El auge de los ETFs temáticos: potencial y selectividad
| Por Fernando Moldenhauer | 0 Comentarios

Los ETFs temáticos están en pleno apogeo. Los activos gestionados en estos vehículos se han triplicado desde 2018 y se han duplicado con creces durante 2020. Solo en el primer trimestre de 2021, aproximadamente el 25% de los nuevos lanzamientos de ETFs fueron temáticos.
La definición de los ETFs temáticos varía en función del público pero, en general, se trata de fondos que tratan de ofrecer exposición a un tema o nicho específico. De este modo, pretenden capitalizar el rendimiento de una tendencia o industria secular. Algunos ejemplos son la inteligencia artificial (IA), la ciberseguridad, las ciudades inteligentes, la energía limpia y el sector del lujo mundial.
El mayor apetito de los inversores por la inversión temática puede atribuirse, en gran medida, al aumento de los ETFs, que ofrecen múltiples ventajas, como rentabilidad, diversificación, liquidez y transparencia. La enorme competencia entre proveedores ha dado lugar a una reducción de costes y ha impulsado el desarrollo de índices temáticos más especializados. Como resultado, los ETFs temáticos ofrecen a los inversores una forma de capitalizar el rendimiento de una tendencia o industria a través de una única transacción.
Una selección cuidadosa es la clave
Los inversores deben ser conscientes de los riesgos potenciales de la inversión temática. Los ETFs temáticos pueden tener un alcance limitado y, en consecuencia, conllevan un mayor grado de riesgo. En este sentido, es mejor utilizarlos para complementar, en lugar de sustituir, las participaciones principales.
Dicho esto, si se seleccionan con cuidado, las recompensas potenciales pueden ser importantes si se invierte, por ejemplo, en un cambio estructural a largo plazo.
Capturar el potencial de la IA
Uno de los segmentos actuales más interesantes de la inversión temática es la «tecnología disruptiva» y, dentro de ella, la inteligencia artificial. El interés en este ámbito ha aumentado tras la pandemia del virus COVID-19 y muestra cada vez mayor dependencia de las soluciones digitales.
Se prevé que el tamaño del mercado mundial de la industria de la IA tenga un valor de casi 267.000 millones de dólares en 2027, frente a los 27.000 millones de dólares de 2019.
Con el tiempo, todos los sectores industriales y la mayoría de las empresas incorporarán la IA a sus negocios. Según la International Data Corporation, el gasto mundial en IA se duplicará con creces en los próximos años, pasando de 50.100 millones de dólares en 2020 a 110.000 millones de dólares en 2024.
Las máquinas asumirán muchas de las tareas que hoy en día realizan los humanos. Las aplicaciones son muy variadas y probablemente sean específicas no sólo para cada sector, sino también para cada empresa.
Aprovechar al máximo las ventajas de esta «megatendencia» implica, por supuesto, asignar el capital hoy. Por ello, Amundi se asoció con Stoxx, un proveedor de índices líder, para lanzar el ETF Amundi Stoxx Global Artificial Intelligence UCITS. Este ETF ofrece un potencial de crecimiento a largo plazo mediante la exposición a empresas en países desarrollados y emergentes de una amplia gama de industrias que invierten fuertemente en el desarrollo de nuevas tecnologías de inteligencia artificial (IA).
Se considera que estas empresas están bien posicionadas para beneficiarse de la creciente adopción de las tecnologías de IA.
Un recordatorio
El apetito de los inversores por los ETFs temáticos sigue creciendo. Alrededor del 80% de los inversores mundiales afirman que aumentarán sus asignaciones en ETFs temáticos, según la encuesta mundial de inversores de ETFs de este año de Brown Brothers Harriman. Pueden ofrecer un importante potencial de crecimiento, pero una selección cuidadosa es la clave en este nicho de inversión.
Tribuna de Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latinoamérica