FlexFunds y Participant Capital tienen el agrado de invitarle al Workshop ¿Cómo Acceder a Inversores Globales para Proyectos Inmobiliarios? que estarán presentando en la Expo Real Estate Perú, el encuentro de inversiones en Real Estate más importante del país.
Participant Capital – Royal Palm Companies, una de las empresas mas importantes en el sector de real estate de Estados Unidos, explicará cómo capta capital internacional de manera exitosa para sus proyectos inmobiliarios, utilizando la solución deFlexFunds.
El workshop tendrá lugar el miércoles 25 de septiembrea las 16:00 horasen el Swissotel Lima,y será realizado por el Relationship Manager de FlexFunds, Nicolás Martinez en conjunto con Andrés Valdivieso de Participant Capital.
Con más de 2.500 millones de dólares en activos titulizados y presencia en Las Américas, Asia, Europa y Oriente Medio, FlexFunds es un líder reconocido en la estructuración de vehículos de inversión personalizados para instituciones financieras, asset managers, hedge funds y family offices.
Participant Capital – Royal Palm Companies, es una de las empresas inmobiliarias líderes en Estados Unidos. Con más de 40 años de experiencia y una cartera inmobiliaria de 2.000 millones de dólares, fusiona el desarrollo inmobiliario y la experiencia en gestión de fondos de su equipo, para crear vehículos de inversión. Entre sus proyectos destacan PARAMOUNT MIAMI WORLDCENTER y PARAMOUNT BAY.
El crecimiento del PIB, excluidas las recientes crisis económicas, cayó a mínimos históricos a principios de este año. Asimismo, todas las economías de la región se enfrentan a problemas políticos internos, dadas las consecuencias colaterales de la ruptura comercial de los EE.UU. y China, y a una deuda que los hace especialmente vulnerables a las fluctuaciones del dólar estadounidense.
Sin embargo, aunque colectivamente se encuentran entre los mercados emergentes con peores resultados y es difícil construir un escenario de inversión positivo para cualquiera de ellos, cada uno de ellos tiene problemas diferentes.
“En primer lugar, existen algunos puntos en común. La disputa comercial entre China y EE.UU. ha tenido un profundo impacto en la región y explica gran parte de los riesgos económicos externos. Aun así, con una inflación en su mayoría baja, los bancos centrales emergentes tienen espacio para recortar los tipos de interés”, asegura Stéphane Monier, director de Inversiones de Lombard Odier.
“De hecho, este año Brasil, México, Perú y Chile ya lo han hecho. Sin embargo, las perspectivas de los precios de las materias primas se encuentran bajo presión a medida que la economía china se desacelera y los flujos comerciales continúan alterándose”, añade.
En este contexto y dada la actual situación precaria en la que se encuentran las economías de América Latina, Stéphane Monier, ha realizado un análisis de las principales regiones de la zona:
Brasil: geopolítica y pensiones
La mayor economía de la región y la octava más grande del mundo, sufre de un bajo crecimiento de la productividad y del envejecimiento de la población. Para Monier, “a primera vista, la recuperación económica de Brasil parece estar en sus primeras etapas, con una gran capacidad, una cuenta corriente casi equilibrada y una inflación que se ha reducido a la mitad desde 2016”. El Banco Central de Brasil (BCB) reinició la reducción de los tipos de interés en julio, llevándolos a un mínimo histórico del 6,0%, e impulsando las expectativas de continuar en esa línea.
La recuperación se estancó tras los escándalos de corrupción, el empeoramiento de la seguridad pública y el bajo crecimiento, junto con la promesa de ser duro contra el crimen, esto ayudó a Jair Bolsonaro a llegar a la presidencia el año pasado.
En la actualidad, el crecimiento ha disminuido de forma constante desde principios de año. En 2018, el PIB real creció un 1,1% y podría aumentar un 0,8 por ciento este año, según el Fondo Monetario Internacional. Esto ha decepcionado a los inversores que habían mantenido sus expectativas políticas en el nombramiento de Bolsonaro y esperaban un rápido cambio económico.
Según Monier, “la cuestión clave a la que se enfrenta Brasil es la urgente necesidad de reformar el sistema de prestaciones y elevar la edad de jubilación”.
El sistema de pensiones llevó el déficit público al 7% del PIB a principios de este año y, si no se reforma, la deuda de Brasil será tan grande como el total de su economía dentro de tres años. La reforma de las pensiones y de los impuestos, junto con un proyecto de ley económica recientemente aprobado, podría tener un gran impacto. El paquete ante el Congreso podría aumentar el crecimiento del PIB hasta un 2,4% en 2020, dice el FMI.
Sin embargo, el presidente Bolsonaro se encuentra cada vez más aislado geopolíticamente. Actualmente, las relaciones entre el presidente y el resto del mundo se han deteriorado en medio de la preocupación internacional por los incendios amazónicos y los sentimientos proteccionistas.
México: petróleo y déficit
“El aumento de las tensiones comerciales también ha socavado la demanda de las exportaciones de bienes de México. Aunque, a diferencia de Brasil, México tiene un modesto déficit presupuestario” comenta Monier.
Sin embargo, la economía de México se basa en Pemex, la compañía petrolera nacional. La caída de la producción ha convertido al país en un importador neto de petróleo y, en junio, Fitch rebajó la calificación crediticia de Pemex a «basura» y Moody’s puso a la compañía en una perspectiva negativa. En el cargo desde el año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, está considerando contratos con el sector privado, lo que podría mejorar la producción de petróleo.
Después de la elección de Trump en 2016, el peso mexicano cayó y la inflación se aceleró, empujando al banco central a un ciclo de subidas. Ese ciclo está terminando a medida que los encargados de la formulación de políticas recortaron las tasas al 8% en agosto. “La postura moderada de la Reserva Federal de los EE.UU. en los últimos meses debería dar al banco central un margen adicional para los recortes de tipos en los próximos meses” comenta Monier.
Para Monier, “sin esfuerzos para reducir los impuestos y un aumento en las mejoras de la productividad de Pemex (además de una reciente inyección de capital y un alivio fiscal), el déficit fiscal del gobierno sólo puede deteriorarse. Y aunque cualquier mejora en el panorama comercial más amplio entre EE.UU. y China ayudaría, en sus relaciones con EE.UU., el izquierdista/populista AMLO no puede parecer que haga concesiones en temas delicados como la inmigración o la seguridad fronteriza”.
Argentina: controles de incumplimiento y de capital
La lista de males de Argentina incluye la alta inflación, la deuda denominada en moneda extranjera, la importante cuenta externa y el déficit presupuestario. Argentina entró en recesión el año pasado y ahora se está tambaleando por tercera vez desde el año 2000.
Las elecciones primarias de agosto desbarataron las expectativas con un amplio margen de victoria para el aspirante presidencial Alberto Fernández, que se enfrentará al titular Mauricio Macri en octubre.
La incertidumbre política se ha sumado a las tensiones por un paquete impopular del FMI, diseñado para ayudar al país a hacer frente al servicio de la deuda pública, que asciende al 80% del PIB, y cuatro quintas partes de la cual está en moneda extranjera, principalmente en dólares estadounidenses. El peso se ha debilitado hasta un 22% frente al dólar en el último mes. Esto se sumó a las dificultades de la deuda argentina e incrementó las presiones inflacionarias, lo que llevó al banco central a considerar la posibilidad de ajustar las tasas de interés.
Frente a un listado de preguntas sobre la capacidad de Argentina para pagar sus deudas, el 1 de septiembre el gobierno introdujo controles de capital, limitando las transferencias y compras de dólares estadounidenses a 10.000 dólares mensuales en un esfuerzo por apoyar al peso.
Para Monier, “esto sólo puede perjudicar aún más las posibilidades de reelección del Sr. Macri. El país se encuentra en modo de gestión de crisis y sigue siendo uno de los mercados emergentes más inestables”.
Chile y Perú: cobre y China
El Banco Central de Chile redujo las tasas de interés y su pronóstico de crecimiento económico para reflejar la cambiante demanda comercial y la creciente inflación. El crecimiento económico probablemente alcanzó su punto máximo el año pasado y la dependencia del país de la deuda en moneda extranjera en el sector no financiero se encuentra entre las más altas de las economías emergentes.
“Chile produce casi un tercio del cobre del mundo, lo que representa hasta una sexta parte del PIB del país, y los precios podrían caer en promedio alrededor del 9% este año, en comparación con 2018, según el Banco Central. El cobre es un importante barómetro de la actividad económica y China es el mayor consumidor de cobre del mundo, lo que hace a Chile vulnerable a la desaceleración china” explica Stéphane Monier, director de Inversiones de Lombard Odier.
Los fundamentales económicos de Perú parecen sólidos, con una sólida cartera de inversiones a partir de 2018, un sólido entorno empresarial y condiciones financieras acomodaticias, incluyendo un bajo déficit en cuenta corriente. El país es también el segundo mayor productor de cobre del mundo, pero aquí, las protestas contra la minería han bloqueado las operaciones en el país en las últimas semanas.
Para Monier, “Perú podría convertirse en una de las economías de más rápido crecimiento en la región a medida que el gobierno trabaja para diversificar la economía y alejarla de la minería y el consumo aumenta mientras la clase media del país se expande. Al igual que Chile, Perú es vulnerable a cualquier desaceleración china en el corto plazo y sigue dependiendo de la inversión extranjera”.
Colombia: Las FARC y la IED
Con su alta dependencia del petróleo, que representa la mitad de las exportaciones, Colombia es vulnerable a los choques externos y trabaja para reducir su déficit en cuenta corriente. Políticamente, el país está dividido por la paz con las FARC rebeldes y se enfrenta a la afluencia de refugiados de la vecina Venezuela. No obstante, una retención menor y más favorable para los inversores, así como el fortalecimiento de los derechos legales favorecen la atracción de la inversión extranjera directa.
Para Monier, “el banco central ha reducido las tasas al 4,25% y, a menos que los precios del petróleo se desplomen, esperamos que los responsables políticos mantengan las tasas en suspenso y posiblemente inicien un ciclo de senderismo a finales de este año”.
“Cualquier otra debilidad de la moneda puede socavar la capacidad de los bancos centrales de Latinoamérica para seguir reduciendo los tipos de interés e incluso obligar a los que tienen altos niveles de deuda en moneda extranjera a invertir el curso y volver a subir los tipos de interés. En este contexto, el fin de las tensiones comerciales sería el mayor catalizador para mejorar la fortuna económica de la región, con la posible excepción de los desafíos de Argentina. Mientras tanto, la reducción de las tasas de interés sin duda contribuirá a mitigar las presiones económicas de la región. Por ahora, como inversores, las estrategias carrypueden ofrecer oportunidades. Sin embargo, en términos más generales, es difícil ser más que cauteloso en este entorno, en el que una serie de choques externos o internos de este tipo puede socavar aún más las economías de América Latina”, añade Monier.
Los factores relacionados con la oferta se colocan como prioridad a la hora de reforzar el crecimiento económico y la productividad en Europa, de acuerdo con el análisis publicado Scope. El estudio, que ha examinado cómo los factores relacionados con la oferta (productividad, horas trabajadas por empleado, tasas de empleo, tasas de participación y demografía) han contribuido, por región y país, al diverso historial de crecimiento acumulativo de Europa, apunta a la necesidad de reformas estructurales por el lado de la oferta que impulsen el crecimiento económico.
«Ante el estancamiento de los beneficios del mercado laboral, los principales gobiernos europeos tendrán que impulsar la productividad, aumentar las tasas de participación e incrementar el número de horas trabajadas a través de reformas en la regulación laboral y fiscal, así como mejorar la integración de los trabajadores migrantes», afirma Giulia Branz, analista de Scope.
Como ejemplo, el informe muestra el crecimiento acumulado en la periferia de la eurozona, donde ninguno de los países ha registrado grandes mejoras en los niveles de productividad. Portugal, España y Chipre recogen un crecimiento de en torno al 10% y superan a Italia y Grecia, donde no ha habido prácticamente cambios.
Sin embargo, el informe también hace referencia a la mejora de las tasas de participación de la fuerza de trabajo que compensa la disminución de la media de horas trabajadas y a las tasas de empleo impulsadas por la recuperación económica que han apuntalado el crecimiento en los países más afectados por la crisis.
Alvise Lennkh, director de análisis soberano de Scope Ratings apunta que los gobiernos tienen que aumentar la calidad del empleo. Para ello, el analista asegura que han de invertir en cualificación, con el fin de incrementar la productividad junto con un crecimiento continuo del empleo. El análisis de Scope sugiere que uno de los principales retos para las principales economías europeas es “invertir el reciente descenso del crecimiento de la productividad, que fue un motor clave del crecimiento entre 2000 y 2006”.
También en referencia a las economías europeas centrales, Scope se detiene en el caso de Francia y Alemania. Por un lado, el estudio confía en las recientes reformas en Francia para mejorar la tasa de participación laboral y el historial del país de aumentos relativamente bajos de productividad. Alemania, por su parte “necesita reformas para hacer frente a la reducción de la media de horas trabajadas por empleado y a la disminución de su población en edad de trabajar”.
«Ante el estancamiento de los beneficios del mercado laboral, los principales gobiernos europeos tendrán que impulsar la productividad, aumentar las tasas de participación e incrementar el número de horas trabajadas a través de reformas en la regulación laboral y fiscal, así como mejorar la integración de los trabajadores migrantes», afirma Branz.
Compass Group, una de las mayores administradoras generales de fondos de América Latina, realizará entre el 24 y el 27 de septiembre próximo el seminario internacional denominado “Investor Day 2019”, que tiene como objetivo examinar el estado actual de los mercados latinoamericanos y mundiales, así como las oportunidades que el presente escenario ofrece a los inversionistas.
El encuentro, que contará con la colaboración de Investec Management y Wellington Asset Management, se realizará durante cuatro días seguidos en Buenos Aires, Montevideo, Santiago y Bogotá y ha despertado una gran expectativa entre la comunidad de inversionistas del continente.
Compass Group realiza este seminario desde el año 2015 en forma anual, el cual ha adquirido especial importancia en el entorno local de inversiones, en especial entre clientes institucionales y asesores financieros, dada la calidad de los expositores, temas tratados y asistentes, lo que hace que cada año sea un evento esperado por el mercado.
Unigestion abre oficina en Copenhague con el objetivo de cubrir desde allí el mercado nórdico y como parte de su estrategia de crecimiento. Según ha explicada la firma independiente de gestión, su intención es “servir mejor a los intereses de los inversores de los países nórdicos”.
Además, Unigestion considera que con esta oficina podrá aumentar la base de sus inversores en toda la región y “trabajar más cerca de los inversores que buscan estrategias únicas de inversión, incluidas soluciones con criterios ESG a medida”, explican desde la gestora. Básicamente, desde Copenhague atenderá a los intermediarios de Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia y los Países Bajos.
Según explica la firma, Per Lawӕtz Hansen dirigirá la nueva oficina de Copenhague, quien se unió al equipo de desarrollo comercial de Unigestion como jefe de los países nórdicos en diciembre de 2018. Antes de unirse a la gestora, Per trabajó durante más de 20 años el grupo Nordea desempeñando diferentes cargos de responsabilidad,incluyendo en los departamentos de ventas y gestión de clientes.
«La apertura de la oficina de Copenhague subraya el compromiso con nuestra estrategia de crecimiento y con los inversores en los países nórdicos. Para garantizar que podamos tener éxito en la región, es importante que tengamos una presencia local con una comprensión profunda del mercado. Hansen aporta un amplio conocimiento que nos ayudará a fortalecer las relaciones existentes y construir una red más grande en la región”, ha señalado Fiona Frick, consejera delegada de Unigestion.
Por su parte, Lawӕtz Hansen ha señalado que es un buen momento para unirse a Unigestion y contribuir a sus ambiciosos planes de crecimiento. “Unigestion pone un gran énfasis en ESG y la gestión de riesgos, que son algunos de los problemas que más preocupan a los inversores en los países nórdicos. Nuestro enfoque de estos temas resonará con los inversores nórdicos y nos ayudará a destacar en un mercado competitivo e importante”, apunta.
Para muchos expertos y gestoras, China es el gran futuro de la industria de gestión de activos. El crecimiento de su economía y un mayor número de inversores institucionales hacen que este mercado gane atractivo y que los grandes players del sector miren a Asia. Según los datos de Cerulli Associates, tanto las ventas de fondos como los activos que éstos tienen bajo gestión aumentaron en 2018 un 11,7%. Incluso, los ETFs crecieron a un ritmo del 53,4% hasta alcanzar los 707.600 millones de renminbis.
Y la tendencia para 2019 continuará. “Pese a que el aumento de activos bajo gestión por parte de los fondos fue inferior a lo registrado en 2017, hay que seguir considerando que el crecimiento que se está dando es considerable dada la debilidad del mercado de valores”, apunta el último informe publicado por Cerulli Associates.
Durante el último año, los fondos monetarios fueron los productos más favorecidos, tanto es así que registraron 6.300 millones de renminbis en entradas. Sin embargo, en comparación con 2017, los datos muestran que los fondos de bonos y los de renta variable no tuvieron unos flujos de entrada tan fuertes. Mientras tanto, los ETFs, excluyendo los ETF del mercado monetario, atrajeron la mayor cantidad de entradas en los últimos siete años, con un valor de 190.200 millones de renminbis.
Según Cerulli Associates, como las acciones de China A cayeron más del 20% en 2018, muchos inversores, tanto institucionales como individuales, reajustaron sus inversiones hacia la renta fija. “Los fondos de bonos tradicionales y los fondos de índice de bonos a corto plazo se han visto favorecidos porque los inversores han estado buscando rendimientos estables y a bajo coste. Por otro lado, algunos gestores e inversores han visto en las caídas de renta variable una oportunidad para comprar acciones infravaloradas. Como consecuencia, se han producido entradas masivas en ETFs, fondos de renta fija y fondos de bonos convertibles, especialmente por los signos de recuperación que el mercado mostró a principios de 2019”, explican desde la firma.
En opinión de Miao Hui, un analista senior de Cerulli Associates, “los productos pasivos nunca han ganado tanta tracción como lo hicieron en 2018 y 2019 hasta la fecha, gracias a los movimientos del mercado y los esfuerzos constantes de los gestores para educar a los inversores sobre estos productos, especialmente tras las turbulencias del mercado en 2015. Sin embargo, puede ser demasiado pronto para saber si se están convirtiendo en productos principales, porque a muchos inversores parece que les gusta comerciar con ETF, en lugar de invertir en ellos a largo plazo».
Sin embargo, puede que no haya un mejor momento que ahora para promover productos pasivos en China. “Algunas gestoras ya han comenzado a prestar más atención al desarrollo de nuevas estrategias pasivas. Estos incluyen China Merchant Fund Management y Guotai Asset Management, que recientemente presentaron solicitudes para ETF de índices mejorados. Tales productos agregan una gestión activa en los ETF y son los primeros de su tipo en China”, concluye.
El colapso de rentabilidad de los bonos mundiales desde finales del año pasado se ha hecho patente en los mercados financieros. Las tensiones comerciales, junto con la caída del crecimiento y las expectativas de inflación, han llevado a que el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años baje del 3,2% al 1,5%. Para los inversores de bonos, esta caída de los rendimientos ha generado las mayores ganancias desde el inicio del año hasta la fecha desde 1995 (los precios se mueven de forma inversa al rendimiento).
Sin embargo, la atención de los inversores se centra ahora en las perspectivas de futuro más sombrías. Las curvas de rendimiento alemanas y suizas son totalmente negativas, e incluso el rendimiento de sus bonos a 30 años se sitúan en el -0,1% y el -0,5%, respectivamente. Esto significa que un inversor que invierte 100 euros en bonos alemanes a 30 años sólo recibirá 97 euros dentro de tres décadas. En los países de la periferia, las curvas de rendimiento de España y Portugal son negativas hasta el vencimiento a 8 años.
Actualmente hay más de 16 billones de dólares en bonos con rentabilidades negativas, que representan el 29% de todos los activos de renta fija de grado de inversión mundial (cifras a 22 de agosto de 2019). Recientemente, Nestlé emitió el primer bono corporativo a 10 años con rendimiento negativo. Las emisiones en dólares siguen siendo el último oasis en el desierto de la renta fija, ofreciendo rentabilidades positivas, aunque reducidas.
El gráfico muestra el porcentaje de bonos con rendimiento negativo en el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate Bond.
A pesar de ir en contra de la teoría financiera convencional, las rentabilidades negativas podrían acompañarnos durante algún tiempo. Desde 2009, cuando Suecia probó por primera vez los tipos de interés oficiales negativos, varios países han roto el «límite inferior a cero», ya sea para intentar estimular su economía o para luchar contra el fortalecimiento de su divisa (que perjudica a las exportaciones al encarecerlas). Incluso en EE.UU., la posibilidad de ver los rendimientos de los bonos en negativo es ahora objeto de un debate más abierto. El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo recientemente que «no existe ninguna barrera» a los rendimientos negativos en EE.UU.
Desde el punto de vista de un inversor, esto plantea serias dudas. Después de todo, ¿quién quiere pagar por prestar dinero? Sin embargo, comprar bonos con rentabilidades negativas podría no ser tan loco como parece.
A continuación destacamos seis razones:
Rendimientos cubiertos. Para los inversores globales de renta fija, el conjunto de oportunidades incluye varias regiones diferentes. Normalmente, las inversiones en bonos en moneda extranjera se cubren para eliminar el riesgo de fluctuaciones cambiarias. El coste adicional de la cobertura de divisas puede cambiar el atractivo de los bonos, a menudo de forma bastante drástica. Por ejemplo, el rendimiento a 10 años de la deuda soberana alemana a -0,6% parece poco atractivo para los inversores en dólares estadounidenses. Sin embargo, los tipos de cobertura de divisas se basan en la diferencia entre los tipos de interés a corto plazo de EE.UU. y de Alemania y, dado que los tipos de interés a corto plazo estadounidenses son mucho más altos que los de Alemania, los inversores americanos ganan dinero al cubrir la exposición al euro. Con cobertura de divisas, los inversores estadounidenses pueden obtener un rendimiento del 2,2% si invierten en bonos alemanes a 10 años. Esto es más alto que el 1,6% de rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años de EE.UU. Aunque se espera que la Reserva Federal recorte los tipos de interés, mientras el diferencial entre EE.UU. y la zona euro continúe siendo elevado, los bonos alemanes seguirán siendo atractivos para los inversores estadounidenses. La cobertura de divisas puede transformar las rentabilidades negativas en positivas.
Rentas vs. ganancias de capital. Dejando de lado la cobertura de divisas, los inversores de bonos con rendimiento negativo tienen la garantía de perder dinero si los mantienen hasta el vencimiento. Sin embargo, muchos inversores no tienen la intención de hacerlo. Un inversor que considere que es probable que los rendimientos sigan cayendo podría comprar bonos con rendimiento negativo con la expectativa de que se beneficiará de venderlos, si su visión resulta correcta. Por ejemplo, el bono suizo a 10 años rendía al -0,1% a principios de año. A pesar de ello, a 22 de agosto, habría retornado el 5,6% en lo que va de año. Los rendimientos negativos no son un impedimento para obtener rentabilidad positiva. Por supuesto, esto funciona en ambos sentidos. Cualquier aumento de los rendimientos podría acarrear pérdidas significativas.
Beneficios de la diversificación de la cartera. En un contexto más amplio de asignación de activos, los bonos siguen desempeñando un papel vital, incluso con rendimientos negativos. El gráfico más abajo muestra la correlación a tres años entre los bonos alemanes y el índice DAX alemán. Aparte del período comprendido entre 2014 y 2017, cuando el programa de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) dio lugar a un aumento de los precios de los bonos (menor rendimiento) y a una subida de las cotizaciones bursátiles, ha habido una correlación negativa relativamente fuerte entre ambos. En otras palabras, los bonos han tendido a rendir bien cuando la renta variable ha caído y viceversa. El aspecto de la reducción del riesgo es especialmente importante en tiempos de crisis. En los episodios de «fuga hacia activos refugio», los bonos gubernamentales suelen ser los principales beneficiarios del capital que sale de las acciones. Esto significa que incluso si los bonos con rendimiento negativo restan rentabilidad en condiciones normales, pueden reducir considerablemente el riesgo de una cartera.
Inversores con pasivo. Los inversores relacionados con la responsabilidad o un pasivo, como las compañías de seguros y los fondos de pensiones, no siempre están preocupados por los niveles absolutos del rendimiento o las perspectivas de rentabilidad de los bonos. A menudo compran bonos como una «contrapartida» de sus obligaciones. El valor actual de estas responsabilidades se calcula de diversas maneras, pero suele está fuertemente influenciado por el rendimiento de la deuda pública. Por ejemplo, en la zona euro, los tipos utilizados por el sector asegurador son negativos hasta el vencimiento a 11 años. Por lo tanto, estos inversores pueden comprar bonos alemanes de rendimiento negativo para igualar un pasivo en el futuro. Sus valores se moverán en tándem unos con otros. La alternativa de no comprar activos con rendimientos negativos los expondría a riesgos significativos si los tipos de interés siguieran bajando.
Bonos como cobertura contra la deflación. La mayoría de los activos sufren en periodos de deflación (cuando los precios caen). Los bonos soberanos con cupones fijos son una excepción. Debido a sus pagos de cupón fijo y del principal, retienen su valor y ofrecerán una rentabilidad real positiva (ajustada a la inflación) si la inflación cae por debajo de su rendimiento. En otras palabras, un bono de rendimiento negativo puede proporcionar un retorno real positivo si hay deflación. Por lo tanto, los bonos de rendimiento negativo pueden actuar como cobertura contra la deflación. Aunque la deflación no es una realidad en Europa en este momento, la inflación se ha mantenido obstinadamente baja en los últimos años, pese los esfuerzos de los bancos centrales. Como resultado, muchos inversores están preocupados de que podamos sufrir la deflación en el futuro – Japón ha estado lidiando con ella durante más de dos décadas. Los bonos de interés fijo, ya sean con rendimiento positivo o negativo, serían una de las pocas clases de activos que se esperaría que tuvieran un buen comportamiento en caso de un escenario deflacionario.
Falta de alternativas. Los inversores de bonos soberanos que no estén contentos con pagar por prestar su dinero tienen pocas alternativas que no impliquen asumir un mayor nivel de riesgos: los depósitos apenas rinden e incluso se están viendo casos en los que los bancos están repercutiendo en sus clientes tipos de depósito negativos; almacenar el efectivo físicamente tiene un coste elevado y es demasiado poco práctico; el resto del espectro de la renta fija (corporativa o high yield) implica más riesgo y no es inmune a los tipos negativos… Por tanto, aunque a priori parezca irracional, pensamos que todos estos argumentos respaldarán la demanda de bonos con grado de inversión.
Los analistas consideran que el nombramiento de Christine Lagarde, aprobado ya la semana pasada, dará continuidad a la política acomodaticia establecida por Mario Draghi. Igualmente, se espera que mantenga esa visión de combatir los riesgos de deflación, que ella misma ha expresado desde el FMI, cuando cuando respaldó los tipos de interés negativos y las políticas monetarias no convencionales.
En estes sentido, ¿qué supondrá Lagarde para la política monetaria y la reforma de la UEM? En opinión de Giacomo Barisone, director de finanzas públicas de Scope Ratings, no es probable que haya cambios importante en la reciente política altamente acomodaticia del BCE. “Con un crecimiento económico más lento en la zona euro a medida que aumentan las tensiones comerciales, Lagarde ha afirmado que tanto la política monetaria como la fiscal están justificadas para fortalecer la economía de la región”, explica.
A más largo plazo, Barisone considera que es probable que Lagarde fomente una mayor evolución institucional en el BCE. Durante el mandato de Draghi, el BCE ha ampliado significativamente su conjunto de instrumentos de política monetaria, incluyendo la introducción de su programa de adquisición de activos(QE), las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO) y las operaciones monetarias simples. “Es probable que Lagarde se ajuste a este modelo de innovación de los bancos centrales, ampliando el conjunto de herramientas del BCE y apoyando potencialmente un marco y una estrategia con objetivos de inflación más flexibles y simétricos en el futuro”, añade.
De cara a cuáles serán las principales prioridades, Barisone apunta una muy clara: “Garantizar que el BCE alcance sus objetivos de inflación, con una inflación persistentemente inferior al objetivo actual del 2% o algo por debajo”. El reto será complicado ya que Lagarde dispone de munición limitada para estimular la economía, dado el débil crecimiento de la eurozona y las escasas perspectivas de inflación, a pesar de una política monetaria muy acomodaticia.
Por ahora, Lagarde ha manifestado su apoyo a un nuevo e importante paquete de medidas de estímulo, que podría incluir un recorte de los tipos de interés, la reanudación del quantitative easing y un mayor fortalecimiento de la ya acomodaticia orientación a futuro del BCE, comprometiéndose a mantener los tipos de interés a un nivel más bajo durante más tiempo. “Sin embargo, nuestro punto de vista es que existe un alto riesgo de que un paquete de medidas de este tipo resulte insuficiente para evitar un período más largo de reducido crecimiento y baja inflación en la zona euro”, matiza Barisone.
Por último, el responsable de Scope Ratings también pone la atención en lo que significará la llegada de Lagarde para el futuro de la reforma de la eurozona. En este sentido, destaca la amplia experiencia que tiene en la gestión de la crisis de la deuda soberana de la zona euro, que ha vivido al frente del FMI, supervisando los programas de rescate de varios países de la región. “Al igual que Draghi, aboga por una mayor reforma de la arquitectura institucional inacabada de la eurozona, y pide que se completen la unión bancaria, así como la unión de los mercados de capitales. Más recientemente, en sus respuestas escritas, ha respaldado la reforma de las normas fiscales de Europa, pidiendo cambios que crearían un margen adicional para que los países utilicen la política fiscal durante una recesión y estableciendo una capacidad fiscal común de la zona euro para ayudar a hacer frente a las incertidumbres regionales”, señala.
Según su visión, la mayor ventaja potencial de una presidencia de Lagarde podría ser su capacidad diplomática. “Junto con la futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, podría facilitar un programa de reformas fiscales, estructurales e institucionales más ambicioso y coordinado para la zona euro en un entorno de política monetaria muy acomodaticio”, concluye.
Edmond de Rothschild Asset Management refuerza su área de activos inmobiliarios con el nombramiento de Fiona Southall como especialista senior de ventas para mercados privados. Southall se incorporó a principios de septiembre a las oficinas de la firma en París.
Según ha explicado la gestora, desde su nuevo cargo Southall reportará a Gad Amar, director general adjunto de Edmond de Rothschild Asset Management, que también es responsable del desarrollo de negocios. Southall será responsable de promocionar la gama de productos del mercado privado gestionados por el Grupo Edmond de Rothschild y ofrecerlos a inversores internacionales de private equity, inmobiliarios y de deuda en Infraestructura.
A raíz de este nombramiento, Gad Amar, director general adjunto de Edmond de Rothschild Asset Management, ha declarado: “Los activos inmobiliarios representan una de las competencias clave tanto de Edmond de Rothschild Asset Management como de Fiona Sothhall. Gracias a su experiencia y perfecto conocimiento de este segmento de mercado, nos permitirá reforzar nuestra reputación y aprovechar nuevas oportunidades de negocio”
Fiona Southall cuenta con una experiencia profesional en este ámbito de más de 15 años. Se graduó de la Escuela de Negocios de la Universidad de Strathclyde (Glasgow) y posee la certificación CAIA. Comenzó su carrera en el año 2000 como consultora en Arthur Andersen/Ernst & Young y posteriormente trabajó en el Institutional Client Coverage Group de Merrill Lynch en Londres, cubriendo la línea de negocio de «Seguros/Pensión». En 2006, se incorporó a AXA Investment Managers y desempeñó varias funciones de desarrollo de negocio, en particular como especialista en productos multi-activo y, más recientemente, en el Grupo Real Assets Client Capital.
Las tasas de interés son el costo del dinero y hace años era impensable contemplar que estas fueran negativas. Esto quiere decir que el prestamista o inversor pagará por prestar su dinero, en pocas palabras, tiene asegurada una perdida lo cual es algo que carece de sentido, el problema es que ahora es un hecho en las economías desarrolladas.
Cerca de un tercio del mercado de bonos global (unos 16 billones de dólares) ofrecen retornos por debajo de 0%. Tanto los bonos de corto y largo plazo emitidos por los gobiernos de Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suiza ofrecen tasas negativas. Estos gobiernos son premiados por emitir deuda pues tendrán que retornar a sus compradores menos dinero que el recolectado. Aún más sorprendente, el tercer mayor banco de Dinamarca llamado Jyske Bank ha comenzado a otorgar créditos hipotecarios a 10 años con tasas de -0,5% anual, ahora el banco deberá pagarles a los consumidores y para poner la cereza en el pastel, aproximadamente el 3% de los bonos a nivel global ofrecen tasas de interés mayores al 5%, algo nunca visto.
¿Cómo llegamos aquí? Todo empezó cuando el banco central de Dinamarca redujo en 2012 su tasa de interés de referencia a -0,20%. Posteriormente redujeron su tasa hasta –0,10% el Banco Central Europeo y el Banco Central de Japón en 2014 y 2016, respectivamente.
Hoy en día, “La política de tasas de interés negativas” (NIRP, por sus siglas en inglés) es una herramienta más en el arsenal de políticas monetarias no convencionales de los bancos centrales para enfrentar presiones deflacionarias, apreciación indeseada de las monedas y crecimientos económicos decepcionantes. No es casualidad que los bancos centrales que cubren cerca de ¼ del PIB mundial tienen tasas de referencia negativas.
El único que se salva -por ahora- de este territorio desconocido es Estados Unidos. No obstante, las tasas de interés en la mayor economía del mundo han caído dramáticamente y no son ajenas al entorno global. La nota del tesoro a 10 años ofrece actualmente un rendimiento de 1,7%, acumulando una caída de cerca de 100 puntos básicos en lo corrido del año, en sólo agosto la caída fue de 40 puntos básicos.
Por el momento el punto de inflexión no se ve, cada vez es más riesgoso y menos atractivo el mercado de renta fija y si se quiere obtener un buen retorno en lo tradicional se debe asumir bastante riesgo. Entonces, ¿Dónde pueden encontrar retornos atractivos los inversionistas?, la deuda privada es una interesante opción.
Esta clase de activo brilla en un entorno económico de alta incertidumbre, altos niveles de volatilidad y retornos bajos e incluso negativos porque brinda beneficios como baja volatilidad con desviaciones inferiores al 2%, solidos colaterales, tasas de impago excesivamente bajas, un retorno estable y baja correlación con los mercados tradicionales.
El fondo Katch Global Lending Opportunities (GLO) ofrece estos y otros beneficios como una duración corta pues el plazo de los prestamos normalmente es entre tres y nueve meses, siendo poco sensible al movimiento de las tasas de interés y con un menor riesgo de crédito al ser más previsible el entorno económico, la estabilidad financiera y el perfil crediticio del prestatario. Por otra parte, todos los préstamos del fondo tienen garantías sólidas y la cantidad prestada no supera el 70% del valor del activo que lo respalda.
Las condiciones de los préstamos -como las mencionadas anteriormente- explica en gran medida las bajas tasas de impago. Por ejemplo, en la estrategia de financiación comercial la tasa de incumplimiento en los últimos 15 años incluyendo la Gran Crisis Financiera de 2008, ha sido de 0,1% vs 3,5% de los bonos de alto rendimiento. Adicionalmente la tasa de recuperación es alta, cercana a 75%.
La diversificación es otra gran característica del fondo Katch GLO, con exposición a diferentes estrategias (factoring, prestamos puente, financiación comercial, entre otras) que no tienen correlación entre ellas y a diferentes geografías como por ejemplo Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, que, aunque en 2015 se contrajo 6% -la recesión más fuerte en al menos 50 años-, las tasas de impago en factoring se mantuvieron por debajo de 1%.
En conclusión, ante un entorno de bajas tasas de interés e incluso negativas, los fondos de préstamos privados como el fondo Katch GLO son bastante atractivos gracias a sus características como una correlación muy baja con los mercados financieros tradicionales porque operan en nichos completamente diferentes, las fuertes garantías que reducen sustancialmente el riesgo crediticio y permiten tener tasas de recuperación muy altas en casos de impagos, al igual que rendimientos elevados y muy estables, con muy poca volatilidad es una gran opción para complementar los portafolios de inversión.
Columna de Pascal Rohner, CIO de Katch Investment Group, y Diego Agudelo, analista de research.