Las principales tendencias para 2021, el año en el que la economía global superará el COVID-19
| Por IreneValiente | 0 Comentarios
El análisis de Mirabaud Asset Management destaca las previsiones cautelosamente optimistas de la economía global para 2021. Si bien asistiremos a un crecimiento dispar con unas tasas de desempleo todavía altas en muchos países, se prevé un crecimiento del 5% de la actividad económica mundial.
En este escenario, juegan un papel fundamental los bancos centrales que, gracias a la intervención política, representan hoy el 29% del PIB mundial, acercándose a los 13 billones de dólares.
Desde nuestro punto de vista, hay tres factores clave en los que basamos nuestras perspectivas para este año: la llegada de la vacuna contra el COVID-19, la resolución del Brexit y el cambio de presidencia en Estados Unidos.
Análisis macro de Mirabaud AM
A nivel mundial, esperamos una recuperación cíclica, con un mayor impulso económico desde Estados Unidos, la recuperación de Europa tras su actual bloqueo, y un crecimiento de Asia que seguirá siendo sólido.
En cuanto a la renta variable global, cabe destacar el comportamiento de las acciones asiáticas. Esta región, exceptuando a la India, seguirá recuperándose con fuerza, especialmente durante el primer semestre del año. Asimismo, es previsible que se suavicen las tensiones con el nuevo gobierno de Estados Unidos. Las economías asiáticas se han visto menos sacudidas por la pandemia, al recuperarse antes. Por ello, su consumo se ha revitalizado antes y el aumento de la demanda global ha beneficiado a su economía.
Por otro lado, en Europa también prevemos una recuperación cíclica -con una fuerte demanda de productos europeos por parte de Asia- y un claro sesgo positivo hacia las pequeñas y medianas empresas, tanto en la zona euro como en Suiza. Para nuestros expertos, estas empresas son las que más se beneficiarán del repunte del ciclo económica, así como de los nuevos estímulos que se están produciendo y que se aplicarán en la zona euro. En este sentido, destacamos las buenas perspectivas de las pequeñas empresas, muchas de las cuales -a pesar de la pandemia- han mejorado la eficiencia, reducido los costes, acelerado los procesos de reestructuración y mejorado sus balances.
Con respecto a los mercados de renta fija, mantenemos una posición de cautela. El gasto fiscal impulsará las expectativas de inflación en 2021, lo que también podría empujar a los bancos centrales a ser menos acomodaticios. El crédito seguirá ofreciendo un exceso de rentabilidad frente a los bonos soberanos, con un carry positivo y unos diferenciales aún bajos. También asignamos parte de la cartera a la deuda emergente de corta duración y a los bonos de alto rendimiento. En cuanto a divisas, nuestros expertos destacan la alta probabilidad de que el dólar estadounidense siga siendo débil.
En relación a España, esperamos que la economía se recupere con fuerza, sobre todo a partir de la desaparición de las medidas de distanciamiento social y la llegada del turismo. Este sector, que representa alrededor del 15% de la actividad económica total, se beneficiará de la recuperación. Además, los últimos indicadores sugieren que la actividad en el sector industrial sigue la tendencia de recuperación mundial, mientras que el de servicios parece más protegido con las actuales medidas de confinamiento.
La asignación sectorial y temática continuará siendo clave
La llegada de la vacuna permitirá la reapertura de las economías del mundo, en particular para los sectores fuertemente afectados por la crisis como, por ejemplo, hoteles, restaurantes, ocio y transporte. Asimismo, se espera que el crecimiento económico y de las ganancias sea fuerte para el próximo año y que apoye a los mercados de valores.
Este entorno de crecimiento y de depreciación del dólar estadounidense beneficiará a los mercados emergentes, que podrían recuperarse a nivel mundial. Por otra parte, las acciones cíclicas deberían tener un mejor rendimiento que las acciones defensivas.
En cuanto a la asignación por sectores, nuestra recomendación son los sectores industriales y de infraestructuras, que consideramos que se beneficiarán del estímulo fiscal. Somos positivos en cuanto a la tecnología mundial y vemos a muchas grandes empresas tecnológicas como claras ganadoras de la crisis COVID-19, especialmente a las centradas en digitalización y tecnología en la nube.
También somos positivos en cuanto a las pequeñas y medianas empresas en Europa y Estados Unidos. Su mayor sensibilidad al ciclo les permitirá superar a las empresas de gran capitalización.
En cuanto a la asignación temática, somos muy optimistas con el tema cambio climático, y en especial con el subtema energías renovables. El ecommerce, la tecnología disruptiva y el envejecimiento de la población también son otros temas que muestran un gran potencial de crecimiento.
Tribuna de Gero Jung, economista jefe de Mirabaud