Pixabay CC0 Public Domain. Los fondos de pensiones de empleo de los 22 mayores mercados del mundo alcanzaron los 47 billones de dólares en activos en 2019
Ahora puede parecer lejano, pero 2019 fue un buen año en términos de rentabilidad y así lo experimentaron también los fondos de pensiones de empleo. Según un estudio de Thinking Ahead Institute, de Willis Towers Watson, los activos de los fondos de pensiones de empleo de los 22 mayores mercados del mundo (P22) experimentaron una recuperación del 15% en 2019, alcanzando los 46,7 billones de dólares.
Según explica la firma, este dato supone un cambio significativo frente a la disminución del 3,3% que el sector sufrió en 2018. El informe Global Pensión Assets Study indica que la recuperación de la senda de crecimiento fue impulsada, en gran parte, por las fuertes ganancias que se produjeron durante el año en los mercados, con México (22,2%), Canadá (18,9%) y Estados Unidos (17,8%) a la cabeza.
Según el informe, los 7 mayores mercados de activos de pensiones (P7) -Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suiza- han llegado a constituir el 92% del total del P22 en 2019, por encima del peso que tuvieron en el ejercicio de 2018. Estados Unidos mantiene el liderazgo del P7, representando el 62% de los activos de pensiones a escala mundial. Le siguen, de lejos, Reino Unido (7,4%) y Japón (7,2%).
El estudio del Thinking Ahead Institute también muestra que la tendencia hacia activos alternativos continúa a buen ritmo y marca dos décadas de cambios considerables en la asignación de activos de fondos de pensiones a nivel mundial. En este sentido, solo el 6% de los activos de los fondos de pensiones del P7 estaban invertidos en mercados privados u otros activos alternativos. En cambio, la cifra en 2019 se situó en el 23%, casi una cuarta parte del total. Este movimiento ha sido el contrario para la renta variable y los bonos, que descienden un 16% y un 1% respectivamente, en este periodo, si bien ambos activos siguen manteniendo el liderazgo en cuanto a inversiones del P7 en 2019: renta variable (45%), bonos (29%), alternativos (23%) y liquidez (3%)”.
Una cuestión de interés que también se desprende de este estudio radica en que los activos totales de los fondos de pensiones de aportación definida han continuado creciendo, y representan ya algo más del 50% del total de los activos de fondos de pensiones del P7. De hecho, en 2019, este tipo de activo superó a los de prestación definida por primera vez, tras diez años observando la situación contraria, lo que refleja una mayor cobertura de los miembros y, en algunos mercados, mayores aportaciones.
Pixabay CC0 Public Domain. Columna de Arturo Rueda
La idea de cambiar de Afore tienta al afiliado del SAR para tratar de aminorar el ritmo de disminución de su saldo. No lo piensa porque sepa que es efectiva sino por sentir que es lo único que le queda. ¿Qué se puede hacer en pleno colapso para que a mediano plazo los ahorros sean mayores?
Debido a que todos los instrumentos o mecanismos contienen riesgo, unos más, otros menos, y a que ni el dinero invertido ni los rendimientos están garantizados, los ahorros de toda clase han perdido valor por la pandemia. Y como hacia fines de marzo no había visos de solución, contención o vuelta a la normalidad, cabe esperar que en el siguiente estado de cuenta se refleje la minusvalía, pérdida o reducción del saldo (minusvalía y pérdida son sinónimos. Es ocioso darle vueltas). De hecho, quien tenga la aplicación de Afore Móvil puede percatarse ya de la merma al comparar su saldo actual contra el del estado de cuenta previo.
¿Tiene sentido cambiar ahora de Afore?
Cambiarse puede ser inútil o incluso lamentable. No es la solución. Primero, porque no revertiría las pérdidas pasadas ni significa certeza de que a partir del cambio se perderá menos que en la Afore actual. En caso de que el descalabro generalizado siga, no será posible saber si la gestora que genere menores pérdidas al corte de abril seguirá siendo la menos perjudicada. Segundo: las Afores menos perdedoras serán las que hayan invertido menos en productos más riesgosos. Las que asumen riesgos menores de forma consistente aspiran a generar rentabilidad más baja, de modo que pasarse a alguna de ellas en la fase crítica significa restar (por no decir descartar) posibilidades de recuperar el cien por ciento de lo perdido cuando los mercados suban. Tercero: como el traspaso de saldo no es de un día para otro, pudiera ser que cuando el trabajador lograra el cambio los mercados estuvieran ya en otra dinámica, o que las Afores hubieran cambiado sus proporciones de inversión. Como todo esto no se sabe, cambiarse es aventurado.
¿Se recuperará lo perdido?
La historia nos dice que a cada crisis sobrevino la recuperación. Claro que no con la misma celeridad de la baja, sino pausada. Así, cuando la pandemia se controle o se cuente con vacuna o fórmula para curarla, puede que para ver la regeneración del dinero haya que esperar muchos meses, como luego de la crisis de 2008-2009; o incluso algunos años, como después de la recesión estadounidense de 2000-2003.
Todo depende de la profundidad del daño a la economía global, y a la local en particular, y de lo que hagan el gobierno, banco central y empresas para regresarla a las condiciones y números que tenía a inicios de año.
Es verdad que desde 1945 las crisis se originaron por disfunciones económicas o por otras guerras, que esta es la primera que se deriva de una pandemia y que por eso la solución no depende solo de medidas monetarias o fiscales. El antecedente de la gripe española, que mató a millones y retardó la recuperación, ha de verse aparte, no como antecedente, porque la economía de Europa ya estaba devastada por el desastre de la primera guerra mundial, y porque los mercados financieros, las alternativas de ahorro y el mismo concepto del dinero, no eran como son ahora.
Ante la pandemia: saber ser paciente y hacer aportaciones voluntarias
Hay que asimilar que las pérdidas son generalizadas, en México y el mundo, para todo tipo de ahorradores, inversionistas, empresarios, empleados, y esperar a que la contención de la pandemia permita volver a la normalidad. ¿Queda algo aparte de resignarse? Sí, y es crucial, pues cada ocasión negativa puede ser una oportunidad.
Al paso del tiempo, quien sabe ser paciente, recupera lo perdido. Los que aprovechan las crisis financieras para invertir, suelen ganar mucho. Ahorrar o inyectar dinero ahora significa comprar valores muy baratos, con alto potencial de alza. Un ejemplo fresco: los grandes rendimientos de 2019 se dieron por comprar o mantener instrumentos durante la caída estrepitosa de septiembre-noviembre de 2018.
Quien tenga algo disponible bien podría considerar esta debacle histórica para hacer aportaciones voluntarias. O cualquier tipo de ahorro, no solo para el retiro.
Les invitamos a leer la entrevista que realizamos a dos generaciones de administradores de patrimonio de IPG, la firma con sede en San Diego y oficinas en Miami y Tucson, enfocada a clientes latinoamericanos.
Adolfo Gozález-Rubio Beckman, Alberto Berney, Alfonso Aldrete y sus respectivos hijos están preparados para atender a las nuevas generaciones porque lo experimentan en el día a día de su empresa.
En nuestra revista Américas 22 publicamos las miradas cruzadas entre la OldGen y la NertGen. En realidad, son diferentes, pero no tan distintos…
El CEO de Untitled, Martín Litwak, ofrecerá el viernes 27 de marzo una charla sobre “Planificación patrimonial en tiempos turbulentos”. Se trata de una serie de seminarios online dictados por el jurista y otros profesionales, no necesariamente de Untitled, con el objetivo de proveer instancias de análisis y capacitación totalmente gratuitas mientras dure la crisis del Covid-19.
La primera conferencia abordará temas como:
. Pasado, presente y futuro de la planificación patrimonial internacional
. Transparencia fiscal e intercambio de información
. Substancia Económica
. Voracidad fiscal y Competencia Fiscal
Para más información e inscripción gratuita hacer click aquí
Wikimedia Commons. El ilustrador chileno Hugo Tapia libera imágenes de forma gratuita para colorear durante la cuarentena
A través de su cuenta de Instagram el ilustrador chileno Hugo Tapia liberó de forma gratuita 20 imágenes realizadas en base a la técnica de la mándala de su libro Flora y Fauna de Chile para que según el artista “las puedan disfrutar en sus cuarentenas, así desestresarse, entretenernos y aprender al mismo tiempo”.
La técnica de la mándala, es una de las muchas técnicas de relajación orientales. Según la Real Academia de la Lengua Española, mándala es un » dibujo complejo, generalmente circular, que representan las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación». Esta técnica de relajación no requiere ninguna disciplina expresa, como pueden serlo en otras, ya que quien está haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. La pueden realizar personas de cualquier edad, siendo además una actividad que fortalece la creatividad, aporta serenidad y contribuye a gestionar situaciones de ansiedad. Hay estudios que han demostrado que la realización de mándalas son efectivas para disminuir los niveles de ansiedad y estrés ya que el simple hecho de colorear ayuda a las personas a encontrar la calma.
El libro Flora y fauna de Chile para colorear reúne una serie de 40 ilustraciones de especies nativas chilenas, las que el autor realiza en base a esta técnica. Entre las imágenes liberadas se encuentran especies como el cisne de cuello negro, delfín chileno, mariposa del chagual o la araucaria. Las imágenes van acompañadas de textos educativos, escritos por jóvenes profesionales dedicados a la conservación y puesta en valor del patrimonio natural de Chile.
El precio normal del libro es de 16.000 pesos (18 dólares) y un 10% de las ganancias serán dirigidas a acciones de prevención de incendios forestales en el sector de Altos de Cantillana.
Wikimedia CommonsFederal Reserve Bank of New York. ,,
La Reserva Federal anunció en un comunicado que contrató los servicios de BlackRock Financial Markets Advisory (FMA) para comprar activos en su nombre a los principales distribuidores del mercado estadounidense. FMA asesora a instituciones financieras, reguladores y entidades gubernamentales en la gestión de sus balances y exposición a mercados de capitales y es independiente del área de asset management.
La institución se comprometió a hacer compras masivas de bonos corporativos y valores respaldados por hipotecas comerciales como medida para frenar el impacto de la propagación del coronavirus.
«BlackRock fue seleccionado a corto plazo para servir como gerente de inversiones después de considerar su experiencia en el negocio y el análisis de la agencia CMBS en el mercado secundario y sus sólidas capacidades operativas y tecnológicas», señala el comunicado de la Fed publicado el martes.
“BlackRock Financial Markets Advisory tiene el honor de haber sido seleccionado para ayudar al Banco de la Reserva Federal de Nueva York durante este tiempo extraordinario», dijo la firma por su lado en un comunicado.
La gestora ya había recibido un mandato similar por parte de la Fed durante la crisis del 2008, una decisión que recibió críticas porque se hizo sin previa licitación.
Según el Financial Times, BlackRock actuará como administrador de inversiones de dos vehículos respaldados por la Fed que comprarán bonos corporativos y un programa que comprará valores respaldados por hipotecas emitidos por agencias del gobierno de EE. UU.
Así, la firma dirigida por Larry Fink actuará en la compra tanto de deuda corporativa nueva con grado inversor como de los bonos corporativos ya existentes.
BlackRock señaló que «para el mercado primario se publicarán términos y condiciones más detallados del programa lo antes posible. Los detalles de las circunstancias específicas del emisor solo pueden abordarse después de esa publicación. Hasta esa la publicación, BlackRock FMA no entablará conversaciones con los participantes del mercado y los emisores».
“La intervención en el mercado secundario está diseñada para lanzarse lo más rápido posible, en cuyo momento se notificará a los participantes del mercado. Hasta entonces, BlackRock FMA no entablará conversaciones con los participantes del mercado sobre la instalación», señala la empresa, añadiendo que «las consultas relacionadas con la compra de la agencia CMBS deben dirigirse a la Reserva Federal de Nueva York».
La Fed ha incluido por primera vez en sus planes la compra de ETFs de renta fija, un instrumento sometido a grandes presiones en el mercado en los últimos días. BlackRock es el mayor administrador de ETFs del mundo y hasta ahora no se ha determinado si sus productos aparecen en el programa de compras de la Reserva Federal.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: John Brighenti
. John Brighenti
Luego de que el Dow Jones tuviera su mayor aumento desde 1933 y el S&P500 su mayor alza desde hace 12 años en respuesta de las políticas económicas estadounidenses, la Casa Blanca y los líderes del Senado llegaron a un acuerdo poco antes de las 2 de la mañana en el que se utilizarían 2 billones de dólares (trillones en nomenclatura anglosajona) para combatir el impacto económico del brote del COVID-19.
«Por fin, tenemos un acuerdo. Después de días de intensas discusiones, el Senado ha llegado a un acuerdo bipartidista sobre un paquete de ayuda histórica para esta pandemia», anunció el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, poco antes de las 2 de la mañana del miércoles, añadiendo que «en efecto, este es un nivel de inversión en tiempos de guerra para nuestra nación».
James McCann, Senior Global Economist de Aberdeen Standard Investment comenta: «Se mida de la forma que se mida, este es un enorme paquete de estímulos. Pero hay una cosa que no puede detener, y es la recesión que se avecina. Con todo, cabe esperar que actúe como un cortafuegos para frenar la propagación de esta crisis a través de la economía y evitar que se apodere del sistema financiero. Que este paquete sea suficiente en definitiva depende en gran parte de cuánto tiempo dure el encierro. Hemos visto al Presidente Trump ya presionando para relajar el bloqueo porque sabe que gran parte de su oferta de reelección depende de la fuerza de la economía. Está acorralado. Relajar estas medidas pondría casi seguro en peligro vidas y podría hacer aún más daño a largo plazo. Sin embargo, su expediente económico parece cada vez menos creíble cuanto más tiempo dure el actual cierre. En cualquier caso, si los datos económicos de las próximas semanas son mucho peores que las predicciones actuales, este paquete podría terminar siendo insuficiente y el Congreso se encontrará de nuevo en el punto de partida. Ya hemos visto mercados inestables de la noche a la mañana debido a los temores sobre la velocidad de propagación de la pandemia. El desafío para el paquete de estímulo es mantener el ritmo de la pandemia«
¿Qué hay en el paquete de estímulo?
Aunque aún no se conoce el texto completo del proyecto de ley, los legisladores indicaron el martes que incluiría la propuesta inicial del Partido Republicano para pagos directos en efectivo a los estadounidenses.
Se espera que las personas que ganan hasta 75.000 dólares al año reciban cheques de 1.200 dólares. Las parejas que ganen 150.000 dólares recibirán 2.400 dólares con un adicional de 500 dólares por niño. Los pagos disminuirían para aquellos que ganan más de 75.000 dólares, con un límite de ingresos de 99.000 por persona o 198.000 dólares para parejas.
También se espera que el proyecto de ley incluya aproximadamente 100.000 millones de dólares en asistencia para hospitales, 350.000 millones en asistencia a pequeñas empresas para ayudarlos a cumplir con la nómina, y 500.000 millones de dólares en ayuda para corporaciones, como compañías aéreas y líneas de cruceros.
El seguro de desempleo también se reforzaría para aumentar los pagos y extender el beneficio a aquellos que generalmente no califican, como los trabajadores de la economía del trabajo, los empleados despedidos y los trabajadores independientes.
El paquete de ayuda, que es la tercera ronda de legislación de emergencia aprobada para combatir COVID-19, ahora debe ser aprobado por la Cámara estadounidense.
La presidenta Nancy Pelosi aún no ha intervenido en el acuerdo final, pero señaló en múltiples entrevistas televisivas el martes que apoyaba una serie de disposiciones que sabía que estaban incluidas en la legislación. Si se aprueba, el paquete de ayuda sería la tercera ronda de legislación de emergencia que el Congreso aprueba para combatir el brote. Los legisladores aprobaron un proyecto de ley de 8.300 millones de dólares para las agencias de salud y un proyecto de ley de aproximadamente 100.000 millones de dólares destinado a proporcionar pruebas gratuitas de coronavirus, así como algunos permisos pagados y beneficios de desempleo, y fondos adicionales de Medicaid y asistencia alimentaria.
Antes de irse del Senado, McConnell dijo que esperaba que se aprobara la legislación la tarde del miércoles, mientras que el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, dijo a periodistas que el presidente Donald Trump lo firmaría «absolutamente» si el Congreso lo aprueba.
Según los analistas de MONEX Europe, «la noticia de que demócratas y republicanos finalmente acordaron una propuesta de paquete fiscal para mitigar los efectos de la crisis ofrece optimismo a los mercados, después de un par de intentos fallidos… Aunque no existe total claridad de la agenda parlamentaria para pasar la propuesta, las perspectivas del acuerdo de rescate son ahora muy positivas… La pregunta más importante ahora es cuánto tiempo puede durar este repunte incipiente en los mercados y la fortaleza del dólar estadounidense, sobre lo cual la evolución del virus tendrá un rol dominante».
Por su parte, Ronald Temple de Lazard Asset Management comenta que para recuperar la confianza en la economía y los mercados, existen tres requisitos principales:
Un tratamiento para el COVID-19 que reduzca su contagio, duración y gravedad lo suficiente como para que nos sintamos seguros para reunirnos nuevamente en lugares de trabajo y tiendas;
Un apoyo fiscal para sostener el sistema económico mientras la gente no puede trabajar ni comprar;
Unos estímulos monetarios para mantener el flujo de liquidez mediante el mercado crediticio y la economía.
«Con la legislación actual, tenemos por ahora dos de los tres ingredientes clave para recuperar la confianza necesaria», señala.
Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados buscan asentarse y señales positivas para encauzar sus subidas
El mundo mira con atención la evolución de los casos de contagio de coronavirus y los picos de infección porque, en gran medida, su evolución marcará el ritmo de las economías de los países más afectados por esta pandemia. Al calor de estas cifras, los analistas, gestores e inversores intenta identificar si las bolsas ya han caído a sus mínimos y si los primeros rebotes que observamos serán sólidos.
En opinión de Esty Dwek, Head of Global Market Strategies en Natixis IM Solutions (Natixis IM) y Dave Lafferty, Chief Market Strategist de Natixis IM, hay indicios de que lo peor ya ha pasado. “Después de 42 recortes de tipos de interés por parte de los distintos bancos centrales desde comienzos de febrero, los mercados están descontando ahora una recesión, pero no una prolongada. Cómo de drásticas y cuánta duración tendrán que tener las medidas de confinamiento es lo que finalmente determinará cómo de malo será el escenario económico. De momento, los riesgos a la baja permanecen. Esperamos que las recientes medidas ayuden a evitar el peor escenario, pero se necesita un mayor apoyo fiscal para tranquilizar a los mercados, aunque creemos que los riesgos sistémicos permanecen bajos y mantenemos un escenario de lenta recuperación en U”, señala Dwek.
Por su parte Lafferty completa la valoración que hacen desde Natixis IM añadiendo que, en renta variable, “el índice VIX ha bajado de los niveles de hemorragia vistos recientemente, lo que da ciertos indicios de que, aunque queda cierto dolor por sufrir por los mercados, lo peor en la caída de la renta variable podría haber pasado ya. Acertar con el timing de mercado es imposible, pero estamos viendo algunas valoraciones que parecen interesantes. En todo caso, todo esto es sujeto a revisión. Si la pandemia no está bajo control para mayo o junio, entonces nuestras previsiones podrían ser demasiado optimistas”
Según el último informe de BlackRock, un considerable estímulo fiscal para reducir el impacto económico del coronavirus está en camino, y está siendo subestimado por los mercados. En su documento apunta que, en última instancia, “los mercados se asentarán si se cumplen tres condiciones”:
Visibilidad en la escala definitiva del brote de coronavirus y evidencia de que la tasa de infección ha alcanzado su punto máximo de contagio a largo plazo
Un despliegue de paquetes de políticas creíbles y coordinadas
Confianza en que los mercados financieros están funcionando correctamente.
“Una vez que entendamos mejor la escala y el impacto del brote, la respuesta política se preparará para una eventual, y fuerte, recuperación. Por eso nos mantenemos neutrales en cuanto a los activos de riesgo y creemos que los inversionistas deben adoptar una perspectiva a largo plazo. Fomentamos la resiliencia de las carteras mediante una asignación por índices a bonos del Estado, acciones de alta calidad, efectivo e inversiones sustentables. Para los inversionistas a largo plazo, vemos creación de valor en los activos de riesgo”, señalan desde BlackRock.
En opinión de Amundi el mercado está buscando “un verdadero catalizador”. Según indica su último análisis de mercado los inversores han pasado de subestimar la gravedad de la crisis (mercados boyantes) a una escalada global completa (con EE.UU. uniéndose a las medidas de emergencia) que ha llevado a una disrupción y sobre-reacción en los mercados. “Todavía estamos en esta fase de sobrerreacción y es probable que continúe durante algún tiempo, ya que el flujo de noticias es intenso. Es importante mirar a China e Italia como indicadores adelantados de lo que los países pueden esperar. Los datos macroeconómicos, como es lógico, serán muy débiles, como hemos visto en las cifras de ventas al por menor y producción industrial de China en enero y febrero”.
Las consideraciones de la gestora indican que lo que será vital es que la actividad se reanude después de las medidas de contención. “Una vez más, China es nuestro indicador adelantado. Italia será crucial en la evaluación del impacto y la duración de la crisis en Europa, seguida por EE.UU. Todavía estamos en una etapa demasiado temprana para ver grandes mejoras; las próximas dos semanas serán críticas para ver los efectos de las medidas de contención y para estimar la duración potencial de la contracción económica. Cualquier sorpresa positiva o negativa en este sentido moverá el sentimiento del mercado. Además, la reanudación de la actividad en China permitirá evaluar el riesgo de un segundo brote”, añade en su informe Amundi.
Señales positivas
Desde Robeco también ven algunas señales positivas en mitad de esta crisis de mercado y sanitaria. “Entender lo que nos ha llevado hasta aquí requiere que echemos la vista atrás y analicemos la tendencia a largo plazo de las últimas décadas: la tendencia secular. A lo largo de los últimos 20-30 años han venido desarrollándose distintos focos importantes de desequilibrio en la economía mundial. En mi opinión personal, su causa reside en la gran voluntad de los bancos centrales de evitar o suavizar las recesiones. Ya en la era Greenspan veíamos que, en cuanto la economía deceleraba, la Fed comenzaba a rebajar tipos. Al hacerlo, creamos un superciclo de deuda”, apunta Victor Verberk, director de inversiones y codirector del equipo de Crédito Gestor de la Estrategia Global Credit.
En su opinión es el momento de fijarse esas señales positivas, como por ejemplo las decisiones que están tomando los gobiernos e instituciones monetarias mundiales. Y señala que, ante la evidente recesión que estamos iniciando, hay buenas noticias: “A diferencia de lo que sucedió en 2008, esta vez los políticos están comprendiendo mucho más rápido que nos encontramos ante una situación precaria. Sobre todo porque las grandes empresas y las pymes, al igual que sus propios votantes, están sufriendo. En 2008, eran los bancos y Wall Street, que ya habían ganado mucho dinero, los que necesitaban ser rescatados, y eso no era plato de gusto. Ahora mismo, se observa una reacción mucho más rápida y parece que se van a adoptar medidas presupuestarias de estímulo. El movimiento se demuestra andando, por supuesto, pero al menos hay alguna noticia positiva”, explica.
Otro aspecto positivo que Verberk observa es la velocidad de la oleada de ventas. En este sentido apunta que “la venta masiva que ha tenido lugar tanto en el mercado de renta variable como en el de crédito no tiene precedentes. La velocidad de esta venta masiva, o el ritmo de ampliación de los diferenciales, han sido mucho mayores que en 2008. En los mercados de renta variable, por ejemplo, hemos caído en un mes lo mismo que en casi un año durante la crisis de 2008. De modo que la velocidad de la oleada de ventas es muy alta, y eso en sí es algo bueno”.
Pixabay CC0 Public Domain. El coronavirus golpeará con fuerza las calificaciones crediticias de China, Japón, Italia y Turquía
La contención estricta, la acción económica exhaustiva y la gran inyección de liquidez son cruciales, de acuerdo con Giacomo Barisone y Alvise Lennkh, del equipo de Finanzas Públicas de Scope Ratings, para mitigar la crisis de COVID-19. Según sus valoraciones, los gobiernos europeos están promulgando dos tipos de políticas: por un lado, medidas de contención para responder a la crisis de salud pública y, por otro, políticas que contengan el impacto económico.
Desde Scope Ratings, sostienen que si bien es cierto que las medidas de contención estrictas son negativas para el crecimiento a corto plazo, si estas logran ralentizar el contagio -como ya lo han hecho en China o Taiwán-, serían adecuadas para “aplanar gradualmente la curva” de infección. “Es decir, estas medidas de contingencia asegurarían una tasa de transmisión más lenta y, por lo tanto, reducen la presión sobre la capacidad hospitalaria y los fallecimientos”, aseguran desde la firma.
No obstante, y aunque estas medidas reduzcan la transmisión del coronavirus en los próximos meses en el hemisferio norte, el equipo de Scope consideran «fundamental»que los gobiernos se centren en aliviar el impacto de la crisis en las empresas y los hogares.
Liquidez para autónomos y pymes
“Lo que se necesita es que los gobiernos y la Comisión Europea tomen medidas, sobre todo las que garanticen la liquidez y den apoyo a los colectivos con mayor riesgo de sufrir las consecuencias de la pandemia, como los autónomos o las pequeñas empresas”, afirman desde Scope.
Puesto que es poco probable que los bancos concedan préstamos a compañías que ahora son más vulnerables por la pérdida de ingresos, una sólida contención y medidas de apoyo económico y de liquidez podrían “propiciar una recuperación muy gradual, que se espera que comience a mitad de 2020”, subrayan Barisone y Lennkh. Sin embargo, no descartan que los riesgos de contagio del virus y/o una nueva ola en otoño o invierno puedan tener impacto en este mismo periodo.
Banco Central Europeo: más flexibilidad y margen de maniobra para la compra de activos
“El BCE ha presentado un buen paquete de medidas de emergencia para contrarrestar la conmoción, que incluye liquidez a un precio atractivo para el sistema bancario y la compra adicional de activos para aliviar el nerviosismo del mercado”, subraya el equipo de Scope. Además, combinado con el paquete previamente anunciado, el Programa de Compras de Emergencia en Caso de Pandemia (PEPP) de 750.000 millones de euros de nuevas compras de valores de los sectores público y privado que se extiende, como mínimo, hasta finales de 2020, implica la compra acumulativa de nuevos activos por casi 1 billón de euros.
Asimismo, al realizar compras de valores con una mayor flexibilidad en cuanto al tiempo y a las distintas clases de activos y jurisdicciones, el BCE permite un mayor margen de maniobra. Es el caso, por ejemplo, de la exención que permite la compra de valores griegos. Además, destacan que la Supervisión Bancaria del BCE haya anunciado que proporcionará capital temporal y alivio operativo a los bancos de la zona del euro, lo que debería “mitigar las consecuencias procíclicas e imprevistas”.
“Esta decisión del BCE también permite considerar la posibilidad de modificar los límites de los emisores del sector público y de facto activar las transacciones monetarias directas sin condicionalidad, facilitado por la distribución anticipada de las compras para determinados países”, subrayan desde Scope.
Estas medidas ponen de relieve, según Barisone y Lennkh, el compromiso de las autoridades por evitar que el impacto del COVID-19 agrave la crisis financiera existente, que podría, si no se controla, empeorar la situación económica global causada por la pandemia.
Los esfuerzos no son suficientes para evitar un menor crecimiento
Pese a los esfuerzos de los organismos por apoyar las economías de la Zona Euro, desde Scope Ratings prevén una fuerte revisión a la baja del crecimiento en el primer semestre de 2020.
“Antes del estallido de la crisis de COVID-19, esperábamos un crecimiento moderado de la zona euro de poco más del 1% para 2020. Ahora, dependiendo de la duración de los cierres, el impacto económico será severo”, advierten los expertos. De media, en línea con las recientes actualizaciones del BCE, asumen una disminución de 1.5 a 2.0 pp, por ahora, en el crecimiento por cada mes que un país esté en bloqueo. Esto implicaría un crecimiento negativo para la Eurozona en 2020.
No obstante, todavía es pronto para saber si las respuestas de contención, tanto fiscales como monetarias, han sido suficientes. Desde Scope Ratings aconsejan frenar el contagio hasta que se disponga de una vacuna. “Cuanto antes funcionen las medidas de contención, antes podrán relajarse las medidas, haciendo que las empresas y los hogares vuelvan a la normalidad. En este contexto, las respuestas políticas a nivel nacional y europeas se están acelerando y van en la dirección correcta”, asegura el equipo de Finanzas Públicas.
El rating de los países apalancados se pone a prueba
Además, todos los focos están puestos en si los países incumplirán la norma del 3% del déficit de la Comisión Europea. Para evitar más presión fiscal, el organismo ha contemplado, en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, desviaciones sobre esta norma en circunstancias excepcionales. Por ello, la Comisión Europea “será indulgente”, al menos durante 2020.
“Incluso si las cifras de déficit de los países para 2020 superan el 3%, como puede ser el caso de Italia (BBB+/Estable), Francia (AA/Estable) o España (A- /Estable) por ejemplo, los estados miembros seguirían cumpliendo las normas presupuestarias, ya que es probable que éstas se adapten o se suspendan para 2020”, añaden los expertos.
Ahora bien, advierten que habrá que evaluar si las medidas fiscales temporales y urgentes, promulgadas por los gobiernos para contrarrestar la emergencia de salud pública, tendrán implicaciones que persistan también a medio plazo.
“Dadas las circunstancias, la perspectiva de que en 2020 se produzcan déficits fiscales puntuales más cercanos o superiores al 3% del PIB no es, en sí misma, una razón para rebajar la calificación crediticia de un país. La magnitud y la posible duración del shock simultáneo a la baja demanda y oferta, a causa de la crisis, justifican un importante esfuerzo fiscal para mitigar el impacto económico”, añaden desde Scope.
La pandemia es un factor externo que, en última instancia, afectará a la mayoría de los países del mundo, aunque en distintos grados, según la eficacia de las medidas de contención, la capacidad hospitalaria, las respuestas políticas y las estructuras económicas, junto a la flexibilidad fiscal.
“Como se ha señalado anteriormente, COVID-19 está aumentando los riesgos, especialmente para los países que ya experimentan un bajo crecimiento y/o los que tienen endeudamientos elevados, vulnerabilidades externas o fragilidades del sistema financiero. Entre los países cuyas calificaciones soberanas podrían verse más afectadas se encuentran China (A+/Negativo), Japón (A+/Estable), Italia (BBB+/Estable) y Turquía (BB-/Negativo)”, subrayan Barisone y Lennkh.
Pixabay CC0 Public Domain. El 73% de los inversores confía más en las recomendaciones de un asesor que en las de un roboadvisor
La Asociación de Gestión de Inversiones Alternativas (AIMA) y KPMG han publicado los resultados de una encuesta realizada a gestores y a inversores institucionales sobre cómo ha evolucionado la demanda de hedge funds que cumplan con los criterios ESG. Según su estudio, el 84% de los gestores afirmó que existe un mayor interés por los fondos y estrategias orientadas a la ESG, en el universo de los hedge funds.
Entre sus conclusiones, logradas tras analizar una muestra de 135 inversores institucionales, gestores de hedge funds y gestores de larga duración con un total de 6.250 millones de dólares en activos bajo gestión distribuidos en 13 países, también destaca que existe una creciente demanda de este tipo de inversiones, que se busca que la inversión esté alineada con unos valores corporativos y que es más sencillo ofrecer inversiones vinculadas con el factor de sostenibilidad.
En líneas generales, la encuesta muestra que los inversores ven la inversión ESG como un forma de cumplir sus expectativas de rentabilidad, así como de aportar a la sociedad. Por ello, la encuesta muestra que los inversores esperan que, cada vez más, los gestores activos les ofrezcan rendimientos atractivos, pero teniendo en cuenta los criterios EGS. “La tradicional ecuación riesgo-rendimiento se está reescribiendo para incluir los factores ESG. En la industria de los hedge funds, la ESG ha pasado de ser un bien que se puede tener a un bien que se debe tener», señala Anthony Cowell, jefe de gestión de activos de KPMG en las Islas Caimán y coautor del informe.
Según los datos que muestra el informe, el 45% de los inversores institucionales basan ahora sus inversiones en hedge funds en criterios ESG bajo la consideración de que es una oportunidad para generar alfa, al tiempo que ofrecen una cartera más defensiva al mirar aspectos que el mercado podría acabar valorando como riesgos potenciales.
Respecto al punto de vista de los gestores de hedge funds, la encuesta señala que “han respondido adecuadamente al avanzado ciclo de adopción de los criterios ESG” en su oferta. El 15% de los gestores de hedge funds consideran que la aplicación de estos criterios están en un fase de madurez, por lo que están presentes en las políticas de inversión, análisis y datos que manejan. Otro 44% considera que la industria está más en una fase de “adopción”, mientras que solo un 10% señala que aún estamos en una primera etapa de “concienciación” y que realmente no se aplican del todo.
Según Andrew Weir, jefe global de gestión de activos de KPMG, KPMG International, y socio de KPMG China, “la sostenibilidad está destinada a remodelar el ecosistema de los mercados de capital y los comportamientos de sus participantes. Requiere cambios respecto a la mentalidad con la que tradicionalmente se ha invertido. Poco a poco se convertirá en un estándar clave de la inversión”.
Por último, la encuesta señala que el 29% de los gestores de hedge funds y el 11% de los inversores institucionales están consideran “positivos” los resultados de su inversión, pese a que en el actual entorno no se tenga un visión clara de qué son y cómo se miden los criterios ESG. «El desarrollo y creación de la infraestructura necesaria de datos, conocimiento y tecnología está resultando un desafío. El progreso puede no ser suficiente, pero sigue siendo exponencial. Los inversores y sus gestores están teniendo que subir una empinada curva de aprendizaje a través de aprender haciendo”, señala Amin Rajan, CEO de CREATE-Research y coautor del informe.