Jupiter AM ha terminado de modificar los nombres de los productos Merian en consonancia con su denominación actual y que ya corresponde a la gama de fondos de Jupiter. Según explica la gestora, tras la adquisición de Merian Global Investors por parte de Jupiter en 2020, esta actualización de la denominación de los fondos Merian es uno de los últimos pasos en la creación de una sola empresa unificada que opere únicamente con la marca Jupiter.
Con efecto inmediato, los productos de la marca Merian dejarán de usar el distintivo Merian y pasarán a tener el nombre y el distintivo Jupiter. Por ejemplo, el Merian Gold & Silver fund, que gestiona Ned Naylor-Leyland, se convertirá en el Jupiter Gold & Silver fund.
Aunque la mayoría de los fondos cambiarán su prefijo a Jupiter, la gama de fondos Merian Systematic Equity, que dirigen Ian Heslop y Amadeo Alentorn, cambiará su prefijo a Jupiter Merian. Por ejemplo, el Merian North American Equity Fund pasará a llamarse Jupiter Merian North American Equity Fund.
«Estamos encantados de haber concluido este proyecto para dejar patente que ahora somos una empresa con una única marca que camina hacia adelante al unísono. La marca Jupiter tiene un rico legado. La esencia de la marca permanece intacta, pero creemos que esta nueva identidad visual se fundamenta en nuestro arraigado legado al tiempo que refleja la imagen innovadora, activa e internacional de la gestora de activos que somos en la actualidad», ha destacado Phil Wagstaff, responsable global de distribución de Jupiter.
Además, la gestora ha realizado una actualización de la marca más amplia y lanzado un nuevo sitio web con una identidad visual actualizada como parte de un proyecto de marca más amplio. Se ha renovado el logotipo de Jupiter, así como todos los recursos relacionados con los fondos, incluida la publicidad. A partir de ahora, toda la información y los materiales relativos a la gama combinada de fondos puede encontrarse en el sitio web de Jupiter.
*En la actualidad no se han producido cambios en los nombres de los fondos Merian European Equity y Merian Global Dynamic Bond.
Amundi ha anunciado el lanzamiento de Amundi Funds Emerging Markets Green Bond. Se trata de una estrategia de bonos verdes de mercados emergentes, disponible para inversores internacionales institucionales y particulares, ampliando así su oferta sobre esta clase de activos.
Este fondo llega tras el “exitoso lanzamiento y cierre” del Amundi Planet Emerging Green One Fund en 2018, el mayor fondo de bonos verdes de mercados emergentes del mundo. La nueva estrategia estará gestionada por el equipo de mercados emergentes de Amundi, que cuenta con un track record de gestión de deuda y divisas en los mercados emergentes desde 1999, así como experiencia en integración de criterios ESG y gestión de soluciones climáticas por cuenta de los mayores inversores del mundo.
La estrategia invierte en bonos verdes emitidos en divisa fuerte principalmente por compañías, así como con cierta exposición a bonos soberanos de determinados mercados emergentes seleccionados, como Brasil, India, China e Indonesia. En este sentido busca aprovechar el crecimiento de los bonos verdes, que registraron un volumen de emisiones récord de 52.000 millones de dólares en 2019, con un total de emisiones que alcanzó los 240.000 millones de dólares .
Según explica la gestora, al hacer que los bonos verdes estén más ampliamente disponibles para los inversores de todo el mundo, “se puede movilizar capital privado adicional para la transición energética, ayudando a los países emergentes a mitigar los efectos adversos de los riesgos del cambio climático”. Como se indica en el informe Amundi/IFC Emerging Market Green Bonds Report 2019, la preparación para las crisis climáticas puede ayudar a las economías a ser más resilientes a otras crisis mundiales, como la actual crisis sanitaria.
Enfoque de inversión
La estrategia es una solución gestionada de forma activa que incorpora un enfoque de inversión tanto topdown como de bottom-up. Aprovechando el análisis exhaustivo de emisores realizado por los equipos de análisis de crédito de mercados emergentes y el análisis ESG, el fondo invierte en una selección de emisores corporativos de una serie de sectores, entre los que se incluyen fuentes de energía alternativas y utilities, compañías financieras, transporte e inmobiliario.
Según indica Amundi, la estrategia busca oportunidades con un perfil riesgo-retorno atractivo dentro de los segmentos investment grade y high yield del universo de inversión. El fondo está gestionado por Maxim Vydrine, co-director de deuda corporativa y high yield de mercados emergentes en Amundi, como gestor principal de la cartera, con el apoyo de Sergei Strigo y Paolo Cei como co-gestores de la cartera.
“Los inversores buscan cada vez más soluciones que ofrezcan rendimiento y tengan un impacto positivo en el medio ambiente. Los bonos verdes de mercados emergentes son especialmente adecuados para aprovechar ambas oportunidades. Ya hemos visto que 2019 fue un buen año para el mercado global de bonos verdes, y los bonos verdes de Mercados Emergentes en particular están creciendo rápidamente. Estamos orgullosos de poder apalancarnos en la experiencia reconocida de Amundi en Mercados Emergentes para ofrecer a los inversores la oportunidad de ganar exposición a proyectos ecológicos y, al mismo tiempo, contribuir a un impacto tangible y sostenible en el medio ambiente”, señala Yerlan Syzdykov, director de mercados emergentes de Amundi.
Por último, la gestora indica que el fondo está alineado con los Principios de los Bonos Verdes (Green Bond Principles) y evaluará el impacto ambiental de los bonos verdes que se mantienen a final de año. Además, publicará un informe de impacto anual para demostrar cómo examina Amundi a los emisores para asegurarse de que se cumplan los criterios ESG descritos. Esta estrategia está disponible dentro de SICAV de Luxemburgo Amundi Funds, y actualmente está registrado en Austria, Bélgica, Dinamarca, Suiza, Alemania, España, Finlandia, Francia, Reino Unido, Italia (inversores institucionales), Luxemburgo, Países Bajos, Noruega y Suecia.
Beka Finance ha nombrado nombra a Javier Godoy nuevo responsable de distribución internacional del grupo, puesto desde el que se encargará de la distribución y comercialización de los productos de la gestora Beka Asset Management (fondos abiertos, activos reales e inversión alternativa) y del área de banca de inversión a nivel internacional y con especial foco en países anglosajones (Reino Unido, Irlanda, EE.UU., Canadá) y Europa Continental.
Con más de 25 años de experiencia en distribución de mercados globales con un alto enfoque en renta variable global, Godoy ha sido responsable de renta variable en la banca de inversión de BBVA. Dentro de sus responsabilidades, Javier ha sido jefe de ventas de cash equity y se ha encargado de la gestión de las políticas comerciales y presupuestarias en España e internacionalmente al frente de un equipo de 13 personas. Además, se ha encargado de la coordinación de conferencias y road shows con inversores nacionales e internacionales.
Sus sólidos conocimientos y relaciones con los principales inversores institucionales a nivel internacional, así como con las empresas ibéricas cotizadas, son el resultado de una experiencia de más de 20 años gestionando equipos multiculturales, con buenos resultados.
Entre los logros alcanzados, su equipo de ventas ha sido clasificado durante los últimos siete años en las primeras posiciones del ranking Extel y ha promovido la Iberian Equity Conference en Londres durante la última década. “Javier tiene una larga trayectoria profesional como responsable de ventas de renta variable impulsando unos resultados sobresalientes y gestionando equipos de trabajo multiculturales a los que ha liderado para alcanzar altos niveles de excelencia. Con su incorporación a Beka Finance somos conscientes de que sumamos un valor seguro”, ha señalado Carlos Stilianopoulos, CEO de Beka Finance.
El Grupo Beka Finance, que en 2020 anunció la creación de las áreas de negocio de banca privada y de inversión alternativa, está desarrollando un ambicioso proceso de crecimiento y diversificación de su negocio. “Beka Finance es un grupo independiente en pleno crecimiento en el segmento mid-market con una oferta muy interesante de fondos de inversión y activos reales. Mi ánimo y empeño está en aportar mi experiencia y conocimientos a seguir impulsando este proceso de crecimiento”, destaca Godoy.
Godoy es licenciado en Derecho por la Universidad San Pablo CEU y ha cursado el Programa de Dirección General en el IESE.
Desde los mínimos que marcó el mercado en la gran crisis financiera en marzo de 2009, el índice Russell 1000 Growth (R1G) ha batido al índice Russell 1000 Value (R1V) en más de un 300%, en términos acumulados. Este nivel de rentabilidad superior relativa recuerda a la década de 1990, junto con la angustia y la frustración que parece conllevar para los inversores que distribuyen su asignación entre estos dos estilos.
De hecho, la rentabilidad superior acumulada del índice R1G frente al índice R1V durante el periodo de 11 años entre 2008 y 2019 ha sido aproximadamente la misma que la registrada entre 1988 y 1999. Muchos parecen temer que esta época actual de dominio del estilo de crecimiento termine igual de abruptamente que su predecesora de la década de 1990.
No buscamos realizar afirmaciones sobre el futuro y somos conscientes de que este análisis podría parecer publicado a destiempo. Sin embargo, a pesar de que parezca que hemos asistido a un déjà vu en términos del desempeño de estos estilos, creemos que los factores que han impulsado la actual rentabilidad superior del estilo de crecimiento frente al de valor son diferentes de los que se materializaron en el episodio anterior.
Valoraciones frente a crecimiento de los beneficios
Los PER actuales en comparación con los de la década de 1990, junto con un entorno de tipos de interés en niveles reducidos indican, en nuestra opinión, que el crecimiento de los beneficios ha sido un catalizador más importante de la reciente rentabilidad superior del índice de títulos de crecimiento. Este desempeño superior se vio impulsado por las valoraciones: el PER relativo del R1G, en su punto máximo, alcanzó 3,5 veces la ratio PER del R1V, lo que supone un nivel muy superior a la tendencia a largo plazo. Al analizar el periodo 2008-2019, vemos que el PER relativo tanto del R1G como del R1V ha mostrado claramente una tendencia al alza, pero sigue situándose en unos niveles muy inferiores a los observados a finales de 1999 y principios de 2000. También es importante señalar que los tipos de interés son hoy en día mucho más bajos que los de hace veinte años, lo que, en todo caso, suele justificar que las valoraciones de los títulos de renta variable de crecimiento sean más elevadas.
Los aspectos económicos que impulsan la dinámica actual del estilo de crecimiento frente al de valor
También podemos analizar los fundamentales que explican la dinámica del estilo de crecimiento frente al de valor. Analizar el valor económico acumulado (basado en los ingresos) generado por los diez contribuyentes más importantes a la rentabilidad de cada índice nos puede ayudar a contextualizar adecuadamente el valor generado por las empresas que más contribuyen a la rentabilidad de cada índice.
La ratio precio/valor contable (P/VL) es uno de los parámetros clave que el FTSE Russell utiliza para definir sus índices de crecimiento y valor. Sin embargo, cabría preguntarse la utilidad de esta ratio para comprender el funcionamiento de las empresas en la era digital. Estas empresas tienden a depender en mayor medida del inmovilizado material (lo que conlleva de forma natural unas ratios P/VL más elevadas) en comparación con las empresas tradicionales. Con este tipo de metodología, las empresas de corte digital con escasas necesidades de activos quedarán por lo general clasificadas en los índices de estilo «crecimiento» pese a que, a nuestro juicio, algunas de las empresas digitales más grandes del mundo se negocian actualmente a precios sumamente razonables en relación con su potencial de generación de beneficios (en contraposición a su valor contable).
Si los ingresos globales y la generación de beneficio neto, así como el crecimiento de estos parámetros, son un indicador de la solidez subyacente del negocio, las empresas que impulsan la rentabilidad del índice R1G parecen presentar, en su conjunto, una solidez mucho mayor que las que impulsan la rentabilidad del R1V. En este contexto, la rentabilidad superior comparativa del R1G difícilmente parece sorprendente. Los negocios de los principales contribuyentes a la rentabilidad del R1G acumularon un valor económico mucho mayor que los de sus homólogos del R1V. En nuestra opinión, sería irracional que el mercado no asignara un mayor valor, en forma de mayores capitalizaciones bursátiles, a estas empresas de crecimiento que firman un mejor desempeño.
La principal conclusión de este análisis es que el actual ciclo del estilo de crecimiento frente al de valor parece estar más impulsado por los fundamentales que en la década de 1990, cuando el ciclo derivó en un frenesí por las valoraciones que, incluso entonces, parecía insostenible. Solo el tiempo lo dirá, pero las empresas que constituyen los contribuyentes más importantes del índice R1G, encabezadas por las plataformas tecnológicas de gran envergadura, están viendo cómo sus modelos de negocio se ven impulsados por tendencias estructurales de gran calado en torno a la digitalización de la economía mundial: un cambio que tal vez esté todavía en una fase incipiente.
Fuente ; Bloomberg
10 mayores contribuidores para el retorno del R1G 2009-2019 ordenados por contribución: AAPL, MSFT, AMZN, GOOG (A and C shares), FB, V, HD, MA, BA, XOM
10 mayores contribuidores para el retorno del R1V 2009-2019 ordenados por contribución; JPM, JNJ, BRK.B, PFE, PG, CSCO, INTC, T, CVX, WFC
Materializar todo el potencial de la digitalización
En cierto modo, resulta irónico que la transformación digital actual se haya visto acelerada considerablemente por Internet y las tendencias de movilidad que surgieron durante la década de 1990. Hoy en día, al haber implementado gran parte de la infraestructura necesaria, la promesa de la materialización del pleno potencial del auge de Internet se está haciendo realidad.
Muchas plataformas digitales son ahora las compañías más grandes en los índices de crecimiento estadounidenses y, en nuestra opinión, constituyen algunos de los modelos de negocio más poderosos que hemos visto en los más de 30 años de historia de nuestra firma. Desde este prisma, la rentabilidad superior del estilo de crecimiento frente al de valor durante la última década no solo no es sorprendente, sino que podría continuar, siempre y cuando los fundamentales que la sustentan se mantengan. Los fundamentales nos dicen que el actual ciclo del estilo de crecimiento se ve en gran medida apuntalado por en el crecimiento de los beneficios, la mayor solidez de los parámetros económicos subyacentes de las empresas y la materialización de todo el potencial de la digitalización —lo que, a nuestros ojos, tardará aún muchos años en suceder—
Tribuna de Stephen Atkins (CFA), analista y responsable de estrategia de cartera, yPeter Holt,analista de datos.
Únicamente con fines expositivos: la información y los datos contenidos en el presente documento no constituyen en modo alguno una oferta, una recomendación o un asesoramiento para la compra o venta de instrumentos financieros.
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Mirova ha anunciado el lanzamiento del periodo de captación para su quinto fondo dedicado a la financiación de infraestructuras de transición energética. El fondo se denominará Mirova Energy Transition 5 Fund y llega tras el fondo MirovaEurofideme 4, que ha sido invertido en los dos últimos años, y se centrará en los sectores de la energía renovable y la movilidad con bajas emisiones de carbono.
Según explica, al igual que los anteriores fondos de Mirova, el MET5 ofrecerá una gran flexibilidad (participaciones mayoritarias o minoritarias, financiación mediante capital o deuda subordinada, posibilidad de financiación puente a corto plazo), y se apoyará en los conocimientos técnicos de su equipo y en las sólidas alianzas que ha ido forjando en la industria.
Una vez creado, este nuevo fondo continuará invirtiendo en tecnologías de eficacia probada (parques eólicos terrestres, energía solar e hidroeléctrica, biogás) pero también podrá diversificarse para integrar tecnologías robustas en desarrollo, como los parques eólicos marinos. El equipo también proseguirá con la labor iniciada por el Fondo 4 en lo referente a la exploración e inversión en el sector de la movilidad con bajas emisiones de carbono, especialmente para impulsar el crecimiento del sector de los vehículos eléctricos y la irrupción del hidrógeno.
“El fondo buscará proyectos innovadores, a los que brindará apoyo desde la fase de desarrollo en todos estos sectores. Su capacidad para invertir en proyectos de nueva creación que reduzcan el impacto del carbono en la producción de energía es una de las señas distintivas del equipo de Mirova”, explica la firma en su comunicado.
Otro aspecto a destacar del MET5, según Mirova, es que el equipo podrá invertir fuera de Europa. Esta diversificación geográfica afectará a hasta un 10% del patrimonio del fondo y tendrá como objetivo proyectos situados en países miembro de la OCDE. Así, el fondo podría invertir en Asia, principalmente para ampliar las colaboraciones existentes con desarrolladoras europeas de esta región, replicando los modelos de determinados proyectos ya ejecutados en Europa.
La gestora explica que, tras el cierre final en noviembre de 2019 de MirovaEurofideme 4, el equipo espera captar más de 1.000 millones de euros para el fondo MET5. El primer cierre debería producirse al término del primer trimestre de 2021. Además, con vistas a fomentar el crecimiento y la inversión en este fondo, el equipo de Infraestructuras de Transición Energética de Mirova se ha ampliado a 22 personas.
“La energía renovable representa un 20% del consumo de energía global en Europa. En 2030, este porcentaje debería aumentar hasta un 32%. Para lograr este objetivo, será necesario invertir 1,7 billones de euros durante los diez próximos años. En nuestra calidad de inversor responsable, continuaremos aportando más capital a infraestructuras sostenibles y resilientes, y daremos a los inversores institucionales la oportunidad de colaborar en la lucha contra el cambio climático”, explica Raphaël Lance, director del fondo de transición energética de Mirova.
El equipo, que cuenta con más de 20 años de experiencia invirtiendo en infraestructuras de energía renovable, gestiona 1.500 millones de euros y ha llevado a cabo más de 70 operaciones durante este periodo. Como experta en el sector, la sociedad gestora de activos lanzó su primer fondo de 46 millones de euros en 2002 junto a ADEME para poner en marcha el sector eólico en Francia. Después de eso, constituyó dos fondos más de 94 millones en 2009 y 350 millones en 2016 para abrirse a nuevas geografías y tecnologías. Por último, su cuarto fondo, que captó 859 millones de euros en 2018, amplió su ámbito de actividad al sector de la movilidad con bajas emisiones de carbono. A lo largo de los años, Mirova ha financiado más de 300 proyectos que representan más de 5,7 GW de capacidad de producción instalada por toda Europa.
Por favor, tenga en cuenta que Mirova Energy Transition 5 es un proyecto de fondos en esta etapa y no ha sido autorizado por la Autorité des Marchés Financiers (AMF) ni por ninguna otra autoridad reguladora. Este documento tiene únicamente fines informativos y no constituye una oferta, propuesta o solicitud a los inversores para que inviertan en el futuro fondo. Este documento no representa un compromiso por parte de Mirova de estructurar el fondo aquí descrito o cualquier otro fondo.
Hace un par de semanas, las acciones a nivel mundial experimentaron una corrección en todos los sectores, reflejando la preocupación de que las recientes actuaciones de traders minoristas podrían sembrar el caos en el mercado. Hordas de operadores minoristas alentados por Reddit, a través de plataformas en línea gratuitas, asaltaron acciones que habían sido ampliamente vendidas en corto por inversores institucionales. Los precios de los valores en cuestión se multiplicaron en un abrir y cerrar de ojos.
No hay nada como un mercado alcista de larga duración y una plataforma de trading innovadora para que una nueva generación de inversores vea la luz. Robinhood Markets Inc. ha democratizado la negociación de valores poniendo la inversión sin comisiones al alcance de todas y todos en unos pocos clics. Estos operadores millennials y de la generación Z no disponen individualmente de grandes capitales (al menos todavía), ya que la gran mayoría de los activos sigue en manos de los baby boomers, pero esto no les impide operar frenéticamente.
¿Qué valoraciones se pueden extraer de todo esto? Principalmente, que algunos gestores de hedge fundslong/short que a menudo recurren al apalancamiento, sufrieron grandes pérdidas, alimentando así especulaciones del mercado de que se verían obligados a reducir su exposición, lo que afectaría a las bolsas en general.
A nuestro modo de ver, esto no es así. Desde Julius Baer no compartimos la idea de que este sea el fin del actual mercado alcista en la renta variable. Después del reciente movimiento al alza, los mercados se han vuelto vulnerables a una corrección. A nuestro parecer, los flujos y el posicionamiento se han vuelto demasiado optimistas a corto plazo.
Este fenómeno se ha desarrollado tanto que los observadores del mercado ya hablan de una burbuja comparable a la madre de todas las burbujas: la que se produjo en vísperas del cambio de siglo. Pero una cosa es detectar los síntomas, y otra entender las causas.
En primer lugar y con el máximo respeto, nos permitimos discrepar de esta opinión sobre una burbuja. Es cierto que los valores estadounidenses cotizan a múltiplos exigentes, pero en distinta medida con relación a los sectores y subsectores a los que pertenecen en los mercados. Quienes estén familiarizados con nuestro proceso de inversión, nuestra filosofía y nuestras opiniones, saben que entendemos la inversión como un juego relativo y que, por lo tanto, prestamos atención a las métricas y estimaciones de valoración relativas en lugar de absolutas.
Lo cierto es que, con una prima de riesgo prevista del 4,5% para la renta variable, y con los tipos de interés a largo plazo descontados para retornar poco a poco al 2%, la valoración justa para el S&P 500 se sitúa en torno a los 3.400 puntos. Por tanto, nos encontraríamos con una sobrevaloración de aproximadamente el 12% sobre los niveles actuales, lo cual es estadísticamente insignificante.
La fiesta terminará, pero no todavía. Las situaciones tienden a repetirse porque las nuevas generaciones siguen el mismo proceso de aprendizaje que sus predecesoras. El S&P 500, efectivamente, cotiza a 22 veces los beneficios de 2021. Mientras, el bono del Tesoro estadounidense a 30 años tiene una rentabilidad del 1,8% o, lo que es lo mismo, a 55 veces los beneficios.
Los valores cotizados en la bolsa ofrecen una cobertura aceptable contra la inflación, pero no así los bonos nominales del Tesoro estadounidense. En mi humilde opinión, el activo más seguro de aquí a las próximas navidades es el bono del Tesoro estadounidense a 30 años, pero el activo más seguro para dentro de una década es el S&P 500.
Por eso, correcciones como la que se produjo hace un par de semanas constituyen evoluciones saludables que depuran las posiciones débiles y especulativas. Especialmente, las bolsas siguen respaldadas por tres factores: la amplia liquidez que ofrecen los principales bancos centrales, una buena temporada de resultados y la esperanza en la recuperación económica que ha de producirse gracias a las vacunas y a los estímulos fiscales. Como conclusión cabe destacar que no merece la pena adoptar una postura activamente defensiva en la asignación de activos ya que seguimos dentro del margen de error inherente a este complejo ejercicio que combina arte y ciencia llamado valoración.
Tribuna de Yves Bonzon, Julius Baer Group Chief Investment Officer .
Lo expansivo de la política monetaria y fiscal, el fuerte crecimiento en la masa monetaria y el temor a perderse el rally han empujado al inversor profesional a incrementar el perfil de riesgo de su cartera, contagiándose en parte del populismo que ha invadido Wall Street.
Los gestores de fondos se apoyan en el argumento de la rentabilidad relativa (cuyo riesgo más claro explicamos aquí), usando las tasas de interés -artificialmente comprimidas por los grandes bancos centrales- para justificar múltiplos de valoración muy exigentes. Por su parte el inversor minorista se ve arropado por el “instinto de manada” que le proporciona Reddit y por la solidez de la tendencia alcista que comenzó en 2009 y que por fin le dio la confianza suficiente para aprovechar la oportunidad de entrar en 2020.
Eventos como el auge y caída de GameStop (y otros desgranados aquí), la rentabilidad de los bonos High Yield (USD) por debajo del 4% por primera vez en la historia de la serie, o la inclusión en el S&P 500 de los títulos de un fabricante de vehículos eléctricos que cotiza a más de 159x P/E 2022 y que acaba de invertir un buen pico de su tesorería en criptodivisas, muestran la pérdida de relevancia del análisis fundamental en las decisiones de inversión.
Establecer con una mínima exactitud la longevidad de este tipo de mercados es imposible, pero lo que sí nos muestra la historia es que son los eventos que obligan al inversor a ajustar su percepción del riesgo los que acaban por sacarle de su plácido sueño obligándole a volver a prestar atención a criterios mas tradicionales de selección de activos (valoración).
Muchas veces estas sorpresas son de carácter geopolítico; a pesar del nivel de especialización que ha alcanzado nuestra industria, al mercado sigue costándole descontar adecuadamente este tipo de sucesos. Como explica Marko Papic en su (muy recomendable y ameno) primer libro, Geopolitical Alpha, “las preferencias son una opción sujeta a restricciones, mientras que las restricciones ni son una opción ni están sujetas a preferencias”; los programas son deseos políticos que no siempre se cumplen y el no tener presente esta premisa ha llevado al mercado a tropezar recurrentemente (Grexit, Brexit, “Make America Great Again”, por poner algunos ejemplos recientes).
Con argumentos de sobra para apostar por un dólar a la baja y un desequilibrio demanda-oferta de petróleo en el medio plazo, el precio del barril de crudo puede ser un factor disruptivo para la bolsa si su precio sufre el impacto de imprevistos.
En 2015 el gobierno de Obama decidió formar parte del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Los estadounidenses buscaban diluir la presencia de tropas en Oriente Medio coincidiendo con la consecución de la “independencia energética” (en 2016 EE.UU. alcanzó la autosuficiencia en abastecimiento y en 2019 gozó por primera vez de un excedente de producción) y liberar recursos para enfrentar la amenaza comercial y militar que suponía el auge de China en el sudeste asiático. La firma del acuerdo tenía sentido político porque el americano medio se mostraba reacio a embarcarse en nuevos conflictos y militar porque la guerra de Iraq desgastó los apoyos de EE.UU., pero implícitamente asumía la hegemonía de Teherán al crearse un vacío de poder en el Golfo.
En 2018 Trump abandonó el JCPOA e impuso nuevas sanciones buscando un trato más ventajoso, para él y sus socios. La preferenciade Biden es volver al status quo a pesar de haber adoptado dos iniciativas que pueden ser contraproducentes: eliminar a los hutíes que luchan en Yemen de la lista de organizaciones terroristas y suspender los apoyos a Arabia Saudí en la guerra yemení.
Así, aumentan las restricciones para revivir el JCPOA. La alianza israelí-suní (Israel y los EAU, apoyados por los Acuerdos de Abraham), difícilmente aceptará ahora ningún tratado que ponga fin a las sanciones sin antes aumentar materialmente no solo los controles sobre el programa nuclear sino también sobre otras amenazas no-nucleares; estas dos decisiones facilitan a Irán ampliar su área de influencia (Iraq, Libia, Siria) a Yemen, que goza de una localización estratégica destacada en Oriente Medio, y ponen en alerta al gobierno de Netanyahu. La disminución de efectivos militares estadounidenses en la zona y lo avanzado del programa nuclear iraní complican aún más el acuerdo haciendo improbable que Irán incremente sus exportaciones en ~1,2 millones de b/d de crudo.
Y llueve sobre mojado porque otras cuatro propuestas radicales del presidente demócrata pueden potenciar la inercia en el precio del petróleo:
La orden ejecutiva que suspende el arrendamiento de terrenos de propiedad federal para la producción de petróleo y gas.
La moratoria en el arrendamiento para extracción de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico de Alaska, revirtiendo la acción del Congreso tomada en 2017.
Suspensión de las autorizaciones relacionadas con los combustibles fósiles en tierra y en el mar durante 60 días.
Cancelación del programa Keystone XL, cuyo objetivo era poder trasladar 830.000 b/d de fuel pesado desde Alberta (Canadá) al medio oeste de EE.UU. para ser refinado y posteriormente exportado; en el medio plazo, menos oferta.
Aunque los managers de las petroleras, entre otras las de mayor exposición a propiedad federal (ConocoPhillips, Occidental o EOG) se apresuraron para obtener nuevos permisos ante el cambio de gobierno, a medida que expiren los contratos de arrendamiento actuales y se ralentice la exploración, EE.UU. perderá anualmente más de 300.000 b/d de producción. Con el negocio de esquisto habiendo caído en volumen desde los máximos de 2017, y teniendo en cuenta que la gran mayoría de las importaciones estadounidenses provienen de Canadá (que exporta el 98% de su producción a EE.UU.), Biden se verá obligado a compensar -con riesgo- apoyándose en productores menos afines ideológicamente como Venezuela.
No olvidemos que la caída en producción de crudo los últimos 12 meses es comparable a la registrada en 2008 y se une al retiro de 1 millón de b/d de oferta instrumentado por la OPEC 2.0.
Asimismo, el número de plataformas petroleras (295) es el más apretado de los últimos 11 años; esta serie es especialmente útil como indicador contrario de la tendencia en precio del barril al coincidir puntos de inflexión desde mínimos con fuertes recuperaciones en la cotización del WTI (mezcla West Texas Intermediate). Finalmente, la semana pasada los futuros sobre el petróleo que se entregará el próximo mes costaban ~5 dólares más por barril que los contratos para el crudo que cambiará de manos en marzo de 2022, la mayor prima para los contratos del primer mes desde el inicio de la pandemia y otro indicador adelantado de la dirección de la tendencia a corto plazo.
Por todo lo anterior, y si apuestan por un repunte en expectativas de inflación, además de oro y plata, el petróleo puede ayudarnos a compensar riesgos potenciales.
Los medios internacionales apuntan a que Standard Life Aberdeen podría cambiar su nombre tras haber llegado a un acuerdo con Phoenix Group, que estaría dispuesto a comprar su marca, que tiene 200 años de antigüedad.
Aunque la gestora no ha confirmado esta información, la publicación International Investment indica que en los próximos días podría anunciarlo. Este acuerdo para vender el nombre Standard Life ampliaría el acuerdo que ambas firmas alcanzaron en 2018 y no tendría ningún tipo de implicación a nivel de negocio. Según señalan, el acuerdo formaría parte de una “reestructuración de su relación” y, además, la gestora se convertiría en “socio preferente” para la gestión de activos de Phoenix Group.
Standard Life Aberdeen vendió su rama de seguros a Phoenix en un acuerdo de 3.000 millones de libras en 2018, lo que además incluía una participación del 19,9% en Phoenix y una ampliación de la gestión de Aberdeen Standard Investments de unos 48.000 millones de libras en nombre de Phoenix.
Desde la citada publicación, matizan que “no se ha revelado cuánto pagará Phoenix por la marca Standard Life, o si SLA dará prioridad a una de las otras marcas existentes del grupo o creará un nuevo nombre por completo”.
BNY Mellon se suma a la revolución de los activos digitales. La entidad financiera ha anunciado la creación de una unidad de negocio centrada en esta clase de activos para acelerar el desarrollo de sus capacidades y soluciones de inversión con el objetivo de atender las cambiantes necesidades de sus clientes.
Según explica, se formará un “equipo interfuncional e interempresarial” dirigido por Mike Demissie, jefe de soluciones avanzadas de BNY Mellon. Actualmente, este equipo está trabajando en el desarrollo de un prototipo de plataforma de custodia y gestión de multiactivos digitales para clientes, lo que supondrá la primera herramienta de este tipo dentro del sector.
“BNY Mellon se enorgullece de ser el primer banco global en anunciar una propuesta que ofrezca un servicio que integra activos digitales. La creciente demanda de activos digitales por parte de los clientes, la madurez de las soluciones avanzadas y la mejora de la claridad regulatoria presentan una enorme oportunidad para que ampliemos nuestra actual oferta de servicios a este campo emergente. A la espera de nuevas evaluaciones y aprobaciones, esperamos comenzar a ofrecer estas capacidades innovadoras a finales de este año”, ha destacado Roman Regelman, CEO de Asset Servicing y responsable digital en BNY Mellon.
Por su parte, Mike Demissie, jefe de soluciones avanzadas de BNY Mellon, apunta que esta unidad tiene como objetivo ofrecer una infraestructura segura para transferir, custodiar y emitir activos digitales. “En consonancia con nuestro enfoque de arquitectura abierta, la unidad aprovechará la experiencia digital de BNY Mellon y las tecnologías desarrolladas por diversas fintech, así como otros colaboradores, para acelerar el desarrollo de productos y ayudar a que nuestros clientes aprovechen las mejores soluciones disponibles en el mercado”, ha matizado Demissie.
Desde la entidad matizan que la unidad de activos digitales se basará en los conocimientos digitales de BNY Mellon y en su sólida experiencia en servicios de inversión y gestión de inversiones. Aprovechando soluciones avanzadas como el blockchain, la tecnología detrás de los activos digitales, BNY Mellon mejorará la custodia y otros servicios de inversión.
“Permitir el uso de activos digitales es fundamental para transformar el futuro de los servicios de custodia. Construir el puente entre los espacios tradicionales y digitales creará un ecosistema de cara a apostar por la innovación. Nuestras capacidades de activos digitales deberían ayudar a evolucionar la forma en que opera la industria financiera, incluyendo la custodia, la gestión de garantías, la emisión, la gestión de inversiones y otros segmentos en los que BNY Mellon es un proveedor de servicios clave”, concluye Caroline Butler, jefa de Custodia de BNY Mellon.
¡Feliz Año Lunar del Buey (o Toro)! China arranca un nuevo año con perspectivas positivas gracias a la gestión de la pandemia y a la recuperación de su PIB, tras terminar 2020 como la única economía que se mantuvo en territorio positivo. Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), seguirá ganando terreno elevando su crecimiento hasta el 7,9%. ¿Qué pueden esperar los inversores del Año del Buey?
En primer lugar, las gestoras coinciden en que los inversores interesados en China deberán estar atentos a cómo evoluciona la recuperación económica, si habrá o no endurecimiento de las medidas por parte del Banco Popular de China y al comportamiento de la inflación.
Para Lars Kalbreier, CIO en Edmond de Rothschild Banca Privada, el gigante asiático aprovechará su diferencial de crecimiento con los países occidentales para invertir y acelerar así su avance hacia el primer puesto en la economía mundial. En su opinión, hay cinco aspectos que explican el crecimiento del país: “Son relevantes: las áreas en las que China destacó durante la pandemia; el plan a cinco años vista del gobierno chino; los objetivos estratégicos a largo plazo: Plan «Made in China 2025» diseñado para crear 50 empresas líderes en industrias estratégicas; los beneficios de la nueva zona de libre comercio de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés); y los cambios a los que se enfrenta la sociedad china como, por ejemplo, el consumo digital”.
Un factor importante, en opinión de Jaime Raga, responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia, es la mayor madurez empresarial. Según explica Raga, en 2020 surgieron nuevos modelos de negocios en China, nuevas compañías y muchas empresas han madurado porque, durante los últimos años, han usado dinero del capital privado para financiar el desarrollo de sus negocios. “Ahora estas son suficientemente maduras como para generar flujos de caja e ingresos y, están listas para cotizar en bolsa. Y, por lo tanto, durante 2021 esta tendencia continuará”, señala.
Respecto a la gestión de la pandemia, el gran riesgo a vigilar este año, Guillaume Dhamelincourt, especialista en producto de JK Capital Management (grupo La Française), el objetivo de China sigue siendo similar al de 2020: eliminar todos los contagios nacionales, cueste lo que cueste. Por ello, está aplicando de nuevo medidas agresivas y estrictas sin tener en cuenta las celebraciones, el gasto interno o el crecimiento económico. Las olas de contagios de 2020 demostraron que este era el enfoque correcto para el país, ya que acortó la duración de la pandemia y permitió una rápida recuperación económica. Las autoridades esperan repetir este éxito este año.
Aunque China ha destacado por su gestión de la crisis, desde BNY Mellon IM señalan que el COVID-19 dejará importantes cambios en la sociedad china. “La creciente marea de crecimiento mundial probablemente impulsará aún más la economía china. Sin embargo, una vez que la marea se aleje, veremos todos los efectos de las tendencias preexistentes que se han acelerado gracias al COVID-19. En nuestra opinión, hay dos tendencias que probablemente tendrán el mayor impacto en la economía y la sociedad chinas a largo plazo: la desglobalización y la digitalización”, señalan en su último análisis.
Oportunidades en renta variable…
Según reconoce Kiran Nandra, especialista de Pictet AM, existe un mayor interés en las asignaciones a China de inversores deseosos de obtener una exposición «pura» a lo que se considera una clase de activos muy atractiva, que puede superar a muchas otras regiones. “Por supuesto, en esta clase de activos hay empresas de valor poco apreciadas por el mercado. Es el caso de determinadas empresas financieras y algunos proveedores de servicios inmobiliarios. Por otra parte, sabemos por experiencia que el mercado de acciones A de China puede llegar a sobrecalentarse. Así que nuestro consejo, especialmente para los nuevos inversores en este mercado, es la precaución. Hay empresas chinas excelentes, pero hay que mantener un ojo puesto en las valoraciones” afirma Nandra.
En opinión de Nicholas Yeo, director de renta variable china de Aberdeen Standard Investments, en un principio, el auge de China se vio impulsado por un repunte en la producción industrial: la producción de las fábricas abarca desde materiales tecnológicos y de comunicación para facilitar el trabajo desde casa hasta equipos de protección personal, como las mascarillas. Junto con las medidas de estímulo fiscal, esto precipitó una reactivación del consumo interno y de la inversión en activos fijos.
“Esta fortaleza económica inherente está haciendo que el mercado de acciones clase A se haya convertido para el consenso en una apuesta positiva, lo que hace temer que se produzca una burbuja similar a la de 2015. La participación del inversor minorista local es elevada, al igual que la inversión mundial en acciones A a través del sistema de negociación Stock Connect. No obstante, los inversores aún pueden encontrar valor relativo en las acciones clase A. Con un PER forward (relación precio-beneficio a plazo) de 17 veces (basado en la previsión de beneficios para 2021), el índice MSCI China A Onshore cotiza por encima de su media histórica. Sin embargo, sigue teniendo un descuento del 40% con respecto al S&P500 en términos de precio valor en libros y es un 23% más barato en términos de PER. Estos niveles de valoración también parecen estar bien fundamentados, ya que el consenso sitúa las previsiones de crecimiento de beneficios para las empresas del índice MSCI China A Onshore cómodamente por encima de los dos dígitos”, explica Yeo.
Según recuerdan los expertos Fidelity, el último Año Lunar del Buey, en 2009-2010, trajo consigo una escalada del 51% en el índice de referencia Shanghai Composite. En el ciclo anterior, en 1997-1998, la subida fue del 27%. “Obviamente, las rentabilidades pasadas no son un indicador fiable de los resultados futuros, pero ante el arranque de este nuevo lunar, varios serán los factores que coparán la atención de los inversores en los mercados chinos. El primero de ellos es que la amplia liquidez y la condición de China como país que primero entró y primero dejó atrás las consecuencias económicas de la pandemia del COVID-19 parece que contribuirán a sostener el sentimiento alcista en los mercados de cara a la primavera, tanto en el mercado interno como en Hong Kong. Sin embargo, cualquier repunte de las presiones inflacionistas -o un giro brusco hacia el endurecimiento monetario- podría atenazar a unos mercados que avanzan con fuerza”, explican Victoria Mio, directora de renta variable asiática, Lynda Zhou, gestora de fondos de renta variable asiática, y Hyomi Jie, gestora de fondos de renta variable china, de Fidelity.
Y en renta fija
Los expertos de Allianz Global Investors (Allianz GI) coinciden en que las acciones A de China siguen beneficiándose de las tendencias positivas, que incluyen el creciente interés de los inversores y el nuevo gobierno estadounidense que puede reducir las tensiones. Pero también ve oportunidades en renta fija. “En China, y Asia en general, preferimos los bonos de menor duración y los valores highyield sobre los valores de grado de inversión”, afirman.
David Cheng, director de inversión en renta fija asiática de Schroders, también considera que los activos de renta fija son una oportunidad, en particular los bonos. “Los rendimientos absolutos de los bonos chinos en el extranjero se están negociando a sus niveles más atractivos en relación con los soberanos de los mercados desarrollados mundiales. Creemos que los bonos del gobierno chino, a un 3,25% aproximadamente, ofrecen un perfil de rentabilidad asimétrico para los inversores, con un margen de caída limitado, pero con potencial de apreciación de los precios. Los diferenciales de los bonos del gobierno chino se encuentran en sus niveles más amplios en comparación con los soberanos mundiales en los últimos 10 años, gracias a la fuerza de la recuperación económica del país tras la pandemia”, explica Cheng.
Ahora bien, Cosmo Zhang, analista de Vontobel Fixed Income Boutique, advierte sobre esta de activo: “Debido a la pandemia, el número de impagos de algunas emisiones de crédito chinas ha aumentado desde principios de noviembre del año pasado, lo que desencadenó caídas en noviembre tanto en los mercados onshore como en los offshore. Como resultado, el total de impagos en 2020 podría ser mayor que en 2019, e impulsar el ratio de defaults de los bonos corporativos onshore de 2020 hasta más del 1,0% desde un 0,62% de 2019. Sin embargo, esta cifra sigue siendo inferior a la media mundial. Además, el riesgo es manejable y no supone una amenaza sistémica gracias a los abundantes recursos de los responsables políticos chinos. El hecho de que estos impagos se produzcan ahora un poco antes evidencia los esfuerzos del gobierno chino por aumentar la eficiencia y la transparencia del mercado en beneficio de la economía en general”.
ESG: el reto de China
Otro ámbito en el que los inversores pueden esperar que China mejore este año es el de la energía verde, ya que China se ha comprometido a lograr la neutralidad de carbono para 2060. “Esta transición requerirá una inversión masiva en empresas que suministren energía renovable, baterías, vehículos eléctricos e infraestructuras relacionadas. Las empresas chinas ya son líderes mundiales en la cadena de suministro de energías renovables. Los fabricantes de aerogeneradores chinos representan el 26% de la capacidad mundial y los de baterías el 78%. Además, son responsables del 91% de la producción de placas de silicio para captar la energía solar. Creemos que los inversores deberían centrarse en los fabricantes de equipos y en las empresas que operan en la cadena de valor”, sostiene el director de renta variable china de Aberdeen Standard Investments.
A la hora de invertir en China, Sudhir Roc-Sennett, Responsable de Thought Leadership y ESG de Quality Growth (Boutique de Vontobel AM), advierte que cuando pensamos en factores ASG hay que prestar mucha atención a este país, sobre todo en su lucha contra el cambio climático y el efecto que es va a tener en su economía y en los mercados globales.
“Es probable que 2021 sea un año de progreso espectacular para la ASG, impulsado por la mejora de los datos. Algunos cambios serán más visibles que otros. Uno de los que debería destacar por encima de los demás en términos de escala y visibilidad es el de China y su reciente promesa de reducir masivamente sus emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que los costes asociados a la ignorancia de la sostenibilidad se hacen cada vez más visibles, parece que los problemas estructurales básicos se están abordando por fin, gracias a la mejora de los datos”, apunta Roc-Sennett.