Los mercados dan por buena la victoria de Joe Biden en las elecciones estadounidenses y lo que pueda pasar en la transición con Donald Trump tendrá un impacto limitado. La hipótesis más probable sigue siendo que el Congreso quede dividido y el próximo tramo alcista del mercado de acciones tendrá que ver más con sectores de la economía que con la política, escribe en una nota esta semana Mark Haefele, jefe de Inversiones, UBS GWM.
Como de costumbre, Haefele logra sintetizar en unos párrafos el momento que viven los mercados después de unas semanas intensas.
“En nuestro caso base, no vemos preguntas sobre una transferencia pacífica del poder presidencial como un importante impulsor del mercado, incluso si la historia nos dice que el presidente Trump continuará tuiteando con un efecto de acaparamiento de titulares. En cualquier caso, es probable que el impacto en los mercados sea limitado. A pesar de que habían sido probables varios resultados potenciales durante la semana y la noche de las elecciones, los mercados en su conjunto parecían tener un buen desempeño en cada uno”, señala la nota de UBS.
Operar bajo el supuesto de que las elecciones han terminado
Haefele piensa que es más probable que los republicanos controlen el Senado con una mayoría de uno o dos votos, y los mercados se están inclinando por esta opción: “Si los demócratas ganaran los dos escaños de Georgia, el resultado sería casi con certeza una división de 50 a 50 en el Senado. Si bien el vicepresidente tiene la autoridad para emitir el voto de desempate en situaciones en las que eso surja, es poco probable que los demócratas intenten aprobar una legislación importante de esa manera. Hacerlo sería políticamente impopular y podría costarle escaños a la Cámara de Representantes y al Senado de los demócratas en las elecciones de mitad de período de 2022. En consecuencia, creemos que los mercados seguirán valorando un gobierno dividido, con un escenario alcista de un gasto fiscal potencialmente mayor si el resultado del Senado es el control dividido”.
“En general, mantenemos una postura a favor del riesgo. Creemos que el mejor curso de acción es operar bajo el supuesto de que las elecciones han terminado y esperamos que el enfoque del mercado cambie a impulsores de crecimiento económico a mediano plazo. Estos incluyen COVID-19, desarrollos de vacunas y estímulos monetarios y fiscales”, añade UBS.
La llegada de una vacuna y un cambio continuo hacia un mundo tecnológico bipolar
Las últimas informaciones confortan una postura optimista sobre la llegada de una vacuna contra el coronavirus en la primera mitad de 2021. Desde UBS piensan que el próximo tramo alcista de las acciones será impulsado por partes del mercado más sensibles a la economía, como las de mediana capitalización, la industria y otros cíclicos selectos se ponen al día con los nombres del crecimiento secular.
Para los inversores que buscan reducir el riesgo de cartera tras la subida de la renta variable estadounidense la semana de las elecciones, o que ven preocupaciones sobre el riesgo en torno a la transición pacífica del poder en Estados Unidos, se recomiendan los productos estructurados como un medio eficaz de implementación.
Haefele piensa que el retroceso de la semana pasada en las acciones de energía renovable, movilidad inteligente y eficiencia energética es una oportunidad para ganar exposición a inversiones sostenibles: “Es probable que el presidente electo Biden adopte un enfoque más predecible y pragmático de las relaciones entre Estados Unidos y China, pero esperamos un cambio continuo hacia un mundo tecnológico bipolar, que aboga a favor de la diversificación dentro del sector tecnológico. Creemos que el retroceso en los rendimientos de los bonos del Tesoro después de las elecciones puede haber seguido su curso, pero vemos más debilidad del dólar en el futuro”, concluye.
UBS AM ha mejorado su oferta de inversión en acciones A de China. La gestora ha anunciado que su estrategia, lanzada en 2007, estará ahora disponible en formato UCITS a través de un nuevo vehículo domiciliado en Luxemburgo: el UBS (Lux) Investment SICAV – China A Opportunity (USD).
Según ha explicado la gestora en un comunicado a sus clientes, esta estrategia China A UCITS “ofrecerá a los inversores acceso directo al mercado chino de acciones A, de rápido crecimiento y gran potencial para lograr alfa”. La estrategia está dirigida por Bin Shi, gestor con calificación AAA y responsable de renta variable de China de UBS AM.
Desde su lanzamiento, la estrategia de acciones A de UBS AM tiene un track record “muy consolidado”, según apuntan, y se basa en el enfoque bottom-up del gestor, con presencia local y énfasis en la identificación de líderes a largo plazo en el mercado onshore.
En opinión de la gestora, el mercado de acciones A de China es uno de los más grandes del mundo, pero sigue siendo poco invertido por los inversores mundiales. En concreto la gestora señala cuatro características de este tipo de activos que lo hacen atractivo para el inversor: el mercado de acciones A de China está impulsado por el inversor retail, es uno de los mercados más grandes y que más oportunidades ofrece para el mercado offshore, es un tipo de acción poco analizada y explotada, y, por último, es un tipo de activo que mantiene una baja correlación con otros mercados.
JP Morgan AM amplía su gama de fondos con un ETF sostenible, el JPMorgan Carbon Transition Global Equity UCITS ETF (JPCT), que ofrece exposición a renta variable global con un tracking error bajo respecto al Índice MSCI World. Además, tendrá una reducción significativa en la huella de carbono.
Según explica la gestora, este nuevo ETF replicará el Índice JPMorgan Asset Management Carbon Transition Global Equity Index, un índice diseñado para lograr una reducción significativa en las emisiones de carbono sin depender de exclusiones o desviaciones del sector. Además, el ETF utiliza un avanzado marco de análisis propio para identificar qué compañías, en todos los sectores, están más alineadas con la transición a una economía baja en carbono. De esta forma, ofrecerá a los inversores al menos un 30% menos la intensidad de carbono que el índice MSCI World, y un objetivo de descarbonización anual de, al menos, el 7%, en línea con el marco de referencia de transición climática de la Unión Europea (CTB) para inversiones sostenibles.
El fondo será gestionado por el CIO de QBS Yazann Romahi, PhD, y por el gestor Aijaz Hussain, está domiciliado en Irlanda y cotizará en la Bolsa de Valores de Londres, la Borsa Italiana y la Deutsche Börse Xetra. Su ratio total de gasto (TER) será de 19 puntos básicos.
“Muchos inversores están considerando la adecuación de sus carteras con la transición del carbono, además de mantener una amplia diversificación, un tracking error bajo y unos costes eficientes. Nuestro ETF de transición de carbono debería ayudar a satisfacer esas necesidades, ya que los clientes buscan integrar los criterios de transición a bajas emisiones de carbono al invertir en acciones globales», señala Olivier Paquier, responsable de Distribución de ETF en EMEA.
Por su parte, Jennifer Wu, responsable global de Inversión Sostenible de JP Morgan AM, afirma: “La inversión en estrategias que contemplen la transición hacia una reducción de la huella de carbono debe comenzar ya. Están surgiendo diferencias entre los posibles ganadores y perdedores en esta transición, y al actuar con anticipación, antes de que los riesgos y oportunidades sean descontados por el mercado, los inversores pueden obtener rendimientos potencialmente significativos a medida que los precios se van ajustando. Contamos ya con el interés de muchos clientes que buscan aprovechar nuestro marco de inversión en este ámbito para ayudarlos a cumplir sus objetivos específicos de inversión sostenible».
Cómo mitigar el cambio climático
Creado por los equipos de inversión sostenible y QBS (Quantitative Beta Solutions) de JP Morgan AM, el marco de inversión cuantitativa de transición de carbono que sustenta el nuevo índice ayuda a mitigar los riesgos del cambio climático, al reducir las emisiones de carbono y aprovechar las oportunidades y tecnologías necesarias para la transición a un mundo bajo en carbono. Según indica la gestora, este marco, que se puede aplicar a cualquier universo de inversión inicial para crear soluciones personalizadas para inversores profesionales e institucionales por igual, busca diferenciar a los líderes de los rezagados.
Para ello, explica que se evalúan una serie de factores clave: su producción de emisiones directas e indirectas y cómo las empresas prevén gestionar y reducir las emisiones; cómo gestionan las empresas los recursos, incluida la electricidad, el agua y los residuos; y otras consideraciones de gestión de riesgos relacionados con el clima, como riesgos físicos y reputacionales.
En opinión de la gestora, el marco de inversión importa datos, obtenidos directamente de las empresas, pero también datos e información de fuentes alternativas de ThemeBot, la herramienta de procesamiento de lenguaje natural propia de JP Morgan AM basado en inteligencia artificial, que puede captar diversas señales innovadoras, como el gasto de capital ecológico de una empresa. Las calificaciones del marco determinarán qué empresas se enfatizarán, a través de posiciones infraponderadas y sobreponderadas, sin tomar posiciones regionales o sectoriales.
La evolución del COVID-19, en particular la segunda oleada de la pandemia en Europa, y las elecciones presidenciales en Estados Unidos han apartado del foco la relevancia que el proceso del Brexit sigue teniendo. Con un Reino Unido bajo confinamiento domiciliario y todo el peso de las consecuencias económicas de la pandemia, las gestoras recuerdan: con el inminente punto final de la transición el próximo 31 de diciembre, la incertidumbre persiste en el Reino Unido.
Está claro que la economía del Reino Unido tiene ante sí numerosos desafíos en el último trimestre de 2020. “Las nuevas medidas contra la COVID-19, un régimen de apoyo al empleo menos generoso y el bloqueo en las negociaciones del Brexit forman un cóctel potencialmente explosivo”, destaca Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
En su opinión, las negociaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE avanzan y no parece que exista riesgo de ruptura. “Lo más probable es que se alcance un acuerdo de mínimos con respecto al Brexit, tal y como sugieren los intereses para ambas partes. No sería la primera vez que prevalece la lógica económica frente a un aparente bloqueo político. Sin embargo, representará un factor de volatilidad adicional en el futuro inmediato, incluso si finalmente se impone la lógica económica y se alcanza un acuerdo antes del 31 de diciembre. Algo que en estos momentos no está nada claro”, señala Papadakis.
Para Aaron Barnfather, analista y gestor de carteras Lazard Asset Management, a pesar de los avances con otros socios comerciales, asegurar los acuerdos con la Unión Europea y los Estados Unidos será absolutamente crítico en los próximos meses. “El Brexit ha sido un lastre para el crecimiento económico del Reino Unido durante los últimos cuatro años. De hecho, desde el voto a favor en junio de 2016, la economía del Reino Unido ha tenido un rendimiento inferior al de sus homólogos mundiales y las decisiones políticas frente a la pandemia del COVID-19 sólo han empeorado las cosas”, afirma Barnfether.
Según sus datos, durante los tres años anteriores al referéndum, la economía del Reino Unido creció un 2,4% anual, superando significativamente a la zona euro, que creció un 1,5% anual. Sin embargo, desde el tercer trimestre de 2016 hasta el cuarto trimestre de 2019, el crecimiento del PIB del Reino Unido se redujo en un 1,6% anual. “Esto fue impulsado por una débil inversión empresarial, la desaceleración del crecimiento del consumo privado y una política interna desordenada (incluyendo dos elecciones repentinas). Por el contrario, el crecimiento del PIB de los Estados Unidos se mantuvo estable, apoyado por las medidas de estímulo fiscal, mientras que los programas de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) han impulsado el crecimiento de la zona euro”, añade el experto de Lazard AM.
En este sentido, Barnfather contempla tres posibles escenarios: uno optimista con un trato total o parcial que apoyaría la recuperación económica; otro con un Brexit duro semidirecto con medidas provisionales que evitarían una salida desordenada, pero sin llegar a un acuerdo; y, por último, una ruptura completa de la relación sin trato que causaría una extrema incertidumbre y trastornos en la economía y los mercados.
Para Dennis Shen, analista principal para el Reino Unido de Scope Ratings, es improbable que no haya ningún tipo de acuerdo. “Básicamente por varias razones. Ya sea debido a los importantes trastornos económicos -en el mercado financiero, sociales y políticos que se producirían-, la probable pérdida de vidas en medio de la pandemia, el apoyo que la falta de acuerdo podría dar a los nacionalistas de Escocia en torno a la independencia, o las fricciones que crearía dentro del propio Reino Unido entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por ejemplo», dice.
Por el contrario, Barnfather considera que el riesgo de un Brexit duro sin acuerdo aumenta cada día mientras las negociaciones siguen en un punto muerto. “Las cuestiones adicionales que plantea el proyecto de ley de mercado interior se reflejan en la reciente debilidad de la libra esterlina. Anteriormente esperábamos que el Banco de Inglaterra recortara los tipos de interés en caso de no llegar a un acuerdo. Sin embargo, dado que los tipos han bajado a cero en respuesta a COVID-19 y que el Banco de Inglaterra ha descartado hasta ahora una política de tipos de interés negativa, esperamos que los tipos se mantengan en sus mínimos históricos actuales, sea cual sea el resultado de las negociaciones comerciales”, argumenta.
Implicaciones de la inversión
En opinión de Barnfather, el COVID-19 ha enturbiado la reacción de los mercados de valores frente al Brexit. “A pesar de la considerable caída económica, los mercados europeos se han comportado mejor que los del Reino Unido gracias a las medidas de apoyo del BCE. Sin embargo, si un Brexit sin acuerdo se materializa, provocará una presión adicional significativa en ambas economías. Es probable que el mercado de valores de Europa ex-UK también se vea influenciado por los acontecimientos políticos en los EE.UU., donde una reñida batalla electoral y la incertidumbre sobre su resultado puede conducir a la volatilidad del mercado e incluso al malestar social”, explica.
En este sentido, los mercados de valores del Reino Unido siguen siendo muy sensibles al flujo de noticias de Brexit, lo que se refleja en la sensibilidad de los niveles de la libra esterlina y los rendimientos de los bonos. “Una libra esterlina más débil beneficiaría a las acciones de mayor capitalización, que por extensión también están menos expuestas a la difícil economía interna del Reino Unido. También es posible que, como después del resultado del referéndum de junio de 2016, una salida dura podría dar lugar a un mayor rendimiento de los valores de gran capitalización frente a los de menor capitalización, ya que los inversores buscan la seguridad percibida y una mayor liquidez de las empresas más grandes”, añade Barnfather.
Mientras, la Cámara de los Lores presiona a Boris Johnson. Según recuerdan los analista de BancaMarch, esta Cámara votó el lunes abrumadoramente a favor de eliminar las discutidas cláusulas de la legislación Brexit de Boris Johnson incluidas a posteriori en el Acuerdo de Retirada. «Con un resultado de 433 votos a favor y 165 votos en contra, los lores se mostraron favorables a eliminar secciones del proyecto de ley de mercado interior de Johnson, cuyo Gobierno ya admitió que violarían el derecho internacional de una manera muy específica y limitada. El resultado de la votación, con 433 a favor de eliminar estas cláusulas frente a las 165 en contra de su retirada, mete presión al Gobierno de Johnson en las últimas semanas de conversaciones con la UE para cerrar la futura relación de ambos bloques», destacan en su último análisis.
Impacto del COVID-19 y las medidas
Como el resto de países europeos, el Reino Unido lidia con el impacto de la pandemia en su economía. A finales de la semana pasada, el Banco de Inglaterra anunció que ampliaba sus compras de activos en oro en 150.000 millones de libras esterlinas, con lo que el total ascenderá a 875.000 millones de libras esterlinas. También anunció que dejaría la tasa bancaria al 0,1% y las compras de activos de bonos corporativos sin cambios, ambos por acuerdo unánime.
“Vemos que la economía del Reino Unido necesita un mayor estímulo, incluso después de la grata sorpresa de la política monetaria alcista. Algunos pueden provenir del presupuesto del próximo año. Sin embargo, prevemos un mayor estímulo monetario en mayo del próximo año, aunque seguimos sin estar convencidos de que esto incluya tasas negativas”, apunta David Page, jefe de Macro Research de Axa IM.
En opinión de Chaar, de Lombard Odier, el impacto económico real de las medidas que se han tomado, como el confinamiento, será limitado. “Pese a ello, representan un nuevo obstáculo para la recuperación, mientras que el paso de levantar las restricciones a volver a imponerlas podría afectar negativamente a la confianza”.
Con la publicación del enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos (conocido como POG, por sus siglas en inglés), la EIOPA expone su enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos, incluyendo los sistemas y procedimientos implantados, las estrategias de distribución o las pruebas de producto.
Así, la entidad busca asegurar la aplicación adecuada y correcta de estos requisitos y que las políticas y procedimientos de las entidades a buenos resultados para los consumidores. El documento está basado, además, en las exigencias del artículo 25 de la directiva de distribución de seguros (IDD, por sus siglas en inglés).
“El objetivo principal de la supervisión debe ser verificar la aplicación adecuada y correcta de los POG y asegurar que las políticas y procedimientos implantados por las entidades conducen a buenos resultados para los consumidores”, aseguran desde la autoridad europea. Además, establece que la supervisión de los POG no debe limitarse a evaluar si los fabricantes y distribuidores de seguros han desarrollado políticas y procedimientos.
En este sentido, deberá tener en cuenta si son adecuados y proporcionales, según el modelo de negocio, el nivel de complejidad del producto y las características del mercado objetivo; si se aplican realmente para la aprobación de los productos; si son adecuados para corroborar que los nuevos productos o los productos significativamente adaptados satisfagan las necesidades, fines y características del mercado objetivo durante su vigencia, y si son coherentes los tipos y las gamas de productos definidos y distribuidos, y los mercados a los que se dirigen.
No obstante, el documento de la EIOPA no es vinculante ni modifica lo ya establecido en la IDD, sino que pretende facilitar a los productores y distribuidores de seguros la implementación de sus propias políticas de POG y favorecer el diálogo con los supervisores nacionales.
La EIOPA centra la supervisión de los POG en lo referente a sistemas y controles, mercado objetivo, pruebas de producto, estrategia de producto y seguimiento y revisión del producto.
En primer lugar, en lo referente a los sistemas y controles, la EIOPA establece que las actividades de supervisión de los sistemas y controles de los POG buscan evaluar si la política general y los sistemas y controles de los POG de los fabricantes son adecuados y proporcionales. Asimismo, determina si los fabricantes disponen de medidas y procedimientos que eviten perjuicios al consumidor durante la vida del producto y, en caso de que aparezcan, mitigar su impacto.
Además, ha de valorar si los procesos y procedimientos de los POG puestos en marcha por los distribuidores, en virtud de los acuerdos de distribución, están claramente estructurados y son los apropiados.
Por otro lado, la supervisión de los POG respecto al mercado objetivo busca comprobar si las medidas y controles definidos para verificar que el mercado objetivo del producto está correctamente identificado y que se haya aplicado un nivel suficiente de granularidad.
En este sentido, se centra en supervisar la definición correcta de la complejidad de los productos por los fabricantes, verificando si han identificado y justificado la metodología y los criterios para determinar el nivel de complejidad, en función del producto, y si han evaluado el efecto concreto de la complejidad para la determinación del mercado objetivo.
Además, supervisa los procesos y procedimientos que sigue el fabricante para definir e identificar el mercado objetivo para comprobar que son claros y exhaustivos han de examinar, según la EIOPA si, dentro de su política general de los POG, los fabricantes cuentan con un proceso específico para identificar y definir el mercado objetivo de cada producto.
Por último, regula el nivel de granularidad de la definición del mercado objetivo y los criterios de la estrategia de distribución son adecuados para el producto y permiten evaluar qué clientes entran en el mercado objetivo.
Respecto a la evaluación de los métodos de pruebas de producto, la supervisión de los POG se centrará, según la EIOPA, en examinar la estructura organizativa para desarrollar esas pruebas, y comprobar que sus procesos y procedimientos estén integrados en la práctica.
En concreto, pretende comprobar la adecuación de las pruebas realizadas por los fabricantes a las características de los productos, según la proporcionalidad y la complejidad del producto en las fases clave.
En lo referente a la estrategia de producto y en relación a los POG, el supervisor persigue evaluar la idoneidad de la estrategia de distribución desde la perspectiva de los fabricantes, comprobando si han definido una variedad de criterios que aseguren que los distribuidores seleccionados son adecuados para el mercado objetivo y el producto. Además, busca supervisar el intercambio de información entre fabricantes y distribuidores para que sea clara, completa y actualizada.
La EIOPA destaca la vigilancia de las actividades de distribución para comprobar si las técnicas de vigilancia definidas por los fabricantes en su política general y en los procesos para productos específicos son adecuadas y proporcionadas, según la complejidad del producto, las características del mercado objetivo y la estrategia de distribución.
Además, ha de evaluar la aplicación de la estrategia de distribución para comprobar que sea la adecuada desde perspectiva de los distribuidores, valorando la forma en la que estos se aseguran de que los acuerdos de distribución cuenten con medidas y procedimientos para obtener del fabricante toda la información pertinente sobre los productos comercializados y que estos se comprenden plenamente, según la complejidad, los riesgos y su naturaleza, y la escala y características de su negocio.
Por último, en lo relativo al seguimiento y revisión del producto, la EIOPA establece que la supervisión de los POG ha de examinar si los procedimientos determinan claramente el control continuo y la revisión periódica de los productos de seguros, para comprobar que siguen siendo coherentes con las necesidades, características y fines del mercado objetivo. Asimismo, pretende evaluar si esos procedimientos se han aplicado en la práctica de manera proporcional a la complejidad del producto.
La Federación Europea de Sociedades de Analistas Financieros (EFFAS) otorga desde 2014 la certificación de analista en ESG (Environmental, Social and Governance), que han obtenido ya más de 800 profesionales en todo el mundo. Este título, pionero en el ámbito financiero, consolida ahora su liderazgo internacional.
Según señala la organización, las certificaciones profesionales están destinadas a que los conocimientos teóricos y las habilidades prácticas de sus titulados sean acreditados y puedan ser comparables internacionalmente. De esta forma, los titulares de las certificaciones demuestran su experiencia profesional y aumentan la confianza de sus clientes como especialistas en asesoramiento financiero. Es el caso del título CESGA (Certified ESG Analyst) en el asesoramiento en inversión socialmente responsable.
“Es decir, inversiones que generen rendimientos financieros competitivos en el largo plazo y un impacto social positivo. Unos criterios que no sólo son tenidos más en cuenta cada día por entidades y profesionales, sino que son una demanda creciente entre los propios clientes. En algunas firmas importantes del sector los activos en fondos de inversión que se gestionan teniendo en cuenta el plano ESG alcanzan ya el 85% del total. Por tanto, en un entorno en el que las decisiones sostenibles están ganando peso en las carteras, crece la importancia de una buena formación en éste área para analistas y gestores, que sienten la necesidad de reciclarse para introducir en su trabajo estos criterios ESG que, hasta la puesta en marcha del CESGA por parte de EFFAS, no contaban con ningún título profesional ni académico”, explican.
En este sentido, el CESGA está especialmente dirigido a analistas financieros y gestores de carteras que desean integrar datos ESG en sus procesos de inversión de capital, pero también, en general, a todos los profesionales de la inversión, cada vez más comprometidos con cuestiones de sostenibilidad. Según la experiencia de la organización, otros especialistas también demandan este curso para desarrollar una mejor comprensión de las necesidades de los mercados de capitales en términos de información ESG, como son los responsables de sostenibilidad corporativa, de relaciones con los inversores, auditores y consultores.
“En definitiva, se trata del programa idóneo para propietarios de activos, gestores de activos, consultores corporativos, planificadores financieros y family office que deseen adoptar los criterios ESG de forma integral”, argumenta.
Además, EFFAS ha introducido en 2020 en formato online el CESGA en Hong Kong, Colombia, Perú y México, llevando así esta certificación reconocida internacionalmente a los mercados latinoamericanos y asiáticos por primera vez. Hasta este año el título CESGA había estado disponible en los principales mercados financieros de Europa y en Estados Unidos, países en los que ya se han acreditado más de 800 especialistas del sector. EFFAS espera que este número supere los 1.200 antes de finales de 2020.
Alguna de las compañías que están certificando a sus profesionales en ESG con el título CESGA de EFFAS en diferentes países son Andbank, Bankia, BBVA Asset Management, BNP Paribas Asset Management, Caixa Asset Management, CDC Valeurs Moyennes, Deutsche Bank, DWS Investment, La Banque Postale Asset Management, Mutua dels Enginyers, Mapfre Inversión, Metzler Asset Management, Tressis Gestión y Santander Asset Management.
Además de ofrecer esta certificación para los profesionales financieros, EFFAS cuenta desde 2007 con una Comisión de ESG copresidida por el francés Jean-Philippe Desmartin y el alemán Frank Klein. Esta Comisión, ya en 2010, elaboró una guía con los principales KPIs (Key Performance Indicators) en el campo de las finanzas con criterios ESG. Además, uno de los miembros de la comisión, el español José Luis Blasco, ha formado parte del grupo de trabajo técnico sobre finanzas sostenibles que la Comisión Europea puso en marcha en 2018 (European Commission Technical Working Group on Sustainable Finance) para la implementación del plan de acción de la Comisión sobre finanzas sostenibles.
La economía global se está recuperando de los efectos de la pandemia y los beneficios empresariales están repuntando gracias, en parte, a los generosos estímulos monetarios y fiscales. Los tipos de interés se mantienen en niveles bajos y se espera que sigan así por un largo período de tiempo. La historia demuestra que este es el tipo de contexto en el que el crédito de grado especulativo obtiene rentabilidades positivas.
Las mejores perspectivas para la economía y los beneficios empresariales combinadas con los bajos costes del servicio de la deuda reducen el riesgo de incumplimiento. Esto significa que el “high yield” debería seguir siendo una de las pocas áreas del mercado de renta fija en las que los inversores aún pueden obtener rentabilidades reales positivas.
El panorama económico es más alentador ahora que durante los meses anteriores. Vino precedido por un segundo trimestre débil, en el que el apalancamiento de las empresas “high yield” europeas alcanzó un máximo plurianual de 4,8 veces, el EBITDA cayó un 47% interanual y la deuda subió un 23% (véase la fig. 1). Los últimos datos indican que, actualmente, la actividad en Europa ha recobrado alrededor de un 80% de sus niveles anteriores al coronavirus. La demanda de automóviles, uno de los principales indicadores del crecimiento económico, se ha recuperado hasta situarse tan solo un 20% por debajo de sus tendencias de seis años, frente al 80% registrado en primavera. Por lo tanto, confiamos en ver más sorpresas positivas en los próximos meses –tanto en los datos macroeconómicos como en los beneficios empresariales. Esto todavía no se ha reflejado en los mercados financieros.
Las perspectivas para las empresas de grado especulativo parecen aún mejores cuando se tiene en cuenta la política fiscal y monetaria. El mercado de crédito europeo se ha beneficiado de las intervenciones sin precedentes de los bancos centrales y los gobiernos, que se han apresurado a tomar cartas en el asunto para proteger a las compañías viables y limitar el número de incumplimientos de las empresas. La magnitud y la rapidez de dichas intervenciones –que han incluido programas tales como expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y préstamos con garantía gubernamental– han sido impresionantes.
Por su parte, las empresas han reforzado sus posiciones de liquidez y sus balances, recurriendo a sus líneas de crédito, emitiendo deuda nueva, reduciendo costes y disminuyendo el gasto en bienes de capital. Como resultado, el ratio efectivo-deuda de las empresas de grado especulativo en Europa ha aumentado del 10% de hace un año al 19% de junio de 2020 (1).
Obviamente, no todas las empresas saldrán indemnes de esta crisis –pero es probable que el impacto sea menor de lo previsto en un principio. En marzo de 2020, el escenario central de Moody’s suponía unas tasas de incumplimiento del 7-8% para los emisores de “high yield”. Desde entonces, sin embargo, las condiciones han mejorado, lo que llevó a Moody’s a recortar su pronóstico sobre las tasas de incumplimiento al 4,9% en agosto. Hay muchas posibilidades de que los incumplimientos hayan tocado techo. La situación de la Europa empresarial es más sólida.
El conjunto de oportunidades
Algunas oportunidades de inversión son más atractivas que otras.
Los bonos emitidos por empresas francesas y alemanas, por ejemplo. Entre las principales naciones desarrolladas, Francia y Alemania llevaron la delantera en lo que se refiere a ayudas a las empresas, con paquetes por valor de 16.200 y 14.300 millones de euros respectivamente –más del doble que Italia, cuyas cifras ocupan el tercer lugar (2).
La pandemia también ha incrementado el número de bonos “high yield” atractivos. Las repercusiones económicas del coronavirus han provocado un aumento del número de ángeles caídos, empresas que acaban de perder su categoría de “investment grade”. En los primeros ocho meses de 2020, Europa registró unos 45.000 millones de EUR de ángeles caídos y cabe esperar que dicha cantidad ascienda a casi el doble a finales de año (3). Esto crea una oportunidad a largo plazo, ya que muchas de estas empresas son sólidas y resistentes. El aumento de ángeles caídos acrecienta el tamaño y mejora la calidad del mercado “high yield” –incrementando el ya de por sí numeroso grupo de empresas con calificación BB.
La conmoción provocada por la pandemia de este año ha sido diferente de la causada por la crisis financiera de 2008 en lo que respecta a su impacto en las diversas industrias. En 2008-9, el sector financiero fue el que sufrió el peor revés, aunque las empresas industriales también se vieron afectadas, como es habitual durante las recesiones. En esta ocasión, sin embargo, muchas fábricas han podido seguir funcionando gracias, en parte, a la mayor automatización. Las empresas químicas y navieras han salido mucho mejor paradas en esta crisis que en la de 2008-9. En cambio, el impacto económico ha repercutido más sobre el sector servicios. En nuestra opinión, esta resistencia aún no se ha visto reflejada en los precios del mercado.
Por otra parte, en algunos de los sectores más afectados, como el de los viajes y el minorista, existe una tendencia a meter a todas las empresas en el mismo saco pese a tener perfiles financieros muy diferentes. Por ejemplo, la posición de una agencia de viajes en línea con unos costes fijos limitados es mucho mejor que la de una empresa de alquiler de coches. Las tiendas de bricolaje también han aguantado relativamente bien, ya que las familias pasaron más tiempo en casa y decidieron mejorar sus viviendas. Los minoristas con transacciones de comercio electrónico también han demostrado su resistencia, a diferencia de los que dependen de puntos de venta físicos, que han sufrido dificultades.
Por consiguiente, los fondos de inversión inmobiliaria (REIT) centrados en el sector minorista se encuentran entre los más perjudicados, mientras que los REIT residenciales han salido mucho mejor parados. La prohibición de los deportes y el cierre de los locales de juego han beneficiado a las empresas de juegos de azar con presencia en Internet.
Con los bancos centrales y los gobiernos centrados en proporcionar un apoyo financiero que se prolongue durante meses en lugar de décadas, el crédito con plazos más cortos resulta particularmente atractivo. La curva del “high yield” es prácticamente plana. Por ejemplo, actualmente la cotización del bono con vencimiento 2027 de Teva Pharmaceutical Industries es tan solo 42 pb más amplia que la de su bono con vencimiento 2023 (véase la fig. 2). Por lo tanto, invirtiendo en vencimientos más cortos los inversores obtienen una rentabilidad similar asumiendo un riesgo de duración menor (4).
A nuestro juicio, el aplanamiento de la curva refleja las dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación económica y las perspectivas de las empresas. Si dichas dudas resultan ser infundadas, la curva probablemente recobrará su forma habitual inclinada al alza, creando una fuente adicional de rentabilidad para los bonos a corto plazo.
Así pues, en general, el diferencial que ofrecen los bonos “high yield” a corto plazo proporciona una compensación más que suficiente frente al riesgo de incumplimiento. Esperamos que el crédito “high yield” europeo a corto plazo genere rentabilidades positivas de entre un 3% y un 5% en los próximos 12 meses. En comparación con otras alternativas de renta fija, esta es una oportunidad que no hay que desperdiciar.
Columna de Prashant Agarwal,gestor senior especializado en High Yield en el equipo de renta fija de Pictet Asset Management.
Anotaciones:
(1) Morgan Stanley
(2) Deutsche Bank Research, “State-Aid Loans to High Yield Issuers”
(3) JP Morgan
(4) La duración mide la sensibilidad del precio de un bono a los cambios de los tipos de interés.
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En la opinión de Viswanathan Parameswar, responsable de inversión de Asia en Schroder Adveq, para echar un vistazo al futuro de la economía global y dónde está cambiando el poder, se deben considerar los desarrollos tecnológicos tanto en China como en la India.
En apenas una década, el mercado de comercio electrónico de China ha crecido de ser menos del 1% de las ventas mundiales al mercado más grande del mundo en 2016, lo que representa más del 40% de las transacciones en términos de valor. Plataformas como Alibaba y JD.com llegan a casi 1.000 millones de compradores ansiosos, en un mercado tres veces más grande que el de Estados Unidos.
Mientras tanto, la adopción de tecnologías móviles en India está aumentando a un ritmo asombroso a medida que Reliance Jio, que se convirtió en la empresa de tecnología dominante de India prácticamente de la noche a la mañana, brinda conexiones rápidas a los 1.300 millones de habitantes de la India. Incluso cuando el COVID-19 se extendió, Google y Facebook invirtieron miles de millones por separado en esta compañía de telecomunicaciones (un paso muy inusual para los gigantes tecnológicos rivales) en medio de las proyecciones de que alcanzaría los 500 millones de suscriptores para 2023.
Los eventos en las dos naciones más pobladas del mundo capturan la dinámica de por qué en Schroders creen que Asia dará forma al siglo XXI y atraerá la atención del inversor global en el largo plazo. Se están desatando unas energías sin precedentes a través de una alineación de la innovación digital y las cuatro «M» que caracterizan a los consumidores asiáticos: Millennial, clase media, metropolitana y habilitados con dispositivos móviles.
Cómo las cuatro “M” apuntalan un futuro asiático brillante
Por supuesto, vivimos en tiempos de incertidumbre, y hay muchas cosas que podrían salir mal en la narrativa del ascenso de Asia en el siglo XXI. Las fricciones comerciales entre China y los Estados Unidos, una posible fragmentación de las prácticas de 5G, las rivalidades regionales dentro de Asia y los resultados inciertos del coronavirus representan amenazas para el futuro del continente y para la economía global en su conjunto.
A pesar de esto, no se pueden negar las tendencias sociales y demográficas que dan impulso al ascenso de Asia al liderazgo económico mundial. El consumidor asiático actual está impulsando una transformación en el modelo de crecimiento económico del continente que se desarrollará durante décadas. De ser el taller de fabricación de Occidente, Asia se ha reinventado a sí misma como un líder en innovación al servicio de los mercados nacionales cada vez más exigentes y sofisticados, ahora definidos por las cuatro «M».
Los inversores globales están prestando atención, tanto a través del capital privado como de los mercados de capitales. Según CB Insights, China ya tiene casi la mitad del número de «unicornios» de Estados Unidos (start-ups valoradas en más de 1.000 millones de dólares), con 118 frente a 238. A su vez, India está subiendo rápidamente en el ranking mundial de unicornios, ocupando el tercer lugar mundial con 24. Mientras tanto, la demanda mundial de activos chinos alcanzó un récord durante la pandemia, con las tenencias extranjeras de bonos y acciones chinas que superaron el billón de rupias (aproximadamente 150.000 millones de dólares) hasta agosto.
Millennial
Las cuatro “M” representan una convergencia de factores positivos que darán forma al siglo asiático. Primero, echemos un vistazo a los Millennials. Hay 800 millones de ellos en Asia, en comparación con 66 millones en Estados Unidos (y 60 millones en la Unión Europea). Se están convirtiendo rápidamente en los consumidores más ávidos del mundo, impulsados por el optimismo y la ambición. El 65% de los Millennials en los mercados emergentes esperan estar mejor que sus padres, frente a un porcentaje equivalente en los países desarrollados que esperan estar en peor situación.
Clase media
A continuación, consideremos las florecientes clases medias de Asia. Cientos de millones de personas en Asia se han incorporado recientemente al segmento de los de ingresos medios, lo que representa un vasto grupo de poder adquisitivo. Desde una perspectiva de inversión, una tendencia clave del consumidor chino ha sido la preferencia por las marcas locales. Una encuesta de McKinsey encontró que los chinos ahora prefieren las marcas nacionales para 15 de las 17 categorías seleccionadas, incluidos los electrodomésticos y los productos personales.
Según el Brookings Institute, Asia representará casi nueve de cada 10 de los próximos 1.000 millones de consumidores de clase media. La mayoría vivirá en China, India y el sudeste asiático y, para 2025, se prevé que el gasto de consumo de las clases medias de la región de Asia y el Pacífico supere al resto del mundo combinado.
Eso significa que las industrias y sectores orientados al consumo tienen un gran potencial de crecimiento. Las tendencias de consumo se combinan con la creciente conciencia sobre la salud para hacer que la tecnología del consumidor y la atención médica sean dos de las oportunidades de inversión asiáticas más importantes en la actualidad.
Metropolitano
Ahora, veamos los clústeres metropolitanos. El crecimiento de Asia se ve favorecido por la creciente urbanización, ya que los trabajadores persiguen sus sueños en las ciudades. En la actualidad, Asia tiene más de 300 ciudades con una población superior a un millón; Estados Unidos tiene 10 y la Unión Europea 18. La alta densidad de población de Asia ofrece las condiciones ideales para que las empresas crezcan. Fomenta un círculo virtuoso de escala que conduce a productos y servicios más rápidos, económicos e innovadores. Un ejemplo poderoso es la aplicación de transporte privado Didi Chuxing, que tiene 30 millones de conductores activos que son, en la actualidad, 10 veces más numerosos que los de Uber.
Habilitado con dispositivos móviles
Finalmente, consideremos a los ávidos adoptantes de tecnología móvil de Asia. Asia tiene más de 4.000 millones de suscripciones a teléfonos móviles y más de 2.000 millones de usuarios de Internet, más que cualquier otra región, lo que proporciona una escalabilidad masiva para la tecnología de consumo.
Alibaba y otros grupos tecnológicos como We Chat y Tencent están abriendo caminos innovadores para aprovechar esta energía del consumidor con súper aplicaciones que combinan servicios como comercio electrónico, transporte, mensajería social e incluso seguros.
En India, innovadores como Flipkart y Paytm están llegando a los confines más lejanos del subcontinente, mientras Reliance Jio persigue su sueño de brindar servicios de telecomunicaciones asequibles para toda la población india.
¿Habrá un impacto en el crecimiento y la innovación en la era post-Covid?
La crisis del COVID-19 no está empañando las brillantes perspectivas de Asia. Más bien, refuerza las tendencias predominantes. Hasta ahora, Asia se ha recuperado, tanto desde una perspectiva sanitaria como económica, más rápido y con más fuerza que las economías occidentales.
Asia ha utilizado las interrupciones causadas por la pandemia para acelerar el desarrollo de innovaciones digitales críticas para la era pospandémica. Estos incluyen comunicaciones remotas, atención médica digital, pagos móviles, comercio electrónico y movilidad de próxima generación.
China, en particular, ha tenido un desempeño sobresaliente. Su economía registró un crecimiento del PIB del 4,9% en el tercer trimestre, y el Fondo Monetario Internacional proyecta que China será la única economía importante que crecerá en 2020, con una expansión estimada del 1,9%.
China también está experimentando un vigor continuo en su mercado de salida a bolsa; el proceso mediante el cual las empresas privadas ofrecen acciones en los mercados públicos por primera vez. Ha habido 118 nuevos listados en el año financiero hasta julio, incluso cuando las salidas a bolsa fracasan en otros lugares.
Estas tendencias solo pueden verse reforzadas por la inclusión de la moneda de China en los índices mundiales y el crecimiento de los mercados financieros en moneda local en los próximos años. Además, el enfoque de China en el crecimiento de la fabricación interna, conocido como «Hecho en China 2025», podría ayudar a aislarlo de cualquier escalada de guerras comerciales.
Si bien India ha sufrido un impacto sanitario y económico mucho mayor, en Schroders creen que la perspectiva general sigue siendo sólida. La narrativa de consumo de la India es el complemento perfecto para el ascenso industrial de China, y los dos representan dos pilares de los avances asiáticos del siglo XXI. El FMI pronostica que India se recuperará de la crisis del COVID con una expansión económica del 8,8% en 2021.
La pandemia ha impulsado a India a adoptar la transformación digital incluso más rápido que antes del COVID-19. Según el Foro Económico Mundial (WEF), la crisis ha inspirado un «impulso público-privado [para hacer] de la India un país que prioriza la tecnología digital, restableciendo la experiencia de vida básica y las aspiraciones de más de mil millones de personas».
Hay inmensos desafíos por delante, sobre todo las tensiones regionales siempre presentes a medida que estos países cada vez más asertivos ocupan un lugar central. Sin embargo, con una mayor presencia viene un mayor enfoque y reconocimiento de la importancia de la diplomacia en foros como la ONU y el Foro Económico Mundial. Y el dinamismo, la aspiración y el vigor de la innovación de las cuatro “M” prometen hacer del siglo de Asia un siglo de posibilidades casi ilimitadas.
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Dynasty Financial Partners anunció este martes el ascenso de John Sullivan como jefe del Departamento de Redes, según un comunicado de la firma al que accedió Funds Society.
Sullivan se incorporó a Dynasty hace ocho años como vicepresidente senior de RIA & Transition Services.
En su nuevo cargo, dirigirá el equipo de desarrollo de redes y trabajará con plataforma de wealth management para gestores independientes.
Reportará directamente a la presidenta y CEO de Dynasty, Shirl Penney.
“Después de haber trabajado con John durante más de dos décadas entre nuestro tiempo juntos en Citi / Smith Barney y Dynasty, estoy encantado de que se mude a este puesto ampliado en Dynasty. John es un líder natural que pone al equipo en primer lugar, se preocupa profundamente por los clientes y es un socio fantástico cuando trabaja con otros en el ecosistema de asesores”, dijo Penney.
Dynasty tiene un total de 50 firmas de asesoría en su red y 50.000 millones de dólares en activos en su plataforma.
“Estoy emocionado de asumir este rol y honrado de trabajar con este talentoso equipo», dijo Sullivan.
Antes de unirse a Dynasty en 2012, Sullivan pasó más de veinte años en Morgan Stanley Smith Barney y Citigroup.
Además, ocupó numerosos puestos de administración de UHNW.
Sullivan se graduó de la Universidad de Maryland y posee diversas licencias de FINRA.
Puente Servicios Financieros, LLC recibió la aprobación de FINRA y abrirá una oficina en Miami, según una nota interna de la empresa a la que accedió Funds Society. Además se registraron en la SEC como Asesores de Inversiones.
Noemi Schaefer será la CEO en Miami y tendrá una oficina afiliada en Panamá que estará liderada por Gonzalo Spinedi.
“Reconocieron mi nombre porque habían sido nuestros clientes en EFG cuando yo era CCO allí hace mucho tiempo. Incluso había visitado sus oficinas en un viaje de diligencia debida. Estaba buscando unirme a un grupo estable y de buena reputación durante los tiempos inciertos de la pandemia, así que el momento era perfecto”, dijo Schaefer, según la nota interna.
Schaefer tiene más de 25 años de experiencia en la industria con su primer registro en 1994 para EFG Capital International, según Brokercheck.
Además, entre 2014 y 2017 fue gestora independiente de Insigneo.
Puente fue fundado en 1915 en Buenos Aires y actualmente tienen oficinas en Uruguay y Paraguay.
El grupo está dirigido a nivel global por Federico Tomasevich.