Morgan Stanley ascendió a Ricardo Ávila, de su cargo de senior vice president a executive director en Miami.
El advisor que tiene más de 16 años de experiencia con clientes latinoamericanos llegó a la wirehouse en agosto de este año, procedente de Santander, junto a Francisco Salazar y Jaime Pérez Montes. El equipo se sumó a la oficina de Brickell avenue en Miami, informó Funds Society.
Previo a Santander estuvo registrado en Coutts SecuritiesInc en Miami, según su historial de Brokercheck.
Tiene una licenciatura en Business por la Universidad de Miami y posteriormente se acreditó como Executive Private Banker por el London School of Economics and Political Science.
Morgan Stanley ha incorporado un gran número de banqueros, entre ellos, se destaca también proveniente de Santander, la contratación de Carlos Mercadal. El veterano advisor trabaja en la formación de un equipo en Miami para cubrir el mercado mexicano.
A medida que pasamos página hacia 2021, dejando atrás el año más disruptivo para nuestra generación, es un gran placer que desde Funds Society podamos contribuir a cierta normalidad presentando la quinta edición de nuestra Asset Manager’s Guide NRI, un completo listado de gestión de activos. empresas que ofrecen soluciones de inversión OICVM a profesionales de la inversión en el sector de la gestión patrimonial no residente.
Por una vez en la historia reciente, ni el sector financiero ni los mercados han sido la fuente de esta crisis. Por el contrario, los bancos y las empresas de inversión han sido parte de la solución. 2020 trajo importantes fusiones en la industria de la gestión de activos, pero también lo hicieron el año anterior y el anterior.
La relevancia de contar con equipos de desarrollo de negocios locales en un año en el que viajar ha sido casi imposible probablemente ha acelerado nuevos acuerdos con distribuidores que están ganando peso en la industria. La tecnología nos ha ayudado a hacer el resto, y entre las reuniones de zoom y las cumbres virtuales, las empresas de gestión de activos han podido realizar negocios de forma «casi normal».
También es necesario señalar otra tendencia que ha sido identificada recientemente por una encuesta realizada por CFA Institute como una de las más importantes para la próxima década: la Inversión Sostenible. Finalmente estamos invirtiendo en la forma en que vivimos, con la esperanza de hacer de este mundo un lugar mejor para las generaciones venideras, mientras producimos al mismo tiempo beneficios saludables para nuestros clientes. Y la buena noticia es que cada día se trata más de una tendencia impulsada por la demanda y menos de una imposición regulatoria.
Para ayudarlo a mapear el mercado de NRI de gestión de activos, enumeramos casi 58 empresas internacionales de gestión de activos que hacen negocios en el mercado de NRI a través de su gama de productos UCITS y sus contactos.
También presentamos información adicional de 17 de estas firmas que exponen su propuesta de negocios para la región de las Américas.
Realmente esperamos que esta guía sea una herramienta útil para todos ustedes, pero sobre todo, esperamos poder verlos a todos en persona pronto.
Tabula Investment Management, proveedor europeo de ETFs de renta fija, ha reforzado su equipo de negocio con la incorporación, a finales de diciembre de 2020, de Stefan Garcia al cargo de Managing. Según explica la firma, García ayudará a “impulsar el crecimiento continuo de la compañía”.
Stefan García se incorpora a Tabula IM desde City Financial, donde ocupó el cargo de jefe de distribución global y dirigió un importante equipo de 10 personas para la distribución global y las relaciones con los inversores, que recaudó más de 1.000 millones de dólares de capital nuevo para estrategias alternativas. Antes de unirse a City Financial, Stefan fue director general y codirector de Europa, Oriente Medio y África en Source, a la que se unió cuando se fundó en 2009, ayudando a convertirlo en uno de los mayores negocios de ETF en Europa con más de 25.000 millones de dólares en activos. En Source fue responsable de la distribución y ayudó a dirigir un equipo de 30 vendedores. Tiene un MBA de la London Business School y es licenciado en Economía por la Universidad de Brown.
Michael John Lytle, CEO de Tabula IM, ha mostrado su satisfacción por la incorporación de Garcia a la firma. “Stefan y yo pasamos más de seis años trabajando juntos en la construcción de Source, que fue comprada por Invesco en 2017. Es un excelente vendedor, un experimentado constructor de negocios y un alto ejecutivo de gestión de activos con un enfoque empresarial. Nuestra relación con los inversores es fundamental para nuestro éxito a largo plazo. Stefan entiende cómo construir y cultivar relaciones duraderas y altamente eficaces con los clientes. También comprende la importancia de ser capaz de escalar y sistematizar las relaciones», ha destacado Lytle.
Por su parte, Stefan Garcia, ya como Managing Director de Tabula IM, ha destacado: “Tabula se ha convertido en una compañía líder en el espacio de ETFs de renta fija, con una creciente gama de productos únicos. Espero con interés trabajar el excepcional equipo de Tabula para ampliar el negocio, con un enfoque particular en la intersección de la renta fija y la ESG».
Funds Society acaba de lanzar el número 25 de su revista Américas, disponible en versión digital y en vías de distribución en Estados Unidos, Chile, Uruguay y México.
Les presentamos una versión en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos.
Funds Society acaba de lanzar el número 25 de su revista Américas, disponible en versión digital y en vías de distribución en Estados Unidos, Chile, Uruguay y México.
Les presentamos una versión en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos.
Polar Capital ha anunciado un acuerdo para adquirir el 100% de Dalton Capital, sociedad matriz de Dalton Strategic Partnership, por 15,6 millones de libras (17 millones de euros, aproximadamente). Dalton Capital es una gestora británica con sede en el Reino Unido y con 1.240 millones de libras en activos bajo gestión.
La operación, que aún está pendiente de las correspondientes aprobaciones regulatorias, tienen un “sólido fundamento estratégico para Polar Capital”, según señalan, en línea con su estrategia de crecimiento y diversificación. Con esta operación, de la que queda excluido el Fondo Velox -que está en la plataforma Dalton pero no forma parte de esta transacción-, pero sí incluye el Melchior European Opportunities Fund, Polar Capital amplía su equipo y capacidades en renta variable europea.
También le permitirá mejorar y ampliar su distribución a inversores mayoristas e institucionales, en particular en el mercado alemán. La adquisición incluye el actual paraguas de la SICAV de Luxemburgo, que ayudará a la gama de productos de Polar Capital para la distribución internacional.
«La adquisición de Dalton Strategic Partnership es un paso más en nuestra estrategia de crecimiento y diversificación, y es un excelente encaje estratégico, geográfico y cultural con nuestro negocio. Nos ofrece una mayor escala, nuevas capacidades y un mayor alcance de distribución en Europa, así como equipos de inversión muy experimentados con un buen historial. Además, nos proporcionará a nuestra primera SICAV de Luxemburgo», ha señalado Gavin Rochussen, CEO de Polar Capital.
La operación asciende a 15,6 millones de libras esterlinas, que se pagarán en una contraprestación inicial de 8,3 millones de libras esterlinas, de las cuales 7,8 millones se abonarán en efectivo con cargo a los recursos existentes de Polar Capital y 0,5 millones en acciones de Polar Capital. Además, habrá otra contraprestación en efectivo diferida de unos 7,3 millones de libras esterlinas, que se pagarán 12 meses después de la finalización y cuyo importe estará vinculado al valor de los activos bajo gestión de ese momento.
Por su parte, Nick Mottram, CEO de Dalton, ha destacado el buen encaje que tienen las dos compañías. “Hace tiempo que estamos impresionados por la fuerte orientación al cliente, la propuesta y las aspiraciones de crecimiento de Polar Capital y estamos encantados de unirnos al Grupo. Los gestores de nuestras dos estrategias de inversión clave, David Robinson y Leonard Charlton, están comprometidos y entusiasmados con esta operación y la oportunidad que les proporcionará para seguir desarrollando sus propuestas de inversión”.
Se estima que la operación se complete en el primer trimestre de 2021 tras la transición del negocio de Dalton Strategic Partnership a la plataforma de Polar Capital durante el segundo trimestre de 2021.
El patrimonio del grupo conformado por los 100 mayores propietarios de activos del mundo (G100) creció en 2019 un 6% frente al ejercicio anterior, hasta superar los 20 billones de dólares, según el reciente análisis Top 100 Asset Owners/ The most influential capital on the planet, elaborado por el Thinking Ahead Institute.
El informe muestra que la media de activos bajo gestión se situó en 2019 en 111.800 millones de dólares, lo que supone un aumento con respecto a los 102.900 millones de dólares del año anterior. Los 20 principales fondos suman 11 billones de dólares y representan el 54,4% de los activos en el ranking. El Government Pension Investment Fund de Japón continúa liderando el G100, con una media de 1,6 billones de dólares en activos. Le siguen el Government Pension Fund noruego (algo más de 1 billón de dólares de activos) y el surcoreano Government Pension Fund, (con cerca de 640.000 millones de activos).
En palabras de Raúl Mateos, Head of Advisory en el área de Investments de Willis Towers Watson en España, “los 100 propietarios de activos más grandes del mundo tienen la responsabilidad sobre más de un tercio de todo el patrimonio, lo cual demuestra la gran influencia que éstos tienen sobre el mundo de las inversiones y la responsabilidad de tomar iniciativas que guíen los pasos del conjunto del mercado”.
Según el análisis, el G100 se ha convertido en líder en la integración de la sostenibilidad y en ser inversores más activos, que consideren el impacto que tienen sus inversiones en el mundo real. Estas estrategias incluyen elementos nuevos, tales como: informar sobre los impactos de sus estrategias de inversión (a través del marco de la TCFD y los ODS); reducir las emisiones de carbono de las carteras e invertir en activos que apoyen la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono; y concebir y aplicar estrategias de transición climática que se ajusten al Acuerdo de París.
«En uno de los puntos culminantes del análisis del G100, hemos observado que los fondos están siguiendo estrategias que contribuyen a lograr los objetivos financieros con el menor riesgo posible, pero buscando la sostenibilidad en el medio y largo plazo. Esto es coherente con una nueva era de la sostenibilidad -que hemos denominado como 3.0- que es fundamentalmente diferente de las visiones previas en el sentido de que se considera el impacto de las inversiones, al tiempo que se busca ofrecer mejores resultados para los inversores y ahorradores», afirma Mateos.
El documento indica además que estas estrategias son más colaborativas y suponen acercarse a distintos grupos de la industria, como los Principios de Inversión Responsable (PRI) y la Net-Zero Asset Owner Alliance, y mejorar los resultados financieros a largo plazo
En este sentido, María Pedreño, Lead Associate de Investments en Willis Towers Watson, señala además que «un creciente número de los inversores del G100 están siguiendo los pasos de los estados y las corporaciones en su intención de alinearse con el Acuerdo de París y cumplir con el objetivo de cero emisiones para 2050, a través de sus carteras de inversión. Se trata de un objetivo ambicioso y requerirá nuevos tipos de mandatos de inversión que incorporen explícitamente una nueva dimensión de la inversión después la rentabilidad y el riesgo: el impacto»
El análisis también pone de relieve otros desafíos actuales de los inversores institucionales, entre los que se incluyen el replanteamiento de la misión, visión y valores de los inversores, así como los consiguientes cambios en la estrategia y la cultura; o la optimización de las estructuras de gobierno interno.
El mensaje que deja 2020 es que las reglas están cambiando. La política fiscal y monetaria tradicional ha sido sustituida por medidas excepcionales para sostener las economías y proteger el empleo ante la pandemia global, mientras que las relaciones cada vez más antagónicas entre los países han iniciado una era de fuerte incertidumbre macroeconómica y política.
David Elms, director de inversiones alternativas diversificadas en Janus Henderson Investors, junto con Steve Cain y Aneet Chachr, gestores de inversiones alternativas diversificadas, analizan el impacto de 2020 en los mercados de inversión. Además, examinan los aspectos que consideran como riesgos (y oportunidades) potenciales para los inversores a medida que se avanza hacia 2021 y explican por qué creen que los inversores deberían mirar más allá de las inversiones tradicionales para lograr una diversificación real y reducir la volatilidad.
Según sus consideraciones, hasta 2020, el contexto del mercado era favorable: acciones estadounidenses en máximos históricos, desempleo en mínimos también históricos en EE.UU. y unos índices de volatilidad implícita estabilizados en niveles muy bajos. Las primeras noticias sobre la propagación de un virus en China apenas tuvieron impacto. En su opinión, los mercados no estaban preparados para una sorpresa.
Las elecciones estadounidenses han sido seguidas muy de cerca en todo el mundo y con un bombardeo de datos, sondeos, mapas de previsiones y opiniones sobre todos los resultados posibles. El índice de volatilidad de la renta variable (VIX) cerró su nivel más alto antes de unas elecciones y los mercados estaban preparados para una sorpresa. El resultado electoral fue ajustado en varios estados y Donald Trump rechazó acaloradamente el resultado. En cualquier otro año, esto habría provocado una crisis constitucional, pero en 2020 ya nadie se inmuta ante determinadas demandas y tuits.
Sin embargo, los movimientos reales del mercado han sido, objetivamente, muy volátiles: el índice S&P 500® registró su mayor subida de la historia el día después de las elecciones estadounidenses, seguida en pocos días por el mayor avance del value frente al growth tras el anuncio de la vacuna de Pfizer. Pero en 2020 ya estamos prácticamente vacunados contra las sorpresas y, salvo que alienígenas llegaran a la Tierra, poco más podría sorprendernos de verdad.
Algo de precaución puede ser bueno, al hacernos más resistentes. Por ejemplo, las tasas de ahorro de las familias se han incrementado (en general), el apalancamiento de las carteras ha disminuido y los países podrán resistir mejor a futuros shocks en los viajes y la cadena de suministro.
En Janus Henderson Investors se espera que la volatilidad, tanto implícita como materializada, probablemente se mantenga alta en el complicado periodo de cambio tras el COVID-19. Sin embargo, hay indicios de que los efectos excepcionales extremos pueden evitarse. Las elecciones estadounidenses han tenido como resultado una parálisis política, aunque parece probable que el Congreso acordará un nuevo gasto si los mercados vuelven a desplomarse. La situación de la pandemia está empeorando rápidamente en la mayor parte del mundo, pero hay muchas vacunas en marcha para 2021.
La excesiva vigilancia y la preocupación pueden provocar reacciones exageradas, aumentando la volatilidad a corto plazo, pero también hacen menos probable un shock total inesperado. Desde el punto de vista del mercado, la memoria de 2020 provocará desajustes y oportunidades periódicos pasajeros, ya que, como resulta comprensible, los inversores temen quemarse de nuevo.
En 2021, la volatilidad probablemente continuará, aunque con menos sorpresas. Aunque, por otro lado, todas las previsiones para 2020 resultaron inútiles.
Riesgo de inflación… ¿Y qué?
Una parte importante del papel de Janus Henderson como gestores de inversión es mirar más allá y explorar el mundo en busca del riesgo que pudiera afectar significativamente a sus estrategias, pero que no se refleja adecuadamente en la matriz de los precios de los distintos activos del mercado.
Mirando al horizonte (tanto cercano como lejano), se observa un riesgo importante para las carteras de muchos inversores, que es percibida como una oportunidad para cubrir o asumir riesgo. En concreto, «inflación».
Los argumentos a favor de los tipos de interés «más bajos durante más tiempo» en los mercados son de sobra conocidos y los bancos centrales dicen que van a gestionar los tipos de interés para mantenerlos bajos durante cierto tiempo, pase lo que pase. Pero, en ese contexto, se debe hacer la siguiente pregunta: ¿Qué pasa si los tipos de interés suben, no solo unos puntos básicos sino varios puntos porcentuales?
Pero ¿por qué tendrían que subir?
La historia puede dar una idea. En 1941, los tipos de interés tocaron fondo, no al final de la guerra, sino cuando EE.UU. se vio arrastrada al intervenir en el conflicto. Podría decirse que, en ese momento, el mercado empezó a descontar el desenlace de la guerra. Había enormes obstáculos por delante, la victoria debía lograrse, pero los mercados sentían que el resultado estaba claro. El periodo de auge posterior a la II Guerra Mundial sentó los cimientos de la gran inflación (1965-1982), como se ve en el gráfico 2, con la consiguiente subida de los tipos de interés estadounidenses hasta el máximo histórico del 20% en marzo de 1980.
Ahora, vamos a suponer que la noticia sobre el desarrollo de una vacuna que suponga un punto de inflexión sea el equivalente a 1941. La batalla contra el COVID-19 aún debe ganarse, se sigue haciendo frente a los enormes desafíos logísticos que supondrá la fabricación, la entrega y la vacunación a escala global, pero con varias vacunas potenciales en desarrollo el resultado ahora está más claro.
Sin embargo, en 2020 se han visto medidas de estímulo de tal magnitud que podrían ser prácticamente imposibles de revertir. Esta política fiscal alcanza niveles similares a los de la guerra, cuando los países recurrieron a imprimir enormes cantidades de dinero para cubrir los costes. ¿Qué sucede si se empieza a descontar un periodo de auge como el de los años posteriores a la guerra? ¿Qué sucede si el mundo se entrega a la fiesta como si estuviéramos otra vez en 1920, tras el fin de la pandemia causada por la «gripe española»? Puede que entonces, y dado el riesgo potencial del exceso de estímulo, sería difícil mantener los tipos de interés tan bajos como ahora, durante el tiempo que se espera. La fiesta podría durar por tanto poco…
El riesgo de este escenario no parece reflejado en la volatilidad de los tipos, lo que ofrece oportunidades de cobertura a precios atractivos, dado el riesgo potencial de este resultado. Si el mercado no puede ver el rumbo, no puede descontar el riesgo debidamente.
Riesgo de correlación… ¿Y qué?
En las últimas dos décadas, las asignaciones a renta fija no solo proporcionaron ingresos, sino que también se comportaron mejor durante periodos de debilidad en los mercados de renta variable. Aunque las rentabilidades de los bonos no han dejado de disminuir en todo el mundo, reduciendo los ingresos, este efecto adverso se ha visto compensado en gran medida por el aumento de los beneficios de cobertura. La correlación negativa entre acciones y bonos puede ser muy valiosa cuando las ganancias de los bonos contrarrestan las pérdidas de las acciones durante periodos de tensión en los mercados. Por ejemplo, en la última fase bajista (del 19 de febrero al 23 de marzo de 2020), los bonos del Tesoro a 10 años de EE.UU. generaron una rentabilidad del 7%, frente al -34% del índice S&P 500.
Sin embargo, con las rentabilidades estadounidenses en niveles tan bajos ahora, los ingresos de los bonos no solo se han reducido, sino que el potencial alcista también es limitado. Hay mucho menos margen de que los tipos bajen, lo que reduce el potencial de diversificación.
Las evidencias de Japón y Europa respaldan este punto de vista. Durante esa misma fase bajista, el índice de deuda pública japonesa cayó aproximadamente un 1% y el índice de deuda pública de la zona euro perdió un 2%. Estos bonos «libres de riesgo» no solo tuvieron un cupón negativo, sino que además su valor se redujo durante la reciente inestabilidad del mercado.
En general, las ventajas de diversificación que ofrecen los bonos son limitadas a rentabilidades bajas, mientras que el riesgo de subidas de tipos o un cambio en el marco de correlación aumenta. En el gráfico 3, se compara la correlación diaria en periodos rotatorios de un año entre las acciones y los bonos en EE.UU., Japón y Alemania, respectivamente, de enero de 2014 a octubre de 2020.
Si se fijan en el gráfico, podrán ver que las acciones y los bonos estadounidenses han tenido correlación más negativa, una media de -0,4 frente a -0,2 de Japón/Alemania. Los bonos del Tesoro de EE.UU. también han sido casi siempre el factor de mayor diversificación (la línea azul está en su mayor parte por debajo de las demás), debido a que los tipos estadounidenses estaban inicialmente mucho más altos.
Con los tipos de Japón y Alemania ahora en niveles mínimos, las ventajas potenciales de ingresos y diversificación de la deuda pública japonesa y los bonos federales alemanes son limitadas. Es probable que los bonos sigan el mismo camino, con unos ingresos bajos, aunque todavía positivos, y reduzcan las ventajas de diversificación de las carteras. En lugar de que los bonos del Tesoro de EE.UU. dependan más de la tolerancia/aversión al riesgo, los movimientos de los precios estarán más supeditados la liquidez que necesita el sistema financiero, las emisiones de bonos del Tesoro, las recompras de la Reserva Federal estadounidense y los flujos de los fondos mixtos y con fecha objetivo. En Janus Henderson creen que una menor relación entre los movimientos de los precios de las acciones y los bonos podrían reducir aún más su atractivo como cobertura de carteras.
Por último, los inversores se enfrentan al creciente riesgo de que las acciones y los bonos empiecen a moverse juntos, como se vio durante la mayor parte de la década de 1990, con la posibilidad de pérdidas simultáneas. Así, en lugar de depender principalmente de los bonos para proteger sus carteras, en 2021 los inversores podrían plantearse añadir otros activos y estrategias no correlacionados con las acciones.
En resumen
Este último año, se han producido cambios en el riesgo macroeconómico y político, con subidas y bajadas de los activos de riesgo y libres de amenazas en sintonía con la política monetaria de los bancos centrales y los gobiernos. Durante 2021, es probable que la volatilidad se mantenga y que los citados riesgos surtan efecto. Esto indica que para los inversores resulta prudente evaluar la verdadera diversificación en sus carteras. Para algunos, esto supondrá asegurar un cierto elemento de «protección de la cartera» para reducir el impacto de cualquier periodo sostenido de tensión de mercado. Puede que se asuman mejor las sorpresas que el año pasado por estas fechas, pero se espera igualmente que el valor de estar preparados también se aprecie mucho más que entonces.
Información importante:
Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas y otros equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos. La rentabilidad pasada no es indicativa de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas puede disminuir y aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida inicialmente. La información recogida en este artículo no reúne las condiciones para considerarse recomendación de inversión.
Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro: B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
La inversión en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) se está generalizando y seguirá ganando terreno en la industria de privaty equity. Así lo aseguran desde la consultora Bain & Company, en uno de sus últimos estudios.
En primer lugar, el estudio señala que la mayoría de las empresas cotizadas que siguen criterios ESG superan la media de la industria y están en el primer cuartil que a su sector. Además, los datos de Bain & Company apuntan a que los inversores en fondos de private equity están haciendo que la inversión ESG sea una prioridad.
Así, el 65% de los inversores cree que el ESG se convertirá en una práctica estándar en los próximos cinco años. Además, un 56% de los inversores considera que el ESG puede ser un generador de alfa y que las estrategias ESG podrían mitigar el riesgo. Debido a la creciente presión de los inversores (LPs por sus siglas en inglés), las empresas de capital privado pueden incorporar factores ESG a lo largo del ciclo de inversión en sus operaciones.
Por otro lado, el informe subraya que, cada vez más, los fondos vinculan la deuda con el desempeño en ESG. Por ejemplo, en junio, EQT anunció una línea de crédito vinculada a criterios ESG (ESG-linked subscription credit facility), que incentiva a las empresas de la cartera a cumplir unos objetivos ESG. Con un compromiso más tangible hacia objetivos ESG, los fondos pueden tener un impacto significativo al mismo tiempo que generan retornos financieros.
“Los problemas sociales y ambientales afectan cada vez más el comportamiento del consumidor y las empresas, y los fondos están prestando atención a esta tendencia. Aunque actualmente el nivel de compromiso varía, desde empresas que se centran únicamente en la mitigación del riesgo con inversiones ESG hasta inversores de impacto, estos indicadores muestran que la incorporación de factores de ESG a las estrategias de inversión pronto serán la norma”, explica Cira Cuberes, socia de Bain & Company en Madrid.
Según el último informe de seguridad cibernética de SIX sobre 2020, que analiza las amenazas del sector financiero suizo, los ataques cibernéticos experimentados por la industria en este y otros países se intensificaron en marzo, coincidiendo con la pandemia mundial.
El documento indica que, en general, el número de ataques observados en cada país analizado ha permanecido en el mismo nivel que en 2019. “Una excepción significativa es el claro aumento de los ataques cibernéticos en torno al mes de marzo, relacionado con el brote de la pandemia del COVID-19”, señalan desde SIX. La suplantación de identidad (phishing), seguida por el uso de programas de secuestro mediante cifrado (ransomware), son las mayores amenazas que perciben las entidades, lo cual guarda relación con que el correo electrónico sea el principal vector de ataques dirigidos a organizaciones financieras.
“Se ha observado un claro repunte de los ataques relacionados con la pandemia del COVID-19. En cuestión de semanas, las organizaciones cambiaron al teletrabajo y los clientes pasaron a depender más que nunca de aplicaciones de banca electrónica, ampliando la vulnerabilidad frente a los ataques y creando nuevos objetivos para los actores maliciosos. Los resultados muestran la disposición de los actores cibernéticos a adaptar rápidamente sus métodos para aprovechar cualquier situación”, explica el informe en sus conclusiones.
Por otra parte, también se ha analizado la estructura de las operaciones de la dirección de seguridad de la información (CISO) en el sector, lo que permite conocer los recursos disponibles y su uso en el seno de las organizaciones. De esta información se desprende una relación entre la visibilidad comunicada y el número de incidentes observados en una organización: a mayor visibilidad, mayor es el número de incidentes. Por último, el informe analiza los siguientes países al objeto de identificar similitudes y diferencias clave entre el entorno de amenazas cibernéticas correspondiente al sector financiero suizo y el de otros países de la muestra: Alemania, Francia, España, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos y Singapur.
En conclusión, la similitud clave identificada es que el ransomware, el phishing y, en cierta medida, los ataques a las cadenas de suministro siguen siendo las mayores amenazas para la seguridad cibernética de las organizaciones financieras, con independencia de su tamaño y su ubicación. En segundo lugar, se produjo un incremento de los ataques cibernéticos observados durante el inicio de la pandemia del COVID-19 en marzo, independientemente de la ubicación.
“Estas similitudes ponen de manifiesto la necesidad de una infraestructura más global de puesta en común de información. Dado que la mayoría de las entidades financieras son objeto de métodos de ataque similares, estas podrían beneficiarse en gran medida de poder acceder a información casi en tiempo real sobre campañas que tengan como objetivo a otras organizaciones financieras. Esto permitiría a las organizaciones aplicar medidas de mitigación específicas, pues la probabilidad de que sean objeto de las mismas campañas u otras similares es elevada” concluye el informe.