ING lanza un plan de pensiones con una rentabilidad del 2,25 % TAE a dos años

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Con el objetivo de obtener un rentabilidad del 2,25% TAE a dos años, ING presenta su nuevo Plan NARANJA Rentabilidad Objetivo 2025. ING vuelve a apostar por este producto para ofrecer una alternativa conservadora con la que ampliar las soluciones de ahorro para la jubilación de sus clientes en el actual contexto, tras la exitosa bienvenida que tuvo con el Plan NARANJA Rentabilidad Objetivo 2023, lanzado en noviembre.

Este nuevo plan de pensiones invierte en deuda europea y su contratación estará disponible desde el 12 de junio hasta el 15 de agosto de 2023. En este plazo, los clientes del banco podrán hacer sus aportaciones sin importe mínimo y hasta 1.500€. Al vencimiento, el cliente recibirá el 104.5% de lo invertido.

El Plan NARANJA Rentabilidad Objetivo 2025 se caracteriza por las mismas ventajas que el resto de los planes de pensiones del banco: comisiones por debajo de la media del mercado, un 18 % por debajo del máximo legal permitido y sin comisión de custodia o de depósito, lo que permite conseguir un ahorro superior. Además, ING ofrece la máxima flexibilidad, ya que no exige cantidad mínima en las aportaciones y tiene la facilidad de contratarlo de forma online, sin papeleo y en pocos minutos. 

ING bonifica los traspasos de planes de pensiones y EPSV con hasta un 3% 

Hasta el próximo 31 de julio, ING bonifica hasta el 3% del importe traspasado a los clientes que traigan su plan pensiones o EPSV desde otra entidad.

Además, para sus clientes en el País Vasco bonifica con un 5% de las nuevas aportaciones a EPSV si estas superan los 1.000 € o si se realizan de forma periódica aportando un mínimo de 60 € mensuales. Esta solución para el ahorro en el País Vasco permite a los clientes de ING ahorrar hasta un 27 % en comisiones con respecto a otras entidades y 1.400 € en la declaración de la renta si aportan hasta 5.000 € antes de que acabe el año.

Nace Crescenta, la primera plataforma digital española para la inversión en capital privado

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Eduardo Navarro, presidente de Crescenta, y Ramiro Iglesias, CEO.

El capital privado es ya un segmento del mercado esencial para los inversores institucionales, y en el caso de los minoristas, el apetito por este tipo de activos no para de crecer. En este contexto se pone en marcha Crescenta, una plataforma digital de inversión en fondos de capital privado que agilizará y facilitará el acceso de inversores profesionales y minoristas a este tipo de activos.

El proyecto, el primero de estas características que existe en España, tiene como objetivos principales digitalizar y democratizar la inversión en los mercados privados y convertirse en la plataforma referente para los inversores en este segmento, tanto para los nuevos minoristas como los HNWI y family offices que buscan invertir en capital privado de una forma más ágil.

La compañía, que está en proceso de autorización como sociedad gestora de instituciones de inversión colectiva (SGIIC) por parte de la CNMV, espera el inicio de su actividad el próximo otoño. El equipo de Crescenta representa una combinación perfecta entre años de experiencia en gestión e inversión y una vocación clara por la digitalización e innovación en el sector. Al frente del proyecto se encuentran Ramiro Iglesias como CEO y Eduardo Navarro como presidente. Además, el consejo asesor de la firma estará compuesto por distintas personas de relevancia en el ámbito empresarial, financiero y regulatorio como Sebastián Albella (ex presidente de la CNMV y ahora socio en Linklaters) y Carlos Paramés (Managing Director en Houlihan Lokey).

La plataforma está orientada tanto a inversores profesionales como a los minoristas y permitirá acceder de forma 100% online a fondos de private equity, venture capital, infraestructuras y deuda privada, entre otros. Además, los inversores contarán con una herramienta de asesoramiento y la posibilidad de integrar sus cuentas bancarias para un proceso de suscripción más ágil y seguro.

Además, Crescenta contará en su web con un programa formativo sobre educación financiera e inversión en capital privado para que sus clientes puedan comprender mejor el funcionamiento de este mercado y tomar decisiones de inversión mejor informadas.

Por otro lado, los family offices y HNWI (High Net Worth Individuals, personas con un alto nivel de patrimonio), podrán acceder a Crescenta Alpha, un servicio que les permitirá una gestión centralizada de toda su cartera, para facilitar su inversión. Algunas de las herramientas que incluirá son consolidación de la cartera, estimación de flujos de caja, métricas y visualización gráfica de resultados, noticias de interés sobre sus fondos e informes fiscales.

En palabras de Ramiro Iglesias, CEO de Crescenta, “nuestro proyecto nace en un momento muy favorable para la inversión en mercados privados, un segmento que abarca activos muy diferentes y ofrece grandes oportunidades para inversores de todo tipo y condición. Una plataforma como Crescenta democratizará el acceso a los fondos de capital privado y facilitará a los inversores aprovechar al máximo su potencial”.

Una demanda resiliente

Según datos de Preqin, a pesar de las desafiantes perspectivas macroeconómicas, la demanda de capital privado continúa mostrando resiliencia, y se espera que los activos globales totales bajo gestión (AuM) lleguen casi a duplicarse alcanzando los 18,3 billones de dólares hacia finales de 2027, desde los 9,3 billones registrados a finales de 2021.

En los últimos años, los fondos de capital privado de primer nivel han superado consistentemente al principal índice de renta variable y se han convertido en un activo imprescindible en las carteras de inversores que buscan una mayor rentabilidad. La nueva Ley Crea y Crece, aprobada en septiembre de 2022, ha sido un requisito clave para el desarrollo de una plataforma como ésta que agiliza y facilita la inversión: la normativa flexibiliza la inversión en fondos de capital privado a minoristas rebajando el importe mínimo de inversión de 100.000 a 10.000 euros, bajo modelos asesorados.

Edmond de Rothschild AM se une a la iniciativa Net Zero Asset Managers

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Edmond de Rothschild Asset Management se ha unido a la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAM por sus siglas en inglés), en consonancia con sus compromisos actuales en favor de la transición energética y medioambiental y, tras adherirse hace unas semanas al Institutional Investors Group on Climate Change. Ser firmante de este acuerdo representa un paso adelante crucial en la estrategia ESG global de Edmond de Rothschild.

Junto con unos 300 firmantes que representan unos 60 billones de dólares en activos bajo gestión, Edmond de Rothschild AM se ha comprometido a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, en consonancia con los esfuerzos mundiales para limitar el calentamiento a 1,5 ºC.

La iniciativa está diseñada para movilizar la acción de la industria de gestión de activos demostrando prácticas líderes en el impulso de la transición a cero emisiones netas y ofrece las ambiciosas estrategias de acción e inversión que serán necesarias para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas. Asimismo, proporciona un foro para compartir las mejores prácticas y superar las barreras para alinear las inversiones con ese objetivo de cero emisiones netas.

Con este compromiso, Edmond de Rothschild AM reforzará su trabajo en colaboración con los clientes propietarios de activos ligados a los objetivos de descarbonización, en consonancia con la ambición de alcanzar las emisiones netas cero en 2050, o incluso antes, en todos los activos bajo gestión.

También se reforzará el marco climático para establecer objetivos provisionales para la proporción de activos que se gestionarán en consonancia con el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Esto ayudará a supervisar de cerca el compromiso y a revisar estos objetivos provisionales al menos cada cinco años, con vistas a aumentar progresivamente la proporción de activos gestionados cubiertos hasta incluir el 100% de los activos.

Edmond de Rothschild AM está trabajando activamente para divulgar, en los próximos doce meses, el porcentaje inicial de su cartera, sus objetivos provisionales de «participación equitativa»; para los activos bajo gestión que se gestionarán en línea con la iniciativa Net Zero, su fecha objetivo, así como la metodología utilizada para establecer los objetivos.

La iniciativa NZAM está gestionada a escala mundial por seis redes de inversores socio fundadores, entre ellos: Asia Investor Group on Climate Change (AIGCC), CDP, Ceres, Investor Group on Climate Change (IGCC), Institutional Investors Group on Climate Change (IIGCC) y Principles for Responsible Investment (PRI). A su vez, la iniciativa cuenta con el respaldo de The Investor Agenda, de la que todas las redes de inversores son socios fundadores.

Edmond de Rothschild AM desarrolló en 2017 una hoja de ruta climática alineada con el Acuerdo de París, con el objetivo de participar en la limitación del calentamiento global a menos de 2ºC. Sus estrategias de renta variable Sustainable Equity y Green New Deal, por ejemplo, están alineadas con el objetivo de descarbonizar las carteras.

Tendencias que se dibujan en la escena mundial del activismo inversor

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Con 69 nuevas campañas en el primer trimestre de 2023, el activismo inversor alcanza máximos trimestrales de 2019, según un informe de Lazard. Ante la escasez de nuevos objetivos potenciales en un entorno de mercado turbulento, la actividad de los clústeres, en la que varios activistas persiguen el mismo objetivo, mantiene su senda ascendente iniciada a finales de 2022.

Estados Unidos registra una significativa caída de la actividad, con solo 29 nuevas campañas iniciadas en el primer trimestre de 2023, un 34% menos que en el mismo periodo del año anterior y un 28% menos comparado con el cuarto trimestre de 2022. La actividad rompe la inercia estacional de los últimos ocho años en los que el recuento de campañas en el primer trimestre igualaba o superaba al del cuarto trimestre anterior. 

Así, las campañas estadounidenses pierden cuota a nivel global: Representan en el primer trimestre de 2023 el 42% de la actividad mundial, una significativa caída comparado con la media del 55% que mantenían desde 2019.

Las nuevas campañas en Europa han igualado máximos históricos con 21 actividades en el primer trimestre, el periodo más activo registrado de los últimos años. Las campañas europeas representan el 30% de toda la actividad mundial. Se concentran principalmente en Reino Unido, el país más atacado del viejo continente con cerca del 38% del total europeo (en línea con los niveles de 2022) y en Alemania que registra un fuerte repunte con cerca del 33% de las campañas europeas, una actividad en el primer trimestre cuatro veces superior a su media histórica trimestral. Esto refleja que los riesgos percibidos por los inversores en el país germano por los efectos de la crisis energética, entre otros, parecen haber desaparecido. España representa el 5% de la actividad activista en Europa.

Aumento considerable de la actividad en APAC

El activismo con objetivos en la región de Asia Pacífico representa el 19% del total de campañas del primer trimestre de 2023. A diferencia de los trimestres anteriores, en los que la actividad se concentraba principalmente en Japón, en el primer trimestre de 2023 se observa una dispersión más uniforme entre los objetivos japoneses (38% de las campañas de APAC), surcoreanos (23%) y australianos (23%).

Objetivos de los activistas por tamaño de empresas: mega caps en el punto de mira

Las empresas de mega capitalización (superior a los 50.000 millones de dólares) es el principal centro de atención. Representan el 16% de los ataques activistas del primer trimestre de 2023, un nivel sin precedentes. Esta tendencia ha sido especialmente pronunciada en Estados Unidos con el 20% de los objetivos totales del primer trimestre. Asimismo, en Europa, las mega caps doblan la media del año anterior con un 22% en el primer trimestre.

Objetivos activistas por sectores

Las tecnológicas, principal objetivo de los activistas en 2022, registran un moderado descenso coincidiendo con un trimestre de ralentización en Estados Unidos. En cambio, las empresas industriales, que representaban sólo el 11% de los objetivos tras una notable desaceleración a finales de 2022, repuntan significativamente hasta convertirse ahora en el sector más atacado.

Universo activista: baja representación de activistas primerizos en Estados Unidos

Los inversores activistas primerizos representan el 26% de los inversores que iniciaron campañas en el primer trimestre a nivel mundial. Los primerizos que han atacado empresas estadounidenses representan un modesto 29% frente a la media histórica del 52%. Por el contrario, Europa ha sido objetivo del 36% de los ataques de activistas primerizos, que supone un considerable aumento frente a la media histórica del 26%.

La actividad de fusiones y adquisiciones se mantiene, impulsada por la desglobalización

Las fusiones y adquisiciones siguen dominando la actividad de los inversores activista con 29 campañas registradas en el primer trimestre que representan el 42% de la actividad activista mundial. En consonancia con las tendencias generales observadas en el primer trimestre, el activismo relacionado con fusiones y adquisiciones se concentra principalmente en campañas iniciadas fuera de Estados Unidos. Así, la actividad de fusiones y adquisiciones se condensa en Europa y representa el 57% del total de campañas del viejo continente, superando su nivel medio histórico del 44%.

Universal Proxypredicciones del mercado vs. primeras realidades

Un cambio de las normas de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) ha dado a los activistas una nueva herramienta a través de nuevas tarjetas de delegación de voto universal que dan a los accionistas más libertad para expresar sus preferencias.

A pesar de las predicciones generalizadas sobre la nueva norma de delegación de voto que podría dar lugar a más luchas de representación, los primeros datos indican lo contrario y sugieren que los activistas están adoptando un enfoque más conservador en los primeros compases de la era de la delegación de voto universal.

Los puestos obtenidos desde la entrada en vigor de la norma de delegación universal aumentaron un 16% interanual, aunque el número de puestos «en juego» para las próximas votaciones se reduce un 64% interanual.

Los activistas han demostrado tener el mismo apetito por los cambios en los Consejos de Administración en las empresas estadounidenses, con el 39% de las campañas centradas en nombramientos o destituciones en los órganos de gobierno, frente al 40% del año anterior. Sin embargo, han reducido significativamente los ataques mediante proxy fights (14 frente a 26).

Así, los inversores activistas han conseguido 43 puestos en consejos de administración, el 98% mediante pactos, un aumento frente a los 37 puestos obtenidos durante el mismo periodo del año anterior.

Asia verá un apetito sostenido por la inversión sostenible

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Foto: Thailand Vacation*.

A pesar de verse desafiada por el débil sentimiento de los inversores en 2022, se espera que la inversión ESG siga siendo una tendencia a largo plazo en Asia-Pacífico, y que los gestores de activos continúen trabajando junto con los distribuidores para promocionar estos productos, según desvela un estudio de Cerulli Associates.

En toda la región, los flujos netos hacia fondos ESG domiciliados localmente durante el primer semestre se desplomaron a 2.300 millones de dólares, apenas el 7,6 % del monto total recaudado durante 2021. Además de las desafiantes condiciones del mercado, las iniciativas reguladoras para abordar el greenwashing también han influido en el ritmo reducido de las entradas netas en algunos mercados clave.

La demanda de inversión ESG continúa siendo impulsada por personas de alto patrimonio, personas high-net-worth (HNW, persona con al menos un millón de dólares en activos financieros líquidos) y los inversores ultra-HNW (ultra-HNW, inversores con más de 30 millones de dólares en activos para invertir), aunque algunos inversores minoristas también han mostrado interés en productos ESG. Casi tres cuartas partes de los distribuidores dijeron que los clientes HNW y ultra-HNW impulsan inversiones sostenibles en Asia.

En mercados como Singapur y Hong Kong, Cerulli ha visto acuerdos exclusivos de productos ESG firmados con distribuidores clave, principalmente bancos. Por lo general, se trata de acuerdos de seis meses entre gestores de activos y distribuidores bancarios para que sus fondos estén disponibles exclusivamente para sus clientes. Los gestores deben estar preparados para brindar servicios de marketing dedicados a cumplir con los diversos requisitos de los bancos, incluido el acceso a gestores de cartera y explicaciones de la estrategia del fondo a los banqueros o directores de relaciones.

La encuesta de gestores de Cerulli muestra que los bancos globales, privados y locales son los distribuidores clave que buscan incorporar productos ESG en Hong Kong y Singapur. Esto no es una sorpresa, ya que los bancos globales, especialmente los europeos, fueron los pioneros en la incorporación de productos ESG, y la tendencia se ha extendido gradualmente a los bancos privados y a los bancos locales, incluidos los brazos de los bancos chinos con sede en Hong Kong. Los fondos con temas ESG también están disponibles en algunas plataformas online.

Además de los bancos, los gestores de Taiwán y Singapur confían en las compañías de seguros para distribuir productos ESG. Los asesores digitales también han ampliado sus ofertas para incluir inversiones con temas de sostenibilidad, ofreciendo así oportunidades a los gerentes que pueden combinar la sostenibilidad con productos de bajo costo.

Cerulli cree que los inversores asignarán una cierta parte de sus activos a los fondos ESG a medida que los mercados se estabilicen y se revivan los sentimientos. Se registrarán más productos en mercados extraterritoriales como Singapur y Hong Kong. En otros mercados, se espera que los administradores nacionales confíen en la experiencia de los administradores de activos globales y busquen oportunidades de asociación.

“A largo plazo, creemos que la mayoría de los fondos estarán integrados en ESG, mientras que se espera que la innovación de productos tenga lugar principalmente en estrategias con temas de sostenibilidad”, dijo Leena Dagade, directora asociada de Cerulli, que añade que a medida que aumenta la cantidad de productos ESG, «el posicionamiento de las ideas de fondos y el marketing deberán estar más enfocados para ganar el interés de los inversores, mientras debe haber un diálogo continuo con los socios de distribución para educarlos sobre ESG y la inversión temática”.

*Foto: Thailand Vacation

La Fed se tomaría un descanso en las alzas de tipos en la reunión de junio

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Los inversores centran su atención en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal estadounidense de este miércoles 14 de junio, una vez que ya se ha alcanzado un acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense. Los últimos encuentros del Banco de Canadá (BoC) y del Banco de la Reserva de Australia (RBA), que reanudaron las alzas de tipos para luchar contra la inflación, dan aún más protagonismo a lo que pueda hacer la autoridad monetaria estadounidense. En principio, se espera una pausa en las alzas de los tipos después de 10 subidas consecutivas que han llevado el precio del dinero desde el rango 0%-0,25% hasta la horquilla 5%-5,25%. Es decir, el precio del dinero está en máximos de septiembre de 2007. 

Pero existe la posibilidad de que no sea así. El punto de partida de PIMCO, según reconoce Tiffany Wilding, economista de PIMCO para América del Norte,  ha sido que la Fed se mantendría a la espera tras la subida de 25 puntos básicos de mayo. Pero también admite que “hemos mantenido que persistiría la incertidumbre en torno a la senda a corto plazo de la política monetaria, lo que significa que, si bien la Fed probablemente haría una pausa, también transmitiría señales para que los mercados siguieran valorando con cierta probabilidad una subida en su próxima reunión”.

En definitiva, la Fed afrontaría dos fuerzas contrapuestas, ya que, según explica Wilding, los riesgos a la baja en torno a las perspectivas de crecimiento de EE.UU. han aumentado desde la tensión del sector bancario de marzo. No en vano, es probable que los lastres económicos pesen sobre la economía de EE.UU. y acaben moderando la inflación en los próximos trimestres. Pero también es cierto que “existe incertidumbre en torno al alcance de factores económicos aún positivos, entre ellos, el exceso de ahorro de los consumidores”, como principal obstáculo para reducir la inflación. Por ello, Wilding concluye que “mantener una política restrictiva, al tiempo que se insinúa la posibilidad de nuevas subidas, sigue pareciendo un buen compromiso”.

En términos similares se expresa Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments. El experto pone el acento en la lentitud en la bajada de la inflación, aunque también muestra su preocupación por los temblores en el sector bancario, que puede seguir dando sorpresas desagradables, “a pesar de que no se ha convertido en una crisis”. El primero de ellos impide a la Fed “aflojar a corto plazo”, pero la gran incertidumbre relacionada con la situación financiera y crediticia “también implica que otra ronda de subidas sería demasiado arriesgada”. Por lo tanto, Zanghieri opta por augurar por “una larga pausa en los tipos”, eso sí, con un tono de línea dura en los discursos para convencer a los mercados de que “no está previsto un giro de 180 grados en los tipos”. Zanghieri reitera que habrá dos recortes de tipos en el cuarto trimestre.

No en vano, el alza de los tipos empieza a preocupar. Mondher Bettaieb-Loriot, director de deuda corporativa de Vontobel, también espera una pausa en las subidas de los tipos de interés en la próxima reunión de la Fed. Bettaieb-Loriot observa, desde un punto de vista macroeconómico, una caída gradual tanto del crecimiento como de la inflación que apoyaría esta decisión. Eso sí, pone el foco en el “tenso mercado laboral” estadounidense, que “debería continuar desacelerándose gradualmente”, una tendencia “que merecerá la pena seguir”, debido a que las pequeñas empresas consideran ahora que su principal preocupación es el elevado nivel de los tipos de interés, por encima del aumento de la inflación.

Orla Garvey, gestora sénior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited, espera que la Fed haga una pausa en las subidas de tipos y que reanude las alzas en julio y septiembre. Pero no descarta “cierto potencial de sorpresa”. Con todo, su escenario central para este encuentro de la Fed es que “nos estamos acercando al final de los actuales ciclos de subidas y, aunque es posible que se produzcan nuevas subidas, la cuestión más importante y de mayor repercusión es cuánto tiempo permanecerán los bancos centrales con los tipos en su nivel terminal”.

La experta apunta que “este es un ciclo diferente a otros, en el sentido de que entraremos en una desaceleración económica con los tipos en el punto álgido del ciclo y es probable que permanezcamos así durante más tiempo”. Además, añade que la inflación subyacente, “más alta de lo deseable”, limita el alivio que pueden suponer los recortes de tipos a corto plazo. Por lo tanto, Garvey cree que “una recesión es probable, ya sea por accidente o diseñada”.

Por su parte, Sean Shepley, economista senior de Allianz Global Investors, recuerda que Powell indicó en la rueda de prensa de mayo que la Fed probablemente esté cerca del final de su fase de endurecimiento y que probablemente sería conveniente hacer una pausa para evaluar la evolución”. Sin embargo, el experto no descarta que los miembros de la Fed señalen que seguirán trabajando para reducir la inflación. Es probable que el endurecimiento de la política monetaria, a pesar de los primeros indicios de un crecimiento más débil, aumente las tensiones en los mercados más adelante. «Sin duda, está claro que a los principales bancos centrales les queda trabajo por hacer», afirma Shepley.

El mercado de los futuros fondos federales descuenta un 60% de probabilidad de haya una subida de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de junio. Pero las apuestas de las gestoras incluyen múltiples escenarios posibles. 

Nace la Barcelona Finance School, el nuevo centro internacional de formación en finanzas

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Foto cedidaBarcelona Finance School, nuevo centro internacional de formación en finanzas

La Barcelona Finance School es el nuevo centro internacional de formación en finanzas, dirigido a un alumnado de perfil local y extranjero, creado por el Instituto de Estudios Financieros (IEF).

La Barcelona Finance School ofrece formación de primer nivel para postgraduados y profesionales a través de másteres, postgrados y cursos de especialización, los cuáles permitirán al alumnado obtener una acreditación universitaria, que se impartirán de manera presencial, híbrida y online. En este sentido, el claustro de profesores estará constituido por profesionales expertos en el ámbito financiero.

Las nuevas tendencias del sector, como por ejemplo la tecnología aplicada a las finanzas, las finanzas sostenibles, las finanzas conductuales y la economía circular son algunas de las temáticas que se abordarán en la Barcelona Finance School.

A través de una metodología práctica y aplicada, los estudiantes podrán diseñar su propio plan de carrera (itinerarios) para poder extraer el máximo potencial al aprendizaje activo que propone el nuevo centro. Por ello, la Barcelona Finance School da un nuevo impulso al conocimiento y a la experiencia en finanzas, contando con el soporte del Instituto de Estudios Financieros.

El centro desarrollará sus programas formativos basándose en tres pilares: learnability, la capacidad para aprender y formarse de manera continua, ocupability, la formación enfocada a conseguir un buen nivel de profesionalización, y glocality, internacionalización de la escuela, siendo Barcelona como centro de referencia educacional en finanzas.

Ferran Teixes, nuevo director general

Ferran Teixes es el nuevo director general del Instituto de Estudios Financieros y de la Barcelona Finance School. Teixes es economista y tiene una larga experiencia profesional en el mundo de la consultoría multinacional y en organizaciones relacionadas con la formación y la educación.

De izquierda a derecha: Josep Soler, presidente del Consejo Asesor del IEF y Ferran Teixes, director general del IEF y de la Barcelona Finance School

De izquierda a derecha: Josep Soler, presidente del Consejo Asesor del IEF y Ferran Teixes, director general del IEF y de la Barcelona Finance School

La llegada de Teixes como director general da respuesta a los importantes cambios que se están produciendo en el mundo de la formación, en el mercado financiero y en sus canales. Concretamente, el IEF, con la Barcelona Finance School, quiere hacer llegar su conocimiento en finanzas a los profesionales financieros y a los postgraduados que quieren hacer carrera en finanzas, poniendo énfasis en las nuevas tendencias financieras.

Un escenario diferente en la próxima era de crecimiento

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Durante aproximadamente las dos últimas décadas, la globalización ―alentada por el aumento de la cooperación comercial mundial y la apertura de grandes mercados antes cerrados, como China― ha dado lugar a una mano de obra barata y abundante, a la integración de las cadenas de suministro mundiales en aras de la eficiencia y a la externalización de la producción. Esos días parecen ahora estar llegando a su fin.

La globalización tuvo efectos sumamente deflacionistas, lo que produjo una bajada constante de los tipos de interés, ya que los bancos centrales aplicaron una política monetaria laxa para estimular el crecimiento. A su vez, los tipos más bajos alentaron el aumento de los precios de los activos, desde la renta variable hasta los bienes inmobiliarios y otros activos.

Sin embargo, al subir los precios de los activos, la riqueza generada se distribuyó de manera desigual. Por ejemplo, mientras que las clases baja y media registraron un crecimiento de la riqueza de en torno al 3% anual desde 1995, el 0,001% más rico alcanzó una media anual de entre el 5% y el 9%, y el 1% más rico acaparó el 38% del crecimiento total de la riqueza. El populismo cobró impulso cuando algunos atribuyeron esta creciente desigualdad a los efectos de la globalización, promoviendo cambios en la mano de obra que han ejercido presiones salariales al alza.

Mientras que el populismo latente supuso una sacudida para la desglobalización, la COVID-19 la aceleró, ya que las complejas e integradas cadenas de suministro globales quedaron expuestas y fallaron. Desde los medicamentos genéricos fabricados en la India hasta los equipos de protección individual de China, pasando por la ropa y el calzado de Vietnam, así como gran cantidad de insumos, muchos bienes resultaron difíciles de adquirir durante la pandemia. Desde entonces, algunas empresas han diversificado sus proveedores y han sobreabastecido sus existencias para compensar, y el refuerzo de las cadenas de suministro también ha alentado un movimiento para deslocalizar las operaciones a nivel nacional.

El sector de la fabricación ha sufrido un declive secular en EE. UU., con una reducción de 6,5 millones de puestos de trabajo desde 1979 hasta 2019. Sin embargo, en los dos últimos años hemos asistido a los mayores aumentos anuales de empleos en el sector en más de 25 años. Un análisis reciente del McKinsey Global Institute estima que EE. UU. podría sumar entre 275.000 y 460.000 millones de dólares a su producto interior bruto (PIB) y hasta 1,5 millones de puestos de trabajo de aquí 2030 debido a la continua transformación del sector de la fabricación nacional.

Hay algunos aspectos positivos de los factores inflacionistas alentados por la desglobalización, que podrían ser beneficiosos para determinadas industrias y sectores de la población activa y contribuir al crecimiento económico nacional. Sin embargo, también esperamos que el resultado general de la desglobalización sea una inflación estructuralmente más alta y, por tanto, unos tipos de interés más elevados. Las empresas que ahora se ven obligadas a renunciar a la mano de obra barata, a las cadenas de suministro hipereficientes y a la producción deslocalizada podrían no lograr el mismo nivel de beneficios y tener que promover el crecimiento de otras formas. Y lo mismo vale para todas las empresas que intentan crecer en un entorno de precios más altos y mayor coste del capital.

Por tanto, creemos que es especialmente importante seguir centrándonos en empresas con modelos de negocio sólidos en mercados finales saludables y en crecimiento, con potencial para prosperar independientemente de la coyuntura económica. En cualquier entorno, consideramos crucial que las empresas tengan una ventaja competitiva sostenible, es decir, que sean las mejores en algo.

Esa ventaja competitiva puede adoptar distintas formas: una tecnología única, una marca fuerte, efectos de red, una estructura de costes favorable o una distribución superior son características potenciales que pueden mejorar las perspectivas de crecimiento de una empresa. Por ejemplo, las empresas que apliquen eficazmente la tecnología podrían lograr mejorar la productividad laboral y la eficiencia de la cadena de suministro mediante la automatización, el software y las aplicaciones de inteligencia artificial (IA), contrarrestando así las presiones salariales y de otros costes. Y aunque la desglobalización podría ralentizar el movimiento de bienes físicos y de la mano de obra por todo el mundo, creemos que el flujo de información intangible y digital seguirá aumentando en los próximos años.

El antiguo mundo de tipos bajos y globalización propiciaba estímulos universales que respaldaban ampliamente el crecimiento; el nuevo entorno puede hacer que la senda hacia el crecimiento resulte más complicada. Por tanto, creemos que entender a fondo los fundamentos de una empresa y su potencial de flujos de caja futuros será clave para invertir con éxito.

 

 

Tribuna de Doug Rao, Nick Schommer y Brian Recht, gestores de cartera de Janus Henderson Investors. 

La importancia de volver a la renta fija básica ante un mercado bajista

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Desde Goldman Sachs Asset Management (GSAM) consideran que en el último ciclo de mercado, un régimen de «Goldilocks» de crecimiento e inflación ni demasiado altos ni demasiado bajos hizo que los bancos centrales mantuvieran políticas acomodaticias que apoyaron la economía y los mercados financieros. Los rendimientos bajos o negativos de la renta fija básica de alta calidad llevaron a los inversores a explorar activos de menor calidad y a salir del espectro de vencimientos en busca de rendimientos positivos.

Algunos inversores abandonaron por completo la renta fija en favor de la renta variable y otros activos de riesgo, algo que parecía lógico cuando las carteras estaban respaldadas por una macroeconomía benigna y unas condiciones financieras ultra laxas, señala un análisis firmado por Simon Dangoor, jefe de estrategias macro de renta fija, Sophia Ferguson, gestora principal de cartera en el equipo de Renta Fija Global Multisectorial y Gurpreet Gill, estratega macro de renta fija y soluciones de liquidez.

“Pero la naturaleza de los ciclos y los mercados financieros está cambiando. Cambios estructurales como la descarbonización, la desglobalización y la inestabilidad geopolítica sugieren que la volatilidad -antes episódica- se ha convertido en endémica. Además, aunque los inversores suelen ver los mercados bajistas y las recesiones como acontecimientos binarios, en realidad tienen formas y tamaños diferentes. En la era post-pandémica, esperamos que los cambios en la economía generen más factores desencadenantes de volatilidad y sentimiento bajista, aunque esos episodios no desemboquen en un mercado bajista o una recesión propiamente dichos”, escriben.

Por ejemplo, los riesgos climáticos y las tensiones geopolíticas pueden provocar interrupciones del suministro en materias primas de la «vieja economía» concentradas geográficamente que son fundamentales para las tecnologías limpias de la «nueva economía». Un ejemplo de ello es el litio, que es crucial para el rendimiento de las baterías: más del 50% del mineral se concentra en zonas con altos niveles de estrés hídrico y las tres principales naciones productoras del mundo -incluida China- controlan más de tres cuartas partes de la producción mundial.

También las tensiones en el sector bancario en marzo de 2023 demostraron que el sentimiento de riesgo puede cambiar rápidamente bajo condiciones financieras más estrictas y en una era de redes sociales y transacciones digitales. “Creemos que restablecer las asignaciones a la renta fija básica puede ayudar a equilibrar las carteras en episodios bajistas. De hecho, esto es lo que vimos en marzo, cuando los bonos de alta calidad generaron rentabilidades positivas, compensando parcialmente la debilidad experimentada en otros ámbitos”, destacan los expertos.

El poder protector de la renta fija básica

“Los activos de renta fija básicos, como la deuda pública de alta calidad, han equilibrado históricamente las carteras de renta fija multiactivos o multisectoriales debido a su menor volatilidad en relación con los activos cíclicos. En el caso de los activos de riesgo, incluida la renta variable, existen importantes posibilidades de ganancias, pero también un mayor potencial de pérdidas debido a la evolución de empresas o sectores específicos, así como a las condiciones económicas”, destaca el análisis.

Por el contrario, el potencial alcista de los bonos de alta calidad se limita en gran medida a los pagos de cupón y principal, y el rendimiento a la baja depende en gran medida de los movimientos de los tipos de interés, a diferencia de los riesgos crediticios, que son más elevados en los segmentos de mayor riesgo de la renta fija, como el alto rendimiento (HY) y la deuda de mercados emergentes. Además, añaden Dangoor, Ferguson y Gill, “los bonos básicos han tendido a tener una correlación baja o negativa con la renta variable y otros activos de riesgo, lo que genera beneficios potenciales de diversificación. Por ejemplo, los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años tienen una beta negativa con respecto al crecimiento y una beta positiva con respecto a la volatilidad del mercado de renta variable. En otras palabras, cuando el crecimiento es débil o la volatilidad de la renta variable aumenta, los bonos del Tesoro a 10 años tienden a obtener buenos resultados, mientras que los activos de riesgo se debilitan”.

Ambas propiedades de la cartera de bonos básicos -baja volatilidad y correlaciones negativas- se vieron alteradas en 2022, cuando el agresivo endurecimiento monetario para controlar la elevada inflación provocó un repunte de la volatilidad del mercado de bonos, una experiencia que ha provocado, comprensiblemente, dudas sobre el valor de las carteras equilibradas y el papel de la renta fija básica. Desde la gestora creen sin embargo que 2022 fue un acontecimiento excepcional que no es indicativo del potencial a largo plazo. “Por el contrario, pensamos que el poder protector de los bonos básicos se ha reforzado. Debido a una subida significativa desde el comienzo de 2022, los rendimientos más altos están creando ahora más espacio para que los bonos básicos amortigüen potencialmente las caídas de los activos cíclicos durante las perturbaciones negativas del crecimiento”, señalan.

Los beneficios potenciales de la renta fija básica

“Una de las ventajas de la transición a un régimen de tipos más altos es que el potencial de ingresos futuros y de rentabilidad total de los bonos básicos ha mejorado significativamente. El ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal estadounidense más pronunciado desde la década de 1980 ha elevado los rendimientos del Tesoro de EE.UU. mucho más allá de los límites inferiores, con el rendimiento a un año aumentando desde el 0,4% a principios de 2022 hasta el 4,6% a finales del primer trimestre de 2023”, indican desde la gestora. Como resultado, la brecha con el rendimiento de los beneficios del índice S&P 500 se ha reducido.

“En pocas palabras, dado que los bonos de alta calidad vuelven a generar rentas atractivas, creemos que la era de ‘No hay alternativa’ a la renta variable u otros activos de riesgo ha llegado a su fin. Pero las afirmaciones simplistas no son adecuadas para el complejo mundo actual. Los tipos de interés más altos, los mercados impredecibles y la elevada incertidumbre económica exigen un enfoque activo de la asignación de activos, la selección de valores y la construcción de carteras”, añaden.

La dirección de la política monetaria ha estado bastante sincronizada entre los bancos centrales de los mercados desarrollados, pero desde GSAM esperan que el final del ciclo de subidas sea más escalonado y la próxima fase de formulación de políticas sea más variada.

“Creemos que otros segmentos de la renta fija básica, como el crédito con grado de inversión y los valores respaldados por hipotecas de agencias, también ofrecen un atractivo potencial de ingresos e inversión. Por ejemplo, el crédito estadounidense con grado de inversión rinde más del 5% y conlleva un riesgo cíclico y de refinanciación limitado, ya que sólo el 16% de los bonos del mercado vencen en 2023 y 2024”, destacan.

Además, unos rendimientos más elevados reducen el riesgo de duración, ya que unos mayores ingresos ayudan a compensar la depreciación del capital en caso de que los tipos sigan subiendo. “En términos generales, a medida que resurjan los episodios de volatilidad del crecimiento, esperamos que los activos cíclicos se enfrenten a mayores vientos en contra que los bonos básicos. Y, afortunadamente para los inversores en activos múltiples, los mayores rendimientos de los bonos de alta calidad alivian la necesidad de descender en el espectro de calidad o de salirse de la curva de rendimientos para obtener ingresos en un momento en el que podríamos encontrarnos con más frecuencia con perturbaciones negativas”.

Restablecer las asignaciones a la renta fija

Los expertos reconocen que incluso cuando superemos las peculiaridades económicas causadas por la pandemia y la guerra de Ucrania, las condiciones de inversión del régimen post-pandémico serán probablemente menos favorables que las de la era de la Gran Moderación iniciada en los años ochenta. Esperan menos estabilidad y previsibilidad, y más volatilidad episódica. “Creemos que el restablecimiento de la asignación a la renta fija básica puede ayudar a equilibrar las carteras durante estos episodios”, resumen.

La pandemia también ha cambiado las prioridades políticas, con un mayor compromiso con la descarbonización, así como una renovada urgencia por lograr la seguridad energética, especialmente en Europa. Por ello, añaden que “la financiación de la transición energética requerirá grandes cantidades de capital y el mercado mundial de bonos será una importante fuente de financiación. A medida que empresas de más sectores y gobiernos de más regiones emitan bonos verdes, esperamos que aumenten las oportunidades para que los inversores sustituyan una parte de sus tenencias de renta fija básica por bonos verdes (…). Pero creemos también que la evolución del entorno macroeconómico y de mercado exige un enfoque de construcción de carteras basado en la gestión activa”.

Puede leer el análisis completo en inglés en este enlace.

¿Está cambiando la marea para la economía americana?

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Persiste el reto de reducir la inflación. Los costes de ese esfuerzo se han tornado más evidentes, al quebrar First Republic seguido por Silicon Valley Bank y la consiguiente administración por la FDIC (Federal Deposit Insurance Corporation). Aunque la Reserva Federal elevó los tipos otros 25 puntos básicos (pb) en mayo, puso de manifiesto que las subidas de tipos futuras dependerían de los datos, lo cual apunta a una alta probabilidad de una pausa en su ciclo de alzas, a pesar de que la inflación subyacente continúa muy por encima de lo deseado y tan solo muestra signos heterogéneos de mejora.  Incluso el Banco Central Europeo (BCE) ralentizó sus incrementos de tipos en 25 pb en mayo, reflejando su creencia de que las alzas de los tipos hasta la fecha se están transmitiendo «de forma forzosa» a los mercados financieros y a la economía.

Aunque todavía está por ver la magnitud de los daños al sistema bancario, no hay duda de que la economía se está ralentizando, lo cual plantea a los bancos centrales más dificultades al tratar de dar con un equilibrio entre la estabilidad de los mercados financieros y un contundente compromiso con reducir la inflación.  De qué manera afectarán los problemas bancarios a la capacidad de los bancos centrales para reducir la inflación es una cuestión siempre presente en las mentes de los inversores en bonos. En vista de la incertidumbre, recomendamos seguir siendo flexibles. Los mercados tienden a reaccionar en exceso, pero también por defecto. Esperamos aprovechar este extremo a medida que avance el año.

A pesar de los problemas actuales del sector bancario y unos datos más débiles de lo previsto (en términos generales), los precios de los activos financieros más allá de la banca mostraron una calma sorprendente. Resulta prácticamente increíble que, en un mes con el segundo mayor número de quiebras bancarias de la historia, los precios de los activos globales hayan registrado el menor nivel de volatilidad desde el comienzo de la pandemia, según el porcentaje de activos con una variación inferior al 3%, en cualquier dirección, y el VIX, que mide la volatilidad del mercado bursátil y que regresó a niveles no vistos desde finales de 2021.

La Reserva Federal se encuentra en este momento en modo «esperar y ver» y no ha formulado indicaciones de que se disponga a ni siquiera pensar en bajar los tipos; el mercado, sin embargo, tiene otras ideas. Los contratos de futuros de los mercados financieros prevén unos 100 pb de rebajas de los tipos para el segundo semestre de 2023. No sería una sorpresa que, dados los 500 pb de subidas de los tipos que se han registrado en poco más de un año, diversos modelos de negocio apalancados, como el de los bancos, puedan verse sometidos a presión, incluso aunque el endurecimiento de la política monetaria se haya llevado a cabo de manera adecuada. Sin embargo, podría empeorar y es probable que el combate contra la inflación se cobre más víctimas. Esto no significa que vaya a producirse otra crisis, sino más bien debilidad económica y esperemos que un descenso más rápido de la inflación, lo cual permitiría a la Reserva Federal revertir parte de sus subidas de los tipos en 2024.

Un factor fundamental para comprender qué sucederá en Estados Unidos será medir lo restrictivas que se han tornado las condiciones monetarias/financieras. Fijándonos en los tipos cortos, se encuentran en un nivel moderadamente restringido o significativamente restringido si utilizamos una tasa de inflación a largo plazo del 2% para calcular el tipo real de los fondos federales. Las condiciones del crédito bancario se encuentran claramente en una trayectoria de endurecimiento, aunque todavía desconocemos hasta qué medida.  Sin embargo, si evaluamos las tires de la deuda pública, los diferenciales de crédito, el índice S&P 500 y los precios de la energía, la situación apunta hacia arriba, es decir, que la variación de estas variables NO sugiere que las condiciones financieras se estén endureciendo.

La incapacidad de las tires de los bonos gubernamentales para caer en abril, tras la favorable evolución de marzo, sugiere que la próxima evolución de las tires indicará que suceda uno de los siguientes acontecimientos:

  1. que se dé una crisis, la Reserva Federal reduzca los tipos y las tires caigan; o
  2. que se evite una crisis, con una caída o no significativa de la inflación, pero que las tires de los bonos suban.

El segundo supuesto es bajista para los bonos «libres de riesgo», pero favorable para unos diferenciales, entre estables y más estrechos, de los bonos corporativos y las titulizaciones, y no esperaríamos un retroceso significativo de las tires de los bonos del Tesoro estadounidense más allá de sus rangos recientes. Por ejemplo, las tires de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años llevan un tiempo en un rango amplio de entre el 3,3% y el 3,7%; es improbable que se rompa esta tendencia, salvo que se materialice el supuesto número uno. Las tires de la deuda pública alemana también están explorando la parte baja de las bandas recientes, en un mercado en que la inflación está en peor forma que en el Reino Unido. Se debe tener en cuenta que, en el supuesto uno, el mercado ya ha descontado 100 pb de rebajas de los tipos para este año y otros 100 pb para el próximo. Las expectativas puede que tengan que superar esta cifra para lograr que las rentabilidades de los bonos desciendan sustancialmente.

¿En qué situación nos deja esta circunstancia?  Nos preocupa la economía global. Aunque parecía que el crecimiento se estaba acelerando en el primer trimestre, se desaceleró hacia finales de ese periodo, lo cual sugiere que, en conjunción con las turbulencias del sector bancario y lo que el BCE ha caracterizado como una transmisión «a la fuerza» del alza de los tipos a la economía, el crecimiento en el segundo trimestre podría ser débil. Además, no tenemos duda de que el crecimiento del empleo se está ralentizando en Estados Unidos (no tanto fuera de ese país) y la inflación general está cayendo, lo cual podría ser augurio de que la Reserva Federal no vuelva a subir los tipos.

Sin embargo, la inflación no ha sido doblegada, ni en Estados Unidos ni en la mayoría de los demás países.  Aunque los bancos centrales se encuentren en sus tipos terminales máximos o próximos a ellos, serán reacios a reducir los tipos de interés solo porque suban las tasas de desempleo. La Reserva Federal y la mayoría de los demás bancos centrales deben asistir a un incremento sustancial de esas tasas para detener las alzas de tipos. Sin embargo, para complicar más las cosas, los bancos centrales también deben asegurar la estabilidad de los mercados financieros, lo cual podría restringir su capacidad para mantener condiciones monetarias moderadamente restrictivas durante un periodo prolongado y, por ende, aplazar el logro del control de la inflación. De hecho, un riesgo al que los inversores deben prestar atención es la posibilidad de que la preocupación por un posible contagio financiero y los riesgos sistémicos para el sector financiero aplacen la consecución de los objetivos sobre la inflación a largo plazo.  De ser este el caso, con independencia de que sea por accidente o a propósito, las curvas de tires se pronunciarían y se añadiría a los bonos con vencimientos más largos una prima por el riesgo de inflación.

En términos de estrategia, mantenemos una duración más larga que antes de la quiebra de Silicon Valley Bank y seguimos adquiriendo más duración ante los movimientos que se puedan dar para las tires.  Buscamos maneras de mejorar de forma inteligente la calidad crediticia, procurando no renunciar a los rendimientos previstos. Creemos que los mercados de crédito se muestran moderadamente infravalorados, pero, en el ámbito de los activos investment grade, dicha circunstancia se da principalmente en bonos emitidos por instituciones financieras.  Los diferenciales se encuentran por encima de la media, pero no de un modo sustancial, lo que hace del crédito una apuesta de carry con oportunidades limitadas para la compresión de los diferenciales.

Dado que prevemos una ralentización económica, que no una gran recesión, para este año, parece que los bonos high yield con vencimientos más cortos presentan valoraciones adecuadas que, si se eligen detenidamente, podrían generar una atractiva rentabilidad. El crédito titulizado sigue mostrándose más atractivo que cualquier otro sector.  Pensamos que el riesgo de crédito de las titulizaciones hipotecarias sobre inmuebles residenciales y determinados inmuebles comerciales, como los edificios plurifamiliares, es atractivo en vista del sólido punto desde el que parten los balances de los hogares y de las empresas, así como del robusto crecimiento de los ingresos de los hogares.

Nuestra categoría favorita de crédito titulizado sigue siendo las hipotecas sobre inmuebles residenciales no respaldados por agencia a pesar de las expectativas de que los precios de la vivienda en Estados Unidos posiblemente caigan en 2023.

Seguimos decantándonos por infraponderarnos en el dólar frente a una cesta de monedas de mercados desarrollados y emergentes. Nos sigue gustando la deuda pública denominada en moneda local de mercados emergentes frente a la deuda denominada en monedas fuertes.

 

 

 

Tribuna de opinión de Eric Stein, director de inversiones del equipo de renta fija de Morgan Stanley IM.

 

 

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