Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cuáles son los países de la región que mejor han cumplido con las medidas de protección del COVID-19?
El National Bureau of Economic Research (NBER) ha llevado a cabo una encuesta entre 100.000 participantes, repartidos a lo largo de 58 países entre finales del mes de marzo y principios del mes de abril sobre el comportamiento ciudadano y las medidas de contención tomadas por los gobiernos durante la pandemia del COVID-19.
Entre las preguntas, cinco se centraban en como las personas habían cumplido con las medidas de autoprotección en los últimos siete días. En concreto, se preguntaba en qué medida se habían quedado en casa, mantenido los dos metros de distancia de seguridad, comunicado a otros la presencia de síntomas, incrementado la frecuencia del lavado de manos de forma regular y dejado de asistir a reuniones sociales.
En general, los cuídanos de los países latinoamericanos considerados en el estudio han sido especialmente respetuosos a la hora de comunicar síntomas con una respuesta media del 95% frente al 92% de la media total de los países considerados. Por el lado contrario, no lo fueron tanto a la hora de mantener los dos metros de distancia requerida donde registran su peor puntuación del 70% frente al 75% ni a quedarse en casa donde el 86% (83% media) de los encuestados ha contestado que ha permanecido en casa durante los periodos de confinamiento.
Argentina entre los mejores del mundo
Por países destaca Argentina, que ocupa el primer lugar entre todos los países incluidos en el estudio en todas las preguntas, menos en la asistencia a reuniones sociales que ocupa la segunda posición por detrás de Filipinas.
Por el lado contrario, Chile aparece entre los últimos países del mundo, en mantener los dos metros de distancia donde ocupa la penúltima posición por delante de Japón y en el lavado más frecuente de manos que también esta en la penúltima posición por delante de Sudáfrica.
A nivel regional Argentina, Uruguay y Ecuador están por encima de la meda de la región en casi todas la preguntas, mientras que Perú y Brasil, tienen resultados sistemáticamente por debajo de la media en las preguntas referidas a la adopción de medidas de protección.
Pixabay CC0 Public Domain. El valor de las operaciones de capital riesgo en 2020 creció un 8% respecto al año anterior
Tras haber analizado la capacidad de las empresas que cotizan en bolsa para resistir a la crisis actual, en esta segunda y última parte de su informe, DWS continúa profundizando en los riesgos que afrontan los inversores ante la actual contracción económica.
Para ello, plantea dos escenarios: el primero supone que la magnitud de la crisis actual será similar a la gran crisis financiera, afectando a los ingresos y márgenes de las empresas que cotizan en bolsa de forma similar a la experimentada durante esa crisis. La segunda hipótesis es mucho peor para las acciones: pronostica una caída de tres desviaciones estándar en los márgenes de las empresas que incluye el modelo de valoración CROCI de la gestora y asume una caída de los ingresos dos veces superior a la del 2008.
Los resultados de ambos escenarios aparecen en la tabla, incluida en el informe elaborado por Francesco Curto, jefe de investigación de DWS, y Sarvesh Agrawal, al frente de la estrategia CROCI. El beneficio neto de las empresas se reduce a más de la mitad en el primer escenario, y Europa y Japón están mucho más afectados que Estados Unidos. “Curiosamente, incluso con esta caída, no hay un aumento significativo de la deuda neta. De hecho, EE.UU. y Japón se las arreglan para reducirla. Solo Europa ve un aumento y en menos del 1% frente a 2019”, destaca.
El escenario 2 es más extremo, con los beneficios netos colapsando en las tres regiones. En EE.UU., los de las empresas no financieras caen en un 82% desde los niveles de 2019, mientras que Europa y Japón sufren desplomes aún mayores (95% y 122%, respectivamente). Según la gestora, esto puede verse como una situación «única en un siglo”. Incluso en esta situación extrema, apenas hay cambios en la deuda neta de EE.UU., a pesar de asumir 274.000 millones de dólares en dividendos (un 42% menos que en 2019). La de Japón, sin embargo, aparece más estirada.
El ROE puede caer hasta un 16%
“No se puede decir lo mismo de la parte financiera del mercado. Los inversores deberían esperar un recorte de los dividendos para compensar las pérdidas que los bancos probablemente sufran como resultado de la crisis”, advierte. Al evaluar el impacto de la crisis en el capital de los bancos, DWS vuelve a desarrollar dos escenarios, en línea con los articulados para el sector no financiero. Ambos se basan en datos a largo plazo sobre los bancos comerciales de EE.UU. de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC).
La rentabilidad de los bancos cae significativamente en ambos escenarios, pero, en conjunto, parecen estar mucho mejor posicionados que en 2008. En el primer caso, el ROE cae del 14,8% en 2018 a -0,8% para este año. Esto es del 1,45% de retorno sobre los activos tangibles y una provisión para préstamos impagados del 2,7%. Como referencia, los bancos obtuvieron un rendimiento del 1,42% sobre los activos tangibles en 2008 y la provisión para pérdidas de préstamos es similar al promedio entre 2008 y 2010.
Para la segunda hipótesis, la gestora asume que la provisión para pérdidas de préstamos aumenta al 5,7%. Esto es similar al nivel modelado por la Fed en su escenario severamente adverso para las pruebas de estrés de 2019, con una diferencia. “Nuestro análisis asume que las pérdidas se concentrarían en el primer año en lugar de los nueve trimestres que contempla la Reserva Federal”, revela. Se supone que el rendimiento de los activos tangibles se mantiene en el nivel del 1,45% del primer escenario. Con todo, el ROE de los bancos estadounidenses caería al -16,1% y la pérdida sería de unos 240.000 millones de dólares.
Los europeos y japoneses están aún más expuestos debido a su menor rentabilidad, sus márgenes reducidos y su mayor apalancamiento (un 21,2% y un 20,7%, respectivamente, frente al 13,3% de los de EE.UU.). “Sus provisiones para pérdidas de préstamos también son inferiores a las de sus homólogos estadounidenses, lo que sugiere que se verían más afectados por la crisis”, destaca DWS.
Recortes de dividendos
Con todo, hace hincapié en que “la buena noticia” es que el análisis refleja que los bancos en general están mejor posicionados que en 2008. “Los inversores deberían esperar que los bancos recorten sus dividendos para compensar las pérdidas que probablemente sufran como resultado de la crisis”, señala. La alternativa sería que las emisiones de capital adicionales provocasen una dilución de las acciones, tal como ocurrió durante la gran crisis financiera.
En ese sentido, destaca que el BCE ya ha ordenado a los bancos europeos que congelen el pago de dividendos y las recompras de acciones al menos hasta octubre de 2020. Del mismo modo, el Banco de Inglaterra ha pedido a los del Reino Unido que no paguen ningún dividendo, incluyendo los impagados de 2019, ni realicen ninguna recompra hasta finales de año. “Hasta ahora, la Fed no ha emitido ninguna orden de este tipo, pero varios bancos estadounidenses ya han suspendido voluntariamente sus programas de recompra, aunque siguen pagando dividendos”, señala la gestora.
Forecasts are not a reliable indicator of future returns Forecasts are based on assumptions, estimates, views and hypothetical models or analyses, which might prove inaccurate or incorrect.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Existen riesgos de dilución para los inversores en renta variable por la crisis del COVID-19?
Las acciones han mostrado una notable resistencia hasta ahora en esta crisis. La caída de los precios de la renta variable en el primer trimestre fue abrupta, con el S&P 500 descendiendo un 20%, un récord para ese periodo. Pero, considerando la magnitud de la crisis, algunos han argumentado que deberían haber caído más, advierte DWS en un informe.
Sin embargo, el comportamiento del mercado no fue tan irracional: “La acción inmediata de bancos centrales y gobiernos redujo el riesgo de otra crisis financiera. Los inversores solo tuvieron que afrontar la pérdida de ganancias, y eso tiene poco impacto en los precios de las acciones a largo plazo”, destaca el documento elaborado por Francesco Curto, jefe de investigación de la gestora, y Sarvesh Agrawal, al frente de la estrategia de inversión CROCI.
Las empresas en su conjunto están financiadas de manera conservadora, con recursos para superar tiempos difíciles. Aunque habrá quiebras y probablemente se pida a los accionistas financiación adicional, DWS considera que no debería ser necesaria una reconstrucción significativa de las bases de capital, como la de los bancos después de la gran crisis financiera. Entonces, tuvieron que reunir 650.000 millones de dólares, generando una dilución para sus accionistas y reduciendo así sus posibles rendimientos. ¿Puede volver a ocurrir?
En particular, la gestora plantea dos escenarios. El primero supone que la crisis actual será de una magnitud similar a la gran crisis financiera, y que afectará de forma parecida a los ingresos y márgenes de las empresas que cotizan en bolsa. Es probable que se recorten los dividendos y los gastos en capital (capex), pero “la buena noticia es que las acciones no necesitan mucho capital adicional en este escenario” y “pueden capear esa tormenta”, asegura.
La segunda hipótesis supone que esta vez la crisis será mucho peor que la del 2008, en línea con las estimaciones más pesimistas del PIB mundial. Los márgenes operativos caerán tres desviaciones estándar, mientras que los ingresos descenderán el doble que en 2008. “Este escenario de tipo ‘único en el siglo’ es una prueba de estrés para las acciones, por lo que sufren más”, afirma. Según DWS, en este caso, los dividendos se reducirían a la mitad del nivel de 2019 y podrían tardar años en recuperarse.
Aun así, considera que el riesgo de dilución no es tan significativo, excepto para Japón y los bancos europeos. El gráfico muestra las estimaciones del Research Institute de DWS sobre los recortes de dividendos subyacentes a sus expectativas de requisitos de capital adicional en ambos escenarios1. En su opinión, tales recortes y una paciente reconstrucción de los balances permitirían a las empresas sobrevivir, y “sería preferible a la emisión de capital diluyente a precios de crisis”.2
Empresas «esponja» y «ladrillo”
Para analizar el impacto de una crisis económica en los balances de las empresas cotizadas, la gestora las divide en «esponjas» y «ladrillos». Las primeras son compañías defensivas, capaces de absorber los shocks económicos sin capital adicional. En comparación, los «ladrillos» no pueden absorberlos fácilmente, se rompen, y pueden tener que recurrir a sus accionistas para obtener capital adicional y reparar sus balances. “La demanda de ese capital depende de la intensidad de la conmoción, de la naturaleza de sus operaciones y de la preparación de esas empresas para afrontar la crisis”, apunta.
Según DWS, aunque la opinión general es que la mayoría de las acciones que cotizan son «ladrillos», el grueso del mercado está formado por «esponjas». Para evaluar la calidad de las acciones, el gráfico muestra el flujo de caja libre (después de dividendos) en relación con las ventas de un grupo de 282 empresas desde 1989. Se trata de grandes empresas con modelos de negocio establecidos y una capitalización de mercado combinada de 15,2 billones de dólares3. Todas han vivido al menos tres recesiones, incluyendo la gran crisis financiera, y sus flujos de caja libres mejoraron significativamente del punto más bajo de una recesión a otra.
La realidad es que, de media, los inversores en renta variable tienen una exposición de alta calidad a la economía mundial a través de sus inversiones en grandes empresas que se han vuelto mucho más hábiles en responder a las crisis económicas”, destaca el informe. Asimismo, apunta que, aunque el gráfico muestra negocios que se remontan hasta, al menos, 1989, en los últimos años, ha aumentado la importancia de empresas que dependen más de activos intangibles (capital intelectual) para generar ingresos y beneficios. “La intensidad de su capital es menor, con más flexibilidad para repercutir en sus proveedores incluso los costes fijos convencionales. Están mejor situadas para capear el temporal económico que las empresas de la ‘vieja economía’”, asegura.
Sin embargo, la gestora advierte de que no todas las empresas son una «esponja» y señala que el mejor ejemplo de “ladrillo” –es decir, compañías que se ven muy golpeadas por las crisis- son los bancos. “No tienen inversiones de capital que puedan liquidar, hay una gran rigidez en sus operaciones y están muy apalancados”, señala. Mientras, entre las acciones no financieras, los “ladrillos” son aquellas industrias con altos costes fijos, elevados niveles de deuda y bajos rendimientos en efectivo. “Sin embargo, estas compañías ahora representan una parte más pequeña de las acciones cotizadas”, afirma DWS.
En la segunda parte de este informe, la gestora abordará cómo calcular el daño económico de la pandemia para los inversores.
1. DWS Research Institute: The Impact of COVID19 on Long Term Capital Market Assumptions, April 2020
2. Forecasts are based on assumptions, estimates, views and hypothetical models or analyses, which might prove inaccurate or incorrect.
3. Data as available on 9 April 2020. For reference, this group represents 48% of the market capitalisation of the MSCI World ex Financials index.
Pixabay CC0 Public Domain. El potencial curativo de encontrar la vacuna contra el COVID-19 para las economías y los inversores
India, China, Estados Unidos o Reino Unido son tan solo cuatro de los países que ya están investigando una vacuna contra el coronavirus. Se calcula que hay más de 150 proyectos sólidos que trabajan para tratar el patógeno, lograrlo permitiría la reactivación de la economía. Como bien indican todos los analistas, el impacto económico de esta crisis dependerá de la capacidad de las sociedades de frenar el virus.
Los analistas de UBS consideran que una posible vacuna tendría un potencial alcista para los mercados. Sobre ello señalan que “el desarrollo más notable ha sido un anuncio de la firma estadounidense de biotecnología Moderna sobre que su vacuna experimental COVID-19 había mostrado signos tempranos de eficacia. Los datos provisionales mostraron que la vacuna fue capaz de producir anticuerpos para neutralizar el nuevo coronavirus, lo que indica protección contra futuras infecciones”.
En opinión de Patrick Fuchs, analista senior de salud de Allianz Global Investors, pese a los numerosos proyectos puestos en marcha, el problema es que no se espera que la vacuna esté disponible en un futuro próximo. “Un desarrollo rápido no tiene muchas posibilidades de éxito, ya que el virus es nuevo y la industria farmacéutica no puede utilizar los conocidos bloques de construcción para producirlo, como lo hace, por ejemplo, con vacunas para los virus de la gripe estacional. Normalmente el proceso de crear una nueva vacuna lleva hasta 10 años”, apunta Fuchs.
En este contexto la pregunta clave es: ¿Será posible una recuperación económica completa sin una vacuna o un tratamiento eficaz de COVID-19? Para Esty Dwek, responsable de estrategia global de mercados de Natixis IM Solutions (Natixis Investment Managers), es más una cuestión de “cuándo”. “Una vacuna aceleraría el retorno a la normalidad, ya que las medidas de distanciamiento serían menores e incluso necesarias. Sin embargo, con el tiempo, se podría desarrollar la inmunidad de la manada, pero sería un proceso mucho más lento. En cualquier caso, dado el punto de partida y dados los daños de la crisis, tardará mucho tiempo en recuperarse a los niveles de producción anteriores”, explica Dwek.
Aunque es un camino largo, se estima que los primeros resultados de los ensayos clínicos deben ser disponible para finales de 2020. Y cumplir con este timing también pesa en el ánimo de los inversores que una buena noticia sobre los avances en este ámbito les haría volver a mostrarse optimistas. Este comportamiento fue el que se detectó a finales de mayo, según la opinión de Monex Europe. “El impulso del apetito por el riesgo a inicios de semana derivado del optimismo sobre la vacuna Moderna se enfrió sobre la confirmación del estado preliminar de las investigaciones y los datos aún poco concluyentes de la fase experimental”, señalan.
Biotecnología y farmacéuticas
No solo la atención está puesta en el sector de la sanidad por ser los protagonistas en esta lucha contra el coronavirus, sino por representar una de las principales oportunidades de inversión. Un gran ejemplo son las farmaceúticas que, al calor de los avances de una posible vacuna, han visto cómo el mercado ha aupado cinco valores en concreto: Moderna, Inovio Pharmaceuticals, Novavax, Johnson & Johnson y Pfizer.
“Los valores de la biotecnología han registrado fuertes ganancias en lo que va de año. Tras la oscura sombra proyectada sobre el sector en los últimos años, por el clamor político de los Estados Unidos para reducir los precios de los medicamentos, la biotecnología disfruta ahora de un enfoque renovado en cuanto a su capacidad para innovar rápidamente, colaborar y desarrollar potencialmente soluciones para hacer frente a COVID-19”, apunta Linden Thomson, gestora de la estrategia AXA IM’s Biotech de AXA IM, como otra opción para los inversores.
En opinión de Matthew Benkendorf, CIO de Vontobel Quality Growth, en cuanto al sector de la atención de la salud, las empresas expuestas a los servicios esenciales podrían experimentar las recuperaciones más rápidas. “Por ejemplo, los procedimientos médicos no pueden retrasarse indefinidamente, lo que a su vez apoyaría el sector de tecnología médica, incluyendo nombres como Medtronic y Boston Scientific. Y dentro de la tecnología de la información, tampoco es probable que las empresas reduzcan el uso de los sistemas de software ERP, dejando a empresas como Microsoft particularmente bien posicionadas”, afirma Benkendorf.
Respecto a otras ideas de inversión, los analistas de UBS recomienda a los inversores que se centren en temas que, probablemente, “se aceleren” por el COVID-19. “En otra señal de que el mundo después de COVID-19 será menos global, los legisladores estadounidenses han anunciado que están considerando una legislación para proporcionar incentivos fiscales a las empresas estadounidenses que trasladen sus operaciones fuera de China e impulsen la producción nacional. Los mayores costes salariales de los Estados Unidos probablemente requerirían una mayor inversión en automatización y tecnología robótica, lo que favorecería a las empresas. También vemos oportunidades en el comercio electrónico, la tecnología de la salud y la cadena de suministro de alimentos”, señalan.
Pixabay CC0 Public DomainDavid Pisnoy. David Pisnoy
Los inversores deben reconocer la incertidumbre que se cierne sobre los mercados financieros en el futuro y evitar la complacencia. En el actual contexto, John Stopford y Jason Borbora-Sheen, cogestores de la estrategia de Global Multi-Asset Income de Ninety One, gestora internacional de origen sudafricano que anteriormente operaba con el nombre de Investec AM, ofrecen un enfoque de cuatro pasos para generar rendimientos respaldados por ingresos sólidos y sostenibles.
El respaldo de los estímulos:
Los inversores de rentas han sufrido un duro impacto con la crisis del COVID-19. La venta masiva de marzo vio como los activos de mayor rendimiento, a través de acciones, bonos y activos alternativos tuvieron un rendimiento inferior, pues la larga “búsqueda de rendimiento” fue sustituida por una “búsqueda de seguridad”. Para empeorar las cosas, muchas empresas han reducido el pago de sus dividendos para preservar su efectivo, dejando a los inversores con menos opciones. Sin embargo, el estímulo sin precedentes de los formuladores de políticas (1) en todo el mundo para mantener a flote a empresas y hogares durante el Gran Cierre (2) parece estar funcionando hasta ahora. En Ninety One creen que este estímulo brinda a los inversores el potencial no solo de recuperar pérdidas sino también de beneficiarse de las dislocaciones de los precios en los mercados financieros.
Los inversores deben aún desconfiar del extraordinario nivel de incertidumbre sobre cómo puede desarrollarse el futuro. Ahora no es el momento de hacer grandes apuestas. Más bien, los gestores de Ninety One creen que un enfoque prudente centrado en la fortaleza de los ingresos y la sostenibilidad es el mejor camino que se puede seguir. En concreto, creen que cuatro elementos pueden ayudar a los inversores: ayuda poder comenzar desde una posición de fortaleza, tomar ventaja de las dislocaciones en los precios, identificar fuentes de rentas resilientes y proceder con cautela.
1.Ayuda poder comenzar desde una posición de fortaleza
La captura que la estrategia Global Multi-Asset Income de Ninety One realiza en un mercado alcista frente a la de un mercado bajista es una buena medida de fortaleza comparativa. Limitar la caída en los rendimientos, en términos absolutos y términos relativos, y en relación con muchos de sus competidores (3) les deja bien posicionados para la recuperación, especialmente cuando se tiene en cuenta que muchos activos y títulos individuales siguen teniendo margen para repuntar después de las dislocaciones en los precios que se dieron en marzo.
Una captura mayor al alza que a la baja significa que se necesita menos tiempo para recuperar el territorio positivo después de un periodo de significativas caídas. Además, el perfil de rendimiento de la estrategia Global Multi-Asset Income durante este reciente episodio de oleada de ventas está en línea con los rendimientos esperados más a largo plazo, lo que les da confianza en su capacidad de recuperación en esta ocasión, tal y como lo han hecho en periodos anteriores de mayor riesgo.
Una diferencia clave en el diseño de su cartera
¿Cómo pudieron capturar un mayor componente alcista del mercado que bajista durante la crisis del COVID-19? En Ninety One creen que se debe a una diferencia de diseño clave en la cartera en comparación con otras estrategias con un sesgo a la obtención de ingresos, directamente relacionada con el proceso ascendente de selección de títulos. En renta variable, por ejemplo, los inversores de acciones suelen optar por acciones con unos mayores dividendos (algo que es normal). Pero en Ninety One no siguen esta estrategia porque a menudo son un indicador de riesgo, ya que pueden implicar un pago de dividendos insostenible. A través de un proceso ascendente basado en el research fundamental a partir del trabajo realizado por el equipo de analistas de Ninety One, la gestora busca empresas que paguen unos altos dividendos sostenibles, pero no necesariamente los más altos.
El proceso de Ninety One cuestiona las decisiones de rentabilidad y de asignación de capital de una empresa para ver si su flujo de ingresos se basa en características resistentes y no solo depende de factores de riesgo, como el apalancamiento financiero. Esto a su vez ha creado unos ingresos más sólidos en la cartera en general. Esta combinación de una mejor captura en un mercado alcista frente a un mercado bajista, como se ha mostrado durante la agitación provocada por el COVID-19, debido al enfoque ascendente de selección de títulos es la razón por la que los gestores creen que han comenzado el resto del año con una posición de fortaleza, conforme buscan aprovechar algunas significativas oportunidades.
2. Aprovechando las dislocaciones en los precios del mercado
Siendo claros, los gestores de Ninety One no fueron inmunes a las ventas masivas de los mercados. La exposición de renta variable en la estrategia Global Multi-Asset Income perdió valor, y las acciones con mayor rendimiento suelen tener un desempeño menor que el conjunto del mercado. Las posiciones del fondo también experimentaron una caída. Dicho esto, las considerables caídas crearon oportunidades en las que los precios sufrieron dislocaciones con respecto a sus fundamentales. A pesar de la considerable recuperación del precio de los activos desde las oleadas de ventas masivas, las persistentes dislocaciones en los precios que son resultado de la venta indiscriminada previa pueden proporcionar munición para conseguir rendimientos a futuro. Esto es particularmente cierto desde una perspectiva de selección de títulos, pero también desde una perspectiva de asignación de activos descendente. Un ejemplo es el precio de los bonos corporativos de alta calidad a largo plazo, donde el estrés del mercado y el agotamiento de la liquidez en marzo condujeron a unas caídas irracionalmente fuertes en entre algunas empresas renombradas con fundamentales robustos. El gráfico 2 pone en perspectiva estas caídas.
Estos movimientos reflejaron el pánico del mercado, pero crearon una oportunidad para beneficiarse del rendimiento en un nivel de precios más racional, que ahora ha comenzado a suceder. El equipo gestor agregó estos bonos y los de otros emisores similares durante el periodo de máximo estrés a finales de marzo. De forma significativa, la capacidad de los gestores para mirar a través de las clases de activos significa que la estrategia está bien ubicada para detectar inconsistencias aparentes en los precios de los bonos y las acciones, como el caso de Microsoft y Amazon. La identificación de estas oportunidades requiere un análisis holístico de los mercados, alentados por los descubrimientos de las últimas semanas del equipo de especialistas en research colaborativo de activos cruzados:
Crédito:
Después de una considerable dislocación en los mercados de crédito, los diferenciales de la deuda high yield sólo han sido más amplios durante la Gran Crisis Financiera y la recesión tras el estallido de la burbuja tecnológica en 2001-2003. Sobre una base ajustada al riesgo, la dislocación fue mayor dentro del grado de inversión, con unas tasas de incumplimiento implícitas que superaron cualquier otro escenario que se haya visto anteriormente durante los peores episodios históricos de recesión.
Esta dislocación extrema ofrece oportunidades de rendimiento atractivas en el futuro, suponiendo que los diferenciales se normalicen como lo han hecho en otros periodos anteriores de ampliación en los diferenciales y se ven particularmente convincentes en comparación con los activos refugio como los bonos del Tesoro, desde una perspectiva de rentas, al menos en los bonos de las empresas que el mercado de renta variable percibe como los potenciales ganadores frente a este choque.
Infraestructuras listadas:
La prisa por obtener liquidez por parte de los inversores durante la venta masiva del mercado afectó a las infraestructuras listadas y vio como estos nombres experimentaban movimientos hasta cotizar con descuentos, permitiendo que los gestores de Ninety One aumentaran su exposición en unos niveles de entrada atractivos.
Deuda de mercados emergentes:
Los bonos de los mercados emergentes sufrieron un ajuste significativo en el precio en el mes de marzo, incrementando las rentabilidades disponibles. La recompensa parece atractiva en una variedad de bonos en divisa local en países como Indonesia y Sudáfrica, que ofrecen un alto rendimiento con un riesgo de duración limitada. Esta deuda puede estar totalmente cubierta en términos de divisa, beneficiándose del reciente y ligeramente menor coste de la cobertura.
En resumen, los gestores de Ninety One creen que el camino a seguir proporciona rico panorama de oportunidades que pueden ser aprovechadas. También creen que se debe hacer de una manera selectiva y de forma comedida, siendo clave basarse en su proceso ascendente de research, con información descendente sobre el cambiante panorama macroeconómico.
3.Identificando fuentes resilientes de ingresos:
Aunque las políticas de estímulo deberían limitar el daño causado por el confinamiento, la recuperación económica será probablemente desordenada y desigual. La recuperación en los mercados hasta ahora ha visto como muchos activos recuperaban parte de las pérdidas sufridas en lo que va de año, pero parece demasiado esperanzador asumir que ya estamos totalmente fuera de peligro.
Esto hace que sea crítico analizar cuidadosamente las oportunidades potenciales para aquellos que están mejor posicionados para soportar las continuas inestabilidades y choques del mercado.
Unos rendimientos resilientes partir de una selección ascendente
Si bien detectar inconsistencias en los precios de diferentes mercados a través de un proceso de verificación cruzada es emocionante, en Ninety One creen que su principal ventaja para la construcción de rendimientos resilientes radica en la selección ascendente de títulos.
Esto implica enfocarse en la calidad de cada una de las tendencias individuales dentro de cada una de sus carteras y mantener una cuidadosa selección en un número concentrado. En promedio, la estrategia Global Multi-Asset Income mantiene entre 40 y 50 acciones (5) en su cartera de renta variable, mientras que una cartera de fondos de fondos con exposición a renta variable global tendrá exposición a miles de empresas. La cartera invierte en un número relativamente pequeño de posiciones. Esto puede implicar unas mayores fluctuaciones en valor que las carteras invertidas de una forma más amplia. Un enfoque similar es adoptado en otras clases de activos, como los bonos corporativos y del gobierno, propiedades cotizadas e infraestructuras listadas.
Este proceso liderado por el research fundamental y la diferencia en diseño mencionada anteriormente resulta en un posicionamiento diferenciado, en especial, si se comparan las características de los títulos en cartera con los del conjunto del mercado. Los gestores de Ninety One creen que esto ayuda a sus inversores, ya que significa evitar repetir las mismas inversiones que podrían mantener en otras carteras. La siguiente tabla muestra las diez principales posiciones en cartera. Según los gestores de la estrategia Global Multi-Asset Income cada una de estas acciones mantiene las características de resiliencia que Ninety One busca para generar rendimientos con un sesgo hacia las rentas, algo que a su vez ayuda a brindar solidez, como muestra el rendimiento positivo que pretenden ofrecer.
Hay muchas estrategias que mostraran unos altos rendimientos justo después de la crisis del mercado. La pregunta clave que deben hacerse los inversores es qué tan sostenible es ese rendimiento. ¿Cuáles son los componentes básicos y cuáles son los riesgos subyacentes para esas fuentes de ingresos?
4.Proceder con precaución:
El caso central de riesgo asume una fuerte recuperación económica conforme el confinamiento se alivia y muchas empresas han regresado en remoto, seguido por un lento repunte en algunas partes de la economía que demoran más en recuperarse.
En este escenario, los gestores de Ninety One creen que su enfoque les proporciona una ventaja para recuperar las pérdidas recientes y después participar en la recuperación de los precios de los títulos con un rendimiento resiliente que la estrategia mantiene en cartera.
Sin embargo, siguen existiendo unos riesgos significativos, como pudiera ser una segunda ola del virus o una recuperación más lenta en las empresas que requieren seguir respetando el distanciamiento social lo que podría provocar daños más duraderos en los empleos y en los ingresos, así como una recesión más prolongada. Si bien se espera que la selección de títulos de la estrategia Global Multi-Asset Income haga el trabajo pesado en términos de generación de rendimiento futuro, la diversificación y la gestión de riesgos se utilizarán para navegar a través de lo que se espera que sean mercados volátiles. Dada la incertidumbre que se ha mencionado con anterioridad, todavía se está posicionando la cartera con bastante cautela.
Los gestores de la estrategia Global Multi-Asset Income están entusiasmados con su capacidad para participar en oportunidades dentro de una amplia gama de mercados globales y, lo que es más importante, en ese sentido, no dependen exclusivamente de las ganancias obtenidas a partir de la inversión en renta variable. Por ejemplo, y para agregar color, la incorporación a la exposición de bonos corporativos no se ha centrado sólo en nombres de mayor calidad; incluso todavía tienen margen para agregar exposición de forma significativa a los mercados emergentes, ya sea en el espacio de bonos soberanos o corporativos, donde continúan reuniendo información a través de su equipo de research y en colaboración con los equipos de inversión relevantes de todas las empresas que mantienen en cartera. Aunque hay muchas dislocaciones de precios en el ámbito de la renta variable y en la deuda de los mercados emergentes, la ruta seguida por el virus en cada mercado es desigual y multifacética. El impacto del turismo, la sensibilidad a la disminución de los precios del petróleo, los factores que determinan la posible gravedad del virus y la medida en que los estímulos políticos pueden responder, son algunas de las consideraciones a tener en cuenta dentro de una amplia gama antes de evaluar adecuadamente el potencial de inversión. La selección de títulos, una vez más, es probablemente la clave. Dado que el enfoque más defensivo de Ninety One busca generar rendimientos a través de ingresos sostenibles, el equipo gestor considera que está posicionado adecuadamente y no piensa que ahora sea el momento de ir a por todas.
Un camino a seguir
Dicho esto, los gestores de Ninety One son inversores a largo plazo y, en consecuencia, están mapeando no solo los impactos a corto plazo de la crisis de COVID-19, sino también los de mediano y largo plazo. A medida que cada día aprenden más y más, los gestores creen que un enfoque gradual que considera y actúa regularmente en un entorno de inversión que cambia rápidamente es la forma correcta de proceder. En última instancia, es a través de un enfoque centrado en su objetivo de rendimiento defensivo e impulsado por la búsqueda de ingresos resistentes a nivel de títulos en las diferentes clases de activos que la estrategia proporcionará el mejor potencial para lograr rendimientos positivos de una manera sostenible y a medida que el mercado continúa hacia delante en este camino sin precedentes.
Pixabay CC0 Public Domain. El 73% de los inversores confía más en las recomendaciones de un asesor que en las de un roboadvisor
Los inversores buscan mayor información, innovación e influencia en sus interacciones con la industria de gestión de activos. Además, la confianza sigue siendo el factor número uno para los inversores minoristas al contratar a un asesor y, junto al rendimiento, el elemento más importante para los inversores institucionales, según la cuarta edición de la encuesta de confianza del CFI Institute.
Con el título de “Ganarse la Confianza de los Inversores: de qué manera el deseo de Información, Innovación e Influencia está moldeando las relaciones con los clientes”, la encuesta analiza las opiniones de los inversores minoristas e institucionales en 15 mercados a nivel mundial. De este modo, refleja las dimensiones de la confianza en el sistema financiero, en el sector de los servicios financieros y en las firmas de inversión. Según el estudio, los dos componentes esenciales de la confianza son la credibilidad y la profesionalidad, y, además proporciona ocho iniciativas para que las organizaciones y los profesionales de la inversión generen confianza.
“El actual entorno de gran volatilidad de los mercados señala caminos muy diferentes para aquellos que tendrán éxito con sus objetivos de inversión, y aquellos que no lo conseguirán. El miedo y el pánico pueden interferir en una adecuada gestión de las decisiones de inversión. En consecuencia, la necesidad de confianza en las instituciones y en los asesores que actúan en nombre de los inversores, así como en el sistema financiero en el que operan, se hace evidente”, asegura Margaret Franklin, CFA, presidenta y CEO mundial de CFA Institute.
Según los resultados de la encuesta, la confianza es un concepto multidimensional basado en tres factores: la información, es la base de las decisiones de inversión; la innovación, la capacidad de satisfacer las necesidades de los inversores; y la influencia, la medida en que los inversores pueden ejercer el control.
Tres pilares para la confianza
Respecto a la información, y de acuerdo con los datos de CFA Institute, los inversores minoristas que cuentan con un asesor financiero tienen más del doble de probabilidades de confiar en las firmas de gestión de inversiones que aquellos sin asesor. Además, el 83% de los minoristas y el 75% de los institucionales están de acuerdo en que uno de los factores más importantes en la creación de una relación confiable es la comunicación completa de las tarifas y otros costes. En este sentido, y a pesar de que cada vez más existen herramientas que facilitan las comunicaciones y la transparencia, la percepción de transparencia de los inversores ha disminuido desde 2018.
La innovación es un elemento que ha ido ganando peso y en el que la tecnología tiene especial peso. De hecho, dos tercios de los inversores afirman confiar más en su firma de inversión debido al mayor uso de la tecnología. Asimismo, dos tercios de los inversores minoristas con un asesor aseguran que es probable que sean los primeros en adoptar nuevos productos de inversión, en comparación con solo un tercio de los que no cuentan con un asesor.
Por otro lado, el 71% de los inversores institucionales aseguran estar “ansiosos por invertir en fondos que emplean inteligencia artificial”, y entre los primeros en adoptar, casi la mitad (48%) dice que estaría más interesado en invertir en un nuevo producto creado por una gran empresa de tecnología como Amazon, Google o Alibaba, frente a una institución financiera.
En lo referente a la influencia, que se define como la capacidad de invertir en base a los valores personales. El 76% de los inversores institucionales y el 69% de los minoristas aseguran tener interés en invertir en ESG. Además, dos tercios de los inversores institucionales piensan que el crecimiento de las inversiones ESG ha aumentado la confianza en la industria de servicios financieros. En este sentido, existe un “significativo interés en productos más personalizados, y casi la mitad de todos los inversores minoristas, especialmente los inversores más jóvenes, estrían dispuestos a pagar más por ellos”, aseguran desde CFA Institute.
Nivel de confianza
La encuesta de CFA Institute coloca a la industria de los servicios en un nivel medio de confianza entre las industrias encuestadas, y señala que los inversores minoristas afirman confiar en la médica más que en cualquier otra. Además, destaca una tendencia tecnológica creciente: la mitad de los inversores minoristas valoran el acceso a la tecnología por encima de las personas. En 2016, esta cifra era del 38% y del 48% en 2018.
Sin embargo, “la confianza en el asesoramiento sigue siendo dominio de los humanos”, subraya el estudio. Un 73% de los encuestados asegura confiar más en las recomendaciones de inversión de un asesor que las de un roboadvisor. Sin embargo, la mayoría de los inversores minoristas (75%) creen que su asesor financiero está legalmente obligado a actuar en interés del cliente por encima del suyo, y solo el 35% asegura que su asesor siempre pone sus intereses en primer lugar. Esta cifra se reduce aún más entre los inversores institucionales, solo el 25% piensa que sus asesores anteponen los intereses de los clientes.
“La confianza en la industria de gestión de inversiones es ahora más valiosa que nunca. ¿Qué hace falta para que alguien arriesgue su capital y confíe sus fondos a otra persona para que los administre? Los profesionales de la inversión, que entienden y se desenvuelven por las distintas dimensiones de la confianza de los inversores, y estarán mejor equipados para servir a sus clientes y demostrar cómo la industria de la inversión puede servir mejor a la sociedad”, añade Rebecca Fender, CFA, directora senior e investigadora de Futuro de las Finanzas en CFA Institute.
Según muestra la encuesta, la confianza que proyecta la imagen de marca de las firmas es más relevante de lo que parece a la hora de ganar clientes. De hecho, entre los inversores más jóvenes ,el 75% asegura que preferiría trabajar con una firma que posea “una marca en la que pueda confiar” más que con “gente con la que pueda contar”. En cambio, perder clientes no es cuestión de confianza, sino de la política de comisiones que tenga la firma. «El 73% de los inversores cree que son justas, sin embargo, las tarifas altas son una de las principales razones que dan los inversores para abandonar una firma de inversión», apunta la encuesta de CFA Institute.
En lo referente a aquellos inversores minoristas que no disponen de un asesor de inversiones, el 57% afirman tener una oportunidad justa de obtener beneficios invirtiendo en los mercados de capital. Sin embargo, este porcentaje aumenta hasta el 81% para aquellos inversores que trabajan con un asesor.
De los 15 mercados participantes en la encuesta, los inversores minoristas en India han sido los que mayores niveles de confianza han mostrado en la industria de servicios financieros con un 87%. Por el contrario, Australia ocupó el último lugar entre los 15 mercados, con solo el 24% de los encuestados que aseguraron confiar en la industria. La confianza aumentó más en Hong Kong SAR, India, Emiratos Árabes Unidos y Brasil, y disminuyó más en Singapur.
El informe completo y los resultados de la encuesta, incluidos los datos individualizados por mercado, están disponibles en este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. Mirabaud AM obtiene el sello ISR por su estrategia de inversión global en bonos convertibles
Mirabaud Asset Management ha obtenido el sello ISR para su estrategia de inversión global en bonos convertibles. Emitido por el Ministerio de Hacienda francés, se trata de un “hito y un reconocimiento al enfoque responsable que Mirabaud AM ha mantenido en su trayectoria”, aseguran desde la gestora.
Tras el nombramiento de Hamid Amoura como responsable del equipo de Inversión Sostenible y Responsable (ISR) de Mirabaud AM en septiembre de 2018, el Grupo Mirabaud ha continuado con la adopción de los criterios ASG, tanto en la filosofía como en el proceso de sus soluciones de inversión.
“La integración de los factores ASG en el proceso de inversión no es tan solo un complemento indispensable para la evaluación en profundidad del estado de una empresa y su sostenibilidad, sino que también supone una respuesta clara a las expectativas de los inversores, que entienden que la gestión racional de los riesgos sociales y medioambientales es, hoy, de suma importancia”, advierte Nicolas Crémieux, principal responsable de la estrategia Convertible Bonds Global de Mirabaud. Esta estrategia ha sido, además, premiada con cinco estrellas Morningstar en la categoría Convertibles internacionales.
Desde Mirabaud AM añaden que este sello supone un avance importante y constituye un gran paso hacia el objetivo del grupo: perfeccionar el enfoque ISR y reforzar aún más la posición de la gestora en materia de sostenibilidad y responsabilidad.
“Nos complace haber obtenido este sello. Nuestro enfoque combina convicción y pragmatismo en materia de adopción de los criterios ASG. Nuestra gestión responsable pretende medir el nivel de responsabilidad y sostenibilidad de las empresas, así como identificar los problemas materiales relacionados”, asegura Amoura. Asimismo, el responsable del equipo de ISR de la gestora también señala que el compromiso accionarial constituye uno de los ejes principales de su enfoque ISR. “Con ello, se pretende reforzar la capacidad de nuestros equipos de gestión a la hora de identificar y evaluar los problemas de índole no financiera que, actualmente, forman parte de la valoración de cualquier empresa”, subraya.
Además, Mirabaud AM, es, desde 2010, signatario de los Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas, parte del compromiso con la gestión responsable y sostenible de la compañía.
“Es un privilegio desarrollar mi labor en una sociedad de gestión tan especializada como Mirabaud AM, que, desde su creación en 2012, representa con fidelidad y convicción todos los valores de un grupo con 200 años de experiencia en materia de gestión. La independencia, la convicción y la responsabilidad son valores universales e intemporales, como lo demuestra el reconocimiento de los criterios ASG en los principios de gestión mucho antes de que haya sido una práctica habitual”, concluye Umberto Boccato, responsable de inversiones de Mirabaud AM.
La caída en la actividad en EE.UU. está fuera de toda proporción comparado con las recesiones del pasado. Un regreso a la normalidad, a la dinámica antes de la crisis sanitaria, supondría un avance de todos los sectores en una forma homogénea. Esto parece poco probable. Como resultado, surgirán desbalances y se modificará la estructura del crecimiento. El empleo se verá castigado con el tiempo y va a influir en el nivel del PIB y en el ingreso per cápita.
El índice CFNAI, calculado por la Fed de Chicago, es la mejor medida de la situación económica como tal. Es una composición de 85 indicadores publicados en un mes. Incluye la producción industrial, las ventas al detalle, el empleo y muchos más.
Se publica tardíamente comparado con los otros indicadores, pero refleja perfectamente el estatus del ciclo de negocios. Al monitorear en promedio más de 3 meses y cuando es mayor a -0,7, la probabilidad de recesión es de casi cero. Por debajo de esta marca, el riesgo de una recesión es alto.
En abril, el índice cayó más de 10 puntos a -16,74 desde un -4,97 en marzo. Su promedio en tres meses fue de -7,22 comparado con un -1,69 en marzo. El indicador estuvo muy por debajo de la marca de -0,7.
Como muestra la gráfica, el índice está también muy por debajo de las mediciones observadas en 2008/2009. El impacto es de un tipo y de una magnitud diferentes nunca antes vistos.
Esta curva tiene el mismo ritmo que la del empleo que en abril se contrajo en 20,5 millones.
Es probable que durante los próximos meses el índice repunte y la crisis se aligere. La mayor duda será en torno a la capacidad de la economía para crecer en una manera homogénea y coherente en todos los sectores de la actividad. Es probable que los sectores sigan una trayectoria muy alta, pero que este sea el caso para todos es cuestionable. Estos cambios causarán desbalances que van a deteriorar el crecimiento y su estructura. El retorno al crecimiento equivalente al de niveles antes de la crisis llevará tiempo, el necesario para resolver estos desbalances y crear nuevos polos de expansión.
El riesgo es que haya una histéresis en el empleo. El impacto sanitario por tanto tendría un efecto persistente en el empleo, que no sería capaz de retornar a su nivel precrisis. En un comentario reciente, Nicholas Bloom, José María Barrero y Steven Davis estiman que 42% de los empleos perdidos recientemente serán pérdidas permanentes. Esto sugiere que el nivel de empleo no se revertirá a su nivel previo. Los niveles del PIB y el ingreso per cápita se verán afectados por un largo rato.
Columna de Natixis IM, escrita por Philippe Waechter, director de investigación económica de Ostrum Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. SURA Investment Management y Credicorp Capital Asset Management lanzan un nuevo fondo de inversión en infraestructura
Credicorp Capital Asset Management y SURA Investment Management, quienes juntos conforman el gestor de inversiones Unión para la Infraestructura S.A.C (UPI), han anunciado el lanzamiento de un fondo de Equity por 86,5 millones de dólares para la inversión de recursos privados en proyectos de infraestructura de alto impacto en Latinoamérica.
“El sector de la infraestructura ha representado a lo largo del tiempo un motor fundamental en la competitividad y el desarrollo económico y social de un país. En Credicorp Capital Asset Management estamos comprometidos con seguir aportando al crecimiento y desarrollo de la región. Por eso, en alianza con SURA Investment Management, hemos lanzado este fondo de infraestructura, el cual creemos aportará a la reactivación económica del país y a la generación de empleo, lo que al final termina en bienestar para la sociedad.Todo esto gracias a que contamos con un sólido equipo regional, dedicado a gestionar y desarrollar oportunidades de inversión en Latinoamérica para nuestros clientes locales e internacionales” indicó James Loveday, Head de Credicorp Capital Asset Management.
Este fondo busca financiar proyectos de infraestructura, con un foco importante en los países de la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia, Chile y México). Uno de los grandes atributos y diferenciales de este fondo es, precisamente, el conocimiento y la presencia regional con la que cuentan las dos compañías. Adicionalmente, el equipo que conforma Unión para la Infraestructura (UPI), el gestor directo del fondo, cuenta con más de 60 años de experiencia acumulada en procesos de inversión y gestión de activos de infraestructura.
Este fondo se configura como una oportunidad para atender esos negocios de infraestructura que quedarán desatendidos en términos de inversión, pues con la coyuntura actual existirán compañías que, en la reorganización de sus inversiones, priorizarán su core y abandonarán obras y proyectos de infraestructura que no están directamente relacionados con su negocio.
“Si bien este fondo lo hemos venido configurando desde hace algunos meses, en la situación actual y como socios financieros y gestores de activos, nuestras capacidades están dispuestas para impulsar proyectos que tengan un impacto relevante en la activación económica que requiere la región. A través de esta alianza, que tenemos con Credicorp Capital Asset Management, desde Unión para Ia Infraestructura, contamos con la experiencia en la gestión y administración de activos de infraestructura, lo que nos permite generar valor, optimizar estructuras de capital y una alta capacidad para supervisar y participar activamente en las decisiones claves durante las etapas de construcción y operación de los proyectos” afirmó Pablo Sprenger, CEO de SURA Investment Management
Los principales subsectores de la infraestructura en los que se enfocará el fondo de equity son transporte, que abarca puertos, aeropuertos, carreteras, sistemas de transporte; y energía, con generación renovable y autogeneración. Esto toma relevancia entendiendo que, debido a la crisis de salud que atraviesa el mundo, los gobiernos priorizan las inversiones en fortalecer sectores como el de la Salud y atender las situaciones más necesitadas y, por lo tanto, las inversiones en proyectos de infraestructura como los asumidos por este fondo deben tener el apoyo e impulso del sector privado.
CC-BY-SA-2.0, FlickrCargadores de Diego Rivera, Foto por Joaquín Martínez
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El peso mexicano rompió su rally alcista de siete días consecutivos, después de que el Banco de México
presentara el Informe Trimestral de inflación para enero-marzo de 2020, el miércoles por la tarde, con tres escenarios de probable recesión económica.
«El hecho de que la evolución de la pandemia (del COVID-19) aún está en proceso tanto a nivel global como nacional genera un alto grado de incertidumbre para cualquier proyección de la actividad económica de México. En particular, aún es incierta la duración y profundidad de la pandemia, tanto en México, como en otros países. Ello, a su vez, implica incertidumbre sobre la duración y severidad de las medidas de contención y de distanciamiento social que será necesario adoptar y mantener», explicó el Banco Central.
En el primer escenario con forma de V profunda, el organismo estima que el PIB de este año podría registrar una contracción de 8,8%, la mayor desde 1932 (cuando un sismo de 8,2 grados sacudió al país), con una recuperación de 4,1% para el 2021.
Un segundo panorama, contempla una curva de recuperación en forma de U profunda, donde el PIB registrará una caída que podría llegar a 8,3% este año y una contracción, de nuevo, en el 2021 de 4%. Este escenario supone tres años consecutivos en contracción del PIB. El tercer escenario tiene forma de V, con una caída de 4,6% este año y un rebote de 4% para el 2021.
El gobernador del banco, Alejandro Díaz de León, precisó que los pronósticos conservan un alto grado de incertidumbre y que la profundidad de la recesión dependerá de la evolución sanitaria.
Mientras tanto, los datos de la Confianza del Consumidor (encuesta realizada de forma telefónica), registraron su peor caída desde que se tiene registro (2001). Para abril, se registró un descenso de 13,28 puntos en su comparación anual, que lo ubica en las 32,20 unidades, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).