Diez aspectos a tener en cuenta para invertir en 2023

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Según Stéphane Monier, CIO de Lombard Odier Private Bank, los efectos de una política monetaria más restrictiva, la elevada inflación y la ralentización del crecimiento se prolongarán hasta 2023. No obstante, en su opinión, una vez que los tipos de interés reales alcancen su punto máximo, el ciclo económico experimentará un cambio, creando oportunidades para aumentar las asignaciones en las carteras a los activos de riesgo. 

En este contexto, advierte de que los principales riesgos para el crecimiento mundial siguen siendo unas políticas monetarias demasiado restrictivas, que empeorarían la asequibilidad de la vivienda en las economías desarrolladas. Además, “la guerra en Ucrania sigue teniendo potencial para provocar más daños en los mercados energéticos y, en Europa, en particular. Y cualquier nuevo retraso en la reapertura de la economía china pesaría sobre el crecimiento mundial, por ello no se pueden descartar nuevas tensiones geopolíticas en torno a Taiwán”, señala. 

Ante la incierta situación actual, Monier propone 10 recomendaciones para invertir en 2023 y conseguir los máximos retornos:

  1. Un año pivote: buscar el punto de inflexión. El endurecimiento de la política monetaria en el mundo occidental, en medio de una desaceleración global de la actividad económica, se traduce en una configuración desfavorable para los activos de riesgo. La recesión y los nuevos recortes de las expectativas de beneficios empresariales son los principales riesgos a la baja tanto para la renta variable como para la renta fija. Los tipos reales máximos deberían suponer un punto de inflexión en los mercados. Para ello, la Reserva Federal tendrá que interrumpir su ciclo de subidas de tipos de interés a medida que la inflación se ralentiza y el desempleo aumenta. “A medida que se acerque este punto de inflexión, aumentaremos gradualmente los niveles de riesgo en las carteras añadiendo una mayor duración en los bonos del Estado y en el oro, así como en algunas acciones y créditos”, comenta Monier. 
  2. Infraponderar los activos de riesgo por ahora. Las condiciones macroeconómicas justifican una exposición prudente a los activos de riesgo, centrándose por el contrario en los activos que pueden resistir mejor el impacto de un crecimiento más débil o de unos tipos más altos. En concreto, esto significa mantener acciones de calidad, bonos del Estado y crédito con grado de inversión. También implica sobreponderar las posiciones de efectivo a fin de poder invertir tan pronto como veamos oportunidades.
  3. Decantarse por la calidad y la diversificación. En los próximos meses, es probable que veamos nuevos mínimos en los mercados de renta variable, ya que los elevados costes de los préstamos limitan la expansión de los múltiplos de las empresas y las estimaciones de beneficios siguen ajustándose a las recesiones. En este contexto, las empresas de calidad con una baja volatilidad de los beneficios y una mayor capacidad para defender sus márgenes son buena opción. Estos valores tienden a obtener mejores resultados en las recesiones o cuando los beneficios disminuyen. En cuanto a los sectores de calidad, es destacable el sanitario, ya que goza de márgenes elevados y cierto aislamiento de la inflación, debido a su elevado poder de fijación de precios y una atractiva rentabilidad para los accionistas. Asimismo, es importante destacar que sus valoraciones siguen siendo poco exigentes en comparación con otros sectores defensivos de crecimiento.
  4. Perfiles de rentabilidad asimétricos. Las estrategias de opciones, como los diferenciales de venta sobre índices de renta variable, pueden proteger las carteras de las caídas los próximos meses. Por este motivo, “desde Lombard Odier hemos aplicado coberturas a las carteras a lo largo de 2022, y seguiremos gestionándolas tácticamente en función de las condiciones del mercado” traslada Monier.
  5. Buscar la diversificación a través de alternativas. Dado que las condiciones del mercado seguirán siendo relativamente difíciles, es aconsejable favorecer las estrategias de hedge funds resistentes como las macroeconómicas globales, las discrecionales y las cuantitativas. Estas deberían proporcionar diversificación, ya que tienden a beneficiarse de la dispersión del rendimiento entre las clases de activos y las regiones. Sus perfiles típicamente convexos, diseñados para rendir en periodos más extremos, deberían beneficiarse del entorno volátil con una correlación limitada con los mercados subyacentes. Algunas estrategias de valor relativo también deberían ofrecer rendimientos atractivos una vez que los tipos se estabilicen.
  6. La fortaleza del dólar continuará. La fortaleza del dólar estadounidense debería mantenerse los próximos meses, apoyada por los diferenciales de tipos, la restricción de la liquidez y aspectos comerciales de Estados Unidos. Otras divisas apoyadas en este contexto son el franco suizo y, potencialmente, el yen japonés. El euro y la libra esterlina deberían quedar rezagados, ya que sufren más problemas estructurales relacionados con el choque energético. El yuan chino también debería tener un rendimiento inferior, ya que la sólida balanza de pagos del país comienza a debilitarse.
  7. Aumento del atractivo del oro. Durante gran parte de 2022, los precios del oro estuvieron atrapados entre el apoyo de los riesgos geopolíticos y de recesión, y las presiones a la baja de los tipos reales y la fortaleza del dólar. Para Monier, “con unos tipos más bajos, un dólar más débil y una China que vuelve a abrirse, los precios del oro deberían subir. En octubre vendimos posiciones de venta sobre el oro, como un medio potencial de llevar nuestra posición a la neutralidad”.
  8. El crédito de alto rendimiento, cada vez más atractivo. A medida que mejore el sentimiento de los inversores, aumentará el apetito por los activos de riesgo. Una vez que los diferenciales de crédito de alto rendimiento reflejen mejor el precio de una recesión y los tipos se hayan estabilizado, el carry en este segmento será más atractivo que el grado de inversión y los bonos soberanos.
  9. La renta variable como oportunidad de compra. A medida que la inflación y la amenaza de unos tipos más altos empiecen a desaparecer, las valoraciones de las acciones y los múltiplos se beneficiarán. La relajación de las condiciones financieras hará que mejore el sentimiento de los inversores y, a su vez, que se amplíen las relaciones precio-beneficio. A mediados de 2023, las expectativas de beneficios y ventas se revisarán a la baja, y los mercados empezarán a mirar hacia 2024 y a la recuperación de la desaceleración cíclica. Esto ofrecerá oportunidades para añadir exposición a nombres cíclicos y de crecimiento.

 Acciones de mercados emergentes y bonos en moneda local. Cuando la Fed interrumpa su ciclo de subidas de tipos de interés a medida que la inflación se ralentiza y el desempleo aumenta, es probable que los activos emergentes repunten. No obstante, es necesario un cambio en el sentimiento y en la dinámica de crecimiento. Si estos catalizadores se materializan, la renta variable emergente superará a los mercados desarrollados y la deuda emergente en moneda local parecerá cada vez más atractiva. “Si bien ya somos gradualmente más constructivos con respecto a los tipos locales emergentes, dados los ciclos monetarios bien avanzados, esperamos que las divisas emergentes se recuperen de los bajos niveles sólo cuando mejoren las condiciones financieras”, asegura Monier.

El reseteo crea oportunidades

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El 2022 ha traído consigo mucho sufrimiento para los inversores, pero también una oportunidad histórica de revisión de precios de las principales clases de activos, particularmente de la renta fija, que había comenzado el año muy sobrevalorada. Iain Cunningham, co responsable de Multi-Asset Growth en Ninety One Asset Management, habla en exclusiva para Funds Society de las oportunidades que ha generado este reseteo masivo de las valoraciones, y explica cómo está implementando su visión en la gestión del Ninety One Global Macro Allocation.

Después de un 2022 que ha sido un desafío para la mayoría de clases de activos, ¿hay luz al final del túnel?

En lo que se refiere a los mercados desarrollados, se ha visto 2022 como un reseteo de las valoraciones. Hemos visto una subida de los tipos y de la rentabilidad de los bonos, al moverse los bancos centrales para luchar contra la inflación, lo que a su vez ha puesto una gran presión bajista sobre las acciones. Al mismo tiempo, los beneficios en el mundo desarrollado se han mantenido bastante fuertes y razonablemente robustos. En Asia, la debilidad del mercado ha estado impulsada por la debilidad de los beneficios y la compresión de múltiples, algo que sucede cuando las acciones caen más rápido que los beneficios. Esto siguió al endurecimiento implementado por el Banco Popular de China (BPCh) un año antes de que los bancos centrales de los países desarrollados comenzaran un endurecimiento similar.

Sobre si hay luz al final del túnel para las acciones desarrolladas, depende del impacto económico final que tenga el endurecimiento de este año, porque va con un retraso de seis a doce meses. En última instancia, creemos que las probabilidades de un aterrizaje suave en las economías de mercado desarrolladas son escasas porque, históricamente, cuando se producen ciclos de subida a tal velocidad y con esa magnitud, tienden a estar seguidos por un hard landing. En este caso, es probable que las empresas vean que sus beneficios se debilitan con el crecimiento económico y las bolsas podrían sufrir, particularmente si la Fed mantiene unas condiciones restrictivas para mantener a la inflación al mismo tiempo.

¿Era necesario un reseteo en algunas clases de activos?

Sí. Era obvio al comienzo del año que la liquidez proporcionada por los bancos centrales durante el shock del covid, junto con los estímulos fiscales, llevaron a una seria compresión de la frontera del riesgo, o frontera eficiente, donde la rentabilidad de los bonos soberanos estaba excepcionalmente baja y los múltiplos de las bolsas estaban muy elevados, por lo que los retornos esperados se habían aplanado a lo largo de la curva. En efecto, pedimos retornos prestados del futuro. Pero con los bonos al alza y habiéndose comprimido los múltiplos de las acciones, la prima de riesgo de los mercados está regresando a niveles más sensatos.

¿Cuáles son los principales temas de 2023?

Dada la velocidad y la magnitud de los ciclos de subidas de tipos en el mundo desarrollado, esperamos ver una ralentización muy sólida y con toda probabilidad una recesión en los próximos seis a doce meses. China tiene sus propios desafíos y hay una acción negativo de precios en Asia conectada con la extensión de las políticas covid-cero, junto con la consolidación en el poder de Xi Jinping. Sin embargo, tras el endurecimiento de 2021, se relajó la política monetaria este año para estabilizar la economía. El gobierno se ha embarcado en un nuevo ciclo de crédito, está dando pasos para estabilizar el mercado inmobiliario y está más tranquilo con la regulación, al buscar la reconstrucción de la confianza en la economía. Pensamos que China verá una recuperación económica en 2023. Cuando pensamos en las mayores implicaciones para los mercados de activos, 2022 fue todo sobre la caída de las acciones, la subida de las tires de los bonos y la notable fuerza del dólar estadounidense. En 2023, pensamos que veremos que las tires de los bonos empiezan a tocar techo ante la creciente debilidad económica. Creemos que ya estamos viendo esto en algunas economías periféricas del mundo desarrollado. Probablemente veamos que las bolsas tocan suelo, al volverse obvio que ya se está produciendo una ralentización de la economía. Pensamos que el dólar probablemente toque techo en 2023, cuando la Fed dé señales de que la inflación se está acercando a su objetivo.

Usando vuestro acercamiento contracíclico, ¿dónde ve oportunidades en 2023, y cuál será la mejor manera para acceder a ellas?

Ya han empezado a emerger las oportunidades. Por ejemplo, estamos tomando riesgo en algunos bonos soberanos. Generalmente, cuando te encuentras en un periodo de crecimiento negativo con impulsos negativos de la inflación – que anticipamos para la primera parte de 2023-, es una señal de empezar a tomar riesgo en deuda soberana. Lo estamos haciendo en áreas donde hay una notable vulnerabilidad debido a los tipos de interés más altos, y una de las principales áreas a nivel global es en los mercados inmobiliarios, donde se ha producido un considerable apalancamiento en la última década.  Esto incluye a países como Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Corea del Sur, así como algunas economías escandinavas. Sus mercados inmobiliarios ya están cayendo como resultado de la subida de los tipos de interés, y por tanto estamos largos en bonos de esos mercados. Cuando tengamos la señal de que Estados Unidos está empezando a ralentizarse, expandiremos nuestra exposición hacia esos mercados, dado que también están influenciados por el rendimiento de los “treasuries”.

Dentro de las divisas, nos hemos beneficiado de una posición larga en dólares y, si vemos que el crecimiento se ralentiza y que parece que la Fed va a dar un giro en algún momento, vemos una gran oportunidad, potencialmente, en el yen japonés, que ha sufrido mucho este año. Si empezamos a ver una convergencia de políticas monetarias en algún momento, quizá a finales del año que viene, entonces el yen supondrá una oportunidad excepcional. Creo que, en general, en los próximos 12 meses buscaremos asignar capital a activos de riesgo. Por tanto, a medida que los precios se muevan en línea con nuestro escenario central de un contexto económico más débil, asignaremos una notable cantidad de capital, creemos que el año que viene, en activos de riesgo.

Ante la retirada de los bancos, las compañías de tamaño mediano recurren a los prestamistas directos

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Las miles de empresas europeas de tamaño mediano constituyen la columna vertebral de la economía de la región. Pero a medida que los bancos han dejado de conceder préstamos a este sector, los fondos privados se han expandido en su lugar para aprovechar la oportunidad de diversificarse.

La Crisis Global Financiera (CGF) transformó el entorno económico mundial. Desaparecieron clases enteras de activos, instituciones centenarias se desmoronaron y el crecimiento económico se marchitó. Pero la oleada de regulación que siguió dejó una huella aún mayor en el panorama financiero, sobre todo los requisitos posteriores a la crisis que obligaron a los bancos a endurecer su enfoque de los préstamos tanto a particulares como a empresas.

La restricción de las prácticas de préstamo de las instituciones financieras europeas se dejó sentir quizás con mayor intensidad en las empresas de tamaño medio de la región que no cotizan en bolsa, que tradicionalmente han dependido de los bancos locales y regionales para sus necesidades de financiación.

Mientras los reguladores se enredaban en la gigantesca tarea de restablecer el orden de la economía mundial, el impacto en las perspectivas de financiación de las pequeñas empresas podía parecer intrascendente. Pero este efecto secundario de la regulación posterior a la crisis ha impulsado un cambio drástico en la financiación de las empresas, al tiempo que ha creado un mercado completamente nuevo para los prestamistas privados directos.

No hay una definición clara o estandarizada sobre qué se entiende que es una compañía de tamaño medio. Algunos análisis las clasifican por el número de empleados, mientras que otras métricas se centran en los ingresos (con un ebitda de entre 5 y 500 millones de euros). Sin embargo, lo que está claro es que, juntas, son el motor de las economías desarrolladas.

Según una estimación, las compañías medianas generan en torno a un tercio de los ingresos del sector privado en Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, y dan empleo a cerca de un tercio de los trabajadores de cada país. Según esta definición, las compañías de tamaño medio de estos cuatro países, juntas, tienen ingresos superiores al conjunto de India o Rusia.

Otras estadísticas sugieren que, mientras que solo el 0,9% de los negocios de la Unión Europea están clasificados oficialmente como compañías de tamaño medio, con entre 50 y 250 empleados y una rotación annual de menos de 50 millones de euros, estas empresas emplearon a alrededor de un sexto (16 %) de la fuerza laboral no financiera de la UE y contribuyeron en una proporción similar (17,1 %) al valor añadido a la economía de la región.

A pesar de su importancia económica, el impacto de la CGF puso patas arriba el entorno de financiación para el mid-market. Como consecuencia de la crisis las regulaciones de Basilea III requirieron a los bancos de Europa a reducir sus balances, y este efecto se vio enfatizado por las restricciones impuestas a los bancos bajo las directrices sobre préstamos apalancados del Banco Central Europea. Recientemente, la expansión del umbral de apalancamiento ha ido más allá para sugerir que los préstamos corporativos de la banca no debería estar apalancados a más de seis veces el total de la deuda/ebitda (incluyendo las líneas comprometidas no utilizadas).

Frente a esta reducción de la liquidez bancaria, las compañías medianas tuvieron que dirigirse a fuentes de financiación distintas de los tradicionales prestamistas bancarios y encontraron liquidez en el capital privado a través del mercado de préstamo directo. Ahora, los fondos privados proveen de una proporción creciente de líneas de crédito de un solo tramo para empresas en comparación con los bancos, suponiendo en torno a un 63% de las operaciones en Reino Unido, un 49% en Francia y un 84% en el Benelux. Estas proporciones siguen subiendo trimestralmente, a medida que se desarrollan este nuevo mercado de financiación a medida.

En el mercado de préstamo directo, los prestatarios trabajan codo con codo con sus prestamistas – típicamente un fondo o un síndico muy pequeño. Esto significa que cada elemento de un préstamo directo puede ser adaptado a las necesidades del prestatario: incluye la duración y tamaño del préstamo (las operaciones pueden ir desde unos pocos millones de dólares a más de mil millones) y también el precio. En este mercado no se hace nada en serie.

Una relación tan cercana entre prestamista y prestatario es casi exclusiva del préstamo directo, permitiendo a los inversores un nivel destacable de control sobre todo el proceso. A menudo, los prestamistas se ponen en contacto directo con el director general o el director financiero del prestatario, ofreciéndoles un nivel de detalle mucho mayor sobre las operaciones de la compañía y su perfil de riesgo que en otras clases de activo. También aumenta la influencia del acreedor a la hora de implicar a la empresa en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG).  Así como los prestatarios pueden asegurar una operación estructurada para adaptarse a sus necesidades, los acreedores también pueden usar esta información de primera mano para crear un acuerdo a medida que refleje los requisitos individuales.

Esto va más allá de establecer parámetros sobre el colateral de la deuda incluida en muchos préstamos directos y puede significar que cada elemento de la documentación de un acuerdo puede adaptarse específicamente para la situación. Mientras que los prestatarios pueden asegurar que el lenguaje les permite usar los procedimientos de acuerdo de la manera que mejor les venga, por ejemplo, permitiéndoles desarrollar estrategias de compra o venta de activos sin tener que volver al mercado, los acreedores pueden establecer cláusulas para asegurar que se mantiene el valor de su inversión, por ejemplo al limitar los derechos de una compañía de crear o disolver subsidiarias.

Estas negociaciones antes de la firma de un contrato son primordiales porque el compromiso entre un prestamista directo y un prestatario es duradero. Apenas hay mercado secundario de acuerdos directos, por lo que una vez que se acuerda la transacción ambas partes quedan vinculadas durante su duración, usualmente de unos siete años.

Quedarse atrapado puede tener sus ventajas. Para los acreedores, está la cómoda estabilidad de saber exactamente qué renta llegará del prestatario, analizado a fondo, durante los siguientes siete años. Los préstamos directos también son de tipo flotante, por lo que los acreedores saben que esa renta estará relativamente protegida de cambios en los tipos de interés. A pesar de esto, la iliquidez del mercado puede ser un desafío, por lo que los acreedores son compensados con una prima (históricamente en torno a los 200- 250 puntos básicos) por comprometerse con una estrategia buy & hold de largo plazo.

Este acercamiento largoplacista puede ser difícil en los próximos años, al prepararse los mercados para la volatilidad. Las compañías más pequeñas del mid-market europeo están tan expuestas a las fuerzas económicas como sus competidoras de mayor tamaño y puede incluso que sean más susceptibles a los desafíos que plantea el entorno inflacionario o a los problemas con la cadena de suministro.

Sin embargo, los prestamistas privados pueden estar tranquilos sabiendo que la tasa de impago en este mercado es baja, que estos títulos están entre los más senior en el orden de prelación en el peor de los escenarios, y que cerca del 95% de los préstamos directos en 2021 incluyeron subyacentes que permitían a los acreedores demandar acción antes de que se activase el impago.

Sin embargo, puede que sea más importante para los inversores la oportunidad de entrar en un nuevo universo de prestatarios de tamaño mediano que simplemente no es accesible desde otros mercados. Aunque la previsión para el año es incierta, los inversores buscarán ampliar su riesgo todo lo posible, y el mercado medio ofrece un gran espacio para hacerlo. Dado que muchas de las empresas europeas medianas no cotizan o simplemente son demasiado pequeñas para dar el salto a la bolsa, la deuda privada y el préstamo directo en particular pueden proporcionar acceso a una inversión diferencial clave.

De todas las consecuencias a largo plazo de la CGF, el desarrollo el desarrollo del producto de préstamo directo destinado al mercado medio europeo podría ser el más interesante. Esta es una clase de activo que comenzó con algunas de las compañías más pequeñas de la región buscando algo nuevo y diferente para encontrar financiación, pero ahora podría florecer al buscar los inversores nuevas oportunidades para diversificar.

 

Tribuna de Marc Preiser, gestor especializado en préstamos directos en Europa, y Nina Flitman, senior investment writer de Fidelity International.

Encontrando oportunidades en 2023 después de un año de mercado inolvidable

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La mayoría de los inversores probablemente estén felices de ver 2022 en el espejo retrovisor. Mirando hacia 2023, la inflación y la posibilidad de recesión siguen siendo el punto focal del mercado global. Nuestro escenario base es que la inflación retrocederá aún más a medida que disminuyan las presiones de la cadena de suministro y los bancos centrales seguirán comprometidos con una política más estricta. Sin embargo, es probable que el resultado de esta política sea una desaceleración de la economía. Esto podría crear oportunidades para los inversores.

Es probable que Europa ya esté en una recesión y que Estados Unidos caiga en una, con suerte una leve. Los perfiles de riesgo/beneficio parecen favorecer la renta fija sobre la renta variable mundial, especialmente durante la primera mitad de 2023. Cualquier recesión y la recuperación posterior bien pueden ser rápidas y crear volatilidad en el mercado. Pensamos que será tan importante como siempre estar diversificado y seleccionar inversiones activamente, particularmente cuando se incline hacia activos de riesgo.

Como discutimos en nuestras Perspectivas Macro más recientes, los precios caros de las acciones y el potencial de un techo en las tasas de interés han estado impulsando una preferencia hacia la renta fija. Esperamos que los inversores busquen calidad y tal vez aumenten la duración en 2023, con algunas ideas a considerar: extender la duración puede brindar oportunidades de ingresos atractivas, y los bonos del Tesoro de EE.UU. podrían ser el núcleo para construir la duración.

Asimismo, las empresas con grado de inversión (IG) nos parecen un lugar atractivo para los inversores que buscan ingresos relativamente seguros. El crédito de alto rendimiento (HY, por sus siglas en inglés) parece atractivo para los inversores con un horizonte temporal de varios años, en nuestra opinión, ya que los rendimientos actuales y la selección activa brindan un colchón para incumplimientos potencialmente más altos a corto plazo en el sector.

La Fed marca el ritmo

La conclusión clave: «No luches contra la Reserva Federal». Es probable que los bonos se recuperen a medida que la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) logre sus objetivos, ya sea que el aterrizaje de la economía de EE. UU. sea suave o duro. Es menos probable que las acciones rindan tan bien, a menos que el aterrizaje sea suave. De lo contrario, la caída de las ganancias compensará la caída de los rendimientos de los bonos y es poco probable que las acciones avancen. Ese resultado es también una receta para una elevada volatilidad de las acciones.

Algunas inversiones pueden actuar como cobertura contra la inflación y posibles rebajas en los beneficios. El impacto de la inflación en las infraestructuras cotizada en 2023 debería ser silenciado, en particular para los activos regulados, que a menudo tienen cláusulas de ajuste por inflación. Las ganancias en este espacio parecen estar mejor protegidas en general que las rentabilidades de las acciones globales, en nuestra opinión.

En última instancia, históricamente, la inversión en bienes raíces comerciales de Estados Unidos ha tenido un desempeño favorable en períodos de aumento de los tipos de interés e inflación. Los riesgos macro actuales y las dislocaciones del mercado pueden crear oportunidades de compra atractivas durante los próximos 12 a 18 meses en algunos sectores de activos inmobiliarios comerciales.

Tribuna de Stephen Dover, estratega jefe de mercado de Franklin Templeton y director del Franklin Templeton Investment Institute

DWS amplía la gama Xtrackers S&P 500 con dos nuevos ETFs que tienen en cuenta los criterios ESG

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DWS incorpora dos nuevos ETFs Xtrackers con exposición al mercado de renta variable estadounidense, que replican el índice S&P 500 y, al mismo tiempo, tienen en cuenta los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Según la gestora, con estos lanzamientos amplía su “exitosa gama de ETFs Xtrackers S&P 500 con más de 11.000 millones de euros en activos gestionados”. 

Desde DWS explica que el ETF Xtrackers S&P 500 ESG UCITS y el Xtrackers S&P 500 Equal Weight ESG UCITS cotizan en la Deutsche Boerse y en la Bolsa de Londres, y próximamente lo harán en otras plazas. El índice S&P 500, que contempla las 500 mayores empresas por capitalización bursátil, es uno de los índices de referencia más importantes del mundo. Por su parte, el índice S&P 500 Equal Weight incluye a las mismas empresas, pero pondera a los 500 miembros del índice por igual, con un 0,2% cada uno.

Los nuevos ETFs de Xtrackers replican índices que tienen en cuenta criterios adicionales de selección. El índice S&P 500 ESG y el S&P 500 Equal Weight ESG realizan inicialmente una serie de exclusiones antes de seleccionar a los integrantes teniendo en cuenta los criterios ESG. Por ejemplo, se excluyen las empresas que superan los umbrales de ingresos en actividades relacionadas con el carbón térmico, el tabaco y las armas controvertidas, entre otras.  Además, se excluye a todas aquellas que infringen normas y estándares internacionales, como los Principios del Pacto Mundial de la ONU

Por último, se excluyen las empresas sin puntuación ESG por parte del S&P DJI, así como las que se sitúan en el 25% más bajo de las puntuaciones ESG de cada grupo industrial GICS global. En un segundo paso, los miembros del índice se enumeran según su puntuación S&P DJI ESG. Para esta puntuación, el S&P Global ESG Research recopila y evalúa los datos de las empresas en relación con los criterios ESG. 

Tanto el S&P 500 ESG como el S&P 500 Equal Weight ESG se dirigen a un porcentaje fijo de capitalización bursátil ajustada por flotación (FMC) del S&P 500 utilizando las puntuaciones S&P DJI ESG. El índice S&P 500 ESG se fija como objetivo el 75% de la FMC del S&P 500 y selecciona las empresas de cada grupo industrial GICS del índice S&P 500 con la mejor puntuación ESG, mientras que el índice S&P 500 Equal Weight ESG se fija como objetivo el 60% de la FMC utilizando el mismo proceso.

Como resultado, los índices S&P 500 ESG y S&P 500 Equal Weight ESG comprenden alrededor de 300 valores en lugar de los 500 valores originales. Las metodologías de los índices están diseñadas para garantizar que los índices ESG alcancen unas características de riesgo sectorial o industrial similares a las del índice original.

«La importancia de los ETFs que siguen el mercado de renta variable estadounidense junto con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza transparentes en una cartera ha crecido significativamente en los últimos años. Estamos muy satisfechos de seguir  ampliando nuestra oferta Xtrackers con soluciones atractivas para los inversores», afirma Simon Klein, Global Head of Passive Sales de DWS.

Daniel Lacalle: “Estamos viviendo el efecto boomerang de una borrachera inflacionaria”

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Pixabay CC0 Public DomainFotografía tomada durante la Jornada II Aniversario de San Antonio Mangaement Fund

Inversores, emprendedores, representantes de la Universidad Católica y profesores y estudiantes de su Facultad de Economía y Empresa han asistido a la Jornada II Aniversario de San Antonio Management Fund, el endowment de la UCAM, creado en colaboración con la entidad financiera Tressis.  En el acto, celebrado en el Campus de Los Jerónimos, se ha expuesto la evolución de esta iniciativa, que tiene como objetivo reforzar la labor social de la institución mediante becas y ayudas económicas al estudio, investigación, deporte y entidades benéficas.

Durante la jornada, el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, ha realizado un análisis macroeconómico donde ha destacado que “estamos viviendo el efecto boomerang de una borrachera inflacionaria”. Asimismo, ha presentado su último libro: ‘Haz crecer tu dinero’, resaltando que “está orientado a los interesados en invertir o en aprender sobre ello, y busca desmontar muchos mitos”. Lacalle también ha dirigido un mensaje al numeroso grupo de estudiantes del área de economía que han asistido al acto, pidiéndoles “que se equivoquen, que no piensen en que ahora tienen que saber exactamente qué es lo que van a hacer dentro de 30 años, que tomen riesgos, que aprendan y sean críticos a la vez que responsables”.

Por su parte, José Luis Mendoza García, director de relaciones institucionales de la UCAM, ha destacado la buena evolución del endowment de la Universidad Católica, siendo fundamental “que siga creciendo, para destinar su rentabilidad tanto a los buenos estudiantes como a los que tienen dificultades económicas, así como a aquellos deportistas que no pueden costearse sus entrenamientos”. Mendoza García ha añadido que “además, vamos a apoyar a startups y a empresarios que quieran crear sinergias con la universidad para seguir creciendo”.

La entidad financiera Tressis gestiona este endowment de la Universidad Católica de Murcia que, según destaca su consejero delegado, José Miguel Maté, «tiene como objetivo que los excedentes económicos que tenga la universidad sean invertidos de manera responsable, y eso es lo que hacemos desde Tressis, con el objetivo principal de conseguir los fines de la universidad en materia de ayudas a estudiantes y deportistas. Además, los resultados están siendo muy atractivos en el entorno que estamos viviendo”.

La CNMV acuerda revocar la autorización concedida a Beka Values, Agencia de Valores, S.A.

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El Consejo de la CNMV ha acordado revocar la autorización concedida a Beka Values, Agencia de Valores, S.A., la rama con la que el grupo presta servicios a altos patrimonios.

Esta decisión, sin precedentes en el sector español de banca privada, se ha adoptado tras valorar las alegaciones de las partes interesadas, por concurrir causas de revocación previstas en la Ley del Mercado de Valores, cuyo origen han sido las importantes discrepancias entre los accionistas de la citada agencia, explica la CNMV en un comunicado.

«La existencia de un pacto entre accionistas, que de facto otorga la facultad de bloqueo a las partes en ausencia de consenso, ha devenido en la paralización de los órganos de gobierno y de la toma de decisiones que permitan garantizar la viabilidad de la entidad», cuenta el organismo en una nota.

La CNMV se refiere a las discrepancias surgidas entre el accionista mayoritario, Beka Finance, y el exconsejero delegado de la agencia de valores, José Luis Blázquez, dueño del 31,9% de las acciones de la sociedad. Blázquez fue destituido en 2021, cinco meses después de la constitución de la entidad y la obtención de la licencia de la CNMV, y tan solo dos meses tras haber empezado su actividad comercial.

Ante estas discrepancias, Beka había decidido aparcar la agencia de valores y reorientar su actividad hacia un proyecto de multifamily office, que prevé lanzar en 2023. Contactado por Funds Society, en el grupo han declinado hacer declaraciones sobre la decisión de la CNMV.

Tras la revocación, queda aún pendiente el resultado de la investigación que la CNMV tiene abierta desde hace 11 meses a Beka Values y que afecta no solo a los órganos sociales de la sociedad, sino también a otros hechos acontecidos desde antes del cese anómalo del consejero delegado, bajo una acción social de responsabilidad, y cuya demanda no ha sido recibida aún por Blázquez, según ha comunicado el experto a este medio.

También queda pendiente la investigación del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno sobre la resolución de la investigación citada requerida por el exconsejero delegado. Este proceso se resolverá próximamente en el Juzgado de lo Mercantil y en el Tribunal arbitral en los próximos meses.

Decisión histórica

Es la primera vez que la CNMV toma una decisión de este tipo, y por causas de gobernanza: en el pasado, el supervisor había revocado autorización a firmas de asesoramiento (EAFs), por causas relacionadas con falta de fondos o insolvencia, pero nunca había tomado una decisión de este calado.

La revocación tiene un impacto muy limitado en los inversores, dado que la agencia de valores tiene un número muy reducido de clientes, no estaba habilitada para mantener en depósito los valores de sus clientes, ni podía mantener fondos en cuentas instrumentales y transitorias a nombre de estos, por lo que el impacto se limitará a que la agencia deberá rescindir los escasos contratos que tiene con clientes.

Asimismo, la revocación no afecta al resto de entidades del grupo financiero al que pertenece Beka Values, Agencia de Valores, S.A., puesto que es la única entidad donde participan conjuntamente los accionistas discrepantes, aclara la CNMV.

El núcleo duro del grupo sigue siendo la banca de inversión, y también la gestión de activos, área en la que Beka se ha fortalecido con la compra de la gestora Trea Asset Management y Haya Titulización, sin olvidar su negocio de fondos ilíquidos -con deuda privada, agricultura e inmobiliario- y su bróker HeyTrade.

Disconformidad del exconsejero delegado

El exconsejero delegado y accionista minoritario de Beka Values, José Luis Blazquez, en conversaciones con Funds Society, muestra su disconformidad con los motivos alegados por la CNMV para revocar la licencia «dado que el Consejo de Administración, máximo organo de gestión de la compañía, está formado íntegramente por representante de Beka Finance, de forma que ha podido operar y actuar sin ningún obstáculo. Es decir, la razón de la situación económica de la sociedad no son las discrepancias en Junta de Accionistas, sino la falta absoluta de actividad desde mi cese».

«La intervención de la CNMV, en su caso, debería haberse producido mucho antes, a la vista, como digo, de la más que evidente ausencia de ejercicio y desempeño de la actividad de la sociedad (art. 160 TRLMV) durante más de un año, lo que, con seguridad, habría evitado llegar hasta el lugar donde nos encontramos ahora», advierte Blázquez, a la espera de próximas resoluciones oficiales.

Los 20 libros de inversión favoritos de los analistas de mercado para regalar estas navidades

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Ben Laidler, estratega de mercados globales, y Javier Molina, analista senior de mercados, ambos de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, comparten sus libros favoritos del año, centrados en los principales temas de inversión y que son ideales de cara a las listas de regalos de estas navidades.

La incertidumbre impulsa la vuelta a los clásicos de la inversión

Parafraseando a Mark Twain, la historia nunca se repite, pero rima. “La actual venta masiva me ha hecho volver a algunos de los clásicos”, explica Laidler. En la primera posición de su lista de lecturas imprescindibles se sitúa La bola de nieve: Warren Buffett y el negocio de la vida, de Alice Schroeder, biografía de la leyenda de la inversión Warren Buffett y de Berkshire Hathaway, ya que “la inversión value vuelve a estar de moda”. Con la fuerte caída de las acciones y los bonos, y con solo las materias primas y el dólar al alza, Un paseo aleatorio por Wall Street: La estrategia para invertir con éxito, de Burton Malkiel, “nos recuerda las ventajas de la diversificación”, dice el estratega de mercados. Un clásico moderno menos conocido es Narrative and numbers, donde el gurú del value Aswath Damodaran ensalza la importancia de la ‘historia’ de la inversión.

Molina, por su parte, destaca Deep Value: Táctica y estrategias para el inversor activo, de Tobias E. Carlisle, un libro que explica las razones por las que los inversores activistas y otros contrarian luchan por el control de las empresas perdedoras. Una exploración imprescindible de la estrategia de inversión deep value. No podía faltar en esta lista de clásicos El inversor inteligente, de Benjamin Graham, la biblia del mercado bursátil desde su publicación original en 1949. Ni tampoco, Security Analysis, del mismo autor, publicado en 1934, uno de los libros financieros más influyentes jamás escritos.

Modern Value Investing: 25 Tools to Invest With a Margin of Safety in Today’s Financial Environment cierra la lista de imprescindibles de Molina.

La adopción de la tecnología se acelera mientras los valores tecnológicos se venden

Los valores tecnológicos han sido la gran decepción de este año. “Es una oportunidad para invertir tiempo en aprender, ya que la adopción de la tecnología no hace sino acelerarse en la sociedad”, avisa Laidler. Where the money is, de Adam Seessel, es la historia práctica de un converso tardío y su marco para invertir en este sector en rápida evolución. “Estamos deseando leer Chip War, de Chris Miller, ya que los semiconductores lo impulsan todo cada vez más. Y El Metaverso, el título del libro de Matthew Ball que separa el bombo publicitario de la realidad”, agrega el experto.

Comprender un mundo cada vez más multipolar

El aumento de los riesgos geopolíticos y la desglobalización hacen que comprender el mundo sea cada vez más importante. Por lo que el estratega de eToro recomienda Asia’s stock markets from the ground up, de Herald van der Linde, una amena explicación de la región más poblada y de mayor crecimiento del mundo, pero la menos comprendida. Why the Germans do it better, de John Kampfner, es una introducción a la mayor economía de Europa, mientras el continente se tambalea al borde de la recesión. Además, cualquiera de los libros del cofundador de Soros Fund Management, Jim Rogers, “ampliará sus horizontes”, afirma.

Escuchar a los propios profesionales de la inversión

Ben Laidler aconseja también los libros sobre el día a día de la inversión, que ofrecen una visión única y personal. Damsel in Distressed, de Dominique Mielle, es un relato a menudo hilarante de su carrera en el sector de los fondos de cobertura, dominado por los hombres, y en el esotérico mundo de los créditos en dificultades. The Dealmaker, del disléxico Guy Hands, es una montaña rusa por el sector del capital riesgo. “Volveré a leer Julian Robertson: A Tiger in the Land of Bulls and Bears, de Daniel Strachman, ya que este pionero de los fondos de cobertura falleció recientemente, dejando un legado de Tiger Cubs en Wall Street”, comenta Laidler.

Molina, por su parte, tiene al oráculo de Omaha entre sus lecturas y aconseja The Essays of Warren Buffett: Lessons for Investors and Managers, donde el autor Lawrence A. Cunningham compila las cartas de a los accionistas de Berkshire Hathaway. La cuarta edición incluye los últimos conocimientos de Buffett sobre temas como la crisis financiera o la burbuja inmobiliaria.

Materias primas, petróleo y auge de las energías renovables

Las materias primas han sido la clase de activos que mejor se ha comportado este año. Y Laidler se fija en El mundo está en venta, donde los autores Javier Blas y Jack Farchy desvelan esta industria mundial en expansión y el minúsculo grupo de operadores que la dirigen. La trilogía sobre la industria energética de Daniel Yergin, que comienza con The prize, ganadora del premio Pulitzer, es un clásico del género de las materias primas. “Estoy deseando leer Juegos de poder, de Tim Higgins, sobre el crecimiento de la mayor empresa de vehículos eléctricos del mundo, Tesla, y la llamada ‘apuesta del siglo’”, concluye.

Gestión activa, estrategias de renta fija y alternativos, y más sostenibilidad y tecnología: estas son las tendencias de la industria para 2023

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Este ha sido uno de los peores años de la historia para los mercados. Todos los activos cierran 2022 en rojo, con la excepción del cash en dólares y las materias primas. El resultado de este año sumado al nuevo marco de inversión al que vamos -tipos, volatilidad e inflación altos- también tiene un impacto en el negocio de las gestoras internacionales. La pregunta es inevitable, ¿qué tendencias marcarán la industria en 2023?

En opinión de Sophie del Campo, directora general Natixis IM para el Sur de Europa, Latam y US Offshore, la volatilidad y la incertidumbre que predominan en el mercado proporcionan una oportunidad a las estrategias de gestión activa. En este sentido, considera que las gestoras de fondos internacionales volcadas en la gestión activa permiten ofrecer estrategias de diversificación y descorrelación de las carteras. “En 2023, la evolución de la inflación va a ser posiblemente uno de los factores que influyan con mayor intensidad en los mercados y, por ende, la volatilidad va a ser una constante durante los próximos meses. Por ello, asesoramos a nuestros clientes en mantener cierta cautela, al menos los próximos meses: la protección en las carteras será la palabra clave”, apunta Del Campo. 

Para Ralph Elder, director general de Iberia y América Latina de BNY Mellon IM, estamos en un entorno con un trasfondo distinto, ya que no podemos depender del apoyo incondicional de los bancos centrales. Según explica, es un momento en el que va a destacar la buena gestión, ya que una gestión activa encontrará siempre opciones. “En un contexto como el actual lo importante es ser más selectivos. Hay más volatilidad, sí, pero no es negativa; simplemente tienes que trabajar más para buscar alternativas. La inestabilidad en el mercado crea diferentes momentos de oportunidad y de riesgo que un buen gestor sabrá aprovechar”, defiende Elder. 

“En los últimos doce meses hemos asistido a un cambio muy brusco en el entorno de mercado. Esto ha cambiado la percepción de valor de las distintas clases de activos, además de reducir el apetito de riesgo. Las gestoras hemos notado un mayor interés en nuestra visión de mercado que en años anteriores, así como en estrategias de inversión para el cliente más conservador”, añade, por su parte, Sebastián Velasco, director general para España y Portugal de Fidelity International.

Servicios, estrategias y activos

Las gestoras reconocen que este nuevo contexto y situación de mercado tiene reflejo claro en el tipo de servicios, estrategias y activos que resultarán más demandados el próximo año. Por ejemplo, la responsable de Natixis IM para el Sur de Europa, Latam y US Offshore explica que dada la acumulación de factores de riesgo y la perspectiva de un endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras, “una de las tendencias que observamos es la reducción de la exposición de las carteras multiactivas a los mercados de renta variable, tanto en mercados desarrollados como emergentes”. 

En cambio, ve claro que para responder a este escenario desafiante y mitigar el riesgo, las inversiones en activos privados emergerán como una solución a la tradicional asignación 60/40, sustituyéndola por un 60% de renta variable; 20% de renta fija y 20% de alternativos. “De la misma manera, los inversores están reorientando sus estrategias a la renta fija de calidad y cómo la ESG vuelve a emerger por su capacidad para generar alfa. En este entorno, donde la política monetaria ha imprimido un giro tan brusco en tan poco tiempo, las valoraciones y la gestión activa cobran una importancia crucial para aprovechar las oportunidades de mercado y controlar el riesgo”, argumenta Del Campo.

En este sentido, el responsable de BNY Mellon IM añade: “Destaca la vuelta de la renta fija en distintos sabores. Y también el income, donde vemos oportunidades por primera vez en varios años. Además vemos la necesidad de diversificar y descorrelacionar la cartera. 

Además, se espera bastante interés en sostenibilidad, ASG. También empezamos a notar interés en Income y en estrategias de renta fija”. 

Por su parte, Martina Álvarez, responsable de Ventas de Janus Henderson Iberia, vaticina el auge de tres tendencias de negocio para 2023: “El regreso de los fondos de retorno absoluto, ya que años cómo 2022 son los que recuerdan la necesidad de tener en cartera fondos líquidos que descorrelacionen; la llegada de los fondos a vencimiento 2.0, es decir que invierten en deuda corporativa; y, finalmente, la recuperación de la demanda de fondos temáticos, particularmente de aquellos que invierten en tecnología, salud o que son ESG. Los temáticos son una tendencia que ha llegado para quedarse”.

Sobre el potencial de los mercados privados, Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia, afirma que tienen mucho sentido a largo plazo puesto que diversifican y descorrelacionan las carteras. “Ayuda que su acceso se haya democratizado, por ejemplo en Europa con la figura de los fondos ELTIF. Esta claro que los mercados privados y sus activos crecerán cada vez más. Por ejemplo,  en EE.UU cada vez hay más compañías privadas y menos comps publicas por todo el trabajo que tienen que cumplir las compañías públicas a la hora de reportar. Tendencias clara a que haya menos compañs públicas en mercados como el usa. En segundo lugar, la banca en algunos mercados se están echando a un lado a la hora de financiera a determinadas compañías, de nuevo USA es un ejemplo. 

También falta de inversión en infraestructuras porque los gobiernos ya están muy endeudados y no pueden llevar a cabo todo lo promeetido. 

En este sentido, 

A la hora de compartir su opinión sobre cuáles serán las estrategias más demandadas en 2023, Velasco matiza que serán distintas en distintos momentos del año. “En una primera fase, la actual, en la que los tipos de interés seguirán al alza en respuesta a la inflación, las estrategias más demandadas serán las más conservadoras. De hecho, es lo que hemos visto en los últimos meses. La buena noticia es que, en este entorno, la renta fija con grado de inversión es una muy buena opción, como también lo puede ser la renta variable global, que es hasta cierto punto más conservadora que la regional o sectorial”, señala. 

Pero advierte de que, según su visión, en algún momento de 2023 los bancos centrales girarán en su estrategia de subidas de tipo ante la moderación de la inflación o el temor a una recesión profunda. En este caso, explica: “En ese momento frenarán los aumentos de tipos e, incluso, iniciarán el viaje contrario. Y el mercado se adelantará a la recuperación económica, como siempre hace. La renta variable se convertirá entonces en el activo más demandado y habrá muy buenas oportunidades. Será clave estar atentos a los mensajes de las autoridades monetarias, los datos macroeconómicos y, sobre todo, las decisiones que adopten las compañías para anticipar cuándo se producirá este giro”. 

Tendencias que se consolidan

Dejando a un lado las estrategias y tipos de activos, el responsable de ventas de BlackRock para Iberia, considera que en 2023 veremos consolidarse algunas tendencias de negocio propias de la industria que ya se vienen arrastrando desde este año. “Hay una serie de fuerzas que van a seguir impulsando la industria en 2023: las necesidades cambiantes de los clientes; la presión en márgenes y la mayor regulación, el cambio tecnológico y el foco en sostenibilidad”, afirma García-Díaz. 

En su opinión, todo ello está impactando directamente en la industria y generando cambios. Por ejemplo, explica que esas necesidades cambiantes de sus clientes está haciendo que BlackRock, cada vez más, vea a sus socios, en este caso sus clientes,  “hacer más con menos a un menor coste”. Según señala García-Díaz, “lo que hace que cada vez tengamos más conversaciones en torno a acuerdos estratégicos o partnership, que al final se aterrizan en delegaciones de gestión de inversión, mandatos, o delegación de gestión de riesgos, como por ejemplo a través de plataformas tecnológicas”. 

Otra de las tendencias que el responsable de BlackRock cree que seguirá transformando la industria el año que viene es la tecnología. Según explica, al calor del actual contexto de cambio tecnológico, vemos un fortalecimiento de los canales de distribución digital y aparición de neobrokers o neobancos con una propuesta de valor dentro de la industria. “Están ofreciendo propuestas de valor muy interesantes, sobre todo a la población más joven, en donde los ETFs se están erigiendo como el auténtico protagonista, y esto es algo que estamos viendo ya en mercados como el nórdico o el alemán”, matiza.

Por último, tanto García-Díaz como Velasco coinciden en que la sostenibilidad seguirá siendo una tendencia muy presente el próximo año. “Continuará el esfuerzo por adaptarse a una regulación compleja en el ámbito de la sostenibilidad. Son muchos los recursos que dedicamos todas las gestoras a integrar la inversión sostenible en nuestros procesos de decisión”, afirma el director general para España y Portugal de Fidelity International. 

A lo cual añade una última observación: “Es previsible que continúe el proceso de consolidación de la industria de gestión de activos. Las gestoras no tenemos la capacidad, existente en otros sectores, de aumentar los precios para mantener nuestros márgenes. Esto, sumado a los reembolsos de fondos con mayor riesgo, puede actuar de catalizador para operaciones corporativas”.

Mercados privados: ¿lograrán hacer de las condiciones económicas globales una oportunidad de crecimiento?

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Los mercados privados tienen una “oportunidad única” para acelerar el despliegue de capital desde los mercados tradicionales a los activos alternativos a medida que empeoran las condiciones económicas mundiales, según predice Ocorian, grupo global de servicios financieros.

La firma considera que el crecimiento en el próximo año se centrará en las inversiones en mercados privados puros y en un cambio hacia estrategias de activos alternativos múltiples. Además, prevé una mayor atención a los fondos de activos en dificultades, que serán a más largo plazo y cerrados. 

“Los activos alternativos son cada vez más populares, ya que ofrecen la posibilidad de obtener rendimientos atractivos y una baja correlación con las condiciones económicas, como los tipos de interés y la inflación, a diferencia de la renta fija y la renta variable”, argumentan desde esta firma de servicios financieros.

Sin embargo, advierten de que el sector debe acelerar su estandarización y tokenización para equipararse a los mercados tradicionales. Ocorian estima que el sector tiene hasta 18 meses para lograr lo que los mercados tradicionales han hecho en 12 años en este ámbito. Y apunta que su crecimiento se refleja en los próximos lanzamientos de fondos. 

Según su análisis, más de 1.170 fondos privados están captando capital en las principales jurisdicciones. Alrededor de 600 de ellos tienen su sede en Luxemburgo, frente a 226 en Irlanda, 193 en el Reino Unido, 83 en Guernsey y 71 en Jersey. “Esto representa un enorme crecimiento este año, en el que se han domiciliado unos 226 nuevos fondos en las mismas jurisdicciones: 121 en Luxemburgo, 44 en Irlanda, 37 en el Reino Unido, 14 en Guernsey y 10 en Jersey”, indican desde Ocorian. 

En opinión de Richard Hansford, director de Desarrollo de Negocio – Reino Unido de Ocorian, toda la tesis de inversión y el ciclo de vida de la inversión están cambiando y esto se refleja en el atractivo de estos activos. “Los inversores están dispuestos a comprometer capital durante más tiempo y ven un mayor valor en los activos privados, lo que está impulsando el crecimiento. Los inversores creen cada vez más que pasará algún tiempo antes de que veamos crecimiento en los mercados tradicionales”, afirma Hansford.  

«Luxemburgo es claramente el mayor mercado de activos privados, y esta tendencia continuará, lo que demuestra la preferencia de los gestores por tener estructuras onshore en la UE en el ámbito de los mercados privados, lo que se aplica en gran medida a los gestores estadounidenses que desean expandirse en la Unión Europea”, añade el responsable de Ocorian.

Una de las últimas observaciones que hacen desde la compañía es que no solo crecerán los activos, sino también cada vez serán más innovadores. Por ejemplo, argumentan que “la tokenización de los mercados privados permitirá a los participantes hacer frente a la creciente demanda de los inversores institucionales, mientras que la normalización de los datos contribuirá a impulsar la expansión al permitir que los mercados privados se equiparen a los mercados tradicionales en materia de transparencia”.