Threadneedle (Lux) European Social Bond: cinco años de rentabilidad financiera y social en Europa

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Foto cedidaEl director ejecutivo Simon Bond y la gestora Tammie Tang

El fondo Threadneedle (Lux) European Social Bond celebra cinco años con una trayectoria que combina los objetivos sociales con la rentabilidad financiera. El director ejecutivo Simon Bond, hasta ahora gestor principal de la estrategia de Columbia Threadneedle Investments, se encuentra en proceso de delegar esta tarea en la gestora de carteras Tammie Tang, por lo que ambos explican de qué modo se está llevando a cabo la transición y cuál es la filosofía que los ha guiado -y continúa guiándolos- en estos años.

“Con las estrategias de bonos sociales británicos, estadounidenses y mundiales ahora gestionamos activos valorados en más de 1.000 millones de euros para clientes de todo el mundo1”, señala Tang, al tiempo que explica que la transición en la gestión diaria del fondo será gradual, ya que Simon Bond, que se incorporará oficialmente al comité asesor en materia de renta fija social de Columbia Threadneedle Investments en marzo de 2023, seguirá ofreciendo asistencia al conjunto de fondos de bonos sociales.

“Estoy increíblemente orgulloso de lo bien que lo hemos hecho con la evolución y la expansión de la oferta de productos”, dice por su parte Bond. “Lanzamos la primera estrategia de bonos sociales con liquidez diaria en 2013, el Threadneedle UK Social Bond Fund2, cuya finalidad era generar un resultado social positivo acompañado de rentabilidad financiera. En 2017 le siguió el Threadneedle (Lux) European Social Bond Fund como una extensión y una evolución de este concepto de eficacia probada. Al igual que la versión británica, la versión europea supuso toda una innovación. Después de haberla probado (fundamentalmente) en un único país, la diferencia radicaba en cómo la replicaríamos en todo un continente. Desde el punto de vista geográfico y económico, Europa es una región grande y variada, y queríamos mantener la diversificación al mismo tiempo que el impacto social”, añade.

Por ello, como el concepto de precariedad es relativo y diferente en cada país, y para evitar una sobreponderación en cartera de las naciones más pobres, la estrategia aborda la precariedad en el contexto específico de cada país, con un colaborador social radicado a nivel local, INCO, un consorcio de organizaciones cuyo objetivo es construir una economía ambientalmente sostenible y socialmente responsable.

“El Threadneedle (Lux) European Social Bond Fund está orientado a la deuda corporativa, lo que conjuga con sus objetivos de impacto social positivo. En nuestra opinión, no hay que sacrificar la rentabilidad financiera para hacer el bien. La liquidez también reviste importancia, en especial en un fondo con operativa diaria, por lo que queríamos dar protagonismo a estos tres elementos: impacto social, rentabilidad financiera y liquidez”, explica Bond.

¿Por qué preferir los bonos?

“La renta fija, como clase de activos, ofrece tres ventajas claras por lo que respecta a la inversión de impacto: escala, alcance y objetivo, y trabajamos para potenciarlas las tres al máximo”, añade el experto.

En su opinión, los bonos proporcionan un abanico de oportunidades más vasto en segmentos en los que las compañías cotizadas y la renta variable no operarían jamás. “Las mutuas, las organizaciones benéficas, las organizaciones sin ánimo de lucro, las entidades educativas, los organismos gubernamentales y las entidades supranacionales pueden recurrir al mercado de renta fija para obtener capital. Y, lo que es más importante, podemos identificar directamente qué se financia con el capital captado y para qué se usan exactamente los ingresos: se puede hacer seguimiento del dinero y definir cómo favorecerá a la sociedad. Además, al cabo de un tiempo, se puede cuantificar el impacto en términos del mundo real”, señala.

Tang indica que una inversión en renta fija de impacto cumple los requisitos para ser incluida en sus carteras solo si impulsa un bien positivo, así como un impacto positivo para las personas que componen la sociedad, partiendo de la idea de qué es lo correcto y basándose en el trabajo de investigadores académicos: “Por ejemplo, abordamos siete áreas de resultados sociales (ver gráfico) y existe una jerarquía en cuanto a los resultados preferidos, que se fundamenta en el trabajo del psicólogo de la década de 1940 Abraham Maslow, el cual básicamente explica detalladamente cuáles son las necesidades humanas primarias/básicas frente a necesidades más intermedias o ambiciosas. Nuestras posiciones deben incidir como mínimo en una de estas categorías”.

Un bono que aborde las necesidades más básicas tendrá una puntuación de intensidad más fuerte que otro que aborde el acceso a infraestructuras o finanzas, menos apremiantes.

Rentabilidad e impacto

Bond subraya asimismo que este proceso no afecta a la rentabilidad financiera. “Nuestro proceso de selección de bonos se divide en tres etapas. Lo primordial son los aspectos financieros. Si una compañía quiebra, no ofrecerá ni rentabilidades financieras ni impacto social, por lo que es el primer obstáculo que tratamos de superar. Solo pasan a la siguiente etapa los bonos que superan esta evaluación. Entonces, estudiamos los factores ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), prestando especial atención a las controversias, no necesariamente al hecho de que se haya producido alguna controversia, sino a cómo las gestiona la dirección cuando surgen y qué planes implementa para mitigar nuevas incidencias”.

Solo si el bono supera esta segunda etapa en la gestora pasan a la ardua tarea de la evaluación de impacto fundamental ascendente (bottom-up). “Es algo que hacemos bono a bono, no solo a escala de la compañía, sino estudiando cada uno de los bonos en sí”, agrega.

El universo de bonos sociales y verdes ha tenido una enorme expansión sobre todo desde 2020 como respuesta a la pandemia de COVID-19, pero también más recientemente ante la guerra en Ucrania  con la emisión de un bono de inclusión social por parte del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa por valor de 1.000 millones de euros para financiar la respuesta a la crisis de refugiados que se derivará de la guerra. En colaboración con la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA), “participamos en grupos de trabajo que pretenden desarrollar bonos de género y el concepto de «transición justa» a una economía con cero emisiones, concebido para evitar que este cambio se haga a expensas de las personas más pobres de la sociedad”, indica Bond.

Tang subraya por su parte que miden la rentabilidad financiera y el impacto social sin hacer concesiones en ninguno de los dos aspectos. “Es lo que llamamos «alfa social». No obstante, también pretendemos generar «alfa financiera», y medimos esa rentabilidad financiera comparándola con un índice de referencia de deuda corporativa europea convencional”, asegura. “Al usar un índice de referencia convencional, no hemos elegido el camino más fácil, pero con ello hemos demostrado que no renunciamos al potencial de cosechar rentabilidades superiores”.

Nuestros tres escudos contra la inflación

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¿Podría ser el entorno actual favorable para invertir en renta variable en el contexto vigente de incertidumbre de mercado? Creemos que es el caso, si los inversores adoptan tres principios fundamentales: la diversificación en las carteras, la selección cuidadosa y el pensamiento a largo plazo.

Sí, la inflación se seguirá manteniendo en niveles altos durante más tiempo. Sí, es probable que los bancos centrales sigan aplicando el endurecimiento de sus políticas monetarias. Y sí, es probable que los activos financieros fluctúen en un entorno de inestabilidad por numerosos factores externos, como la guerra de Ucrania y la actual crisis energética en Europa. Pero, ¿de verdad deberías descartar los mercados de renta variable? ¿Deberías esperar a que lleguen tiempos mejores o el momento «adecuado»?

Aplicando algunos principios básicos

En M&G Investments, no creemos que debas descartar la inversión en renta variable, siempre y cuando se apliquen algunos principios básicos: actuar de forma selectiva, diversificar las carteras e invertir con un horizonte a largo plazo.

Al ser selectivos en renta variable, evitamos seguir falsas tendencias o invertir en un sector al completo, por muy prometedor que parezca.

La última temporada de publicación de resultados confirmó que los niveles de rentabilidad pueden variar mucho de una acción a otra, incluso dentro del mismo sector. Hay que analizar a fondo factores como el nivel de endeudamiento de cada compañía, la calidad de su equipo directivo y todo su entorno operativo, lo que incluye la eficiencia energética y la responsabilidad medioambiental.

El ejemplo de la tecnología

Fijémonos, por ejemplo, en la tecnología. Dadas las valoraciones actuales, creemos que el sector ofrece oportunidades, pero hay que actuar de forma muy selectiva.  Somos cautelosos con aquellas empresas expuestas al deterioro de la demanda de los consumidores finales, prefiriendo las compañías dedicadas a la informática en la nube y a los centros de datos, áreas que están resistiendo bien a pesar de la coyuntura del mercado. Pese a que podría parecer una inversión segura en el entorno actual, ni siquiera el sector energético es inmune a los cambios inesperados, como los impuestos sobre beneficios extraordinarios, que pueden afectar al atractivo de las inversiones.

Actuar de forma selectiva

Por países, estamos encontrando oportunidades en distintos mercados, incluidas algunas que consideramos atractivas en Japón, donde la reforma corporativa está generando oportunidades, y el entorno de las divisas propiciado por la política monetaria puede estar más cerca de lograr la estabilidad que en los últimos tiempos. Pero nuestro enfoque es bottom up. Encontramos oportunidades idiosincrásicas acción por acción.

Y los mismo pasa en el Reino Unido. Aunque somos prudentes con respecto a la situación macroeconómica del Reino Unido, algunas acciones de gran capitalización ofrecen bastante valor y la parte positiva es la gran exposición de los ingresos a los mercados internacionales, donde una libra esterlina más débil eleva las ganancias al convertirlas a la moneda local.

Mantener la diversificación

Es necesario «hilar fino» para invertir en el contexto actual. Sin embargo, este es un mercado que puede ofrecer buenas rentabilidades para los inversores activos. No obstante, como se ha mencionado, es fundamental actuar de forma selectiva, al igual que la necesidad de diversificar el riesgo en una cartera de inversiones.

La gama de estrategias de inversión de M&G incluye enfoques muy diversos y una amplia variedad de propuestas de inversión que permiten a nuestros clientes mantenerse diversificados. Algunos de nuestros equipos de gestión siguen enfoques de valor (value), otros gestionan estrategias de crecimiento (growth) y otros, estrategias no adscritas a un estilo específico. También tenemos estrategias diseñadas para obtener rentabilidad financiera junto con un resultado medioambiental y/o social en el mundo real.

Centrarse en el largo plazo

Por último, es importante evitar invertir en «modas pasajeras». Apostamos por compañías con fundamentos sólidos y resilientes, con temáticas a largo plazo: las que creemos que podrán prosperar independientemente de la inestabilidad del mercado. Esto incluye las energías renovables en el sentido más amplio. También incluye a proveedores y empresas que utilizan tecnologías con bajas emisiones de carbono para mejorar su eficiencia energética. Otra área clave son las infraestructuras, donde los flujos de caja de muchas empresas están ligados a la tasa de inflación, y también ofrecen a los accionistas dividendos más altos y cada vez mayores, lo que puede ayudar a proteger a los inversores frente a los crecientes costes del capital.

Aunque no podemos predecir qué podría provocar la próxima crisis, ni cuándo llegará, sí que podemos afirmar que el triple enfoque en selectividad, diversificación y enfoque a largo plazo debería ayudar a los clientes a lidiar con la volatilidad del mercado y creará carteras con un buen potencial de rentabilidad.

 

 

España: el menor crecimiento y la subida de tipos aumentan la necesidad de reformas para garantizar el descenso de la deuda pública

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El crecimiento económico de España se está desacelerando rápidamente, pero no tanto como para revertir el descenso post-pandémico de la deuda respecto al PIB, a menos que se intensifiquen las presiones sobre el gobierno para que aumente el gasto social.

Esperamos que la economía española crezca sólo un 1,5% en 2023, en comparación con el 4,1% previsto este año, gracias a la sólida recuperación experimentada en el primer semestre, con un dato de empleo ya muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.

Este buen crecimiento reciente ha ayudado a la consolidación fiscal en España (rating A/Estable). La deuda pública en relación con el PIB se situaba en el 118,7% a finales de 2021, una de las más altas de la eurozona y unos 20 puntos porcentuales por encima de los niveles previos a la pandemia, pero debería reducirse gradualmente hasta alrededor del 110% en 2027.

Sin embargo, el reto de la consolidación fiscal se complica a medida que se deterioran las condiciones económicas. De hecho, los beneficios económicos derivados de las tendencias posteriores al confinamiento, como el fuerte repunte del turismo y la reactivación de las carteras de pedidos, se han desvanecido rápidamente en el tercer trimestre. Además, el aumento de los precios de la energía está lastrando el consumo de los hogares y la confianza de los consumidores. Las fricciones residuales de la cadena de suministro y el debilitamiento de la demanda mundial están haciendo mella en el sentimiento empresarial y en la probable demanda futura.

Se espera que las presiones financieras de las empresas y los hogares aumenten a medida que el BCE acelere la retirada de los estímulos monetarios. La inflación sigue siendo elevada, a pesar del endurecimiento de la política monetaria, y podría afianzarse aún más, lo que dificultaría al banco central una rápida bajada de los niveles de precios.

La lucha contra el elevado desempleo sigue siendo fundamental para el gobierno

En estas circunstancias, es necesario acelerar la aplicación por parte de España de la financiación de la UE procedente de los Fondos Nueva Generación para mejorar la capacidad fiscal de realizar inversiones públicas y aumentar el potencial de crecimiento económico del país. Esto es importante para ayudar al gobierno a abordar retos de larga duración, como el alto nivel de desempleo estructural y el bajo crecimiento de la productividad.

El aumento del desempleo es un gran riesgo, ya que el desempleo estructural de España es del 13%, uno de los más altos de la eurozona. Otro reto es la reducción de la persistente dualidad del mercado laboral -con un uso todavía muy extendido de los contratos temporales, que suponen alrededor del 21% de los empleados, frente al 11% del conjunto de la zona euro-, a pesar de las recientes reformas del mercado laboral que animan a las empresas a contratar personal fijo. La elevada tasa de desempleo juvenil, del 27% en julio de 2022, también limita el crecimiento a largo plazo.

Más alentadora es la posición relativamente ventajosa de España en comparación con las demás grandes economías de la eurozona en el contexto de la militarización de las exportaciones energéticas por parte de Rusia. España se enfrenta a una crisis energética menos aguda que Alemania e Italia gracias a las ventajas estratégicas de las conexiones de gasoductos con el norte de África. Las terminales de GNL (gas natural licuado) del país representan la mayor capacidad de regasificación de Europa, con seis instalaciones, aunque las importaciones de energía siguen cubriendo más del 70% del consumo final de energía.

 

Un nivel de endeudamiento saneado y unos tipos de interés reales bajos apoyan la sostenibilidad de la deuda

El aumento de los rendimientos de los bonos de la eurozona también tardará en repercutir plenamente en el coste del servicio de la deuda pública española, teniendo en cuenta que el vencimiento medio es de unos ocho años.

Según nuestro escenario de referencia, esperamos que los tipos de interés reales, comparados con las tasas de inflación general, sigan siendo negativos a medio plazo, facilitando así el saneamiento gradual de las finanzas públicas españolas. La inesperada alta tasa de inflación erosiona el valor del stock de deuda pública pendiente. La supresión gradual de las medidas de emergencia relacionadas con el COVID también ha ayudado al gobierno a reducir la ratio de deuda, con una fuerte mejora durante el primer semestre.

Sin embargo, en un escenario menos favorable, prevemos un período más largo de crecimiento económico por debajo de la tendencia en las principales economías y que los tipos de interés reales se vuelvan positivos, lo que pesaría sobre la inversión y el consumo. Esto se alinearía con una respuesta política más agresiva del BCE en comparación con nuestro escenario de referencia, con la amenaza de invertir la trayectoria descendente de la deuda en relación con el PIB de España. El ritmo previsto de consolidación fiscal se ralentizaría dada la presión del gasto público junto con la caída de la recaudación de impuestos y el aumento de los costes de los préstamos.

Aun así, el gobierno español se ve presionado a proporcionar ayudas fiscales adicionales a medida que aumenta el coste de vida. La coordinación de las políticas fiscales entre el gobierno central y las comunidades autónomas, cuyos gobiernos gozan de cierta autonomía en materia de gestión presupuestaria, será otro factor crucial para los presupuestos del gobierno central, sobre todo teniendo en cuenta las elecciones generales y autonómicas del próximo año. Siete regiones españolas han anunciado rebajas fiscales, que se suman a las reducciones del impuesto sobre la renta anunciadas recientemente por el ejecutivo nacional.

Tribuna de Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de Scope Ratings

La capacidad de España para proporcionar más apoyo presupuestario es limitada debido a los persistentes déficits primarios, por lo que el gobierno central (de izquierdas) ha anunciado recientemente la introducción de un impuesto temporal sobre el patrimonio en 2023 para financiar más ayudas contra la inflación, como el transporte público gratuito y la gasolina subvencionada. Esto contrasta con los recortes fiscales previstos por las regiones de centroderecha, como Andalucía y Galicia, que pretenden reducir el impuesto sobre el patrimonio.

La desigual trayectoria de los diferentes gobiernos españoles en el cumplimiento de los objetivos de déficit presupuestario y en el registro de un superávit primario -la última vez fue en 2007- hace que el Ejecutivo tenga la responsabilidad de aumentar el potencial de crecimiento del país y, al mismo tiempo, mantener una cuenta primaria ampliamente equilibrada para que la deuda en relación con el PIB siga disminuyendo.

Tribuna de Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de Scope Ratings

La falta de visibilidad alimenta la batalla dialéctica entre «osos» y «toros»

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Las bolsas mundiales continúan buscando un suelo. La falta de visibilidad macro unida a los varios frentes abiertos en el ámbito geopolítico proporcionan argumentos válidos para que tanto «osos» como «toros» sostengan sus discursos.

Las minutas de la reunión de la Reserva Federal del pasado mes de septiembre dejan titulares para alimentar tanto la tesis de los alcistas como de los bajistas.  Para los primeros, varios participantes señalaron que, ante la creciente incertidumbre en el ámbito macroeconómico, cobra relevancia calibrar el ritmo de un tensionamiento adicional en política monetaria con el objetivo de mitigar el riesgo de que se produzcan efectos adversos significativos en las perspectivas de crecimiento. Así, las actas revelan que los miembros del comité reconocieron que «la actividad en los sectores más sensibles a tipos (cíclicos) se debilitó de forma notable». Además, las condiciones del mercado laboral siguen mostrando una fortaleza que pueden estar subestimando los economistas en sus proyecciones de PIB para 2022.

Los más pesimistas se quedarán con que los miembros del banco central estadounidense «esperan que las presiones inflacionistas persistan a corto plazo» y que interpretan que «los riesgos para sus proyecciones de inflación son al alza», comentarios que ponen en duda los argumentos de aquellos que apoyan una pausa en el ritmo de subidas de tipos a corto plazo.

La fuerte caída en el ratio de empleos vacantes por desempleado (desde casi 2x hasta 1,7x este mes), que anticipa en unos 12 meses el comportamiento de los salarios, así como la publicación del subíndice de empleo de la encuesta ISM de gerentes de compra en el sector de manufacturas (por debajo de 50) y la disminución en el número de americanos que cambian voluntariamente de trabajo, favorecen la tesis de los que apuestan por el giro de la Fed. Sin embargo, aunque estos son síntomas de un deterioro que puede agudizarse los próximos meses, la fortaleza en el mercado laboral estadounidense queda de manifiesto en el dato de nuevas nóminas de septiembre. Este volvió a situar la tasa de paro (U3) en mínimos históricos (3,5%) y aleja a Powell de los objetivos que muestra la última revisión del resumen de proyecciones económicas de la Fed. Para conseguir que la inflación caiga por debajo del 3% al cierre de 2023, la Fed necesita enfriar la demanda de empleo llevando el U3 hasta 4,4%, algo que pasa (asumiendo una tasa de participación estable en 62,3%) por una destrucción de 14.000 puestos de trabajo/mes de aquí a diciembre del año próximo.

Los «osos» se aferran al fuerte dato de precios de producción industrial y al IPC publicado el jueves, interpretando el contenido de las actas de la Reserva Federal como un mensaje de continuidad en la estrategia de tensionamiento. Los precios seguirán subiendo en la medida en la que multinacionales como Pepsi sean capaces de batir las proyecciones de los analistas trasladando incrementos de coste al consumidor.

En la órbita geopolítica los problemas se amontonan: China parece no abandonar su política de tolerancia cero ante nuevos brotes de contagios por COVID en Shanghái, la OPEC+ acuerda recortar la producción en dos millones de barriles/mes encareciendo el precio de la gasolina en el surtidor, el Banco de Inglaterra deja de apoyar al mercado de Gilts y a la libra, y las intervenciones del Banco de Japón para sostener el yen han vuelto a fracasar.  Europa está ya en recesión y Powell subirá los tipos hasta el 4,6% acercado a EE.UU. al mismo destino que los europeos. El FMI ha vuelto a revisar a la baja sus estimaciones de crecimiento mundial (3,2% en 2022 y 2,7% en 2023) y los analistas, que todavía anticipan que el BPA global crezca cerca del 5%, se verán abocados a revisar sus números.

Los «toros» justifican las buenas sensaciones a corto plazo en un mercado sobrevendido y sumido en el pesimismo, tierra fértil para un rebote de dígito doble ante la publicación de datos de inflación que señalen el camino a la moderación. Para estos inversores las empresas han suspendido sus planes de contratación y, como muestra el índice Challenger, comienzan a aligerar sus plantillas. Un mercado de trabajo menos pujante, la caída en los precios de materias primas y el desbloqueo en cadenas de suministros traerá de manera natural un entorno de precios de bienes de consumo más alineado con los objetivos de la Fed (el análisis de Moody’s anticipa que el IPC de EE.UU. podría retroceder al 4% en pocos meses).

La Reserva Federal demuestra, en sus minutas de este mes, estar preocupada por los efectos que la rapidez y contundencia del ciclo de encarecimiento del dinero puede llegar a tener sobre el crecimiento. Un contexto menos inflacionista y un consumidor que demuestra solidez (en EE.UU. cuenta con un exceso de ahorro de casi 700.000 millones de dólares y con depósitos bancarios que equivalen en valor a un 11% del PIB) ayudarán a preservar el crecimiento en beneficios empresariales, que ya han ajustado bastante.

Como siempre, la virtud probablemente la encontremos a medio camino. En bolsa las valoraciones son más razonables, pero no podemos hablar todavía de gangas. La determinación de la Fed de acabar con la inflación incluso a costa de penalizar el crecimiento justifica ser cautos con las expectativas del mercado respecto al crecimiento en BPA. En el caso de EE.UU. con más motivo si tenemos en cuenta que cada 1% de apreciación en el dólar (índice DXY) reduce los beneficios en un 0,5%, aproximadamente. Es cierto que el mercado está sobrevendido y que el optimismo brilla por su ausencia, pero, como demostró la recesión de 2009, ese tipo de entorno puede prevalecer en el medio plazo, aunque de cuando en cuando pueda dar lugar a un movimiento contra tendencia, como el que puede haberse iniciado el jueves después del dato de IPC de septiembre.

La reacción inicial fue casi de pánico, al subir la subyacente más de lo que se esperaba (6,6% vs. 6,5%), dando al traste con la esperanza de los inversores. Pero cuando hubo tiempo de contrastar que la inflación mensual anualizada ha caído los últimos tres meses al 2% (y estábamos en el 11% antes del verano), el cierre de cortos en un contexto de sobreventa y desconfianza hizo el resto.

Los inversores -y los analistas- comienzan a descontar la probabilidad real de una recesión en 2023, pero el hecho de ver pronósticos de crecimiento positivo en beneficios o tasas implícitas de impago en HY por debajo del dígito doble, demuestra que aún nos movemos en valoraciones que ofrecen un colchón de seguridad ante sorpresas más negativas.

Un proceso de transformación con poca visibilidad: así ve los mercados el Grupo Caja de Ingenieros

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Xavier Fàbregas, director de Caja Ingenieros Gestión; Joan Cavallé, director general de Caja de Ingenieros; y Bas Fransen, director de mercado de capitales de Caja de Ingenieros.

La titubeante recuperación de 2021, con una economía que intentaba redimirse de los estragos provocados por la pandemia, ha venido acompañada de una evolución económica cada vez más incierta en este 2022, a causa de los riesgos que comenzaron a materializarse durante la primera mitad del año.

Ante esta coyuntura, Bas Fransen y Xavier Fàbregas -director de mercado de capitales de Caja de Ingenieros y director de Caja Ingenieros Gestión, respectivamente- han presentado las perspectivas económicas y financieras previstas para los próximos meses en una sesión moderada por Joan Cavallé, a la que han asistido más de 600 socios de la entidad. Durante la presentación se han analizado los diferentes impactos que han sacudido la coyuntura económica actual y la situación de los mercados financieros.

Joan Cavallé ha iniciado la sesión con un mensaje de confianza: «Nos encontramos ante un proceso de transformación, en el que ahora no podemos ver la realidad que, probablemente, vislumbraremos en los próximos seis meses y que supondrá un nuevo escenario con condiciones económicas diferentes a las actuales. Los riesgos existen, pero también suponen, a medio y largo plazo, una generación de valor. Existen sectores con una posición sólida, en unas condiciones de resiliencia muy relevantes y con una posición financiera holgada. El sistema es fuerte y este elemento genera confianza en el futuro».

El devenir de los próximos meses está empañado por la perturbación que atraviesa la economía mundial: las tensiones geopolíticas, unidas por el conflicto en Ucrania y la crisis energética.

En palabras de Bas Fransen: «El entorno económico y financiero es muy complejo y las tensiones geopolíticas elevadas y, en consecuencia, la incertidumbre es muy relevante. Por esta razón recomendamos cautela, prudencia y paciencia en la toma de decisiones de inversión. En este caso, la prudencia se traduce en la diversificación de las carteras, la incorporación de activos reales como cobertura contra la inflación, la definición de un horizonte temporal a medio y largo plazo y la consideración de oportunidades de inversión en renta fija».

Ante una inflación que asciende a máximos de varias décadas y presiones de pricing, los bancos centrales abogan por actuar con mayor premura endureciendo rápidamente su política monetaria. En consecuencia, los distintos indicadores de sentimiento señalan un creciente pesimismo sobre la coyuntura económica por parte de los distintos agentes económicos. Los bancos centrales se han concentrado en dar prioridad a controlar la inflación lo que combinado con el deterioro de las perspectivas económicas han precipitado un claro empeoramiento en los indicadores adelantados y de sentimiento de los inversores.

Asimismo, la sustancial subida de los precios energéticos, particularmente en el caso del gas, es otro de los componentes inflacionistas. «Este año, los beneficios en Europa y Estados Unidos han seguido creciendo, incluso a pesar del conflicto en Ucrania, debido a que las empresas han sido capaces de trasladar al producto final el incremento de costes derivado del alza de los precios energéticos. Además, sectores como el energético han visto cómo sus beneficios por acción se incrementaban de forma exponencial en relación con el año anterior» ha afirmado Xavier.

El riesgo climático, una prioridad

En lo que va de año las estrategias de inversión socialmente responsables (ISR) han experimentado un comportamiento significativamente peor que el de las estrategias tradicionales, en parte por una infra ponderación clara en sectores como el energético, que cuenta con una elevada huella de carbono. Adicionalmente, tanto las estrategias de exclusión como las de integración en factores ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) que seleccionan compañías con mejores métricas ambientales o sociales, han experimentado un peor retorno bursátil que las de los índices tradicionales.

La evidencia empírica apoya la idea que las compañías con una mejor calificación de su información extra-financiera tienen un coste de capital menor y, por tanto, tienen mejores condiciones de acceso a la financiación. En este sentido, los activos que integran factores ASG tienen: un mayor margen de beneficios, por encima del promedio; una mayor disponibilidad de capital; y, en términos de márgenes están por el medio del promedio. “Desde un punto de vista de salud financiera, estamos plenamente convencidos de que existe valor en este tipo de compañías”, ha concluido Xavier.

Puede acceder al webinar a través de este link

Mirabaud inicia una colaboración con el Pompidou y patrocina la exposición de Christian Marclay

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CanvaLionel Aeschlimann, CEO de Mirabaud AM

El Grupo Mirabaud ha puesto en marcha de una colaboración plurianual con el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París. Según explica la firma, el primer hito de esta andadura es el patrocinio de la exposición del artista suizo-estadounidense Christian Marclay, que tendrá lugar en el Centro del 16 de noviembre de 2022 al 13 de marzo de 2023.

Con este nuevo mecenazgo artístico en París, ciudad emblemática del arte y la cultura, Mirabaud tiene la satisfacción de proseguir y reforzar su apoyo a los artistas y a las instituciones que los presentan al público. Como explica Lionel Aeschlimann, socio gestor de Mirabaud, “la creatividad y la pasión son fundamentales para cualquier tipo de innovación, para pensar de forma diferente, para adaptarse. Mirabaud participa activamente desde hace varias décadas en la promoción del arte contemporáneo con espíritu de puesta en común, descubrimiento y diálogo».

Por su parte, Stéphane Jaouen, director de Mirabaud Wealth Management en Francia, ha añadido: «Es un honor abrir nuestra colaboración con el Centro Pompidou, una gran institución cultural que, combinando historia y modernidad, da a conocer el arte moderno y contemporáneo a través de exposiciones excepcionales y apoya la creación emergente. El hecho de iniciar esta colaboración con la exposición de Christian Marclay, gran artista de origen suizo y varias de cuyas obras se encuentran en la colección de Mirabaud, tiene mucho sentido”.

El compromiso de Mirabaud es un apoyo muy valioso para el arte contemporáneo. Esta nueva asociación es esencial para las ambiciones artísticas del Centre Pompidou y para promover el intercambio de conocimientos entre todos los públicos”, ha comentado Laurent Le Bon, presidente del Centro Pompidou.

Mirabaud también se ha unido a los Amis du Centre Pompidou, una comunidad formada por más de 800 mecenas franceses e internacionales que, desde hace casi 120 años, contribuyen al enriquecimiento y la influencia de las colecciones del Museo Nacional de Arte Moderno. “El arte nos conecta con nuestras emociones y tiene la capacidad de hacernos reflexionar más profundamente sobre la humanidad y el mundo. Los artistas contemporáneos nos invitan a mantener los ojos y la mente abiertos y a prepararnos para dejarnos sorprender y asombrar por los aspectos siempre cambiantes de la vida. De ahí que Mirabaud se interese especialmente por el arte contemporáneo que, combinado con obras de siglos pasados, tiende un puente entre la tradición y la modernidad. Este enfoque también refleja la visión comprometida y de largo plazo que el Grupo adopta en sus actividades de gestión”, ha afirmado Aeschlimann.

El grupo Mirabaud apoya a los artistas contemporáneos en su labor creativa, no solo adquiriendo obras para su propia colección, sino también respaldando a las galerías y otros lugares de exposición permanente o temporal con el fin de compartir su trabajo con el mayor número de personas posible. Mirabaud es fundador y socio de larga data del Musée d’art moderne et contemporain (MAMCO) de Ginebra, y también patrocina el Zurich Art Weekend, el Quartier des Bains, Genève Art, el festival Geneva Lux y a la Fundación Cerezales en España. Además, fue patrocinador de la FIAC de París durante muchos años.

Diaphanum recomienda una posición neutral en renta variable y ve oportunidades en bonos corporativos y en alternativos

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Diaphanum afronta la recta final del año con cautela ante un entorno de mercado muy volátil y complejo, donde la guerra en Ucrania, un entorno inflacionista histórico, el agresivo proceso de subidas de tipos y la retirada de otros estímulos por los bancos centrales, lastrarán el crecimiento económico mundial, donde Europa se verá más afectada mientras que la zona asiática explicará la mayor parte del crecimiento.

Según sus previsiones, la ralentización del consumo, la estabilización de los cuellos de botella y la caída de las materias primas irán presionando a la baja las altas tasas de inflación, la principal preocupación de los mercados. Aunque tenderá a normalizarse, esperan que se mantenga en niveles muy incómodos para los bancos centrales.

En Europa, será más difícil de controlar por su alto componente energético mientras que en EE.UU. preocupan especialmente los efectos de segunda ronda por el aumento de los salarios. El ritmo de subidas de tipos en los países occidentales está siendo uno de los más rápidos de la historia y la economía mundial se enfrenta a un nuevo freno en las expectativas de crecimiento, aumentando de manera significativa las posibilidades de recesión en Europa y EE.UU.

A pesar de que este escenario está parcialmente descontado por los mercados, advierten que la reducción del balance endurecerá las condiciones de financiación. En el caso de la zona euro, el BCE mantendrá las primas de riesgo de los periféricos controladas a través del TPI (Transmission Protection Instrument).

Crecimiento mundial por debajo de la media histórica

La fortaleza del mercado laboral y la menor exposición a la crisis energética permitirán a EE.UU. afrontar una recesión suave y corta, sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo ante el repunte de la inflación seguirá lastrando la confianza del consumidor y de los empresarios. En Europa, la recesión será más profunda que al otro lado del Atlántico debido a las consecuencias de la crisis energética.

La entidad pone el énfasis en dos aspectos: el crecimiento de los salarios que está siendo inferior a la inflación y los mínimos históricos de la confianza del consumidor.

Entre los países emergentes, India liderará el crecimiento mundial en la segundad mitad de 2022 y a lo largo de 2023, hasta convertirse en 2030 en la tercera economía del mundo. Entretanto, la firma estima que China no cumplirá con los objetivos de crecimiento y necesitará más estímulos para reactivar la actividad económica.

Estrategias clave para las carteras del segundo semestre del año

Las caídas en renta fija han desembocado en una normalización de las rentabilidades. Por el momento, no detectan oportunidades en los bonos gubernamentales, aunque el grueso del recorrido al alza de las rentabilidades ya se ha producido, influenciados por la reducción de las compras de los bancos centrales.

Donde la entidad detecta oportunidades es en el mercado de los bonos corporativos con unos diferenciales que han subido por encima de su media histórica, descontando un alto nivel de insolvencias. Después de mucho tiempo consideran que hay que incrementar posiciones en bonos corporativos europeos con duración en los perfiles de mayor riesgo.

Mientras, en los mercados de renta variable, el riesgo reside en la recesión, Diaphanum pronostica fuertes crecimientos de los resultados en Asia Pacífico, razonables en EE.UU. y muy planos en Europa y Japón.

En la actualidad, la gran incógnita es si las empresas están trasladando a precios el incremento de los costes y manteniendo sus márgenes. Hasta el momento, están superando los resultados publicados a las previsiones, pero no las guías. Ante este escenario, la recomendación de Diaphanum es aprovechar las caídas importantes para subir exposición a renta variable, manteniendo el foco en el value europeo y el S&P estadounidense.

Miguel Ángel Garcia, director de Inversiones de Diaphanum, afirma: “Hasta el segundo trimestre del año los beneficios empresariales duplicaron lo estimado tanto en Europa como en EE.UU. Sin embargo, la rentabilidad operativa de las empresas comienza a acusar los altos costes de producción y es probable que los márgenes desciendan. Para la recta final del año y 2023, esperamos unos resultados más flojos con unas guías menos optimistas”.

En el mercado de materias primas, estiman que los precios del petróleo y del gas continuarán altos hasta que se reequilibren sus mercados y consideran que el oro está respondiendo sólo a la fortaleza del dólar, cuando hay otros muchos factores a favor de su fortaleza. Respecto al mercado de divisas, consideran que el dólar está excesivamente fuerte por los diferenciales de crecimiento, tipos de interés, geopolítica y la balanza comercial de la zona euro.

Apuntan también a que la depreciación de la libra continuará ante el deterioro macroeconómico del Reino Unido, mientras que el yen no saldrá de mínimos históricos hasta que el Banco de Japón se aleje de su política monetaria expansiva.

Asignación de activos

Nos enfrentamos a unos mercados muy convulsos por lo que los objetivos de rentabilidad deben ser a largo plazo, evitando el market timing. La entidad se reafirma en su posición neutral en renta variable, considera que hay que ir aumentando el peso de los bonos, especialmente los corporativos, a costa de la tesorería y de activos de baja volatilidad con una aspiración de rentabilidad baja que estén descorrelacionados respecto a la marcha de los mercados.

Con este escenario, la entidad se mantiene firme en su recomendación de que entre un 5% y un 15% del patrimonio sea invertido en activos ilíquidos.

Diaphanum observa oportunidades en venture capital, private equity, renovables, real estate e infraestructuras. De esta forma, se buscan activos con una des correlación real para aumentar la diversificación, la rentabilidad y la estabilidad de las carteras a cambio de una prima de iliquidez.

BNP Paribas AM y CFA Institute crean Sustainable Investing Primer para impulsar la formación sobre sostenibilidad

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BNP Paribas Asset Management y CFA Institute han comunicado la creación a nivel global de un manual de aprendizaje virtual que pone de manifiesto la importancia de adquirir competencias medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) y la necesidad creciente de que los profesionales de la inversión y las finanzas cuenten con un mayor conocimiento y sensibilización en materia de sostenibilidad.

Según explican ambas entidades, esta iniciativa se enmarca en la relación de continua colaboración entre ambas entidades, que comenzó con Sustainable Investing Gameshow. El módulo de aprendizaje virtual está disponible para los empleados y clientes de BNP Paribas Asset Management y ha sido desarrollado de manera conjunta con CFA Institute, la asociación internacional de profesionales de la inversión.

Sustainable Investing Primer es un curso online de dos a tres horas de duración en el que se abordan temas como el cambio climático y la integración de la sostenibilidad, la introducción al análisis ESG y el concepto de materialidad o relevancia, distintos enfoques de inversión sostenible (gestión responsable, best-in-class, etc.), el blanqueo ecológico y las distintas formas de evaluación de las credenciales de sostenibilidad (mediante sistemas de puntuación, normativa o etiquetas). Está disponible a través de la plataforma Investment Academy de BNP Paribas Asset Management, creada en el año 2009 con fines de intercambio de información y con la firme intención de cubrir la necesidad de los participantes de conocer y entender las innovaciones y los nuevos retos a los que se enfrenta el sector de la gestión de activos.

A raíz de este lanzamiento, Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management, ha declarado: “En el ámbito financiero, las competencias en materia de sostenibilidad son cada vez más necesarias, y han pasado de ser una herramienta aconsejable a resultar imprescindibles para desarrollar con éxito una trayectoria profesional en el sector. Con esta iniciativa, combinamos nuestras competencias en los ámbitos educativo y de sostenibilidad para crear una experiencia única de aprendizaje activo. Estamos muy orgullosos de esta fructífera colaboración con CFA Institute y encantados de poder ofrecer esta nueva solución de formación para que nuestros empleados y clientes entiendan los fundamentos de la inversión sostenible”.

Por su parte, Richard Fernand, responsable de aprendizaje profesional de CFA Institute, ha añadido que «las cuestiones ESG influyen cada vez más en los trabajadores y dónde quieren trabajar, los productos que los consumidores deciden comprar y las oportunidades en las que los inversores deciden invertir. Estamos muy orgullosos de haber colaborado con BNP Paribas Asset Management en la iniciativa Sustainable Investing Primer, que refuerza nuestro compromiso para impulsar el aprendizaje con soluciones accesibles que crean profesionales comprometidos, informados y eficaces que, a su vez, ofrecen resultados en beneficio de la sociedad”.

Según un informe elaborado por CFA Institute, que lleva por título The Future of Work in Investment Management: The Future of Skills and Learning (El futuro del trabajo en el sector de la gestión de inversiones: el futuro de las competencias y el aprendizaje), existe una enorme brecha entre la demanda de formación y la oferta de profesionales formados en sostenibilidad. En el marco de los esfuerzos continuos que ha puesto en marcha CFA Institute para favorecer y contribuir de forma proactiva al impulso de la formación en materia de ESG, la entidad ha creado el Certificado en inversión ESG en la mayoría de los mercados de todo el mundo. Este certificado ofrece a los profesionales de la inversión los conocimientos técnicos y la aplicación práctica que necesitan para entender los fundamentales del cambio climático y también resulta adecuado para todas aquellas personas que deseen saber más sobre las cuestiones ESG.

Déficit, desconfianza y “una revisión estratégica”: ¿qué preocupa de Credit Suisse?

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Credit Suisse lleva varias semanas acaparando la atención de los analistas y despejando nubarrones sobre el estado de su negocio. Hace justo una semana, se disparaba la preocupación sobre su estado financiero, ante el posible impacto de sus bonos a cinco años. Una presión sobre la entidad que ha empeorado después de que Goldman Sachs haya estimado que se enfrenta a un déficit de capital de hasta 8.000 millones de dólares en 2024.

“En el mejor de los casos, el banco sólo tiene la mitad de ese déficit, dada la necesidad de reestructurar las operaciones de banca de inversión en un momento de generación de capital «mínimo», sostienen los analistas de Goldman que recoge Bloomberg.

Según los expertos, uno de los principales problemas es que los mercados no se creen las promesas del nuevo CEO y les preocupa la financiación del nuevo plan estratégico. “Por su parte, los rumores hablan de una profunda restructuración del negocio, con ventas de filiales de banca privada en Latinoamérica y de líneas de negocio como la de productos estructurados y la de productos apalancados. Además, el banco busca socio para un posible spin-off del negocio de banca de inversión, que serviría para financiar la restructuración”, señalan los analistas de Banca March.

En este sentido, el rumor en torno a que el banco suizo podría estar sondeando dar entrada a un inversor en uno de sus negocios está sobre la mesa. Además, todo indica a que la entidad suiza estaría estudiando la posibilidad de separar sus negocios de préstamos corporativos, negociación y asesoría. Según indican desde Bloomberg, el objetivo de estas primeras medidas sería obtener liquidez de forma inmediata. “Credit Suisse está explorando recortes radicales en su volátil banco de inversión, incluyendo la escisión de grandes partes y la separación de un grupo de productos titulizados. Pero esta última reorganización va a costar mucho dinero, y justo dos semanas antes de que el Consejero Delegado Ulrich Köerner presente su plan, sigue sin estar claro de dónde saldrá el dinero. Aunque se está estudiando la posibilidad de aumentar el capital, los ejecutivos de Credit Suisse preferirían no emitir acciones, dado que el precio de sus acciones ha estado rondando mínimos históricos”, indican desde Bloomberg.

En final, o no, de este laberinto tendrá que esperar al próximo 27 octubre, fecha en la que el equipo de dirección presentará y lanzará su plan estratégico. 

La llegada de Körner

Tras su nombramiento como CEO de Credit Suisse, Ulrich Körner anunció una “revisión estratégica”. Sobre los objetivos que persigue con ello adelantó que buscaba “considerar alternativas que vayan más allá de las conclusiones de la revisión estratégica del año pasado, sobre todo teniendo en cuenta el cambio del entorno económico y de mercado”. 

Es decir, su objetivo sería, “dar forma a un Grupo más centrado y ágil, con una base de costes absolutos significativamente menor, capaz de ofrecer una rentabilidad sostenible a todas las partes interesadas y un servicio de primera clase a los clientes”.

Para ello se propuso reforzar su franquicia de gestión patrimonial global de primera clase, su banco universal líder en Suiza y su negocio de gestión de activos multiespecializados. Además de transformar su banco de inversiones en “un negocio bancario ligero en capital y más centrado en los mercados que complemente el crecimiento de las franquicias de gestión de patrimonios y de Swiss Bank”, apuntó.

Según reconoció la entidad, esta revisión también le servirá para evaluar las opciones estratégicas para el negocio de productos titulizados, que pueden incluir la atracción de capital de terceros hacia esta plataforma con el fin de aprovechar las oportunidades de crecimiento sin explotar y liberar recursos adicionales para las áreas de crecimiento del banco.

Además, la entidad reconoció que se había marcado como objetivo “reducir la base de costes absoluta del Grupo por debajo de los 15.500 millones de CHF (15.900 millones de euros) a medio plazo, en parte mediante una transformación digital en toda la empresa que garantice de forma prudente un ahorro duradero sin dejar de centrarse en la mejora de la gestión y la cultura del riesgo”.

Amundi lanza una gama de ETFs sectoriales globales ESG

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Amundi ha anunciado el lanzamiento de una gama completa y eficiente en costes de ETFs sectoriales globales ESG. Según explica la gestora, esta nueva gama cubre la mayor parte de los segmentos de mercado GICS (Global Industry Classification Standard), incluyendo servicios de comunicación, consumo discrecional, bienes de consumo, financiero, salud, industrial, tecnologías de la información, materiales y servicios públicos.

En este sentido, añade que los ETFs sectoriales de renta variable ESG permite a los inversores alinear mejor sus carteras con el ciclo económico, respetando al mismo tiempo sus objetivos de inversión responsable. Estos ETFs cuentan con tracking error limitado, una mejora del 10% en las calificaciones ESG respecto a sus índices principales y una reducción media del 30% en su intensidad de carbono. Los índices S&P replicados por estos ETF permiten a los inversores obtener exposición a compañías de gran y mediana capitalización de países desarrollados e incorporar criterios de exclusión de actividades controvertidas.

Según Arnaud Llinas, director de ETF, Indexing & Smart Beta de Amundi, «los inversores buscan cada vez más herramientas de inversión sencillas, transparentes y con costes eficientes en coste para cambiar su asignación core por equivalentes ESG y, en algunos casos, ese parte core incluye sectores. Estamos encantados de lanzar esta gama de ETFs UCITS Sectoriales Globales ESG de menor coste disponible en el mercado con unos gastos corrientes del 0,18%”.

Por su parte, Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latinoamérica, subraya que “con esta gama de ETF sectoriales globales ESG, Amundi ofrece al mercado nuevas soluciones muy competitivas que se adaptan a la demanda creciente de inversión ESG”.

Con este producto, Amundi sigue trabajando por ofrece a los inversores la oportunidad de obtener exposición a sectores con o sin un sesgo ESG, dependiendo de sus objetivos de inversión. Según matiza la gestora, esta iniciativa forma parte del Proyecto Social del Grupo Crédit Agricole y de su compromiso con el clima.