Pixabay CC0 Public Domain. Lombard Odier se asocia con Plastic Bank para reducir la contaminación plástica del océano
El Grupo Lombard Odier ha anunciado una nueva asociación con Plastic Bank para ser pionero en una solución que ayude a prevenir la contaminación de los plásticos en el océano, al tiempo que se crea un valor a largo plazo para las asociaciones y organismos recolectores.
La contaminación plástica es una de las mayores amenazas que enfrentan nuestros océanos. Cada año, 8 millones de toneladas de plástico entran en nuestros océanos, que se suman a los 150 millones de toneladas que ya contaminan el medio ambiente marino. Plastic Bank detiene los desechos plásticos antes de que entren en el océano recogiendo y reprocesando los materiales para su reutilización. A cambio, los recolectores locales obtienen cobertura para alimentos y necesidades básicas.
En su primera asociación con Plastic Bank, Lombard Odier financiará la recogida de más de 795 toneladas de plástico en el océano en Haití (el equivalente a más de 39 millones de botellas de plástico). Ello repercutirá favorablemente en la vida de hasta 6.000 recolectores y sus familias como primer paso de un programa más amplio destinado a crear un efecto positivo en Haití y Egipto en los próximos meses.
Stéphane Monier, CIO del Banco Privado Lombard Odier, ha señalado: «Estamos orgullosos de asociarnos con Plastic Bank, un partner innovador en materia de sostenibilidad y un actor clave en la economía circular, en nuestro intento de detener la contaminación del plástico en el océano y mejorar la vida de los recolectores locales y sus familias».
Por su parte, David Katz, fundador y director ejecutivo del Plastic Bank, comentó que «estamos muy contentos de asociarnos con Lombard Odier para ayudar a potenciar una sociedad regenerativa. Al apoyar la recogida de residuos plásticos en comunidades desfavorecidas, son pioneros en nuevas vías para el impacto ambiental y social en la industria bancaria mundial».
Se trata del segundo proyecto de este tipo de Lombard Odier, tras el apoyo prestado el año pasado a ReforestAction, que ayudó a financiar la plantación de 20.000 árboles en Tanzanía y el Perú.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Paulius Dragunas. Foto: Paulius Dragunas
Morningstar Inc, uno de los principales proveedores de reseach en el segmento de la inversión independiente, ha anunciado su reconocimiento como administrador no comunitario de sus índices de referencia (benchmarks) en el marco del Reglamento Europeo sobre Índices de Referencia.
El Reglamento Europeo sobre Índices de Referencia introduce un marco común y un enfoque coherente para la regulación de los índices de referencia, con el objetivo de garantizar la exactitud e integridad de los índices de referencia en toda la Unión Europea.
En su calidad de administrador reconocido no comunitario, las entidades supervisadas por la Unión Europea pueden utilizar los índices proporcionados por Morningstar en instrumentos financieros disponibles para inversores dentro de la Unión Europea, incluidos los fondos cotizados en bolsa (ETFs).
«Nuestro reconocimiento en el marco del Reglamento Europeo sobre Índices de Referencia demuestra el compromiso de Morningstar Indexes con la calidad y la transparencia en la construcción de índices, y un profundo conocimiento de las mejores prácticas de gestión de los índices», dijo Ron Bundy, presidente de Morningstar Indexes.
«Esperamos seguir ofreciendo a los emisores europeos de productos invertibles una amplia gama de índices centrados en el inversor, basados en nuestra investigación y datos patentados», añadió.
Los índices de referencia de Morningstar figuran en el registro de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para los índices de referencia de terceros países, al que se accede a través de su sitio web.
Los inversores utilizan Morningstar Indexes para comprender el rendimiento del mercado en todas las regiones, estilos y clases de activos. Morningstar Indexes también está autorizado por las instituciones para crear productos de inversión distintos vinculados a índices, para analizar su rendimiento o para tomar decisiones de asignación de activos a través de regiones geográficas.
Desde su creación en 2002, el valor de los activos vinculados a Morningstar Indexes ha aumentado hasta alcanzar los 62.000 millones de dólares (a 30 de junio de 2020).
Notas:
(1) Reconocimiento recibido de conformidad con el artículo 32 del Reglamento de referencia (Reglamento (UE) 2016/1011 de 8 de junio de 2016).
Desde UBS se espera que las caídas del dólar registradas en las últimas semanas continúen la largo plazo, lo cual podría tener algunos beneficios para los inversores.
Los analistas de la entidad piensan que la debilidad de la moneda estadounidense se ha producido por factores como el aumento de los casos de coronavirus o la preocupación ante el inminente «acantilado fiscal» en los Estados Unidos a medida que expiren los beneficios de desempleo adicionales decretados durante la pandemia.
Se espera que el Congreso logre un acuerdo para un nuevo paquete de ayuda antes de la elecciones presidenciales, un alivio para la cotización del dólar que podría ascender a un billón de dólares (trillion en su denominación de inglés).
Pero UBS también advierte que “se están construyendo posiciones cortas en el dólar. Según los datos de la CFTC, las posiciones cortas netas en el dólar frente al euro mantenidas por cuentas especulativas han aumentado a sus niveles más altos desde 2018, aumentando el potencial de una toma de ganancias, si el flujo de noticias se vuelve más positivo hacia el dólar”.
Por ello, los analistas de UBS consideran que “tácticamente, creemos que no es el momento de perseguir una mayor debilidad del dólar, pero dada la tendencia a más largo plazo, los inversores deberían analizar su posicionamiento estratégico y reconsiderarlo si es necesario”.
Los dos beneficios clave que tiene un dólar más débil
Para UBS, la debilidad del dólar podría impulsar la inversión en libras esterlinas y en oro.
“La libra esterlina está infravalorada: la moneda del Reino Unido se ha visto debilitada por la incertidumbre sobre las conversaciones comerciales con la UE y, más recientemente, el espectro de tipos negativos. En nuestra opinión, ambos ofrecen más ruido que sustancia y los riesgos para la libra esterlina deberían desvanecerse, lo que debería impulsar el interés en volver al Reino Unido y, lo que es más importante, aumentar la inversión en él”, señala el informe.
“El gobierno del Reino Unido y el Banco de Inglaterra mantienen su enfoque estrechamente coordinado para respaldar la economía, lo que refuerza nuestra convicción de que la libra esterlina está lista para recuperarse. También consideramos que la libra esterlina está muy infravalorada frente al dólar estadounidense con una paridad de poder adquisitivo de 1,54. Como resultado, la libra esterlina es nuestra moneda preferida frente al dólar estadounidense”, añade.
Por otro lado, la disminución de los rendimientos reales ha sido el principal impulsor del aumento del precio del oro, que es uno de los activos con mejor desempeño este año 2020.
“Seguimos esperando una nueva caída de los rendimientos reales para apuntalar el oro. Pero el oro también suele estar vinculado inversamente al dólar estadounidense, y creemos que el metal se beneficiará de una depreciación a largo plazo de la moneda estadounidense. Por último, los riesgos geopolíticos se han intensificado, sobre todo debido al aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China, junto con la incertidumbre política sobre el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses. Nuestro escenario base para los precios del oro es de alrededor de USD 2.000 / oz en el 2S20, pero los precios podrían sobrepasarse en el corto plazo hasta los USD 2.300 / oz.”, considera UBS.
Disminución de las sucursales bancarias y mayor inversión en tecnología son dos de las consecuencias de la pandemia de coronavirus en México y Colombia, según un estudio de la consultora EY llevado a cabo entre clientes del sector financiero en México y Colombia, para conocer los cambios generados en su comportamiento financiero a raíz de la pandemia de COVID-19.
Para dicho estudio se recolectaron más de 8.000 respuestas y se analizaron más de 100.000 publicaciones en redes sociales sobre la salud financiera de los clientes del sector financiero, el uso de herramientas bancarias en línea y el uso de programas de asistencia financiera.
Según resultados del estudio, los bancos pueden potencializar la adopción de plataformas móviles y digitales así como proveer la flexibilidad que sus clientes necesitan para superar la crisis, ya que la adopción de canales digitales y de banca en línea ha crecido como resultado de las medidas de distanciamiento social. El estudio señala que la tendencia de la digitalización de la banca continuará por lo que las instituciones financieras deben acelerar su migración hacia plataformas digitales, mejorar la experiencia de usuario, entrenar a clientes renuentes y planear para reducir su huella física.
“La tendencia hacia la digitalización de la banca sin duda se ha visto acelerada por las medidas de aislamiento social durante la pandemia de COVID-19, sin embargo, aún hay resistencia o dificultades para utilizar los servicios de la banca en línea por parte de algunos clientes por lo que las instituciones bancarias deben utilizar distintos medios para instruir sobre los beneficios y la practicidad de sus servicios digitales”, señaló Jorge Lacayo, Socio Líder de EY-Parthenon en Latinoamérica Norte.
Las consultas en los buscadores de Google y las menciones en redes sociales sobre la banca digital han aumentado dramáticamente y en México esta cifra representa hasta un 40% más de las realizadas previo al inicio de la pandemia. Se calcula que las visitas a sucursales bancarias en nuestro país puedan llegar a disminuir hasta en un 30%. En cuanto a las publicaciones en redes sociales, aquellas relacionadas con banca móvil aumentaron hasta un 43.7%. Sobre las plataformas de banca digital, la mayoría de los comentarios en redes sociales son preguntas y opiniones sobre la funcionalidad de las apps bancarias.
El 61% de los usuarios de plataformas de banca digital señalaron que el ahorro de tiempo y los horarios más flexibles son las principales ventajas del uso de estas plataformas, mientras que el 44% identifica que la principal desventaja es el requerimiento de internet frente a un 38% que considera que son los datos no protegidos.
Proveer un servicio digital puede llegar a ser hasta 35% más barato, dice el estudio, motivo por el cual los bancos deberían ofrecer tantos servicios como les sea posible a través de canales digitales. Los bancos pueden utilizar esta tendencia en la digitalización tanto para ahorrar recursos valiosos en este momento, como para incrementar el alcance de sus servicios y mejorar la experiencia para el cliente.
La asistencia financiera se ha vuelto una prioridad para el 63% de los mexicanos, quienes reportan haber perdido más del 60% de sus ingresos. “Para anticipar problemas, las instituciones financieras deben optimizar recursos y desplegar medidas de contingencia ya que se espera que haya problemas con la recaudación, la comunicación constante con clientes clave será vital para proveerlos de las herramientas y la flexibilidad que necesitan para superar la crisis, particularmente en el segmento de las Pyme. Nuevos términos y condiciones más flexibles deben ser propuestos para reducir el impacto de los préstamos no cumplidos”, agregó Jorge Lacayo.
El estudio revela que el impacto financiero para las pequeñas y medianas empresas ha sido notable ya que el 95% de las mismas reporta haber perdido ingresos por las medidas de distanciamiento social mientras que el 50% cerró operaciones por completo. El 85% de las Pyme participantes no considera que pagar sus préstamos bancarios sea su principal prioridad por el momento y el 50% de las Pyme declaró necesitar financiamiento externo para poder sobrevivir los próximos 3 meses.
La crisis provocada por el COVID-19 motivó un aceleramiento en la adquisición e innovación de tecnología para la gestión de patrimonio en EE.UU., asegura el último The Cerulli Edge, U.S. Advisor Edition.
“Al guiar a los clientes a través de condiciones difíciles e inesperadas con tecnologías digitales recientemente adoptadas, los managers pueden demostrar la importancia de contar con un plan financiero sólido”, dijo la analista senior de Cerulli, Marina Shtyrkov.
Antes del COVID-19, casi dos tercios (66%) de los gestores organizaba una reunión de revisión digital con los clientes al menos una vez al año y un 30% nunca las había realizado.
El entorno digital creado por la pandemia ofrece una prueba única de las capacidades tecnológicas de las empresas.
Las medidas de distanciamiento social reforzadas desencadenaron una nueva adopción de tecnología entre muchas prácticas lentas para adoptar reuniones virtuales y otros procesos digitales.
Muchos Brokers/Dealers (B/D) ya habían comenzado a construir o ensamblar plataformas integradas de extremo a extremo, haciendo grandes inversiones en tecnología para modernizar sus ofertas y mejorar la eficiencia.
Por ejemplo, en 2019, el 70% de los managers informaron que usaban tecnología de firma electrónica y un 13% adicional planeaba incorporarla para 2021.
Asimismo, el 60% usaban la gestión de documentos o el almacenamiento en la nube, y el 11% anticipó agregar estas herramientas.
El entorno virtual de muchos gestores destacó las deficiencias digitales de su empresa y, como resultado, aceleró el progreso de esas iniciativas tecnológicas.
«Aquellos que tienen éxito al hacerlo, a su vez, se posicionan favorablemente para las referencias de clientes satisfechos que hacen correr la voz a su red», agregó Shtyrkov.
Por otro lado, aunque el desempeño del mercado en general se ha recuperado, la incertidumbre y las preocupaciones sobre la pandemia persisten.
A medida que los managers ajustan sus procesos a este clima orientado digitalmente, las empresas deben evaluar cómo apoyar mejor a sus fuerzas asesoras a través de la disrupción.
Por otro lado, Cerulli también destaca cómo la transparencia y la comunicación ayudan a los managers a brillar en un entorno de volatilidad generado por la pandemia.
Se vuelve cada vez más crítico que los gestores muestren empatía y habilidades de comunicación eficaces.
«La actitud de un manager puede hacer o deshacer la relación administrador / inversor durante tiempos turbulentos», indicó Shtyrkov.
Los inversores buscan un asesor que les brinde transparencia, tranquilidad y orientación personalizada.
El 56% de los inversores consideran que la transparencia en las interacciones es extremadamente importante al elegir un gestor, mientras que más de la mitad (51%) consideran que un manager que se toma el tiempo para comprender sus necesidades, objetivos y tolerancia al riesgo cuenta con un criterio extremadamente importante.
Para asegurar la confianza de los inversores, Shtyrkov sugiere que los managers creen un alcance reflexivo y atractivo que aborde las inquietudes de los clientes, demuestre apoyo y garantice que cualquier problema que surja recientemente se pueda abordar adecuadamente.
Los managers deben encontrar nuevas formas de eliminar el ruido y no de aumentarlo.
Los clientes ya reciben un flujo constante de noticias y comentarios del mercado, en ese sentido, el papel del gestor es mostrar cómo se aplica a sus circunstancias.
Pixabay CC0 Public Domain. USA vs. China: ¿Guerra comercial?
Sin duda lo es para los noticieros, periódicos y furores de Trump, pero quienes trabajamos en la industria financiera sabemos que no es más que una gran distracción para ocultar la verdadera guerra: la de la supremacía tecnológica y del dominio mundial.
En el corriente mes fuimos todos testigos de ver cómo, mientras industrias y economías a nivel mundial se deshacen y luchan por no colapsar, las principales empresas tecnológicas de EE.UU. presentaban positivos resultados y, como si fuera poco, se posicionaban por primera vez en la historia como las top 5 más grandes compañías del índice S&P 500 (Microsoft, Apple, Amazon, Google, y Facebook).
Sumado a lo anterior, en un año tan especial como éste, vemos cómo post el ajuste tremendo de los mercados en marzo, el índice Nasdaq rebota subiendo más de un 50% desde su punto más bajo, rompiendo récords históricos en sus valorizaciones, al punto que ya muchos hablan de una posible burbuja, del tipo de la que vivimos en el 2001.
En definitiva, la tecnología parece ser “el tema” de hoy y de los próximos años.
Para quienes venimos de un mundo donde empresas de industrias completamente diferentes, como es el caso de Exxon, General Electric y Philip Morris, lideraban el empresariado americano y por qué no decir también el mundial, ha sido toda una revolución vernos frente a este nuevo orden, donde son las empresas tecnológicas las que toman la delantera.
Si bien las empresas tecnológicas chinas siguen aún con cierta distancia a las americanas, algunas como Alibaba y Tencent han crecido ferozmente y ya ascienden al top 20 corporativo mundial. Y hay varias más de la misma industria, entre otras JD.com, Meituan, PDD, Baidu, que siguen estos pasos y ganan cuotas de mercado, sobre todo en el mercado doméstico chino, que como bien sabemos no es para nada despreciable.
¿Recuerdan cuando hace algunos pocos años era recurrente escuchar hablar de China como “la fábrica del mundo”, al punto de que sarcásticamente se decía que trabajaban por “un plato de arroz” y era por tal motivo que cada vez teníamos más productos en nuestras manos “Made in China”?. Pues bien, esa ya no es la realidad de hoy.
La mano de obra en China se ha ido encareciendo, basta con ver a muchas multinacionales mudándose a Asia Emergente, migrando sus operaciones a países como Vietnam, Indonesia o Camboya.
A una más actualizada lectura del país asiático de hoy le agregaría el dato que en el 2019 hubo más egresados de doctorados en tecnología chinos que americanos, así como también el e-commerce en China, en términos dolarizados, triplicó al de EE.UU..
Así es, ya no trabajan por ese plato de arroz que muchos siguen creyendo.
Pero sigue habiendo una tremenda diferencia entre ambos países y es la que considero hoy debemos aprovechar: se trata de las divergentes características de sus mercados accionarios.
Por su parte EE.UU. sigue siendo la Bolsa más desarrollada del globo, es aún el centro financiero mundial, el mercado al cual todos acceden. Máquinas y algoritmos funcionan sin cesar haciéndolo tremendamente eficiente, por ende muy difícil de vencer para los administradores de fondos en su labor de elección de empresas a comprar.
Como contracara, en China el mercado está sumamente influenciado por personas naturales, personas comunes y corrientes, quienes desde aplicaciones varias en su celular acceden a la Bolsa y participan activamente en la compra y venta de acciones.
Y esto se traduce en un mercado sumamente ineficiente, ya que personas sin conocimientos ni estudios apropiados son quienes a diario mueven en masa las valorizaciones de las empresas.
Es por este motivo justamente que, a diferencia del americano, se hace mucho más factible para equipos preparados o “asset managers” obtener resultados mejores al índice como un todo.
¿Cómo seguirá esta guerra? Imposible de predecir, pero dado lo presentado, mi invitación es:
A cambiar la forma de ver a China. Su poderío tecnológico es inmenso, ya no es un país agricultor / productor.
A creer que puede tener sentido apostar por empresas chinas de este rubro.
Y ligado al punto anterior, a elegir con cautela equipos bien preparados que logren entregarnos ese retorno donde, posiblemente superen a quienes compran acciones en el tren camino a su trabajo.
En línea con su misión impulsar el desarrollo de prácticas financieras del más elevado nivel, CFA Society Uruguay selló una alianza con la gestora de fondos británica Colchester Global Investors, con el fin potenciar sus áreas de acción, intercambiar conocimientos y trabajar en conjunto en las diversas acciones y actividades que se desarrollen en el país, anunciaron en un comunicado.
Las instituciones llevarán adelante conferencias, eventos y capacitaciones para que quienes estén interesados puedan adquirir los más amplios conocimientos en la materia e intercambiar información con la participación de expertos locales y de todo el mundo que se han destacado en este rubro.
“Desde la formación de la sociedad en el país en 2018, CFA Society Uruguay reúne a un centenar de profesionales de inversión comprometidos con los principios del CFA Institute, vinculados con la promoción de los más altos estándares éticos, el fomento de la educación financiera y la excelencia profesional para el beneficio de la sociedad en su conjunto”, declararon desde la CFA Society Uruguay.
Colchester Global Investors es una gestora de fondos con 20 años de experiencia y sede en Londres, que también cuenta con oficinas en otras capitales financieras del mundo como Nueva York, Dubái, Singapur y Sídney. Con más de 40.000 millones de dólares bajo gestión, que se centra exclusivamente en bonos soberanos y monedas. Cuenta con una base de clientes que incluyen fondos soberanos, fondos de pensiones, bancos privados y mandatos discrecionales.
“Entre los aspectos clave que ofrece el enfocarse exclusivamente en soberanos, está la baja correlación con gestores que incluyen estrategias de crédito, la simplicidad debido a la falta de instrumentos complejos y la liquidez, especialmente en momentos de tensión en los mercados. Colchester es signatario de los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (UNPRI) y del Grupo de Trabajo para la Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD)”, señalaron desde Colchester.
La alianza de CFA Society Uruguay y Colchester permitirá que el expertise y las herramientas de ambas instituciones se potencien para la organización de eventos y la generación de contenidos de calidad e interés para el sector financiero.
Según el informe de la consultora estratégica Bain & CompanyPrivate Equity Takes a Midyear Bounce off the Bottom, en mitad de un año histórico, estas empresas están retomando su actividad, tras los débiles datos de inicio de año. El total de operaciones del primer semestre de 2020 cayó un 36% en América y un 34% en Europa, Medio Oriente y África (EMEA), en comparación con los primeros seis meses de 2019.
El informe indica que, en junio, la actividad se aceleró de manera contundente en América y EMEA después de caer precipitadamente al comienzo de la pandemia. El total de operaciones de junio también tuvo una tendencia al alza en China, aunque, en general, el panorama en Asia-Pacífico es más confuso debido a los efectos de la pandemia y las respuestas de los diferentes países.
Según explica Álvaro Pires, socio de Bain & Company, “si bien se observa más prudencia en los fondos, sobre todo en los locales dada su mayor exposición a ciertos mercados como el español, la situación actual plantea nuevas oportunidades y la mayoría de los fondos las están buscando activamente aprovechando las bajas valoraciones. Como sucede a nivel global, hemos visto una recuperación en el nivel de actividad y, en principio, no se prevé que se revierta esta tendencia en el corto plazo.”
Mientras que la crisis financiera global provocó grandes problemas estructurales sobre el sistema financiero, los efectos de la pandemia del COVID-19 han sido más parecidos a los provocados por un desastre natural. Según indica el informe, este evento indudablemente tendrá un gran impacto económico, pero no refleja la debilidad subyacente de la demanda. Sigue existiendo un riesgo real de que el efecto del COVID-19 sobre la actividad del consumidor dure lo suficiente como para transformarse en una crisis financiera, pero hasta ahora, el mercado apuesta por un efecto algo más benévolo.
Reticencia a las salidas
La volatilidad del mercado y la difícil pregunta acerca de cómo ha cambiado el comportamiento del consumidor en los distintos sectores hacen que sea difícil desarrollar una valoración concluyente. El documento indica que los inversores están evaluando en qué medida el coronavirus está afectando la demanda de los clientes en este momento y cómo evolucionará la demanda a medida que la recesión económica y la recuperación posterior sigan su curso.
Según una encuesta de Investec, más del 80% de todos los GPs declaran que no esperan llevar a cabo ninguna operación de venta de sus participadas en los próximos 12 meses. En comparación con las inversiones y las salidas, la actividad de fund-raising se mantuvo relativamente bien durante el primer semestre del año. Esto se debe, en gran parte, a que los fondos se cerraron durante los dos primeros trimestres, beneficiados por el capital comprometido antes de la pandemia del COVID-19. El capital levantado en todo el mundo en el primer trimestre en realidad superó los niveles de 2019, pero cayó un 18% respecto al segundo trimestre del año anterior.
Tendencias emergentes
A medida que las empresas de private equity intentan aprovechar al máximo un período de agitación sin precedentes, el informe identifica tres claras de la crisis del COVID-19 hasta el momento. La primera de ellas es que la experiencia sectorial es más importante que nunca. El informe considera que descubrir cómo el COVID-19 está remodelando los distintos sectores y el efecto a largo plazo en sus carteras es probablemente el desafío más difícil al que se enfrentan los GPs. Otro aspecto relevante será determinar el efecto y la velocidad a la que deben adaptarse los proveedores, esto requerirá un análisis en profundidad de la exposición específica de la compañía a la dinámica concreta de la industria.
La segunda tendencia que identifica es la obsolescencia del plan de creación de valor. “Con tantos cambios y tan rápidos, los gestores de fondos deben reevaluar los fundamentales de cada plan de negocio de las empresas de sus carteras. ¿Cuáles son los elementos que creía que iban a crear valor en este negocio? ¿seguirán estando vigentes? A raíz del COVID-19 todo ha cambiado; el futuro es ahora”, apunta el informe.
Por último, la tercer tendencia es la digitalización. Según el documento, a pesar de toda la sofisticación digital de sus profesionales, el negocio del capital privado es completamente analógico. “El COVID-19 también está obligando a una revisión de lo que la tecnología puede hacer en toda la cadena de valor de inversión, desde acuerdos de abastecimiento, hasta la monitorización de la cartera de las compañías, pasando por la evaluación de las oportunidades de salida”, señala en sus conclusiones.
Pixabay CC0 Public Domain. Bonos soberanos: reflejo de una recuperación mundial gradual y desigual con riesgos persistentes en el horizonte
Según los analistas, el coronavirus dejará en los mercados internacionales un aumento de la deuda pública que va en consonancia con cómo se está gestionando el impacto económico de la pandemia. Scope Ratings ha reducido su previsión de crecimiento mundial para 2020 a cerca de -4,5%, la mayor contracción de la era de posguerra, seguida de una recuperación del 5,8% en 2021. En un caso de tensión, la economía mundial podría contraerse un 7,3%, con sólo una leve recuperación del 3,7% en 2021.
Las proyecciones de referencia de Scope prevén un nuevo aumento de las infecciones por COVID-19 en la segunda mitad de 2020 en las economías desarrolladas, situación que es «manejable» en la mayoría de esos países. Según su valoración, la renovada transmisión del virus no detiene la recuperación económica, sino que la obliga a seguir una trayectoria más gradual y desigual. En su opinión, solo se verá una segunda ronda selectiva de restricciones económicas; más intensiva en países como los Estados Unidos o el Reino Unido. Este escenario es similar a una recuperación mundial en forma de logo de Nike, con una pendiente de recuperación que se desacelera tras la rápida recuperación de la actividad de los últimos meses.
«Las implicaciones de esta crisis en términos más amplios para el riesgo soberano se vinculan significativamente a la activación de las respuestas de política monetaria y fiscal. Esto eleva los ratios de deuda a largo plazo, podría aumentar el riesgo de impago y debilitar los balances de los gobiernos. El aumento del desempleo, los índices de préstamos improductivos y los casos de impago del sector privado debilitan la capacidad de recuperación del sector privado y bancario, especialmente en un escenario estresado», explica Giacomo Barisone, jefe de calificaciones soberanas de Scope Ratings.
Sin embargo, en su opinión, las acciones de los bancos centrales siguen transfiriendo una parte significativa de la nueva deuda pública a las autoridades monetarias aliviando, por lo menos momentáneamente, la escalada del riesgo de liquidez o solvencia soberana desde el punto de vista de los acreedores del sector privado. «El debilitamiento de los ratios de cobertura y la inestabilidad de las divisas son riesgos adicionales para los emisores de los mercados emergentes», añade.
En el escenario económico de referencia de Scope Rating, la economía de la zona euro se contrae bruscamente, en un 9,1% en 2020, encabezada por profundas recesiones en España (-12,5%), Francia (-11,0%) e Italia (-10,0%), con un descenso de crecimiento más moderado en Alemania (-5,5%). De las cuatro mayores economías de la zona euro, las recuperaciones previstas para 2021 oscilan entre el 3,2% de Alemania y el 7,5% de Italia. En el caso concreto de España, “en nuestro escenario base, asumimos una recuperación gradual y el levantamiento de las medidas de confinamiento, esperamos una contracción del -12,5% del PIB en 2020, seguida de un rebote de alrededor del 6% en 2021. Con hipótesis más adversas, incluida la posibilidad de una segunda ola de contagio en otoño y la reintroducción de las medidas de confinamiento, la contracción podría aumentar hasta el 17% este año, seguida de una recuperación mucho más lenta. Esta es una de las peores perspectivas que tenemos entre los ratings soberanos europeos”, indica Alvise Lennkh, analista principal para el rating soberano de España de Scope.
El Reino Unido, Estados Unidos y Japón también experimentan importantes contracciones de la actividad en 2020 (-10,4%, -7,5% y -6,0%, respectivamente), con recuperaciones del 8,8%, 6,0% y 3,0% en 2021. China experimenta su crecimiento económico más débil desde 1976, de sólo un 1,3% en 2020, mientras que las economías de Rusia y Turquía se contraen en -6,8% y -4,2% respectivamente.
Para la firma, un escenario estresado vendría condicionado por una segunda ola de contagios por coronavirus y restricciones en la actividad económica no esencial en Europa y Estados Unidos para el tercer o cuarto trimestre de 2020, lo que obligaría a los países a reimponer cierres totales o parciales altamente desestabilizadores. Esto conduciría a una contracción económica de doble caída que implica debilidad económica prolongada hasta 2021. Este caso de tensión es similar a una recuperación en forma de W. En este escenario observaríamos una contracción del crecimiento mundial del -7,3%, mientras que la zona euro experimentaría una disminución del crecimiento del -12,7% y del -12% en Estados Unidos. China, por su parte, experimentaría un crecimiento casi nulo. En el escenario estresado, la recuperación económica de 2021 sería más moderada.
«Sin embargo, existen riesgos, tanto al alza como a la baja, en el escenario base de Scope. Una recuperación de la demanda acumulada más sólida de lo previsto, respaldada por un estímulo fiscal y monetario extraordinario y/o un PIB del segundo trimestre de 2020 mejor de lo que se había esperado, podría presentar un potencial de crecimiento al alza. Por el contrario, los riesgos de crecimiento a la baja incluyen aquellos que se encuentran bajo el caso de tensión o cualquier reversión en los mercados mundiales de activos sobrevalorados, la materialización de los riesgos de la deuda corporativa o la intensificación de las tensiones del comercio mundial», concluye Barisone.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué nos enseña la breve historia de las recesiones pasadas?
En momentos como el actual puede resultar útil considerar algunas de las lecciones del pasado. Con esa idea en mente, Shamik Dhar, economista jefe de BNY Mellon Investment Management, ha echado la vista atrás para intentar comprender cómo se desarrollaron otras crisis anteriores.
“El análisis de más de 200 recesiones registradas en varios países desde 1870 sugiere que las recesiones profundas no son tan inusuales y que suelen ir seguidas de recuperaciones bastante rápidas. Además, la relación entre la gravedad y la duración de las recesiones sugiere que no sería descabellado que la economía estadounidense registrase una recuperación en forma de V”, apunta Dhar.
El economista jefe de BNY Mellon IM reconoce que, obviamente, cada recesión es diferente y responde a distintos factores, pero muchas de estas breves recesiones se producen por fuertes shocks de oferta que tienen consecuencias relativamente leves.
“Sin embargo, el gráfico también sugiere que existe un alto grado de incertidumbre, por lo que, aunque este análisis ha influido en nuestra decisión de aumentar la probabilidad que le asignamos a una recuperación en forma de V, somos conscientes de que es posible que el resultado acabe siendo otro”, apunta.
Los datos históricos apuntan algunos datos interesantes para Dhar como, por ejemplo, que el 63% de las crisis entre 1870 y 2016 tardaron un año en recuperarse, y que tan solo un 4,5% de las crisis costó más de 5 años salir de ella. Otro dato llamativo es que, en este periodo de tiempo, Estados Unidos ha vivido 47 recesiones.