Foto cedidaFrançois Pauly, nuevo CEO del Grupo Edmond de Rothschild.. François Pauly, nombrado CEO del Grupo Edmond de Rothschild
El Consejo de Administración del Grupo Edmond de Rothschild, celebrado el pasado 4 de junio, ha nombrado a François Pauly para el cargo de CEO del Grupo. Anteriormente, Pauly fue miembro de los consejos de administración de Edmond de Rothschild (Suisse) y de su filial luxemburguesa. La composición del Comité Ejecutivo del Grupo sigue siendo la misma.
Según explican desde la compañía, el nombramiento de François Pauly, reconocido financiero con amplia experiencia al frente de grandes firmas de banca privada a nivel mundial, garantiza la continuidad de la estrategia del Grupo, ya que ha participado en todas las decisiones estratégicas tomadas los últimos cinco años. Este nombramiento estaba previsto y se produce después de que Vincent Taupin haya manifestado su deseo de retirarse.
En relación a este nombramiento, Ariane de Rothschild, presidenta del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild (Suisse), ha apuntado: “He querido llamar a François Pauly como sucesor porque, además de su notable talento y experiencia profesional, tiene un conocimiento profundo del Grupo, de su estrategia y de los retos que se avecinan. Agradezco sinceramente a Vincent el trabajo que ha realizado en los últimos años para transformar y desarrollar el Grupo y atraer a numerosos talentos. Estoy encantada de que podamos seguir beneficiándonos de su presencia en los consejos de administración de Edmond de Rothschild (Europa) y de nuestra estructura de private equity”.
François Pauly, de 57 años, ha desarrollado su carrera en el sector financiero, ocupando diversos cargos de management a nivel internacional. De 1987 a 2004, ocupó puestos de alta dirección en el grupo bancario Dexia en Luxemburgo, Italia y Mónaco. En 2004, se incorporó a Bank Sal. Oppenheim jr. & Cie en Luxemburgo como director general y pasó a ser director general de Sal. Oppenheim jr. & Cie. S.C.A., donde fue nombrado miembro del consejo de administración de las filiales del grupo en Suiza, Austria y Alemania. En 2011, se incorporó a Banque Internationale à Luxembourg (BIL) como CEO y, posteriormente, como presidente del Consejo de Administración hasta 2016. Más allá de sus cargos ejecutivos, François Pauly ha sido también vicepresidente del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild (Europe) en Luxemburgo y presidente del Comité de Auditoría y Riesgos de Edmond de Rothschild (Suisse) desde 2016.
Pixabay CC0 Public Domain. BNP Paribas AM lanza un fondo que invierte en la restauración de los ecosistemas
BNP Paribas Asset Management ha anunciado el lanzamiento de su fondo BNP Paribas Ecosystem Restoration. Se trata de un fondo temático que invierte en empresas dedicadas a la restauración y preservación de los ecosistemas globales y el capital natural. Según la gestora, la incorporación de este producto a su gama de fondos medioambientales refuerza su liderazgo europeo en inversión temática medioambiental sostenible.
La iniciativa del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030, que se lanzó en el Día Mundial del Medio Ambiente el pasado 5 de junio, destaca la urgencia de proteger el capital natural y la restauración de los ecosistemas y esto representa una oportunidad de inversión que tiene un impacto positivo en los recursos naturales de las economías globales. Durante la próxima década, se estima que los esfuerzos para restaurar los océanos, la tierra y las áreas urbanas requerirán una inversión de 22 billones de dólares y crearán negocio por valor de 6 billones de dólares cada año.
Con este contexto de fondo, la gestora lanza el fondo BNP Paribas Ecosystem Restoration invierte en acciones globales de empresas de todos los tamaños de capitalización que ofrecen soluciones medioambientales para restaurar nuestros ecosistemas a través de sus productos, servicios o procesos.
Según explica y concreta la gestora, las cartera se centrará en tres temas principales. En primer lugar en ecosistemas acuáticos, es decir el control de la contaminación del agua, tratamiento del agua e infraestructura hídrica, acuicultura, sistemas de riego eficientes y soluciones para el control de inundaciones. El segundo pilar son los ecosistemas terrestres, lo que supone invertir en tecnologías relacionadas con semillas agrícolas, agricultura sostenible, silvicultura y plantaciones sostenibles. Y, en tercer lugar, ecosistemas urbanos, que incluye servicios medioambientales, edificios verdes, reciclaje, gestión de residuos y modos alternativos de transporte.
El fondo BNP Paribas Ecosystem Restoration es una cartera de alta convicción de 40-60 valores seleccionadas de 1.000 compañías globales enfocadas en la restauración de ecosistemas acuáticos, terrestres y urbanos. El universo de inversión está diversificado por geografía, tamaño y sector, con tecnología, industrias y servicios públicos bien representados, y contiene muchas empresas altamente innovadoras que utilizan tecnologías complejas para abordar problemas medioambientales. El fondo se gestiona utilizando un enfoque activo que combina la investigación macro y el análisis fundamental con una selección cuantitativa propia, junto con criterios ESG integrados, para identificar las mejores empresas de su clase. Además, la gestora destaca que el fondo también contribuye al logro de seis de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas .
Lanzado en respuesta a la creciente demanda de los clientes, el fondo BNP Paribas Ecosystem Restoration es un hito más en la hoja de ruta de biodiversidad de la gestora anunciada en mayo, que también incluye investigaciones destinadas a acelerar el desarrollo de indicadores de medición de la biodiversidad y establecer un marco común de presentación de informes. BNP Paribas Asset Management se ha asociado recientemente con CDP e Iceberg Data Lab e I Care & Consult para promover informes de datos de biodiversidad corporativos transparentes, de alta calidad y estandarizados.
Esta nueva estrategia estará gestionado por Edward Lees y Ulrik Fugmann, que codirigen el equipo de Estrategias medioambientales de BNP Paribas Asset Management y gestionan el fondo BNP Paribas Energy Transition, y el BNP Paribas Environmental Absolute Return Thematic (‘EARTH’). El lanzamiento del BNP Paribas Ecosystem Restoration refuerza la gama de fondos de la gestora que invierten en desarrollo sostenible y transición energética, ofreciendo una amplia gama de soluciones de inversión medioambiental.
“La mitad del PIB mundial depende del capital natural y nuestro consumo se está produciendo 1,75 veces más rápido de lo que la tierra puede regenerarlo, mientras que el crecimiento de la población mundial y el aumento de los ingresos están generando una mayor demanda, lo que lleva a una necesidad urgente de restaurar los ecosistemas dañados. El sector financiero tiene un papel fundamental que desempeñar en la creación de un impacto ambiental positivo y estamos orgullosos de haber lanzado este fondo para apoyar el trabajo de la ONU y otros”, ha explicado Edward Lees y Ulrik Fugmann, gestores del BNP Paribas Ecosystem Restoration.
Por su parte, Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM para España y Portugal, ha matizado: “Hemos estado a la vanguardia de la inversión sostenible durante dos décadas y el lanzamiento de BNP Paribas Ecosystem Restoration complementa y refuerza nuestra oferta de fondos que invierten en el cambio medioambiental y la transición energética. La restauración de los ecosistemas acuáticos, terrestres y urbanos ofrece importantes oportunidades de inversión. Al apoyar e interactuar con aquellas empresas que brindan soluciones para proteger nuestro capital natural, nuestro objetivo es dar respuesta a la demanda de nuestros clientes de rentabilidad financiera combinada con un impacto ambiental positivo”.
Actualmente, BNP Paribas AM gestiona activos en fondos temáticos sostenibles por valor de 20.000 millones de euros, lo que le convierte en uno de los líderes en Europa. La inversión temática ha tendido a centrarse más en áreas medioambientales como la energía renovable, en lugar del capital natural, pero este último es reconocido mundialmente como uno de los elementos más importantes para abordar el cambio climático. La economía verde ofrece una oportunidad de inversión que abarca alrededor de 4.000 empresas en todo el mundo con una capitalización de mercado de 5 billones de dólares, lo que equivale a alrededor del 5% del mercado de valores global cotizado. No obstante, incluso con un crecimiento anualizado del 8% desde 2009, el tamaño de la economía verde está por debajo de los niveles consistentes con un escenario de calentamiento global de 2° C en línea con el Acuerdo de París.
Los bonos convertibles son una clase de activo por derecho propio, que ofrece un rendimiento cercano a la renta variable a largo plazo y con niveles de volatilidad mucho menores.
Tras aumentar un 6% en 2019 y más de un 8% en 2020, los bonos convertibles europeos se mantuvieron en terreno positivo en 2021, con una subida del 0,46%(1), demostrando el poder de la convexidad. Así, en la fase bajista de los mercados en 2020 como consecuencia de la pandemia, los convertibles europeos conllevaron menos riesgo a la baja y participaron posteriormente en la subida que se produjo en los mercados de renta variable en los últimos doce meses. Sin embargo, este ejemplo de convexidad no es su única ventaja. Al ser un activo con una menor sensibilidad a las subidas de los tipos de interés, característica propia de un convertible, el valor de la opción aumenta cuando los tipos suben, lo que compensa el impacto negativo en la parte del del convertible correspondiente al bono
Otro elemento interesante es que los convertibles disponen de cláusulas contractuales que pueden resultar muy lucrativas en escenarios de cambio de control (cláusulas de trinquete), lo cual es un buen augurio para 2021, ya que prevemos un mercado más dinámico en materia de fusiones y adquisiciones. Además, la liquidez del mercado ha seguido siendo notable en la crisis. Durante el mes de marzo de 2020, los volúmenes gestionados aumentaron en comparación con el año anterior. Como resultado, el mercado primario ha experimentado una explosión de nuevas emisiones.
Las nuevas emisiones impulsan el mercado
Desde nuestro punto de vista, las nuevas emisiones son un importante motor del mercado europeo de bonos convertibles. La entrada de nuevos participantes nos da la oportunidad de diversificar el riesgo y acceder a una gama más amplia de emisores. La clase de activos convertibles ha sido una eficaz herramienta de refinanciación para una serie de emisores afectados por la crisis de Covid-19, al tiempo que ha seguido financiando el desarrollo de un conjunto de empresas con alto potencial de crecimiento o grupos que apoyan la transición energética. Como resultado, 2020 marcó un récord en cuanto al volumen de nuevas emisiones, con un total de 26.000 millones de euros, frente a un volumen medio, desde 2016, de 12.000 millones de euros anuales. En lo que va de año, el ritmo de emisión sigue siendo extremadamente dinámico y, desde principios de 2021(2) ya hay 12.000 millones de euros de nuevos convertibles emitidos.
De cara al futuro, el crecimiento de las necesidades de financiación de las empresas debería mantener el impulso del mercado primario. Tradicionalmente, los emisores de sectores como los servicios públicos, las telecomunicaciones e incluso el inmobiliario han dominado el mercado europeo de convertibles. Sin embargo, el reciente crecimiento del mercado primario ha sido liderado por emisores que requerían una liquidez que no podían obtener en el mercado tradicional de bonos o de acciones. Esto ha llevado a una mayor diversificación del mercado de convertibles en otros sectores industriales, como el de las compañías aéreas y las empresas cuyos ingresos están estrechamente vinculados a la reanudación del tráfico aéreo (aeronáutica, comercio minorista especializado, agencias de viajes, etc.). Al mismo tiempo, el campo se ha abierto cada vez más a las empresas de la nueva economía, que se han beneficiado directamente de la crisis favoreciendo a los emisores en ámbitos como el sector de la comida a domicilio o el comercio online.
Europa, bien posicionada
Actualmente, consideramos que el universo de convertibles europeos sigue estando muy bien posicionado, sobre todo en términos relativos en comparación con otras áreas del mercado de convertibles, por tres factores:
Una zona de convexidad óptima: el universo de convertibles europeos ofrece una amplia gama de perfiles equilibrados, con una delta media (es decir, sensibilidad a la renta variable) en torno a 50, junto con una fuerte convexidad. Por el contrario, la delta en EE.UU. se sitúa en torno a 75 y en Japón, donde sigue siendo defensiva, en torno a 37.
Un sesgo growth menos marcado: mientras que el universo de convertibles de EE.UU. se concentra en gran medida en los emisores del sector tecnológico, Europa ofrece un fuerte equilibrio entre los emisores de los sectores llamados de «recuperación/reapertura» y los que están posicionados para captar los vientos de cola de temas como la digitalización, o incluso la transición energética. Además, más allá de las emisiones «verdes», que se han multiplicado, los emisores europeos están más avanzados a la hora de tener en cuenta las consideraciones ESG en comparación con los EE.UU., lo cual es ahora un aspecto esencial para los inversores.
Las valoraciones son atractivas: El universo europeo ofrece un descuento del 1% respecto a su valor teórico, mientras que el universo estadounidense de convertibles es fair value(3).
Adopción de la integración ESG
En Mirabaud consideramos que los criterios ESG desempeñan un papel importante en los convertibles. Nos permiten evaluar mejor los riesgos a corto y medio plazo atribuibles a los emisores por los impactos ESG. Cuando seleccionamos emisores, nos fijamos en criterios tanto financieros como extra financieros, con un enfoque totalmente integrado de los mismos como parte del proceso de inversión.
Los mejor de los dos mundos
Para los inversores que buscan exposición a las oportunidades de los mercados europeos, ya sea a través de la renta fija o de la renta variable, los convertibles ofrecen la estabilidad relativa de la renta fija con la capacidad de captar las subidas del mercado de renta variable.
Los convertibles son una clase de activo única, su naturaleza no puede replicarse combinando carteras separadas de renta fija y renta variable debido a la opción implícita en un convertible. Esto los hace especialmente atractivos para ayudar a diversificar el riesgo.
En Mirabaud Asset Management contamos con un fondo de convertibles globales, Mirabaud Sustainable Convertibles Global I cap. USD (ISIN LU0963989487), que lleva a cabo una gestión activa centrada en la convexidad. El fondo acumula una rentabilidad desde su lanzamiento de 77.00%(4), muy por encima del índice de referencia que se sitúa en el 56,81%(5). En 2019 y 2020 también superó a su índice, con un 16,63% frente a 13,22%, y un 33,58% contra un 22,84%, respectivamente.
Es importante destacar que su volatilidad anualizada (desde el lanzamiento) es del 6,99%. La excelente trayectoria del fondo le ha hecho merecedor de las 5 estrellas Morningstar. Está registrado en España y disponible en clase dólar y euro (cubierta), de capitalización y distribución. Además, cuenta con más de 500 partícipes, por lo que es traspasable.
Tribuna de Nicolas Crémieux, gerente principal de Mirabaud Sustainable Convertibles Global
Notas:
(1) Refinitiv European Focus Index (Hedged) EUR (2) Barclays CB research (3) Nomura CB Research, as at 30.04.2021 (4) 17/02/14-28/05/21 Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Para más información sobre rentabilidades históricas y riesgos asociados a este Subfondo, consulte la Sección la web www.mirabaud.com/es Rentabilidades anuales: 2020 +33,6% 2019 16,7% 2018 -6.3% (5) Refinitiv Global Focus Convertible Bond Index USD Hedged
Pixabay CC0 Public Domain. Deuda, digitalización y cambio climático: las preocupaciones de los bancos centrales más allá de la inflación
Los bancos centrales preparan sus reuniones de junio. La atención está puesta en el Banco Central Europeo (BCE), que se reúne esta semana con el foco en si habrá o no una reducción del programa de compras de activos a partir de este mes. El testigo pasará a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), cuya cita será el 15 y 16 de junio, quien sigue demostrando que no está preocupada por la inflación. Dos eventos relevantes que tienen de fondo la cumbre del G7 y sus propuestas.
La relevancia de las reuniones del BCE y la Fed se resumen en lo que BlackRock llama “el largo alcance de la revolución de la política monetaria”. En su comentario semanal, la gestora recuerda que la actual postura de los bancos centrales implica que “los tipos de interés se situarán en un nivel inferior al que descuenta el mercado, incluso en un contexto de aumento de la inflación a medio plazo”. En consecuencia, apunta que unos tipos más reducidos, “nos llevan a revisar al alza las rentabilidades esperadas en todas las clases de activos durante nuestro horizonte estratégico y acentúan nuestra preferencia por la renta variable en detrimento de la renta fija”.
Las gestoras y expertos coinciden en que este horizonte de tipos bajo se prolongará en el tiempo, ya que por ahora el mensaje está centrado en apoyar la recuperación económica. “Otro de los temas protagonistas en esas reuniones será la respuesta que los bancos centrales puedan poner en práctica ante las perspectivas de inflación. La inflación sigue siendo la piedra de toque de este año 2021”, apunta Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, y advierte que lo trascendental del asunto «es su carácter coyuntural o menos coyuntural».
Sobre esto último, y ajuzgar por sus palabras, los bancos centrales no tienen ningún deseo ni razón para temer las presiones inflacionistas. “Ya han reconocido que las cifras de inflación aumentarán considerable y probablemente incluso superarán los objetivos de inflación en los próximos meses. Este repunte es el resultado de las presiones temporales en algunos mercados con exceso de demanda reprimida (petróleo, metales industriales, patatas fritas y flete marítimo), señal de que la crisis económica se está revirtiendo rápidamente. Este es precisamente el objetivo de las políticas de estabilización. El pleno empleo está lejos de alcanzarse tanto en Estados Unidos como en Europa y no hay tensiones salariales. Además, las nuevas estrategias monetarias hacen hincapié de forma más o menos explícita en la necesidad de compensar la debilidad pasada de la inflación. Aparte del puro efecto de recuperación, no hay nada realmente alarmante en el repunte de los indicadores de inflación esperada. Apenas abierto, el debate sobre la reducción de las compras de activos (tapering) fue rápidamente cerrado de nuevo por la Fed. No tiene sentido alimentar la volatilidad en los mercados. Por el momento, no hay indicios de que la Fed se oponga a la inclinación de la curva de rendimiento. Esta es la señal misma de que la reflación está en marcha”, añade Bruno Cavalier, economista jefe de ODDO BHF.
Según destaca Marcus Weston, gestor de renta fija de JK Capital Management, firma del grupo La Française, las políticas monetarias y fiscales de la mayoría de las principales economías desarrolladas del mundo mantendrán el actual rumbo expansivo, al menos hasta que veamos si el aumento de la inflación resulta ser realmente «temporal» o no.
“Una vez más, la excepción más llamativa es China. Sin el lastre de los brotes de virus incontrolados y los cierres de negocios, China ha sido la primera economía importante en endurecer sus políticas financieras tras la pandemia. Esto quedó aún más patente después de que el Banco Popular de China publicara sus estadísticas mensuales de préstamos y financiación social de abril, que no sólo mostraron un nuevo descenso del crecimiento del crédito en la segunda economía más importante del mundo, sino una desaceleración que superó las expectativas del mercado. La desaceleración del crédito ha sido muy marcada. De hecho, China ha seguido una senda de desapalancamiento desde 2018 y el retroceso del año pasado solo se consideró temporal para hacer frente a los efectos iniciales del COVID-19”, explica Weston.
Más allá de la inflación y la política monetaria
En opinión de Fabrizio Pagani, director global de economía y estrategia de mercados de capitales de Muzinich & Co, apunta que hay otros factores que están transformando las estrategias de los bancos centrales: la deuda, la digitalización del dinero y el cambio climático. Además, considera que la respuesta de los principales bancos centrales a dichos retos provocará cambios importantes en la naturaleza de la política monetaria y en la función o el rol que estos asumen en la economía y en la sociedad.
Sobre la deuda, Pagani explica que “en la última década, los balances de los bancos centrales han crecido de forma espectacular”. Por ejemplo, el BCE y la Fed acabarán poseyendo entre el 25% y el 30% de la deuda de sus gobiernos, y el Banco de Japón más del 40%. Según el experto, cuestiones existenciales se ciernen sobre esta deuda como la duración de la prórroga de los programas de compra actuales o si se convertirá esta deuda en perpetua o incluso se anulará como algunos lo han propuesto. “Existe una incertidumbre generalizada sobre el papel que desempeñarán a largo plazo los bancos centrales ante los crecientes niveles de endeudamiento de los gobiernos y la cada vez mayor cantidad de deuda soberana que poseen” asegura Pagani.
En segundo lugar, respecto a la digitalización, advierte de que “el reto para los bancos centrales será combinar el mundo de las tecnologías digitales, que evoluciona rápidamente, con el mandato de estabilidad que se les ha encomendado”. Además, “es necesario un gran trabajo de preparación y hay numerosas cuestiones por resolver, como el acceso, la privacidad, la seguridad, la lucha contra el blanqueo de dinero, las posibles restricciones de uso, la remuneración, etc.”. Por otra parte, destaca que “el sistema bancario también se verá profundamente afectado, con la posibilidad de una drástica desintermediación de los bancos comerciales”.
Y en último lugar, señala: “La lucha contra el cambio climático parece estar más allá de las competencias de los bancos centrales. Sin embargo, el cambio climático tiene un impacto en la economía, incluso en la estabilidad financiera y en la de los precios. Por lo tanto, existe un creciente consenso en que los bancos centrales, sin ser los actores principales, deben desempeñar un papel. Este papel, que muchos defienden como parte de la movilización de toda la sociedad contra el cambio climático, podría ser transversal a la política monetaria, la estabilidad financiera, la regulación y la supervisión prudencial”.
Como conclusión, el experto sostiene que “los bancos centrales deben encontrar nuevos caminos que, sin comprometer su neutralidad en el mercado, les permitan tomar medidas contra esta amenaza”.
Pixabay CC0 Public Domain. State Street Global Advisers lanza 3 ETF sobre los indices S&P Dividend Aristocrats ESG
State Street Global Advisors, la división de gestión de activos de State Street Corporation, ha anunciado el lanzamiento de tres nuevos vehículos de inversión de renta variable internacional. En concreto se trata del S&P Global Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF, el SPDR S&P Euro Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF y el SPDR S&P U.S. Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF.
Además, S&P Dividend Aristocrats, una marca internacional de índices de dividendos, amplía su gama con nuevos vehículos para la asignación de carteras a estrategias ESG a través de sus índices S&P ESG Dividend Aristocrats de reciente lanzamiento. Los fondos replicarán la rentabilidad de determinados valores de renta variable de alto rendimiento que han sido emitidos por las empresas en la Eurozona, Estados Unidos y globales.
Los filtros ESG añaden un elemento adicional de sostenibilidad a la gama de índices Aristocrats. El crecimiento del dividendo, que sustenta la filosofía de inversión de la gama Aristocrats, se considera un criterio consolidado para asignar carteras a este factor; un ‘overlay’ ESG podría aumentar considerablemente la resiliencia de la estrategia.
Mejora del rendimiento
Como demostración de su resiliencia, las versiones ESG de los SPDR Dividend Aristocrats generaron rentabilidades superiores durante el periodo de recuperación en 2020 (posterior a las caídas del mercado impulsadas por la pandemia), mientras las estrategias convencionales de dividendos, que tradicionalmente han desempeñado un papel defensivo en carteras de inversión, tuvieron un año difícil con recortes significativos y rendimientos inferiores.
Los índices miden la rentabilidad de las acciones de alto rendimiento que cotizan en los mercados global, EE.UU. y la Eurozona que cumplen con los requisitos de participación definidos en la metodología de los índices Dividend Aristocrats; asimismo, pretenden descartar determinados valores en función de sus características ESG, considerando tanto su calificación en materiade ESG como su implicación en determinados industrias controvertidas. Los restantes títulos se ponderan en función de la cuantía de sus dividendos.
«Conforme el apetito de los inversores por contar con soluciones ESG de bajo coste aumenta día a día, la nueva gama de SPDR ETF impulsará el acceso a estrategias de rentas de calidad con conciencia. Con exposición a diferentes regiones, el inversor dispone de nuevas herramientas para mejorar la diversificación de sus carteras ESG con estrategias que aportan estabilidad de dividendos que cumplan simultáneamente con los requisitos de una inversión sostenible”, explica Ana Concejero, directora de SPDR para España.
En un mundo de tipos de interés en mínimos y de TIRes de la deuda bajas, los mercados de deuda high yield podrían tener más capacidad de proporcionar lo que tantos inversores desean con ansia: rentas atractivas. En los últimos años, a los inversores les ha resultado más difícil lograr tal flujo de rentas de sus carteras, ya que los tipos de interés siguen cerca de cero y son incluso negativos en muchas áreas del mercado. Esto ha llevado a muchos a buscar más allá de los depósitos bancarios y de los bonos tradicionales de mayor calidad, y la deuda high yield ganado popularidad como clase de activos.
Concentrándose en bonos flotantes (FRN, por sus siglas inglesas), los inversores pueden protegerse de los efectos negativos de la subida de las TIRes de la deuda sobre el valor de los bonos a tipo fijo. Como se ha visto recientemente en los mercados europeo y estadounidense, las expectativas de mayor inflación suelen propiciar subidas de las TIRes, y por consiguiente, caídas de las cotizaciones. En este contexto cabe preguntarse: ¿Qué espera el mercado? ¿Y pueden cambiar estas expectativas? Estas dos cuestiones determinarán la volatilidad en el mercado de deuda a tipo fijo. Si a los inversores les preocupa que estos altibajos puedan afectar a sus bonos en cartera, los FRN podrían brindarles resguardo frente a condiciones tormentosas en otros segmentos del mercado de renta fija. Los inversores en FRN también podrían beneficiarse de eventuales subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para amortiguar la inflación, al aumentar asimismo los intereses aportados por sus posiciones.
Los mercados high yield conllevan más riesgo que los de deuda con grado de inversión, con lo que preferimos adoptar un enfoque relativamente conservador de FRN high yield, para ayudar a reducir la volatilidad del perfil de rentabilidad para nuestros clientes. Junto a esta cautela en torno a los sectores de mercado más sensibles a la economía, seguimos concentrados en el segmento de emisiones senior garantizadas. Estos instrumentos pueden brindar una mayor protección al inversor en el caso de que su emisor incumpla o tenga dificultades para realizar pagos asociados con su deuda: además de estar garantizados por activos del emisor, tienen prioridad sobre los bonos subordinados en el proceso de recuperación.
En nuestra opinión, la clase de activos representa una oportunidad interesante en un entorno de tipos de interés y TIRes en niveles bajos. La perspectiva limitada de nuevas caídas de los niveles de renta podría restar atractivo a las estrategias concentradas en bonos a tipo fijo. Los emisores high yield suelen mostrar una buena evolución cuando las actividad económica mejora, lo cual les permite satisfacer más cómodamente sus obligaciones de servicio de deuda. A medida que continúa la recuperación económica de la pandemia de COVID-19, es probable que mejore el entorno para las empresas. Dicho esto, creemos que el mercado ya descuenta gran parte de esta buena noticia, con lo que sopesamos cuidadosamente dónde invertimos.
Nuestro extenso y experimentado equipo de análisis de crédito nos ayuda a identificar las mejores oportunidades en el mercado (incluida la deuda a tipo fijo), y además podemos utilizar derivados para aislar específicamente el elemento de crédito que buscamos de un bono, eliminando exposición no deseada a las TIRes de la deuda. Creemos que la estrategia puede ofrecer a los inversores una oportunidad bien diversificada para lograr un nivel de rentabilidad atractivo en un entorno de tipos de interés bajos: está protegida de los efectos negativos que pueden tener unas TIRes crecientes en las estrategias de deuda a tipo fijo, y de hecho podría beneficiarse de una eventual subida del precio del dinero.
Columna de James Tomlins, gestor del fondo de bonos flotantes de M&G Investments.
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Foto cedidaBorja Martínez-Laredo, banquero senior para el equipo de Oriente Medio de JP Morgan Private Bank.. Borja Martínez-Laredo se une a JP Morgan Private Bank como banquero senior para el equipo de Oriente Medio
JP Morgan Private Bank ha anunciado la incorporación de Borja Martínez-Laredo como banquero senior y managing director de la región de Oriente Medio, norte de África y Turquía (MENAT, por sus siglas en inglés).
Según indica la entidad, Martínez-Laredo formará parte del equipo de MENAT que está ubicado en Ginebra. “Su amplia experiencia y perspicacia para los negocios será una gran cualidad a sumar en nuestro equipo”, indican desde la JP Morgan Private Bank.
Martínez-Laredo cuenta con una dilata experiencia en la industria de gestión y banca. En particular destacan sus más de ocho años como director de UBS y puesto como CEO en Carbures, que ocupó durante casi dos años. Se incorpora a JP Morgan Private Bank desde Airtificial, compañía resultante de la integración de Carbures e Inypsa, donde ocupó el cargo de CEO hasta septiembre de 2019 y ha sido miembro de Junta Directiva.
Foto cedidaSe de BBVA en Madrid, España. . BBVA iluminará sus sedes en el mundo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente
La noche del 5 de junio, BBVA iluminará de verde sus sedes corporativas de España, México, Argentina, Perú y Turquía para sumarse así a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo objetivo es concienciar a la sociedad sobre la importancia de garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales.
“El verde es el color que habitualmente se asocia con el medio ambiente y su cuidado. Al iluminar sus principales sedes corporativas con este color, BBVA expresa, de forma simbólica, el compromiso que desde hace muchos años ha adquirido en la lucha contra el cambio climático. Y es que fue hace 23 años, en 1998, cuando el banco se adhirió a UNEP FI, (United Nations Environment Programme-Finance Initiative) un programa ambiental de Naciones Unidas cuya misión es movilizar a la industria financiera para contribuir al desarrollo sostenible”, explican desde BBVA
Desde entonces, la entidad ha ido reforzando ese compromiso con múltiples acciones, adhesiones y alianzas con organizaciones supranacionales. Así, se adhirió en 2002 al Pacto Mundial de Naciones Unidas y posteriormente, en 2004, adoptó los Principios de Ecuador. Y en 2007, BBVA arrancaba su impulso a la financiación sostenible participando en la primera emisión de un bono verde cuyo emisor fue el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
En 2008, el plan de pensiones de empleados en España fue el primero en suscribir los Principios de Inversión Responsable. Una década después, la entidad presentó su Compromiso 2025 para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y los retos derivados del Acuerdo de París sobre el Clima. Un compromiso de movilizar 100.000 millones de euros en financiación sostenible.
El proceso culminó a comienzos de 2020 cuando BBVA incorpora a la sostenibilidad entre sus prioridades estratégicas. Así, desde 2020 el banco es neutro en emisiones directas de carbono, y en la Junta General de Accionistas celebrada en abril anunció su compromiso de serlo también en las indirectas en 2050, teniendo en cuenta el impacto en emisiones que tienen sus clientes. Este hito supone alinearse con el escenario más ambicioso del Acuerdo de París (limitar el incremento de las temperaturas a 1,5ºC respecto a los niveles anteriores a la revolución industrial). Con ello, BBVA se adelanta en 20 años el escenario base del Acuerdo de París, de 2ºC.
A día de hoy la actividad del banco en materia sostenible sigue creciendo. En este sentido, y aprovechando la celebración del Día Mundial del Medioambiente, BBVA ha anunciado su adhesión a PCAF, la alianza para medir las emisiones de carbono financiadas por los bancos. Además, la entidad se ha incorporado recientemente como uno de los miembros fundadores a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés) en la que los bancos adheridos se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite.
BBVA también ha hecho público que dejará de financiar empresas relacionadas con el carbón antes de 2030 en países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países. BBVA es el banco más sostenible de Europa y el segundo del mundo, según el Dow Jones Sustainability Index.
Foto cedida. La ESG marca el gran salto en el compromiso de las gestoras con la biodiversidad
En el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra mañana 5 de junio y que este año tiene a Pakistán como país anfitrión, se exigen acciones urgentes para devolverle la vida a los ecosistemas dañados. De hecho, la biodiversidad y la actividad económica están estrechamente relacionadas. Se calcula que la pérdida de naturaleza podría afectar a más de la mitad del PIB mundial, que asciende a 44 billones de dólares.
“La adopción de medidas a favor de la naturaleza puede ayudar a cambiar la situación, generar miles de millones de dólares en oportunidades de negocio y crear millones de puestos de trabajo. La falta de actuación, por el contrario, puede llevar a la aparición de varios riesgos sistémicos: el deterioro y la desestabilización de los ecosistemas provocarían sequías, hambrunas y enfermedades, así como las inevitables migraciones masivas y conflictos que acompañan a estos desastres, inesperados pero previsibles”, advierten desde BNP Paribas AM.
En este contexto, las gestoras defienden el papel catalizador que la inversión sostenible y bajo criterios ESG tiene para preservar la biodiversidad de nuestro planeta. “Las cuestiones medioambientales, que abarcan desde el cambio climático hasta la biodiversidad, pasando por la contaminación local, las cepas microbianas resistentes a los antibióticos y las pandemias mundiales ocupan un lugar destacado en la inversión ESG. Aunque la importancia financiera a corto plazo de las cuestiones medioambientales puede variar de un caso a otro, siempre tenemos la obligación, como inversores responsables, de tenerlas en cuenta. Y, siempre que sea posible, mitigar los riesgos medioambientales que veamos. Una forma de hacerlo es crear coaliciones entre inversores para lograr el cambio”, apunta Eric Pedersen, director de inversiones responsables en Nordea Asset Management.
Un ejemplo de este espíritu de coalición es la iniciativa Finance for Biodiversity Pledge, que implica un compromiso y que ha sido firmado por 55 compañías del sector financiero que representan 9 billones de dólares en activos bajo gestión. “Se trata de una increíble fuerza sobre el progreso que la industria financiera está realizando para combatir el riesgo sistémico que representa la pérdida de biodiversidad a nivel mundial”, destaca Peter van der Werf, director senior de participación y propiedad activa de Robeco, quien considera que este Día Mundial del Medio Ambiente “es un buen momento para hacer un balance de las iniciativas que todas las partes interesadas a nivel global deberían considerar para proteger el medio ambiente”.
En este sentido, Van der Werf añade: “Estamos convencidos de que los esfuerzos concertados de la industria financiera mundial pueden facilitar de forma significativa poder cumplir con los compromisos del Marco Mundial de la Biodiversidad que se negociará en la COP 15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Kunming a finales de este año. Asuntos como las pérdidas netas para 2030 y la biodiversidad positiva neta para 2050 no estarán sobre la mesa, pero todos los signatarios del Compromiso de Financiación para la Diversidad Biológica trabajarán para cumplir estos compromisos de manera colectiva. Debemos actuar ahora y alentar a todas las instituciones a que desempeñen el papel que les corresponde”.
Desde La Financière de l’Echiquier (LFDE) destacan que participar en esta iniciativa ha ayudado a la formalización de su estrategia climática, lo cual tiene una traducción pragmática. Por ejemplo, para controlar mejor su exposición a los riesgos climáticos, LFDE pretende evaluar los riesgos físicos y de transición de sus fondos ISR de aquí a finales de 2021 y del resto de fondos de aquí a finales de 2022. La medición de la huella de carbono se ampliará al alcance en todos los fondos y la medición de la parte verde será acorde con la taxonomía europea. Según indica la gestora, estas mediciones estarán operativas a finales de 2021.
“La protección de la biodiversidad es una cuestión urgente y de primer orden, al mismo nivel que la lucha contra el cambio climático. La movilización de LFDE en favor de Finance for Biodiversity Foundation y las inversiones de impacto en los mercados cotizados subrayan nuestra voluntad de reforzar nuestro diálogo con las empresas, que son eslabones esenciales de la protección de la biodiversidad”, afirma Bettina Ducat, directora general de La Financière de l’Echiquier.
Según la experiencia de las gestoras, trabajar dentro de estos compromisos internacionales son un paso clave para la orientación de sus negocios, pero es necesario un mayor consenso sobre todo a la hora de medir la biodiversidad. En 2002 se fijaron determinados objetivos para reducir la pérdida de biodiversidad en 2010, ya que se definió un plan estratégico 2011-2020. Ahora, la COP 15 debería revisar un marco posterior a 2020 para la Década de la Biodiversidad de la ONU. En opinión de Ophélie Mortier, estratega de inversión responsable en DPAM, “hay que definir objetivos concretos e indicadores que se puedan captar y medir. Actualmente, los países informan cada cuatro años sobre el tema, pero esta información no se utiliza a nivel internacional. Falta responsabilidad global para una mayor cooperación y transparencia. Es clave implementar una taxonomía sobre lo que es dañino para la biodiversidad y detener los subsidios a estas actividades.»
Con este marco de fondo, el verdadero reto está en que las inversiones estén alineadas con estos compromisos y, en este sentido, una clave importante es la aplicación de criterios ESG en los fondos. Según Bank of America, 4 de cada 10 dólares de las entradas de capital mundial se destinan a ESG. Además, casi el 80% de los encuestados por el banco están interesados en tener en cuenta los aspectos ASG en sus inversiones, mientras que el 29% de los 1.000 inversores en 2020 dijeron que la pandemia les ha hecho creer aún más firmemente que las cuestiones ASG son importantes.
“Los inversores de todo el mundo están incorporando las cuestiones ESG de varias maneras. Una de ellas es a nivel de la empresa de gestión de activos. Otra consiste en excluir las inversiones en función de su puntuación ESG. Otros inversores se dedican a la inversión temática en materia de ESG en empresas con sólidas prácticas de ESG o a la inversión de impacto en empresas que tratan de impulsar un cambio específico en estas materias. Y lo que es más importante, algunos inversores se comprometen directamente con las empresas para instarlas a mejorar sus prácticas ESG”, resumen desde Alger, socio del Grupo La Française.
Según explica la entidad, “tras los intercambios con las autoridades reguladoras en relación con la propuesta de venta por parte de Natixis IM de su participación en H2O AM, Natixis IM y H2O AM están trabajando para modificar la transacción propuesta con el fin de completar la disolución de su asociación, garantizando al mismo tiempo una transición ordenada en interés de los inversores de H2O AM”.
Por lo tanto, el mercado tendrá que esperar a que se informe sobre un nuevo calendario para ejecutar esta venta y saber cómo acaba una relación que se torció a raíz de los acontecimiento de en junio de 2019.
*En el caso de España, el negocio de H2O apenas supone un 1,5% del total en el país.