Edmond de Rothschild ha anunciado la contratación de Nathalie Cerutti como directora de responsabilidad social corporativa (RSC). Tras su incorporación el pasado 1 de noviembre a la sede de Ginebra, Cerutti será responsable de liderar el desarrollo y la implementación de una estrategia integral de RSC que se alinee con la misión de la firma. Según indican, su nuevo rol implica la aplicación de prácticas sostenibles en todos los aspectos del negocio, desde la reducción de la huella de carbono hasta fomentar la cultura de la sostenibilidad dentro de la organización. «Su liderazgo contribuirá a garantizar que el modelo operativo de la empresa ejemplifique su compromiso con el desarrollo sostenible», apuntan.
Desde su nuevo cargo, Nathalie Cerutti, que aporta más de 15 años de experiencia en sostenibilidad y análisis ESG, reportará a Nathalie Wallace, directora de Sostenibilidad. Antes de incorporarse a Edmond de Rothschild, fue analista de renta variable sostenible en Lombard Odier y, con anterioridad, trabajó como analista sénior de ESG/Sostenibilidad en Ethos Services durante cinco años y en Pictet durante ocho. Nathalie posee un máster en relaciones internacionales por el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra. Es gestora de patrimonios internacional certificada (CIWM®) por el Centro Suizo de Formación para Profesionales de la Inversión.
A raíz de este nombramiento, Nathalie Wallace, directora de Sostenibilidad en Edmond de Rothschild, ha comentado: “En Edmond de Rothschild, la sostenibilidad es un principio básico de nuestra larga tradición, con 250 años de inversiones familiares independientes. Los conocimientos de Nathalie ayudarán a garantizar que nuestras operaciones reflejen nuestro compromiso de ofrecer soluciones de inversión que apoyen una transición económica sostenible”.
Principal Asset Management se expande en el sector de los ETFs con el lanzamiento de uno en renta variable internacional.
“Este ETF será una cartera de gran capitalización gestionada por el equipo de renta variable de Principal. Principal equities, con 154.800 millones de dólares en AUMs, tiene una estrategia de inversión centrada que combina perspectivas globales con conocimientos locales para ofrecer una amplia gama de soluciones especializadas de inversión en renta variable”, dice la información de la firma.
La empresa justifica su lanzamiento destacando la demanda del mercado para estos productos.
“La demanda de ETFs activos fue la más fuerte de la historia en 2023, alcanzando un máximo histórico de 349.000 millones de dólares en la categoría. Se espera que esto continúe, ya que se prevé que las asignaciones de los asesores a los ETFs activos aumenten un 45% en los próximos dos años”, agrega el comunicado.
«Esta nueva oferta continúa la construcción de nuestra línea de ETF activos, que aprovecha nuestras sólidas capacidades y proporciona a los inversores un vehículo eficiente para invertir en los mercados internacionales», dijo George Maris, CIO y director global de renta variable de Principal Asset Management.
El equipo de renta variable de Principal, dirigido Maris, cuenta con más de dos décadas de experiencia en la gestión de estrategias de renta variable no estadounidense, según la información de Principal.
Con la adición del ETF de renta variable internacional, Principal completa una oferta de 10 ETFs que combinados representan unos 4.700 millones de dólares de AUMs “diseñados para mejorar la rentabilidad de los inversores, mitigar el riesgo y mejorar la diversificación de las carteras”, finaliza el comunicado.
Las reacciones de los mercados a la victoria electoral de Donald Trump son, por el momento, una continuación del «Trump trade» que hemos visto en las últimas semanas. Los rendimientos de los ‘treasuries’ estadounidenses subieron con fuerza, especialmente en los vencimientos más largos, ya que la tendencia hacia una mayor inflación y, sobre todo, una disciplina fiscal más laxa ocuparán la agenda en las próximas semanas. Los futuros de las acciones estadounidenses reaccionaron positivamente, mientras que en Europa parece prevalecer el escepticismo. El dólar estadounidense parece fuerte y el bitcoin también sube, pero no tanto como cabría esperar. La reacción del oro es por ahora más bien poco espectacular.
A los mercados no les gusta el nerviosismo. Y con la carrera por la Casa Blanca aparentemente terminada tras lo que parecen unas elecciones ordenadas y decisivas, al menos los inversores saben un poco más. Sin embargo, algunas cuestiones siguen siendo inciertas, como los planes arancelarios de Trump y lo que ocurrirá con el impuesto de sociedades, sobre todo mientras se equilibran los resultados para la Cámara de Representantes. Otro factor importante sigue siendo el movimiento de los rendimientos del Tesoro, que a cierto nivel bien podría causar trastornos en Wall Street.
Dando un paso atrás, nos gustaría señalar que el impacto a medio plazo de las elecciones puede ser menos significativo para los mercados de renta variable de lo que parece actualmente, inmediatamente después de las elecciones. Durante la última presidencia de Trump, el S&P 500 generó un retorno total del 70%; desde el inicio de la presidencia de Biden, los mercados han subido una cifra más o menos similar: alrededor del 80%. Otros factores que actúan en segundo plano parecen ser motores más importantes para la renta variable que la política por sí misma.
Una administración de Donald Trump será probablemente un lastre para la economía europea y la alemana en particular. En vista de las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la imprevisibilidad de sus políticas probablemente pesaría sobre el sentimiento entre consumidores e inversores. La amenaza de aranceles punitivos sobre las importaciones europeas también podría crear incertidumbre entre las empresas. Aunque los aranceles no se apliquen en su totalidad, las empresas podrían posponer sus decisiones de inversión hasta que tengan claridad. Con Trump, eso podría llevar mucho tiempo. Por lo tanto, esperamos un crecimiento ligeramente más lento en Europa.
Implicaciones para las clases de activos
Para los bonos del Tesoro de EE.UU., el probable resultado de las elecciones significa principalmente la perspectiva de un nuevo repunte de los rendimientos, especialmente para los bonos a más largo plazo. Los temores a una política fiscal excesivamente laxa y a una ligera tendencia al alza de la inflación desempeñarán probablemente un papel fundamental. Sin embargo, los rendimientos a más corto plazo también podrían verse sometidos a cierta presión si se tiene en cuenta la perspectiva de que la Reserva Federal recorte menos las tasas de interés. En Europa también es probable que se produzca cierta volatilidad y que suban las tasas subyacentes, ya que el mercado podría registrar mayores déficits. Es probable que las curvas de la deuda pública subyacente de la zona euro se inclinen (2-10 años), ya que los aranceles podrían considerarse negativos para el crecimiento y dar lugar a más recortes de tasas de lo previsto hasta ahora. El diferencial entre los bonos estadounidenses a 10 años y los bunds alemanes a 10 años ya se ha ampliado; es poco probable que se produzca una disociación completa del mercado estadounidense en el tramo largo de la curva.
En cuanto a las divisas, el dólar estadounidense se ha fortalecido recientemente, pero no creemos que se trate de un «Trump trade». Más bien pensamos que se debe principalmente a los mejores datos económicos de Estados Unidos y al fuerte aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses. Ahora bien, tenemos que considerar tres aspectos: 1) elevado gasto fiscal: Un mayor déficit fiscal conduce finalmente a un mayor rendimiento de los bonos y potencialmente también a una mayor tasa de la Fed, lo que es claramente positivo para el dólar. 2) La independencia de la Reserva Federal (Fed) será un gran tema para el mercado financiero, y creemos que el resultado sería una mayor inflación a medio plazo. El resultado podría ser un dólar fuerte. 3) La nueva imposición de aranceles cambiará la ecuación a favor del dólar. Se espera que el dólar se mantenga fuerte y a corto plazo podría incluso ganar algo de impulso.
En Wall Street, las posibilidades de que continúe el «Trump trade» son buenas, aunque no esperamos que se mantenga el impulso previo a las elecciones. Los inversores deben decidir ahora si dan prioridad al temor a una mayor inflación y, por tanto, a menos recortes de las tasas de interés por parte de la Fed o a las esperadas políticas más benévolas para las empresas de Donald Trump. Una nueva reducción del impuesto de sociedades podría añadir entre un 3% y un 4% de beneficios al S&P500, pero no antes de 2026. Las empresas con una elevada proporción de beneficios nacionales, es decir, estadounidenses, son las que más tienen que ganar. Se encuentran sobre todo en el sector financiero y en el segmento de mercado de pequeña y mediana capitalización. Aunque los grandes valores tecnológicos tienen una gran proporción de ingresos no estadounidenses y, por tanto, se benefician menos de la bajada de impuestos, cabe esperar que la Comisión Federal de Comercio se preocupe menos por el poder de mercado de las grandes plataformas tecnológicas. Los valores energéticos estadounidenses podrían ver algunos beneficios de la postura más favorable al petróleo y al gas del nuevo gobierno. Por otra parte, las energías renovables podrían seguir luchando y obtener peores resultados ante la expectativa de una revocación parcial de la Ley de Reducción de la Inflación y de los beneficios fiscales conexos asignados a los parques eólicos y a la energía solar.
En cuanto a China, es probable que el riesgo de nuevos aranceles y/o sanciones bajo la administración Trump sea elevado, lo que podría traducirse en una mayor volatilidad de las bolsas de los mercados emergentes. Países como México, que se beneficiaron de las actividades de deslocalización en los últimos años, también verán debilitada su posición. Aparte de eso, vemos difícil que los mercados emergentes obtengan mejores resultados mientras China siga luchando con su exceso de capacidad inmobiliaria y la debilidad de la demanda de consumo interno. Sin embargo, los inversores siguen esperando un estímulo fiscal masivo en China, lo que a su vez podría afectar al sentimiento en la otra dirección.
Si en 2023 la recomendación de Seth Meyer, director global de Gestión de carteras de clientes en Janus Henderson Investors, para los inversores en renta fija era “salir con el efectivo, pero no casarse con él”, para 2024 su recomendación ha variado, y ahora sencillamente afirma que ya ha pasado el momento de ponerle ojitos al cash: “Es necesario recalibrar la manera en que pensamos en la renta fija de aquí en adelante”, declaró en el marco del Madrid Knowledge Exchange, el evento anual que Janus Henderson ofrece en Madrid a sus clientes de todo el mundo.
Meyer destacó dos comentarios en concreto de Jerome Powell durante la última reunión de la Reserva Federal, en la que se rebajaron los tipos de interés en 50 puntos básicos. El primero fue el mensaje tranquilizador de que la política monetaria va a estar lejos de la era de los tipos negativos, algo que Meyer encontró dentro de lo esperado. El segundo, que considera más interesante, tiene que ver con la referencia a que la nueva tasa neutral será significativamente más elevada que antaño, algo que el experto considera clave a la hora de enfocar las inversiones en renta fija para este nuevo ciclo de política acomodaticia.
Por tanto, ¿qué deberían esperar los inversores? El director global de Gestión de carteras de clientes aporta tres claves de cara a aprovechar las circunstancias actuales del mercado para construir estrategias que puedan beneficiarse de la evolución de los mercados de renta fija en tiempos venideros.
En primer lugar, Meyer habla del regreso del coste de oportunidad, algo que juzga que no había estado presente en los últimos meses: los mercados de acciones se mantuvieron constantemente al alza hasta la corrección de julio y el cash seguía ofreciendo rendimientos atractivos, por lo que muchos inversores no sentían que se estuvieran perdiendo rentabilidad adicional por no rotar sus inversiones a bonos. Sin embargo, según cálculos citados por el experto hoy hay una cantidad aproximada de 3 billones de dólares invertidos en instrumentos monetarios en todo el mundo cuyos dueños no tendrán más remedio que rotar ante la pérdida de atractivo provocada por el inicio del nuevo ciclo de bajadas de tipos de interés, de ahí que el experto insista en la necesidad de pensar cómo reasignar el capital de los clientes.
Meyer también avisa de que “el coste sobre el capital va a regresar a la normalidad” y eso se va a reflejar en las valoraciones, particularmente de la deuda corporativa: “Necesitamos pensar en cómo vamos a valorar a las compañías, porque las diferencias entre ganadores y perdedores pueden ser notables”. De hecho, en otro momento de la presentación se refirió a que la delta media actual del mercado de bonos se sitúa en el 12,5%, lo que refleja una alta dispersión en los retornos. Por estos motivos, el director global de Janus Henderson considera que este nuevo entorno representa “una gran oportunidad para la gestión activa”.
La tercera clave que da el experto es la necesidad de poder enfocarse en la inversión en el largo plazo – maneja un horizonte de inversión de cinco años vista-, considerando cómo puede evolucionar la economía, pero también hacia dónde pueden evolucionar los negocios para sortear posibles impagos. Al final, se refiere a analizar los puntos de entrada, pues el precio inicial va a condicionar totalmente las rentabilidades potenciales a las que puedan aspirar los inversores: “La rentabilidad remunera y, por tanto, la rentabilidad inicial es importante”, subrayó.
Oportunidades en contexto
Para Meyer, el último interrogante que queda por resolver es determinar si, en definitiva, el mercado de renta fija volverá a presentar un comportamiento normal. “El problema es que los últimos diez años han sido muy raros. Ahora se está produciendo una revisión de precios de vuelta a niveles normales, a donde sí deberíamos estar”, resumió.
Sin embargo, el experto sí se vio obligado a contextualizar algunos comportamientos concretos del mercado, como lo ajustado de los diferenciales de la deuda corporativa, inéditos desde hace 20 años. Meyer lo atribuye al fuerte desapalancamiento registrado por las empresas high yield, que se sitúa actualmente por debajo de la media histórica. Dicho esto, Meyer indicó que “los diferenciales no son geniales, pero los rendimientos son muy atractivos, los fundamentales son fuertes y se pueden beneficiar de los recortes en los tipos de interés de la Fed”.
Fuente: evento Madrid Knowledge Exchange realizado el 25, 26 y 27 de septiembre de 2024.
El neobanco europeo bunqha lanzado en España “Stocks”, un nuevo producto de inversión diseñado para las personas con un estilo de vida internacional. Desde bunq destacan que, a diferencia de los brokers tradicionales, «Stocks» simplifica la inversión para principiantes, ofreciendo acceso a una seleccionada lista de las empresas cotizadas más populares de EE.UU. y la UE, así como a ETFs multiactivos globales, a través de su socio Ginmon.
El auge de los nómadas digitales desafía las nociones tradicionales de trabajo e inversión. Según un estudio de bunq, el 47% de este colectivo ya invierte activamente, mientras que un 41% está considerando empezar en los próximos 12 meses. Con bunq, los usuarios pueden abrir una cuenta de inversión en segundos y comprar o vender acciones fraccionadas a partir de tan solo 10 euros. Además, durante los tres meses siguientes al lanzamiento, todas las operaciones serán gratuitas.
“La llegada de “Stocks” se produce poco meses después de su lanzamiento en beta en Países Bajos, país de origen de bunq, y Francia. España, como enclave de nómadas digitales, era el siguiente paso lógico para el banco. El número de personas que se identifican como nómadas digitales alcanzará los 60 millones a finales de 2024, siendo España uno de sus destinos favoritos y convirtiéndose así en un mercado clave para bunq”, detallan desde la entidad.
Los españoles han recibido su oferta, según destacan desde bunq, con los brazos abiertos. bunq ha cerrado el tercer trimestre de 2024 con más del doble de clientes en España que a cierre de 2023. Ya el año pasado, la fintech logró duplicar su número de usuarios en este mercado. A nivel global, ya hay más de 14,5 millones de “bunqers” en el mundo.
“Invertir en acciones debería ser tan fácil como realizar un pago o consultar tu saldo. Con ‘Stocks’, ofrecemos la forma más simple de empezar a invertir. España es uno de los destinos más elegidos por las personas que buscan un estilo de vida internacional y es clave en el futuro de bunq. Con la llegada de “Stocks”, seguimos mejorando la experiencia para nuestros usuarios españoles», ha explicado Bianca Zwart, Chief Strategy Officer.
Si en 2023 la recomendación de Seth Meyer, director global de Gestión de carteras de clientes en Janus Henderson Investors, para los inversores en renta fija era “salir con el efectivo, pero no casarse con él”, para 2024 su recomendación ha variado, y ahora sencillamente afirma que ya ha pasado el momento de ponerle ojitos al cash: “Es necesario recalibrar la manera en que pensamos en la renta fija de aquí en adelante”, declaró en el marco del Madrid Knowledge Exchange, el evento anual que Janus Henderson ofrece en Madrid a sus clientes de todo el mundo.
Meyer destacó dos comentarios en concreto de Jerome Powell durante la última reunión de la Reserva Federal, en la que se rebajaron los tipos de interés en 50 puntos básicos. El primero fue el mensaje tranquilizador de que la política monetaria va a estar lejos de la era de los tipos negativos, algo que Meyer encontró dentro de lo esperado. El segundo, que considera más interesante, tiene que ver con la referencia a que la nueva tasa neutral será significativamente más elevada que antaño, algo que el experto considera clave a la hora de enfocar las inversiones en renta fija para este nuevo ciclo de política acomodaticia.
Por tanto, ¿qué deberían esperar los inversores? El director global de Gestión de carteras de clientes aporta tres claves de cara a aprovechar las circunstancias actuales del mercado para construir estrategias que puedan beneficiarse de la evolución de los mercados de renta fija en tiempos venideros.
En primer lugar, Meyer habla del regreso del coste de oportunidad, algo que juzga que no había estado presente en los últimos meses: los mercados de acciones se mantuvieron constantemente al alza hasta la corrección de julio y el cash seguía ofreciendo rendimientos atractivos, por lo que muchos inversores no sentían que se estuvieran perdiendo rentabilidad adicional por no rotar sus inversiones a bonos. Sin embargo, según cálculos citados por el experto hoy hay una cantidad aproximada de 3 billones de dólares invertidos en instrumentos monetarios en todo el mundo cuyos dueños no tendrán más remedio que rotar ante la pérdida de atractivo provocada por el inicio del nuevo ciclo de bajadas de tipos de interés, de ahí que el experto insista en la necesidad de pensar cómo reasignar el capital de los clientes.
Meyer también avisa de que “el coste sobre el capital va a regresar a la normalidad” y eso se va a reflejar en las valoraciones, particularmente de la deuda corporativa: “Necesitamos pensar en cómo vamos a valorar a las compañías, porque las diferencias entre ganadores y perdedores pueden ser notables”. De hecho, en otro momento de la presentación se refirió a que la delta media actual del mercado de bonos se sitúa en el 12,5%, lo que refleja una alta dispersión en los retornos. Por estos motivos, el director global de Janus Henderson considera que este nuevo entorno representa “una gran oportunidad para la gestión activa”.
La tercera clave que da el experto es la necesidad de poder enfocarse en la inversión en el largo plazo – maneja un horizonte de inversión de cinco años vista-, considerando cómo puede evolucionar la economía, pero también hacia dónde pueden evolucionar los negocios para sortear posibles impagos. Al final, se refiere a analizar los puntos de entrada, pues el precio inicial va a condicionar totalmente las rentabilidades potenciales a las que puedan aspirar los inversores: “La rentabilidad remunera y, por tanto, la rentabilidad inicial es importante”, subrayó.
Oportunidades en contexto
Para Meyer, el último interrogante que queda por resolver es determinar si, en definitiva, el mercado de renta fija volverá a presentar un comportamiento normal. “El problema es que los últimos diez años han sido muy raros. Ahora se está produciendo una revisión de precios de vuelta a niveles normales, a donde sí deberíamos estar”, resumió.
Sin embargo, el experto sí se vio obligado a contextualizar algunos comportamientos concretos del mercado, como lo ajustado de los diferenciales de la deuda corporativa, inéditos desde hace 20 años. Meyer lo atribuye al fuerte desapalancamiento registrado por las empresas high yield, que se sitúa actualmente por debajo de la media histórica. Dicho esto, Meyer indicó que “los diferenciales no son geniales, pero los rendimientos son muy atractivos, los fundamentales son fuertes y se pueden beneficiar de los recortes en los tipos de interés de la Fed”.
Fuente: evento Madrid Knowledge Exchange realizado el 25, 26 y 27 de septiembre de 2024.
Si en 2023 la recomendación de Seth Meyer, director global de Gestión de carteras de clientes en Janus Henderson Investors, para los inversores en renta fija era “salir con el efectivo, pero no casarse con él”, para 2024 su recomendación ha variado, y ahora sencillamente afirma que ya ha pasado el momento de ponerle ojitos al cash: “Es necesario recalibrar la manera en que pensamos en la renta fija de aquí en adelante”, declaró en el marco del Madrid Knowledge Exchange, el evento anual que Janus Henderson ofrece en Madrid a sus clientes de todo el mundo.
Meyer destacó dos comentarios en concreto de Jerome Powell durante la última reunión de la Reserva Federal, en la que se rebajaron los tipos de interés en 50 puntos básicos. El primero fue el mensaje tranquilizador de que la política monetaria va a estar lejos de la era de los tipos negativos, algo que Meyer encontró dentro de lo esperado. El segundo, que considera más interesante, tiene que ver con la referencia a que la nueva tasa neutral será significativamente más elevada que antaño, algo que el experto considera clave a la hora de enfocar las inversiones en renta fija para este nuevo ciclo de política acomodaticia.
Por tanto, ¿qué deberían esperar los inversores? El director global de Gestión de carteras de clientes aporta tres claves de cara a aprovechar las circunstancias actuales del mercado para construir estrategias que puedan beneficiarse de la evolución de los mercados de renta fija en tiempos venideros.
En primer lugar, Meyer habla del regreso del coste de oportunidad, algo que juzga que no había estado presente en los últimos meses: los mercados de acciones se mantuvieron constantemente al alza hasta la corrección de julio y el cash seguía ofreciendo rendimientos atractivos, por lo que muchos inversores no sentían que se estuvieran perdiendo rentabilidad adicional por no rotar sus inversiones a bonos. Sin embargo, según cálculos citados por el experto hoy hay una cantidad aproximada de 3 billones de dólares invertidos en instrumentos monetarios en todo el mundo cuyos dueños no tendrán más remedio que rotar ante la pérdida de atractivo provocada por el inicio del nuevo ciclo de bajadas de tipos de interés, de ahí que el experto insista en la necesidad de pensar cómo reasignar el capital de los clientes.
Meyer también avisa de que “el coste sobre el capital va a regresar a la normalidad” y eso se va a reflejar en las valoraciones, particularmente de la deuda corporativa: “Necesitamos pensar en cómo vamos a valorar a las compañías, porque las diferencias entre ganadores y perdedores pueden ser notables”. De hecho, en otro momento de la presentación se refirió a que la delta media actual del mercado de bonos se sitúa en el 12,5%, lo que refleja una alta dispersión en los retornos. Por estos motivos, el director global de Janus Henderson considera que este nuevo entorno representa “una gran oportunidad para la gestión activa”.
La tercera clave que da el experto es la necesidad de poder enfocarse en la inversión en el largo plazo – maneja un horizonte de inversión de cinco años vista-, considerando cómo puede evolucionar la economía, pero también hacia dónde pueden evolucionar los negocios para sortear posibles impagos. Al final, se refiere a analizar los puntos de entrada, pues el precio inicial va a condicionar totalmente las rentabilidades potenciales a las que puedan aspirar los inversores: “La rentabilidad remunera y, por tanto, la rentabilidad inicial es importante”, subrayó.
Oportunidades en contexto
Para Meyer, el último interrogante que queda por resolver es determinar si, en definitiva, el mercado de renta fija volverá a presentar un comportamiento normal. “El problema es que los últimos diez años han sido muy raros. Ahora se está produciendo una revisión de precios de vuelta a niveles normales, a donde sí deberíamos estar”, resumió.
Sin embargo, el experto sí se vio obligado a contextualizar algunos comportamientos concretos del mercado, como lo ajustado de los diferenciales de la deuda corporativa, inéditos desde hace 20 años. Meyer lo atribuye al fuerte desapalancamiento registrado por las empresas high yield, que se sitúa actualmente por debajo de la media histórica. Dicho esto, Meyer indicó que “los diferenciales no son geniales, pero los rendimientos son muy atractivos, los fundamentales son fuertes y se pueden beneficiar de los recortes en los tipos de interés de la Fed”.
Fuente: evento Madrid Knowledge Exchange realizado el 25, 26 y 27 de septiembre de 2024.
Renta 4 Banco pone en marcha su herramienta Carteras Easy, una solución de inversión innovadora que une los avances de la inteligencia artificial (IA) con la experiencia de los profesionales de la gestión de carteras.
Se trata de una herramienta creada para ofrecer un enfoque sencillo, seguro y adaptado a cada tipo de inversor, con la que ofrecer acceso a carteras personalizadas de fondos de inversión y ajustadas continuamente al perfil y objetivos de cada persona. Desde 100 euros, permite a los usuarios disfrutar de una gestión automatizada, basada en algoritmos avanzados que ajustan continuamente las carteras a las condiciones del mercado y al perfil inversor del cliente.
Para poner en marcha esta solución innovadora, el equipo de Renta 4Digital Solutions -un equipo de expertos en inteligencia artificial- ha trabajadojunto al área de Negocio Digital, logrando encontrar la solución para abaratar y optimizar los costes de la gestión de carteras.
Celso Otero, responsable de Digital Solutions de Renta 4 Banco, ha explicado que “la IA nos permite escalar y ofrecer un servicio para todos, sin excluir a nadie por su patrimonio, teniendo en cuenta las necesidades de cada cliente, las características de los productos en los que invierte y cómo se encuentra el mercado a cada momento”. El experto añade que “desde Renta 4 Banco, buscamos siempre que todo cliente que quiera ser gestionado pueda ser gestionado, sabiendo que tiene toda la información disponible online pero siempre contando con la tranquilidad de acercarse a cualquiera de nuestras oficinas cuando desee”.
Carteras Easy ofrece inversión para todos los públicos desde 100 euros, permitiendo que la inversión sea accesible a cualquier tipo de ahorrador. Además, la comisión es del 0,25%, destacándose como una de las opciones más accesibles del mercado. Carteras Easy se convierte en la primera herramienta que, gracias a la IA, permite democratizar la inversión.
Para Rafa Casado, director de Negocio Digital de Renta 4 Banco, “los servicios Easy en su conjunto buscan simplificar y hacer más accesible la inversión a cualquier persona. Con pocos clics, sin complicaciones, para cualquier patrimonio, empezando en 100 euros y con comisiones muy competitivas”.
¿Cómo funciona Carteras Easy?
El uso de Carteras Easy comienza con un brevetest de idoneidad y un análisis de los objetivos y del nivel de riesgo del usuario. Esta información es procesada por los algoritmos de la plataforma, que analizan diferentes factores dentro del entorno de mercado y seleccionan los productos más adecuados. Estos factores pueden ser tales como noticias que afecten al mercado o escenarios políticos y económicos.
Más concretamente, en cuanto a activos de renta fija, se tienen en cuenta factores como la duración de los activos y la situación de los tipos de interés. En renta variable, la estrategia pivota según el análisis del riesgo ajustado a la rentabilidad, asegurando una respuesta ágil y optimizada frente a cambios en el mercado.
La cartera es ajustada de forma periódica para asegurar que su composición siempre esté alineada con las condiciones actuales del mercado y con el perfil del cliente.
La resaca electoral en Estados Unidos está dejando ganancias en la bolsa del país, caídas en las europeas, movimientos de subidas en los rendimientos de la renta fija y alzas en el mundo cripto. La victoria de Trump aclara también aspectos clave del escenario macroeconómico, en la convicción del sesgo inflacionista del futuro presidente y un trabajo más complicado, y quizá divergente, para las autoridades monetarias. Todo ello, sumado a las premisas de una mayor desglobalización y proteccionismo, complejidad geopolítica y políticas que disparen el déficit público, están haciendo que los expertos en asesoramiento muevan ficha en sus carteras: la rotación se orienta hacia el mercado bursátil estadounidense -en sectores cíclicos, small caps americanas o firmas orientadas a la industria y el sector automovilístico-, hacia la reducción del riesgo de tipos en renta fija y hacia una clara apuesta por el dólar.
Álvaro Braceras, analista de fondos de Andbank Wealth Management.
Para Álvaro Braceras, analista de fondos de Andbank Wealth Management, con los resultados del martes, un red sweep (control de presidencia y de la Cámara de Representantes por parte de los Republicanos) sería cada vez más probable, por lo que podríamos estar ante un escenario de dos años (hasta las elecciones de medio mandato) en los que el gobierno de Trump tendrá el apoyo del Congreso para implementar su agenda política. “Una agenda en la que destacan medidas de corte proteccionista como la imposición de aranceles, una política exterior menos amistosa con sus históricos socios europeos, desregulación de algunos sectores como el de la banca regional, una política fiscal a priori expansiva con recortes en el impuesto de sociedades que se traduciría en un mayor déficit, y una previsible presión sobre la Reserva Federal para rebajar los tipos de interés para estimular la economía. Una batería de medidas que podrían volver a calentar la economía americana y generar una mayor inflación”. El experto considera que, si bien Trump tiene una inclinación pro-mercado, el cambio de entorno “plantea muchas dudas, como el futuro impacto de sus políticas económicas en la inflación, en la sostenibilidad de la deuda americana, el papel del dólar, las relaciones comerciales con China y con Europa o la postura de Trump hacia la guerra en Ucrania”.
Políticas todas ellas que llevan a una reflexión: el potencial mejor comportamiento de los sectores más cíclicos, y, en términos regionales, de la economía estadounidense frente a la europea: “En el corto plazo, tal y como vimos en la sesión post electoral, los sectores más cíclicos, como financieras, serían los más beneficiados mientras que otros como las renovables saldrían más perjudicadas. A nivel regional, Europa se enfrenta a varios riesgos tanto políticos como económicos: la principal economía industrial del continente atravesando una crisis política y una economía rozando el terreno recesivo, unas economías sobreendeudadas como la francesa, un marco legal desfavorable para que las compañías prosperen… lo cual hace que la inversión en compañías del Viejo Continente sea poco atractiva en estos momentos en comparación a USA”, explica. Esta situación les ha hecho tomar un posicionamiento táctico en el que asumen una mayor asignación a EE.UU. vs Europa, buscando tomar exposición a mercados con mayor potencial de crecimiento de beneficios cíclicos.
A la hora de hablar de fondos en concreto, podrían beneficiarse “estrategias quality all-cap, con menos peso en las megatech vs otras estrategias, pero manteniendo el perfil de compañías de calidad con elevado crecimiento como Findlay Park American”. También, estrategias con sesgo large cap value que se puedan beneficiar de políticas arancelarias con enfoque de economía doméstica y más ligadas al segmento más industrial de la economía americana como Robeco BS US Premium o Fidelity America. Otro de los segmentos más favorecidos de este cambio en la casa blanca son las small caps, concretamente las small caps value, y para ello creen que la mejor alternativa es FTGF Royce US Small Cap Opportunities. “Creemos que estos fondos son una buena solución de inversión en el mercado americano. Sin embargo, en el medio y largo plazo las compañías que sean rentables, generen beneficios, que hagan un buen uso del capital, que se adapten al ciclo económico… serán como siempre las que acaben generando el mayor valor para el inversor. Y por ello mantenemos nuestro posicionamiento estratégico donde priorizamos el análisis fundamental de las compañías por encima del ruido generado por la política y la macro”, matiza Braceras.
Menor riesgo de tipos en renta fija
Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión y Producto de Mutuactivos.
Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión y Producto de Mutuactivos, destaca que las políticas de Trump probablemente impliquen más crecimiento para EE.UU. y menos para el resto del mundo. «También pueden provocar, en EE.UU., más inflación y que los tipos bajen menos y más despacio de lo que se preveía hasta ahora. La teoría dice que la deuda pública de EE.UU., los emergentes y las renovables sufrirán. Pero la realidad suele distar de la teoría», añade. Así, sobre política fiscal, descarta que la consolidación de la bajada de impuestos se compense con su propuesto aumento de aranceles: “No conseguirá cubrirlo”, dice, y tampoco cree que Trump ataque la energía eólica ni la solar. Y, sobre el impacto en Europa, ve sectores que –más allá del automovilístico o industrial, que sufrirán- podrían beneficiarse de un mayor crecimiento en EE.UU., como el lujo o las farmacéuticas. Las empresas de defensa también podrían verse beneficiadas.
En este contexto, ¿qué movimientos están haciendo en las carteras? En Mutuactivos han bajado el riesgo de tipos en Europa porque les parece difícil que el BCE baje tanto el precio del dinero si la Fed frena los recortes. En crédito, mantienen posiciones, aunque han ido reduciéndolas poco a poco este año, acortando vencimientos, mejorando la calidad y acudiendo a menos emisiones. “Seguimos prefiriendo deuda financiera y subordinada al high yield”.
En renta variable, mantienen «la neutralidad con la ligera sobreponderación de EE.UU. frente a Europa”, que ya tenían. En bolsa emergente, mantienen el peso neutral (10% del peso en bolsa) y, por sectores, tienen un posicionamiento sectorial «bastante neutral, aunque con preferencia por compañías defensivas que deberían comportarse bien con tipos más bajos en Europa, como infraestructuras. Seguimos apostando por small caps en EE.UU. y por la bolsa de Reino Unido. Ambas se deberían beneficiar del entorno Trump”, añade el experto.
Claridad a corto plazo y más dudas a largo
Tomás García-Purriños, Senior Analist de Asset Allocation en Santander AM.
Tomás García-Purriños, Senior Analist de Asset Allocation en Santander AM, ve la imagen a corto plazo más clara. “En un inicio, las políticas que han ido planteando los republicanos durante su campaña y que podrían implementar rápidamente deberían tener cierto impacto reflacionista (reactivación del ciclo económico) y favorecer así a los activos de riesgo, especialmente los estadounidenses. Por ejemplo, las bajadas de los impuestos anunciadas a las empresas favorecerían a las bolsas estadounidenses frente a las de otras regiones. En concreto, debería ser positivo para las empresas de pequeña y mediana capitalización”, coincide con otros expertos.
En cuanto a los sectores parece que los más favorecidos podrían ser los relacionados con la activación del ciclo manufacturero, como industriales o consumo discrecional, así como las temáticas relacionadas con la seguridad (por ejemplo, ciberseguridad) o el sector automovilístico estadounidense. “Por lo tanto, por factores, parece que value y size podrían ser los que más se beneficien. En el mismo sentido, el dólar estadounidense debería tender a apreciarse, beneficiándose también de una revaluación de las expectativas de inflación que deberían pesar al alza sobre el tipo de interés terminal de la Fed”, añade.
Pero matiza: las dudas surgen más a partir de en torno a la mitad del año que viene y en 2026, especialmente del posible incremento que podrían tener las tarifas aduaneras. “Aunque el impacto podría ser algo inflacionista, no parece que quepa esperar un shock de relevancia, y la parte negativa se centraría sobre todo en un menor crecimiento, que podría ser significativo de cumplirse las expectativas más agresivas. Todo dependerá de a qué productos y países se apliquen, de qué manera y en qué plazos. En todo caso, los mayores impactos parece que se producirán intra-activo, y no en las principales clases, por lo que será más relevante gestionar los riesgos del stock picking y las temáticas que el allocation de la cartera”, vaticina.
El dólar, el gran ganador
Guillermo Santos, socio de Icapital AF.
Guillermo Santos, socio de Icapital AF, cree que el gran ganador es el dólar, lo que continuará a medida que los diferenciales de tipos y de crecimiento sigan en favor de EE.UU. “El euro seguramente sufrirá más, especialmente con la incertidumbre de las tarifas arancelarias e igualmente las divisas emergentes”. Por eso recomienda una “amplia la posición estructural al dólar en la cartera”.
En renta fija, los mercados van a ser negativos en precio para los treasuries de plazos medios y largos por tipos altos durante más tiempo para contrarrestar los estímulos pro-cíclicos de la nueva administración con TIRes hacia arriba –precios cayendo– y riesgos inflacionistas al alza. “En Europa, veremos una mayor velocidad en bajadas de tipos por los bancos centrales por el riesgo de menor crecimiento ante las políticas proteccionistas de la administración Trump”, explica. Por eso cree que una buena estrategia sería “aparcar e incluso vender bonos soberanos en EE.UU. en plazos medios/largos, para centrarse en la parte 1-3 años de la curva, al igual que en soberanos europeos”. Sobre el crédito, cuenta con menor recorrido a ambos lados del Atlántico por el estrechamiento de los spreads, por lo que opta por no incrementar posiciones pero, en todo caso, recomienda “primar calidad sobre high yield”.
En renta variable, coincide en que EE.UU. será la bolsa ganadora, ante la fortaleza del dólar, un crecimiento más sólido y la diversa tipología de empresas punteras cotizadas. “Su mantenimiento y posibles retrocesos dependerán del crecimiento de los BPA que se espera ronden el 10% en 2028, pero si no se alcanza en media ese umbral, habrá caídas. Para Europa, dependerá de la salida de Alemania de la recesión, la cual a su vez está muy ligada a lo que suceda en la economía china; con todo, Europa se verá favorecida en renta variable por un mayor crecimiento global. El año 2025 será otro año en que la renta variable no debería defraudar”, asegura. Por sectores, habla de reducir o vender el peso en sectores con un componente de subsidios gubernamentales (por ejemplo, la transición energética), que necesitarán revisar los objetivos de ventas y crecimiento, porque “muy probablemente las ayudas del gobierno se reducirán en gran medida en EE.UU. y quizás en Europa por el peso del déficit público”.
En materias primas, cree que el oro continuará su tendencia favorable por la creciente degradación del dinero físico/moneda (por el peso de deuda y el elevado gasto público), y seguirá atrayendo a los inversores, pese a las caídas iniciales. En cuanto al crudo, el precio no subirá por el reimpulso del fracking de la administración Trump, defiende. Por el lado de los riesgos, destaca «el peso de deuda y el elevado gasto público, propios de una administración expansiva como la de Trump, y la posible intensificación de la guerra comercial con China y algún país en LatAm (como México)”.
Fortaleza en renta variable y crédito
Pablo Rodriguez Martos, gestor senior Long Only en CaixaBank AM
Para Pablo Rodriguez Martos, gestor senior Long Only en CaixaBank AM, la llegada de Trump al poder tendrá una serie de implicaciones para la política americana: aumento de aranceles, reducción del soporte militar para guerras regionales, ajustes de mano de obra por la menor inmigración, recortes fiscales para empresas, reducción de subsidios para la transición energética, menor regulación y mayor presión sobre la Fed para bajar los tipos, indica.
Y ello tendrá implicaciones para el mercado, con sufrimiento para algunos tramos de la renta fija y unos mercados bursátiles y de deuda corporativa más resistentes. «En la parte de tipos creemos que el tramo largo de la curva americana es la que puede sufrir más. La política fiscal que se implemente a partir de ahora (especialmente tras la holgada victoria republicana) debería ser inflacionaria, impulsando los tipos a largo plazo», explica el experto. En cuanto a divisas, también lo tiene claro, las emergentes y el euro seguirán bajo presión frente a un dólar fuerte: «El diferencial entre las expectativas de tipos entre Europa y Estados Unidos explica la fortaleza del dólar de las últimas semanas».
La parte más fuerte estará en los mercados de renta variable y de crédito, que podrían mostrarse «más resistentes» a las políticas de Trump: «La no subida del impuesto de sociedades es una buena noticia para los beneficios empresariales. Aunque podamos tener un mejor arranque de la renta variable americana, esperamos que la europea mejore en el medio plazo, dado el posicionamiento actual, la previsible debilidad del euro (bueno para los exportadores), y lo que consideramos unas valoraciones atractivas», explica Rodríguez Martos. En su opinión, las pequeñas y medianas compañías deberían verse favorecidas por los planes de aranceles globales y por la presión que recibirá la Reserva Federal para seguir bajando tipos.
A nivel sectorial, desde CaixaBank apuntan que «energía, materiales y financieras (por una menor regulación) deberían comportarse bien, mientras que los metales industriales podrían sufrir por una ralentización de la transición energética».
Nick Cherney, director de Innovaciones en Janus Henderson, vaticinó en 2020 que los ETF activos podrían alcanzar el billón de dólares en activos gestionados a tres años vista. Diversas voces de la industria lo tildaron de agresivo y poco realista, y, sin embargo, los ETFs activos superaron el billón de dólares en agosto de este año. Su nueva predicción es que la industria europea de ETF activos también alcanzará el billón de dólares bajo gestión en 2030, una nueva predicción también ambiciosa dado que actualmente hay menos de 50.000 millones invertidos en esta clase de productos a este lado del charco.
Cherney fue uno de los conferenciantes que participó en el Madrid Knowledge Exchange, un foro organizado por Janus Henderson para sus clientes en torno a varias temáticas clave de inversión. El experto añadió que este rápido crecimiento del negocio de los ETFs activos en Europa no vendrá exclusivamente de la mano de inversores europeos, sino de inversores globales, ya que anticipa un desplazamiento del interés de los inversores de EE.UU. al mercado europeo.
¿Por qué hace Cherney este diagnóstico? El experto explicó que la dominancia actual de EE.UU. en el mercado de ETFs activos es “una historia de escala”. Puso un ejemplo claro: hoy, se comercializan globalmente unos 13.000 ETF de todo tipo, con un patrimonio que supera los 14 billones de dólares. Los tres ETF de mayor tamaño, todos por encima del billón y medio, son productos listados en EE.UU. que replican al S&P 500. “El 1% de los fondos cotizados globales tiene el 50% de los activos bajo gestión”, resumió. En cambio, el experto observó que en el último año el 15% de los flujos se dirigieron a ETFs gestionados activamente, de los cuales un 29% tienen domicilio europeo, y juzga por estas cifras que “los ganadores están empezando a cambiar, hay un cambio de interés”.
De hecho, el director de Innovaciones realizó un tercer vaticinio durante el foro de Janus Henderson: anticipó que el mercado total de ETFs activos pasará de los dos billones de dólares actuales a cinco billones, y que la proporción de ETFs activos sobre el total de ETFs pasará del 2% actual al 15%, lo que traerá consigo, en sus palabras, “más disponibilidad y un incremento de la liquidez”.
Las cuatro eras de los ETFs
Durante su presentación, Cherney explicó que la industria de ETFs ha atravesado tres fases de desarrollo en EE.UU.: si a principios de la década de 1990 se empezó a vender como un producto puramente de gestión pasiva, bajo los auspicios de John Bogle, entre el 2000 y 2020 dominaron los ETFs cuyas estrategias ofrecían exposición a países individuales, siendo State Street Global Advisors uno de los principales jugadores; en esta época aparecieron los primeros ETFs de renta fija (hoy suponen el 20% del mercado) y cundió la idea de ser activo con tus pasivos, como una manera de hacer llegar a los inversores finales una mayor eficiencia de costes, ventajas fiscales y liquidez.
El experto habla de una tercera fase que arrancaría en torno a 2010 y se mantiene en el presente, en la que cada vez más asesores financieros independientes recomiendan ETF y cada vez hay asimismo mayor interés por carteras indexadas ofertadas por roboadvisors y otros operadores (las carteras indexadas retienen el 25% del volumen en EE.UU.), algo que atribuye a “un cambio generacional en la inversión”. Aporta un dato: hoy, un 22% de los inversores millennial están dispuestos a incrementar el peso de los ETF en sus carteras en los próximos 12 meses, frente a tan solo el 3% de los boomers.
Cherney anticipa que los ETF activos están entrando actualmente en una cuarta era que califica como ‘Zeitgeist’, marcada por la conjunción de varios factores: el auge de la inversión pasiva, la fiscalidad, el cambio de la estructura del mercado, el incremento de la liquidez en el mercado europeo y cambios en la demanda procedente de inversores latinoamericanos y asiáticos (de EE.UU. a Europa) y la eliminación progresiva del cobro por retrocesiones. Dada esta suma de cambios, el experto concluye que las gestoras “deben pensar en cómo ponerse al día con el cambio de preferencias de los inversores”.
Janus Henderson anunció al principio del verano que había completado la adquisición de Tabula, proveedor con el que busca ganar cuota de mercado en Europa, y el pasado 21 de octubre comunicó formalmente su desembarco en el continente con el lanzamiento de un primer ETF activo, el Janus Henderson Tabula Japan High Conviction Equity UCITS ETF (JCPN).
Fuente: evento Madrid Knowledge Exchange realizado el 25, 26 y 27 de septiembre de 2024.