Seaya Andromeda, fondo de growth de Europa especializado en digitalización y tecnología para la sostenibilidad, de la plataforma de inversión Seaya, ha anunciado la incorporación de Alfonso Díaz Córdova como director de inversiones.
Seaya Andromeda se centra en empresas en etapas de growth y private equity lower mid-market en España y Europa. Con un tamaño de 300 millones de euros y un enfoque vertical en sectores como energía, descarbonización, economía circular y cadena de valor alimentaria, ha construido una cartera inicial de siete empresas, con nombres como Seabery, Bike Ocasión, Aegir, Recycleye, y Quatt. Andromeda tiene un mandato flexible, que le permite realizar transacciones con distintas estructuras tanto en mayoría como minoría y a través de ampliaciones de capital o compra de participaciones a accionistas existentes.
Previamente a su paso por Seaya, Alfonso fue director en BlueBull Partners, banco de inversión especializado en asesorar a compañías tecnológicas en España, liderando de forma exitosa más de 15 operaciones de M&A entre 2020 y 2024 en diversas verticales tecnológicas como ciberseguridad, logística, edtech y data analytics, entre otros. Anteriormente, Alfonso trabajó durante siete años en banca de inversión en Londres en entidades financieras como Stifel, Haitong y Mirabaud.
Ahora, en Seaya Andromeda, Alfonso será responsable de liderar transacciones mayoritarias y minoritarias en España en empresas con gran potencial de crecimiento y que busquen resolver retos de sostenibilidad.
En palabras de Pablo Pedrejón, socio de Seaya Andromeda, “en España y Europa, muchas empresas han superado la etapa de venture capital y ahora buscan asociarse con un fondo que las impulse a la próxima etapa de crecimiento e internacionalización. Ahí es donde entra Seaya Andromeda. Con la incorporación de Alfonso, sumamos su larga experiencia apoyando a empresarios en tomar estas decisiones estratégicas clave y con su contribución podremos maximizar el impacto del fondo”.
“Me uno a un equipo de primer nivel y a una plataforma con un sólido track record en compañías líderes en tecnología e innovación. Mi objetivo es consolidar Andromeda como referente en inversión de growth en España, apoyando a empresas y equipos excepcionales que afrontan los desafíos del futuro con soluciones innovadoras”, comenta Alfonso Díaz Córdova, nuevo director de inversiones de Seaya Andromeda.
Graduado de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, Díaz Córdova cuenta con un Máster en Corporate Finance and Capital Markets por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
En opinión de BlackRock, el creciente protagonismo de los valores de mega-capitalización en los últimos años subraya la oportunidad que tienen los inversores europeos de mejorar su forma de captar el crecimiento de algunas de las empresas más conocidas del mundo. Por ello, la gestora ha lanzado el fondo ETF iShares S&P 500 Top 20 UCITS, que ofrecer a los inversores europeos una «solución sencilla» para expresar opiniones más detalladas sobre las mayores empresas cotizadas en Estados Unidos.
“El mercado de capitales estadounidense ha experimentado una importante transformación en las dos últimas décadas, pero las nuevas soluciones para ayudar a los inversores a gestionar mejor su exposición a la capitalización bursátil son limitadas. En el 2000, todo el mercado de valores estadounidense estaba valorado en 15 billones de dólares. En la actualidad, sólo las ocho mayores empresas valen 15 billones de dólares. Y lo que es más importante, las 20 mayores empresas del índice S&P 500 han aportado más de dos tercios (68%) de la rentabilidad del índice en los últimos tres años, lo que demuestra su capacidad para generar rentabilidades bursátiles extraordinarias”, han detallado desde BlackRock.
Según Brett Pybus, responsable de estrategia de producto de iShares para EMEA, ha llegado el momento de que los inversores se replanteen su exposición al mercado. «Con este ETF, los inversores europeos pueden aprovechar el poder del crecimiento y la innovación de las mayores empresas estadounidenses de forma selectiva. La dispersión del rendimiento dentro del S&P 500 ha creado la necesidad de una exposición precisa a la renta variable estadounidense», apunta sobre el nuevo vehículo de inversión.
Por último, la gestora destaca que la posibilidad de acceder fácilmente o personalizar la exposición a la capitalización bursátil estadounidense en un ETF es pertinente para diversos tipos de inversores, incluidos los que invierten por primera vez, los creadores de carteras, los inversores institucionales y los asesores financieros. En concreto, entre las as 20 mayores empresas de EE.UU. encontramos sectores como tecnología, bienes de consumo, comunicación, sanidad y servicios financieros.
JubilaME, plataforma “phygital” de asesoramiento y compra de productos financieros de alto valor, se convierte en miembro activo del MIA Hub, incorporándose a su junta directiva. El Miami Insurtech Advocates Hub (MIA Hub) conecta clientes corporativos, empresas innovadoras e inversores, promoviendo partnerships y relaciones comerciales.
Borja Gómez, director financiero y de expansión internacional de JubilaME, y basado en Luxemburgo, será quien se incorpore a la junta directiva.
Desde JubilaME destacan que se comprometen a ser un actor activo en el desarrollo del MIA Hub con nuevas ofertas para socios existentes y futuros, así como extender su red geográfica.
Julio Fernández, CEO de JubilaME, comenta “el ecosistema del MIA Hub es único por la heterogeneidad de perfiles dentro del sector asegurador y financiero. Las oportunidades de colaboración son numerosas e interesantes. Participaremos en el crecimiento de esta comunidad internacional”.
El ascenso de Donald Trump como presidente electo de EE.UU. ha generado un fortalecimiento del dólar y las acciones de la potencia mundial, pero esto no debería tener una visión miope sobre los efectos que podría tener la implementación del programa “America First” que impulsa el magnate.
Según la gestora New York Life Investments, las políticas «América First» y el fuerte crecimiento de EE.UU. “probablemente mantendrán tanto las acciones como el dólar respaldados a corto plazo, complicando la argumentación para las inversiones internacionales en términos relativos”.
Sin embargo, la gestora especializada en ETFs aclara que todavía hay un “caso estructural para la exposición internacional”, incluida la posibilidad de diversificación geográfica frente a eventos geopolíticos.
“Aunque los mercados fuera de EE.UU. han quedado rezagados en términos de crecimiento, están adelantados en el ciclo de recortes de tasas. A partir de aquí, los recortes de tasas y la inflación en descenso en el extranjero podrían apoyar una recuperación”, dice el reporte de mercado publicado este lunes.
En este sentido, New York Life recomienda “mantener una cobertura de divisas total o parcial en la exposición fuera de EE.UU.”.
La implicancia internacional
Una postura «América First», especialmente con aranceles, podría debilitar la demanda de monedas extranjeras, fortaleciendo el dólar frente a países exportadores como China y México. Aunque los aranceles impulsan el dólar, también presentan riesgos, como la posibilidad de represalias comerciales por parte de los socios, asegura New York Life Investments.
China, por ejemplo, controla materias primas clave, incluidos metales particulares, y podría limitar el suministro a los fabricantes de semiconductores de EE.UU.
En el caso de México, el país latinoamericano podría responder si se convierte en objetivo, con el peso y las acciones estadounidenses vinculadas a México ya bajo presión.
Por el lado de Europa, es posible que los gobiernos de derecha apoyen restricciones comerciales similares, amplificando la volatilidad.
Perspectiva económica
Por otro lado, UBS actualizó las perspectivas económicas de EE.UU. con tres puntos particulares.
En primer lugar, la Fed continuará recortando las tasas, “pero puede proceder con más cautela y mantener cierta relatividad en el camino”, dice el banco suizo.
Por otro lado, según UBS, la economía de EE.UU. “seguirá creciendo en torno a la tendencia a corto plazo”.
Por tercero y último, la “barrida” republicana elevó las perspectivas de expansión fiscal, lo que aumenta las expectativas de crecimiento e inflación.
En este sentido, UBS sigue “creyendo que la dirección de los tipos de interés es más baja, ya que es probable que cualquier cambio de política puede tardar en implementarse, el mercado laboral sigue relajándose y el tipo terminal ya se ha revalorizado al alza”.
UBS resume su análisis con la perspectiva de que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años tenderá hacia el 4% en junio de 2025.
A cargo de una región que en la gestora especializada NewVest consideran como un potencial de crecimiento, la casa de inversiones latinoamericana HMC Capital se lanzó a levantar capital en el vecindario para el nuevo fondo de fondos de la fintech basada en Nueva York. Este vehículo indexado, segundo vintage de su estrategia PE50, apunta a ofrecer una exposición pasiva a una cartera diversificada de los mayores fondos de capital privado del mundo.
PE50 2024 ya ha recaudado 180 millones de dólares a nivel internacional, lo que representa un aumento de 30% respecto a su predecesor, PE50 2023. El objetivo es levantar más de 1.000 millones de dólares el próximo año, según detalla HMC a Funds Society.
Recientemente, las firmas empezaron el proceso de fundraising en América Latina. “NewVest ve un gran potencial de crecimiento en el este mercado, donde los LPs de la región son altamente sofisticados y están abiertos a soluciones innovadoras en mercados privados”, indican desde la firma regional, que tiene presencia en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, además de operaciones en EE.UU. y Reino Unido.
El vehículo está estructurado como un fondo de fondos, pero con una comisión de gestión de 0%. Se diferencia de un ETF, explican desde HMC, en que permite –por primera vez en el mundo, recalcaron– acceso al mercado privado de manera pasiva. La cartera invierte directamente en posiciones LP en 50 de los fondos más grandes de cada vintage.
Los fondos en que invierte PE50 2024 apuntan a compromisos de capital totales por más de 370.000 millones de dólares.
“Se espera que estos fondos representen aproximadamente el 70% del capital recaudado en todo el mercado de private equity en cada vintage, lo que se espera que permita al producto replicar el retorno promedio ponderado del mercado de PE de manera directa y no sintética”, señalan desde la firma latinoamericana.
También enfatizan en que el vehículo ofrece una exposición diversificada al mercado con un “portfolio core” que elimina el “sesgo de selección”, simplificando el proceso de inversión y monitoreo y entregando la posibilidad de invertir realmente en un benchmark de mercado.
Sobre sus intenciones de crecimiento en América Latina, desde NewVest calificaron el rol de HMC Capital como un “motor esencial”.
La experiencia de NewVest
“Creemos que hay un gran potencial para un enfoque pasivo en los mercados privados, para entregar algunos de los beneficios que se ven en los mercados públicos, como costos más bajos, mayor diversificación y una menor volatilidad en los retornos esperados en el largo plazo”, indicó Edward Talmor-Gera, fundador y CEO de NewVest, a través de un comunicado.
Desde HMC complementan que este es un producto que permite a los inversionistas construir un portafolio del tipo “core-satélite”. En esta configuración, explican a Funds Society, instrumentos como el de la gestora basada en Nueva York proyectan un menor riesgo y volatilidad en la posición core, mientras que las posiciones de alfa se manejan como “satélites” en inversión directa en fondos.
Este tipo de experiencia apalanca la experiencia de NewVest, una plataforma fintech institucional de fondos indexados que entregan exposición pasiva a los mercados privados, con un AUM total de 430 millones de dólares actualmente.
La primera iteración de la estrategia y el vehículo NewVest PD50 2023 –enfocado en deuda privada– levantaron 250 millones de dólares el año pasado. Los vehículos, agregaron en la nota, han desplegado capital a 92 de los fondos de capital privado y deuda privada más grandes que recaudaron en 2023.
Zest Group ha reforzado su equipo con la incorporación de dos figuras de renombre en la industria financiera. Juan Pablo Galán se suma como Senior Advisor del Directorio de Zest Group, mientras que Pablo Bidegain se integra como Asesor Financiero para ofrecer servicios de Wealth Management a clientes de Zest, desde la nueva Unidad de Wealth Services, anunciaron desde la firma en un comunicado.
«Estas incorporaciones son parte del plan estratégico de Zest para posicionarse en Latinoamérica como una plataforma de alto valor agregado para asesores financieros y firmas independientes de asesoramiento patrimonial, representando la propuesta de valor de XP para el mercado latino hispanohablante», añadieron desde Zest.
Juan Pablo Galán, con más de 30 años de trayectoria en la industria financiera y de mercado de capitales en América Latina y Estados Unidos, ocupó en el pasado posiciones destacadas como VP Ejecutivo de Corredores Davivienda, Presidente de Alianza Valores, CEO de Ultralat en Miami, Country Head de Credicorp Capital en Colombia y Head Regional de Wealth Management en la misma entidad. Galán es reconocido por su experiencia en transformación de compañías, intermediación, asset management, advisory, wealth management, inversiones privadas y banca de inversión. Reconocido por su capacidad para liderar empresas de Asesoramiento Financiero, Galán es un referente en la industria de wealth management.
Por su parte, Pablo Bidegain se une a Zest Group con una trayectoria de más de 20 años en asesoría financiera para clientes en América Latina. Bidegain se desempeñó como asesor financiero en PAR Capital, Puente Hermanos y Citibank. Su especialización es ofrecer estrategias de inversión adaptadas a los objetivos y perfiles de riesgo de cada cliente en mercados internacionales, dijeron desde Zest.
«Estas incorporaciones reflejan el compromiso de Zest Group en transformar la experiencia de inversión en la región. Como representante de XP en América Latina hispanohablante, Zest ofrece una propuesta de valor orientada a la innovación y a la eficiencia digital, permitiendo que asesores y firmas patrimoniales independientes accedan a soluciones de wealth management de clase mundial para sus clientes afluentes y de alto patrimonio».
Zest Group, es un holding financiero latinoamericano que busca democratizar el acceso al mercado de capitales internacional para inversionistas y asesores financieros latinoamericanos. Actualmente gestiona más de 5.000 clientes y 80 asesores financieros, el enfoque empresarial del grupo consiste en educación financiera y soluciones de alta tecnología para dialogar con las necesidades de los clientes tanto afluentes como de alto patrimonio.
La nueva administración Trump probablemente traiga consecuencias de diversa índole para el sector de los servicios financieros, tanto positivas como negativas. Algunas de ellas podrían ser catalizadores potentes que podrían favorecer los movimientos de las cotizaciones a corto plazo, pero es importante ser conscientes de la incertidumbre en torno al calendario y la magnitud de los efectos, sobre todo en los beneficios.
Se espera que el nuevo Gobierno baje los impuestos, lo que, en general, supone un estímulo para la economía. Este hecho beneficiará a varios sectores, como los fondos de capital riesgo y las inversiones alternativas, los bancos de inversión, los bancos regionales y los intermediarios y plataformas de inversión minoristas. En la cartera tenemos exposición al capital riesgo y las inversiones alternativas a través de empresas como Ares Management, Apollo Global Management, Hamilton Lane, Brookfield, TPG, Partners Group e Intermediate Capital Group. También tenemos en cartera a Berkshire Hathaway e Investor AB, que probablemente se beneficien de las alzas bursátiles.
Entre los bancos de inversión y regionales, tenemos posiciones en JP Morgan Chase, PNC Financial Services, Wintrust Financial, First Horizon y BOK Financial. Dentro de los intermediarios y las plataformas de inversión minoristas tenemos posiciones en Interactive Brokers Group, Morgan Stanley (que es un banco de inversión, pero también posee E*Trade) y Raymond James. Swissquote es un intermediario minorista europeo que ofrece varios productos, entre ellos criptomonedas (existe la percepción de que Trump favorecerá al sector de las criptomonedas).
También se espera que el nuevo gobierno desregule el sector financiero. Empresas como Visa y Wells Fargo (ambas en cartera) presentan varios motores fundamentales positivos, pero se han enfrentado a una considerable vigilancia de las autoridades durante los últimos años que podría relajarse bajo un régimen menos centrado en la regulación. Una regulación más laxa podría impulsar la actividad de fusiones y adquisiciones, lo que a su vez debería generar oportunidades para el capital riesgo y la banca de inversión.
Estos factores podrían estimular los flujos de inversión hacia EE.UU. y eso suele financiarse con la venta de activos no estadounidenses, lo que contribuye a que los mercados de EE. UU. destaquen. En cuanto a los tipos de interés, si los tipos a corto plazo bajan a medida que la Reserva Federal prosiga con su ciclo de recortes, el valor de los activos debería recibir apoyo, lo que beneficia a las empresas expuestas a los mercados, incluidos los fondos de capital riesgo, los holdings y las plataformas de inversión. En la medida en que suban los tipos estadounidenses a largo plazo, nuestras posiciones en seguros y reaseguros deberían salir beneficiadas.
Se ha prestado mucha atención a los aranceles comerciales. Si aumentaran, la inflación sufriría presiones al alza. Eso podría traducirse en tipos de interés relativamente más altos, lo que supondría un obstáculo para diversos sectores de la economía como el consumo, las pequeñas empresas y el sector inmobiliario.
Tribuna de Mark Elatab, gestor de Fidelity International
El término “inversiones alternativas” es amplio y no resulta ser especialmente descriptivo ni útil. Esta terminología abarca todas las estrategias a las que no se puede acceder a través de las soluciones tradicionales de renta variable y renta fija. Asimismo, estas estrategias tienen el potencial de abordar muchos de los desafíos a los que se enfrentan los inversores hoy en día: la necesidad de obtener mayores rentas, la protección contra la inflación, la diversificación y la estabilidad frente a mercados volátiles.
Partiendo desde la visión más generalista, las inversiones alternativas pueden clasificarse en los siguientes tipos de estrategias: “hedge funds”, “private credit”, ‘private equity’, “real estate” y “infrastructure”.
Los “hedge funds” emplean una amplia gama de estrategias, cada una con sus propias características de riesgo y rentabilidad. Asimismo, pueden desempeñar diferentes funciones en una cartera: aislar alfa, mejorar las rentabilidades, mitigar o cubrir riesgo y proporcionar diversificación.
En términos generales, los ‘hedge funds’ pueden clasificarse en cinco categorías: ‘Equity Hedge‘, ‘Event Driven‘, ‘Relative Value‘, ‘Macro‘ y ‘Multi-Strategy‘. A su vez, cada una de estas categorías puede dividirse en estrategias secundarias.
Las estrategias ‘Equity Hedge’ y ‘Event Driven’ ofrecen beta de la renta variable con la oportunidad de reducir la volatilidad al proporcionar exposición a renta variable, al tiempo que tratan de disminuir el riesgo de la cartera mediante estrategias de cobertura. Las estrategias ‘Relative Value’ tratan de capitalizar las discrepancias de precios en el mercado, ofreciendo una rentabilidad constante con una volatilidad atenuada mediante la compra y venta simultánea de acciones para aprovechar la puesta en precio de las eficiencias. Las estrategias “Macro” son de naturaleza defensiva y han demostrado históricamente su eficacia durante las turbulencias del mercado. Estas estrategias apuestan por amplias tendencias macroeconómicas utilizando futuros, opciones y “spot markets”, proporcionando potenciales beneficios de diversificación en momentos de tensión en los mercados. Por último, los ‘Multi-Strategy hedge funds’ distribuyen el capital entre estrategias de manera oportunista con el objetivo de obtener rentabilidades no correlacionadas y reducir el riesgo de la cartera.
La inversión en “private credit” es una forma de préstamo de capital por fuera del sistema bancario tradicional donde los prestamistas trabajan con los prestatarios para negociar préstamos privados, que normalmente se mantienen hasta su vencimiento y que no cotizan en el mercado público. Al no cotizar en el mercado público, estos préstamos compensan a los inversores con una prima de iliquidez, es decir, la rentabilidad adicional generada por comprometer capital durante un periodo prolongado de tiempo proporcionando a su vez tiempo para que los gestores desbloqueen el valor de las inversiones.
El mercado de “private credit” ha crecido exponencialmente desde la crisis financiera mundial, tanto en términos de amplitud como de profundidad. Los activos bajo gestión del segmento de “private credit” se han multiplicado por cuatro subiendo desde el nivel de 262.2 “billion” de USD a escala global1 en 2009 hasta 1.6 “trillion” de USD a día de hoy2. En términos generales, las estrategias de “private credit” pueden clasificarse en las siguientes categorías: ‘direct lending‘, ‘specialty lending‘ y ‘distressed lending‘. Las estrategias de ‘direct lending’ proporcionan crédito principalmente a empresas “non-investment grade” del “middle market” que buscan préstamos por parte de prestamistas no bancarios centrándose en la generación de rentas. El ‘specialty lending’ abarca una amplia gama de productos que suelen estar respaldados por diferentes tipos de activos, incluidos el “real estate”. Estas estrategias tienden a centrarse en la mayor rentabilidad total posible. El ‘distressed lending’ se trata de la compra de participaciones de empresas en dificultades financieras a grandes descuentos con el objetivo de generar beneficios tras la recuperación de la empresa. Al igual que las estrategias de ‘specialty lending’, las estrategias ‘distressed’ se centran en generar la mayor rentabilidad total posible.
Históricamente, el “private credit” ha mostrado una baja correlación con la renta fija más tradicional ya que la deuda no cotiza y no está sujeta a la volatilidad del mercado público. Las rentas de los inversores aumentan con los tipos de interés generales ya que la deuda suele ser a tipo variable representando así una característica deseable.
Las estrategias de “private equity”se diferencian principalmente por la fase del ciclo de vida de la compañía en la que se centran: inicial, media y final. Estas estrategias han ofrecido tradicionalmente una considerable prima de iliquidez a los inversores ya que sus perfiles de riesgo/rentabilidad están vinculados a la probabilidad de que las compañías alcancen objetivos de crecimiento/mejora. Las estrategias de “private equity” pueden dividirse en tres categorías principales: ‘buyout‘, ‘growth capital‘ y ‘venture capital‘. La categoría de “buyout” representa el mayor segmento de la estrategia medido por activos bajo gestión (AUM). Los inversores en “buyout” adquieren el control total o mayoritario de empresas maduras mediante capital y deuda. Las estrategias de “growth capital” se caracterizan por obtener una participación minoritaria o no mayoritaria en empresas con un potencial de crecimiento. Los inversores suelen adoptar un enfoque pasivo conservando el mismo equipo directivo, mientras que suelen utilizar menores niveles de apalancamiento que las transacciones de “buyout”. Por último, las estrategias de “venture capital” son inversiones realizadas en “start-ups” y empresas en fase inicial que revisten un potencial de crecimiento significativo. A medida que una empresa crece, se proporciona financiación adicional en forma de «rondas».
Los “real assets” son activos tangibles y físicos cuyo valor se deriva de su uso físico incluyen tanto “real estate” así como infraestructura. Las estrategias de “private real estate” se centran en inversiones de capital y préstamos a inmuebles de “real estate” de titularidad privada. Las estrategias se clasifican en ‘Core’, ‘Core-Plus’, ‘Value Add’ y ‘Opportunistic’. Las estrategias se clasifican en función del nivel de riesgo de las características de los inmuebles como la ubicación, la calidad del inmueble y el porcentaje arrendado. Asimismo, los principales tipos de inmuebles son residenciales, comerciales e industriales. Históricamente, estas estrategias han servido como fuente de rentas, obteniendo de manera frecuente, tires muy superiores frente a las opciones tradicionales de renta fija.
Las estrategias de “private infrastructure” implican inversiones en capital y préstamos a instalaciones de infraestructura y servicios de titularidad privada. En términos generales, se consideran dos grandes categorías de estrategias: económicas (por ejemplo, autopistas de peaje, aeropuertos, tratamiento de aguas y electricidad) y sociales (por ejemplo, escuelas, hospitales y centros penitenciarios). Al igual que “real estate”, las estrategias de “private infrastructure” pueden clasificarse en ‘Core‘, ‘Core-Plus‘, ‘Value Add‘ y ‘Opportunistic‘.
El modelo de cartera 60/40 (60% renta variable y 40% renta fija) experimentó una significativa rentabilidad relativa negativa en 2022, cuando ambas clases de activos cayeron simultáneamente por primera vez en décadas. Por su parte, los asesores se enfrentan a dificultades para encontrar fuentes de rentas para sus clientes, mientras que las correlaciones entre la mayoría de las clases de activos tradicionales crecen cada vez más derivando en una creciente necesidad de ir más allá de la tradicional cartera 60/40.
Los estudios han demostrado repetidas veces que la asignación a estrategias de inversiones alternativas puede mejorar el perfil de riesgo/rentabilidad de las carteras equilibradas. Hasta hace poco, solo podían participar en este tipo de inversiones, instituciones e individuos con grandes patrimonios que cumplieran los requisitos de admisibilidad pertinentes.
Afortunadamente, los gestores de activos se han centrado en ampliar el acceso a las inversiones alternativas. Asimismo, se ha producido un crecimiento significativo de las ofertas realizadas con unos mínimos de inversión más bajos acompañados de una mayor transparencia y puntualidad en la provisión de información fiscal. Como resultado, los inversores profesionales tienen ahora acceso a un conjunto más amplio de herramientas. De hecho, las proyecciones esperan que las asignaciones de los asesores a inversiones alternativas aumenten de forma constante desde el 4% registrado en 2022 hasta el 4,5% previsto para 2024.3
Dos factores principales han impulsado la democratización de las inversiones alternativas:
El entorno del mercado: los inversores profesionales necesitan herramientas completas y sofisticadas para poder acceder de la mejor manera posible al conjunto de oportunidades de inversión para sus clientes.
La innovación de los productos: Los gestores han respondido a la demanda de los inversores lanzando vehículos con mínimos de inversión más bajos dirigidos a inversores particulares sofisticados capaces de tolerar una liquidez que no es diaria.
Estos dos factores han contribuido a la proliferación de vehículos de inversiones alternativas que tratan de proporcionar un mayor acceso a los mercados privados con condiciones favorables para el inversor, como son los mínimos de inversión más bajos, la tramitación simplificada de las suscripciones y, en algunos casos, las condiciones de reembolso. Los inversores pueden acceder a estas estrategias a través de los nuevos vehículos de fondos regulados, como las SICAVs Parte II, los ELTIFs y los LTAFs, que ofrecen muchas de las protecciones del registro público y permiten invertir en activos ilíquidos como los mercados privados. En función de la estructura del vehículo, determinados productos pueden distribuirse no solo a inversores profesionales, sino también a inversores minoristas. Es importante destacar que estas estrategias revisten el potencial de actuar como diversificadores de las carteras con rentabilidades que no están correlacionadas con los mercados tradicionales, poseen un menor grado de volatilidad, y a menudo, ofrecen una prima de iliquidez.
Tribuna de Federico Vettore, responsable de European Private Markets For Wealth de Morgan Stanley IM, y Frank Famigliett, responsable de Intermediary Alternatives Distribution de la firma
El término “inversiones alternativas” es amplio y no resulta ser especialmente descriptivo ni útil. Esta terminología abarca todas las estrategias a las que no se puede acceder a través de las soluciones tradicionales de renta variable y renta fija. Asimismo, estas estrategias tienen el potencial de abordar muchos de los desafíos a los que se enfrentan los inversores hoy en día: la necesidad de obtener mayores rentas, la protección contra la inflación, la diversificación y la estabilidad frente a mercados volátiles.
Partiendo desde la visión más generalista, las inversiones alternativas pueden clasificarse en los siguientes tipos de estrategias: “hedge funds”, “private credit”, ‘private equity’, “real estate” y “infrastructure”.
Los “hedge funds” emplean una amplia gama de estrategias, cada una con sus propias características de riesgo y rentabilidad. Asimismo, pueden desempeñar diferentes funciones en una cartera: aislar alfa, mejorar las rentabilidades, mitigar o cubrir riesgo y proporcionar diversificación.
En términos generales, los ‘hedge funds’ pueden clasificarse en cinco categorías: ‘Equity Hedge‘, ‘Event Driven‘, ‘Relative Value‘, ‘Macro‘ y ‘Multi-Strategy‘. A su vez, cada una de estas categorías puede dividirse en estrategias secundarias.
Las estrategias ‘Equity Hedge’ y ‘Event Driven’ ofrecen beta de la renta variable con la oportunidad de reducir la volatilidad al proporcionar exposición a renta variable, al tiempo que tratan de disminuir el riesgo de la cartera mediante estrategias de cobertura. Las estrategias ‘Relative Value’ tratan de capitalizar las discrepancias de precios en el mercado, ofreciendo una rentabilidad constante con una volatilidad atenuada mediante la compra y venta simultánea de acciones para aprovechar la puesta en precio de las eficiencias. Las estrategias “Macro” son de naturaleza defensiva y han demostrado históricamente su eficacia durante las turbulencias del mercado. Estas estrategias apuestan por amplias tendencias macroeconómicas utilizando futuros, opciones y “spot markets”, proporcionando potenciales beneficios de diversificación en momentos de tensión en los mercados. Por último, los ‘Multi-Strategy hedge funds’ distribuyen el capital entre estrategias de manera oportunista con el objetivo de obtener rentabilidades no correlacionadas y reducir el riesgo de la cartera.
La inversión en “private credit” es una forma de préstamo de capital por fuera del sistema bancario tradicional donde los prestamistas trabajan con los prestatarios para negociar préstamos privados, que normalmente se mantienen hasta su vencimiento y que no cotizan en el mercado público. Al no cotizar en el mercado público, estos préstamos compensan a los inversores con una prima de iliquidez, es decir, la rentabilidad adicional generada por comprometer capital durante un periodo prolongado de tiempo proporcionando a su vez tiempo para que los gestores desbloqueen el valor de las inversiones.
El mercado de “private credit” ha crecido exponencialmente desde la crisis financiera mundial, tanto en términos de amplitud como de profundidad. Los activos bajo gestión del segmento de “private credit” se han multiplicado por cuatro subiendo desde el nivel de 262.2 “billion” de USD a escala global1 en 2009 hasta 1.6 “trillion” de USD a día de hoy2. En términos generales, las estrategias de “private credit” pueden clasificarse en las siguientes categorías: ‘direct lending‘, ‘specialty lending‘ y ‘distressed lending‘. Las estrategias de ‘direct lending’ proporcionan crédito principalmente a empresas “non-investment grade” del “middle market” que buscan préstamos por parte de prestamistas no bancarios centrándose en la generación de rentas. El ‘specialty lending’ abarca una amplia gama de productos que suelen estar respaldados por diferentes tipos de activos, incluidos el “real estate”. Estas estrategias tienden a centrarse en la mayor rentabilidad total posible. El ‘distressed lending’ se trata de la compra de participaciones de empresas en dificultades financieras a grandes descuentos con el objetivo de generar beneficios tras la recuperación de la empresa. Al igual que las estrategias de ‘specialty lending’, las estrategias ‘distressed’ se centran en generar la mayor rentabilidad total posible.
Históricamente, el “private credit” ha mostrado una baja correlación con la renta fija más tradicional ya que la deuda no cotiza y no está sujeta a la volatilidad del mercado público. Las rentas de los inversores aumentan con los tipos de interés generales ya que la deuda suele ser a tipo variable representando así una característica deseable.
Las estrategias de “private equity”se diferencian principalmente por la fase del ciclo de vida de la compañía en la que se centran: inicial, media y final. Estas estrategias han ofrecido tradicionalmente una considerable prima de iliquidez a los inversores ya que sus perfiles de riesgo/rentabilidad están vinculados a la probabilidad de que las compañías alcancen objetivos de crecimiento/mejora. Las estrategias de “private equity” pueden dividirse en tres categorías principales: ‘buyout‘, ‘growth capital‘ y ‘venture capital‘. La categoría de “buyout” representa el mayor segmento de la estrategia medido por activos bajo gestión (AUM). Los inversores en “buyout” adquieren el control total o mayoritario de empresas maduras mediante capital y deuda. Las estrategias de “growth capital” se caracterizan por obtener una participación minoritaria o no mayoritaria en empresas con un potencial de crecimiento. Los inversores suelen adoptar un enfoque pasivo conservando el mismo equipo directivo, mientras que suelen utilizar menores niveles de apalancamiento que las transacciones de “buyout”. Por último, las estrategias de “venture capital” son inversiones realizadas en “start-ups” y empresas en fase inicial que revisten un potencial de crecimiento significativo. A medida que una empresa crece, se proporciona financiación adicional en forma de «rondas».
Los “real assets” son activos tangibles y físicos cuyo valor se deriva de su uso físico incluyen tanto “real estate” así como infraestructura. Las estrategias de “private real estate” se centran en inversiones de capital y préstamos a inmuebles de “real estate” de titularidad privada. Las estrategias se clasifican en ‘Core’, ‘Core-Plus’, ‘Value Add’ y ‘Opportunistic’. Las estrategias se clasifican en función del nivel de riesgo de las características de los inmuebles como la ubicación, la calidad del inmueble y el porcentaje arrendado. Asimismo, los principales tipos de inmuebles son residenciales, comerciales e industriales. Históricamente, estas estrategias han servido como fuente de rentas, obteniendo de manera frecuente, tires muy superiores frente a las opciones tradicionales de renta fija.
Las estrategias de “private infrastructure” implican inversiones en capital y préstamos a instalaciones de infraestructura y servicios de titularidad privada. En términos generales, se consideran dos grandes categorías de estrategias: económicas (por ejemplo, autopistas de peaje, aeropuertos, tratamiento de aguas y electricidad) y sociales (por ejemplo, escuelas, hospitales y centros penitenciarios). Al igual que “real estate”, las estrategias de “private infrastructure” pueden clasificarse en ‘Core‘, ‘Core-Plus‘, ‘Value Add‘ y ‘Opportunistic‘.
El modelo de cartera 60/40 (60% renta variable y 40% renta fija) experimentó una significativa rentabilidad relativa negativa en 2022, cuando ambas clases de activos cayeron simultáneamente por primera vez en décadas. Por su parte, los asesores se enfrentan a dificultades para encontrar fuentes de rentas para sus clientes, mientras que las correlaciones entre la mayoría de las clases de activos tradicionales crecen cada vez más derivando en una creciente necesidad de ir más allá de la tradicional cartera 60/40.
Los estudios han demostrado repetidas veces que la asignación a estrategias de inversiones alternativas puede mejorar el perfil de riesgo/rentabilidad de las carteras equilibradas. Hasta hace poco, solo podían participar en este tipo de inversiones, instituciones e individuos con grandes patrimonios que cumplieran los requisitos de admisibilidad pertinentes.
Afortunadamente, los gestores de activos se han centrado en ampliar el acceso a las inversiones alternativas. Asimismo, se ha producido un crecimiento significativo de las ofertas realizadas con unos mínimos de inversión más bajos acompañados de una mayor transparencia y puntualidad en la provisión de información fiscal. Como resultado, los inversores profesionales tienen ahora acceso a un conjunto más amplio de herramientas. De hecho, las proyecciones esperan que las asignaciones de los asesores a inversiones alternativas aumenten de forma constante desde el 4% registrado en 2022 hasta el 4,5% previsto para 2024.3
Dos factores principales han impulsado la democratización de las inversiones alternativas:
El entorno del mercado: los inversores profesionales necesitan herramientas completas y sofisticadas para poder acceder de la mejor manera posible al conjunto de oportunidades de inversión para sus clientes.
La innovación de los productos: Los gestores han respondido a la demanda de los inversores lanzando vehículos con mínimos de inversión más bajos dirigidos a inversores particulares sofisticados capaces de tolerar una liquidez que no es diaria.
Estos dos factores han contribuido a la proliferación de vehículos de inversiones alternativas que tratan de proporcionar un mayor acceso a los mercados privados con condiciones favorables para el inversor, como son los mínimos de inversión más bajos, la tramitación simplificada de las suscripciones y, en algunos casos, las condiciones de reembolso. Los inversores pueden acceder a estas estrategias a través de los nuevos vehículos de fondos regulados, como las SICAVs Parte II, los ELTIFs y los LTAFs, que ofrecen muchas de las protecciones del registro público y permiten invertir en activos ilíquidos como los mercados privados. En función de la estructura del vehículo, determinados productos pueden distribuirse no solo a inversores profesionales, sino también a inversores minoristas. Es importante destacar que estas estrategias revisten el potencial de actuar como diversificadores de las carteras con rentabilidades que no están correlacionadas con los mercados tradicionales, poseen un menor grado de volatilidad, y a menudo, ofrecen una prima de iliquidez.
Tribuna de Federico Vettore, responsable de European Private Markets For Wealth de Morgan Stanley IM, y Frank Famigliett, responsable de Intermediary Alternatives Distribution de la firma
Lorena Couso se ha incorporado al equipo de Inversiones de BBVA Asset Management & Global Wealth. Reportará directamente a Ignacio Aguilar, responsable del equipo de Wealth Solutions, dentro del área de Asset Allocation, que lidera Jaime Martínez.
Couso acumula varios años de experiencia en la gestión de inversiones, estando especializada en la gestión de clientes de banca privada y altos patrimonios en entidades españolas como Bankinter y CaixaBank.
Licenciada en Matemáticas, cuenta con un Máster en Finanzas Cuantitativas y en Visual Analytics & Big Data, aporta habilidades cuantitativas que contribuyen a ofrecer un perfil muy completo para las necesidades del área, según recoge el comunicado de la firma.
Por todo ello, Lorena será pieza clave para reforzar las capacidades de gestión de carteras y de servicio personalizado a los clientes privados de mayor patrimonio gestionados por BBVA AM&GW.