Las gestoras internacionales consideran que España cuenta con una industria de inversión madura y en pleno crecimiento

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Pese a haber sido un año complejo para la industria de inversión, las gestoras internacionales consideran que el mercado nacional sigue siendo atractivo y que ha llegado el momento de que su apuesta por la digitalización, la sostenibilidad y por poner al cliente en el centro brille con luz propia en este nuevo contexto de mercado en el que estamos ya embarcados. 

“En los mercados, hemos llegado al fin de la fiesta. Nos habíamos acostumbrado a nada de volatilidad y a un riesgo bajo, pero este escenario ha cambiado y las oportunidades que habían desaparecido vuelven a estar sobre la mesa, como por ejemplo ha ocurrido con la renta fija”, advertía Mariano Arenillas, director general de DWS Internacional para España, durante el panel que cerró el XII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por Deloitte, APD e Inverco. 

Durante esta mesa redonda, las gestoras internacionales dieron su visión sobre el negocio de la industria de fondos en España dejando claro, tal y como indicó Gonzalo Rengifo, director general de Pictet Asset Management, que no se puede entender el sector sin ser consciente del cambio de paradigma que se ha producido a nivel global. “Venimos de diez años sin tipos de interés, sin inflación y con los bancos centrales llevando al mercado y al inversor de la mano. Debemos hacer un ejercicio de reflexión con el inversor para que comprenda el cambio de paradigma que supone un entorno con alta inflación, subida de tipos de interés y mayor volatilidad. En este sentido, la forma en que trabajamos, cómo aporta valor añadido la gestión activa, las soluciones de inversión y el asesoramiento serán fundamentales para que el inversor, nuestro cliente, no pierda el horizonte del largo plazo”, argumentaba.

En opinión de Gabriel Ximénez de Embún, director general de Credit Suisse Gestión, el reto que tienen por delante es dar respuesta a un inversor que está viendo rentabilidades pobres y una gran tensión geopolítica. “Será clave conseguir que los inversores no capitulen en el medio-corto plazo y se salgan del mercado. Hay que evitar que se salgan porque luego encontrar un punto de entrada será complejo. En este sentido, otro reto al que nos enfrentamos es que opten por irse a depósitos, y por ello creemos que la gestión activa y productos como los fondos mixtos flexibles pueden ser buenas soluciones que ofrecerles”, añadía Ximénez de Embún.

Este nuevo paradigma y los retos que derivan de él no quita para que las gestoras internacionales siguen considerando que el negocio de la industria de inversión en España tenga buenas perspectivas. “Si analizamos los últimos tres años, considero que la industria está sana y que va a seguir habiendo crecimiento porque todavía hay mucho ahorro en cuentas corrientes. Además, en este tiempo, los asesores han hecho un gran trabajo y eso se ha traducido en que la gente es consciente de que si quiere evitar la inflación, necesita invertir a largo plazo”, destacaba Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM.

A la hora de hablar de tendencias que seguirán marcando la industria nacional, los responsables de las gestoras internacionales coinciden: asesoramiento, gestión activa y gestión discrecional. “El asesoramiento y la gestión discrecional van a seguir creciendo fuertemente. No es una gran noticia para las firmas locales, pero sí una realidad que nos ha traído este nuevo contexto de mercado”, afirmaba Ximénez de Embún. 

Sobre esta primera valoración del negocio en España, Juan Luis Alejo, director general de Andbank Wealth Management, señaló que la ESG, el tsunami regulatorio y las operaciones corporativas seguirán siendo vías de crecimiento para las firmas de inversión. “Estamos ante un mapa muy rico de jugadores y, a nivel global, seguiremos viendo movimientos corporativos. Si miramos lo local, creo que habrá nuevos proyectos alrededor del talento nacional o del volumen, y alianzas estratégicas con family offices. Otra tendencia que continuará será la entrada de capital riesgo para añadir valor a las compañías de inversión”, explicaba.

En este sentido, Arenillas reconocía que los márgenes en la industria siguen estrechándose, ante lo cual las firmas han optado por ganar tamaño para ser más efectivos o especializarse. Dos tendencias que prevé continúe dándose. “Hay espacio para diferentes modelos de negocio. Además, creo que los cambios regulatorios pueden ser un catalizador para los movimientos corporativos, tanto operaciones de consolidación como joint-venture entre firmas que no sean competencia directa”, apuntaba. 

Para Rengifo un claro ejemplo de que la interacción entre las firmas nacionales e internacionales está favoreciendo al crecimiento de la industria de fondos en España es el intercambio de know-how que se ha generado en los últimos años. Según señalaba, “el nivel de asesoramiento y madurez del sector en la última década se debe, en parte, al trasvase de conocimiento, experiencia y talento entre la industria nacional e internacional. En España hay una industria con gran talento, aunque hemos perdido la oportunidad de convertir al país en el hub de ahorro latinoamericano y tener mayor peso frente a Luxemburgo”.

A&G reúne a más de 60 gestoras para plantar 800 árboles

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A&G ha reunido a 62 gestoras, nacionales e internacionales, para plantar 800 árboles en Alalpardo, en la Comunidad de Madrid, como parte de su campaña “déjanos enseñarte el bosque”.

Esta acción, organizada por A&G, está en línea con su objetivo de conseguir una huella de carbono cero, con un mensaje claro, “el futuro es nuestra mejor inversión”, y como respuesta al compromiso que la entidad hizo al lanzar su nueva web: plantar un árbol por cada uno de los empleados si el día 1 de octubre la web alcanzaba las 35.000 entradas, un número simbólico por los 35 años que cumple A&G en este 2022. La cifra de vistas a la nueva web de A&G ha superado con creces el objetivo marcado. Además, la entidad ha invitado a todas las gestoras con las que trabaja a participar con ellos en esta iniciativa, y han sido finalmente 62 entidades las que se han sumado a la propuesta.

Ayer 12 de diciembre, y a pesar de las lluvias que la borrasca Efraín está dejando en toda la península, se reunieron representantes de las 62 gestoras participantes y de A&G, para realizar la reforestación del terreno asignado de la mano de la asociación (R)eforest Project, que lucha por el cuidado de nuestros bosques y la creación de nuevos mediante estas plantaciones. En total se plantaron 400 árboles.

El mensaje que se quiere lanzar desde la entidad es el compromiso de A&G para enseñar a sus clientes todo un bosque de posibilidades de inversión, y no solo “su árbol”, para que “un árbol no impida ver el bosque”, y encontrar así el ecosistema que mejor se adapte a las circunstancias de cada inversor, en definitiva, para mostrar que realmente A&G tiene arquitectura abierta y un servicio personalizado y adaptado a cada cliente.

Laura Suárez, directora de comunicación y marketing de A&G, señala: “Queremos que esta iniciativa se convierta en una acción en la que participemos cuantos más mejor y sea un referente en la industria, ojalá se convierta en una cita obligada en el calendario. La reforestación es una estupenda forma de luchar contra el cambio climático y de reducir la contaminación atmosférica. Nos gustaría ver cómo en pocos años habremos conseguido plantar todo un bosque. Gracias a todas las entidades que nos han acompañado en esta acción, sin ellas no hubiera sido posible, gracias por su entusiasmo y por su apoyo”.

Las entidades participantes fueron: Aberdeen, Aegon, Algebris, Alliance Bernstein, Allianz, Amiral, Amundi, Arcano, Axa, Bellevue, BlackRock, BNP, BNY Mellon, Candriam, Capital Group, Carmignac, DPAM, Dunas, DWS, EBN, Echiquier, EDR, Eurizon, Eurocare, Federated Hermes, Fidelity, Flossbach, Franklin Templeton, GAM, Generali, Goldman Sachs, Groupama, Invesco, Janus Henderson, JPM, Jupiter, La Française, Lazard, LIFT, Lombard Intl, Lonvia, MCH, MFS, Morgan Stanley, Muzinich, New Capital, Oddo, Olea, One Life, Pictet, Pimco, Robeco, Samaipata, Schroders, Seaya, Selinca, T. Rowe Price, Columbia Threadneedle, UBS, Vontobel y Wisdom Tree.

Bestinver lanza una nueva área de inversión enfocada en activos alternativos del sector inmobiliario

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Foto cedida Enrique Sánchez-Rey y Marta Herrero aportan casi dos décadas de experiencia en el lanzamiento, desarrollo y consolidación de productos de inversión de real estate.

Bestinver sigue creciendo. La gestora del grupo financiero ha decidido lanzar una nueva área de inversión enfocada en activos alternativos del sector inmobiliario. Para ello, Bestinver ha incorporado a Enrique Sánchez-Rey y Marta Herrero como responsables del área de real estate.

Sánchez-Rey y Herrero aportarán casi dos décadas de experiencia profesional cada uno a la gestora de Bestinver, que amplía así su gama de productos de inversión a un sector de gran potencial futuro como es el inmobiliario, reportando a Mark Giacopazzi, CIO de la gestora.

La división de inmobiliario explorará el lanzamiento en los próximos meses de nuevos vehículos de inversión que rentabilicen el crecimiento de este segmento de mercado.

Para Enrique Pérez-Pla, CEO de Bestinver, “nuestro fondo de infraestructuras ya es una realidad y queremos seguir creciendo en el mundo de la inversión en activos reales. Sin duda, Bestinver jugará un papel relevante en la gestión de productos de inversión directa en los sectores de infraestructuras e inmobiliario”.

Sánchez-Rey y Herrero cuentan con amplia experiencia profesional en la creación de una división de inversión en el sector del real estate, habiendo participado en el lanzamiento, desarrollo y consolidación del área de inmobiliario de AltamarCAM Partners en los últimos quince años donde han ocupado diversos cargos de responsabilidad.

Una apuesta que avanza

Con este lanzamiento, Bestinver sigue apostando por su transformación en un grupo independiente de referencia dentro del sector financiero español. Durante los últimos tres años, Bestinver ha continuado reforzando su equipo de profesionales y enriqueciendo la oferta de valor de sus clientes.

Por el lado de la gestora, Bestinver empezó a invertir en activos alternativos en 2020, con el lanzamiento de su primer fondo de infraestructuras, que tiene previsto su cierre final en febrero de 2023 y espera el lanzamiento de un segundo fondo ese mismo año. Además, cuenta con una amplia división de activos líquidos, dividida entre vehículos de renta variable internacional, renta variable ibérica y renta fija. Recientemente, la entidad lanzó el Bestinver Norteamérica, enfocado en las oportunidades que brindan las dinámicas estructurales de la región.

El equipo de Inversión de la gestora está liderado por Mark Giacopazzi, CIO de la firma.

Una estrategia completa

Bestinver, a través de su unidad de Gestión de Activos, comercializa fondos de inversión de renta variable, fija y mixtos, sicavs, planes de pensiones y fondos de infraestructuras. Con experiencia en el sector desde 1987, la firma cuenta en la actualidad con 5.700 millones de euros bajo gestión de 50.000 inversores. Bestinver forma parte del Grupo Acciona.

La compañía cuenta, además, con una unidad de negocio que identifica oportunidades de inversión en las bolsas española, italiana y portuguesa. Además, esta división también se dedica a originar, estructurar y distribuir operaciones corporativas.

DWS nombra a Ferat Öztürk responsable de distribución por canales digitales de los ETFs de Xtrackers en toda Europa

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Foto cedidaFerat Öztürk, Head of Passive Sales Digital Distribution EMEA en DWS.

DWS ha anunciado el nombramiento de Ferat Öztürk como nuevo responsable de distribución por canales digitales de los ETFs de Xtrackers en toda Europa. Hasta ahora, Öztürk, de 39 años, solo era responsable de este negocio en Alemania.

Desde la gestora destacan que la importancia de la distribución de ETFs a través de canales digitales como brokers online, robo-advisors y plataformas de fondos ha aumentado considerablemente en los últimos años. Por ejemplo, el número de planes de ahorro de ETFs suscritos a través de bancos minoristas online en Alemania se triplicó hasta alcanzar los 3,6 millones entre finales de 2019 y octubre de 2022. En Alemania, DWS ya ha concluido cooperaciones con doce plataformas digitales diferentes, por lo que ocupa una posición de liderazgo en este mercado.

DWS espera que las ventas de ETFs a través de plataformas digitales ganen importancia en toda Europa y quiere aprovechar la experiencia adquirida en Alemania para crecer con más fuerza en el continente. «Los inversores aprecian poder invertir en ETF de forma rápida y eficiente a través de smartphone, tablet o PC, recibiendo al mismo tiempo toda la información relevante para tomar decisiones de inversión. Esta es una tendencia en toda Europa y DWS está muy bien posicionada para posicionar los ETF de Xtrackers aquí», ha señalado Ferat Öztürk, Head of Passive Sales Digital Distribution EMEA en DWS.

Amplía su gama Xtrackers

Junto con este nombramiento, la gestora ha lanzado un nuevo ETF Xtrackers con exposición a mercados emergentes de renta variable, centrado en los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y alineado también con los objetivos del Acuerdo de París de 2015. 

Según destaca la gestora, con este, DWS ya ha lanzado seis ETFs de renta variable basados en la misma metodología que, además, proporcionan exposición al mercado global y de EE.UU., Europa, de la Eurozona, Japón y, ahora también, a los mercados emergentes. Además, en noviembre de 2022, DWS incorporó cuatro ETFs Xtrackers que replican el mercado de bonos corporativos denominados en euros y dólares estadounidenses con diferentes vencimientos y cuyos índices de referencia también están alineados con los objetivos del Acuerdo de París.

El ETF Xtrackers Emerging Markets Net Zero Pathway Paris Aligned UCITS cotiza actualmente en la Deutsche Boerse y en la Bolsa de Londres, y lo hará próximamente en otras bolsas. El fondo tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París, por lo que el índice subyacente se alinea con la normativa del índice Paris Aligned Benchmark (PAB) de la Unión Europea. 

En concreto, el ETF replica el índice Solactive ISS ESG Emerging Markets Net Zero Pathway, cuyo objetivo es lograr una reducción del 50% en la intensidad de carbono en comparación con otro índice de mercado equivalente que no siga los criterios ESG. Estos objetivos están en línea con los del Acuerdo de París, e incluyen una reducción continua de la intensidad de carbono del 7% anual.

«Con este nuevo ETF, ofrecemos una gama completa de productos alineados con el Acuerdo de París dando a los inversores soluciones adecuadas para los mercados desarrollados y emergentes», ha señalado Simon Klein, Global Head of Passive Sales de DWS.

Según destacan desde DWS, todos los ETFs de renta variable de Xtrackers de la serie Net Zero Pathway se caracterizan por estar alineados con el Acuerdo de París. También tienen en cuenta las recomendaciones del Grupo de Inversores Institucionales sobre Cambio Climático (IIGCC por sus siglas en inglés), tal y como se definen en la correspondiente «Guía de Implementación del Marco de Inversión Net Zero». Esto significa que los índices no ponderan a los miembros únicamente en función de su intensidad de carbono, de acuerdo con las recomendaciones del IIGCC.

“La sobreponderación de las empresas en los índices de referencia se basa en la medida en que adoptan este tipo de objetivos, tal como se definen en la iniciativa del mismo nombre. También son relevantes para la ponderación del índice las normas de información climática definidas por la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) y los esfuerzos para mitigar el cambio climático”, añaden desde la gestora.

Materias primas: ¿hemos tocado suelo?, ¿cómo está afectando a los productores europeos?

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Ha sido un año difícil, especialmente para las empresas con mayor sensibilidad a los precios de las materias primas y a la electricidad. Pero, según Fidelity International, “ya estamos cerca del suelo del mercado, y una reapertura en China debería ofrecer esperanza a los fabricantes de cara al año que viene”. Desde la firma han pedido su visión sobre las compañías del sector de materiales a Laura Stafford, analista de renta variable emergente basada en Londres.

La experta admite que, en su segmento – está especializada en productores de materiales y en las materias primas que compran y venden-, “ha habido mucha volatilidad”, y que muchos se han visto “atrapados entre el miedo y la codicia”. Se refiere a que, por un lado, “hay mucho temor a una recesión en Europa, a una posible recesión en EE.UU.”, pero que podría ser compensado por “las potenciales subidas si China gestiona con éxito la relajación de sus regulaciones y restricciones en torno al Covid, y lo que esto podría significar para la demanda de materias primas”.  

Los productores europeos tendrán que tomar decisiones difíciles

La analista comienza fijándose en las amenazas que acechan a cualquier productor de Europa: “Los precios del gas y la electricidad plantean un problema significativo. Tomemos como ejemplo a los fertilizantes: hemos visto que cerca del 75% de la producción europea se ha suspendido temporalmente y no sabemos cuánto va a volver cuando se restablezca”.

Es una situación similar a la que viven los fabricantes de aluminio, “a no ser que hicieran coberturas de precio”; quienes no lo hayan hecho están experimentando “pérdidas bastante significativas con los precios actuales de la energía”. De todas formas, aunque haya productores que sí tengan cubierto el precio de la energía que utilizan, Stafford alerta de que son contratos que tienen una duración determinada: “En los próximos seis meses y en adelante vamos a ver cómo vencen cada vez más contratos, lo que pondrá a la producción existente bajo todavía más presión”.  

La experta puntualiza que el problema no se limita a que los precios sean muy elevados, también afecta al hecho de que “los precios del producto final son muy bajos”. En este contexto, “la perspectiva de una recesión empeora la situación”. “Creo que las empresas tomarán decisiones difíciles con bastante rapidez cuando empiecen a pagar el precio total de la energía”, concluye la analista de Fidelity. En la mayor parte de casos, piensa que los productores “seguirán produciendo a pérdidas”, para ahorrarse los costes adicionales que ocasionaría suspender y retomar la producción.

“En un entorno en el que los precios del aluminio no suben a corto plazo, hay que esperar que la demanda aumente para justificar el mantenimiento de la producción. Pero dado el contexto macroeconómico mundial, es difícil que eso ocurra a corto plazo, lo que significa que, en mi opinión, estos productores tomarán decisiones sobre el cierre [de algunas instalaciones] este año en lugar de más adelante”, añade Stafford. En definitiva, anticipa que la producción de aluminio en Europa será “mucho, mucho más inferior” de lo que ha sido hasta el momento.

¿Hay margen para recibir apoyo gubernamental?

Este escenario planteará dificultades adicionales, dado que el control sobre la producción de materias primas “y que la seguridad sobre el suministro de materias primas se ha convertido en un asunto primordial”. Sin embargo, la analista de Fidelity afirma que, al menos en el Viejo Continente, las autoridades deberán priorizar ciertas necesidades sobre otras: “Actualmente la mayor preocupación es asegurar que haya suficiente energía. Se busca gas de donde se pueda, carbón de donde se pueda, petróleo de donde sea fuera de Rusia. Si tienes mercados con diversas fuentes de suministro a nivel global, entonces probablemente (la producción de acero) no sea algo que se vaya a priorizar. Si quieres mantener abiertas las plantas, entonces se necesitará pagar subsidios”, sentencia.

Aquí viene la siguiente derivada: en un momento en que los gobiernos europeos están intentando bajar la factura de la energía para empresas y consumidores, no queda tanto dinero en el presupuesto para subvencionar otras industrias. “¿Es necesariamente el aluminio el sector al que se va a prestar apoyo? En algunos casos, potencialmente, si se trata de un empleador muy importante en una región. Pero será caso por caso”, resume Stafford.

En este entorno, la pregunta es obligada: ¿quedan oportunidades para los inversores? La experta de Fidelity es muy sincera: “Creo que nos estamos acercando al fondo del ciclo, pero es muy difícil encontrar valoraciones atractivas o donde creo que la renta variable está valorando el escenario correcto. Lo ideal sería algo como lo que estamos viendo en el aluminio, donde el precio de la materia prima está por los suelos, las acciones han bajado sustancialmente y podemos tener la convicción de que en algún momento mejorará el entorno de la demanda. Así que, probablemente, es ahí donde me fijaría en los próximos seis meses”, concluye

Inversión sostenible: el gran reto de los inversores

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La inversión sostenible se ha convertido en un tema clave para los inversores privados e institucionales. Sin embargo, los acrónimos utilizados (ESG, ITR, SFDR, etc.), la complejidad y la rápida evolución en este campo dejan a muchos inversores confundidos. La pregunta fundamental que se nos plantea a menudo es: ¿por qué debemos, y cómo podemos, integrar los principios de sostenibilidad en las carteras?

En la actualidad, existen importantes fuerzas de mercado que fomentan y facilitan una transición medioambiental que se ha vuelto indispensable: la presión de los consumidores, las medidas reguladoras, las transiciones de los modelos de negocio en todos los sectores y la asignación justa de capital por parte de los inversores.

En este contexto, la integración de los principios de sostenibilidad en la construcción de carteras apoya la transición básica de nuestros modelos económicos. Además, permitirá preservar mejor los activos invertidos, favoreciendo a las empresas que se beneficiarán de las futuras transiciones y reduciendo la exposición a los posibles perjudicados de la revolución en curso.

Estabilidad medioambiental para un crecimiento sostenible

Es innegable que las comunidades funcionales, el crecimiento económico sostenible y los rendimientos financieros atractivos a largo plazo dependen de la estabilidad medioambiental.

La investigación científica ha cuantificado ya una serie de límites globales que no deben sobrepasarse, con medidas relativas a las emisiones de CO2, la calidad del agua y la biodiversidad, entre otras. Si bien la situación es alarmante, puesto que ya hemos superado los umbrales de alerta en la mayor parte de estos ámbitos, la ciencia tiene claro cómo restablecer o reducir los daños causados a nuestros ecosistemas. 

La transición medioambiental se construirá en torno a cuatro grandes ejes:

  1. Electrificación.  La electricidad se está convirtiendo en el vector energético dominante. De alrededor del 20% de la demanda mundial de energía en 2020, aumentará a más del 70% en 2050. Para producir electricidad, tendremos que pasar de los combustibles fósiles a energías más limpias (agua, eólica, solar y posiblemente nuclear).
  2. Agricultura y preservación de la naturaleza.  De aquí a 2050, necesitaremos alimentar a 2.000 millones de personas más, al tiempo que restauraremos grandes extensiones de tierra cultivable para proyectos de reforestación y biodiversidad. Tendremos que replantearnos nuestros métodos de producción y consumo.
  3. Materiales.  Habrá que desvincular la trayectoria del crecimiento económico de la extracción de materias primas. El modelo «tomar, fabricar, desperdiciar» debe ser sustituido por «reducir, reutilizar, reciclar». Habrá que repensar los materiales de construcción, compartir los coches y reciclar sus componentes.
  4. Carbono.  El modelo de economía de mercado debe ampliarse para incluir todas sus externalidades. Las emisiones de carbono deberán ser cada vez más caras, creando los mecanismos de incentivo necesarios para que los actores industriales adopten verdaderas estrategias de transición.

Sostenibilidad, una fuente de creación de valor

La transformación de nuestros modelos económicos hacia una economía más sostenible está en marcha y representa una auténtica revolución. Surgirán nuevos actores con gran potencial de crecimiento, mientras que otros desaparecerán. El temor de algunos inversores a que la inversión sostenible signifique sacrificar el rendimiento es en realidad una idea infundada.

Los recientes acontecimientos geopolíticos y las tensiones resultantes no harán sino aumentar la urgencia de la transición. El concepto de independencia energética, por ejemplo, nunca ha sido tan relevante como hasta ahora.

Integración de la sostenibilidad en las carteras de los inversores

En los últimos años, los inversores han integrado los criterios de sostenibilidad según sus preferencias. Muchos han elegido los criterios ESG como herramienta de puntuación, lo que permite comparar las prácticas actuales de diferentes empresas en una serie de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza.

Hoy en día, debemos mirar más allá. La transición en curso promete afectar a todos los sectores económicos, a lo largo de todas las geografías. Al igual que los avances tecnológicos de los últimos cincuenta años han trastornado todos los modelos de negocio, esta transición hacia la sostenibilidad afectará a todos nuestros entornos de inversión, invitándonos a repensar nuestra forma de invertir. Más que nunca, la inversión sostenible debe convertirse en una cuestión de convicción, destacando la importancia de la investigación científica para permitirnos comprender mejor las trayectorias de transición de las empresas, sector por sector. El análisis debe ser prospectivo y requerirá una amplia gama de competencias: climatólogos, científicos, ingenieros y analistas.

Con la revolución de la sostenibilidad ya en marcha, y cada vez más acelerada por las presiones geopolíticas, creemos que la creación de carteras alineadas con los principios de sostenibilidad es la forma más eficaz de apoyar esta transición. Esto garantizará la mejor conservación de los activos invertidos a largo plazo, favoreciendo a las empresas que pueden beneficiarse de la transición actual y limitando la exposición a los futuros perjudicados.

 

 

Tribuna elaborada por Frédéric Rochat, socio director de Lombard Odier.

La Fed cerrará el año con una previsible subida de tipos de 50 puntos básicos

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Semana protagonizada por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE), que celebrarán sus respectivas reuniones, las últimas de este 2022, esta semana. La primera cita es con la Fed, y los expertos de las gestoras ya dan por hecho que la institución monetaria subirá su tipo de referencia 50 puntos básicos. El turno del BCE llegará el jueves y, de igual manera, se espera que también suba los tipos, pero, en esta ocasión, podría llegar a ser 75 puntos básicos. Un protagonismo que tendrá que compartir con el Banco de Inglaterra, pero vayamos por partes y centrémonos primero en qué esperar del miércoles.

En el caso de la Fed, el debate se centra en si en Estados Unidos la inflación ha alcanzado ya su máximo. Si fuera así, algunos expertos apuntan a que iríamos hacia un horizonte en el que la Fed mostraría un cambio de rumbo. Sin embargo, el discurso mayoritario es que la fortaleza del mercado laboral y de su economía aún no permitirán que veamos un cambio de dirección a muy corto plazo. “A pesar de la agresividad de la Fed a la hora de endurecer las condiciones financieras, la economía estadounidense se ha mantenido firme y el consumidor ha asimilado la crisis del coste de la vida por encima de lo que cabría esperar, ayudado en gran medida por un mercado laboral muy tenso y una tasa de desempleo que sigue siendo baja”, recuerda ​​Eoin Walsh, socio y gestor de carteras en TwentyFour Asset Management.

Según explica Orla Garvey, gestora senior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited, las condiciones financieras de EE. UU. (FCI) se han relajado desde el dato del IPC de octubre, más débil de lo esperado. “A finales del verano vimos un episodio similar de relajación, que el presidente de la Fed rechazó agresivamente en un discurso pronunciado en Jackson Hole. El mercado esperaba ahora una respuesta similar. Sin embargo, en contraste con las comunicaciones posteriores al FOMC de noviembre, Powell sugirió que la Fed se sentía cómoda con la situación actual de los mercados. El impacto de esta afirmación fue un debilitamiento del dólar, un fuerte rendimiento de los activos de riesgo y un movimiento a la baja de los tipos, ya que el mercado valoró un pivote de la Fed con cerca de un recorte de 20 puntos básicos en noviembre de 2023”, apunta Garvey.

Además, Garvey señala un factor que pesa mucho entre los bancos centrales: su credibilidad. “En un año en el que existe una gran incertidumbre en torno a las perspectivas de crecimiento e inflación –debido a la falta de claridad sobre el impacto retardado del endurecimiento actual, la evolución de la política COVID de China, las negociaciones entre Ucrania y Rusia y las perspectivas energéticas de Europa – mantener la credibilidad será clave para la Fed. Sugerir demasiada comodidad con las perspectivas de inflación en este momento es arriesgado, ya que equivocarse en este punto podría dar lugar a que se arraiguen unas expectativas de inflación más elevadas o a la necesidad de subir más de lo previsto actualmente, provocando así una recesión más prolongada”.

Tal y como recuerda Blerina Uruci, economista jefe para EE.UU. de T. Rowe Price, de cara a esta reunión, hay algunas cosas que ya sabemos. «El presidente de la Fed, Jerome Powell, ya ha comunicado varios matices antes de la reunión como, por ejemplo, que una ralentización del ritmo de subidas a 50 pb (desde 75 pb). Además, el gráfico de puntos mostrará un tipo terminal superior al de septiembre. Y la función de reacción es cada vez más amplia: rigidez del mercado laboral, inflación y crecimiento. Esto difiere de la mayor parte de 2022, cuando se centraba únicamente en la inflación y en la gestión del endurecimiento a corto plazo de las condiciones financieras», afirma Uruci.

Por todo ello, se espera que la Fed anuncie una subida de tipos de 50 puntos básicos. “Todo lo que no sea una subida de los tipos de 50 puntos básicos por parte de la Fed sería una gran sorpresa. La atención se centrará sobre todo en el grado de ajuste de la Fed y en el tiempo que prevé mantener los tipos en el nivel actual, muy restrictivo. Esperamos para 2023 dos subidas más de 25 puntos básicos, lo que situará el tipo de interés oficial entre el 4,75% y el 5%.  Los miembros del FOMC han reiterado su compromiso de mantener los tipos en su nivel máximo al menos hasta principios de 2024, pero este compromiso se verá sometido a una dura prueba por el empeoramiento de las condiciones económicas”, defiende Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments

Según reconoce Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, la subida de 50 puntos básicos es esperada por los mercados. Pero podrían verse sorprendidos por el tono de halcón que se espera que adopte Jerome Powell. De hecho, actualmente esperan un tipo terminal del 5% y un primer recorte de tipos en el segundo semestre de 2023. «Creemos que estas expectativas no reflejan posibles sorpresas sobre unas cifras de inflación más elevadas en los próximos meses. Dado el alto nivel de incertidumbre sobre el nivel de inflación debido a la fortaleza de la economía estadounidense, creemos que el tipo terminal de la Fed podría situarse entre el 5% y el 6%. Además, no somos partidarios de un recorte de tipos en la segunda mitad del año, ya que Jerome Powell ha afirmado claramente que no debemos contar con rápidos recortes de tipos para evitar repetir los errores cometidos en los años setenta y ochenta», argumenta Dixmier.

Uruci comparte que los precios del mercado coinciden en líneas generales con las previsiones de la Reserva Federal de una subida de 50 puntos básicos en diciembre y tienen una probabilidad ligeramente superior al 50% de una subida de 50 puntos básicos en febrero. «La próxima batalla entre el mercado y la Fed será la fijación del precio de los recortes en la segunda mitad de 2023, ya que el desacuerdo sobre el tipo terminal y la rapidez con la que llegarán a él no es muy significativo en estos momentos», añade.

¿Un “giro” de la Fed?

Para Christian Scherrmann, U.S. Economist en DWS, la posición de la Fed de mantener una postura agresiva ante una desaceleración leve podría servir a varios propósitos. “Si los tipos de interés se mantienen elevados hasta 2023, se podría garantizar que la inflación siga siendo baja en los años siguientes. Por lo tanto, es probable que hasta 2024 los miembros del FOMC no indiquen sus expectativas de normalización de la política monetaria”, afirma. 

“La inflación sigue siendo demasiado alta, los mercados laborales demasiado fuertes y la oferta y la demanda demasiado desequilibradas para que la Reserva Federal baje la guardia. La inflación muestra algunos signos iniciales de relajación, pero los mercados laborales, sobre todo, siguen siendo un gran quebradero de cabeza para la Reserva Federal. Sigue habiendo 1,6 ofertas de empleo por cada desempleado, lo que significa que la demanda de mano de obra sigue siendo fuerte, y los salarios aumentan más de un 5% al año. Esto, por desgracia, dista mucho de ser una situación alentadora para la economía”, argumenta el economista de DWS. 

Axel Botte, estratega global de Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM, destaca que “el riesgo de recesión se aleja” aunque no obstante advierte que la inversión de las curvas de rendimiento parece anunciar un «pivote» de los bancos centrales. En cuanto a la inflación, Botte señala que “es probable que los datos de inflación sigan bajando en noviembre hasta el 7,5% aproximadamente, lo que puede servir de apoyo a los bonos estadounidenses hasta la próxima reunión de la FOMC”. En este sentido, refleja que “al igual que en el pasado verano, la Fed se enfrenta a una temprana relajación de las condiciones financieras”. 

En opinión de Garvery, lo más probable es que sea cierto que se haya alcanzado el precio máximo de los tipos de interés y que la moderación de la inflación y la ralentización de las subidas en el futuro permitan una normalización de la volatilidad de los tipos. Sin embargo, advierte: “En 2023 habrá que esperar a que se asienten los efectos de una política más restrictiva. No puede haber un giro creíble sin pruebas claras de una relajación de los mercados laborales y una ralentización de la inflación en el sector servicios”. 

Sin duda, las gestoras coinciden que la clave para cualquier cambio por parte de la Fed está en el mercado laboral. Según explica Walsh, el desempleo en EE.UU. podría resultar un indicador clave para la rentabilidad de los activos el próximo año, ya que será uno de los componentes clave que determinen la trayectoria de los tipos y, en particular, la posibilidad de un «giro» de la política por parte de la Fed.

“Si la tasa de desempleo se mantiene por debajo del 4,5% (actualmente es del 3,6%), no creemos que la Fed sienta mucha presión para relajar su política. Sin embargo, cabe señalar que, a pesar de la rigidez del mercado laboral, cuando la tasa de desempleo comienza a subir suele hacerlo de forma agresiva, por lo que estaremos muy atentos a los CEOs de las empresas en busca de cualquier indicador temprano de que el recorte de empleo que hemos visto en varios gigantes tecnológicos se esté propagando a la economía en general”, argumenta el experto de TwentyFour AM. 

Proyecciones económicas

Según el economista de DWS, otro punto relevante de la reunión de esta semana es conocer el resumen actualizado de las proyecciones económicas de la Fed, así como la voluntad de aceptar un menor crecimiento y unos tipos de interés más altos en 2023. “En nuestra opinión, es probable que el gráfico de puntos de la Reserva Federal muestre una tasa máxima ligeramente superior al 5%, mientras que el crecimiento para el próximo año podría rebajarse a menos del 0,5%, justo antes de pronosticar una recesión”, afirma. 

Respecto a las proyecciones macroeconómicas, Thomas Costerg, economista de Pictet WM, señala que Powell ya destacó anteriormente que el tipo de interés terminal podría revisarse «algo al alza» desde 4,6% en septiembre. Y recuerda que  algunos miembros han insinuado que tendría que la institución tendría que ser más agresiva. “Esperamos que revise al alza hasta alrededor de 5,1%, para un tipo terminal de 5 a 5,25% para marzo de 2023. Al subir tipos nuevamente, la Fed se va a alejar de su tradición de prestar atención a la curva de rentabilidades a vencimiento de la deuda, que indica recesión, y encuesta de sentimiento de la producción, en contracción en noviembre. El caso es que no está lista para anunciar el final de su ciclo de subida de tipos. De hecho, es probable que Powell señale que el listón para recortar tipos en 2023 es alto, a pesar de que el mercado espera que los reduzca a alrededor del 4,5% para finales de 2023”, apunta Costerg.

En este sentido, Scherrmann añade: “Lo más probable es que se prevean recortes de los tipos de interés y se eleven un poco las previsiones de crecimiento, aunque probablemente seguirán estando por debajo del potencial. Una pausa hawkish en 2023 podría además mantener las condiciones financieras restrictivas, otro requisito previo para conseguir el objetivo de inflación”.

Por último, Zanghieri reconoce que desde la gestora esperan que el PIB estadounidense crezca sólo un 0,3% el próximo año, y que se contraiga en el segundo y tercer trimestre. “Para evitar un aterrizaje demasiado duro de la economía, la Fed se verá obligada a recortar los tipos antes de lo previsto actualmente, y proyectamos una reducción de 50 puntos básicos en los últimos meses del próximo año. Los riesgos se inclinan hacia una postura más dura: sin pruebas convincentes de que la inflación disminuya rápidamente, la Fed podría verse empujada a subir el tipo de interés oficial por encima del 5% y mantenerlo durante más tiempo, lo que empeoraría las perspectivas de la economía”, concluye el economista senior de Generali Investments.

La ESMA aclara nuevas cuestiones sobre los datos fundamentales para el inversor de PRIIP

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La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) publicó el pasado 14 de noviembre la actualización de su documento de preguntas y respuestas (Q&A) sobre el documento de datos fundamentales para el inversor (DFI o KID por sus siglas en inglés) de su Reglamento* sobre los productos de inversión minorista empaquetados y basados en seguros (PRIIP, en siglas inglesas).

Según explican los expertos de finReg360, esta actualización ha afectado a algunas nuevas preguntas y respuestas, que se han elaborado con el fin de aclarar ciertas cuestiones recogidas recogidas en el Reglamento Delegado 2021/2268. Por ejemplo, de forma general, se han planteado cuestiones en relación con la terminología utilizada en el KID, sobre las que la ESMA recuerda que “se puede utilizar un glosario a efectos aclaratorios, que debe ser fácilmente accesible desde el KID, por ejemplo, con un hipervínculo, además de hacer referencia a este en la sección de otra información relevante; se puede referir de forma abreviada al producto, tras indicar su nombre completo, y se debe incluir el nombre del grupo como parte del nombre del fabricante del PRIIP”.

Desde finReg360 destaca que en la sección “¿Qué es este producto?”, la ESMA aclara si es obligatorio indicar o no si los UCITS o los FIA están gestionados de forma activa o pasiva; clarifica qué se debe entender por la frase “si este enfoque incluye o implica una referencia a un índice de referencia” e incluye ejemplos aclaratorios; se pronuncia sobre el significado de “el grado de libertad del índice de referencia”. 

Además, los expertos indica que, la ESMA fija que, “ por un lado, los elementos que se han de considerar para indicar en el KID el grado de libertad con respecto al índice de referencia, y por otro, el deber de revelar la estrategia definida con respecto la variación del riesgo que asumirá en relación con un índice”. También indica el tipo de información que ha de incluirse en la sección “¿Qué es este producto?” del KID de los UCITS, apalancados o no, referenciados a un índice; resuelve cuestiones sobre los UCITS que sean fondos cotizados (ETF o exchanged-traded funds), como el contenido específico que debe incluirse en el KID.

Sobre las categorías de productos, “la ESMA resuelve también aspectos relacionadas con determinadas categorías de productos, entre los que destacan las relativas a los precios de reembolso de los FIA inmobiliarios y la consideración de los fondos de retorno absoluto como fondos ordinarios o flexibles”, explican los expertos de finReg360.

Escenarios de rentabilidad

En este apartado, la ESMA aclara que, en el caso del elemento narrativo E de la parte 2 del anexo V del Reglamento Delegado 2021/2268, se deben mencionar las fechas indicadas, en términos de meses y años,  y los períodos de referencia para cada escenario de rendimiento. Especifica con ejemplos los subintervalos incluidos en el periodo de tiempo, y cuáles se interrumpen al final de este, definidos en el punto 7(a) del anexo IV del Reglamento Delegado 2021/2268. Clarifica también el cálculo previsto para la ‘transformación lineal‘ del inciso iv) de la letra c) del punto 7 del anexo IV. Confirma que está permitido utilizar un valor de referencia diferente para los cálculos del escenario de rendimiento, cuando no se cumplan las condiciones del párrafo primero del punto 12 del anexo IV del Reglamento Delegado 2021/2268.

«Determina que los escenarios de rentabilidad para los PRIIP de categoría 2 para los que no existe ni índice de referencia ni sustituto adecuado con datos históricos suficientes deben calcularse de acuerdo con el punto 31 del anexo IV del Reglamento Delegado 2021/2268. Y responde afirmativamente a la pregunta de si se puede utilizar el historial de precios de una clase de acción cuando se crea otra nueva, en los fondos de múltiples clases de acciones, siempre que se reflejen las características de la clase de acción específica», añaden desde finReg360.

Otro apartado que se aborda es de rentabilidad histórica. Sobre este apartado, la ESMA indica que se ha de incluir en el KID una declaración sobre la razón de  no disponer de datos sobre la rentabilidad histórica correspondientes a un año natural completo. También determina que el diagrama de barras, en los años sin datos sobre rentabilidades pasadas, se deberá mantener en blanco sin más anotación que la fecha. Y obliga a que el diagrama de barras muestre la rentabilidad respecto al período anterior al cambio, si se modifica el índice de referencia, junto con una advertencia clara de que la rentabilidad se logró en circunstancias que ya no son aplicables; en este sentido, cuando se disponga de varias versiones, han de expresarse las cifras de los resultados anteriores, calculadas sobre la base de los ingresos distribuibles reinvertidos.

Cuestiones adicionales

La ESMA resuelve y aporta ejemplos aclaratorios sobre los contratos por diferencia (CFD) y otros productos apalancados, respecto al cálculo de su rentabilidad. Asimismo, aclara cuestiones relacionadas con los PRIIP que ofrecen productos multiopción (MOP); los KID de los subfondos; el cálculo de los escenarios de rentabilidad y los costes de los autocallable products; el cálculo del indicador resumido de costes, o ciertas particularidades de la presentación de los costes.

Renta fija mundial: la volatilidad y la incertidumbre han llegado para quedarse

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En el contexto actual, resulta difícil efectuar predicciones sobre la coyuntura macroeconómica. Empezamos a constatar divergencias en la política monetaria y la fiscal de algunas economías, lo que genera incertidumbre sobre los catalizadores de la inflación y del crecimiento. Algunos de los principales indicadores adelantados, como los índices de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) del sector manufacturero apuntan a una marcada ralentización del crecimiento, a lo que se suma una inflación también volátil, lo que dificulta la valoración de los resultados probables por parte de los inversores.

La incertidumbre macroeconómica seguramente persistirá durante algún tiempo, especialmente en vista de que todavía existen dos cuestiones clave que no se han resuelto y que dominan los mercados. La primera de ellas es la situación entre Ucrania y Rusia en Europa y sus repercusiones sobre los mercados energéticos. Resulta muy difícil predecir cómo evolucionará la guerra y los efectos que tendrá sobre una importante locomotora del crecimiento mundial como es Europa. La segunda es China y su política de “covid cero”, que ha empañado las perspectivas de crecimiento del gigante asiático, lo cual ha tenido un efecto dominó que se ha dejado sentir especialmente en los mercados asiáticos. Estas dos situaciones cambiantes inciden considerablemente en la limitación del crecimiento mundial y el aumento de la inflación (a través de las restricciones en el plano de la oferta).

La política monetaria dicta el rumbo

La mayoría de los principales bancos centrales se muestran coordinados en su intención de reducir las presiones inflacionistas mediante el endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, empezamos a observar un cierto grado de variabilidad en el ámbito de la política fiscal, como ejemplifican las medidas que aprobó recientemente el Gobierno del Reino Unido y que dieron lugar a unas distorsiones sumamente considerables en el mercado.

No obstante, la mayor parte de las medidas que se anticipan recaen sobre los bancos centrales. Aunque la mayoría de ellos están tomando medidas similares para atajar la inflación, empezamos a observar cierta incertidumbre respecto de la rapidez con la que efectuar las subidas de tipos, la magnitud que deberían tener y el horizonte temporal durante el que mantener vigentes estas condiciones financieras restrictivas. La realidad es que todavía es necesario que la inflación toque techo en la mayoría de los países. Hasta que ello suceda, resulta muy difícil prever una ralentización de la actual trayectoria de subida de tipos por parte de los bancos centrales.

En nuestra condición de inversores activos, nuestro papel consiste en evaluar los riesgos ligados al crecimiento, la inflación y las políticas en las distintas economías y determinar si dichos riesgos están plenamente reflejados en los precios de los mercados de tipos, divisas y crédito. Determinamos nuestra opinión y convicción sobre la base de una perspectiva centrada en factores fundamentales, técnicos y de valoración y, a continuación, decidimos si nuestra opinión difiere de lo que descuenta el mercado.

La fragilidad del mercado aflora

En la actualidad, uno de los efectos más reseñables que están aflorando a raíz de los factores macroeconómicos es una creciente sensación de fragilidad en los mercados de bonos. Estamos acostumbrados a que los mercados de crédito presenten una cierta fragilidad. Después de todo, se trata de un mercado extrabursátil (OTC, por sus siglas en inglés) donde la liquidez puede agotarse con rapidez, especialmente en los segmentos de mayor riesgo, como los de alto rendimiento y deuda de los mercados emergentes, por ejemplo.

Ahora estamos empezando a ver cómo esta tensión también se está dejando sentir en los mercados de deuda pública, lo que añade una capa adicional de complejidad a la hora de gestionar activos de renta fija y construir carteras. La estabilidad financiera también constituye ahora un riesgo de cola y, junto con la inflación y el crecimiento, representa una variable que los bancos centrales también deben tener en cuenta.

Lo acontecido en el Reino Unido en las últimas semanas resultó revelador para la mayoría de responsables políticos de todo el mundo, dado que presenciaron la rapidez con la que la volatilidad puede traducirse en una situación de fragilidad en el mercado a través de una enérgica reducción del apalancamiento. Uno de los aspectos clave que buscamos cuando evaluamos los riesgos para la estabilidad financiera es el apalancamiento oculto que, por su propia naturaleza, resulta difícil de identificar. Una fórmula que pueden adoptar los inversores para protegerse frente a este fenómeno consiste en mantener carteras diversificadas y líquidas de cara a estar posicionados como proveedores de liquidez durante periodos de mayores distorsiones en los mercados.

En esencia, la volatilidad genera oportunidades, pero exige que los inversores presten más atención a la trayectoria del riesgo en una cartera y a la necesidad de estar listos para proporcionar liquidez en los segmentos del mercado donde surjan posibles distorsiones. A la hora de seleccionar los gestores activos de renta fija, resulta primordial evaluar su agilidad en la toma de decisiones para sacar partido de estas distorsiones.

Previsiones

El cometido de los gestores activos pasa por aprovechar la volatilidad y la dispersión en los mercados: este es el contexto en el que buscamos prosperar. Habida cuenta de nuestras previsiones de que asistiremos a una marcada ralentización unida a una inflación obstinadamente elevada, creemos que estas distorsiones seguramente persistirán durante al menos seis meses, lo que brindará oportunidades a los inversores activos que cuenten con sólidas plataformas de análisis. En el marco de un mandato mundial que incluye la opción de invertir en la mayoría de las clases de activos en el universo de renta fija, la ampliación de los diferenciales y los niveles más elevados que exhiben los rendimientos de partida ofrecen la posibilidad de generar unas atractivas rentabilidades a largo plazo en términos históricos.

Si bien cabe la posibilidad de que los mercados registren aún muchas más turbulencias y volatilidad, creemos que ya se descuenta una parte considerable del sentimiento bajista y que el posicionamiento en el mercado resulta defensivo en líneas generales. A modo de ejemplo, en el segmento del crédito mundial existe una marcada divergencia entre el universo de crédito investment grade en euros y el universo de crédito investment grade en dólares estadounidenses. No es ningún secreto que Europa se enfrenta a retos considerables asociados con la guerra y con una crisis energética. En la actualidad, el diferencial entre ambos mercados resulta considerable. Si profundizamos en nuestro análisis, observamos que el universo de crédito estadounidense presenta mayor dispersión, pero el universo del crédito europeo ofrece más oportunidades en líneas generales.

Oportunidades de inversión

Resulta evidente que los mercados descuentan de forma creciente escenarios recesivos que contemplan un “aterrizaje forzoso” de la economía. Prevemos que los tipos presentarán mayor divergencia a medida que la combinación de políticas macroeconómicas se ajuste para reflejar los distintos grados de sensibilidad que muestran las economías a las subidas de tipos.

En consecuencia, observamos muchas más oportunidades para expresar nuestras opiniones relativas sobre países y curvas de tipos. En el ámbito del crédito, observamos el surgimiento de un abanico de oportunidades en el mercado de crédito investment grade europeo, especialmente para los inversores que operan en dólares. En el segmento de alto rendimiento, la selección ascendente (bottom-up) e idiosincrásica del riesgo resulta fundamental.

En cuanto al crédito estructurado, nos centramos en algunas de las obligaciones garantizadas por préstamos (CLO, por sus siglas en inglés) que han registrado considerables fluctuaciones de precio en fechas recientes, así como en algunos bonos de titulización de activos (ABS, por sus siglas en inglés) relacionados con el consumo. En los mercados emergentes, analizamos los mercados de divisas y buscamos oportunidades en el segmento de la deuda denominada en divisa local. En vista de las trayectorias dispares del crecimiento y de los tipos, creemos que el dólar seguramente mantendrá su solidez en el futuro próximo.

En entornos como este donde abundan las distorsiones, la capacidad para adoptar un enfoque internacional y efectuar una selección a partir de un amplio conjunto de oportunidades con más palancas de alfa puede marcar una diferencia decisiva en la práctica. Si bien invertir en el entorno de mercado actual puede resultar inquietante, esperamos que unas asignaciones activas y flexibles redunden en beneficio de los inversores, dado que permiten evaluar el espectro completo de oportunidades que se presentan.

Los cinco temas de inversión más relevantes para 2023

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Hay cinco temas clave en los mercados y las inversiones en 2023 y desde BNP Paribas Wealth Management aseguran que se centran en las nuevas fuentes de ingresos, las estrategias para hacer frente a la volatilidad de los mercados, las respuestas a la crisis energética, las oportunidades a largo plazo más allá del pico de inflación y tipos y la transición energética.

«Los inversores que buscan rendimientos generosos y seguros tienen hoy acceso a una amplia gama de soluciones. La situación de elevada volatilidad de los mercados que estamos observando no va a cambiar. Hemos entrado en una nueva era de inflación estructuralmente más alta y de mayor incertidumbre que en décadas anteriores. La inflación y los tipos de interés descenderán desde los máximos de la década actual. Por último, la persistencia de unos costes energéticos elevados fomentará la aceleración de la inversión en transición y eficiencia energética», afirma Edmund Shing, Global Chief Investment Officer de BNP Paribas Wealth Management.

Tema 1: aprovechar las nuevas oportunidades de ingresos

Tras años de políticas monetarias y fiscales laxas, los rendimientos de los bonos cayeron casi al 0% o incluso por debajo de cero y los inversores no tuvieron más remedio que invertir en renta variable para encontrar rentabilidades razonables. Esos días han quedado en el pasado. El reciente y espectacular aumento de las rentabilidades de la renta fija y la ampliación de los diferenciales de crédito han creado nuevas oportunidades interesantes en el segmento de la renta fija. Se recomienda una temática mixta (bonos y acciones); bonos del Estado de EE.UU. para los inversores en dólares y bonos del Estado del Reino Unido a largo plazo; bonos corporativos con grado de inversión en EE.UU. y en la eurozona; fondos de renta fija sin restricciones; renta variable, con especial atención a las empresas sólidas que ofrecen dividendos crecientes; y productos estructurados centrados en los ingresos.

Tema 2: aceptar la volatilidad del mercado

El año 2022 será uno de los de mayor volatilidad en décadas en los mercados mundiales de renta fija y divisas, dada la incertidumbre en torno a los tipos de interés y la cuestión de cuándo alcanzará la inflación su punto máximo. Además, la renta variable mundial ha entrado en un mercado bajista y está experimentando una mayor volatilidad en medio de crecientes temores sobre el alcance de una posible recesión.

Este entorno está creando mayores oportunidades para invertir en soluciones estructuradas de activos cruzados, en estrategias macroeconómicas globales y de seguimiento de tendencias, en oro que podría volver a brillar cuando la inflación alcance su punto máximo y en empresas de mayor calidad con dividendo crecientes.

Tema 3: invertir en una nueva era

La pandemia de COVID-19, el consiguiente estímulo económico y la escalada de las tensiones geopolíticas han dado paso a un nuevo entorno de inflación elevada, en gran medida debido a la escasez de energía barata, la fuerte subida de los tipos de interés y la inversión de la globalización en favor de la deslocalización. Estos cambios son de naturaleza estructural y la nueva era económica exige una mentalidad inversora completamente diferente. Desde la entidad ven oportunidades de inversión en la reutilización y reciclaje de bienes y servicios a través de la inversión en líderes de la economía circular; seguridad energética (infraestructuras de transporte y almacenamiento de energía, metales para baterías, generación de energías renovables, economía del hidrógeno); seguridad alimentaria y eficiencia hídrica (riego y desalinización del agua más eficaces, empresas que luchan contra el desperdicio de alimentos); seguridad tecnológica: ciberseguridad, semiconductores, satélites; y automatización industrial.

Tema 4: mirar más allá del pico de inflación y tipos

Los inversores a largo plazo deberían mirar más allá del pico de inflación y de tipos de interés oficiales para ver las oportunidades de inversión que pueden ofrecer una inflación y unos tipos a largo plazo más bajos.

Este tema se centra en la renta variable y la renta fija. Los diferenciales y rendimientos del crédito con grado de inversión ofrecen ahora oportunidades atractivas en valores de calidad con un fuerte flujo de caja y sólidos balances que deberían permitir a las empresas aprovechar la relajación de los costes de las materias primas; marcas de lujo que pueden subir fácilmente sus precios sin reducir sus volúmenes de ventas; empresas que aumenten su inversión en capital tanto en digitalización y automatización, en un intento de adaptarse a un mercado laboral cada vez más restringido, así como en seguridad, para mitigar los riesgos de la ciberdelincuencia; y acciones de mercados emergentes que podrían beneficiarse de un dólar más débil en 2023.

Tema 5: acelerar la eficiencia energética

En el contexto del calentamiento global, las tensiones con Rusia y la escalada de los precios de los combustibles fósiles, es necesario buscar soluciones alternativas para frenar el gasto energético y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las soluciones preferibles para este tema son las de renta variable, así como fondos de capital riesgo que inviertan en infraestructuras energéticas. Este tema tiene varios subtemas, como el aislamiento, los sistemas de control inteligente del alumbrado y la señalización, las energías renovables y las tecnologías que capturan o reciclan el dióxido de carbono.