solución basada en Blockchain es única y la primera de su clase, ya que Smart Trust brinda al cliente la tranquilidad de que su confianza está almacenada en Blockchain, siempre está disponible para que la vean y que el mantenimiento de registros esté actualizado y actualizado», comentó Litwak.
Desarrollado por un equipo de fintech en Buenos Aires, Smart Trust fue una creación de Litwak, autor, orador y abogado desde hace mas de de 20 años. A principios de 2019, se le ocurrió la idea después de contratar a un cliente que había sido defraudado por un administrador de varios millones de dólares. Un examen más detallado del caso mostró un mantenimiento de registros descuidado y pocos controles y transparencia en el archivo.
«Los beneficios de Blockchain están bien documentados», señaló el cofundador de Smart Structuring y director de tecnología Naum Ravinovich. “Cuando comenzamos a construir Smart Trust, notamos cuán integral es la experiencia del usuario en la plataforma y escuchamos a múltiples profesionales con respecto a lo que necesitaban que hiciera la plataforma y cómo debía funcionar dentro del entorno Blockchain. La gestión de confianza realmente está entrando en una nueva era con el lanzamiento de Smart Trust y nuestro equipo de desarrollo espera construir la próxima oferta en nuestra cartera de productos «.
Financiado por amigos y familiares, Smart Trust se está instalando actualmente en la primera ronda de socios de prueba y espera comenzar a generar ingresos en la última mitad de 2020. Varias compañías ya han expresado su interés en Smart Trust. Por otro lado, Smart Structuring anunciará varios otros productos que ya están en proceso en el segundo trimestre.
Pixabay CC0 Public Domain. Los bancos centrales sacan su mermada munición, pero ¿qué hay de las políticas fiscales?
La clave del día está en Europa y en lo que finalmente anuncie el Banco Central Europeo (BCE). Por ahora, ya han trascendido dos mensajes de su presidenta, Christine Lagarde: la entidad monetaria usará todas las herramientas necesarias y podríamos acabar en un situación similar a la de 2008, de no tomarse medidas. La gran pregunta es si hoy insistirá en el papel que pueden jugar las políticas fiscales y cuánto presionará a los Estados para que las desplieguen.
Hoy se espera que Lagarde ejecute alguna de las herramientas que aún tiene sobre la mesa: recortar la tasa de depósitos en diez puntos básicos, aumentar el programa QE o ampliar el programa TLTRO para dar mayor liquidez al mercado. Unas medidas que se sumarían a las ya tomadas por el Eurogrupo, que ha decidido aprobar un paquete de ayudas de 25.000 millones de euros para frenar el coronavirus.
En lo que todas las gestoras coinciden es que el mercado está a la espera de que los bancos centrales lideren las medidas para frenar shock que ha supuesto la pandemia del coronavirus, y que se ha agudizado con las tensiones en torno al petróleo. “Los bancos centrales demuestran estar preparados para aliviar los episodios de tensión financiera: la Reserva Federal ha reducido sus tipos de interés en un 0,5% (al 1,25%) y puede que lo haga de nuevo en su reunión del 18 de marzo. El Banco de Inglaterra bajará sus tipos el 26 de marzo. El BCE está listo para actuar e inyectar liquidez en los mercados si es necesario. Si la situación empeora, el BCE puede comprar más bonos corporativos, reducir su tasa de depósito de -0,5% a -0,6% y hacer su sistema de tiering más generoso. El Banco de Japón proporcionará liquidez y podría acelerar sus compras de ETFs”, explica Hans Bevers, economista jefe en Bank Degroof Petercam.
Frente a lo que pueden hacer los bancos centrales, Bevers recuerda que nos estamos olvidando del papel que puede jugar la política fiscal. “Ésta, en forma de en forma de estabilizadores automáticos, garantías de crédito, desempleo temporal, retraso en el pago de los impuestos o créditos fiscales, debería ser más eficaz. Esto puede que lleve un poco de tiempo y los esfuerzos de coordinación resultarán difíciles, pero, al final, marcarán una diferencia significativa”, destaca.
El uso de las herramientas monetarias no están desgastada solo en la Unión Europea. Luke Bartholomew, Investment Strategist de Aberdeen Standard Investments, señala que la medida de ayer del Banco de Inglaterra de rebajar 50 puntos básicos los tipos no fue “especialmente” sorprendente. “Si bien estas medidas no pueden perjudicar, no es probable que por sí solas tengan un efecto enorme y la política monetaria está claramente llegando al límite de lo que puede lograr. Sin embargo, su impacto puede multiplicarse si se combinan con una importante relajación fiscal. Una política coordinada asegura a los inversores que los responsables políticos harán lo que sea necesario para tratar de mitigar cualquier daño económico”, advierte.
Tomando como ejemplo el movimiento de ayer del Banco de Inglaterra, Mark Holman, consejero delegado de TwentyFour AM (boutique de Vontobel AM), señala que el Banco de Inglaterra ha tomado la delantera en las políticas monetarias, “ahora veamos si el Tesoro del Reino Unido puede impresionar en el aspecto fiscal. En nuestra opinión, ya es hora de que el país muestre al resto del mundo sus colores más fuertes una vez más después de la debacle del Brexit”.
Incluso, Holman va un paso más allá: “Un problema global no puede ser resuelto por una sola de las naciones del G7. Lo que se requiere es una acción coordinada de todo el mundo. En cuanto al Banco Central Europeo (BCE), sabemos que de alguna manera no tendrá el mismo impacto, aunque Christine Lagarde, su presidenta, está haciendo todo lo posible para persuadir a los estados de la Eurozona para abrir las arcas fiscales, que es lo realmente necesario”.
Esta visión de acciones coordinadas y poner el foco en las medidas fiscales se consideran fundamentales porque, tal y como señala François Rimeu, estratega senior de La Français AM, cualquier medida que tome hoy el BCE -por poner el ejemplo más próximo en el tiempo- hay que medir qué impacto puede tener. “En general, creemos que la reacción del mercado podría ser positiva para el crédito y los diferenciales periféricos, pero esto podría ser a muy corto plazo. Dado el nivel actual de incertidumbre y la evolución de la crisis del coronavirus en diferentes países (Francia, España, Alemania, Estados Unidos…), el impacto del BCE podría ser de corta duración”, advierte.
En opinión de Jared Franz, economista de Capital Group, los bancos centrales se enfrentan a un gran dilema. “La política monetaria puede influenciar la demanda, pero no afecta demasiado a la cuestión de los suministros. Además, con los tipos de interés ya bajos en Estados Unidos y negativos en Europa, hay muy poco margen de maniobra para hacer esas políticas. Los bancos centrales pueden acelerar los programas de expansión monetaria cuantitativa, pero normalmente, esta opción tiene un impacto más limitado que la bajada de los tipos de interés. Esto se traduce en que los gobiernos también tendrán en cuenta la expansión fiscal para contrarrestar los efectos del virus”, argumenta.
Justamente por ello Ben Whitmore y Dermot Murphy, del equipo de Renta Variable de Jupiter AM, consideran que uno de los puntos clave para el mercado será cómo tratarán los gobiernos de mitigar el impacto de una crisis. “Los gobiernos tendrían que abordar el impacto del coronavirus a través de la expansión fiscal, algo totalmente diferente de todo lo visto en el pasado reciente” pero advierten que “no está claro cuál sería el impacto”.
Foto cedida. ESMA publica una serie de recomendaciones a los participantes del mercado ante el impacto del COVID-19
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado unas recomendaciones a los participantes del mercado ante el coronavirus (COVID-19) con el objetivo de reforzar la protección de los inversores y promover que los mercados financieros continúen siendo estables y ordenados.
Según ha explicado la institución europea, tras un debate de la Junta de Supervisores en el que se han examinado la situación del mercado y las medidas de contingencia adoptadas por las entidades supervisadas, ha decidido realizar y publicar una serie de recomendaciones a los partícipes en los mercados financieros. Estas recomendaciones son:
Planes de continuidad de negocio. ESMA recomienda a todos los participantes del mercado, incluyendo las infraestructuras, que estén preparados para aplicar sus planes de contingencia, incluyendo la puesta en marcha de medidas de continuidad de negocio para garantizar la continuidad operativa de acuerdo con las obligaciones regulatorias.
Difusión de información al mercado. Señala que los emisores de valores deben difundir sin demora cualquier información significativa sobre el impacto del COVID-19 en sus magnitudes económicas fundamentales, perspectivas o situación financiera, teniendo en cuenta las obligaciones de transparencia recogidas en el Reglamento de Abuso de Mercado.
Información financiera. Los emisores de valores deben informar con transparencia sobre los actuales y los potenciales impactos del COVID-19 en su informe anual correspondiente a 2019 si aún no se ha formulado o, en caso contrario, en sus informaciones periódicas intermedias, en la medida de lo posible basándose en un análisis tanto cualitativo como cuantitativo de la actividad de sus negocios, situación financiera y rendimiento económico.
Gestión de fondos. Por último, ESMA indica que los gestores de fondos deben continuar aplicando los requisitos relativos a gestión de riesgos y actuar en consecuencia.
“ESMA, junto con las Autoridades Nacionales Competentes (ANCs), está siguiendo de cerca la situación a la vista del impacto continuado en los mercados financieros de la Unión Europea (UE) del brote de COVID-19”, ha señalado en su comunicado. En este sentido, destaca que continúa analizando la evolución de los mercados financieros y está preparada para utilizar sus competencias de forma que “se asegure el funcionamiento ordenado de los mercados, la estabilidad financiera y la protección de los inversores”.
Conviene adoptar un enfoque de inversión prudente para afrontar una serie de riesgos. Entre estos se incluyen, además de las repercusiones del coronavirus, unas elevadas valoraciones, una calidad crediticia bajo presión, las tensiones geopolíticas y el entorno macroeconómico.
Si su bandeja de entrada se parece en algo a la mía, seguro que se entretuvo todo el mes de diciembre organizando las numerosas ediciones de perspectivas de inversión para 2020. Conforme las examinaba, dos ideas me vinieron al pensamiento:
El futuro es imposible de predecir; simplemente debería esperar seis semanas para redactar mis perspectivas. Esto incrementaría enormemente mis probabilidades de exactitud.
Muchos de esos correos electrónicos que ni se abrieron ni leyeron tienen algo en común: ni una sola mención al coronavirus.
Las vidas que el coronavirus se ha cobrado suponen, sin lugar a dudas, una auténtica tragedia. Como firma internacional y miembros de la comunidad mundial, el impacto en nuestros clientes y empleados representa nuestra máxima prioridad.
También nos preocupa que, detrás de los titulares y comentarios de inversión idiosincrásicos y, en ocasiones, alarmistas en todo el mundo, se esconde una importante faceta de esta crisis sanitaria: los economistas, analistas e inversores parecen haberse convertido actualmente en profesionales médicos y especulan sobre la naturaleza, la duración y las consecuencias de un riesgo mundial que no existía hace dos meses (un riesgo en el que muy pocos pueden afirmar ser expertos). La narrativa del virus pone de manifiesto la dificultad que entraña prever el futuro.
Prudencia es la palabra clave
Nos adentramos en 2020 con cautela. Nuestro posicionamiento no se basaba en ningún conocimiento premonitorio sobre el coronavirus, sino más bien en un amplio reconocimiento de los desafíos que los inversores afrontarán en el nuevo año. Estos retos parecen aún más acentuados a la luz del virus y su impacto en la economía mundial.
Las restricciones de viaje, la incertidumbre comercial y las perturbaciones en las cadenas de suministro representan claros obstáculos a corto plazo; la confianza, el gasto de capital y el consumo son ámbitos conexos que probablemente se verán sometidos a presión. La dinámica económica resulta indudablemente desfavorable en el primer trimestre de 2020, si bien se desconocen la duración y la magnitud de los efectos del virus.
Como he mencionado, nuestra evaluación del virus no fue el factor determinante de nuestra postura de prudencia de cara al nuevo año. Más bien, reflexionamos sobre lo que conocíamos y llevamos a cabo una evaluación probabilística de los elementos que podrían incidir en las rentabilidades de la inversión.
En 2019, prácticamente todos los activos líquidos cosecharon rentabilidades espectaculares. No obstante, estamos firmemente convencidos de que las semillas de la cosecha de 2019 se sembraron en 2018. Sin la volatilidad del mercado bajista en el cuarto trimestre de 2018, sobre todo en diciembre, las rentabilidades de 2019 probablemente no se habrían materializado. De igual modo, la evolución del año pasado define el entorno en el que nos hallamos hoy en día. Solo pueden lograrse unas rentabilidades impresionantes tras un periodo de caída. En ausencia de volatilidad, las expectativas de rentabilidad deberían ser más reducidas, dado que el punto de partida son unas valoraciones exigentes.
Muchos riesgos que se habían identificado previamente siguen presentes en el actual entorno: unas elevadas valoraciones, una calidad crediticia bajo presión, las tensiones geopolíticas y el entorno macroeconómico. Los elevados saldos de deuda siguen siendo una preocupación potencial en el sector empresarial. Las tasas de apalancamiento corporativo en Estados Unidos se sitúan en máximos de 40 años (1), debido al creciente volumen de deuda con calificación BBB («investment grade») que roza la condición de «bono basura». No se puede culpar a los emisores corporativos por endeudarse a tipos de interés históricamente bajos, salvo por el hecho de que gran parte de esa deuda está financiando la recompra de acciones de las propias empresas, lo que está ocurriendo ahora a un ritmo más acelerado que la compra de acciones de inversores minoristas o institucionales (2).
Inquietudes en torno al crecimiento
La calidad del crecimiento en el universo empresarial estadounidense sigue siendo motivo de preocupación. Muchas compañías se están beneficiando de unos tipos de interés más bajos y unos tipos impositivos reducidos, y han recogido los frutos de la consiguiente expansión de los márgenes. Además, como nuestro estratega de inversión, Rob Almeida, señaló en un artículo reciente (3), la actual calidad de los beneficios (a saber, los «beneficios ajustados») parece ínfima.
El carácter prudente de nuestras perspectivas se atribuye a estos factores, sobre todo si tenemos en cuenta que los diferenciales de la deuda corporativa se han estrechado hasta rozar niveles récord. El entorno macroeconómico mundial también supone un desafío. Los saldos de deuda a escala internacional siguen repuntando hasta cotas sin precedentes, mientras que a los bancos centrales les resulta casi imposible alejarse de las políticas monetarias acomodaticias sin ocasionar una ralentización económica.
Estas políticas no solo agravan los elevados niveles de endeudamiento, sino que además crean el distorsionado fenómenos de los tipos de interés negativos. No creemos que estas dinámicas vayan a alterarse de forma significativa en 2020. A principios de año, China reforzó su postura acomodaticia, la Reserva Federal estadounidense dejó entrever que mantendría una política de tipos de interés «bajos para siempre» y Christine Lagarde tomó el mando de un BCE acomodaticio que Mario Draghi había dejado en piloto automático. A nuestro parecer, este año veremos más de lo mismo, lo que justifica la continuación de un enfoque de cautela y prudencia.
No cabe duda de que los mercados de riesgo cobraron fuerza en el cuarto trimestre de 2019, al relajarse las tensiones comerciales gracias a la firma de la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China que parece haber puesto freno al deterioro económico. Con posterioridad, sin embargo, solo constatamos una leve mejora de las condiciones económicas o la confianza empresarial. Los mercados de riesgo descontaron rápidamente una recuperación que todavía no se ha materializado. Esa confianza se está viendo amenazada por el impacto del coronavirus. También ponemos en tela de juicio la solidez de la primera fase del acuerdo comercial, a medida que comienza la etapa preparatoria de la segunda fase de conversaciones y las negociaciones comerciales europeas cobran impulso.
Los riesgos geopolíticos persisten
En el frente geopolítico, el año comenzó con una cita electoral en Taiwán, lo que nos recordó que la presión social en el sudeste asiático y China tiene visos de prolongarse durante algún tiempo. El resurgimiento de las tensiones en Oriente Próximo podría ejercer presión sobre los mercados de energía y materias primas.
Por fin se puso término al «brexit», y el Reino Unido se halla ahora en un año de «transición» en el que tendrá que negociar nuevos acuerdos comerciales, aunque estos se enfocan a resolver asuntos que ya han sido objeto de extensos debates durante tres años sin que se haya alcanzado ninguna solución. Mientras tanto, Estados Unidos se adentra en el tramo final de unas controvertidas elecciones presidenciales, caracterizadas por unas opiniones y políticas extremadamente divergentes.
La evaluación de los fundamentales y los riesgos resulta esencial
Por último, la llegada de enero no es motivo para elaborar unas nuevas perspectivas. Puede que sea el primer mes del año, pero enero no es diferente de abril u octubre. El comienzo de un nuevo año tampoco es razón para replantearse el enfoque de inversión adoptado. En nuestra condición de gestores activos, nuestro mandato consiste en evaluar las perspectivas sobre los fundamentales con arreglo a los precios que estamos pagando por esos fundamentales. Mientras examinamos estas dinámicas en el entorno actual, deberíamos seguir actuando con prudencia.
Esta era nuestra postura en diciembre y en enero, y todavía parece (incluso más) pertinente en la actualidad. El coronavirus ha añadido una buena dosis de incertidumbre adicional. China ha reaccionado de la única forma que conoce: recortando los tipos de interés, aumentando la liquidez e incluso adoptando más medidas de relajación fiscal. Se desconoce cómo evolucionarán China y la economía mundial
El virus supone además un recordatorio de que siempre existen riesgos impredecibles acechando entre las sombras. La actual narrativa del mercado pronto podría verse amenazada por un vuelco de los indicadores económicos que, con casi total seguridad, se producirá tras el estancamiento de la actividad vinculado al virus (y, tal vez, por algunas de las otras preocupaciones identificadas). Como el Bardo afirmó, con mucho acierto, en Hamlet, «Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones» (4).
Columna de William J. Adams, director de inversiones de renta fija global en MFS Investment Management.
Anotaciones:
(1) Moody’s Analytics Research, Weekly Market Outlook, 21 de noviembre de 2019.
(2) Goldman Sachs, Portfolio Strategy Research, «Flow of Funds: Outlook for US Equity Demand in 2020»
(21 de octubre de 2019).
(3) Robert Almeida, Strategist’s Corner, «Lo extraordinario se está volviendo demasiado ordinario», febrero de 2020.
(4) William Shakespeare, Hamlet, 4.º acto, escena V.
Pixabay CC0 Public Domain. Los riesgos y factores ESG, cada vez más importantes para los inversores institucionales
Los riesgos y factores ESG tienen cada vez más importancia en las decisiones de inversión y evaluaciones de empresas para los inversores institucionales. Según la última encuesta anual de Morrow Sodali, realizada a inversores institucionales con 26 billones de dólares de activos bajo gestión, estos factores tuvieron gran importancia en los últimos 12 meses.
Además, según los datos de la encuesta, el concepto de ESG tendrá un impacto directo en las juntas de accionistas, el activismo accionarial, la participación y los diversos medios con los cuales los inversores completan sus responsabilidades de supervisión y administración. “Con los factores ESG fuertemente establecidos en los inversores, creemos firmemente que las empresas deben gestionar estos criterios a nivel directivo, esencialmente como un área de comunicación en ambos sentidos con sus accionistas e inversores”, destaca Kiran Vasantham, director de Participación de Accionistas.
En este sentido, el cambio climático es una de las prioridades en la agenda ESG de los inversores. “Todas las empresas, independientemente del sector, deben esperar un mayor escrutinio por parte de los inversores sobre cómo abordan esta temática”, advierten desde Morrow Sodali.
Al mismo tiempo, los inversores esperan estar al tanto de los trabajos internos de los directivos, con prioridad en la importancia de la participación del directivo/accionistas. Además, la remuneración por desempeño sigue siendo un punto de presión clave para los inversores, pero el énfasis está, cada vez más, en cómo responden las empresas y los directivos a las preocupaciones de los accionistas y los votos negativos.
Por otro lado, la encuesta refleja la necesidad de los inversores de información no financiera más explícita, que perciben como “un indicador importante de la cultura corporativa subyacente, la integridad y la sostenibilidad”. Asimismo, en lo referente a factores del cambio climático, para los inversores es vital que las empresas demuestren claramente su conexión con las oportunidades y los riesgos financieros.
“Una mayoría abrumadora de inversores espera que las empresas demuestren en sus informes un vínculo entre riesgos financieros, oportunidades y cambio climático, y la mayoría también considera que información más detallada sobre el proceso para identificar estos riesgos y oportunidades mejoraría las divulgaciones de las empresas relacionadas con el cambio climático”, subrayan desde Morrow Sodali. Asimismo, según la encuesta, es más probable que los inversores apoyen a activistas si las prácticas de buen gobierno de las empresas son débiles, un factor aún más importante que la credibilidad de la estrategia de negocio propuesta de los activistas.
Después del cambio climático, la segunda prioridad de los encuestados es la gestión del capital humano. En este sentido, los inversores abogan por entablar relaciones con directivos en 2020, con una orientación específica en una mejor divulgación sobre la disposición de la junta en establecer una cultura corporativa además de indicadores sólidos en salud y seguridad.
“Las empresas que no llegan a valorar plenamente la necesidad de entablar relaciones, se arriesgan a perder contacto con los proveedores de capitales más leales a largo plazo y debilitan estas importantes relaciones”, añade Vasantham. Además, los inversores coinciden en que los enfoques sobre participación y resultados de accionistas se incluyan en los informes de las empresas junto con una explicación del propósito corporativo.
Por último, la encuesta refleja que los criterios ESG y la sostenibilidad juegan un papel más importante en las decisiones de inversión en ingresos fijos, con las agencias de calificación en ESG establecidas como factor esencial en el análisis de riesgos y oportunidades, además de las agencias de calificación crediticia.
En su quinta edición, esta encuesta recoge las opiniones de 41 inversores institucionales globales, encargados de administrar 26 billones de dólares en activos bajo gestión, en enero de 2020.
Pixabay CC0 Public Domain. Deutsche Bank abre su gama de fondos Strategic Asset Allocation a todos los clientes en España
INVL Baltic Sea Growth Fund completa su primer cierre con un total de 165 millones de euros. El vehículo, gestionado por INVL Asset Management, es el mayor fondo private equity de la región báltica.
“Valoramos el voto de confianza puesto en nosotros durante este proceso que ha resultado en el cierre del fondo de private equity más grande en la región báltica, con el apoyo del European Investment Fund (EIF), las instituciones bálticas más experimentadas, inversores institucionales e individuos con alto patrimonio neto que tienen un buen conocimiento del mercado báltico y las oportunidades que ofrece», subraya Deimantė Korsakaitė, socio ejecutivo del INVL Baltic Sea Growth Fund.
De acuerdo con Darius Šulnis, socio gerente de INVL Baltic Sea Growth Fund, el fondo buscará repetir el éxito histórico de Invalda INVL, que registró una TIR bruta del 27% y un CoC 2.4x en promedio en transacciones comparables.
“Estamos encantados de alcanzar este cierre final habiendo recibido un fuerte apoyo por nuestra base inversora. Tomamos la decisión de no extender la colocación del fondo durante más de un año desde su lanzamiento teniendo en cuenta que la cantidad recaudada es suficiente para implementar nuestra estrategia de inversión y distribuir grandes beneficios para nuestros inversores», asegura Šulnis.
El fondo tiene como objetivo componer una cartera diversificada basada en compañías del Mar Báltico. Así, estará dirigido a negocios con un volumen de entre los 10 y los 30 millones de euros, que muestren potencial de crecimiento y la habilidad para competir en una base global. No obstante, el fondo también contemplará las oportunidades de coinversión en caso de operaciones más grandes. Está centrado en inversiones de growth capital, buyout y “buy and build”. Se espera que, en total, el portfolio esté compuesto de unas 8-12 inversiones. Desde su primer cierre, el fondo ha invertido en dos compañías pertenecientes al sector salud y al de ingeniería civil, respectivamente.
«Nuestra máxima prioridad será ahora el desarrollo del capital ya captado en los próximos 2-3 años, el desarrollo de compañías sostenibles en el portfolio, el reparto de beneficios para nuestra base inversora y volver al mercado con una segunda versión del fondo, pero a su debido tiempo”, subraya Deimantė Korsakaitė. Según Korsakaitė, una gran mayoría de sus inversores ya han confirmado su interés en una posible coinversión con el fondo que permita al equipo gestor contemplar inversiones equity de hasta 100 millones de euros. «Estamos trabajando de forma activa en nuevas inversiones que nos permitirán aprovechar nuestra capacidad de ejecutar acuerdos complejos con perspectivas de crecimiento prometedores”, añade Šulnis.
El fondo INVL Baltic Sea Growth Fund une un panel diversificado de inversores, entre los que se encuentran inversores públicos (el EIF), inversores institucionales de la región báltica (Estonia’s LHV pension funds, INVL pension funds), así como inversores privados y corporativos. Está centrado en los países bálticos y las regiones vecinas de Polonia, Escandinavia y Centro Europa. Además, como objetivo, se centrará en captar participaciones minoritarias en empresas donde existan oportunidades de convertirse en “campeones regionales” y, al mismo tiempo, participar de forma activa en la gestión de inversiones y aumento a largo plazo del capital value.
La EIF, parte del Banco Europeo de Inversiones, aportó 30 millones de euros con el apoyo del El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas como parte del Plan de Inversión para Europa (conocido como el «Junker Plan»). Asimismo, se han asignado recursos del Fondo Báltico para la Innovación, una iniciativa de “fondo de fondos” desarrollada en colaboración con los gobiernos de Lituania, Letonia y Estonia que busca aumentar la inversión de capital en alto potencial de crecimiento de pequeñas y medianas empresas en los estados bálticos.
Pixabay CC0 Public Domain. Las 9 áreas clave de digitalización de la industria bancaria y cómo aprovecharlas
Según Goldman Sachs, en cinco años, un tercio de los millennials no necesitará bancos físicos. El motivo es sencillo: es una generación muy digitalizada. Esta realidad obliga a las entidades financieras a tomarse muy en serio su desarrollo tecnológico, no como una herramienta sino como esencia de su negocio. La gran pregunta es cómo enfrentarse a este cambio.
En último informe de Bain & Company sobre la digitalización de la industria bancaria proporciona algunas ideas. Según refleja el informe, esta migración a la banca digital se debe a diferentes factores:
La experiencia del cliente con su banco no es tradicionalmente buena, especialmente en banca minorista, donde muchas interacciones son tediosas, complejas y poco transparentes.
Las nuevas tecnologías permiten agilizar estas interacciones, haciéndolas más convenientes y gratificantes para el cliente.
El deterioro de la imagen de la banca durante la crisis financiera ha provocado que los clientes consideren obtener servicios bancarios de entidades no-bancarias, que emplean, fundamentalmente, canales digitales.
El cambio generacional con el que nuevos usuarios, ya nacidos en la era digital y acostumbrados a usar sus teléfonos móviles para satisfacer cualquier necesidad, están tomando el relevo.
En los últimos años, esta digitalización, junto con ciertos cambios regulatorios, ha impulsado a la banca, al igual que ha sucedido en otros sectores, hacia una etapa de transformación de gran calado. Así, según el informe, “algunas entidades líderes están sabiendo aprovechar esta transformación para capturar nuevas oportunidades de negocio mediante una mejora del servicio al cliente, la ‘monetización’ de los datos, una mayor eficiencia de procesos y el aumento de los estándares de seguridad”.
Asimismo, esta digitalización puede desembocar en cambios en el panorama competitivo, “a favor de aquellas entidades que sepan aprovechar sus ventajas”, resaltan desde Bain & Company.
En primer lugar, habilita nuevos y mejores productos y servicios que otorgan al cliente más alternativas para pagar en tiendas físicas o virtuales, invertir, tomar dinero prestado, hacer transferencias, cambiar divisas, gestionar sus cuentas, etc. Además, según el informe, mejora la experiencia del cliente con interacciones más sencillas, convenientes, ágiles y transparentes en canales digitales. Al mismo tiempo, permite reducir costes tanto de contratación como de servicio y mejora la toma de decisiones mediante un uso inteligente de los datos.
De este modo, el informe destaca nueve grandes áreas de digitalización en la industria bancaria: experiencia de cliente, open banking, automatización del proceso, monedero electrónico, pagos en tiempo real, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, blockchain y ciberseguridad.
Experiencia de cliente. “Tanto la banca tradicional como las nuevas compañías fintech han entendido que la apuesta por la mejora de la experiencia de cliente constituye un elemento diferenciador y de creación de valor a largo plazo”, subraya el informe. Con esta idea, las compañías abordan una digitalización de las interacciones con cliente para que éstas se lleven a cabo con mayor sencillez, personalización, conveniencia, flexibilidad y agilidad.En muchos casos esta transformación implica costosos cambios en procesos operativos y sistemas de información. Sin embargo, las entidades bancarias “se han mostrado decididas a acometerlos, consiguiendo ofrecer a sus clientes interacciones similares a las de las empresas fintech, mucho más ágiles y sin un legado tecnológico complejo”. La apertura de cuenta corriente online y casi instantánea, el envío de dinero entre particulares o la activación y desactivación de tarjetas, son algunos ejemplos de interacciones mejoradas en los últimos tiempos gracias a la digitalización.
Open banking. Una de las recientes novedades en la regulación del sector de medios de pago (PSD 2) impulsa el acceso autorizado a la información financiera del cliente y define nuevas figuras en el ecosistema de pagos electrónicos, a la vez que aumenta los estándares de seguridad. Esta legislación “habilita una enorme cantidad de posibles modelos de negocio basados en la explotación de información integrada de cliente y, sobre todo, en el ofrecimiento de servicios bancarios mediante APIs (o conectores) a terceros”, asegura el informe. Así, por un lado, ya son varias entidades en España las que ofrecen a sus clientes la posibilidad de visualizar las cuentas de todos sus bancos en una sola aplicación móvil, beneficiando tanto a cliente como a entidad. Pero, por otro, open banking abre, según Bain & Company, un abanico inmenso de oportunidades de negocio mediante la integración de servicios financieros en los customer journeys de otras compañías, incluso de distintos sectores, creando nuevos canales de venta de servicios bancarios.
Automatización de procesos. En un escenario de bajos tipos de interés, es preciso desplegar nuevas tecnologías digitales que permitan atender al segmento de clientes de menor valor de manera más eficiente. Así, el informe destaca las soluciones de Automatización de Procesos mediante Robots (Robotic Process Automation o RPA) como herramientas que permiten disminuir la intervención humana en tareas repetitivas y ejecutarlas a mayor velocidad, reduciendo los costes.“La creación de ofertas personalizadas automáticas, tan habitual ahora en la industria del entretenimiento audiovisual (por ejemplo, Netflix), es otro ámbito donde la banca todavía tiene recorrido, si es capaz de incorporar más datos de cliente para entregar ofertas personalizadas de forma automática”, aseguran.
Monedero electrónico. Según los datos de Bain & Company, los pagos móviles han experimentado un fuerte crecimiento en España en los últimos años, y se espera que aún se acelere en los próximos, generando oportunidades de negocio (sobre todo, basadas en la obtención de datos de cliente) en la confluencia entre el canal online (aplicación móvil) y físico (terminales de punto de venta).Ahora mismo, el mercado se divide en dos tipos de mobile wallets: aplicaciones propietarias de entidades bancarias, donde el medio de pago se restringe al de la propia entidad, y aplicaciones multi-tarjeta, como Apple Pay o Google Pay.
Pagos en tiempo real. La nueva generación de millennials, que ha crecido utilizando las redes sociales, se ha acostumbrado a que todo suceda a través de sus smartphones en tiempo real: los pagos no son una excepción y, por ese motivo, la utilización de aplicaciones de pago “en tiempo real” está ganando tracción en muchos mercados. En cuanto al escenario competitivo, el informe prevé una batalla en las soluciones cuenta-a-cuenta (A2A) entre las ofrecidas por los propios bancos (Swish, Bizum, Twyp) y las soluciones de terceros (PayPal, WhatsApp Pay).“La facilidad de uso, la integración en el customer journey, el efecto red (la solución es más conveniente cuantas más personas la usen) y la propia regulación serán claves para determinar el ganador”, determina Bain & Company. De momento, en España, las soluciones bancarias dominan el terreno, pero los gigantes tecnológicos no han dicho aún su última palabra: Facebook Pay ya está disponible en EE.UU. como un sistema de pago unificado para las aplicaciones de la compañía, incluyendo Messenger, Instagram y WhatsApp.
Internet de las Cosas (IoT). Aunque a simple vista parezca que el IoT no está muy conectado al mundo financiero, en el futuro miles de millones de dispositivos inteligentes podrán decidir, de manera autónoma, cuándo y cómo efectuar pagos o facilitar una interacción más sencilla y rápida entre los clientes y el banco, advierte el informe. Las entidades financieras deberán decidir qué papel quieren jugar dentro de los ecosistemas emergentes para beneficiarse del crecimiento exponencial en las transacciones relacionadas con el internet de las cosas.
Inteligencia Artificial. Ya son varias las entidades bancarias que están desarrollando soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) en diversos campos, como la adecuación de ofertas comerciales, la evaluación del riesgo de crédito o la atención al cliente sin intervención humana, mediante reconocimiento de texto y voz. Según Bain & Company, “para que una entidad financiera tenga éxito en el desarrollo de casos de uso de IA, es especialmente importante tener en cuenta dos recomendaciones: comenzar con soluciones simples que funcionen y generen credibilidad antes de lanzar modelos avanzados, y utilizar una metodología para diseñar soluciones escalables y enfocadas en el cliente.
Blockchain. La tecnología blockchain está revolucionando algunos servicios financieros en ámbitos como los mercados de capitales, las finanzas comerciales, la financiación al consumo o los seguros. Según el informe, sin embargo, es en medios de pago donde su impacto ha sido, hasta el momento, más relevante, al permitir crear monedas virtuales como alternativa a las divisas tradicionales, sin control centralizado de un organismo regulador. No obstante, aún existe un alto nivel de incertidumbre con respecto al contexto regulatorio que acabará aplicándose sobre estas criptodivisas.
Ciberseguridad. “La confianza se está convirtiendo en un activo clave que diferencia a ganadores y perdedores en el sector financiero”, advierte el informe. Sin embargo, generar esta confianza no es una tarea sencilla: necesita una perspectiva estratégica, recursos adecuados y un modelo operativo integrado para administrar el riesgo operacional de manera efectiva. Además, la ciberseguridad es un tema complejo y técnico, pero muy relevante para los Consejos de Administración de los bancos, dada la responsabilidad personal de sus miembros en el ámbito de la seguridad.
De este modo, Bain & Company considera que, para aprovechar plenamente esta digitalización, cada entidad bancaria debería considerar cuatro principios estratégicos clave: colocar al cliente en el centro de la estrategia del banco, adoptar formas de trabajo ágiles, adquirir o desarrollar capacidades para el análisis de datos y cultivar un ecosistema de socios estratégicos, operativos y tecnológicos.
El martes día 10 de marzo se inició el Kick Off de LATAM Consult US en el hotel Enjoy de Punta del Este con la asistencia de un alto número de asesores financieros independientes, un éxito de asistencia rotundo teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por la velocidad de contagio del coronavirus.
Así, las organizadoras Verónica Rey y Maria Camacho, empezaron su discurso de bienvenida por el final, mostrando su sincero agradecimiento a los participantes. A continuación se dio comienzo a la agenda del día con presentaciones sobre activos renta fija, renta variable y emergente “en la misma forma que los asesores financieros independientes latinos presentan los productos a los clientes”, puntualizó Verónica Rey.
En general, la incertidumbre que genera el coronavirus ha sido un tema tratado en todas las presentaciones del día, y aunque todos los expertos se encuentran en un momento de esperar y ver, están convencidos que, si hay una recesión, será mucho menor que en 2008. Todo este escenario abre oportunidades que habrá que saber aprovechar.
Mauricio Lima, de Legg Mason, fue el encargado de dar el panorama de mercado de renta fija y destacó la actuación coordinada de los bancos centrales en mantener una política monetaria expansiva. Lima afirmó que un entorno de muy bajas tasas de interés se mantendrá por un periodo considerable de tiempo. Además, destacó que existen oportunidades muy interesantes en el mercado de renta fija en las que convienen invertir porque, una vez haya alguna noticia positiva sobre la evolución del coronavirus, se producirá un rally en los precios de activos muy significativo.
Por su parte, Franceso Maino, de Wellington Management, reincide en la idea de que esta crisis no es comparable a la de 2008 porque es una crisis de oferta y no de demanda. El experto en renta variable espera que el efecto del coronavirius sobre la economía se limite a los primeros trimestres del año y confía en una recuperación durante la segunda mitad del año. También señala que a estos niveles, existen oportunidades interesantes en el mercado de renta variable que pueden verse favorecidos por la recuperación económica durante la segunda mitad del año, siempre y cuando no se produzca una contracción del crédito, el principal riesgo para el experto.
Por último, la exposición sobre el mercado de deuda emergente estuvo a cargo de Wouter Van Overfelt, de Vontobel, quien destacó las ventajas de esta categoría de activo, que ofrece un buen retorno y una baja tasa de default gracias al tipo de compañías que emiten deuda en los mercados emergentes, de gran tamaño y normalmente avaladas por gobiernos o grandes grupos empresariales, y por las leyes de quiebra en los países.
La segunda parte de la primera jornada consistió en dos talleres donde se presentaron distintos enfoques de la gestión de renta fija a través de estrategias concretas, una novedad en la edición de este año. Así John Pattulo de Janus Henderson, presentó su estrategia Janus Henderson Horizon Strategic Bond, Pilar Arroyo de M&G su estrategia M&G Optimal income, Sriram Reddy de Schroders la estrategia Schroder Global Multi Credit y Matthiee Genessay de Natixis la estrategia H2O Multiaggregate.