REITs públicos para exposición inmobiliaria a largo plazo

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Sobre esta idea de que los REITs públicos (que cotizan en bolsa) cotizan a valoraciones mucho más bajas que los valores informados de sus contrapartes privadas se ha escrito extensamente y ahora es sabiduría aceptada. Creemos que la brecha de valoración relativa entre los bienes inmuebles públicos y privados no es la razón más importante para invertir en REITs públicos en la actualidad.

Además de la valoración relativa, señalaríamos a los inversores a largo plazo otros dos factores que creemos que serán los impulsores más importantes del rendimiento relativo entre los bienes inmuebles públicos y privados durante la próxima década:

En un mundo donde el dinero ya no es ‘gratis’, los fundamentos inmobiliarios y la perspicacia operativa serán los principales impulsores de los rendimientos inmobiliarios. En este sentido, creemos que los REITs públicos tienen una ventaja significativa sobre sus contrapartes privadas.

La deuda generacionalmente barata fue un impulsor muy importante de los rendimientos de los vehículos inmobiliarios privados altamente apalancados (alto uso de la deuda) durante la década anterior a la pandemia. Algunos incluso podrían argumentar que el desempeño de ciertos fondos inmobiliarios privados se debió más a la ingeniería financiera que a los fundamentos inmobiliarios durante este período de tiempo. Por el contrario, los REITs públicos pasaron la década de 2010 desapalancando sus balances (reduciendo la deuda del balance), lo que supuso un obstáculo para los flujos de caja. Sin embargo, los REITs públicos de EE.UU. aún superaron a sus homólogos privados en alrededor de un 2,0 % anual

En nuestra opinión, los REITs públicos superaron a los privados durante la década de 2010, principalmente debido a los fundamentos inmobiliarios superiores. Esto incluye una exposición de tipo de propiedad más favorable y plataformas operativas más sólidas que son costosas, difíciles de ensamblar, complejas y más adecuadas para empresas públicas de vida infinita.

La mayor parte de la inversión inmobiliaria privada ha estado y sigue estando en los principales tipos de propiedades de oficinas, comercios minoristas, industriales y apartamentos. Los REITs públicos también ofrecen exposición de alta calidad a los principales tipos de propiedades, pero la mayor parte de la exposición actual es a tipos de propiedades no tradicionales como torres de telefonía móvil, centros de datos, autoalmacenamiento, viviendas para personas mayores, arrendamiento neto de un solo arrendatario y alquiler unifamiliar.

El enfoque de los bienes raíces privados en los tipos de propiedad básicos es en parte un ejercicio de necesidad. Por ejemplo, para un gran administrador de bienes raíces de capital privado, es mucho más conveniente suscribir y adquirir un edificio de oficinas por $400 millones y contratar una firma de servicios inmobiliarios para administrar el activo, que suscribir y adquirir 40 instalaciones de autoalmacenamiento para el mismo precio y establecer una plataforma operativa que preste servicio a miles de inquilinos subyacentes.

Las propiedades no tradicionales tardan más en ensamblarse en una cartera de calidad y, por lo general, son más intensivas desde el punto de vista operativo que los tipos de propiedades principales. Esto hace que la propiedad no tradicional sea una buena combinación para las empresas públicas de vida infinita que, por lo general, pueden acceder continuamente al capital a través de los mercados de deuda y acciones. Los tipos de propiedad principales generalmente tienen activos individuales «más gruesos» (mayor valor en dólares) que son más propicios para el enfoque de gestión de terceros empleado por los bienes raíces privados. Los tipos de propiedades secundarias generalmente requieren una inversión de capital de mantenimiento mucho menor. Pueden beneficiarse de una dinámica de oferta/demanda más favorable en relación con los tipos de propiedades principales dado que están más expuestos a los vientos de cola demográficos y tecnológicos, lo que aumenta el potencial de un mejor crecimiento del flujo de efectivo.

Para los inversores que están de acuerdo con nuestra opinión de que la próxima década de rentabilidad inmobiliaria no estará impulsada por una deuda barata, sino por el crecimiento del flujo de caja de las propiedades subyacentes, los REITs públicos pueden ser un gran lugar para estar.

Los bienes raíces de alta calidad fluyen naturalmente hacia las manos más fuertes, es decir, aquellas con el mejor acceso al capital y el costo de capital más bajo. Hoy esto es muy claramente los REITs públicos. El valor de los bienes inmuebles se acumula lentamente con el tiempo; La capacidad de los REITs públicos para mejorar y expandir sus carteras hoy debería generar dividendos (literales) durante la próxima década y más allá.

Durante la década de 2010, la deuda barata proporcionó un poder adquisitivo masivo a los inversores que estaban dispuestos a pagar los precios más altos por bienes raíces. Durante este período, el cupón promedio de la deuda de valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS), una fuente clave de financiamiento de deuda para bienes raíces privados, fue del 4,5%, luego disminuyó al 3,8% durante la segunda mitad de la década. El plazo promedio de la deuda de CMBS fue de cinco años y el diferencial promedio (rendimiento adicional) sobre una nota del Tesoro de EE.UU. a 5 años fue de 160 puntos básicos (1,6%). Hoy (11 de agosto de 2023), el rendimiento de un pagaré del Tesoro de EE.UU. a 5 años es de alrededor del 4,3 % y el diferencial de CMBS promedio sobre los bonos del Tesoro es de 237 puntos básicos (2,37 %), lo que indica un cupón de CMBS genérico del 6,7 %. Para oficinas y activos comerciales, las tasas de financiamiento de deuda pueden ser significativamente más altas que esto.

¿Cuál es el impacto ahora que los bienes raíces enfrentan mayores costos de deuda? Es probable que los bienes inmuebles que se financiaron con una relación préstamo-valor (LTV, por sus siglas en inglés) alta en la segunda mitad de la década de 2010 con cupones que promedian el 3,8 % experimenten una disminución (o eliminación) drástica en los flujos de efectivo hacia el capital cuando esta deuda deba refinanciarse a tasas superiores al 6,5% ahora. La presión sobre el balance de los propietarios privados de bienes raíces es muy real.

Los REITs de EE.UU. recaudaron 21.6 mil millones dólares de deuda secundaria en la primera mitad de 2023.

El estrés del balance combinado con las colas de redención significa que es probable que veamos propietarios de bienes raíces privados vendiendo bienes raíces para obtener capital. Los REITs públicos con una deuda generalmente más baja, junto con un acceso continuo a los mercados de capital y crédito no garantizados, están listos y esperando para aprovechar las oportunidades de adquisición a medida que surjan. Ya hemos visto ejemplos significativos de esto y esperamos que haya más por venir. El valor de los bienes inmuebles aumenta lentamente con el tiempo: las adquisiciones actuales de bienes inmuebles de alta calidad parecen destinadas a impulsar un mayor crecimiento de los REITs públicos en los años venideros.

En conclusión, los inversores dispuestos a estudiar el contexto histórico de la construcción de carteras inmobiliarias públicas frente a las privadas, junto con el entorno muy diferente que existe hoy en día, pueden llegar a apreciar nuestro punto de vista sobre los méritos de inversión a largo plazo de los REITs públicos frente a sus homólogos privados.

 

Tribuna de Guy Barnard, Tim Gibson y Greg Kuhl, gestores de cartera de Janus Henderson Investors. 

Neuberger Berman amplía su gama de UCITS con el Fondo de Innovación Climática

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Neuberger Berman, gestora independiente y propiedad de sus empleados, ha lanzado el Fondo Neuberger Berman para la Innovación Climática. El fondo UCITS estará gestionado por Evelyn Chow y Charlie Lim, con sede en Nueva York y dos años de experiencia en esta estrategia. Estarán respaldados por el equipo de análisis de renta variable global de Neuberger Berman, formado por más de 49 profesionales de la inversión, así como por los equipos de ciencia de datos y ESG de la firma.

Designado como artículo 8 en virtud del Reglamento de Divulgación de Financiación Sostenible (SFDR) de la UE, tendrá como índice de referencia el MSCI All-Country World Index (ACWI) y se centrará en los principales facilitadores y beneficiarios de la innovación climática, con la combinación de un riguroso análisis fundamental con el reconocido liderazgo de Neuberger Berman en inversión medioambiental, social y de gobernanza (ESG). Además, buscará captar alfa invirtiendo en tecnologías y soluciones a lo largo de la curva de madurez de la tecnología climática, y mantendrá entre 30 y 60 participaciones de renta variable global.

El fondo Neuberger Berman Climate Innovation Fund se basa en una sólida plataforma de inversión en renta variable temática que abarca temas que van desde la movilidad de nueva generación hasta la economía espacial.

Chow reconoció haber detectado «un déficit de financiación de 90 billones de euros de aquí a 2050 para hacer frente al cambio climático. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), más del 90% de la reducción de emisiones necesaria para llegar a cero emisiones netas procederá de la proliferación de tecnologías con bajas emisiones de carbono», mientras que Lim añadió que por ello, «necesitamos triplicar el nivel de inversión anual que se realiza para combatir el cambio climático, lo que está impulsando la aparición de un nuevo ciclo histórico de capex», al tiempo que cree que «invertir en innovación climática ofrece tanto una oportunidad de crecimiento secular como un impulso para la sociedad».

Sarah Peasey, responsable de Europe ESG Investing en Neuberger Berman, afirmó que «nuestros clientes son cada vez más conscientes de los riesgos y oportunidades que existen en torno al cambio climático y la transición energética más amplia, al tiempo que reconocen que esto puede afectar a todas las clases de activos, a través de empresas públicas y privadas en sus carteras. A medida que la tecnología y la política convergen para apoyar la innovación climática, creemos que este tema ofrece oportunidades atractivas para los inversores al dirigir el capital hacia las empresas que desarrollan las tecnologías más eficaces, al tiempo que les permite participar en una sociedad más sostenible».

La inversión en el fondo está sujeta a riesgos, incluidos los de renta variable, mercado, mercados emergentes, liquidez, empresas más pequeñas, concentración, conexión de valores, contraparte, operativo, divisas y derivados.

La normativa, el futuro de la sostenibilidad financiera

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedida

La regulación sigue siendo un motor clave de los flujos hacia los productos de inversión con vocación ASG, que actualmente cuentan con activos bajo gestión que rondan los 2 billones de dólares. Así lo cree Gabriel Wilson-Otto, Head of Sustainable Investing Strategy de Fidelity International. En el informe Nature positive de la firma, el experto cita a cuestiones como el cambio climático, las violaciones de la ciberseguridad, la equidad racial, el impulso de la “prosperidad común” en China o la necesidad de preservar y mejorar la biodiversidad como protagonistas de la nueva oleada de normas. Este nuevo cuerpo normativo según el experto, pretende perfeccionar la gestión de riesgos, acelerar la financiación para poner en marcha soluciones y mejorar la coherencia y disponibilidad de la información sobre sostenibilidad.

La divulgación de información empresarial ocupa un lugar sobresaliente en la lista normativa, según Wilson-Otto. La Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa, también conocida como CSRD, está a punto de ser publicada por la Unión Europea, con el objeto de apoyar su intento de reducir las emisiones en un 55% para el año 2030. Esta normativa impone a la mayoría de empresas la presentación de la información con arreglo a un nuevo conjunto de normas europeas de temas referentes a la sostenibilidad, tal y como recuerda el experto. 

Con esta serie de normas, la Unión Europea «pretende abordar el concepto de doble materialidad para exigir a las empresas información sobre cuestiones clave, tales como métricas, cambio climático, economía circular, entre otras, con el propósito de conocer toda la información que pueda impactar en el medio ambiente y la sociedad, así como en la parte financiera de la empresa». 

En esta misma línea, el Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB) «está creando una norma general de información sobre sostenibilidad (S1) y clima (S2) que servirá como base de referencia mundial para la información referente a la sostenibilidad», afirma Wilson-Otto. La ISSB está trabajando con la UE y otras jurisdicciones para procurar alinear en la medida de lo posible la información que deben dar a conocer las empresas. En sus divulgaciones climáticas, el ISSB ha integrado las métricas ya existentes del TCFD para facilitar a las empresas, que ya se servían de estas métricas, la adopción de estas nuevas normas.  Las divulgaciones propuestas por la ISSB han recibido un fuerte apoyo en Asia y es probable que se adopten por fases, centrándose inicialmente en S2, dada su mayor compatibilidad con las normativas sobre divulgación climática existentes en la región.

Al mismo tiempo, la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. prevé finalizar este mismo año su normativa sobre divulgación de información climática, que incluye detallar los riesgos climáticos con impacto financiero e informar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Con estos ajustes se espera que aumente la información sobre sostenibilidad y que empiece a considerarse de forma más sistemática junto con los resultados de las empresas. Sin embargo, esta recopilación de datos por sí sola no es efectiva para la gestión de estas cuestiones, en opinión de Wilson-Otto. 

En Europa, los inversores han estado aplicando el Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR) desde su entrada en vigor en marzo de 2021. Este reglamento requiere que los fondos que consideran la sostenibilidad realicen divulgaciones específicas sobre sus prácticas ESG. Aunque el objetivo inicial del SFDR era enfocarse en la divulgación de información, el mercado lo ha adoptado como una especie de etiquetado no oficial. Ahora, los reguladores de la UE buscan formas de mejorar el SFDR, considerando la posibilidad de aplicar etiquetas a los fondos y establecer umbrales mínimos de inversión para impulsar aún más la inversión sostenible.

Wilson-Otto recuerda que el Reino Unido, se planea implementar un sistema de etiquetado dentro del marco de los Requisitos de Divulgación de Información sobre Sostenibilidad (SDR). Según las propuestas, los fondos británicos sólo podrán comercializarse como sostenibles si adoptan una de las tres etiquetas propuestas: «sustainable focus», «sustainable improvers» y «sustainable impact». Cada etiqueta estará respaldada por criterios específicos de inversión y gestión, que actualmente están siendo debatidos.

Por otro lado, en la región de Asia-Pacífico, se han introducido normas de etiquetado de productos ASG en Hong Kong, Singapur y Taiwán, mientras que Corea del Sur, India y China Continental «se encuentran en proceso de desarrollar sus propios sistemas de etiquetado, mientras que Australia, que aún no cuenta con un régimen regulatorio de etiquetado de productos ASG, el regulador local ASIC ha aumentado su enfoque en la prevención del lavado verde mediante la aplicación de la ley», apunta Wilson-Otto.

Las taxonomías, como herramienta popular para el impulso de la sostenibilidad financiera 

Otra herramienta clave en la caja de herramientas regulatoria es la utilización de taxonomías ecológicas. Según un informe de WWF en diciembre de 2022, varios países han adoptado taxonomías, y muchos otros están desarrollando guías al respecto, de los cuales 12 incluyen o tienen planes de incorporar aspectos relacionados con la naturaleza. «China y la UE están a la vanguardia en este ámbito, aunque sus enfoques reflejan las distintas prioridades de sus economías», recuerda Wilson-Otto. 

Recientemente, se han establecido taxonomías verdes en la ASEAN, Singapur y Malasia, cada una con normas y enfoques diferentes para identificar las inversiones «verdes». Estas diferencias pueden generar un riesgo de fragmentación en la definición global de lo que se considera «verde». Sin embargo, Wilson-Otto destaca el acuerdo entre la UE y China sobre una Taxonomía de Puntos en Común, desarrollada para resaltar las similitudes y diferencias entre ambas taxonomías y facilitar la inversión sostenible a nivel internacional. «Con el tiempo, es posible que estas taxonomías se vuelvan interoperables, si no completamente armonizadas», explica el experto.

¿Ha llegado ya el momento?

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedidaChair Powell participates in the Federal Open Market Committee (FOMC) press conference on June 15, 2022.

A pesar de la conducta de los bancos centrales durante el verano y su mensaje centrado en una inflación demasiado alta, los datos mejoraron significativamente. El momento desinflacionario supone un cambio importante frente al enorme shock de inflación del pasado año, cuando la elevada y creciente inflación perjudicó tanto a la renta variable como a la renta fija.

De hecho, se pulverizaron récords en cuanto a la magnitud y la correlación de las variaciones negativas de los precios de los activos: un shock de inflación generacional e inaudito desencadenó una perturbación en los precios de los activos también única en una generación. Este año ha sucedido lo contrario. La significativa desaceleración de la inflación ha favorecido la sólida apreciación de los activos: la renta variable ha subido por encima del 10% y los bonos high yield han obtuvieron una rentabilidad de un 5% hasta mediados de año, a pesar del continuado endurecimiento de los bancos centrales.

Un factor impulsor de este entorno «goldilocks light» en el que todos los activos, salvo los de determinados sectores en dificultades como el de oficinas, han obtenido buenas rentabilidades ha sido el crecimiento económico continuado. Los mercados llevan en alerta de recesión más de seis meses, habiéndose centrado las expectativas en que llegaría en el segundo semestre de 2023. No ha sucedido y las previsiones siguen posponiéndola.

La resiliencia del crecimiento económico durante un ciclo de endurecimiento de la política monetaria sin precedentes ha sido una de las grandes sorpresas de 2023.  Podemos esperar que los activos de riesgo (renta variable, high yield, mercados emergentes) continúen evitando las correcciones si las economías, en particular, Estados Unidos y Europa, sortean una recesión considerable, es decir, con subidas importantes del desempleo.

Hasta ahora, todo va bien. Llegarán dificultades a finales de 2023 a medida que los efectos retardados del endurecimiento de los bancos centrales sigan haciendo mella y la solidez residual del respaldo fiscal desplegado en la pandemia se desvanezca, incluso llegando a desaparecer totalmente. Continúan los riesgos de recesión, pero creemos que siguen siendo exagerados en cuanto a su magnitud probable.

Muchas de las dificultades al lidiar con los mercados financieros tienen que ver con las peculiaridades de este ciclo económico. Las economías todavía se están equilibrando tras la pandemia. La producción manufacturera es muy débil. Atendiendo a los datos de Estados Unidos de la encuesta del Institute for Supply Management (ISM), el sector manufacturero se encuentra en recesión. Por otra parte, el gasto del sector servicios mantiene su fuerza y la encuesta de ese sector del ISM permanece en territorio de expansión. Esta combinación es inusual. La pregunta es cuánto puede durar. Los datos recientes sobre el consumo en Estados Unidos han empezado a mostrar cierta debilidad: el gasto en restauración ha caído, los impagos de tarjetas de crédito y préstamos están subiendo (aunque todavía permanecen en niveles bajos) y la financiación bancaria se está ralentizando, al igual que las compras de bienes de consumo duraderos. Consideramos que la buena noticia es que se trata de un buen posible escenario para la inflación porque si el consumo no se ralentiza, tampoco la inflación. La política monetaria está funcionando. ¿Es suficiente?

El principal riesgo para los bonos de cara al futuro es que la inflación no caiga con la suficiente rapidez para los bancos centrales y se requieran tipos más altos y mayor debilidad económica, que podrían llegar a traducirse en recesión. Los mercados, tras resistir las previsiones de los bancos centrales de unos tipos cada vez más altos, han tenido que ceder a la realidad de que los reguladores actúan con determinación y no muestran señales de detener las subidas de los tipos. La Reserva Federal detuvo su ciclo de alzas en junio, pero destacó que se trataba precisamente de eso, de una pausa, y no de una indicación de haber finalizado. En el Reino Unido, la elevada inflación ha empujado el tipo terminal previsto nada más y nada menos que por encima del 6%, el nivel más alto de este siglo. Naturalmente, la inflación no ha estado en niveles tan elevados incluso desde hace más tiempo.

Una importante dificultad para los reguladores y los inversores es saber cuánto es «suficientemente elevada». Para responder a esta pregunta, deben saberse dos cosas. En primer lugar, el objetivo, que conocemos. Los bancos centrales de la mayoría de los países tienen un objetivo de inflación del 2% utilizando alguna variante de la inflación subyacente. Parecen decididos a volver a él. En segundo lugar, y más complicado, durante cuánto tiempo y a qué coste desean regresar al 2%. Puede que cada banco central tenga diferentes preferencias en función de sus circunstancias específicas. Un banco central dispuesto a prolongar más el periodo para regresar al nivel objetivo implica una menor probabilidad de recesión y menor probabilidad de exceso en la política monetaria.

Consideramos que la mayoría de los bancos centrales, incluidos el BCE y la Reserva Federal, NO tienen ninguna prisa para agitar sus economías con tal de alcanzar el objetivo de inflación para finales de 2024.  Ambos bancos centrales prevén que la inflación se situará POR ENCIMA del objetivo a finales de 2024, lo cual sugiere paciencia. Persisten los riesgos de ralentización económica a medio plazo; consumidores y empresas aún no perciben íntegro el impacto de unas condiciones de financiación más estrictas, una política monetaria restrictiva y la ralentización del mercado de trabajo. Prevemos una recesión moderada para 2024, sin un aumento dramático de los impagos o las primas de riesgo —¿puede que sea un semi-soft landing?—.

Las tires de la deuda pública están ganando atractivo. Las tires de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años volvieron a superar el 5% a comienzos de julio, su nivel más alto desde 2006.  Los tipos de interés reales, medidos por los TIPS estadounidenses, también están en máximos de más de una década. De hecho, una medida del éxito de la política monetaria es el grado en que han subido las tires reales. Han subido cerca de un 3% desde sus mínimos de marzo de 2022. La política de la Reserva Federal está funcionando. Las tires nominales a 10 años de Estados Unidos pulverizaron de nuevo el 4% a comienzos de julio. No se trata de su máximo de 2022, pero sí de una cota sustancialmente mayor. Se produjeron variaciones similares en otros mercados desarrollados.

En este momento, nuestra estrategia consiste en permanecer moderadamente infraponderados en riesgo de tipos de interés dado que siguen siendo escasas las evidencias de que los mercados de trabajo se estén enfriando lo necesario como para ralentizar las economías en la medida suficiente. Dicho esto, estamos analizando los datos detenidamente en busca de evidencias que confirmen que los tipos oficiales están suficientemente altos. Por otra parte, los mercados emergentes han evolucionado muy bien en los últimos meses y auguramos que continuará su rentabilidad relativa positiva frente a sus homólogos desarrollados. Sin embargo, si se necesitan tires reales más altas para anular la inflación en los países desarrollados, unas tires más bajas en mercados emergentes tendrán que esperar.

Nuestra estrategia sigue consistiendo en asumir riesgo allá donde las oportunidades sugieran una rentabilidad adecuada que compense la volatilidad inesperada o las sorpresas negativas, geopolíticas, económicas o de política monetaria. Los bonos corporativos tanto investment grade como high yield tuvieron un segundo trimestre sólido. No creemos que los diferenciales sigan estrechándose en el tercer trimestre. Sin embargo, no percibimos riesgo de corrección en los bonos investment grade. En vista de los obstáculos económicos en su conjunto, aunque con un momentum que sigue siendo positivo, creemos que probablemente sea el carry y no la revalorización del capital el factor impulsor de las rentabilidades de los bonos corporativos investment grade en el segundo semestre de 2023.

La sólida evolución de los bonos high yield desde comienzos de año sugiere que, dado que es probable que los obstáculos económicos aumenten en el segundo semestre del año, es posible que su rentabilidad se deteriore. Adoptamos un enfoque más idiosincrático hacia los activos high yield, evitando los créditos más genéricos con diferenciales más estrechos.

 

 

Tribuna de opinión de Eric Stein, director de inversiones del equipo de renta fija de Morgan Stanley IM.

 

Conozca más sobre Morgan Stanley Investment Management.

España muestra al mundo un camino hacia la estabilidad financiera

  |   Por  |  0 Comentarios

Las rápidas medidas adoptadas por los bancos centrales y los políticos contuvieron las consecuencias de la quiebra de Credit Suisse1 y de los bancos regionales estadounidenses a principios de este año. Estaba claro que se había aprendido de la crisis financiera mundial. Las reformas normativas a escala europea, en particular Basilea III, desempeñaron un papel crucial en el fortalecimiento del sector bancario europeo.

Los mercados bancarios muy concentrados con estructuras de mercado sólidas tienden a mostrar una mayor estabilidad y a tener entidades más rentables. España es ahora uno de los principales ejemplos mundiales de consolidación exitosa del mercado.

Tras la crisis financiera mundial, el sector bancario español experimentó una importante reestructuración, pasando de ser un mercado muy fragmentado a otro en el que cinco bancos controlan hoy el 67% del mercado de préstamos minoristas y más del 80% del mercado de depósitos.

Desde 2008, el número de entidades de crédito en España se ha reducido a la mitad, lo que indica una consolidación sustancial del mercado, sólo superada por los Países Bajos y Chipre, que son los dos países con mayor grado de consolidación de Europa.

En el periodo previo a la crisis financiera mundial, el apalancamiento en España alcanzó el 170% del PIB. Esta cifra era significativamente superior a la media de la zona euro, de poco más del 100%. Desde entonces, España ha reducido su deuda. El nivel de deuda en España es actualmente del 93% del PIB, lo que está en línea con la media de otros países europeos. Sin embargo, en comparación con Suecia, el Reino Unido y Francia, podemos ver que el nivel de apalancamiento actual de España es significativamente inferior. En Suecia, el apalancamiento es del 203% del PIB, mientras que el Reino Unido tiene un apalancamiento del 148% del PIB y Francia se sitúa en el 124% del PIB.

La flexibilidad financiera no sólo viene determinada por los riesgos que asume un banco. También viene determinada por si recibe una compensación justa por esos riesgos y si tiene la capacidad de ingresos para soportar pérdidas a lo largo de los ciclos crediticios.

Los bancos españoles están muy orientados al alza de los tipos de interés, con un 70% de las viviendas a tipo variable. Esto ha mejorado los ingresos de los bancos españoles, ya que los tipos de interés han subido y seguirán subiendo. Otro aspecto positivo es la relación entre préstamos y depósitos, que ha bajado del 120% en 2010 al 94% actual, lo que permite una mayor flexibilidad en la repercusión de los costes de financiación.

En comparación con los principales países europeos, las estructuras de costes de los bancos españoles se han mantenido estables, con una ratio de eficiencia media del 51%, frente al 69% de los bancos franceses, el 74% de los alemanes y el 48% de los suecos.

La fuerte eficiencia de costes y la solidez de los ingresos aumentan la capacidad de absorber mayores riesgos. Los bancos españoles también obtienen buenos resultados en comparación con otros países europeos centrales en cuanto a la generación de capital antes de provisiones, que actualmente es del 3,38%, frente al 2,4% de Francia y se acerca mucho al 3,5% de Suecia.

La evolución positiva de España está impulsada por la consolidación y los esfuerzos por reducir los niveles de deuda y mejorar la flexibilidad financiera. Esto ha situado a los bancos españoles en una posición más favorable que la de sus homólogos europeos. Los retos a los que se enfrentaron los bancos regionales estadounidenses y Credit Suisse a principios de año nos recuerdan la importancia de un sector financiero estable.

 

 

1 Los valores específicos identificados y descritos son solo para fines informativos y no representan recomendaciones.

 

Tribuna de opinión de Rob Thomas, analista de crédito en T. Rowe Price. 

Por qué la ubicación del real estate es solo parte de la respuesta a la diversificación de inversiones

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Resulta que “ubicación, ubicación y ubicación” no son las únicas consideraciones para invertir en real estate, después de todo. En nuestra sección Chart Room comparamos los perfiles de rentabilidad/riesgo de dos modelos de cartera inmobiliaria en los últimos 15 años: una invierte en diferentes tipos de edificaciones, incluyendo casas, hoteles, oficinas y unidades minoristas, entre otros (la barra azul en el gráfico) y en otra que invierte en activos de diferentes mercados europeos (la barra naranja). En ambos escenarios, el análisis encontró una correlación directa entre la inversión en más países y sectores y el incremento de los retornos. En otras palabras, realmente merece la pena diversificar.

Esparcir las inversiones entre diversas ubicaciones y categorías tiende a mejorar el perfil de riesgo/recompense de una cartera inmobiliaria, de acuerdo con nuestro análisis. Pero nuestro modelo también sugiere que durante la última década y media, la diversificación por sectores ha ofrecido un perfil de rentabilidad/riesgo mejor que la diversificación geográfica.

Esto se explica parcialmente porque el mercado europeo cada vez se ha integrado más: por ejemplo, si una economía que va mal está dañando el mercado de oficinas en Alemania, es probable que se desarrolle una dinámica similar para las oficinas en Italia, Francia o Noruega.

También es significativa la manera en que pueden afectar distintas tendencias estructurales a las perspectivas para los diferentes tipos de edificaciones, lo que supone que una cartera compuesta por una mezcla de estos activos puede tener un perfil de rentabilidad/riesgo más fuerte. Por ejemplo, una desaceleración en los sectores de oficinas y hoteles inducida por el Covid coincidió con un incremento de las compras online que incrementó el valor de los almacenes de grandes superficies. Las dinámicas pueden variar incluso dentro de los propios sectores: aunque muchos minoristas que vendían en las calles más comerciales lo pasaron mal durante el Covid, a los comercios de productos “hágalo usted mismo” que no tienen una alta penetración en ventas online se les permitió permanecer abiertos, lo que favoreció los índices de recaudación de alquileres y aumentó los ingresos vinculados a la facturación.

Nuestros modelos propietarios se basan en datos de los mercados en los últimos 15 años, pero podrían cambiar muchas cosas en el próximo ciclo. Desde la Crisis Global Financiera, los bajos tipos de interés han comprimido los rendimientos globalmente, y al comparar las diferentes carteras modelo de real estate europeo hemos visto de la diversificación por sectores. Pero durante el siguiente ciclo, la rentabilidad podría empezar a divergir incluso más entre las diferentes economías. La inflación ya está subiendo más rápido en Reino Unido que en el resto de Europa, por ejemplo, y así hemos visto que el mercado de real estate comercial se ha revalorizado allí mucho más rápido que en el resto del continente.

Por tanto, este gráfico podría tener un aspect0 muy diferente dentro de diez años, y el perfil de rentabilidad/riesgo de las carteras diversificadas por geografías podría ser mayor. Pero, por ahora, invertir en diferentes sectores se mantiene como la apuesta clave para la diversificación.

 

 

Tribuna de Pete Anwyll, analista cuantitativo de Fidelity International, y Nina Flitman, senior investment writer de Fidelity.

La curva de rendimientos invertida marca ya un récord de duración en EE.UU.

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto de Charlotte Coneybeer en Unsplash

Una semana más, las bolsas se han mantenido volátiles y nerviosas. Los movimientos en precio de las acciones han sido incluso peores de lo que refleja la evolución de los índices, algo que queda de manifiesto si analizamos el desempeño de las empresas de pequeña capitalización o la divergencia entre el S&P equiponderado y el “oficial”.

Uno de los artífices de esta debilidad fue posiblemente el anuncio de Arabia Saudí respecto a su intención de ampliar hasta tres meses más sus recortes voluntarios de suministro de crudo (1 millón de barriles diarios) y la decisión de los rusos de reducir también la oferta de petróleo. El precio del barril se ha apreciado en casi un 25% los últimos tres meses, colocándose en cotas que no veíamos desde noviembre del año pasado (en torno a 90 dólares). Además, el hecho de que las restricciones en la producción se prolonguen hasta diciembre (temporada “alta” de consumo de energía), incrementa los riesgos de un mercado más tensionado durante más tiempo. Habitualmente, la OPEP no incrementa la oferta en enero-marzo, porque es históricamente un periodo de disminución de demanda.

Adicionalmente, el repunte en el precio de la vivienda en Estados Unidos, tímido de momento, y algunos titulares sobre la inflación internacional, alimentaron las dudas respecto a una re-aceleración en los índices de precios poniendo, de nuevo, presión al alza sobre la rentabilidad de los bonos soberanos. Factores que también han pesado son la persistencia en las subidas de precios en el sector servicios (el componente de precios pagados en la última encuesta ISM Servicios subió frente al mes anterior a 58,9 vs. 56,8), un incremento menor al esperado en peticiones de subsidio de desempleo, los efectos base o el encarecimiento de fletes/logística y de materias primas.

La inquietud de los inversores tiene fundamento. Existe una probabilidad nada insignificante respecto a un estancamiento en la caída de lecturas de inflación o, incluso, de un repunte temporal.

Como observamos en la gráfica, y a la espera de conocer la actualización del dato el día 28, si mantenemos un crecimiento mensual de aquí a diciembre, en línea con el registrado desde enero (de media un 0,32% en 2023), cumpliríamos a duras penas con el objetivo de la Fed para el índice del PCE subyacente. No obstante, una pequeña re-aceleración hasta, por ejemplo, el 0,4% (que fue la velocidad de crucero que mantuvimos de media en el primer trimestre de 2023), resultaría en un rebrote en inflación que pondría muy nerviosos a los inversores. Por eso, el dato de IPC de agosto, que se dará a conocer el miércoles 13, ha cobrado aún más relevancia, aunque el IPC subyacente ex vivienda ronde ya el 2,6%.

Para los bolsistas, que se mantienen en modo “malo es bueno” en lo que respecta a anuncios macro, se da la paradoja de que, para poder justificar valoraciones más generosas, necesitan un rally en la renta fija, que pasaría necesariamente por una continuación en la tendencia desinflacionista y por un enfriamiento en expectativas de crecimiento que, en última instancia, pondrían en peligro las optimistas proyecciones para los beneficios (BPA) de 2024.

Este es el desenlace más probable de acuerdo con la pendiente de la curva 3 meses – 10 años, una de las herramientas más certeras para anticipar el inicio de una recesión.

La curva 3M-10A, en niveles de inversión que no se veían desde principios de 1980, se ha apuntado esta semana el récord del periodo más largo en pendiente negativa (219 días consecutivos bajo el agua vs. los 217 previos a la crisis SubPrime en 2006-2007). Esto es relevante por dos motivos: el primero porque esta serie suavizada (media móvil de 50 días, para depurar el exceso de ruido) presenta una hoja de servicio intachable, anticipando todas las recesiones desde 1968. Y, el segundo, porque, al estar ahora operando en -2 desviaciones estándar sobre su media de los últimos 60 años, la probabilidad de reversión es sustancial. Además, tal y como nos muestra la historia, una vez que la curva comienza a empinarse de nuevo, el movimiento de ajuste hacia pendiente positiva (que marcaría el inicio de la contracción) puede ser muy rápido.

En este sentido, la publicación del “Beige Book” sugiere que la reciente inercia positiva en datos macro puede estar agotándose y da credibilidad al artículo de la Fed de San Francisco que comentábamos la semana pasada: el extra de ahorro acumulado durante la pandemia se está agotando rápidamente («Algunos distritos destacaron informes que sugieren que los consumidores pueden haber agotado sus ahorros y están recurriendo más a los préstamos para apoyar el gasto»). Asimismo, sugiere que uno de los riesgos para la bolsa que venimos señalando también puede estar tomando forma: «La mayoría de los distritos informaron de una desaceleración generalizada del crecimiento de los precios, que fue más rápida en los sectores manufacturero y de bienes de consumo. Los contactos en varios distritos indicaron que el crecimiento de los precios de los insumos se ralentizó menos que el de los precios de venta. Como resultado, los márgenes de beneficio cayeron en varios distritos».

Acertar con el momento en que se alcanzará el máximo del mercado no es tarea fácil. Aunque lo más factible a corto plazo es que la bolsa siga operando en rango, los precios podrían continuar subiendo lo que resta del trimestre. No obstante, en los próximos 12 meses, el potencial de caída es considerable. Un aterrizaje suave (inflación del 2% el próximo año y ausencia de recesión) es ahora la opinión de consenso y está totalmente descontado.

La renta fija soberana es una excelente alternativa para proteger el valor de la cartera si finalmente acaba produciéndose una contracción en crecimiento. Su valoración es atractiva y, como muestra la gráfica de BofA, – aunque los récords están para romperlos – no parece muy probable que el TBond acabe 2023 con rentabilidades negativas. Y las posiciones especulativas como porcentaje del interés abierto están en mínimos…

 

La Guía del GIIN ofrece directrices sobre cómo preservar las características de la inversión de impacto en mercados de acciones cotizadas

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Las estrategias de los fondos y de las carteras de impacto deben incluir en los folletos o documentos informativos el impacto previsto en el mundo real. Esta es una de las principales conclusiones de la ‘Guía para perseguir el impacto en los mercados cotizados’, publicada por el Global Impact Investing Network (GIIN) y cuyas directrices han sido analizadas en un evento organizado por SpainNAB y Spainsif, con la participación de profesionales del mercado de la inversión de impacto.

La Guía detalla las particularidades de los activos cotizados y proporciona directrices para que los propietarios y gestores de activos puedan identificar y diseñar fondos que busquen generar impactos positivos a través de la inversión en acciones de empresas que cotizan en bolsa.

De forma específica, la estrategia del fondo o de la cartera establecería las prioridades y los resultados reales de impacto previstos, apoyado en un planteamiento del problema y en una teoría del cambio, es decir, en cómo el fondo o la cartera contribuirían a acelerar el impacto previsto de las empresas de su cartera. Estos criterios ayudarían a determinar qué sectores y empresas son relevantes para los objetivos del fondo o la cartera y, por tanto, pasan a formar parte del universo de inversión. Además, propone dar lugar a una cartera con diferencias claras y explicables con respecto a un fondo sostenible.

En las estrategias de inversión de impacto, la construcción de la teoría de cambio y la necesaria contribución del inversor juegan un papel clave, ya que van orientadas a acelerar y mantener el impacto. De esta manera, al seleccionar una inversión para una cartera de impacto, los inversores identifican una conexión específica entre la empresa y la teoría del cambio.

La guía establece que la contribución del inversor al impacto en estos mercados se podría dar de dos formas: a través del engagement con la compañía ligado a los objetivos identificados en la teoría de cambio; y, en circunstancias específicas, a través de su apoyo al mantenimiento del precio de la acción. Sin embargo, las características de los mercados cotizados hacen que la contribución al impacto del inversor a través de estas dos formas sea posible solo en determinadas circunstancias específicas.

Cuatro características clave en la inversión de impacto en la Guía del GIIN

La guía se ha estructurado en torno a cuatro aspectos principales de la inversión de impacto en mercados de acciones cotizadas: establecimiento de la estrategia de impacto del fondo o cartera, diseño y selección de la cartera, compromiso y resultados de impacto.

Agustín Vitórica, miembro del Comité Ejecutivo de SpainNAB, coordinador del Grupo de Inversión de Impacto de Spainsif y participante del Grupo de Trabajo de Renta Variable Cotizada del GIIN, moderó el evento para profundizar sobre cada uno de los cuatro conceptos propuestos por el GIIN para ayudar a identificar y diseñar fondos de impacto.

Además, contó con la ponencia especializada de Sean Gilbert, Chief Investor Networking Officer del GIIN, con más de 20 años de experiencia tanto en el sector privado como en organizaciones sin ánimo de lucro para integrar la sostenibilidad en los negocios y las finanzas.

Los diferentes panelistas, como Ingrid Kukuljan, Head of Impact and Sustainable Investing en Federated Hermes o Caroline Brady, Director of Impact Management & Research, Fundamental Equity en BlackRock, compartieron su visión sobre las oportunidades y retos existentes para la implementación de fondos de inversión de impacto, y cómo pueden ser usados para impulsar el aumento de los cambios reales en el mundo.

Por su parte, Dennis Baas, Lead of Sustainable Strategists en Allianz Global Investors, compartió su visión acerca de que el cambio de ESG a sostenibilidad e impacto será la tendencia a largo plazo. También explicó que la evolución hacia estrategias centradas en el impacto en los mercados cotizados requerirá un cambio hacia el desarrollo de soluciones con propósito que se creen para ofrecer resultados necesarios para la sociedad, como los que persiguen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Baas afirmó que eso requiere una mentalidad de solución que utilice la inteligencia ESG para resolver los retos clave y la necesidad de tener beneficios sociales o medioambientales cuantificables, así como un rendimiento de la inversión con mediciones e informes más precisos. Finalmente dijo que, con el tiempo, esperan que se desarrollen más carteras que cumplan una serie de objetivos bien definidos para los inversores desde el principio.

El panel concluyó en valorar la Guía como una herramienta valiosa para gestores de activos e inversores en el desarrollo y diseño de soluciones eficaces de fondos en mercados de acciones cotizadas, en las que las inversiones se centren en resolver problemas del mundo real de forma transparente.

La población española de entre 20 y 39 años tiene menos conocimiento y bienestar financiero que el conjunto de la población adulta

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedidaDe izquierda a derecha: Silvia Albert, fundadora y CEO de la Agencia Comma; Gloria Caballero, subdirectora de Educación Financiera CNMV; Isabel Gaspar, moderadora y periodista en el Economista; Ana Fernández Sánchez de la Morera, socia fundadora AFS Finance Finanzas Conductuales; y Luis Miguel Ortiz, fundador de Inversión Racional.

Según el Observatorio del Ahorro Familiar (OAF), promovido por Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE, sólo la mitad de los adultos jóvenes (nativos digitales y millennials) tiene conocimientos financieros adecuados sobre los conceptos de naturaleza económico-financiera, frente a casi el 60% de los adultos mayores de 40 años, siendo esta falta de conocimiento más acentuada en las mujeres pertenecientes a la generación Z. Sin embargo, como aspecto positivo, los hábitos financieros, tanto de planificación como de ahorro, están más extendidos entre los nativos digitales y los millennials que en el resto de la población.

Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del quinto estudio del Observatorio del Ahorro Familiar, “Las finanzas de los “nativos digitales” y millennials españoles”, presentado en un evento que ha tenido lugar en el edificio de la IE Paper Pavilion de Madrid.

Esta investigación tiene como objetivo obtener una visión de conjunto del nivel de capacitación financiera de la población adulta joven en España (nativos digitales y millennials), analizando su conocimiento y comprensión del entorno y conceptos financieros, sus hábitos y comportamientos financieros, y su actitud, motivación y confianza financiera que poseen. Para ello, han profundizado en el análisis del comportamiento financiero de dos segmentos: los nativos digitales (de 20 a 29 años) y los millennials (de 30 a 39), a través del estudio de sus hábitos financieros, los conocimientos financieros que poseen, su gestión del ahorro, y la percepción que tienen sobre su propio bienestar financiero, en comparación con el resto de la muestra (de 40 a 74 años).

Blanca Narváez, directora general de Fundación Mutualidad Abogacía, subraya: “Este informe ha sido el resultado de un análisis exhaustivo y un esfuerzo colectivo que nos ha permitido arrojar luz a llamativas conclusiones acerca del comportamiento y bienestar financiero de los adultos jóvenes en España. Está claro que todavía queda mucho camino por recorrer en materia de educación financiera en España, pero, desde luego, desde la Fundación Mutualidad Abogacía, continuaremos trabajando con el objetivo de promover la educación financiera y construir un futuro económico sólido y equitativo para las generaciones venideras».

“Hay una barrera clara que es la falta de comunicación y la creencia de que el dinero es algo malo, además de la falta de interés”, señala Silvia Albert, fundadora y CEO de la Agencia Comma. El estudio indaga también en el hábito de planificación financiera de la población joven, donde se demuestra que la costumbre de realizar una presupuestación financiera está más extendida tanto entre los nativos digitales como millennials, que en los adultos mayores de 40 años, en concreto, 41,3% de los nativos digitales y 38,3% de los millennials frente a solo el 28,7% de los mayores de 40 años. De la misma manera, el hábito de ahorrar está más generalizado también entre los adultos más jóvenes, especialmente entre los millennials, un 75% de los cuales dice ahorrar, frente al 70% de los nativos digitales, y menos del 60% de los mayores de 40 años.

En contraste, el hábito de la inversión está menos generalizado en los adultos jóvenes (nativos digitales y millennials), que además se decantan por activos de más riesgo (criptomonedas y acciones cotizadas) en vez de por los más diversificados (fondos de inversión y pensiones y seguros de ahorro). De hecho, el activo menos popular para los nativos digitales es el seguro de ahorro-vida, con solo el 9%, seguido de la renta fija y a más distancia de los fondos de pensiones (14% y 23% respectivamente). Por el lado contrario del ranking se sitúan las criptomonedas, en las que invierte el 50% de los nativos digitales, y las acciones que mantiene en cartera el 36%, seguidas en tercer lugar ya por los fondos de inversión, con un 32%. Señala Ana Fernández Sánchez de la Morera, socia fundadora AFS Finance Finanzas Conductuales que «invertir en cripto no es diversificar y para invertir hay que diversificar”.

Brecha de género

Asimismo, los datos que se extraen de este estudio constatan una brecha de género en conocimientos financieros que, aunque ha logrado estrecharse sustancialmente en la generación de los millennials, se ha ampliado de nuevo notablemente en la generación de los nativos digitales. Así, ellos, alcanzan una proporción superior de respuestas correctas para todos los conceptos financieros analizados. El concepto de inflación es el único que es mejor comprendido por las mujeres que por hombres (71% frente a 64,1% respectivamente).

Por otro lado, el estudio también analiza los factores psicosociales precursores del comportamiento de ahorro (confianza, motivación y actitud). Los resultados indican que la actitud de nativos digitales y millennials es positiva hacia el ahorro en la misma medida que para el resto de la población y su percepción sobre lo favorable del entorno social hacia la cultura del ahorro es algo superior a la del resto de la población, pero en cualquier caso muy baja. Así, el estudio señala que “estos resultados son un claro signo de la falta de cultura de ahorro que tenemos en nuestro país, algo que debería preocupar a las instituciones gubernamentales y financieras, y un área que requiere de esfuerzos importantes para transformar este elemento en un factor positivo que promueva el ahorro de los ciudadanos».

En cuanto a los motores y frenos del ahorro, las motivaciones principales para los nativos digitales y los millennials son los imprevistos (como para el resto de la población) y la compra de la vivienda para el 22,7% y el 20% de dichas generaciones (a diferencia de los adultos más mayores en los que es la pensión). En ambos grupos de jóvenes adultos, el ahorro como complemento de la pensión queda en un lugar muy rezagado, solo el 4,4% de los nativos digitales y 6,8% de los millennials lo selecciona como primer objetivo del ahorro, frente al 16,2% de los mayores de 40 años. Por otro lado, las barreras principales al ahorro que encuentran nativos digitales y millennials son la falta de ingresos y de incentivos fiscales, coincidentes con las que esgrime el resto de la población.

Sin embargo, en la población de millennials, y especialmente en la de nativos digitales, los gastos superfluos debidos a la impulsividad (9,5% y 11,6% respectivamente), junto con los gastos superfluos debidos a la presión del entorno social suponen una barrera al ahorro para un porcentaje de encuestados superior que en el resto de la población. “La falta de ingresos, la inflación, la impulsividad y el tema de la planificación es muy importante. Es importante que los jóvenes aprendan a gastar y que sean conscientes de ello. Hay que trabajar sobre esa consciencia de planificar», matiza Gloria Caballero, subdirectora de Educación Financiera CNMV.

En cuanto a los motores y frenos de la inversión, la principal motivación por la que ambas cohortes de adultos jóvenes, nativos digitales y millennials, invierten, es obtener rentabilidad por sus ahorros, seguido de tener fondos suficientes para comprar una vivienda en el futuro (para los nativos digitales) y seguido de complementar la pensión (para los millennials, entre quienes también es motivo prioritario de inversión el poder jubilarse antes de la edad legal).

Por el contrario, entre las barreras a la inversión esgrimidas por los adultos jóvenes, destaca la falta de conocimientos financieros, seguida en los nativos digitales por la falta de tiempo para hacer un buen análisis de las posibilidades de inversión, y en los millennials por la falta de confianza en los intermediarios financieros. Los adultos mayores de 40 años coinciden también en que la principal barrera a la inversión es la falta de conocimientos financieros.

Luis Miguel Ortiz, fundador de Inversión Racional, apunta: «La gente no llega a ahorrar, y los jóvenes menos aún. Debemos conectar el ahorro con la inversión. Hay que enseñar a la sociedad que para invertir hay que tener paciencia».

Laura Núñez, directora del Observatorio de Ahorro Familiar y profesora de finanzas de IE University, concluye: “Para la elaboración de este estudio, decidimos enfocarnos en estas dos generaciones, precisamente, porque son las que más tiempo tienen por delante para poder modificar sus hábitos financieros y aplicar las capacidades necesarias para alcanzar un bienestar financiero óptimo. Los adultos jóvenes son los que más formación tienen y, sin embargo, son los que menor conocimiento financiero global poseen. Esto es preocupante porque indica que vamos marcha atrás, por tanto, necesitamos seguir haciendo un esfuerzo colectivo y seguir fomentando la investigación y la divulgación para conseguir revertir esta situación».

El negocio en gestión discrecional de carteras crece un 3,7% en el primer semestre

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

La cifra estimada de patrimonio en gestión discrecional de carteras en España se situaría en torno a 112.000 millones de euros a finales de junio de 2023 (dato calculado a partir de los 108.420 millones de las gestoras que facilitan dato). Son estimaciones de Inverco de cara a finales de junio de este año.

Así, en el primer semestre, el valor de la distribución de IICs a través de gestión discrecional de carteras experimentó un incremento del 3,7%, pasando de 108.000 millones de euros a diciembre de 2022 a 112.000 millones a cierre de junio.

El número estimado de contratos superaría el millón (1.021.830 para las entidades que remiten información), correspondiendo casi la totalidad de ellas a clientes minoristas.

Gestión discrecional y asesoramiento, piezas claves

La gestión discrecional es piedra fundamental para la distribución de IICs. Con una muestra aproximada del 70% del total de la distribución de IICs en España, y que incluye información de entidades que han facilitado información sobre este desglose respecto a la distribución realizada por sus grupos financieros, el 66,1% de las instituciones de inversión colectiva en España se han distribuido mediante gestión discrecional o asesoramiento (211.428 millones de euros), y el resto vía comercialización (33,9%), con datos a junio de 2023.

En concreto, el porcentaje distribuido mediante gestión discrecional de carteras asciende al 26,4% del total mientras la distribución a través de asesoramiento alcanza el 39,7%.