Amundi, accionista fundador de Fund Channel, ha anunciado la compra de la participación del 49,96% de BNP Paribas Asset Management en Fund Channel. De esta forma, la gestora se convertirá de nuevo en la única accionista de la plataforma de distribución de fondos a principios de 2021. Según indica, la operación está aún sujeta a la aprobación reglamentaria pertinente.
Además de este movimiento accionarial, Amundi y Fund Channel han presentado sus “ambiciosos planes”, según indican, para el negocio de esta plataforma y de sus servicios de distribución de fondos. Su objetivo es lograr una tasa de crecimiento anual del 15%. Actualmente, Fund Channel supera los 200.000 millones de euros de activos bajo intermediación.
«Amundi siempre ha considerado Fund Channel como una actividad estratégica que forma parte de su histórico negocio de servicios de distribución. Al convertirse una vez más en su único accionista, Amundi tiene la intención de desarrollar la oferta de Fund Channel para consolidar su papel como player en el negocio de distribución de fondos», ha señalado Guillaume Lesage, presidente de Fund Channel y jefe de operaciones, servicios y tecnología de Amundi.
Por su parte, Pierre-Adrien Domon, director general de Fund Channel, ha añadido: «Seguimos integrando otros eslabones en la cadena de valor de la distribución de fondos, desde el servicio hasta la gestión de activos, con el objetivo de ofrecer una ventanilla única completa, atractiva y relevante a nuestros clientes, tanto para distribuidores como gestores de activos en Europa y Asia».
Las gestoras también son una inversión atractiva. Así se puede deducir del último movimiento de Trian Fund Management, hedge fund activista fundado por Peter May, Ed Graden y Nelson Peltz en 2005. La firma ha entrado en el capital de Janus Henderson Group e Invesco tras adquirir una participación del 9,9%, en ambos casos.
Según adelantaba el Wall Street Journal en su edición del fin de semana, citando fuentes próximas, el hedge fund podría tener en mente crear una entidad nueva y de mayor tamaño fusionando ambas o estar tomando posiciones ante la posibilidad de que tanto Janus Henderson como Invesco protagonicen fusiones con otras firmas.
“El dinero proviene en parte de un fondo a largo plazo que Trian ha construido con el objetivo de consolidar la industria de la gestión de activos, que ha sido golpeada por la caída en picado de las comisiones y la reducción de los márgenes de beneficio”, explica la publicación.
Dejando a un lado la posibilidad o no de una fusión o futuros movimientos empresariales dentro de la industria de fondos, lo único certero ha sido la adquisición de estas dos participaciones por un importe que supera los 700 millones de dólares, en ambos casos. Respecto al historial del hedge fund, cabe recordar que el fondo estaba invertido en Legg Mason, cuando se anunció su adquisición por parte de Franklin.
Capital Group ha anunciado el nombramiento de James Cardew para el cargo de nueva creación de director de marketing y experiencia de cliente para Europa y Asia. Estará ubicado en la oficina en Londres y dependerá jerárquicamente de Guy Henriques, director de distribución para Europa y Asia, y de Jaya Kumar, director global de marketing.
Según explica la gestora, Cardew será responsable de la visión y estrategia de marketing, así como de la experiencia de cliente en Europa y Asia. Supervisará la experiencia de los clientes para poder ofrecer valor a los clientes institucionales e intermediarios financieros en cada interacción y desarrollar con ellos relaciones positivas. Dirigirá un equipo de especialistas en marketing digital, de marca, de contenidos y de productos procedentes de Europa y Asia, cuya labor se centrará en aumentar la conciencia de marca de Capital Group, desarrollar contenido atractivo y enriquecer la experiencia de cliente.
Guy Henriques, director de distribución para Europa y Asia de Capital Group, ha destacado que la base de su cultura está en la excelencia del servicio a sus inversores. “Además de ofrecerles resultados de inversión, queremos que nuestros inversores de Europa y Asia disfruten de una experiencia de cliente excepcional. Estamos encantados de recibir a alguien del calibre de James en nuestro equipo para impulsar nuestros esfuerzos de marketing, construir nuestro reconocimiento de marca y diseñar experiencias de cliente que respondan a las crecientes expectativas de los inversores”, ha señalado Henriques.
Por su parte, James Cardew, nuevo director de marketing y experiencia de cliente de Capital Group en Europa y Asia, ha declarado: “La fuerza de la marca Capital Group ha crecido mucho en Europa y Asia en los últimos años. Me uno a la compañía en un gran momento, con el fin de apoyarla en su próxima fase de crecimiento. Emplearemos nuestra labor de análisis y nuestro profundo conocimiento de los clientes para mejorar su experiencia en todas las interacciones con Capital Group. Estoy encantado de tener la oportunidad de liderar los recursos de marketing de la compañía en Europa y Asia”.
Cardew cuenta con 25 años de experiencia en marketing en el sector de gestión de activos. Su cargo más reciente ha sido el de director de marketing de Schroders Personal Wealth, y anteriormente trabajó como director global de marketing en Schroders durante 12 años, periodo durante el cual la compañía logró situarse entre las diez principales marcas de Europa y Asia. James comenzó su trayectoria profesional en Mercury Asset Management y trabajó también como director de marketing internacional en Merrill Lynch Investment Managers.
El Banco Santander ha lanzado las becas #InvierteEnTi que, a través de Santander Universidades, desarrollará cinco programas globales de ayudas, 100% online, para más de 1.500 estudiantes y jóvenes profesionales con el objetivo de aportar soluciones y herramientas que les ayuden a mejorar su empleabilidad.
Según explica la entidad, con estas becas se busca mejorar su competitividad laboral en un contexto actual marcado por la pandemia del COVID-19, en el que se ha incrementado el nivel de desempleo entre jóvenes y ha acelerado el proceso de transformación del mercado de trabajo.
Javier Roglá, director global de Santander Universidades, ha destacado que “la pandemia del Covid-19 no ha hecho más que acelerar el proceso de transformación del mercado de trabajo que, cada vez, demanda más habilidades transversales y digitales, así como de una continua actualización de las competencias profesionales. Por ello, hemos decido lanzar estas becas para que los universitarios y jóvenes profesionales se encuentren en mejor disposición para hacer frente a estos desafíos”.
Las convocatorias se publicarán en www.becas-santander.com a lo largo de los meses de septiembre y octubre, y la última cerrará su inscripción en enero de 2021. En concreto, las 1.500 Becas Santander que forman parte de esta iniciativa se lanzarán a través de cinco programas globales, que buscan el desarrollo de competencias profesionales en tecnología, liderazgo e idiomas, entre otras materias clave en el mercado laboral actual:
Becas Santander Women | Emerging Leaders – LSE: 125 becas para mujeres con entre 5 y 12 años de experiencia laboral. Este programa persigue potenciar las capacidades y habilidades de liderazgo y negociación de este colectivo de mujeres en el momento profesional actual en el que se encuentran.
Becas Santander English for Professional Development – Upenn: 500 becas para que estudiantes de habla no inglesa, con hasta 10 años de experiencia laboral, incrementen sus habilidades lingüísticas y conocimientos en torno a su desarrollo profesional. Incrementarán conocimientos sobre los procesos de búsqueda de empleo, entrevistas de trabajo y les dará la posibilidad de analizar su trayectoria profesional.
Becas Santander Tech | Emerging Technologies Programs by MIT Professional Education: 400 becas para universitarios y jóvenes profesionales que busquen mejorar sus competencias digitales con seis programas de formación en habilidades tecnológicas en blockchain, machine learning…
Becas Santander Skills for Professional Development – ESADE: 400 becas dirigidas a estudiantes de grado, máster o jóvenes titulados con poca experiencia profesional, para que adquieran o mejoren sus competencias de liderazgo, desarrollo de procesos, gestión de equipos, métodos de trabajo, etcétera.
Becas Santander Tech Revolution in Finance – IE University: 100 becas para estudiantes en los dos últimos años de grado y graduados universitarios en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) con el objetivo de ofrecerles herramientas básicas para que conozcan el gran potencial profesional que les ofrece el mundo de las finanzas.
Por último, la entidad explica que la iniciativa #InvierteEnTi se enmarca en el plan global de apoyo de 100 millones de euros que Banco Santander está destinando a la lucha contra el COVID-19 y los efectos negativos generados por la pandemia. Sólo en el ámbito de la Educación, la entidad ha movilizado 30 millones a través de Santander Universidades para promover proyectos de investigación en desarrollo de vacunas, fármacos o nuevas técnicas diagnósticas, apoyar a estudiantes en situaciones económicas desfavorables y trabajar en el fortalecimiento del sistema universitario en su transición digital.
El pasado 1 de octubre, Schroders y Funds Society celebraron un nuevo encuentro virtual donde Julien Houdain, lead portfolio manager del fondo Schroders ISF Global Credit Income y de la estrategia Schroders ISF Global Multi Credit y Cristian Reynal, Sales Director, analizaron la reciente evolución de sus estrategias, la situación y perspectivas de los mercados de renta fija, y las actuales oportunidades que ofrece el mercado de crédito.
Refugio en crédito grado de inversión americano
Para Houdain, este último año y su primer año en Schroders, ha sido un año muy movido “con diferentes eventos, regímenes de volatilidad y muchos cambios en las reglas de juego especialmente por parte de los bancos centrales y los gobiernos”. Sin embargo, se muestra muy satisfecho con el buen comportamiento de sus dos estrategias que han obtenido rentabilidades en el entorno del 2,5% acumulado en el año y en el 6% desde su lanzamiento, gracias a su enfoque flexible y modelo propio de asset allocation. “Esto nos ha permitido estar en una muy buena posición antes de la crisis. No porque la viéramos venir sino porque estábamos percibiendo una debilidad en la economía mundial que fue exacerbada con la pandemia”, declara.
En concreto, las estrategias aunque se vieron afectadas por la caída de los mercados en marzo, no han sufrido ningún evento de crédito (default) en su cartera y se ha priorizado la calidad crediticia a las operaciones oportunísticas. Así, durante los meses de marzo a mayo, en lugar de invertir en nombres distressed como el segmento de high yield o deuda emergente, prefirieron invertir en activos de largo plazo dentro del segmento de grado de inversión en Estados Unidos. Houdain explica esta decisión “porque el nivel de incertidumbre era todavía muy alto y no queríamos deteriorar la calidad de la cartera sino aprovecharnos de la fuerte recuperación”. De esta forma no fue hasta el mes de junio cuando empezaron a reinvertir en mercados emergentes que estaban un algo regazados en la recuperación.
No obstante, aunque el gestor reconoce que estaban largos en cuanto a spread de crédito americano no era así en términos de spread de duración, que para el gestor es el punto de mejora en su gestión de los últimos meses. “Teníamos una gran parte de la duración expresada en bunds y otros gobiernos, y como los activos del tesoro americano han tenido tan buen comportamiento, deberíamos haber tenido una mayor exposición a duración en Estados Unidos y no solo crédito americano. Fue algo que corregimos muy rápidamente, pero perdimos los primeros 30-40 puntos básicos de contracción frente a los bunds”.
Las acciones de los bancos centrales condicionaran las valoraciones en el futuro
De cara a la evolución del mercado y las valoraciones a futuro, Houdain opina que las acciones de los bancos centrales serán la clave: “Concemos esta batalla, estamos en ella desde hace 10 años, la cantidad de liquidez inyectada hacen que las acciones de los bancos centrales y sus narrativas sean extremadamente importantes y ahora más que nunca”.
Unido a la política monetaria, otro punto importante, que es relativamente nuevo este año, es la respuesta fiscal de los gobiernos a esta crisis que, junto con los bajos tipos de interés, han ayudado a controlar los niveles de defaults. Sin embargo, existen dudas acerca de la renovación del paquete fiscal en Estados Unidos y cual será su efecto en la economía. Además, en el corto plazo, están las elecciones presidenciales en Estados Unidos “cuyo principal riesgo es una elección cuestionada que retrasará cualquier decisión, sobre todo desde el lado fiscal y esto es muy importante”, añade Houdain.
Así, para el gestor el debate en el largo plazo es “cuanto puede aumentar la deuda con respecto a PIB antes de que sea un problema” y cita el ejemplo de Japón que lleva más de 20 años con un bajo crecimiento económico y un alto nivel de deuda frente PIB. “ Esto lo hemos podido observar muy bien en Japón, y estamos viendo la japonización de otras economías y creo que la pandemia ha acelerado este proceso”, afirma el gestor.
En Europa, por ejemplo, el gestor afirma que no tienen certeza de que los impulsos fiscales puedan traducirse en un mayor crecimiento y que “en el mejor de los casos añade un par de puntos al PIB por lo que los grandes déficits serán financiados por el Banco Central Europeo”.
Así, desde su punto de vista, existe un alto nivel de incertidumbre que hace difícil saber dónde se situará el mercado en los próximos 6 meses, pero en el más corto plazo hay una serie de riesgos donde fija su atención. Además del riesgo de que las medidas de apoyo fiscal no se renueven en Estados Unidos (fiscal Cliff) añade el posible riesgo de inflación provocado por un exceso de liquidez en el sistema. En su opinión para ver un nivel de inflación preocupante tienen que ocurrir simultáneamente varias cosas: “una recuperación en V y una continuidad en la relajación de la política monetaria y fiscal” y no ve señales de que eso ocurra, al menos en el corto plazo, aunque en el largo plazo una nueva regulación sobre el sector tecnológico podría generar una cierta presión en precios.
Sin embargo, la otra cara de la moneda de un posible incremento de la inflación, unido al efecto demográfico, es un aumento en la pendiente de las curvas y una mayor demanda por activos de crédito. Si a este efecto, le unimos el hecho de que los bancos centrales están comprando deuda corporativa, para Houdain “hay sólidos fundamentos técnicos para el crédito”.
Posición conservadora ante la situación de actual incertidumbre
“Junto con la incertidumbre, al otro lado encontramos mucha liquidez” y esto se traduce en que las expectativas del mercado son muy positivas para los próximos meses y el año próximo. No obstante, debido al alto nivel de incertidumbre, Houdain afirma que prefieren quedarse en “el lado seguro, reconociendo que no sabemos realmente hacia dónde va la pandemia, que el nivel de liquidez en el sistema no tiene precedentes y retirar estos estímulos siempre ha conllevado correcciones en el mercado”.
La clave para el gestor es lograr la correcta combinación en activos de grado inversión, high yield y emergentes seleccionado los buenos sectores y compañías. “Hemos visto mucha dispersión por clase de activos y dentro de una misma clase de activo por sectores y por ganadores y perdedores del coronavirus. Todo el trabajo que hacemos ahora mismo es intentar extraer valor de esta dispersión y asegurarnos que no estamos creando una cartera que podría verse atrapada si el mercado se vuelve en nuestra contra en los próximos meses”. Por ello, destaca la importancia de tener productos y enfoques flexibles en estos periodos de incertidumbre.
Puede acceder a la grabación en este link. La contraseña es Schroders10.
En vez de hacerlo en bloques de tiempo, lo adecuado es comparar las variaciones cambiarias de este año con las de crisis previas, la de 2008-2009 y la de 2014-2016. El dólar subió en las tres ante el desplome de los precios del crudo. La primera, recordemos, fue la debacle bancaria global y la ruina de varios países. La segunda, el derrumbe petrolero sumado al factor “Trump”. ¿Qué balance queda de la devaluación actual contra las anteriores? ¿Qué desempeño puede esperarse?
2008-2009: colapso financiero global (crisis subprime)
El dólar se encareció 56%, de $9,86 en agosto de 2008, hasta $15,35 en febrero de 2009. La moneda mexicana se devaluó 36%. El crudo perdió 77% desde el máximo de US$ 141, en junio de 2008, a US$ 33 en febrero de 2009; la caída fue solo equiparable a la de los años ochenta (la década perdida para México). Véase la similitud lineal WTI-peso en la gráfica de StockCharts:
Pasado lo peor, el peso avanzó en función del crudo, que rebotó 234% en poco más de dos años, a US$ 113 el barril, en abril de 2011. Con eso, el nuevo mínimo interbancario se marcó en $11,49 (máximo del peso: $0,87 según se ve enseguida). La apreciación acumulada del dólar se moderó dos años y medio después a 16,52% sobre el mínimo pre-crisis y, de ahí, vuelta rápida al alza y constantes subibajas con máximo de $14,20 en mayo de 2012 y nuevo “piso” fugaz de $12,06, en abril de 2013.
2014-2017: El sueño de la reforma energética. Lecciones no aprendidas
A partir de agosto de 2013 el tipo de cambio osciló en una serie de vaivenes y cotizaciones mínimas de $12,80 – $12,85. La última vez que tocó ese rango fue a fines de mayo de 2014. Era cuando se hablaba de los frutos de la reforma energética como si ya se tuvieran. Se repetía la historia de los años ochenta, con menos consecuencias malas, por suerte.
El peso se debilitaría por la baja de 76% del precio del petróleo (igual de drástica que la de 2008), de US$ 107 en junio de 2014 a US$ 26 en febrero de 2016; en ese mes, el interbancario avanzó sin respiro desde $12,85 hasta $19,14 acumulando 49% de alza y 33% de devaluación.
Al tiempo, en abril de 2016, a la par del nuevo rebote del crudo a casi 50 por barril, el tipo de cambio descendió a $17,17, lo más bajo de cuatro años y medio a la fecha. En adelante, mientras el petróleo seguía subiendo, el peso se demolía por la irrupción de Trump: la divisa se encareció a $19,88, previo a las elecciones americanas, y hasta a $21,90 antes de la toma de posesión. En suma, el dólar se incrementó 71% entre mayo de 2014 y enero de 2017, y la devaluación a 41%.
A junio de 2018 el petróleo subiría en un año 73%, a 75 el barril. El interbancario parecía acoplarse al bajar a $17,55 – $17,65 entre julio y septiembre de 2017; pero no, porque de ahí comenzó a zigzaguear en canal, entre $18,55 y $20,30, con algún repunte menor, sin sufrir daños adicionales (ya estaban dados) en el octubre negro de 2018, cuando el crudo cayó a US$ 45.
2020: el mundo en vilo. La crisis más grande jamás imaginada
La tendencia cambiaria bajista se consolidaba en el último cuatrimestre de 2019, cuando el peso osciló arriba del precio promedio de los últimos 200 días (PM 200) –la línea azul de la gráfica siguiente, a la izquierda–. El dólar bajó a $18,55, lo mínimo en año y medio, reforzado, sí, por la recuperación del crudo, que subía a US$ 63, 40% en doce meses, a diciembre de 2019. La historia a partir de entonces es de sobra conocida, no así las cifras comparativas:
Del precio pre-covid, el dólar subió de golpe 37%, a $25,33. La devaluación fue de 27%. El petróleo, mientras tanto, se desplomó a lo inverosímil: digamos que a US$ 8,91, como muestra la gráfica, para no hacer cuentas contra el precio de entrega a futuro que resultó negativo. Es decir, perdió 86% de su valor. Nunca en la historia.
Con esas condiciones, considerando que esta crisis se define como la más grave en tiempos de paz, más aguda que la Gran Depresión y mucho más dura que la de 2008-2009, nuestra moneda habría de haber caído más que en los otros casos. Diríase que el porcentaje de alza del dólar fue moderado. Se entendería que hubiera sido peor y es positivo que haya bajado pronto y atravesado otra vez el PM 200 (en la gráfica, el peso hacia arriba, superando la línea azul). El regreso a $20,85, en apenas seis meses, reduce la apreciación a 13% y la devaluación a 11%. El aumento se va a 19% y la devaluación a 16% con el rebote intempestivo y cierre en septiembre en $22,10. Tolerable, tanto en contraste con los porcentajes de las crisis pasadas como en función de la magnitud del hundimiento del PIB al segundo trimestre y teniendo en cuenta que el tipo de cambio refleja lo que se espera. En resumen:
¿Interbancario más alto o recuperación del peso?
En cada regreso después de máximos, el dólar marcó “pisos” un poco más abajo del PM 200, para rebotar enseguida. Por tanto, caben tres posibilidades:
Si la dinámica que se ha visto luego de las crisis precedentes se cumpliera ahora, el precio de $20,89 sería el menor de la era post-covid. El objetivo, a mediano plazo, pudiera ser al menos $23,50
La velocidad del regreso del dólar ha sido mayor ahora que en las ocasiones anteriores. Eso sugiere espacio para bajas adicionales, tal vez a $21,20 – $21,40
En caso de que el precio del barril de crudo se recupere a más de US$ 65 (pasaba de US$ 63 a inicio de año), el cambiario podría tender otra vez al rango de $20,90 o menos ¿Volvería a estar abajo de 20,00? Es muy difícil.
Hay que dar tiempo a que la nueva normalidad se asiente. Y calibrar la dimensión y forma de la recuperación económica.
Una vez que el mundo declare haber vencido el virus, como China, se podrán hacer nuevas evaluaciones. En todo caso, habremos de asimilar que el dólar vuelva a subir, poco a poco, a partir del nuevo mínimo al que llegue.
El objetivo económico general del liderazgo de China es transformar su antiguo modelo de crecimiento en un camino más sostenible, dice el artículo de Carol Liao y Stephen Chang en el blog de PIMCO.
Estas políticas abordarán como desafíos a largo plazo combatir el envejecimiento de la población, la disminución de la productividad y cada vez menos espacio para los estímulos políticos.
Las políticas en curso como el reequilibrio, el desapalancamiento y «Made in China 2025», que están diseñadas para lograr esta transición, seguirán vigentes y se irán ajustando con el paso del tiempo.
La estrategia económica de “circulación dual” probablemente se incluirá en el próximo plan quinquenal de China (2021-2025) para guiar las políticas económicas del país.
China dependerá predominantemente de su sistema económico nacional «circulación interna», y será respaldado por los mercados internacionales «circulación externa».
Si bien se podría ver el intento de China a largo plazo de reducir su dependencia de los mercados extranjeros y la tecnología como una reversión a una política de puertas cerradas, los analistas de PIMCO aseguran que refleja un ajuste estratégico en respuesta a un entorno geopolítico más conflictivo.
A medida que aumentan las tensiones entre EE.UU. y China y el proteccionismo en todo el mundo, la demanda externa se vuelve menos confiable, por lo que China se está enfocando en estimular la demanda interna para absorber su enorme capacidad de producción.
China, a lo largo de los años, ha perseguido y experimentado aumentos en el consumo final y los servicios como porcentaje del PIB.
Sin embargo, la producción industrial sigue siendo un contribuyente clave a la economía y la cadena de suministro continúa involucrando vínculos críticos con las importaciones y la experiencia extranjera. Por esta razón, China ve una necesidad urgente de mejorar el sector manufacturero del país, desarrollar una cadena de suministro de espectro completo y lograr la autosuficiencia tecnológica.
Aunque un desacoplamiento financiero forzado sigue siendo un riesgo de cola, es posible que China acelere la internacionalización del RMB para mitigar las posibles interrupciones de las transacciones internacionales y abrir aún más sus mercados financieros a los inversores extranjeros.
Los inversores deben esperar cierta volatilidad del mercado durante este período de transición y ser más selectivos al elegir en qué sectores y clases de activos invertir.
El creciente énfasis de China en el empleo de herramientas de política monetaria específicas refleja la alineación del banco central con la agenda a largo plazo del gobierno.
La política monetaria “estructural” del Banco Popular de China es esencialmente un conjunto de políticas diferenciadas que tienen como objetivo optimizar la asignación de liquidez y crédito, apoyar sectores clave y eslabones débiles de la economía, evitando burbujas y sobrecalentamiento en sectores como el real bienes raíces, industrias que están experimentando un exceso de capacidad y banca en la sombra.
El Banco Popular de China tomó medidas de flexibilización monetaria rápidas y preventivas a principios de 2020 en respuesta a una crisis de salud nacional sin precedentes, pero esperamos que la política monetaria se vuelva más equilibrada a medida que la economía se recupere.
En opinión de los analistas, es poco probable que se produzca un recorte de tipos a corto plazo, dada la sólida recuperación de China, las acomodaticias condiciones crediticias, la considerable emisión de bonos a pesar de los mayores rendimientos y el enfoque activo del Banco Popular de China para la gestión de la liquidez.
Es posible que el banco central continúe implementando políticas monetarias más focalizadas a favor de préstamos para pymes y préstamos a mediano y largo plazo al sector manufacturero.
Si se produce una recuperación económica super-V en 2021, la prevención de riesgos recuperará impulso.
Es probable que se implemente un endurecimiento del crédito y una reducción fiscal, más restricciones en el mercado de la vivienda y una reanudación del desapalancamiento.
Sin embargo, el listón para un aumento de la tasa de política será alto dado el elevado endeudamiento de la economía y el énfasis del gobierno en mantener la estabilidad financiera.
El comportamiento del mercado europeo de ETFs se caracterizó en septiembre por la continuidad. Es decir, siguiendo la tendencia experimentada en agosto, el interés de los inversores por los ETFs y en concreto por los ETFs de renta variable volvió a ser muy significativo.
Según los datos del último informe Money Monitor de Lyxor, los fondos ETFs recibieron 5.100 millones de euros en septiembre. Y, en caso de la renta variable, los fondos y los ETFs disfrutaron de 18.800 millones de euros de nuevos activos netos, distribuidos en 12.500 millones en fondos y 6.200 millones en ETFs.
En cambio, los ETFs de renta fija arrojaron -100 millones de euros y los ETF ESG (basados en criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) prosiguieron su sólida tendencia y marcaron otro mes récord con unos flujos netos de activos por valor de 3.900 millones de euros.
Esta cifra supera en 3.700 millones de euros el récord registrado por los ETFs ESG en junio. Como consecuencia, los flujos hacia este tipo de fondos representan ahora más de la mitad de los flujos totales acumulados por los ETF en 2020. Si analizamos el tipo de fondo ESG que resultó más atractivo, se observa que, desde enero de 2017, los ETFs de renta variable han recibido la mayor parte de los flujos en el segmento ESG, lo que supone el 80% de los flujos de entrada totales en los ETF ESG (48.000 millones de euros). “Más recientemente, los ETFs de renta fija han atraído mayores flujos en el sector ESG y experimentan ahora un crecimiento constante”, matiza el documento.
Según explica el informe de Lyxor, las asignaciones de los inversores se concentraron principalmente en la renta variable mundial por medio de exposiciones generales o sectoriales. “La renta fija experimentó discretas entradas netas de capitales. Los inversores mostraron una creciente preocupación por las exigentes valoraciones de los bonos, y comenzaron a deshacer sus posiciones en la deuda corporativa durante el mes”, matiza el documento.
En cambio, el informe destaca que los ETFs smart beta mostraron una “trayectoria prácticamente plana”, y algunos inversores se aventuraron hacia el segmento value, atraídos por los diferenciales de valoración históricamente elevados entre los títulos de crecimiento y los títulos de valor.
A la hora de analizar el comportamiento de los ETFs de renta fija, el informe apunta que, en lo que va de año, recaudaron 4.700 millones de euros, casi el doble del importe acumulado a lo largo del mismo periodo en 2019 (2.800 millones de euros). Dentro de esta tendencia, el mercado de bonos verdes se está beneficiando de la creciente demanda de activos verdes por parte de los inversores.
“Los responsables políticos de todo el mundo están intensificando su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París. Más allá de los emisores soberanos, la UE cuenta también con una ambiciosa agenda verde en el marco del plan de inversiones del Pacto Verde Europeo y el fondo de recuperación pos-COVID-19 de 750.000 millones de euros, de los cuales en torno al 30% se destinará a proyectos respetuosos con el clima”, apunta el informe.
El equipo directivo, liderado por Elizabeth Dillon, estará formado por Mike Acker, responsable de grandes cuentas, Nick Mavro, responsable de clientes institucionales EEUU y Jorge Corro, responsable de US Offshore.
Dillon regresa a su ciudad natal tras trabajar 19 años para Pictet AM en Ginebra y Londres y recientemente ha sido responsable de instituciones financieras mundiales.
“Sabiendo que es un momento difícil para los neoyorquinos, quienes han tenido que hacer importantes cambios en sus vidas personales y actividades profesionales, hemos adquirido el compromiso de que nuestro equipo veterano se instale en la capital financiera del mundo, para apoyar a nuestros clientes. Tenemos planes de crecimiento de Pictet AM en EEUU, para lo que seguiremos ampliando el alcance del equipo y explorando nuevas oportunidades”, afirmó Dillon.
Para Laurent Ramsey, socio gestor del Grupo Pictet y codirector de Pictet AM, dijo que la presencia en Nueva York mejorará los servicios que se ofrecen a los clientes, aumentará la visibilidad en esta área geográfica y ofrecerá a Pictet la posibilidad de aprovechar su presencia en EE.UU., uno de los lugares con mejores profesionales del mundo.
En este sentido, Pictet AM ha previsto ampliar equipo de Nueva York y está llevando a cabo una política de contratación activa.
Pictet Asset Management es una sociedad gestora de activos independiente que gestiona 209.000 millones de dólares invertidos en una amplia gama de productos de renta fija, renta variable, inversión alternativa y multiactivos.
La sociedad ofrece servicios de inversión especializada mediante cuentas segregadas y fondos de inversión.
Pictet AM incluye todas las filiales operativas y divisiones del Grupo Pictet de gestión de activos institucionales y de fondos con 17 centros de negocio en el mundo en Londres, Bruselas, Ginebra, Fráncfort, Ámsterdam, Luxemburgo, Madrid, Milán, París y Zúrich, hasta Hong Kong, Taipéi, Osaka, Tokio, Singapur, Montreal y Nueva York.
La firma Latin Advisors, situada en Zonamérica, Uruguay, anunció la llegada de nuevos equipos de asesores financieros procedentes de importantes instituciones financieras basadas en Montevideo. Las incorporaciones a la unidad de Banca Privada Internacional son efectivas desde el 2 de octubre.
Se suman a Latin Advisors:
. Guzmán Nebel, quien ha ejercido posiciones de asesoría, desarrollo y liderazgo en ABN AMRO Bank y HSBC Uruguay.
. Marion Fraenkel, Michelle Acher y Paula Maggioli, quienes conforman un equipo de amplia experiencia, habiendo desempeñado funciones de asesoramiento en diversas instituciones financieras tales como Banco Safra, Citicorp y Merrill Lynch.
. Por otra parte, el equipo de experimentados asesores conformado por Ana Clara Schenzer, Luciana Valansi, Hernan Padilla, Héctor Sánchez y Ruben Wolfovich, quienes han transcurrido su carrera profesional en las Bancas Privadas de Bank Hapoalim, Bank Leumi y Bank Mizrahi Tefahot y, en los últimos 3 años, como asesores en la firma regional Criteria.
La semana pasada, Latin Advisors y Latin Securities anunciaron también la contratación de Juan Andrés Pinilla a su segmento de Banca Privada Internacional. Pinilla era director de LarrainVial Securities en Miami.