Consideramos que la evolución del entorno de mercado, con tipos de interés más elevados, una inflación persistente y volatilidad, presenta un potencial creciente para los inversores activos con enfoques de rentabilidad absoluta. La dinámica de mercado ha cambiado de manera considerable en los últimos meses. A nivel macroeconómico han surgido condiciones económicas y financieras profundamente diferentes a las posteriores a la CFG. Este cambio ha obedecido sobre todo a la pandemia, pero también se ha visto impulsado por otros factores clave, entre ellos nuestro primer shock inflacionario en un cuarto de siglo.
Ante tal trasfondo, creemos que el valor de las estrategias de rentabilidad absoluta, la diversificación que ofrecen y su potencial de rentabilidades no correlacionadas han pasado a un primer plano en los últimos años. Sencillamente, pensamos que estas estrategias pueden aportar rentabilidades positivas en mercados complicados como los actuales.
Arenas movedizas
Pese a reconocer que algunas de estas estrategias han mostrado una evolución dispar en el entorno de tipos de interés en mínimos posterior a la CFG, y que ciertos productos no lograron cumplir sus promesas iniciales, el actual entorno macroeconómico podría ser un terreno más fértil para los inversores en renta fija con enfoques de rentabilidad absoluta.
La incertidumbre en torno al rumbo de la política monetaria ha sido un factor clave en los mercados en los últimos meses: los pronósticos inicialmente firmes de recortes del precio del dinero han dado paso a una mayor inquietud entre los inversores. En agosto, el Banco de Inglaterra realizó un recorte de tipos moderado de 25 puntos básicos (el primero desde 2020 en el Reino Unido), mientras que el Banco Central Europeo también recortó su tipo de intervención en junio. En septiembre le siguió la Reserva Federal estadounidense, con una bajada de medio punto porcentual.
Somos cautos en nuestra previsión de tipos de interés, pero anticipamos que el entorno de mayores tipos persistirá, lo cual elevaría el atractivo potencial de las estrategias de deuda de rentabilidad absoluta.
Hoy en día los mercados todavía descuentan recortes del precio del dinero en los próximos 12 a 18 meses, pero en nuestra opinión, los tipos permanecerán por lo general en niveles mucho más altos que en la década pasada. Así, ¿por qué no obtener cierta protección por si acaso dichos recortes no se materializan? Creemos que las estrategias de rentabilidad absoluta son una forma de hacerlo, y que además podrían aportar oportunidades de diversificación atractivas.
Curva de tipos
Creemos asimismo que ciertas estrategias de deuda de rentabilidad absoluta podrían verse impulsadas por una inversión de la pendiente de la curva de tipos, un escenario en que los bonos más a largo plazo ofrecen rentabilidades al vencimiento (TIR) más bajas que los bonos a corto, reflejando la expectativa de los inversores de que los tipos de interés disminuirán en el futuro.
También creemos que los inversores podrían beneficiarse de una estrategia que brinde exposición al tramo de la curva con la TIR más elevada (el efectivo) al tiempo que operan en un entorno macroeconómico más propicio para generar alfa.
Si bien es cierto que las TIR podrían caer en toda la curva al entrar en la fase siguiente del ciclo económico, no creemos que vayan a volver a niveles tan bajos como los de la década previa. A corto plazo todavía vemos incertidumbre en torno al momento y la medida en que los bancos centrales recortarán el precio del dinero.
Otro tema clave recientemente ha sido la volatilidad elevada en los mercados, que llevó al índice VIX del CBOE estadounidense a dispararse en agosto. No obstante, consideramos que la amenaza potencial de unos mercados volátiles puede verse contrarrestada por las oportunidades de inversión que pueden surgir debido a tales altibajos.
Mayores niveles de volatilidad
Creemos que las políticas de los bancos centrales van a ser mucho más volátiles que en los últimos diez años, y existen otros factores de gran calado a tener en cuenta. La globalización, una tendencia clave en los últimos 30 años, parece estar dando marcha atrás, lo cual tiene sus propias implicaciones económicas. Además, es probable que aspectos como la transformación energética, los desarrollos geopolíticos y la innovación tecnológica mantengan la volatilidad elevada, lo cual es una excelente noticia para las carteras de inversión gestionadas con enfoques activos. Más volatilidad significa más oportunidades para las gestoras, y las que sepan tomar las decisiones correctas podrían estar bien situadas para añadir más valor a sus carteras.
La estrategia de rentabilidad absoluta de BNY Investments puede ofrecer a los inversores una exposición global y diversificada al segmento de la renta fija. Al tomar posiciones tanto largas como cortas, tiene potencial de generar rentabilidades positivas en todas las fases del ciclo económico. No dependemos de un universo de inversión estrecho para generar alfa, pues gozamos de flexibilidad para invertir en cualquier activo de deuda. Nuestra estrategia puede invertir en deuda soberana, crédito con grado de inversión y high yield, bonos ligados a la inflación, deuda de mercados emergentes, divisas y otras clases de activo como los bonos de titulización de activos (ABS) y los préstamos. Dicho esto, no tenemos ningún sesgo estratégico, lo cual nos permite evitar a cualquier clase de activo subyacente que en nuestra opinión no ofrezca verdadero valor.
Más información en BNY Investments.
Tribuna de Harvey Bradley, gestor senior de carteras, y Shaun Casey, gestor de carteras, en Insight, parte de BNY Investments.