La Unión Europea dibuja su nuevo camino con otra bajada de tipos, más estímulos fiscales y mayor gasto en defensa
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios

Las gestoras internacionales y los inversores observan con atención todo lo que está ocurriendo en la zona euro: el Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer su sexto recorte consecutivo de tipos de interés, Alemania está lista para implementar una reforma fiscal significativa -que, según los expertos, cambiará su panorama económico mientras fortalece su economía- y Europa prepara la respuesta a la política exterior de “América First” de EE.UU. y las tensiones geopolíticas a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Cuatro circunstancias que, según los análisis de las gestoras, están conectadas. “La política exterior de EE.UU. ha sido un catalizador para la reforma y ha creado un impulso real para los esfuerzos fiscales de Alemania. Junto con el impulso de la Comisión Europea para nuevas medidas que flexibilicen sus reglas fiscales y aumenten el gasto en defensa de la UE, se está gestando una respuesta sustantiva a nivel de la UE tras una serie de decepciones. Las tarifas de EE.UU. y sus respuestas por parte de la UE serán sin duda un aspecto negativo para las economías europeas, pero el gasto adicional del gobierno ayudará a mitigar esos impactos. El impulso fiscal a la economía también sugiere que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) no necesitará aflojarse con tanta agresividad”, comenta Bill Papadakis, estratega macroeconómico sénior de Lombard Odier.
En definitiva, los expertos consideran que un mayor gasto fiscal en defensa por Alemania y el resto de estados miembro de la Unión reaceleraría el crecimiento económico, aumentando la inversión, creando puestos de trabajo y elevando el consumo. ¿En qué lugar dejaría esto el papel del Banco Central Europeo (BCE)? Algunos expertos apuntan que la institución monetaria tendría un margen considerablemente más reducido para bajar los tipos en el medio plazo si se produce este crecimiento inducido fiscalmente, mientras que otros ya ven una posible pausa en los recortes en abril o, incluso, afirman que el ciclo de bajadas de tipos ha llegado a su fin.
Los activos financieros europeos ganan atractivo
Lo que está claro es que, ante este contexto de mejora para Europa, y cierta revisión de la política monetaria del BCE, las gestoras están repensando su exposición a los activos financieros europeos. Por ejemplo, Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, reconoce que están sobreponderamos renta variable europea, dada la mejora de las perspectivas económicas y de aumento de beneficios, así como atractivas valoraciones. Según su visión, en la eurozona los recortes de tipos de interés han empezado a tener efectos positivos, en particular, en el sector manufacturero.
“Además, hay recuperación de la confianza del consumidor y de los PMI manufactureros -aunque desde una base baja-. El presupuesto francés y la victoria del centroderecha en Alemania contribuyen a la estabilidad. Incluso, por primera vez en dos años, las expectativas de beneficios empresariales a doce meses en la euro zona aumentan más rápidamente que en EE.UU. La mejora es generalizada por sectores, probablemente en previsión de recuperación cíclica, posible alivio de alto el fuego en Ucrania y aumento del gasto público. Incluso se está descontando perspectivas de aumento del gasto en defensa tras las elecciones alemanas. De hecho, la renta variable europea ha registrado las mayores entradas de inversores minoristas desde el inicio de la guerra de Ucrania. Y hay que tener en cuenta que la política monetaria es más favorable en la euro zona”, argumenta.
Desde Candriam explican que tras una fase de extremo pesimismo en el mercado europeo a raíz de las elecciones estadounidenses, la dinámica se ha invertido. A favor tiene que la valoración de la renta variable europea es significativamente inferior a la de la estadounidense. «La relación precio/beneficios ajustados por sectores en Europa es un 23% inferior a la de Estados Unidos, muy por encima de la brecha media histórica. Además, la diversificación de los mercados europeos contrasta con la fuerte concentración de los mercados estadounidenses en torno a los gigantes tecnológicos. Los mercados financieros europeos están ahora más repartidos entre los sectores financiero, industrial y de bienes de consumo», comenta Nadège Dufossé, Global Head of Multi-Asset, Member of the Executive Committee de Candriam.
El análisis tras la reunión del BCE
Según la mayoría de los expertos, esta ha sido la última reunión “fácil” del BCE. Este nuevo recorte se produce en un entorno de incertidumbre -marcado principalmente por las tensiones comerciales y geopolíticas-, pero en que considera que los riesgos para el crecimiento permanecen a la baja. “Las proyecciones actualizadas indican una ligera degradación en el crecimiento a corto plazo, cambios menores en la inflación subyacente y una inflación general mecánicamente más alta para 2025, que refleja principalmente el aumento en los precios de la energía entre rondas de proyecciones. El Consejo de Gobierno mantuvo que el proceso de desinflación está ‘bien encaminado’», destaca Salman Ahmed, responsable global de Macro y Asignación Estratégica de activos en Fidelity International.
En opinión de Ulrike Kastens, economista senior de DWS, aunque la incertidumbre es alta, el equilibrio ha cambiado significativamente en los últimos días. “Esperamos tasas de crecimiento más altas en la zona euro y una desaceleración en la desinflación. Todo esto reducirá significativamente el margen para nuevos recortes de tipos en el próximo mes”, apunta.
Según su análisis, hay tres temas importantes que podemos destacar de su reunión de ayer: la política monetaria ya no se describe como «restrictiva», sino como «significativamente menos restrictiva”; la extrema incertidumbre económica requiere un alto grado de vigilancia y una alta dependencia de los datos, lo que probablemente seguirá determinando el curso futuro de la política monetaria; y se mostró cautelosa sobre un posible aumento del gasto en defensa para el crecimiento.
El hecho de que el BCE vea ahora los tipos de interés como «significativamente menos restrictivos», podría traducirse en una pausa en los recortes de cara a la próxima reunión. “Ahora vemos abril como una decisión al 50/50 que dependerá en gran medida de los datos, y de si los anuncios de aranceles para el 2 de abril hechos por Trump incluyen medidas significativas dirigidas a Europa. Anticipamos que el BCE apuntará al extremo inferior del rango neutral -alrededor del 1,75%- en lugar de moverse hacia un territorio acomodaticio”, añade Ahmed.
El plan fiscal de Alemania y el plan de Rearme europeo
Algunos expertos consideran que la tarea del BCE se ha complicado con la retirada del apoyo militar de EE.UU. a Ucrania, lo que requerirá miles de millones de euros en inversión para la defensa europea. “El anuncio del plan de infraestructura y defensa de Alemania, por valor de 500.000 millones de euros, ha provocado un reajuste en el mercado, con solo 45 puntos básicos de reducción para el resto del año, en comparación con los 60 puntos básicos de hace una semana. Incluso si la desinflación sigue su curso y la política monetaria se ha vuelto menos restrictiva, existen enormes incertidumbres y el BCE no está comprometiéndose con un curso de acción específico”, explica Nicolas Forest, CIO en Candriam.
Según el análisis de Forest, el plan fiscal de Alemania y el plan de Rearme Europeo de la UE podrían impulsar el crecimiento y compensar parcialmente los efectos negativos de posibles aranceles comerciales, descartando así un escenario de recesión. “Teniendo en cuenta todas las discusiones sobre las reglas fiscales de la UE, el gran cambio en la política fiscal alemana y los posibles riesgos a la baja, todas las opciones están sobre la mesa, incluida una ‘pausa’ en la próxima reunión.
En lo que afecta a Alemania, Annalisa Piazza, analista de investigación de renta fija de MFS Investment Management, destaca que es un plan muy ambicioso. “Suponiendo una implementación relativamente lenta -ya que los cambios estructurales, el desembolso de fondos y la burocracia requieren tiempo-, estimamos que un programa de esta magnitud podría añadir alrededor de un 0.2% al PIB en 2025, un 0.5% en 2026 y menos de un 1% en 2027. El impacto en la inflación no está tan claro”, señala Piazza.
Por su parte, los líderes de la UE debatieron en Bruselas cómo financiar un mayor gasto en defensa. El resultado ha sido claro: los líderes de la Unión Europea han avalado este jueves el instrumento de 150.000 millones de euros en préstamos para gasto militar en el marco del plan para rearmar Europa la próxima década, además de fijar las prioridades en las compras militares, en un paso más de la UE para responder a la urgencia geopolítica marcada por el conflicto en Ucrania.
Según la visión de Felix Feather, economista de Aberdeen, la posibilidad de que el déficit europeo aumente de forma significativa ha llevado a los mercados a descontar los recortes de tipos en los últimos días, mientras que el tramo largo de la curva se ha vendido de forma aún más pronunciada. “Creemos que el estímulo fiscal podría impulsar el crecimiento entre un 0,5% y un 1% en Alemania y entre un 0,2% y un 0,7% en el conjunto de la zona euro. Sin embargo, cualquier estímulo podría llegar demasiado tarde para impedir que la economía francesa caiga en una recesión técnica. Tras la contracción del PIB francés del 0,1% en el cuarto trimestre, el flujo de datos de actividad de alta frecuencia ha sido débil, con los indicadores de desempleo registrado, PMI y producción industrial en rojo”, concluye Feather.