Materias primas: ¿qué factores están detrás del alza de sus precios?

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Pixabay CC0 Public Domain. La recuperación, la regularidad y convicción de las rentabilidades aúpa la inversión por factores

Las materias primas vuelven al rádar de los inversores. Según explican los expertos, gran parte de ellas están experimentado un rally y sus rentabilidades superan a la renta variable por primera vez en mucho tiempo. Las gestoras, por su parte, están analizando si estamos ante un nuevo superciclo de mercado caracterizado por el alza de los precios y qué está impulsando su precio. 

Mientras que la energía, los metales industriales y la agricultura siguen registrando fuertes ganancias, los metales preciosos se mantienen rezagados. Según apunta el último informe mensual de WisdomTree, los precios de la energía han liderado el comportamiento de las materias primas. “La combinación de una ola de frío en EE.UU. y la sorprendente falta de voluntad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus países asociados (combinados como OPEP+) para aumentar la producción, han hecho que los precios del petróleo suban”, señala el informe. 

La excepción en este rally lo ha marcado el oro. Según explica WisdomTree, el oro se ha visto presionado por el aumento de los rendimientos del Tesoro estadounidense que, en el caso de bono a 10 años, se dispararon cerca del 1,6% en marzo de 2021, desde un mínimo del 0,5% en agosto de 2020. “La fuerte relación inversa del oro con los rendimientos de los bonos del Tesoro no augura nada bueno. Sin embargo, las expectativas de inflación están aumentando rápidamente y esto sí es positivo para el precio del oro. Los precios del oro tienden a reaccionar a la inflación realizada más que a las expectativas de inflación”, señalan desde WisdomTree.

“El aumento de la demanda de materias primas de China, el control de la oferta en el sector petrolero, así como los compromisos gubernamentales para mantener el apoyo económico fiscal, han contribuido a ello”, explica James Luke, gestor de fondos de Schroders. El gestor reconoce que tanto ellos como un número cada vez mayor de inversores ven varias similitudes estructurales entre los principios de la década de 2020 y los principios de la de 2000, la última vez que las materias primas comenzaron un largo y poderoso ascenso a precios récord.

“Ahora, como entonces, hemos visto una importante reducción de la inversión en el suministro de materias primas con el capex en las empresas de petróleo y gas y minería cayendo alrededor del 40% desde 2011. A principios de la década del 2000, China representaba una fuente importante de demanda de materias primas. Hoy, podemos estar a punto de entrar en un período sin precedentes de inversión de capital global coordinada para facilitar la transición energética. El cambio a fuentes de energía limpia y vehículos eléctricos puede provocar una aceleración de la demanda de materias primas”, explica el gestor de Schroders.

Materias primas

En opinión de Luke hay cinco razones que respaldan el nuevo “superciclo” de las materias primas: su actual bajo precio; una mayor inflación; una mayor demanda al calor de la recuperación económica; la falta de inversión; y un dólar más bajo. Sobre este último aspecto explica que la intervención de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) durante la pandemia del COVID-19 para apuntalar las finanzas de empresas y consumidores ha limitado la apreciación del dólar.

Un dólar más débil es positivo para las materias primas. Aunque la mayoría de las materias primas se producen en los mercados emergentes, su precio suele expresarse en dólares. Cuando el dólar se debilita, el precio de estas materias primas en términos de dólares aumenta”, matiza Luke. 

Vientos a favor

Desde WidsomTree apuntan que el precio de las materias primas seguirá en alza en la medida que la recuperación de la economía global tome mayor ritmo. “De cara a lo que queda de 2021, creemos que una recuperación económica continuada, combinada con un gasto en infraestructuras intensivo en materias primas y una transición energética verde, proporcionará un entorno favorable para las materias primas. Los metales industriales se beneficiarán especialmente de estas tendencias. Sin embargo, el posicionamiento de los inversores en estos metales es relativamente elevado. Por lo tanto, no descartamos que se produzcan periódicamente reorganizaciones de las posiciones largas, que podrían hacer bajar los precios temporalmente. Ya hemos visto algo de esto la semana pasada. Sin embargo, en general, los precios de los metales básicos podrían estar preparados para un periodo plurianual alcista”, señala la gestora en su informe mensual. 

Misma visión comparten desde Lyxor. Según recuerda en su informe semanal en el que analiza las tendencias en el universo hedge fund, las materias primas se benefician de vientos favorables en el plano macroeconómico. “Una fase temprana del ciclo, con la salida de la recesión inducida por la pandemia, y las políticas reflacionistas a escala mundial ofrecen un enorme respaldo. También asistimos a un repunte de la liquidez mundial, impulsada por los estímulos monetarios, que pasará el relevo a los ahorros de los hogares y las empresas cuando puedan ponerlos en circulación. Parte de la amplia liquidez de mercado, que busca opciones de asignación, acabará destinándose a las materias primas. Además, conforme aumentan los tipos y la inflación, los inversores buscarán la protección que las materias primas ofrecen de manera natural. Habida cuenta de la decreciente demanda de refugios seguros y el empeoramiento de la posición exterior de Estados Unidos, una nueva debilidad del dólar también podría servir de ayuda”, señala el documento de Lyxor. 

Además, destaca que también hay “vientos favorables” desde el plano fundamental. En este sentido, el informe argumenta que las materias primas afrontan un déficit de oferta/demanda, fruto de años de restricciones en la oferta desde la crisis financiera y, más recientemente, debido a la guerra comercial y a la pandemia, dadas las limitadas inversiones en capacidad y exploración. Y espera que la demanda se dispare gracias a los programas de vacunación. No cabe duda de que la situación varía de una materia prima a otra. 

“Por último, los vientos favorables procedentes de las tendencias seculares también apuntalarán la demanda y los precios. El sector inmobiliario ha comenzado un periodo de bonanza, especialmente en Estados Unidos. La descarbonización y el auge de los vehículos eléctricos espolearán la demanda de metales básicos. Las perspectivas de un creciente gasto en infraestructura serán sumamente beneficiosas para la mayor parte de las materias primas cíclicas y los materiales de construcción”, añade el informe de Lyxor.

En el 2020 casi un tercio de los multimillonarios del mundo fueron de China

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En 2020, China se convirtió en el primer país en tener más de 1.000 multimillonarios entre sus connacionales. A pesar de las dificultades de 2020, China agregó más de 250 multimillonarios más, lo que les permitió alcanzar un hito importante. Actualmente hay 1.058 multimillonarios en la Gran China, más del 32% de la población total de multimillonarios del mundo, según los datos presentados por TradingPlatforms.com.

El 2020 fue un año sin precedentes en muchos aspectos, con muchas industrias afectadas negativamente por la pandemia del COVID-19. A pesar de esto, 2020 realmente vio el mayor aumento de riqueza de la última década con un promedio de ocho multimillonarios agregados a la lista de multimillonarios cada semana durante todo el año.

Esto le da a China más multimillonarios que el total combinado de los siguientes tres países de la lista; Estados Unidos con 696, India con 40 y Alemania con 19. Solo en los últimos 5 años, China ha agregado 490 multimillonarios a la lista, mientras que EE.UU. sumó 160.

En particular, 2020 marcó la primera vez, quizás en cientos de años, que el continente asiático tenía más multimillonarios que el resto del mundo combinado, lo que representa más del 51% de los multimillonarios conocidos del planeta.

La pandemia de coronavirus de 2020 reformó muchos paisajes y el mundo necesitaba adaptarse a una nueva normalidad. En la primera ola de la pandemia afectó a muchos mercados desarrollados a principios de 2020, grandes cantidades de riqueza desaparecieron en los dos primeros meses del brote de coronavirus. Sin embargo, poco después de eso, se produjo una recuperación casi en forma de “V” encabezada por una economía global que necesitaba volverse digital.

“Los vehículos eléctricos, el comercio electrónico, la cadena de bloques y la biotecnología han sido las industrias de más rápido crecimiento del año pasado…. Actualmente nos encontramos en el corazón de una nueva revolución industrial” dicen los expertos. 

La Inteligencia Artificial, el blockchain, la nube de datos y el comercio electrónico, crean nuevas oportunidades para los emprendedores y conducen a una concentración de riqueza y poder económico a una escala nunca visto antes. Los multimillonarios del mundo tienen ahora 14 billones de dólares de riqueza entre ellos, más que el PIB de China el año pasado.

Como resultado, multimillonarios tecnológicos como Elon Musk (197.000 millones de dólares) vieron un increíble aumento en su riqueza en 2020, incluso impulsando al enigmático multimillonario a convertirse en la persona más rica del mundo, un título que alterna con el fundador de Amazon, Jeff Bezos (189.000 millones de dólares).

Por otro lado, el Blockchain, en particular, creció fuertemente en 2020, agregando 11 multimillonarios a la lista para un total de 17 multimillonarios de las nuevas industrias de intercambios de cifrado, inversores y mineros de criptografía. En total, la riqueza de blockchain ascendió a 77.000 millones en 2020, liderada por Brian Armstrong de Coinbase con 11.500 millones.

Para leer el informe completo puede acceder al siguiente enlace  

El Dorado Asset Management y Van Eck presentan el primer ETF peruano que cotizará en la BVL

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Wikimedia Commons. El Dorado Asset Management y Van Eck presentan el primer ETF peruano que cotizará en la BVL

El Dorado Asset Management y Van Eck presentaron el nuevo ETF peruano (ETFPERUD) que desde el día 18 de marzo cotizará en la Bolsa de Valores de Lima (BVL).

“El ETF Perú representará una acción muy atractiva para los inversionistas locales e internacionales al tener una composición diversificada que se posicionará como una atractiva alternativa: 48% mineras, 31% financieras y 21% consumo interno. Ello porque permitirá aprovechar el nuevo super-ciclo de los metales y la mejora de la demanda interna, a consecuencia de la vacunación para combatir el COVID-19”, explicó Melvin Escudero, CEO del Dorado Asset Management.

Asimismo, mencionó que la experiencia en México y Colombia demuestra que este tipo de ETFs listados en las bolsas locales han tenido un marcado éxito comparados con similares productos listados en la Bolsa de Valores de Nueva York.

“Apuntamos a democratizar el acceso a un portafolio de inversión en las mismas condiciones de costo, rentabilidad y riesgo para personas de alto patrimonio, inversionistas institucionales (locales y extranjeros) y ciudadanos de a pie. A diferencia de un fondo mutuo, este fondo cotizará en la BVL como cualquier acción pero con costos que son 2 a 3 veces menores significando un ahorro importante”.

De otro lado, explicó que con el superciclo de los metales hay buenas perspectivas para las ganancias de las empresas mineras durante los próximos cinco años, que la vacunación mejorará las oportunidades para lograr un mayor crecimiento de la economía peruana, y que, por tanto, las acciones financieras y las acciones de consumo interno pueden subir de precio”.

Al respecto, aseveró qué ante las próximas elecciones presidenciales, la elección de un presidente no radical puede generar un repunte importante de todo el mercado peruano lo que se reflejará en una subida del precio del nuevo ETFPERU.

Aumentará la liquidez de la BVL

Eduardo Escario, director regional de Vaneck para América Latina, destacó que este producto cumple con todos los estándares internacionales y al cual podrá acceder cualquier tipo de cliente.

Asimismo, apuntó que es el caso particular del Perú, este fondo de inversión se lanza en una economía emergente que es muy rica en minería, ello en el contexto de un posible inicio de un súper ciclo de precios de los minerales.

Aclaró que aunque existe mucho interés de clientes internacionales en instrumentos de este tipo, también existe demanda local. “El ETF es mucho más barato que los fondos mutuos que cobran entre 3 a 4 veces más”, anotó.

A su turno, Bruno Ghio, presidente del CFA Society Perú, destacó el lanzamiento de este ETF íntegramente peruano y que tendrá como uno de los principales beneficios, generar mayor liquidez en la plaza limeña.

“Va a comenzar a generar mayor liquidez en la BVL. Estos ETF tienen la capacidad de hacerse o deshacerse. Eso genera mucha liquidez en la bolsa y eso es importante porque la falta de liquidez frena a algunos inversionistas”, subrayó.

Comisión más baja

El fondo está compuesto por 12 acciones y la denominación es en dólares pues facilita la interacción con inversionistas internacionales. La distribución de dividendos es una vez al año (julio). Se estima que al cierre del 2021, alcanzar inversiones entre 300 a 500 millones de dólares

El ETFPERUD inicia con precio por acción de diez dólares americanos, aunque muchos recomiendan para personas naturales se invierta a partir de 1.000 dólares. En el caso de personas con alto patrimonio se puede ingresar desde 50.000 a 500.000 dólares. En el caso de inversores institucionales suelen participar de 1 millón de dólares para arriba.

El producto está creado para satisfacer el perfil de todos los tipos de inversionistas quienes pagan una comisión unificada de gestión de 0,55% anual. El nivel mas barato para este tipo de producto y que es igual para un banco de inversión global o para un pequeño inversionista con 100 dólares.

El ETFPERUD cobra una comisión menor respecto otros ETF no peruanos de mercados emergentes que cobran comisiones que van entre 0,6% y 0,8%, tasas cobradas inclusive en el mercado de Nueva York.

 

Los temores de inflación pueden causar preocupación a corto plazo, pero las perspectivas a largo plazo siguen siendo optimistas

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Pixabay CC0 Public Domain. Los temores a la inflación pueden causar preocupación a corto plazo, pero las perspectivas a largo plazo siguen siendo optimistas

Los recientes episodios de mayor volatilidad en los mercados financieros reflejan el debate que existe sobre la futura trayectoria de la inflación: ¿Podrá la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) mantener su orientación e intenciones de que no haya subida de tipos de interés antes de 2024 o las circunstancias le obligarán a endurecer su postura antes de lo previsto?

El debate se centra en si los signos de recuperación de la economía estadounidense -desde el aumento de la actividad manufacturera y de la construcción hasta la mejora del mercado laboral- son presiones a corto plazo, o signos preocupantes de una mayor inflación a largo plazo. Algunos inversionistas, que temen la inflación a largo plazo, están reduciendo el riesgo en sus carteras, mientras que otros, convencidos de que las expectativas de inflación son sólo a corto plazo, están considerando la posibilidad de comprar durante las caídas. 

Sin un consenso claro, la volatilidad se disparó a finales de febrero, provocando que los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzasen su máximo en más de un año, superando el 1,6%. Los mercados tuvieron una reacción similar a principios de marzo tras un sólido informe sobre el empleo, lo que volvió a impulsar a los inversionistas a recalibrar su visión sobre el precio de los activos en términos relativos. 

A medida que la economía estadounidense avanza en su reapertura tras la pandemia, las noticias económicas positivas alimentan el debate. En particular, el Índice Manufacturero ISM de febrero, publicado el 1 de marzo, alcanzó su nivel más alto en tres años y, sobre todo, sugirió que las presiones inflacionistas estaban aumentando, ya que el componente de «precios pagados» del índice alcanzó su nivel más alto desde julio de 2008, impulsado por el aumento de los precios de las materias primas y la energía.

La inflación se acerca, pero los inversionistas deben diferenciar entre una visión a corto y a largo plazo 

La inflación calcula las variaciones interanuales, por lo que los economistas saben que la inflación se acerca. Por ejemplo, cuando la Oficina de Estadísticas Laborales publique el Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente a abril el próximo 12 de mayo, los economistas esperan una inflación del 3% o más. ¿Por qué? Porque el precio del barril de petróleo estaba por debajo de cero en abril del año pasado y ahora está por encima de los 60 dólares. La pregunta que se hacen ahora los gestores de renta fija, como nosotros, es si ese repunte de la inflación será estacional o si cambiará las expectativas de los participantes a largo plazo. Tal y como están las cosas, no vemos signos de un aumento sostenido de la inflación a largo plazo.

El gobierno de Biden preparó un estímulo fiscal adicional de 1,9 billones de dólares, lo que aumenta el temor de los inversionistas a que la economía estadounidense se recaliente, obligando a la Fed a subir los tipos de interés antes de lo previsto. Según Bloomberg, este temor habría provocado un aumento de las tasas de inflación de equilibrio -las previsiones medias de los operadores de bonos sobre el IPC para la próxima década- hasta el 2,2% a finales de febrero, frente al 0,47% del pasado marzo.

A pesar de las preocupaciones a corto plazo, en el largo plazo, somos optimistas sobre la inflación por dos razones: los altos niveles de desempleo en EE.UU. y la política articulada por la Fed de no subir los tipos de interés hasta que se recupere el empleo. La política establecida por la Fed permite ahora que la inflación se sitúe por encima de su objetivo del 2% durante un periodo potencialmente prolongado, en lugar de mantener los precios por debajo de su objetivo como defendía antes. 

El elevado desempleo en EE.UU. también debería frenar la inflación a largo plazo. El desempleo en EE.UU. fue del 6,2% en febrero, con 10 millones de desempleados, muy por encima de los niveles pre-pandémicos del 3,5% y los 5,7 millones en febrero de 2020. Incluso antes de la pandemia, con pleno empleo, el crecimiento salarial era escaso. Por lo tanto, es poco probable que veamos un rápido crecimiento salarial, al menos hasta que se elimine la gran ociosidad que tiene el mercados laboral.  

Hasta que no se cierre la brecha de producción, es improbable una inflación sostenida en EE.UU.

También es improbable que la economía estadounidense genere mucha inflación a largo plazo, o incluso expectativas de inflación a largo plazo, hasta que se cierre la brecha de producción entre la producción económica actual y la que se habría producido en ausencia de la pandemia. En conjunto, mientras la actividad general de EE.UU. se mantenga por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, la inflación debería ser una preocupación lejana, a pesar de las expectativas a corto plazo que están provocando volatilidad en el mercado.

La economía estadounidense creció a una tasa real media del 2,3% anual en la década anterior a la crisis del COVID-19. Ahora, la economía estadounidense podría crecer a un ritmo del 4% anualizado a partir de 2021, y aún haría falta hasta mediados de 2024 para que la economía alcanzara la senda de crecimiento anterior a la crisis del COVID-19. 

Otro factor que impulsa el nerviosismo del mercado es la preocupación por el aumento de los niveles de deuda pública. Sin embargo, el historial sugiere que una deuda pública elevada no provoca inflación. En los últimos doce años de expansión monetaria y fiscal, el aumento de la deuda pública ha conducido a unos tipos de interés estructuralmente más bajos. 

A algunos inversionistas también les preocupa que la elevada deuda pública pueda crear problemas de solvencia. Creemos que las principales economías -y especialmente Estados Unidos, como moneda de reserva mundial- no tienen problemas de solvencia. Con unos tipos de interés tan bajos, los gobiernos pueden mantener unos ratios de deuda en relación al PIB elevados. Un ejemplo de ello es Japón, que tenía rendimientos negativos de los bonos incluso cuando la relación entre la deuda y el PIB alcanzó el 237% en 2019.

Dadas estas circunstancias, los inversionistas deberían considerar la posibilidad de reducir la exposición a los mercados que parecen caros y vulnerables por la dinámica de crecimiento rápido y de inflación potencial, tal y como hemos comentado anteriormente. Al mismo tiempo, deberían considerar la posibilidad de añadir exposición a los mercados que están relativamente baratos y que podrían funcionar como una cobertura de la cartera. Por ejemplo, creemos que las valoraciones de los bonos corporativos son relativamente poco atractivas, dados los diferenciales históricamente ajustados. Vemos mejor valor en los mercados emergentes (tanto en divisas como en bonos de Estado en moneda local), donde los rendimientos son más altos y las curvas de rendimiento son más pronunciadas. 

 

Tribuna elaborada por Mike Riddell, jefe de renta fija macro sin restricciones en Allianz Global Investors, con sede en Londres, y Kacper Brzezniak, gestor de carteras macro globales, también en Allianz Global Investors en Londres.

La Fed manda un mensaje de tranquilidad y descarta subidas de tipos antes de 2023

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Foto cedidaJerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). . La Fed manda un mensaje de tranquilidad y descarta subidas de tipos antes de 2023

A la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no le preocupa ni la reciente subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo ni los nervios que ha generado entre los inversores y analistas el repunte de la inflación. En su reunión de ayer, mostró su tranquilidad y se reafirmó en su hoja de ruta, descartando que la primera subida de tipos llegue antes o en torno a 2023.

“Este FOMC tenía el potencial de ser un momento decisivo para el enfoque de la política monetaria de la Fed y un acontecimiento importante para el mercado, pero no resultó así”, reconoce Paul O’ Connor, responsable de Multiactivo en Janus Henderson Investors. La la institución monetaria estadounidense se mostró más optimista y centró su discurso en la actualización de sus perspectivas. En este sentido, estima que el país crezca un 6,5% este año, con una inflación que llegue hasta el 2,4% y un desempleo que caiga al 4,5%; y para 2022, espera que el PIB aumente un 3,3%, la inflación se quede en el 2% y el desempleo se sitúe en el 3,9%. 

«Aunque hemos visto revisiones al alza para el pronóstico del PIB y de la inflación, y revisiones a la baja para el desempleo, la revisión de los tipos de interés permanece sin cambios», lo que, según Jack Janasiewicz, estratega y gestor de carteras de Natixis IM, implica que «las expectativas de un mejor crecimiento con un menor desempleo y una inflación más alta son moderadamente moderadas».

Según recuerda O’Connor, la Fed introdujo un nuevo marco de política monetaria el año pasado, prometiendo «aspirar a lograr una inflación moderadamente superior al 2% durante algún tiempo». Esta reunión podría haber sido la primera prueba real de ese marco, en la que la Fed revelaría qué tipo de superación de la inflación estaba realmente dispuesta a ofrecer. “Las proyecciones económicas de la Fed, sin embargo, no fueron lo suficientemente extremas como para dar a los inversores la oportunidad de aprender a calibrar la nueva función de reacción del banco central”, puntualiza.

En cambio, los analistas de Banca March destacan que Jerome Powell, presidente de la Fed, reiteró una vez más su apoyo a la recuperación económica y que seguirá usando todas las herramientas disponibles. Powell señaló también que los tipos de interés oficiales seguirán en mínimos hasta que la economía alcance tasas de pleno empleo. “Tras un primer movimiento al alza en el precio de los bonos, esta mañana el mercado de renta fija vuelve a sufrir pérdidas y las rentabilidades exigidas a la deuda pública estadounidense retoman su escalada con el tipo a 10 años superando ya el 1,7%, niveles no vistos desde enero del año pasado”, señalan sobre cómo ha reaccionado al mercado a la reunión de ayer.

En opinión de Anna Stupnytska, economista global en Fidelity International, “la combinación de unas condiciones financieras extremadamente fáciles, la aceleración de la campaña de vacunación, el último paquete fiscal lanzado hace poco y las perspectivas de reapertura en el horizonte están impulsando la tolerancia de la Fed a este incremento de los rendimientos. Si bien los pronósticos de inflación y crecimiento se han revisado al alza en el horizonte a medio plazo, la mediana se ha mantenido inalterada, lo que sugiere que no habrá subidas hasta 2023. Esto envía un mensaje de moderación y revela que la Fed se toma en serio su nuevo Objetivo de Inflación Media Flexible (FAIT, por sus siglas en inglés)”. 

Para Hugh Gimber, Global Market Strategist en JP Morgan Asset Management, Powell buscó ayer el equilibrio durante la rueda prensa combinando sus perspectivas más halagüeñas con el compromiso de dejar que la economía se recaliente. “Las recientes oscilaciones de los rendimientos del Tesoro ponen de manifiesto que los inversores aún no se sienten del todo cómodos con numerosos aspectos del nuevo objetivo de la Fed: cuál es exactamente su tolerancia a una mayor inflación, qué aspecto tiene en la práctica el pleno empleo inclusivo y cuán cerca de estos objetivos tiene que estar la Fed antes de empezar a eliminar las políticas acomodaticias”. 

Por eso Gimber considera que, a medida que el crecimiento se acelere durante los próximos meses, todas estas incertidumbres podrían mantener la volatilidad en el mercado de bonos. “Puede generarse rachas periódicas de inestabilidad en los activos de riesgo, pero en general esperamos que las vacunas, las medidas de estímulo y los consumidores que buscan recuperar el tiempo perdido se traduzca en fuertes beneficios empresariales en la segunda mitad del año, lo que debería impulsar las bolsas al alza a finales de año”, argumenta. 

Yves Bonzon, CIO de Julius Baer, considera que el problema de Powell es que la baja inflación a largo plazo y los tipos bajos son la predicción más sensata, ya que nada ha cambiado para la tendencia de desinflación estructural. Además, con la administración de Biden considerando aumentos de impuestos en el próximo año, no hay necesidad de aumentar los tipos en el corto plazo. “Vemos poco espacio para una subida de tipos a largo plazo y consideraremos los períodos de pronunciada debilidad de los bonos a largo plazo como oportunidades de compra para cerrar la brecha de duración en nuestras carteras”, añade Bonzon.

Hoja de ruta

Bill Papadakis, estratega macro de Lombard Odier, considera que el resultado de la reunión de ayer es tranquilizador para los mercados de activos de riesgo, ya que la Fed no parece compartir las expectativas de los mercados monetarios de un próximo endurecimiento de la política. “Pero la Fed no ha respondido a todas las preguntas críticas para los mercados”, reconoce Papadakis y señala: “Aunque se pueden tolerar los excesos de inflación marginales, no sabemos hasta dónde llegará la tolerancia de la Fed. Por último, cabe señalar que, si bien la mayoría de los participantes esperan un tipo de interés sin cambios hasta 2024, el número de los que esperan una subida de tipos más temprana está aumentando”.

En esta misma línea va la valoración de O’ Connor, quien  considera que la Fed ha apostado un por un “mensaje bastante blando para los mercados” y advierte de que “los grandes debates se han aplazado, no se han decidido”

“Aunque no es difícil que la Fed se mantenga paciente, mientras proyecta que la inflación rebote en torno al objetivo durante el horizonte de previsión, es probable que la presión para endurecer la política se intensifique si la recuperación de EE.UU. se acelera hasta el verano, como todo el mundo espera. Muchas de las cuestiones que se evitaron ayer persistirán durante los próximos meses y es posible que se hayan vuelto más urgentes para el FOMC de junio. Para entonces, la Fed podría estar preparada para dar el primer paso decisivo para abandonar la actual postura monetaria superacomodaticia, indicando cuándo empezará a reducir la QE”, argumenta el responsable de Multiactivo en Janus Henderson Investors. 

“Vemos que la Fed es muy moderada y, aunque a largo plazo podría ser correcta, a corto plazo parece que el mercado no se cree esta historia y ve la necesidad de subir los tipos antes, lo que dejará a la curva del Tesoro vulnerable a un mayor empinamiento”, sostiene Mark Holman, CEO de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM).

En opinión de Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM, la Fed está dispuesta a ir por detrás de la curva y arriesgarse al efecto inflacionista de una tasa de desempleo prevista en el 3,5% en 2023. “Es probable que el primer indicio de reducción de las compras de bonos se produzca a finales de este año, cuando la tasa de desempleo sea sustancialmente más baja y la inflación se sitúe en torno al objetivo, mientras que la primera subida de tipos se fijará probablemente para 2024”, añade Galy. 

Como carecemos de una bola de cristal para ver el futuro, por ahora solo podemos agarrarnos a las certezas del presente, y eso es: la hoja de ruta de la Fed que conocemos. “El precio del dinero seguirá en mínimos (entre el 0%-0,25%) al tiempo que la autoridad monetaria seguirá con su programa de compra de activos a un ritmo de 120.000 millones de dólares mensuales (80.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 40.000 millones de dólares en activos respaldados por hipotecas)”, recuerdan los analistas de Banca March. 

Frente a este escenario, desde Mirabaud apuestan por una asignación de activos prudente en renta fija estadounidense, tanto en lo que respecta a la deuda soberana como a la corporativa, y mantiene su posición infraponderada. “Confirmamos nuestro reciente reequilibrio dentro de la bolsa de valores de EE.UU., cambiando las inversiones de pequeñas y medianas capitalizaciones de EE.UU. al S&P 500 más amplio. También confirmamos nuestra posición neutral sobre el dólar estadounidense”, señalan.

Un feliz y sostenible tercer aniversario

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Un feliz y sostenible tercer aniversario
Pixabay CC0 Public Domain. Un feliz y sostenible tercer aniversario

Cuando lanzamos nuestro fondo de bonos corporativos sostenibles para mercados emergentes UBAM – EM Sustainable Corporate Bond el 28 de febrero de 2018, huelga decir que nos enfrentamos a cierto escepticismo. El universo de inversión suele estar repleto de actividades «marrones», con grandes proveedores de petróleo y gas, centrales de carbón, minería de metales, productores de carne de vacuno asociados a la deforestación en Brasil, empresas cuasi-soberanas en las que la gobernanza independiente no siempre está garantizada… y, por supuesto, una buena cuota de escándalos de corrupción.

Sin embargo, en aquel momento creíamos que algunas empresas en los mercados emergentes ya estaban tomando conciencia de su impacto en el medio ambiente y la sociedad, o de la necesidad de cuidar mejor a sus empleados. Las autoridades soberanas de los mercados emergentes también estaban prestando cada vez más atención a las cuestiones medioambientales o sociales, comprometiéndose a reducir las emisiones de carbono en consonancia con el Acuerdo de París, endureciendo la normativa contra la contaminación o promoviendo las energías renovables. Normativas que, a su vez, repercutirían en las empresas de estos países. Asimismo, los inversores internacionales comenzaban a prestar cada vez más atención a las prácticas ESG de los emisores.

Pensamos, por tanto, que estas tendencias habían llegado para quedarse y que era el momento de lanzar una estrategia que no sólo pretendiera ofrecer un sólido rendimiento financiero adaptado al riesgo, sino que también proporcionara mejor calidad ESG y una menor huella de carbono en comparación con el mercado de bonos corporativos de los países emergentes en su conjunto.

Tres años después, cada vez más inversores parecen estar convencidos y los activos gestionados del fondo han alcanzado cerca de 135 millones de dólares.

¿Qué ha cambiado en el mercado de bonos corporativos de los países emergentes en tres años?

El movimiento hacia una mayor sostenibilidad en el universo de los bonos corporativos de los mercados emergentes ha progresado.

En general, los emisores de bonos corporativos de los mercados emergentes son más conscientes de las cuestiones ESG y han mejorado considerablemente la divulgación de información. Puede que esto no esté todavía en línea con los estándares de los mercados desarrollados, pero el progreso ya es medible. De hecho, según MSCI ESG Research, la cobertura de los emisores de los mercados emergentes ha aumentado y su calidad promedio en aspectos ESG ha mejorado.

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Fuente: MSCI ESG Research, JP Morgan

La emisión de bonos corporativos sostenibles de los mercados emergentes ha aumentado. En primer lugar, el número de bonos verdes en el índice JP Morgan CEMBI Diversified ha pasado de 11, en febrero de 2018, a 26 emisiones, en febrero de 2021. Asimismo, se ha iniciado la emisión de bonos sociales y de sostenibilidad; con 11 y 3 bonos en el índice, respectivamente, a fecha de febrero de 2021. El resultado es que la proporción total de bonos verdes, sostenibles y sociales se ha multiplicado por más de 4 durante ese período. Es cierto que sigue siendo muy modesta, con tan solo un 3,99%, pero creemos que la tendencia de aceleración vivida el pasado año ha llegado para quedarse.

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Fuente: JP Morgan, Bloomberg Finance L.P.

El fondo ha aprovechado la aparición de estos bonos sostenibles y está sobreponderado en el segmento. Sin embargo, somos conscientes de la reducida liquidez de algunos de estos bonos. Gestionamos nuestra exposición con cautela, seguimos diversificando y tratamos de captar nuevas oportunidades cuando surgen en el mercado primario, siempre y cuando también cumplan nuestros criterios en términos de calidad crediticia y valor relativo.

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Fuente: UBP, JP Morgan, Bloomberg Finance L.P., a fecha de 26.02.2021

Se han introducido más oportunidades de inversión sostenible en el mercado de bonos corporativos de los mercados emergentes. Los proveedores de energía renovable, los edificios verdes, la educación, la digitalización… Estos emisores representan actualmente una pequeña parte del mercado de bonos denominados en dólares, pero esperamos que aumente. Estos emisores deberían beneficiarse de las tendencias a largo plazo, del creciente apoyo público al desarrollo de proyectos verdes y de la mayor demanda de los inversores.

Atribución de la rentabilidad financiera

Desde su creación hasta finales de febrero de 2021, el fondo ha obtenido una rentabilidad** del 17,9% sin comisiones (clase de acciones IC USD). En términos brutos, su rentabilidad fue inferior a la de su índice* en 91 puntos básicos. Tres razones principales explican este rendimiento.

El fondo estaba sobreponderado en emisores corporativos turcos con buena calificación ESG en el verano de 2018, cuando el mercado sufrió una venta de activos a raíz de la crisis económica en el país. Estos emisores fueron rebajados a la categoría de high-yield siguiendo la rebaja de la calificación soberana. Esta circunstancia desencadenó una venta forzada con precios devaluados, ya que en ese momento el fondo solo podía invertir en bonos investment grade. Los efectos sobre el diferencial atribuidos a Turquía costaron 132 puntos básicos a lo largo de 3 años, de los cuales 105 puntos básicos solo en 2018.

La orientación del fondo hacia emisores con vocación ESG tiende a dar lugar a una mayor calidad y un menor carry que el del índice. En este sentido, la rentabilidad relativa del fondo se redujo en 90 puntos básicos a lo largo del periodo.

El fondo tiende a estar infraponderado en promedio en sectores de materias primas de baja calidad ESG (combustibles fósiles, o minería), los cuales tuvieron un rendimiento superior durante los últimos tres años.

Como aspecto positivo, fuera de Turquía, el rendimiento relativo de nuestras participaciones en comparación con el índice fue positivo. El fondo se benefició principalmente de su selección en Sudáfrica, la infraponderación en Kuwait, la sobreponderación en Chile y la selección en México e Israel. A nivel sectorial, nuestra selección en industriales y financieros fue valiosa. Por último, nuestro posicionamiento respecto a la duración también contribuyó positivamente.

Es importante destacar que nuestro enfoque de sostenibilidad demostró su capacidad para proteger la cartera en caso de fuertes caídas del mercado, como la provocada por la pandemia en marzo del año pasado: la caída* del fondo fue sólo del -8,55% cuando el índice perdió el -10,90%, lo que puso de manifiesto la confianza de los inversores en la mejor capacidad de las empresas responsables para capear la crisis.

Si bien la primera razón del bajo rendimiento puede atribuirse a nuestro error de juicio sobre la gravedad de la crisis turca, las otras dos son inherentes a la estrategia. Creemos que esto se compensa en parte gracias a las mayores credenciales de sostenibilidad del fondo, lo que debería permitirnos obtener una mejor rentabilidad ajustada al riesgo en comparación con nuestro universo a lo largo del tiempo.

Rendimiento ESG además del financiero

Las credenciales generales medioambientales, sociales y de gobernanza de la estrategia siguieron siendo sólidas. De hecho, la puntuación de calidad ESG del fondo mejoró a lo largo del tiempo (6,1 a finales de febrero de 2021 frente a 5,6 a finales de marzo de 2018) y sigue siendo muy superior a la del índice* (4,0 a finales de febrero de 2021 y 4,0 a finales de marzo de 2018). Es importante destacar que el fondo rinde mejor que su universo en los tres segmentos E, S y G.

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Fuente: @2021 MSCI ESG Research LLC – a fecha de 26.02.21 – informe realizado el 07.03.21

La huella de carbono del fondo también es mucho mejor que la del índice, atendiendo a distintas métricas:

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Fuente: @2021 MSCI ESG Research LLC, ISS, a fecha de 26.02.21 – informe realizado el 07.03.21 y el 05.03.21. Las emisiones pueden ser estimadas cuando no se publican.

En resumen, han sido tres años positivos desde el punto de vista de la sostenibilidad en los mercados emergentes de renta fija corporativa, así como para nuestro fondo UBAM – EM Sustainable Corporate Bond, al que se le concedió a finales de 2020 la distinción francesa relativa a la sostenibilidad «ISR» (o «SRI» en inglés, Socially Responsible Investment).

Ahora, continuamos con la mirada puesta en los próximos tres años y más allá.

 

Tribuna de Karine Jesiolowski, especialista en inversiones senior de Renta Fija Emergente en Union Bancaire Privée

 

** El fondo invirtió únicamente en emisores investment grade desde su creación hasta el 08.06.20, cuando las pautas de inversión se ampliaron para permitir la inversión en high yield. El índice era el JP Morgan CEMBI Diversified High Grade, con anterioridad al 08.06.20, y el JP Morgan CEMBI Diversified, a partir de entonces. El índice se ofrece únicamente con fines comparativos e ilustrativos. El fondo no tiene un índice de referencia oficial. La rentabilidad pasada no constituye un indicador de los resultados actuales o futuros.

Los expertos en finanzas conductuales advierten de que estamos ante un repunte de la “inversión emocional”

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Pixabay CC0 Public Domain. Los expertos en finanzas conductuales advierten de que estamos ante un repunte de la “inversión emocional”

Invertir lleva aparejado toda una serie de emociones que los inversores deben saber gestionar y controlar. De lo contrario, éstas podrían influir en sus decisiones tanto de forma positiva como negativa. Según advierten los expertos en finanzas conductuales de Oxford Risk, el actual entorno económico, fiscal y bursátil está generando un repunte en la llamada “inversión emocional”. 

En concreto, señalan que el reciente aumento de las valoraciones de los criptoactivos y del comercio minorista ha provocado que el “riesgo de la inversión emocional haya alcanzado un nuevo pico”. Según calcula esta compañía, por término medio, la inversión emocional provoca a los inversores una pérdida en su rentabilidad anual del 3%, pero ante la crisis actual considera que este porcentaje puede acabar siendo mayor. 

La “inversión emocional” implica que las personas actúen según sus impulsos conductuales y compren y vendan emocionalmente acciones e inversiones en función de las subidas y bajadas de los mercados.  En opinión de los expertos, esto suele llevar a la gente a invertir cuando los mercados, las acciones o las clases de activos están en alza, y a vender cuando están en baja, a menudo instigados por una gran cantidad de «ruido» en torno a estas oportunidades de inversión. 

Los inversores suelen perseguir inversiones que les resultan familiares, por ejemplo, empresas muy publicitadas en los medios de comunicación y aquellas que han anunciado recientemente grandes ganancias. Esto se debe a que, en tiempos de estrés, los inversores encuentran consuelo emocional en las inversiones de las que oyen hablar con regularidad y que ofrecen la promesa de rendimientos a corto plazo”, afirman desde Oxford Risk.  

En opinión de Greg B. Davies, director de Behavioural Finance Oxford Risk, actualmente tenemos la «tormenta perfecta” para la inversión emocional. “Frente al desplome generado por el coronavirus en el primer trimestre del año pasado, cuando los mercados bursátiles sufrieron grandes caídas, nos encontramos en un mercado alcista en todo el mundo. Ahora, el optimismo es mayor debido a las esperanzas en torno a la aplicación de la vacuna contra el coronavirus y a los programas de estímulo económico y fiscal. Sin embargo, se avecinan enormes problemas económicos en torno al desempleo y a los enormes déficits de gasto público, por lo que debemos esperar lo inesperado en los mercados durante los próximos meses”, señala Davis. 

A este optimismo se suma, según Davies, la “fiebre del oro” provocada por los criptoactivos, que están contando con el apoyo de los inversores minoristas pese a ser un activo volátil y poco conocido. “La pandemia significa que muchos inversores son actualmente muy sensibles emocionalmente y tienen un horizonte temporal emocional reducido, lo que aumenta el atractivo de las apuestas para hacerse rico rápidamente”, añade. 

Para los inversores que han aumentado su asignación al efectivo durante estos tiempos de volatilidad en los mercados, Oxford Risk estima que el coste de esta «reticencia» a invertir es de entre el 4% y el 5% anual a largo plazo, en términos de rendimiento. Además, calcula que el coste de la «brecha de comportamiento» (pérdidas debidas a las decisiones de sincronización causadas por invertir más dinero cuando los mercados bursátiles son buenos y menos cuando no lo son, es decir, comprar mucho y vender poco) es de media de entre el 1,5% y el 2% anual a lo largo del tiempo.    

Frente a este contexto, la compañía considera que un amplio número de gestores de patrimonio y asesores financieros están “mal equipados para ayudar a sus clientes a hacer frente a la montaña rusa emocional y psicológica que han sufrido durante la crisis del COVID-19, y el impacto que ha tenido en los mercados y sus inversiones”.  

En este sentido Davies argumenta: “Los procesos de idoneidad de muchas empresas de gestión de patrimonio suelen ser demasiado pesados en cuanto a personal, ineficaces y se cargan al principio de la relación con el cliente, para seguir el ritmo de los rápidos cambios de las circunstancias del cliente a escala durante una crisis. La comprensión de la personalidad financiera del cliente suele limitarse a la elaboración de perfiles de riesgo, a menudo erróneos, y a la evaluación humana subjetiva. Muy pocos utilizan medidas objetivas, basadas en la ciencia. No abogamos por eliminar a los humanos del proceso, ya que las conversaciones con los asesores son vitales, sobre todo en una crisis, pero deben estar asistidos por mejores herramientas de diagnóstico que permitan una evaluación precisa de la personalidad del cliente y de sus probables tendencias de comportamiento».

El 90% de los inversores están satisfechos con el rendimiento de los hedge funds en 2020

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Pixabay CC0 Public Domain. El 90% de los inversores están satisfechos con el rendimiento de los hedge funds en 2020

Según el último informe Investors Intencions H1 21, elaborado por la firma HFM y la Asociación de Gestión de Inversiones Alternativas (AIMA, por sus siglas en inglés), el 90% de los inversores quedaron satisfechos con los rendimientos logrados por los hedge funds en 2020, superando las expectativas y resultados de 2019. 

Para realizar este documento, que analiza el cuarto trimestre de 2020, se han entrevistado a 65 inversores (que tienen bajo gestión 3,8 billones de dólares, de los cuales 156.000 millones de dólares están invertidos en hedge funds) y a profesionales senior de IR y marketing de 135 gestores de hedge funds, para descubrir los cambios que los gestores pretenden hacer en sus carteras durante el primer semestre de 2021. 

Fruto de este análisis, el informe arroja algunas conclusiones relevantes. Por ejemplo, el 45% de los inversores tiene previsto aumentar su asignación a hedge funds, y más de la mitad mantiene su asignación a otras inversiones alternativas. ¿El motivo? El 64% afirma que esperan que estos fondos logren una rentabilidad superior este año y un 39% reconocen que están preocupados por la valoración de las acciones, por lo que recurrirán más a los hedge funds.  Para los responsables del informe, es llamativo que un 32% reconoce que los hedge funds son un posible sustituto a largo plazo de la renta fija, debido a la persistencia de un entorno de tipos bajos.

Para 2021, el informe espera que durante el primer semestre del año aumenten las asignaciones de hedge funds en las carteras. En particular, el 31% de los inversores están considerando asignaciones a estrategias cuánticas, seguidas de cerca por el arbitraje/valor relativo (29%) y la macro global (25%). Ahora bien, los inversores advierten que afrontarán estos cambios en sus carteras con una prioridad: la gestión del riesgo. En este sentido, el 97% de los encuestados señala que los hedge funds es la clase de activo mejor situado en relación riesgo dentro del espectro de los activos alternativos. 

Respecto a estas conclusiones, Elias Latsis, director de datos de HFM, señala que, a pesar de un entorno de mercado desafiante en 2020, “ los hedge funds fueron capaces de cumplir con su función prevista en la cartera de los inversores, es decir, la gestión del riesgo y la protección contra las caídas. Esto es un buen presagio para estos fondos de cara a este año, pero los gestores deben evitar convertirse en víctimas de su propio éxito, ya que las expectativas de rendimiento son ahora aún más altas».

Por su parte, James Sivyer, jefe de análisis de inversores de HFM, añade:  “Nuestro análisis muestra que el 63% de los family offices y los inversores con alto patrimonio planean aumentar su asignación a hedge funds en la primera mitad de 2021. Los gestores de hedge funds son muy conscientes de la demanda de sus productos por parte de los inversores privados, ya que consideran que es una clase de activo que les va a permitir alcanzar sus objetivos de inversión para este primer trimestre”. 

El entorno y las implicaciones del COVID-19 han demostrado que en tiempos de volatilidad del mercado e incertidumbre empresarial, las inversiones alternativas cumplen un papel cada vez más importante en la cartera de un inversor. Con un 2020 en el que se observó un fuerte rendimiento y una alta satisfacción de los inversores, el 2021 podría traer un renovado interés por los hedge funds entre los inversores, asignando a los mercados públicos y privados, ya que buscan la diversificación lejos de los bonos de bajo interés y las acciones de alto valor”, incluye Tom Kehoe, director general y jefe global de Análisis y Comunicación de AIMA.

Zedra continúa su expansión en el Reino Unido con la adquisición de Inside Pensions

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Pixabay CC0 Public Domain. Schroders compra la división de River and Mercantile Group en el Reino Unido

Diversificar su oferta y reforzar su presencia en el ámbito de los servicios financieros han sido los dos objetivos que Zedra ha logrado con la adquisición de Inside Pensions Ltd. Esta operación responde a su proceso de expansión en el Reino Unido y se produce tras la reciente compra de Fitzgerald & Law, firma londinense. 

Según destacan desde Zedra, creada en 2008, Inside Pensions ofrece una oferta especializada y experimentada para ayudar a los consejos de administración de los fideicomisos de pensiones a gestionar sus regímenes de manera eficiente y eficaz, garantizando el cumplimiento de la administración del consejo y las mejores prácticas de gobierno. La empresa cuenta con una cartera de clientes de primer orden y opera desde St. Albans, Hertfordshire.

Dado que la normativa en materia de pensiones es cada vez más difícil de aplicar para quienes no tienen conocimientos específicos sobre el sector y la normativa, Zedra considera que la solución externalizada que ofrece Inside Pensions es atractiva para cualquier consejo de administración. “Permite a los fideicomisarios centrarse en sus responsabilidades estratégicas al tiempo que tienen la seguridad de que sus planes siguen las mejores prácticas de gobernanza y cumplen los requisitos normativos”, explican. 

La adquisición aumentará la presencia de Zedra en el mercado británico con otros 39 empleados, tras la compra de Fitzgerald & Law en septiembre del año pasado, que aumentó su plantilla en 70 personas.

“Estamos encantados de seguir impulsando nuestra presencia en el Reino Unido dando la bienvenida a los empleados y clientes de Inside Pensions a Zedra. Inside Pensions goza de una sólida reputación y de una posición de liderazgo en el mercado de servicios ejecutivos de fideicomiso de pensiones subcontratados, que tiene importantes barreras de entrada. Los conocimientos y la experiencia inigualables del equipo de Inside Pensions ampliarán considerablemente el nivel de apoyo que podemos ofrecer a nuestros clientes en el ámbito de los servicios de pensiones, tanto en el Reino Unido como en otras jurisdicciones», señala Ivo Hemelraad, director general de Zedra

Por su parte, Rita Powell, presidenta y fundadora de Inside Pensions, apunta: “Inside Pensions nació de la necesidad del mercado de contar con un apoyo independiente y profesional para los fideicomisarios de pensiones, separado del patrocinador, de otros asesores y de los proveedores de servicios para garantizar que no hubiera conflicto de intereses. La independencia de la empresa le permite trabajar y sugerir una serie de otros servicios de consultoría, como el asesoramiento actuarial, jurídico y de inversión. Ha pasado de ser una empresa boutique a convertirse en el principal proveedor independiente de apoyo ejecutivo en materia de pensiones para los planes de pensiones de empleo del Reino Unido. Formar parte de Zedra permitirá a Inside Pensions seguir centrándose en un excelente servicio al cliente y ofrecer una gama más amplia de servicios a nuestros clientes».

El crédito high yield se mantendrá en el punto óptimo con pocos impagos esperados para 2021

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Pixabay CC0 Public Domain. CSP

Los inversores de crédito, en especial aquellos que operan en los rincones más pantanosos de los mercados de préstamos apalancados y high yield (también conocidos como bonos de alto rendimiento), tienden a preocuparse notablemente.

El gran comportamiento del mercado high yield en 2020 – donde vimos que el universo global ofrecía un 6,5%1 y los equivalentes estadounidenses y europeos un 6,2%y un 2,9%3respectivamente – pueden haber disipado las inquietudes durante un corto período de tiempo, pero la tendencia natural a la preocupación ha resurgido.

Durante las primeras semanas de 2021, cuando el plan de vacunación aún no se había puesto en marcha y las tasas de contagios parecían estar fuera de control en muchas partes del mundo, parecía contraintuitivo mantener una posición positiva en mercados de crédito con una calificación crediticia por debajo de grado de inversión.

Después de unas tasas de impago inusualmente bajas en 2020, ¿presenciaremos la vuelta a tasas más altas este año? Parece que no…Los impagos vistos el año pasado se dieron mayoritariamente en compañías ya perjudicadas en los sectores minorista y energético que, después de años de tensión, acabaron cayendo. No hubo una ola generalizada de desastres en el mercado de bonos de alto rendimiento. Dada la intervención de los responsables en la toma de decisiones en cuanto a políticas fiscales y monetarias para evitar una crisis de liquidez, muchos impagos se evitaron; nosotros esperamos que los niveles de este año se encuentren entorno a la media a 5 años o el 3-3,5% para los bonos de calificación crediticia inferior al grado de inversión.

Dadas las expectativas de estabilidad, la principal preocupación es la rentabilidad. La represión financiera, tras la extensa flexibilización cuantitativa de los bancos centrales, ha supuesto que 18 billones de dólares de deuda de EE.UU. ofrezcan una rentabilidad negativa, reduciendo sustancialmente las oportunidades de conseguir rentabilidades por encima del 4%.

CSP

El inversor más cauto se decantará de manera natural por el sector de grado de inversión, pero la realidad es que la oportunidad de obtener rentabilidad es muy limitada: 42% del mercado europeo de grado de inversión empezó 2021 con una rentabilidad negativa.

Este entorno de baja rentabilidad y las expectativas de unos tipos más altos están forzando a los inversores a adaptarse. Estamos viendo una gran disposición a conceder créditos a empresas con una calificación crediticia high yield que podrían estar atravesando una situación crítica temporal, pero que ofrecen rentabilidades relativamente atractivas, siempre y cuando se espere que esas compañías sobrevivan.

Históricamente, el crédito high yield ha registrado un buen comportamiento en la fase de recuperación del ciclo económico; una duración más corta y una mayor rentabilidad sugieren que esta clase de activo está bien posicionada dentro del universo de la renta fija para proporcionar rentabilidades potencialmente atractivas a medida que la economía se recupere del impacto sufrido en 2020.

En general, el universo global de los bonos de alto rendimiento ofrece una rentabilidad del 4,3%, con el mercado europeo ofreciendo un 2,9% y el estadounidense un 4.3%4. Además, lo que es más significativo, los bonos high yield tienen una menor sensibilidad a los tipos de interés que el crédito de grado de inversión, con una duración de tipos de interés media del universo global de aproximadamente 3,9 años, en comparación con la duración del universo5 global de grado de inversión de 7,1.

La preocupación en torno a la reflación es válida para los inversores en renta fija, pero no consideramos que sea una amenaza significativa para el crédito high yield.

En cierto modo, el mercado está extrapolando esta recuperación y empezando a intuir cuándo se reducirán las políticas de apoyo. Europa va por detrás de estados Unidos en cuanto al plan de vacunación y por lo tanto es más probable que se mantengan las políticas acomodaticias más tiempo. La inflación sigue estando muy por debajo del objetivo y el apoyo fiscal se ha garantizado en principio mientras dure la pandemia en la mayoría de los países europeos. Por lo tanto, no esperamos que se produzca ningún cambio en la compra de activos en Europa en 2021, aunque esto no previene de un mayor pronunciamiento de las curvas ni de que la probable relajación de las políticas en Estados Unidos durante la segunda mitad de 2021 tenga algún impacto.  

Si los rendimientos aumentan de manera agresiva, podría ser perjudicial para muchos de los activos de riesgo, incluyendo la renta variable. En cuanto a la renta fija, esperamos que se sienta una mayor presión en aquellas partes del mercado que ofrecen una rentabilidad inferior, como los bonos del Tesoro estadounidense, donde el carry no sería suficiente para cubrir las pérdidas de capital asociadas con un mayor rendimiento de los bonos.

En resumen, los avances médicos y la reapertura de las economías desempeñarán un papel importante a la hora de definir qué subclases de activos dentro de la renta fija registrarán un mejor comportamiento a lo largo de este año. Afortunadamente, a día de hoy, el mercado de bonos de alto rendimiento tiene una mejor calificación que en cualquier momento de este ciclo gracias a que los nombres más perjudicados ya cayeron en 2020 y a que muchos “ángeles caídos”, que anteriormente tenían una calificación de grado de inversión, se vieron perjudicados por el batacazo.

Esperamos que una mayor recuperación económica en 2021 respalde las rentabilidades, con los niveles de impago manteniéndose bajos y la necesidad ingresos por parte de los inversores, alta. Los asignadores de activos se enfrentan a un duro reto en 2021 y, desde nuestro punto de vista, aquellos activos que ofrecen rentabilidades altas y con una duración más corta, parecen ofrecer soluciones clave para las carteras. Sin embargo, como siempre, habrá nombres que saldrán beneficiados y otros perjudicados en el mundo post-COVID y una buena selección de valores será clave.

 

Tribuna de Justin Jewell, gestor de cartera en BlueBay Asset Management. 

1 ICE BAML Global High Yield Constrained Index (Hedged to USD) a 31 de diciembre de 2020.
2 ICE BAML US High Yield Index a 31 de diciembre de 2020.
3 ICE BAML European Currency High Yield Constrained Index (Hedged to EUR) a 31 de diciembre de 2020.
4 Universo Global High Yield: ICE BAML Global High Yield Constrained Index; Universo High Yield EEUU: ICE BAML US Yield Index; mercado Europeo: ICE BAML European Currency High Yield Constrained Index a 26 de febrero de 2021.
5 Estadísticas de duración de tipos de interés para el ICE BAML Global High Yield Constrained Index (‘Universo High Yield Global) y Bloomberg Barclays Global Aggregate Corporate Index (‘Universo Grado de inversión corporativo global) a 26 de febrero de 2021.