Foto cedida. La CNMV abre una consulta pública sobre el proyecto de circular contable de ESI, SGIIC y SGEIC
Nueva consulta lanzada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En esta ocasión, se trata de una consulta pública sobre el proyecto de circular que modificará las normas contables, cuentas anuales y estados financieros de las Empresas de Servicios de Inversión (ESI) y sus grupos consolidados, Sociedades Gestoras de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC) y Sociedades Gestoras de Entidades de tipo cerrado (SGEIC)
Según indica la CNMV, la circular que se pone a consulta derogará y sustituirá la Circular 7/2008 emitida en su momento por el regulador. “El objeto principal del proyecto es aprobar un nuevo marco normativo de tal forma que los principios, criterios y normas contables aplicables correspondan con los de la normativa contable general (Código de Comercio y su desarrollo a través del PGC y de las Normas para la Formulación de las Cuentas Anuales Consolidadas), y que los modelos de cuentas anuales y los estados reservados estén adaptados a la actividad propia de las entidades sujetas a esta circular”, explica el organismo en la nota que ha publicado.
En este sentido, y tras varios años de aplicación de la Circular 7/2008 de la CNMV, y habiéndose producido diversas modificaciones de la normativa contable general que han exigido la correspondiente adaptación, se ha considerado preciso evaluar si la singularidad legal y operativa de las entidades sujetas hace conveniente mantener un régimen contable propio.
Pixabay CC0 Public Domain. El fondo Moneda Deuda Latinoamericana y el fondo peruano Larraín Vial Renta Fija Latinoamericana FI se fusionan
Moneda Asset Management, ha informado mediante un comunicado que con fecha 14 de enero de 2021, los aportantes del fondo de inversión Moneda Deuda Latinoamericana (MDLAT) acordaron en asamblea extraordinaria aprobar su fusión con el fondo peruano Larraín Vial Renta Fija Latinoamericana FI, por incorporación de este último al primero, conforme a la recomendación e intención de Moneda Asset Management.
Bajo el acuerdo adoptado por la asamblea y para efectos de materializar dicha fusión, se acordó aumentar el capital de MDLAT, el que será enterado mediante el aporte de los activos y pasivos del fondo absorbido.
Moneda Deuda Latinoamérica Fondo de Inversión es un fondo con más de 20 años de track record, generando un retorno neto de 11,6% anual desde su inicio en febrero del año 2000, esto, de acuerdo a los datos públicos de cierre de 2020.
El fondo peruano Fondo Larraín Vial Renta Fija Latinoamericana FI es un fondo de inversión constituido conforme a la legislación de Perú, administrado por Larraín Vial Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (Perú) y cuyo asesor y administrador de activos y fondos es Moneda. Las cuotas de este fondo son colocadas por oferta privada y sus únicos partícipes son tres administradoras privadas de fondos de pensiones de Perú. La fusión de ambos fondos fue aprobada por la asamblea de aportantes de ese fondo el 12 de enero de este año.
“Con esta operación el fondo Moneda Deuda Latinoamericana pasa a tener activos por más de 2.300 millones de dólares, convirtiéndose en el mayor fondo de deuda corporativa latinoamericana a nivel global. Además, esta fusión generará que aproximadamente un 20% de la propiedad del fondo quede en manos de fondos de pensiones extranjeros -destacando actores de Perú y Canadá. Este hito es el resultado de un trabajo de largo plazo que ha buscado transformar el mercado de capitales chileno en una plataforma internacional de inversión para invertir en la región.”, asegura Fernando Tisné, socio de Moneda Asset Management y portfolio manager de MDLAT.
¿Qué hicieron las Afores en el año de gran convulsión en marzo y sendas oportunidades posteriores, para buscar el objetivo de las Siefores Básicas (SB) generacionales que planteó el regulador: “…ofrecer más alternativas de inversión en búsqueda de mayores rendimientos…”?
La composición se recargaría en renta variable (RV), que potencia la consecución de la meta. Así se hace con los target date funds, TDF, el modelo adoptado: a los jóvenes, RV plena; conforme la generación avanza, graduación de RV y cabida creciente a instrumentos de deuda (glide path).
A un año de operación de los generacionales ¿Cuánto subió la RV y cómo varió la composición?
Variación de inversiones del SAR
En el cuadro general se percibe que el sistema redujo principalmente los activos de deuda (RF), privada y gubernamental; marginalmente, RF internacional, renta variable nacional (RVN), estructurados y fibras. La disminución de RF fue 5,54% en tanto que la de RNV 0,31% y la de “alternativos” 0,60%. Aumentó la renta variable internacional, RVI, 6,14% y mercancías, 0,19%. En cifra neta, el rubro de RV creció 6,14%.
La RF gubernamental sigue siendo superior al 50% en el sistema y mayoritaria en todas las generacionales. Aun con sus bajas, de 72,4% a 66,86% en total, de 66,53% a 59,6% en la generacional más riesgosa, los activos de deuda son el pilar del SAR.
De especial interés era ver cómo y en qué medida cambiaría la composición de las SB 90-94. Su límite normativo de RV es 60% (menor a lo aplicado por los TDF internacionales), con aumento de 15% respecto del tope de las SB 4. Se esperaría que los fondos más riesgos acarrearan, en proporción, una utilización más alta de activos de mayor riesgo y potencial. ¿Qué vemos?
El grupo de las SB 90-94 redujo la RF en 3,97%; la privada en 1,94%, los alternativos en 1,34%, RF internacional en 1,02%, y, en forma marginal, la RVN, Fibras y Mercancías, para aumentar con eso la RNVI en 8,37%.
La RV conjunta de las SB4 terminó en 24,09%, con una explotación del 53,53% del tope normativo. La de las SB 90-94, un año después, era de 32,37%, que significaba el 53,95% del total permitido. O sea, las Afores elevaron la RV para acoplarla a la misma proporción de aprovechamiento.
En lo particular, el promedio (simple) de RF de las SB 4 terminó en 68,47%; el de RV, de 22,31%.
Inbursa era la de más RF (81,60%) y gubernamentales (54,02%). Pensionissste, la de menos, aunque era más de la mitad de su tenencia (60,45%).
Coppel (27,71%) y Banorte (27,64%), era las de mayor RV, con una explotación de 62% y 61%, respectivamente, del límite. Inbursa, que movía abajo el promedio, fue la de menos (11,23% de inversión y 25% del tope).
Pensionissste llamaba la atención por su alta proporción de alternativos (17,80%). En el otro extremo, Coppel (4,77%).
¿Qué hizo cada Afore a su “generacional” 90-94?
A noviembre de 2020, la deuda seguía por encima del 50% en cada uno de los fondos más riesgosos. El promedio simple bajó a 60,32%; la gubernamental, a 44,62%. La RV aumentó a 31,56% en tanto los alternativos apenas se modificaron.
Inbursa fue la de mayor carga (67.53%) pese a la gran reducción que hizo. XXI Banorte fue la de menos tenencia, con 55,07%.
Profuturo e Invercap tenían más de la mitad de su inversión total en gubernamentales: 56,60% y 52,48%. Coppel (35,52%) y Pensionissste (32,98%) incluso la incrementaron.
Sura era la de más RV (35,98%) con un aprovechamiento de 60% del límite opcional; Inbursa, que la subió a más del doble, la de menos posición (25,48%), con 42% de uso.
A modo de conclusión, dos referencias para contrastar tenencias, en especial de las SB 90-94: el sistema chileno, arquetipo del SAR, y algunos TDF de EUA, prototipo de nuestros generacionales:
En la inversión consolidada de las AFP, al cierre de 2020, la deuda era menor que la del SAR y la RV, lo doble. La RF, se dividía, principalmente, en gubernamental (20,3%), bancaria (13,6%) e internacional (16%).
Los dos grupos de fondos más riesgosos son “A” y “B”. Los conservadores, “D” y “E”. Los fondos “C” se conocen como “intermedios”: ni tan conservadores ni muy riesgosos; sus proporciones de RF se asemejaban a las SB 90-94, las más riesgosas del SAR (58% vs 59,60%) aunque su carga de RV era más grande (40,5% vs 32,37%).
Y las posiciones de RV de algunos TDF de fecha 2055 (alrededor de ese año se retirarían los nacidos entre 1990 y 1994) de Estados Unidos:
Wikimedia CommonsImagen del ala oeste del Capitolio.. La investidura de Biden y el impeachment a Trump se cuelan en las expectativas de nuevos estímulos para EE.UU.
La agenda de esta semana pasa, sin duda, por Estados Unidos. Aunque hoy Wall Street permanecerá cerrado, los analistas vigilan el significado de los acontecimientos de esta semana: la toma de posesión de Joe Biden el próximo 20 de enero y el segundo proceso de impeachment al que se enfrentará Donald Trump.
Según la valoración que realizan las gestoras y las entidades de inversión, la presidencia de Biden será positiva para los activos de riesgo, pero sobre todo calma las aguas a nivel internacional y abre la puerta a nuevos estímulos. “Las elecciones estadounidenses fueron un evento político enormemente significativo en 2020. Con Joe Biden, hay esperanzas de que la nueva administración estadounidense ayude a contener y sanar las relaciones globales. Esperamos que el tono pueda mejorar, pero ciertamente persistirán algunas tensiones en el mundo. Las relaciones geopolíticas son complejas y no hay soluciones rápidas”, argumenta Christian Gattiker, director de investigación de Julius Baer.
En opinión de Felipe Villaroel, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), al gobierno de Joe Biden le resultará mucho más fácil aprobar las medidas de estímulo relacionadas con el COVID-19 en un plazo relativamente breve y, a medida que pase el año, es probable que también haya algún tipo de paquete de infraestructuras (aunque esto podría ir acompañado de un aumento de los impuestos). “Las cifras son elevadas, ya que rondarán niveles de billones de dólares. Este estímulo adicional significa que las expectativas de crecimiento de Estados Unidos para 2021 probablemente se revisarán al alza, y también que la oferta de bonos del Tesoro será mayor de lo previsto. Ambos factores son negativos para los rendimientos de los treasuries”, sostiene Villaroel.
Según advierte Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, “algunos puntos del programa a medio plazo de Biden parecen muy difíciles de aprobar», aunque señala que «el estímulo de emergencia hasta los 900.000 millones de dólares acordado entre republicanos y demócratas justo antes de las fiestas se pondrá en marcha» y «esperamos un aumento en el gasto público por encima del previsto para 2021». Según el experto, esta estrategia de gasto «se compensará por completo con impuestos más altos, pero lo más probable es un aumento del déficit».
Y es que, tal y como señala Moëc, «con Donald Trump arrinconado después del incidente del Capitolio, Joe Biden se encuentra en una posición favorable para impulsar su agenda […] y considera el compromiso bipartidista sobre el estímulo de 900.000 millones de dólares como un mero «anticipo», ante lo que el economista señala que, probablemente, «el programa inicial de 2,2 billones de dólares sería el punto de referencia correcto».
Christian Scherrmann, economista para EE.UU. de DWS, también considera que la probabilidad de que Estados Unidos apruebe más estímulo fiscal ha aumentado tras el resultado de las elecciones al Senado de Georgia. Sin embargo, advierte: “Desde el punto de vista económico, se puede poner en duda la conveniencia de algunas de las medidas adoptadas en los últimos años. A diferencia del gobierno alemán, por ejemplo, el gobierno de EE.UU. no había ahorrado para las vacas flacas, y mucho menos durante la emergencia fiscal que ha supuesto la pandemia. Basta recordar la rebaja del impuesto de sociedades aprobada durante el boom económico o los elevados déficits presupuestarios que registró la administración Trump. Está por ver si el gobierno de EE.UU. logrará sanear sus finanzas durante la próxima recuperación, lo que probablemente dependerá menos de consideraciones económicas que políticas. Desafortunadamente, la ciencia política nos enseña que la política rara vez funciona como desearían los economistas”.
Dejando a un lado los estímulos y la agenda política en la que comience a trabajar Biden a partir del día 20, desde Aberdeen Standard Investments destacan que su presidencia podría dar lugar a una reasignación de activos a Asia. “Los mercados financieros asiáticos podrían cosechar beneficios si el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, demuestra ser más convencional el anterior inquilino de la Casa Blanca, lo que podría desencadenar una reasignación del capital mundial hacia la región”, afirman Robert Gihooly, Senior Emerging Markets Research Economist, y Adam Mcca, head of fixed Income Asia y Australia de Aberdeen Standard Investment.
Además, según la valoración que hacen los dos expertos de Aberdeen Standard Investment, la reducción de la volatilidad también sería positiva para los mercados asiáticos en general, lo que podría alentar a los inversores a volver a centrarse en las fortalezas de los gobiernos y las empresas de la región. “Las economías asiáticas se encuentran en una etapa más avanzada de recuperación de la pandemia del Covid-19 que sus homólogos occidentales, y han demostrado una mayor capacidad estatal para gestionar la crisis. Además, podríamos ver a Biden revertir el recorte de algunos de impuestos corporativos y algunas de las desregulaciones implementadas por Trump. Eso podría fortalecer el atractivo relativo de las empresas no estadounidenses, incluyendo las de Asia”, argumenta.
Frente a las expectativas de lo que significa la entrada de Biden en la Casa Blanca, también están los análisis de lo que supone el nuevo proceso de impeachment de Donald Trump. Según los analistas de Monex Europe, éste podría provocar un retraso en los planes de estímulo de Biden.
Con la vista en la macro
Y mientras la política sigue su camino, seguimos conociendo la evolución de los datos macroeconómicos del país. Según indican los analistas de Banca March, éstos siguen mostrando un signo mixto: el consumo se resiente del aumento de los contagios mientras la producción industrial acelera su recuperación. “Los últimos datos relativos al consumo estadounidense fueron negativos, al registrarse una caída de las ventas minoristas en diciembre del -0,7% mensual, siendo el segundo mes consecutivo de contracción, lo que modera el ritmo de crecimiento interanual hasta el 2,9%, lejos ya de los máximos de septiembre del 6,1%. Además, también la confianza de los consumidores, índice realizado por la Universidad de Michigan, decepcionó al caer en enero hasta 79,2 desde 80,7 anterior. Por su parte, los datos del sector industrial fueron positivos: la producción del sector superó las expectativas al crecer en diciembre a ritmos del 1,6% mensual, lo que frenó la contracción de la actividad hasta el -3,6% interanual. Con ello, también continúa la rápida recuperación de la utilización de la capacidad productiva del sector que se elevó hasta el 74,5”, señalan en su análisis diario.
En opinión de Villaroel, la inflación puntual y las expectativas de inflación probablemente se dispararán a medida que avance el año, lo que podría ejercer una mayor presión sobre los rendimientos del Tesoro. “A medida que la demanda agregada se normalice, también lo hará la inflación general, que actualmente es muy baja debido al shock sin precedentes que experimentamos el año pasado. Sin embargo, una de las condiciones clave para un aumento sostenido de la inflación tiene que ver con el incremento de los salarios, algo que consideramos poco probable en 2021”, señala.
En este sentido, el gestor de TwentyFour AM considera que el mercado laboral en Estados Unidos todavía tiene mucha holgura: “La fuerza de trabajo se ha reducido en unos cuatro millones en el último año, mientras que el número de desempleados ha aumentado en unos cinco millones. En 2020 se destruyeron cerca de nueve millones de puestos de trabajo en el país. En vista de ello, es difícil que aumenten las presiones salariales, que en nuestra opinión es el principal factor que impulsaría a la Reserva Federal a endurecer la política monetaria. Por lo tanto, aunque creemos que la inflación aumentará en 2021, no pensamos que esto sea un problema importante para los bancos centrales”.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué le espera a la inversión temática en Europa en 2021?
Según el último número de The Cerulli Edge — Global Edition, publicado por Cerulli Associates, el aumento de la demanda de fondos temáticos que experimentó el año pasado el mercado europeo no ha sido algo circunstancial. Este crecimiento pone de manifiesto una tendencia que continuará a lo largo de este año.
Los flujos netos hacia productos temáticos de renta variable durante los primeros 10 meses de 2020 ascendieron a 89.000 millones de euros, más del triple de las ventas netas de 2019. Además, al cierre de octubre, los activos gestionados habían ascendido a 512.400 millones de euros. El análisis de Cerulli Associates indica que es probable que la demanda de fondos temáticos sobre agua, biotecnología y tecnología aumente en los próximos 12 a 24 meses.
“El consenso de las gestoras que operan en Europa es que los temas generales relacionados con la tecnología y la suostenibilidad prevalecerán después del COVID-19 y a más largo plazo”, afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de investigación europea de gestión de activos y patrimonios en Cerulli.
Una tendencia que también está presente en el universo de los fondos indexados. Alrededor del 84% de los emisores de ETFs en Europa, que respondieron a la encuesta de Cerulli, esperan que la demanda de ETFs temáticos en los próximos 12-24 meses sea significativa o moderada. Durante los primeros 10 meses de 2020, los temas relacionados con la tecnología fueron los más populares, atrayendo un total combinado de 28.000 millones de euros o el 32% de las entradas netas, seguidos por la atención médica con un 15% y las energías renovables con un 12%.
Los emisores de ETFs en Europa esperan que el crecimiento de la demanda durante los próximos 12-24 meses sea más fuerte en temas relacionados con la sostenibilidad, el agua y la biotecnología, seguidos de cerca por la tecnología. Casi todas las gestoras que respondieron a la encuesta de Cerulli (92%) esperan que la demanda de ETFs con temas relacionados con el agua aumente en los próximos dos años. En los últimos cinco años, los activos combinados en el sector del agua han logrado una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 23%. Para garantizar que los fondos especializados puedan capitalizar áreas de crecimiento potencial, se cree que los gestores de activos pueden generar nuevas oportunidades colaborando con expertos técnicos en campos como la biotecnología y la atención médica.
“Se espera que las áreas tecnológicas que incluyen inteligencia artificial, ciberseguridad y redes 5G, continúen atrayendo una gran demanda, en parte debido al éxito del trabajo remoto masivo, que es probable que continúe hasta cierto punto después de la pandemia. Aproximadamente, el 84% de los encuestados cree que los ETFs del sector tecnológico experimentarán un aumento en la demanda en los próximos 12 – 18 meses. Los inversores se sienten más cómodos usando ETF temáticos para la diversificación y para expresar sus objetivos de inversión, un reflejo de cómo está evolucionando el conjunto de productos”, destaca Zumbo. Además, de acuerdo con varias gestoras de activos entrevistados por Cerulli en Europa, los fondos temáticos son generalmente más fáciles de vender a los clientes finales porque las narrativas adjuntas facilitan la comprensión de los productos.
Foto cedidaDelphine d'Amarzit, nueva CEO de Euronext París.. Delphine d'Amarzit, nombrada CEO de Euronext París
Euronext ha anunciado que Delphine d’Amarzit ha sido nombrada por el Consejo de Supervisión de Euronext N.V. como CEO de Euronext París y miembro del Consejo de Administración de Euronext N.V.. Según indica la firma, este nombramiento está pendiente de las correspondientes aprobaciones regulatorias.
Delphine d’Amarzit se incorpora desde el Banco Orange, donde ha ocupado el cargo de directora general adjunto y supervisado las funciones de operaciones, crédito, finanzas, riesgo y cumplimiento de la entidad. Desde Euronext destacan el amplio conocimiento que Delphine d’Amarzit posee sobre los mercados de capitales europeos y franceses, la regulación financiera europea y la financiación de empresas. De 2007 a 2009, también estuvo a cargo de los asuntos financieros y económicos en la oficina del Primer Ministro francés, donde participó en la definición de la respuesta pública a la crisis financiera, el paquete de rescate y los planes de recuperación y coordinó la acción en todos los asuntos relacionados con la reforma económica y los servicios financieros.
Además de este nombramiento, Euronext también ha hecho público el de Anthony Attia como responsable mundial de mercados primeros y comercio. Desde su nuevo cargo, Anthony Attia supervisará la franquicia de cotización de acciones, deudas y fondos de Euronext y el negocio de servicios corporativos, así como las actividades de compensación, custodia y liquidación a nivel de Grupo. Según matiza la firma, su cargo será fundamental para la esperada integración de las actividades del Grupo Borsa Italiana. A fin de centrarse plenamente en sus responsabilidades estratégicas y comerciales, Anthony Attia dejará su cargo de CEO de Euronext París y miembro del Consejo de Administración de Euronext N.V. Aunque, seguirá siendo miembro del Comité Operativo y del Consejo de Administración Ampliado de Euronext N.V.
«Euronext está abriendo un nuevo capítulo en su camino de crecimiento tras la adquisición de Grupo Borsa Italiana y, como resultado, debemos ajustar nuestra organización. Me complace dar la bienvenida a Delphine d’Amarzit como miembro del Consejo de Administración y como CEO de Euronext París. Bajo su liderazgo, y aprovechando su sólida experiencia en los mercados de capitales e infraestructuras en Francia, seguiremos prestando los mejores servicios a nuestros clientes de Francia. Quisiera agradecer a Anthony Attia su contribución decisiva para transformar Euronext París desde la salida a bolsa de Euronext en 2014, al tiempo que cumplía con las ambiciones de Euronext. Su energía y dedicación a las ambiciones de Euronext han sido fundamentales para el éxito del Grupo en los últimos años. Espero seguir trabajando con él mientras dirige la transformación de nuestras ofertas de cotización y post-comercialización», ha destacado Stéphane Boujnah, director general y presidente del Consejo de Administración de Euronext N.V., a raíz de ambos nombramientos.
Pixabay CC0 Public Domain. Los expertos esperan que los “cambios interesantes” del BCE sean sobre su forward guidance y el PEPP
“Renovación” es la palabra que ha elegido UBS para definir cuáles son sus expectativas para este año. El banco confía en que “el mundo vuelva progresivamente a la normalidad”, gracias a las vacunas y a un mayor control de la pandemia. Eso sí, reconoce que esa “normalidad” estará marcada por el rápido camino hacia un futuro transformador.
“Si en 2020 la inversión giró en torno a lo grande, lo resiliente y lo estadounidense, pensamos que en 2021 la clave estará en lo cíclico, lo pequeño y lo global, a medida que los mercados y sectores más perjudicados por los confinamientos comiencen a reactivarse”, sostiene la entidad en el prefacio de su outlook para este año.
En este sentido, considera que los inversores con la vista puesta en el largo plazo deberán incorporar exposición a las empresas disruptoras y responsables de que nuestro mundo sea cada vez más digital y sostenible, particularmente en tecnología verde, tecnología financiera y tecnología sanitaria, y entre los beneficiarios de la implementación del 5G. Y, en términos generales, apuesta por diversificar para el próximo tramo del recorrido alcista con exposición a acciones globales, valores cíclicos con potencial de recuperación y ganadores a largo plazo. Además de reequilibrar las carteras y vender los valores estadounidenses de gran capitalización y del segmento de consumo básico global.
Según indica Mark Haefele, Chief Investment Officer Global Wealth Management de UBS, esta idea de renovación hace referencia tanto a la recuperación de la economía, como a la consolidación y aceleración de las tendencias que venían ganando peso y la búsqueda de rendimientos atractivos. “Pensamos que la aprobación y distribución de una vacuna contra el coronavirus para el segundo trimestre, las medidas de política fiscal y el estancamiento legislativo salido de las urnas en Estados Unidos posibilitarán que para el final del año los beneficios de las empresas de la mayoría de las regiones se hayan recuperado, para situarse en los niveles previos a la pandemia. Prevemos que los mercados y sectores más sensibles a la evolución económica, muchos de los cuales quedaron rezagados en 2020, despuntarán en 2021. Nuestras áreas preferidas incluyen los valores de pequeña y mediana capitalización, determinadas empresas financieras y de energía y los sectores industrial y de consumo cíclico”, afirma el CIO de la entidad.
Búsqueda de rendimientos
Renovación también en la búsqueda de rendimientos, ya que UBS espera que los bajos tipos de interés y el alto gasto público persistan, así como las políticas que se están implementando para contrarrestar la crisis generada por la pandemia del COVID-19.
En este sentido, Heafele explica cuáles son sus preferencias: “A corto plazo, con la amenaza de una inflación reducida, pensamos que los inversores aún pueden encontrar rentabilidades reales positivas en bonos soberanos de mercados emergentesdenominados en dólares, deuda de alta rentabilidad asiática y determinados bonos crossover con calificaciones crediticias BBB y BB. A más largo plazo, la amenaza de que el gasto público vaya demasiado lejos, o no suficientemente lejos, significa que los inversores podrían tener que prepararse para mayores riesgos inflacionistas y desinflacionistas en las diversas regiones”.
Además, advierte que esta renovada búsqueda de rendimientos significa también que los inversores deberán examinar el papel del efectivo y de los bonos en sus carteras. Incluso, plantearse ser más activos e incrementar su exposición a los mercados emergentes y a Asia, o incluyo buscar “otras alternativas”.
“Otros medios de impulsar el rendimiento en el actual entorno de elevada volatilidad incluyen las estrategias como la suscripción de puts, para aquellos que puedan implementar opciones, o las soluciones estructuradas que ofrecen un pago de cupón fijo hasta el vencimiento en base a los movimientos de la renta variable subyacente o los mercados de materias primas. También consideramos que los préstamos directos y las estrategias de activos reales básicos son instrumentos de generación de ingresos a largo plazo. Finalmente, con la brecha de rendimiento entre el crédito estadounidense de alta rentabilidad y las tasas a corto plazo en máximos de varios años y la Fed proyectando que los costes de endeudamiento no aumentarán hasta 2023, los inversores también deberían considerar si añadir apalancamiento a su plan financiero podría incrementar su probabilidad de éxito”, señala en su documento de perspectivas.
Con esta visión, UBS apuesta por la búsqueda de rendimientos en determinados bonos crossover, en deuda soberana de mercados emergentes denominada en dólares y en bonos de alta rentabilidad de Asia, además de diversificar fuera del efectivo y los bonos que ofrecen bajas rentabilidades. Entre los medios alternativos de ingresos figuran la venta de volatilidad y el uso de apalancamiento.
Un futuro nuevo y renovable
Por último, la entidad advierte en sus perspectivas para 2021 que el COVID-19 ha acelerado la mayoría de las tendencias a largo plazo que ya estaban en curso, identificando más aún los “grandes temas de inversión” de la próxima década: e en tecnología verde, tecnología financiera y tecnología sanitaria, y entre los beneficiarios de la implementación del 5G.
A estas ideas de inversión se une una clave: la sostenibilidad. “Los problemas sociales y medioambientales pueden afectar a la economía y al rendimiento financiero, como lo ilustran las numerosas crisis de los últimos años, incluidos los incendios forestales y la pandemia del coronavirus. Gobiernos y empresas por igual pondrán un mayor énfasis en la sostenibilidad a lo largo de la próxima década y en el futuro”, explica UBS.
La entidad considera que la sostenibilidad es una fuente de crecimiento ya que invertir teniendo en cuenta los factores ESG permite mitigar mejor los riesgos e identificar oportunidades. “Este mayor énfasis de los gobiernos, las empresas y los consumidores en la sostenibilidad, combinado con un creciente conjunto de oportunidades de inversión, significa que la inversión sostenible es ahora nuestro enfoque preferido para invertir a nivel global”, afirma. Además, considera que lograr mejores datos ESG significa que los inversores pueden personalizar las carteras cada vez más añadiendo exposición a aquellos temas o ámbitos que concuerden con sus preferencias de sostenibilidad.
Pixabay CC0 Public Domain. El G30 insta a la rápida adopción de políticas que posibiliten la recuperación de las empresas
El grupo de los treinta (G30) ha publicado el informe Reviving and Restructuring the Corporate Sector Post-Covid: Designing Public Policy Interventions. En él, seelogia las medidas adoptadas por los gobiernos para apoyar la economía, a los ciudadanos y al tejido empresarial durante la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, los cambios estructurales producidos por la pandemia que han afectado a todas las economías y los crecientes desafíos derivados de la crisis de solvencia corporativa requieren una nueva combinación de respuestas y herramientas políticas. El informe avala la importancia del apoyo del sector público para sentar las bases del crecimiento económico a largo plazo y para ello, se insta a los gobiernos a que adopten medidas más específicas que permitan la reasignación de los recursos necesarios para que las economías salgan fortalecidas de esta crisis.
La clave de este proceso será identificar y apoyar a empresas y negocios que puedan ser viables en un mundo en cambio, como el que se espera que surja tras la pandemia, al tiempo que se reasignan los recursos de las empresas y negocios difícilmente viables sin el auxilio público. El informe ofrece un marco para orientar a los responsables políticos en la tarea de distribución eficiente de los recursos y acelerar las transformaciones necesarias para la readaptación del sistema financiero. Si se adoptan medidas integrales con prontitud, las dificultades de las empresas no frenarán el regreso al crecimiento sostenido.
En palabras de Mario Draghi, «los encargados de formular políticas deben actuar con urgencia, ya que la actual crisis de solvencia está erosionando la fuerza subyacente del sector corporativo en muchos países. El problema es peor de lo que parece a primera vista, ya que el apoyo masivo a la liquidez y la mera confusión, causada por la naturaleza sin precedentes de esta crisis, están ocultando toda la magnitud del problema. Estamos al borde del precipicio con las insolvencias, especialmente de las pequeñas y medianas empresas, extensibles a muchos sectores y jurisdicciones, a medida que los programas de apoyo se agotan y el patrimonio neto existente es consumido por las pérdidas».
Las recomendaciones del informe abarcan un conjunto de principios básicos fundamentales para garantizar el éxito, un conjunto de instrumentos políticos y un marco de decisión para orientar la respuesta política adaptada a las condiciones locales. Los principios básicos ponen el foco en restablecer la salud del sector empresarial a largo plazo, el uso eficiente de los recursos y la prevención de daños colaterales.
Es necesario lograr un equilibrio entre apoyar a las empresas que sean viables, al mismo tiempo que se asegura que el sistema bancario siga siendo capaz de ofrecer crédito a los hogares y empresas y apoyar la recuperación económica. En este sentido, Mario Draghi añade que ‘debemos centrarnos en preservar la capacidad del sistema financiero para sostener los préstamos y compensar las consecuencias imprevistas para el sistema financiero y la estabilidad de los bancos’.
En palabras del economista Raghuram G. Rajan, profesor de finanzas de la Escuela de negocios Booth de la Universidad de Chicago y ex gobernador del Banco de la Reserva de India (RBI), «los responsables políticos deben actuar con urgencia mediante instrumentos de apoyo cuidadosamente seleccionados que se adapten a las nuevas realidades de las empresas, en lugar de depender del statu quo. La duración de la pandemia nos obliga a centrarnos en cuestiones estructurales y de solvencia, en lugar de ganar tiempo centrándonos en la liquidez. La intervención del gobierno se debe centrar en abordar los fallos del mercado y en gestionar el ritmo de la necesaria destrucción creativa«.
Dada la preocupación por las limitaciones fiscales, el informe recomienda permitir que las fuerzas del mercado desempeñen un papel destacable al mismo tiempo que se previenen sustanciales costes sociales mediante la intervención pública. Otro punto clave es el aprovechamiento de las capacidades del sector privado, cuando existan, con el objetivo de aprovechar los escasos recursos públicos, así como la utilización de los conocimientos especializados del sector privado para evaluar la viabilidad de las empresas.
En este sentido, Rajan añade: «Si se ayuda a las empresas, los gobiernos se verán tentados a imponer condiciones que promuevan objetivos sociales como la ecologización de la economía. Es importante que tales condiciones sean sinérgicas con la recuperación de las empresas».
En palabras de Tharman Shanmugaratnam, presidente del grupo de los treinta, «ya hemos pasado la fase de emergencia de la respuesta política y económica a la Covid-19, y los responsables políticos tendrán que tomar cada vez más decisiones difíciles para no obstaculizar la reestructuración de la industria y sentar las bases que fomenten las transformaciones y ajustes empresariales necesarios o deseables para la creación de empleos adecuados a las nuevas realidades. El informe tiene como objetivo informar de tales elecciones, de modo que salgamos reforzados de esta crisis2.
Por su parte, Douglas Elliott, partner de Oliver Wyman en Nueva York, ha comentado que «el informe establece diez principios básicos que los responsables políticos deben tener en cuenta al juzgar la idoneidad de los mecanismos y herramientas políticas, esperamos que sean útiles a medida que los gobiernos entren en esta próxima fase de solvencia, particularmente tensa, derivada de la crisis económica provocada por la pandemia»
A su vez, Victoria Ivashina señala: «Presentamos numerosas formas de abordar esta crisis, desde inyecciones de capital, hasta cuasi-capital, ajustes por bancarrota y seguros contra pandemias. La composición precisa de los instrumentos utilizados en cada país variará, pero el objetivo es el mismo: capear la próxima crisis de solvencia corporativa y, al mismo tiempo, asegurar el uso prudente de unos recursos públicos limitados«.
El momento actual ofrece la ocasión ideal para acelerar los procesos que se venían desarrollando antes de la pandemia (digitalización, innovación, lucha contra el cambio climático, etc.) bajo el patrocinio de los gobiernos, para convertirse en las fuerzas tractoras del crecimiento global. Como así lo dictamina, por ejemplo, el Plan de recuperación para Europa.
Pixabay CC0 Public Domain. El grupo Crédit Agricole invierte 100 millones de euros en un nuevo fondo para apoyar al sector aeronáutico francés
El fondo de inversión aeronáutica ha sido creado para reforzar el capital de empresas estratégicas francesas en este sector que, como tantos otros, se ha visto debilitado por la actual crisis sanitaria y económica. De esta forma, Crédit Agricole ayuda a compañías aeronáuticas en su preparación para el período posterior a la crisis, acompañándolas en su desarrollo y apostando por la consolidación del sector.
Este fondo de inversión aeronáutica está gestionado por Ace Capital Partners, filial de Tikehau Capital. Precisamente junto a Tikehau Capital y el gobierno francés realizará una inversión de 100 millones de eurosa los cuatro principales fabricantes de GIFAS (asociación francesa de industrias aeroespaciales) – Airbus, Dassault, Safran y Thales. Esta iniciativa es posible gracias a los esfuerzos concentrados de los bancos regionales, LCL y Crédit Agricole S.A.
Esta inversión a favor del sector aeronáutico secunda los principales ejes del plan de recuperación francés (Plan de Relance) y tiene los siguientes objetivos: asegurar la protección a corto plazo de las empresas debilitadas por la crisis sanitaria, mantener las habilidades y el know-how en este sector que emplea a más de 380.000 trabajadores y apoyar a las PYMES y a las empresas de mediana capitalización en sus esfuerzos de innovación y transformación digital.
Olivier Nicolas, Jefe de la División Corporativa, Institucional, de Gestión Patrimonial y Banca Privada de LCL, confirmó que “al invertir en el fondo Ace Aéro Partenaires y como organizador del primer préstamo garantizado por el gobierno ‘Aero’ el 23 de diciembre, LCL está demostrando su apoyo a este sector, que enfrentará inmensos desafíos post-COVID: fortalecer una base industrial debilitada por la crisis, preservar las capacidades de investigación y desarrollo y, por supuesto, acelerar la innovación para fomentar la transición verde”.
Cuando se lanzó el 28 de julio de 2020, la ambición del fondo aeronáutico, que había recaudado compromisos totales de 630 millones de euros en la primera ronda de financiación, era la rápida acumulación de mil millones de euros en activos gestionados. Esta inversión de Crédit Agricole es, por tanto, un gran paso hacia la consecución de este objetivo.
“La inversión de más de 20 bancos regionales de Crédit Agricole reafirma nuestro apoyo a largo plazo al sector aeronáutico. Ayudará a sostener y transformar este sector de excelencia francés”, explicó Nicolas Langevin, CEO de la Crédit Agricole Toulouse 31 banco regional.
Pixabay CC0 Public Domain. Lo que indican los fractales sobre la valoración del mercado
Esta semana mantenemos la misma dinámica de la anterior. Por un lado tenemos el ruido procedente de Washington, consecuencia del consenso entre los diputados estadounidenses (incluyendo a 10 republicanos) para mandar al Senado el segundo proceso de destitución contra Donald Trump con efectos más negativos que positivos (porque a prioriirritará más a sus seguidores, sin estar nada claro cómo puede afectar a un ex presidente). Y por otro, hay un ruido creciente acerca de la fortaleza (y sostenibilidad) de la tendencia alcista en activos de riesgo. En concreto, el legendario gestor Jeremy Grantham (de GMO AM) nos alerta en suúltima misiva del riesgo de estallido inminente de una de las burbujas especulativas más espectaculares de la historia.
Aunque en Sr. Grantham se ha ganado a pulso el respeto de sus compañeros de profesión, su apuesta es de alto riesgo y, en mi opinión, llega demasiado pronto. No obstante, y teniendo en cuenta que la sobrevaloración y que el optimismo de los inversores es ya carne de titular de prensa, me gustaría hacer un editorial un poco más largo de lo habitual para explicar una aproximación al sentimiento/tendencia de mercado que considero no es tan conocido entre los inversores y que puede ayudarnos a identificar en qué punto nos encontramos.
Un fractal – definido por el matemáticoBenoit Mandelbrot– es una forma geométrica que puede ser separada en partes, cada una de las cuales es una versión a escala reducida del conjunto, y que muestra por lo tanto la característica de “autosimilitud”.
Este tipo de estructura es común en la naturaleza (arriba, fractales en un brécol) y la encontramos en un copo de nieve, en las nubes, en las ramas de un helecho o en un río con sus afluentes. En finanzas, este concepto existe pero quizá no sea tan evidente. El proceso de Wiener (pieza clave del modelo Black Scholes, que determina el precio de opciones y otros activos financieros) es un buen ejemplo. También lo son los movimientos de una acción o un cruce cambiario, que se parecen cuando ampliamos y reducimos su gráfica para que se ajuste al mismo tiempo y a la misma escala de precios. Sin referencia temporal, resultaría muy difícil decir cuál de los datos se refiere a las cotizaciones que cambian de semana a semana, de día a día, de hora a hora o incluso de mes a mes.
En el caso del mercado financiero esta estructura proporciona liquidez porque permite a inversores con diferentes horizontes (y con herramientas y aproximaciones distintas) implementar sus ideas sin incurrir en costes excesivos. Los fondos de pensiones y compañías de seguros, por ejemplo, se mueven en escalas temporales cifradas en décadas y trabajan con rentabilidades objetivo, mientras que los gestores de fondos de inversión buscan rentabilidad en horizontes de 1-3 años midiéndose a sus pares/benchmarks y los traders actúan en el intradía, con algunos (alta frecuencia) operando en ventanas de millonésima de segundo. Su percepción de valor es por lo tanto diferente -y complementaria- la mayor parte del tiempo.
No obstante, en ocasiones, todos estos agentes de mercado tienden al consenso y concentran sus apuestas de forma generalizada en el corto plazo. Cuando esto sucede, la probabilidad de que la tendencia que ha venido acompañando al activo en concreto cambie bruscamente, o simplemente se detenga es superior al 70%.
La estructura fractal nos ayuda a determinar la sostenibilidad de esa tendencia. Sin entrar en los aspectos matemáticos más aburridos y engorrosos, cuando el mercado tiene una dirección evidente (al alza o a la baja) se mueve casi en línea recta (en una sola dimensión), mientras que cuando su desempeño es más errático y consolida un rango lo hace en ~2 dimensiones, empíricamente -y para la gran mayoría de clases de activo- el límite de una tendencia lo encontramos cuando el cálculo fractal se aproxima a ~1,25.
En resumen, una dimensión fractal muy baja nos dice que cualquiera que sea la tendencia reciente, su agotamiento es probable (aunque no seguro). No nos dice si comenzará una tendencia diferente, o si el mercado oscilará. Tampoco significa que la tendencia reciente no pueda restablecerse después de una pausa. Pero sí anticipa, al menos, un cambio temporal en el reciente movimiento de línea casi recta, al alza o a la baja.
En base a nuestro cálculo (gráfica superior), más sencillo que el que aplican algunos hedge funds cuando utilizan elexponente Hurst para establecer la inercia en una serie de precios, el agresivo movimiento alcista experimentado por la bolsa mundial desde el pasado mes de marzo parece estar ya muy maduro.
El indicador mostraba esta semana una lectura de 1,31 posicionándose peligrosamente cerca del umbral de 1,25.
Este análisis es complementario al macroeconómico o fundamental, pero su valor es mayor como identificador de tendencias inestables cuando es posible reconocer otras señales de alerta en el ámbito de la valoración, ciclo económico, riesgo geopolítico o soporte de liquidez.
Actualmente, y dando por sentado que la valoración no es por sí sola un argumento de peso para abandonar el barco (como decía JM Keynes, “los mercados pueden permanecer irracionales más tiempo del que se puede permanecer solvente”), sí podemos distinguir puntos de fricción en fundamentales (el múltiplo P/E de la bolsa mundial ha repuntado más de un 60% desde los mínimos de marzo mientras que los beneficios estimados a 12 meses lo han hecho solo en un 20% y siguen en expansión a pesar del sell off en renta fija), geopolítica (Italia, evolución del Brexit e incógnitas con respecto al plan económico de Joe Biden y segundo impeachment de Trump y sus repercusiones en cuanto a polarización política y social en EE.UU) y macroeconomía (en el corto plazo, el impacto en crecimiento del repunte en contagios por COVID-19 y a medio-largo, implicaciones para los índices de precios del enorme aumento en gasto público en un entorno de tasas cercanas a cero; administración de vacunas a gran escala favorecida por 5 alternativas disponibles en breve: Pfizer, Moderna, J&J, Astra-Oxford y Novarax).
Por último, recordar que casi un 60% del free float que compone el índice de acciones global de MSCI corresponde a empresas estadounidenses, en agregado las más caras por valoración respecto a sus pares (europeos, japoneses o emergentes) se mire como se mire (P/E, P/Ventas, P/Valor contable o P/Beneficios 10 años ajustados a inflación).