La bolsa de Santiago anunció el pasado 3 de marzo que “ha procedido a inscribir en el Mercado de Valores Extranjeros, al ETF canadiense denominado Purpose Bitcoin ETF cuyas acciones o cuotas se negocian en el mercado Toronto Stock Exchange (TSX) y es regulado por Ontario Securities Commission”.
Las acciones o cuotas del ETF se empezarán a cotizar y a negociar el lunes 8 de marzo, en dólares americanos y está dirigido al público en general. El fondo tiene 12.250.000 de cuotas en circulación y fue autorizado por el regulador canadiense el pasado 12 de febrero.
Este ETF es el primero en el mundo que invierte directamente en Bitcoin, sin derivados, lo que elimina el riesgo de auto-custodia en una billetera digital. “De forma similar a los productos de oro y plata avalados por el activo físico, este ETF siempre estará respaldado directamente por activos de Bitcoin liquidados de forma física”, se explica en el comunicado de lanzamiento del ETF.
En concreto y según los antecedentes que se adjuntan a la bolsa de Santiago, el fondo invertirá de forma directa en Bitcoin: “Para el cumplimiento de su objetivo, el fondo invierte sus activos directamente en Bitcoin y los mantiene invertidos en dicho criptoactivo, sin recurrir a exposiciones sintéticas o a través de derivados con Bitcoin como activo subyacente como tampoco a estrategias especulativas de corto plazo”, se recoge en el documento.
Las posiciones en Bitcoin se mantienen en almacenaje frio (cold storage en inglés), la solución de custodia más segura del mercado. Purpose Investments ha contratado a Gemini Trust Company, LLC, como subcustodio y a CIBC Mellon Global Securities Services Company como administrador del fondo.
Purpose Investments es una compañía de administración de activos con más de 10.000 millones de activos bajo gestión, cuya oferta incluye productos de gestión activa y cuantitativos. Purpose Investment está liderada por el conocido empresario Som Seif y es una división de Purpose Financial, una plataforma de servicios financieros basada en la tecnología.
Paribas Asset Management ha anunciado el nombramiento de Michael Herskovich para el cargo de Global Head of Stewardship de su Centro de Sostenibilidad. Según indica la gestora, Herskovich trabajará en las oficinas de París y dependerá de Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de la gestora.
Michael Herskovich reemplaza a Helena Viñes Fiestas, quien dejará BNP Paribas Asset Management después de diez años para asumir un nuevo cargo como miembro del consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en España en mayo de 20231. Desde 2009 hasta la fecha, Herskovich ha sido director global de gobierno corporativo de BNP Paribas AM, siendo responsable de implementar su política de stewardship, incluyendo el proxy voting, el diálogo con las empresas y el análisis de gobierno corporativo.
La gestora destaca que Herskovich ha desempeñado un papel clave en el desarrollo de la estrategia global de sostenibilidad de la gestora, en su política de gobierno corporativo y políticas de voto, así como en el desarrollo del análisis para la integración de criterios ESG y de la inversión sostenible. Trabaja en estrecha colaboración con los gestores de fondos de BNP Paribas AM en materia de participación y voto, una colaboración que será aún más estrecha a medida que se continúen fortaleciendo los lazos entre los equipos de inversión y las actividades de stewardship de la gestora. Más allá de sus responsabilidades en la gestora, Michael es además miembro de la junta de la Red Internacional de Gobierno Corporativo (‘ICGN’), Presidente del Comité de Gobierno Corporativo de la Asociación Francesa de Gestores de Activos (‘AFG’) y Presidente del Comité de Gobierno Corporativo Internacional del Consejo de inversores institucionales (‘CII’).
En su nuevo cargo, Herskovich dirigirá al equipo de stewardship global de BNP Paribas AM, que incluye a Adam Kanzer y Paul Milon, directores de stewardship de América y de Asia Pacífico respectivamente, así como a la analista senior de gobierno corporativo con sede en París, Orsolya Gal.
“Michael es un experto en stewardship desde hace años con sólidas relaciones en la industria. Su trabajo ha sido fundamental en el desarrollo de nuestro ambicioso enfoque de gobierno corporativo y su nombramiento para este puesto refleja su experiencia y ambición en términos de actividad en el ámbito del stewardship. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para felicitar a Helena por su nombramiento en la CNMV y desearle mucho éxito en su nuevo cargo. Su nombramiento es un gran reflejo de la importante contribución que ha hecho a la inversión responsable y las finanzas sostenibles, en concreto, durante los últimos 10 años”, ha destacado Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management.
Lyxor ETF prevé acelerar en 2021 sus esfuerzos para ampliar su gama en tres pilares clave de productos ETFs: ESG y clima, temáticos y core. Según ha explicado, esta aceleración contribuirá a “satisfacer las necesidades a largo plazo de la gestión de patrimonios, a medida que el uso de los ETFs en Europa aumenta entre los inversores particulares, y a apoyar la base de clientes institucionales”.
Para ello, Lyxor ETF ha hecho de la creación de activos en estas tres áreas clave una prioridad estratégica para 2021. En primer lugar, la gestora se ha marcado como objetivo duplicar sus activos ESG, hasta alcanzar los 10.000 millones de euros en 2021, y convertirse en el principal proveedor de ETFs sobre el clima. La gestora señala que sus expectativas se basan en el crecimiento experimentado en 2020 y en los volúmenes récord observados en los ETF ESG, que el año pasado representaron más de la mitad de los flujos del mercado europeo.
Lyxor ETF planea ampliar su oferta ESG cambiando varios de sus ETFs existentes a índices ESG equivalentes, ofreciendo así una alternativa sencilla a las inversiones de mercado tradicionales para satisfacer las necesidades de los clientes. Lyxor también sigue aplicando su ambicioso programa de etiquetado de fondos y se propone obtener la «etiqueta ISR» para su gama completa de treinta ETF ESG antes de que acabe el año. A finales de febrero, los activos de los ETF ESG gestionados por Lyxor ascendían a 6.500 millones de euros. Como pionero en la gestión de fondos pasivos, el año pasado Lyxor ETFs fue el primer proveedor de ETFs del mundo en lanzar un amplio ecosistema de ETFs alineados con el Acuerdo de París y la neutralidad de carbono para 2050.
Según su visión, se prevé que el interés por los índices climáticos, que tomó fuerza el año pasado, siga aumentando. “Ya lo estamos viendo en los flujos de inversión hacia los índices regionales (sobre todo de renta variable europea y estadounidense) y mundiales de diversos tipos de inversores institucionales (aseguradoras, fondos de pensiones, gestores de activos), en parte debido a una regulación cada vez más estricta en Europa”, sostienen la gestora. Este año, Lyxor ETF pretende reforzar su gama de ETFs climáticos ampliándola en determinados segmentos de la renta fija, así como su gama de ETFs de bonos verdes, otra opción muy popular para tomar medidas directas contra el clima. En total, Lyxor gestiona actualmente cerca de 1.500 millones de euros en ETF centrados en el clima.
Ampliará y mejorará sus gamas de ETFs
En segundo lugar, para lograr el liderazgo que se ha propuesto, la gestora aumentará su gama de ETFs temáticos para captar las nuevas tendencias mundiales de la era pos coronavirus. Tras el éxito que tuvo su gama de ETF de megatendencias en 2020 -más de 700 millones de euros en nuevos activos netos captados en menos de un año-, Lyxor tiene previsto ofrecer a los gestores de patrimonio, en particular, más formas de invertir en las empresas preparadas para beneficiarse de los cambios significativos y duraderos en el mundo post pandémico. Tras haber lanzado cinco ETF temáticos en colaboración con MSCI en 2020 -sobre economía digital, tecnología disruptiva, movilidad futura, ciudades inteligentes y hábitos de consumo de los millennials-, Lyxor pretende ofrecer a los inversores exposición a la rápida innovación en una serie de sectores, como la sanidad y las tecnologías limpias y en áreas geográficas específicas.
Además, tiene previsto mejorar su gama core que, desde su lanzamiento en 2017, se ha convertido en una piedra angular de la oferta de productos de la firma. Según explican desde Lyxor, tienen previsto una serie de iniciativas para 2021, especialmente en renta fija, donde los productos ligados a la inflación son una prioridad clave con los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo gastando recursos libremente para impulsar la recuperación tras la pandemia. “Esto se basa en el éxito del ETF Lyxor Core sobre TIPS de EE.UU., que ahora cuenta con 3.600 millones de euros en activos bajo gestión después de experimentar un fuerte 2020. Las asignaciones regionales y de un solo país son también áreas clave de interés”, explican. Para apoyar su reposicionamiento en torno a estas tres áreas clave, Lyxor también tiene previsto adaptar y racionalizar el resto de su gama para garantizar que refleje mejor los objetivos de inversión y ahorro a largo plazo de los clientes.
«Los ETFs que surgieron como instrumentos de asignación táctica para los inversores institucionales, se han convertido en herramientas de ahorro a largo plazo para una gama mucho más amplia de inversores, incluso en el segmento de la gestión patrimonial. Esto no hará más que acelerarse. Nuestro cambio de enfoque tiene como objetivo abordar las preocupaciones a largo plazo de los inversores – ayudar a la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, detectar nuevos temas en un mundo post-Covid y garantizar la máxima eficiencia para sus inversiones- y, como tal, refleja el profundo cambio en la naturaleza del mercado de ETFs», concluye Arnaud Llinas, responsable de Lyxor ETF e Indexación en Lyxor Asset Management.
Conocemos los nombres de los grandes inversores, gestores, presidentes o consejeros delegados de las gestoras internacionales, pero ¿qué hay de las mujeres que también tienen un cargo relevante? ¿Conocemos sus nombres? En este Día Internacional de la Mujer, damos visibilidad a las profesionales del sector de la industria de gestión activos y repasamos su carrera, así como su proyección internacional.
Dentro de las responsabilidades de alta dirección, encontramos mujeres muy relevantes ejerciendo cargos de consejeras delegadas. Es el caso de Hanneke Smits, CEO de BNY Mellon Investment Management y miembro del Comité Ejecutivo de BNY Mellon. Smits, que acumula casi treinta años de experiencia en servicios financieros, ejerció como CEO de Newton Investment Management, filial de BNY Mellon Investment Management, entre 2016 y 2020. Previamente, formó parte del Comité Ejecutivo de la firma de capital riesgo Adams Street Partners entre 2001 y 2014 y fue directora de inversiones (CIO) entre 2008 y 2014.
Otra consejera delegada la encontramos dentro del grupo Eurizon. Se trata de Silvana Chilelli, actual consejera delegada y directora general de Eurizon Capital Real Asset (ECRA), firma centrada en clases de activos alternativos y dedicada a la economía real, que opera desde el 31 de diciembre de 2019. ECRA está participada en un 51% por Eurizon Capital SGR y en un 49% por Intesa Sanpaolo Vita y destaca como polo diferencial de competencia en las inversiones alternativas y los mercados privados. Anteriormente, Silvana Chilelli fue directora de Inversiones Alternativas y Proyectos Especiales en Intesa Sanpaolo Vita. Además, es licenciada en economía y comercio por la Universidad de Pavía y tiene un MBA en finanzas por la Columbia Business School de Nueva York. Silvana Chilelli es también miembro del Consejo de Administración de Intesa Sanpaolo Assicura.
Kristi Mitchem, Suzanne Cain, Suni P. Harford, Clare Bousfield y Sandra Crowl
Otro nombre que destaca es el de Kristi Mitchem, directora general de BMO Global Asset Management, la división de gestión de activos de BMO. Mitchem dirige un equipo de profesionales dedicados a ofrecer un rendimiento superior en toda una serie de clases de activos, incluidos los multiactivos, los alternativos y la exposición más tradicional a la renta fija y la renta variable cotizada. Antes de incorporarse a BMO en 2019, Mitchem fue directora general de Wells Fargo Asset Management, donde dirigió 28 equipos de inversión autónomos. Tiene más de 20 años de experiencia en funciones relacionadas con la gestión de activos, planes de pensiones de contribución definida y mercados de renta variable en State Street Corporation, BlackRock y Goldman Sachs. Además, Mitchem fue nombrada una de las mujeres más influyentes en los negocios por San Francisco Business Times en 2018, como una de las principales mujeres en la gestión de activos por Money Management Executive en 2017, y como una de las 100 personas más influyentes de Treasury & Risk en 2008.
Ocupando un cargo relevante en su compañía se encuentra Suzanne Cain, directora global de Janus Henderson Investors y parte del Comité Ejecutivo de la compañía, desde 2019. Es responsable de ventas globales y comercialización de productos dirigidos a canales institucionales y minoristas, y supervisa el servicio global de comercialización y clientes. Antes de incorporarse a la empresa, fue encargada en Blackrock iShares en EE.UU. y de clientes institucionales en todo el mundo. Dentro de sus funciones se encontraba dirigir a los equipos de clientes globales de la empresa en las funciones de comercialización, consultoría de producto, confección de carteras y cobertura de mercados globales.
En primera línea, se encuentra Suni P. Harford, presidenta de UBSAsset Management y miembro del Consejo Ejecutivo del Grupo UBS. Harford fue nombrada presidenta de UBS AM en octubre de 2019, aunque se incorporó a UBS en 2017 como directora de inversiones. Desde la gestora señalan que es una líder fuerte con un excelente historial y una amplia experiencia en el sector, incluyendo el análisis, la cobertura de clientes y la gestión de riesgos. Además, preside el Comité Ejecutivo y el Comité de Riesgos de UBS AM y, es miembro del Consejo Ejecutivo del Grupo UBS. Además, es miembro del consejo de la Fundación UBS Optimus y patrocinadora ejecutiva del Comité de Finanzas Sostenibles de UBS. Asimismo, participa activamente en el Comité de Diversidad e Inclusión de UBS y es la sponsor principal de la organización de redes y mentores de mujeres de UBS, All Bar None.
Por su parte, Clare Bousfield es directora financiera y miembro del Consejo de Administración y Comité Ejecutivo de M&G. Entre sus responsabilidades se encuentra dirigir la gestión financiera de M&G plc, lo que incluye impulsar el rendimiento financiero general del negocio. También es responsable de apoyar al director general del Grupo en la comunicación de la estrategia de la empresa y la información financiera a las partes interesadas externas. Desde la gestora, explican que Clare aporta al Consejo una importante experiencia internacional en finanzas corporativas y contabilidad, tras desempeñar una serie de funciones de alto nivel en el sector de los seguros y los servicios financieros durante más de 25 años. Además, desde abril de 2020, Clare es directora no ejecutiva del Grupo RSA.
Dentro de este bloque de cargos más relacionados con la dirección, se encuentra Sandra Crowl, Stewardship Director de Carmignac. Crowl se incorporó a Carmignac en 2007, aunque su carrera profesional comenzó en Bankers Trust (Australia) en 1987. En 1991, se trasladó a la oficina de París para encabezar el equipo de Divisas y en 1993, se incorporó a la oficina de Londres como managing director del equipo de Divisas en Europa. Y en 2003, se adentró en el ámbito de la gestión de fondos y se unió a New Alpha Advisers, un nuevo fondo de inversión libre centrado en la recaudación de capital inicial y filial de la gestora boutique de fondos alternativos ADI.
Sophie del Campo, Laure Peyranne, Beatriz Barros de Lis y Junjie Watkins
Las profesionales de la industria no solo logran ocupar cargos de máxima responsabilidad ejecutiva, sino también copan responsabilidades relacionadas con el negocio de las firmas y sus área de inversión. Un ejemplo muy claro lo encontramos a nivel regional, donde la presencia femenina es relevante. En este caso, destaca Sophie del Campo, directora general para Iberia, Latinoamérica y US Offshore de Natixis IM. Se unió a la firma en 2011, cuando se abrió la oficina en Madrid para desarrollar el negocio de la entidad en España, Portugal, Andorra y Latinoamérica. Con más de 20 años de experiencia en el mercado financiero, y 12 dedicados a la industria de la gestión de activos en España y Francia, Del Campo ha trabajado desde el año 2000 en España en entidades como Crédit Agricole Asset Management, como responsable de ventas para España y Andorra, y en Pioneer Investments, como responsable de la entidad para España, Andorra y Portugal.
Y Laure Peyranne, directora de ETFs para Iberia, LatAm y US Offshore de Inveco, con 13 años de experiencia en la industria y con gran experiencia en el campo de los ETFs. Antes de incorporarse a Invesco, Laure trabajó durante 6 años como responsable de las estrategias de ETFs y Smart Beta de Amundi para Iberia y Latinoamérica, impulsando los activos de Amundi ETF bajo gestión desde cero hasta más de 5.000 millones de euros. Antes de eso, fue directora de ventas de Societe Generale durante 6 años, cubriendo Francia, Iberia y América Latina
También destaca la figura de Beatriz Barros de Lis, directora para España y Portugal de AXA IM, desde 2010. Con más de 30 años de experiencia en el sector financiero, Barros fue durante siete años la directora de Fleming Asset Management hasta su fusión con JP Morgan AM, cuando pasó a ocupar la vicepresidencia de la entidad resultante. Posteriormente, fue la responsable para España y Portugal de Alliance Bernstein Investments entre 2002 y 2009.
Fuera del continente europeo y americano, destaca Junjie Watkins, CEO para Asia ex Japan de Pictet AM. Se incorporó a Pictet AM en Hong Kong en 2019, siendo responsable del desarrollo empresarial y clientes de todas las actividades en la región. Fue directora de TCW en soluciones de inversión para institucionales e intermediarios en Asia y analista en Neuberger Berman en soluciones de inversión para Gran China. Está graduada por la Universidad de Finanzas y Economía de Dongbei de China y Master por la Universidad de Southampton en Reino Unido.
Deborah Zurkow,Geraldine Sundstrom, Tatjana Greil-Castro y Melda Mergen
Muchas de estas mujeres no solo están a cargo de equipos, departamentos y áreas regionales, sino que también están al frente de las decisiones de inversión de las gamas de fondos o estrategias clave de las gestoras. Es el caso de Deborah Zurkow, responsable global de inversiones de Allianz Global Investors y miembro del Comité Ejecutivo de la gestora, quien, en enero de 2020, asumió la responsabilidad de liderar la plataforma de inversión de Allianz GI, que que comprende las inversiones en alternativos, renta variable, renta fija y multiactivos de activos. Como directora global de Alternativas desde 2016, ha desarrollado desarrollado la oferta de Allianz GI en la clase de activos, que incluye una diversa una mezcla diversa de soluciones de inversión soluciones de inversión alternativa para clientes, hasta convertirla en líder del mercado en varias categorías. Zurkow se incorporó a Allianz GI en 2012 como CIO y responsable de deuda de infraestructuras, liderando un equipo que fue pionero en la deuda de infraestructuras como clase de activo para los inversores institucionales. Desde su creación, el equipo ha realizado más de 16.000 millones de euros en inversiones de deuda en diversos sectores de infraestructuras en todo el mundo hasta enero de 2021.
En un cargo destacable también se encuentra Geraldine Sundstrom, directora general y gestora de carteras en la oficina de Londres en PIMCO, quien se centra en las estrategias de asignación de activos. Antes de incorporarse a PIMCO en 2015, fue socia y gestora de carteras en Brevan Howard, donde se encargó de la dirección del fondo Emerging Markets Strategies Fund. Con anterioridad, trabajó en Moore Capital Management como gestora de carteras. En etapas anteriores de su carrera profesional, Geraldine Sundstrom desempeñó diversos cargos séniores de investigación en Citigroup Global Investments y Pareto Partners. Atesora 24 años de experiencia en inversión y cuenta con un máster en Finanzas del Birkbeck.
En Muzinich & Co, dos de sus estrategias más populares, Muzinich Enhancedyield Short-Term y Muzinich Sustainable Credit, están en las manos de Tatjana Greil-Castro, Co-Head Public Markets y gestiona de Muzinich & Co. Se incorporó a la gestora en 2007 procedente de Metlife Investments, donde trabajó como directora asociada de la unidad de mayor rendimiento. Anteriormente, fue gestora de carteras senior en European High Yield para Fortis Investments y gestora de carteras y analista de crédito en Legal & General Investment Management.
Por su parte, Melda Mergen es directora global adjunta de renta variable en Columbia Threadneedle Investments, aunque anteriormente dirigió el equipo de supervisión de inversiones y el proceso para garantizar la integridad de las estrategias de inversión de la gestora. Fue analista senior de análisis cuantitativo de renta variable, desarrollando e implementando modelos cuantitativos de selección de valores, presupuesto y análisis de riesgo de la cartera, optimización de la cartera y atribución de resultados.
Marie Lassegnore y Martina Macpherson
En todo lo relacionado con la sostenibilidad y los criterios ESG parece que las profesionales tienen una mayor presencia. Por ejemplo, en elGrupo La Française, donde el 48,6% de los empleados son mujeres, destaca Marie Lassegnore, gestora de carteras de crédito y directora de ESG para renta fija y activos cruzados en La Française AM, que comenzó su carrera en 2012 en Crédit Mutuel CIC como analista cuantitativa de fondos de fondos. En 2014, se incorporó a Aberdeen Standard Investments en Londres. Ocupó el puesto de analista de renta fija durante casi dos años antes de convertirse en analista de carteras de renta fija global, donde estableció la estrategia de bajas emisiones de carbono en la gestión crediticia global y europea. Finalmente, se unió a La Française en septiembre de 2018 y ha lanzado dos estrategias de crédito de impacto de carbono.
Igualmente, en ODDO BHF Asset Management, encontramos a Martina Macpherson, responsable de estrategia ESG. Macpherson ha desempeñado varias funciones de liderazgo mundial en estrategia, desarrollo de productos e innovación en materia de ESG, entre ellas la de vicepresidenta senior de estrategia de ESG y compromiso en Moody’s, directora mundial de productos e investigación de índices ESG en S&P DJI, directora gerente de Sustainable Investments Partners Ltd. y vicepresidenta de soluciones ESG en MSCI. Anteriormente, trabajó en funciones de producto, investigación y compromiso (ESG) en Insight Investment, F&C AM y en Deutsche Bank AG.
Referente en foros de la industria
Todas estas mujeres no solo juegan un papel relevante en sus compañías, sino que también son un referente en la industria a través de la participación en diferentes plataformas y foros. Por ejemplo, Greil-Castro es miembro fundador del European Leveraged Finance Alliance, miembro del Bond Market Contact Group del BCE, participante habitual en el Foro de Inversores de UBS y ponente frecuente en conferencias de inversión.
Además, es miembro de Girls are Investors (GAIN), donde comparte sus ideas, su pasión y su experiencia con las mujeres jóvenes para poner de relieve cómo pueden contribuir a que el mundo de las finanzas no sólo sea un sector dinámico e intelectualmente estimulante, sino también un lugar en el que contribuir positivamente a la sociedad. Al ser un sector relativamente desconocido, Tatjana cree que la gestión de activos tiene mucho que ofrecer, pero nos corresponde a nosotros ampliar el alcance de nuestra comunicación para atraer y dirigirse a perfiles más diversos.
Y, Smits se sienta en el consejo de la Investment Association, la asociación que representa a las gestoras de inversiones del Reino Unido, y es presidenta de Impetus, una organización de carácter filantrópico que respalda organizaciones benéficas que contribuyen al desarrollo de jóvenes desfavorecidos. Como parte de este cargo, forma parte del patronato de la Education Endowment Foundation (EEF), fundada en 2011 por The Sutton Trust en asociación con Impetus.
Otro perfil relevante en la industria es el de Claire Peel, Chief Financial Officer and Head of CFO Division y Member of the Supervisory Board of DWS, quien ha sido reconocida como una las 100 mujeres más influyentes en las finanzas europeas tanto en 2018 como en 2020, en la actualidad, preside un Foro compuesto por 12 CFOs de firmas europeas de gestión de activos e inversión creado en febrero de 2018. Claire patrocina el pilar de Diversidad e Inclusión e impulsa con pasión la necesidad de una mayor diversidad de género en todo el sector.
Además de estos ejemplos dentro de la industria, no podemos olvidar que el liderazgo femenino también ha estado muy presente a lo largo de la actual crisis de la pandemia con la presencia en instituciones internacionales por parte de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, Janet Yellen, secretaria de Estado del Tesoro en Estados Unidos, o Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otras.
Tras visibilizar a algunas de las mujeres líderes en la industria de gestión de activos,hay que ir un paso más allá y no quedarse solo en los nombres y cargos. Es necesario analizar hasta qué punto las gestoras están organizando su estructura, negocio y visión sobre la inversión para hacer de la igualdad de género una realidad.
“El sector de gestión de activos se está transformando, también a través de la lucha contra el desequilibrio de género de diversas formas, como el aumento de la visibilidad de los modelos femeninos, el fomento de una futura cantera de talentos y la respuesta a las demandas de las partes interesadas”, destaca Cristina Ungureanu, Head of Corporate Governance de Eurizon.
Una transformación a la que solo se llega mediante una actitud proactiva de las organizaciones, en opinión de Susana Montaner, portfolio manager de Lombard Odier Gestion. “El principal reto consiste en actuar de forma proactiva para ser referente en lo que a cambios sociales y modelos de gestión de refiere. Se trata de ir más allá del estricto cumplimiento de la normativa vigente y en ser agentes del cambio. La clave es dar mayor relevancia y optimizar los recursos humanos, modernizar la gestión y aprovechar el talento”, apunta Montaner.
En este enfoque coinciden todas las gestoras, pero el camino aún es largo. Tal y como recuerdan desde Natixis, uno de esos ámbitos que se resiste a ampliar la presencia de mujeres entre sus filas es el ámbito empresarial, sobre todo en los cargos ejecutivos y directivos. “Los altos cargos siguen estando ocupados, muy mayoritariamente, por hombres. La representación insuficiente de mujeres en puestos de decisión en el sector privado está siendo percibida como un problema tanto social como económico por su perspectiva de equidad e igualdad y porque puede llegar a frenar e, incluso, bloquear, el buen desempeño de la empresa”, destacan en su reflexión en este día.
Aunque no existe un dato global exacto sobre el porcentaje de mujeres que ocupan cargos de alta dirección o similar en la industria de gestión de activos, si tenemos algunas referencias. Por ejemplo, según el índice Russell 3000, las mujeres ocupan el 22,6% de los puestos en los consejos de administración. Además, los servicios financieros son uno de los gestores -junto con la sanidad, la industria y la tecnología- que lograron el objetivo del 20% de diversidad de género en sus compañías, según la edición de 2020.
Una propuesta es institucionalizar e incluir en las estructuras de las compañías órganos que trabajen directamente en este ámbito. Por ejemplo, Pictet AM, como muchas otras gestoras, cuenta con un Comité de Diversidad e Inclusión, actualmente liderado por el socio Laurent Ramsey. Fruto del trabajo de este Comité se han elaborado normas de flexibilización de la vida laboral, que promueven la conciliación familiar de hombres y mujeres. Estas medidas, incluyen, flexibilidad horaria, trabajar desde casa y reducción de la preescolar jornada laboral. «Aunque, desde luego, la ayuda a las mujeres que deciden tener hijos con programas de incorporación paulatina tras su baja de maternidad, la igualdad de género en Pictet va mucho más allá de las mismas oportunidades entre hombres y mujeres. Incluye diversidad e igualdad de oportunidades de razas, así como inclusión y promoción de candidatos de estratos sociales más deprimidos. La flexibilización pasa por cambiar la mentalidad de los directivos masculinos hacia un pensamiento más inclusivo, donde hombre y mujeres sean responsables de la educación y cuidado de sus hijos. De hecho el problema de la maternidad no es un problema empresarial, es un problema social a lo que tanto gobiernos como empresas deben contribuir», explican desde Pictet AM.
Ejemplos reales
Dejando las generalidades aún lado, hemos querido preguntar directamente a las compañías de nuestro sector para saber qué cifras manejan ellas y cómo orientan sus políticas de igualdad. Por ejemplo, Amundi cuenta con un 41,7% de mujeres en su Consejo de Administración (dato a 12 de mayo de 2020), cumpliendo desde 2015, cuando comenzó a cotizar en bolsa, con Ley Coppé-Zimmerman relativa a la proporción de hombres y mujeres en los consejos de administración y los consejos de supervisión de las medianas y grandes compañías.
“No hay una política de cuotas en Amundi. Pero estamos gestionando y monitorizando el avance de las cifras sobre diversidad de género. Estos últimos han crecido significativamente en los últimos años. Creemos que la combinación de acciones tomadas nos permitirá aumentar el porcentaje de mujeres ejecutivas a medio plazo en el Comité Ejecutivo, que actualmente es del 29%, y en el equipo de alta dirección en general, que se ubica en el 31%. Vale la pena señalar también que recientemente hemos anunciado el nombramiento de Valérie Baudson como CEO de Amundi, en sustitución de Yves Perrier a partir de mayo de este año”, comentan desde la gestora.
Para Jamie Dimon, presidente y CEO de JPMorgan Chase, las personas son “el activo más importante”, por eso la entidad bancaria ha dado grandes pasos en favor de la igualdad. A finales de 2020, el Comité de Dirección de JP Morgan Chase tenía 10 miembros, de los que el 30% son mujeres, porcentaje que llega hasta casi el 50% en el caso del Comité Operativo de la compañía. Y en JP Morgan Asset Management, desde finales de agosto de 2020, el 22% de los gestores de fondos son mujeres y ellas gestionan o comparten la gestión del 38% de los activos globales totales de la gestora (2,2 billones de dólares).
“Si bien estas cifras están por encima del promedio del sector, la compañía considera que aún queda mucho trabajo por delante para alimentar y fomentar el talento diverso, incluida la diversidad de género. Parte de ese esfuerzo está liderado por la red de empleados de JP Morgan Chase Women on the Move, un programa de la compañía destinado a la contratación, desarrollo y retención del talento femenino”, explican desde el banco.
Estos no son los únicos ejemplos. Desde DWS explican que, en 2020, el porcentaje de mujeres en el Consejo de Supervisión de DWS alcanzó el 33,3% -es decir 4 de 12-, superando el 30% que marca la legislación alemana para empresas cotizadas. El 26,6% de los puestos ejecutivos del primer nivel de dirección por debajo del Consejo Ejecutivo son ocupados por mujeres y, en el segundo nivel por debajo del Consejo Ejecutivo, este porcentaje alcanza el 28,4 %.
En su caso, la diversidad de género es uno de los KPI que siguen internamente para el cumplimiento de sus objetivos voluntarios. “En DWS seguimos trabajando para alcanzar una mayor representación femenina. Contamos con una serie de medidas que incluyen programas de desarrollo del talento, formación de directivos, mejores prácticas en las decisiones relacionadas con las personas, supervisión interna y un importante apoyo a las iniciativas impulsadas por los propios empleados. Las acciones específicas relacionadas con el aumento de la diversidad en los órganos de toma de decisiones, que incluyen los comités de votación, los consejos de administración y los órganos de gobierno, han apoyado nuestro éxito continuado. Creemos que la mejora del equilibrio de género en los puestos de liderazgo contribuirá significativamente al éxito futuro de DWS”, explican.
Otras gestoras, como Allianz GI, han aprovechado procesos internos para poner un mayor foco y esfuerzo en la igualdad. Según explica, desde la reorganización de sus órganos de gobierno en enero de 2020, el Comité Ejecutivo de AllianzGI (el órgano de más alto nivel de nuestra empresa) está formado por cuatro miembros: dos son hombres (el CEO Tobias Pross y el CFO Markus Kobler), dos son mujeres (la directora global de Inversiones Deborah Zurkow y la COO Alexandra Auer).
“Podemos afirmar con orgullo que la participación femenina en el nivel superior es del 50%. En todos los niveles de dirección, es decir, si contamos a todas las personas con responsabilidad sobre el personal, la participación femenina es del 33%, frente al 30% de hace dos años. Tenemos una Política Global de Inclusión y Diversidad, y un Plan de Igualdad de Género. Llevamos a cabo programas especiales de formación y tutoría para promover la participación femenina en el liderazgo”, destacan desde Allianz GI.
Medidas para alcanzar la igualdad
La industria quiere avanzar en este campo y por eso la mayoría de las gestoras toman medidas concretas o se fijan objetivos a largo plazo. Es el caso de M&G que trabaja por apoyar y fomentar la diversidad y la inclusión como empleador, en la forma en que dirige su negocio, y como parte de su estrategia de inversión a través de un compromiso activo con la gestión de las empresas participadas. Por ello, ha anunciado una serie de objetivos para todo su negocio, entre ellos están: «Mejorar año tras año la representación de género y etnia/nacionalidad en nuestra alta dirección (Comité Ejecutivo y sus subordinados directos) con el objetivo de alcanzar el 40% y el 20%, respectivamente, en 2025. Y evaluar la política de diversidad de los gestores de inversiones que gestionan activos en nuestro nombre, incluyendo la forma en que un gestor de inversiones desafía a sus empresas participadas a mejorar y mantener la diversidad en sus modelos de negocio». Actualmente, la plantilla global del grupo está compuesta por un 45% de mujeres y un 55% eran hombres. «A nivel del Consejo de Administración, el 57% de los miembros eran mujeres y el 43% eran hombres, y en el resto de la alta dirección de la empresa, el 30% eran mujeres y el 70% hombres», indican desde la gestora.
En Eurizon han adoptado una política de equilibrio de género a nivel de grupo, según la cual el fortalecimiento de la presencia del género menos representado en el liderazgo se persigue en línea con las iniciativas adoptadas para la mejora del talento femenino en todo el grupo.“La representación femenina en los consejos de administración se ha reforzado en los últimos años: el 20% de nuestros consejeros y el 60% de nuestros auditores legales están representados por mujeres. Desde 2017 hasta la fecha ha habido un aumento constante de mujeres como nuevas incorporaciones y de promociones. Alrededor del 43% de todos nuestros empleados son mujeres. El 30% de nuestros gestores de carteras de inversión y el 28% de todos nuestros directivos son mujeres”, señala Ungureanu.
En Amundi coinciden en poner el acento en lo relevante que es la política de promoción interna para luchar contra la lacra de la desigualdad. Según explica su política de no discriminación y promoción de la diversidad, que forma parte del ADN de la empresa, tiene sus raíces en los valores universales plasmados en los principales textos nacionales e internacionales de los que el Grupo es signatario desde hace mucho tiempo.
“En lo que respecta a la igualdad de género, cuatro grandes ejes orientan nuestras acciones: vigilancia de la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres; acompañar a las mujeres a puestos de responsabilidad; conciencia de la no discriminación; y paternidad. Para adecuarse a las normativas, sensibilidades y realidades de cada país, las acciones realizadas -programas de capacitación, sensibilización sobre estereotipos, encuestas de remuneración- se implementan localmente”, señalan desde Amundi.
Una visión similar tiene Gloria Ezeakor, responsable de Recursos Humanos y miembro de PIMCO Black ERG para Américas. Desde su cargo y experiencia considera que crear una cultura de inclusión es fundamental para atraer y retener a los mejores talentos. “La diversidad de puntos de vista y opiniones fomenta la resolución de problemas y la creatividad. Para ello, necesitamos que nuestros empleados se muestren como su auténtico yo y que vean a personas en la cima que se parecen a ellos. En la búsqueda de talentos, es importante que mantengamos la mente abierta y busquemos oportunidades para lanzar una red amplia que nos permita acceder a talentos que podrían no estar naturalmente en nuestra línea de visión. Contratar a más personas con trayectorias profesionales atípicas, como la mía, nos permitirá aportar perspectivas diferentes a nuestra cultura, lo que a su vez hará que nuestra organización sea aún más fuerte”, explica Ezeakor.
Por su parte, en BMO Global AM, apuntan que han ampliado su enfoque en reconocimiento de “la interseccionalidad de género, raza y otras categorías de identidad que han sido históricamente desfavorecidas”. En su opinión, tener plantillas y consejos de administración diversos crean empresas más resistentes que apoyan el rendimiento a largo plazo. Por ello se ha marcado como objetivo para 2025 que entre el 40% y el 60% de los puestos de liderazgo senior sean mujeres, un porcentaje que ahora mismo se sitúa en el 40%.
“La diversidad en todas sus formas es extremadamente importante para impulsar mejores resultados en nuestro sector. Precisamente por ello, DWS está integrando la diversidad en su cultura corporativa, asegurándose de que creamos un entorno de trabajo inclusivo y progresivo para todos nuestros empleados, independientemente de su sexo, raza o edad. La celebración del Día Internacional de la Mujer es una palanca importante para seguir centrándonos en impulsar la igualdad de género no sólo en nuestro negocio, sino en todo el sector de la gestión de activos», añade Claire Peel, Chief Financial Officer y Head of CFO Division y miembro del Supervisory Board of DWS.
En este camino emprendido por la industria de gestión de activos aún quedan kilómetros por recorrer y así lo explica Laure Peyranne, directora de ETFs para Iberia, LatAm & US Offshore de Invesco: “Hay que trabajar también para superar los prejuicios inconscientes y desafiar aún más las normas sociales, como por ejemplo dar por hecho que las mujeres abandonen por fuerza su trabajo cuando tienen hijos. pero soy optimista y creo que hemos avanzado mucho este último año. Por ejemplo en Invesco, habíamos implementado el “smart working” para ayudar a nuestros empleados a equilibrar su vida profesional con su vida personal bien antes del confinamiento. Esto nos ha permitido ser muy reactivo en marzo del año pasado y la eficiencia de este modelo flexible ha convencido a nuestros Managers a nivel global”.
En este sentido, la gestora ha creado el Invesco Women’s Network (IWN), que consiste en un programa de desarrollo de oportunidades y red de eventos para todos los empleados. También ha creado un programa de divulgación en colegios locales para promocionar carreras profesionales en la gestión de activos para la próxima generación y lleva a cabo un satisfactorio programa de mentores, ofreciendo desarrollo profesional y potenciando el networking a través de la región. Las diferentes acciones que lleva a cabo el programa IWN están ya activas en Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania e Italia.
Igualdad: un criterio de inversión
La igualdad no solo ha calado en la organización y liderazgo de las áreas de negocio o de los cargos de responsabilidad de las gestora, también ha ganado terreno a la hora de invertir. Según explican desde Eurizon, la cuestión del equilibrio de género debe situarse en el contexto más amplio de la sostenibilidad: una empresa en la que la sostenibilidad es una parte integrada de su cultura y la valoración de su gente es un factor clave de éxito para sí misma y para la contribución que puede dar al cambio social.
“Como gestores de activos, promovemos la diversidad de género como motor clave del éxito empresarial de las compañías en las que invertimos. Desempeñamos un papel importante en esta dirección y somos cada vez más elocuentes sobre aspectos como la correlación positiva entre la diversidad en el liderazgo y el rendimiento sostenible a largo plazo. Además, las inversoras son generalmente firmes defensoras de la diversidad de género en las empresas de su cartera, por lo que un mayor número de mujeres en la gestión de activos podría mejorar la diversidad en todos los sectores y, un mayor número de mujeres en puestos de liderazgo en toda la economía”, sostienen Cristina Ungureanu, Head of Corporate Governance de Eurizon.
Junto a Eurizon, desde Muzinich & Co explican que como empresa, están incorporando los factores ESG a sus proceso de investigación y a nuestras decisiones de inversión. “Como parte de este proceso, nos comprometemos continuamente con las empresas, sensibilizamos sobre la buena divulgación de los factores ASG para impulsar una mejor gestión del riesgo y, por tanto, esperamos conseguir mejores resultados. Hemos afianzado el análisis ESG como parte de nuestra investigación crediticia, en lugar de una superposición, para identificar a las empresas que realmente cumplen con las normas ESG”, matizan.
En opinión de Montaner, la igualdad es un tema que está cada vez más de actualidad, y el interés por parte de las entidades e inversores va en aumento dentro de los criterios de gobernanza. “A la hora de llevar a cabo las inversiones, es aún pronto para asegurar que es uno de los factores que se tienen en cuenta a la hora de invertir. A medio plazo estaremos hablando de un criterio que los inversores podrán incluir en sus análisis. Por el momento hay otros criterios que ocupan gran parte de su interés como aquellos fondos que contribuyen a combatir el cambio climático y a cuidar de nuestro planeta, temas relacionados con la sostenibilidad, etc. No se trata de falta de información, transparencia ni unificación de criterios, hablamos de un camino en el que queda mucho por recorrer. Confío en que todos estos factores se vayan definiendo en los próximos años y podamos avanzar más en estos contenidos en todos los sentidos”, afirma esta gestora de carteras de Lombard Odier Gestion.
Lograr que la igualdad tenga mayor peso en las decisiones de inversión también pasa por mejorar las deficiencias que hay en torno a la inversión sostenible y los criterios ESG. Según un estudio de Aberdeen Standard Investments, hay una falta de datos de alta calidad a nivel de empresa sobre las políticas de diversidad e inclusión, tanto en términos de género como de empoderamiento de las minorías en general. «El trabajo que hemos realizado abre un importante diálogo sobre los factores culturales, difíciles de medir pero importantes, y sobre el papel que desempeñan las empresas y los gobiernos. Y el papel que tienen las empresas y los inversores en la creación de una mayor igualdad de oportunidades», sostienen desde la gestora.
Las propuestas de las gestoras
Un ejemplo de la tendencia que señala Montaner es la decisión de AXA IM de ampliar su política de voto sobre diversidad de género tanto para las economías avanzadas como las emergentes. En este sentido, a partir de 2021, AXA IM se dirigirá a aquellas empresas que cotizan en bolsa en las economías desarrolladas en las que al menos un tercio del Consejo de Administración no tiene diversidad de género. Este nuevo objetivo de diversidad del 33% permitirá a AXA IM mantener a todas las empresas en las que invierte con los mismos altos niveles de exigencia para lograr una mayor diversidad, así como avanzar en la cuestión de la igualdad de género en el mundo desarrollado. Además de estos cambios, a partir de este año AXA IM también se centrará en las empresas cotizadas de países emergentes, así como en Japón, donde los Consejos de Administración no estén compuestos por un mínimo de una mujer directora (o el 10% del Consejo para los Consejos más grandes).
Según argumenta Yo Takatsuki, Head of ESG Research y Active Ownership de AXA IM, explica: “Los estudios muestran que un Consejo de Administración bien equilibrado y con diversidad de género conduce a una mayor rentabilidad y creación de valor, supera las cuestiones de pensamiento de grupo, desencadena debates e innovación y lleva a una mayor diversidad de representación en toda la organización. Estos cambios están en consonancia con nuestra creencia de que debemos hacer responsables a las Juntas Directivas de las mejores normas de gobierno en su función de guardianes del rendimiento sostenible. La introducción de nuestro objetivo del 33% para las empresas que cotizan en Bolsa en el mundo desarrollado y la nueva política para las empresas de los mercados emergentes y Japón constituyen el siguiente paso crítico para nosotros a medida que continuamos construyendo nuestras políticas de voto en torno a la diversidad de género, y aprovechamos al máximo nuestros derechos como inversores para involucrar a las empresas en un diálogo productivo que marque una diferencia tangible».
En Natixis IM comparten esta visión y afirman que aumentar la presencia de mujeres en puestos de decisión no se trata de una medida proteccionista a favor del género femenino, sino de una medida que puede afectar directamente a las cuentas de resultados de las empresas. “Existe una correlación entre el porcentaje de mujeres que ocupan estos puestos y los beneficios que ello reporta a la empresa. Aunque es difícil demostrar esta causalidad, las distintas investigaciones realizadas hasta ahora han concluido que existe una fuerte correlación entre el desempeño financiero de una empresa y la ventaja competitiva resultado de la política de paridad de sexos. Dado este impacto, es responsabilidad de todos defender la diversidad de género en todos los niveles de la sociedad, incluido el de las empresas privadas, por lo que resulta fundamental invertir en aquellas que combaten la desigualdad fomentando el desarrollo de las mujeres entre sus filas y apoyándolas para que alcancen puestos ejecutivos. De esta manera, recibirán el apoyo y respaldo económico que necesitan para seguir con la lucha y conseguir que en el futuro no sean necesarias este tipo de políticas”, explican desde Natixis.
Esta convicción se traduce en propuestas concretas de inversión. Por ejemplo, Natixis IM destaca la estrategia Mirova Women Leaders Equity Fund, gestionado por el equipo de Mirova, que consiste en un rendimiento superior al índice MSCI World con dividendos netos reinvertidos (rendimiento total neto en euros) durante el horizonte de inversión mínimo recomendado de cinco años a través de inversiones en sociedades que contribuyan a la consecución de objetivos de desarrollo sostenible, con un enfoque centrado en la diversidad y en la promoción de la mujer.
Según explican desde la gestora, “su creación responde a las necesidades de inversión de impacto que Mirova lleva identificando en los inversores, tanto institucionales como particulares, y las estrategias que abordan la diversidad y la igualdad entre sexos encajan perfectamente en esta categoría porque son cuestiones que son una prioridad social y económica. El sector financiero puede y debe desempeñar un papel crucial para apoyar el empoderamiento de las mujeres y propiciar la igualdad de oportunidades, y este vehículo de inversión es buena muestra de ello”.
Además, con esta estrategia Mirova también ha formalizado una exclusiva alianza con ONU Mujeres ya que una parte de las comisiones de gestión del Mirova Women Leaders Equity Fund se destinará al Comité Nacional de Francia de ONU Mujeres para financiar proyectos que fomenten el empoderamiento de la mujer. Esta alianza permitirá a Mirova contribuir de forma más directa a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU: conseguir la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.
Estos son solo algunos de los ejemplos de la visión, proyectos y desarrollo de la inversión en el ámbito de la igualdad de género con que cuentan las gestoras y que sirven de referente para abordar, desde una óptica positiva, el cambio hacia el que camina la industria de gestión de activos.
Cerrar la brecha de género actual nos llevará unos 257 años, según el último informe temático sobre diversidad e inclusión elaborado por Bank of America. El documento señala que ambos aspectos lideran las preocupaciones sociales hoy en día, con movimientos como el #MeToo y el #BlackLivesMatter, que se centran en denunciar las injusticias que sufren determinados colectivos.
Como respuesta a estas preocupaciones, el informe refleja que se valora, cada vez más, la igualdad y la diversidad en los equipos, ya sea en términos de etnia, género o capacidades. De hecho, advierte de que no tenerlo en cuenta podría habernos costado 70 billones de dólares desde 1990, según explica en el informe.
Otra conclusión clave es que la igualdad de género sigue siendo una de las asignaturas pendientes en este sentido. Según datos de Bank of America, tardaremos 257 años en cerrar la brecha de género actual: “En el mundo, las mujeres acumulan activos financieros 1,5 veces más rápido que los hombres. De alcanzarse la igualdad de género, el PIB global podría aumentar unos 28 billones de dólares hasta 2025”.
Por otro lado, y aunque la diversidad en los consejos de administración ha mejorado, el número de empresas del S&P 500 con una mujer directora general o equivalente sigue siendo obstinadamente bajo, con menos del 5% (ha cambiado poco en los últimos tres años y menos que hace cinco).
En este sentido, el 75% de las 3.200 compañías que cotizan en el Nasdaq no tienen ni siquiera una mujer en su consejo de administración. “Las cifras bajan aún más si, además, la directiva está racializada: solo hay una consejera delegada negra entre las empresas del S&P 500 y solo 8 tienen al menos un 50% de directivas en su consejo”, señala el informe.
Por último, el análisis realizado por Bank of America advierte de que la igualdad de género ha sufrido y retrocedido como consecuencia de la pandemia. “El COVID-19 ha golpeado a los puestos de trabajos ocupados por mujeres y profundizado en la desigualdad de género. 96 millones de personas caerán en la pobreza extrema en 2021, de las cuales 47 millones serán mujeres. En términos de peligro, los puestos de trabajo de las mujeres corren un 19% más de riesgo, cuando además las mujeres asumieron una parte aún mayor del cuidado de los niños y del trabajo no remunerado durante la pandemia. Incluso antes del COVID-19, la brecha de género estaba empeorando: se necesitarán 257 años para alcanzar la igualdad económica”, apunta en sus conclusiones.
La inversión convencional tiene por objetivo ganar dinero, pero según explica Ander López, director de ventas en Latinoamérica de M&G Investments, la inversión de impacto va más a allá. Propone lograr rentabilidades financieras activas además de devolver parte a la sociedad. Se diferencia de la inversión ESG, en que el proceso de selección no se basa en aplicar filtros de exclusión, sino en buscar aquellas compañías que pueden proporcionar retorno financiero y social a la vez.
En la opinión de M&G Investments, no es necesario elegir entre rentabilidad de inversión y resultados sociales positivos ya que en la gestora creen que se pueden obtener ambas cosas. El concepto de inversión de impacto no es nuevo, pero hasta hace poco era coto exclusivo de inversores institucionales y particulares de alto nivel patrimonial a través de instrumentos de capital y deuda privada. No obstante, eso esta cambiando. Dirigir un mayor capital hacia la inversión de impacto es esencial para abordar seriamente los problemas más urgentes en el mundo: cambio climático, contaminación, desigualdad, pobreza, etc. La medida que estemos dispuestos a hacer frente a esos problemas dará forma al mundo que vamos a dejar a las próximas generaciones. La buena noticia es que la inversión de impacto puede ser un componente integral de la solución.
En M&G Investments creen que las compañías cuyos productos y servicios satisfagan algunas de estas necesidades sociales fundamentales experimentarán un fuerte crecimiento en el futuro.
¿Cómo es la inversión de impacto?
En M&G suelen centrarse en un en torno a seis grandes áreas de impacto, en las que las empresas seleccionadas deben estar bien situadas. Tres de estas áreas guardan relación con el medioambiente: soluciones climáticas y economía circular, aire, agua, reducción de residuos, reutilización y reciclaje. Las otras tres áreas tienen una finalidad social: mejorar la salud, las condiciones de trabajo e igualdad social.
¿Cómo se mide la inversión de impacto?
Medir el impacto es complejo sobre todo en el caso de acciones cotizadas. Se trata de negocios diversos e inversiones cotizadas en el mercado secundario. A fin de abordar esta cuestión con rigor, en M&G han desarrollado su propia metodología basada en tres íes para evaluar si una acción es adecuada para invertir. Las tres íes corresponden a inversión, intencionalidad e impacto.
Toda inversión potencial debe obtener una puntuación superior a la media en esas tres categorías. Así evitan tener que hacer concesiones en los argumentos de inversión a cambio de impacto, o viceversa. La intencionalidad de una empresa también es crucial. En M&G deben asegurarse de que está claramente dispuesta a generar impacto y que éste no sea un resultado meramente accidental.
La inversión de impacto en M&G se inspira en el marco de sostenibilidad desarrollado por las naciones unidas que se materializa en sus objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Son 17 objetivos establecidos por la ONU en 2015 y se han adoptado cada vez más como marco para evaluar el impacto en el mundo real.
Información importante:
Exclusivamente para inversores profesionales. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Los puntos de vista expresados en este vídeo no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez.
La inversión en mercados emergentes entraña un mayor riesgo de pérdida debido a la intensificación de los riesgos políticos, fiscales, económicos, cambiarios, normativos y de liquidez, entre otros. Por tanto, podrían presentarse dificultades a la hora de comprar, vender, custodiar o valorar las inversiones en tales países.
Invertir conlleva riesgos, incluido el de pérdida del capital invertido. De mencionarse cifras de rentabilidad, tenga presente que las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras.
Dirigido exclusivamente a inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en este vídeo. Los pareceres expresados representan las opiniones de M&G Investments, que pueden ser objeto de cambios y no se proporcionan como consejo o recomendación de inversión ni como pronóstico o garantía de resultados futuros. Dicha información se proporciona exclusivamente a efectos informativos, y procede de fuentes propias y de terceros cuya precisión o exhaustividad no se han verificado de forma independiente. Aunque M&G Investments considera que la información es precisa y fiable, no presume ni se hace responsable de la exhaustividad, exactitud o fiabilidad de la misma. Las declaraciones sobre futuras expectativas, estimaciones, proyecciones y otras afirmaciones a futuro se basan en la información disponible y en la opinión de los gestores en el momento de emitirlas. Por consiguiente, tales afirmaciones son inherentemente especulativas, al basarse en hipótesis que podrían implicar riesgos e incertidumbres conocidos y desconocidos. Los acontecimientos, resultados y rentabilidades registradas podrían diferir sustancialmente de los expresados o implicados por dichas afirmaciones. Esta promoción financiera es emitida por M&G International Investments S.A., con sede registrada en 16, boulevard Royal, L-2449, Luxemburgo.
Los mercados nunca se están quietos. Sin embargo, desde que tocaron fondo el año pasado, han estado prácticamente en piloto automático. La razón es simple, la pandemia ha estado devastando las economías, pero unos estímulos fiscales y monetarios dignos de tiempos de guerra han proporcionado suficiente oxígeno para evitar el colapso y ganar tiempo hasta que comenzaran a llegar las ansiadas vacunas. Con ellas, se inició la cuenta atrás hacia la normalización, pero también el regreso de la ansiedad a los mercados.
En circunstancias normales, el mercado evalúa constantemente la salud de la economía a través de múltiples indicadores macroeconómicos; pero hacer esto hoy es prácticamente inútil. Tenemos casi la certeza de que, para el verano, un tsunami de demanda embalsada dará un impulso a la economía, de esos que ocurren una vez en el siglo.
La situación es tan inusual que se antoja imposible ver más allá de ese punto. Estamos en las primeras etapas de un nuevo ciclo económico, que se inicia con unas tasas de crecimiento no vistas en décadas, y cuyo desenlace es impredecible. En cierto modo, estamos sufriendo de miopía macroeconómica.
Los participantes del mercado, sin embargo, intentan ver qué viene después, ya que invertir es, después de todo, un juego de anticipación. El peligro más obvio que uno puede concebir a día de hoy es una aceleración de la inflación; dado que la oferta tendrá dificultades para hacer frente a un repentino aumento de la demanda (este año, mejor reservar las vacaciones con mucha antelación). Así es como las expectativas de inflación han tomado fuerza, agitando con ello los mercados de bonos y amenazando con hacer descarrilar las bolsas.
Esta forma de pensar es muy cortoplacista. Después de que prenda la hoguera, seguramente veremos una economía al rojo vivo, pero el material combustible disminuirá progresivamente a medida que los estímulos fiscales (probablemente no los monetarios) se vayan reduciendo progresivamente. La inflación pasará de las llamas al humo, y el mercado, inevitablemente, pasará a preocuparse por si el fuego se podrá sostener, o si se extinguirá en una recesión. O, en otras palabras, el mercado volverá a su modo de calibración normal.
Los mercados financieros son un sistema dinámico complejo con muchas variables interrelacionadas. Es muy difícil comprender cómo (y en qué medida) una variable influye sobre otra en un momento dado, o si la causalidad es inversa. Pero somos seres humanos y tratamos de darle sentido a todo esto compartimentando el sistema y construyendo narrativas en torno a las partes.
El guión actual es más o menos el siguiente: es ampliamente aceptado que, de entre todas las variables, los tipos de interés son la más importante; dado que son la clave para valorar cualquier activo que produzca flujo de caja, desde bonos hasta acciones pasando por bienes raíces. Por otra parte, las tasas de interés son una función de la inflación, que a su vez depende del crecimiento de la economía.
Hasta ahora, los mercados de bonos parecen estar siguiendo esta línea de pensamiento. Estímulos abundantes y consumidores con ahorros en sus bolsillos implican crecimiento desbocado; ergo la inflación se acelerará y las tasas de interés tendrán que subir.
Esta forma de pensar asume que es la economía la que determina el desempeño de las variables financieras. Pero la realidad es mucho más compleja. La dirección de la causalidad puede revertirse rápidamente: unos tipos de interés más altos pueden hacer que los precios de los activos caigan, lo que afecta la riqueza de los hogares (particularmente cuando afecta a los bienes raíces), y amenazar con llevar a la economía a una recesión. Esto último reduce las expectativas de inflación, y con ello bajan las tasas de interés, ¡voilà!
El mercado es una especie de enorme máquina de votación, donde sus participantes calibran constantemente las diferentes probabilidades de las múltiples variaciones de estas dos narrativas básicas. Pero el hecho es que, después de cuatro décadas con la inflación y los tipos de interés a la baja, contribuyendo con ello a inflar los precios de los activos, existe actualmente una enorme interdependencia en el sistema. Por ello, un gran cambio repentino en las tasas de interés se antoja casi imposible.
La inflación se ha atenuado debido a una combinación de factores estructurales: demografía, exceso de deuda, globalización y digitalización. Y la pandemia solo vendrá a acentuar esta tendencia. La única forma concebible de experimentar un aumento sostenido de la inflación sería un giro brusco a nivel impositivo. Uno que provoque una redistribución de la riqueza del capital a los trabajadores, como sucedió durante los años 70. Ese episodio, coincidió con otra redistribución, de países importadores de petróleo a países exportadores. Es muy poco probable que vuelva a suceder algo así, ya que el contexto ha cambiado radicalmente desde entonces.
El comunismo colapsó espectacularmente y la globalización se aceleró, evaporando con ello el poder de negociación de los trabajadores. La economía de mercado ha sido tan dominante que incluso el milagro económico chino se explica por haberla adoptado. Nadie puede seriamente argumentar hoy en día que el sector público pueda ser el motor del crecimiento. Y en lo que respecta a los precios del petróleo, las energías renovables nos acercan cada vez más a un escenario de abundancia plena.
Solo nefastas políticas pueden llevar al sistema a un régimen de inflación más alto. Pero las fuerzas deflacionarias son tan fuertes que necesitaríamos mucho más que gigantescos déficits presupuestarios. Tendríamos que ver a Estados Unidos convirtiéndose en Venezuela. O igualmente probable, descubrir que un asteroide está en ruta de colisión con la Tierra en unos años, y nos lanzáramos a gastar todo lo que tenemos.
Sin embargo, si se mantiene el statu quo actual, es casi seguro que la economía continuará creciendo, la tecnología seguirá transformando (y abaratando) nuestra vida diaria y las fuerzas del mercado prevalecerán sobre los experimentos políticos. En este entorno, creemos que una combinación de acciones de calidad para capturar el crecimiento y bonos del Tesoro para protegernos de la ocasional recesión, es actualmente la mejor combinación posible.
Tribuna de Fernando de Frutos, Chief Investment Officer en Boreal Capital Management
La pobreza y la pobreza extrema alcanzaron en 2020 en América Latina niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente, así como un empeoramiento de los índices de desigualdad en la región y en las tasas de ocupación y participación laboral, sobre todo en las mujeres, debido a la pandemia del COVID-19 y pese a las medidas de protección social de emergencia que los países han adoptado para frenarla, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La secretaria ejecutiva de la comisión regional de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, presentó una nueva edición del informe anual Panorama Social de América Latina 2020, el cual señala que la pandemia irrumpe en un escenario económico, social y político complejo: bajo crecimiento, aumento de la pobreza y crecientes tensiones sociales. Además, pone al desnudo las desigualdades estructurales que caracterizan las sociedades latinoamericanas y los altos niveles de informalidad y desprotección social, así como la injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado, que atenta contra el pleno ejercicio de los derechos y la autonomía de las mujeres.
Según las nuevas proyecciones de la CEPAL, como consecuencia de la fuerte recesión económica en la región, que registrará una caída del PIB de -7,7%, se estima que en 2020 la tasa de pobreza extrema se situó en 12,5% y la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población. Ello supone que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. De ese total, 78 millones de personas se encontraron en situación de pobreza extrema, 8 millones más que en 2019.
El documento indica que persisten las brechas entre grupos de población: la pobreza es mayor en áreas rurales, entre niñas, niños y adolescentes; indígenas y afrodescendientes; y en la población con menores niveles educativos. Agrega que el aumento de los niveles de pobreza y pobreza extrema sería todavía mayor sin las medidas implementadas por los gobiernos para transferir ingresos de emergencia a los hogares. Los gobiernos de la región implementaron 263 medidas de protección social de emergencia en 2020. Estas alcanzaron al 49,4% de la población, aproximadamente 84 millones de hogares o 326 millones de personas. Sin esas medidas, la incidencia de la pobreza extrema habría alcanzado el 15,8% y la pobreza el 37,2% de la población.
“La pandemia ha evidenciado y exacerbado las grandes brechas estructurales de la región y, en la actualidad, se vive un momento de elevada incertidumbre en el que aún no están delineadas ni la forma ni la velocidad de la salida de la crisis. No cabe duda que los costos de la desigualdad se han vuelto insostenibles y que es necesario reconstruir con igualdad y sostenibilidad, apuntando a la creación de un verdadero Estado de bienestar, tarea largamente postergada en la región”, afirmó Alicia Bárcena.
Llamado a un nuevo pacto social
Por ello, la CEPAL insta a garantizar la protección social universal como pilar central del Estado de bienestar. Precisa que, en el corto plazo, es necesario implementar o continuar las transferencias de emergencia propuestas por la Comisión: ingreso básico de emergencia (IBE), bono contra el hambre e IBE para mujeres; mientras que en el mediano y largo plazo, se debe avanzar hacia un ingreso básico universal, priorizando a familias con niños, niñas y adolescentes y apostar por sistemas universales, integrales y sostenibles de protección social, incrementando su cobertura, como componente central de un nuevo Estado de bienestar.
También llama a avanzar hacia nuevos pactos sociales y fiscales para la igualdad en tiempos de pandemia, y a garantizar la salud, la educación y la inclusión digital, para que nadie se quede atrás.
“El llamado de la CEPAL a un nuevo pacto social está más vigente más que nunca: la pandemia es una coyuntura crítica que redefine lo que es posible, y abre una ventana de oportunidad para dejar atrás la cultura del privilegio”, afirmó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.
El informe señala que el efecto adverso de la pandemia sobre los ingresos de las personas afecta principalmente a los estratos de ingresos bajos y medio-bajos. Se estima que en 2020 unos 491 millones de latinoamericanos vivían con ingresos hasta tres veces la línea de pobreza. Alrededor de 59 millones de personas que en 2019 pertenecían a los estratos medios experimentaron un proceso de movilidad económica descendiente.
De acuerdo al documento, se espera que la desigualdad del ingreso total por persona aumente en 2020, dando lugar a un índice de Gini promedio un 2,9% más alto que el registrado en 2019. Sin las transferencias realizadas por los gobiernos para atenuar la pérdida de ingresos laborales, cuya distribución tiende a estar concentrada en los grupos de ingreso bajo y medio, el aumento esperado del índice de Gini promedio para la región habría sido del 5,6%.
El reporte advierte también sobre los fuertes impactos de la crisis del COVID-19 sobre el mercado laboral. La tasa de desocupación regional se ubicó en 10,7% al cierre de 2020, lo que representa un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019 (8,1%). Agrega que la caída generalizada del empleo y la salida de la fuerza de trabajo ha afectado con mayor intensidad a mujeres, trabajadoras y trabajadores informales, jóvenes y migrantes.
La industria de la banca privada offshore en Latinoamérica no ha sido ajena a las grandes tendencias financieras y regulatorias globales y regionales de los últimos años. Si uno fuera a preguntarle a un manager o asesor nanciero cual es el cambio de mayor impacto para su negocio en los últimos tiempos, seguramente nos encontraríamos con varias respuestas comunes.
Transparencia y disponibilidad multi-jurisdiccional en la información de clientes finales. Nuevas reglas de protección a clientes finales con múltiples y adicionales disclaimers sobre los modelos de negocios, roles y responsabilidades, y sus costos asociados. Limitaciones en los cobros de trailer fees o pagos de retrocesiones en productos manejados, con orígenes en reguladores de Europa y rápida transmisión al continente americano. Y hasta la presente evolución del estandar de suitability, al estandar fiduciario en el manejo de las relaciones. Todos cambios estructurales relevantes, sin dudas.
Sin embargo, una tendencia subyacente no puede pasar desapercibida, fundamentalmente en el negocio de las Américas. El silencioso – aunque no tanto – movimiento voluntario de asesores financieros de modelos que vamos a llamar tradicionales, al llamado modelo independiente en todas sus variantes. Enorme tendencia que ya se encuentra en un estado de alta madurez en el negocio doméstico de los Estados Unidos, y comenzando su camino de manera consistente en el negocio internacional.
Puede acceder a la columna de opinión completa escrita por Rodolfo Castilla para la revista de Funds Society, a través de este enlace.