Helena Calaforra será la directora de la agencia de valores que se disponen a crear de forma conjunta Mutua Madrileña y el Corte Inglés, según publica Expansión y ha podido confirmar Funds Society. La agencia de valores podría recibir el visto bueno de la CNMV el próximo 1 de noviembre.
Calaforra se une al nuevo proyecto desde Caser Asesores Financieros, donde hasta ahora era directora de la entidad, en la que ha trabajado durante los últimos seis años. Antes había trabajado en Bankinter como directora de negocio de la red de agentes financieros y EAF y anteriormente, en HSBC, en la división de banca privada.
El pasado mayo Mutua y El Corte Inglés cerarron su alianza, que supone la compraventa del negocio de seguros de El Corte Inglés, que incluye el 50,01% de cada una de las dos sociedades que desarrollan dicha actividad, SECI y CESS, y la entrada por parte de Mutua en el accionariado de El Corte Inglés.
Gracias a esta operación, el Grupo Mutua se convirtió el pasado junio en el proveedor en exclusiva para El Corte Inglés de productos aseguradores y de ahorro. Además, en lo que respecta a la distribución de los productos de ahorro, Mutua Madrileña y El Corte Inglés se disponen a constituir una agencia de valores que comercializará los fondos de inversión y los planes de pensiones de Mutuactivos, así como de terceros, con el propósito de mejorar y potenciar la oferta de estos productos financieros y el servicio de asesoramiento patrimonial a los clientes de El Corte Inglés. La nueva sociedad, de la que el Grupo Mutua tendrá el 50,01% y El Corte Inglés un 49,99%, comenzará a operar previsiblemente en el primer trimestre de 2023.
Durante la pandemia, el teletrabajo se instauró en la mayoría de los sectores, pero ¿qué ha ocurrido tras la vuelta a la normalidad? Según una encuesta realizada por TradingPlatforms.com, que ha analizado la vuelta a las oficinas en 13 sectores económicos, solo el 50% han vuelto a las oficinas de forma totalmente presencial. Entre los datos de la cuesta, llama atención el caso de la banca, donde el porcentaje de retorno es casi de los más altos, del 47%.
«La pandemia puso de manifiesto los problemas adicionales para volver a la oficina. La mayoría de los trabajadores tienen problemas con los largos desplazamientos de ida y vuelta a la oficina, los elevados costes de las guarderías, la preocupación constante por la exposición a las variantes de Covid-19 y, ahora, la viruela del mono. Como resultado, los trabajadores luchan por mantener la opción de trabajar desde casa mientras los empresarios obligan a los empleados a volver a la oficina», ha señalado Edith Reads, analista de TradingPlatforms.com.
Si la banca ha sido uno de los sectores donde los trabajadores más han vuelto a sus oficinas, el polo opuesto son la logística y la tecnología, donde sólo un 15% a regresado. Según la encuesta, en los últimos meses, grandes industrias como Google, Apple y Tesla han trabajado duro para que sus empleados vuelvan a sus escritorios; sin embargo, sus plantillas prefieren el estado actual de trabajo remoto o híbrido.
Además, la encuesta concluye que los empresarios y los trabajadores se enfrentan al novedoso problema de coordinar la vuelta al trabajo, ya sea a tiempo completo o de forma híbrida. «La moral, la dedicación y la satisfacción de los empleados son susceptibles de sufrir los efectos de la gestión. En consecuencia, afecta a la empresa, positiva o negativamente, según las medidas que se adopten», destacan desde esta plataforma.
En su opinión, debido a la naturaleza cambiante de la pandemia, incluso los planes mejor trazados no siempre han llegado a buen puerto. «El regreso de los empleados a sus puestos de trabajo ha sido más un goteo que una avalancha. Como resultado, hay muchas conjeturas sobre lo que puede suponer una vuelta generalizada a la oficina», concluyen.
El 27 de octubre, en el Palacio Neptuno (Calle de Cervantes 42, Madrid), expertos analistas e inversores de Belobaba se darán cita para hablar del futuro del dinero y la digitalización, descentralización y los productos al servicio del dinero.
El evento estará dividido en dos partes. Por la mañana estará dirigido a gestores de activos, inversores, banca, fondos de inversión y family officers. El evento de por la tarde está abierto a todo tipo de inversores con la asistencia de proyectos destacados del ecosistema blockchain y cripto.
Para asistir, es necesario registrarse en este enlace.
En la primera parte de 2022, la cartera 50% acciones/50% bonos ha tenido su peor comportamiento en 95 años. Según destaca Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, pocos sectores están en positivos, excepto el energético. “La valoración de los sectores más cíclicos ha caído aproximadamente 25% en dólares. De todas formas, en las últimas semanas el precio del petróleo se ha reducido casi 30% y el del gas en EE.UU. un 20%”, señala.
El estratega considera que el rally en renta variable no parece sostenible: “Puede haber estado motivado porque la inflación en EE.UU. parece estar llegando a máximos, pues cuando la inflación baja tiende a mejorar la relación precio beneficios en el índice S&P 500. Pero el mercado parece haber especulado con que la inflación baje rápidamente. Al mismo tiempo, por diferentes encuestas, el nivel de confianza es muy bajo en EE.UU., con su sector de construcción mostrando la mayor debilidad en décadas. A pesar de todo ello, sorprende la resiliencia, que puede ser atribuible a que se esperaba mayor recesión”.
La realidad, recuerda, estamos en un entorno dominado por un aumento de una inflación que nadie esperaba, sin signos claros de que descienda. “En EE.UU. y en Europa puede acabar en 8% este año. A ello se añade una significativa desaceleración del crecimiento, con EE.UU. en recesión técnica y una importante crisis del sector inmobiliario en China. Una de las pocas áreas de crecimiento es Asia, sobre todo India. También hay crecimiento en Japón”, añade.
Riesgo de reducción de expectativas de beneficios
En comparación con estas perspectivas, Paolini recuerda que la estimación de consenso de aumento de los beneficios empresariales para los próximos doce meses sigue entre 10% y 12%. En concreto, en EE.UU. está encima de la tendencia histórica, con riesgo de reducción de las expectativas de beneficios, especialmente por la presión de márgenes debido al aumento del coste de las materias primas y mano de obra.
“Las acciones de EE.UU., que no son atractivas por valoración, todavía no descuentan todas las posibles noticias negativas. Si la rentabilidad real de la deuda del Tesoro de EE.UU. permanece en 1% y el consenso respecto a crecimiento es correcto, las acciones en EE.UU. pueden aún caer entre 5 y 10%. Además, el dólar se cambia cerca de máximos de todos los tiempos, mientras que el euro en su menor nivel mínimo histórico en paridad de poder adquisitivo. Incluso el yen cotiza a mínimos desde 1985 y el renminbi ha tenido el peor comienzo de año en una década”, añade.
En cualquier caso, la valoración de las acciones globales no es especialmente atractiva y, a pesar de ello, los inversores siguen en valores cíclicos. De ahí que se deduzca que estamos en principio de una recesión. “El caso es que incluso sectores defensivos como consumo básico y servicios públicos se están volviendo caros. Así que infra ponderamos acciones, que esperamos se comporten peor que los bonos globalmente” afirma Paolini.
Positivos en Reino Unido y Japón
Desde la gestora señalan que están más positivos en Reino Unido, por sus sectores de materias primas y valores defensivos, y en Japón, la única economía principal de la que esperan mayor crecimiento del PIB en 2023, junto con India. En cambio, se mantienen cautos en renta variable europea, aunque las valoraciones sean atractivas, dada la crisis energética. “Conviene el sector salud, ofrece crecimiento defensivo de calidad a valor razonable, y el energético, donde ha habido falta de inversión en los últimos tres años. Por su parte, los mercados emergentes están baratos, incluyendo China, donde se ha desplomado el múltiplo de valoración, pero aún es pronto para esta clase de activos”, comenta.
Por último, reconoce quepara ser más positivos globalmente necesitaría ver una curva más pronunciada de rentabilidades a vencimiento de la deuda de EE.UU., que sugiera crecimiento económico futuro. A lo cual suma, “el fin de las previsiones a la baja de los beneficios empresariales e indicadores económicos y señales inequívocas de sobreventa, sobre todo en acciones cíclicas. Además, en cuanto a bonos, es preciso que el ciclo de ajuste sea suficiente para que la inflación vuelva a los objetivos de los bancos centrales”, concluye Paolini.
Foto cedidaAndy Howard, director global de inversión sostenible de Schroders y Maria Teresa Zappia, directora general adjunta de BlueOrchard y directora de sostenibilidad e impacto de Schroders Capital
El compromiso de la industria de inversión con la sostenibilidad continúa creciendo. En esta ocasión, Schroders ha anunciado su adhesión a los Principios Operativos para la Gestión del Impacto, un influyente marco mundial de inversión de impacto. Según la gestora, este compromiso con los principios operativos para la gestión del impacto, también conocidos como los principios del impacto, marca un paso más en su compromiso con la sostenibilidad y la inversión de impacto.
La inversión de impacto es considerada ya uno de los pilares clave de la inversión sostenible, junto con la integración y la selección positiva, según el estudio del inversor institucional 2022 de Schroders. Por ello, el compromiso de Schroders se basa en la experiencia de su filial BlueOrchard, que cuenta con más de 20 años de experiencia en este campo y se convirtió en firmante de los principios de impacto en su lanzamiento en 2019.
Además, la gestora ya es miembro de la red global de inversión de impacto (GIIN, por sus siglas en inglés), una organización líder sin ánimo de lucro dedicada a aumentar la importancia y la eficacia de la inversión de impacto. La conferencia de inversión global de la GIIN, el foro de inversores de impacto tuvo lugar los días 12 y 13 de octubre. Maria Teresa Zappia, directora general adjunta de BlueOrchard y responsable de sostenibilidad e impacto de Schroders Capital, intervino en una sesión sobre el uso de análisis de resultados de impacto para la toma de decisiones de inversión.
Por otro lado, Schroders fue galardonada con el premio “gestor de activos del año” en los 2022 Impact Awards celebrados en Francia el mes pasado. El jurado, compuesto por inversores, académicos y medios de comunicación, eligió por unanimidad a Schroders como ganador.
“La demanda de inversión de impacto ha aumentado de forma constante durante la última década entre muchos de nuestros clientes. Estamos muy satisfechos de haber suscrito los principios de impacto, que subrayan nuestro compromiso de establecer un enfoque riguroso de la inversión de impacto en todo el grupo Schroders”, ha señalado Andy Howard, director global de inversión sostenible de Schroders.
Por su parte, Maria Teresa Zappia, directora general adjunta de BlueOrchard y directora de sostenibilidad e impacto de Schroders Capital, ha añadido: “Los Principios de Impacto son el mejor marco de gestión de impacto que existe y constituyen una parte fundamental de nuestra estrategia de impacto. Se trata de un conjunto de principios rectores generales aplicables a diferentes clases de activos, industrias e instituciones para estandarizar las prácticas de impacto y movilizar el capital hacia el impacto. Proporcionan una guía práctica para los inversores que quieren desarrollar estrategias de inversión de impacto sobre cómo la sostenibilidad y el impacto pueden integrarse en todas las etapas del proceso de inversión”.
Foto cedidaAkram Gharbi, responsable de inversiones high yield de La Française AM.
La Française amplía su gama de soluciones de inversión con el lanzamiento del fondo La Française Credit Innovation. Según explica, se trata de un vehículo que invertirá en las tendencias a largo plazo1 que darán forma al mundo del mañana: crecimiento demográfico, urbanización, cambio climático e innovaciones tecnológicas.
En este sentido, la gestora destaca que La Française Credit Innovation es un fondo de crédito global de alto rendimiento con una estrategia de inversión alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, el fondo está clasificado como artículo 9 en el marco del SFDR. Y aclaran que el análisis ESG es parte integrante del proceso de gestión, realizado según una metodología propia desarrollada por La Française Sustainable Investment Research.
“La estrategia de inversión de La Française Credit Innovation consiste en identificar y financiar emisores posicionados en estas tendencias estructurales a largo plazo vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para seleccionar modelos económicos responsables y orientados al crecimiento. Como gestor de activos comprometido, hemos querido utilizar los ODS como marco de referencia y herramienta de sensibilización para lograr un futuro más sostenible y más justo. También pretendemos ofrecer a los inversores una atractiva cartera de bonos a través de una exposición diversificada a entre 80 y 100 emisores (con una calificación media de emisor de BB-) cuya calificación es probable que mejore. En la gestión activa diaria del fondo, el equipo de gestión se basa en su profundo conocimiento de los emisores y presta especial atención a su calidad crediticia, el área geográfica y sus sectores de actividad”, afirma Akram Gharbi, responsable de inversiones high yield de La Française AM.
La gestora destaca que con la subida de los tipos de interés reales y el aumento de la prima de riesgo, el momento del lanzamiento del fondo La Française Credit Innovation es propicio para la creación de una cartera high yield. «De hecho, los emisores de calidad BB- con bajo riesgo de impago ofrecen rendimientos de entre el 6% y el 7% en bonos a cinco o seis años», señala Gharbi.
El objetivo de inversión del fondo La Française Credit Innovation es superar la rentabilidad del índice BofA BB Global High Yield, neto de comisiones, durante el periodo de inversión recomendado de tres años, invirtiendo en una cartera de emisores seleccionados según criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), de los cuales al menos el 60% contribuyen positivamente y/o no tienen una contribución negativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según matizan desde la gestora, el fondo está registrado para su distribución en Francia, Bélgica, Alemania, Austria, Italia, Luxemburgo y España.
Tras 10 años de experiencia en la gestión de fondos de crédito, Sycomore Asset Management, una de las gestoras del ecosistema de Generali Investments, ha lanzado su primer fondo con fecha objetivo, el Sycoyield 2026. Según explica, se trata de una cartera formada por una rigurosa selección de bonos corporativos de alto rendimiento denominados en euros, que se llevarán hasta su vencimiento siempre que el perfil de riesgo/rendimiento sea considerado atractivo por el equipo de gestión.
Además, señalan que el fondo está clasificado artículo 8 según la normativa SFDR, lo cual tiene en cuenta los criterios ESG a la hora de seleccionar valores. Según indican, el equipo de gestión tiene la intención de utilizar esta estrategia para beneficiarse de la actual subida de los tipos y de los diferenciales y, para limitar el impacto de un cambio en los tipos de interés al vencimiento.
“En el contexto actual de subida de los tipos de interés y ampliación de los diferenciales de crédito, creemos que los bonos corporativos ofrecen una buena rentabilidad ante el riesgo. Actualmente, el fondo tiene una rentabilidad bruta anualizada al vencimiento alrededor del 6,6%”, ha afirmado Emmanuel de Sinety, gestor del fondo.
El gestor sostiene que el conocimiento de la firma en materia de emisores les permite diversificar sus posiciones y ser muy selectivos. Actualmente, el equipo de gestión, con amplia experiencia, está formado por cuatro especialistas que gestionan más de 1.000 millones de euros en estrategias de crédito. «Gestionamos el riesgo de pérdida de capital para el fondo mediante esta selectividad y un alto nivel de diversificación. De hecho, la cartera debería incluir unos cincuenta valores», ha subrayado Stanislas de Bailliencourt, director de inversiones.
Por último, Jean-Pierre Grignon, director de ventas en Francia y países francófonos, ha añadido: “Sycoyield 2026 es una solución de inversión que creemos que se adapta al entorno de mercado volátil e incierto en el que estamos actualmente y a los inversores con un horizonte de inversión alineado con el del fondo”.
Recesión es la gran palabra que merodea las economías de medio mundo. Según las proyecciones del FMI, el crecimiento del PIB mundial se mantiene para este año en el 3,2%, pero estiman que el crecimiento mundial se desacelerará hasta el 2,7% en 2023, un 0,2% menos de lo previsto en julio.
“La desaceleración tiene una base amplia. Más de un tercio de la economía mundial se contraerá en 2023, mientras que las tres mayores economías del mundo, Estados Unidos, la zona euro y China, seguirán estancadas. Por primera vez, calculamos los riesgos en torno a las proyecciones de referencia. Encontramos que hay un 25% de posibilidades de que el crecimiento caiga por debajo del 2% en 2023. Esto ha sucedido en muy pocas ocasiones en el pasado y una probabilidad del 10 al 15% de que caiga por debajo del 1%, lo que corresponde a una disminución de la producción real per cápita”, afirma Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI.
Ante estos datos, y teniendo en cuenta la política de subida de tipos que están ejecutando la mayoría de los bancos centrales para controlar la inflación, la pregunta es inevitable: ¿qué países podrían acabar cayendo en una recesión económica? “En vista de que los bancos centrales se muestran agresivos al reiterar su compromiso con la contención de la inflación ante los elevados datos de IPC, la desaceleración del crecimiento mundial será el resultado inevitable. En Europa, el aumento de los precios de la energía, la persistencia de la inflación y el debilitamiento del consumo crearán una recesión más profunda que en Estados Unidos, pero este país no es inmune, y el presidente de la Fed, Powell, ha dejado claro que reducir la inflación sigue siendo el objetivo principal de los bancos centrales”, afirma Fabiana Fedeli, CIO de renta variable y multiactivos en M&G Investments.
En este sentido, Fedeli reconoce que los mercados tienen un ojo puesto en la inflación y el otro en el probable golpe a la economía mundial: un aterrizaje suave o duro. “Vemos probable un aterrizaje forzoso, pero en distinto grado en Estados Unidos y en Europa. Las expectativas de ralentización del crecimiento económico están siendo descontadas, y una recesión inducida por la energía está prevista para Europa. Un escenario bajista en el que veamos una depresión o un colapso de los mercados crediticios al estilo de 2008, en el que las empresas y los particulares tengan dificultades para pagar sus deudas, no está descontado y no es nuestro escenario base”, añade la experta de M&G.
En opinión de Pierre Puybasset, portavoz del equipo de gestión de La Financière de l’Echiquier, “podemos resumir este trimestre afirmando que el riesgo de recesión se ha impuesto al riesgo inflacionista”. El experto considera que “el tercer trimestre ha sido un periodo de gran volátil. Estuvo marcado, sobre todo, por un repunte durante el verano, sostenido por un descenso importante de los tipos de interés que finalmente no cuajó. Los índices han caído con fuerza desde el comienzo del año hasta la fecha y únicamente el sector energético se mantiene en positivo. Los mercados volvieron a caer después de los mensajes de endurecimiento monetario por parte de los bancos centrales, a pesar de unos resultados semestrales que, en su conjunto, fueron mejores de lo previsto, incluyendo en el sector de la tecnología”.
Una visión por regiones
Según el último informe global de Nomura, en Europa, la zona euro está muy expuesta al aumento del precio de la energía, por lo que sus expertos estiman una caída del -2,5% del PIB en la zona euro desde el cuarto trimestre de 2022 hasta finales de 2023. “Tras la subida de tipos del BCE de 75 puntos básicos, se estiman nuevas subidas de 75 puntos básicos en octubre y diciembre, y de 25 puntos en febrero de 2023. A pesar de las previsiones de relajación en la subida de precios a nivel mundial, la inflación de la zona euro seguirá superando el objetivo”, comentan los expertos de la entidad.
En cuanto a Reino Unido, señalan que pese a que su exposición a la guerra de Ucrania es menor que la de la Unión Europea, la recesión es inevitable y Nomura prevé una caída del -2% del PIB. “Se estima que el Banco de Inglaterra eleve los tipos 75 puntos básicos en noviembre y diciembre; 50 puntos en febrero y 25 en marzo”, adelantan.
A la hora de diferenciar entre el futuro de Europa y de Estados Unidos, los expertos señalan que la crisis energética que atraviesa el Viejo Continente es lo que marca la diferencia. “El fuerte deterioro de las condiciones financieras también llevará a Estados Unidos al borde de la recesión, pero su economía, ahora autosuficiente, está relativamente aislada de la crisis energética. No obstante, el rápido endurecimiento monetario ha provocado un fuerte deterioro de las condiciones financieras, que inevitablemente perjudicará al crecimiento tras el breve repunte del tercer trimestre. Una recesión en el sector manufacturero es casi segura, aunque esperamos una mayor resistencia de la economía en general: +0,3% en 2023, con riesgos muy sesgados a la baja”, señala Vincent Chaigneau, jefe de análisis de Generali Investments.
En el caso de Estados Unidos, Nomura sitúa el inicio de la recesión en el cuarto trimestre de 2022 tras la desaceleración del impulso de crecimiento. Según su documento de análisis, se esperan subidas de tipos de 75 puntos básicos en noviembre y diciembre, 50 puntos en febrero y 25 en marzo de 2023, calcula que los recortes en los tipos comiencen en septiembre de 2023.
El escenario que maneja se complemantaría con una previsión de que la tasa de empleo aumente hasta el 5,9% para el final de 2024. En general, los analistas esperan que la inflación siga manteniéndose elevada, hasta que se modere en 2023”.
Si miramos hacia la región asiática, los expertos señalan que la desaceleración del crecimiento mundial disminuirá la recuperación de Asia. “Esperamos que la desaceleración en las exportaciones y el endurecimiento de las condiciones financieras lastren la inversión en capital y las perspectivas de consumo. La inflación seguirá creciendo durante el tercer trimestre, pero debería empezar a moderarse a partir del cuarto trimestre. Prevemos un endurecimiento de la política monetaria en la región”, indican en su informe.
De acuerdo con Nomura, la excepción será Japón, donde la inflación por encima del 2% no será duradera y se espera que caiga alrededor del 0% para principios del 2024. En cuanto a política monetaria, los analistas prevén que el Banco de Japón la mantenga intacta durante 2023.
Por último, respecto a China, los analistas esperan una recuperación en el segundo semestre del año, tras la desaceleración durante el segundo trimestre. No obstante, prevén fuertes vientos en contra del crecimiento, como la reducción en las exportaciones o las turbulencias en el sector inmobiliario.
Mayor tensión financiera
No solo los inversores están preocupados por el riesgo de recesión, sino también por acabar en una crisis como la de 2008. En su último informe sobre la estabilidad financiera mundial, el FMI advertía que los riesgos han aumentado desde abril de 2022. Según sus conclusiones, en medio de la inflación más alta en décadas y de una extraordinaria incertidumbre sobre las perspectivas, los mercados se han mostrado extremadamente volátiles. ¿A qué nos enfrentamos de cara al próximo año?
Las estimaciones del organismo internacional no han sido nada halagüeñas. “Tenemos una inflación elevada y el deterioro de las perspectivas económicas mundiales. Al mismo tiempo, tenemos riesgos geopolíticos con repercusiones económicas de la guerra en Ucrania. Además de todo esto, las condiciones financieras mundiales se han endurecido a medida que los bancos centrales siguen subiendo los tipos de interés”, afirmó hace una semana Tobias Adrian, Consejero Financiero del FMI.
Según muestra el documento, los riesgos de estabilidad financiera han aumentado desde su último informe, con un balance de riesgos inclinado a la baja. “Si observamos el sector bancario mundial, podemos ver que ha resistido las presiones hasta ahora, ayudado por los altos niveles de capital y la amplia liquidez. Sin embargo, la prueba de resistencia bancaria mundial del FMI muestra que estos amortiguadores pueden no ser suficientes para algunos bancos. Por ejemplo, si en 2023 se produjera un endurecimiento abrupto y brusco de las condiciones financieras mundiales, suficiente para enviar la economía a la recesión, junto con una inflación elevada, hasta el 29% de los activos bancarios de los mercados emergentes incumplirían los requisitos de capital. Al mismo tiempo, la mayoría de los bancos de las economías avanzadas saldrían adelante», señaló Adrian.
Básicamente, consideran que como consecuencia prevista del endurecimiento monetario, las condiciones financieras mundiales se han endurecido en la mayoría de las regiones. “Vemos que el aumento de los tipos de interés ha provocado tensiones adicionales. Tanto los gobiernos, que se enfrentan a elevados niveles de deuda, como las instituciones financieras no bancarias, como las compañías de seguros, los fondos de pensiones y los gestores de activos, tienen que hacer frente a unos balances muy ajustados. También vemos que los mercados financieros europeos muestran signos de tensión. La reciente volatilidad en el Reino Unido y la desaceleración de China, más acusada de lo previsto, también suscitan preocupación. En general, los mercados emergentes se enfrentan a múltiples riesgos. Estos se derivan de los altos costes de los préstamos, la elevada inflación, la volatilidad de los mercados de materias primas y la mayor incertidumbre sobre las perspectivas económicas mundiales. Las tensiones son especialmente graves para las economías en desarrollo más pequeñas», concluyó Adrian.
La agencia de valores española Selinca distribuirá en España los fondos de Mandarine Gestión, gestora independiente, con visión empresarial y especializada en renta variable con estrategia stock picking. Sus fondos son artículo 8 y 9 según la taxonomía sostenible europea.
Creada en 2008, Mandarine Gestión cuenta con 3.100 millones de euros bajo gestión y con 40 empleados de los cuales nueve son gestores. Tiene oficinas en París, Fráncfort y Ginebra y distribuye sus fondos en 10 países. El 65% de su capital está en manos de sus trabajadores.
Renta variable con compromiso ESG
La misión de Mandarine Gestión es ofrecer soluciones de inversión que contribuyan activamente a financiar compañías y la economía en el largo plazo al tiempo que tienen en consideración retos medioambientales, explican desde la entidad. “Como firmantes del UNPRI, Mandarine Gestion ha desarrollado una franquicia potente de ESG y está activamente comprometida con la financiación de proyectos sociales y de economía solidaria”, dicen.
“Desde el principio, en Mandarine hemos compartido una visión de nuestro negocio, la de las finanzas al servicio de la economía. Nuestra misión es practicar, para nuestros clientes, finanzas responsables sin sacrificar nuestra capacidad de generar rendimiento, nuestra razón de ser”, comenta Marc Renaud, CEO y fundador de la gestora.
Renta variable europea y global
Las estrategias de inversión que Selinca distribuirá incluyen un rango concentrado de fondos de renta variable con estilos de inversión distintivos y con análisis de sostenibilidad.
Entre ellos, destacan en renta variable europea Mandarine Valeur, fondo con estilo value; o Mandarine Active, con estilo growth. También, Mandarine Unique, que invierte en small y midcaps. En renta variable global, destaca el Mandarine Global Transition, centrado en el sector de la ecología y con un estilo growth.
La gestora presentará su fondo M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund. Se trata de un fondo de renta fija lanzado con el objetivo de ofrecer protección a los inversores ante periodos de subidas de tipos de interés a la vez que accede a las rentabilidades elevadas propias de bonos de high yield y con un menor perfil de riesgo en comparación con el universo tradicional de bonos de alta rentabilidad. La mayoría de la cartera está invertida en bonos flotantes de high yield, con una duración de tipos cercana a cero y unos cupones que se ajustan regularmente a la evolución de los tipos de interés. Además, las notas flotantes ocupan un lugar preferencial en la estructura de capital de los emisores respecto a los bonos tradicionales de high yeld.
La ponente será Pilar Arroyo, especialista de renta fija de la gestora. Pilar Arroyo se unió a M&G en 2018 como especialista en inversiones de la gama de fondos de renta fija de M&G. Antes, trabajó como analista en Deutsche Bank Asset & Wealth Management y pasó seis años como especialista en renta fija en Credit Andorra. En esta etapa, Pilar formó parte de la mesa de renta fija antes de unirse al equipo de Asset Management en la gestión de vehículos para clientes institucionales.
Pilar se graduó en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) en Madrid y habla español e inglés. Pilar es también a CFA Charterholder.
En el evento también estará Alicia García Santos,responsable de M&G para España, Portugal y Andorra.
M&G Investments es una de las mayores casas de gestión activa en Europa con 357.981 millones de euros gestionados (a 30 de junio de 2022). La experiencia de M&G se basa en una trayectoria de más de 90 años gestionando inversiones, desde renta variable hasta renta fija, pasando por multi-activos o bienes inmuebles.
En España estableció su oficina en 2006 y desde entonces, ofrece a sus clientes una gama de productos registrados en CNMV cada vez más amplia y diversificada. Esta oficina también se establece como plataforma para desarrollar el negocio en Portugal y Andorra.
Tercera edición
La gestora estará presente en esta tercera edición del Investment Summit que Funds Society celebra en España los próximos 20-21 de octubre, en un entorno en el que manda la historia, la gastronomía y el buen vino. Las conferencias se celebrarán en el Monasterio de Santa María de Valbuena, a lo largo del jueves día 20 de octubre, mientras el viernes día 21 de octubre habrá una cata de vinos en la Bodega Pago de Carraovejas.