PineBridge Investments ha llegado a un acuerdo para adquirir Benson Elliot Capital Management, un gestor de fondos inmobiliarios de capital privado con sede en el Reino Unido.
La adquisición de Benson Elliot permite a PineBridge expandir sus ofertas de clientes, agregando nuevas capacidades y vehículos de inversión a sus negocios de fondos privados, capital estructurado y crédito privado.
Una vez completada la adquisición, todo el equipo de 40 profesionales de Benson Elliot se unirá a PineBridge.
«En nuestro décimo año como firma independiente, este es un hito significativo en nuestro crecimiento y estamos encantados de dar la bienvenida al equipo de Benson Elliot a PineBridge», dijo Greg Ehret, CEO de PineBridge.
Los detalles financieros de la transacción no se han divulgado y la transacción está sujeta a ciertas aprobaciones reglamentarias habituales y de otro tipo.
Benson Elliot, fundada en 2005, gestiona más de 3.500 millones de dólares de capital y posee una cartera diversificada que actualmente comprende activos de oficinas, minoristas, hoteleros y residenciales en toda Europa, incluidos el Reino Unido, Alemania, Francia, España, Italia, Bélgica y Polonia.
Desde sus inicios, la firma ha implementado una estrategia de inversión consistente, impulsada por activos, valor agregado, sensible al riesgo y enfocada en la salida.
Benson Elliot ha lanzado con éxito cuatro fondos europeos, el más reciente de los cuales, Benson Elliot Real Estate Partners V, cerró en 2019 en 836 millones de euros.
«La experiencia líder en la industria de Benson Elliot en el sector inmobiliario europeo complementará y diversificará la oferta de inversión de nuestra firma, lo que nos permitirá brindar un mejor servicio a nuestra base de clientes global», agregó Ehret.
PineBridge Investments es un gestor de activos global privado que se enfoca en inversiones activas y high-conviction.
Al 30 de junio de 2020, la empresa gestionaba 104.400 millones de dólares estadounidenses en clases de activos globales para inversores de todo el mundo
PineBridge fue asesorado por Simmons & Simmons LLP y Perella Weinberg UK Limited, mientras Benson Elliot fue asesorado por Travers Smith y Berkshire Global Advisors.
Después de un agosto boyante para los activos de riesgo, es probable que la recuperación se aplane. El aumento de nuevas infecciones en el otoño, un ritmo de recuperación nivelado y diversos riesgos políticos (política de EE.UU., Brexit, geopolítica) mantendrán el sentimiento de riesgo bajo control. Sin embargo, los datos de recuperación, el compromiso de los bancos centrales, la disminución de la letalidad del COVID-19 y el optimismo sobre las vacunas siguen apoyando un ligero sesgo pro-riesgo.
Generali Investments mantiene una prudente sobreexposición a los activos de riesgo, centrada en paquetes de crédito de alta calidad. Busca aumentar el sesgo pro cíclico en las carteras a medida que se desvanece la parálisis provocada por el COVID-19. Incluso después del gran repunte de los activos de riesgo a lo largo del verano y a pesar de la persistente propagación del COVID-19, el valor de las acciones avanzó rápidamente en agosto (el MSCI World subió otro 6,6%), ayudado por la recuperación de los datos, unos ingresos mejores de lo esperado y la esperanza de obtener una vacuna. El S&P ha alcanzado nuevos máximos históricos, liderado por las empresas tecnológicas. Los diferenciales de crédito se redujeron aún más, compensando en gran medida el modesto aumento de los rendimientos básicos subyacentes. Estas tendencias dieron buenos resultados para nuestra (cautelosa) inclinación pro riesgo expresada en julio.
El aumento de nuevos casos en Europa y las renovadas restricciones en el otoño nos recuerdan que la crisis no ha terminado. La epidemia aún no se entiende del todo, y la estacionalidad podría ser un factor. Sin embargo, si acaso, nuestra preocupación por el otoño ha disminuido ligeramente últimamente. La mortalidad ha disminuido, en parte porque los hospitales han desarrollado mejores protocolos. Se espera que las vacunas estén en el mercado para el primer semestre de 2021, otro elemento en contra de los mercados bajistas. La caída de las tasas de mortalidad y el aumento de la capacidad de reserva en las UCI permitirán a los gobiernos evitar drásticos confinamientos.
La recuperación se enfrenta a riesgos políticos cada vez mayores
La recuperación económica es sólida, aunque después del rebote del tercer trimestre, su impulso se reducirá. La caída del empleo en EE.UU. (aún menos de un millón de solicitudes de desempleo por semana) y una inesperada caída en los PMIs europeos de agosto son nuevos recordatorios de que no estamos en medio de una recuperación en forma de V.
Después del fuerte repunte inicial, las cicatrices económicas sólo se curarán gradualmente. Los enfrentamientos políticos están aumentando, desafortunadamente. Mientras que la guerra comercial entre EE.UU. y China ha quedado en un segundo plano, el presidente Trump ha puesto centrado su ira en las principales empresas tecnológicas chinas (TikTok, WeChat, Huawei). Mientras tanto, la asertividad geopolítica de China en el Mar de la China Meridional está aumentando. El riesgo de un brexit duro aumenta con los planes del gobierno de Johnson de incumplir el acuerdo firmado con la UE. Además, el forcejeo entre Turquía y Grecia en el Mar Mediterráneo parece cada vez más peligroso.
El riesgo político de los EE.UU. también pesa. El Congreso sigue en desacuerdo sobre un posible nuevo paquete fiscal, que incluye un mayor apoyo a los desempleados, que expiró en julio (el ejecutivo de Trump propone sólo un arreglo parcial). Las elecciones de noviembre pueden dar lugar a una «ola azul» (los demócratas ganarían tanto la presidencia como el Congreso) que hace temer a los mercados por las subidas de impuestos a las empresas y a las grandes fortunas. En el peor de los casos, Trump pondría en entredicho los resultados, dejando margen para semanas de incertidumbre.
Todo esto hace que el panorama de los activos de riesgo siga estando al alza, pero menos optimista. Con la economía todavía recuperándose y los bancos centrales tranquilizándose con el apoyo de las políticas a largo plazo (como acaba de implicar la renovación de la estrategia de la política monetaria de la Reserva Federal), los mercados podrían seguir beneficiándose de un sentimiento de riesgo ligeramente favorable en medio de una búsqueda persistente de rendimiento.
Por eso, Generali mantiene una sobreponderación prudente en crédito, en gran parte gracias al carry, especialmente en los paquetes más seguros y con vencimientos más largos. Es probable que los rendimientos básicos negativos mantengan el rango de negociación y ofrezcan poco valor (tenga en cuenta el potencial de aumento de 10 a 30 años). Mantenemos una pequeña sobreponderación en renta variable, y trataremos de aumentar el sesgo procíclico a medida que la parálisis del COVID-19 retroceda. Las perspectivas a medio plazo siguen siendo sombrías para el dólar, aunque a corto plazo el repunte del rally euro/dólar se prevé que se aplane.
En Europa, tras el fin del confinamiento total, la gradual relajación de las restricciones ha desencadenado un fuerte repunte de la actividad económica. Para junio, la producción industrial (IP) ha estado repuntando un 22,5% y el regreso del PMI manufacturero a territorio expansivo en julio/agosto sugiere que esta recuperación continúa. En junio, la PI todavía estaba un 11% por debajo del nivel anterior a la COVID-19. Por el contrario, la recuperación del sector de los servicios, más orientado al mercado interno, se ha visto afectada últimamente. El correspondiente PMI de agosto retrocedió a sólo 50,1, desde el nivel de 54,7 anterior. Parece que las restricciones de viaje más estrictas tras el último aumento de las infecciones del COVID-19 dejaron su huella. No es sorprendente que los componentes de previsión también se hayan deteriorado.
Turbulencias en el camino hacia la recuperación
El retroceso del sector servicios en agosto, así como del sentimiento del PMI compuesto, pone de relieve que la recuperación sigue siendo vulnerable. El riesgo clave es un aumento de nuevas infecciones que lleven a un nuevo endurecimiento de las restricciones. Esto afecta en primer lugar a las economías del sur de Europa que, de todos modos, presentan la peor tasa de crecimiento (debido a su fuerte dependencia del turismo y la hostelería. Además, cuanto más tiempo haya que aplazar la eliminación de las restricciones, más negativo será el impacto en el empleo.
Las medidas de apoyo fiscal impiden actualmente los despidos y las garantías estatales ayudan a las empresas. Sin embargo, existe el riesgo de que estas medidas tengan efectos negativos de forma inesperada, aunque en Alemania, por ejemplo, el apoyo al trabajo a corto plazo se ha ampliado recientemente hasta el año 2021. Del mismo modo, un aumento de las empresas insolventes podría desencadenar ondas de choque a través de un aumento de los préstamos dudosos. Con todo, elevamos nuestro pronóstico de crecimiento no en toda la extensión implícita en los datos del PIB del segundo trimestre, que fueron mejores de lo esperado, ya que nos volvimos menos optimistas en el tercer trimestre. Ahora vemos un crecimiento en 2020 de -8,5% (desde el -10,0% anterior).
La estrategia en dos etapas del BCE sugiere más facilidades
El economista jefe del BCE, Lane, presentó en la reunión de Jackson Hole la respuesta del BCE más fundamental a la pandemia. Mientras que la primera etapa fue contrarrestar el efecto negativo sobre las perspectivas de inflación, la segunda etapa fue ajustar la política asegurando una convergencia oportuna en la senda de la inflación. Esto implica que el BCE aumentará el grado de acomodación en relación con la postura pre-pandémica a medio plazo.
Tribuna de Vincent Chaigneau, responsable de análisis de Generali Investments.
En el tercer trimestre del año, Citigroup Inc. reportó ingresos netos 3.200 millones de dólares, o 1,40 dólares por acción diluida, sobre unos ingresos de 17.300 millones de dólares. Mientras que, en el tercer trimestre de 2019, los ingresos netos fueron de 4.900 millones de dólares, o 2,07 dólares por acción diluida, sobre unos ingresos de 18.600 millones de dólares.
Esto supone una disminución en los ingresos del 7% con respecto al periodo del año anterior, reflejando principalmente unos menores ingresos en la división de Banca de Consumo Global y la división de Banca Corporativa/Otros, que se vieron parcialmente compensados por el crecimiento en las divisiones de Mercados de Renta Fija, Banca de Inversión, Mercados de Renta Variable y Banca Privada en el Grupo de Clientes Institucionales.
Los ingresos netos disminuyeron un 34% con respecto al período del año anterior, impulsado en gran medida por los menores ingresos, un aumento en los gastos y mayores costes crediticios. Estos resultados incluyen una multa civil monetaria de 400 millones dólares en relación con órdenes de consentimiento registrada en la división de Banca Corporativa/Otros. Las ganancias por acción diluida de 1,40 dólares disminuyeron un 32% desde el período del año anterior, reflejando principalmente la disminución en la utilidad neta.
En el Grupo de Clientes Institucionales, los ingresos fueron cercanos a los 10.400 millones de dólares, un 5% con respecto al año anterior, pero un 15% que en el anterior trimestre. Un sólido desempeño en las divisiones de Mercados de Renta Fija, Banca de Inversión, Mercados de Renta Variable y Banca Privada se vio parcialmente compensando por unos menores ingresos en Préstamos Corporativos y Soluciones de Tesorería y Trading, así como Servicios de Valores.
La división de Banca Privada obtuvo ingresos de 938 millones en este tercer trimestre, mientras que, en el tercer trimestre de 2019, los ingresos fueron de 867 millones de dólares, esto supone un incremento del 8% respecto al tercer trimestre del año anterior. Sin embargo, estos ingresos son un 2% menores que los del trimestre anterior, donde la división obtuvo unos 956 millones de dólares.
«Continuamos navegando por los efectos de la pandemia COVID-19 extremadamente bien. Los costes crediticios se han estabilizado, los depósitos siguieron aumentando, y los ingresos aumentaron un 3% en lo que va de año. Nuestro Grupo de Clientes Institucionales nuevamente tuvo un desempeño muy fuerte, especialmente en Mercados, Inversión Banca y Banca Privada. La columna vertebral de nuestra red global, Soluciones de Tesorería y Trading ha experimentado un fuerte compromiso con el cliente frente a las bajas tasas de interés. Aunque en la división Banca de Consumo Global los ingresos se mantuvieron bajos como resultado de la pandemia, vimos más actividad en nuestras hipotecas y productos de gestión patrimonial”, dijo Michael Corbat, CEO de Citi.
Los inversores de renta variable europea han visto disminuir el crecimiento (tanto esperado como realizado) en Europa durante la última década. Sin embargo, las pequeñas empresas que se encuentran en etapas primerizas de su desarrollo han resistido esta tendencia creciendo más rápido que las de gran capitalización. También han sido más flexibles a la hora de adaptarse a los cambios dentro de sus industrias. Pero, aun así, ¿por qué deben los inversores agregar exposición a estas compañías en el contexto actual?
Además de la gran cantidad de apoyos anunciados, implementados y por implementar por parte de bancos centrales y gobiernos, y ante la posible llegada de una vacuna COVID-19 en los próximos meses, creemos que hay argumentos convincentes:
1. Vivimos en un mundo de bajo crecimiento, por lo que la principal ventaja de invertir en acciones de pequeña capitalización radica en el potencial de crecimiento a largo plazo que no logran las empresas con grandes capitalizaciones de mercado. Según la gestora escandinava SEB, el crecimiento esperado de los beneficios en 2021 es del 14,5% para las de pequeña capitalización frente al 8,7% para las de gran capitalización. El consenso de crecimiento esperado para las empresas en cartera es del 30,9%, lo que impulsaría un rendimiento superior.
2. El espacio ofrece un terreno fértil de oportunidades. Aproximadamente el 94% de todas las acciones en Europa son de pequeña capitalización. La asignación de activos ajustada por capitalización bursátil a este segmento debería estar entre el 15% y el 20%, y ningún índice cubre de manera eficiente este universo, que está formado por unas 3.000 empresas.
3. El promedio de cobertura de analistas cae a medida que disminuye la capitalización bursátil de una sociedad, lo que conduce a un análisis menos exhaustivo y, en algunos casos, a ineficiencias de precios. Las acciones de la cartera de SEB tienden a tener menos de 5 analistas que cubren la empresa, lo que sugiere precios menos eficientes.
Lars Knudsen y Anders Knudsen, los gestores del fondo, cuentan con más de 30 años de experiencia combinada en el sector. El fondo tiene una calificación de cinco estrellas Morningstar e invierte en empresas con un crecimiento de beneficios sostenible, que pueden resistir caídas en el ciclo económico, que demuestran características de capitalización en términos de rendimiento empresarial y que buscan líderes de mercado, impulsando la innovación.
4. Las empresas más pequeñas a menudo se centran en nichos u operan en un solo país. Esto significa que pueden desacoplarse hasta cierto punto y tener éxito en un entorno económico difícil. En general, dependen menos de las tendencias macroeconómicas mundiales, están impulsadas por problemas de nivel micro que son difíciles de encontrar en empresas de gran capitalización y tradicionalmente tienen un enfoque más regional. El crecimiento del PIB mundial y la globalización se han desacelerado con las tensiones entre China y Estados Unidos y la llegada del COVID-19, lo que favorecerá inversiones con carácter regional.
5. El sector de pequeña capitalización europea goza de valoraciones relativas atractivas, especialmente si se tiene en cuenta su fuerte perfil de crecimiento. La relación Precio/Beneficio ajustada estimada para el índice MSCI Europe Small Caps Net Returnde 16,04 para 2021 está en línea con la del MSCI Europe (15,64), por lo que se encuentra a un nivel de valoración interesante. Debido a su crecimiento más fuerte y una rentabilidad de capital empleado (o ROCE) más alta, el fondo tiene una prima en comparación a su índice de referencia. Además, la valoración de algunas grandes capitalizaciones europeas como bancos o empresas de servicios públicos está disminuyendo, lo que se refleja en el nivel de valoración del índice.
6. Respaldo monetario y fiscal: La Comisión Europea ha propuesto un paquete de estímulo económico de 750.000 millones de euros, combinado con una revisión del presupuesto a largo plazo de la UE (2021-2027). La UE también ha anunciado que contribuirá a la protección de las pequeñas y medianas empresas con el fin de ayudar a las que se encuentran en desventaja frente a los competidores extranjeros subvencionados. La ola de estímulo fiscal debería beneficiar a las firmas europeas, en particular a las más pequeñas con acceso a la ayuda.
7. La actividad de fusiones y adquisiciones se está recuperando a nivel mundial. Tras el COVID-19 y la contundente bajada del coste de financiación, han aparecido oportunidades, especialmente para compradores estratégicos que buscan innovar y aumentar la rentabilidad, así como para fondos de capital privado que buscan poner su dinero a trabajar. Las empresas de pequeña y mediana capitalización suelen centrarse en un solo producto o servicio, lo que puede convertirlas en objetivos de adquisición atractivos para las compañías más grandes que buscan diversificarse o para aquellas que buscan construir una mayor escala.
Entonces, ¿por qué el SEB European Equity Small Caps Fund?
SEB Asset Mangement es una de las instituciones financieras más grandes de Escandinavia. La gestora tiene activos por valor de más de 100.000 millones de euros, lo que la convierte en una de las mayores de Europa. Se centra en productos nicho y soluciones a medida a gran escala basadas en nuestro concepto de boutiques múltiples: desde fondos del mercado monetario de bajo riesgo hasta productos de capital privado.
El SEB European Equity Small Caps Fund, lanzado en 1999, es un fondo long-only gestionado activamente que se centra en acciones europeas de una capitalización inferior a 3.000 millones de euros. Los gestores desempeñan un enfoque de selección fundamental en la intersección entre value y quality. Actualmente, cuenta con 245 millones de euros bajo gestión en una estrategia de alta convicción con aproximadamente 50 acciones.
En resumen, puede ser que a corto plazo las acciones de pequeña capitalización estén sujetas a mayor volatilidad, pero tiende a ser compensada por una mayor rentabilidad ajustada al riesgo. Si bien la confianza sigue siendo moderada en Europa, las valoraciones favorables y el impulso de las ganancias, junto con la lenta mejora del contexto macroeconómico, brindan una oportunidad para invertir en empresas de pequeña capitalización.
Tribuna de Nicholas Burdett, responsable de productos y análisis en Capital Strategies Partners
Rodríguez d’Achille se incorpora en calidad de socio de la nueva gestora y director con el objetivo de desarrollar la nueva marca para todo el Sur de Europa, Latinoamérica y US Offshore; además, Rodríguez d’Achille es co-fundador del proyecto, al que se ha sumado a inicios de este año.
“Hemos desarrollado un proyecto con profesionales de primer orden y con un empaque particularmente robusto en las áreas de gestión, control de riesgos, compliance y relación con inversores. Desde el principio ha sido una prioridad para nosotros ofrecer el mejor servicio desde todas las áreas de nuestra compañía y Lonvia Capital nace en esa línea desde el primer minuto. Las relaciones con nuestros inversores son con visión a largo plazo, al igual que lo hace el equipo de inversiones con las compañías en las que invertimos”, explica d’Achille.
Francisco Rodríguez d’Achille se desligaba de Amiral Gestion, donde desarrollaba el rol de responsable de desarrollo de negocio institucional para España e Italia, a principios de año para unirse al proyecto.
El nuevo director de desarrollo de negocio de la firma cuenta con una experiencia internacional en la industria de fondos de inversión de más de 14 años y ha desarrollado su carrera profesional en entidades de renombre como BBVA Venezuela, Old Mutual Wealth en Italia, March AM y, en su última etapa, Amiral Gestion.
Tras tomar la decisión de cambiar sus actividades empresariales actuales por un puesto corporativo sénior en Credit Suisse Group AG, Christian Meissner ha dimitido de la Junta Directiva de Julius Baer con efecto inmediato. Christian Meissner fue elegido miembro de la Junta en mayo de 2020.
Romeo Lacher, presidente de la junta directiva de Julius Baer, dijo: “Los planes profesionales de Christian Meissner han cambiado recientemente y entendemos que las oportunidades a veces surgen inesperadamente. Si bien lamentamos su partida y esperamos su contribución, nos gustaría agradecerle y desearle todo lo mejor para su futuro”.
Según apunta la publicación Bloomberg, Credit Suisse Group AG contratará a Christian Meissner, ex director de la división de la Banca de Inversión de Bank of America Corp., para codirigir un grupo recién creado que conectará a los clientes más ricos del banco con los servicios ofrecidos por el banco de inversión de la entidad suiza.
Meissner se trasladará a Europa desde Estados Unidos e informará a los directores del banco de inversión de Credit Suisse, así como al negocio de gestión de patrimonio internacional.
Bajo el mandato del nuevo director ejecutivo Thomas Gottstein, Credit Suisse está revisando varias unidades de negocio con el objetivo de simplificar la complicada estructura del banco, revirtiendo parcialmente las iniciativas tomadas bajo su predecesor Tidjane Thiam y el ex director de gestión patrimonial Iqbal Khan.
La combinación de la división de Banca de Inversión con el comercio de una empresa que pasará a llamarse Banco de Inversión Global, al tiempo que reduce el número de regiones en el negocio clave de gestión de patrimonio y trabaja para hacer más con clientes estratégicos ultra ricos.
Como parte de ese plan, Meissner y Babak Dastmaltschi dirigirán el grupo asesor de la banca de inversión que realizará fusiones y acuerdos de mercado de capitales con clientes del negocio de banca patrimonial internacional. Meissner también se convertirá en vicepresidente del banco de inversión que reporta a Brian Chin, un rol en el que originará acuerdos a nivel mundial.
Pictet Alternative Advisors SA (PAA), filial del Grupo Pictet y entidad a cargo de la inversión alternativa del Grupo, lanza su primer fondo temático de capital privado: Pictet Thematic Private Equity-Technology. El fondo invertirá en una veintena (no más de 25) de los mejores fondos mundiales y seleccionará hasta un máximo de 20 inversiones directas o coinversiones en empresas no cotizadas, con un horizonte de inversión de entre tres y cuatro años.
Destinado únicamente a inversores profesionales, el vehículo buscará aprovechar las tendencias de la transformación digital y su impacto en la economía local y mundial, así como en la sociedad. Estas tendencias se han visto además aceleradas por la pandemia, que ha sacado a la luz carencias como la fuerte dependencia de los procesos digitales, aplicaciones informáticas y redes sociales. De cara al futuro, la firma no descarta apostar por el sector sanitario.
“La tecnología sigue siendo un sector fértil. Estamos en la primera etapa de la transformación digital a nivel mundial y sigue habiendo muchas oportunidades de inversión atractivas. Las aplicaciones informáticas, por ejemplo, son el sector que más rápido crece y se prevé que lo haga al 10% anual compuesto los próximos cinco años”, añade Pierre Stadler, responsable de Thematic Private Equity.
En este sentido, el uso de Internet ha crecido “espectacularmente, pero va a crecer más, si tenemos en cuenta que 41% de la población mundial aún no tiene acceso”, según Stadler. Además, el gestor destaca que el 5G junto al Internet de las cosas conforman “la siguiente generación de tecnología de redes móviles, que promete llevar la conectividad hasta límites insospechados”.
Así, a medida que las tecnologías digitales aumentan su presencia, surge una nueva generación de empresas disruptivas. “Algunas se convertirán en empresas muy conocidas y otras, aunque aporten una elevada rentabilidad, seguirán siendo desconocidas para el gran público. De manera que no resulta sorprendente que el universo de capital privado de gestoras de fondos especializadas en tecnología haya crecido tanto en tamaño como número la última década. Estamos convencidos de que la tecnología es un tema de inversión atractivo, ya que la mayoría de empresas de aplicaciones informáticas no cotiza”, subraya el responsable de Thematic Private Equity.
En esta iniciativa participan dos sociedades del Grupo Pictet, Pictet Asset Management (Pictet AM) y Pictet AA. Dentro de la inversión temática, Pictet AM gestiona 50.000 millones de dólares en catorce estrategias, según datos de la firma. Asimismo, Pictet AA, que comenzó a invertir en capital privado en los años 90, ha puesto en marcha 11 fondos multiestrategia y gestiona numerosas cuentas segregadas, con activos bajo gestión que suman 17.000 millones de dólares.
“Los mercados no cotizados constituyen una opción atractiva para invertir en el sector tecnológico y aprovechar su gran potencial de crecimiento estructural”, afirman desde la entidad. Además, según añaden desde Pictet AM, estas empresas optan por mantenerse privadas más tiempo, por lo que un porcentaje creciente de valor se crea en los años en que no cotizan, antes de su salida a Bolsa.
Pictet AA emplea un enfoque sistemático en la construcción de las carteras de fondos de capital privado. Mantiene una estrecha relación con un selecto número de sociedades gestoras de capital privado, lo que le permite acceso a oportunidades de coinversión o inversión directa en sus fondos. Desde su creación hace treinta años, ha participado en más de 150 fondos de capital privado y 155 coinversiones. La due diligence de su proceso de inversión incluye también análisis ESG .
Pictet AM es una sociedad gestora de activos independiente. Gestiona 209.000 millones de dólares a 30 de junio de 2020, en una gama de productos de renta fija, variable, inversión alternativa y multiactivos. La sociedad ofrece servicios de inversión especializada en cuentas segregadas y fondos de inversión. Incluye las filiales operativas y divisiones del Grupo Pictet de gestión de activos institucionales y fondos. Tiene 17 centros de negocio en Londres, Bruselas, Ginebra, Fráncfort, Ámsterdam, Luxemburgo, Madrid, Milán, París y Zúrich, hasta Hong Kong, Taipéi, Osaka, Tokio, Singapur, Montreal y Nueva York.
La Comisión Clasificadora de Riesgo Chilena (CCR), el organismo que autoriza los instrumentos que pueden ser adquiridos por los fondos de pensiones, ha aprobado los cuatro primeros títulos representativos de oro físico.
La lista está compuesta por tres instrumentos de Wisdom Tree Investments: Gold Bullion Securities, WisdomTree Physical Gold y WisdomTree Physical Swiss Gold registrados en Jersey y cotizados en la bolsa de Londres (LSE por sus siglas en inglés) y por un cuarto, SPDR Gold Trust de World Gold Council registrado en Estados Unidos y cotizado en NYSE Arca.
El pasado mes de mayo la superintendencia de pensiones aprobó cambios en el régimen de inversión de los fondos de pensiones, que, entre otros, introducía una nueva alternativa de inversión en títulos representativos de oro como “una opción de protección en escenarios de incertidumbre, permitiendo de esta manera una mayor diversificación y rentabilidad en los fondos de pensiones”. La inversión computa dentro del límite para activos alternativos.
En esta línea, y cumpliendo con su papel de aprobación, la CCR publicó, el 30 de julio, los requisitos que debían cumplir los títulos representativos de oro, que son definidos como “instrumentos financieros listados en mercados de valores, que tienen como objetivo la exposición al oro, cuyos subyacentes estén respaldados por oro físico”.
En el proceso de aprobación, la CCR tendrá en consideración, entre otros, factores que afectan al país de registro y de cotización del título, la sociedad administradora, el custodio, sus respectivas matrices, las políticas y características del instrumento y su liquidez en los mercados secundarios.
Así, la CCR exige una calificación de al menos AA para el riesgo país “donde esté constituido o sea regulado el emisor y sus títulos, la sociedad administradora, el custodio y la bolsa de valores en que estén inscritos y puedan ser transados los títulos” y de al menos BB para la clasificación de riesgo país donde estén constituidas las matrices de estas entidades.
Para las sociedades administradoras, la CCR exige un volumen de al menos 10.000 millones de dólares en activos bajo gestión, diez años completos de experiencia y al menos cinco de experiencia en la gestión de títulos representativos de oro. Para el instrumento en cuestión, se exige un mínimo de 1.000 millones de dólares “descontados de esta cifra los aportes efectuados por la sociedad administradora o entidades relacionadas”.
En cuanto al custodio, se le exige una experiencia mínima de cinco años en la custodia física de oro, el cumplimiento de estándares mínimos reconocidos internacionalmente y una calificación crediticia (suya o de su matriz) de al menos rating A.
Durante años, parte importante del mundo de las inversiones soberanas era la calificación de riesgo soberano y no era poca la “obsesión” de muchos países por buscar un grado de inversión (BBB hacía arriba). Desde el punto de vista conceptual, el grado de inversión garantizaba el acceso a mejores condiciones financieras en los mercados internacionales y nacionales, puesto que bajaba el riesgo de los inversionistas ya que un país, con el grado de inversión, tenía mejores posibilidades futuras de repagar su endeudamiento.
Por ello, era tan importante hacer una tarea juiciosa y consistente de indicadores financieros y económicos, controlar el endeudamiento como porcentaje del PIB, medir la solidez de las instituciones, la independencia del banco central, entre muchas otras. Con todo controlado, las calificadoras tenían el insumo para catalogar a un país como atractivo y, por ende, otorgar una buena calificación. Así crecimos muchos en el mundo financiero y aún llevamos el chip del grado de inversión, que se repite como un mantra, en no pocas ocasiones.
Sin embargo, desde la crisis financiera de 2008, el riesgo soberano ha tenido un cambio sustancial en su esencia más básica: entraron a escena unos jugadores con billetera ilimitada, que más allá de la calificación, sustentan los bonos gubernamentales…sí, los bancos centrales al rescate. Con estos jugadores en el mercado, es virtualmente imposible que exista un “default” soberano, especialmente en moneda local. En este 2020, sí que ha quedado demostrado que, cuando se necesite, los bancos estarán dispuestos a ir al rescate de sus bonos gubernamentales (otra historia es con bonos emitidos en moneda extranjera, donde los bancos no tienen potestad y están expuestos a los riesgos cambiarios; aunque esto lo han venido entendiendo los gobiernos, quienes han dado mayor relevancia al endeudamiento local, con lo cual cada vez es más claro que la posibilidad de intervención de algunos bancos centrales se amplía).
Para que veamos lo que ha sido el cambio en el riesgo soberano, a muchos se les olvida que Estados Unidos perdió, luego de la crisis de 2008, su calificación AAA, y una de las calificadoras le bajó a AA+… ¿cuál fue el efecto?: ninguno, !absolutamente ninguno!
En términos “normales” (quizá por ello ahora llamamos a esto, la “nueva normal”) eso hubiera tenido un impacto más allá de la anécdota que terminó siendo dicha bajada de calificación. Y creería, sin temor a equivocarme, que nadie piensa que EE.UU., entendido como su gobierno federal, tenga un mayor riesgo hoy que hace años atrás…eso a pesar de que su deuda sobre PIB es cercana al 120%, su déficit fiscal cercano al 5%, con crecientes déficits comerciales, una posición de inversiones internacionales netas deficitaria en casi el 50% de su PIB, entre otros. Si no me dijeran que es EE.UU. y me muestran estos indicadores, creería que es un país cuyo riesgo soberano lo llevaría a la categoría de “especulativo”…y claramente, no lo es.
¿Bien, todo esto qué implica? Sencillamente que, ya que no hay riesgo soberano, se deben empezar a evaluar otros indicadores, quizá el más importante, sea la inflación. Si bien los bancos centrales salen al rescate, lo hacen con cargo a emisión monetaria que entra al circuito económico y financiero, en algunos casos local, en otros casos, global. A más dinero, según la teoría monetarista, mayor inflación.
Claro, no hemos visto la inflación final (aquella del consumidor último) creciente en los últimos años, por muchas razones: porque el dinero no le llegó al ciudadano del común. En el 2020 2H Outlook de M&G Investment, hubo una gráfica que me quedó dando vueltas en la cabeza, la cual básicamente mostraba que desde 1950 la productividad acumulada en EE.UU. ha crecido un 252%, mientras que la compensación horaria lo ha hecho en un 116%, con un estancamiento desde la década del 70; la tecnología no ha permitido que suban los precios; entre otros. Un ejemplo: en muchos frentes no hemos tenido inflación, hemos tenido deflación, pero no nos hemos dado cuenta: el teléfono móvil que compraba hace 10 años, hoy vale mucho menos (deflación), lo que sucede es que ya no lo compro, porque hice un “upgrade” a un modelo nuevo (que sí, creo que vale mucho más), pero la realidad es que, proporcionalmente, el nuevo teléfono de hoy, cuesta proporcionalmente mucho menos (así su valor absoluto sea mayor) que el teléfono 10 años atrás.
Volviendo al punto central, el tema es que si a un banco central “se la pasa la mano”, podría crear inflación, y esa, realmente esa, va a ser la verdadera afectación de un inversionista. Con un bono de tasa fija y una inflación creciente, gana el deudor (paga lo mismo, pero es un pago disminuido por la inflación) y pierde el acreedor (porque recibe dinero devaluado por la inflación). Y también, es claro que la fórmula de inflación, para ajustar indicadores macro, no es nueva: la han usado muchos países a lo largo de la historia.
Finalmente, la relación deuda sobre PIB, es una relación, que para que baje se necesita alguna de las dos siguientes: que baje el numerador (deuda) o suba el denominador (PIB)…cuando hay inflación, sube el PIB, porque el mismo se mide en términos nominales, y si la deuda no se incrementa al mismo ritmo, por lógica, la relación baja…pero eso, a costa de la población que sufre la carga de mayores precios.
Entonces, en la medida en que muchas cosas han cambiado desde 2008, que han entrado de manera masiva actores que antes eran un poco más “conservadores”, que se ha incrementado la liquidez, que la teoría básica sobre la que sustentaban los mercados y la economía han cambiado, debemos pensar diferente: quizá el riesgo financiero ya no es el mismo con el que nos habíamos acostumbrado a vivir, y nos toca pensar de una manera muy diferente cuáles son las afectaciones que debemos controlar.
Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia
Funds Society acaba de lanzar el número 24 de su revista Américas, disponible en versión digital y en vías de distribución en Estados Unidos, Chile, Uruguay y México.
Les presentamos una versión en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos.