Cómo acceder a mercados bursátiles sólidos a través de los ETFs Quality Value
| Por Cecilia Prieto | 0 Comentarios

Las rebajas de impuestos, la desregulación y el proteccionismo comercial son algunas de las implicaciones previstas del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. Esta coyuntura podría dar un impulso a las expectativas de muchos negocios, reforzando así las perspectivas de las bolsas, pero las implicaciones macroeconómicas en un plano más general también podrían plantear algunos retos a los inversores. Por ejemplo, el incremento del gasto público y los aranceles podrían dar lugar a un aumento de la inflación y los tipos de interés, lo que podría incidir negativamente en las valoraciones bursátiles y los beneficios de los negocios endeudados y de inferior calidad.
De hecho, cabe destacar que la Reserva Federal adoptó un tono más restrictivo en su reunión de diciembre y que los mercados descuentan ahora menos recortes de tipos a lo largo de 2025. Los riesgos geopolíticos también son elevados, por lo que podríamos ver una mayor divergencia de las rentabilidades entre las bolsas, de ahí que para los inversores sea importante adoptar estrategias sensibles al riesgo y con potencial para capturar las alzas de los mercados, pero que también sean capaces de lidiar con la persistente incertidumbre económica.
También es importante reconocer que las valoraciones bursátiles son elevadas en algunas áreas, sobre todo del mercado estadounidense, donde el liderazgo se ha concentrado recientemente en un puñado de megavalores. Como EE.UU. representa el grueso de la bolsa del mundo desarrollado por capitalización (más del 70% a comienzos de 2025), la compresión de las valoraciones podría convertirse en un obstáculo para las rentabilidades de la renta variable mundial. Por lo tanto, evitar este riesgo debería ser una consideración de primer orden para los responsables de asignación de activos a la hora de evaluar sus exposiciones a renta variable.
Los que deseen protegerse frente a esta posible compresión de las valoraciones deberían ir más allá de las estrategias indexadas ponderadas por capitalización bursátil, dado que estas sobreponderan inherentemente los valores caros. En lugar de eso, creemos que está justificado un enfoque más diferenciado que se centre en las empresas con valoraciones atractivas y limite la exposición a las áreas donde la exuberancia irracional ha llevado los múltiplos hasta cotas potencialmente excesivas.
Evitar las acciones sobrevaloradas es un empeño lógico, pero también es importante reconocer que, en general, las estrategias value tradicionales han ido a la zaga del conjunto de la bolsa durante los últimos años. Ello es debido, en parte, a que la aceleración de la innovación tecnológica, los cambios en los hábitos de los consumidores y las consiguientes perturbaciones en los sectores han beneficiado a las empresas que han invertido con decisión en I+D para desarrollar sus actividades.
Este hecho es consecuencia del rápido incremento del gasto en I+D que acometieron muchos de los negocios líderes actuales durante las últimas dos décadas (Figura 1). Generalmente, estas empresas habrían salido peor paradas en los análisis value tradicionales debido a sus grandes gastos de inversión.
Eso no significa que el value investing haya pasado a mejor vida, sino que los inversores value deberían tratar de identificar los motores intangibles del valor que beneficiaron a esas empresas y tenerlos en cuenta en sus procesos de inversión. Una forma de conseguirlo es evaluar, capitalizar y amortizar el valor de los activos de I+D intangibles dentro de las evaluaciones generales del valor (p. ej. cálculos de EBITDA-Enterprise Value, valor en libros-precio y beneficios previstos). Este enfoque puede poner de relieve oportunidades en empresas cuyas innovaciones y su consiguiente potencial de crecimiento a largo plazo tienen un valor en la actualidad, reduciendo así la brecha entre las estrategias value y growth tradicionales con el fin de mejorar las rentabilidades.
Los ETFs Quality Value de Fidelity: Un enfoque singular de la inversión de estilo value
Nuestros ETFs Quality Value regionales han sido diseñados para acceder a las sólidas rentabilidades a largo plazo que se proyectan en las bolsas, abordando al mismo tiempo algunos de los retos destacados anteriormente. Para ello, utilizan definiciones propias de los factores value y de calidad fundamentadas en los análisis especializados de Fidelity dentro de un marco de riesgo orientado a resultados:
1. Una definición mejorada del factor value: Nuestros ETFs Quality Value aplican una definición propia del factor value. Esta incorpora el efecto de los intangibles, como los activos de I+D, para reflejar mejor los catalizadores modernos del valor empresarial. Una sencilla simulación retrospectiva entre 1995 y finales de 2023 demuestra que una cartera formada por el primer quintil de acciones de perfil value en el índice MSCI World usando esta definición da lugar a mayores rentabilidades frente al índice general en un plazo prolongado, aunque con un aumento de la volatilidad (Figura 2).
2. Énfasis en empresas de alta calidad: Somos conscientes de que una valoración baja puede obedecer sencillamente a unos fundamentales débiles en las acciones que constituyen “trampas de valoración” y son incapaces de generar rentabilidades atractivas. Para luchar contra ello, nuestros ETFs Quality Value aplican filtros de elaboración propia para identificar empresas de alta calidad y excluir a aquellas con fundamentales endebles (por ejemplo, atendiendo al flujo de efectivo disponible, la rentabilidad sobre el capital invertido y la estabilidad del flujo de efectivo disponible), lo que aporta una capa adicional de atenuación del riesgo.
Cuando estos filtros de calidad se combinan con nuestra definición propia del factor value, las simulaciones retrospectivas siguen arrojando rentabilidades mejoradas en el primer quintil de valores, pero con una reducción proporcional de la volatilidad (hasta una cota bastante similar a la del índice subyacente), una mejora moderada de las rentabilidades ajustadas al riesgo y un descenso del tracking error (Figura 3).
3. Control de las exposiciones a sectores y países: Por su diseño, muchas estrategias value exponen a los inversores a sesgos potencialmente no deseados en factores macroeconómicos frente al mercado (por ejemplo, exposiciones a sectores o países) debido a la dispersión de las valoraciones entre diferentes sectores y economías. Sin embargo, en nuestros ETFs Quality Value se han instaurado controles para gestionar estas desviaciones con la intención de minimizar el tracking error (frente al índice S&P correspondiente). Este enfoque también pretende mitigar los riesgos de concentración que han surgido en muchos índices de renta variable a lo largo de los últimos años, ofreciendo así exposiciones más equilibradas desde una perspectiva transversal a los mercados (Figura 4).
Tribuna de Roxane Philibert, associate director y especialista de producto de ETF de Fidelity International