La Fed se reafirma en el discurso de “whatever it takes” y mantiene los tipos a cero

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Foto cedidaJerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). . La Fed se reafirma en el discurso de “whatever it takes” y mantiene los tipos a cero

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) realizó ayer un gran ejercicio de realismo al describir la situación y la gravedad de la crisis económica que la pandemia del COVID-19 está provocando en el país. “La actual crisis de salud pública pesará mucho en la actividad económica, empleo e inflación a corto plazo, y plantea riesgos considerables a medio plazo», ha advertido la institución monetaria en su comunicado. 

De nuevo la Fed manifestó que está dispuesta a usar “todas las herramientas disponibles para apoyar la economía de los Estados Unidos en estos tiempos difíciles, promoviendo así sus objetivos de empleo máximo y estabilidad de precios”. Pero no quiso tocar los tipos de interés ni llevarlos a terreno negativo, y los mantuvo en el rango de entre el 0% y el 0,25%, donde los colocó tras la reunión de urgencia del mes pasado. 

Pese a la ausencia de novedades en su política monetaria. Los expertos señalan que la declaración de FOMC tras su reunión es bastante relevante. “La Fed destacando todo el trabajo que está haciendo para apoyar la economía y prometiendo hacer más si es necesario. Es sensato que se tome una breve pausa para establecer el impacto de lo que ya ha hecho. Pero no pueden permitirse el lujo de dormirse en los laureles. Necesita ser más audaz. Su primer paso debería ser aumentar la escala y el alcance de sus medidas de flexibilización del crédito para asegurar que la liquidez fluya a las partes de la economía que se enfrentan a una crisis”, explica James McCann, economista senior global de Aberdeen Standard Investments.

Rick Rieder, jefe de inversión de renta fija global de BlackRock, comparte esta misma visión sobre la reunión de la Fed de ayer. “El tema principal de la declaración y la conferencia de prensa del FOMC d fue que la Reserva Federal está comprometida a hacer lo que sea necesario, y más, sólo para asegurarse de que se pueda restablecer una recuperación lo más fuerte posible”, sostiene.

En este sentido, Rieder apunta que los dos mensajes relevantes que ha lanzado la Fed son: que evaluará las condiciones económicas en relación su objetivo de inflación del 2% y, por otro lado, que seguirá adquiriendo valores del Tesoro y valores respaldados por hipotecas residenciales y comerciales. 

“Nuestra expectativa es que la Fed compre, aproximadamente, el equivalente a 1,5 billones de dólares en bonos del Tesoro durante el resto del año, alrededor de 200.000 millones de dólares al mes. Este nivel de compras demuestra la magnitud y contundencia de su respuesta ante esta crisis. Puesto en contexto, esto equivale casi un tercio del PIB de EE.UU., o visto de otra manera, las compras de la Fed hasta el final del año ascenderán a cerca del 28% de la capitalización del mercado del Índice S&P 500 o el 20% del Índice de Bonos Agregados de EE.UU.”, apunta Rieder de BlackRock. 

Recesión económica 

John L. Bellows, gestor de Western Asset, filial de Legg Mason, se muestra crítico y señala que la Reserva Federal subestiman la gravedad de la emergencia económica. Según explica Bellows, la propia declaración «insinuaba un conjunto más amplio de consecuencias al decir que la situación «plantea riesgos considerables para las perspectivas económicas a medio plazo». En su opinión, «la referencia al mediano plazo es importante, especialmente porque la declaración anterior de la Reserva Federal de marzo se había referido sólo a los riesgos de corto plazo. Mirando hacia el medio plazo, la Fed está estableciendo una política para ser activa y acomodaticia durante un largo período de tiempo, y casi con seguridad mucho más allá de la resolución de la pandemia del COVID-19». 

Como indica McCann, ser “audaz” será necesario teniendo en cuenta que Estados Unidos ha registrado una caída del 4,8% en su PIB durante el primer trimestre de 2020, porcentaje que podría elevarse hasta el 30% para los siguientes tres meses. A esto se suma, el fuerte aumento que ha experimentado el desempleo, donde cerca de 30 millones de estadounidenses han solicitado subsidios durante el último mes. Lo que está claro es que después de once años de bonanza económica y crecimiento, Estados Unidos encamina una recesión.

“La economía estadounidense no experimentaba una contracción tan severa desde el cuarto trimestre de 2008, en plena crisis, cuando el PIB del país norteamericano observó una caída del 8,4%. Asimismo, se trata de la primera contracción de la economía desde el primer trimestre de 2014. Prácticamente, todos los componentes del PIB registraron datos negativos: el gasto de los hogares se contrajo un 7,6%, frente al incremento del 1,8% del cuarto trimestre, lo que supone la peor lectura del dato desde el segundo trimestre de 1980. El gasto en bienes duraderos se desplomó un 16,1%, mientras que en servicios, el gasto descendió un 10,2%. Este dato con una caída tan fuerte del PIB, nos muestra el efecto tan profundo del parón económico que estamos atravesando, especialmente teniendo en cuenta que la economía estadounidense solamente estuvo con medidas de confinamiento durante las dos últimas semanas del trimestre y que en aquel momento no afectaban a todo el país”, señalan los analistas de BancaMarch.

Frente a esta situación, el economista senior global de Aberdeen Standard Investments, considera que la Fed necesita innovar y poner la opción del “dinero helicóptero” sobre la mesa. “Lo que se está considerando en este momento no es verdadero dinero helicóptero porque las medidas que se proponen para financiar los esfuerzos fiscales no son permanentes. Esa es una diferencia crucial. Al hacerlas permanentes, la Reserva Federal podría impulsar poderosamente el crecimiento y la inflación, de una manera que es poco probable que ocurra si se mantienen las mismas herramientas de siempre. Si se hace correctamente, la Reserva Federal puede evitar perder la independencia, algo  que le preocupa que ocurra al adoptar el dinero helicóptero. Pero el primer paso para hacer un cambio es aceptar la necesidad de cambiar, y ahí es donde empiezan los problemas de la Reserva Federal», añade McCann.

Mercados e inversores

La Fed solo ha puesto por escrito lo que muestran los datos económicos del país durante el primer trimestre del año y ha reconocido que la economía podría sufrir una caída sin precedentes. El inversor es consciente de ello y por eso el inversor se muestra más adverso al riesgo, aunque confía en la capacidad de la Fed para sostener la economía. 

Según recoge Deutsche Bank en su último informe, a los mercados le está pesando el dato negativo del PIB del primer trimestre, pero aún así reaccionaron bien a la reunión de la Fed. “El índice S&P 500 subió un 2,7% hasta 2.940 puntos, con los sectores de servicios energéticos y comunicaciones repuntando un 7,4% y un 5,1%, respectivamente. El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años cayó al 0,18%, mientras que el rendimiento a 10 años subió al 0,62%. El índice del dólar cayó un 0,3%, mientras que el oro subió más de un 0,3% a 1.713 dólares por onza”, apunta. 

Desde Deutsche Bank, para el mercado y los inversores resulta alentador que la Fed considera que la economía estadounidense se recuperará de cara al tercer trimestre, aunque Jerome Powell, presidente de la Fed, descarta una recuperación en V.

“La declaración del FOMC de abril nos proporciona lo que esperábamos, pero no lo que buscábamos. Aunque obviamente esperábamos que las tasas se mantuvieran cercanas a cero hasta que las tasas de desempleo mejoren, así como los precios se estabilicen, consideramos que ha faltado más información sobre cómo se desarrollará su programa de compras”, apunta Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS.

Según el análisis de AXA IM, lo que más preocupa a la institución monetaria es cómo vaya avanzando la pandemia del COVID-19 por el país. «Hay poco más que la Fed pueda o necesite hacer por ahora. Sin embargo, la Fed está claramente insegura acerca de cómo progresará el virus y la economía en los próximos trimestres y está lista para ajustar la política en consecuencia. Pensamos que era revelador que Powell se refiriera constantemente a la necesidad de proporcionar un estímulo adicional, monetario y fiscal, para asegurar una recuperación sólida, con nuestra opinión de que gran parte del estímulo proporcionado hasta la fecha solo satisfará la caída de la actividad esperada en los próximos meses», apunta en su último análisis.

En este sentido, la gestora espera que Fed continúe expandiendo su balance general en los próximos trimestres en un intento por lograr una recuperación sólida frente a los persistentes vientos en contra. «También esperamos que la orientación futura sea más específica en los próximos meses, posiblemente a partir de junio, cuando la Fed produzca su próxima ronda de Summary Economic Projections», concluyen desde AXA IM. 

Para Keith Wade, economista jefe y estratega de Schroders, es importante que la Fed gestione el momento actual, pero sin dejar de mirar hacia el futuro. En su opinión, «lo peor está por venir», pero los mercados y la Reserva Federal ya lo saben. «El debate se desplazará hacia la forma que tomará la recuperación a medida que se levante el confinamientoVale la pena destacar que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que espera que la reapertura de la economía impulse el gasto de los consumidores, pero no a los niveles anteriores a la pandemia. Añadió que el organismo está preocupado por los efectos a largo plazo, o por las cicatrices, en la actividad económica. Es evidente que la política seguirá siendo flexible después de que se levante el confinamiento y hasta bien entrado el 2021″, afirma Wade.

Ninety One: ¿por qué el flujo de caja puede ser el “poder en la sombra” después de una crisis?

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Clyde Rossow, co-responsable de Quality en la gestora Ninety One, anteriormente conocida como Investec Asset Management, explica por qué las empresas de calidad son resilientes en tiempos difíciles y pueden crecer rápidamente en las recuperaciones.

El caso para la inversión en acciones de calidad -es decir, para crear una cartera de empresas con ventajas competitivas, posiciones sólidas en el mercado, balances saludables, ingresos sostenibles y baja sensibilidad al ciclo económico- es obvio cuando los mercados atraviesan un momento menos tormentoso.

Menos discutido es el potencial de las empresas de calidad para crecer de manera sólida en una recuperación de mercado. A menudo, en medio de los escombros de las empresas más débiles, a medida que se asienta el polvo, las empresas de calidad obtienen una ventaja sobre el crecimiento que puede impulsarlas a través del próximo ciclo. Un atributo clave que ayuda a las empresas de calidad, no solo a sobrevivir una recesión sino a continuar a expandirse después del desastre, es su fuerte posicionamiento en efectivo: o más específicamente el hecho de que tienden a ser resistentes al flujo de efectivo y a tener un efectivo disponible (disponible accesible).

Se suele decir que el efectivo es el rey. Después de una crisis, poseer esas ventajas gemelas en efectivo puede ser un “poder en la sombra”, ayudando a las empresas de calidad a aumentar su dominio del mercado.

Tal y como explora Ninety One a continuación, la historia sugiere que los flujos de caja han ayudado a algunas empresas de calidad a superar al rendimiento del mercado a medida que se inicia la recuperación.

¿Qué es una empresa de calidad?  

Las empresas de calidad, tal y como las define Ninety One, tienen cinco atributos:

  • Presentan unas ventajas competitivas duraderas y difíciles de replicar.
  • Una posición dominante en el mercado en industrias de crecimiento estable.
  • Una baja sensibilidad al ciclo económico y del mercado.
  • Un balance contable saneado y una baja intensidad de capital.
  • Una generación sostenible de flujos de caja y una asignación efectiva del capital.

 

Ninety One

 

Estas características ayudan a las empresas de calidad a sobrevivir a unas crisis de mercado y a la desaceleración que le sigue:

  • Independientemente del contexto económico, los ingresos generalmente siguen fluyendo para las empresas de calidad, o si las circunstancias extremas interrumpen, se espera que la pausa sea breve antes de que se reanude el crecimiento estructural. Esto se debe en parte a que las empresas de calidad ofrecen productos y servicios que las personas necesitan, que pueden ser vendidos en ocasiones como una suscripción o como compras recurrentes. También tienden a operar en industrias en crecimiento en las que tienen ventajas competitivas. En consecuencia, estas empresas no son tan vulnerables cuando la economía se desacelera.
  • Debido a que frecuentemente tienen posiciones dominantes en el mercado, las empresas de calidad pueden tener poder de fijación de precios, lo que les brinda una protección adicional durante una recesión.
  • Las compañías de calidad tienden a tener bajos gastos operativos, especialmente, bajos costes fijos. Son también poco intensivas en capital, lo que significa que no necesitan gastar mucho en mantener fábricas o maquinaria sofisticada para mantenerse dentro del negocio.
  • Los balances sólidos son otra característica de las empresas de calidad. Además de tener relativamente poca deuda, por lo general, tienen unos niveles significativos de flujos de caja y un fácil acceso a la liquidez/financiación en buenos términos, debido a sus fuertes calificaciones crediticias.

En conjunto, estos atributos dan a las empresas de calidad una mayor flexibilidad para asignar capital (ver figura abajo). Como ya sugirió Ninety One, esta ventaja no solo se mantiene en tiempos difíciles, sino también cuando la tormenta pasa.

Un incremento en las opciones:

Durante una crisis, las empresas pueden hacer un uso productivo de recompras de acciones o recortes temporales en los dividendos para garantizar que seguirán siendo resistentes y para prepararse para un cambio en el ambiente económico. Es decir, pueden suspender las recompras si es necesario, ya que no han dependido de préstamos para recomprar acciones con el fin de impulsar el crecimiento de las ganancias y la participación.

Cuando las condiciones mejoran, etas empresas pueden gastar en crecer en sus líneas de negocio o en adquisiciones, en lo que puede ser un momento muy ventajoso para hacerlo, ya que algunos rivales más débiles pueden haber sido eliminados o pueden estar disponibles para ser comprados a un precio bajo.

Con un campo más claro, el potencial de crecimiento robusto es mayor, razón por la cual las empresas de calidad pueden destacar durante una recuperación.

También es probable que reestablezcan sus dividendos antes, si es que los llegaron a reducir, algo que los inversores que buscan ingresos apreciarán especialmente.

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En pocas palabras, después de una sacudida, los más fuertes tienden a salir fortalecidos. El desempeño de la estrategia Global Franchise de Ninety One, que busca identificar empresas de calidad a través de una investigación en profundidad, sugiere los mismos resultados, con unos rendimientos por lo general superiores al índice de referencia en el año inmediatamente posterior a un mercado en recesión, como se muestra en el siguiente gráfico.

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Las valoraciones son clave

Por supuesto, aquellos que buscan seguir un estilo de inversión de calidad deben mantener una disciplina de valoración, es decir, deben comprar empresas de calidad a precios razonables. Con un enfoque activo, además de intensivo en análisis y research, que se puede realizar en cualquier momento. Pero, es en momentos como el presente, después de que se hayan producido ventas masivas indiscriminadas, cuando los precios de las acciones se desprenden de los fundamentales, que a menudo se presenta una mejor oportunidad para construir una cartera de calidad con unas bajas valoraciones.

Y si lo que viene después de la crisis actual es una desaceleración prolongada o una rápida recuperación, la combinación de la resistencia de una cartera de calidad en tiempos difíciles y el fuerte potencial de crecimiento de estas acciones en las recuperaciones podría ayudar a los inversores.

 

Los inversores salieron de los ETFs de renta fija como fórmula para obtener liquidez en marzo

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Pixabay CC0 Public Domain. Los inversores salieron de los ETFs de renta fija como fórmula para obtener liquidez en marzo

La volatilidad ha sido la gran protagonista en el mercado durante marzo, también en el caso de los ETFs. Pese a la incertidumbre que hubo, los flujos netos hacia productos ETPs se mantuvieron positivos durante todo el mes, aunque fueron los más bajos desde agosto de 2019 (17.200 millones de dólares).

Según los datos que he recopilado iShares, parte de BlackRock, la principal tendencia que se observó la salida de flujos de vehículos indexados de renta fija. Según explica Aitor Jáuregui, responsable de BlackRock en España, Portugal y Andorra, “el mes de marzo se caracterizó por la elevada volatilidad de los mercados, por lo que muchos inversores recurrieron a los ETPs de renta fija como manga de liquidez. Esta tendencia llevó a que los ETPs de renta fija cerrasen el periodo con salidas sin precedentes desde 2015”. El total de flujos netos que salieron de estos vehículos en todo el mundo fue de 34.500 millones de dólares.

Otra de las tendencias registrados fue un mayor interés y apetito por activos refugio frente a la volatilidad, como las materias primas. “De esta forma, los ETP de oro, plata y crudo han defendido las entradas que ya venían registrando desde el arranque de 2020”, añade Jáuregui. En este sentido, los ETPs de commodities marcaron un nuevo récord al lograr unas entradas neta de 11.700 millones de dólares. 

Respecto a la renta fija, desde BlackRock señala que hubo un patrón claramente doméstico. “Prueba de ello es que los ETPs de renta variable estadounidense listados en EE.UU. han registrado entradas netas por valor de 31.800 millones de dólares, mientras que los ETPs para la misma clase de activos cotizados en EMEA han registrado salidas por 7.000 millones de dólares. Este patrón se ha repetido en la renta variable europea, en la que los ETPs listados en mercados domésticos han sumado más de 3.000 millones de dólares, mientras que los vehículos cotizados en la otra orilla del Atlántico han cerrado el mes con salidas netas ligeramente inferiores a los 4.000 millones de dólares”, apunta Jáuregui.

Datos europeos

El mercado europeo de ETFs siguió las mismas tendencias que se observaron en el mercado global. Según los datos del informe Lyxor Money Monitor de marzo de 2020, elaborado por Lyxor ETF, la volatilidad en la renta variable y los diferenciales de crédito marcaron niveles de salida de flujos que se vieron por última vez durante la crisis financiera mundial de 2007-2008. 

“La espiral de ventas en el mercado incidió en las rentabilidades de todos los activos de riesgo, mientras que los activos seguros como la deuda pública y el oro cosecharon resultados positivos.  Los volúmenes de negociación en ETFs domiciliados en Europa se revelaron particularmente altos en un contexto complicado de mercado, reflejo de los elevados volúmenes registrados en sus activos subyacentes. Todas las clases de activos acusaron significativos flujos de salida en marzo, principalmente de los fondos activos. Las salidas de capitales registradas en los fondos superaron con creces las apreciadas en los ETF en Europa durante el periodo”, explica el documento. 

Los ETFs y los fondos de renta fija experimentaron los mayores flujos de salida que se recuerdan (128.700 millones de euros). Según sus datos, la renta fija en euros sufrió salidas de capitales en todas las subcategorías. Mientras que la renta fija en dólares y la deuda pública en dólares siguieron siendo el activo seguro por excelencia. 

Respecto a los ETFs y fondos indexados de renta variable, también sufrieron los flujos de salida de mayor envergadura desde la crisis financiera mundial de 2007-2008, cerca de los 53.000 millones de euros.

Recompra de acciones: siguiendo la estela de Warren Buffett

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Foto cedida. Alta fragmentación de proveedores y sistemas heredados: los retos tecnológicos de los gestores de inversión institucional

Warren Buffett recompró acciones de su compañía de inversión Berkshire Hathaway en el último ejercicio financiero por un importe equivalente a casi 5.000 millones de dólares. Esto, según Kai Lehman, analista senior del Instituto Flossbach von Storch Research, un hecho importante para los accionistas de la compañía. Buffett anunció en su día que solo volvería a comprar sus propias acciones si el valor intrínseco de la compañía en libros no excediera el precio de mercado en más del 20%.

Si se aplica esta suposición a las grandes corporaciones estadounidenses del S&P100, se podría asumir que la alta actividad de recompra de las empresas indicaría una infravaloración permanente del mercado bursátil. “Sin embargo, esta tesis desgraciadamente no es cierta en muchas compañías debido a la fuerte recesión que está surgiendo a raíz de la crisis del coronavirus”, subraya Lehman.

La discusión sobre los pros y los contras de la recompra de acciones es tan antigua como el propio método. Durante años, los críticos lo han denominado como “ingeniería financiera”, apuntando a una falta de creatividad por parte de aquellos que lo llevan a cabo. “A su parecer, las recompras de acciones deberían ser el último recurso que solo debería de usarse si no se presentan otras oportunidades de inversión atractivas para el capital libre”, asegura el analista.

“Esto implica no solo que el equipo directivo haya analizado cuidadosamente otras oportunidades de inversión, sino también que los fondos a utilizar estén realmente disponibles”, asegura Lehman. Sin embargo, que esta sea la práctica habitual es algo dudoso, según Lehman.

De hecho, la teoría está del lado de quienes abogan por la recompra de acciones a crédito. Por ejemplo, la estructura de capital puede optimizarse mediante la recompra de acciones propias, ya que aumenta la proporción de capital de deuda de una forma relativamente barata. Como resultado, se obtiene una reducción en el coste de capital, ya que el coste de la deuda es generalmente más bajo que el del capital social.

Sin embargo, esto solo funciona si los costes marginales del capital prestado adicional estén por debajo de los llamados coste promedio ponderado del capital, WACC por sus siglas en inglés. “Por lo tanto, con la reducción de capital social mediante la financiación de la deuda, se matan dos pájaros de un tiro. Capital arriba, deuda abajo”, asegura Lehman.

Sin embargo, el experto destaca que, actualmente, resulta cada vez más evidente que esto no es una recomendación para el empresario pensando a largo plazo, sino más bien una consideración puramente teórica del mercado de capitales de las “finanzas modernas”. “Porque en este momento el efectivo es el rey nuevamente y la capacidad de una empresa para cubrir sus deudas es la base de la decisión de inversión de los inversores, ahora más que nunca”, advierte Lehman.

Si observamos la actividad de recompra de las grandes corporaciones estadounidenses, el credo de los últimos años ha sido diferente. Por ejemplo, en los dos últimos años fiscales, impulsado por la reforma tributaria integral en Estados Unidos, las compañías del S&P100 han recomprado acciones por valor de alrededor de 500.000 millones de dólares por año. Esto es, aproximadamente, cinco veces la cantidad recomprada en 2009. Si bien las compañías han sido comparativamente constantes en el pago de dividendos, Lehman apunta a que parecen haber actuado de forma un poco más oportunista en sus recompras de acciones. No obstante, el analista subraya que “las empresas no tuvieron demasiada suerte en sus esfuerzos por anticipar el mercado”.

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El gasto en recompra de acciones fue bajo en 2009 no solo debido a los bajos precios de las acciones, sino que menos de la mitad de las empresas llevaron a cabo recompras de acciones. La incertidumbre sobre el desarrollo del futuro macroeconómico resultó ser demasiado grande. La situación fue bastante distinta en el año fiscal 2019, con una confianza rara vez mayor ante la fuerte actividad económica y los bajos tipos de interés, con la gran mayoría de las empresas (85%) recomprando sus propias acciones.

Por lo tanto, añade Lehman, las empresas no pudieron escapar de la prociclicidad típica. “Cuando los precios de las acciones tocan fondo, las compañías prefieren mantener su dinero unido. Si, de manera contraria, los precios de las acciones han aumentado bruscamente a lo largo de los años, se utilizan todos los medios para no correr el riesgo de caer aún más”, asegura el analista. Como sugieren los índices de endeudamiento, que han aumentado simultáneamente desde 2014, las empresas también han utilizado el crédito que supuestamente está disponible libre de gastos.

“Tan solo unos trimestres después, el mundo está repentinamente en una situación completamente distinta”, afirma Lehman. Aunque durante años, pareció que se destruía valor manteniendo la liquidez como amortiguador frente a una economía en marcha con tipos de interés bajos, las preferencias han cambiado en muy poco tiempo. “De pronto faltaban los fondos que anteriormente se destinaron a la recompra de acciones propias. No menos rápido, los mismos gestores se enfrentaron a una montaña de deudas, cuyo tamaño parece más amenazante cada día que pasa con déficit adicional de flujo de efectivo”, añade el experto.

Sin embargo, el hecho de que incluso los inversores con una reputación sobresaliente, como Buffet, realicen recompras de acciones de manera oportunista, no debe ser, según Lehamn, un motivo para demonizados per se. Pero también es un hecho: 5.000 millones de dólares es un tamaño manejable con beneficio anual anunciado de más de 80.000 millones de dólares y un balance extremadamente sólido. “Como esta es una excepción a la regla, los inversores siempre deben preguntarse si los directivos tienen siempre en cuenta la solvencia de la empresa al decidir recomprar acciones y no que la compra esté sujeta al imperativo institucional”, concluye Lehman.

El Consejo de la UE actualiza el reglamento de taxonomía y queda a la espera de ser ratificado por el Parlamento

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Pixabay CC0 Public Domain. El Consejo de la UE aprueba el reglamento de taxonomía y queda a la espera de ser ratificado por el Parlamento

La Unión Europea sigue dando pasos en favor de las finanzas sostenibles. Pese a estar inmersos en la lucha contra la pandemia del COVID-19, el Consejo Europeo ha aprobado ciertas modificaciones en el reglamento de taxonomía, que ahora queda pendiente de ser ratificado por el Parlamento Europeo y su posterior publicación en DOUE. 

La nueva versión del reglamento de taxonomía fue adoptado el 15 de abril e incluye cambios menores respecto al presentado en diciembre de 2019, por lo que se espera que su aprobación sea un trámite rápido. Entre los cambios realizados cabe destacar que se han incluido las definiciones de los conceptos de aguas marinas, aguas superficiales y buen estado medioambiental. Además, según apuntan desde finReg360, se ha modificado la numeración de los artículos para que sean consecutivos y la fecha de entrada en vigor de algunas disposiciones, que pasan de ser efectivas en diciembre de 2021 a serlo el 1 de enero de 2022.

Respecto a la entrada en vigor de esta parte de la taxonomía, es decir la mitigación del cambio climático y la adaptación a este, deben fijarse antes de finales de 2020, para garantizar su plena aplicación antes de finales de 2021. Mientras que el resto de objetivos se deben establecer antes de finales de 2021, para su aplicación antes de finales de 2022.

Además de la taxonomía, y como parte del propósito de fortalecer las finanzas sostenibles, la Comisión Europea propone actualizar la normativa de índices de referencia. En este sentido, la Comisión Europea sometió a consulta, el 8 de marzo de 2020, dos proyectos de reglamentos delegados que complementan el Reglamento (UE) 2016/10111 para avanzar en el desarrollo de la normativa sobre finanzas sostenibles. “El primero recoge las normas mínimas para ayudar a los administradores de índices de referencia a diseñar nuevos índices de transición climática o alineados con el Acuerdo de París. Y el segundo exige a las empresas que publican índices de referencia financieros que expliquen cómo se reflejan los criterios ESG para cada índice de referencia”, explican desde finReg360. Según han indicado desde la CE, las consultas estarán abiertas hasta el 6 de mayo.

Lo más relevante sobre el proyecto de reglamento delegado sobre los requisitos para el diseño de índices de referencia climáticos es que propone definiciones adicionales para armonizar los requisitos de los índices climáticos y no normas para la metodología del cálculo de los índices de referencia climáticos. También incorporará exclusiones de empresas para los índices de referencia alineados con el Acuerdo de París y requisitos de transparencia para las estimaciones y exactitud de las fuentes de datos.

Respecto al proyecto de reglamento delegado sobre el reflejo de los factores ESG en los índices de referencia, el Reglamento 2016/1011 obliga a las entidades que publiquen índices de referencia a explicar cómo se refleja la información sobre los factores ESG en cada índice de referencia o familia de índices. La realidad es que la heterogeneidad en la forma de publicar esta información provoca una falta de comparabilidad y de claridad en cuanto al alcance y los objetivos de los factores ESG. Así que para estandarizar esta información, el proyecto incluye una plantilla armonizada que deberán utilizar las entidades obligadas

Caen los bonos en dólares a causa de la nueva regulación argentina que obliga a los fondos a invertir en pesos

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Este miércoles entró en vigor la nueva medida de la Comisión de Valores de Argentina (CNV) que dispone que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) deban invertir al menos el 75% de su patrimonio y valores negociables emitidos en la República Argentina exclusivamente en moneda nacional.

En cumplimiento de la normativa, las principales gestoras de fondos argentinas empezaron a mandar a sus clientes las opciones de canje de las que disponen. La medida de la CNV deja fuera del universo inversor de los FCI los bonos, dólares y ETFs en dólares que vengan del extranjero. Desde la industria se estima que los FCI deberán de desprenderse de unos 900 millones de activos en dólares, que a su vez se volcarán a bonos y obligaciones negociables argentinos.

A media jornada del miércoles, los bonos en dólares bajo ley argentina experimentaban una fuerte caída, mientras el dólar oficial también experimentaba un fuerte retroceso.

En un comunicado, la Comisión anunció que “la resolución atiende el contexto económico y las consecuencias derivadas de la pandemia Coronavirus-Covid 19 al considerar necesaria la revisión del tratamiento que corresponde dispensar a las inversiones en cartera de los FCI a fin de que sean canalizadas al desarrollo productivo en el territorio nacional”.

Según datos de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI) de marzo, el patrimonio de la industria ronda los 988.802 millones de pesos. El 51%  de las inversiones de los FCI están focalizados en el money market. El 28% está invertido en renta fija; otro 10% en renta mixta y el resto enPymes, renta variable e infraestrcuturas.

 

 

 

Caída del PIB y desplome de la confianza: los últimos datos muestran un escenario recesivo en EE.UU.

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A pesar de estímulos sin precedentes, los datos del Buró de Análisis Económico del Departamento de Comercio en EE.UU. confirmaron una contracción de (-) 4,8% trimestral anualizado en la economía durante el primer trimestre del año, mientras que la confianza del consumidor en abril se desplomó a 86,9 puntos, desde 120 en marzo.

Aún así, en su reunión finalizada el 29 de abril de 2020, la Reserva Federal decidió mantener sin cambio su tasa de referencia, diciendo que «el Comité espera mantener ese rango hasta que tenga la confianza que la economía ha superado los eventos recientes y está en camino a conseguir sus objetivos de empleabilidad y estabilidad de precios».

La contracción del PIB se dio en prácticamente todos sus componentes, a excepción del gasto de gobierno (0,7%), que registró su menor crecimiento desde finales de 2018. El consumo se contrajo (-)7,5%, su mayor caída desde 1980; y la inversión cayó (-)5,6%, con ambos restando poco más de 6% al PIB.

Las exportaciones netas compensaron parcialmente esta contracción y aportaron hasta 1,3% de crecimiento, después de que la caída en importaciones (-15,3%) fuera mucho mayor a la registrada en el sector exportador (-8,7%).

De acuerdo con analistas de Intercam Banco, «la contracción de la economía señala el final de la mayor expansión económica en la historia del país y es comparable a la contracción registrada en 2009. Se espera que las cifras del 2T20 establezcan un nuevo récord de contracción en la historia económica de EE.UU. y que con ello se confirme la recesión en la economía más grande del mundo».

Por su parte, Edward Moya de OANDA menciona que «el enfoque cambiará rápidamente al segundo trimestre y, a pesar del optimismo de reapertura, la economía aún podría reducirse entre 30-40%. Hay demasiadas necesidades para que la actividad económica de EE. UU. se recupere rápidamente y mucho de eso dependerá de la disponibilidad de pruebas rápidas y generalizadas [para COVID-19], la aprobación de tratamientos y la capacidad de las compañías farmacéuticas de aumentar la producción a nivel nacional e internacional. El optimismo parece justificado, pero podría ser el mejor lugar para el tercer trimestre».

Según analistas de Citibanamex, la caída en la confianza del consumidor en EE.UU. «refleja el sentimiento de los estadounidenses ante la dramática destrucción de empleos que ha tenido lugar en semanas recientes. La pandemia de Covid-19 ha llevado a EUA a rebasar el millón de casos de infección y más de 50.000 muertes.  Mientras tanto, algunos estados de ese país empiezan a prepararse para la reapertura de sus economías».

En el frente corporativo,  Esty Dwek, jefa de Estrategia Global de Mercados de Natixis IM mencionó que «las ganancias continúan dibujando un panorama de incertidumbre para los negocios, ya que las provisiones se amplían y los dividendos se contraen». Según reporta el Wall Street Journal, las empresas están cancelando las dispersiones de dividendos al mayor ritmo en décadas.

Colombia ingresa formalmente en la OCDE

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Pixabay CC0 Public Domain. Colombia ingresa en la OCDE

Colombia se ha convertido formalmente en miembro de la OCDE, el país número 37 en ser parte de la Organización en sus 60 años de historia. El país completó los procedimientos internos de ratificación de la convención de la OCDE y depositó su instrumento de adhesión. Esto concluye exitosamente el proceso de adhesión que inició en 2013.

Los países miembros de la OCDE invitaron a Colombia a afiliarse a la organización en mayo de 2018. La invitación se hizo después de un proceso de adhesión de cinco años, durante el cual se sometió a revisiones en profundidad por parte de 23 Comités de la OCDE y puso en marcha reformas estructurales para armonizar su legislación, sus políticas y sus prácticas públicas a las normas de la OCDE, en particular sobre cuestiones laborales, de reforma de su sistema de justicia, de gobierno corporativo de las empresas de propiedad estatal, de anti-soborno, de comercio, así como de establecimiento de una política nacional sobre químicos industriales y gestión de residuos.

Más allá de los aspectos técnicos, el proceso de adhesión ha servido como un catalizador para que Colombia lleve a cabo reformas importantes para mejorar el bienestar de sus habitantes, tales como la reducción de la informalidad en el mercado laboral, la mejora de la calidad y la relevancia de la educación y la capacitación, así como para la sostenibilidad de largo plazo del sistema de salud.

Al recibir la buena nueva, el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, comentó: “Nos complace mucho dar la bienvenida a Colombia como miembro 37 de la OCDE. La adhesión de Colombia reafirma nuestro compromiso de unir a los países que se esfuerzan por alcanzar los más altos estándares en las políticas públicas mundiales para mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos. Dada su historia reciente, Colombia puede estar orgullosa de lo que es realmente un logro excepcional.”

“El proceso de adhesión brindó a Colombia la oportunidad de debatir los principales temas y retos de política pública en un contexto multilateral y de aprender de las experiencias de los países de la OCDE. A la vez, este diálogo enriqueció el conocimiento y la experiencia política de la OCDE”, añadió Gurría.

Con la adhesión de Colombia, el número de países miembros de la OCDE aumentó a 37. Será el tercer país miembro de la región de América Latina y el Caribe, junto con México y Chile. Un cuarto, Costa Rica, está entrando en las últimas etapas de su proceso de acceso a la organización.

Bancos centrales: ¿qué esperar de las reuniones de la Fed y el BCE?

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Pixabay CC0 Public Domain. Bancos centrales: ¿qué esperar de las reuniones de la Fed y el BCE?

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) se reúnen hoy y mañana, respectivamente. Según los expertos, ambas instituciones han sido rápidas en anunciar medidas frente a la crisis económica generada por el COVID-19 y por eso no se esperan grandes novedades, pero sí que ambas aprovechen la ocasión para ajustar o puntualizar las medidas que ya han puesto en marcha.

«Actualmente no hay más margen para nuevos ajustes a la baja en su políticas monetarias. Con los inversores centrales en el panorama económico general, podemos esperar nuevas herramientas no convencionales de estímulo, como el control de la curva de tipos», señalan desde eToro ante las expectativas que ha levantado la reunión de la Fed y el BCE. 

En opinión de Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, la Fed está centrada la implementación de  todos los programas ya anunciados y cree que esto será así hasta que la economía comience a dar signos de normalización. “Con la normalización, la Fed posiblemente actualice el guidance o discutir algunos aspectos del QE, pero por ahora la política monetaria se mantendrá en un segundo plano, detrás de la fiscal. Es importante que el mercado, como hasta ahora, siga pensando que la Fed hará lo que sea necesario y positivo que el mercado piense que queda munición, pero no parece que tenga sentido ir más allá el miércoles”, afirma.

Para Bank of America, lo más relevante de la reunión de la Fed será conocer su visión sobre el deterioro de la economía. “Probablemente hará hincapié en que las tasas de interés van a permanecer bajas durante un periodo prolongado. Además, los mercados estarán atentos sobre las posibles indicaciones que dé sobre las compras de UST y MBS, los cambios en IOER y ONRPP, y cualquier otro ajuste sobre sus medidas”, apunta en su informe semanal.

Según el análisis de Gilles Seurat, gestor de multiactivos de La Française AM, la Fed podría endurecer su forward guidance y comprometerse a no subir los tipos hasta 2021. «En los próximos trimestres, esperamos que la Reserva Federal adopte el control de la curva de rendimiento, como lo han hecho Japón y Australia. Sin embargo, endurecer su forward guidance sería el siguiente paso lógico, antes de optar por el control de la curva de rendimiento. Probablemente también hablarán sobre el diferencial Libor-OIS, que ha empezado a estrecharse desde un nivel elevado gracias a sus medidas. Podría anunciar algunas medidas adicionales para ayudar a los mercados monetarios, o al menos comprometerse a inyectar más liquidez si el diferencial no se ajusta lo suficientemente rápido», comenta.

Desde Ebury reconocen que no esperan grandes novedades por parte de la Fed. “La Reserva Federal ya ha sido muy enérgica en la puesta en marcha de programas de apoyo a la economía, por lo que no se esperan grandes anuncios en la reunión del próximo miércoles”, sostiene en su análisis semanal. En cambio, sí consideran que el BCE amplíe los programas ya en vigor y, en concreto, el de compra de activos del  programa de compras de emergencia (PEPP) anunciado al principio de la crisis, “con el fin de aumentar su capacidad para que pueda absorber todas las emisiones de los países periféricos hasta, por lo menos, finales de 2020”. La firma considera que, de ser así, “veríamos un alivio en los mercados que ayudaría al euro en las próximas semanas”.

Valorando las medidas ya tomadas

Respecto a este programa, los analistas de BancaMarch explican que durante las cuatro primeras semanas en las que ha estado en vigor su programa de compras de emergencia (PEPP, por sus siglas en inglés), la institución monetaria ha adquirido activos por un importe total de 96.719 millones de euros, lo que equivale a un ritmo promedio de compras diario de algo más de 5.000 millones de euros desde el comienzo de este programa. “Recordamos que el BCE anunció el lanzamiento de este nuevo programa el pasado 18 de marzo (PEPP), con una dotación de 750.000 millones de euros y que estará en vigor hasta que haya terminado la crisis por el COVID-19, garantizando que como mínimo seguirá comprando activos hasta final de 2020. Por otra parte, la entidad presidida por Christine Lagarde no ofrece detalles sobre la composición de las compras de activos realizadas y este programa (PEPP) no está limitado por las restricciones aplicadas a otros programas de adquisición de deuda, por lo que la institución podrá dejar de aplicar el límite del 33% por código ISIN, así como adoptar un enfoque flexible al guiarse por la clave suscripción del capital de la institución por cada país”, apuntan en su análisis diario. 

En todo caso, desde Allianz GI coinciden en que ambas entidades han agotado gran parte de su artillería y que lo más interesante será escuchar su diagnóstico sobre la crisis económica y la evolución de la pandemia. Así lo explica Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors: “ El BCE y la Fed tienen un objetivo común: garantizar una transmisión fluida de la política monetaria para que los bancos puedan hacer su trabajo de apoyar a las empresas sin tener problemas de liquidez. Los bancos centrales de todo el mundo han lanzado programas de compra de activos considerables, en una interpretación muy amplia de su mandato y bajo una fuerte influencia política. Uno puede cuestionar su grado de independencia; su papel como prestamista de último recurso los lleva a financiar las crecientes necesidades de los gobiernos y a un coste mínimo gracias a la presión que ejercen en los mercados para mantener los tipos en niveles muy bajos. La línea entre política monetaria y política fiscal nunca ha sido tan borrosa”, afirma.

Gráfico Fedelity

En opinión de Dixmier, “no esperamos ningún anuncio específico en las próximas reuniones del BCE y la Fed, que se adaptan continua y urgentemente al deterioro de las economías y las tensiones del mercado. Sin embargo, será interesante escuchar el diagnóstico de la crisis y de la efectividad de las medidas ya tomadas por parte de ambos bancos centrales”.

¿Aclaraciones del BCE?

Según la valoración que hace Konstantin Veit, gestor senior de carteras europeas de PIMCO, podemos esperar alguna novedad o aclaración por parte del BCE. Veit defiende que “el BCE reiterará con contundencia su disposición a hacer todo lo que sea necesario”. Si bien avisa de que “no se espera ninguna de decisión de política monetaria de largo alcance”. Sin embargo, Veit subraya que “puede haber cambios con el paso del tiempo” en el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP). Por ejemplo, en la cantidad establecida en 750.000 millones de euros. “Equivale al 6% del PIB de la eurozona y es un volumen considerable, pero ciertamente hay margen de maniobra para hacer más”. PIMCO considera que también que se podrían añadir nuevos activos elegibles dentro del PEPP. Si bien Veit expresa su escepticismo sobre la posibilidad de que esas modificaciones en el volumen y los activos del programa de emergencia del BCE se vayan a ejecutar a corto plazo; “no esperamos cambios inmediatos”, admite.

Eso sí, Veit subraya que el BCE tiene la oportunidad de aclarar que tratamiento le dará a los activos “fallen angel” dentro de los distintos programas de compras. “Creemos que el BCE seguirá comprando activos que fueron degradados después del pasado 7 de abril y que mantienen al menos un rating de BB, pero esto no abre la puerta a una compra amplia e indiscriminada de toda clase de papel high yield”, añade.

Misma opinión comparte Gilles Moëc, economista jefe del Grupo en AXA IM. El experto señala que Lagarde abra la «posibilidad de aumentar el tamaño del rescate para demostrar que la Eurozona todavía puede contar con un poderoso respaldo político», lo que supondría que, a la larga, “el BCE podría aumentar el PEPP y superar el billón de euros”, pero advierte de que “su capacidad de ampliar el estímulo no es infinita”. Así, el experto defiende que, aunque el BCE está listo para desviarse significativamente de la clave de capital durante algún tiempo, «existen límites para tal sesgo». Por ello, indica que «sería necesario un aumento preventivo en el tamaño del PEPP», pero «no esperamos un anuncio tan determinante esta semana».  

Sin embargo, Moëc considera que «el BCE preferiría mantener las tendencias de una deuda soberana por debajo del 33%» y no convertirse en la fuerza decisiva en una reestructuración a través de las Collective Action Clauses («Cláusulas de Acción Colectiva»), ya que esto supondría «no cubrir la totalidad del nuevo requisito de endeudamiento 2020 y las necesidades de refinanciación si los otros inversores se niegan a extender su exposición»

Global Sustainable Equity: ¿habrá una «nueva normalidad» y cómo será?

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Martin Fisch Trigo con cielo de fondo
Pixabay CC0 Public DomainMartin Fisch. Martin Fisch

Los mercados bursátiles mundiales se desplomaron en la segunda mitad del trimestre, ya que la actividad económica se vio perjudicada por la pandemia del coronavirus.

En muchos países se impusieron medidas de «distanciamiento social» y restricciones a los viajes, y algunos gobiernos fueron incluso más allá y obligaron al cierre de las actividades comerciales no esenciales. La magnitud de los trastornos ocasionados se demuestra por la caída del tráfico aéreo comercial, que disminuyó más de un 60% en la última semana de marzo (1). La economía global no había sufrido una perturbación sincronizada a este nivel desde la II Guerra Mundial.

Pero este tipo de crisis es muy distinto a un conflicto bélico. Reina la paz. Las ciudades están tranquilas, hay pocos coches en las carreteras y los cielos se han vaciado de aviones. Una consecuencia evidente ha sido el espectacular descenso de la contaminación. Las emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno han disminuido drásticamente en las últimas semanas. Algunas personas han señalado que, sin querer, hemos podido vislumbrar un futuro con bajas emisiones de carbono, pero, aunque pueda haber factores medioambientales claramente positivos, se trata de una victoria pírrica, dado el coste humano que tiene esta crisis. Las repercusiones sociales son diversos y a los gobiernos no les está resultando fácil evaluar las consecuencias de las diferentes políticas.

El lado positivo

Sin embargo, todo este caos ha tenido algunos elementos positivos. Ha puesto de manifiesto las ventajas de los avances tecnológicos de la última década. La economía digital ha permitido a muchas personas seguir con su vida diaria con solo algunos inconvenientes. Algunas empresas se han comportado muy bien en estos últimos meses, al registrar un aumento de la demanda de sus servicios. Uno de los grandes interrogantes para nosotros ahora es hasta qué punto habrá un cambio duradero como consecuencia de esta crisis. ¿Habrá una «nueva normalidad» y cómo será? Creemos que esta crisis acelerará las tendencias digitales y esperamos que los cambios en cómo organizamos nuestras economías y vivimos nuestras vidas tengan efectos medioambientales positivos. Estamos invirtiendo en empresas bien posicionadas para un futuro así.

Disrupción o resiliencia 

Dado el alcance de la intervención de los gobiernos, hay pocos ámbitos de la economía que no se hayan visto afectados. Todos los sectores principales del mercado han registrado rentabilidades negativas, aunque ha habido importantes diferencias en la rentabilidad relativa, pues algunas empresas han resistido mejor que otras.

Las empresas peor paradas han sido las expuestas a los sectores de los viajes, transporte, industria pesada, materias primas y finanzas. Los cruceros y las compañías aéreas se han visto especialmente perjudicados, al desplomarse su cotización hasta un 80% o 90% en algunos casos. El sector energético, dominado por las compañías de petróleo y gas, fue el que peor se ha comportado, al caer más de un 40%. Esto se debió al desplome de los precios del petróleo provocado por la debilidad de la demanda y la ruptura de las relaciones de la OPEP al no llegar a un acuerdo para recortar el exceso de oferta (2).

El sector financiero fue el segundo más perjudicado, al caer más de un 25%, ya que los bancos se vieron sometidos a presiones como resultado de las medidas regulatorias de los gobiernos de benevolencia con los créditos y las rebajas de tipos aplicadas por los bancos centrales. Salud, consumo básico y suministros públicos, sectores tradicionalmente más defensivos, se comportaron relativamente mejor, aunque aun así cayeron entre un 5% y un 15%. El sector de tecnología de la información también bajó menos que el mercado en general, al aumentar la demanda de muchos servicios digitales (2).

Perspectivas

Hay mucha incertidumbre sobre cuánto van a durar las medidas de los gobiernos relacionadas con la pandemia. Además, muchas personas empiezan a preguntarse si esta crisis provocará cambios duraderos en nuestro modo de vida y organización de nuestras economías. No vamos a decir que conocemos las respuestas a estas preguntas, pero creemos que algunas sendas son más claras que otras y que nuestro enfoque de inversión sostenible nos ayudará.

En respuesta a esta crisis, muchos gobiernos de todo el mundo han respondido con medidas de estímulo fiscal a gran escala, en algunos casos de hasta el 20% del PIB del país. Este estímulo tendrá que ir a parar a algún lado y, aunque a algunos sectores podría llevarles tiempo recuperarse, hay áreas de la economía que probablemente se recuperarán con fuerza. Nuestro enfoque de inversión sostenible nos ayuda a centrarnos en las tendencias a largo plazo que creemos que no van a cambiar. De hecho, creemos que algunas podrían incluso acelerarse como resultado de esta crisis, que ha puesto de manifiesto el hecho de que algunas cosas tienen que cambiar.

La digitalización es una tendencia que se está acelerando y tenemos muchas inversiones expuestas a ella en productividad empresarial, comunicación, salud, ocio, infraestructuras y conectividad. La capacidad de adaptación y resistencia mostrada hasta ahora por la economía digital ―muchas empresas han registrado un aumento de la demanda de sus servicios― ha servido para destacar la idea de que muchas personas y empresas pueden reducir su huella de carbono. La razón de ser de la digitalización es permitir una mayor productividad y un uso más eficiente de nuestros preciados recursos naturales.

Además, creemos que la transición a una economía con bajas emisiones de carbono es una tendencia que va a continuar e incluso podría acelerarse. A menudo nos preguntan por la posibilidad de que los bajos precios del petróleo frustren las inversiones sostenibles o ralenticen el ritmo de transición a la economía con bajas emisiones de carbono. No lo creemos probable. De hecho, la volatilidad del precio del crudo es, en sí misma, un factor negativo desde el punto de vista de la inversión, mientras que la estabilidad de las rentabilidades del sector de las renovables resulta muy atractiva. Es el impulso imparable de la tecnología limpia, junto con la creciente carga reglamentaria asociada al carbono, lo que resta atractivo a las inversiones en combustibles fósiles. Además, esperamos que el apoyo de la normativa a la transición a la energía limpia continúe.

Aunque haya pasado desapercibida entre todas las noticias sobre la pandemia, la publicación por la Comisión Europa del borrador de la Ley europea del clima el 4 de marzo ha supuesto un paso adelante importante en el compromiso de la Unión Europea con una economía con cero emisiones netas de carbono. Tampoco nos sorprendería que las importantes medidas de estímulo fiscal se destinasen en parte al sector de la energía limpia. Cada vez más empresas de los sectores de generación eléctrica, transporte e industria presentan planes de inversión para varios años coherentes con la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. En la próxima década, veremos un enorme aumento de la capacidad de generación de energías renovables, avances en las tecnologías de baterías y la adopción generalizada del coche eléctrico por los consumidores.

Creemos que esta va a ser la década en que veamos claramente la perspectiva del pico de la demanda de petróleo. Hemos utilizado la reciente volatilidad del mercado para incrementar nuestras inversiones en generación de energía renovable, donde vemos unos dividendos estables y al alza, así como en empresas que proporcionan tecnología para la electrificación del transporte.

Hay muchos otros ámbitos en los que esperamos pocos cambios: la necesidad de servicios sanitarios básicos, alentada por el envejecimiento de la población, no ha hecho sino aumentar debido a esta crisis. Los seguros y los servicios de gestión de riesgos siguen siendo muy necesarios, el crecimiento de la población y el proceso de urbanización van a continuar y, con ellos, la necesidad de invertir en infraestructuras sostenibles, transporte público, edificios de eficiencia energética y tecnología del agua. La innovación avanzará en lo que respecta al a economía circular y seguirá habiendo demanda de muchos servicios y bienes de consumo relacionados con el deporte y el ocio, el entretenimiento y la alimentación saludable.

En lugar de restar importancia a esta crisis, esperamos que sirva para dejar claro el atractivo de la inversión sostenible y cómo produce mejores resultados, no solo para los inversores, sino también para el medioambiente y la sociedad. Invertimos por los beneficios, las personas y el planeta. Creemos que las mejores rentabilidades de la inversión provendrán de empresas con crecimiento compuesto resiliente, características que a menudo ofrecen las empresas que apuestan por las tendencias de sostenibilidad.

Tribuna de Hamish Chamberlayne, gestor de la estrategia Janus Henderson Global Sustainable Equity, de Janus Henderson Investors

 

Para ampliar información sobre este y otros temas por favor visite www.janushenderson.com/espa

Notas:

(1) Flightradar24.com, a 2 de abril de 2020.

(2) Factset, Janus Henderson Investors, en libras esterlinas, a 31 de marzo de 2020.

 

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