En 2021 los fondos aumentaron su apalancamiento, pero no de forma generalizada, e impulsaron las herramientas para gestionar la liquidez

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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho público un nuevo informe sobre la intermediación financiera no bancaria (IFNB) en España, que actualiza la información de este sector con datos de 2021.  Según las cifras, el importe conjunto de los activos de estas entidades, tras el descuento de aquellos que consolidan en grupos bancarios, fue de 328.000 millones de euros en 2021, un 8,1% más que en 2020 y representa sólo un 6% del sistema financiero total, por debajo de la proporción de otras economías avanzadas (cercana al 14%).

Las entidades más relevantes de la “medida estrecha” de la IFNB en España continuaron siendo los fondos de inversión, que concentraron el 91% de los activos totales. A distancia se situaron los vehículos de titulización, con el 6,2%. El resto de las entidades (establecimientos financieros de crédito, sociedades de valores y sociedades de garantía recíproca) representaron apenas el 3% en su conjunto.

Siguiendo la metodología del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), la medida relevante de la IFNB es la denominada “medida estrecha”, que trata de identificar aquellas entidades que pueden englobarse dentro de alguna de las cinco funciones económicas definidas por el mencionado FSB en 2013 y que asimilan las actividades de estas entidades a algunos de los riesgos típicamente bancarios. Esta medida considera como parte de la IFNB todos los fondos de inversión excepto los de renta variable, las sicavs, las titulizaciones (o SFV), los establecimientos financieros de crédito, las sociedades de valores y las entidades de garantía recíproca.

Sin riesgos relevantes

El análisis de los riesgos asociados a la IFNB continúa sin apuntar a la existencia de vulnerabilidades relevantes desde el punto de vista de la estabilidad financiera. En el ámbito de los fondos de inversión, además de los indicadores de riesgo habituales, se han añadido extensiones analíticas para valorar con mayor detalle el riesgo de crédito (mediante las calificaciones crediticias de los activos en cartera), el riesgo de liquidez (mediante el análisis de la cartera de las IIC en que invierten los fondos) y el riesgo de tipo de interés (mediante una estimación de la duración modificada de la cartera de renta fija).

Finalmente, se ha evaluado el apalancamiento de los fondos mediante el uso de derivados, observándose un cierto aumento del apalancamiento medio respecto a 2020, pero no un uso intenso ni generalizado del mismo. Este último análisis es particularmente relevante habida cuenta de los problemas que algunos fondos europeos han experimentado recientemente como consecuencia de los margin calls que han tenido que afrontar en momentos de alta volatilidad y de caída de precios en los mercados, explican desde la CNMV.

Herramientas para la gestión de liquidez

El informe incluye un epígrafe que describe las herramientas existentes en España para la gestión del riesgo de liquidez de las IICs, su uso en 2021 y también en lo que va de 2022 como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. El inicio del conflicto dio lugar a la suspensión de la contratación de los activos ligados a ambos países y cinco instituciones de inversión colectiva activaron el mecanismo de reembolsos parciales.

La CNMV da cuenta del impulso que está realizando sobre el uso activo de las herramientas de gestión de la liquidez por parte de las IICs, no solo en situaciones extraordinarias sino también en condiciones normales de mercado. Esta política ha dado lugar a un aumento considerable de instituciones que en sus folletos incluyen una o varias de estas herramientas.

La información disponible a septiembre de este año revela, por ejemplo, que el 85% de los fondos (en términos de patrimonio) tiene establecido la posibilidad de exigir preavisos de hasta 10 días hábiles cuando los reembolsos superen los 300.000 euros y que el 39% tiene la posibilidad de usar el mecanismo de swing pricing. Los fondos de renta fija y los monetarios son los que disponen de este último mecanismo en mayor medida.

Test de estrés

Los resultados de las pruebas de estrés que la CNMV realiza periódicamente sobre los fondos de inversión españoles continúan revelando que este mercado es resistente a los diferentes escenarios de shocks de reembolsos planteados para las diferentes categorías de fondos.

El ejercicio llevado a cabo con datos hasta diciembre de 2021 muestra que, en el escenario más extremo (entre 15 y 20 veces más severo que la peor semana de reembolsos de la crisis del COVID-19), el número de fondos que podrían experimentar problemas de liquidez es de 13. Todos ellos, excepto uno, pertenecen a la categoría de renta fija corporativa de alto rendimiento.

Haciendo de abogado del diablo

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La publicación del ISM Servicios, cuya fortaleza contrastaba con las lecturas de índices comparables confeccionados por S&P y JP Morgan, enfrió el ánimo de los inversores dando solidez a las resistencias técnicas que explicábamos en nuestra última nota.

El PMI de servicios sorprendió al alza en 2,1 puntos, situándose en zona de expansión (56,5). Por otra parte, los pedidos de exportación y los nuevos pedidos, que se mantienen en un saludable nivel de 56, retrocedieron. Aun así, los subíndices de actividad empresarial, importaciones y empleo subieron, dejando de manifiesto que la actividad en sectores terciarios (73% del 6,3% que en octubre arrojó la serie de IPC subyacente) seguirá dificultando la tarea de la Fed.

El dinamismo del mercado laboral y la solidez de los servicios recortan la probabilidad de un giro en el discurso de Powell, a la vez que aumentan el riesgo de ocurrencia de un “error de cálculo” que llevaría al banco central estadounidense a sobreactuar.  En un contexto como el actual, las buenas noticias macro son malas para el precio de los activos de riesgo. Con valoraciones cerca de los 18x y una prima de riesgo en zona de mínimos de los últimos años, las acciones necesitan de tipos largos a la baja para evitar la compresión en múltiplos.

Las dudas acerca del desempeño en activos de riesgo es un denominador común en los documentos de estrategia para 2023. Repasando los informes de expectativas de inversión, publicados tradicionalmente en estas fechas por las grandes casas de análisis, identificamos una línea argumental que apunta a un 2023 de dos mitades bien diferentes. Una primera parte complicada para las acciones, que podría registrar caídas de doble dígito en el precio de los índices bursátiles acompañando a una hipotética recesión, y unos bancos centrales que mantendrán la tensión en sus políticas monetarias. La inflación caerá, como se intuye de la actualización del índice Manheim de precio de coches usados, que se desplomó hasta los niveles más bajos desde agosto 2021, y del ajuste a la baja en los costes salariales unitarios para el tercer trimestre desde el 3,1% hasta el 2,4%. Sin embargo, no será lo suficiente como para convencer a la Fed de revisar su hoja de ruta. Por lo tanto, la demanda agregada se contraerá en 2023 obligando a los analistas a tirar la toalla y recortar sus estimaciones de crecimiento en beneficios (mientras que los estrategas apuestan ya por 215 dólares por acción los analistas están aún en 230 dólares).

Y un segundo tramo que reflejaría la capacidad anticipatoria de los inversores respecto a un suelo en actividad económica, el giro hacia la laxitud respecto a tipos y unas expectativas de crecimiento en beneficios que ya tendrían en cuenta la comprensión en márgenes que experimentaremos los próximos meses. En EE.UU. las recesiones duran de media unos 10 meses aproximadamente y la bolsa suele encontrar un suelo de unos 4-5 meses antes del fin de la contracción, lo que situaría el inicio de un nuevo mercado alcista en algún momento de la segunda parte del año que viene.

No obstante, como hemos sufrido todos los que llevamos tiempo jugando este juego, el mercado se las suele arreglar para sorprender de la forma más dolorosa al mayor número posible de inversores. Por eso, aunque el pronóstico de los mejores estrategas tiene sentido, y tiendo a compartirlo, siempre es interesante apartarse del consenso y hacer de abogado del diablo.

Los futuros mantienen su apuesta respecto a una tasa terminal cerca del 5% en mayo con dos recortes de 0,25% a finales de 2023 y algunos más en 2024. Esta proyección puede resultar excesivamente optimista. Aunque Jerome Powell expresaba su satisfacción en el Instituto Brookings ante los primeros indicios de moderación en el coste de la vivienda, sus efectos no se dejarán notar con claridad sobre el IPC hasta mediados del año que viene. La historia demuestra (como podemos observar en la segunda gráfica, abajo) que el mejor indicador para intuir el pico de fed funds no son tanto los titulares que nos dejan los miembros de la Fed, sino el nivel de tipos ajustados a inflación asociados con el crecimiento en PIB. Y, de acuerdo con está métrica, la situación podría ponerse bastante más fea para los inversores si el PCE o el PIB no se desinflan rápidamente.

Una conclusión similar a la que llega John Hussman, y que demuestra con una aritmética bastante sencilla, es que si Powell pasa pronto de las subidas a las bajadas, será el primer presidente de la Fed en hacerlo en circunstancias como las actuales.

A pesar del riesgo de un freno a la actividad económica más pronunciado sobre el que vuelve a alertar el FMI, las empresas que recientemente han participado en conferencias o eventos públicos continúan transmitiendo un mensaje de tranquilidad y resiliencia.

Los directivos de AT&T, Broadcom, Discover, JPMorgan, Nordstrom, Goldman Sachs, BofA, Wells Fargo, Paramount, Synchrony, Southwest (que restaura el pago de dividendos), United o Walmart, entre otras, compartieron una perspectiva que tildaron de estable e incluso “cómoda”. Esta se caracterizaba por no tener sobresaltos para sus respectivos negocios, con expectativas de beneficios en línea con lo pronosticado por el consenso y solo con ligeros matices (los bancos, por ejemplo, han visto incremento en gastos y un ciclo de crédito que madura rápidamente, con el aumento en intensidad de uso de tarjetas que ilustramos más arriba). Los comentarios de los ejecutivos interiorizan una demanda menos dinámica, pero a la vez destilan cierto optimismo. Bryan Moynihan (BofA), por ejemplo, asume como escenario más plausible una recesión muy moderada (2-3 trimestres de crecimiento ligeramente negativo).

Esta complacencia no parece estar demasiado justificada. Las familias con mayor propensión al gasto no tienen ya nada en la hucha, la tasa de ahorro ha retrocedido sustancialmente y el uso de tarjetas de crédito se ha disparado (la mora y las provisiones genéricas comenzaron a subir el trimestre pasado, y merece la pena seguir la evolución del crédito revolvente para identificar cuándo recortar en financieras). La aceleración en los programas de despidos con la amenaza a la actualización del índice Challenger, podría alentar al consumidor para volver a adoptar criterios más conservadores en lo que a gasto se refiere, algo que especialistas en distribución minorista anticipan con movimientos estratégicos como este de financiación por parte de Walmart. Estos comportamientos son cada vez más comunes incluso en rentas altas, como explica este artículo publicado por Wall Street Journal o como deja de manifiesto el incremento de familias con ingresos superiores a 100.000 dólares que cambian sus hábitos de consumo y pasan a ser clientes habituales de cadenas de descuento como Walmart.

Menos aún si consideramos que, desde hace 23 años, no nos encontrábamos en una situación en la que las curvas de la mayoría de las grandes economías (excluyendo, claro está, a Japón) nos transmitiesen que las políticas monetarias adoptadas por sus respectivos bancos centrales son excesivamente onerosas.

Y la historia, según datos de Bloomberg, nos recuerda que recuperarse de mercados bajistas (caídas en bolsa iguales o superiores al 20%) es un proceso que lleva su tiempo. Reconquistar máximos toma, de media, 2,8 veces más sesiones de las que se necesitaron para tocar mínimos, de forma que, si el punto álgido de la corrección se produce a mediados de 2023, terminar en diciembre de 2023 por encima de donde comenzaremos el nuevo año sería también un hito estadístico.

Casi 30.000 millones de euros del PIB nacional en 2021 fueron financiación de los EFCs

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En 2021, en un contexto de recuperación tras la pandemia, la actividad de los establecimientos financieros de crédito fue clave para el impulso de la economía. Así, la financiación concedida por los EFCs, que ascendió a 60.733 millones de euros, contribuyó con casi 30.000 millones de euros al PIB nacional en 2021, tal y como refleja el informe ‘Impacto socioeconómico y tributario de los establecimientos financieros de crédito’, elaborado por PwC para ASNEF, patronal decana del sector financiero que agrupa a las entidades financieras reguladas y especializadas en España en financiación al consumo.

En concreto, según muestra el informe, la industria de los establecimientos financieros de crédito jugó un papel fundamental en la recuperación económica tanto por su impacto corporativo (el impacto directo de su actividad) como por el impacto de la financiación concedida, ya que los créditos y préstamos que otorgaron durante 2021 permitieron a hogares y empresas la adquisición de bienes y servicios, dinamizando el consumo e impulsando la economía.

En lo relativo a la contribución al PIB nacional, el impacto corporativo de los asociados de ASNEF ascendió a casi 5.400 millones de euros, un 5,3% más que en 2020. Esta cifra implica que los establecimientos financieros de crédito generaron el 0,45% del PIB nacional y que cada euro que generaron de manera directa se convirtió en 1,5 euros de contribución a la economía española.

En cuanto a la financiación concedida por los EFCs, su impacto aumentó un 17,5% respecto al año anterior, ascendiendo hasta los 28.997 millones de euros, equivalente al 2,41% del PIB nacional. Así, la contribución total al PIB de la financiación concedida por el sector estuvo a la altura de la agricultura y la ganadería, por ejemplo.

Tal y como explica Jordi Esteve, socio de PwC, “este informe resulta particularmente interesante porque muestra a la perfección que el impacto socioeconómico de los EFCs va más allá de su propia actividad. La financiación concedida por este sector resulta clave para nuestros hábitos de consumo y, por lo tanto, para nuestra economía, aportando valor, generando empleo y contribuyendo notablemente a la recaudación fiscal. En ese sentido, en 2021, el impacto de la financiación concedida en el PIB aumentó considerablemente, lo que demuestra que fue una palanca clave en la recuperación”.

En palabras de Ignacio Pla, secretario general de ASNEF, “los resultados de este estudio llevado a cabo por PwC son el fiel reflejo de la importancia que tiene la actividad de los establecimientos financieros de crédito para nuestra economía. Los servicios de financiación son una herramienta fundamental a la hora de facilitar la adquisición de bienes y servicios, por lo que dinamizan el consumo e impulsan la economía. En un contexto de recuperación, su aportación ha sido clave, y esperamos que, pese a la incertidumbre actual, podamos consolidar esta tendencia positiva para seguir ayudando a la recuperación de nuestra economía”.

Impacto de los establecimientos financieros de crédito en el empleo

En 2021, el sector empleó a 6.514 personas de forma directa, lo que supone un 2,7% más que en 2020. En total, su contribución fue de 37.027 empleos entre directos indirectos e inducidos.

En base a estas cifras, la contribución al empleo de los asociados de ASNEF fue lo equivalente al 73% de los ocupados en la industria textil.

En cuanto a la contribución al empleo de la financiación concedida por los EFCs, ésta ascendió hasta los 582.662 empleos, un 13,8% más que en 2020 y casi un 3% del total de ocupados en España. De esta manera, por cada millón de euros de financiación otorgado por los asociados de ASNEF, en nuestro país se generaron 9,5 puestos de trabajo. En líneas generales el impacto sobre el empleo de los créditos y préstamos concedidos por los EFCs fue similar a la cifra de ocupados directos en la industria de la alimentación.

La recaudación fiscal de la financiación concedida asciende a 8.000 millones de euros

Además de toda su contribución al PIB y al empleo, la actividad de los EFCs fue clave para la recaudación fiscal en España a lo largo de 2021.

Así, la actividad de los asociados de ASNEF permitió la recaudación de 1.218 millones de euros, lo equivalente al 0,35% de la recaudación total.

Por su parte, la financiación concedida por los EFCs tuvo un impacto fiscal de 8.180 millones de euros, el 3,66% de la recaudación total a nivel nacional. De esta manera, la recaudación fiscal lograda gracias a los servicios de financiación de los EFCs equivalió al 33% del presupuesto destinado a la prestación por desempleo.

Sólo un 34% de las empresas españolas alinean su estrategia empresarial con el cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030

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Solo el 34% de las empresas españolas tiene una estrategia empresarial alineada con el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, según el ‘Barómetro ODS 2022’ impulsado por Esade, en colaboración con Seidor y United VARs. Este estudio, basado en 300 entrevistas a directivos y responsables de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa en empresas de más de 10 sectores  industriales, analiza la integración e implementación de los ODS en la empresa española.

Además, según las respuestas de los encuestados, casi la mitad de las empresas (49%) no tiene incorporados los ODS en su estrategia y no tiene previsto integrarlos.

En este aspecto, la diferencia de tamaño entre las compañías es un factor determinante ya que, mientras que tres de cada cuatro empresas con menos de 50 empleados no han integrado los ODS y no tienen previsto hacerlo, entre las grandes corporaciones, la cifra alcanza solo el 9%.

Iván González, director corporativo de marketing, comunicación y sostenibilidad de Seidor, ha señalado que “cada vez son más las empresas españolas que disponen de políticas relacionadas con los ODS, pero todavía hay espacio para seguir llevando a la práctica nuevas medidas, siendo este uno de los grandes retos al que debe hacer frente todo el tejido empresarial”. Por su parte, Carles Agustí, experto en gobernanza internacional y ODS y coautor del barómetro, ha destacado “que la adopción e implementación de los ODS en las empresas son una inversión en innovación y en adaptación al cambio y a la nueva realidad social y empresarial. El sector empresarial está llamado a realizar actuaciones para contribuir a la Agenda 2030 y, para ello, es fundamental que las empresas realicen correctamente su alineamiento con los ODS y que trabajen de forma específica en su consecución”.

Seguimiento de cumplimiento y certificación de contribución

En relación al seguimiento que las compañías realizan para verificar su propio grado de cumplimiento de los ODS, solamente un 30% de las empresas manifiesta haber realizado algún tipo de análisis del grado de implantación de la estrategia de sostenibilidad en su organización. Si analizamos esta última variable en función del tamaño de la compañía, se observa que el 89% de las empresas de menos de 50 empleados no ha efectuado ningún tipo de análisis de su estrategia de sostenibilidad. En cambio, el estudio señala que, entre las organizaciones de más de 250 empleados, dos de cada tres sí han realizado un análisis interno para verificar el cumplimento de los ODS.

Por otro lado, sólo el 10% de las empresas españolas consultadas dispone de algún certificado, expedido por una entidad independiente, que confirme la contribución de la estrategia de sostenibilidad de la empresa a los ODS. En este sentido, a pesar de la existencia de certificaciones, la investigación ha puesto de relieve que una de cada cuatro compañías que sí están alineadas con los ODS lo hacen sin acreditar formalmente dicha contribución.

Limitado conocimiento de la Agenda 2030 y los ODS

Los resultados han mostrado que el concepto “sostenibilidad” se asocia, en primer lugar, a la idea de que hay que ser “respetuoso con el medio ambiente” y, en segundo lugar, con el concepto de un consumo eficiente de recursos. En concreto, para un poco más de la mitad de las empresas españolas, la sostenibilidad se sigue asociando exclusivamente a “cuidado y respeto del medio ambiente”.

Esta conclusión se relaciona con el grado de conocimiento de la Agenda 2030 que se reflejan en el barómetro, que no es unánime y que una gran parte del sector empresarial español desconoce. En concreto, el 44% de las empresas consultadas ha oído hablar de la Agenda 2030 y los ODS. Si analizamos esta variable en función del tamaño de empresa, la gran mayoría (80%) de las grandes empresas son conocedoras de la Agenda 2030, mientras que, entre las pymes, este conocimiento es menor, concretamente, alrededor de un 25%.

Por otro lado, el tamaño de la organización también influye en lo relativo a la existencia de un departamento de sostenibilidad. Mientras que la presencia de esta división en las pymes es prácticamente nula, en las grandes empresas, concretamente en más del 60%, existe un departamento de sostenibilidad consolidado.

Ahorro de costes y reputación, factores impulsores de los ODS

Según el barómetro, las empresas que han empezado a trabajar para alinearse con la Agenda 2030 lo han hecho por dos motivos principales: el ahorro de costes y la reputación.

Así, el 54% de las compañías han afirmado introducir estas políticas de sostenibilidad para economizar sus gastos, al existir una correlación entre una mayor eficiencia de los procesos de producción y la reducción del coste energético. El segundo factor más valorado para impulsar políticas de sostenibilidad entre las compañías son los beneficios sobre la marca y la reputación, que alcanza un 53% de las empresas.

ODS 7 y 12, los más valorados

El informe resalta que el 55% de las compañías analizadas trabajan, sobre todo, para alcanzar el ODS 12 (alcanzar un consumo y producción sostenibles), y el 51% el ODS 7 (aumentar el consumo de una energía asequible, segura, sostenible y moderna).

Infraestructuras cotizadas: un refugio con buenas perspectivas

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Ha sido una tormenta perfecta. Las infraestructuras cotizadas han supuesto un refugio excepcional en un año turbulento para los mercados financieros, en el que tanto la renta variable como la renta fija se han visto vapuleadas por la nueva realidad de una inflación desenfrenada, unos tipos de interés más altos y la perspectiva de una recesión. Las cualidades defensivas de las infraestructuras cotizadas, junto con la capacidad de proporcionar protección frente a la inflación por medio de ingresos ligados a índices, así como el crecimiento estructural del flujo de caja, han ofrecido consuelo en estos tiempos tempestuosos. Pero creemos rotundamente que las infraestructuras cotizadas ofrecen cualidades convincentes mucho después de que los nubarrones hayan desaparecido. Seguimos firmemente convencidos de que las infraestructuras cotizadas pueden constituir una solución ideal, no solo para estos momentos, sino para años venideros.

Las características defensivas de las infraestructuras cotizadas, avaladas por el carácter fundamental de los activos subyacentes, son ampliamente reconocidas. En nuestra vida cotidiana dependemos de las infraestructuras, independientemente de la situación económica. Los flujos de caja fiables y crecientes generados por los activos de infraestructuras, la espina dorsal de la economía mundial, pueden ofrecer resiliencia en tiempos inciertos, además de sus ventajas de diversificación para las carteras de los inversores.

Pero estamos firmemente convencidos de que las infraestructuras cotizadas pueden ser algo más que una barrera defensiva: es una clase de activos que cuenta con varias vías de crecimiento. La inflación supone una fuente vital de crecimiento para muchas compañías de infraestructuras cotizadas, ya sea directa o indirectamente, lo cual es especialmente adecuado en el entorno actual. Sin embargo, la inflación no es la única fuente de crecimiento. Las infraestructuras cotizadas se benefician de tendencias estructurales a largo plazo, como las energías renovables, la conectividad digital y la evolución demográfica: temáticas importantes que, en nuestra opinión, seguirán presentes durante muchas décadas.

Más que una ventaja, se ha dicho que la inflación es un riesgo potencial para las infraestructuras cotizadas, y estamos de acuerdo en que las estrategias compuestas principalmente por bond proxies pueden tener dificultades en un entorno de subidas de los tipos y de las TIR de los bonos. Los bond proxies, sin crecimiento y con altas TIR, son por su propia naturaleza más susceptibles a los caprichos del mercado en relación a los tipos de interés.

En cambio, esperamos que los efectos a largo plazo para una estrategia centrada en el crecimiento sean muy diferentes. Dado que la clase de activos está expuesta a fuertes vientos favorables, abogamos por un enfoque actual de las infraestructuras cotizadas centrado en los beneficiarios del crecimiento a largo plazo y que invierta más allá del ámbito tradicional de los suministros públicos, las infraestructuras energéticas y el transporte, para incorporar las infraestructuras sociales, como centros de salud, educación y servicios cívicos, así como infraestructuras en evolución que apoyan nuestra economía cada vez más digital. Con incrementos medios anuales del orden del 5%-10% a largo plazo, consideramos que el crecimiento de los dividendos por encima de la inflación del G7 parece un objetivo alcanzable.

A nuestro juicio, las infraestructuras cotizadas pueden ofrecer beneficios más allá del contexto financiero. Desde el punto de vista social, creemos que las infraestructuras disfrutan de una posición extraordinaria para poder ofrecer soluciones a largo plazo contra el apremiante problema de la seguridad energética. La situación geopolítica resultante de la intervención militar rusa en Ucrania ha evidenciado la fuerte dependencia europea del gas ruso, y el consiguiente aumento de los precios del gas ha destacado la importancia no solo de las fuentes de suministro alternativas, sino de las fuentes de energía alternativas.

Estamos firmemente convencidos de que el gas natural tiene un papel fundamental como combustible de transición en la sustitución del carbón para combatir el cambio climático, pero también resulta sobradamente evidente que las energías renovables constituyen una fuente más sostenible de generación de energía a largo plazo. Las infraestructuras están en el centro de la larga travesía hacia la neutralidad de carbono, una perspectiva respaldada por las Naciones Unidas.

La generación de electricidad a partir de fuentes de energía tradicionales es objeto de un gran escrutinio dado que contribuye sustancialmente a las emisiones de gases de efecto invernadero, pero la otra cara de la moneda es que las infraestructura son fundamentales para resolver la difícil situación actual: las compañías de suministros públicos van a ser cruciales en la transición energética mediante la reducción de las emisiones de carbono y el aumento de las energías renovables dentro del mix de energía.

Los atractivos de las infraestructuras, especialmente de las cotizadas, no han pasado desapercibidos. Hemos constatado un aumento de la actividad corporativa en toda la clase de activos, con ofertas de adquisición para muchas compañías de infraestructuras cotizadas, desde compañías de transición en el sector de los suministros públicos (ContourGlobal), pasando por aeropuertos en el de los transportes (Sydney Airport), hasta centros de datos en el sector de las infraestructuras digitales (CoreSite). Creemos que estos hechos simbólicos son un claro indicio de que los flujos de caja fiables y crecientes de los activos de infraestructuras se están abaratando en el mercado de valores. Los inversores a largo plazo, como los del ámbito privado, empiezan a tomar nota y a actuar según sus convicciones.

En el entorno actual, en el que la valoración ha resurgido como factor determinante de la rentabilidad de las inversiones, creemos que la mayor volatilidad del mercado bursátil está ofreciendo oportunidades de compra. Las ventas masivas indiscriminadas en el sector inmobiliario, alentadas por la supuesta sensibilidad a los tipos de interés, ha ofrecido niveles de entrada atractivos para las compañías de infraestructuras cotizadas estructuradas como los fondos de inversión inmobiliaria (REIT).

 

Tribuna de Alex Araujo, gestor de la estrategia M&G (Lux) Global Listed Infrastructure.

FinReg: nuevo socio jurídico de la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI)

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La Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) ha firmado un acuerdo de colaboración con finReg, boutique especializada en asesoramiento y consultoría regulatoria para el sector financiero, que se suma a la lista de partners jurídicos de la asociación, para proporcionar apoyo y servicios de asesoramiento regulatorio que fortalezcan y fomenten el correcto desarrollo de aquellas empresas y startups que operan en el ecosistema fintech en España.

Este acuerdo se enmarca dentro de uno de los objetivos que persigue AEFI desde su nacimiento: la creación de marcos de actuación en el ámbito regulatorio que ayuden a proteger al ecosistema y proporcionen nuevas oportunidades, a la innovación en general, y al ecosistema fintech e insurtech en particular, para crear un entorno favorable para el desarrollo de startups y de empresas fintech e insurtech en España.

Fruto de este pulso regulatorio desde sus orígenes, la AEFI fue el actor más activo en la puesta en marcha del Sandbox, trabajó con el resto de actores en la correcta implantación de la normativa de pagos PSD2 o en la llegada de las Leyes Crea y Crece y de la Ley de Fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como Ley de Startups, que están finalizando ahora su proceso de aprobación.

FinReg cuenta en la actualidad con un equipo de más de 50 profesionales dedicados en exclusiva a prestar servicios en el ámbito del asesoramiento regulatorio y consultoría en el sector financiero, así como ofrecer soluciones mercantiles, fiscales y protección de datos a clientes que operan en el sector. Además, la compañía ha estado muy vinculada desde su creación al sector fintech: su alta especialización en el sector financiero permite que la firma cuente con expertos en cada una de estas vertientes del ecosistema, lo que asegura en todo momento el más profundo conocimiento del nicho de negocio y su regulación.

Arturo González Mac Dowell, presidente de la Asociación de FinTech e InsurTech (AEFI) señala que “estamos muy satisfechos de haber alcanzado este acuerdo con una de las principales referencias en asesoramiento y consultoría regulatoria para el ecosistema FinTech, como es el caso de finReg. Desde nuestro nacimiento en AEFI hemos apostado por trabajar en pos de una mejora de la regulación, ya que consideramos que es la única vía para que los diferentes modelos de negocio del ecosistema crezcan en un entorno estable y seguro. Con finReg tenemos la oportunidad de crear sinergias estratégicas con el fin de fomentar las mejores prácticas y seguir avanzando en el ámbito de la innovación financiera en España”.

Para Gloria Hernández Aler, socia de finReg, “la digitalización y la sostenibilidad se encuentran en el centro de la agenda de los supervisores y las empresas. La nueva regulación europea que impulsa la digitalización, como el paquete de finanzas digitales, la nueva estrategia de pagos minoristas o los pagos instantáneos en Europa, traerán consigo importantes oportunidades de negocio tanto para jugadores actuales como nuevos. Por ello, desde finReg nuestro objetivo pasa por acompañar al ecosistema FinTech en el impulso de nuevos negocios y servicios que nos sitúen en una posición competitiva como industria y país”.

Los bancos españoles fueron en 2021 más rentables que los de Alemania, Francia e Italia

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La mayoría de los bancos europeos necesitan urgentemente implantar cambios estratégicos significativos y de alcance. Deben aumentar su capacidad de resistencia y reafirmar sus perspectivas ante el empeoramiento de las turbulencias económicas y el deterioro de la salud financiera de partes clave del sistema bancario europeo en los últimos años.

Esta es la principal conclusión y recomendación de los expertos de la práctica de banca de Bain & Company tras el último estudio anual de la consultora sobre la salud del sistema bancario mundial, que incluye 636 grandes bancos de Europa y Norteamérica a finales de 2021.

El informe de Bain & Company considera que muchas de estas entidades deben actuar rápidamente para impulsar su crecimiento, reforzar sus balances mediante la consolidación, desarrollar nuevas fuentes de ingresos por comisiones y adoptar otras medidas estratégicas.

Dirk Vater, socio de Bain & Company y director de la práctica de servicios financieros europeos de la firma, destaca que los bancos más débiles de Europa «deben actuar ante las condiciones económicas actuales, con un crecimiento debilitado y una inflación en fuerte ascenso», y señala que el coste de oportunidad de los bancos que no reaccionen puede ser elevado: “Nuestro estudio muestra que en tiempos de crisis surgen claros ganadores”. “Con la actual incertidumbre económica y el entorno disruptivo, que engloba incertidumbres políticas y Covid19, es probable que el coste de “no hacer lo suficiente” sea alto”.

Ibon García, socio de Bain & Company en Madrid, afirma que “en Europa, la fragilidad energética, el continuo aumento de la inflación y la presión de los tipos son factores que sin duda afectarán a la capacidad de repago de los clientes y, en consecuencia, los resultados de sus bancos”, y añade: “Para ello, los bancos que responden eficazmente a estas circunstancias están impulsando cinco grandes temas: ajustar su estrategia a largo plazo, optimizar sus costes y buscar eficiencia, acelerar sus esfuerzos digitales, definir y lanzar iniciativas de crecimiento (“Engine 2”) para diversificar sus posibilidades de crecimiento, y preparar actividades de fusiones y adquisiciones”.

Vater añade que los bancos líderes están adoptando una revisión global de sus costes estructurales: “Están digitalizando los procesos básicos y encontrando formas de ahorrar en las áreas de coste anteriormente descuidadas, como la gestión de la demanda y el gasto indirecto”.

El estudio de salud del sector bancario de Bain & Company utiliza un método de evaluación exclusivo basado en tres dimensiones clave, dos de las cuales representan la solidez de los bancos: la rentabilidad y la eficiencia; la salud de los activos y los pasivos (aplicando una ponderación relativamente elevada a la calidad de los activos como elemento esencial para los beneficios futuros); y la estabilidad del entorno de funcionamiento.

Los resultados, basados en datos de Fitch Ratings y S&P Global Market Intelligence, proporcionan una visión global única, en comparación con el examen de los balances o las cuentas de resultados de los bancos. Basándose en la combinación de ratios financieros determinantes, el healthcheck calcula una puntuación para cada banco y lo sitúa en una de las cuatro categorías: los ganadores, aquellos que presentan un modelo de negocio débil, aquellos que presentan un balance débil y, finalmente, aquellos en situación de máxima alerta.

El último estudio revela que los bancos estadounidenses y canadienses, en su mayoría, permanecen en el cuadrante de los ganadores, como lo han hecho en los últimos años.

Por el contrario, los bancos de las mayores economías de la eurozona, Alemania, Francia, Italia y, en menor medida, España, obtienen una puntuación que los sitúan en cuadrantes más débiles en relación con los bancos norteamericanos. La rentabilidad de los fondos propios de la banca europea, con una media del 8,9% en 2021, está muy por debajo del 13,1% observado en Norteamérica en el informe.

Es importante destacar que el análisis de Bain & Company detecta un amplio grado de variación en el rendimiento entre cada uno de los bancos europeos. Sin embargo, estos cuatro países europeos tienen posiciones globales con balances con una menor capacidad de resistencia.

Muchos bancos de Francia e Italia han pasado de la posición de “balance más débil” a la de “máxima preocupación” en este último estudio. En Alemania, más bancos han pasado de “modelo de negocio más débil” a “máxima alerta”, principalmente por los préstamos más problemáticos. En algunos casos, también han tenido problemas con el crecimiento de los ingresos, especialmente los ingresos no financieros de la banca corporativa y de inversión, así como los negocios de gestión de activos y patrimonios.

En el caso de España, los bancos tuvieron en media mayor rentabilidad que sus pares en otros mercados desarrollados de Europa. Esto revela la mayor exposición de los bancos españoles a Sudamérica, donde los préstamos al consumo no hipotecarios, área especialmente volátil pero rentable en los últimos años, es un negocio de gran envergadura en relación con otras economías europeas, y, en parte, explica la mayor rentabilidad de los bancos españoles.

Volviendo a Norteamérica, la mayoría de los bancos mejoraron sus resultados en cuanto a la calidad de los activos y se mantuvieron estables en cuanto a la rentabilidad desde 2018. Esto refleja la recuperación del exceso de provisiones realizadas durante Covid-19, así como la mejora de las puntuaciones de liquidez, principalmente debido a la gran afluencia de depósitos.

En el futuro, a medida que los tipos de interés suban, el margen de las hipotecas y los préstamos al consumo mejorarán para los bancos. Sin embargo, tras el aumento del gasto por el COVID-19, los consumidores también podrían verse sobrepasados en caso de recesión, lo que aumentaría el riesgo de crediticio y otras amortizaciones. Además, los bancos europeos parecen estar abocados a una mayor fragilidad debido a la crisis energética general provocada por el conflicto bélico con Rusia.

Puede acceder al informe completo a través de este link.

Fidelity International nombra a Richa Goswami responsable de marketing

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Fidelity International anuncia el nombramiento de Richa Goswami para el nuevo puesto de CMO (Chief Marketing Officer) del Grupo, con efecto inmediato. Richa se incorpora desde HSBC, donde fue responsable mundial de marketing y clientes del negocio de Gestión de Patrimonios y Banca Personal. Estará a las órdenes de Anne Richards, consejera delegada de Fidelity International, y tendrá su oficina en Singapur.

Como CMO, Richa dirigirá las actividades de marketing de Fidelity International en todo el mundo en sus dos negocios internacionales: Investment Solutions and Services (ISS) y Workplace and Personal Financial Health (WPFH). Cumpliendo con el objetivo de Fidelity International de forjar un futuro financiero mejor para sus clientes, Richa impulsará la marca de la compañía y sus iniciativas de marketing basadas en datos.

Con motivo de la creación de este nuevo puesto, Anne Richards, consejera delegada de Fidelity International, señaló: “Este importante puesto de alta dirección aportará liderazgo a nuestro exitoso y extenso equipo internacional de marketing. Richa trabajará en estrecha colaboración con nuestros compañeros del canal de empresas y de marketing local, y aportará su amplia experiencia en desarrollo de marca, transformación digital y desarrollo de la propuesta al cliente”.

Antes de en HSBC, Richa trabajó en Johnson & Johnson y Standard Chartered. En 2019 fue elegida como uno de los cinco directivos internacionales de marketing más importantes por la World Federation of Advertisers (WFA), y este año fue la única directora de marketing del sector de los servicios financieros en entrar en el Salón de la Fama Forbes de los Directores de Marketing de la WFA. Richa también consiguió seis galardones en Cannes Lions, uno de los más prestigiosos encuentros anuales y premios a la creatividad en el ámbito del marketing.

Creand Asset Management refuerza su equipo de inversiones con Borja Ceballos

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Creand Asset Management refuerza su equipo de inversiones con Borja Ceballos, que se incorpora desde Grantia Capital.

Ceballos se une como técnico de Inversiones en Creand Asset Management (Execution Manager Inversiones), dentro del equipo de Inversiones de la gestora, dirigido por Luis Buceta.

Su incorporación, procedente de Grantia Capital -donde trabajó como responsable de riesgos y anteriormente, senior associate-, viene a reforzar el equipo de inversiones, explican desde la firma.

Ceballos ha trabajado anteriormente en firmas como KPMG España y también ha sido analista en Banco Santander, según su perfil de LinkedIn. También fue consultor junior en Citi.

Es licenciado en

A los inversores de private equity también les gusta jugar al fútbol

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El Mundial de fútbol de Qatar no solo es uno de los eventos deportivos más atractivos del año, también es un claro foco de inversión. Según reconoce Laura Messchendorp, directora de contenidos digitales de Preqin, los inversores de private equity llevan tiempo queriendo ser parte del glamoroso y rentable mundo del fútbol. 

Para demostrar este interés, Messchendorp cita un claro ejemplo: “El mes pasado, Qatar Sports Investment, un fondo respaldado por el Estado que posee el club francés París Saint-German, adquirió una participación del 22% en el SC Braga, un equipo portugués”.

En su opinión, pese a tener una amplia cultura de aficionados detrás de los clubes, anteponer el beneficio a los seguidores puede ser arriesgado. “El intento fallido de crear una superliga europea en abril de 2021 fue un ejemplo de las posibles dificultades. El acuerdo de miles de millones de euros, suscrito por JPMorgan Chase, se vino abajo cuando seis clubes ingleses se retiraron tras la reacción de los aficionados y otras partes interesadas”, recuerda Messchendorp haciendo referencia a la última polémica que ha sacudido a este deporte. 

Sin embargo, advierte de que los deportes profesionales y electrónicos son un gran atractivo para algunos inversores. “Solo este año se han anunciado o completado 82 operaciones de capital riesgo y 35 compras. Esto incluye una ronda de recaudación de fondos de serie D de 300 millones de dólares para Onefootball GmbH, una plataforma en línea que proporciona actualizaciones y estadísticas”, indica. 

Además, según el Annual Review of Football Finance de Deloitte UK, se prevé que las «cinco grandes» ligas de fútbol europeas (Inglaterra, Alemania, España, Italia y Francia) generen unos ingresos totales récord de 18.600 millones de euros en la temporada 2022-23. Con cifras así, los inversores querrán formar parte del deporte rey.