Andbank, una entidad financiera especializada en banca privada y gestión patrimonial, ha inaugurado su primer centro de banca privada en las Islas Baleares, ubicado en la ciudad de Palma. El centro está dirigido por Catalina Gelabert y Jesús Escribano, quienes cuentan con más de 20 años de experiencia en el sector y provienen de Sabadell Urquijo Banca Privada.
Con la apertura de esta oficina, Andbank alcanza los 25 centros de banca privada en España y un volumen de negocio cercano a los 29.000 millones de euros, lo que lo sitúa en la séptima posición en el ranking de entidades de banca privada que operan en el mercado español.
El modelo de Andbank se basa en ofrecer servicios integrales de gestión patrimonial a través de especialistas en diversas áreas: gestión de inversiones y mandatos personalizados, planificación patrimonial y fiscal, especialistas en sucesión y protocolos de empresas familiares, fusiones y adquisiciones, inversiones alternativas y ESG. El nuevo centro se lanza bajo el liderazgo de Catalina Gelabert y Jesús Escribano, ambos provenientes de Sabadell Urquijo.
Catalina Gelabert se unió a la institución en 2001, ocupando diversos cargos de responsabilidad, hasta llegar a ser directora de Gestión Patrimonial. Anteriormente, trabajó como abogada en Fiscontrol Asesores. Es licenciada en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, posee un posgrado en Gestión Patrimonial y el título de European Financial Advisor.
Jesús Escribano se incorporó a Sabadell en 2012, donde ocupó varios cargos de responsabilidad en banca personal antes de convertirse en director en la división de banca privada. Anteriormente, trabajó en las oficinas de Caja de Ahorros del Mediterráneo en Mallorca. Jesús Escribano es licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha y posee el título de EIP (European Investment Practitioner) y la certificación de European Financial Advisor.
Beka Credit, el área de deuda privada de Beka, ha anunciado la incorporación de Julio Manero como Managing Director y nuevo director financiero y de operaciones. Con una carrera que abarca casi tres décadas en roles de alta dirección financiera y transformación empresarial en múltiples geografías, Julio liderará las funciones financieras y de operaciones de la compañía, contribuyendo a su expansión en el mercado de financiación alternativa.
Beka Credit se dedica a proporcionar soluciones de financiación alternativa a la medida de las pequeñas y medianas empresas, complementando la oferta tradicional bancaria. La compañía desempeña un papel fundamental en la financiación del crecimiento de las empresas españolas, teniendo disponible más de 400 millones de euros a través distintos vehículos de deuda privada.
Julio ha desarrollado su carrera en prestigiosas firmas internacionales, como Alvarez & Marsal y Riofisa (Colonial), entre otras, donde ha ocupado cargos como director financiero en diversos sectores y ha sido responsable de la restructuración de empresas en Europa, África y Latinoamérica.
“Es un privilegio unirme a Beka Credit y contribuir al fortalecimiento de su área financiera con mi experiencia acumulada. Mi objetivo es garantizar que la división esté preparada para afrontar con éxito los desafíos del mercado y siga ofreciendo soluciones de financiación innovadoras”, ha comentado Julio Manero.
Con un sólido historial profesional, Julio ha liderado proyectos complejos como la creación y gestión del SAREB, la reestructuración de la empresa Abengoa y el diseño de planes de mejora para empresas de diversos sectores industriales y empresariales, siendo pieza clave en el impulso y supervisión de procesos de optimización financiera y operativa de alto nivel en múltiples empresas y países.
José Corral, CEO de Beka Credit, destacó la importancia de esta incorporación: “La experiencia de Julio en la dirección financiera y su profundo conocimiento de gestión operativa de las empresas serán esenciales para acelerar nuestra expansión. Su incorporación al equipo nos permitirá seguir consolidando nuestra posición como referente en financiación alternativa”.
La industria de la inversión colectiva sigue creciendo en España, con cifras cercanas a los 820.000 millones de euros entre fondos domésticos (que suponen unos 390.000 millones), internacionales y de pensiones, 14 millones de partícipes, 150.000 millones invertidos en la economía española, 160.000 millones en fondos sostenibles y uno de cada 5 euros del ahorro de las familias en fondos de inversión o pensiones. Sin embargo, afronta un peligro a nivel regulatorio: que se le equipare a las entidades de crédito a la hora de buscar soluciones para limitar los riesgos sistémicos que pueden derivarse de la industria. “El debate más relevante ahora mismo lo generan las voces que, bajo un prisma más prudencial, alertan de que existe un riesgo sistémico en la parte no bancaria del sistema financiero internacional, y en concreto europea, en las Non-Bank Financial Intermediation: una corriente pide soluciones regulatorias similares a las exigidas a las entidades de crédito, tales como requisitos de capital en gestoras o colchones de liquidez en fondos”, advertía Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, en el marco del XIV Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva”, organizado por la APD, Deloitte e Inverco esta mañana en Madrid.
En su opinión, existen dos debilidades para sostener esa teoría: en primer lugar, la pretendida homogeneidad de todo el sistema no bancario -como si se pudiera meter en mismo saco a aseguradoras, hedge funds o ETFs-, pues “no es posible categorizar entre bancos/no bancos”, decía Buenaventura, y, en segundo término, “presupone que lo que funciona para contener los riesgos prudenciales en las entidad de crédito también sirve para contener riesgos sistémicos que pueden presentar en uno o dos fondos de inversión”.
Según el presidente de la CNMV, “poco tiene que ver un depósito con un fondo y los remedios a los riesgos que presentan. Hay que tener un debate sobre los riesgos en fondos de inversión y pensiones pero debe ser muy preciso, teniendo en cuenta que los peligros a escala internacional en los últimos cinco años en este sector provenían de uno de estos cuatro elementos: elevadoapalancamiento, promesas de reembolso o prestación definida, desajustes de liquidez (entre liquidez del activo y preaviso de reembolso) y exposiciones en derivados mal colateralizadas. Nada de eso se solventa con colchones de liquidez o capital sino con una supervisión individual adecuada basada en datos, como hacemos en España desde los 90, con el establecimiento de límites en el apalancamiento (un tema que sí se puede discutir de forma macroprudencial, como hizo Irlanda en los fondos de real estate), con herramientas de gestión de liquidez como tenemos en España, y con mejoras en las normas sobre colateralización y márgenes en derivados OTCs”. Para la CNMV, “es clave que todas las instituciones estén activas en este debate que, aunque no esté teniendo tanta visibilidad como el de las retrocesiones, es más relevante porque, si se resuelve de modo erróneo, puede hacer mucho mal para los intereses de las gestoras y los partícipes”.
En la misma línea se pronunciaba Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, que, si bien reconocía que se han hecho avances, como el hecho de pasar de hablar de “banca en la sombra” a “instituciones financieras no bancarias”, supone un reto y es clave diferenciar a los fondos de otras instituciones financieras. “La consulta de la Comisión sobre instituciones financieras no bancarias está en audiencia pública y, si seguimos por buen camino, delimitando las instituciones reguladas como los fondos de las que no lo son, se delimitará todo bien. No convienen para los fondos los mecanismos establecidos para los bancos, como los colchones de liquidez: las IICs ya tienen herramientas de liquidez para afrontar momentos de turbulencias en los mercados y no vale una legislación idéntica a la bancaria, porque los riesgos son diferentes, y unos están en balance y otros no”, añadía, en concordancia con la CNMV.
Estímulos urgentes para la inversión minorista
Más allá de esta reivindicación, la CNMV apuntó otra necesidad urgente: la de establecer una estrategia que estimule la inversión minorista en instrumentos financieros a largo plazo en España. “La materilización de la inversión en fondos españoles se produce tanto en producto con matrícula nacional como extranjera (40%), lo que ha supuesto una competencia sana en últimos años. Y, además, los fondos inversión suponen en torno al 45% de lo que las familias tienen en depósitos, una magnitud creciente. Pero necesitamos ir a más: existe una necesitad urgente de construir una estrategia de estímulo de inversión minorista en instrumentos financieros a largo plazo en España y también en Europa”, reivindicó Buenaventura.
Según su diagnóstico, la inversión y ahorro en Europa descansa en un exceso de depósitos bancarios e inmobiliario, mientras el ahorro financiero a largo plazo es aún reducido, especialmente en renta variable. “Las empresas dependen mucho del crédito bancario (tres veces más que en EE.UU., lo que les hace más volátiles ante un cambio de ciclo o contracción de la financiación bancaria). El tratamiento no es una solución de corto plazo, sino una auténtica carrera de fondo, con tres terapias complementarias: uno, medidas de estímulo a la inversión minorista hacia instrumentos financieros, mediante fórmulas fiscales simples y estables en el tiempo que estimulen la inversión personal en estos instrumentos, incluyendo la inversión colectiva; algo que ya se ha hecho con éxito en otros mercados como Suecia. Dos, un marco favorable para la inversión en fondos de inversión y pensiones, y buscar incentivos para que inviertan en activos con horizonte de largo plazo, como la renta variable. Y tres, seguir apostando por la educación financiera de todos, jóvenes y mayores, siendo más eficaces que hasta ahora”.
Buenaventura habló también de la fragmentación del mercado segundario en Europa y la ausencia de una supervisión única europea como retos a superar y potenciales fuentes de beneficios en eficacia, pero no como razones para explicar la falta de desarrollo de los mercados de capitales en Europa («la fragmentación es un elemento de competencia y mejora de costes para el cliente mientras la falta de supervisión única tampoco produce integración de flujos o crecimiento del mercado»). Son cuestiones más regulatorias y de incentivos, defendió.
Con respecto al papel de los supervisores nacionales, recordó que no son los que tienen más palancas de actuación para estimular dichas inversiones a largo plazo ni las salidas de las empresas a bolsa, pero como agitadores intelectuales tienen el papel de tratar de hacer una mejor labor, por ejemplo eliminando trabajas o simplificando procedimientos, siempre que no se ponga en peligro protección al inversor. Y recordó que la CNMV ha sido sensible en últimos años a esta cuestión, con propuestas como la reforma hace dos años de la ley sobre tasas para reducirlas, y facilitar el registro de productos. Según Buenaventura, se tarda solo 1,2 meses en registrar un fondo, la tercera parte que en Luxemburgo, mientras una gestora tardaría 7,3 meses, de los que la CNMV consume 2,7 meses, con datos medios de los cuatro últimos años, explicó.
En este sentido, desde Inverco también reivindicaron la necesaria labor de acercar al minorista a los mercados financieros a través de la inversión colectiva. “Estamos en un momento clave para la economía europea, hay que potenciar los mercados como vía para que la economía europea se haga más sostenible y digital y para ello serán necesarios 800.000 millones de euros. La estrategia de inversión minorista también pretende facilitar este acceso y esperamos que mejore el texto para que los productos financieros, como los fondos de inversión y pensiones, sean verdaderos canalizadores hacia la economía productiva. MiFID II –también recordó el presidente de Inverco- ha supuesto ya una verdadera revolución en España, apoyando los más de 3 millones de contratos de asesoramiento existentes, y haciendo que la inversión en fondos se canalice, en tres de cada cuatro casos, vía asesoramiento o gestión discrecional de carteras”. Martínez-Aldama también recordó que la CNMV hará público próximamente un informe de la OCDE que pondrá de manifiesto las necesidades de los mercados financieros en España, con retos y cambios necesarios.
Tres líneas de actuación necesarias: alternativos, sostenibilidad y negocio institucional
Desde Inverco mencionaron también algunas modificaciones normativas recientes que han ayudado a eliminar eñes o singularidades de nuestra legislación, pero su presidente recordó tres líneas estratégicas en las que se debe acelerar el ritmo: las inversiones alternativas, las inversiones sostenibles y la atracción del cliente institucional. Sobre las primeras, señaló la traba fiscal de los FILPEs, que en España aún tributan al 25%, y la doble tributación del partícipe de los ELTIFs españoles, lo que impide la comercialización vehículos españoles en España, mientras favorece los europeos. Sobre fondos institucionales con matrícula española, aún se requiere un mínimo de 100 partícipes lo que, de nuevo, favorece vehículos no españoles y, sobre sostenibilidad, indicó que “si queremos que Europa se mueva hacia un modelo de economía sostenible, son muy necesarios incentivos para cambiar los comportamientos y están en manos de los gobiernos nacionales”.
Sobre sostenibilidad, la CNMV anunció que cumplirá las directrices de ESMA en lo referente a las denominaciones de los fondos que usen palabras como sostenibles, ESG o ASG, aprobadas en mayo. Los fondos tendrán que invertir de forma significativa en inversiones sostenibles, para evitar que los nombres resulten engañosos o poco claros, con un umbral del 80% en estos activos. Quedan pendientes algunos desarrollos y aclaraciones, dijo Buenaventura, en temas como cuándo la inversión se considera significativa y cómo tratar los bonos verdes de emisores que estarían, según otros criterios, excluidos de las carteras sostenibles.
Retos estructurales
Más allá de los retos regulatorios, Alberto Torija, socio responsable del Área de Investment Management en Deloitte, destacó varios retos estructurales para la industria de fondos en España: en primer lugar, señaló el conservadurismo del inversor español (con sus fuertes posiciones en renta fija y sus predominantes suscripciones netas hacia fondos monetarios), lo que no coincide con otros países de nuestro entorno: “Tenemos por delante el reto de conseguir que transite de ahorrador a inversor, y no solo es una cuestión de perfil sino de alinear la necesidad de ahorro a largo plazo con sus funciones y para ello hay que mejorar la educación financiera, algo que se está haciendo pero en lo que hay que insistir, además de otras cosas. Conseguir que aumenten su patrimonio, y que lo dispongan más en activos financieros y menos en inmobiliario y depósitos, es bueno para el ciudadano y para la industria, que solo así desplegará su potencial”.
Otro reto: la aportación de valor a los inversores: “Las gestoras han de maximizar la rentabilidad, el control de riesgos, garantizar la liquidez de las inversiones… la industria lo puede hacer bien y ser competitiva». Otro más: reflexionar sobre papel de las gestoras en la cadena de valor de la industria: “Se están produciendo cambios en los últimos años; donde había fronteras claras y especialistas ahora hay operadores que trabajan en toda la cadena de valor, a nivel internacional y poco a poco nacional y las gestoras han de ver su papel en la cadena de valor«. Y, en pensiones, tenemos los tres pilares, el segundo y tercero plenamente desarrollados, y todos son fundamentales y complementarios. “Necesitamos que todos los pilares se desarrollen adecuadamente y poner en marcha incentivos los necesarios. Tanto en el mundo de los fondos de inversión y pensiones nos jugamos que el peso de la inversión sobre el PIB aumente y nos acerquemos a los países del entorno, pues aún hay diferencia pero también potencial”.
Caser Asesores Financieros, en línea con su objetivo de expandir su presencia a nivel nacional, ha anunciado la firma de un acuerdo de colaboración con Barón Capital EAFI, a través del cual la entidad pretende seguir demostrando su apuesta por el crecimiento y la ampliación de alianzas con nuevas EAFs.
Gracias a este acuerdo, Caser Asesores Financieros pondrá a disposición de Barón Capital EAFI todas sus capacidades y herramientas para ser uno de sus principales partners en el asesoramiento patrimonial de sus clientes. Barón Capital EAFI es una EAF fundada en Vitoria en 2014, donde se ha convertido en una de las empresas de asesoramiento pioneras y, a día de hoy, desarrolla su actividad principalmente en Madrid, Álava y León. De este modo, el acuerdo de colaboración permitirá a Caser Asesores Financieros expandirse en dos provincias donde aún no contaba con presencia, Álava y León, siguiendo su estrategia para ampliar su presencia en la zona norte de España.
El fundador de Barón Capital EAFI, Iker Barón, cuenta con más de veinte años de experiencia en el sector financiero, habiendo trabajado para cientos de clientes y desempeñado cargos de responsabilidad en destacadas entidades como Banif, Barclays y Bankinter. Por su parte, Pedro David Álvarez, quien se ha incorporado recientemente a la firma como socio, aporta igualmente más de veinte años en el sector del asesoramiento y gestión patrimonial y se ha desarrollado durante sus últimos nueve años como agente de Grandes Patrimonios en Bankinter.
Asier Uribeechebarría, director de Caser Asesores Financieros, ha declarado que “para Caser Asesores Financieros es un verdadero placer llegar a un acuerdo con una EAF tan reconocida como Barón Capital. Estamos seguros de que este acuerdo será muy fructífero para ambas partes y duradero en el tiempo”. Además, ha destacado que “se trata de un acuerdo estratégico clave que nos va a permitir ampliar nuestra presencia en provincias clave donde todavía no teníamos actividad, de la mano de un referente”.
Banco Mediolanum, entidad española especializada en el asesoramiento financiero a sus clientes a lo largo de todas las etapas de su vida, refuerza el equipo de su división Wealth & Banca Privada con la incorporación de cuatro nuevos agentes. Según explica la entidad, está buscando consolidar y afianzar su expansión en el segmento de los grandes patrimonios y los clientes «affluent».
Los nuevos profesionales cuentan con una basta experiencia en el sector financiero. En concreto se trata de Álvaro Moncada García, que se incorpora a Mediolanum Private Banking en la Zona Madrid-Centro y que con cerca de 20 años de experiencia en el sector financiero, y más de 15 años de trayectoria como banquero privado en Santander Private Banking. También en Madrid, en la Zona Madrid-Centro, se incorpora a la entidad Enrique Carrasco Campos, procedente de BBVA, donde ejercía como gestor de Banca Personal y Banca Privada ycon más de 25 años de experiencia en el sector financiero y con un alto expertise en planificación fiscal y patrimonial.
Por otra parte, Laura Cucó Cerezo se incorpora en Valencia, en la Zona Levante. Cucócuenta igualmente con una dilatada experiencia de más de 20 años de experiencia dentro del sector. Sus últimos años ha trabajado como directora de Banca Comercial en Banco Santander. Previamente ha ejercido diversas labores de dirección de oficinas para entidades como Deutsche Bank o Catalunya Caixa, entre otras. Por su parte, José Miguel Callejas Ceballos cuentacon una trayectoria de 20 años de especialización en el sector financiero y se incorpora como Private Banker de la Zona Sur. Sus últimos 12 años han transcurrido en Banco Santander ejerciendo funciones de asesor financiero.
Según Salvo La Porta, director comercial de Banco Mediolanum, la incorporación de cuatro profesionales como Álvaro, Enrique, Laura y José Miguel es una del compromiso adquirido por la entidad para reforzar y ampliar nuestras capacidades dentro del segmento de Wealth y Banca Privada. «Se trata de un segmento con un gran potencial de crecimiento en nuestro país y uno de los pilares clave de Banco Mediolanum durante los próximos años. Nuestro modelo de negocio siempre se ha basado en el acompañamiento y el asesoramiento personalizado, lo que encaja perfectamente con este segmento de población”, destaca La Porta.
A pocas semanas de las presidenciales de noviembre, la fiebre electoral se apodera de Estados Unidos, por lo que desde Federated Hermes analizan cómo podrían responder los mercados.
Los años electorales en Estados Unidos, como 2024, suelen ser buenos periodos para los inversores en pequeña y mediana capitalización (SMID), ya que la relativa mayor exposición nacional de las empresas de estos sectores (entre un 70% y un 80% frente a un 50% en el conjunto del S&P) tiende a favorecer su rentabilidad. Los candidatos presidenciales, sea cual sea su signo político, saben que una economía fuerte se traduce en votos, y las empresas nacionales más pequeñas, que constituyen el motor económico del país, se benefician de ella, destacan en un análisis desde el equipo de US SMID.
«Los datos parecen confirmarlo. Desde la administración de Hoover, el S&P 500 ha obtenido una rentabilidad media anualizada del 6,2% en cada año en el que se han celebrado elecciones.[1] Y, aunque no hay datos del Russell 2500 que se remonten a los años 30, desde su creación en 2003 ha superado al S&P 500 en cada año electoral.[2] También cabe mencionar el ejemplo contrario de las elecciones de 2008, celebradas en un contexto de profunda recesión económica. Los resultados de ambos índices fueron malos en 2008, pero la rentabilidad de las empresas SMID no fue muy inferior a la de las compañías de gran capitalización. Aunque un solo dato no puede considerarse representativo de una tendencia, es algo que no deben pasar por alto quienes se mantienen al margen (o que, tal vez, se refugian en la ‘seguridad’ de las megacaps tecnológicas)», escriben.
¿Seguirá 2024 este patrón? La carrera presidencial ha sido, hasta ahora, tensa. Hasta la retirada del presidente Biden en favor de la actual candidata demócrata Harris, la mayoría de los expertos daban por hecho que la victoria de Trump estaba prácticamente asegurada (y el mercado había respondido en consecuencia). Sin embargo, las cosas han cambiado mucho desde entonces. Los mercados de predicción ven ahora mucho más ajustado el eventual desenlace y reconocen que cualquiera de los candidatos podría salir victorioso. El resultado, en última instancia, dependerá de un pequeño número de estados en disputa y unos pocos miles de votantes. Habrá que esperar para ver qué sucede.
«En este contexto incierto -señalan desde la gestora-, creemos que el enfoque más adecuado es invertir en empresas de alta calidad con una ventaja competitiva duradera y un crecimiento sostenible. En nuestra opinión, lo más probable es que dichas acciones sigan obteniendo buenos resultados con independencia de quién acabe mudándose a la Casa Blanca. Este será el cuarto ciclo electoral del equipo de US SMID, y una lección clave aprendida en este tiempo ha sido que la economía siempre acaba por imponerse a la política».
Política monetaria y factores macroeconómicos
«Veamos qué se cuece en la Reserva Federal: actualmente, prevemos nuevas bajadas de tipos por valor de 150 pb para los próximos meses, que deberían ejercer un impulso positivo en la economía y ayudar a lograr el tan deseado ‘aterrizaje suave’ (aunque sería más realista hablar de un ‘aterrizaje accidentado’)».
En el frente macroeconómico, la inflación parece ir en la dirección correcta y las grietas en la economía (en particular, para los consumidores de menor poder adquisitivo) parecen contenidas de momento. Los mercados laborales, aunque con irregularidades en determinadas zonas, mantienen su solidez.
Sin embargo, las valoraciones de las empresas SMID siguen siendo moderadas, tanto en relación con las empresas de gran capitalización como con su propio histórico, debido a que los precios por acción reflejan una gran cantidad de noticias negativas. Por eso creen que es probable que esto cambie en los próximos trimestres a medida que la «ampliación de los beneficios» que presenciamos en julio se afiance.
En concreto, prevén que se producirán recogidas de beneficios en los «siete magníficos» y una reinversión del producto en una muestra más amplia del mercado. «Esto, en nuestra opinión, debería reducir la brecha en las valoraciones (que actualmente ronda el 25% o más) desde unos niveles históricamente altos. Nuestra expectativa es que el catalizador sea un cambio en el impulso de los beneficios, lo que podría suponer también que los ganadores de los últimos años no los sean en el futuro».
Las elecciones suelen generar mucho ruido. Aun así, es importante no distraerse y centrarse en los fundamentales de las empresas. En la situación actual, las perspectivas económicas parecen aceptables, los tipos y la inflación van a la baja, y las valoraciones de las SMID se encuentran en mínimos históricos. Esto nos aporta confianza sobre el hecho de que, al igual que en años electorales previos, las perspectivas para las SMID estadounidenses son positivas. Desde la creación del equipo en 2009, un enfoque en empresas generadoras de efectivo y de alta calidad adquiridas a valoraciones razonables ha garantizado atractivas rentabilidades a largo plazo con independencia de quien ocupase la Casa Blanca, y no parece que haya ninguna razón para esperar otra cosa ahora.
La Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) ha acusado al asesor de inversiones con sede en Nueva York, WisdomTree Asset Management Inc., de “realizar declaraciones falsas y por fallos en el cumplimiento relacionados con la ejecución de una estrategia de inversión que se comercializó como ESG”.
Según la orden de la SEC, desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2022, WisdomTree declaró en los prospectos de tres fondos cotizados en bolsa (ETF) comercializados con criterios ESG, y ante la junta de fideicomisarios que supervisaba los fondos, que estos no invertirían en empresas involucradas en ciertos productos o actividades, incluidos los combustibles fósiles y el tabaco.
Sin embargo, la documentación de la SEC concluye que los fondos comercializados como ESG invirtieron en empresas relacionadas con combustibles fósiles y tabaco, incluidas las actividades de minería y transporte de carbón, extracción y distribución de gas natural, y venta minorista de productos de tabaco. “WisdomTree utilizó datos de proveedores externos que no excluían a todas las empresas involucradas en actividades relacionadas con combustibles fósiles y tabaco”, explica la orden de la SEC, que también concluye que la firma no contaba con políticas y procedimientos para el proceso de selección que excluyera a dichas empresas.
Según recuerda Sanjay Wadhwa, director interino de la División de Cumplimiento de la SEC, las leyes federales de valores imponen una proposición sencilla: los asesores de inversiones deben hacer lo que dicen y decir lo que hacen. “Cuando los asesores de inversiones afirman que seguirán ciertos criterios de inversión, ya sea invirtiendo o absteniéndose de invertir en empresas involucradas en determinadas actividades, deben adherirse a esos criterios y divulgar adecuadamente cualquier limitación o excepción a dichos criterios. Por el contrario, los fondos implicados en esta acción realizaron precisamente los tipos de inversiones que los inversores no habrían esperado en función de las divulgaciones de WisdomTree”.
Por su parte, WisdomTree ha aceptado la orden de la SEC que concluye que violó las disposiciones antifraude de la Ley de Asesores de Inversiones de 1940 y de la Ley de Sociedades de Inversión de 1940, así como la regla de cumplimiento en la Ley de Asesores de Inversiones. Sin admitir ni negar los hallazgos de la SEC, WisdomTree acordó una orden de cese y desista, una censura, y pagar una multa civil de 4 millones de dólares.
Jupiter Asset Management amplía su presencia en la región Asia-Pacífico (APAC) hacia Australia. La firma ha llegado a una alianza estratégica con los especialistas del mercado institucional australiano, Institutional Distribution Partners (IDP). Según explican, este acuerdo forma parte del objetivo estratégico crecimiento internacional y de aumentar su negocio con clientes institucionales.
El enfoque de Jupiter en Australia está impulsado por la magnitud del mercado institucional local, que es el quinto más grande del mundo, y por las oportunidades que presenta el mercado de fondos de pensiones, ya establecido y en crecimiento en la nación. Según explican, la alianza con IDP permitirá a Jupiter relacionarse de manera proactiva con propietarios de activos y consultores, presentando varias de las capacidades diferenciadas y de alta convicción en mercados públicos de Jupiter.
IDP es una empresa especializada en la distribución de inversiones institucionales multimanager, con sede en Melbourne, Victoria. En conjunto, los clientes gestores de fondos de IDP gestionan activos que superan los 700 mil millones de dólares estadounidenses.
A raíz de este anuncio, Richard Hooper, director de Medio Oriente, África y Australia en Jupiter AM, ha señalado: “Estamos muy contentos de confirmar esta alianza con IDP, un paso importante para Jupiter mientras buscamos aumentar nuestra escala en el mercado institucional APAC, una prioridad estratégica clave para nosotros como empresa. Vemos un potencial de crecimiento significativo en el mercado australiano, particularmente en el espacio de los fondos de superannación del país. Seleccionamos a IDP como nuestros socios en esta región debido a su experiencia en el mercado institucional australiano y su probada trayectoria en la relación con propietarios de activos y consultores locales”.
Por su parte, Shannon Leake, socio director y co-fundador de IDP, ha añadido: “Jupiter AM es un gestor de activos activo y consolidado en los campos de la ecología, la sostenibilidad y la inversión sistemática, que creemos está bien preparado para trabajar en conjunto con los inversores institucionales en nuestro mercado. IDP está encantado de asociarse con Jupiter mientras ingresan al mercado institucional australiano”.
La aparición y el crecimiento de los mercados privados han desempeñado un papel fundamental en la transformación del modo en que se financian las empresas. En consecuencia, las estrategias de inversión también han tenido que cambiar, al igual que la forma en que los inversores acceden al mercado. En opinión de Duncan Lamont, director de investigación estratégica en Schroders, antes solo los inversores institucionales tenían acceso a estas oportunidades, pero su alcance se está ampliando, con una mayor participación de particulares con grandes patrimonios y de inversores minoristas. «Los desarrollos regulatorios y la innovación de productos han allanado el camino», sostiene el experto.
Para entender qué ha cambiado, Lamont hace un pequeño balance histórico: «En Estados Unidos, entre 1980 y 1999 se incorporaron a bolsa más de 300 empresas al año, en promedio. Desde entonces, la media ha caído a 127 al año. Además de la falta de nuevos actores, las fusiones y adquisiciones han reducido sistemáticamente el stock de empresas existentes en el mercado público. El número de empresas estadounidenses que cotizan en bolsa se ha reducido casi a la mitad desde el máximo alcanzado en 1996. Esta es la situación del tan elogiado mercado estadounidense. Los resultados son aún peores en otros mercados».
Según explica, esta realidad puede explicarse, tanto por la expansión de la industria del private equity (que ahora puede emitir tickets más grandes), como por el aumento de los costes y de las limitaciones que conlleva cotizar en bolsa. «Las empresas permanecen privadas durante más tiempo y la mayoría de las rentabilidades son capturadas por inversores de private equity. Los inversores que no incorporan activos privados en su cartera corren el riesgo de perder oportunidades”, añade. En su experiencia, los mercados de deuda, también se ha producido un notable desplazamiento hacia los mercados privados. Por ejemplo, destaca que el sector de la deuda privada ha crecido considerablemente, mientras que los prestamistas bancarios tradicionales se han retirado de muchos mercados debido a los cambios regulatorios posteriores a la crisis financiera, lo que ha creado una oportunidad para que los prestamistas privados intervengan.
“Es importante no confundir la deuda privada con los préstamos directos. Estos términos se usan a menudo indistintamente, pero la mayor parte del universo de deuda privada se financia con activos, por lo que son fundamentalmente diferentes. Los préstamos directos, que representan alrededor de 1,7 billones de dólares, son préstamos a empresas privadas. Por otro lado, la financiación respaldada por activos, que representa más de $13 billones en préstamos, e incluye deuda de inmuebles comerciales, deuda de infraestructura, deuda al consumo (préstamos para automóviles, tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles, etc.) y cuentas por cobrar o arrendamientos financieros”, argumenta Lamont en su último análisis.
Otra distinción clave, en su opinión, es que la financiación respaldada por activos está garantizada y se reembolsa mediante los flujos de caja de activos específicos. Los préstamos directos, en cambio, se reembolsan según el flujo de caja general de la empresa y por tanto están correlacionados con el riesgo corporativo presente en las carteras de bonos tradicionales.
Consideraciones prácticas
“El creciente interés por los activos privados ha dado lugar a la captación de grandes cantidades de capital en la última década. El dry powder, dinero recaudado pero aún no invertido, ha alcanzado máximos históricos. Una elevada recaudación de fondos corre el riesgo de que se gaste demasiado dinero persiguiendo las mismas operaciones, que se paguen precios más altos y se reduzcan las rentabilidades futuras. Las grandes adquisiciones y los préstamos directos son dos de los puntos más relevantes en este frente”, añade el experto de Schroders.
También reconoce que se pueden encontrar mejores oportunidades buscando mercados menos concurridos y utilizando la experiencia y la reputación de un gestor de inversiones para acceder a oportunidades que otros no ven. «El acceso a acuerdos se ha convertido en una de las ventajas más importantes de las que puede presumir un inversor de éxito», matiza en este sentido y argumenta: “Además, las transacciones más grandes tienden a ser altamente competitivas, mientras que las transacciones más pequeñas o más complejas tienden a serlo menos. Un ejemplo obvio es la comparación entre un fondo de private equity que privatiza una empresa pública (pagando una prima sobre su valor público) y la compra de una empresa familiar sin otros pretendientes. En deuda privada, la capacidad de estructuración es una habilidad esencial, lo que representa una barrera de entrada para muchos. Esto es especialmente cierto cuando se trata de áreas menos conocidas en las que la estructura va más allá de simples convenios”.
La existencia de una mayor dispersión de las rentabilidades de lo que suele ocurrir en los mercados públicos hace que, según Duncan, exista un mayor margen de maniobra por parte de los gestores de activos privados para gestionar sus inversiones. La diferencia de rentabilidad entre los fondos de compra del cuartil superior e inferior a nivel mundial ha sido de alrededor del 15%, de media, según datos de Schroders.
“Los mercados privados ofrecen una amplia variedad de opciones de inversión que pueden diversificar y mejorar el perfil de riesgo/rentabilidad de los inversores. Como consecuencia de su crecimiento, cada vez se invierte más en el sector privado. Los inversores que invierten únicamente en los mercados públicos corren el riesgo de perderse oportunidades valiosas. No hay escasez de oportunidades atractivas, pero el aumento del interés por invertir en activos privados ha venido acompañado de una mayor competencia. Por lo que los inversores deben buscar mercados menos saturados para beneficiarse del mejor perfil de riesgo/rentabilidad que pueden ofrecer los activos privados”, concluye Lamont.
Según el último estudio del Thinking Ahead Institute (TAI), asociado a WTW, los activos bajo gestión de las 500 mayores gestoras de activos del mundo alcanzaron los 128 billones de dólares estadounidenses a finales de 2023. A pesar de no haber llegado a los niveles de 2021, el crecimiento anual del 12,5% ya representa una recuperación significativa tras la corrección del año anterior, cuando los activos bajo gestión se redujeron en 18 billones de dólares en 2022.
El estudio muestra la evolución en la gestión activa y pasiva, donde por primera vez, las estrategias de gestión pasiva representan más de un tercio de los activos bajo gestión entre las 500 mayores gestoras (33,7%), aunque casi dos tercios continúan siendo gestionados de forma activa.
En cuanto a la asignación de clases de activos, se observa un crecimiento de los mercados privados. Por su parte, la renta variable y la renta fija, que suman un total del 77,3% de activos bajo gestión, un 48,3% y un 29% respectivamente, siguen siendo las clases de activos predominantes. Sin embargo, el informe muestra que esto representa una ligera disminución del 0,2% respecto al año anterior, ya que los inversores siguen buscando alternativas como el private equity y otros activos ilíquidos para obtener mayores rendimientos.
“Debido, en parte, al comportamiento de la renta variable americana como impulsor de rendimiento, Norteamérica experimentó el mayor crecimiento en activos bajo gestión, con un incremento del 15%, seguida de cerca por Europa (incluido el Reino Unido), que registró un aumento del 12,4%. Japón, en cambio, observó una leve disminución, con una caída del 0,7% en sus activos bajo gestión. Como resultado, Norteamérica representa ahora el 60,8% del total de activos bajo gestión de las 500 principales gestoras, alcanzando los 77,8 billones de dólares a finales de 2023”, explican.
De esta forma, los primeros puestos del ranking están dominados por las gestoras estadounidenses, que ocupan 14 de las 20 primeras posiciones, representando el 80,3% de los activos de este grupo. En cuanto a las gestoras individuales, el informe destaca que BlackRock sigue siendo el mayor gestor de activos del mundo, con un total de activos superior a los 10 billones de dólares. Vanguard Group mantiene el segundo lugar, con casi 8,6 billones dólares, ambas muy por delante de Fidelity Investments y State Street Global, que ocupan el tercer y cuarto lugar, respectivamente. Algunas de las gestoras con mayores ascensos en los últimos cinco años incluyen a Charles Schwab Investment, que subió 34 posiciones hasta el puesto 25, y Geode Capital Management, que avanzó 31 lugares hasta el 23. Por su parte, la canadiense Brookfield Asset Management subió 29 posiciones, alcanzando el puesto 31.
“Los gestores de activos han vivido un año de consolidación y cambio. Si bien hemos visto un retorno al rendimiento positivo en los mercados, también ha habido importantes factores de transformación”, destaca Jessica Gao, directora del Thinking Ahead Institute.
Según las conclusiones del informe, los factores macroeconómicos han jugado un papel clave, con tipos de interés elevados en 2023 que han ejercido diversas presiones sobre diferentes clases de activos, geografías y estilos de inversión. Así, explican que, a medida que el entorno de tasas comienza a cambiar hacia una fase de reducción, los mercados de renta variable vuelven a ofrecer un rendimiento positivo, impulsados por expectativas de crecimiento de beneficios. Las incertidumbres futuras están centradas en eventos geopolíticos y varias elecciones nacionales importantes.
En opinión de Raúl Mateos, Continental Europe APG Leader, los gestores de activos se enfrentan a una gran presión para evolucionar sus modelos de inversión: “La tecnología es esencial, no solo para mantener una ventaja competitiva, sino también para satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes, así como para responder a la creciente demanda de soluciones de inversión más personalizadas. Estas exigencias están desafiando las estructuras tradicionales del sector. En este contexto, hemos observado éxitos notables de los gestores de activos independientes en comparación con muchos de aquellos vinculados a aseguradoras y bancos”.
Respecto a geografías concretas, Mateos apunta que en la última década, hemos visto un aumento en los activos bajo gestión, sin embargo, en el caso de España, hemos perdido cuota de mercado durante este período, pasando de gestionar el 1,5% en 2013 al 0,6% en 2023. “Debemos llegar hasta el puesto 99 para encontrar a un representante español, en el que se sitúa el Banco Santander, con un total de 239.490 millones de dólares, siendo el primero de las 10 gestoras españolas, que aglutinan a entidades como CaixaBank, BBVA o Mapfre. Por otro lado, el volumen de activos gestionados con criterios ESG ha crecido un 15,5% en 2023, elevándose al 29,6% de inversiones ESG dentro de la cartera, marcando el nivel más alto en los últimos tres años, lo que indica que estos criterios ya se utilizan en mayor o menor medida en la selección de activos. Esto nos demuestra que cada día ponemos mayor foco en el impacto de nuestras inversiones en el mundo”, concluye.