La SEC ha comenzado su recopilación bienal de presentaciones de autoevaluación de diversidad de entidades reguladas.
“Esta iniciativa brinda a las organizaciones la oportunidad de revisar de cerca sus políticas y prácticas de diversidad e inclusión en busca de fortalezas, oportunidades, riesgos y vulnerabilidades”, dice el comunicado del ente regulador.
La SEC utiliza los datos de las presentaciones para evaluar e informar sobre el progreso y las tendencias en las actividades relacionadas con la diversidad de las entidades reguladas.
«La participación de entidades reguladas en la presentación de autoevaluaciones de diversidad es fundamental para una comprensión más integral de las prácticas y políticas de diversidad que se están implementando, así como para compartir información sobre prácticas e identificar oportunidades», según Nathaniel H. Benjamin, Director de la Oficina de Inclusión de Mujeres y Minorías (OMWI, según sus siglas en inglés).
Realizar y presentar autoevaluaciones de diversidad es voluntario y no forma parte del proceso de examen de la SEC. Las entidades reguladas por la SEC pueden utilizar la Herramienta de autoevaluación de diversidad (DSAT, según sus siglas en inglés) para realizar una autoevaluación.
Alternativamente, las entidades reguladas pueden presentar autoevaluaciones de diversidad en el formato de su elección.
El envejecimiento de la población, unido a una inflación que se resiste a disminuir y unos tipos de interés en máximos históricos, son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los sistemas de pensiones en todo el mundo. En este contexto, tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial pueden presentar el potencial para mejorarlos y ofrecer a las personas una mayor calidad de vida en la jubilación, según el Mercer CFA Institute Global Pension Index (MCGPI).
El MCGPI es un proyecto de investigación colaborativo entre Mercer, firma especializada en la redefinición del mundo laboral y la remodelación de los planes de jubilación e inversión, el Centro de Estudios Financieros Monash (MCFS) y CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión. El índice compara 47 sistemas de jubilación, con la incorporación este año de Botsuana, Croacia y Kazajistán, y representa un 64% de la población mundial. El estudio establece un ranking global, utilizando más de 50 indicadores para asignar un valor a cada uno de los tres subíndices según su peso: suficiencia (40%), sostenibilidad (35%) e integridad (25%).
España se mantiene en el mismo puesto con respecto a 2022, situándose en la posición 26 del ranking. En el caso del sistema de jubilación español, el principal desafío continúa siendo la sostenibilidad del sistema público a medio y largo plazo. Este subíndice desciende ligeramente de 28,7 a 28,5 puntos, manteniéndose como uno de los más bajos de los 47 países analizados.
También decrece el subíndice de suficiencia de 80,0 a 79,7, mientras que el de integridad asciende hasta 79,2 desde los 78,9 anteriores. El valor general del índice español ha disminuido levemente de 61,8 en 2022 a 61,6 en 2023, debido principalmente a un descenso en el nivel de crecimiento de los activos.
El índice cataloga a España como una C+, un sistema con elementos positivos, pero con carencias y riesgos que deben ser abordados para que su eficacia y su sostenibilidad a largo plazo no sean cuestionadas.
Para mejorar el valor global del índice para el sistema español el estudio recomienda: incrementar el apoyo mínimo a los individuos de edad más avanzada con bajo nivel adquisitivo, aumentar la cobertura de los trabajadores en los planes de pensiones a través de la afiliación o inscripción automática y seguir aumentando la tasa de participación de la población activa en las edades más avanzadas.
Según Miguel Ángel Menéndez, director del área de Wealth de Mercer España, «la sostenibilidad sigue siendo el principal reto que tiene por delante el sistema de pensiones de nuestro país. De hecho, se encuentra entre los niveles más bajos del ranking de países analizados. Una vulnerabilidad que se ve presionada por la caída de la natalidad y el fuerte repunte de la inflación. Desde Mercer consideramos que, junto a medidas para reforzar la viabilidad del sistema público, sería conveniente fomentar entre los ciudadanos hábitos de ahorro privado y entre las empresas los planes colectivos».
En la 15ª edición del Mercer CFA Institute Global Index, Países Bajos ha recuperado la primera posición con un índice de 85 puntos, seguido por Islandia (83,5) y Dinamarca (81,3). Argentina obtuvo el valor más bajo del índice (42,3).
Para cada subíndice, los sistemas con los valores más altos fueron Portugal para la suficiencia (86,7), Islandia para la sostenibilidad (83,8) y Finlandia para la integridad (90,9). La puntuación más baja corresponde a Corea del Sur para la suficiencia (39,0), Austria para la sostenibilidad (22,6) y Filipinas para la integridad (25,7).
José Luis de Mora, presidente de CFA Society Spain, declaró que “el rápido desarrollo de la tecnología IA presenta oportunidades significativas para las reformas de las pensiones. España ha buscado recientemente reforzar los ingresos y mejorar la equidad y sostenibilidad de su sistema público de pensiones, y los cambios propuestos se verían favorecidos por la inversión en tecnología. Emplear la IA para el análisis de datos, la planificación de escenarios y la comunicación para gestionar mejor la transición a la jubilación representaría una oportunidad significativa para los responsables políticos”.
Por último, en esta edición, el MCGPI destaca que la caída de las tasas de natalidad ha ejercido presión sobre varias economías y sistemas de pensiones a largo plazo, afectando negativamente a las puntuaciones de sostenibilidad de países como Italia y España. Sin embargo, varios sistemas asiáticos, como Chinacontinental, Corea, Singapur y Japón han emprendido reformas para mejorar sus puntuaciones en los últimos cinco años.
Sopra Steria -especialista en consultoría, servicios digitales y desarrollo de software- ha dado a conocer los resultados de su estudio «Madurez Digital del Sector Bancario Español 2023″, realizado en colaboración con Ipsos. Una de sus conclusiones es que el 42% de los encuestados respondió afirmativamente a la pregunta de si estarían dispuestos a tener una cuenta con los principales actores del comercio de bienes o servicios en línea (Amazon, Alibaba, Uber, etc.) si ofrecieran productos financieros atractivos. Un porcentaje superior al europeo, que se situó en el 34%.
Además, el 39% abriría una cuenta con proveedores de hardware y software de alta tecnología (Apple, Microsoft, etc.) o con proveedores de correo electrónico y motores de búsqueda, como Google. Solo el 29% usaría una red social en estos mismos términos. En total, el 55% de los usuarios estaría interesado en, al menos, uno de los nuevos jugadores. De hecho, estas nuevas empresas son percibidas como menos costosas (para el 48% de los clientes), más seguras (36%) y con servicios más personalizados (36%).
“Se observa un creciente interés, liderado por España, en las soluciones financieras de carácter digital, por lo que las entidades deben permanecer muy atentas a los avances tecnológicos y a las nuevas empresas para continuar siendo competitivas de cara a sus clientes”, explicó Antonio Peñalver, director general de Sopra Steria España. “De hecho, en general, los clientes están más interesados en los nuevos jugadores debido a la cercanía que estos presentan y, sobre todo, a las capacidades de personalización”, añadió.
Confianza en los bancos
Aunque la mayoría de los clientes españoles (el 76%, frente al 80% en Europa) sigue confiando en su banco, no están del todo satisfechos con las interacciones con su entidad en momentos importantes de sus vidas, una percepción más pronunciada que la del europeo medio. El 58% de las personas cree que su banco no está interesado en hacerle ganar dinero (el 51% en Europa) y el 43% piensa que no es tratado como alguien que importe (frente al 27% en Europa que opina lo mismo).
De hecho, casi un tercio (el 29%) de los clientes españoles quiso cambiar de banco en 2023, una cifra superior a la media europea (27%). El coste de los servicios fue el argumento principal para llevar a cabo dicha acción, seguido de la calidad en el asesoramiento, la capacidad de respuesta a las solicitudes y la variedad de la oferta.
El informe también señala que el impacto del aumento de los tipos de interés parece ser mucho más significativo en España que en otros países de Europa. El 71% (el 58% en Europa) dice que esta situación podría llegar a limitar sus inversiones.
Por otro lado, los clientes españoles que han sido víctimas de un intento de hackeo (25%) han aumentado en cuatro puntos, aunque la cifra sigue por detrás de la media europea (27%). No obstante, los usuarios este año son menos positivos sobre la eficacia de la respuesta de su banco. El 42% señala que, ante estos ataques, no se tomaron las medidas oportunas o estas no fueron efectivas.
El informe, basado en encuestas a 2.000 usuarios de la banca tradicional y digital en España, mide la opinión de los clientes sobre los productos y servicios ofrecidos por sus entidades.
El panorama de la inversión corporativa (CVC) y la co inversión con el venture capital (VC) ha sido históricamente complejo, con cierto grado de desconfianza y reticencia. Sin embargo, esta dinámica está cambiando positivamente en España, donde se están viendo ejemplos significativos de colaboración y grandes operaciones de co inversión.
Tradicionalmente, las corporaciones han sido vistas con cautela por los fondos de venture capital debido a diferencias en objetivos, tiempos y culturas corporativas. Mientras que las corporaciones suelen buscar innovaciones estratégicas a largo plazo, los fondos de venture capital se enfocan en retornos financieros rápidos y escalables. No obstante, por suerte esta brecha se ha ido cerrando en los últimos años.
Las corporaciones están adoptando enfoques más flexibles y alineados con las expectativas de los VCs, proporcionando no solo capital sino también recursos estratégicos y acceso a los mercados. Éstas aportan un valor significativo a las startups, pudiendo testar su tecnología en la propia corporación y siendo así un gran apoyo en las pruebas de concepto. Además, la sinergia ha ayudado a construir confianza, permitiendo que ambos tipos de inversores se beneficien mutuamente de sus fortalezas únicas.
Prueba de ello es que cada vez más se ven las operaciones de co inversión en el mercado español. En los últimos años, varias operaciones han destacado en el ecosistema español como la de TravelPerk, que ha recaudado fondos de una combinación de CVCs y VCs, incluyendo nombres como Spark Capital y Kinnevik. Esta ronda de financiación subraya cómo los VCs y CVCs pueden trabajar juntos para impulsar el crecimiento de empresas tecnológicas prometedoras. En 2022, Factorial, una plataforma de recursos humanos recibió una importante inversión en una ronda de financiación que incluyó a CRV y Tiger Global, junto con fondos corporativos de venture capital. La colaboración permitió a Factorial expandirse rápidamente en el mercado europeo y estadounidense. Fever, otro de los ejemplos más notorios, ha asegurado financiación procedente de fondos de venture capital tradicionales y de corporaciones como Rakuten Capital.
Olas futuras
El aumento de la coinversión entre CVCs y VCs en España es un indicativo de un ecosistema maduro y en evolución. Esta colaboración no solo facilita mayores flujos de capital, sino que también permite un intercambio de conocimientos y recursos que beneficia a las startups. Las corporaciones aportan estabilidad y experiencia sectorial, mientras que los VCs contribuyen con su agilidad y enfoque en el crecimiento exponencial.
La tendencia hacia una mayor colaboración entre capital de riesgo corporativo y venture capital en España está en ascenso, reflejando una mayor confianza y alineación de intereses. Este cambio está permitiendo que se realicen grandes operaciones de co inversión, fortaleciendo el ecosistema de startups en España y posicionándolo como un modelo a seguir.
En el contexto de la inversión corporativa, las grandes corporaciones (Tier 1) tienden a liderar la adopción del capital de riesgo corporativo (CVC) como una estrategia para impulsar la innovación. Estas empresas, debido a su tamaño y recursos, están mejor posicionadas para crear y mantener fondos de CVC que buscan invertir en startups tecnológicas y disruptivas que puedan complementar y mejorar sus propias capacidades y ofertas de mercado. Pero aún, son pocas las que se han aventurado a montar sus propios vehículos de inversión, muchas de ellas cuentan con programas de aceleración o “retos” dejando el proceso “a medio hacer” y no cerrando el círculo de la inversión y acompañamiento de los proyectos más disruptivos.
Estas empresas utilizan diferentes estructuras de CVC para fomentar la innovación y mantenerse competitivas. Destacaría las tres principales tipologías de inversión a las que se enfrentan las corporaciones cuando están montando sus tesis de inversión. No sólo tienen que decidir si montar o no un vehículo de inversión para poder competir con sus homólogos, sino que tienen que entender dentro de los objetivos de la corporación, qué tipología es más conveniente para ellos. Los fondos internos, que permiten un control directo y alineación estratégica, los vehículos de inversión independientes que ofrecen flexibilidad y especialización. O, invertir como LP en fondos de VC, que proporciona acceso a una amplia red de oportunidades y la experiencia de gestores especializados. Estas modalidades no son mutuamente excluyentes y algunas empresas combinan varias estrategias para maximizar su impacto en el ecosistema de innovación.
Dichas estructuras permiten a las corporaciones no solo financiar innovaciones que podrían integrarse en sus operaciones, sino también mantener una presencia activa en el ecosistema emprendedor, aprendiendo de las tendencias emergentes y los nuevos modelos de negocio.
Algunas de las grandes multinacionales y pioneras en sus programas, como Enagás y Red Eléctrica con sus respectivas iniciativas (Enagás Emprende y Elewit), son ejemplos típicos de empresas que emplean CVC para mantenerse competitivas y a la vanguardia de la innovación. Estas empresas suelen tener mayores recursos financieros y un enfoque estratégico más a largo plazo, lo que les permite asumir los riesgos asociados con las inversiones en startups.
Aunque en menor medida, las empresas de tamaño medio (Tier 2) también están comenzando a adoptar estrategias de CVC. Estas empresas buscan innovar y crecer rápidamente, pero con recursos más limitados en comparación con las corporaciones de Tier 1. La adopción de CVC por parte de estas empresas está aumentando a medida que reconocen el valor de asociarse con startups para acelerar su innovación y transformación digital. Algunos de los ejemplos más conocidos son Telefónica, Ferrovial, Prosegur, Caixa Capital Risk, Sabadell Venture y Enagás Venture, todos con tesis de inversión que cubren sus necesidades de innovación y sostenibilidad futuras.
El capital de riesgo corporativo es más prevalente en las grandes corporaciones (Tier 1) debido a sus recursos y capacidad para asumir riesgos a largo plazo. Sin embargo, las empresas de tamaño medio (Tier 2) también están comenzando a ver los beneficios de esta estrategia y están incrementando sus actividades de CVC. Las tendencias de 2024 muestran un aumento en las iniciativas de CVC entre las corporaciones españolas, con un enfoque claro en la innovación tecnológica y la sostenibilidad.
Tribuna elaborada por Silvia Altieri, Partner y CEO de Letsfinance
Epika celebró el ‘Epika Pádeł Tour’ el pasado viernes 7 de junio, un evento que ha combinado la mejor información financiera con un torneo de pádel en la Ciudad de la Raqueta de Madrid. Toda una competición deportiva para el sector de las finanzas y la gestión de activos, que ha reunido a 100 profesionales de la banca privada y de la selección de fondos.
El evento ha sido posible gracias al apoyo de BNY Mellon IM, Franklin Templeton y Anta AM y a la colaboración con Aseafi.
Momento de mercado: la resiliencia y la prudencia marcan la pauta
En un momento de mercado en el que el Banco Central Europeo ha dado el primer paso en la bajada de los tipos de interés, el sector de la gestión de activos destaca la resiliencia de las economías.
En opinión de Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank España, “desde los bancos centrales las cosas van razonablemente bien, saben que los tipos están muy altos, pero no tienen prisa por bajarlos”, al tiempo que recalcaba que “no hay nada que nos haga pensar que el mercado se va a dar la vuelta”.
En referencia a la asignación de activos en carteras, Ralph Elder, director general de BNY Mellon Investment Management, Iberia y América Latina, ponía el foco del encuentro en la importancia de seleccionar bien en este momento de mercado: “No todos los fondos pasivos ni activos van a funcionar igual en los próximos años. La factura de elegir mal va a ser mucho más importante”.
En general, los expertos coinciden en que las carteras de renta fija se mantengan en el corto plazo, pero apuestan por comenzar a subir la duración de las posiciones en cartera de manera gradual para navegar la volatilidad que se espera en el mercado. En lo que respecta a la renta variable y a los sectores que la componen, Duce destacaba que le siguen gustando las grandes tecnológicas y Europa, debido a que las compañías del Viejo Continente tienen valoraciones baratas.
En la misma línea, Teresa Molins, CAIA Sales Director de Franklin Templeton, comentaba la entrada en compañías más value para compensar “ese sesgo tan growth que tienen ahora las carteras”. Asimismo, Víctor Morales, gestor de Anta Asset Management, comentaba: “Hemos hecho algunos cambios sobre tecnología en Estados Unidos y aprovechamos algunas oportunidades en Europa y Asia”.
En cuanto al resto de mercados, Duce aclaraba que se encuentran neutrales en emergentes y en Japón, al tiempo que hacía hincapié en el carácter refugio del oro y las buenas perspectivas para los metales industriales. En materia de riesgos, la experta resaltaba las tensiones geopolíticas y los altos niveles de deuda, sobre todo en Estados Unidos.
Por su parte, Rubén Ruíz, Head of Long Only en CaixaBank Asset Management, habló de la importancia de la labor de evaluación de fondos y explicaba por qué la inversión temática es “core” dentro de la casa.
Pádel de alto nivel
Fuera de los mercados financieros, en las pistas de pádel, los participantes se enfrentaron en tres categorías para medir su destreza con la raqueta. A continuación los galardonados:
Teniendo en cuenta que casi el 70% de las startups fracasan porque agotan sus reservas, la alfabetización financiera -especialmente la comprensión del dinámico mundo de la financiación- resulta esencial para los emprendedores decididos a llevar sus startups al siguiente nivel. «La falta de conocimiento crea un vacío que puede condenar a las empresas emergentes al fracaso», afirma Sam Eisenberg, CEO de Design For Decks, firma especializada en ayudar a los fundadores de startups a crear presentaciones profesionales y atractivas para recaudar fondos. Se han recaudado más de 2.000 millones de dólares con sus propuestas.
Según un informe de Exploding Topics, entre el 70% y el 90% de las startups fracasan. ¿La razón? Bancarrota. Aquí hay siete razones importantes por las que todos los dueños de negocios, nuevos o veteranos, necesitan educarse sobre la financiación:
1. Esencial para la planificación empresarial. Descifrar los números es inevitable en todo plan estratégico. Los datos de CashflowInventory muestran que entender los estados financieros es vital para seguir el rendimiento del negocio. Esta formación prepara a los emprendedores para crear planes de negocio realistas y efectivos.
2. Anticipar desafíos financieros. La capacidad de planificar contingencias financieras se vuelve factible con la educación financiera. Un estudio de LendingTree encontró que 1 de cada 5 empresas en EE.UU. fracasan en el primer año debido a la bancarrota. Las situaciones adversas se pueden anticipar y navegar mejor con el conocimiento adecuado.
3. Para evaluar opciones de financiación. Conseguir inversión es un gran desafío para las startups. Lendio revela que más del 12% de las pequeñas empresas recién creadas dependen de la financiación de amigos y familiares. La educación financiera permite a los emprendedores sopesar las ventajas y desventajas de varias opciones.
4. Mejora la credibilidad con los inversores. Un emprendedor bien versado en estrategia financiera puede comunicar planes de negocio de manera efectiva, ganándose la confianza de los inversores. Según una publicación popular en LinkedIn, la comunicación clara de las finanzas es esencial para obtener financiación.
5. Mantiene la solvencia de la empresa. Entender la asignación del presupuesto puede prevenir gastos innecesarios y mantener la solvencia de su empresa. Un estudio de la London School of Business and Finance afirma que el conocimiento de la gestión financiera contribuye significativamente a la supervivencia y crecimiento de las empresas.
6. Determinar el valor del negocio. Los emprendedores necesitan educación financiera para entender el proceso de valoración. Una investigación de Harvard Business Review encontró que subestimar el valor de un negocio puede suponer una desventaja durante las negociaciones de capital de riesgo.
7. Transición de idea a negocio. Una gran idea solo a veces se traduce en un negocio exitoso. Según datos de SpringerOpen, el conocimiento financiero ayuda en la transición de una idea a un negocio viable.
En este punto, Eisenberg recuerda que el activo «más valioso de un emprendedor es el conocimiento. Esta educación no es un gasto; es una inversión. Incluye entender las métricas financieras, analizar los estados financieros y comprender el aspecto financiero de las decisiones comerciales».
2024 está siendo un año clave para los bonos, según muestran los últimos datos recopilados y publicados por la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés), correspondientes al primer trimestre del año. “Los inversores acudieron en masa a los fondos de renta fija en anticipación a recortes de tasas de interés. Los flujos netos a esta clase de vehículos, tanto fondos UCITS como AIFs, alcanzaron los 95.000 millones de euros en el trimestre, marcando el mayor volumen de entradas desde el segundo trimestre de 2017”, señala Thomas Tilley, economista senior de Efama.
En conjunto, de enero a marzo, el patrimonio de los fondos europeos (UCITS y fondos de inversión alternativos o AIFs) aumentaron un 4,4%, y atrajeron 106.000 millones de euros, en comparación con los 142.000 millones de euros registrados en el último trimestre de 2023. Si analizamos solo los fondos UCITS, los datos indican que su patrimonio creció un 5,3%, “en línea con el crecimiento del mercado de valores”, y experimentaron flujos de entrada por valor de 97.000 millones de euros, frente a los 91.000 millones del cuarto trimestre del año pasado. En el caso de los fondos de inversión alternativos (AIFs), su patrimonio creció un 2,7%, logrando atraer 9.000 millones de euros, en comparación con los 51.000 millones que logró en el cuarto trimestre de 2023.
Según Efama, el dato que más llama la atención en este primer trimestre del año tiene que ver con los fondos de bonos. Dentro de los fondos a largo plazo, que registraron entradas por valor de 85.000 millones de euros, los fondos de bonos protagonizaron unos flujos de entradas “muy fuertes”: 95.000 millones de euros. En cambio, los vehículos de renta variable permanecieron relativamente moderadas, experimentando unas entradas de 3.000 millones de euros, mientras que los fondos multiactivos continuaron registrando salidas por valor de 15.000 millones de euros. Otra tendencia significativa fue que las fondos de mercado monetario continuaron desacelerándose, pasando de unos flujos de 121.000 millones de euros en el último trimestre de 2023 a 21.000 millones de euros en el primer trimestre de este año.
Respecto a la inversión sostenible, los fondos bajo Artículo 9 del SFDR continuaron experimentaron salidas de dinero, en cambio los vehículos clasificados como Artículo 8 volvieron a ser positivas. “Las salidas netas de los fondos Artículo 9 ascendieron a 4.100 millones de euros, en comparación con los 3.500 millones de euros del cuarto trimestre de 2023; y los fondos Artículo 8 atrajeron entradas netas de 19.000 millones de euros, en comparación con las salidas netas de 27.100 millones de euros del cuarto trimestre de 2023”, señala el informe de Efama.
Por último, Efama destaca que las compras de fondos por parte de los inversores minoristas europeos fueron negativas en el cuarto trimestre de 2023, “pero la mayoría de los tipos de inversores institucionales, en particular las aseguradoras y los fondos de pensiones, aumentaron sus adquisiciones de fondos”, indican.
La jubilación puede ser una etapa agradable, pero planificarla es un verdadero rompecabezas: sin saber cuánto tiempo se vivirá jubilado, ni cuánto dinero se necesitará, en dónde se vivirá y cuánto será el coste de la vida, resulta muy complejo hacer cálculos a 40 años vista y muy estresante pensar en encajar las piezas a la perfección.
“No existe una estrategia que sustituya el empezar a ahorrar e invertir cuando se comienza la vida laboral”, explica Olivia Feldman, economista y cofundadora del comparador financiero HelpMyCash. En un mundo como el actual, puede que para muchos sea complicado guardar dinero para un proyecto, que en un principio parece tan lejano. Y los datos respaldan esta premisa.
Según recoge la III Encuesta Paneuropea de Pensiones 2023 de Insurance Europe, la federación europea de asociaciones de aseguradoras, el 57% de los españoles de entre 18 y 35 años no ahorra para su jubilación, un porcentaje que cae al 49% para quienes tienen entre 36 y 50 años. A partir de los 51 años representa el 47%.
Este mismo sondeo apunta a que más de la mitad de los españoles desearía empezar a ahorrar para su jubilación, pero para el 30% le resulta imposible hacerlo. Mientras que el 13% asegura que no cuenta con suficiente información sobre cómo realizarlo y solo un 9% planea comenzar próximamente.
¿Cómo empezar a prepararse para la jubilación?
Cuando se habla de cuánto dinero se necesita para la jubilación, realmente se está tratando de predecir dos cosas: cuánto dinero es probable que se gaste en un año y cuántos años se vivirá como jubilado.
Comenzar puede ser abrumador cuando no se sabe por dónde empezar. Por eso, los expertos de HelpMyCash comparten el famoso método del 80%. Según Feldman, este enfoque te ayuda a determinar cuánto dinero debes ahorrar aproximadamente para tu jubilación.
¿Cómo funciona el método del 80%?
Según la mayoría de asesores financieros, este método dicta que las personas deberían tener ahorrado al menos el 80% del dinero que gastan al mes. ¿Por qué? Porque asumen que a partir de la jubilación solo se necesitará el 80% del ingreso previo, pues los gastos suelen disminuir.
La experta de HelpMyCash lo explica con un ejemplo: “Si antes de jubilarte tienes gastos mensuales de 1.300 euros y calculas que tendrás una pensión de 800 euros. Entonces necesitarás tener ahorrados 240 euros para poder cubrir el 80% del gasto mensual, o lo que es lo mismo, 2.880 euros al año”. Con este cálculo tienes un aproximado de la cantidad que debes ahorrar para vivir un año jubilado.
El siguiente paso será calcular los años que se va a necesitar ese dinero. Si una persona se jubila a los 67 años y estima vivir hasta los 90 años, entonces debería tener unos 66.240 euros ahorrados. Eso sí, el cálculo del 80% no tiene en cuenta la inflación “que termina comiéndose gran parte del ahorro, ya que hace que el dinero pierda valor”, recalca Feldman.
¿Cómo alcanzar el objetivo? Invertir es la clave
Para evitar la pérdida que genera la inflación, grandes financieros como el veterano inversor y millonario estadounidense, Warren Buffett, insta a los jóvenes a invertir en productos como los fondos indexados o ETFs estadounidenses con alto riesgo, como el S&P500, un índice compuesto por las 500 empresas más grandes de Estados Unidos. “Lo que te permite asumir riesgos cuando tienes 20, 30 o 40 años es el horizonte a largo plazo que tienes para este dinero”, destaca la economista.
Para ilustrar los efectos de la inversión, la experta de HelpMyCash recurren al ejemplo anterior. Si alguien necesita ahorrar 240 euros al mes y en lugar de dejar ese dinero sin remunerar, decide invertir 75 euros mensuales en el S&P 500, en aproximadamente 23 años habría invertido unos 21.825 euros y obtenido 72.687 euros, lo que significa una ganancia de 50.869 euros.
Siguiendo con el mismo ejemplo en el que la persona necesitaba ahorrar 66.240 euros para su jubilación, si hubiera invertido, no solo habría alcanzado esa cantidad, sino que también habría obtenido unos 6.400 euros adicionales. “Para hacer estos cálculos hemos visto la rentabilidad de los últimos 23 años del índice. Es verdad que no asegura que se desempeñe así en el futuro, pero sirve para darse una idea”, aclara Feldman.
Perder el miedo a la inversión
A veces, ver la inversión como un gasto ayuda. “En vez de gastar 75 euros al mes en ocio, inviértelos. Observa lo que sucede después de un año, es muy probable que ganarás confianza al ver cómo han crecido tus ahorros”, sugieren los expertos. Este ejercicio ayuda a perder el miedo y además motivan a continuar e incluso invertir más.
El Gobierno aprobó, a mediados de mayo, el Proyecto de Ley de creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que ahora afronta su tramitación parlamentaria en las Cortes. Este proyecto, prioritario para el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, completa el sistema de protección e inclusión de los clientes financieros y supone un complemento para el sistema de resolución de reclamaciones en el ámbito financiero.
A través de la Autoridad los clientes podrán presentar sus reclamaciones de forma gratuita en el ámbito bancario, de seguros y de inversión financiera ante un único organismo, lo que redundará en un mejor análisis de los conflictos y rapidez en el servicio. Para ello, centralizará los actuales servicios de reclamaciones del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Las entidades que podrán ser objeto de reclamación incluyen las entidades supervisadas, los servicios fintech y de criptoactivos y los servicios de préstamos al consumo, con independencia de por quién sean supervisados.
Se definen los tipos de reclamaciones que se pueden presentar, que podrán tener o no contenido económico, para cubrir reclamaciones. Entre ellas estarían, por ejemplo, la falta de información o la no apertura de una cuenta de pago básica, así como por posibles incumplimientos de la autorregulación del sector financiero.
Asimismo, se refuerzan los instrumentos para garantizar la inclusión financiera a través de la atención personalizada, particularmente a las personas mayores, con discapacidad y colectivos vulnerables que deseen presentar una reclamación. Con este objetivo se elaborará un modelo sencillo y accesible para que los ciudadanos detallen sus reclamaciones y que podrán presentar por canales presenciales, telefónicos o telemático.
Las resoluciones se dictarán de forma ágil, atendiendo a criterios uniformes, en un plazo no superior a 90 días naturales. La nueva Autoridad se financiará con el pago de una tasa que abonarán las entidades financieras y que será variable en función del número de reclamaciones de cada entidad y de las resueltas a favor de los clientes.
Más inclusión financiera
Las entidades financieras deberán atender a sus clientes conforme al principio de prestación personalizada. Es decir, deberán tener en cuenta aspectos tales como la edad, la situación de discapacidad, la condición de persona extranjera y su situación administrativa, de la persona a la que está prestando o va a prestar servicios financieros, las características de la zona geográfica en la que reside la persona en términos de población y el nivel de competencias digitales de dicha persona, entre otras cuestiones.
Asimismo, se aclaran y simplifican los procedimientos y elementos de prueba necesarios para facilitar la acreditación de los requisitos del ejercicio del derecho a una cuenta de pago básica y a su gratuidad. Por último, el proyecto facilita el cierre telemático de cuentas para que este proceso sea igual de sencillo que la apertura de la misma.
La opinión de los protagonistas
Desde Inverco recuerdan que, según los datos publicados por los supervisores, el sector de IIC y planes y fondos de pensiones “goza de buena salud”, ya que se observa una tasa de 34 reclamaciones en fondos de pensiones y 62 reclamaciones por cada millón de partícipes (5 y 16 millones de cuentas de partícipes, respectivamente).
Pero también ven relevante modificar algunos aspectos de esta figura. La primera es que el umbral de 20.000 euros para que las resoluciones de la Autoridad tengan carácter vinculante, debería reducirse, con el fin de que “esté en línea con lo previsto para la estructura procesal española”.
Asimismo, abogan por una financiación a partes iguales entre las entidades y una asignación anual a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, en lugar de que se financie íntegramente por las firmas. Por último, esta figura separa la resolución de las reclamaciones del ámbito de los supervisores, lo cual supone, según Inverco, “perder un importante conocimiento y experiencia, ya que existe un «estrecho y necesario vínculo» entre la supervisión y el conocimiento de las normas de conducta y de las prácticas supervisoras, gran parte de las cuales se fijan, además, en las autoridades europeas”.
En EFPA España, por su parte, admiten estar «alineados» en favor de cualquier iniciativa que sirva para incrementar la protección de los clientes financieros en España, sin embargo, puntualizan que también defienden la necesidad de que cuente con la participación de las entidades y de los asesores financieros, en calidad de profesionales que tienen relación directa y diaria con los clientes.
En este sentido, el organismo entiende que el actual modelo de protección que ofrecen el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros, unidas a las mejoras que introduce el Proyecto de Ley -la agilidad y el carácter vinculante, entre otras-, «sería suficiente», y, por tanto, «no haría falta crear una nueva
agencia pública para ello».
Asimismo, aunque en EFPA apoyan la conveniencia de ofrecer un servicio que permita un mejor análisis de los conflictos que puedan tener los clientes y una mayor rapidez en la gestión y resolución de todas las reclamaciones que se puedan generar, también les parece «de gran relevancia la obligación impuesta a los supervisores
financieros de elaborar y actualizar un Compendio Anual de Buenas Prácticas y Usos Financieros, que será tenido en cuenta por la Autoridad en la resolución de los
conflictos, siempre que sirva para establecer unos parámetros justos y fomentar las mejores prácticas en el sector.
La deuda privada se ha consolidado como un mercado resiliente y diversificado, según el último informe elaborado por Union Bancaire Privée (UBP). «Se dice que la deuda privada surgió como clase de activo tras la crisis financiera mundial. La contracción de los préstamos bancarios, combinada con la relajación cuantitativa y la política de tipos de interés cero, creó unas condiciones en las que tanto prestatarios como inversores recurrieron a la deuda privada. Esta perspectiva de la deuda privada, en la que se trata de una clase de activo relativamente nueva, asociada a unas condiciones específicas de política monetaria, invita a preguntarse por la sostenibilidad de la deuda privada y, en particular, por cómo seguirá siendo relevante para prestatarios e inversores ahora que los tipos de interés se han normalizado», explican.
En este sentido, su respuesta es clara: la entidad espera que la deuda privada siga evolucionando y creciendo. «Este crecimiento continuará mientras haya una oferta insuficiente de financiamiento bancario y existan intermediarios financieros no bancarios, como fondos, para canalizar financiamiento a posibles prestatarios. En particular, aunque el período de bajas tasas de interés impulsó el crecimiento de la deuda privada, su crecimiento continuo no depende de ninguna política monetaria en particular. Durante la última década, los préstamos directos y, en menor medida, los bienes raíces comerciales, fueron los segmentos dominantes dentro de la deuda privada», explican en el informe.
Además, tienen la convicción de que los inversores buscarán diversificarse cada vez más alejándose de estos segmentos y favorecerán aquellos que ofrezcan tanto resiliencia como rendimientos atractivos. «Creemos que los sectores de la economía real, como los bienes raíces residenciales y el financiamiento respaldado por activos, satisfacen esos requisitos y atraerán a los inversores. La originación será un diferenciador importante entre los gestores de activos. La economía real es más fragmentada que el mundo de las firmas de capital privado o los bienes raíces comerciales. Originar transacciones en la economía real requerirá capacidad de originación, a través de la cual los gestores de activos se diferenciarán», argumentan.
Profundizando en los activos
Resulta curioso, pero la deuda privada ha existido durante más de 4.000 años en diferentes formas, gracias a su propia naturaleza: se negocia de forma privada entre el prestatario y el prestamista. «El punto fuerte de la deuda privada es su diversidad de estrategias y transacciones. Su longevidad se debe a su flexibilidad y a cómo puede reinventarse para nuevas oportunidades de financiación. El reciente crecimiento de la deuda privada se debe a la escasez de préstamos bancarios y a la evolución de los intermediarios financieros no bancarios. Esperamos que la deuda privada siga creciendo y, en particular, que lo haga en estrategias distintas de las que han sido preeminentes en la última década», señala el informe de UBP.
En este sentido, una de las conclusiones del informe es que el aumento de la demanda de deuda privada entre los prestatarios está impulsado por un cambio en la oferta de crédito por parte del sistema bancario. «A falta de un cambio en la oferta de crédito bancario, que creemos poco probable, la demanda de deuda privada seguirá creciendo», insisten. Esto ha provocado que el crédito directo o direct lending sea el segmento que más ha crecido, según los datos de Preqin, sieguido por la deuda en dificultades, la deuda inmobiliaria y la deuda mezzanine.
Otra de las conclusiones destacables del informe de UBP es que el direct lending ha dominado la narrativa en torno a la deuda privada desde la crisis financiera global. «Los gestores de fondos de capital riesgo han sido capaces de desplegar una enorme cantidad de capital para la financiación de transacciones, lo que ha dado lugar a la originación de prestatarios por parte de las empresas de capital riesgo. Cada vez más, según el informe, los gestores de fondos buscan diversificarse, alejándose de este tipo de préstamos respaldados por patrocinadores y dirigiéndose a otros sectores, como la financiación respaldada por activos», explican.
Por su parte, el informe indica que probablemente los inversores en fondos de préstamo directo tengan una exposición indirecta al sector del capital riesgo. «Observamos informes recientes de un retraso en las salidas de capital riesgo y un aumento de los préstamos en las empresas de cartera para financiar los dividendos de las empresas de capital riesgo y los pagos a sus inversores. Es muy probable que estos informes reflejen cíclicos a corto plazo, pero sirven para recordar que la originación de transacciones es un factor determinante de la diversificación», matizan.
La demanda de crédito privado
En opinión de UBP, no todos los inversores tienen resistencia necesaria para mantener sus asignaciones de inversión durante los periodos de ventas del mercado. «Una asignación a la deuda privada ofrece diversificación en relación con los mercados de deuda pública. Dentro de la deuda privada existen muchas oportunidades de diversificación, y los cuatro grandes segmentos ofrecen diversificación entre sí y con respecto a los mercados de deuda pública. Se puede encontrar una mayor diversificación fuera de los préstamos directos respaldados por patrocinadores y de la financiación inmobiliaria comercial. Creemos que los inversores se sentirán cada vez más atraídos por otras estrategias», indica el informe.
Por último, el informe indica que la expectativa del mercado es que la transición hacia tasas de interés normalizadas se ha completado y que las tasas a corto plazo han alcanzado su máximo. Esto supone que los comentarios del mercado han pasado a cuándo comenzarán a caer las tasas y qué tan rápido lo harán y, ante ello, los mercados de bonos ya se han movido. «Los diferenciales de crédito han caído significativamente, anticipando mejores tiempos por delante. Sin embargo, algunos sectores aún tienen que emerger de la transición y probablemente continuarán enfrentando vientos en contra. Para los prestatarios altamente apalancados no es suficiente que las tasas hayan alcanzado su pico, necesitan que las tasas caigan. En el sector inmobiliario comercial, podría tomar algunos años superar el exceso de oferta y la brecha de financiamiento. Creemos que tiene sentido invertir ahora, al entrar en un período de tasas en caída. Sin embargo, sugerimos que es mejor elegir aquellas estrategias que no dependan de una caída rápida de las tasas, sean menos apalancadas y no se esperen enfrentar vientos en contra en los próximos años», concluyen desde UBP