Santalucía Asset Management ha reforzado sus capacidades con la incorporación de Carlos Aguado Rodríguez-Armijo como nuevo gestor en el área de Selección de Fondos.
Carlos Aguado es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla, Máster en Banca y Asesoría Financiera por CEF. También cuenta con la certificación CEFA (Certified European Financial Analyst).
Hasta su incorporación a Santalucía AM, Carlos Aguado era analista de fondos de inversión en A&G Banca Privada -puesto al que se incorporó el pasado mes de junio– y previamente en Andbank Wealth Management SGIIC, donde realizaba selección de producto tanto para fondos de fondos como para las carteras de los clientes de la entidad.
«Estamos muy ilusionados con la incorporación deCarlos Aguado al equipo de Santalucía Asset Management. Su llegada nos ayudará a reforzar el área de selección de fondos de terceros, que ya alcanza un volumen superior a 550 millones de euros”, afirma Gonzalo Meseguer, director general de Santalucía AM.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Dónde están las prioridades estratégicas de China que se convertirán en una oportunidad de inversión?
Para entender la evolución actual de China, es importante ver cómo el país está haciendo hincapié no solo en el poder económico, sino en el poder «blando» de la persuasión y la influencia. Según la visión de Allianz GI, la clave para los inversores es saber cómo y dónde estas prioridades estratégicas se traducirán en oportunidades.
El último dato de China indica cierta debilidad en su crecimiento, ya que registró una tasa del 4,9% interanual en el tercer trimestre del año frente al 5% que el consenso de mercado tenía previsto. Sin embargo, no hay que centrarse solo en este dato, también se observan otros con un comportamiento más positivo, por ejemplo, las ventas minoristas se recuperaron alcanzando un crecimiento del 4,4% el mes pasado.
“Los inversores de todo el mundo se han visto perturbados por una oleada de noticias negativas procedentes de China, pero estas deben considerarse en un contexto más amplio. Este año se celebra el centenario del Partido Comunista Chino, y China parece estar en un estado de ánimo reflexivo. El país se está comprometiendo de nuevo no solo a continuar con el éxito económico, sino a centrarse en una serie de otras preocupaciones. Entre ellas, abordar las inquietudes sociales sobre la desigualdad, resolver los problemas antimonopolio y frenar los desafíos a los centros de poder tradicionales. Estos esfuerzos están destinados a provocar cierta volatilidad”, explica Virginie Maisonneuve, Global CIO Equity en Allianz Global Investors.
En opinión de Maisonneuve, China seguirá su propia senda de desarrollo híbrido, buscando la autosuficiencia y convirtiéndose en un líder de alta tecnología. “China también quiere seguir relacionándose con el resto del mundo y mantener el éxito de sus mercados financieros. Y podríamos ver a China colaborando con otras potencias mundiales en los retos comunes, sobre todo en el cambio climático, de forma que permita a China escribir una nueva historia positiva. Todo ello forma parte de una nueva fase en la evolución de China a medida que el país se reposiciona en la escena mundial. Esperamos que China continúe utilizando su poder económico para abrirse paso a codazos hacia las primeras filas, al tiempo que comienza a ejercer sus poderes «blandos» de atracción e influencia”, puntualiza la experta de Allianz GI.
La tercera fase de China
Esa “evolución” a la que Maisonneuve hace referencia tiene su primer paso hace 20 años, cuando el país ingresó en la Organización Mundial del Comercio, y fruto de aquella decisión pasó de tener una inversión extranjera directa de 47.000 millones de dólares en 2001 a 163.000 millones en 2020. Posteriormente, un segundo hito fue cuando China “suplantó a Japón” como la segunda economía del mundo en 2010, tras la crisis financiera mundial.
Según señala la experta de Allianz GI, en esta “segunda fase” el gigante asiático se convirtió en un líder de alta tecnología, con una alta cadena de valor y también comenzó a integrar sus mercados financieros en el sistema mundial, por ejemplo, con los programas Stock de acciones y bonos, que facilitaron el acceso de los inversores extranjeros a los mercados chinos.
“Ahora estamos ante una tercera fase. El presidente Xi Jinping preside una economía que superará a EE.UU. como la mayor del mundo en 2029. La gestión de China de la pandemia del COVID-19 ha supuesto un gran impulso. China debe caminar en la cuerda floja mientras gestiona su poderío económico, que se centra en su mandato de igualdad social y de poder blando. El equilibrio entre el sistema político chino combinado con su envergadura económica nacional y mundial supone un desafío único para el país y para el resto del mundo. Sin embargo, el éxito de China es fundamental para la estabilidad del mundo en la próxima década”, explica.
En esta fase, Maisonneuve matiza que China podría pasar de un modelo de crecimiento al estilo estadounidense, impulsado principalmente por los servicios y el consumo, a un modelo más equilibrado, como el de Alemania o Japón. “En este modelo, la política industrial es un motor fundamental para el crecimiento a largo plazo. Si China puede seguir desarrollando sus capacidades de fabricación de alta tecnología, ayudaría a resolver algunas de las vulnerabilidades más evidentes del país en un mundo en el que las tensiones comerciales restringen la capacidad de transferir tecnologías de un país o entidad a otro. También debería ayudar a impulsar la innovación a un nuevo nivel. Entre las áreas de interés se incluirán probablemente los semiconductores, en los que China consume el 35% de la oferta mundial y solo fabrica el 10%”, añade.
Además, habrá un “renovado interés sobre las cuestiones sociales”, manteniéndose totalmente coherente con el sistema comunista. En su opinión, “China está redoblando sus esfuerzos para promover un crecimiento equitativo y más sostenible, y para proyectar una visión positiva de China a nivel mundial. Es aquí donde China ha sido objeto de titulares negativos que han aumentado la volatilidad del mercado”.
¿Qué deben esperar los inversores?
Según su análisis, este análisis de la evolución de la agenda política de China también es aplicable a la hora de elegir los valores en los que invertir. “Aunque el análisis ascendente es esencial, la comprensión del contexto más amplio -incluyendo de la política nacional en el complejo marco político de China- es fundamental en China, quizás más que en cualquier otro país. Esta visión permite a los inversores saber cómo y dónde se traducirán en oportunidades las prioridades estratégicas del país”, insiste Maisonneuve.
Reconoce que “no será un camino de rosas”, y que los mercados de capitales en China siempre han sido volátiles tanto al alza como a la baja, y lo seguirán siendo. “Estados Unidos y China lucharán en una carrera darwiniana por el liderazgo digital en la que la combinación de grandes cantidades de datos accesibles y la inteligencia artificial crearán nuevas fuentes de poder. A nivel local, los campeones nacionales de China cambiarán con el tiempo a medida que China ajuste sus prioridades sociales”, añade.
Con esta reflexión sobre la mesa, y recordando que los inversores deberán aceptar una mayor volatilidad, la propuesta de la gestora es la gestión activa. “Creemos que es esencial tanto para navegar por este entorno como para utilizar la inevitable volatilidad para construir posiciones. Por ejemplo, vemos oportunidades en sectores relacionados con la necesidad estratégica de China de ser autosuficiente (semiconductores), el ciclo de mejora industrial (mayor uso de la robótica) y los valores relacionados con los objetivos de emisiones de carbono de China (energía renovable y la cadena de suministro de vehículos eléctricos). El uso de instrumentos pasivos para invertir en China puede no ser suficiente, dada la necesidad de navegar este mercado a un nivel más profundo”, concluye Maisonneuve.
Las empresas de asesoramiento financiero españolas tienen que decidir qué hacer con su futuro: si seguir siendo ESIs con la capacidad de operar fuera de nuestras fronteras, pero cumplir con los nuevos requisitos de capital que exige la nueva normativa europea, o acogerse al régimen de excepción fijado por España que les permite relajar los requisitos pero, a cambio, les exige dejar de ser empresas de servicios de inversión y les impide operar fuera de España.
Recientemente, la CNMV ha remitido un escrito a las EAFs personas jurídicas explicándoles la necesidad de que les informen de si se acogen o no (voluntariamente) a la excepción prevista en el artículo 3 de MiFID y en el 139 bis de la vigente Ley del Mercado de Valores.
Las personas jurídicas son las que tienen que tomar esta decisión porque las físicas, a las que no se ha remitido el escrito, “en ningún caso pueden cumplir los requisitos del nuevo régimen (IFD-IFR) y necesariamente tienen que acogerse al régimen nacional desde el día 26 de junio, fecha en la que resulta de aplicación directa el Reglamento comunitario de solvencia aplicable a las ESI”. La CNMV ya les explicó a las EAF personas físicas esta situación en una carta anterior y en un curso que se celebró con anterioridad al 26 de junio.
Con todo, el supervisor de los mercados españoles recuerda que una EAF persona física “siempre tiene la opción de transformarse en EAF persona jurídica y por tanto acogerse al régimen de solvencia exigible a las ESI (y contar con pasaporte)”, según explica la CNMV a Funds Society.
Desde el despacho jurídico finReg 360, comentan sin embargo lo paradójico de la situación, al pedirse a las EAFs que tomen una decisión cuando la normativa española no está todavía aprobada: «De nuevo la trasposición tardía de la normativa europea en España causa situaciones como esta en la que si bien la ley nacional aún no está aprobada, a los sujetos privados, en este caso a las EAFs, sí se les pide que tomen una decisión como si lo estuviera. Lo que en este estado de las cosas sería como mínimo esperable es que el texto final de la Ley del Mercado de Valores y la normativa de desarrollo que se pueda publicar no alteren ni un ápice los textos actuales y sobre los que se les pide a las EAFs que tomen una decisión”, explica Gloria Hernández Aler, socia de la entidad.
La decisión de las personas jurídicas
Así las cosas, las personas jurídicas se enfrentan a una importante disyuntiva. La CNMV les ha recordado, en su comunicado, que ya el pasado mayo de 2021 se remitió una comunicación en relación con el proceso de adaptación a la nueva normativa de solvencia (Directiva (UE) 2019/2034 – IFD – y Reglamento (UE) 2019/2033 – IFR) aplicable a las empresas de servicios de inversión. Entre otros asuntos, se les informaba de que en el proyecto de Real Decreto de ESI está previsto el desarrollo reglamentario del artículo 139 bis de la vigente Ley del Mercado de Valores, que prevé la excepción del artículo 3 de la Directiva 2014/65/UE (MiFID 2). En concreto, el artículo 5.1 del proyecto de Real Decreto de ESI establece la exención del cumplimiento de los requisitos y obligaciones de solvencia establecidas en la Ley del Mercado de Valores, en el caso de que la EAF así lo desee y se acoja a la mencionada excepción.
En dicho caso, la entidad podría seguir prestando el servicio de asesoramiento en materia de inversión únicamente en España, con sujeción a los requisitos y al régimen de supervisión que en su caso se establezca reglamentariamente.
La comunicación indica también que, como están pendientes de aprobación y publicación tanto el Anteproyecto de Ley de modificación de la Ley del Mercado de Valores como el proyecto de Real Decreto de ESI y resulta de aplicación a las ESI la nueva normativa de solvencia desde el pasado 26 de junio, a efectos de realizar las actuaciones de supervisión pertinentes, es necesario que la entidad indique si ha optado por acogerse a la mencionada exención, o si por el contrario desea que se mantenga su plena consideración como ESI, lo que implicaría la obligación de cumplir los requisitos y obligaciones de solvencia establecidos en IFD e IFR.
La CNMV les informa de que, si la entidad optara por acogerse a la excepción prevista en el artículo 139 bis no tendría que cumplir las obligaciones de solvencia previstas en IFD e IFR, pero sí el resto de obligaciones previstas en la normativa vigente para las EAF y perdería la posibilidad de contar con un pasaporte para prestar el servicio de inversión en otros Estados de la UE.
En el escrito también se detalla la información a enviar en el caso de que la entidad optase por no acogerse a esta exención y se facilitan las instrucciones de cumplimentación de la información solicitada.
EAFs: un camino de ESI a no ESI
La figura de las empresas de asesoramiento financiero en España ha sufrido cambios desde que se creó en 2008. Desde finReg 360 recuerdan que en un inicio se hizo imprescindible obtener la licencia de ESI o empresa de servicio de inversión para asesorar, algo que ahora se deja a decisión de la entidad.
“Las EAFs han sido sin duda una figura controvertida desde el inicio. En 2008, por considerarse que era preciso obtener una licencia de ESI para asesorar, puesto que había poca consciencia de tal necesidad. Con MiFID II en 2018 se les suprimió la “I” de su denominación y ahora, tres años después, se les permite de nuevo dejar de ser ESI», recuerda Hernández Aler.
Las unidades de procesamiento gráfico (GPU) son motores para el futuro de la computación. Las GPU, diseñadas para el procesamiento paralelo, son tarjetas de circuito electrónico especializadas que trabajan codo a codo con el cerebro del ordenador, la unidad central de procesamiento (CPU), para mejorar el rendimiento de la computación. Si estás leyendo este artículo en un dispositivo electrónico, es probable que una GPU esté dando energía a tu pantalla.
Aunque las GPU se utilizaron inicialmente en el procesamiento de gráficos e imágenes para la informática personal y empresarial, su uso se ha extendido considerablemente al ir evolucionando la tecnología. La Ley de Moore (la observación de que el número de transistores de un circuito integrado se duplica cada dos años mientras que el coste de la computación se reduce a la mitad) ha democratizado el uso de las GPU al abaratarlas y hacerlas más accesibles, lo que ha transformado la adopción de las GPU en múltiples sectores. Hoy en día, las GPU de alto rendimiento son fundamentales para muchas tecnologías diferentes y formarán la base de la próxima generación de plataformas informáticas.
El poder del paralelismo: aplicaciones para la IA y el aprendizaje profundo
Las GPU se construyen con el fin de ejecutar un gran número de aplicaciones al mismo tiempo para aumentar la eficiencia informática y mejorar el rendimiento general de la computación. Aunque esto beneficia a los mercados finales, como el de los jugadores que disfrutan de gráficos informáticos de alta calidad en tiempo real, también se puede aplicar a casos de uso más serios.
La capacidad de las GPU para procesar grandes bloques de datos en paralelo las hace óptimas para entrenar a la inteligencia artificial (IA) y los modelos de aprendizaje profundo que precisan un procesamiento paralelo intenso de cientos de miles de redes neuronales al mismo tiempo. El aprendizaje profundo puede aplicarse a múltiples áreas, desde habilitar servicios web hasta mejorar los vehículos autónomos y la investigación médica.
¿Cómo pueden usarse las GPU para identificar enfermedades genéticas? Los métodos tradicionales de identificar variantes genéticas asociadas a una enfermedad concreta son largos y tediosos, ya que exigen a los expertos escudriñar los tres mil millones de pares de bases de ADN de una persona para encontrar el único cambio que provoca la enfermedad. Sin embargo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford demostró que el uso de un aprendizaje profundo habilitado por GPU podría reducir el tiempo de diagnóstico, que abarca entre seis y ocho semanas, a tan solo 7,5 horas. Cuando se trata de pacientes en estado crítico, este ahorro de tiempo podría salvarles la vida, lo que evidencia que su impacto podría ser altamente positivo.1
Digitalización que impulsa la descarbonización
Aunque las GPU ya han incidido positivamente en los retos del mundo real, la oportunidad de definir la innovación en todos los sectores todavía no se ha explorado en su totalidad. La aplicación de la IA y el aprendizaje profundo son esenciales para crear un futuro digital de éxito, algo que ya se está convirtiendo en realidad a medida que aumenta la tendencia hacia la digitalización. Es importante reconocer que esta tendencia está afectando a todos los sectores, por lo que resulta esencial contar con capacidades tecnológicas eficientes y potentes conforme las empresas emprenden su transformación digital.
En lo que respecta a su impacto, creemos que la digitalización desempeña un papel positivo en el desarrollo económico y el empoderamiento social, y también vemos una estrecha relación entre la digitalización y la descarbonización. La digitalización consigue atravesar la carcasa de las funciones que eran históricamente analógicas, al fomentar la transparencia de los datos y dotar a empresas y particulares del conocimiento adecuado para tomar decisiones fundadas sobre el consumo, la producción y la reducción, teniendo en cuenta sus comportamientos actuales. Por ejemplo, la aspiración de reducir las emisiones de carbono y lograr los objetivos climáticos puede verse favorecida por la extracción, la transformación y el análisis de datos para determinar la mejor forma de proceder.
Ya hemos empezado a ver cómo la digitalización penetra y avanza en las prácticas tradicionales: los fabricantes integran la tecnología en los procesos industriales para optimizar la producción; las promotoras de edificios utilizan la tecnología inteligente y el análisis de datos para garantizar que la energía se consuma solo cuando se necesita; y los sistemas de transporte inteligentes analizan los datos del tráfico para reducir los atascos, el uso de combustible y las emisiones. Por otra parte, muchos servicios digitales han empezado a sustituir los métodos tradicionales, que suelen requerir un consumo energético más intenso, por otros métodos, como las reuniones on-line para reducir los viajes de negocio, disminuyendo así la huella de carbono en todo el mundo.
¿Potenciar la tecnología tiene un coste?
Uno de los retos críticos asociados a la transformación digital global es la intensa energía que se precisa para lograr una computación de alto rendimiento. Para nosotros es importante comprender el verdadero coste energético que exige la tecnología y lo que puede hacerse para reducir el consumo general de la misma.
Existe la idea errónea de que un mayor uso de los centros de datos equivale a una mayor demanda de energía. En realidad, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el uso de energía de los centros de datos se ha mantenido invariable a pesar del aluvión de demanda de centros de datos y el tráfico de internet (Gráfico 1). Esta disparidad obedece a la eficacia de los sistemas y procesos. Las GPU minimizan la considerable carga energética que supone la computación de alto rendimiento para los centros de datos. Para las aplicaciones de IA, algunas GPU pueden ser hasta 42 veces más eficientes desde el punto de vista energético que las CPU convencionales. Por otra parte, algunos centros de datos a hiperescala basados en GPU ocupan sólo un 2 % del espacio de los racks informáticos, lo que los hace más eficientes en espacio que los sistemas basados en CPU. 2 En resumen, las GPU causan sensación. Al permitir un uso más inteligente de la energía, contribuyen en parte a mantener al mínimo el consumo energético.
Gráfico 1: el uso de energía en centros de datos se mantiene invariable
Al igual que todos los sectores, la tecnología tendrá que hacer su parte para abordar el cambio climático global y reducir su propia huella ambiental, con el objetivo de lograr cero emisiones netas. En 2020, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó su Informe anual de progreso de energía limpia de seguimiento (Tracking Clean Energy Progress), que informa sobre las principales tecnologías y los sectores energéticos que son críticos para frenar el ritmo del calentamiento global. De los 46 sectores, la AIE señaló a los centros de datos y a las redes de transmisión de datos como uno de los únicos seis sectores que iban camino de cumplir su proyecciones de desarrollo sostenible. Sin embargo, la escalada del uso global de internet durante el periodo del covid-19 inducida por el incremento de la transmisión de vídeos y conferencias en streaming, los juegos on-line y las redes sociales, hizo que esta clasificación descendiera a la categoría «hay que seguir trabajando» en el informe de 2021.3
A pesar de este revés, creemos que el interés en lograr mejoras continuas de la eficiencia en la infraestructura de los centros de datos es fundamental para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas, lo que refuerza el papel de las GPU en la creación de un mundo digitalizado sostenible.
Implicaciones éticas de la IA
A pesar de las numerosas ventajas que aporta el uso generalizado de la IA, la mayor adopción de la tecnología entraña riesgos éticos subyacentes significativos.
En los casos en que la IA es más barata, rápida e inteligente que el trabajo humano, puede utilizarse para reemplazar a la mano de obra actual; los chatbots han reemplazado al personal de las centralitas debido a la capacidad de procesamiento del lenguaje natural de la IA; muchos trabajadores de fábricas han sido reemplazados por maquinaria automatizada, y el robo-taxi pronto podría reemplazar a los conductores humanos. Entendemos el impacto que esto podría causar en el empleo, especialmente en áreas concentradas, y creemos que es vital examinar las consecuencias a largo plazo que tendría en la sociedad en estos casos. No obstante, también vemos la ventaja que conlleva dejar en manos de la IA ciertas funciones laborales monótonas. Al liberar capital humano, ofrece a los empleados la oportunidad de participar en funciones más enriquecedoras que no puede acometer la IA: formación personal, diseño creativo y enseñanza. De este modo, creemos que la sociedad podría enriquecerse y salir beneficiada.
También es importante reconocer los posibles usos siniestros que podría permitir la tecnología. El gobierno de EE. UU. ha actuado recientemente para restringir la exportación de chips de GPU de gama alta fabricados por nVIDIA a China en un intento de impedir que ciertas empresas chinas compren GPU para permitir la vigilancia a gran escala, especialmente en el colectivo de musulmanes uigures. Nos parece bien cualquier restricción que se imponga para tratar de reducir las posibles amenazas éticas a la sociedad.
Algunas empresas, incluida nVIDIA, también han empleado marcos éticos para implantar principios de «IA fiable» dentro del ecosistema de productos de la compañía. Vemos fundamental que los principios éticos se sitúen en el centro del diseño y desarrollo de productos para fomentar el cambio positivo y la transparencia en el desarrollo de IA.
Conclusión
La digitalización es el pilar central de nuestro futuro. Desde sus humildes inicios, la GPU se ha convertido en uno de los facilitadores más decisivos de la innovación y la transformación digital para la sociedad. También creemos que la nueva generación de la computación es esencial para lograr los objetivos de sostenibilidad globales. Al analizar empresas específicas, creemos que la migración hacia un modelo de negocio con bajas emisiones de carbono es fundamental para el éxito a largo plazo, y esperamos que la tecnología permita ese cambio.
Pixabay CC0 Public DomainImagen de Alexandru Manole. Aberdeen
El mundo se enfrenta a muchos retos, desde el cambio climático y la desigualdad hasta la producción y el consumo insostenibles. Como gestores de activos, creemos que es posible ayudar a abordar estos problemas sin dejar de obtener beneficios financieros para los clientes. Por ello, en vísperas de la conferencia COP 26 de noviembre, vamos a analizar algunas de las opciones de inversión sostenible que los inversores tienen a su disposición. Entre ellas se encuentran las que entran en el ámbito del nuevo Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) de la UE.
Europa lidera el camino
La Unión Europea apoya firmemente la transición hacia una economía baja en carbono, más eficiente en cuanto a recursos y sostenible. Los responsables políticos han respaldado sus intenciones con hechos, anunciando el Acuerdo Verde Europeo de 1 billón de euros en diciembre de 2019.
Una parte importante del esfuerzo consiste en implicar al sistema financiero -y sus enormes reservas de capital- en la lucha contra el cambio climático. Y aquí es donde entra en escena el reglamento SFDR. Introducido por la Comisión Europea en marzo de 2021, esta normativa obliga a los participantes y asesores del mercado financiero a proporcionar más información relacionada con la sostenibilidad. El objetivo es garantizar que los inversores dispongan de la información necesaria para tomar decisiones de inversión acordes con sus objetivos de sostenibilidad. También pretende evitar el greenwashing o «lavado verde» en los productos y asesoramiento financiero. Todo producto financiero que se venda en la UE debe clasificarse como artículo 6, 8 o 9.
Un fondo catalogado como artículo 9 se define como «un fondo que tiene como objetivo la inversión sostenible o la reducción de las emisiones de carbono». Los productos del artículo 8 son los que buscan promover características sociales y/o medioambientales, al mismo tiempo que siguen prácticas de buen gobierno. Los del artículo 6 son todos los demás.
Por supuesto, la normativa SFDR se enfrenta a retos. Muchas empresas tendrán que revisar las estrategias de inversión, la gestión de riesgos, la presentación de informes y la divulgación de información. Sin embargo, creemos que los amplios requisitos de transparencia que exige la normativa SFDR destacarán a los gestores de activos que se toman en serio la sostenibilidad.
Inversión de impacto
La inversión de impacto, que antes era una opción de inversión de nicho, ha ganado popularidad en los últimos cinco años. Consiste en invertir en empresas cuyas actividades, tecnologías o productos están diseñados específicamente para abordar los retos del planeta a largo plazo. En otras palabras, empresas que buscan tener un impacto positivo y medible en el mundo. Los tipos de actividad incluyen:
apoyar el almacenamiento y la distribución de energías renovables
mejorar los tratamientos para los problemas de salud prioritarios
proporcionar acceso a los servicios financieros a las comunidades desatendidas
El cambio climático y el camino hacia un mundo con emisiones netas cero
El cambio climático es, sin duda, uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad. Los políticos han respondido (tardíamente). Muchos países se han comprometido a tener emisiones netas cero para 2050. Se calcula que se necesitan 50 billones de dólares de inversión para alcanzar las emisiones netas cero en esa fecha, por lo que creemos que las oportunidades son considerables. Dentro de la industria de gestión de activos existen muchas soluciones diferentes para ayudar a abordar el cambio climático y la transición hacia un mundo cero neto, dependiendo de los objetivos financieros del cliente y de su tolerancia al riesgo.
En primer lugar, hay estrategias de renta variable. Éstas pueden implicar la inversión en proveedores y líderes en soluciones para el cambio climático. Por ejemplo, empresas que hayan asumido los mayores compromisos de reducción de carbono en sus productos y servicios. O, en el ámbito de la construcción, empresas dedicadas a la urbanización y las infraestructuras sostenibles. Una vez más, muchas de estas compañías pretenden tener un impacto positivo y ofrecer un rendimiento financiero. Un enfoque activo y comprometido puede ayudar a los gestores de activos a descubrir dichos nombres.
Comprometerse, no evitar
Identificar los riesgos asociados a la transición a un mundo cero neto también será vital. Entre ellos se encuentran el aumento de los precios del carbono, los activos bloqueados y los cambios en la tecnología. Para algunos inversores, esto puede significar evitar por completo las actividades de alto riesgo. Y es cierto, la mayoría de los fondos tienen umbrales mínimos de entrada y/o listas de exclusión. Sin embargo, creemos que los productos sostenibles también deben adoptar y comprometerse con los tipos de empresas que otros podrían evitar. Al fin y al cabo, estas compañías serán una parte importante de la solución. Por ello, los inversores también podrían considerar la posibilidad de asignar parte del capital a los principales reductores de emisiones que operan en sectores con altas emisiones.
Como parte de esto, los gestores de activos también pueden apoyar a las empresas que abordan los riesgos físicos del cambio climático. Para los inversores en renta fija, esto puede implicar la asignación de capital a emisiones soberanas, de empresas de servicios públicos o de compañías de seguros que construyan protecciones contra las inundaciones o que ofrezcan pólizas contra el aumento de los precios de las materias primas.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU
Otra opción posible es invertir de acuerdo con los 17 ODS de la ONU. Se trata de un plan político y de financiación diseñado para ayudar a los gobiernos, las empresas y la sociedad a abordar problemas como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación del medio ambiente y la injusticia, entre otros.
Los ODS son muy importantes para los países asiáticos y los mercados emergentes. Muchos de ellos tienen economías de rápido crecimiento, pero carecen de financiación en áreas importantes. Sin embargo, estas regiones albergan algunas de las empresas más innovadoras que pueden ayudar a resolver estos problemas. Esto significa que los gestores de activos pueden canalizar el capital hacia los países y sectores que más lo necesitan, y en los que la rentabilidad relativa potencial es elevada.
Por supuesto, estas son sólo una muestra de las estrategias sostenibles disponibles. Otras estrategias incluyen la ética, la ISR (inversión responsable sostenible) y las estrategias temáticas, entre otras.
Conclusión
Como gestores de activos, podemos desempeñar un papel fundamental a la hora de abordar los principales retos del mundo, al mismo tiempo que ayudamos a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos financieros. Creemos que pueden cumplir estos objetivos a través de productos como la inversión de impacto, las estrategias categorizadas como artículo 9 bajo la normativa SFDR y las alineadas con los ODS. Profundizaremos en estas posibles opciones en nuestros próximos artículos.
Tribuna de Jamie Govan, gestor senior de inversiones ESG en abrdn
Pixabay CC0 Public Domain. Las gestoras ven en la tecnología la oportunidad que impulsará la alimentación saludable, sostenible y accesible
¿Qué ha desayunado usted hoy? Puede parecer una pregunta inocente, pero el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y las oportunidades de inversión también están en su taza de desayuno. Según la reflexión que lanzan las gestoras, el objetivo de alimentar a cerca de 10.000 millones de personas en 2050, luchando al mismo tiempo contra el cambio climático, es un reto importante en el que la industria de inversión puede ser un motor de cambio y crecimiento.
Desde Edmond de Rothschild AM advierten de que la pandemia del COVID-19 ha creado un riesgo de escasez de alimentos, un incremento en las tasas de malnutrición y ha puesto de manifiesto la necesidad de una rápida transición hacia un sistema agrícola sostenible y más respetuoso con el medio ambiente y la población.
“Existen soluciones y están siendo desarrolladas por empresas innovadoras para hacer frente a los retos medioambientales, económicos y sociales presentes y futuros. La agricultura se enfrenta a graves problemas medioambientales, pero también sociales y de gobernanza. La alimentación tiene un impacto tanto positivo como negativo en la obesidad, otra pandemia que plantea importantes cuestiones de salud pública. La OMS calcula que en la actualidad 800 millones de personas padecen de obesidad, de las cuales 8 millones están en Francia, es decir, el 17% de su población total. Más de 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso en 2016 y 650 millones sufrían de obesidad”, explican.
Estos datos se pusieron de relevancia este fin de semana, en concreto el pasado sábado 16 de octubre, con motivo del Día Mundial de la Alimentación. De hecho, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 3.000 millones de personas, es decir casi el 40% de la población mundial, no puede permitirse una dieta saludable. Además, hay que recordar que los sistemas agroalimentarios emplean a 1 000 millones de personas en todo el mundo, más que cualquier otro sector económico.
“Nuestra forma de producir, consumir y, lamentablemente, desperdiciar alimentos le cobra un precio muy alto a nuestro planeta, ejerciendo una presión innecesaria en los recursos naturales, el medio ambiente y el clima. Con demasiada frecuencia, la producción de alimentos degrada o destruye los hábitats naturales y contribuye a la extinción de especies. Esta ineficiencia nos está costando billones de dólares, pero, lo que es más importante de todo, los sistemas agroalimentarios actuales están exponiendo desigualdades e injusticias profundas en nuestra sociedad mundial”, denuncian desde FAO.
El compromiso global con la alimentación, su sostenibilidad y su accesibilidad a todos está recogido en los ODS. “Hambre cero” es también uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Su objetivo es garantizar el desarrollo sostenible en todo el mundo a nivel económico, social y ecológico. Los ODS entraron en vigor el 1 de enero de 2016 y se extienden hasta 2030.
Tierra y agua: dos puntos clave
Según Mark Lacey, responsable de materias primas de Schroders, y Felix Odey, analista de Energías renovables de Schroders, el sistema mundial de alimentos y agua se verá sometido a una intensa presión en los próximos años debido a dos factores distintos: el aumento de la población (se prevé que la población mundial crezca de los siete mil millones actuales a ocho mil millones en 2030 y a casi diez mil millones en 2050) y el sistema de alimentos y del agua no es sostenible desde el punto de vista de las emisiones de carbono. Por lo tanto, argumentan que el sistema de alimentación y del agua deben ser más eficiente en cuanto a recursos y sostenible frente a estos desafíos, generando ciertas oportunidades de inversión.
“Vemos tres cambios estructurales que deben producirse para que el sistema alimentario y del agua sea más sostenible: una mayor producción agrícola y una mayor eficiencia; un cambio en la dieta y los patrones de alimentación; y una importante reducción de los residuos y las emisiones. Cada uno de estos cambios está relacionado entre sí y aporta oportunidades para la rentabilidad de las inversiones”, señalan estos dos expertos de Schroders.
El agua entendida no solo como recurso para la producción, sino también como fuente de alimento. Según estimaciones del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), casi 3.000 millones de personas dependen ya del pescado y el marisco como principal fuente de proteínas, ya sea de pescado salvaje o de acuicultura. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) prevé que el consumo mundial de pescado en 2030 será un 18% superior al de 2018. Sin embargo, más del 90% de las poblaciones de peces ya están sometidas a la pesca máxima sostenible o a la sobrepesca.
“En este contexto, la acuicultura ha cobrado mucha importancia en los últimos años. Según la FAO, los acuicultores han sido la principal fuente de pescado para el consumo humano desde 2016. En 2018, la proporción fue del 52% y probablemente seguirá aumentando a largo plazo, según espera la organización”, destacan desde DWS.
Según Paul Buchwitz, gestor del DWS Invest SDG Global Equities, aunque las acuiculturas se han convertido en algo indispensable para alimentar a la población mundial, también están asociadas a grandes problemas. “Entre ellos, la alimentación a base de harina y aceite de pescado, que conduce a la sobreexplotación pesquera, el uso masivo de antibióticos y las largas cadenas logísticas con gran intensidad de CO2, ya que las acuiculturas suelen estar situadas en zonas de aguas frías. Sin embargo, el sector se encuentra actualmente en un punto de inflexión gracias a numerosas innovaciones, como los piensos alternativos y una mejor prevención de las enfermedades de los animales. Esto está permitiendo un crecimiento sostenible que puede alimentar a un gran número de personas, posiblemente cada vez mayor”, añade el gestor de DWS.
Agricultura 4.0
En el caso de la agricultura, explica que la tecnología lleva camino de convertirse en una herramienta clave para su sostenibilidad, ya que se estima que la producción agrícola tiene que aumentar en un 70% para alimentar a 10.000 millones de personas en 2050 utilizando menos suelo de cultivo. “La tecnología puede ser una aliada. Tomemos como ejemplo los métodos de cultivo. El uso de sensores permite transmitir datos en tiempo real del campo al ordenador, lo que permite a los agricultores adoptar un enfoque más preciso y basado en datos. Los sensores pueden medir los datos químicos del suelo (pH, nutrientes, contenido de carbono), así como los niveles de humedad y la densidad del aire. Esto puede ayudar a aumentar el nivel de producción y minimizar la necesidad de fertilizantes y otros productos agrícolas”, explican Lacey y Odey.
En opinión de Edmond de Rothschild AM, la agricultura ha sufrido ya tres grandes transformaciones en la historia reciente para adaptarse a una situación en la que la demanda supera a la oferta. Estos tres catalizadores -crecimiento de la población, aumento del nivel de vida y disminución de los rendimientos agrícolas- vuelven a estar presentes, pero esta vez con la conciencia de los problemas medioambientales. En consecuencia, considera que el modelo de globalización ha quedado obsoleto.
“Para hacer frente a los retos del siglo XXI y cambiar nuestra forma de producir y consumir, la agricultura tiene que reinventarse e iniciar su cuarta transformación. Debe ser respetuosa con el medio ambiente, económicamente viable y socialmente responsable. Creemos que hay tres áreas que están a la altura del reto de la transformación: la introducción de la agrobótica y la inteligencia artificial mediante el uso de la computación en la nube, la robótica y la automatización de tareas como sustituto de los productos químicos, la globalización y la disminución del número de agricultores; la agricultura alternativa con la aparición de la agricultura vertical cerca del consumidor final; y la reducción de residuos y la logística para reducir los niveles de desperdicio de alimentos, reciclar el agua, preservar la biodiversidad y reducir los envases”, añaden.
Alimentos sostenibles
La sostenibilidad de los alimentos y el agua no sólo tiene que ver con cómo producimos lo que comemos y bebemos, sino también con lo que comemos. Según Buchwitz, otro problema, como en toda la agricultura y ganadería industrial, es el uso extensivo de antibióticos y el desarrollo de resistencia a estos medicamentos. En este sentido, ve otro importante mercado en crecimiento en las tecnologías para optimizar y controlar la sostenibilidad de los cultivos acuáticos. «Por ejemplo, una empresa está utilizando cámaras de vídeo e inteligencia artificial para rastrear los gránulos de pienso mientras se mueven por el agua con el fin de optimizar su uso. Asimismo, la tecnología blockchain ya se está utilizando para una mayor transparencia en las cadenas de suministro”, añade Buchwitz.
En opinión de Edmond de Rothschild AM, “la alimentación del mañana debe evolucionar hacia productos trazables que se centren en canales de distribución cortos, ofreciendo soluciones saludables para las personas, el clima y la biodiversidad. Si queremos acelerar la transición hacia prácticas agrícolas que preserven el planeta y su población, debemos promover canales alimentarios sostenibles y de comercio justo que favorezcan la economía circular”.
Por su parte, los expertos de Schroders añaden que existe un cambio de comportamiento del consumidor y que debemos estar atento a ello: “Las preocupaciones por la salud y la sostenibilidad ya están alterando las dietas tradicionales. No hay más que ver el meteórico ascenso del sector de los lácteos alternativos. Las alternativas a la leche no sólo son adoptadas por los intolerantes a la lactosa, sino por una amplia gama de consumidores por una serie de razones que incluyen la salud, el medio ambiente, el bienestar animal y el sabor”.
Oportunidades de inversión
En su opinión, todo, desde el uso de la tierra hasta la alimentación animal, pasando por la producción de alimentos, el procesamiento y la tecnología, el transporte, la venta al por menor, el envasado y el reciclaje de residuos, tiene un papel que desempeñar en la transformación del sistema en su conjunto.
“Del mismo modo, el análisis y la gestión del agua, el equipamiento y la captación, el tratamiento, la infraestructura y el reciclaje deberán cambiar drásticamente a medida que este recurso se vaya agotando. Se necesita una gran cantidad de inversiones para hacer que el sistema sea sostenible. Calculamos que es necesario gastar 30 billones de dólares en las diferentes cadenas de valor de los alimentos y el agua para 2050. El gráfico siguiente compara la inversión necesaria y la capitalización de mercado actual de las empresas de determinados sectores de la alimentación y el agua. Como podemos ver, hay una sorprendente desconexión”, explican Lacey y Odey.
En este sentido, consideran que la alimentación y el agua es un ámbito en el que la tecnología orientada a la resolución de problemas está cada vez más extendida, ya que los consumidores son más conscientes de la salud y el medio ambiente, y los gobiernos empiezan a centrarse en la sostenibilidad de los alimentos, no sólo en la seguridad alimentaria.
“En conjunto, estos factores indican que el sistema alimentario y del agua está a punto de cambiar radicalmente. Y, como inversores, vemos el potencial de obtener atractivos beneficios invirtiendo en las empresas que tienen los productos y las tecnologías para hacer realidad este cambio. Muchas de estas empresas están produciendo buenos flujos de caja, pero se han revalorizado poco porque los inversores perciben el espacio como vieja economía y poco emocionante, en lugar de ver que ofrecen crecimiento. Esto se debe, en parte, a los bajos precios de los alimentos, lo que significa que ha habido poca inversión. El gráfico siguiente muestra cómo los sectores de la alimentación y el agua cotizan con descuento respecto al mercado en general”, explican.
“Podemos ver el repunte a finales de 2019 cuando se anunció la política de la UE de la granja a la mesa, pero sigue habiendo un descuento. Creemos que eso va a cambiar, ya que el imperativo de hacer que los alimentos y el agua sean sostenibles crea oportunidades para nuevas fuentes de crecimiento en empresas que muchos inversores pueden haber descartado como economía antigua, en sectores maduros”, concluyen los expertos de Schroders.
Las modernas residencias de estudiantes o PBSA (Purpose Built Student Accommodation) representan una oportunidad de inversión respaldada por el sector de la educación superior, en el que existe una demanda muy por encima de la oferta y que ofrece unas robustas rentabilidades a la vez que mayor resiliencia que otros segmentos inmobiliarios, explicaron en una conferencia en Madrid expertos de GSA, líder global en gestión de residencias estudiantiles.
Aaron Maskrey y Paul Discalicau, director y manager en GSA, presentaron el fondo GSA Coral, que invierte en residencias estudiantiles a nivel global, con un comportamiento anticíclico y un equipo gestor especializado. Por su parte, Joaquín Linares, socio de Financial Advisory en Deloitte, trazó un panorama sobre el mercado de este tipo de residencias en España y subrayó que es de los que más recorrido tiene en el mercado inmobiliario local.
Global Student Accommodation (GSA) gestiona más de 30.000 camas en 9 mercados a nivel mundial. Maskrey explicó las características de este mercado, que coinciden en gran medida con lo que se vive en España: existe una demanda creciente de educación superior y una oferta de alojamiento estudiantil moderno, entendido como la creación de una comunidad educativa, significativamente por debajo de la demanda.
«Hay universidades de prestigio en muchas partes del mundo a las que se trasladan estudiantes para formarse. El sector de la educación superior es por tanto global, y como consecuencia, la demanda de alojamiento para estudiantes también lo es», señaló Maskrey. Sin embargo, si se observa la evolución de los mercados, dos de los considerados muy maduros, como Reino Unido y Estados Unidos, apenas pueden ofrecer alojamiento a un 34% y un 20% de los estudiantes, respectivamente.
«España, un mercado que está creciendo con la llegada de nuevos operadores, apenas puede ofrecer camas a un 9% de los estudiantes. La mayoría de los mercados a nivel mundial se encuentran en la misma situación que España y se los considera inmaduros y aún en desarrollo», añadió, lo que constituye una atractiva oportunidad de inversión.
Si se toma el ejemplo de Reino Unido, donde hay una oferta amplia y gran número de operadores, hay elementos clave que favorecen el crecimiento de la demanda. Por una parte cada vez un porcentaje mayor de los jóvenes ingresa en la educación superior, por lo que el envejecimiento de la población en sí no tiene un efecto negativo. Se incrementa también el número de estudiantes internacionales que llegan al país. Se espera que para 2035 la demanda global de educación superior aumente en el Reino Unido en 700.000 estudiantes. En cambio, por el lado de la oferta, los planes de nuevas promociones de alojamiento estudiantil llevan años en retroceso, entre otras cosas debido a la falta de emplazamientos adecuados, señaló Maskrey.
También ha ido en retroceso la financiación de las universidades, que se ven abocadas a centrar estos medios en inversiones relacionadas con lo académico, en detrimento del alojamiento estudiantil. Es decir que incluso en un mercado maduro como el de Reino Unido, la oferta no podrá alcanzar la demanda en los próximos años.
Líderes con una marca global
«A nivel global, sólo un 11% de los estudiantes tienen acceso a residencias estudiantiles», subrayó. Ahí es donde GSA ve las oportunidades y el motivo por el que trabaja de manera internacional. «Hemos liderado la evolución del sector durante mucho tiempo como un socio fiable de nuestros inversores. Fuimos los primeros en ir a Irlanda, luego a Alemania, Japón, China y Australia. Y lanzamos hace poco otra novedad: Yugo, la primera marca global de residencias estudiantiles, que combina las necesidades de alojamiento y estudio con objetivos de sostenibilidad y programas de bienestar físico, mental y emocional para los estudiantes», añadió Maskrey.
En esta nueva plataforma, GSA aprovecha su experiencia a nivel mundial para poder adaptar las características y costes a cada mercado individual, opera con eficiencias globales y locales a un nivel que no existía antes y hace uso de la tecnología y los datos para informar a los inversores con transparencia.
Un mercado resiliente
Aunque se trata de un mercado que enfrenta riesgos como cualquier inversión, el capital ha reaccionado con gran estabilidad en todos los últimos ciclos, y también durante la crisis de la pandemia. «En los dos mercados maduros Reino Unido y EE.UU., las residencias estudiantiles demostraron ser increíblemente estables con una ocupación 95% y del 85%», indicó por su parte Discalicau.
Esta estabilidad hizo que los flujos de inversiones no se vieran afectados en 2020 respecto a años anteriores y que la inversión en residencias durante la pandemia permaneciera estable, frente por ejemplo al declive de un sector como el de las oficinas, que continúa rodeado de incertidumbre.
El acceso para invertir en el sector de residencias estudiantiles es difícil, normalmente se hace a través de fondos de capital riesgo y centrado en un solo país, dijo Maskrey. «Eso hace a GSA Coral único, porque permite acceder a la única cartera global diversificada con acceso inmediato a todos los activos que generan rentabilidades en EE.UU., Reino Unido, Irlanda, Alemania, Australia, Japón y España. Y con una trayectoria probada de rendimiento consistente».
Cabe recordar que actualmente en España existen dos formas de acceder a esta inversión alternativa de valoración mensual: por un lado, a través del vehículo luxemburgués (AIF) GSA Coral, dedicado exclusivamente a inversores profesionales, y por otro a través del vehículo de fondo de inversión libre (FIL), apto para cliente profesional y no profesional (tal y como se definen en la Ley del Mercado de Valores y en el Reglamento de IIC´s).
Pixabay CC0 Public Domain. Franklin Templeton lanza tres fondos temáticos centrados en la “innovación dinámica”
Franklin Templeton ha anunciado el lanzamiento de tres nuevos fondos temáticos centrados en la “innovación dinámica”, que son subfondos de la gama Franklin Templeton Investment Funds (FTIF) domiciliada en Luxemburgo. Según ha comunicado la gestora, se trata de las estrategias Franklin Disruptive Commerce Fund, Franklin Genomic Advancements Fund y el Franklin Intelligent Machines Fund.
«Estas tres nuevas estrategias pretenden captar las tendencias potentes, multisectoriales y diversas a largo plazo que creemos que deberían tener un gran impacto en nuestra economía y en nuestra vida cotidiana. Franklin Templeton lleva más de medio siglo invirtiendo en innovación y lo que nos distingue es nuestra creencia de que la innovación existe en todos los sectores de la economía y que la búsqueda de las empresas adecuadas requiere un enfoque de gestión activa», ha indicado Matthew Moberg, gestor de carteras de Franklin Equity Group.
Según explica la gestora, cada uno de los nuevos fondos busca la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo principalmente en valores de renta variable de empresas que son relevantes para el tema de inversión respectivo del fondo. En el caso del Franklin Disruptive Commerce Fund, se invertirá en empresas que se beneficien de los avances en áreas emergentes del comercio electrónico, incluida la economía colaborativa, o que faciliten transacciones más cómodas, personalizadas, seguras y eficientes en términos de tiempo tanto para los consumidores como para las empresas.
Para el Franklin Genomic Advancements Fund, la inversión se enfocará en empresas que se beneficien o faciliten los avances de las nuevas técnicas y tecnologías de investigación basadas en la genómica, diseñadas para ampliar y mejorar la calidad de la vida humana y de otros tipos de vida, impulsadas por la llegada de la secuenciación genética rentable y rápida. Por último, el Franklin Intelligent Machines Fund invertirá en empresas que se beneficien o faciliten los avances de las tecnologías de aprendizaje automático en áreas como la robótica, los vehículos sin conductor y el análisis algorítmico de datos.
En relación con este lanzamiento, Julian Ide, director de distribución para EMEA de Franklin Templeton, ha señalado: «Estamos encantados de lanzar estos nuevos fondos temáticos que se sustentan en una sólida filosofía de inversión centrada en la innovación y que están gestionados por un equipo de inversión experimentado. En Europa, hemos observado un creciente interés por los fondos temáticos, ya que los clientes siguen buscando estrategias que aprovechen la oportunidad de inversión estructural y a largo plazo que ofrece la innovación. Nos complace ofrecer a nuestros inversores europeos acceso a opciones adicionales para ayudar a diversificar y apoyar sus objetivos de creación de riqueza a largo plazo”.
En este sentido, está previsto que los fondos se registren para su distribución en más de 10 países europeos, entre ellos Alemania, Italia y España. Además, estarán gestionados por Matthew Moberg, que tiene su sede en San Mateo (California) y forma parte del Franklin Equity Group. La gestora considera que “la ubicación del equipo de inversión es muy ventajosa dada su proximidad a Silicon Valley, que se encuentra en el centro de una red de contactos industriales, financieros, académicos y de otro tipo dedicados a la innovación líder en el mundo”.
Respecto al gestor del fondo, Matthew Moberg, destaca sus más de 20 años en la compañía, donde ocupa el cargo de vicepresidente y gestor principal de carteras. “Tras pasar varios años analizando acciones, cubriendo áreas como internet, medios de comunicación y software, Matt comenzó a gestionar carteras centradas en la inversión en innovación en 2004. Matt cuenta con el apoyo de más de 30 analistas de investigación dentro del Franklin Equity Group”, concluyen desde la gestora.
Pixabay CC0 Public Domain. Las finanzas se mantienen como una de las opciones profesionales preferidas entre los jóvenes
CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión, ha anunciado los resultados del Estudio Global Graduate Outlook que analiza las perspectivas profesionales de más de 15.000 estudiantes universitarios y recién graduados de entre 18 y 25 años de 15 países.
A nivel mundial, los resultados muestran que un 58% de encuestados se siente seguro con sus perspectivas profesionales a pesar del COVID-19. “Los sectores tradicionalmente estables, como las finanzas, siguen siendo atractivos para los graduados en estos momentos de incertidumbre”, apunta la encuesta en sus conclusiones. De hecho, los participantes clasificaron a las finanzas como una de las cinco especialidades más valiosas para iniciar una carrera. En general, los graduados afirmaron también que la medicina/ciencias eran estables y atractivos, seguidos por el cuidado de la salud y la educación.
“Los estudiantes y recién graduados se muestran más flexibles y confiados que nunca en sus perspectivas. La pandemia obligó a muchos jóvenes a reevaluar sus expectativas de trayectoria profesional, y han demostrado una notable resiliencia a pesar de las circunstancias. Es ahora cuando corresponde a las empresas adaptarse a las nuevas realidades, como por ejemplo asegurar lugares de trabajo híbridos, para atraer y retener al talento joven que necesitamos para salir y alejarnos de la pandemia”, explica Margaret Franklin, CFA, Presidenta y CEO de CFA Institute.
Por su parte, José Luis de Mora, CFA, Presidente de CFA Society Spain, añade: “Es alentador ver que muchos graduados en España y globalmente valoran encontrar en las finanzas una trayectoria profesional estable y atractiva. Sin embargo, preocupa que no perciban como, a través de su desarrollo profesional en la gestión de inversiones, pueden también lograr un impacto positivo para la sociedad y la sostenibilidad en general de nuestro planeta. Esta tendencia, a través de la inversión ESG, va a ir en aumento cada día, y los líderes de la industria debemos asegurar que nos situamos a la vanguardia en la educación de los estudiantes sobre este vital aspecto de la profesión”.
Según muestra la encuesta, una mayoría de graduados afirma que su carrera futura será tan buena o mejor que la generación de sus padres, a pesar de la pandemia de COVID-19. Los resultados indican que los estudiantes de finanzas se muestran especialmente confiados: un 80% en comparación con el 75% de los encuestados en general. Sin embargo, un 46% afirmó estar reevaluando sus trayectorias profesionales a la luz de la pandemia.
Capacidades y dudas
El desarrollo de habilidades relacionadas con el trabajo durante los programas de grado y después de graduarse es una de las principales preocupaciones de los estudiantes. Estos compartieron sus inseguridades personales al respecto; el 25% indicó que se ven poco cualificados para el trabajo que desea, y un 22% que no se siente todavía preparado para el mundo laboral.
Al abordar el complejo mercado laboral, los estudiantes y graduados reconocen el valor de la educación superior. Nueve de cada 10 encuestados (un 87%) sienten que la mejora de habilidades y la formación son importantes para el mercado laboral, y el 57% cree que la formación de postgrado y las certificaciones profesionales les aportará una ventaja diferencial al buscar empleo. Como consecuencia, se está produciendo un incremento de la formación de postgrado, con casi la mitad (47%) de los graduados planeando extender el tiempo dedicado a formarse.
Trabajar en una industria que realiza una contribución social y ambiental positiva es muy importante para los recién graduados. En cambio, preocupa que solo el 8% de los encuestados considere una carrera en gestión de inversiones como aquella en la que podría tener un impacto ambiental y social positivo. Según la organización, este hallazgo muestra que, para retener el talento, el sector debe trabajar más para educar a los estudiantes sobre el impacto positivo que podrían tener en una carrera en la industria de inversiones.
“La renovada confianza de los graduados en la educación superior es una buena noticia para las universidades, pero debemos tener claros sus motivos. Los graduados se están enfocando en la formación para el trabajo, las habilidades profesionales y el impulso de sus expectativas laborales. Las instituciones de educación superior y de acreditación profesional deben asegurarse de que sus ofertas satisfagan esta demanda. Puede que los graduados desconozcan la notable tendencia global hacia la inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG) y las oportunidades profesionales que una especialización en sostenibilidad y ESG podría ofrecerles en la industria de la inversión. Necesitamos hacerles ver que las carreras de inversión pueden ser gratificantes, mucho más allá de la atracción tradicional de salarios más altos”, concluye Peter Watkins, director del Programa de Afiliación Universitaria de CFA Institute en EMEA.
AXA Investment Managers (AXA IM), en colaboración con AXA Research Fund, ha creado el Premio AXA IM a la Transición Climática a fin de reconocer el papel clave de la investigación en la lucha contra el calentamiento global. La puesta en marcha de esta iniciativa se produce en un contexto en el que el Grupo Gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas ha lanzado una alerta roja sobre los efectos de la actividad humana en el medioambiente.
“Sin un apoyo significativo de la comunidad científica, la transición a un mundo de cero emisiones netas para 2050 es un desafío crítico”, explican desde la gestora. “La investigación desempeña un papel decisivo en la lucha contra el calentamiento global y su impacto en nuestra sociedad. Mejorar nuestra comprensión de las interrelaciones entre la actividad humana, el clima y el medio ambiente, ayuda a informar a los responsables de la toma de decisiones y al público para impulsar la elaboración de políticas y la acción privada”, afirma Marie Bogotaj, directora de AXA Research Fundand Group Foresight.
Según explica la firma, las áreas reconocidas por este premio serán, primeramente, soluciones y enfoques innovadores de mitigación para alcanzar el nivel cero en 2050. En segundo lugar, soluciones basadas en la naturaleza como componente clave de la transición climática, tanto en términos de mitigación como de adaptación. Y, en tercer lugar, la medición y el seguimiento. «Es decir, tanto para evaluar nuestros límites como el grado de éxito o fracaso en la reducción del CO2 y otros contaminantes. Por ejemplo, la fijación del precio del carbono o los enfoques alternativos de los incentivos financieros y económicos para la reducción del CO2 (y otros gases de efecto invernadero) y las metodologías de medición tanto de la reducción de las emisiones de GEI como de la eliminación del CO2», explican desde AXA IM. Por último y más allá del CO2, la reducción de otros forzadores climáticos de vida más corta como contribución a la reducción del calentamiento.
El ganador se anunciará a finales de octubre de 2021
Las cláusulas para que puedan solicitar el premio los investigadores, es que cuenten con un doctorado, entre 8 y 12 años de experiencia como máximo y que aplicasen antes del 6 de octubre de 2021. Las solicitudes serán seleccionadas por un comité, compuesto por un científico reconocido en investigación climática, un inversor institucional y representantes del Grupo AXA, AXA Research Fund y AXA IM, que anunciarán al ganador a finales de octubre de 2021. Y por último, el ganador recibirá 100.000 euros en reconocimiento al impacto innovador de su investigación que dedicará a futuros fines de investigación.
“Creemos en el poder de la acción colectiva para superar los riesgos relacionados con el clima. Al lanzar el Premio AXA IM a la Transición Climática (AXA IM Climate Transition Award) junto con AXA Research Fund, estamos poniendo nuestro propósito en acción al reconocer la investigación innovadora que busca combatir los riesgos relacionados con el clima. Podemos y debemos asumir un papel de liderazgo en lo que más importa a la sociedad. Apoyando y financiando escenarios para descarbonizar, buscamos beneficiar al planeta, a las personas y a las comunidades”, concluye Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA IM.