¿Será 2023 el punto de inflexión para los inversores en renta fija que llevan tanto tiempo sufriendo? ¿Ofrecerán por fin los mercados de renta fija rendimiento tras tantos años complicados? ¿Invertirán los bancos centrales la trayectoria alcista de los tipos de interés, impulsando el atractivo de los valores de renta fija?
Éstas son algunas de las preguntas que nos hacemos al despedir el año más nefasto para los mercados financieros, el peor en cuanto a rendimiento de la renta fija que se recuerda.
Estas preguntas no son sólo un deseo por nuestra parte. Creemos que las señales apuntan a un cambio en la tendencia de los bonos que podría ser tan dramático, o incluso peor, que lo que hemos tenido que soportar hasta ahora.
Mucha gente sabe que la inflación es la «kriptonita» del inversor en bonos (el material de ficción que debilita a Superman). La inflación no sólo se come el cupón que paga un bono, sino que suele provocar que los bancos centrales suban los tipos de interés. El aumento de los tipos de interés (y de los rendimientos de los bonos) implica una caída en los precios de los mismos.
Cuando la invasión rusa a Ucrania a principios de este año interrumpió el suministro mundial de energía y alimentos, agravando los problemas de abastecimiento relacionados con los confinamientos por el COVID, desató la inflación de una manera que la mayoría de nosotros no habíamos visto en décadas. Como consecuencia, muchos bancos centrales se vieron obligados a subir tipos para impedir que los precios se descontrolaran. Los responsables políticos se han comprometido a seguir subiendo los tipos hasta el año que viene, aunque ello suponga llevar a las economías a la recesión.
Malo para los bonos
En teoría, los bonos son un activo defensivo y deberían funcionar correctamente durante los periodos de mayor riesgo: crecimiento económico más lento, guerra, incertidumbre general.
Sin embargo, en la práctica, el rendimiento de la renta fija ha decepcionado este año, especialmente en comparación con clases de activos de mayor riesgo como la renta variable. Esto fue extraordinario, teniendo en cuenta lo costosa que estaba la renta variable, en particular una serie de valores relacionados con la pandemia y la tecnología.
Una de las razones es que las acciones tienen cierto grado de protección contra la inflación, ya que las empresas pueden subir los precios. En cambio, los bonos pagan un cupón nominal fijo que la inflación erosiona, dejando a los inversores con un rendimiento real más bajo. Además, los rendimientos de los bonos eran tan bajos a principios de este año que su duración media -el periodo de tiempo antes del vencimiento- era muy elevada, ya que los inversores buscaban rendimientos ligeramente superiores en títulos de mayor vencimiento. Por lo tanto, los bonos estaban caros, y la posterior caída de los precios de los bonos, para un aumento dado de los rendimientos, fue muy pronunciada.
Por qué nos atrevemos a ser optimistas
Los mercados de renta fija han atravesado un momento complicado, pero por eso puede que hayamos llegado a un punto de inflexión.
La recesión controlará la inflación. La actividad económica mundial se ralentizará el próximo año a medida que los elevados precios de los alimentos y la energía se combinen con los altos tipos de interés (y, finalmente, con la pérdida de empleo) para desembocar en una recesión.
Cuando una economía se debilita, la inflación debería caer. Los precios de mercado actuales sugieren que el índice de precios al consumo (IPC) de EE.UU. caerá hasta el 3% en diciembre de 2023, frente al 8% actual. En la mayoría de los mercados principales se observa una dinámica similar.
Los bancos centrales frenarán el endurecimiento monetario. La recesión, junto con un descenso significativo de la inflación general, permitirá a los bancos centrales ralentizar y, en última instancia, revertir las subidas de tipos de interés. Si se cumple este escenario económico, esperamos recortes significativos de los tipos de interés a finales de 2023 o principios de 2024. Pero los mercados financieros son previsores, por lo que los inversores fijarán el precio de esos recortes antes de que lo confirmen los bancos centrales, lo que creará un entorno más favorable para los bonos.
Valoraciones relativas: renta fija frente a renta variable. Tras un año de turbulencias en los mercados, los bonos no habían estado tan baratos en relación con la renta variable desde la burbuja de las puntocom de principios de la década de 2000.
La renta variable tiene margen para seguir cayendo. Históricamente, la caída máxima de las acciones, en relación con los bonos, a partir de este tipo de valoración comparativa podría oscilar entre el 25% y el 75%.
Los periodos anteriores en los que las valoraciones de los bonos, frente a las de la renta variable, fueron tan atractivas se produjeron generalmente en la cúspide de los mercados alcistas de renta variable. La renta variable sigue estando bastante cara, mientras que la renta fija está relativamente barata. Los inversores a largo plazo deberían empezar a actuar en consecuencia en 2023.
Conclusiones
Si estamos en lo correcto, es probable que veamos un crecimiento económico más débil en 2023, una inflación a la baja y políticas de los bancos centrales más favorables a los activos financieros.
Los inversores se anticiparán a estos cambios y comenzarán a abandonar la renta variable cíclica (y costosa) en favor de la renta fija defensiva (y barata). Si todas estas condiciones se cumplen, deberían crear un año mucho más positivo para los inversores en renta fija.
Columna de Álvaro Antón Luna, Country Head de abrdn para Iberia
Foto cedidaMikko Ripatti, gestor sénior de carteras de clientes en DNB AM.
2022 ha sido un año difícil para la renta variable y la renta fija. ¿Qué pueden esperar los inversores en 2023? En Funds Society conversamos con Mikko Ripatti, gestor sénior de carteras de clientes en DNB AM.
La evaluación que hacen los mercados del año 2022 es bastante uniforme. Ahora, lógicamente, a los inversores les interesa saber qué les podría deparar 2023…
Nuestros gestores de fondos creen que todavía no se han acabado las dificultades en las bolsas y, por ese motivo, estamos manteniendo nuestro posicionamiento defensivo. Hasta ahora, las caídas de las bolsas se han debido principalmente a la compresión de varios múltiplos, ya que, por un lado, la inflación ha sido más alta de lo previsto y, por otro, los bancos centrales han subido los tipos de interés con mucha fuerza. Creemos que el próximo movimiento a la baja lo provocarán las revisiones a la baja de los beneficios previstos, a causa de la caída de los ingresos y la compresión de los márgenes.
¿Qué sectores podrían recuperarse más rápido o cuáles considera DNB que son prometedores?
Cuando el mercado toque fondo, los sectores cíclicos deberían hacerlo bien. En este sentido, estamos buscando empresas de pequeña y mediana capitalización después del mal comportamiento relativo sin precedentes que han registrado durante los últimos doce meses. Además, el consumo cíclico también debería beneficiarse del descenso de la inflación. Este sector también se anotó un pésimo comportamiento el año pasado. Lo mismo cabe afirmar de los valores de crecimiento, donde un porcentaje importante de los beneficios previstos está en el futuro y han pasado a estar fuertemente presionados por su sensibilidad a las alzas de los tipos de interés. Dentro de los valores de crecimiento, destacaríamos el sector tecnológico y las energías renovables, que siguen beneficiándose de unos sólidos vectores estructurales.
Hablemos brevemente sobre renta fija, donde DNB cuenta con soluciones de inversión en bonos de alta calidad crediticia y alto rendimiento. Se habla mucho sobre el retorno de la renta fija. ¿También lo ves así?
Sí, estamos convencidos de que los bonos regresarán durante los próximos seis o doce meses. Para los mercados, lo importante es saber con certeza cuándo tocará techo el ciclo de subidas de tipos de los bancos centrales. Sin embargo, el efecto de los cambios en los tipos de interés tarda en dejarse sentir en la economía, por lo que se tomarán un respiro para evaluar la situación en sus respectivas economías. Los mercados de Europa, Noruega incluida, deberían haber descontado ya la mayor parte de esta evolución. Podría suceder incluso que se reactive una vieja conocida como la correlación negativa entre los bonos y las acciones.
Hablemos también de la dimensión ESG. ¿En qué punto se encuentra el sector?
En el plano normativo, han sucedido muchas cosas en 2022. El mayor problema al que se enfrenta el sector sigue siendo los datos de las empresas, que se encuentran en un volumen insuficiente, son incompletos o, en algunos casos, contradictorios. También existe una falta de comparabilidad. La clasificación de los artículos 6, 8 y 9 ha sido un primer intento, pero todavía no se ha cerrado el debate de si deberían ser excluidas de las carteras sostenibles las empresas con una mala huella de carbono, pero con planes de transformación verificables hacia las energías renovables.
Este año, los documentos de perspectivas de las gestoras internacionales coinciden en que estamos ante un nuevo escenario de inversión marcado por una inflación más elevada, una política monetaria dura y restrictiva, que significa que los bancos centrales ya no apoyarán los mercados, una mayor volatilidad y una mayor presencia de los riesgos geopolíticos. Este nuevo escenario y vuelta a la normalidad, supone una nueva lectura sobre las oportunidades de inversión entre las diferentes clases de activos. ¿Cuáles son sus principales apuestas?
En primer lugar, hay que destacar que las gestoras coinciden en que los activos de renta fija volverán a tener un lugar en las carteras del próximo año y, en general, todos apuntan al mercado de bonos y al mercado de crédito, pero siendo selectivos y buscando calidad. Por ejemplo, en opinión de BlackRock ha llegado el momento de “repensar los bonos”. Según explica la gestora, la renta fija ofrece por fin “ingresos» después de que los rendimientos hayan aumentado en todo el mundo.
“Esto ha aumentado el atractivo de los bonos después de que los inversores estuvieran hambrientos de rendimiento durante años. Para aprovechar esta circunstancia, adoptamos un enfoque de inversión granular, en lugar de tomar exposiciones amplias y agregadas. Por lo que la gestora sigue infraponderado la deuda pública a largo plazo en las carteras tácticas y estratégicas.
Según matiza Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia, seguirá siendo necesario ser muy selectivos. “En deuda pública, preferimos los bonos ligados a la inflación y la deuda americana en el tramo corto, ya que confiamos menos en el tramo largo de la curva al considerar que ha perdido su función de protección. Vemos oportunidad en el mercado de crédito, en especial en investment grade por sus valoraciones y porque creemos que éstas sí han recogido ya el impacto que han generado los bancos centrales en el mercado de cara a los próximos 12 meses”.
Stefan Isaacs, Deputy CIO of Public Fixed Income de M&G, pone el foco en el high yield. “A finales de noviembre, los diferenciales mundiales de high yield se situaban en 508 puntos básicos, lo que, en nuestra opinión, compensa gran parte de las malas noticias económicas y ofrece un punto de entrada bastante atractivo para esta clase de activos”, señala.
El experto considera que esta clase de activo representa ahora un universo de mayor calidad en comparación con su situación antes de la pandemia. “Aunque esperamos que las tasas de impago aumenten desde los muy bajos niveles actuales, no prevemos un repunte brusco de los impagos. Con unos rendimientos totales ligeramente inferiores al 9%, creemos que la clase de activos ofrece un flujo de ingresos atractivo, que debería proporcionar un colchón significativo frente a cualquier nueva ampliación de los diferenciales o un aumento de los impagos”, matiza Isaacs.
Dentro de este consenso sobre ser selectivos en renta fija, Mike Della Vedova, gestor de carteras en T. Rowe Price, defiende que para el próximo año su preferencia es Europa. “Aun reconociendo que la economía europea podría sufrir una desaceleración más profunda que la de plazas similares, el high yield europeo debería beneficiarse de estar menos expuesto que el estadounidense a mercados cíclicos, como el de materias primas. Europa también tiene una mayor calidad crediticia que Estados Unidos, con más emisores con rating BB (70,7% en Europa comparado con 52,3% en EE. UU.) y menos empresas de calificación CCC o inferior (5,5% en Europa frente a 11,1% en EE. UU.).1 Además, el mercado europeo es más joven y menos maduro que el estadounidense, lo que significa que ofrece potencialmente más oportunidades de descubrimiento de precios e información”, argumenta.
Desde Allianz GI coinciden con esta visión y añaden que su visión sigue siendo favorecer la infraponderación de la beta de la renta fija, con el fin de reducir esa infraponderación de manera gradual a través de emisores de mayor calidad y una asignación libre por zonas geográficas. En este sentido, Franck Dixmier, CIO global de Renta Fija de Allianz GI, señala varias oportunidades más en renta fija para el próximo año: la deuda sostenible, los bonos corporativos de alta calidad y la deuda de mercados emergentes.
Sobre ello explica, en primer lugar, que las rentabilidades que ofrece la deuda con etiqueta de sostenibilidad, como los bonos verdes emitidos principalmente en el segmento de grado de inversión, se han reajustado a niveles más competitivos. “Nosotros creemos que la crisis energética va a impulsar la demanda y la rentabilidad a largo plazo de la financiación verde y social, aunque a corto plazo se recurra a fuentes más contaminantes y haya topes en las facturas de la energía para evitar una crisis”.
En el caso de sus otras propuestas, Dixmier indica que tanto los bonos corporativos de alta rentabilidad y la deuda externa de los mercados emergentes han recuperado su valor y ofrecen un amplio colchón de rentas (vía cupones) y una rentabilidad potencialmente atractiva a largo plazo. Pero advierte: “Estos activos pueden conllevar una mayor volatilidad, así como riesgos de impago, por lo que la gestión activa es fundamental”.
Por último, profundizando más en los sectores, la gestora de T. Rowe Price ve valor en los operadores europeos de cable y telecomunicaciones integradas. “Esta industria está respaldada por tendencias a largo‑plazo en el consumo de medios de comunicación, modelos de negocio estables e ingresos recurrentes, lo cual es importante ahora que el crecimiento está desacelerándose. También hay oportunidades en el sector servicios. Se trata de un sector grande y muy diverso, con un amplio abanico de oportunidades interesantes; ahora bien, dado el aumento de los precios, el análisis fundamental es imperativo”, afirma Della Vedova.
¿Hay hueco para la renta variable?
Esta apuesta generalizada por los activos de renta fija ha restado cierta relevancia a la renta variable, sin embargo, las gestoras insisten en que también se puede encontrar valor en las acciones. Según indican, los inversores tendrán que tener en cuenta el área geográfica, la calidad de las empresas y la valoración a la hora de incluir activos de renta variable en sus carteras. En opinión de Justin Thomson, director de inversiones (CIO) y renta variable internacional de T. Rowe Price, tras el importante reajuste de las valoraciones de este año, todas las clases de activos principales, excepto la renta variable estadounidense, cotizan a precios bajos con respecto a los últimos quince años.
Según Melda Mergen, directora Global de Renta Variable de Columbia Threadneedle, “seremos testigos de una mayor dispersión en las valoraciones en 2023, y la más fustigada será la renta variable de mayor duración”. Según explican desde la gestora, al pensar en las oportunidades a escala mundial, a grandes rasgos, Estados Unidos resulta más atractivo que otras regiones.
“También considero que los valores de pequeña capitalización podrían proporcionar más oportunidades que los valores de gran capitalización, sobre todo si se tiene en cuenta que las compañías de mayor capitalización suelen exhibir una mayor exposición a los ingresos generados fuera de Estados Unidos y obtener cerca del 35% de ellos fuera del país. Asimismo, sigo pensando que cobra sentido decantarse más por el valor que por el crecimiento. Hay ciertos segmentos de valor, el industrial o la energía, por ejemplo, que seguirán cosechando beneficios en 2023. Dicho esto, el crecimiento se está tornando más interesante. Muchas compañías de crecimiento presentaron un comportamiento inferior en 2022. Sin embargo, sabemos que sus modelos de negocio no han quebrado y somos conscientes de que siguen teniendo una ventaja competitiva”, añade Mergen.
Desde BlackRock, García- Díaz afirma que se mantienen infraponderados en renta variable de cara al próximo año, pero reconoce que hay segmentos donde se puede encontrar valor. “Creemos que en sectores como la energía, la salud y el sector financiero y bancario hay valor. Nuestra posición infraponderada en general se debe a que consideramos que ni las expectativas de valoración ni de beneficios recogen el daño de los bancos centrales. Así que nuestro posicionamiento se modificará cuando veamos que esto cambia o que hay mayor apetito por el riesgo”.
Por último Fabiana Fedeli, CIO, Equities, Multi Asset and Sustainability de M&G, se une al mensaje de que este sigue siendo un mercado en el que los inversores activos pueden cosechar alfa, pero coincide en que ser selectivo será clave: identificar aquellas empresas con balances sólidos y un fuerte poder de fijación de precios. “A escala nacional, estamos encontrando oportunidades selectivas en todos los mercados, pero en Japón, donde la reforma y la reestructuración de las empresas sigue cobrando impulso, creemos que hay muchas posibilidades de aprovechar las oportunidades específicas de los valores. También hemos encontrado oportunidades atractivas en China. Aunque hemos tenido una de las mejores rachas de la historia, creemos que las valoraciones siguen siendo baratas, con valores que cotizan a niveles distressed que, en nuestra opinión, no reflejan los fundamentos subyacentes”, argumenta Fedeli.
Otras ideas de inversión
En Pictet AM lo tienen claro, su gran apuesta son los mercados emergentes. “Tenemos preferencia por mercados emergentes para 2023, acciones y bonos. En bonos tenemos preferencia por los latinoamericanos, dada que iniciaron antes el ajuste monetario, altas rentabilidades a vencimiento y probable debilidad del dólar. El dólar está sobrevalorado entre 20% y 40% en relación con algunos mercados emergentes, cerca de sus niveles más caros de la historia en conjunto y América Latina tiende a ser el principal beneficiario de su debilidad, que esperamos el año que viene. Pero queremos centrarnos en los mercados más grandes, básicamente, Brasil y México. En Colombia hay más riesgo político. En Brasil los bonos cotizan con rentabilidad real a vencimiento del 10%, aunque existen riesgos. Pero no es previsible una política excesivamente populista en el país, pues la izquierda no ha ganado con margen para reclamar un mandato fuerte. En todo caso hay que tener en cuenta la previsible rentabilidad adicional proporcionada por la revalorización de la moneda local. Pero en renta variable emergente preferimos Asia, donde la inflación es baja y el crecimiento aumenta”, señala Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.
A esta idea, Paolini añade dos más: preferencia por invertir en sector con un crecimiento defensivo, básicamente salud, y el mercado de bonos. “No tenemos una señal clara sobre tamaño o estilo en 2023. Este año se ha tratado de valor vs. crecimiento, pero no el próximo. Aunque el crecimiento puede comportarse mejor el año que viene, no va a ser el factor clave. Por otra parte, la disminución del crecimiento del PIB nominal debe apoyar a los mercados de bonos. Efectivamente, a largo plazo, crecimiento nominal y rentabilidad de los bonos debe ser aproximadamente igual, como entre los años 90 y 2010. Pero en la mayoría de los mercados no se ha alcanzado el equilibrio. Solo en EE.UU. está más claro y nos gustan sus bonos de su gobierno. También la deuda empresarial grado de inversión de EE.UU. De todas formas, para la Reserva Federal, dada la inflación, el menor crecimiento probablemente no sea lo suficientemente significativo para verse obligada a recortar sus tipos de interés antes de 2024. Solo puede forzarla un gran accidente, como en Reino Unido. Nos mantenemos alejados de los bonos europeos. También vemos buen valor en el oro, una clase de activos a tener cuando los bancos centrales dejan de endurecer su política monetaria y el dólar cae”, apunta el estratega jefe de Pictet AM.
Por último, las gestoras reconocen que los activos alternativos y los mercados privados, tan populares durante 2022 como alternativas para buscar rendimientos, seguirán presentes en las carteras en 2023. De hecho, coinciden en que lo lógico es que, poco a poco, aumente su peso.
Según Will Nicoll, CIO, Private and Alternative Assets de M&A, más allá de la situación macroeconómica a corto plazo, las infraestructuras son un tema importante a largo plazo que se observa en todos los mercados privados. “Este es un momento especialmente emocionante para las infraestructuras, ya que nos embarcamos en la transición energética y el cambio a una economía digital: tenemos que rehacer por completo la infraestructura del mundo en los próximos años, y gran parte de ello se hará a través de la tecnología emergente, que estará respaldada por el capital privado, el capital riesgo (VC) y los préstamos privados”, concluye Nicoll.
ODDO BHF Asset Management amplía su oferta de renta fija con el lanzamiento del ODDO BHF Global Target 2028, un fondo con fecha de vencimiento que invierte en high yield. Según explica la firma, con 1.400 millones de euros de activos gestionados en esta estrategia, ODDO BHF Asset Management ha adquirido una gran experiencia en el diseño y la gestión de este tipo de fondos, desde que lanzara el primero de ellos en 2009.
ODDO BHF Global Target 2028, que invierte en el mercado de bonos de alto rendimiento (high yield), tiene como objetivo aumentar el valor de la cartera a medio y largo plazo invirtiendo en bonos de todo el mundo con una calificación comprendida entre BB+ y CCC, con vencimiento máximo el 1 de julio de 2029. El fondo adopta un enfoque de gestión denominado “buy and maintain” según un proceso de inversión de eficacia demostrada, que combina un análisis del crédito fundamental en profundidad con una estricta gestión activa de los riesgos. El fondo está clasificado como artículo 8 según el Reglamento Europeo de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR).
Según indican desde la gestora, el fondo está gestionado por un equipo de inversión experimentado, dirigido por Alexis Renault, que cuenta con más de 27 años de experiencia en crédito high yield. Alexis se apoya en un equipo compuesto por 9 gestores-analistas especializados. El fondo está abierto para su comercialización hasta el 29 de diciembre de 2023.
“La subida de los tipos de interés y la ampliación de los diferenciales estos últimos meses han reavivado el interés por el mercado del crédito, lo que ha abierto una ventana de oportunidad de la que nuestros clientes no habían podido disfrutar desde hace muchos años”, afirma Alexis Renault, gestor del fondo y responsable de gestión de crédito high yield en ODDO BHF Asset Management.
Según destaca Renault, el “el mercado de bonos especulativos high yield vuelve a ser potencialmente atractivo para los clientes, especialmente a través de fondos con fecha de vencimiento, los cuales, a diferencia de la inversión directa en bonos, combinan la certidumbre de la rentabilidad esperada al vencimiento con la diversificación de los títulos en la cartera”. Sin embargo, advierte, “existe un riesgo de impago y de pérdida de capital”.
Pictet Asset Management ha ampliado su gama de productos de inversión de rentabilidad total de gestión activa con el lanzamiento del fondo Pictet Total Return-Lotus, orientado a situaciones especiales en renta variable de mercados asiáticos. Domiciliado en Luxemburgo bajo la normativa UCITS, de valoración y liquidez semanal, cuenta con clases en euros y cobertura en euros.
Según explican desde la gestora, el fondo Pictet TR-Lotus capta oportunidades de manera diferencial al enfoque tradicional long-only en la región de Asia, caracterizada por mercados dinámicos, a menudo sujetos a grandes perturbaciones, que generan oportunidades de exceso de rentabilidad respecto al riesgo asumido.
En este sentido matizan que el fondo incluye catalizadores empresariales a corto y medio plazo, así como tendencias seculares a largo plazo, como la reestructuración de la economía China, crecimiento en países del sudeste asiático y mejora de la gobernanza empresarial japonesa.
Trata de generar fuentes de rentabilidad no correlacionadas entre sí, con volatilidad limitada a lo largo del ciclo, mediante una gestión estricta del riesgo y riguroso análisis de empresas y situaciones. En concreto, la nueva estrategia identifica tres áreas: catalizadores (operaciones en mercados de renta variable, temáticas y situaciones especiales), pre-eventos (fusiones y adquisiciones, desinversiones/spin-off) y fusiones/adquisiciones anunciadas. Según matizan, la correspondiente diversificación contribuirá a obtener resultados estables, independientemente de la situación del mercado.
“Asia constituye una fuente importantísima de alfa gracias a su tamaño, diversidad y un conjunto de oportunidades menos concurridas. No obstante, estas oportunidades no están exentas de riesgo, de manera que adoptamos un enfoque de inversión prudente, dotado de una correcta diversificación”, ha señalado Jon Withaar, director de Asia Special Situations, quien trabajará desde Singapur.
El fondo estará gestionado por un equipo de tres profesionales, liderado por Withaar y los analistas Shawn Ban y Jeremy Thia, respaldado por Pictet AM, una de las gestoras de hedge funds más importantes de Europa, de histórico contrastado. Withaar cuenta con más de veinte años de experiencia en mercados financieros asiáticos, habiendo generado rentabilidades positivas en periodos de gran dificultad, como los años 2001, 2007-2008, 2015 y 2020.
“Pictet TR-Lotus es el más reciente de la gama de fondos de rentabilidad total de Pictet AM, que incluye los neutrales respecto al mercado Agora (renta variable europea), Aquila (renta variable mundial) y Diversified Alpha (multi estrategia), direccionales long/short de renta variable Europea (Corto), china (Mandarin) y mundial (Atlas y Atlas Titan); deuda en dificultades y situaciones especiales (Distressed & Special Situations) y deuda long/short de mercados emergentes (Sirius)”, destacan desde la gestora.
Una vez terminado el Congreso del Partido Comunista del pasado mes de octubre, China ha vuelto a la normalidad. Desde Kraneshares recuerdan que dicho congreso se celebra una vez cada cinco años y que es “una reunión significativa, porque es cuando se nombra a los nuevos cargos en puestos de liderazgo”.
Con el resultado del Congreso ya en el espejo retrovisor, el equipo de análisis de Kraneshares estudia en profundidad qué está haciendo el gobierno para eliminar los obstáculos políticos remanentes que se habían ido posponiendo hasta la celebración del encuentro, así como sus implicaciones significativas para la economía china.
Cómo relajar la política “Covid Cero”
La implementación en China de controles pandémicos salvó incontables vidas durante los primeros estadios del COVID-19 y después durante la ola de la variante Delta. Desde Kraneshares observan que, por un lado, dichas políticas se están revisando al convertirse en cepa dominante la menos letal variante Ómicron, pero, por otro lado, la población de más edad en China es reticente a la vacunación. “Hasta que suban las tasas de vacunación entre los mayores y los reguladores aprueben una vacuna local basada en ARN mensajero para su distribución, no anticipamos una supresión abrupta de las políticas ‘Covid Cero’”, afirman.
Dicho esto, los analistas constatan que se están produciendo ajustes para reducir el impacto económico de las medidas de control epidémico: “En la actualidad, las autoridades locales siguen imponiendo cuarentenas en función de la exposición a nivel individual, y los eventos de grupos grandes dependen de las tasas de infección, pero el gobierno está evitando cierres en toda la ciudad a la escala de lo que vimos en la primavera de 2022 en Shanghái”.
Los expertos de Kraneshares observan que el gobierno chino es poco dado a realizar cambios políticos significativos, pues prefiere probar y, posteriormente, ampliar las nuevas políticas: “Una prueba de este tipo se está llevando a cabo actualmente en Hong Kong, donde los visitantes extranjeros ya no tienen que pasar la cuarentena. En China continental, los tiempos de cuarentena se han ido reduciendo paulatinamente en los últimos meses y ahora son de solo cinco días en el puerto de entrada, frente a los siete días anteriores en el puerto de entrada y otros cinco a siete en el destino final”.
El canciller alemán Olaf Scholz visitó recientemente China, acompañado por el CEO de la farmacéutica alemana BioNTech, que consiguió aprobación para su vacuna de ARN mensajero para los más de un millón de extranjeros que residen en China. Entre tanto, se han acelerado las aprobaciones a nivel local para las vacunas basadas en nuevas variaciones del virus inactivo. Shanghái aprobó una vacuna oral de CanSino, que siguieron otras doce ciudades. “Podríamos ver una nueva ronda de vacunas de refuerzo en China este invierno de recibir la aprobación de emergencia. Mientras que mucha gente en China ha recibido la pauta completa de vacunación con una vacuna tradicional, el CDC de China ha sugerido que un refuerzo con ARN mensajero podría proporcionar más protección efectiva”, observan desde la gestora.
En Kraneshares también se fijan en el comunicado emitido el pasado 10 de noviembre por el Consejo Estatal, que interpretan como una fuerte señal de que busca equilibrar la realidad económica con el “cero covid”: “La salud y seguridad del pueblo deben ser protegidos en la mayor medida posible, y el impacto de la epidemia sobre la economía y el desarrollo social deben ser minimizados”, afirmaba dicho comunicado. También indicaba que “se deberían dar pasos para contener la expansión del virus y restaurar el orden normal para vivir y trabajar lo más pronto posible”.
La política “cero covid” ha tenido un impacto directo sobre la economía de China, como se vio en el confinamiento de Shanghái, e indirecto, pues la amenaza del confinamiento ha llevado a las familias a ahorrar dinero antes que gastarlo, pesando por tanto sobre la confianza del consumidor y el consumo doméstico. Los analistas de Kraneshares opinan que “los inversores deberían reconocer lo significativo del ajuste y la tolerancia en las nuevas dinámicas de las políticas ‘covid cero’”.
En su opinión, la situación actual de China es comparable con lo vivido en EE.UU. en la primavera de 2021. Durante este periodo en EE.UU. había mucha incertidumbre y confinamientos esporádicos que buscaban establecer un equilibrio entre asegurarse de que los hospitales no estuvieran saturados y la vuelta a la normalidad. “Una vez que las vacunas de ARN mensajero estuvieron ampliamente disponibles para todo el mundo en EE.UU. volvió el optimismo en la vida cotidiana y en los mercados y dejamos atrás los días más oscuros de la pandemia”, recuerdan desde Kraneshares.
Real Estate, el elefante en la habitación
El segundo gran problema para la economía china es la situación del sector inmobiliario. El equipo de análisis de Kraneshares afirma que “el real estate requiere de una actuación equilibrada por parte de los políticos”, y aportan el siguiente dato: mientras que en 1980 solo el 20% de la población china vivía en zonas urbanas, hoy lo hace el 70%, lo que ha provocado un crecimiento masivo de las ciudades – fenómeno que comparan con el de ciudades americanas como Denver, Miami o Phoenix, pero a mayor escala-. Este éxodo provocó una subida consistente de los precios de la vivienda; según China Investment Capital Corporation (CICC) cerca del 60% del patrimonio de las familias chinas está en activos inmobiliarios. “Esta concentración no es ideal, pues los líderes chinos prefieren que los inversores se centren más en la financiación del análisis y desarrollo de bienes y tecnologías que necesitará la economía china en los próximos años”, explican.
Los promotores inmobiliarios también tomaron nota de la expansión geográfica de las ciudades chinas, produciéndose un incremento de la competición entre actores del sector que a su vez llevó a “un crecimiento insano alimentado por la deuda”, según Kraneshares. Las autoridades chinas se dieron cuenta del incremento de la deuda e impusieron límites a estos promotores con poco éxito, pues los incumplieron varias constructoras entre las que se encuentra Evergrande, lo que llevó a su vez a la paralización de cientos de proyectos e impago de la deuda a un amplio consorcio de acreedores locales y extranjeros. La suspensión de la actividad afectó a su vez a compañías vinculadas a la construcción y a sus proveedores, así como a quienes dieron la entrada de apartamentos que no se finalizaron. “Los precios del inmobiliario han caído, arrastrando a la confianza del consumidor y, por consiguiente, al consumo doméstico”, resumen desde la gestora.
Tras el Congreso, las autoridades chinas emitieron nuevas medidas para frenar esta situación; concretamente, el 13 de noviembre el Banco Popular de China (BPCh) y la Comisión Reguladora de Bancos y Seguros emitieron 16 medidas que reducen la normativa anterior y prestan un importante apoyo político a los promotores inmobiliarios. La visión de Kraneshares es que la situación no desaparecerá “hasta que las promotoras terminen lo empezado y la deuda llegue a vencimiento”. “Los inversores deberían reconocer el significativo esfuerzo para estabilizar el sector del real estate y, por tanto, la confianza del consumidor tras el Congreso”, añaden.
Relaciones China- EE.UU.
La economía china ha virado en los últimos años para integrarse en la economía global; como resultado, una jugosa porción de los ingresos de muchas compañías multinacionales, incluyendo estadounidenses, proceden del país. “Mientras que la gente de negocios de EE.UU. y China parecen llevarse bien, las relaciones diplomáticas han sido tensas”, constata el equipo de análisis de Kraneshares. Desde la firma interpretan el ascenso durante el Congreso a miembro del Comité Central de Quing Gang, embajador de China en EE.UU., como una fuerte señal de que las relaciones y comunicación con EE.UU. siguen siendo una prioridad para la administración XI. Además, recuerdan que recientemente se han producido reuniones de alto nivel entre autoridades chinas y estadounidenses: Xi Jinping se reunión con Joe Biden en la cumbre del G-20 en Bali y con Kamala Harris en los encuentros de Cooperación Económica de Asia-Pacífico en Bangkok; la representante comercial de EE.UU. Katharine Tsai se reunió con su homólogo el ministro de Comercio Wang Wentao en el mismo encuentro. Además, el secretario de Estado Blinken visitará China para mayor diálogo. Desde Kraneshares hablan de “progreso constructivo” y concluyen que, tras el Congreso, “los inversores deberían tomar nota de la mejora de la comunicación entre EE.UU. y China”.
En agosto, EE.UU. y China llegaron a un acuerdo para permitir que funcionarios del Consejo de Supervisión Contable de Empresas Públicas (PCAOB) inspeccionen los libros de auditoría de las empresas chinas. Esto podría permitir a las empresas chinas que cotizan en bolsa evitar la exclusión de la lista debido a la Ley de Responsabilidad de las Empresas Extranjeras (HFCAA, por sus siglas en inglés) aprobada por los legisladores estadounidenses en diciembre de 2020. Funcionarios del PCAOB llegaron a Hong Kong para realizar auditorías de Alibaba, Yum China y JD.com, entre otras empresas, en septiembre. El 16 de noviembre, la SEC estadounidense anunció que el PCAOB anunciaría probablemente los resultados de su inspección antes de finales de año. “Dado el entorno diplomático cada vez más positivo en el que entramos tras la reunión Biden-Xi, somos optimistas respecto a que se permita a las empresas chinas seguir cotizando en las bolsas estadounidenses”, concluyen desde Kraneshares.
Consulte más previsiones económicas de Kraneshares aquí (versión US).
Consulte más previsiones económicas de Kraneshares aquí (versión UCITS).
Deutsche Bank y DWS han reiterado que consideran la transformación de las economías europeas como una de las prioridades corporativas estratégicas clave para 2023. Según explican, “el grupo está especialmente preparado para desempeñar un papel vital en esta transformación, abordando la creciente demanda de capital privado para cubrir el déficit de financiación en áreas de transformación estratégica con el apoyo de las nuevas soluciones de inversión”.
En este sentido, Karl von Rohr, presidente de Deutsche Bank y presidente del Consejo de Supervisión de DWS, ha explicado que, ante las incertidumbres geopolíticas y la necesidad de impulsar el cambio tecnológico y ser más sostenible, Europa necesita transformar sus economías. “Dado que el capital privado será clave para desbloquear inversiones a escala, los bancos y los gestores de activos desempeñarán un papel vital para hacer realidad la transformación europea. Esta transformación estará impulsada en gran medida por las pequeñas y medianas empresas que no tienen acceso directo a los mercados de capitales ni a otras fuentes más allá del crédito. El Grupo Deutsche Bank se encuentra en una posición ideal para salvar esta brecha: podemos financiarlas a través de nuestros canales de gestión de relaciones bien establecidos en el Banco Corporativo y el Banco de Inversión, ofrecer acceso directo a los mercados de capitales o cooperar con nuestro gestor de activos DWS para hacer que estas financiaciones sean invertibles para nuestros clientes privados e institucionales”, ha declarado von Rohr.
Por su parte, Stefan Hoops, consejero delegado de DWS, ha añadido: «DWS cuenta con una larga trayectoria en la provisión de soluciones de inversión centradas en diversos aspectos de la transformación de las industrias, en particular en los sectores inmobiliario y de infraestructuras. Sobre la base de esta experiencia, aprovecharemos nuestros productos ya existentes y ofreceremos una familia específica de nuevas soluciones de inversión para permitir que el capital privado invierta cada vez más en la transformación europea. Además, ofreceremos estudios académicos y empresariales para contribuir a la toma de decisiones informadas en política e industria. Estamos entusiasmados por utilizar nuestras capacidades para contribuir al cambio transformador fundamental en Alemania y Europa”.
Para hacer frente a la creciente demanda de investigación sobre instrumentos financieros que respalden la próxima transformación económica fundamental del continente europeo, DWS adoptará un enfoque combinado. Por un lado, la firma tiene previsto lanzar una gama de soluciones de inversión centradas en diversos aspectos de la transformación europea a partir de 2023. Y, en segundo lugar, para garantizar una toma de decisiones bien formadas tanto en política como en industria, DWS establecerá un programa de asociación con universidades europeas, empezando por la Frankfurt School of Finance & Management. Además, indican que la gestora también publicará su propia investigación con el primer informe que se publicará ya en diciembre de 2022.
El Grupo considera que, en las próximas décadas, Europa tendrá que realizar importantes inversiones para transformar su economía, reducir las dependencias del exterior y construir un panorama industrial sostenible, ya que el continente pretende proteger su elevado nivel de vida actual y sentar las bases de la prosperidad futura. Según estimaciones de la Comisión Europea, la transición ecológica y la transformación digital de la UE requerirán al menos 595 000 millones de euros al año en los sectores del transporte, la construcción, la energía y la industria. Sobre la base de los sondeos realizados entre las partes interesadas y los clientes de la UE, DWS pretende abordar la necesidad de financiación a través de sus actuales alternativas y ofertas minoristas, así como de una gama de nuevas soluciones de inversión.
Según ha explicado, esta abarcará no sólo las áreas de transformación ya identificadas, como la transición ecológica, la energía, las infraestructuras y el sector inmobiliario comercial y privado, sino que también ofrecerá a los inversores la oportunidad de realizar inversiones específicas en diversas clases de activos.
El objetivo de DWS es recaudar hasta 20.000 millones de euros de capital para 2027 a través de estas soluciones de inversión existentes y nuevas. Además de aprovechar la asociación con el Private Bank, el Corporate Bank y el Investment Bank de Deutsche Bank, DWS también pretende colaborar con organismos gubernamentales y otras partes interesadas en proyectos de transformación para invertir en áreas, industrias y empresas estratégicas, utilizando una amplia gama de productos de financiación, desde inversiones en capital y financiación combinada hasta financiación mezzanine o capital riesgo. Según indican, el lanzamiento de la primera de varias soluciones de inversión adicionales está previsto para 2023, a la que seguirán otras en los próximos años.
“Centro para la Transformación Europea” con la Frankfurt School of Finance & Management Además, DWS y la Frankfurt School of Finance & Management han anunciado la creación del Centro para la Transformación Europea
Por otra parte, DWS se compromete a financiar el centro de investigación al menos hasta 2028 con un apoyo total de aproximadamente 2,6 millones de euros. La asociación es el primer paso de un Programa Europeo de Asociación Universitaria que ofrece financiación para cátedras e investigación sobre la Transformación Europea.
Según explican, además de llevar a cabo sus propias actividades de investigación independientes, el Centro para la Transformación Europea acogerá iniciativas que desarrollen soluciones y recomendaciones prácticas, incluidos formatos financieros y oportunidades para proyectos de transformación en toda Europa. El Centro también se convertirá en un núcleo para nuevas asociaciones académicas.
“Estamos orgullosos de asociarnos con la Frankfurt School of Finance & Management para sentar las bases de la excelencia académica y la relevancia práctica del Centro para la Transformación Europea. Con él, queremos crear el principal grupo de reflexión de Europa que conecte a académicos, líderes empresariales y funcionarios públicos para abordar juntos los retos del siglo XXI y fomentar la transformación y el crecimiento sostenibles en Europa”, añade Hoops.
Por su parte, Nils Stieglitz, profesor, presidente y director general de la Frankfurt School of Finance & Management, ha declarado: «Estoy muy orgulloso de que DWS se asocie con la Frankfurt School. El ADN de nuestra escuela de negocios combina una investigación excelente con un alto nivel de relevancia práctica sobre los acuciantes retos de transformación que afectan a todas las industrias. Europa se enfrenta a numerosos de estos retos, como la innovación tecnológica, el cambio climático y las cadenas de suministro resilientes. El Centro abordará estos temas e incluye dos nuevas cátedras que se suman a la sólida experiencia y reputación de la Frankfurt School en el campo de las finanzas».
El Centro para la Transformación Europea empezará a funcionar en 2023. Constará de dos cátedras para ofrecer un liderazgo de pensamiento especializado. Facilitará la investigación interdisciplinar y acogerá periódicamente conferencias y reuniones internacionales.
Mutuactivos considera que las expectativas para 2023 son bastante positivas, particularmente en la renta fija. Así lo explica Emilio Ortiz, director de inversiones de Mutuactivos SGIIC. El aumento de los tipos de interés y el repunte en las primas de riesgo de la deuda privada hacen que, por primera vez en una década, hoy se pueda construir una cartera de renta fija con potenciales retornos atractivos a medio plazo. “La caída de los precios implica un fuerte aumento de la rentabilidad potencial. Hoy podemos encontrar opciones de inversión con rentabilidades superiores al 4% sin tener que asumir grandes riesgos”, explica.
Dentro de la renta fija, Mutuactivos ve oportunidades en la deuda privada subordinada. La gestora ha aprovechado el repunte de los tipos de interés para aumentar la duración de sus carteras. Prefieren la duración americana a la europea porque creen que en Estados Unidos está más avanzado el proceso de normalización monetaria. “La elevada rentabilidad de su deuda pública ofrece cierto colchón hasta que veamos caer la inflación. Además de generar rentabilidad, la duración aporta protección a las carteras”, relata Ortiz.
Más subidas de tipos de interés
En relación con el contexto macroeconómico, Emilio Ortiz apunta que es probable que los bancos centrales continúen subiendo los tipos de interés a corto plazo, aunque los datos empiecen a mostrar una desaceleración económica y menor inflación. “Probablemente, la inflación irá bajando durante los próximos meses debido al descenso del precio de la energía, que ya empieza a tener impacto en la comparativa interanual. Seguramente caiga más rápido en EE.UU. que en Europa, que está mucho más expuesta a la volatilidad del precio del gas desde el inicio del conflicto en Ucrania”, asegura.
Para Ortiz, los tipos de interés a largo plazo en EE.UU. no deberían subir mucho más. “A medida que la economía se desacelera y la inflación empieza a bajar, la Fed podrá adoptar una política monetaria menos restrictiva. La situación en la eurozona es más complicada, porque el Banco Central Europeo tiene menos control sobre la inflación”, señala.
Cautela en renta variable
En la gestora de Mutua Madrileña mantienen, por otro lado, una posición de cautela a corto plazo en renta variable, aunque estiman que los niveles actuales ofrecen una oportunidad de entrada interesante en algunos valores para construir una cartera con vistas al largo plazo. “Los beneficios han aguantado en 2022 pero, probablemente, en los próximos meses vamos a ver revisiones a la baja en las expectativas de beneficios a medida que la economía se desacelera. Esto puede generar nuevos recortes en bolsa”, explica Emilio Ortiz.
“Lo bueno de los mercados es que siempre dan oportunidades a quienes las saben aprovechar. Nosotros lo estamos haciendo, invirtiendo en compañías de calidad que han sido penalizadas en exceso por el reajuste de los tipos de interés y cuyas valoraciones ya descuentan un escenario excesivamente pesimista”, apunta el directivo.
Entre los valores que les gustan figuran títulos castigados por los tipos de interés, como Colonial o Carl Zeiss. En relación con Colonial, la gestora cree que, aunque el aumento en los tipos de interés pueda afectar algo al valor de los activos, el descuento actual es injustificado. “La compañía tiene un balance sólido, con una estructura de deuda adecuada y con palancas para reducirla, si fuese necesario. La subida en las ‘yields’ va a afectar negativamente a la valoración de los activos, pero el 30% de depreciación que descuenta la acción en la actualidad nos parece excesivo”, señala Ortiz.
Respecto a Carl Zeiss, compañía alemana del mercado oftalmológico, en Mutuactivos consideran que opera en un mercado en plena tendencia alcista. Según los gestores, el envejecimiento demográfico llevará a que el porcentaje de la población mundial que se someta a cirugía ocular continúe creciendo en los próximos años. “La compañía cuenta con una cómoda posición de caja neta que puede utilizar para comprar negocios más pequeños que completen su oferta geográfica o de producto, y acelerar así su crecimiento”, señala Emilio Ortiz.
Además, en Mutuactivos apuestan por compañías con beneficios resilientes como L´Oreal, Kering o Inditex. En cuanto a segmentos concretos, ven valor en el ámbito de la transición energética y otras nuevas tendencias. En este sentido, apuestan por compañías como Grenergy, Sika, Alphabet, Salmar y Alstom, entre otras.
Trea AM, gestora española independiente, lanza un nuevo fondo alternativo de venture capital de la mano de la gestora estadounidense The Fund, que invierte en las fases iniciales de startups en el país americano.
El nuevo vehículo ya registrado por la CNMV, denominado The Fund Trea US Ventures, FCR, ofrece la oportunidad de acceder a compañías estadounidenses en sus etapas iniciales de lanzamiento. The Fund tiene un modelo compuesto por una red de más de 500 fundadores de startups de Estados Unidos, que ahora son socios limitados de The Fund y se encargan de localizar las mejores oportunidades del mercado.
The Fund invierte en la fase “pre-semilla” de las compañías y, en una etapa más asentada en la fase “semilla”, coinvierte con Trea AM. Ambas fases son rondas previas a una posible Serie A de la compañía.
«La asociación de Trea AM con The Fund sigue reforzando su estrategia de ofrecer los productos más innovadores de inversión alternativa del mercado. The Fund Trea US Ventures FCR ofrece una oportunidad única de inversión en startups estadounidenses en fases tempranas, a las que es complicado acceder directamente desde España», explican desde la entidad.
“Es un producto innovador en el mercado y exclusivo para el inversor europeo. Como punto diferencial del resto de VC, destacaría al equipo gestor y el ecosistema de founders con el que cuentan, todos ellos con una extraordinaria experiencia”, afirma Antonio Muñoz, director general de Trea AM.
The Fund es una compañía inversora en “seed capital” de Estados Unidos que cuenta con gestores y track records de más de una década. Scott Hartley y Jenny Fielding fueron inversores en empresas como Robinhood, UI Path, Kimono Labs, Latch, Chainalysis o Alloy, entre otras muchas. Desde el año 2018, The Fund ha invertido más de 30 millones en 160 compañías en fase pre-seed y seed. Sus dos fondos se encuentran en el top 5% de rentabilidad. Su primer fondo está obteniendo un múltiplo de 4.1x y una rentabilidad (TIR) del 35% hasta la fecha.
A partir del 22 de diciembre, ING completa su oferta de inversión con el lanzamiento del Fondo Naranja Rentabilidad 2026 I. Con este producto, que sigue la filosofía de la entidad de sencillez, transparencia y bajos costes, el banco amplía las opciones de inversión para sus clientes, ofreciéndoles una alternativa más conservadora que les permite protegerse de la volatilidad de los mercados, al obtener una rentabilidad fija de sus ahorros.
El Fondo Naranja Rentabilidad 2026 I, gestionado por Mutuactivos SGIIC (la gestora de fondos de Mutua Madrileña), invierte tanto en bonos de gobiernos de la zona euro, como de grandes empresas, nacionales como internacionales, y ofrece flexibilidad para invertir cualquier cantidad, sin mínimo de suscripción, desde un euro.
El nuevo fondo proporciona al cliente la tranquilidad de recuperar la inversión inicial y obtener una rentabilidad total del 6,6% (2,2% TAE, que se abonará cada seis meses en pagos del 1,1%), si se mantiene la inversión durante tres años, con un binomio rentabilidad/plazo muy competitivo en el mercado. Una vez cumplido el plazo de tres años, el cliente podrá reembolsar o traspasar el dinero sin ningún coste a otro fondo de la entidad o en ventanas de salidas trimestrales, sin comisión, a valor de mercado.
Después del éxito de los fondos anteriores, ING aumenta su serie de fondos con objetivo de rentabilidad, ofreciendo una rentabilidad mayor en cada nueva serie. El primer fondo ofrece al cliente una rentabilidad del 0,30% TAE, el segundo un 1% TAE, el tercero un 2% TAE y en esta última incorporación ING ofrece un 2,2% TAE.
ING refuerza su propuesta de inversión
La propuesta de inversión de ING continúa creciendo. A cierre de 2021, el balance del banco en productos de inversión ha ascendido a 15.000 millones de euros, 2.500 millones más que en 2020. Además, los Fondos Cartera Naranja, la propuesta de gestión pasiva de la entidad, ya han alcanzado los 1.900 millones de activos bajo gestión y los 100.000 clientes, de los cuales un 48% no había invertido antes.
Nuevo lanzamiento de Mutuactivos
Además de este producto con ING, Mutuactivos refuerza su apuesta por la renta fija privada con el lanzamiento de Mutuafondo 2025. Dirigido a clientes que puedan mantener su inversión durante un horizonte temporal de dos años (el vencimiento del producto está fijado para el 31 de enero de 2025), la estimación de rentabilidad neta objetivo (no garantizada) del fondo oscila entre el 2,88 y el 3,26% anual, según la clase que se suscriba. El periodo de comercialización del fondo estará abierto hasta el 28 de febrero de 2023. A partir de esa fecha, el vehículo aplicará descuentos por suscripción y reembolso.
Los gestores de Mutuactivos señalan que el contexto actual, tras las subidas de tipos de interés que se han producido a lo largo del año, ha incrementado el atractivo de la renta fija, principalmente del crédito. “En Mutuactivos vemos una ventana de oportunidad para invertir en renta fija privada, principalmente en activos de alta calidad crediticia. Las subidas de tipos de interés decretadas por los bancos centrales ofrecen una oportunidad atractiva para capturar la rentabilidad de la deuda a través de una cartera a vencimiento”, aseguran.
“En el contexto actual, es relativamente sencillo construir una cartera con activos de elevada calidad crediticia y con potenciales rendimientos implícitos a un año superiores al 3%. Mutuafondo 2025, FI es una alternativa adecuada para inversores de riesgo bajo”, añaden.
El fondo invertirá su cartera de forma predominante en activos de renta fija de alta calificación crediticia (investment grade) y de compañías con balances saneados, principalmente de emisores europeos. La cartera estará compuesta, previsiblemente, por unas 50 o 60 emisiones. Se espera que la calidad crediticia media de las emisiones tenga una calificación de BBB. El nivel de riesgo del fondo se sitúa en 2, en una escala del 1 al 7.
Para los gestores de Mutuactivos, dado que el nivel de endeudamiento de las empresas es inferior al de anteriores escenarios económicos de incertidumbre, el riesgo de impago de los bonos de alta calidad crediticia también es menor.
El producto sale al mercado con tres clases diferenciadas, A, D y L. La inversión mínima para entrar en el fondo es de 10 euros en las clases D y L y de 10.000 euros, en el caso de la clase A. La clase L presenta una comisión de gestión del 0,20% sobre patrimonio, la clase A, del 0,35% y la clase D, del 0,57%.