La decisión de la Reserva Federal: un mayor crecimiento tiene un precio

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Crecimiento económico y decisiones de la Fed
Foto cedida

El miércoles, la Fed ofreció más pruebas de lo que el mercado ha estado anticipando desde septiembre: el ciclo económico de EE.UU. se está extendiendo, y aunque eso probablemente beneficiará a los activos más riesgosos, el panorama para muchos segmentos del mercado de renta fija se está volviendo menos claro.

Desde el giro moderado de la Fed hace exactamente un año —interrumpido brevemente por un periodo de inflación persistente a principios de 2024—, las expectativas apuntaban a un ciclo de relajación agresiva. El límite superior de la tasa objetivo de los fondos federales, que estaba en 5,50 % en ese momento, se encontraba muy por encima de la medida de inflación preferida por el banco central de EE. UU., lo que señalaba una política altamente restrictiva.

El recorte de 25 puntos básicos (pbs) en las tasas de interés por parte de la Fed no fue exactamente un «regalo», ya que estuvo acompañado de un panorama político menos favorable. Una economía estadounidense resiliente, junto con la inclusión de políticas a favor del crecimiento por parte de la administración entrante de Trump, ha cambiado la narrativa de “acomodación”. El recorte a 4,5% esta semana ya había sido ampliamente anticipado por el mercado. También se esperaban revisiones modestas al alza en el Resumen de Proyecciones Económicas del banco central. Sin embargo, el grado en que muchas de estas expectativas fueron ajustadas podría haber sido el aspecto más destacado de esta reunión.

Al monitorear estas declaraciones, es importante identificar posibles incongruencias entre la retórica general y los detalles. Aunque el presidente de la Fed, Jay Powell, habló de un equilibrio aproximado entre los dos objetivos del mandato dual del banco central, creemos que el sesgo nuevamente se ha desplazado hacia la gestión del riesgo de inflación.

Por los números

En las proyecciones actualizadas de la Fed, la revisión del crecimiento económico real, medido por el producto interno bruto (PIB), confirmó lo que muchos ya sabían: con un ritmo del 2,5% en 2024, Estados Unidos sigue siendo parte del grupo de economías avanzadas.

El sólido crecimiento de EE.UU. se reflejó en un modesto aumento de las expectativas de PIB para 2025 y 2026, así como en una ligera disminución de la tasa de desempleo proyectada para 2024 y 2025. El presidente Powell se apresuró a reiterar que un mercado laboral resiliente era un desarrollo positivo y que no esperaba que los salarios ejerzan una presión al alza sobre la inflación.

Las revisiones más destacadas fueron en las proyecciones de inflación más altas. Para 2025 y 2026, la inflación general, medida por el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, se revisó al alza a 2,5 % y 2,1 %, respectivamente. La inflación subyacente para esos dos años ahora se espera que alcance 2,5 % y 2,2 %, respectivamente. Según esta medida, la Fed solo espera alcanzar su objetivo de inflación del 2,0 % en 2027. 

Aquí destacamos el componente de servicios básicos de la inflación. Creemos que la Fed podría estar preocupada porque este elemento clave para la estabilidad general de los precios podría estar tocando fondo mucho antes de que la inflación alcance su objetivo. Bajo esta lógica, mantener una postura moderada podría deshacer el progreso reciente en la lucha contra la inflación.

Detrás de los “puntos”

También fueron relevantes las revisiones de las expectativas de la Fed sobre su trayectoria de política monetaria. Gran parte del enfoque moderado previo ya había sido descartado. Esta tendencia continuó, y en esta nueva versión de la encuesta ahora se proyectan solo dos recortes en 2025 (frente a cuatro anteriormente) y dos adicionales en 2026, en línea con estimaciones previas. De manera importante, se espera que la tasa terminal para este ciclo sea del 3,0%. Hace solo un año, la proyección era del 2,5%.

Lo que está detrás de estas expectativas de una trayectoria de tasas más moderada es crucial. Si se debe a la anticipación de un mayor crecimiento económico debido a una agenda favorable para los negocios, esto sería positivo para los mercados. Sin embargo, si los componentes más inflacionarios de la agenda de la nueva administración de EE.UU. —como los aranceles— requieren tasas de política más altas, los inversores tendrían razones para preocuparse por la volatilidad en los tramos medio y largo de la curva de rendimiento estadounidense.

Mercados en movimiento

El rango de posibles resultados para los mercados de bonos se ha ampliado. Una extensión del ciclo económico en EE.UU. conlleva el riesgo de que el progreso en la lucha contra la inflación se estanque, inyectando volatilidad en los bonos de vencimientos medios y largos. La incertidumbre sobre las prioridades de política de la administración entrante también complica el panorama. Hasta ahora, la economía estadounidense ha logrado el esquivo “aterrizaje suave”. Un crecimiento económico más firme podría mantener la fiesta en marcha, o bien podría reajustar las expectativas de inflación de los consumidores a un rango más alto, obligando a la Fed a replantearse sus supuestos básicos.

Típicamente, los inversores darían la bienvenida al retorno de una prima por plazo en la curva de los bonos del Tesoro de EE.UU. Sin embargo, ese aumento incremental en los rendimientos entre los bonos a 2 años y 10 años –actualmente alrededor de 15 puntos básicos– refleja una creciente incertidumbre en torno a la inflación estadounidense y la respuesta de política adecuada. Los inversores deben decidir si ese rendimiento incremental justifica el riesgo.

Las valoraciones también importan. Una extensión del ciclo debería beneficiar a emisores corporativos de calidad. Sin embargo, los rendimientos de muchos de estos valores en relación con sus índices de referencia libres de riesgo son estrechos en comparación con los estándares históricos, lo que deja poco margen para protegerse contra la volatilidad de las tasas. Aunque los índices de incumplimiento son bajos y una economía en crecimiento debería ayudar a las empresas a mantener sus índices de cobertura, creemos que los créditos titulizados representan una mejor oportunidad en el contexto actual, dado que ofrecen valoraciones más atractivas y el potencial de que sus activos subyacentes se aprecien.

Las proyecciones actualizadas de la Fed confirman que, a nivel global, el crecimiento económico y las respuestas de política están divergiendo. Las expectativas revisadas al alza de las tasas de interés significan que EE.UU. sigue siendo un destino atractivo para el rendimiento. Por el contrario, la debilidad en Europa y otras jurisdicciones probablemente resultará en una mayor flexibilización de políticas y tasas más bajas. Además, varios segmentos del mercado global de crédito actualmente se negocian con descuentos en comparación con emisores de calificación similar en EE.UU.

Conclusión

La era de los mercados de bonos sincronizados y los rendimientos escasos ha llegado a su fin. Esto representa una oportunidad para que los inversores refuercen carteras más amplias aprovechando la capacidad de los bonos para generar ingresos, actuar como un diversificador y reducir la volatilidad.

Sin embargo, para lograrlo, los inversores deben ser ágiles y buscar identificar los segmentos que representen los equilibrios más atractivos. A diferencia de años anteriores, todos los factores son importantes, incluidos la región, la calificación crediticia y la exposición a la duración. Los inversores astutos tienen la oportunidad de aprovechar estas disparidades para encontrar un equilibrio entre la defensiva y la captura de rendimientos adicionales.

 

 

Análisis de Jim Cielinski, director Global de Renta Fija de Janus Henderson, y Daniel Siluk, jefe de Duración Corta Global de Janus Henderson.

Funds Society España 36: pinceladas de esta edición contadas por sus protagonistas

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Funds Society edición especial

El número 36 y correspondiente a septiembre de 2024 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles lo recibirán en los próximos días.

Les ofrecemos un resumen en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos. En el vídeo, explican algunas de las claves del contenido en el que han participado.

Entre los protagonistas, Alicia García, responsable de M&G para España, Portugal y Andorra, y Javier García de Vinuesa, Country Head de Natixis IM para España, dan algunas claves de lo que les espera a los mercados en 2025 y aportan ideas para las carteras en el nuevo año.

Por su parte, Carlos González Ramos, director Relación con Inversores, Marketing y Comunicación de Cobas AM, valora las consecuencias de que a partir del próximo 1 de enero los partícipes de planes de pensiones podrán reembolsar participaciones con más de 10 años de antigüedad. Una medida que podría suponer un desafío para el sector, pero también una oportunidad.

Sergio Miguez, socio-director general de Alternative Ratings, nos habla de los hedge funds como sector que menos crece en el segmento de alternativos pero que está tomando una forma particular en España.

Tali Salomon, directora regional de eToro para Latam e Iberia, expresa sus deseos para el año próximo.

La lectura de la revista les ayudará a recertificar sus titulaciones EFPA.

¡Disfruten del vídeo!

Pueden descargarlo en el siguiente enlace.

Decisión de la Fed: un mayor crecimiento tiene un precio

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Crecimiento económico y decisiones de la Fed
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El miércoles, la Fed ofreció más pruebas de lo que el mercado ha estado anticipando desde septiembre: el ciclo económico de EE.UU. se está extendiendo, y aunque eso probablemente beneficiará a los activos más riesgosos, el panorama para muchos segmentos del mercado de renta fija se está volviendo menos claro.

Desde el giro moderado de la Fed hace exactamente un año —interrumpido brevemente por un periodo de inflación persistente a principios de 2024—, las expectativas apuntaban a un ciclo de relajación agresiva. El límite superior de la tasa objetivo de los fondos federales, que estaba en 5,50 % en ese momento, se encontraba muy por encima de la medida de inflación preferida por el banco central de EE. UU., lo que señalaba una política altamente restrictiva.

El recorte de 25 puntos básicos (pbs) en las tasas de interés por parte de la Fed no fue exactamente un «regalo», ya que estuvo acompañado de un panorama político menos favorable. Una economía estadounidense resiliente, junto con la inclusión de políticas a favor del crecimiento por parte de la administración entrante de Trump, ha cambiado la narrativa de “acomodación”. El recorte a 4,5% esta semana ya había sido ampliamente anticipado por el mercado. También se esperaban revisiones modestas al alza en el Resumen de Proyecciones Económicas del banco central. Sin embargo, el grado en que muchas de estas expectativas fueron ajustadas podría haber sido el aspecto más destacado de esta reunión.

Al monitorear estas declaraciones, es importante identificar posibles incongruencias entre la retórica general y los detalles. Aunque el presidente de la Fed, Jay Powell, habló de un equilibrio aproximado entre los dos objetivos del mandato dual del banco central, creemos que el sesgo nuevamente se ha desplazado hacia la gestión del riesgo de inflación.

Por los números

En las proyecciones actualizadas de la Fed, la revisión del crecimiento económico real, medido por el producto interno bruto (PIB), confirmó lo que muchos ya sabían: con un ritmo del 2,5% en 2024, Estados Unidos sigue siendo parte del grupo de economías avanzadas.

El sólido crecimiento de EE.UU. se reflejó en un modesto aumento de las expectativas de PIB para 2025 y 2026, así como en una ligera disminución de la tasa de desempleo proyectada para 2024 y 2025. El presidente Powell se apresuró a reiterar que un mercado laboral resiliente era un desarrollo positivo y que no esperaba que los salarios ejerzan una presión al alza sobre la inflación.

Las revisiones más destacadas fueron en las proyecciones de inflación más altas. Para 2025 y 2026, la inflación general, medida por el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, se revisó al alza a 2,5 % y 2,1 %, respectivamente. La inflación subyacente para esos dos años ahora se espera que alcance 2,5 % y 2,2 %, respectivamente. Según esta medida, la Fed solo espera alcanzar su objetivo de inflación del 2,0 % en 2027. 

Aquí destacamos el componente de servicios básicos de la inflación. Creemos que la Fed podría estar preocupada porque este elemento clave para la estabilidad general de los precios podría estar tocando fondo mucho antes de que la inflación alcance su objetivo. Bajo esta lógica, mantener una postura moderada podría deshacer el progreso reciente en la lucha contra la inflación.

Detrás de los “puntos”

También fueron relevantes las revisiones de las expectativas de la Fed sobre su trayectoria de política monetaria. Gran parte del enfoque moderado previo ya había sido descartado. Esta tendencia continuó, y en esta nueva versión de la encuesta ahora se proyectan solo dos recortes en 2025 (frente a cuatro anteriormente) y dos adicionales en 2026, en línea con estimaciones previas. De manera importante, se espera que la tasa terminal para este ciclo sea del 3,0%. Hace solo un año, la proyección era del 2,5%.

Lo que está detrás de estas expectativas de una trayectoria de tasas más moderada es crucial. Si se debe a la anticipación de un mayor crecimiento económico debido a una agenda favorable para los negocios, esto sería positivo para los mercados. Sin embargo, si los componentes más inflacionarios de la agenda de la nueva administración de EE.UU. —como los aranceles— requieren tasas de política más altas, los inversores tendrían razones para preocuparse por la volatilidad en los tramos medio y largo de la curva de rendimiento estadounidense.

Mercados en movimiento

El rango de posibles resultados para los mercados de bonos se ha ampliado. Una extensión del ciclo económico en EE.UU. conlleva el riesgo de que el progreso en la lucha contra la inflación se estanque, inyectando volatilidad en los bonos de vencimientos medios y largos. La incertidumbre sobre las prioridades de política de la administración entrante también complica el panorama. Hasta ahora, la economía estadounidense ha logrado el esquivo “aterrizaje suave”. Un crecimiento económico más firme podría mantener la fiesta en marcha, o bien podría reajustar las expectativas de inflación de los consumidores a un rango más alto, obligando a la Fed a replantearse sus supuestos básicos.

Típicamente, los inversores darían la bienvenida al retorno de una prima por plazo en la curva de los bonos del Tesoro de EE.UU. Sin embargo, ese aumento incremental en los rendimientos entre los bonos a 2 años y 10 años –actualmente alrededor de 15 puntos básicos– refleja una creciente incertidumbre en torno a la inflación estadounidense y la respuesta de política adecuada. Los inversores deben decidir si ese rendimiento incremental justifica el riesgo.

Las valoraciones también importan. Una extensión del ciclo debería beneficiar a emisores corporativos de calidad. Sin embargo, los rendimientos de muchos de estos valores en relación con sus índices de referencia libres de riesgo son estrechos en comparación con los estándares históricos, lo que deja poco margen para protegerse contra la volatilidad de las tasas. Aunque los índices de incumplimiento son bajos y una economía en crecimiento debería ayudar a las empresas a mantener sus índices de cobertura, creemos que los créditos titulizados representan una mejor oportunidad en el contexto actual, dado que ofrecen valoraciones más atractivas y el potencial de que sus activos subyacentes se aprecien.

Las proyecciones actualizadas de la Fed confirman que, a nivel global, el crecimiento económico y las respuestas de política están divergiendo. Las expectativas revisadas al alza de las tasas de interés significan que EE.UU. sigue siendo un destino atractivo para el rendimiento. Por el contrario, la debilidad en Europa y otras jurisdicciones probablemente resultará en una mayor flexibilización de políticas y tasas más bajas. Además, varios segmentos del mercado global de crédito actualmente se negocian con descuentos en comparación con emisores de calificación similar en EE.UU.

Conclusión

La era de los mercados de bonos sincronizados y los rendimientos escasos ha llegado a su fin. Esto representa una oportunidad para que los inversores refuercen carteras más amplias aprovechando la capacidad de los bonos para generar ingresos, actuar como un diversificador y reducir la volatilidad.

Sin embargo, para lograrlo, los inversores deben ser ágiles y buscar identificar los segmentos que representen los equilibrios más atractivos. A diferencia de años anteriores, todos los factores son importantes, incluidos la región, la calificación crediticia y la exposición a la duración. Los inversores astutos tienen la oportunidad de aprovechar estas disparidades para encontrar un equilibrio entre la defensiva y la captura de rendimientos adicionales.

 

 

Análisis de Jim Cielinski, director Global de Renta Fija de Janus Henderson, y Daniel Siluk, jefe de Duración Corta Global de Janus Henderson.

La decisión de la Fed: un mayor crecimiento tiene un precio

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Crecimiento económico y decisiones de la Fed
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El miércoles, la Fed ofreció más pruebas de lo que el mercado ha estado anticipando desde septiembre: el ciclo económico de EE.UU. se está extendiendo, y aunque eso probablemente beneficiará a los activos más riesgosos, el panorama para muchos segmentos del mercado de renta fija se está volviendo menos claro.

Desde el giro moderado de la Fed hace exactamente un año —interrumpido brevemente por un periodo de inflación persistente a principios de 2024—, las expectativas apuntaban a un ciclo de relajación agresiva. El límite superior de la tasa objetivo de los fondos federales, que estaba en 5,50 % en ese momento, se encontraba muy por encima de la medida de inflación preferida por el banco central de EE. UU., lo que señalaba una política altamente restrictiva.

El recorte de 25 puntos básicos (pbs) en las tasas de interés por parte de la Fed no fue exactamente un «regalo», ya que estuvo acompañado de un panorama político menos favorable. Una economía estadounidense resiliente, junto con la inclusión de políticas a favor del crecimiento por parte de la administración entrante de Trump, ha cambiado la narrativa de “acomodación”. El recorte a 4,5% esta semana ya había sido ampliamente anticipado por el mercado. También se esperaban revisiones modestas al alza en el Resumen de Proyecciones Económicas del banco central. Sin embargo, el grado en que muchas de estas expectativas fueron ajustadas podría haber sido el aspecto más destacado de esta reunión.

Al monitorear estas declaraciones, es importante identificar posibles incongruencias entre la retórica general y los detalles. Aunque el presidente de la Fed, Jay Powell, habló de un equilibrio aproximado entre los dos objetivos del mandato dual del banco central, creemos que el sesgo nuevamente se ha desplazado hacia la gestión del riesgo de inflación.

Por los números

En las proyecciones actualizadas de la Fed, la revisión del crecimiento económico real, medido por el producto interno bruto (PIB), confirmó lo que muchos ya sabían: con un ritmo del 2,5% en 2024, Estados Unidos sigue siendo parte del grupo de economías avanzadas.

El sólido crecimiento de EE.UU. se reflejó en un modesto aumento de las expectativas de PIB para 2025 y 2026, así como en una ligera disminución de la tasa de desempleo proyectada para 2024 y 2025. El presidente Powell se apresuró a reiterar que un mercado laboral resiliente era un desarrollo positivo y que no esperaba que los salarios ejerzan una presión al alza sobre la inflación.

Las revisiones más destacadas fueron en las proyecciones de inflación más altas. Para 2025 y 2026, la inflación general, medida por el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, se revisó al alza a 2,5 % y 2,1 %, respectivamente. La inflación subyacente para esos dos años ahora se espera que alcance 2,5 % y 2,2 %, respectivamente. Según esta medida, la Fed solo espera alcanzar su objetivo de inflación del 2,0 % en 2027. 

Aquí destacamos el componente de servicios básicos de la inflación. Creemos que la Fed podría estar preocupada porque este elemento clave para la estabilidad general de los precios podría estar tocando fondo mucho antes de que la inflación alcance su objetivo. Bajo esta lógica, mantener una postura moderada podría deshacer el progreso reciente en la lucha contra la inflación.

Detrás de los “puntos”

También fueron relevantes las revisiones de las expectativas de la Fed sobre su trayectoria de política monetaria. Gran parte del enfoque moderado previo ya había sido descartado. Esta tendencia continuó, y en esta nueva versión de la encuesta ahora se proyectan solo dos recortes en 2025 (frente a cuatro anteriormente) y dos adicionales en 2026, en línea con estimaciones previas. De manera importante, se espera que la tasa terminal para este ciclo sea del 3,0%. Hace solo un año, la proyección era del 2,5%.

Lo que está detrás de estas expectativas de una trayectoria de tasas más moderada es crucial. Si se debe a la anticipación de un mayor crecimiento económico debido a una agenda favorable para los negocios, esto sería positivo para los mercados. Sin embargo, si los componentes más inflacionarios de la agenda de la nueva administración de EE.UU. —como los aranceles— requieren tasas de política más altas, los inversores tendrían razones para preocuparse por la volatilidad en los tramos medio y largo de la curva de rendimiento estadounidense.

Mercados en movimiento

El rango de posibles resultados para los mercados de bonos se ha ampliado. Una extensión del ciclo económico en EE.UU. conlleva el riesgo de que el progreso en la lucha contra la inflación se estanque, inyectando volatilidad en los bonos de vencimientos medios y largos. La incertidumbre sobre las prioridades de política de la administración entrante también complica el panorama. Hasta ahora, la economía estadounidense ha logrado el esquivo “aterrizaje suave”. Un crecimiento económico más firme podría mantener la fiesta en marcha, o bien podría reajustar las expectativas de inflación de los consumidores a un rango más alto, obligando a la Fed a replantearse sus supuestos básicos.

Típicamente, los inversores darían la bienvenida al retorno de una prima por plazo en la curva de los bonos del Tesoro de EE.UU. Sin embargo, ese aumento incremental en los rendimientos entre los bonos a 2 años y 10 años –actualmente alrededor de 15 puntos básicos– refleja una creciente incertidumbre en torno a la inflación estadounidense y la respuesta de política adecuada. Los inversores deben decidir si ese rendimiento incremental justifica el riesgo.

Las valoraciones también importan. Una extensión del ciclo debería beneficiar a emisores corporativos de calidad. Sin embargo, los rendimientos de muchos de estos valores en relación con sus índices de referencia libres de riesgo son estrechos en comparación con los estándares históricos, lo que deja poco margen para protegerse contra la volatilidad de las tasas. Aunque los índices de incumplimiento son bajos y una economía en crecimiento debería ayudar a las empresas a mantener sus índices de cobertura, creemos que los créditos titulizados representan una mejor oportunidad en el contexto actual, dado que ofrecen valoraciones más atractivas y el potencial de que sus activos subyacentes se aprecien.

Las proyecciones actualizadas de la Fed confirman que, a nivel global, el crecimiento económico y las respuestas de política están divergiendo. Las expectativas revisadas al alza de las tasas de interés significan que EE.UU. sigue siendo un destino atractivo para el rendimiento. Por el contrario, la debilidad en Europa y otras jurisdicciones probablemente resultará en una mayor flexibilización de políticas y tasas más bajas. Además, varios segmentos del mercado global de crédito actualmente se negocian con descuentos en comparación con emisores de calificación similar en EE.UU.

Conclusión

La era de los mercados de bonos sincronizados y los rendimientos escasos ha llegado a su fin. Esto representa una oportunidad para que los inversores refuercen carteras más amplias aprovechando la capacidad de los bonos para generar ingresos, actuar como un diversificador y reducir la volatilidad.

Sin embargo, para lograrlo, los inversores deben ser ágiles y buscar identificar los segmentos que representen los equilibrios más atractivos. A diferencia de años anteriores, todos los factores son importantes, incluidos la región, la calificación crediticia y la exposición a la duración. Los inversores astutos tienen la oportunidad de aprovechar estas disparidades para encontrar un equilibrio entre la defensiva y la captura de rendimientos adicionales.

 

 

Análisis de Jim Cielinski, director Global de Renta Fija de Janus Henderson, y Daniel Siluk, jefe de Duración Corta Global de Janus Henderson.

La Fed enfría las expectativas del mercado sobre recortes significativos de tipos en 2025

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La Fed y expectativas de recortes
Foto cedidaEl presidente Powell responde a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa del FOMC el 18 de diciembre de 2024.

La Fed ha recortado los tipos por tercera vez desde marzo de 2020 en 25 puntos básicos, tal y como se esperaba. Las gestoras internacionales destacan que Powell reconoció que esta decisión fue «más difícil» que las de las reuniones anteriores y que enfatizó que fue «la decisión correcta» dadas las condiciones actuales. Esto sigue a la reciente comunicación del FOMC, que enfatiza los méritos de la normalización «gradual» de la política, respaldada por fundamentos económicos resilientes y la creciente incertidumbre política con la llegada del presidente Trump.

Una modificación significativa del lenguaje de la declaración refuerza lo medida que está siendo esta trayectoria. La incorporación de la ‘magnitud’ y el ‘momento’ de señalar un camino de recorte de tipos más lento, con los mercados ahora valorando una probabilidad del 90% de una pausa en enero, se alinean con nuestra evaluación. Powell reforzó este mensaje, señalando que aunque la política sigue siendo restrictiva, están ‘significativamente más cerca de la neutralidad’, lo que justifica un enfoque más cauteloso reflejado en la reducción de cuatro a dos recortes proyectados en 2025”, apunta Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International

Para Dongyue Zhang, responsable de especialistas de inversión APAC para soluciones de inversión multiactivos de abrdn, la Fed adoptó un tono agresivo (hawkish). “Estas señales consolidan nuestra opinión de que la Fed hará una pausa en enero, a medida que vaya reduciendo su ritmo de relajación. Esperamos un recorte en marzo, dependiendo de si continúa el enfriamiento de la inflación. En nuestra opinión, hay más riesgo de que se produzcan menos movimientos, especialmente si vemos fuegos artificiales en los primeros días de la administración Trump. A juzgar por el ligero cambio en el comunicado de la Fed, esperamos un aumento de la volatilidad como consecuencia de los cambios en las políticas de la Administración Trump en 2025”, señala Zhang.

Este nuevo discurso representa otro ajuste significativo en el enfoque de la Fed que hace apenas tres meses llevó a un recorte de 50 puntos básicos. “Este giro está en línea con que las presiones inflacionarias persistentes impedirían que la Fed implemente el ciclo de relajación que los mercados esperaban. En su lugar, anticipamos que la Fed recalibraría su política, pasando de una postura restrictiva a una menos restrictiva. Esto es precisamente lo que está ocurriendo, con Powell insinuando que el banco central podría poner fin a los recortes consecutivos deteniéndose tan pronto como en su próxima reunión en enero: ‘Estamos en, o cerca de, un punto en el que será apropiado ralentizar el ritmo de los ajustes adicionales’», señala Jean Boivin, responsable del BlackRock Investment Institute.

En este sentido, George Brown, economista senior de EE.UU. de Schroders, espera un recorte adicional de otro cuarto de punto en la reunión de marzo de 2025, y que luego los suba 50 pb en 2026. “Es cierto que la función de reacción del banco central podría verse distorsionada si su independencia se viera socavada por la Administración Trump, pero, en nuestra opinión, las medidas para garantizar dicha independencia son suficientes para evitar este riesgo, al igual que el temor a las represalias del mercado”, matiza Brown. 

Para David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra, la cuestión de debate es a qué obedece el cambio de tono de Powell. “Si se debe a la llegada de Trump a la presidencia, cuyas políticas son netamente inflacionistas, se podría temer una futura confrontación entre gobierno y la Fed. Otra opción es que la apreciación previa de los activos financieros estuviera motivada en gran parte porque los inversores descontasen un escenario goldilocks: una economía fortísima combinada con una inflación en retroceso que permitiría a la Fed seguir recortando tipos sin descanso, algo que nos ha parecido siempre un tanto fantasioso. De ser así, las correcciones de ayer tendrían continuidad”, concluye Macià.

La clave está en el gráfico de puntos

Sobre el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés) Ahmed considera que la Fed se mostró menos agresiva en el gráfico de puntos: “El punto de 2025 eliminó dos recortes, superando las expectativas del mercado de solo un recorte menos. Este ajuste viene acompañado de proyecciones de crecimiento más fuertes, mayor inflación y menor desempleo en 2025”, indica. Y añade: “Es importante destacar que la evaluación del comité sobre la tasa neutral a largo plazo se ajustó al alza, con la mediana pasando del 2,9% al 3%, y el rango de tendencia central subiendo al 2,8%-3,6%”.

Para Daniel Siluk, jefe de Global Short Duration & Liquidez y gestor de carteras de Janus Henderson, el SEP es marcadamente halcón, con sólo dos recortes de tipos previstos para 2025, lo que indica una mayor preocupación por la persistencia o reavivación de la inflación. “Las previsiones de inflación para 2025 se han revisado al alza hasta el 2,5% (desde el 2,1%). Las previsiones de crecimiento económico se han revisado ligeramente al alza para 2025, hasta el 2,1% desde el 2,0%, pero se han revisado a la baja más allá de su horizonte de previsión, con una revisión a la baja del crecimiento del PIB para 2027, hasta el 1,9% desde el 2,0%. Esto sugiere que la política monetaria más restrictiva aún no ha hecho mella en la economía”, apunta Siluk, quien considera que la interpretación inicial del mercado ha sido de línea dura, como demuestra el aplanamiento de la curva de rendimientos.

Powell dejó claro que un ritmo más lento de recortes era el caso base. Sostuvo que la inflación todavía se dirige en la dirección correcta, restó importancia a parte de la rigidez de la inflación imputada y señaló que el mercado laboral todavía se está enfriando, pero solo gradualmente. Creemos que si los aranceles fueran la principal razón del aumento de la inflación, habríamos esperado ver una previsión de crecimiento más suave para 2025. El propio Powell no parece haber tenido en cuenta los aranceles, dado que citó una incertidumbre significativa sobre el alcance, el calendario y el impacto de los aranceles. Mantenemos nuestra previsión de dos recortes más de tipos el año que viene, pero los riesgos se han desplazado claramente en la dirección de menos (ningún) recortes”, añaden desde Bank of America.

David Page, head of Macro Research de AXA IM, va un paso más allá y apunta que la Fed recortará solo una vez en marzo del próximo año hasta el 4,25%, en función de la magnitud de la política de la nueva Administración. “También somos más pesimistas sobre el impacto a largo plazo de estas políticas y esperamos que pesen sobre el crecimiento hasta 2026, lo que creemos que hará que la Fed reanude la flexibilización en el segundo semestre de 2026. Prevemos que la FFR se sitúe en el 3,5% a finales de 2026, ahora igual que la Fed, pero no creemos que el camino sea tan suave como implican las suaves proyecciones de recorte de 50, 50 pb y 25 pb de la Fed”, concluye Page.

Norwealth Capital A.V. refuerza su equipo en Madrid con la incorporación de Jaime Blanco Masavéu

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Norwealth Capital refuerza equipo en Madrid
Foto cedidaJaime Blanco Masavéu, Norwealth Capital

Jaime Blanco se incorpora a Norwealth Capital A.V. procedente de Welzia, donde ha ejercido como banquero privado senior durante los últimos dos años. Con una experiencia de más de trece años en el sector, Blanco ha ocupado diferentes puestos relacionados con Banca Privada, en entidades como Tressis, Abante o Andbank, entre otros. 

Desde la firma explican que la misión de Blanco será contribuir al desarrollo del negocio en Madrid aportando su experiencia tanto en los servicios de gestión como en los de planificación patrimonial de la agencia. Con este último fichaje, Norwealth cuenta ya con más de 30 profesionales repartidos entre sus oficinas de Bilbao, Zaragoza, Valencia y Madrid, que espera ampliar próximamente con nuevas incorporaciones, dando continuidad a un modelo de negocio basado en la transparencia, la calidad del servicio así como la alineación de intereses con sus clientes.

Jaime es licenciado en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid y es miembro de la European Financial Planning Association contando con la acreditación EFP y EFA.

 

La economía mundial seguirá reequilibrándose en 2025

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Reequilibrio económico global en 2025

Existe una amplia variedad de posibles resultados para la economía, pero la sólida situación de partida es señal de resiliencia.

La economía mundial se ha comportado bien en 2024. De hecho, incluso ha superado nuestras expectativas, que ya eran relativamente optimistas. Puede que el crecimiento mundial no haya sido formidable —nuestra estimación del crecimiento del PIB real para el año es del 2,6%—, pero la economía global ha avanzado considerablemente hacia su reequilibrio tras la volatilidad registrada en el período pospandemia. Prevemos que continúe ese proceso de reajuste, y que tanto el crecimiento como la inflación regresarán al equilibrio en todo el mundo.

No obstante, unos cambios sustanciales en las políticas económicas podrían alterar el panorama para 2025 y años venideros. Si se imponen aranceles de forma amplia, como ha prometido la próxima administración estadounidense, podría producirse una desaceleración más intensa de lo que prevemos actualmente, y cabe la posibilidad de un sobrecalentamiento mayor de lo esperado de la inflación. Todavía hay muchas dudas en torno a las medidas políticas, lo que hace que la variedad de resultados para la economía resulte extraordinariamente amplia a punto de que termine el año.

El gasto de los consumidores estadounidenses se ralentizará, pero lo hará de forma gradual y moderada

En todo caso, el comportamiento de los consumidores sigue siendo el factor clave para las perspectivas económicas de Estados Unidos. Un mercado de trabajo sólido en 2025 debería mantener el crecimiento de la renta de los hogares por encima de la tasa de inflación, lo que impulsaría el consumo real. El ritmo de contratación se está ralentizando, por lo que prevemos que el consumo también disminuirá en 2025. No obstante, lo hará de forma gradual y moderada, a menos que haya un súbito desplome del mercado de trabajo.

El crecimiento es solo una parte del proceso de reequilibrio. La inflación también se está normalizando, o al menos se dirige hacia lo que podría llamarse la nueva normalidad. La Reserva Federal ha fijado como objetivo de inflación el 2%, pero prevemos que termine contentándose con un nivel cercano al 2,5%. A nuestro juicio, la inflación podría alcanzar esa cota en 2025, aunque la imposición de nuevos aranceles podría retrasar ese momento hasta por lo menos 2026. A pesar de que la incertidumbre sobre las políticas afecta a las perspectivas de inflación, seguimos previendo que la Fed recorte los tipos de forma gradual en los próximos trimestres, y que, con el tiempo, el tipo de interés de referencia se acerque al 3%.

Menor incertidumbre por las elecciones, mayor gasto presupuestario

Es fácil señalar la política comercial beligerante como posible riesgo bajista para le economía mundial. Sin embargo, hay otros factores que podían apuntar a un crecimiento más rápido.

En 2024, el entorno político ha estado plagado de sucesos que han creado un halo de incertidumbre en numerosos frentes, y es probable que ello haya afectado a la inversión empresarial. Ahora que hemos dejado atrás casi todos esos acontecimientos políticos, esperamos ver cierta aceleración de la inversión de capital, lo que debería ayudar a impulsar el crecimiento.

Es improbable que la trayectoria prevista de la política fiscal ralentice el crecimiento. De hecho, ha sido un baluarte de la economía mundial al permitir que esta siguiera expandiéndose incluso cuando los bancos centrales subieron los tipos de interés para reducir la inflación. Además, no hay muchos motivos para prever una reducción de los déficits presupuestarios en 2025. El gasto deficitario probablemente incrementará la carga de la deuda, y esperamos que mantenga los yields de la deuda del Tesoro por encima de los niveles prepandemia.

Panorama global: resiliencia frente a contratiempos y vicisitudes

Por manida que parezca, la afirmación de que el próximo año nos sorprenderá a todos de muchas maneras no deja de ser cierta. La variedad de resultados para la economía es extraordinariamente amplia y excepcionalmente sensible a los posibles cambios en las políticas económicas. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, la situación sólida de partida nos indica que la economía mundial probablemente resistirá frente a los inevitables contratiempos y vicisitudes.

Tribuna escrita por Eric Winograd, Director—Developed Market Economic Research en AB.

La Fed recorta las tasas en un cuarto de punto

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La Fed recorta tasas
CC-BY-SA-2.0, Flickr(Wayne Hsieh)

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció su tercera bajada consecutiva de tasas este miércoles 18 de diciembre.

«En apoyo de sus objetivos, el Comité decidió reducir el rango objetivo para la tasa de los fondos federales en 1/4 de punto porcentual en un rango de 4,25 a 4,5%. Al considerar el alcance y el momento de los ajustes adicionales al rango objetivo para la tasa de los fondos federales, el Comité evaluará cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos», anunció el comunicado de la Fed.

«El Comité seguirá reduciendo sus tenencias de títulos del Tesoro y de deuda de agencias y títulos respaldados por hipotecas de agencias. El Comité está firmemente comprometido a apoyar el máximo nivel de empleo y a hacer que la inflación vuelva a su objetivo del 2%», añadió la nota.

Según la Fed, los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido. Desde principios de año, las condiciones del mercado laboral en general se han relajado y la tasa de desempleo ha aumentado, pero sigue siendo baja. La inflación ha avanzado hacia el objetivo del 2% del Comité, pero sigue siendo algo elevada.

El Comité busca alcanzar el máximo nivel de empleo e inflación a una tasa del 2% en el largo plazo. El Comité considera que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están aproximadamente equilibrados. Las perspectivas económicas son inciertas y el Comité está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato.

Al evaluar la postura adecuada de la política monetaria, el Comité seguirá de cerca las implicaciones de la información que reciba para las perspectivas económicas. El Comité estaría dispuesto a ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que puedan impedir el logro de los objetivos del Comité. Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las lecturas sobre las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionarias y las expectativas inflacionarias, y los acontecimientos financieros e internacionales.

El S&P 500 y el Nasdaq pueden seguir en máximos en 2025 por 4 razones

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S&P 500 y Nasdaq en máximos
CC-BY-SA-2.0, Flickr

El proveedor de ETP GraniteShares considera que el S&P 500 y el Nasdaq 100 pueden seguir alcanzando nuevos máximos en el próximo año. Eso incluye a las grandes empresas tecnológicas y a las Magnificent Seven que ya han estado liderando el camino.

Los analistas de la firma piensan que hay varios factores que podrían ver un fuerte crecimiento continuo en las acciones estadounidenses el próximo año: un posible aumento en la liquidez del mercado; un bajo riesgo de recesión en EE. UU.; un mercado laboral ajustado y un fuerte gasto personal, y la continua revolución de la IA.

«El mercado de valores estadounidense ha sido amable con los inversores durante los últimos dos años, especialmente aquellos que han estado sobreponderados en tecnología, crecimiento y gran capitalización. Después de capear el ciclo de subida de tipos más agresivo de la historia por parte de la Reserva Federal, la inflación se ha normalizado en gran medida y la economía se ha mantenido resistente durante todo el proceso. Parecía poco probable al principio, pero es posible que la Reserva Federal haya logrado un aterrizaje suave después de todo», señala Will Rhind, fundador y director ejecutivo de GraniteShares.

“Las acciones estadounidenses van camino de su segundo año consecutivo de rentabilidades superiores al 20 %. En el último siglo, solo se han producido años consecutivos de rentabilidades superiores al 20 % un puñado de veces. Esta sería la primera vez en la década de 2000 en que esto sucediera. Somos optimistas de que 2025 puede ser otro año fuerte para las empresas tecnológicas y de gran capitalización estadounidenses”, añadió.

A continuación, se presentan cuatro de las principales narrativas que, según GraniteShares, podrían respaldar un mayor crecimiento sólido de las acciones estadounidenses en 2025: 

La liquidez favorece mayores ganancias para las acciones

Hay muchos casos en la historia reciente en los que los precios de los activos de riesgo han respondido positivamente a la liquidez adicional en el sistema. Más recientemente, fue el paquete de estímulo COVID de un billón de dólares del gobierno lo que ayudó a elevar el S&P 500 a un nuevo máximo histórico solo cinco meses después de que se desplomara más del 30%.

GraniteShares dice que es poco probable que volvamos a ver ese nivel de apoyo fiscal, pero cree que es más probable que aumente la liquidez. Si el presidente Trump sigue adelante con sus planes, que incluyen recortes de impuestos para hogares y corporaciones y desregulación junto con al menos un par de recortes de tasas más de la Reserva Federal en segundo plano, es probable que los consumidores y las empresas terminen con más efectivo en mano.

Después de que se aprobara la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos a fines de 2017, las ganancias corporativas del S&P 500 aumentaron más del 20% en 2018. GraniteShares dice que tendríamos que ver cómo sería un paquete de recortes de impuestos en 2025, pero dice que fácilmente podría ser el catalizador que impulse los precios de las acciones al alza.

La recesión no parece inminente

Desde hace tiempo se habla mucho de la amenaza de una recesión. Si bien hay algunas señales de advertencia que podrían verse como negativas, GraniteShares afirma que no vemos una economía estadounidense con un alto riesgo de recesión en el futuro cercano.

Si consideramos el crecimiento del PIB como nuestro barómetro de la salud económica, parece que la economía sigue funcionando bien. Dadas las tendencias actuales, GraniteShares no espera ver una economía que experimente una desaceleración significativa en el próximo año, especialmente si consideramos que la liquidez debería mejorar. Incluso si el crecimiento del PIB se desacelerara a una tasa anualizada del 2%, GraniteShares afirma que eso sería más que suficiente para crear la oportunidad para que las acciones generen más ganancias.

El mercado laboral está ajustado y el gasto personal es sólido

GraniteShares afirma que estos dos factores, que son muy influyentes a la hora de evaluar el estado de la economía, todavía tienen buena pinta. Hay muchas personas que necesitan trabajar en dos empleos para llegar a fin de mes y muchas están reduciendo su gasto discrecional para sobrevivir. Sin embargo, la perspectiva general sugiere que las condiciones siguen siendo positivas y que la base para el crecimiento futuro sigue siendo sólida.

El crecimiento de las nóminas no agrícolas definitivamente se está desacelerando, pero las sirenas de advertencia generalmente no suenan hasta que hay varios meses de crecimiento laboral negativo. Incluso en los últimos seis meses, que han presentado uno de los crecimientos más lentos desde la recesión de COVID, la economía todavía tiene un promedio de alrededor de 100.000 empleos agregados.

Lo mismo se aplica al gasto personal. Desde la recesión causada por la pandemia, solo ha habido tres meses en los que el gasto personal fue negativo mes a mes.

La revolución de la IA continúa

La inteligencia artificial ha sido el mayor avance tecnológico desde la llegada de Internet. El mundo ya ha experimentado cambios a gran escala en la forma en que compramos, creamos, nos comunicamos y aprendemos, todo gracias a la IA. Y todavía estamos en las primeras etapas de la revolución.

Muchas de las empresas más grandes del mundo están invirtiendo mucho en el desarrollo de sus propias soluciones, pero ya están viendo un gran crecimiento en sus negocios en la nube.

Desde una perspectiva de inversión, una de las características más atractivas de las acciones de los Siete Magníficos, que se convertirán en los pesos pesados ​​de la industria en este espacio, es que realmente no son tan caras. NVIDIA, que ha sido quizás la historia de mayor éxito de IA hasta la fecha, todavía cotiza a solo 32 veces las ganancias de los próximos 12 meses. Microsoft y Apple también cotizan aproximadamente a la misma valoración. Esto puede ser elevado según los estándares históricos, pero creemos que no está fuera de lugar dada la trayectoria de crecimiento potencial. Todavía hay muchas oportunidades en este espacio.

Will Rhind concluyó: «Nos sentimos optimistas sobre el mercado de valores en 2025. La inflación elevada, el impacto de una nueva administración presidencial y la geopolítica presentan comodines que no deben ignorarse, pero el contexto de un crecimiento económico saludable, un desempleo bajo y un consumidor resistente deberían crear un potencial alcista para las acciones».

Los fondos de activos tradicionales se reactivan en Chile y crecen un 15%

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Fondos tradicionales en Chile
Pixabay CC0 Public Domain

Después de unos años de languidecer tras el acelerado crecimiento de los activos alternativos en la industria de fondos de inversión públicos en Chile, las estrategias de activos mobiliarios se sacudieron el letargo. Con cifras gremiales al tercer trimestre de este año, la expansión de estos vehículos casi cuatriplicó la de los fondos alternativos.

Los datos de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (Acafi) muestran que los vehículos mobiliarios cerraron septiembre con un AUM colectivo de 120 millones de dólares. Esto representa una subida anual de 15,3%.

En contraste, la industria de activos alternativos –si bien mantiene su posición dominante en la esfera de fondos de inversión– vio un crecimiento más modesto en el tercer trimestre, de 4% interanual. Así, alcanzaron un AUM de 539 millones de dólares.

Estos resultados relativos cambian una tendencia que se venía observando desde períodos anteriores. “En este periodo se ve un mayor apetito por activos mobiliarios, a diferencia de años anteriores, explicado principalmente por el interés de los inversionistas en buscar retornos a plazos más cortos y con mayor liquidez”, explicó en la nota el presidente de la Acafi, Luis Alberto Letelier.

Con todo, el universo total de fondos de inversión públicos en Chile llegó a 39.567 millones de dólares (35,5 billones de pesos) al cierre del tercer trimestre, un período en que el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable. Esto representa un aumento de 7% respecto a septiembre de 2023.

La deuda privada sigue encantando

Si bien los activos mobiliarios tuvieron un auge más marcado, el segmento de alternativos mantiene su dinamismo, siguiendo la tendencia de años pasados. Esto se nota en las nuevas estrategias que han entrado al sistema. Entre julio y septiembre se crearon 34 nuevos vehículos. Esto lleva la creación de estrategias en lo que va del año a 84 fondos, con un AUM total de 659 millones de dólares.

En esta variable, la corona no la pierden los activos alternativos. El 82% del patrimonio administrado por los nuevos fondos, muestran las cifras de la Acafi, está en estrategias de este tipo, principalmente en deuda privada.

“Este tipo de instrumentos ha captado el interés de los inversionistas al ser una atractiva herramienta de inversión en activos no tradicionales y con duraciones relativamente cortas. Lo anterior es muy relevante considerando el importante rol de financiamiento que estos vehículos significan para nuestra economía”, acotó Letelier en la nota de prensa.

En esa línea, el líder gremial indicó que el dinamismo que ha mostrado la categoría “confirma su potencial como una alternativa eficiente al momento de buscar acceso a recursos frescos para empresas y emprendimientos con proyectos innovadores”.

El 58% de los activos administrados por los 84 nuevos fondos está orientado a inversiones dentro de Chile, canalizando recursos hacia proyectos locales de alto impacto para el país, como la transición energética, el financiamiento a emprendedores y startups y la promoción del acceso a la vivienda, entre otros.