Man Group, gestora de inversión activa, ha decidido cerrar su fondo de renta variable española y portuguesa debido a la falta de demanda del producto, «a pesar de haber obtenido una rentabilidad dentro del primer cuartil», según ha confirmado la firma.
Se trata del fondo GLG Iberian Opportunities que fue lanzado hace tres años, con Firmino Morgado al frente.
Morgado, gestor de Man Group y especialista en estrategias de renta variable ibérica y Europea, y su equipo permanecerán en la firma y seguirán gestionando la estrategia GLG European Income Opportunities y desarrollando nuevas estrategias temáticas.
El fondo, lanzado en 2017, tenía 16 millones de euros (19 millones de dólares) en activos hasta diciembre, según datos recogidos por Bloomberg.
Morgado se incorporó a Man Group en 2017, y anteriormente había gestionado fondos de renta variable europea e ibérica en Fidelity Internacional y en el proyecto W4i.
El reglamento de reconocimiento de la equivalencia de la regulación bursátil suiza, que fue presentado el pasado 13 de enero ante el Parlamento del Reino Unido (UK), está vigente desde el 3 de febrero. En consecuencia, el Departamento Federal de Finanzas de Suiza (FDF) ha levantado las restricciones al Reino Unido.
Además, la Autoridad de Supervisión de los Mercados Financieros de Suiza (FINMA) ha incorporado los centros de negociación del Reino Unido a la lista de centros de negociación bursátiles extranjeros reconocidos en virtud del reglamento del Consejo Federal de 30 de noviembre de 2018. Según explican desde SIX, una vez concluido este proceso, se podrá reanudar la negociación de acciones suizas en los centros de negociación del Reino Unido.
En relación con la UE, el reglamento seguirá en vigor sin cambios. Desde enero de 2019, los centros de negociación del Reino Unido se han visto afectados por el Reglamento al igual que el resto de centros de la UE, ya que el país siguió teniendo la condición de Estado miembro de la UE durante el periodo de transición, que expiró el pasado 31 de diciembre.
Sobre esta nueva normalidad, Thomas Wellauer, presidente del consejo de administración de SIX, ha destacado: “SIX recibe con satisfacción este paso. Siempre hemos estado comprometidos con los mercados de capitales abiertos e internacionales. Además, esto redunda en el interés de los inversores nacionales e internacionales. El reconocimiento mutuo de la equivalencia permite un intercambio y una competencia saludables entre los principales centros financieros de Suiza y del Reino Unido. De hecho, algunas de las empresas más grandes y más negociadas de Europa tienen su sede en Suiza. Estos valores se cotizan y negocian en SIX, que constituye el mercado con más profundidad, más líquido y más rentable para estas acciones. SIX ofrece una gran liquidez y unos márgenes estrechos”.
Hace un año, las acciones de mercados emergentes tenían buenas perspectivas para firmar un 2020 fuerte, pero la pandemia acabó dejando a los mercados globales sumidos en el desconcierto. Sin embargo, tras este annus horribilis, ahora los emergentes están posicionados incluso más favorablemente para el año que está por delante.
Los motores estructurales que están soportando a las acciones emergentes siguen intactos, al tiempo que los vientos de cola cíclicos son ahora más fuertes de lo que eran antes del ‘cisne negro’ de la Covid-19. El comportamiento del índice MSCI Emerging Markets en los últimos meses refleja este sentimiento alcista, superando a las acciones de países desarrollados, pero un vistazo por debajo de la superficie revela que se están gestando rotaciones a nivel regional, sectorial y por estilos. Un acercamiento equilibrado entre factores growth y value puede ayudar a exprimir más de una recuperación amplia, aunque desigual, del mercado.
En las bolsas emergentes suelen ser frecuentes las rotaciones entre el value y el growth
Source: Bloomberg
La renta disponible al alza y la expansión de la clase media en el mundo en vías de desarrollo están alimentando modelos de crecimiento cada vez más poderosos, basados en el consumo interno. Al mismo tiempo, la expansión de los índices PMI refleja una recuperación de los sectores más sensibles al ciclo, incluyendo energía y materiales. Esto es favorable para los países emergentes exportadores de materiales industriales y productos manufacturados en medio de la tendencia mundial hacia la recuperación del stock.
Las inyecciones de liquidez masivas a nivel global, las tasas altamente acomodaticias en todo el mundo, un dólar más débil, la aceleración del crecimiento global y, claramente, el desarrollo y distribución de vacunas son todos factores positivos para las acciones emergentes este año.
En el frente de las divisas, desde la Crisis Global Financiera de 2008, el ‘billete verde’ ha ganado terreno. Europa tuvo que lidiar con la crisis de la deuda soberana entre 2010 y 2012, por lo que la Fed no dio pistas de que quería endurecer su política monetaria hasta 2013, desatando el “Taper Tantrum”. La Fed empezó a reducir su balance pocos años después y a finales de 2016 empezó a subir los tipos de interés lentamente, hasta tocar techo en el 2,5% en 2019. Pero ahora los tipos están cerca de cero, donde la Fed dice que se mantendrán al menos hasta finales de 2023. El Dollar Index ha caído un 13% desde su máximo de marzo por debajo del umbral de 90 puntos, mitigando significativamente el riesgo de depreciación de divisas emergentes para los inversores en dólares.
En respuesta al impacto deflacionario de la pandemia, los bancos centrales de países desarrollados y emergentes han recortado sus tipos de interés. Aunque muchos también han aprobado estímulos fiscales, las economías desarrolladas han impulsado un mayor déficit. De hecho, la combinación de estímulos monetarios y fiscales solo en EE. UU. supone más de 10 billones de dólares, cerca del 50% de su PIB. Como las economías emergentes no tienen el estatus de divisa reserva, no pueden permitirse tener unos déficits fiscales tan profundos. Pero eso significa que muchos se han adentrado en la pandemia con déficits más pequeños y un endeudamiento más bajo, por lo que no tendrán que portear la pesada carga de deuda que pesa sobre las economías avanzadas.
No hay dudas de que la acción sincronizada de política monetaria global y los estímulos fiscales crean un entorno poderoso para el crecimiento global. Pero se espera que los mercados emergentes se recuperen más rápido. Según estimaciones del consenso de Bloomberg, tras caer un 0,8% en 2020 se espera que los mercados emergentes se expandan un 5,1% en 2021 y que China, la segunda economía mundial, se alce un 8,2%. Se calcula que las economías desarrolladas avancen un 3,2% este año, insuficiente para recuperarse de la contracción estimada en el 3,5% de 2020.
El crecimiento de los beneficios debería ser robusto globalmente en 2021 gracias a la citada recuperación de la demanda, recuperación del stock y la comparativa extremadamente fácil con respecto al año anterior en muchos sectores. Pero el crecimiento de los beneficios debería ser especialmente fuerte en los mercados emergentes, al permitir un dólar más débil que brillen los beneficios con divisa local subyacente, y que en muchos casos superen las ganancias previstas en economías desarrolladas.
El crecimiento estimado de beneficios en la mayoría de los países emergentes supera al de índices internacionales
Basado en el BPA estimado por Bloomberg (next annual) a 18/12/2020
Fuente: Bloomberg
Al mismo tiempo, las reformas estructurales y las inversiones realizadas para mejorar la producción hechas en países emergentes en los últimos años también son contribuidores materiales a la recuperación. Por ejemplo, India implementó una largamente necesitada reforma sobre el impuesto a bienes y servicios, un Código de Insolvencia y Quiebra crucial, la liberalización de la inversión directa de extranjeros y un montón de iniciativas para la inclusión financiera. Brasil reformó la fiscalidad de su sistema de pensiones y la desregulación redujo los onerosos costes corporativos. China ha tomado las riendas para frenar los desequilibrios de su balanza fiscal y el shadow banking, y ha contenido el uso de estímulos financiados con deuda.
Cientos de millones de personas de países emergentes ascenderán a la clase media en 2021. Se espera que esta movilidad social crezca un 6% anual, si no más. La demanda de bienes y servicios de clase media, desde vivienda a electrodomésticos de marca blanca, educación y ocio, tiene una proyección de crecimiento mucho más larga que la de los mercados desarrollados, más maduros. La digitalización significa que pueden saltarse el gasto en infraestructuras costosas, por ejemplo, eligiendo banda ancha wireless en vez de cable.
Para realizar una gestión del riesgo segura y sensata, creemos que se necesita un acercamiento basado en el análisis fundamental, caso por caso, que esté equilibrado estadísticamente y que sea disciplinado. Esto proporciona protección frente a caídas del mercado para cuando se producen desplomes o aparece un cisne negro. Por tanto, ayuda a generar interés compuesto, lo que permite partir de una base más elevada una vez que regresa la recuperación, o que se produce una rotación de estilos entre el growth y el value, como suele pasar en mercados emergentes.
Thornburg Investment Management es una gestora independiente de inversión global fundada en 1982 que ofrece una gama de soluciones multiestratégicas para instituciones y asesores financieros de todo el mundo. Es una empresa reconocida como líder en inversion en renta fija, acciones y activos alternativos que supervisa 45 000 millones de dólares (43 500 millones de dólares en activos bajo gestión y otros 1800 millones en activos asesorados)a través de fondos de inversión, cuentas institucionales, cuentas separadas para inversores individuales de alto patrimonio y fondos UCITS para inversores no estadounidenses (datos a 31 de diciembre de 2020). Thornburg fue fundada en 1982 y su sede central se encuentra en Santa Fe, Nuevo México, EE. UU, con oficinas adicionales en Londres, Hong Kong, y Shanghái.
Las criptodivisas no solo están ganando relevancia entre los inversores particulares, sino también entre los institucionales. Según una encuesta Evertas, de cara a los próximos cinco años, el 26% de los fondos de pensiones, aseguradoras, family offices y fondos afirman que aumentarán “drásticamente” su exposición a esta clase de activos.
“Nuestra última encuesta muestra que los inversores institucionales están entusiasmados con el aumento de su exposición a las criptomonedas y, en general, a los criptoactivos, pero es evidente que hay muchas cuestiones relativas a la infraestructura, operativa y regulación que sustenta estos mercados que todavía les preocupan. Está claro que hay que son aspectos que se deben abordar si esperamos que los inversores institucionales quieran aprovechar el potencial que esta clase de activos puede tener”, señala J. Gdanski, director general y fundador de Evertas, compañía especializada en seguros de criptoactivos.
Según su encuesta, hay otro 64% de inversores institucionales que prevén un ligero aumento en la exposición a criptoactivos, en general, y, en particular al bitcoin. Tal y como explicamos hace algunas semanas, esta clase de inversor estaría viendo en el bitcoin un activo para protegerse de la inflación y de la devaluación de las divisas. Incluso los hedge funds reconocen que su interés por este tipo de activos ha aumentado, o al menos así lo reconoce el 32% de los encuestados por Evertas.
Un interés que también han detectado en Lyxor. En su informe Lyxor Weekly explica que si bien la trayectoria alcista del bitcoin en 2017 se vio impulsada principalmente por los inversores minoristas, parece que el repunte de 2020 se vio propulsado por un conjunto más amplio de inversores, incluidos los institucionales.
“Además de los inversores minoristas, los family offices y los particulares con un elevado patrimonio siguen siendo los inversores predominantes y las fuentes de nuevos monederos y direcciones IP de bitcoin. El bitcoin se benefició de un entorno favorable, y se utilizó cada vez más como cobertura frente al descenso de los rendimientos reales y los ingentes programas de expansión cuantitativa de los bancos centrales, pues se temía que esto acabara depreciando las divisas mundiales e impulsara la inflación. También representa una alternativa ante los decrecientes rendimientos por dividendo de la renta variable. Como cabía esperar, la correlación entre el bitcoin y el oro y la inflación (y, en cierta medida, la renta variable) resulta ahora bastante estable”, recoge el informe.
Sobre los hedge funds señala que se han convertido en importantes actores en el segmento bitcoin, a través de vehículos de inversión especializados o la incorporación de bitcoin en sus asignaciones. “Aunque todavía se halla en sus albores, el mercado sigue adquiriendo profundidad, por lo que respecta a tipos de inversores y gama de productos. En los primeros días, los gestores se centraron principalmente en posiciones largas directas en criptoactivos, como bitcoin, ethereum o ripple. Desde entonces, el abanico más amplio de productos ligados a activos digitales permite a los gestores aplicar estrategias más flexibles y sofisticadas. Los gestores pueden utilizar ahora permutas, opciones y futuros indexados a criptomonedas; también pueden centrarse en los ingresos generados por la tecnología subyacente. Además, pueden invertir en valores emitidos por compañías dedicadas a los criptoactivos y su infraestructura, aunque la mayoría de ellas solo siguen siendo accesibles a través de estrategias de capital riesgo y capital inversión”, añade.
Un ejemplo de este avance es la decisión anunciada por BlackRock, que permitirá a dos de sus fondos invertir en bitcoins a través de futuros. A finales de enero, la gestora comunica a la SEC que incluirá el bitcoin dentro del universo elegible de inversión de dos de sus fondos: BlackRock Funds V (incluye BlackRock Strategic Income y BlackRock Emerging Markets Flexible Dynamic Bond Portfolio) y BlackRock Global Allocation Fund.
“Cada fondo puede utilizar instrumentos denominados derivados, que son instrumentos financieros que obtienen su valor de uno o más valores, productos básicos (como el oro o el petróleo), divisas (incluido el bitcoin), tipos de interés, acontecimientos crediticios o índices (una medida del valor o de los tipos, como el índice S&P 500 o el tipo de interés preferencial para préstamos). Los derivados pueden permitir que un Fondo aumente o disminuya el nivel de riesgo al que está expuesto de manera más rápida y eficiente que con otras transacciones”, explica BlackRock a la SEC en su comunicado.
Otra forma en que las gestoras se están acercando a este universo de criptoactivos es invirtiendo en tecnología blockchain, que comienza a ser un ámbito cada vez más popular en las carteras temáticas que invierten en tecnología o en aquellas que siguen megatendencias tecnológicas. Por ejemplo, el fondo BNY Mellon Blockchain Innovation Fund, de Mellon, que es uno de los pocos productos blockchain de gestión activa en Europa.
«Las criptomonedas forman parte del ecosistema digital. Han madurado rápidamente en la misma medida que la evolución del mundo digital, con una validez cada vez mayor respaldada por el creciente número de componentes globales. El progreso de los organismos reguladores, el aumento en el uso de la tecnología blockchain en las empresas y un ecosistema de pagos ayudan a satisfacer las necesidades bancarias de toda una nueva generación que está floreciendo. Prácticamente todas estas tendencias se han acelerado como consecuencia de los esfuerzos realizados en favor de la digitalización global para ayudar a resolver los desafíos creados por COVID-19. En nuestra opinión, estos desarrollos validan aún más a blockchain como un componente integral de la futura infraestructura tecnológica», explican Erik A. Swords y Justin R. Summer, gestores de Mellon.
En opinión de estos gestores, «las características clave del bitcoin -descentralizado, limitación de la oferta, seguro y cada vez más aceptado- representan una atractiva oportunidad riesgo/recompensa frente a los importantes obligaciones fiscales que los bancos centrales se verán tentados a inflar mientras se desarrolla toda esta transformación digital en el sector financiero».
Un debate abierto
En el caso de la decisión tomada por BlackRock, parece algo anecdótico, pero no lo es, ya que por primera vez una de las grandes gestoras del mercado toma esta decisión. Algo que contrasta mucho con la posición que mantienen las firmas de inversión sobre esta clase de activos, ya que son pocas las que se pronuncian sobre ellos. Por ejemplo, Chris Iggo, CIO Core Investments de la gestora de fondos AXA Investment Managers, sí está dispuesto a dar su visión sobre el bitcoin.
“No creo que sea una moneda, porque no tiene ningún respaldo fundamental legal o soberano. Para que los activos se consideren en una cartera de inversión a largo plazo, uno debería ser capaz de atribuirles algún valor intrínseco fundamental: el crecimiento de las ganancias a largo plazo en la renta variable, la prima de riesgo crediticio en relación con las tasas libres de riesgo en los bonos. No hay flujo de caja de bitcoin más que el que es impulsado por el cambio de precio, que puede ser ampliamente negativo o positivo. Ciertamente, esto no se deriva de ningún flujo de efectivo económico fundamental como los beneficios o los ingresos fiscales. Es un instrumento especulativo que en última instancia carece de toda seguridad jurídica, que no puede ser realmente valorado y, por cierto, cuya producción es seriamente intensiva en carbono. Yo consideraría invertir en o comprar bitcoin de la misma manera que consideraría apostar en el Grand National, pero no como un activo serio a largo plazo”, explica Iggo.
Quien también ha mostrado una postura crítica sobre esta clase de activos ha sido el inversor multimillonario Warren Buffett. Entre sus numerosas reflexiones, destaca esta: “Las criptodivisas básicamente no tienen valor y no producen nada. No se reproducen, no pueden enviarte un cheque, no pueden hacer nada, y lo que esperas es que alguien más venga y te pague más dinero por ellas más tarde, pero entonces esa persona tiene el problema. En términos de valor: cero”.
Otra voz crítica, o al menos reflexiva, llega desde el lado de las instituciones financieras. En esta ocasión, hemos podido escuchar al Banco Central Europeo (BCE) reclamar una regulación global para las criptomonedas. Durante la conferencia Reuters Next, a mediados de enero, Christine Lagarde, presidenta de la institución, las calificó como un “activo altamente especulativo”. Y afirmó: «Pienso que es absolutamente necesaria una cooperación global y una acción multilateral como la iniciada en el G7 y luego trasladada al G20, pero es algo que es necesario abordar».
Sea cual sea el futuro de estos activos en las carteras de los inversores y en la composición de los fondos que las gestoras crean, como bien recuerda Carlos Ruiz de Antequera, será necesario entender bien en qué consisten los criptoactivos.
Amundi ha anunciado el lanzamiento de la división Amundi Outsourced Chief Investment Officer (OCIO) Solutions, un equipo de inversión y asesoramiento que ofrece servicios de inversión dirigidos a clientes institucionales y family offices.
Según explica la gestora, históricamente, desarrolladas para las compañías del Grupo Crédit Agricole, las soluciones OCIO son centrales en la oferta de gestión de inversiones de Amundi desde hace más de 30 años. Amundi ofrece también estas soluciones a clientes externos desde el año 2009, con un total de 45.000 millones de euros gestionados para compañías ajenas al Grupo.
En este sentido, señala que, en un contexto de retos operativos y de inversión cada vez más complejos para los inversores institucionales, acrecentados por la reciente crisis, Amundi ha creado formalmente en enero de 2021 la División de OCIO Solutions, integrada en su Plataforma de Inversión Multi-Activo. Su nueva oferta se estructura para ayudar a los clientes a centrarse en sus objetivos estratégicos, trasladando a Amundi algunas o todas las funciones de inversión que normalmente realiza un Comité de Inversiones.
Los servicios de inversión serán dirigidos por un equipo de Asesores Senior dentro de Amundi, especializados por tipo de cliente, con un profundo conocimiento de sus necesidades y desafíos. Según destaca, esta nueva estructura ayudará a abordar las necesidades estratégicas, de inversión y operativas claves de los clientes.
Amundi OCIO Solutions Division ofrece a los clientes institucionales una variedad de soluciones totalmente personalizables para gestionar la complejidad de sus inversiones, desde el puro asesoramiento hasta carteras y plataformas de inversión totalmente implementadas, basándose en una infraestructura de última generación y beneficiándose de la estructura de un líder mundial en gestión de activos.
En concreto, las soluciones OCIO cubren: estrategia y gobernanza; asignación táctica de activos; gestión de activos y pasivos; selección de fondos y gestores; diseño e implementación de arquitectura; gestión de carteras y riesgos; cobertura de riesgos (risk overlay); informes y reporting; y transferencia de conocimientos y formación.
Esta nueva división agrupa a 28 expertos en soluciones OCIO, apoyándose en la plataforma de inversión multiactivo con más de 200 profesionales -incluida la selección de fondos y gestores-, en los 140 analistas y en todos los recursos de inversión de Amundi presentes en 40 localizaciones en todo el mundo. La división se organiza en torno a los asesores senior de soluciones OCIO, con una gran experiencia en clientes y dedicados a tipologías específicas de clientes: fondos de pensiones, compañías de seguros, family offices, fondos soberanos, bancos centrales, empresas y agencias. Los expertos en soluciones OCIO de Amundi están ubicados en París, Milán, Múnich y Hong-Kong para incrementar la proximidad con los clientes.
Según Matteo Germano, director de la Plataforma Multi-activo de Amundi: «Esta nueva división aprovecha nuestra amplia experiencia y cultura de inversión basada en el análisis para apoyar a las instituciones en sus inversiones, desde la asignación estratégica de activos hasta la implementación de la gestión de las carteras. En un entorno financiero cada vez más complejo y sofisticado, esta nueva división de servicios OCIO refuerza la estrategia de Amundi complementando su actividad principal de gestión de activos con servicios con un enfoque de asociación a largo plazo».
Por su parte, Laurent Tignard, director de la división OCIO Solutions de Amundi, añade que: «Los inversores institucionales se enfrentan a una serie de retos: bajos tipos de interés, incertidumbres macroeconómicas y de mercado, y presiones derivadas de las tecnologías de la información y regulatorias. Pueden externalizar esta complejidad operativa de la inversión con Amundi como socio de servicios OCIO y centrarse en su negocio principal. Nuestro objetivo es optimizar su estructura operativa, ayudar a reducir costes, mejorar la toma de decisiones de inversión y proporcionar una mejor visibilidad y control de los riesgos, tanto operativos como de inversión. Nuestras recomendaciones e inversiones tendrán buscan beneficiar a cada uno de nuestros clientes».
M&G ha anunciado que su vehículo de inversión With-Profits del Reino Unido, con activos de 136.000 millones de libras esterlinas, asignará 5.000 millones a la inversión en empresas de carácter privado que contribuyan a crear un mundo más sostenible. Además, para llevar a cabo este nuevo mandato, la gestora ha creado un nuevo equipo de inversión denominado Catalyst, con presencia en Londres, Singapur, Nueva York y Bombay.
Respecto a este nuevo equipo, la firma explica que estará compuesto por 25 miembros, el equipo tiene flexibilidad para invertir en deuda privada, activos reales y financieros, así como capital riesgo, lo que les permitirá adecuar la inversión de capital a la etapa y naturaleza de cada activo, así como proporcionar respaldo continuado según el desarrollo de los mismos. Y sobre la composición del fondo apunta que la cartera de oportunidades de inversión figuran pymes y financiación de consumo, como microfinanzas y créditos comerciales, también financiación de activos y desarrollo, como vivienda social y energía a partir de centros de residuos, y por último, inversiones en tecnología con fines sociales o medioambientales positivos.
A raíz de este anuncio, John Foley, consejero delegado de M&G, ha declarado: «Cada vez más clientes nos piden contribuir positivamente en el mundo mediante la inversión sostenible, persiguiendo a la vez buenas rentabilidades financieras para su jubilación. Muchas de las oportunidades más atractivas en este campo son activos de naturaleza privada, empresas y plataformas nuevas o existentes que no cotizan en bolsa. Como uno de los principales inversores en estas empresas, M&G puede apoyar de un modo más directo el crecimiento y la sostenibilidad de las mismas».
Según explica la gestora, Catalyst formará parte del negocio de activos privados y alternativos de M&G, que gestiona ya más de 65.500 millones de libras esterlinas en crédito privado, capital riesgo (private equity) y bienes inmobiliarios por cuenta de los titulares de asegurados de Prudential y clientes externos.
A partir de esa experiencia y trackrecord en activos privados, el equipo Catalyst buscará oportunidades en todo el mundo para invertir en empresas no cotizadas que de otro modo podrían tener dificultades para acceder al capital que les permita desarrollarse y crecer.
Además, tendrá un amplio enfoque de inversión de impacto, abarcando de modo flexible desde la gestión de riesgos ESG hasta la inversión de impacto positivo para grupos vulnerables. El equipo utilizará el marco de clasificación del Impact Management Project para evaluar las oportunidades potenciales en tres categorías:
ESG: empresas o activos que actúan para evitar daños
Sostenibilidad: empresas que benefician a los grupos de interés generando resultados positivos para las personas y el planeta
Impacto: las que ofrecen soluciones para los desafíos sociales y medioambientales.
El filtro para asegurar que las empresas actúan para evitar daños se basará en criterios ya establecidos para todos los fondos ESG de M&G, que excluyen sectores como el juego, el tabaco y las armas controvertidas. El filtro positivo se hará mediante la puntuación ESG propia de M&G, basada en los estándares SASB internacionales y el marco de triple «I» para la inversión de impacto.
La industria coincide en que tener un único marco y lenguaje es vital para garantizar el desarrollo de la inversión ESG. Por ello, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por las siglas inglesas) ha remitido a la Comisión Europea una carta en la que propone desarrollar una regulación europea para las agencias de calificación de sostenibilidad, ya que los ratings ESG y las herramientas de evaluación de estos valores son esenciales para la implantación de la normativa ESG.
Esta propuesta se sumaría a las diversas iniciativas legislativas que ya están en marcha y que también pretenden mejorar la calidad de la información ESG, entre ellas destacan: la revisión de la directiva sobre información no financiera; el reglamento de divulgación de información ESG, y el reglamento sobre la taxonomía.
“No obstante, la ESMA considera que la creciente demanda de información sobre el rating ESG de una entidad debe ir acompañada de salvaguardas para que la información a la que se hace referencia sea sólida y que las evaluaciones sean fiables para evitar el riesgo de green-washing”, explican desde finReg360.
No se trata de una idea nueva, durante la consulta de la Comisión sobre la Estrategia financiera sostenible renovada, ESMA ya expuso la falta de una definición jurídicamente vinculante de calificación ESG, la dificultad para comparar los proveedores de calificaciones ESG y el bajo nivel de correlación entre estos.
“Lo anterior genera problemas en la cadena de decisión de la inversión y, finalmente, repercute en la construcción de los índices de referencia ESG. La autoridad europea considera que todo ello se debe a la ausencia de requisitos legales para garantizar la transparencia de las metodologías en las que se basan dichas calificaciones. Por ello, plantea a la Comisión Europea la definición de un marco normativo para la clasificación ESG”, apuntan desde finReg360.
En concreto la ESMA plantea a la Comisión Europea un marco normativo que tenga un contenido mínimo que contemple cuatro aspectos: la calificación ESG; el registro y supervisión de la autoridad pública; unos requisitos específicos aplicables a las calificaciones y evaluaciones ESG; y, por último, los requisitos organizativos y de gestión de conflictos de intereses.
En primer lugar, la ESMA considera que debería elaborarse una definición legal común de qué se entiende por calificación ESG, que capture el amplio espectro de herramientas de evaluación disponibles en el mercado. Según indican desde finReg360, esto conduciría a que todos los productos existentes que pretenden proporcionar una evaluación del perfil ESG de un emisor o un valor, independientemente del objetivo de medición específico, estén sujetos al mismo nivel básico de salvaguardas de protección del inversor.
“Al mismo tiempo, un enfoque amplio de la definición de estos productos permitiría asegurar el futuro de este marco reglamentario en relación con las innovaciones posteriores y evitaría posibles oportunidades de reestructuración para eludir los requisitos. Por lo tanto, minimizaría la posibilidad de obsolescencia del marco en caso de que el mercado se mueva en una dirección específica”, añaden.
En segundo lugar, la ESMA entiende que cualquier entidad jurídica cuya actividad incluya la emisión de estas calificaciones y evaluaciones ESG debería estar registrada y supervisada por una autoridad pública. “Esto llevaría a que estas agencias de rating ESG estén sujetas a unos requisitos comunes de organización, conflicto de intereses y transparencia. Dado que la ESMA ya desempeña esta labor en relación con las agencias de calificación crediticia, se postula a sí misma para esta tarea”, comentan.
En tercer lugar, además de los requisitos básicos anteriores, la ESMA considera que debe haber requisitos específicos aplicables a las calificaciones y evaluaciones ESG proporcionadas por las entidades. Estos requisitos no tienen que tener el mismo nivel de prescripción que los aplicables a los ratings de crédito. Sin embargo, deben ser lo suficientemente exigentes como para garantizar que las calificaciones y evaluaciones ESG se basen en fuentes de datos actualizadas, fiables y transparentes, y se desarrollen de acuerdo con metodologías robustas que sean transparentes y que puedan ser verificadas por los inversores.
Por último, la ESMA indica que cualquier marco regulador en este ámbito debería garantizar que las entidades más grandes y sistémicas estén sujetas a un conjunto completo de requisitos de organización y conflictos de intereses que reflejen su creciente importancia en el ámbito de las finanzas sostenibles. Además, debería ser proporcional y adaptarse a la estructura actual del mercado para que las entidades más pequeñas puedan acogerse a determinadas exenciones cuando sea apropiado (por ejemplo, la posible exención de las tasas de supervisión y de determinados requerimientos organizativos).
En opinión de finReg360, esto facilitaría la participación en el mercado de los operadores tradicionales con recursos elevados y también de las nuevas empresas, más dinámicas que impulsan la innovación.
Con el objetivo de acelerar su desarrollo a partir de la alianza con Landolt & Cie en Suiza, el Grupo ODDO BHF ha reforzado su equipo de gestión de renta variable temática global con la incorporación de Clément Maclou como gestor de renta variable. Maclou se incorpora a las oficinas de la compañía en Suiza.
Según explica la firma, Maclou se hará cargo de la estrategia Landolt Investment (Lux) SICAV – Best Selection in Food Industry, cuyo objetivo consiste en invertir en empresas cotizadas de todo el mundo, activas en toda la cadena de valor de los sectores agrícolas y agroalimentarios. Esta estrategia temática, que está registrada en Bélgica, Suiza, Francia, España, Alemania y Luxemburgo, trata de ofrecer exposición directa a la tendencia estructural mundial de la revolución alimentaria.
Clément Maclou ha sido responsable de la gestión de fondos de renta variable temática en Decalia Asset Management en Suiza desde 2016. Dentro de su carrera profesional, destaca que en 2005 se incorporó a CPR Asset Management en Francia como gestor de fondos de renta variable temática.
A raíz de este nombramiento, Laurent Denize, codirector de inversiones de ODDO BHF Asset Management, ha declarado: “Observamos una fuerte demanda de los fondos de renta variable temática por parte de nuestros clientes. Por tanto, seguir reforzando nuestra oferta para darles acceso a temáticas prometedoras es un eje de desarrollo importante para el grupo, al que Clément va a contribuir activamente”.
En opinión de Thierry Lombard, socio de ODDO BHF y presidente del consejo de administración de Banque Landolt, con el que inició el proyecto Future of Food, la revolución alimentaria es una temática fundamental para nuestro planeta y para el futuro de las nuevas generaciones.
“Partiendo del campo a la mesa, englobamos todos los desafíos que el ser humano debe superar, entre los que destacan el medioambiente, la producción y distribución agrícola, y la salud. Por tanto, me complace que esta experiencia, reforzada por la incorporación de Clément Maclou, complemente el saber hacer de ODDO BHF”, apunta Lombard.
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De cara a este año, seguimos dispuestos a afrontar los retos que se presenten con la intención de seguir caminando al lado de nuestros lectores y patrocinadores. Por eso continuamos trabajando en nuevos eventos virtuales, en material multimedia y en acercar diariamente la información más relevante de la industria.
La deuda de los mercados emergentes se comportó como una montaña rusa en 2020. Los diferenciales se ampliaron en marzo hasta niveles no vistos en una década para, posteriormente, ajustarse a sus bajos previos a la pandemia. De cara a 2021, NN Investment Partners (NN IP) cree que los principales puntos de interés en el mercado de deuda emergente serán la recuperación de los fundamentales y la generación de unas condiciones técnicas propicias con los inversores tomando riesgos en sus carteras de inversión.
En su informe de perspectivas‘EMD Outlook 2021: A year of recovery and re-risking’, NN IP señala que “los activos deberían beneficiarse de la continuación de las políticas de apoyo a medida que se recupera el crecimiento mundial”. Además, señala NN IP, “la divergencia en el diferencial de crecimiento entre los mercados emergentes y los desarrollados presagia una buena evolución de los flujos de capital, al tiempo que las previsiones de recuperación para 2021 favorecen a los mercados emergentes”.
Las perspectivas acerca de los mercados emergentes eran realmente positivas a principios de 2020. Sin embargo, la COVID-19 provocó que estas cayeran en picado debido al aumento de las infecciones ligadas a la pandemia y la consecuente introducción de restricciones impuestas por los gobiernos, empujando a la economía mundial a la recesión. La política monetaria altamente acomodaticia de los principales países desarrollados ayudó a los mercados a salir del abismo, mientras que las políticas de endeudamiento y de gasto público ayudaron a limitar el impacto en la actividad económica. Por otro lado, el FMI y otras instituciones financieras concedieron con rapidez préstamos a países sin las condiciones habituales.
Una vez que el humo se fue disipando, la recuperación de los mercados favoreció la demanda de bonos de los países emergentes, ayudando a que el flujo de deuda de países emergentes con moneda fuerte volviese a ser positivo en 2020. La recuperación de la confianza entre los inversores unido a bajos tipos de interés récord propiciaron una búsqueda de rentabilidad que continuó durante todo el año y empujó a los diferenciales de los bonos de mercados emergentes a niveles similares a los de principio de 2020. Los inversores se centraron en gran medida en las expectativas de recuperación mundial y dejaron a la recesión global en su espejo retrovisor. Las noticias positivas sobre las vacunas y los resultados de las elecciones en EE.UU también ayudaron a mejorar las expectativas. Así, los mercados cerraron el año en un tono optimista, con rendimientos totales positivos en todas las clases de subactivos en la deuda de mercados emergentes.
En 2020, el equipo de NN IP añadió un cuarto parámetro de utilidad para la evaluación de oportunidades y riesgos entorno a los diferenciales de bonos soberanos: un estudio “bottom-up” sobre los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). En opinión de la gestora, los principales puntos de interés que marcarán el año 2021 serán la recuperación de los fundamentales y la generación de unas condiciones técnicas propicias con los inversores “re-arriesgando” en lugar de “des-arriesgando” en sus carteras de inversión. Asimismo, espera que este impulso de “re-riesgo” integre el foco ESG de manera sustancial.
“El próximo año puede no ser tan extraordinario, aunque debería seguir ofreciendo amplias oportunidades de inversión. Probablemente, los responsables políticos serán cautos a la hora de retirar las políticas de estímulo dado que, aún con visos de recuperación a nivel global, los niveles siguen estando por debajo de los tiempos pre-Covid. La recuperación económica y la postura monetaria moderada por parte de los países desarrollados favorecerá los activos de deuda de países emergentes. Las divergencias de crecimiento entre los mercados emergentes y los mercados desarrollados auguran buenos flujos de capital, que se estancaron durante el año pasado”, apunta NN IP.
Las economías del este asiático, y en particular China, fueron en 2020 de las más resilientes del mundo. Las proyecciones de recuperación para 2021, como las recientes previsiones de crecimiento realizadas por el FMI y el Banco Mundial, también favorecen a los mercados emergentes. En base a estas perspectivas macroeconómicas, NN IP espera “una rentabilidad global positiva para la deuda de mercados emergentes en 2021, la cual estará también marcada por la dispersión entre regiones y países”.
La ESG continuará en la senda del crecimiento acelerado
El contexto internacional que favorece las inversiones sostenibles está ganando momentum. El presidente Joe Biden ha devuelto a Estados Unidos al Acuerdo de París, afirmando que planea “reconstruir mejor” en la búsqueda de un futuro innovador y sostenible centrado en la energía limpia. En Europa, el ‘Green Deal’ europeo ambiciona que el continente alcance las emisiones climáticas neutras para el año 2050; además, la nueva Taxonomía de la UE y el Estándar de Bonos Verdes de la UE se convertirán en hitos para la integridad y la transparencia en el mercado de bonos verdes. En China, el presidente Xi Jinping sorprendió a la comunidad internacional con la ambiciosa promesa de que el país alcance las emisiones netas de carbono para el año 2060.
Según NN IP, estas condiciones crearán un caldo de cultivo beneficioso para la balanza de pagos de países clave en el suministro mundial de materiales utilizados para infraestructuras (mineral de hierro, hormigón, cobre) y energía verde (litio o minerales raros). Chile, Perú, Indonesia y China son países a los que apunta la gestora. Respecto a aquellos gobiernos más escépticos entorno al cambio climático y el Acuerdo de París, como el Brasil liderado por Jair Bolsonaro, NN IP cree que podrían enfrentarse a una “creciente presión por parte de la comunidad internacional y una Administración Biden más activa [que la de Trump]”.
La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la importancia que tienen no solo las redes de seguridad social, o la garantía de unas condiciones sanitarias y laborales adecuadas, sino también la transparencia y rendición de cuentas de las financias públicas en un contexto de déficits históricos. En opinión de NN IP, será importante analizar los grandes déficits presupuestarios y los ya elevados niveles de deuda pública de países como Brasil, Sudáfrica, Omán, Sri Lanka, El Salvador o Túnez. La gestora apunta que la pandemia provocó un gran aumento de la emisión de bonos sociales en los mercados emergentes hasta alcanzar los 15.000 millones de euros durante 2020, en su mayoría procedentes de empresas y en parte a expensas de la emisión de bonos verdes y de sostenibilidad.
“Esperamos que más países emitan bonos verdes, sociales y de sostenibilidad (GSS) en 2021, dado los déficits presupuestarios récord, las agendas de recuperación y transición verde, así como los niveles de financiación favorables para los bonos GSS en un contexto de alta demanda de los inversores,” apunta.