Pixabay CC0 Public Domain. Actualización de los mercados de renta variable con Columbia Threadneedle
El próximo 3 de abril, a las 11:00 horas, Columbia Threadneedle organiza un webinar donde el equipo de Renta Variable Global de la gestora realizará una actualización de los mercados, hablará de cómo las carteras han respondido a los recientes acontecimientos y expondrá las oportunidades que esta situación ofrece.
Tras un mes turbulento para los mercados de renta variable, incrementado con las fuertes ventas de petróleo que ha agravado aún más el miedo al impacto del coronavirus en los mercados, estos se mantienen centrados en las medidas de contención del virus y su impacto económico, pese a los esfuerzos de los gobiernos y los bancos centrales para proporcionar un mayor estímulo.
Esta videoconferencia estará dirigida por Gary Collins, director de Distribución para EMEA y Latinoamérica, y contará con la participación de David Dudding, gestor del fondo Threadneedle (Lux) Global Focus Fund y estrategia, Scott Woods, gestor del fondoThreadneedle (Lux) Global Smaller Companies Fund y estrategia, y Andrew Harvie, gestor de carteras de cliente de Renta Variable Global.
Asimismo, el webinar se realizará en inglés, tendrá una duración de 30 minutos, y finalizará con una ronda de preguntas que podrán ser formuladas online durante la conferencia.
Para registrarse, los interesados pueden hacerlo a través del siguiente enlace. Además, el audio de la conferencia podrá seguirse a través de ordenador o teléfono móvil, así como mediante la aplicación gratuita Cisco Webex Meetings, disponible para Android y Apple.
Foto cedidaCamila Astaburuaga, senior portfolio manager New Capital. Camila Astaburuaga: “Aunque los fundamentales se van a deteriorar, hay muchas oportunidades en empresas con altos niveles de caja “
Camila Astaburuaga, senior portfolio manager de New Capital, es parte del equipo que gestiona la estrategia flagship de New Capital del grupo EFG: Wealthy Nations. La estrategia invierte en activos de países con alta capacidad de pago y su objetivo es conseguir maximizar el valor relativo de sus inversiones.
En esta entrevista en exclusiva con Funds Society, la gestora nos da, entre otros, su visión sobre las ventajas de la gestión activa en los mercados de renta fija, la cada vez mayor importancia de los criterios ESG y la evolución del mercado de renta fija tras el estallido de la crisis del COVID-19.
Inversión en bonos baratos en economías con alta capacidad de pago
Astaburuaga nos explica que la mecánica del fondo es sencilla, pero que obtienen excelentes resultados: “Invertimos en bonos baratos en economías con alta capacidad de pago”, declara.
Para evaluar la capacidad de pago de las economías el indicador más adecuado es, en su opinión, el nivel de activos netos extranjeros. “Extranjeros, porque ninguna economía del mundo ha incumplido pagos por tener deuda local ya que pueden devaluar la moneda o imprimir más plata, como Japón”, puntualiza.
Además, critica que las agencias de calificación no tengan en cuenta los activos de la economía ya que de ellos depende la capacidad de un país de pagar su deuda. Así, la estrategia Weatlhy Nations invierte solo en aquellos países con un patrimonio neto extranjero (activos extranjeros- pasivos extranjeros) superior al -50% de su PIB.
En definitiva, de 415.000 bonos disponibles, su universo de inversión queda reducido a 3.000 emisiones una vez se introducen los filtros del fondo (grado de inversión y moneda dura) que son evaluadas individualmente por el equipo de analistas de New Capital. Con respecto a la evolución del universo de bonos, la gestora reconoce que, en los últimos diez años, este ha aumentado en número de emisiones, pero la calidad ha cambiado y la distribución se ha vuelto más binaria. Así, “los ricos se han vuelto más ricos y los pobres más pobres”, recalca.
A la caza activa de los unicornios
“Uno espera que el mercado de renta fija sea perfecto, pero no lo es porque el 80% de los inversionistas en el mercado de renta fija no tienen como objetivo ganar plata: son bancos centrales que tienen como objetivo la inflación, son bancos comerciales con objetivos financieros, aseguradoras que quieren hacer matching de sus activos y pasivos y solo cerca del 20% de los 110 billones de dólares (trillones en nomenclatura aglosajona) está en manos de asset managers tienen como objetivo ganar plata”, explica.
Además, en los últimos años la gestión pasiva ha ido ganado terreno en el espectro de la gestión de activos de renta fija. Para Astaburuaga, invertir en un índice de renta fija es un error, puesto que las empresas más endeudadas son las que tienen mayor peso en el índice. “Y no solo eso, como hay tantos flujos para comprar benchmarks esos bonos además son caros. Se termina invirtiendo en empresas y países sobreendeudados con un retorno muy bajo”, puntualiza.
Para su estrategia, el equipo de análisis y gestión analiza individualmente cada una de las emisiones dentro de su universo de inversión para detectar ineficiencias e invertir en activos con potencial de incremento de su valor relativo, lo que la gestora denomina como unicornios.
Con respecto a esas ineficiencias, Astaburuaga explica que las hay tácticas o estructurales, y que es necesario saber diferenciarlas. A modo de ejemplo de ineficiencias estructurales menciona la influencia de los aseguradores de vida en las curvas asiáticas o los bancos comerciales en Medio Oriente, mientras que las tácticas son las que aportan el valor que buscan.
De esta forma, la presencia por sectores y países es resultado de donde encuentran las oportunidades y no es definida de antemano. No obstante, la construcción de las carteras juega un papel fundamental para definir el peso de cada activo en función de su correlación con el resto y su objetivo de volatilidad que es extremadamente baja, ya que la volatilidad del fondo en los últimos 5 años ha estado por debajo del 3% inferior a la de los bonos del tesoro estadounidense.
Criterios ESG ganan en importancia
“En Europa es la pregunta”, reconoce la experta. Los criterios ESG han estado incorporados en la gestión del fondo desde el principio, aunque han ido ganado cada vez más importancia. Tanto es así, que en EFG hace tres años han creado un equipo dedicado en exclusiva al análisis de estos criterios que incorporan en sus decisiones de inversión. No obstante, la gestora reconoce que las empresas aún tienen mucho por hacer en este ámbito.
El principal desafío sigue siendo la calidad y cantidad de información disponible. “Hay empresas buenas pero que no están al nivel de los estándares de transparencia nórdicos”.
Interesantes oportunidades tras la ampliación de diferenciales
Antes del inicio de la crisis del COVID-19 y debido a las altas valoraciones, el fondo se encontraba en una posición defensiva, es decir, habían mejorado la calidad crediticia de la cartera y acortado duración.
En el último mes, los diferenciales de deuda se han ampliado de forma significativa y se han situado en niveles históricamente bajos, visto solo en momentos muy puntuales del tiempo. La gestora explica que desde finales de febrero han ido aumentando la duración crediticia pero no” tanto la de tipos de interés”, puntualiza. Aun así, la rentabilidad del fondo acumulada a 27 de marzo desde el inicio del año, aunque negativa (-6,8%), ha tenido un comportamiento más favorable que sus principales índices de referencia (-10%).
La experta nos explica que los dos motivos que hay detrás de esta ampliación son el riesgo de liquidez y el riesgo de fundamentales. Las necesidades de liquidez y el pánico generado por la incertidumbre de la crisis sanitaria han provocado un desequilibrio entre la oferta y la demanda de los activos de renta fija complicando el cruce de operaciones, “muchos queriendo entrar por la misma puerta estrecha”, explica Astaburuaga.
Así, los inversores obligados a vender han tenido que deshacerse de lo “que podían vender no lo que querían vender” y eso ha afectado directamente a los activos grado de inversión que componen la cartera del fondo. Sin embargo, este riesgo no le preocupa a la gestora porque “es un riesgo pasajero, que duele, pero pasará”.
Para la experta, el deterioro en los fundamentales de las compañías es el impacto más importante de esta crisis que, según su duración, puede dar lugar a que se observe un deterioro de la calidad crediticia, aunque no un aumento significativo en los defaults de bonos investment grade.
Sin embargo, por el lado contrario, la experta se muestra convencida de que hay muchas oportunidades en empresas con altos niveles de caja donde “estamos siendo más que compensados por los riesgos en bonos IG sobre todo en bonos con duración más alta”. De esta manera, y gracias a la liquidez disponible, el fondo ha podido aprovechar estas oportunidades recientemente. “La volatilidad y los inflows que hemos tenido nos ha dado la capacidad de aprovechar estas oportunidades”, concluye la gestora.
Pixabay CC0 Public Domain. Navegar en medio de la tormenta perfecta
Aunque este revés a la economía no acabe desembocando en una recesión, los mercados lo están sintiendo como tal. La caída del 21% en las bolsas durante 16 días hasta el jueves pasado rivaliza con algunas de las mayores caídas del mercado de la historia, del mismo modo que la ampliación de los diferenciales de crédito de la semana pasada, ha sido incluso más aguda que durante el punto álgido de la gran crisis financiera en 2008.
En total, el S&P 500 ha tenido una caída del 27% desde su máximo histórico, pese a la subida que experimentó en los últimos compases del pasado viernes. Asimismo, los bonos del gobierno estadounidense han servido de refugio pero, bien es cierto que durante estas jornadas, han experimentados la volatilidad de los mercados. Además de la crisis sanitaria que ha causado COVID-19, las medidas necesarias para frenar su propagación provocan una fuerte contracción de la actividad, que tendrán un impacto en el largo plazo.
En este sentido, la economía y mercados globales no han experimentado una situación como esta, por lo que es muy complicado determinar el impacto en los fundamentales económicos y de las empresas. De hecho, las principales economías se están ralentizando y se desconoce hasta cuándo durará esta crisis. Lo que sí se sabe es que cuanto más tiempo pase, mayor será el potencial de deterioro para los hogares y las empresas.
Se ha producido una importante pérdida de liquidez en áreas clave de la renta fija, especialmente en los mercados de financiación, bonos soberanos y deuda corporativa. Esto se debe, en parte, a la reducción del número de intermediarios financieros, a la legislación posterior a la crisis de 2008 que ha dado lugar a un aumento de las reservas por parte de los bancos, y a la limitación del inventario de bonos de empresas en manos de los intermediarios. Por ello, la venta de ETFs, de renta variable o de crédito ha demostrado ser un medio para que los inversores reduzcan el riesgo cuando tienen dificultades para hacerlo en los mercados menos líquidos.
Otra preocupación es la percepción de que los bancos centrales se han quedado sin munición para proporcionar la estabilidad que necesitan los mercados financieros. Con los tipos de interés cercanos a cero en las economías desarrolladas, la política fiscal debe intervenir. Por supuesto, esto implica un proceso político, que es más lento en implementar que la política monetaria.
Respetar la respuesta política a la crisis
Es importante destacar que los activos de riesgo ya se han ajustado a la baja, lo que refleja muchas de las preocupaciones señaladas anteriormente. Con una volatilidad tan elevada en los mercados, incluso la incorporación de pequeñas medidas puede dar lugar a reversiones como ocurrió durante la conferencia de prensa del Presidente Trump del viernes pasado.
Las medidas anunciadas fueron modestas, pero incluso sólo el presagio de un plan de medidas (tras la decepcionante conferencia de prensa del miércoles por la tarde) supuso un impresionante cambio de rumbo en los mercados. Conclusión: dado el amplio escepticismo sobre las medidas políticas, los mercados pueden repuntar de manera vigorosa en respuesta a la más mínima señal de liderazgo.
Por su parte, los bancos centrales tienen todavía capacidad para actuar hasta que lleguen estímulos fiscales significativos. Además de recortar los tipos y poner en marcha una política expansiva QE, la Fed no dudará en volver a reabrir los programas de la crisis financiera para mejorar las condiciones de financiación. El paso más contundente sería retomar una versión del programa TALF, de apoyo al crédito. Sin duda, esta acción proporcionaría un importante alivio de financiación a los bancos y otros propietarios de activos corporativos en dificultades.
Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde tuvo que retractarse de los comentarios de la semana pasada que sugerían que el BCE no tenía que reducir los diferenciales de los bonos soberanos. Desde entonces, el BCE ha incrementado la compra de bonos italianos. Además, el Consejo de Gobierno del BCE ofreció un respiro en materia de regulación a los bancos. El Banco Central de China sigue reduciendo los requisitos de reservas en su sistema bancario, aliviando las restricciones y manteniendo una política monetaria expansiva. Reino Unido y Canadá han anunciado la adopción de medidas monetarias y fiscales coordinadas, que sirve de ejemplo de lo que podría ocurrir en otras economías desarrolladas.
De hecho, hay indicios de que las políticas fiscales estén ganando fuerza. China ha aumentado considerablemente su inversión en infraestructuras a medida que el país recupera su plena capacidad. Alemania, que durante mucho tiempo se ha mostrado reacia a aumentar el gasto, ha dado un claro impulso. Esto marcará el camino para el resto de Europa, incluyendo la flexibilización de las restricciones presupuestarias. La respuesta de Estados Unidos ha sido tan dividida y partidista como siempre, sin embargo, al igual que ocurrió en 2008 con el Programa de compra de activos (TARP), la tensión económica y de mercado puede ser el detonante para que se centren en un paquete fiscal más amplio. En general, la caballería monetaria y fiscal se está movilizando y sería poco inteligente para los inversores ir en su contra.
Foto cedidaFoto: David Page, economista sénior de AXA Investment Managers. Foto: David Page, economista sénior de AXA Investment Managers
Después de un par de semanas de debate, el Congreso de los Estados Unidos finalmente acordó un paquete de estímulos por un total de 2 billones de dólares (trillones en nomenclatura anglosajona). Este es un estímulo sin precedentes, que según indica David Page, responsable de análisis Macro de AXA Investment Managers, representa un 9,2% del PIB.
El paquete de ayudas comenzó como una propuesta republicana en el Senado estimada en 850.000 millones, pero con el transcurso del tiempo se transformado en un paquete que se estima en más del doble de los paquetes combinados durante la Gran Crisis Financiera -la Ley de Estímulo Económico de 2008 y la ley de Recuperación y Reinversión de Estados Unidos (2009). Los demócratas del Senado se habían resistido a la aprobación del anterior proyecto de ley porque no estaban suficientemente centrado en los hogares, los gobiernos estatales o locales. Los demócratas también querían una supervisión suficiente de cómo se distribuiría una gran parte del paquete, para apoyar a las grandes empresas. La noche del miércoles 25, el Senado aprobó la medida con un voto unánime de 96-0 y la Cámara de Representantes realizó una votación a viva voz el viernes 27, con la que el plan de estímulos quedaba aprobado.
El contenido del paquete de estímulo:
Una partida de 500.000 millones en préstamos bancarios y ayuda directa a empresas estadounidenses, estados y gobiernos locales afectados por el virus (incluyendo un paquete de 75.000 millones para grandes corporaciones como aerolíneas).
Un paquete de 377.000 millones de dólares para la pequeña empresa (con menos de 500 empleados) para ayudar a financiar las nóminas de los próximos meses. Estos pagos se estructurarán como préstamos sin intereses de hasta 10 millones de dólares para las empresas, pero serán “perdonados” en proporción al número de trabajadores que se mantengan en nómina.
Una partida de 250.000 millones en cheques directos a individuos estadounidenses (1.200 dólares por persona, 500 dólares por hijo).
Un paquete de 260.000 millones en seguro de desempleo ampliado, aumentando los pagos en 600 dólares por semana y extendiendo la duración de la cobertura durante cuatro meses.
Una partida de 150.000 millones en financiación para los estados.
Un paquete de gasto adicional del gobierno federal de 340.000 millones de dólares.
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Mnuchin, declaró que estos pagos llegarían rápidamente. Afirmó que los préstamos a las pequeñas empresas se realizarían durante la siguiente semana y que los pagos individuales se pagarían en tres semanas. Los demócratas aseguraron una supervisión más precisa de la distribución de fondos de estímulo a grandes empresas después de las acusaciones entorno a la distribución del Programa de Alivio para Activos en Problemas (Troubled Asset Relief Program o TARP) de hace más de una década. Se designará a un inspector general independiente que trabajará con un panel de cinco miembros elegidos por el Congreso. Se generará un informe semanal sobre el desembolso de fondos.
Si bien la magnitud del estímulo es extremadamente alta y es un complemento a la gama de medidas promulgadas por la Reserva Federal, todavía quedan dudas de si incluso serán suficientes. Los gobernadores de Maryland y Nueva York han sugerido que no son una ayuda suficiente para los estados más afectados por el virus.
Según indica David Page, en combinación, la Fed y el Congreso están tratando de ayudar a los hogares y a las empresas estadounidenses a tapar el significativo agujero que dejará el coronavirus en la economía en los próximos meses. El problema es que nadie puede estar seguro de cuán grande será ese agujero. La estimación media de las solicitudes de desempleo (publicada el viernes) es de 1,64 millones, aunque algunos estiman más del doble. El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, recientemente anunció que el desempleo podría aumentar hasta un 30% en el segundo trimestre. Un aumento tan brusco sugeriría una caída de dos dígitos en los ingresos reales disponibles en el segundo trimestre, lo que a su vez exacerbaría una fuerte caída del gasto interno no solo en el segundo trimestre, sino en los próximos trimestres. El paquete de estímulo está diseñado para evitar dicho deterioro particularmente al brindar apoyo directo a las empresas e incentivarlas a mantener a los trabajadores en nómina y a los individuos a través de pagos directos. Esto complementa las acciones de la Fed para facilitar los préstamos para que las empresas puedan mantenerse a flote, mientras pasa la caída de la demanda relacionada con el virus. Pero, en la opinión de Page, solo en las próximas semanas se mostrará el éxito de estas medidas.
El paquete de estímulo aprobado por el Congreso también está diseñado en parte para reforzar la confianza, en particular de los mercados financieros. Hasta este punto, estas medidas han tenido éxito con el índice S&P 500 que repuntó un 10,5% en las últimas dos sesiones de la semana pasada, a medida que la certeza sobre la aprobación del estímulo aumentaba. Esta disminución de las condiciones financieras en parte compensará el endurecimiento material de las últimas semanas, lo que ha proporcionado un obstáculo adicional a la actividad. Los movimientos más amplios del mercado vieron el impacto de la combinación del estímulo con los esfuerzos continuos para frenar los problemas de liquidez en los mercados de dólares.
Los rendimientos a 2 años cayeron 10 puntos básicos a 0,30% en las sesiones recientes, mientras que los rendimientos a 10 años cayeron alrededor de 7 puntos básicos en un periodo similar hasta el 0,79%. El dólar cayó 2,4% frente a una cesta de monedas, a medida que la escasez del dólar ha comenzado a disminuir.
Pixabay CC0 Public Domain. Los bancos españoles, entre los más digitalizados de Europa
Refinitiv ha anunciado el nombramiento de Charles Smith para el cargo de responsable de soluciones digitales de wealth management. Smith liderará las soluciones digitales de gestión de patrimonio de Refinitiv y será responsable de su dirección e impacto estratégico. Según explica la firma, será el encargado del desarrollo de la distribución digital y móvil de Refinitiv, el análisis avanzado y la aplicación de la inteligencia artificial.
“Damos la bienvenida a Charles a Refinitiv durante este periodo de necesidad sin precedentes. Su experiencia en la industria nos ayudará a proporcionar a los clientes la visión y las soluciones de futuro necesarias para navegar en la industria de gestión de patrimonios que cambiará rápidamente en la actualidad”, añade Joseph Mrak, director global de gestión patrimonial en Refinitiv.
Smith se une al equipo de profesionales en Refinitiv dedicado a ayudar a los clientes a enfrentar los nuevos desafíos digitales clave. La industria de gestión de patrimonio se ha visto significativamente afectada, con nuevas empresas fintech que aportan una nueva perspectiva para brindar asesoramiento y soluciones a los inversores. Refinitv invierte en la expansión de sus ofertas de gestión y se compromete a proporcionar a sus clientes lo último en soluciones digitales.
“Estoy emocionado de unirme a Refinitv en un momento importante en la transformación de la gestión de patrimonio. A medida que las nuevas tecnologías evolucionan para mejorar la forma en que los asesores financieros interactúan, planeamos estar a la vanguardia de este cambio y espero ayudar a nuestros clientes a satisfacer sus necesidades digitales, en constante evolución”, asegura Charles Smith.
Antes de unirse Refinitv, Smith pasó ocho años como managing director en gestión de activos y patrimonio de EY donde trabajó con las principales instituciones de servicios financieros de Estados Unidos en áreas clave como la estrategia de productos, jubilación, desarrollo de modelos operativos, mejora de procesos y estrategia de prestación de servicios. Asimismo, Smith ocupó cargos de liderazgo en Fiserv/CheckFree, Misys (ahora Finastra) y Thomson Financial (ahora Refinitiv).
Además, lideró equipos de gestión de productos y marketing centrados en ofrecer soluciones tecnológicas de gestión de patrimonio y ha gestionado equipos de gestión de relaciones centrados en trabajar con ejecutivos de nivel C para utilizar soluciones tecnológicas para impulsar sus negocios. Smith tiene un MBA de Columbia Business School y un AB en economía del Dartmouth College.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Martin Sanchez. Foto: Martin Sanchez
GAM ha recopilado una selección de diferentes artículos de sus gestores para ofrecer a los inversores noticias y actualizaciones con la información de mercado acerca del COVID-19. Además, GAM organiza webcasts en los que los inversores tienen la oportunidad de escuchar a sus gestores e interactuar con ellos.
GAM está monitorizando de cerca la situación del COVID-19 y revisando las recomendaciones de varios gobiernos para asegurar que estamos al tanto de todas las evoluciones y respondiendo en consonancia para salvaguardar la salud de sus empleados y mantener la continuidad del negocio para sus clientes.
Pixabay CC0 Public Domain. Renta 4, Abante y Afi entran en el accionariado de LoRIS
Ante el impacto del COVID-19 en los mercados, AXA Investment Managers organiza, el próximo 2 de abril a las 10:00 horas, una call donde analizará el impacto macroeconómico del coronavirus y presentará una actualización en sus estrategias de inversión.
Con la colaboración de Gilles Moëc, economista jefe de AXA Group, Chris Iggo, CIO de Core Investments, Matt Lovatt, director global de Framlington Equities, y Nick Hayes, jefe de renta fija activa de Reino Unido y gestor del AXA IM Global Strategic Bond Fund, los expertos analizarán las últimas actualizaciones del mercado.
Dirigida a clientes profesionales, la conferencia permitirá a los inversores consultar directamente sus dudas a los expertos. Además, se pondrá a disposición de los clientes la grabación de la llamada, así como un resumen que se enviará a los inversores.
Asimismo, para mantener a sus clientes informados durante este periodo de incertidumbre, AXA IM publicará, cada semana, las opiniones de sus expertos, incluidos macroeconomistas y gestores de cartera, sobre las novedades en los mercados, así como el impacto que registren en sus estrategias y carteras.
Así, los inversores recibirán actualizaciones semanales por correo electrónico sobre los fondos y las estrategias de AXA IM, y serán invitados a participar en llamadas todos los jueves.
Para acceder al registro los interesados pueden hacerlo a través de este enlace.
Kerry Harris será la oradora de «Crisis and Issues Management during COVID-19.» Este seminario web proporcionará una visión general de las mejores prácticas en gestión de crisis y administración de problemas y brindará algunos consejos prácticos sobre cómo crear una arquitectura de mensajería sobre la marcha.
Durante estos tiempos difíciles, es fundamental que las empresas mantengan un flujo de mensajes estratégicos y relevantes para todos los interesados clave que estén vinculados con sus negocios. De esta manera, aseguraremos que el cumplimiento de las mejores prácticas en la gestión de problemas se conviertan en una prioridad, porque la forma en que usted maneje esta situación en la actualidad, reflejará cómo los interesados lo percibirán una vez que estemos fuera de peligro con respecto al COVID-19.
Después de dejar su cargo como Presidenta de la unidad de negocios canadiense de la agencia global de relaciones públicas Weber Shandwick en 2010, Kerry formó Reboot Consulting, una firma de estrategia de marca e implementación estratégica.
Durante más de dos décadas, pasó la mayor parte de su carrera de comunicaciones de marketing construyendo su propia firma internacional de administración de comunicaciones y trabajando con las principales agencias y marcas.
En cuanto a la estrategia de marca y la gestión de crisis y problemas, Kerry ha trabajado internacionalmente con los gobiernos de Bahamas, Sudáfrica, Islas Caimán, Barbados, Turcas y Caicos, Ontario y Canadá en una variedad de sectores, incluidos la RSE, el turismo, los negocios internacionales, servicios financieros, desarrollo económico y comercio, educación y salud.}
En el sector privado, ha trabajado con firmas de servicios profesionales, bancos, compañías farmacéuticas, firmas de servicios financieros, compañías de bienes raíces, compañías de CPG, QSR y varias compañías de hospitalidad.
Kerry habla frecuentemente sobre gestión de crisis y problemas, estrategia de marca y gestión de reputación en la era digital. También fue profesora visitante durante cinco años en la Universidad de Ryerson en el Departamento de Artes de Radio y Televisión, su alma mater.
El sistema aprende de sus errores para no tropezar varias veces con la misma piedra. Por el contario, la condición humana entendida como la ambición o el miedo, permanece inalterada en el tiempo, lo que nos lleva a cometer las mismas torpezas una y otra vez.
Esta crisis será diferente a la del 2008 o de 1929 porque el mercado, como sistema, recuerda su propia historia. Sin embargo queda claro que quienes no aprenden somos nosotros, los inversores, quienes justo un minuto antes de que el mundo entre en crisis, asumimos riesgos que no estamos dispuestos a tolerar cuando las cosas no salen de acuerdo a lo planeado.
Esta semana el Tesoro de los EE.UU. anunció un programa de estímulo fiscal por dos 2 billones de dólares (trillones en nomenclatura anglosajona) ofreciendo una respuesta diferente a la que vimos ante el crash de 1929 pero también durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Recordemos que luego de la quiebra de Lehman Brothers, la salida de la crisis fue liderada por la Reserva Federal y su política monetaria ultra-expansiva (“Quantitative Easing”); mientras que la Casa Blanca, liderada por Barack Obama, “sólo” pudo aprobar un aumento del gasto público equivalente a 4,5% del PBI para ejecutarse a lo largo de dos años.
En esta oportunidad, la administración de Donald Trump, anunció un estímulo del 10% del PBI para 2020 y con un alcance nunca visto en la historia de los EE.UU.
Esto explica en parte que los mercados pudieran acumular tres días consecutivos de alza alejando al S&P 500 de la zona de peligro (2400-2450 puntos).
So far, so good
¿Cómo siguen los mercados después de esta semana? Si pudiéramos tener certeza sobre el éxito de los nuevos tratamientos que está experimentando la OMS en 10 países contra el virus COVID-19, todo sería más sencillo. Lamentablemente hoy sólo tenemos indicios.
¿Qué es lo que sí sabemos? Que desde el 15 de marzo la Reserva Federal está proveyendo de liquidez al mercado para reducir la prima de riesgo, y que los gobiernos de los EE.UU., Alemania y Reino Unido proveerán de ingresos a familias y empresas para que puedan afrontar el pago de sus deudas y evitar que colapse la cadena de pagos. Esta última información no la tenían los inversores la semana pasada.
Ahora que todas están noticias están en los precios de los activos, la pregunta que sigue es si el mercado está para estabilizarse en estos niveles o hay expectativa de nuevas ganancias. Para ver lo segundo, deberíamos tener mayor certidumbre sobre lo siguiente:
a) ¿Cuánto durará la cuarentena en los Estados Unidos: 14 días o 2 meses?
b) ¿Cuándo llegará el pico de contagios en Europa y Estados Unidos: a mediados de abril o a principios de mayo?
c) ¿Cuánto falta para que se comercialicen fármacos que reduzcan el número de personas infectadas que requieren hospitalización?
d)¿Cuán preparados estaremos cuando llegue el otoño en el hemisferio norte?
Una vez que tengamos las respuestas a estas preguntas, la crisis habrá quedado atrás. Pero los mercados, como siempre lo hacen, se anticiparán ante el menor indicio de una cura. Cuando esto ocurra, podremos poner el foco en lo que viene: el complejo camino que implicará regresar a la normalidad, o más bien, a la nueva normalidad.
¿Qué hacer?
La velocidad y profundidad de la corrección obligó el desarme de muchas posiciones apalancadas entre los inversores institucionales. La búsqueda de cash forzó la venta de activos en un “race to the bottom” que trajo como consecuencia una gran dislocación en el sector de U.S. Investment Grade (IG).
¿Por qué se dio este fenómeno en el activo más sólido después de los Treasuries? El universo IG tiene un talón de Aquiles: el elevado porcentaje (hasta el 50%) de compañías BBB, es decir, empresas que serían rápidamente consideradas High Yield (HY) o Junk por las calificadoras en una recesión como la que estamos por atravesar. Esta situación convirtió empresas como Ford o Mark & Spencer, créditos IG, en Junk Bonds de la noche para la mañana.
El rally de esta semana corrigió parte de estos desajustes, separando el segmento de mejor calidad crediticia del IG – AA y A- del BBB. Creemos que todavía este proceso no ha revertido el daño inicial que produjo la crisis en los buenos créditos y vemos valor en este espacio para seguir acumulando.
En el sector de U.S. High Yield y Pan-European HY también hemos visto una dislocación similar al U.S. High Grade, observando un comportamiento diferente entre el crédito BB y el CCC. Pero si bien hay mucho potencial en este segmento, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿por qué comprar un crédito High Yield cuando existen empresas que hasta hace poco eran IG y ahora no lo son por una crisis que (esperamos) será transitoria? Creemos que entre los fallen angels como Ford o Mark & Spencer, puede haber buenas oportunidades.
Respecto del equity, mantenemos nuestra cautela expresada el pasado 11 de marzo cuando bajamos la exposición en las carteras Income del 30% al 20%, y Growth del 55% al 40%. En estos niveles nos sentimos cómodos. Aumentaríamos la exposición en aquellas carteras con niveles de renta variable inferiores al 10%. Creemos que es oportuno ingresar en aquellos sectores como Tecnología, cuyos múltiplos (P/E) a mediados de febrero resultaban altos, y hoy, luego de la corrección, se han abaratado lo suficiente. También nos parece que agregaría valor a un portfolio armar posiciones en compañías de los sectores más golpeados por la epidemia –hoteles, aerolíneas- que tuvieran una buena hoja de balance y una buena marca atrás para enfrentar los próximos meses.
Dentro de las commodities, en línea con el consenso, mantenemos nuestra posición en oro. El petróleo todavía está en plena fase de corrección y preferimos esperar hasta armar posiciones largas.
La recuperación post-2020 será lenta desde el punto de vista económico –empleo, consumo e inversión- e implicará importantes cambios a nivel de las empresas. Los tiempos de buy backs (recompra de acciones), mínimos niveles inventarios (supermercados y hospitales por ejemplo), cadenas de producción extendidas globalmente (como Apple) o bajas posiciones de cash para situaciones de emergencia, ha quedado atrás.
En este contexto, clave será una política de bajas tasas de interés, estímulo fiscal y mayor peso del Estado en la economía. Son cambios positivos que obligarán a un importante rebalanceo de las carteras de inversión.
Diego Falcone es estratega jefe de Wealth Management de Cohen
Miguel Sulichin (Funds Society, Pablo Porciúncula). ,,
Miguel Sulichin, CEO de Advise WM, tiene la certeza que la tormenta que afecta a las finanzas mundiales no es una crisis crediticia y que por ello, los valores irán volviendo poco a poco. Advise, con sede en Zonamérica, lleva más de dos semanas trabajando online y su fundador considera que este es el peor momento para la industria desde 2008, sin embargo, entiende que se producirá un sinceramiento del valor de los activos, y que Argentina (su principal mercado de clientes) podría mejorar su situación si evita el default.
La industria financiera tiene dos frentes, uno es sanitario, con la propagación del coronavirus, y otro está en los mercados: “Estábamos preparados para lo que ha sucedido con la renta variable, veíamos que estaba cara y habíamos reducido nuestra exposición. Pero esta situación sí nos afectó por el lado de la renta fija, que le pega a la parte conservadora del mercado. Pero insistimos en que esta no es una crisis crediticia, y la renta fija de calidad irá volviendo poco a poco”, señala Sulichin.
El experimentado financista muestra, sin embargo, su preocupación por el sector energético, golpeado por los precios del petróleo: “Ese sector está lleno de new venture, de empresas nuevas que pueden quedar descapitalizadas. Exon va a volver, American Airlines va a volver, aunque tome su tiempo. El problema está con otro tipo de empresas, más frágiles, que quizá quiebren. Realmente todo depende de la duración de la pandemia”.
La vuelta a la normalidad
Advise tiene clientes en toda Latinoamérica, con especial presencia de argentinos. Sulichin explica que “actualmente, los clientes están ante todo preocupados por lo que pasa en cada uno de sus países (en el comercio, industria, empresas…) Se necesitan realmente políticas activas de los Estados para mantener el empleo, proporcionar una canasta básica a los más pobres y que haya una contención social”.
El fundador del Advise piensa que volveremos a la normalidad a finales de 2020: “tengo la impresión de que será una recuperación en U y no en V como sucedió en 2008. Aquí aplica la parábola del desierto, es decir, cuánta agua se tiene en reserva para pasar este momento”.
Atualmente en América no valen diagnósticos generales ni simplistas, considera Sulichin: “Ecuador ha estado a punto de ir al default por la crisis del petróleo, Perú es un país de metales y está sufriendo, en Estados Unidos el Real Estate está sufriendo un duro golpe. Estamos ante una depresión o ante un sinceramiento del valor de los activos”.
Esta crisis representa una oportunidad para los inversores más audaces: “hay mucho valor en la calle”.
Una oportunidad para Argentina
Mientras el mercado espera una propuesta inminente del gobierno argentino a sus acreedores privados, Sulichin descarta un default de la deuda: “pienso que ese momento se superó justo antes de la llegada de la crisis del coronavirus”.
“Argentina está ahora mucho mejor parada y está enfrentándose a la pandemia con mucha seriedad, de una manera muy enérgica. Hay una depreciación muy grande de los activos a nivel mundial, las condiciones del mundo han cambiado para mejor si eres deudor y no hay mala fe en tu oferta de renegociación”, asegura.
“Habrá que ver si Argentina entra finalmente en el paquete general de rescate de la economía mundial, creo que es posible en medio de tanta necesidad de liquidez, después de todo, ayudar a Argentina es poca plata si se mira a nivel global”, concluye.