La SEC frente a MiCA: similitudes y diferencias en la acción de los reguladores sobre los activos digitales

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El año 2023 puede ser recordado como aquél en el que finalmente comenzó la acción regulatoria en el mundo de las criptomonedas por parte de las autoridades globales. En Europa, la ley de Mercados de Criptoactivos, MiCA,  ha dado una ventaja competitiva a la Unión Europea en las cripto. En EE.UU., la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) está avanzando en la elaboración de regulaciones más estrictas, como hemos visto con la resolución de regular las monedas digitales como valores y con las acciones legales posteriores contra importantes plataformas de compraventa de criptoactivos, como Binance y Coinbase

Este movimiento no ha sido bien recibido por todo el mercado. Mientras que desde muchos sectores se ha celebrado la medida, ya que consideran que es beneficiosa para la estabilidad financiera y la protección del consumidor, los críticos creen que la SEC está intentando destruir las criptomonedas y proteger la industria de inversiones tradicionales. Los partidarios piensan que el mensaje general de las autoridades es el siguiente: los inversores deberían ser gradualmente apartados de los espacios no regulados del mundo de las criptomonedas sin privarlos de las eficiencias de los registros descentralizados, los contratos inteligentes y el resto de innovaciones que presenta este sector.

Hay más de una dimensión en este asunto y muchos detalles que se deben abordar para no confundirse. En el centro de la acción de ejecución de la SEC está su decisión de clasificar los activos criptográficos más importantes como valores. Esta es la primera complicación, ya que no existe una definición unánime de activo criptográfico. Sin embargo, implica que la SEC puede desplegar su papel como autoridad competente y aplicar la regulación existente.

Esto, a su vez, tiene dos derivadas: la primera, por supuesto, el reconocimiento de que Estados Unidos, hasta ahora, no ha impuesto ninguna regulación específica sobre criptomonedas; la segunda es que plantea la cuestión de si ha habido y cuáles han sido las violaciones de las regulaciones de la SEC. De dictaminar que no ha habido ninguna conducta incorrecta alegada, las empresas demandadas podrían simplemente ser instadas a registrarse y cumplir con las regulaciones de la SEC en adelante.

Desde una perspectiva legal, esta es una distinción muy importante, ya que marcaría la diferencia sobre si la SEC ha decidido ampliar su competencia y el alcance de aplicación de la ley existente, o si reclama una violación deliberada de los requisitos de registro. A partir de los cargos presentados por la SEC, se puede deducir que el regulador estadounidense se podría apalancar en este último punto, lo que significa que lo que se considera un valor bajo la jurisdicción de Estados Unidos no puede ser ofrecido en el país sin registro, y sin las obligaciones de transparencia y diligencia debidas que le acompañan. 

Además, no se debe olvidar que, siguiendo una órden ejecutiva del presidente Joe Biden hace un año, se ha estado considerando una postura más restrictiva hacia la industria de las criptomonedas.

En la UE, por su lado, MiCA presentó una regulación pionera de los activos digitales que creará seguridad jurídica, al aclarar las definiciones de los productos y servicios y los procesos técnicos subyacentes, de los cuales algunos definitivamente encontrarán su camino en las leyes de otras jurisdicciones.

La razón por la que la MiCA constituye una buena política de competencia no es porque atraiga a las empresas criptográficas en busca de los niveles más bajos de requisitos de protección del inversor. Al contrario, promueve el principio de «mismos servicios/actividades, mismos riesgos, mismas normas y misma supervisión» de la UE. Es decir, las empresas serias encontrarán la seguridad que necesitan para realizar inversiones significativas en la nueva tecnología. Es cierto que esta medida puede alienar a los miembros de la comunidad cripto que piensan que los tokens de utilidad, pago o seguridad están aquí para reemplazar lo que consideran un sistema financiero injusto y malvado. Sin embargo, sin regulación no hay protección para el cliente final.

De vuelta al marco de definición de activos criptográficos, MiCA está trazando líneas de demarcación entre tokens referenciados a activos, tokens de dinero electrónico y tokens de utilidad. El reciente debate sobre la categorización de activos tokenizados individuales en Estados Unidos muestra una falta de estandarización similar y que esta ausencia de estándares unánimes conduce a malentendidos tanto en la industria como en el lado del legislador. Según la legislación existente, la SEC tiene la opción de determinar si un activo tokenizado constituye un valor en función de si es descentralizado o no.

En mi opinión, esta distinción no es lo suficientemente exhaustiva por diversas razones. ¿Cuál es el grado de descentralización necesario para que un activo tokenizado no sea considerado un valor? ¿Cómo se mide esto y por quién? ¿Cómo se tienen en cuenta los diferentes mecanismos de consenso, la distribución de nodos u otros aspectos similares? Creo que la administración de Estados Unidos deberá introducir una regulación más específica y centrada en las criptomonedas para evitar disputas legales.

Tribuna de Dr. Alpay Soytürk, Chief Regulatory Officer de Spectrum Markets.

Las cinco megafuerzas del nuevo régimen económico

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BlackRock Investment Institute describe el nuevo régimen económico que va a ofrecer oportunidades de inversión «diferentes pero abundantes». En él, las persistentes limitaciones de la oferta obligarán a los principales bancos centrales a mantener una política restrictiva, lo que genera una mayor volatilidad macroeconómica y de los mercados. Sin embargo, en la firma encuentran oportunidades si «nos centramos en las clases de activos y aprovechamos las megafuerzas», es decir, cambios estructurales que pueden impulsar la rentabilidad ahora y en el futuro.

En opinión de la firma, las exposiciones amplias a las clases de activos ya no proporcionarán los rendimientos del pasado, pero hay oportunidades si son más minuciosos. En opinión de BlackRock, la clave para aprovechar las oportunidades de inversión estará en «identificar los catalizadores que potencian estas fuerzas y cómo interactúan entre sí». Y son, principalmente, cinco:

1.- La inteligencia artificial (IA): los semiconductores son componentes clave de las herramientas y modelos de IA, y el entusiasmo del mercado por el potencial de esta tecnología ha desencadenado un repunte del sector. «Es posible que fluya más capital hacia la producción de semiconductores, especialmente a medida que países como Estados Unidos ofrezcan incentivos para impulsar la producción nacional», aseguran desde la firma, que considera que se infravalora la importancia de los datos para la IA y los posibles ganadores.

En BlackRock inician la IA «como una visión de megafuerza» y creen que la granularidad «es una forma clave de expresar tales opiniones, ya que estas megafuerza no se corresponden fácilmente con los bloques tradicionales de construcción de carteras y pueden abarcar sectores y regiones diferentes».

2.- La fragmentación geopolítica: en BlackRock ven oportunidades de inversión a medida que Occidente persiga una mayor autosuficiencia en algunos ámbitos, como la tecnología y la energía. «Vemos un mundo en el que la seguridad nacional y la resiliencia priman sobre la eficiencia» aseguran, de tal manera que, sin un aumento significativo de la productividad impulsado por la tecnología, «es probable que el resultado sea un menor crecimiento y una mayor inflación».

Las políticas industriales y proteccionistas también podrían estimular la inversión en infraestructuras y robótica, según los expertos, y a medida que los bloques competidores se consoliden, los países multialineados crecerán en poder e influencia. Países como los Estados petroleros del Golfo, India, Brasil, Vietnam y México cuentan con valiosos recursos e insumos para la cadena de suministro, por lo que es probable que «se alinearán en función de los intereses nacionales, lo que reordenará aún más las cadenas de suministro y la política industrial».

Pero también puede aumentar el riesgo de que se produzcan enfrentamientos geopolíticos por tierra, el espacio o el ciberespacio, lo que desembocará, según la firma, en un impulso del crecimiento de las industrias de defensa, aeroespacial y de ciberseguridad. «Un incremento de la inversión en ámbitos como la tecnología, las energías limpias, las infraestructuras y la defensa podría crear oportunidades, aunque los costes económicos podrían aumentar a largo plazo, especialmente en los mercados emergentes», afirman. En BlackRock consideran que el crecimiento económico será «más volátil y más vulnerable a las perturbaciones», por lo que «los inversores tendrán que ser más cautos a la hora de centrarse en temas que puedan beneficiarse de estas tendencias».

3.- La transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono: la transición hacia una economía descarbonizada implicará una reasignación masiva de capital a medida que se reconfiguren los sistemas energéticos. Estos cambios, a juicio de BlackRock, son el resultado de catalizadores y obstáculos económicos en competencia -formados por la política, la tecnología y las preferencias de consumidores e inversores- que determinan cómo y cuándo se adoptará la tecnología baja en carbono.

Pero sus previsiones apuntan a que habrá puntos de inflexión «cuando los costes relativos de las tecnologías de bajas emisiones de carbono sean inferiores a los de las fuentes tradicionales y cuando las barreras a la adopción sean escasas». Estos puntos de inflexión llegarán en distintos momentos según las regiones y los sectores, «lo que dará lugar a una transición desigual y a varias velocidades: más rápidas en los mercados desarrollados que en los emergentes debido a los menores costes de capital, una mayor proporción de sectores más fáciles de descarbonizar y una demanda total de energía más estable».

El impacto en las carteras no sólo depende del momento y la magnitud de estos cambios, sino también del momento en que los mercados fijen su precio y en la firma ponen como ejemplo lo ocurrido con los vehículos eléctricos. «Vemos oportunidades en todo el sistema energético, con altas y bajas emisiones de carbono, para adelantarnos a los cambios antes que los mercados».

4.- Envejecimiento de la población: muchos mercados desarrollados y China se enfrentan a un descenso de la población en edad de trabajar en los próximos años y la población activa mundial crece a un ritmo más lento que desde la Segunda Guerra Mundial. En BlackRock apuntan que la reducción de la oferta de mano de obra limita la producción y el crecimiento de una economía «y deja menos trabajadores para mantener a una mayor población no activa, lo que repercutirá en el gasto y la deuda pública: los ingresos per cápita procedentes del impuesto sobre la renta disminuyen, mientras que aumenta el gasto en prestaciones relacionadas con la jubilación, como las pensiones y la asistencia sanitaria».

Esta situación, a juicio de la firma, podría llevar a un mayor endeudamiento público, en un momento en que la subida de los tipos de interés ya está incrementando la carga de la deuda, «por lo que el envejecimiento también podría ser inflacionista». De esta forma, hay oportunidades en la asistencia sanitaria, el sector inmobiliario, el ocio y las empresas con productos y servicios para mayores.

5.- El futuro de las finanzas: desde la crisis financiera de 2008 se ha producido un cambio en el sector financiero, en el que los bancos han ido perdiendo gradualmente su dominio en un contexto de nuevas normativas, tecnologías y competidores. «Consideramos que el shock bancario de este año es un catalizador que probablemente creará oportunidades para los prestamistas no bancarios», asumen en BlackRock, que recuerda que en 15 meses, cerca de un billón de dólares han abandonado los depósitos bancarios estadounidenses, es decir, el 6% del total.

Las razones que da la firma son claras: los fondos monetarios han sido más rápidos en ofrecer tipos de interés más altos durante las rápidas subidas de tipos; los cambios normativos han hecho que estos fondos compitan con los bancos y los pagos digitales permiten mover el efectivo en una fracción de segundo.

Ahora, ven algunos cambios clave como resultado: una mayor consolidación entre los bancos más pequeños, entidades que frenan los préstamos y más demanda de préstamos no bancarios y crédito privado «para llenar ese vacío», de tal forma, que «presenta oportunidades en los mercados privados, incluido el préstamo directo, o financiación negociada directamente entre un prestamista no bancario y un prestatario». Por lo tanto, la tendencia que ven los expertos es que cada vez más prestatarios recurran al crédito privado a medida que su coste sea relativamente mejor y dada la seguridad de ejecución y la asociación a largo plazo que pueden ofrecer los prestamistas privados.

«En general, los mercados privados son complejos, con un alto riesgo y volatilidad, y no son adecuados para todos los inversores. Así pues, creemos que la reciente revalorización del crédito privado nos brinda la oportunidad de ser ágiles con nuestra asignación estratégica», aseguran en la firma, aunque a largo plazo, ve riesgos para los bancos tradicionales. Por lo tanto, la regulación, el aumento de la concentración, la competencia por los depósitos y la desintermediación de los pagos pueden reconfigurar el futuro de la banca y las finanzas.

Los mercados esperan que la Fed certifique en Jackson Hole el final de su ciclo de subidas de tipos

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Jackson Hole
Pixabay. Jackson Hole

El valle entre las Montañas Rocosas de EE.UU. en el que se encuentra la ciudad conocida como Jackson Hole, en el estado de Wyoming, vuelve un año más a ser el epicentro mundial de las finanzas, con la celebración del 46º Simposio sobre Política Monetaria que organiza la Fed de Kansas City y que reúne a partir de mañana a los principales banqueros centrales del mundo. Los últimos años se han tomado los discursos emitidos en este foro como un termómetro de lo que puede quedar por venir en la recta final de año, y en esta ocasión no va a ser menos: el consenso augura un 90% de probabilidad de que la Fed ya haya tocado techo en su ciclo actual de subidas de tipos de interés, por lo que el mercado seguirá muy atentamente las palabras de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, que hablará el 25 de agosto por la tarde.

El mercado también ha empezado a descontar que el precio oficial del dinero en los EE.UU. se mantendrá entre el 5,25% y el 5,5% por algún tiempo, antes de que la Fed se decida a iniciar un nuevo ciclo de bajadas.” Mucho dependerá de la profundidad de una eventual recesión”, puntualiza Salvatore Bruno, director de inversiones de Generali Investments.

El lema del simposio de este año es “Cambios estructurales en la economía global”. A este respecto, el economista jefe de Julius Baer, David Kohl, cree que los bancos centrales se referirán con mayor probabilidad a “la creciente evidencia de que la economía parece estar en mejores condiciones de lo que ha estado en la última década para lidiar con tipos de interés más elevados”. En esta línea, Kohl espera que los participantes en el simposio arrojen luz sobre “cómo de permanente va a ser el alto nivel actual de los tipos de interés y cómo de reticentes van a ser la Fed y otros bancos centrales a recortar los tipos en el futuro si las tasas de inflación siguen cayendo”.

El economista jefe prevé un mensaje ambiguo de los bancos centrales, que éstos “mantengan todas las opciones abiertas” y dependan mucho de los datos para tomar sus decisiones. “Un compromiso previo del banco central sobre el rumbo futuro de su política podría ser engañoso para los mercados financieros y proporcionaría un incentivo para ignorar la incertidumbre en torno a la previsión actual de crecimiento e inflación”, sentencia.

Repercusiones para las clases de activo

La celebración del simposio anual llega en un momento en que las bolsas han empezado a corregir tras seis meses de inesperado buen comportamiento, con una temporada de resultados más sólida de lo inicialmente descontado por las casas de análisis. Desde Generali Investments, Salvatore Bruno advierte de que, a medio plazo, “el mayor riesgo es una revisión a la baja de los beneficios esperados, inducida por la desaceleración económica y el deterioro de las condiciones crediticias”.

“La reciente subida de tipos ha favorecido una recuperación de los sectores defensivos frente a los cíclicos y de los sectores de valor frente a los de crecimiento; se trata de dinámicas que podrían persistir si se mantuviera el reciente movimiento al alza de los tipos”, añade.

Markus Allenspach, responsable de análisis de renta fija de Julius Baer, observa que los rendimientos de la deuda estadounidense han tocado nuevos máximos, y que es el culmen de un ajuste al alza que ya dura varios meses y que supone la aceptación por parte del mercado de que la Fed tratará de mantener los tipos altos durante algún tiempo antes de empezar a recortarlos: “El mercado de renta fija ya ha descontado un escenario ‘higher for longer’”. Por tanto, la visión de Julius Baer es que “la mayor parte del ajuste de la curva ya se ha producido”, y consideran que los rendimientos reales y nominales son atractivos en los niveles actuales.

Álvaro Antón, Country Head de abrdn para Iberia, indica que la cotización actual de los bonos del Tesoro de EE.UU. está poniendo en precio que la Fed ponga punto final a su ciclo de subidas de tipos este verano y “que los tipos vuelvan a bajar gradualmente hasta el 3% en los próximos tres años”, aunque indica que “esta valoración del mercado refleja un compromiso entre dos estados del mundo distintos y, del mismo modo, excluyentes”.

Antón se refiere a que el entorno macro para los próximos meses puede decantarse por uno de estos dos escenarios: o bien una inflación elevada y un crecimiento robusto, lo que puede soportar unos tipos elevados durante un prolongado periodo de tiempo, o bien que “los desfases inherentes a la política monetaria han dado lugar a una falsa sensación de seguridad”.

El country head describe un escenario en el que “la economía se dará la vuelta, el miedo a la inflación dará paso a la preocupación por la desinflación, el desempleo aumentará y los bancos centrales responderán de la única forma que conocen: bajando los tipos de forma agresiva”. De hecho, indica que la visión de los expertos de abrdn asigna mayores probabilidades al segundo escenario, basándose en lecturas recientes de los indicadores macro de futuro.

La propuesta de la gestora para este entorno es aprovechar la oportunidad para “poder comprar activos defensivos relativamente baratos en lugar de activos cíclicos relativamente caros a medida que el ciclo se acerca a su inevitable conclusión”.

La rebaja de la calificación de Moody’s a varios bancos de Estados Unidos podría favorecer a los grandes bancos y a la implementación de la moneda digital del banco central

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Después de tres crisis bancarias este año (la quiebra de Silicon Valley, el rescate de Credit Suisse y la compra de First Republic por el gigante JP Morgan tras su intervención), las amenazas que pesaban sobre el sector bancario parecían haberse difuminado, hasta este mes de agosto con la rebaja del rating de Moody’s a 10 bancos estadounidenses.

Con unos tipos altos y una resistente economía que benefician los márgenes de los bancos, el mercado se había calmado pero no tenía en cuenta que los tipos altos también podían influir negativamente: menos créditos, menos operaciones de M&A, crisis inmobiliaria. Inconvenientes que han lastrado el sector, que se ha visto obligado a depreciar sus activos.

¿Qué implicaciones puede tener en el sector la rebaja de la calificación crediticia de varios bancos de Estados Unidos? ¿Estamos ante un nueva crisis bancaria?

Para Franco Macchiavelli, responsable de análisis de Admirals España, este escenario podría favorecer a los grandes bancos, a la renta fija y a la implementación de la moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés).

Desde Admirals, se hablaba de que la crisis bancaria era un “zombie” que podría revivir ante cualquier nuevo catalizador, y parece que este escenario ha llegado.

Algunos inversores podrían opinar que la labor fundamental de las agencias de calificación es prevenir situaciones y no actuar con retraso tras los daños causados. Sin embargo, Macchiavelli opina que «si la situación de los bancos se contrae tras una crisis bancaria, resulta lógico ver rebajas de calificación, con los efectos que eso conlleva. La reacción de las agencias calificadoras, pese a poder resultar tardía según la opinión de muchos, genera efectos que contraen todavía más las condiciones de los bancos».

Desde la compañía opinan que se podría interpretar esto como un catalizador que reaviva la crisis bancaria de nuevo, con las huidas bancarias como protagonistas de la escena y el consecuente traspaso de capital a los grandes bancos que ostentan un mayor respaldo en términos generales.

«Hablaríamos de que la banca pequeña y mediana se vería afectada en gran manera, podríamos presenciar una migración de cuota de mercado muy importante a favor de la banca grande, sumado a las huidas que ya se llevaron a cabo ante los primeros signos de la crisis bancaria presenciada hace unos meses. El efecto añadido agrava las consecuencias del escenario, sumado al efecto pánico», señala el responsable.

Asimismo, Macchiavelli estima que la situación complicaría el escenario en renta variable, con especial hincapié en los índices con mayor ponderación bancaria, mientras que el mercado de renta fija volvería a ser protagonista en las rotaciones de cartera.

El responsable cree que los próximos resultados empresariales serán fundamentales como vara de medición, ya que una contracción mayor en diversas líneas de negocio, más el consecuente aumento en la exigencia de rentabilidad para emitir su deuda, dificultarían en gran manera el avance positivo de sus resultados y las consecuencias lógicas detrás de esto.

Desde Admirals opinan que «más allá de los posibles efectos a futuro y los próximos resultados empresariales que arrojen cifras esclarecedoras de la situación y efecto en la banca, consideramos que a corto plazo, el efecto de la rebaja en la calificación tan sólo podría reflejar una toma de beneficios en el mercado y ofrecer una corrección que coincide con la estacionalidad de agosto y septiembre en cuanto a caídas en el mercado».

«Con proyección a largo plazo, mediante el efecto acumulado de las huidas bancarias y las correspondientes cuotas de mercado ganadas por los bancos grandes, se podría facilitar la implementación de divisas digitales a través de los bancos centrales. Hablaríamos de un movimiento de ventaja en el camino a la implementación de las CBDC«, concluye Macchiavelli.

El difícil entorno de inversión en renta variable lleva a los inversores a reducir el riesgo

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La persistente volatilidad de los mercados, la elevada inflación y la vuelta al alza de los tipos de interés harán que los gestores de patrimonios, los family offices y los inversores institucionales reduzcan el riesgo de sus carteras, según muestra un nuevo estudio de Aeon Investments, la sociedad de inversión especializada en crédito con sede en Londres.

Un estudio mundial con family offices y gestores de patrimonios, fondos de pensiones y gestores de activos de seguros, que gestionan colectivamente alrededor de 545.000 millones de dólares, cuatro quintas partes (81%) creen que el aumento de los rendimientos previstos de la renta fija y la caída de los rendimientos previstos de la renta variable obligarán a los inversores profesionales a reducir el riesgo. 

Casi una cuarta parte (23%) espera que ese aumento del riesgo sea drástico, mientras que el 58% afirma que será leve. Sólo el 13% afirma que habrá un descenso en el número de inversores que busquen reducir el riesgo y el 6% no prevé ningún cambio.

Sin embargo, los encuestados no consideran que la inversión en renta fija esté exenta de riesgos, y casi la mitad (48%) afirma que la inflación representa la mayor amenaza. 

Más de una cuarta parte (28%) afirma que el riesgo de tipos de interés es la mayor amenaza, y el 18% percibe el riesgo de crédito como el principal problema. Sólo el 6% afirma que la liquidez es el principal riesgo.

De los cuatro riesgos principales a los que se enfrenta el mercado de deuda privada, los encuestados consideran que el riesgo de inflación es el que más probabilidades tiene de aumentar en los próximos dos años. Dos quintas partes (41%) afirman que se producirá un aumento drástico del riesgo de inflación, mientras que el 38% opina que será leve. Un tercio cree que el riesgo de crédito aumentará drásticamente, mientras que el 30% espera un ligero incremento.

Alrededor de una cuarta parte de los encuestados afirma que el riesgo de tipos de interés aumentará drásticamente, mientras que dos quintas partes (42%) afirman que aumentará ligeramente. Uno de cada diez afirma que el riesgo de tipos de interés disminuirá en los próximos dos años.

Menos de una cuarta parte (23%) afirma que el riesgo de liquidez aumentará drásticamente, mientras que el 46% prevé un ligero aumento. El 24% afirma que el riesgo de liquidez se mantendrá igual y el 7% espera que disminuya.

Khalid Khan, director de Gestión de Carteras de Aeon Investments, ha declarado que tiene sentido que los inversores esperen disminuir su exposición a los mercados de renta variable en los próximos dos años, «dado que las bolsas son significativamente más vulnerables en un mundo que se aleja de la relajación cuantitativa y de la política monetaria extraordinaria». El experto añade que la renta fija, dada la naturaleza contractual de los rendimientos, «ofrece una alternativa atractiva para los inversores que buscan flujos de ingresos no sólo resistentes, sino cada vez más atractivos».

Históricamente, prosigue Khan, los mercados de renta fija «se han recuperado mucho más rápido de las caídas que los de renta variable, ya que el efecto «pull to par» (los bonos llegan a su vencimiento) tiende a amortiguar el impacto de las caídas de precios y a facilitar las recuperaciones».

El Big Mac sobre regímenes macroeconómicos

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El miedo a las decisiones de la Reserva Federal estadounidense ha llegado a su fin. El régimen macroeconómico del miedo a la Fed surgió a finales de 2021, cuando quedó claro que comenzaría de forma inminente su ciclo de endurecimiento monetario. La prevalencia de este régimen macroeconómico tuvo consecuencias devastadoras para los mercados globales, y muchas clases de activos arrojaron sus peores pérdidas en décadas debido a la subida de los tipos de interés. Mientras tanto, los diferenciales de crédito se ampliaron y los activos de riesgo, incluida la renta variable, sufrieron considerables espirales de ventas.

 

 

Además, la correlación entre bonos y acciones pasó a ser positiva, lo que hizo mella en la propuesta de valor de la renta fija como factor de diversificación de la cartera. Ahora bien, creemos que el régimen macroeconómico del miedo de la Fed tiene los días contados, sobre todo porque el ciclo de endurecimiento de la Fed está llegando a su fin. En nuestra opinión, este cambio de régimen macroeconómico conllevará un regreso de la correlación entre bonos y acciones a los niveles normales de las dos últimas décadas. Prueba de ello es que la correlación a corto plazo, que suele reaccionar con mayor rapidez, ya se ha reajustado a la baja, de modo que la correlación móvil a 60 días entre bonos y acciones es ahora negativa. Consideramos que la correlación a 2 años a medio plazo que se ilustra más abajo empezará a tender a la baja a lo largo del año.

 

 

La confianza también debería salir reforzada. Hay escasos motivos para temer a la Fed, puesto que el ciclo de endurecimiento está a punto de culminar. En esta coyuntura, el precio implícito del tipo terminal del banco central se sitúa en el 5,42% para agosto de 2023, lo que sugiere un endurecimiento de unos 17 puntos básicos adicionales desde el nivel actual, u otra subida de casi 25 puntos básicos. Estamos convencidos de que el final del ciclo de endurecimiento ayudará a estimular la confianza de los inversores, aunque podría provocar un cierto grado de normalización en la volatilidad de los tipos, a medida que la principal causa de la volatilidad reciente, un agresivo ciclo monetario, desaparece. Por el momento, la volatilidad de los tipos se mantiene en cotas elevadas, como muestra el nivel del índice MOVE de 124 puntos, muy por encima de su media de cinco años de 77. No obstante, anticipamos que el índice MOVE mostrará una trayectoria bajista en el futuro.

 

 

El paradigma probablemente pasará de centrarse en la liquidez a girar en torno al crecimiento. El régimen del miedo de la Fed se ha observado un 50% del tiempo desde 2022 (gráfico 4); se trata, según nuestra terminología, de un régimen de «dominio de la liquidez», puesto que la liquidez actúa como el principal catalizador del mercado. En dicho régimen, el impacto de una reducción de la liquidez es lo que más preocupa a los inversores. En nuestra opinión, la principal narrativa del mercado pasará a centrarse en el crecimiento en un futuro próximo, ya que los temores de recesión están convirtiéndose en el mayor foco de inquietud de los mercados. Existen dos tipos de regímenes distintos en la categoría de «dominio del crecimiento»: los temores sobre el crecimiento y el impulso del crecimiento.

En el régimen de los temores sobre el crecimiento/de recesión, los tipos descienden, al tiempo que los diferenciales se amplían, a medida que se descuenta un mayor riesgo de recesión. En el extremo opuesto del espectro de crecimiento, el régimen del impulso del crecimiento suele caracterizarse por unos mayores tipos y unos diferenciales más estrechos. Se trata de un resultado potencial a corto plazo, sobre todo si Estados Unidos logra evitar una recesión. El riesgo principal para nuestra hipótesis es un continuado sesgo restrictivo por parte del banco central, lo que prolongaría el miedo de la Fed y provocaría casi inevitablemente una recesión más profunda.

 

 

Podríamos estar asistiendo al final del ciclo económico. En nuestra opinión, lo más probable es que Estados Unidos entre en recesión en un futuro cercano. Los analistas están retrasando una y otra vez la fecha prevista del comienzo de la recesión, dada la resiliencia de la economía estadounidense. Si bien predecir una recesión es más un arte que una ciencia, creemos que una entrada en recesión en el cuarto trimestre de este año constituye un pronóstico razonable.

Los datos preliminares de actividad sugieren que cualquier recesión estadounidense revestirá un carácter leve, habida cuenta de la ausencia de obvios desequilibrios sistémicos en los balances. Ahora bien, las perspectivas de crecimiento en este escenario base son todavía inciertas, con riesgos tanto al alza como a la baja. No puede descartarse un «aterrizaje suave», a saber, una ralentización que no es lo suficientemente significativa para considerarse una recesión. Ahora bien, una recesión grave también podría materializarse si se descubren importantes excesos financieros, por ejemplo en el universo de activos privados, o si los riesgos de estabilidad financiera se intensifican aún más.

Nuestro seguimiento del riesgo de recesión apunta a una lenta trayectoria hacia la recesión. Todavía existe un elevado grado de disparidad entre las señales de crecimiento en todo el espectro de indicadores adelantados. Las señales de recesión más alarmantes proceden de los denominados «datos blandos», en concreto, los datos de encuestas sobre la confianza empresarial, la confianza de los consumidores y las condiciones de préstamo. No obstante, los márgenes de beneficios corporativos se mantienen en cotas elevadas y el mercado de trabajo sigue mostrando fortaleza, como refleja el reducido nivel de solicitudes de subsidio por desempleo iniciales. Además, nuestro indicador del ciclo económico (BCI, por sus siglas en inglés) sugiere actualmente un riesgo de una desaceleración significativa, pero no de una recesión inminente. En el pasado, el nivel del BCI que se asociaba a unos riesgos de recesión grave se acercaba más a -1 que a -0,47.

 

El cambio de paradigma del mercado probablemente resultará favorable para la renta fija. El régimen del miedo de la Fed fue el peor escenario para la renta fija. A nuestro parecer, las perspectivas de rentabilidad de la renta fija probablemente mejorarán cuando se deje atrás este régimen. En el régimen del miedo de la Fed, tanto los tipos como los diferenciales aumentaron, por lo que actuaron al unísono en perjuicio de la rentabilidad total. Por este motivo la mayoría de las clases de activos globales de renta fija cosecharon rentabilidades negativas de dos dígitos en 2022.

En cambio, en los regímenes de dominio del crecimiento se espera que los movimientos de los diferenciales y de los tipos se neutralicen entre sí, lo que significa que las posibles perturbaciones en las rentabilidades no se intensificarán. Si examinamos la matriz de resultados posibles de los movimientos de los tipos y de los diferenciales en el crédito estadounidense con calificación investment grade, observamos que la rentabilidad prevista a un año solo se tornará negativa si el mercado registra movimientos significativos.

Por ejemplo, en el régimen del miedo de la Fed, la rentabilidad prevista a 1 año del crédito estadounidense con calificación investment grade solo se situará en terreno negativo si la variación neta de los movimientos combinados de los tipos y de los diferenciales ronda al menos 90 puntos básicos (una ampliación de los diferenciales de 120 puntos básicos y una caída de los tipos de 30 puntos básicos supondrían una variación neta de 90 puntos básicos). Si bien un movimiento de tal magnitud no puede descartarse, esto probablemente se asociaría con un escenario de recesión grave. En general, creemos que la probabilidad de rentabilidades negativas en el universo de renta fija debería ser menor en el futuro, después de la reciente corrección al alza de los tipos. Esto se debe a los mayores ingresos procedentes de los mayores rendimientos, lo que a continuación sube el listón para unas rentabilidades absolutas negativas.

En general, creemos que este podría ser el momento adecuado para aumentar las asignaciones a renta fija en previsión de este positivo cambio de paradigma del mercado.

Tribuna de Benoit Anne, director del grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management.

El ecosistema de gestión de patrimonios se encuentra en un punto de inflexión

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Un reciente estudio de Citi Business Advisory Services, en colaboración con Citi Securities Services, pone de manifiesto la necesidad de transformar los modelos operativos y de negocio de los gestores de patrimonios, ya que el descenso de las comisiones, los bajos márgenes y el creciente coste de la regulación y el cumplimiento siguen presionando al sector. 

El estudio global Disruption and Transformation in Wealth – Future-proofing Service and Operating Models recoge que el 71% de los encuestados identificaron la experiencia global del cliente como una de sus principales prioridades. Esta mayor atención a la experiencia del cliente y, más concretamente, a la experiencia digital del cliente se debe a la evolución de las expectativas de los clientes y a la amenaza de los disruptores digitales. 

Los cambios estructurales, incluida la aparición de nuevos patrimonios, junto con la incertidumbre en los mercados mundiales y un panorama normativo fluido han empujado al sector del patrimonio a abordar los retos fundamentales de mantener y a reforzar las relaciones con sus clientes finales.

El informe sugiere que, para ofrecer una experiencia de cliente mejorada y digitalizada, los gestores de patrimonios y los bancos privados deben centrarse en transformar sus modelos operativos, tecnológicos y de servicios. Cuando se les pregunta por su estrategia preferida de desarrollo tecnológico, un 75% de los encuestados prefiere trabajar con partes externas.  

El estudio también revela que existe una clara distinción entre las funciones que es más probable que se externalicen o que se considere la posibilidad de externalizar. El 46% de los encuestados prefiere un modelo híbrido, actualizando sus sistemas internos con herramientas de terceros. El 66% de los encuestados ya subcontrata o es probable que se plantee subcontratar servicios post-negociación. Las tres áreas principales que es poco probable que los encuestados consideren o externalicen incluyen la mayoría de las actividades de cara al cliente, como los servicios al cliente, informes y datos (50%) y cumplimiento, informes regulatorios y fiscales (54%).

«La aparición de nuevas tecnologías, las demandas de una experiencia de cliente digital nativa y la mayor transferencia de riqueza intergeneracional de la historia plantean desafíos significativos para toda la industria de la riqueza», afirmó Okan Pekin, director global de Servicios de Valores de Citi. «Nuestra investigación esboza formas en las que podemos reimaginar el servicio y los modelos operativos para ofrecer soluciones a los gestores de patrimonio para hacer frente a estos desafíos», concluyó.

Otros resultados clave incluyen las tres áreas más importantes de enfoque para la tecnología y las operaciones fueron identificadas como: experiencia digital del cliente (67% de los encuestados), servicios de negociación y ejecución (53%) y modelos operativos globales y de servicio al cliente (39%). Casi la mitad (43%) de los participantes en la encuesta calificaron las limitaciones presupuestarias como el principal obstáculo para transformar su tecnología y sus operaciones.

De cara al futuro del patrimonio, la búsqueda de escala y eficiencia está acelerando la consolidación en todo el sector. «Según nuestro estudio, está claro que el sector de la gestión de patrimonios se encuentra en un punto de inflexión, y es fundamental que los proveedores de servicios de gestión de patrimonios que atienden a clientes con grandes patrimonios y a clientes con patrimonios muy elevados adopten un modelo operativo adecuado. De cara al futuro, consideramos que las asociaciones de confianza son la clave del éxito a medida que continúa la consolidación», afirmó Andrew Pitt, director de Investigación y Contenidos del Grupo de Clientes Institucionales de Citi.

El estudio incluye datos cuantitativos y cualitativos recogidos en 23 entrevistas y casi 160 participantes en encuestas en los segmentos de banca minorista, patrimonial y privada en Asia-Pacífico (40%), Europa (41%) y Norteamérica (17%). En conjunto, estos datos ofrecen una visión holística y poco común de la evolución en curso en todo el espectro de la gestión de patrimonios.

Robeco publica la segunda edición de «The Big Book of Sustainable Investing»

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Robeco, gestora internacional de activos especializada, ha anunciado la publicación de la segunda edición de su exhaustivo manual, «The Big Book of Sustainable Investing». Esta publicación ofrece ideas sobre la forma en que los inversores pueden enfocar la inversión sostenible (IS) y explica las prácticas sostenibles de Robeco. Por ejemplo, ofrece soluciones para abordar temas de sostenibilidad complejos, como la transición a las cero emisiones netas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

En los últimos años, el mundo ha vivido acontecimientos sanitarios, geopolíticos y climáticos de gran calado. Estos sucesos han ilustrado la rapidez con la que los riesgos pueden materializarse y propagarse con graves repercusiones en las cadenas de suministro y las economías. Desde la gestora, han sido testigos de la interrelación entre las cuestiones medioambientales y sociales, lo que ha suscitado un mayor interés y una mayor atención a la sostenibilidad en las inversiones. Cabe destacar que la primera versión de «The Big Book of SI», publicada hace cinco años, se convirtió en una de las publicaciones más descargadas de Robeco, lo que revela la importancia que ha tenido.

Varios estudios recientes revelan que la humanidad está consumiendo los recursos naturales 1,75 veces más rápido de lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerarse. No podemos cambiar el pasado, pero tenemos la oportunidad de trazar un rumbo diferente para evitar consecuencias catastróficas en el futuro. «The Big Book of SI» explora tres retos mundiales —el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los derechos humanos— para ilustrar la necesidad de integrar la sostenibilidad en las decisiones de inversión. La IS contribuye a mitigar los riesgos, obtener rentabilidad de las inversiones e impulsar cambios positivos mediante la coordinación de las carteras con el impacto en el mundo.

A nivel mundial, las inversiones sostenibles ascienden a unos 35 billones de dólares y abarcan cinco mercados principales. Se espera que la inversión sostenible siga creciendo porque se considera relevante a nivel financiero. Dado que su base de clientes y las expectativas sociales que despierta son cada vez mayores, la inversión en sostenibilidad sigue recabando apoyo regulatorio.

«La sostenibilidad forma parte de la filosofía de inversión de Robeco desde hace décadas. Creemos firmemente en salvaguardar los activos económicos, ambientales y sociales para garantizar la salud del planeta con el fin de que las generaciones futuras puedan prosperar. Como pioneros de la inversión sostenible e ingenieros de inversiones, nos esforzamos por liderar el descubrimiento de nuevas oportunidades para los inversores y promover un futuro sostenible tanto para las empresas como para la sociedad. Este propósito, así como el apoyo que damos a nuestros clientes independientemente de la fase en la que se encuentren en su transición hacia la sostenibilidad, se refleja en la segunda versión de «The Big Book of SI», comenta Mark van der Kroft, director de inversiones de Robeco.

El manual ya está disponible y accesible en este link.

Real estate comercial: miren más allá de los titulares para encontrar oportunidades en los inmobiliarios cotizados

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Punto de inflexión en el sector inmobiliario
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Creemos que la oportunidad a largo plazo de inversión en los REIT cotizados es mejor que nunca y hay dos factores determinantes para esa perspectiva. El primero es la valoración y el segundo es el acceso al capital.

Las malas noticias ya están descontadas. Así que, empezando por la valoración, hemos visto que los REIT cotizados en bolsa se han reajustado a la baja de forma significativa en los últimos 12 a 18 meses, debido al entorno cambiante de los tipos. En nuestra opinión, las empresas cotizadas presentan actualmente niveles de valoración que tienen sentido y, si se compra hoy en el sector, se está comprando en términos que reflejan unos mayores tipos de interés, riesgo de recesión, ralentización de la economía, etc. Es una situación muy buena para invertir en cualquier vehículo. Desde luego, no querrán enfrentarse a una depreciación como la que creemos que podrían sufrir si estuviesen buscando en los bienes inmobiliarios no cotizados, por ejemplo. Así que las valoraciones tienen sentido. Reflejan la realidad que, en nuestra opinión, existe hoy en día.

El segundo punto que nos parece muy importante y que realmente va a configurar la oportunidad potencial de los REIT cotizados en los próximos cinco o diez años es el acceso al capital. Si pensamos en el último ciclo económico que podría decirse que está terminando en estos momentos, ha estado impulsado por una deuda muy barata y un apalancamiento muy elevado en el sector inmobiliario comercial en general. Esto ha perjudicado a los REIT cotizados en bolsa, que han operado con estructuras de capital muy conservadoras. Al no utilizar tanto apalancamiento como sus competidores no cotizados, se han perdido oportunidades de adquisición. No han podido pagar los mismos precios por los edificios que sí han podido otros tipos de compradores que pueden utilizar más deuda muy barata, pero creo que todo eso está cambiando si pensamos en el entorno cambiante de los préstamos actual.

Los REIT cotizados tienen acceso a capital. Actualmente tienen un mejor coste de capital que otros tipos de compradores inmobiliarios. Bajo nuestro punto de vista, ahora mismo no hay muchos compradores de inmuebles comerciales que puedan realizar transacciones. Los REIT cotizados son de los únicos que pueden hacerlo actualmente y en términos atractivos. Creemos que eso significa que las empresas cotizadas saldrán a adquirir inmuebles atractivos a precios atractivos utilizando el acceso al capital que tienen tanto a través del mercado de bonos corporativos como del mercado de renta variable. Pensamos que es algo de lo que se van a beneficiar mucho los inversores.

De hecho, hemos empezado a pensar que hay varios paralelismos entre el entorno que vemos actualmente en los bienes inmobiliarios comerciales en general y el papel de los REIT cotizados. Creemos que existen paralelismos entre la actualidad y los primeros años de la década de 1990. Si echamos la vista atrás en el tiempo, en la década de 1980 hubo un desplome de los bienes inmobiliarios comerciales y los bancos fueron reacios a conceder préstamos a este tipo de activos a principios de la década de 1990. A principios de los años 90 hubo un fuerte aluvión de capital de los mercados no cotizados a los cotizados, hasta el punto de que solo en 1993, por ejemplo, hubo 45 OPV de REIT. Mucho capital privado empezó a cotizar en bolsa.

Ahora bien, por aquel entonces en realidad no había un sector de REIT cotizados. Fue ahí cuando nació el sector de los REIT cotizados que conocemos actualmente. La situación es diferente ahora, ya que tenemos 2 billones de dólares1 en empresas cotizadas muy maduras, bien gestionadas y bien capitalizadas que ya existen y están preparadas para aprovechar las oportunidades que van a surgir por las posibles dificultades en otros tipos de propietarios inmobiliarios. Así que, aparte de los fundamentos que creemos que resistirán a una recesión, hay una oportunidad de crecimiento externo muy fuerte para estas empresas cotizadas y creemos que vamos a ver cómo aprovechan ese acceso al capital que tienen para impulsar aún más el crecimiento en los próximos cinco o diez años.

 

Tribuna de Greg Kuhl, gestor de carteras de renta variable global de Janus Henderson Investors. 

La iniciativa educativa «Embajadores de Edufinet» impulsa la inclusión financiera y digital de personas mayores

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Foto cedidaRicardo Tejero, miembro del equipo de trabajo del Proyecto Edufinet

Con el objetivo de reforzar el compromiso de favorecer la inclusión financiera y digital de las personas mayores, nace el Proyecto Edufinet, promovido por Unicaja Banco y la Fundación Unicaja. El objetivo es trasladar a este segmento de la población conocimientos y competencias que les permitan desenvolverse con mayor autonomía en la gestión de sus propias finanzas, así como mejorar sus habilidades en el manejo de la banca digital a través de la iniciativa educativa ‘Embajadores de Edufinet’, programa específico de educación financiera, dirigido a las personas mayores, impulsado por el Proyecto Edufinet y patrocinado por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

En este contexto, se enmarca el acuerdo de colaboración firmado por el Proyecto Edufinet y la asociación SECOT (Séniors Españoles para la Cooperación Técnica), formada por jubilados voluntarios, para trabajar conjuntamente en la inserción y formación de nuevos ‘embajadores’ dentro de este programa de educación financiera.

Los ‘embajadores’ son personas que, de forma voluntaria y con vocación de permanencia, se convierten en un canal de enlace con los mayores en los municipios, con el fin de que conozcan de primera mano sus inquietudes y necesidades, facilitando así la adecuación de la formación que imparte Edufinet. Para ello, recibirán también la formación necesaria para transmitir, en coordinación con el Proyecto Edufinet, los conocimientos y competencias requeridos por las personas mayores.

Dentro de este programa, Edufinet ofreció una jornada formativa, bajo el título ‘Día del Mayor’, de carácter lúdico y eminentemente práctico, donde mayores de 65 años han adquirido nociones básicas sobre economía y finanzas.

Concretamente, estos mayores, procedentes en su mayoría del centro Vuela Guadalinfo Monachil de Granada, han aprendido cuestiones relacionadas con la gestión de presupuestos y la operativa de cuentas a la vista y tarjetas, y se han familiarizado con aspectos relacionados con la financiación e inversión segura. Asimismo, han sido atendidos de forma presencial por un empleado de banca, voluntario del Proyecto Edufinet, para resolver todas sus dudas.

Durante este taller, también han recibido información en materia de ciberseguridad por parte de agentes de la Policía Nacional, donde se ha abordado con especial atención la prevención de riesgos en el entorno de la banca digital (aplicaciones móviles y webs) y los cajeros.